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Capítulo 1 – La palabra “ejad” en el Shemá

Muchas de las doctrinas heredas de mis padres y maestros cristianos, no son más que
repeticiones de conceptos que fueron introducidos en el movimiento mesiánico entre los
siglos II-IV, con el fin de desjudaizarlo totalmente y crear un nuevo pueblo separado de Israel
y el pueblo judío. Esto nunca fue el propósito del Yeshúa cuando encomendó a sus discípulos
a salir por el mundo entero y hacer que los gentiles se convirtieran en sus seguidores, después
de haber pasado por un baño ritual de purificación judeo-mesiánico en su Nombre.

En la búsqueda de saber cuál es la enseñanza original hebrea y mesiánica de la Torá, los


Profetas, las Escrituras y los Escritos del Nuevo Pacto, he tenido que cuestionar todo lo que
he recibido por medio de la tradición cristiana y someterlo a una prueba minuciosa a la luz de
las Escrituras entendidas desde una perspectiva hebrea, no griega. Los 66 libros de la Biblia
fueron escritos por israelitas que entendían las cosas según una mente hebrea, no
grecoromana, como en el mundo occidental donde me he criado. Por esta razón también
llegué a cuestionar la doctrina de la Trinidad, tal como ha sido expresada según la tradición
cristiana en la cual me había criado.

A continuación voy a exponer algo de lo encontrado en este camino de búsqueda y


argumentación, en lo referernte a mi experiencia con el tema de la Trinidad.

El Señor es uno, no tres

Al principio tuve problemas profundos con el Shemá, la declaración de fe judía que se


encuentra en Deuteronomio 6:4-9, y que fue sostenida y citada en parte por el Mesías, en
Marcos 12:28-30:

“Cuando uno de los escribas se acercó, los oyó discutir, y reconociendo que les
había contestado bien, le preguntó: ¿Cuál mandamiento es el más importante de
todos? Yeshúa respondió: El más importante es: ‘Oye Israel; el Eterno nuestro
Elohim, el Eterno uno es; Y amarás al Eterno tu Elohim con todo tu corazón, y
con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza.’” (LBLA revisado)

Cada mañana y cada noche todos los judíos fieles confiesan este texto. Además son las
últimas palabras que pronuncian antes de morir. Esta es la declaración judía que está
sostenida calurosamente por cada corazón judío. En este texto no solamente proclaman su fe y
confianza al Eterno, el Elohim de Israel, sino también le reconocen como el único que es
Elohim. No hay ninguno fuera de él, él es uno. Esta es la base para el verdadero monoteísmo.

El Shemá dice que el Eterno es UNO. Y como yo venía de un trasfondo trinitario, esta palabra
me molestó mucho. Tuve que reconocer que la Biblia dice que Elohim es uno, no tres, como
me habían dicho.

Luego leí en los escritos que son distribuidos entre los judíos mesiánicos, que la palabra
hebrea para uno, “ejad”, no significa “único” –que en hebreo es “yajid”– sino “unidad
compuesta”. Pero al hacer una investigación más profunda del uso de “ejad” en la Biblia, me
di cuenta que tiene dos significados, por un lado significa “unidad compuesta”, y por el otro
“unidad singular”.

En Génesis aparece la palabra “ejad” y su forma femenina “ajat” casi 50 veces. Entre otras
cosas habla de: un día, (1:5; 27:45; 33:13); un lugar (1:9); una costilla (2:21); una carne
(2:24); “uno de nosotros” (3:22); un idioma (11:1, 6); un pueblo (11:6; 34:16, 22); “este
único/solitario” (19:9); un arbusto (21:15); un monte (22:2); “uno del pueblo” (26:10); una
sola bendición (27:38); un campamento (32:8 v. 9 en heb.); “un solo día” (33:13); “un solo
pueblo” (34:16, 22); una misma noche (40:5; 41:11); una sola caña (41:5, 22) un solo
significado de dos sueños (41: 25, 26); un solo hombre (42:11, 13); y uno solo de los
hermanos (42:13, 16, 19, 27, 32, 33; 44:28).

La palabra “ejad” y su forma femenina “ajat” son números cardinales. Son las palabras más
comunes que se usan en el idioma hebreo para expresar una unidad. En los textos que hemos
presentado vemos que la palabra es usada para expresar cualquier unidad pero también, más
específicamente, singularidad, y entonces muchas veces con el artículo definido “ha” delante,
“ha-ejad”. La palabra “yajid” es usada muy esporádicamente en las Escrituras, sólo dos veces
en todo el Jumash (Pentateuco) y 11 veces en el resto de las Escrituras. Por lo tanto, la palabra
“ejad” es utilizada muchas veces para denotar singularidad, aunque no está limitado a ello
necesariamente. La palabra también puede tener el sentido de unidad plural, pero entonces
con el enfoque sobre la unidad y no sobre la pluralidad.

Así que, en Génesis se pude encontrar la utilización de la palabra “ejad” como una unidad
compuesta. Génesis 2:24 habla de que el hombre y su esposa serán “una sola” carne. La
palabra hebrea traducida como “una sola”, es precisamente “ejad”. También tenemos en
Génesis 11:6 y otros textos, varios ejemplos que hablan de “un pueblo”. Esto significa que la
palabra “ejad” puede implicar una unidad compuesta por varias personas. Entonces surge por
supuesto la pregunta si la palabra “ejad” podría implicar más que una persona en el Shemá.

Durante mi búsqueda de la verdad sobre este tema, recibí un artículo escrito por el Dr.
Lawrence Duff-Forbes acerca del uso de la palabra “ejad” en Génesis. Una parte del artículo
dice lo siguiente:

“Un Examen del primer libro de Moisés revelará que las dieciocho citas
anteriores son los únicos usos de la palabra ejad —uno, en ese libro, y un examen
imparcial revelará que la palabra ejad se usa para denotar unidad, la clase de
unidad mucho más frecuente en la pluralidad que una unidad en singularidad.

“El uso principal da una idea clara de unipluralidad, mientras que la idea de
singularidad absoluta inseparable está desasociada de la palabra casi
completamente. Para aquellos que reverencian las Escrituras como un solo
escrito de revelación para el hombre, no es necesario añadir que no está
permitido albergar o retener un concepto de la palabra ejad que le falte el endoso
de la palabra de Dios.
“Usando sólo el concepto Escritural de la palabra ejad como una antorcha de
iluminación con la cual examinar el Shemá de Israel, entendemos que cualquier
empleo o comprensión de la palabra que tienda a limitar su significado
únicamente a una absoluta singularidad es una gran tergiversación.”9

Esto podrá sonar convincente para una persona que no está tan familiarizada con las
Escrituras hebreas como para revisar por sí misma para ver cómo la palabra es usada. Al
hacer una investigación más detenida uno se da cuenta de que la palabra “ejad” no aparece en
sólo 18 ocasiones, sino en no menos de 23 veces como una palabra solitaria. La pregunta
surge si es correcto basarse en sólo 18 ocasiones de Génesis donde la palabra “ejad” aparece
solitaria, sin artículos y demás, y sólo en su forma masculina, para poder obtener un
entendimiento completo del uso y significado de la misma. Otra pregunta que surge es si el
libro de Génesis es suficiente para obtener una imagen completa del uso de la palabra. La
palabra aparece casi 50 veces sólo en Génesis y casi 900 veces en todo el Tanaj (AT). Ahora,
si el texto del Shemá está escrito en Deuteronomio, ¿no sería una revisión de todos los lugares
donde la palabra aparece en todo el Pentateuco un mejor fundamento a la hora de sacar
conclusiones tan categóricas? Al hacer una investigación más minuciosa me da la impresión
de que el dr. Duff-Forbes haya basado su evaluación en un fundamento demasiado frágil, con
el fin de forzar una opinión preconcebida acerca del significado y la utilización de la palabra
“ejad” en las Escrituras.

Uno no necesita ir más lejos que a Génesis para darse cuenta de que el enfoque principal de la
palabra “ejad” no está en la pluralidad sino en la singularidad. Especialmente en las siete
ocasiones cuando aparece “ha-ejad”,10 el significado singular es el predominante. La palabra
“ha-ejad” puede ser traducida como “el único”, “un unico” o “aquel uno”.

La palabra “ejad”, sin artículo definido, es usada en Génesis 41:5, 22, donde habla de una sola
caña, y en 42:11, 13, donde habla de un solo hombre, para destacar la singularidad. Si
pasamos a Exodo podremos encontrar cómo la palabra “ejad” es utilizada cuando se habla de
absoluta singularidad, por ejemplo: no quedó ni una sola mosca (8:31); ni un solo animal
murió (9:6, 7); ni un solo saltamonte se quedó (10:19) y no quedó ni uno solo de los egipcios
(14:28).

De esta manera podríamos pasar por texto tras texto y ver que hay muchísimos ejemplos de
cómo la palabra “ejad” haya sido utilizada para determinar una absoluta singularidad. Ahora,
como ya hay una palabra para “único”, “yajid”, esto nos enseña que en todas las ocasiones en
el Jumash menos dos, el Eterno ha preferido utilizar la palabra “ejad” antes que “yajid”
cuando ha querido señalar una absoluta singularidad.

Aunque sea absolutamente correcto decir que la palabra “ejad” es utilizada con el significado
de unidad compuesta, no es correcto decir que este es su significado principal. Ahora, cuando
la Escritura de una manera especial ha querido señalar singularidad, es precisamente esta
palabra la que ha sido utilizada con preferencia antes que la palabra “yajid”. Esto nos da un
indicio de que la palabra no sólo puede ser entendida, sino debe ser entendida así en el
Shemá. Así es como el pueblo judío lo ha entendido durante miles de años. Ellos han
9
Traducido del Inglés por Pedro Navarro.
10
2:11; 10:25; 19:9; 42:27, 32, 33; 44:28.
predicado al mundo la verdad del monoteísmo ante el error del politeísmo. Uno se puede
preguntar si el Eterno hubiera utilizado la palabra “ejad” de si mismo si hubiera querido
mostrar al mundo que es más que uno, según el enfoque de los que proclaman la doctrina de
la Trinidad. Al final de todo tenemos que admitir que no está escrito que el Eterno es tres,
sino precisamente uno.

Uno de nosotros

Vamos a terminar este capítulo analizando con más detenimiento uno de los textos que antes
hemos mencionado brevemente, Génesis 3:22:

“Entonces el Eterno Elohim dijo: He aquí, el hombre ha venido a ser como uno de
nosotros, conociendo el bien y el mal; cuidado ahora no vaya a extender su mano y
tomar también del árbol de la vida, y coma y viva para siempre.” (LBLA revisado)

Fijémonos en las palabras “uno de nosotros”, en hebreo “ejad mimenu”.

Si nos situamos en el lado de los que están a favor de la doctrina de la Trinidad, tendremos
que decir que en este texto, como también en 1:26, se puede ver claramente que el Eterno es
más que uno, porque está hablando en plural. Tendremos que suponer que está hablando
como una personalidad tripartita. Entonces la expresión “uno de nosotros” significaría una de
las tres personas de la Trinidad, preferentemente el Hijo.

Sin embargo, un problema surge cuando observamos la palabra “uno”, que en hebreo es
precisamente la palabra “ejad”. Ahora, si un Dios triuno estuviera hablando de sí mismo
mencionando uno de los tres como “uno de nosotros”, ¿cómo podría este uno ser “ejad” si
“ejad” tuviera el único significado de unidad compuesta? ¿No significaba la palabra “ejad”
que los tres son uno? ¿Entonces cómo puede ser utilizada la palabra para sólo uno de los tres?

Como vemos, el argumento de que “ejad” sólo significaría unidad compuesta, cae por su
propio peso incluso desde uno de los textos que son utilizados como prueba a favor de la
doctrina de la Trinidad.

Resumiendo este capítulo podemos decir que el uso de la palabra “ejad” en los cinco libros de
Moshé, muestra que se trata de una unidad singular en primer lugar, más que una unidad
compuesta. El hecho de que el Eterno ha optado por utilizar esa palabra más que la palabra
“yajid” para indicar una singularidad absoluta, nos da un indicio de que debemos entender la
palabra de esa manera cuando es mencionada en el Shemá, Deuteronómio 6:4-9, que es la
confesión de fe judía mantenida por el Mesías Yeshúa. Cuando un judío ora, al menos dos
veces al día, que el Eterno es uno, no quiere decir que sea tres, sino precisamente el único y
no hay otro junto a él.

Por tanto, reconoce hoy y reflexiona en tu corazón,


que el Eterno es Elohim arriba en los cielos y abajo en la tierra;
no hay otro.
(Deuteronomio 4:39 LBLA revisado)
Yo soy el Eterno, y no hay ningún otro;
fuera de mí no hay Elohim.
Yo te ceñiré, aunque no me has conocido,
para que se sepa que
desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,
no hay ninguno fuera de mí.
Yo soy el Eterno, y no hay otro.
(Isaías 45:5-6 LBLA revisado)
Capítulo 2 – La pluralidad de la palabra “Elohim”

En el camino de mi búsqueda de la verdad en cuanto a la doctrina de la Trinidad llegué a


detenerme en la palabra hebrea “Elohim”, traducida como “Dios”. Los maestros cristianos me
habían enseñando que la terminación “im” en una palabra hebrea denota pluralidad. Así que
la palabra “Elohim”, es una palabra que implica un plural, la cual puede traducirse
literalmente como “los Dioses”. Las persona que aboga por la doctrina de la Trinidad
encuentra en esta palabra una evidencia de que el Eterno es más que uno. Sin embargo, no se
sabe si se habla de dos, tres, cuatro o cincuenta mil ochocientos veintitrés.

El primer versículo de la Torá ha sido traducido al castellano de la siguiente manera:

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.”

Si transliteramos las palabras de la versión original hebrea usando letras latinas podemos leer
lo siguiente:

“bereshit bará elohim et ha-shamayim ve-et ha-arets”. (En la escritura hebrea no hay
mayúsculas y minúsculas.)

Vemos que la palabra que fue traducida como “Dios” es “Elohim”. ¿Será que la Torá está
introduciendo el concepto del politeísmo en el primer párrafo de las Escrituras? ¿Fueron
varios Dioses los que crearon los cielos y la tierra o fue uno solo?

En el texto del Shema, que estudiamos en el capítulo anterior, encontramos la palabra


“Elohim”, y allí dice que “Elohim” es “ejad”, esto es, uno. ¿Cómo vamos a entender esto? Por
un lado está hablando del Eterno de forma plural –“Elohim”– pero por el otro lado está
afirmando que ese “Elohim” es una unidad o, como hemos visto, más probablemente una
singularidad. ¿Será que las Escrituras estén diciendo que este “Elohim”, estas “Divinidades”,
constituyen una unidad? ¿Será que encontramos en estos textos una base para entender el
concepto del Eterno según lo que más de 4300 años más tarde llegó a desarrollarse en la
doctrina cristiana de la Trinidad? ¿Será que se trata de una unidad de varias personas en una
sola Deidad?

El rav principal de la comunidad judía de Madrid, Moshé ben Dahán, fue invitado a hablar en
una conferencia de la organización cristiana REMAR. Tuve el privilegio de estar presente y
escuchar su discurso. Él habló de la creación de los cielos y la tierra y la del hombre. Una de
las cosas que dijo fue que la palabra “Elohim” no podrá ser entendida como una pluralidad de
personas porque el verbo de la oración no está puesto en plural. No está escrito “En el
principio crearon...” sino “En el principio creó...” En el predicado se ve si el sujeto es plural o
singular. Por lo tanto, no se puede entender que fueron varios dioses los que crearon los cielos
y la tierra sino uno sólo. Tampoco se puede entender que hayan sido varias personas de la
deidad las que estuvieran hablando de la creación del hombre, diciendo: “Hagamos al hombre
a nuestra imagen...” porque luego dice que “Y Elohim creó al hombre”, en singular, no en
plural “Elohim crearon...”.
Las palabras del rav me hicieron pensar mucho y empecé a cuestionar el concepto que yo
tenía de la pluralidad de personas dentro del término “Elohim”.

Si hacemos un estudio más profundo de la palabra “Elohim” nos damos cuenta de que es la
forma plural de “Eloha”, que significa “Poderoso” y que a su vez viene de la palabra hebrea
“El”, que significa “poder”, “fuerza”, “poderoso”. Estas tres palabras, “El”, “Eloha” y
“Elohim”, son utilizadas en las Escrituras como sinónimas para referirse al Todopoderoso.
Las tres han sido traducidas como “Dios” en las versiones castellanas.

La palabra hebrea “El” aparece alrededor de 200 veces en las Escrituras, prácticamente
siempre en referencia al Todopoderoso. Algunas veces tiene el significado de “poder”, cf.
Génesis 31:29; Proverbios 3:27; Miqueas 2:1.

La forma plural de “El”, “Elim”, no se usa en referencia al Todopoderoso, sino a otros


poderes, humanos o angelicales, cf. Éxodo 15:11; Job 41:25 (17 heb.); Salmo 89:6 (7 heb.).
También es usado para referirse a los dioses falsos de las naciones, cf. Isaías 57:5; Daniel
11:36.

La palabra “Eloha” aparece 56 veces en las Escrituras, mayormente en el libro de Job. Sólo
aparece dos veces en el Jumash (Pentateuco), en Deuteronomio 32:15 y 17.

Como hemos dicho antes, la forma plural de “Eloha” es “Elohim”. “Elohim” aparece
alrededor de 2600 veces en las Escrituras. Esta palabra no es un nombre personal, sino un
título y atributo que expresa poder, autoridad y juicio. El nombre personal del Todopoderoso
está escrito con las cuatro letras hebreas Yud Hey Vav y Hey, que corresponden a las letras
latinas YHVH.

El significado de la palabra “Elohim” en relación con la palabra “El” y la creación

En Isaías 43:10-11; 44:6; 45:5-6, 21b-22; 46:9 está escrito (LBLA revisada):

“Vosotros (los hijos de Israel) sois mis testigos - declara YHVH - y mi siervo a
quien he escogido, para que me conozcáis y creáis en mí, y entendáis que yo soy.
Antes de mí no fue formado otro dios (“El”), ni después de mí lo habrá. Yo, yo soy
YHVH; y fuera de mí no hay salvador.”

“Así dice YHVH, el Rey de Israel, y su Redentor, YHVH de los ejércitos: Yo soy el
primero y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios (“Elohim”).”

“Yo soy YHVH, y no hay ningún otro; fuera de mí no hay Dios (“Elohim”). Yo te
ceñiré, aunque no me has conocido, para que se sepa que desde el nacimiento del
sol hasta donde se pone no hay ninguno fuera de mí. Yo soy YHVH, y no hay otro.”

“No hay más Dios (“Elohim”) que yo, un Dios (“El”) justo y salvador; no hay
ninguno fuera de mí. Volveos a mí y sed salvos todos los términos de la tierra;
porque yo soy Dios (“El”), y no hay ningún otro.”
“Acordaos de las cosas anteriores ya pasadas, porque yo soy Dios (“El”), y no hay
otro; Dios (“Elohim”), y no hay ninguno como yo.”

Vemos que tanto la palabra “Elohim” como “El” son empleadas para referirse al
Todopoderoso, y son usadas como sinónimos. Por lo tanto, en el libro de Yeshayahu no vemos
prácticamente ninguna diferencia entre el uso de la palabra “Elohim” y la palabra “El”. Como
“Elohim” está puesto en plural y “El” en singular, encontramos una indicación de que la
palabra “Elohim” no debe ser entendida como una referencia a varios dioses, o una unidad de
personajes en el mismo Dios, sino como una expresión de la multiforme grandeza del
Omnipotente.

La palabra “El” es usada en las Escrituras para hablar tanto de “deidad” como de “poder”. En
Génesis 31:29a está escrito, según una traducción literal:

“Hay poder (“El”) en mi mano para haceros daño.”

En proverbios 3:27 (RV) está escrito:

“No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder (“El”)
para hacerlo.”

En Miqueas 2:1b (LBLA) está escrito:

“Al clarear la mañana lo ejecutan, porque está en el poder (“El”) de sus manos.”

En estos textos vemos como la palabra “El” ha sido usada en el sentido de “poder”.

Como la palabra “El” es la raíz de la palabra “Elohim”, podemos afirmar que el término
“Elohim” tiene que ver con poder y autoridad.

Elohim fue el que creó los cielos y la tierra. Esto también nos revela algo sobre el significado
de la palabra “Elohim”. La palabra “Elohim” tiene que ver con todo ese poder que fue
empleado para crear los cielos y la tierra, el poder creador.

Por lo tanto, por medio de contemplar la creación podemos saber cómo es Elohim. En la carta
del shaliaj Shaúl (el apóstol Pablo) a los Romanos 1:20 podemos leer:

“Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y
divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo
creado, de manera que no tienen excusa.”

Observe las palabras “eterno poder y divinidad”. Cuando la palabra “Elohim” es usada como
referencia al Creador, está expresando la totalidad de la infinidad de su poder y divinidad.

Así que no podemos basarnos en el hecho de que la palabra “Elohim” está puesta en plural,
para afirmar con seguridad que el Creador es más que uno.
Hay otras tantas palabras hebreas que son usadas en forma plural, como “agua” – ”maim” y
“vida” – “jayim”. Esto no significa que está hablando de varias aguas o varias vidas. Sólo es
una forma de hablar. Tenemos ejemplos parecidos en el idioma castellano: “pantalones”,
“tijeras”, “gafas” (lentes, espejuelos). Estas palabras se usan en forma plural, pero hablan de
cosas singulares, “unos pantalones”, “unas tijeras” y “unas gafas”. El hecho de poner esas
palabras en plural no significa que son varios, sino que hay una manifestación de algo que
parece ser más que uno. Hay dos piernas en los pantalones, dos cuchillos en las tijeras y dos
cristales en las gafas. Pero cada cosa es una sola, que en sí puede ser más o menos compleja.

Quizás esto puede ayudarnos a obtener un entendimiento más claro del por qué se ha escrito
la palabra “Elohim” en plural cuando se habla de un solo Creador. El Todopoderoso es tan
inmenso que una palabra singular no podría expresar su grandeza, poder y autoridad.

Por lo tanto, el hecho de que el Altísimo se presenta en las Escrituras con el título “Elohim”,
en plural, no significa necesariamente que sea más que uno, sino que con ese nombre genérico
está manifestando su total e infinito poder y divinidad. Además, el verbo usado en la práctica
totalidad de los casos, está puesto en forma singular. Esto nos da pie para pensar que no hay
más que uno implicado en la palabra “Elohim” cuando es usado para el Altísimo.

Textos con la palabra “Elohim” donde el verbo aparece en plural

Cuando la palabra “Elohim” es usada como sujeto en las Escrituras Sagradas, el predicado
casi siempre aparece en singular, a diferencia de las palabras plurales que hemos mencionado
antes. Así es tanto en el hebreo como en el castellano. Decimos por ejemplo: “Los pantalones
están en tal sitio”, no: “Los pantalones está en tal sitio”. Tampoco decimos: “Las tijeras cayó
de mis manos”, o “Mis gafas se rompió”. De la misma manera no se usa la forma singular del
predicado cuando palabras como “mayim” –agua– y “jayim” –vida– , (que siempre aparecen
en plural), son utilizadas como sujetos.

Sin embargo cuando aparece “Elohim” tanto el verbo como posibles adjetivos, están en forma
singular, en prácticamente todos los casos. Por ejemplo, no se escribe que “Elohim son
buenos”, sino “Elohim es bueno”, en singular.

No obstante, podemos encontrar algunos pocos textos donde “Elohim” aparece como sujeto y
el predicado está en forma plural.

Tenemos un ejemplo en Génesis 20:13a donde está escrito según una traducción literal:

“Y sucedió que cuando Elohim causaron que yo saliera …”

En 2 Samuel 7:23 está escrito, si se traduce literalmente:

“¿Y quién es como tu (singular) pueblo, como Israel, que es un solo pueblo en la
tierra, al cual Elohim caminaron (plural) para redimir para él (singular) para ser un
pueblo, a fin de darle (singular) un nombre, y hacer para vosotros grandeza y cosas
portentosas para tu (singular) tierra, ante tu (singular) pueblo que rescataste
(singular) para ti (singular) de Mitsrayim (Egipto), naciones y sus dioses
(“Elohim”)?”

Vemos en este texto que cuando se está refiriendo al Altísimo se está usando las formas
singulares de los pronombres, tu, él, le, y ti, y la forma singular del verbo rescataste.

¿Por qué está puesto el verbo “caminaron” –“haljú”– en plural, cuando todas las demás
referencias al Altísimo están en singular?

La respuesta que se puede encontrar entre los rabinos en cuanto a textos como estos, es que la
palabra “Elohim”, en estos casos, no se está refiriendo al Todopoderoso, sino a sus ángeles,
enviados para cumplir sus propósitos.

Hay un ejemplo de esto en Génesis 35:7 dondet está escrito:

“Y edificó allí un altar, y llamó al lugar El-betel, porque allí Dios (”Elohim”) se le
habían manifestado cuando huía de su hermano.”(LBLA revisado)

Como el verbo está escrito en plural se debe entender la palabra “Elohim” como una
referencia a los ángeles. Fueron ángeles los que se le revelaron en la escalera cuando huía de
su hermano.

La palabra “Elohim” puede referirse a los ángeles

Si comparamos dos textos de los Salmos con las traducciones griegas Septuaginta y la carta a
los Hebreos, vemos que la palabra “Elohim” fue traducida como “angeloi” – ángeles–.

En el Salmo 8:5 (v. 6 en heb.) está escrito:

“¡Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los ángeles (“Elohim”), y lo
coronas de gloria y majestad!”(LBLA)

En Hebreos 2:7a, hay una cita del mismo texto de los Salmos, dice así:

“Le has hecho un poco inferior a los ángeles (”angelous”).”

Vemos que la palabra hebrea “Elohim” que aparece en el Salmo 8:5 (v. 6 en heb), ha sido
traducida al griego como “ángeles”.

Tenemos otro ejemplo en el Salmo 97:7b donde está escrito:

“Todos los poderes (“Elohim”) ¡reverenciadle!”(Traducción mía)


Comparemos con la cita en Hebreos 1:6b, que fue traducida de la traducción griega de esta
manera, según la Biblia de las Américas:

“Y adórenle todos los ángeles de Dios.”

Vemos, por tanto, que la palabra “Elohim” puede referirse a los mensajeros celestiales, que en
hebreo son llamados “malajim”. En el castellano los llamamos con una palabra prestada del
griego, ángeles.

La palabra “Elohim” puede referirse a dioses falsos

Cuando las Escrituras hablan de otros dioses, también se emplea la palabra “Elohim”. Podemos
encontrar un ejemplo en Éxodo 12:12, donde está escrito:

“Porque esa misma noche pasaré por la tierra de Egipto, y heriré a todo
primogénito en la tierra de Egipto, tanto de hombre como de bestia; y ejecutaré
juicios contra todos los dioses (“Elohim”) de Egipto. Yo, el SEÑOR.”(LBLA)

Hay un texto parecido en Números 33:4 donde también se usa la palabra “Elohim” para
referirse a los dioses de Mitsrayim, cf. Gén. 31:30.

Éxodo 20:3 dice:

“No tengas otros dioses delante de mí.”(Trad. mía)

La palabra traducida como “dioses” es la palabra hebrea “Elohim”.

Vemos, por tanto, que el término “Elohim” puede referirse a varios falsos dioses. Sin
embargo, el término plural “Elohim” no se usa solamente en referencia a varios dioses falsos
sino también a uno de ellos, como está escrito en Jueces 11:24:

“"¿No posees tú lo que Quemos, tu dios (“Elohim”), te ha dado para poseer? De


modo que todo el territorio que el SEÑOR nuestro Dios (“Elohim”) ha desposeído
delante de nosotros, lo poseeremos.”(LBLA)

En 1 Samuel 5:7 está escrito:

“Cuando los hombres de Asdod vieron lo que les sucedía, dijeron: El arca del Dios
(“Elohim”) de Israel no debe quedar con nosotros, pues su mano es dura sobre
nosotros y sobre Dagón nuestro dios (“Elohim”).”(LBLA)

En 1 Reyes 18:24-27 está escrito:

“Entonces invocad el nombre de vuestro dios (“Elohim”), y yo invocaré el nombre del


SEÑOR; y el Dios (“Elohim”) que responda por fuego, ése es Dios (“Elohim”). Y todo
el pueblo respondió y dijo: La idea es buena. Y Elías dijo a los profetas de Baal:
Escoged un novillo para vosotros y preparadlo primero, pues sois los más, e invocad
el nombre de vuestro dios (“Elohim”), pero no le pongáis fuego. Entonces tomaron el
novillo que les dieron y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la
mañana hasta el mediodía, diciendo: Oh Baal, respóndenos. Pero no hubo voz ni
nadie respondió. Y danzaban alrededor del altar que habían hecho. Y sucedió que ya
al mediodía, Elías se burlaba de ellos y decía: Clamad en voz alta, pues es un dios
(“Elohim”); tal vez estará meditando o se habrá desviado, o estará de viaje, quizá
esté dormido y habrá que despertarlo.”(LBLA)

En 1 Reyes 11:5 se emplea el término “Elohim” también para referirse a una diosa pagana,
como está escrito:

“Porque Salomón siguió a Astoret, diosa (“Elohim”) de los sidonios, y a Milcom,


ídolo abominable de los amonitas.”

La palabra “Elohim” puede referirse a un hombre

Hay dos textos muy interesantes en la Torá en cuanto al uso de la palabra “Elohim”. El primero
está en Éxodo 4:16. Podríamos traducirlo literalmente de esta manera:

“Y él hablará por ti al pueblo, y será. Él será boca para ti y tú serás Elohim para
él.”

El segundo texto encontramos en Éxodo 7:1. Podríamos traducirlo literalmente de la siguiente


manera:

“Y HaShem dijo a Moshé: Mira yo te he constituido Elohim para Paró y Aharón, tu


hermano, será tu profeta.”

Vemos en estos textos que el Todopoderoso delega su autoridad a un hombre, a Moshé, y le


llama “Elohim”. En las Biblias castellanas ha sido traducido como “Dios”.

Es interesante ver en este contexto, que la forma plural “Elohim” es empleada sobre un solo
hombre que representa al Todopoderoso en la tierra. Si el término “Elohim” hubiera sido usado
únicamente para mostrar pluralidad, como en los casos de los ángeles y los falsos dioses, no se
podría utilizar sobre un solo hombre, como en estos textos. Moshé no es más que una persona. Y
cuando él recibe la autoridad de representar al Todopoderoso en la tierra no es llamado con los
términos hebreos “El” o “Eloha”, que son dos formas singulares, sino con la palabra plural
“Elohim”.

Esto constituye una fuerte evidencia de que la palabra “Elohim”, en referencia al Todopoderoso,
no necesariamente incluye varias personas, sino que tiene que ver con extrema autoridad.

Por lo tanto, vemos que el término “Elohim” es usado sobre una sola persona humana, que ha
recibido la autoridad plena de actuar en lugar del Todopoderoso.
La palabra “Elohim” puede referirse a los jueces y los reyes

En la Biblia podemos encontrar todavía otro significado de la palabra “Elohim”.

En Éxodo 22:8-9 (7-8 en heb.) está escrito, según la traducción de la Biblia de las Américas:

“Si no es hallado el ladrón, entonces el dueño de la casa se presentará ante los


jueces, para determinar si él metió la mano en la propiedad de su vecino. En toda
clase de fraude, ya se trate de buey, de asno, de oveja, de ropa, o de cualquier cosa
perdida, de la cual se pueda decir: “Esto es”, la causa de ambos se llevará ante los
jueces; y aquel a quien los jueces declaren culpable pagará el doble a su vecino.”

Las palabras que se encuentran en el texto hebreo, que han sido traducidas al castellano como
“jueces”, son precisamente “Elohim”.

Vemos, por lo tanto, que aquí hay otro significado de la palabra “Elohim” – “jueces”, cf. Éx.
21:6.

En el Salmo 82:1-2 está escrito:

“Salmo de Asaf. Dios (“Elohim”) está en la reunión de los dioses (“El”); En medio de
los dioses (“Elohim”) juzga. ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, Y aceptaréis las
personas de los impíos? Selah”(RV 1960)

En este texto vemos que se usa la palabra “Elohim” dos veces con dos significados diferentes. La
primera vez se está refiriendo al Todopoderoso, y la segunda vez a los jueces o posiblemente a
los reyes, que son los máximos responsables de hacer justicia en la tierra.

En los versículos 6-7 está escrito:

“Yo dije: Vosotros sois dioses (“Elohim”), y todos sois hijos del Altísimo. Sin
embargo como hombres moriréis, y caeréis como uno de los príncipes.”(LBLA)

Yeshúa está citando este texto en Juan 10:34-36 que se ha traducido de esta manera:

“¿No está escrito en vuestra ley: “Yo dije: sois dioses”? Si aquellos, a quienes vino
la palabra de Dios, los llamó dioses (y la Escritura no se puede violar), ¿a quién el
Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: “Blasfemas”, porque dije: “Yo soy
el Hijo de Dios”?”(LBLA)

De estos textos podemos sacar dos verdades que nos interesan en cuanto a este tema.

Primero, vemos que el término “Elohim”, que ha sido traducido como “dioses”, puede significar
personas que han recibido la Palabra del Todopoderoso. ¿Quiénes fueron los que recibieron la
Palabra del Eterno? El pueblo judío, cf. Rom. 3:1-2. Según el contexto en el Salmo 82, vemos
que en primer lugar se trata de personas que han sido puestas en posiciones de autoridad sobre
otras, jueces, reyes y otros príncipes. Algunos textos de la Torá muestran que las Palabras del
Eterno fueron dadas, en primer lugar, a los jueces de Israel, cf. Éx. 22:8 (7 heb.); Deu. 17:18-20.

Segundo, los que son llamados “Elohim” son también llamados “hijos del Altísimo”. Por lo tanto
el término “Hijo de Dios” también se está refiriendo a un rey o un juez que ha recibido la
delegación del Altísimo para gobernar y dictar y ejecutar sus juicios en la tierra, como también
vemos en 1 Crónicas 28:6, donde está escrito:

“Y El me dijo: "Tu hijo Salomón es quien edificará mi casa y mis atrios; porque lo he
escogido por hijo mío, y yo le seré por padre.”(LBLA)

Conclusión

El término “Elohim” tiene que ver con poder y autoridad y no solamente se refiere al
Todopoderoso, sino también puede referirse a los mensajeros celestiales, a los dioses falsos, a un
hombre que ha recibido la autoridad del Todopoderoso y a los jueces que están puestos en lugar
del Altísimo para juzgar en la tierra.

Cuando el término plural “Elohim” es usado en referencia al Todopoderoso, no significa


necesariamente que tiene que ver con más de una persona, sino más bien con la infinita posesión
y presencia del poder y la autoridad.

El hecho de que la palabra “Elohim”, por un lado, es usada como sinónimo de “El” y, por el otro
lado, es empleada sobre un solo hombre, da evidencia de que no se debe entender siempre como
una pluralidad de personas. Además, cuando el verbo lo está acompañando como predicado está
puesto en forma singular, no hay evidencia alguna de que se está refiriendo a más de una
persona.

Cuando el término “Elohim” es usado para referirse a los ángeles, los falsos dioses o los jueces,
el verbo aparece en forma plural. Esto no es el caso cuando es usado para el Todopoderoso o uno
de los dioses falsos. En aquellos pocos textos donde el predicado aparece en plural, el sujeto
“Elohim” no debe ser entendido como una referencia a algo plural, sino se trata más bien de la
actividad de los ángeles.
Capítulo 3 – La pluralidad del término “Adonai”

En el capítulo anterior hemos visto que el uso del término “Elohim” no necesariamente
expresa pluralidad aunque sea una palabra plural, puesto que los verbos que acompañan ese
nombre genérico, siempre aparecen en forma singular, cuando “Elohim” se está refiriendo al
Todopoderoso.

Algo semejante sucede con la palabra hebrea “Adonai”, que es una palabra compuesta por la
forma plural de “Adón” –“Adonim”– y el sufijo “ai” –“mis”.

“Adón” significa:

- señor, amo, dueño, jefe, esposo


- rey, gobernante, soberano

Vamos a mencionar cinco diferentes formas de la palabra “Adón”:

”Adón” – (singular) señor


”Adoní” – (singular) mi señor
”Adonim” – (plural) señores
”Adonei” – (plural) los señores de…
”Adonai” – (plural) mis señores/mi Señor

Si excluimos la forma plural “Adonai”, la palabra “Adón” es usada más de doscientas veces
en las Escrituras, casi siempre en referencia a los hombres, pero también a los ángeles e
incluso al Todopoderoso.

A continuación veremos algunos textos donde aparece esta palabra:

La palabra “Adón” puede referirse a un marido

La forma singular de la palabra “Adón” aparece por primera vez en Génesis 18:12, donde
podemos leer lo siguiente:

“Y Sara se rió para sus adentros, diciendo: ¿Tendré placer después de haber
envejecido, siendo también viejo mi señor (“Adón”)?”(LBLA)

Vemos que la palabra “Adón” es usada por una esposa que habla de su marido con respeto.

En la 1ª Carta de Pedro 3:5-6, encontramos una cita del texto en Génesis, según está escrito:

“Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban
en Dios, estando sujetas a sus maridos. Así obedeció Sara a Abraham, llamándolo
señor (gr. ”kurion”), y vosotras habéis llegado a ser hijas de ella, si hacéis el bien y
no estáis amedrentadas por ningún temor.”(LBLA)
En este texto, la palabra hebrea “Adón” ha sido traducida al griego como “kurion”. La palabra
griega “kurion” es una forma de “Kurios” que significa: Señor, gobernador, gobernante,
dueño. (Más adelante hablaremos más acerca de la traducción de la palabra griega “Kurios”).

En Jueces 19:26 podemos encontrar otro ejemplo donde la palabra “Adón” tiene el
significado de “marido”:

“Cuando amanecía, la mujer vino y cayó a la entrada de la casa del hombre donde
estaba su señor (“Adón”) hasta que se hizo de día.”(LBLA)

La palabra “Adón” puede referirse a un amo

En Génesis 24:14b encontramos el siervo de Avraham hablando de su dueño con estas


palabras:

“Y por ello sabré que has mostrado misericordia a mi señor (“Adón”).”

En Éxodo 21:5 está escrito:

“Pero si el siervo insiste, diciendo: "Amo a mi señor (“Adón”), a mi mujer y a mis


hijos; no saldré libre".”(LBLA)

En estos dos textos vemos que la palabra “Adón” puede referirse a un amo de esclavos.

La palabra “Adón” puede referirse a un sacerdote

En 1 Samuel 1:15a, 26 podemos leer cómo la madre del profeta Shmuel, Jana, habló al sumo
sacerdote Elí:

“Pero Ana respondió, y dijo: No, señor (“Adón”) mío, soy una mujer angustiada en
espíritu... Y ella dijo: ¡Oh señor (“Adón”) mío! Vive tu alma, señor (“Adón”) mío, yo
soy la mujer que estuvo aquí junto a ti orando al SEÑOR (YHVH).”(LBLA)

La palabra “Adón” puede referirse a un rey

En 1 Samuel 16:16 se está usando la palabra “Adón” sobre el rey de Israel, como está escrito:

“Ordene ahora nuestro señor (“Adón”) a tus siervos que están delante de ti, que
busquen un hombre que sepa tocar el arpa, y cuando el espíritu malo de parte de Dios
esté sobre ti, él tocará el arpa con su mano y te pondrás bien.”(LBLA)

Lo mismo sucede en 1 Samuel 24:8 (24:9 en heb.), donde está escrito:


“Después de esto David se levantó, salió de la cueva y dio voces tras Saúl, diciendo:
¡Mi señor (“Adón”) el rey! Y cuando Saúl miró hacia atrás, David inclinó su rostro a
tierra y se postró.”

La palabra “Adón” puede referirse a un varón respetado en general

Avraham fue llamado “Adón” por Efrón, uno de los antiguos habitantes de la tierra
prometida, como está escrito en Génesis 23:10-11:

“Efrón estaba sentado entre los hijos de Het; y Efrón hitita respondió a Abraham a
oídos de los hijos de Het y de todos los que entraban por la puerta de su ciudad,
diciendo: No, señor mío (“Adón”), escúchame; te doy el campo y te doy la cueva que
está en él. A la vista de los hijos de mi pueblo te lo doy; sepulta a tu difunta.”(LBLA)

Rivká (Rebeca) llamó a Elazar (Eliezer), el siervo de Avraham, con el título “Adón”, como
está escrito en Génesis 24:17-18:

“Entonces el siervo corrió a su encuentro, y dijo: Te ruego que me des a beber un


poco de agua de tu cántaro. Y ella dijo: Bebe, señor (“Adón”) mío. Y enseguida bajó
el cántaro a su mano, y le dio de beber.”(LBLA)

Rajel dijo “Adón” a su padre, como está escrito en Génesis 31:35a:

“Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor (“Adón”) porque no pueda levantarme


delante de ti, pues estoy con lo que es común entre las mujeres.”(LBLA)

Yaakov utilizó la palabra “Adón” cuando se dirigió a su hermano gemelo Esav, durante el
encuentro que tuvo con él en su vuelta a casa desde Laván, como está escrito en Génesis 32:4-
5:

“Entonces Jacob envió mensajeros delante de sí a su hermano Esaú, a la tierra de


Seir, región de Edom. Y les dio órdenes, diciendo: Así diréis a mi señor (“Adón”)
Esaú: "Así dice tu siervo Jacob: 'He morado con Labán, y allí me he quedado hasta
ahora. 'Tengo bueyes, asnos y rebaños, siervos y siervas; y envío a avisar a mi señor
(“Adón”), para hallar gracia ante tus ojos.'"”(LBLA)

En la sociedad moderna israelí se usa con frecuencia el título cortés “Adón” o “Adoní” al
dirigirse a un hombre desconocido.

La palabra “Adón” puede referirse a un mensajero celestial

En Josué 5:14 está escrito:


“Y él respondió: No; más bien yo vengo ahora como capitán del ejército del SEÑOR
(YHVH). Y Josué se postró en tierra, le hizo reverencia, y dijo: ¿Qué dice mi señor
(“Adón”) a su siervo?”(LBLA)

En Jueces 6:12-13 está escrito:

“Y el ángel del SEÑOR se le apareció, y le dijo: El SEÑOR está contigo, valiente


guerrero. Entonces Gedeón le respondió: Ah señor (“Adón”) mío, si el SEÑOR está
con nosotros, ¿por qué nos ha ocurrido todo esto? ¿Y dónde están todas sus
maravillas que nuestros padres nos han contado, diciendo: "¿No nos hizo el SEÑOR
subir de Egipto?" Pero ahora el SEÑOR nos ha abandonado, y nos ha entregado en
mano de los madianitas.”(LBLA)

En Daniel 10:17-19 está escrito:

“¿Cómo podrá, pues, este siervo de mi señor (“Adón”) hablar con uno como mi señor
(“Adón”)? Porque a mí en este momento no me queda fuerza alguna, ni tampoco me
queda aliento. Entonces el que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez y me
fortaleció, y me dijo: No temas, hombre muy estimado. La paz sea contigo; sé fuerte y
esfuérzate. Cuando habló conmigo, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor
(“Adón”), porque me has fortalecido.”(LBLA)

En estos tres textos vemos como la palabra “Adón” es utilizada cuando se habla con los
mensajeros celestiales. Entonces es empleada la forma singular con el sufijo de la primera
persona singular, a saber “Adoní” –mi señor–. La palabra también es usada en plural cuando
se habla con los ángeles, como podemos ver en Génesis 19:1-2 y 18 donde está escrito:

“Llegaron pues, los dos ángeles a Sodoma al caer la tarde, cuando Lot estaba
sentado a la puerta de Sodoma. Al verlos, Lot se levantó para recibirlos y se postró
rostro en tierra, y dijo: He aquí ahora, señores míos (“Adonai”), os ruego que entréis
en la casa de vuestro siervo y paséis en ella la noche y lavéis vuestros pies; entonces
os levantaréis temprano y continuaréis vuestro camino. Pero ellos dijeron: No, sino
que pasaremos la noche en la plaza... Pero Lot les dijo: No, por favor, señores míos
(“Adonai”).”

Vemos en este texto que aparece la palabra “Adón” en su forma plural con el sufijo posesivo
de la primera persona singular, “Adonai”. “Adonai” significa literalmente: mis señores, y
vemos en este texto el uso literal de “Adonai” en relación con los mensajeros celestiales. La
palabra “Adonai” es utilizada en sólo estas dos ocasiones en todas las Escrituras en referencia
a otro que no sea el Eterno.

La palabra “Adón” puede referirse al Todopoderoso


Normalmente la forma plural “Adonai” es usada en referencia al Todopoderoso. Aun así, en
varias ocasiones también la forma singular “Adón” es usada para referirse al Todopoderoso
como está escrito en Éxodo 23:17 y 34:23:

“Tres veces al año se presentará todo varón delante del Señor (“Adón”)
HaShem.”(Traducción mía)

Y también en Josué 3:11:

“He aquí, el arca del pacto del Señor (“Adón”) de toda la tierra va a pasar el Jordán
delante de vosotros.”

Las formas plurales de la palabra “Adón”

Como hemos dicho antes, la forma plural de la palabra “Adón” es Adonim, que significa
señores. Esta palabra es usada en las Escrituras tanto en referencia a los ángeles como a los
hombres.

Ya hemos visto en Génesis 19:1-2 y 18 como la forma plural “Adonai” fue usada sobre los
ángeles.

En Deuteronomio 10:17 está escrito:

“Porque HaShem vuestro Elohim es Elohim de los elohim y Señor (“Adonei”)11 de los
señores (“Adonim”).”(Traducción mía)

En el Salmo 136:3 está escrito:

“Dad gracias al Señor (“Adonei”)11 de señores (“Adonim”), porque para siempre es


su misericordia.”(LBLA)

Vemos en este texto que el Todopoderoso es llamado “Adonim” de los “Adonim”. La


segunda vez que aparece la palabra “Adonim” podría referirse tanto a los ángeles como a los
hombres.

A continuación veremos algunos textos donde aparece la forma “Adonim”, refiriéndose sólo a
los hombres.

En Isaías 26:13 está escrito:

“Oh SEÑOR, Dios nuestro, otros señores (“Adonim”) fuera de ti nos han gobernado;
pero en ti solo confesamos tu nombre.”(LBLA)

11
La palabra ”Adonei” es la forma constructa, en hebreo smijut, de “Adonim”.
En 1 Reyes 22:17 está escrito:

“Y él respondió: Vi a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas sin pastor; y
el SEÑOR dijo: ‘Estos no tienen señores (“Adonim”), que cada uno vuelva a su casa
en paz.’”(LBLA)

Aquí vemos que la palabra “Adonim” se está refiriendo a reyes humanos no ángeles.

La forma plural “Adonim” puede hacer referencia a un solo hombre

Vimos en el texto de 1 Reyes que la forma plural “Adonim” fue empleada para un solo rey.
Algo semejante podemos encontrar en Isaías 19:4 donde está escrito:

“Entregaré a los egipcios en manos de un amo (“Adonim” plural) cruel (singular) y


un rey fiero gobernará sobre ellos – declara el Señor (“Adón” singular) SEÑOR
(YHVH) de los ejércitos.”(LBLA)

Curiosamente encontramos aquí la palabra plural “Adonim” con el adjetivo singular “cruel”.
De esta manera vemos que aparece el mismo fenómeno con las formas plurales de la palabra
“Adón” como con la palabra “Elohim”, que hablamos en el capítulo anterior. Así que, aquí
vemos otra vez que no es necesario que la forma plural de la palabra signifique que haya más
de una persona implicada.

En el texto del profeta se habla de un rey de Mitsrayim (Egipto). Y en lugar de usar la forma
singular “Adón”, la Escritura emplea la forma plural “Adonim” sobre un solo hombre. Si el
adjetivo “cruel” hubiera estado escrito en forma plural –“crueles”– se interpretaría como
varios señores, pero en este caso vemos que no se está refiriendo a más de una persona.

Cuando la palabra “Adonai” se refiere al Todopoderoso

Como hemos dicho antes, la forma plural de la palabra “Adón” es “Adonim”. La palabra
“Adonim” con el sufijo posesivo de la primera persona singular forma la palabra “Adonai”
que literalmente significa “mis señores”. También dijimos que la forma “Adonai” se usa en
las Escrituras hebreas, casi exclusivamente, para referirse al Todopoderoso.

De paso podemos mencionar que en el mundo judío tradicional, después del siglo IV a.e.c.
(antes de la era común) se introdujo, en las lecturas de la Biblia y las oraciones, la costumbre
de usar el término “Adonai” como sustituto del Nombre Sagrado del Todopoderoso –
“YHVH”–. Cuando uno está leyendo y ve el nombre “YHVH” no lo pronuncia sino en lugar
de ello dice “Adonai”.

Según el diccionario Strong, la palabra ”Adonai” aparece algo más de 430 veces. Sin
embargo, hay varios versículos del Tanaj donde los antiguos escribas cambiaron el Nombre
“YHVH” por “Adonai” en el mismo texto. Han adulterado así el texto original de la Palabra
del Eterno y así se cumple en ellos la palabra que fue dicha por el profeta Jeremías 8:8 donde
está escrito:

“¿Cómo decís: "Somos sabios, y la ley del SEÑOR está con nosotros"?, cuando he
aquí, la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas.”(LBLA)

En una lista oficial12 que contiene los 134 lugares donde el Nombre del Eterno “YHVH” ha sido
cambiado y sustituido por “Adonai”, están listados los siguientes versículos13, (donde se
repiten los versículos dos veces o más, como "Éxodo 34:9, 9" significa que ha sido cambiado
dos veces el mismo versículo):

Génesis 18:3, 27, 30, 32; 19:18; 20:4; Éxodo 4:10, 13; 5:22; 15:17; 34:9, 9; Números
14:17; Josué 7:8; Jueces 6:15; 13:8; 1ª Reyes 3:10, 15; 22:6; 2ª Reyes 7:6; 19:23;
Isaías 3:17, 18; 4:4; 6:1, 8, 11; 7:14, 20; 8:7; 9:8, 17; 10:12; 11:11; 21:6, 8, 16; 28:2;
29:13; 30:20; 37:24; 38:14, 16; 49:14; Ezequiel 18:25, 29; 21:13; 33:17, 29; Amós
5:16; 7:7, 8; 9:1; Zacarías 9:4; Miqueas 1:2; Malaquías 1:12, 14; Salmo 2:4; 16:2;
22:19, 30; 30:8; 35:3, 17, 22; 37:12; 38:12; 38:9, 15, 22; 39:7; 40:17; 44:23; 51:15;
54:4; 55:9; 57:9; 59:11; 62:12; 66:18; 68:11, 17, 19, 22, 26, 32; 73:20; 77:2, 7; 78:65;
79:12; 86:3, 4, 5 8, 9, 12, 15; 89:49, 50; 90:1, 17; 110:5; 130:2, 3, 6; Daniel 1:2; 9:3,
4, 7, 9, 15, 16, 17, 19, 19, 19; Lamentaciones 1:14, 15, 15; 2:1, 2, 5, 7, 18, 19, 20;
3:31, 36, 37, 58; Esdras 10:3; Nehemías 1:11; 4:14; Job 28:28.

Esto quiere decir que originalmente estaba escrito el Nombre del Eterno “YHVH” en todos
estos versículos donde hoy en día está escrito “Adonai”. Aquí no vamos a hablar de la razón
por las cuales se introdujeron estos cambios, nos contentamos con saber el hecho de que el
texto haya sido cambiado en estas 134 ocasiones.

A continuación vamos a ver un par de textos donde aparece la palabra “Adonai”.

En Génesis 15:2 está escrito:

“Y Abram dijo: Oh Señor (“Adonai”) DIOS (“YHVH”) ¿qué me darás, puesto que yo
estoy sin hijos, y el heredero de mi casa es Eliezer de Damasco?”(LBLA)

En 2 Samuel 7:18-20 está escrito:

“Entonces el rey David entró y se sentó delante del SEÑOR y dijo: ¿Quién soy yo, oh
Señor (“Adonai”) DIOS (“YHVH”), y qué es mi casa para que me hayas traído hasta
aquí? Y aun esto fue insignificante ante tus ojos, oh Señor (“Adonai”) DIOS
(“YHVH”), pues también has hablado de la casa de tu siervo concerniente a un futuro
lejano. Y esta es la ley de los hombres, oh Señor (“Adonai”) DIOS (“YHVH”). ¿Y qué
más podría decirte David? Pues tú conoces a tu siervo, oh Señor (“Adonai”) DIOS
(“YHVH”).”(LBLA)

12
Ginsburg ”The Masorah” 197:15.
13
Tengamos en cuenta que la numeración de los versículos puede variar algo entre la versión hebrea y las
traducciones españolas.
En estos textos aparece la palabra “Adonai” junto con el Nombre Sagrado del Eterno, Yud,
Hey, Vav, Hey. Rara vez apareció la palabra “Adonai” sin ser acompañada en el texto
original hebreo.

Conclusión

El significado de “Adonai” tiene que ver con señorío. Y el hecho de que está puesto en la
forma plural nos muestra que cuando se refiere al Todopoderoso, estamos frente a su señorío
total y absoluto. Él es el Señor de todas las cosas creadas, tanto visibles como invisibles. Él es
el Jefe, el Amo, el Dueño y el Gobernador de todo.

El Eterno es el Señor de señores, en todo sentido, y delante de Él, todos tendrán que rendir
cuenta de cómo han administrado su autoridad que les ha sido delegada.

El hecho de que el término “Adonai” aparece en plural cuando habla del Todopoderoso, no
significa necesariamente que Él sea más de uno, sino habla mas bien de su total señorío
ilimitado sobre todas las cosas.

La forma plural “Adonim” es también usada en las Escrituras cuando se habla de un


gobernante humano lo cual constituye una evidencia de que no debe ser entendida como una
referencia a varias personas o una pluralidad de señores, sino a una autoridad inmensa.
Capítulo 4 – Textos donde el Eterno habla en forma plural

En los capítulos anteriores hemos visto que las palabras hebreas “Ejad”, “Elohim” y “Adonai”
no pueden presentar evidencias de que el Eterno sea más que uno solo, mas bien lo contrario.

Hay algunos pocos textos en las Escrituras donde el Eterno habla en forma plural. Ahora
vamos a detenernos en ellos.

En Génesis 1:26; 3:22 y 11:6-7 está escrito, según la Biblia de las Américas:

"Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra


semejanza…"

"Y dijo el SEÑOR Dios dijo: He aquí, el hombre ha venido a ser como uno de
nosotros, conociendo el bien y el mal…"

"Y dijo el SEÑOR... Vamos, bajemos y allí confundamos su lengua, para que nadie
entienda el lenguaje del otro."

Sí Elohim es uno solo, ¿por qué dice “hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a
nuestra semejanza” y “el hombre ha venido a ser como uno de nosotros” y “Vamos, bajemos
y allí confundamos su lengua”? Si hubiera sido uno solo diría: “Yo voy a hacer al hombre a
mi imagen, conforme a mi semejanza” y “el hombre ha venido a ser como yo” y “Vaya,
bajaré y allí confundiré su lengua”.

¿Cómo podríamos entender esto?

A lo largo de los siglos se han presentado diferentes teorías que intentan explicar este
fenómeno. Mientras que la mayor parte de los exegetas cristianos consideran que estos textos
expresan una Deidad trinitaria, la mayoría de los intérpretes judíos han mantenido la idea de
que el Eterno está hablando a su consejo divino de seres angelicales que rodean su trono.
Cierto es que Él se presenta en las Escrituras como YHVH Tsevaot, el Eterno de los Ejércitos.
Además hay varios ejemplos del hecho de que hay seres celestiales que rodean su trono.

En 1 Reyes 22:19 está escrito:

“Respondió Micaías: Por tanto, escucha la palabra del SEÑOR. Yo vi al SEÑOR


sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a El, a su derecha y a
su izquierda.”(LBLA)

En el Salmo 89:6-7 está escrito:

“Porque, ¿quién en el firmamento se puede comparar al SEÑOR? ¿Quién entre los


hijos de los poderosos es como el SEÑOR, Dios muy temido en el consejo de los
santos, e imponente sobre todos los que están en su derredor?”(LBLA)

- 29-
En Daniel 7:10 está escrito:

“Un río de fuego corría, saliendo de delante de El. Miles de millares le servían, y
miríadas de miríadas estaban en pie delante de El. El tribunal se sentó, y se abrieron
los libros.”(LBLA)

En Revelación 4:4 está escrito:

“Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y sentados en los tronos,


veinticuatro ancianos vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en la cabeza.”

En el Talmud14 babilónico se puede leer:

Rabbi Judá dijo en nombre de Rav: Cuando el Santo, bendito sea, quería crear a los hombres,
[primero] creó una compañía de ángeles servidores y les dijo: ¿Queréis que hagamos un
hombre a nuestra imagen? (The Soncino Talmud, Davka Corporation/Judaica Press,
traducido del inglés por el autor.)

Pero, por el otro lado, por el hecho de que los ángeles no son mencionados antes del versículo
26 en el primer capítulo de Génesis, se puede encontrar argumentos que dicen que el Eterno
no podría haber hablado con alguien que todavía no había sido introducido en el relato. Por lo
tanto se puede encontrar interpretaciones que son expresadas en la literatura del Midrash15 de
la siguiente manera:

Y Dios dijo: ”Hagamos a los hombres” (Gén 1:26). ¿Y con quiénes consultó? R. Joshua b. Leví
dijo: “Consultó con la obra de los cielos y la tierra...” R. Ammi dijo: “Consultó con su propio
corazón.” (Traducido al castellano desde la traducción inglesa de Jacob Neusner.)

El exegeta moderno judío Umberto Cassuto16 dice en su comentario de Génesis:

La idea de que Dios consultó con sus ángeles ministeriales ha sido considerado por algunos
comentaristas, tanto medievales como modernos, como el verdadero significado del versículo.
Pero se puede argumentar contra esta interpretación: (1) que no concuerda con la idea central
del contexto de que Dios creó todo el mundo solo; (2) que la expresión “Hagamos” no es una
expresión de consejo; (3) que si la Bíblia tuviese la intención de decirnos que el Eterno tomó
consejo, hubiera afirmado con quién consultó, como se nos dice en otros pasajes que son
citados usualmente para apoyar esta teoría, (1 Reyes 22:19; Isa. 6:2-8; Job 1-2)...

La mejor explicación, a pesar de su rechazo por la mayoría de los comentaristas


contemporáneos, es que aquí tenemos una exhortación plural. Cuando una persona se
exhorta a si misma a hacer una tarea específica usa el plural: “Vamos a ir”, “Vamos a ponernos
de pie”, “Vamos a sentarnos” y cosas similares. Así encontramos en 2 Sam. 24:14: “Caigamos

14
Fue compilado durante un período de 100 años y terminado alrededor del año 500 E.C.
15
Midrash Rabá, Génesis 8, 3, 1. La literatura del Midrash fue compilada en diferentes lugares, Israel,
Babilonia e Italia, durante los siglos VIII – XIII. Aún así, mucho del material es de origen mucho más
antiguo.
16
A Commentary of the Book of Genesis (traducción al inglés por Israel Abrahams; Jerusalem: Magnes Press,
1972).

- 30-
(nipela) en las manos del Señor... pero que yo no caiga (epolá) en manos del hombre” [55]
(Traducido del inglés)

El rav Moshé ben Dahán, en la comunidad Israelita de Madrid, presentó una interpretación
kabalística en uno de sus discursos, diciendo que lo primero que el Eterno creó fue el alma
humana y que en Génesis 1:26 estaba hablando con el alma del hombre. Según esta
interpretación Elohim y el alma del hombre deberían hacer al hombre juntos.

Algunos opinan que YHVH Elohim estaba hablando con la serpiente en Génesis 3:22 cuando
dijo: “el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conociendo el bien (como lo hace
Elohim) y el mal (como lo hace el satán)”.

A pesar de estas interpretaciones diferentes la gran mayoría de los intérpretes judíos


consideran que en todos estos casos el Eterno está hablando con sus ángeles.

En un Midrash17 se puede leer:


“He aquí, el hombre ha llegado a ser como uno (ejad) de nosotros” (Gén 3:22): R. Papías
interpretó el versículo de la siguiente manera: “’He aquí, el hombre ha llegado a ser como uno
de nosotros’ quiere decir, como uno de los ángeles ministeriales.”... [5,2] R. Judá bar Simón
dijo, “[‘Como Uno (ejad) de nosotros’ quiere decir] como el Uno (ejad) del mundo: ‘Oye Israel,
el Señor nuestro Dios, el Señor es uno (ejad)’ (Deut 6:4). “Los rabbinos dijeron: “[‘Como Uno
(ejad) de nosotros’ quiere decir] como Gabriel: ‘Y un (ejad) hombre en medio de ellos vestido
de lino’ (Eze 9:2)...” (Traducido al castellano de la traducción inglesa de Jacob Nausner)

El Targum Erets Israel18 tradujo estos tres versículos de la siguente manera:

Gén 1:26: “Dios dijo a los ángeles que ministraban delante de Él y que habían sido
creados el segundo día de la creación del mundo: “Hagamos al hombre a Nuestra
imagen”.”

Gén 3:22 “El Señor dijo a los ángeles que ministraban delante de él: “He aquí, Adam
es único [yejidai – unico, unigénito] en la tierra, como yo soy único en los cielos
arriba”.”

Gén 11:7 “El Señor dijo a los setenta ángeles que están delante de él: "Venid,
bajemos..."”

La interpretación cristiana tradicional ha sido que en estos versículos hay una clara indicación
de un Dios triuno. Sin embargo, en los tiempos más recientes ha surgido un concepto entre los
intérpretes cristianos que está más afín con la interpretación tradicional judía, a pesar de que

17
Midrash Rabá, Génesis 21, 5, 1-2.
18
Según la Encyclopaedia Judaica, Jonathan ben Uziel (Primer siglo a.E.C. – primer siglo E.C.) no fue el que
tradujo el Jumash al arameo en la obra literaria que en el s. XII fue llamada “Targum Erets Israel”. Más tarde
fue llamada “Targum Yerushalmi” y también ”Targum palestino”. No es considerado más antiguo que de los
siglos IX-X. A pesar de ello contiene materiales que son mucho más antiguos. Esta traducción nos da una
buena información acerca de cómo interpretaron el Pentateuco durante la primer parte de la edad media.

- 31-
ellos mismos creen en la doctrina de la Trinidad. Paul Sumner escribe acerca de esto en uno
de sus artículos:19

Ha habido un giro notable entre los teólogos cristianos hacia la interpretación tradicional judía.
La razón para este giro no tiene que ver con sentimientos ecuménicos sino con un
acercamiento diferente a la lectura del texto de la Biblia Hebrea (“Antiguo Testamento” en
términos cristianos).

Ahora la mayoría de los estudiosos creen que la Biblia debe interpretarse por si misma, sin
imposiciones de creencias teológicas o agendas posteriores, sean judías o cristianas.

Significa que estos versículos en Génesis (o cualquier otro pasaje de la Biblia Hebrea) tiene
que ser vista a la luz de su propio contexto y a la luz de una explicación inequívoca del idioma
hebreo. El deseo es entender lo que Moisés o Isaías o Jeremías o el Cronista entendieron de
lo que ellos mismo escribieron, en su propia época.

En otras palabras, si somos fieles al idioma hebreo leyendo el texto bíblico tal y como aparece
escrito y en su contexto donde la Escritura explica la Escritura, es más fácil llegar a la
conclusión de que en aquellos textos donde el Eterno habla de forma plural, está dirigiéndose
a su consejo celestial, en lugar de hablar desde una pluralidad de personalidades.

Paul Sumner presenta unos exemplos de ello citando algunos teólogos cristianos (todos
traducidos del inglés por el autor):

Bruce Waltke, Genesis, A Commentary (Grand Rapids, Mich.: Zondervan, 2001)

Gén. 1:26 nosotros. Ver también 3:22, 11:7. Se han sugerido varias referencias en cuanto a
este “nosotros”. La interpretación tradicional cristiana, de que representa una pluralidad en la
deidad, tiene algún apoyo textual y satisface la teología cristiana de la Trinidad (Juan 1:3; Ef.
3:9; Col. 1:16; Heb. 1:2). La mención del Espíritu de Dios en 1:2 y el hecho de que la imagen
misma es una pluralidad da soporte a que Dios sea una pluralidad. Esta interpretación
explicaría el cambio en el texto entre el singular y el plural. La dificultad primaria con este punto
de vista es que las otras cuatro ocasiones donde se usa el pronombre plural en referencia a
Dios (3:22; 11:7; Isa. 6:8) no parece hacer referencia a la Trinidad. [64]

La explicación que mejor satisface todos estos usos del pronombre plural es que Dios está
dirigiendose a los ángeles o la corte celestial (cf. 1 Rey 22:19-22; Job 1:6; 2:1; 38:7; Sal. 29:1-
3; 89:5-6; Isa. 6:8; 40:1-6; Dan. 10:12-13; Luc. 2:8-14). Parece que en las cuatro ocasiones
donde aparece el pronombre “nosotros” para Dios, Dios se está refiriendo a “nosotros” cuando
los seres humanos están chocando con el mundo celestial y él está decidiendo su destino. [64]

En Gén. 3:22 Dios ve que los seres humanos han alcanzado el conocimiento del bien y del mal
y han llegado a ser como un ser divino. En Génesis 11 la corte celestial baja para ver lo que los
terrenales están edificando con el fin de llegar al espacio celestial. En Isa. 6:8 Dios claramente
está dirigiéndose a la corte celestial, en la que el profeta ha entrado en su visión. No es
sorprendente que Dios se diriga a la corte celestial, porque los ángeles juegan un papel
prominente en las Esrituras (por ejemplo Gen. varios lugares; Job 38:7; 1 Tim. 3:16), y hay
muchos intercambios entre el mundo angelical y los seres humanos. [64-65]

19
http://www.hebrew-streams.org/works/monotheism/gen-plurals.html. Traducido del inglés por el autor.

- 32-
Franz Julius Delitzsch, A New Commentary on Genesis, Parte1 (traducción inglesa hecha
por S. Taylor; Edinburgh: T. & T. Clark, 1888)

Gén. 1:26. Hagamos al hombre a nuestra imagen... las sagradas Escrituras no pueden mostrar
este tipo de plural cuando Dios está hablando de Sí mismo. En aquellos lugares donde parece
ser así, tenemos que admitir que Dios el Padre está involucrando al Hijo y al Espíritu o bien a
los espíritus celestiales. La Escritura misma confirma lo segundo, porque desde el principio
hasta el fin da testimonio de que Dios está comunicando a los espíritus que le rodean lo que Él
se propone hacer en la tierra. Compara 1 Reyes 22:19-22; Job 1; Dan. 7:10; Luc. 2:9ss con
Sal. 89:8 y Dan. 4:14… [98]

De esta manera comunicativa es empleada na’asé [”hagamos”]. Así como Yahvé se incluye a
Sí mismo en el verdadero Israel, Isa. 41:21s, así lo hace entre los serafines, Isa. 6:8, y aquí,
como también en 3:22 y 11:7, entre los espíritus celestiales en general... [98]

Sin embargo, Elohim no concede a los Benei Haelohim una participación en la misma creación
más que el hecho de ser enviados (Isa. 6:8), pero sí, les deja compartir de ella según su
conocimiento y deseo. En relación con aquellos que involucra consigo mismo, el locutor
comunicativo permanecerá eternamente como el Superior. Pero Él comparte con ellos y les
involucra en el asunto que está por delante. En relación a esto tenemos que entender “a
nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” como incluyendo a los ángeles. Según la
Escritura, los ángeles forman una familia junto con Dios, y el hombre, siendo creado a la
imagen de Dios, por esta misma razón también ha sido hecho a la imagen de los ángeles
(braju ti par´angelous según Sal. 7:6 LXX [=Ps 8:6 heb]) aunque esto no se dice
directamente. [99]

Gén. 3:22. He aquí, el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros. El plural es
comunicativo, como en 1:26; 11:7. Dios se incluye a Sí mismo entre los benei elohim [hijos de
Dios, seres divinos], como en Isa. 6:8 con los serafines. Aquí viene inmediatamente después,
v. 24, la mención de otros de esos seres celestiales. [171-172]

Gén. 11:7. Venid, bajemos... Resolución judicial, v. 7... Yahvé incluye a los ángeles consigo,
como en 3:22 y en 1:26, pero aquí como ministros de su justicia penal. [351]

A.B. Davidson, The Theology of the Old Testament (editado por S. D. F. Salmond;
Edinburgh: T. & T. Clark, 1904)
En contraste con el hombre, los ángeles pertenecen a la clase de Elohim... Podría ser una
cuestión interesante cómo el mismo nombre Elohim llegó a significar tanto Dios como esta
clase de seres. Quizás deberíamos contentarnos con la explicación general de que el nombre,
que significa “poderes”, es empleado desde el punto de vista del hombre sobre todo lo que está
por encima de él. Aunque se les dio el mismo nombre, los dos nunca son confundidos en la
Escritura. [293-294]

Estos Elohim, o hijos de Elohim, forman el consejo de Jehová. Ellos le rodean y le ministran. Él
y ellos son Elohim. Y deste este punto de vista algunos explican el uso del plural en los pasajes
como “Hagamos al hombre” (Gén. 1:26); “Bajemos y confundamos sus lenguas” (Gén. 11:7).
[295]

Patrick Miller, Genesis 1-11: Studies in Structure and Theme (JSOTSup 8; Sheffield, UK:
Univ. of Sheffield, 1978)
... la característica mononeista de la fe de Israel nunca imposibilitó la opción de que Yahweh
tuviera un círculo íntimo o que estuviera rodeado de una corte de seres semi-divinos a los
cuales se dirige y ordena y con los cuales mantiene conversaciones. [18]

- 33-
En cuanto a Gén. 1:26-28... la orden divina que fue dada en el versículo 26: “Hagamos a adam
a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza.” Luego el versículo 28 informa: “Así Dios
creó adam a su imagen, a la imagen de elohim lo creó.” El punto del pasaje en este contexto es
que adam es hecho semejante a elohim, i.e., lo humano parecido a lo divino. “El hombre” es
hecho a la semejanza de elohim. Con otras palabras tenía que ser creado a la imagen y
semejanza de los divinos. Por lo tanto, las criaturas de la tierra son, en cierto sentido,
semejantes a los habitantes del cielo. [14]

Si las formas de la primera persona plural en Gén. 1:26 se refieren a una corte celestial,
entonces existe un hecho teologicamente importante, que el pasaje establece una clara
conexión entre el mundo humano y el mundo divino con la creación de adam. O, dicho de otra
manera, cuando la narración habla de una relación cercana entre el mundo divino y el mundo
humano y sugiere que el ser humano, en cierta manera, participa de lo divino o lo hace
potencialmente, entonces no sólo se está refiriendo a la deidad sino al mundo divino, los seres
divinos... [20]

Donald E. Gowan, From Eden to Babel: A Commentary on the Book of Genesis 1-11 (Int’l
Theol. Comm., F. C. Holmgren and G. A. F Knight, eds.; Grand Rapids, Mich.: Eerdmans
1988)
“Hagamos … a nuestra imagen conforme a (o “según”) nuestra semejanza”: el plural divino
también ocurre en 3:22 “el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros, sabiendo el bien y
el mal”. No hay apoyo en el AT para la mayoría de las explicaciones propuestas: el “nosotros”
real, el “nosotros” deliberativo, el plural de plenitud, o una indicación de pluralidad de personas
en la Deidad. Aunque se podría reclamar que todos estos dan una interpretación correcta de
1:26, ninguna de estas explicaciones tienen sentido en 3:22, que habla de “uno de nosotros”.

La única teoría que usa el lenguaje del mismo AT es la que demanda que Dios está
dirigiéndose a una corte celestial, al igual que en Isa. 6:8. La creencia de que Dios consulta con
las criaturas espirituales en el cielo es revelada por los escenarios descritos en 1 Rey. 22:19-
22 y Job 1:6 – 2:6. Por lo tanto, el “nosotros” consultativo está apoyado por otros textos, y
concuerda tanto con Gén. 1:26-27 como 3:22 si se basa en la asumción de que Israel creía en
la existencia de criaturas en el mundo espiritual (“los ejércitos de los cielos”, 1 Rey. 22:19) cuya
identidad tenía algo en común con Dios y los seres humanos. La conocida objeción de que los
ángeles no podrían haber participado en la creación constituye un juicio teológico sobre lo que
sea posible en el cielo. [27-28]

Vamos a dar un último ejemplo de la Bíblia de estudios de la Nueva Versión Internacional


que fue escrita por intérpretes cristianos conservativos:

Dios habla como el Rey Creador, anunciando Su obra coronada a los miembros de Su corte
celestial.20

Como hemos visto anteriormente, en Isaías 6 podemos encontrar un ejemplo de cómo el


contexto explica la razón por la que el Eterno habla de manera plural. En los versículos 1-8
está escrito según la Bíblia de las Américas:

“En el año de la muerte del rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y
sublime, y la orla de su manto llenaba el templo. Por encima de El había serafines;
cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con

20
NIV Study Bible – Gen 1:26 entry, traducción del inglés.

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dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo, es el SEÑOR
de los ejércitos, llena está toda la tierra de su gloria. Y se estremecieron los cimientos
de los umbrales a la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.
Entonces dije: ¡Ay de mí! Porque perdido estoy, pues soy hombre de labios inmundos
y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, porque han visto mis ojos al Rey,
el SEÑOR de los ejércitos.
Entonces voló hacia mí uno de los serafines con un carbón encendido en su mano, que
había tomado del altar con las tenazas; y con él tocó mi boca, y dijo: He aquí, esto ha
tocado tus labios, y es quitada tu iniquidad y perdonado tu pecado.
Y oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces
respondí: Heme aquí; envíame a mí.

En el versículo 8 dice el Eterno: “¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?” Podemos
observar dos cosas aquí. La primera es que en el contexto hay varias personas involucradas.
Primero habla del Eterno que está sentado en su trono alto y sublime rodeado de seres
celestiales llamados “serafines”. Estos ángeles le sirven por un lado alabándole con sus bocas
y adorándole cubriéndose con sus alas, y por el otro lado mediante un carbón encendido
limpiando los labios del profeta y dándole un mensaje de reconciliación. Así que, hay una
colaboración íntima entre el Eterno y sus espíritus ministradores que le rodean estando él
sentado en su trono.
Lo segundo que vemos es que el profeta llama al Eterno con el nombre YHVH Tsevaot, el
Eterno de los Ejércitos, lo cual es un título que expresa la conexión directa entre el Eterno y
todos los miles de millones de ángeles que están alrededor de su trono y cumplen su voluntad
en el momento de oír el sonido de su mandato, ver Salmo 103:20.

Así que, el contexto nos enseña que hay un consejo colectivo celestial que toma decisiones y
actúa, c.f. Dan. 4:14; 21. En ese tipo de entorno el Eterno está diciendo: “¿A quién enviaré (el
Altísimo), y quién irá por nosotros (el consejo celestial)?”

Hay un último texto donde el Eterno está hablando en plural, Isaías 41:21-24, donde está
escrito contra los falsos dioses:

“Presentad vuestra causa – dice el SEÑOR. Exponed vuestros fuertes argumentos –


dice el Rey de Jacob. Que expongan y nos declaren lo que ha de suceder. En cuanto a
los hechos anteriores, declarad lo que fueron, para que los consideremos y sepamos
su resultado, o bien, anunciadnos lo que ha de venir. Declarad lo que ha de venir
después, para que sepamos que vosotros sois dioses. Sí, haced algo bueno o malo,
para que nos desalentemos y temamos a una. He aquí, vosotros nada sois, y vuestra
obra es vana; abominación es el que os escoge.”(LBLA)

No es dificil ver en este contexto que el Eterno está incluyendo a sus siervos que están
sentados a su alrededor en la corte celestial para juzgar al resto de la creación. Los falsos
dioses no tienen la capacidad para profetizar la verdad acerca de lo que va a pasar en el
futuro. Sólo el Eterno tiene conocimiento del futuro porque él existe en el pasado, en el
presente y en el futuro simultaneamente. Sólo si él comparte de su conocimiento a sus siervos
podrán saber algo exacto del futuro. Por eso queda excluida la idea de que el Eterno pudiera

- 35-
asombrarse por el cumplimiento exacto de las profecías. Sólo lo podrán hacer los ángeles y
los demás seres creados que están entre los siervos del Eterno, entre los cuales también
podrían estar los hombres. El texto está hablando de los que podrán asombrarse por el
cumplimiento de las profecías, de los cuales obviamente el Omnisciente está excluído.

Por lo tanto, este pasaje no puede ser interpretado como si un Dios triuno pudiera asombrarse
del conocimiento del futuro de los falsos dioses sino debe ser entendido a base de la
ilustración del Rey Eterno que está rodeado de espíritus ministradores con los cuales se
comunica todo el tiempo y los cuales cumplen sus mandatos y ejecutan su voluntad.

Concluyamos diciendo que en aquellos textos donde el Eterno está hablando en plural no hay
ninguna evidencia de que él fuera una pluralidad de personalidades sino más bien que está
comunicando y delegando sus encomiendas a sus siervos celestiales que están de pie a su
alrededor dipuestos a cumplir sus mandatos.

Bendecid al SEÑOR, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su mandato,
obedeciendo la voz de su palabra.
Bendecid al SEÑOR, vosotros todos sus ejércitos, que le servís haciendo su voluntad.
Bendecid al SEÑOR, vosotras todas sus obras, en todos los lugares de su dominio.
Bendice, alma mía, al SEÑOR.
(Salmo 103:20-22 LBLA)

- 36-
Capítulo 5 – El principio de los agentes

En el capítulo anterior hicimos una revisión de los textos donde el Eterno está hablando de sí
mismo de forma plural. Vimos que si somos fieles al idioma hebreo leyendo el texto bíblico
tal y como aparece escrito y en su contexto donde la Escritura explica la Escritura, es más
fácil llegar a la conclusión de que en aquellos textos donde el Eterno habla de forma plural,
está dirigiéndose a su consejo celestial, en lugar de hablar desde una pluralidad de
personalidades.

Este principio de compartir y delegar autoridad a los seres creados lo podemos encontrar en
toda la Escritura. En este capítulo vamos a fijarnos en él detenidamente.

La palabra hebrea que ha sido traducida como ”ángel” es “malaj”21. Esta palabra aparece
alrededor de 200 veces en el Tanaj (AT) y es usada tanto para los mensajeros celestiales como
los terrenales. La palabra “malaj” tiene el significado de enviado, mensajero, emisario,
embajador, representante y agente. La palabra tiene la misma raíz que “melajá”22 que
significa obra, trabajo, servicio, trabajo creativo (ver Génesis 2:2). Por lo tanto, la palabra
“malaj” está relacionada con el hecho de ejercer una función, más que con un tipo de criatura.
Cuando en español se habla de “ángeles” los pensamientos llegan normalmente a un tipo de
ser celestial sobrenatural. Pero la palabra hebrea “malajim” no sólo tiene que ver con los seres
celestiales, puede también implicar los seres humanos. La palabra indica una función, no una
criatura específica.

La palabra ”malaj” – ángel – aparece por primera vez en Génesis 16. En los versículos 7-14
está escrito:

“Y el ángel del SEÑOR la encontró junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la
fuente en el camino de Shur, y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde has venido y a
dónde vas? Y ella le respondió: Huyo de la presencia de mi señora Sarai. Y el ángel del
SEÑOR le dijo: Vuelve a tu señora y sométete a su autoridad. El ángel del SEÑOR
añadió: Multiplicaré de tal manera tu descendencia que no se podrá contar por su
multitud. El ángel del SEÑOR le dijo además: He aquí, has concebido y darás a luz un
hijo; y le llamarás Ismael, porque el SEÑOR ha oído tu aflicción. Y él será hombre
indómito como asno montés; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y
habitará al oriente de todos sus hermanos.
“Y Agar llamó el nombre del SEÑOR que le había hablado: Tú eres un Dios que ve;
porque dijo: ¿Estoy todavía con vida después de verle? Por eso se llamó a aquel pozo
Beer-lajai-roi; he aquí, está entre Cades y Bered.” (LBLA)

21
Strong H4397 m al'âkmal-awk', From an unused root meaning to despatch as a deputy; a messenger;
specifically of God, that is, an angel (also a prophet, priest or teacher): - ambassador, angel, king, messenger.
22
Strong H4399 m elâ'kâh,mel-aw-kaw', From the same as H4397; properly deputyship, that is, ministry;
generally employment (never servile) or work (abstractly or concretely); also property (as the result of labor): -
business, + cattle, + industrious, occupation, (+ -pied), + officer, thing (made), use, (manner of) work ([-man], -
manship).

- 37-
Aquí se habla del ”malaj” – mensajero – del Eterno que encuentra a Hagar en el desierto. En
este caso se trata de un ser celestial que el Eterno envía para dar un mensaje a Hagar. Observe
que este mensajero está transmitiendo el mensaje como si fuera el Eterno y emplea dos
maneras de hablar. Primero habla en la primera persona: “Multiplicaré de tal manera tu
descendencia...” Luego habla en la tercera persona: “el SEÑOR ha oído...” Cuando habla en
la primera persona, ¿significa eso que el ángel que está viendo Hagar sea el mismo Eterno?
No, significa que él es una voz que transmite lo que el Eterno está diciendo.

Hagar dice que fue el Eterno que le había hablado y que ella había podido ver a Aquel que la
ve. ¿Significa esto que fue el Eterno mismo que se revelaba directamente, sin mediador, sin
envair un representante? No, significa que el enviado habla en lugar del emisor y le
representa.

Si partimos del principio de cómo funciona un agente podremos entender del contexto que fue
el Eterno que se estaba revelando por medio de su emisario. Así el emisario se convierte en el
representante del Eterno y lo que dice el emisario es lo que dice el Eterno, no importa si habla
en la primera o la tercera persona, como “yo” o como “él”.

En el texto hebreo aparece la palabra ”gam” – también – que, en la versión Bíblia de las
Américas fue traducida como “todavía”. La versión Reina-Valera 1960 tradujo el texto de
esta manera: “¿No he visto también aquí al que me ve?”. Según la interpretación de Rashí,
Hagar está expresando su asombro de que también en el desierto ella había podido ver a los
ángeles, es decir no solamente en la casa de Avraham, donde fue acostumbrada a ver estos
mensajeros celestiales. El hecho de que Hagar no tuvo miedo cuando vio este ángel es una
evidencia de que no fue la primera vez que vio ángeles, en contraste con el padre de
Shimshón, Manoaj, que pensó que iba a morir por haber visto a Elohim (ver Jue. 13:22).
Hagar vio ángeles cuatro veces consecutivos sin atemorizarse.23

Si la interpretación de Rashí es correcta, tendremos que volver a los capítulos anteriores


donde habla de cómo el Eterno se reveló a Avraham y ver de qué manera lo hizo. En Génesis
12:1 está escrito que el Eterno solamente habló a Avram mandándole que saliera de su tierra
y de su parentela. Pero más adelante en el mismo capítulo está escrito, según el hebreo, que el
Eterno se mostró a él cuando estaba en Shejem (Siquem) (ver Génesis 12:7). ¿Será que
Avraham realmente podía ver al Eterno? No, tenemos que entender el texto en el sentido de
que fue un mensajero, un agente, que se mostró a Avraham y que representaba al Eterno.
¿Cómo podría Avraham ver al Invisible?

En Números 33:20 está escrito:

“Y añadió: No puedes ver mi rostro; porque nadie puede verme, y vivir.” (LBLA)

En 1 Timoteo 6:16 está escrito:

23
Rashi y Bereshit Rabá 45:7.

- 38-
“el único que tiene inmortalidad y habita en luz inaccesible; a quien ningún hombre
ha visto ni puede ver. A El sea la honra y el dominio eterno. Amén.”(LBLA)

Evidentemente Avraham no podía ver al Eterno. Cuando está escrito que el Eterno se le
apareció, o se mostró a él, fue por medio de un mensajero que lo hizo. Aquí aprendemos el
principio de que el que ha visto un mensajero del Eterno ha visto al Eterno por medio de él.

El próximo texto que habla de cómo el Eterno se aparece a Avraham está en Génesis 17:1,
donde está escrito:

“Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el SEÑOR se le apareció, y le dijo: Yo


soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto.”(LBLA)

Más adelante, en el versículo 22 del mismo capítulo, está escrito:

“Cuando terminó de hablar con él, ascendió Dios dejando a Abraham.” (LBLA)

Obviamente el Eterno se manifestó a Avraham de tal manera que luego se puede decir que
ascendió sobre él, como el texto dice literalmente. Avraham tenía que haber visto a alguien
delante de sí que luego podía ascender. ¿Podía él ver al Eterno? No, fue un agente que
hablaba y actuaba en lugar del Eterno. Consecuentemente lo que hace y dice el mensajero es
atribuido al que le envió, de manera que practicamente no se puede ver ninguna diferencia
entre el emisor y su agente. Por lo tanto, el que se ha encontrado con el agente ha visto y oído,
por medio de él, al que lo envió.

Podemos ver un fenómeno similar en el capítulo 18. En el versículo 1 está escrito que cuando
le visitaron tres hombres el Eterno se apareció, o se mostró, a Avraham.

La Torá llama a uno de ellos YHVH (ver los versículos 1, 13, 17, 20, 22, 26, 33), y Avraham
le llama con el Nombre (según un texto original recuperado de los versículos 3 y 27-32, de
acuerdo a lo que tratamos en un capítulo anterior). Observe los versículos 22-23 donde está
escrito:

“Y se apartaron de allí los hombres y fueron hacia Sodoma, mientras Abraham estaba
todavía de pie delante del SEÑOR. Y Abraham se acercó, y dijo: ¿En verdad destruirás
al justo junto con el impío?” (LBLA)

Aquí está escrito que Avraham estaba todavía de pie delante de YHVH, el Eterno, y que se
acercó. Aquí se trata claramente de una revelación corporal del Eterno. ¿Podía Avraham ver
al Invisible? No, fue uno de sus emisarios que recibió el poder para representarle plenamente
en esa ocasión.

Si el Eterno da su Nombre a uno de sus agentes significa que él le ha delegado su plena


autoridad para actuar y hablar en lugar Suyo. Sin embargo, la Torá no solamente atribuye las
palabras y las obras del agente al emisor, sino también su presencia. Por eso, el agente se
vuelve practicamente lo mismo que el emisor y lleva su Nombre, cf. Sal. 118:26.

- 39-
En Éxodo 23:20-22 está escrito:

“He aquí, yo enviaré un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te traiga
al lugar que yo he preparado. Sé prudente delante de él y obedece su voz; no seas
rebelde contra él, pues no perdonará vuestra rebelión, porque en él está mi nombre.
Pero si en verdad obedeces su voz y haces todo lo que yo digo, entonces seré enemigo
de tus enemigos y adversario de tus adversarios.” (LBLA)

Aquí vemos que un ángel enviado puede llevar el Nombre del Eterno y hablar todo lo que el
Eterno dice.

Aquel agente, que llevaba el nombre YHVH, y que visitó a Avraham junto con dos más, los
cuales son llamados “malajim” – mensajeros, ángeles – (ver 19:1, 15), se quedaba con
Avraham mientras que los otros dos bajaron a Sedom (Sodoma). Evidentemente, la
intercesión de Avraham por Sedom se hizo delante de ese agente que llevaba el Nombre del
Eterno. Más adelante, en el versículo 33 está escrito:

“Y el SEÑOR se fue tan pronto como acabó de hablar con Abraham; y Abraham
volvió a su lugar.” (LBLA)

Aquí no está escrito que el Eterno subió, como en el capítulo anterior (ver 17:22), sino que se
fue. ¿A dónde fue? Bajó a Sedom, lo cual había dicho antes que iba a hacer, según los
versículos 20-22 donde está escrito:

“Y el SEÑOR dijo: El clamor de Sodoma y Gomorra ciertamente es grande, y su


pecado es sumamente grave. Descenderé ahora y veré si han hecho en todo conforme a
su clamor, el cual ha llegado hasta mí; y si no, lo sabré. Y se apartaron de allí los
hombres y fueron hacia Sodoma, mientras Abraham estaba todavía de pie delante del
SEÑOR.”(LBLA)

Así que, el Eterno, YHVH, estaba de camino para bajar a Sedom, pero se quedó un rato para
conversar con Avraham. Este agente que fue llamado YHVH. ¿Quién fue?

Según el texto original recuperado de Génesis 19:18, el siguiente día Lot llama a los ángeles
con el Nombre de YHVH. La pregunta surge si el tercero, que el día anterior había estado
hablando con Avraham, había llegado y que Lot también le estaba incluyendo cuando habló
con ellos. El hecho es que está escrito que Lot los llamó YHVH, en plural. Luego pasa a la
forma singular. En los versículos 18-22 está escrito:

“Pero Lot les dijo: No, por favor, señores míos (originalmente YHVH). Ahora he aquí,
tu siervo ha hallado gracia ante tus ojos, y has engrandecido tu misericordia la cual me
has mostrado salvándome la vida; mas no puedo escapar al monte, no sea que el
desastre me alcance, y muera. Ahora he aquí, esta ciudad está bastante cerca para huir
a ella, y es pequeña. Te ruego que me dejes huir allá (¿no es pequeña?) para salvar mi
vida. Y él le respondió: He aquí, te concedo también esta petición de no destruir la

- 40-
ciudad de que has hablado. Date prisa, escapa allá, porque nada puedo hacer hasta
que llegues allí. Por eso el nombre que se le puso a la ciudad fue Zoar.” (LBLA)

Observe que sólo uno de los ángeles contesta a Lot. Podría ser el mismo agente que el día
anterior se había quedado un rato con Avraham antes de bajar a Sedom. El versículo 24 sigue
narrando:

“Entonces el SEÑOR hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego, de parte del
SEÑOR desde los cielos.”

En este texto parece que este hombre, a quien la Torá llama YHVH y que se encuentra en la
tierra, es aquel que hace que venga azufre y fuego desde el cielo, desde YHVH que está en el
cielo.

Este tipo de revelación de YHVH en la tierra en apariencia humana que de alguna manera
está separado de aquel YHVH que se encuentra en el cielo, ha dado pie a una expresión
especial en la teología judía. Se llama YHVH-Katán, o “Adonai-Katán”, que significa
“Pequeño YHVH”.

Aquí se trata claramente de un agente, un mensajero, un emisario, un embajador, que baja a la


tierra de forma corporal y se mueve en el mundo físico y que se encuentra en un sólo lugar a
la vez (cf. 19:27), y que lleva el Nombre del Eterno y que también es llamado el Eterno por
los hombres que le encuentran. ¿Quién es ese agente? ¿Será el mismo YHVH? No, no puede
ser, porque al Eterno“ningún hombre ha visto ni puede ver”. Por lo tanto tiene que ser otro
que le represente plenamente. Los rabinos le llaman Adonai-Katán.

Los intérpretes cristianos encuentran aquí un apoyo para su doctrina de la Trinidad que
enseña que el Hijo de Dios existía eternamente como Dios Hijo y que de esta manera se
reveló antes de nacer en Belén y fue llamado “el Eterno” porque es parte de una Deidad
trinitaria.

Entonces surge la pregunta: ¿Será que Avraham y Lot creían en un Elohim triuno y estaban
convencidos de que este Adonai-Katán fue el Hijo que se revelaba de forma corporal, lo que
en la teología cristiana es llamado cristofanía, revelación de Cristo?

¿Será que el Hijo de Dios se reveló a Avraham?

¿Podía el Hijo de Elohim revelarse a los hombres de manera corporal y hablarles antes de
nacer?

Veamos lo que los Escritos Apostólicos (NT) dicen acerca de esto. En la carta a los Hebreos
1:1-2 está escrito:

“Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas


maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo,

- 41-
a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el
universo.“ (LBLA)

Observe que está escrito que Elohim muchas veces y de muchas maneras en los tiempos que
precedían al último tiempo había hablado por medio de los profetas a los ancestros del pueblo
judío, y que ahora, en el último tiempo, ha hablado al pueblo judío por medio de su Hijo. Así
que, antes hablaba por medio de los profetas y no por medio del Hijo. Pero ahora, en el último
tiempo, después de haber venido el Hijo, Elohim ha hablado por medio del Hijo. El punto
principal de este texto es que el Eterno no había hablado al pueblo escogido por medio del
Hijo hasta llegar el último tiempo. El Eterno no habló a los padres por medio del Hijo.
Consecuentemente no fue el Hijo quien hablaba con Avraham en esta ocasión. Tiene que
haber sido otro agente que había recibido el poder para llevar el Nombre del Eterno en esa
ocasión.

En la carta a los Gálatas 4:4 está escrito:

“Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer,
nacido bajo la ley” (LBLA)

De este texto aprendemos dos cosas. Primero, que el Hijo de Elohim nació de una mujer. Por
lo tanto, el título “Hijo de Dios” no tiene que ver con quién dio a luz. La mujer por medio de
la cual él fue hecho, ni era “Dios” ni “madre de Dios” para que por medio de ella pudiera ser
llamado “Hijo de Dios”. La idea de que Dios pueda reproducirse es totalmente ajena al
pensamiento judío.

El título ”Hijo de Dios” consiste en una función de máximo representante y juez supremo y
está conectado especialmente con el prometido Rey Ungido, el Mesías (cf. 2 Sam 7:12-14; 1
Cron. 17:11-14; 22:9-10; Sal. 2:6-7; Heb. 5:5). Observe que el rey Shlomo (Salomón) llevaba
el título “hijo de Dios”. Es un título que se daba a los reyes de Israel, representantes del
Gobierno del Eterno en la tierra (cf. 1 Crón. 28:5; 29:23; Jer. 3:17; Hech. 1:6).

Según Lucas 1:32, 35 Yeshúa iba a ser grande y ser llamado “Hijo de Dios” y recibir el trono
real de David su padre. Esto nos enseña que el término “Hijo de Dios” tiene que ver con una
función. Es un título de realeza, y en primer lugar no tiene que ver con esencia u origen sino
con un ministerio, una misión. En las Escrituras, la palabra “hijo”, en hebreo “ben” 24, no sólo
tiene que ver con origen sino también con discipulado y representación. La raíz de la palabra

24
Strong H1121 bên,bane, From H1129; a son (as a builder of the family name), in the widest sense (of literal
and figurative relationship, including grandson, subject, nation, quality or condition, etc., (like H1, H251, etc.):
- + afflicted, age, [Ahoh-] [Ammon-] [Hachmon-] [Lev-]ite, [anoint-]ed one, appointed to, (+) arrow, [Assyr-]
[Babylon-] [Egypt-] [Grec-]ian, one born, bough, branch, breed, + (young) bullock, + (young) calf, X came up
in, child, colt, X common, X corn, daughter, X of first, + firstborn, foal, + very fruitful, + postage, X in, + kid, +
lamb, (+) man, meet, + mighty, + nephew, old, (+) people, + rebel, + robber, X servant born, X soldier, son, +
spark, + steward, + stranger, X surely, them of, + tumultuous one, + valiant[-est], whelp, worthy, young (one),
youth.

- 42-
“ben” es “baná” 25 que significa edificar. Hay otra palabra que se usa para indicar origen,
”yalád”26, que significa dar a luz. La palabra “yéled” – niño – viene de la misma raíz. Yeshúa
es llamado “Hijo de Dios” y no “Niño de Dios” y por eso la expresión debe ser entendida
como la indicación de un ministerio más que de la evidencia de su origen. Con esto no
estamos diciendo que el Hijo no haya venido del Eterno. Lo que estamos diciendo es que el
mismo título “Hijo de Dios” no tiene ese significado en las Escrituras Apostólicas (NT).

En las Escrituras podemos ver que en varias ocasiones el título “Hijo de Dios” es igual al
título “Mesías”.

En Mateo 16:16 está escrito:

“Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo [la forma griega del Mesías], el
Hijo del Dios viviente.” (LBLA)

En Mateo 26:63 el sumo sacerdote iguala el término Mesías con la expresión “Hijo de Dios”,
como está escrito:

“Mas Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente que
nos digas si tú eres el Cristo [el Mesías], el Hijo de Dios.” (LBLA)

Podemos ver lo mismo en el relato correspondiente en Lucas 22:66-70:

“Cuando se hizo de día, se reunió el concilio de los ancianos del pueblo, tanto los
principales sacerdotes como los escribas, y llevaron a Jesús ante su concilio, diciendo:
Si tú eres el Cristo [el Mesías], dínoslo. Pero El les dijo: Si os lo digo, no creeréis; Luk
22:68 y si os pregunto, no responderéis. Pero de ahora en adelante, EL HIJO DEL
HOMBRE ESTARA SENTADO A LA DIESTRA del poder DE DIOS. Dijeron todos:
Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios? Y El les respondió: Vosotros decís que yo soy. Y
ellos dijeron: ¿Qué necesidad tenemos ya de testimonio? Pues nosotros mismos lo
hemos oído de su propia boca.” (LBLA)

También en Lucas 4:41 podemos ver como el título “Hijo de Dios” es usado como sinónimo
del “Mesías”, como está escrito:

“También de muchos salían demonios, gritando y diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios!
Pero, reprendiéndolos, no les permitía hablar, porque sabían que El era el Cristo [el
Mesías].” (LBLA)

25
Strong H1129 bânâh,baw-naw', A primitive root; to build (literally and figuratively): - (begin to) build (-
er), obtain children, make, repair, set (up), X surely.
26
Strong H3205 yâlad,yaw-lad', A primitive root; to bear young; causatively to beget; medically to act as
midwife; specifically to show lineage: - bear, beget, birth ([-day]), born, (make to) bring forth (children, young),
bring up, calve, child, come, be delivered (of a child), time of delivery, gender, hatch, labour, (do the office of a)
midwife, declare pedigrees, be the son of, (woman in, woman that) travail (-eth, -ing woman).

- 43-
En Juan 1:49 vemos que el término “Hijo de Dios” es igualado al hecho de ser rey de Israel,
como está escrito:

“Natanael le respondió: Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.”


(LBLA)

En Juan 11:27 está escrito:

“Ella le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo [el Mesías], el Hijo de Dios,
el que viene al mundo.” (LBLA)

En Juan 20:31 está escrito:

“pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo [el Mesías], el Hijo de
Dios; y para que al creer, tengáis vida en su nombre.” (LBLA)

Es obvio que el título ”Hijo de Dios” es un título mesiánico que se da a un hombre que ha
sido capacitado y gloficado por medio del poder del Espíritu del Altísimo para ser el Sumo
Sacerdote celestial y para ocupar el trono real de David en Jerusalén para siempre.

Lo segundo que aprendemos del texto de Gálatas 4:4 es que aquél que es llamado “Hijo de
Dios”, es decir el Mesías – el ungido Sumo Sacerdote y supremo Rey – fue enviado cuando el
tiempo había llegado. Así que, había un tiempo predeterminado cuando aquel hombre que
había nacido de mujer iba a ser enviado. Evidentemente el Hijo no fue enviado al mundo
hasta que había llegado el tiempo. Ahora, si el que fue llamado “Hijo de Dios” no fue enviado
hasta haber sido hecho por medio de una mujer, ¿cómo podría haber sido enviado a Avraham?

Consecuentemente cuando Pablo dice en Gálatas que Elohim envió a su Hijo, es decir el
Mesías, al mundo después de haber sido hecho por medio de una mujer, no significa que
Yeshua con anterioridad había nacido de Elohim y luego había sido enviado al mundo por
medio del nacimiento de una mujer. Esto no es lo que el texto de Gálatas dice. Lo que dice es
que el “Hijo de Dios” primero fue hecho por una mujer y luego enviado.

Un tercer testimonio de los Escritos Apostólicos de que no pudo haber sido el Mesías quien se
mostró a Avraham junto con los dos ángeles que bajaron a Sedom, encontramos en la primera
carta de Juan 1:1-2, donde está escrito:

“Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros
ojos, lo que hemos contemplado y lo que han palpado nuestras manos, acerca del Verbo
de vida (pues la vida fue manifestada, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y
os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó)” (LBLA)

Aquí está escrito que aquella Palabra de Vida que existía desde el principio fue manifestada.
¿Cuándo fue manifestada? Fue manifestada en el tiempo de Juan y sus compañeros y ellos la
podían ver y tocar con sus manos. Después de eso podían dar testimonio de ella y anunciarla.
Así que, la vida eterna, que fue manifestada en un momento histórico, no había sido revelada

- 44-
antes, había estado escondida con el Padre (cf. Ef 3:9; 1 Ped. 1:20). Antes estaba con el Padre,
pero ahora fue manifestada a los apóstoles. Antes no existía de tal manera que se podía ver o
tocar porque todavía no había llegado al mundo (cf. Jn 1:9). La Palabra todavía no había sido
hecha carne (ver Jn 1:14).

Entonces ¿cómo el Hijo podía haberse revelado a Avraham si en ese tiempo estaba escondido
con el Padre y no iba a ser revelado y no iba a venir al mundo hasta más tarde, en el momento
de ser hecho carne?

El agente no habla por sí mismo sino sólo lo que el emisor desea transmitir

Aquel agente que fue enviado a Avraham junto con dos más, usa el mismo lenguaje que aquel
ángel que, según vimos, antes hablaba con Hagar, es decir tanto en la primera como en la
tercera persona.

En Génesis 18:17-19 está escrito:

“Entonces los hombres se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba
con ellos para despedirlos. Y el SEÑOR dijo: ¿Ocultaré a Abraham lo que voy a hacer,
puesto que ciertamente Abraham llegará a ser una nación grande y poderosa, y en él
serán benditas todas las naciones de la tierra? Porque yo lo he escogido para que
mande a sus hijos y a su casa después de él que guarden el camino del SEÑOR,
haciendo justicia y juicio, para que el SEÑOR cumpla en Abraham todo lo que El ha
dicho acerca de él.” (LBLA)

Observe que Adonai-Katán es el que está hablando consigo mismo cuando Avraham está
acompañando a los tres hombres que están bajando a Sedom. Dice que él no podrá ocultar a
Avraham lo que piensa hacer y que él es quien lo ha escogido. Luego hace un giro y habla del
Eterno en tercera persona. Según las reglas gramaticales, en lugar de decir “el camino del
SEÑOR… para que el SEÑOR cumpla…” debería haber dicho: “mi camino… para que yo
cumpla…”. Antes vimos que el ángel que hablaba con Hagar hizo lo mismo. Esto nos enseña
que el mensajero representa al que le ha enviado de manera que muchas veces no se puede
percibir ninguna diferencia entre sus palabras. Si el agente dice: “yo”, puede ser que el que le
ha enviado está hablando proféticamente por medio del agente mismo. Por eso es fácil
confundir el agente con el que lo envió. Sin embargo, no es lo mismo venir en el Nombre del
Eterno que ser el Eterno.

Podemos ver el mismo principio en Génesis 21:17-18, donde está escrito:

“Y oyó Dios la voz del muchacho que lloraba ; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el
cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del muchacho
en donde está. Levántate, alza al muchacho y sostenlo con tu mano; porque yo haré de
él una gran nación.” (LBLA)

- 45-
El ángel de Elohim llama a Hagar y dice que Elohim, en la tercera persona – él – , a oído la
voz del muchacho. Luego hace un giro y dice “yo haré de él una gran nación.” ¿Quién le iba
a hacer una gran nación? ¿El ángel? No, el Eterno. Entonces ¿por qué el ángel dice que él va a
hacer de Yishmael una nación grande? Por el hecho de que un agente ciertamente puede
hablar palabras que vienen del emisor sin decir claramente que el emisor es quien lo dice. Así
que no tiene que decir: “Así dice el SEÑOR.” Obviamente el Eterno puede hablar por medio
de un agente de una manera profética y de esa manera el agente se vuelve una voz en lugar de
un eco.

El mismo principio aparece en Génesis 22:11-18 donde está escrito:

“Mas el ángel del SEÑOR lo llamó desde el cielo y dijo: ¡Abraham, Abraham! Y él
respondió: Heme aquí. Y el ángel dijo: No extiendas tu mano contra el muchacho, ni le
hagas nada; porque ahora sé que temes a Dios, ya que no me has rehusado tu hijo, tu
único. Entonces Abraham alzó los ojos y miró, y he aquí, vio un carnero detrás de él
trabado por los cuernos en un matorral; y Abraham fue, tomó el carnero y lo ofreció en
holocausto en lugar de su hijo. Y llamó Abraham aquel lugar con el nombre de El
SEÑOR Proveerá, como se dice hasta hoy: En el monte del SEÑOR se proveerá. El
ángel del SEÑOR llamó a Abraham por segunda vez desde el cielo, y dijo: Por mí
mismo he jurado, declara el SEÑOR, que por cuanto has hecho esto y no me has
rehusado tu hijo, tu único, de cierto te bendeciré grandemente, y multiplicaré en gran
manera tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena en la orilla del
mar, y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos. Y en tu simiente serán
bendecidas todas las naciones de la tierra, porque tú has obedecido mi voz.” (LBLA)

Observe que la primera vez que el mensajero llama a Avraham, está hablando en la primera
persona – yo – sin decir claramente que está transmitiendo las palabras del Eterno. La oración
“por cuanto has hecho esto y no me has rehusado tu hijo, tu único” prueba que son las
palabras del Eterno. Cuando el ángel llama por segunda vez añade las palabras: “declara el
Eterno”.

Es interesante ver que también el Eterno habla tanto en la primera como la tercera persona
singular. Pues dice: “ahora sé que temes a Dios (no “a mí”), ya que no me has rehusado tu
hijo, tu único.” Esta manera de hablar se puede encontrar en todas las Escrituas. Veamos
algunos otros ejemplos de ello.

En Éxodo 20:1-7 está escrito:

“Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te saqué
de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre. No tendrás otros dioses delante de
mí. No te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en
la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No los adorarás ni los servirás; porque yo,
el SEÑOR tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los
hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y muestro
misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. No tomarás

- 46-
el nombre del SEÑOR tu Dios en vano, porque el SEÑOR no tendrá por inocente al que
tome su nombre en vano.” (LBLA)

Tome nota del giro entre la primera y la tercera persona singular, primero dice: “Yo soy,
saqué, mí, yo, soy, castigo, me, muestro, me, mis” y luego dice: “el Eterno tu Elohim... su
nombre” etc.

En Éxodo 15:26 está escrito:

“Y dijo: Si escuchas atentamente la voz del SEÑOR tu Dios, y haces lo que es recto
ante sus ojos, y escuchas sus mandamientos, y guardas todos sus estatutos, no te
enviaré ninguna de las enfermedades que envié sobre los egipcios; porque yo, el
SEÑOR, soy tu sanador.” (LBLA)

En Éxodo 23:25 está escrito:

“Mas serviréis al SEÑOR vuestro Dios, y El bendecirá tu pan y tu agua; y yo quitaré


las enfermedades de en medio de ti.” (LBLA)

Observe el cambio entre la primera y la tercera persona.

En Éxodo 31:17 está escrito:

“Es una señal entre yo y los hijos de Israel para siempre; pues en seis días el SEÑOR
hizo los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó de trabajar y reposó.” (LBLA)

Podríamos seguir pasando por todas las Escrituras y ver que no es raro que el Eterno hable de
sí mismo en la misma oración como la primera persona al igual que la tercera.

Ahora, cuando los agentes hablan en la primera persona, a pesar de que en la misma oración
podrán mencionar al Eterno en tercera persona, no significa que son ellos mismos los que
hablan, pues podrá ser un mensaje directo del Eterno que el agente esté transmitiendo. Por lo
tanto, el agente sirve como la boca del Eterno.

En Génesis 31:11, 13a está escrito:

“Entonces el ángel de Dios me dijo en el sueño: "Jacob"; y yo respondí: "Heme


aquí."... "Yo soy el Dios de Betel, donde tú ungiste un pilar, donde me hiciste un voto.”
(LBLA)

En Jueces 2:-5 está escrito:

“Y el ángel del SEÑOR subió de Gilgal a Boquim y dijo: Yo os saqué de Egipto y os


conduje a la tierra que había prometido a vuestros padres y dije: "Jamás quebrantaré
mi pacto con vosotros, y en cuanto a vosotros, no haréis pacto con los habitantes de
esta tierra; sus altares derribaréis." Pero vosotros no me habéis obedecido; ¿qué es

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esto que habéis hecho? Por lo cual también dije: "No los echaré de delante de vosotros,
sino que serán como espinas en vuestro costado, y sus dioses serán lazo para vosotros."
Y sucedió que cuando el ángel del SEÑOR habló estas palabras a todos los hijos de
Israel, el pueblo alzó su voz y lloró. Y llamaron a aquel lugar Boquim; y allí ofrecieron
sacrificio al SEÑOR.” (LBLA)

En practicamente todo el Deuteronómio Moshé es el que habla al pueblo. Sin embargo, a


veces es difícil saber quién está hablando, porque Moshé habla como un agente. Había
llegado a un nivel tan algo de espíritu profético que practicamente era imposible ver la
diferencia entre sus palabras y las del Eterno.

En Deuteronomio 11:13-17 Mosé está hablando al pueblo diciendo:

“Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando


al Eterno vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma,
yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu
grano, tu vino y tu aceite. Daré también hierba en tu campo para tus ganados; y
comerás, y te saciarás. Guardaos, pues, que vuestro corazón no se infatúe, y os
apartéis y sirváis a dioses ajenos, y os inclinéis a ellos; y se encienda el furor del
Eterno sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y
perezcáis pronto de la buena tierra que os da el Eterno.” (RV60 revisada)

Observe que Moshé es el que habla y dice que va a enviar lluvia. ¿Podrá él dar lluvia? No, él
está hablando como un agente en lugar del Eterno.

En Deuteronómio 29:4-7 está escrito:

“Pero hasta el día de hoy el SEÑOR no os ha dado corazón para entender, ni ojos para
ver, ni oídos para oír. Yo os he conducido durante cuarenta años en el desierto; no se
han gastado los vestidos sobre vosotros y no se ha gastado la sandalia en vuestro pie.
No habéis comido pan ni habéis bebido vino ni sidra, para que sepáis que yo soy el
SEÑOR vuestro Dios. Cuando llegasteis a este lugar, Sehón, rey de Hesbón, y Og, rey
de Basán, salieron a nuestro encuentro para pelear, pero los derrotamos.” (LBLA)

Aquí tampoco se puede ver la diferencia entre las palabras de Moshé y las del Eterno. Esto
nos enseña que no sólo los mensajeros celestiales podrán hablar en primera persona y ser una
boca para el Eterno, sino también los hombres. Así que, un profeta no es un eco sino una voz,
como está escrito en Juan 1:23:

“El dijo: Yo soy LA VOZ DEL QUE CLAMA EN EL DESIERTO: "ENDEREZAD EL


CAMINO DEL SEÑOR", como dijo el profeta Isaías.” (LBLA)

El agente hace lo que hace el emisor

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Anteriormente hemos visto que aquel agente que fue enviado para destruir a Sedom y Amorá
hizo caer azufre y fuego desde el Eterno que está en el cielo. El Eterno actuó por medio del
agente. Así que el agente hizo lo mismo que el Eterno hizo y el Eterno hizo lo mismo que el
agente hizo. Consecuentemente, cuando el agente sube al cielo, el Eterno está subiendo por
medio de él.

En Génesis 35:13 está escrito:

“Entonces Dios subió de su lado, en el lugar donde había hablado con él.” (LBLA)

En Éxodo 4:31 está escrito:

“y el pueblo creyó. Y al oír que el SEÑOR había visitado a los hijos de Israel y había
visto su aflicción, se postraron y adoraron.” (LBLA)

El Eterno vino a visitar a los hijos de Israel en Mitsrayim (Egipto). ¿Cómo lo hizo? Por medio
de sus agentes. En este caso había agentes tanto celestiales como terrenales que estaban
representando al Eterno y que vinieron a visitar al pueblo para sacarlo de allí. Lo que hicieron
los agentes es atribuido al que los envió.

Hubo dos agentes, uno celestial y un humano, que fueron enviados para liberar al pueblo de la
esclavitud.

En Isaías 63:9 está escrito:

“En todas sus angustias El fue afligido, y el ángel de su presencia los salvó; en su
amor y en su compasión los redimió, los levantó y los sostuvo todos los días de
antaño.” (LBLA)

En Números 20:16 está escrito:

“"Pero cuando clamamos al SEÑOR, El oyó nuestra voz y envió un ángel y nos sacó de
Egipto. Ahora, mira, estamos en Cades, un pueblo de la frontera de tu territorio.”
(LBLA)

En Éxodo 3:1-12 podemos leer acerca del encuentro entre Moshé y un agente celestial en una
zarza ardiendo, como está escrito:

“Y Moisés apacentaba el rebaño de Jetro su suegro, sacerdote de Madián; y condujo el


rebaño hacia el lado occidental del desierto, y llegó a Horeb, el monte de Dios. Y se le
apareció el ángel del SEÑOR en una llama de fuego, en medio de una zarza; y Moisés
miró, y he aquí, la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces dijo
Moisés: Me acercaré ahora para ver esta maravilla: por qué la zarza no se quema.
“Cuando el SEÑOR vio que él se acercaba para mirar, Dios lo llamó de en medio de
la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Entonces El dijo: No te
acerques aquí; quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás parado es

- 49-
tierra santa. Y añadió: Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de
Isaac y el Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tenía temor de
mirar a Dios. Y el SEÑOR dijo: Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está
en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus capataces, pues estoy consciente de
sus sufrimientos. Y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y para
sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y
miel, al lugar de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los ferezeos, de los
heveos y de los jebuseos. Y ahora, he aquí, el clamor de los hijos de Israel ha llegado
hasta mí, y además he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ahora pues,
ven y te enviaré a Faraón, para que saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto.
“Pero Moisés dijo a Dios: ¿Quién soy yo para ir a Faraón, y sacar a los hijos de Israel
de Egipto? Y El dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y la señal para ti de que soy yo el
que te ha enviado será ésta: cuando hayas sacado al pueblo de Egipto adoraréis a Dios
en este monte.” (LBLA)

He aquí otro ejemplo claro de cómo un agente, un ángel, habla y actúa como si fuera el
Eterno. Es interesante notar que está escrito que el Eterno vio que Moshé se acercó. El ángel
que se reveló en la zarza fue llamado tanto YHVH como Elohim, vino en el Nombre del
Eterno. Fue este ángel que acompañó a Moshé a Mitsrayim para liberar al pueblo (ver Hech
7:35).

Cuando Moshé fue llamado a ser un mensajero, él también fue llamado Elohim, según hemos
comentado antes (ver Éx. 4:16; 7:1). Evidentemente el Eterno vino a visitar a su pueblo por
medio de un ángel y por medio de Moshé.

Por lo tanto, cuando un profeta viene al pueblo, es el Eterno quien viene a visitar a su pueblo
(cf. Zac. 10:3; Luc 1:78; 7:16).

No sólo las palabras del agente sino también sus actos son atribuidos al emisor. En Éxodo
4:20 está escrito que Moshé tomó la vara de Elohim en su mano. Más tarde el Eterno dice a
Paró (Faraón) que Él va a golpear las aguas por medio de la vara que está en Su mano, como
está escrito en Éxodo 7:17:

“"Así dice el SEÑOR: 'En esto conocerás que yo soy el SEÑOR: he aquí, yo golpearé
con la vara que está en mi mano las aguas que están en el Nilo, y se convertirán en
sangre.” (LBLA)

En el versículo 19 está escrito que se utilizó la vara de Aharón para golpear las aguas:

“Y el SEÑOR dijo a Moisés: Di a Aarón: "Toma tu vara y extiende tu mano sobre las
aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos, sobre sus estanques y sobre todos
sus depósitos de agua, para que se conviertan en sangre; y habrá sangre por toda la
tierra de Egipto, tanto en las vasijas de madera como en las de piedra."” (LBLA)

- 50-
Es obvio que el Eterno está diciendo que Él está sosteniendo la vara de Aharón en Su mano.
Consecuentemente, cuando Aharón, como agente, golpea las aguas, es el Eterno quien lo hace
por medio de él. Las acciones del agente son atribuidas al emisor.

En Éxodo 11:4 y 12:12 el Eterno dice que Él va a pasar por la tierra de Mitsrayim a la
medianoche y herir a todos los primogénitos. En 12:13 Él dice que va a pasar sobre los hijos
de Israel al ver la sangre en sus casas. Obviamente aquí se habla de un mensajero que iba a
ser enviado por la tierra en Su Nombre y que podía ver la sangre y así pasar sobre las casas de
los israelitas. En el versículo 23 está escrito:

“Pues el SEÑOR pasará para herir a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel
y en los dos postes de la puerta, el SEÑOR pasará de largo aquella puerta, y no
permitirá que el ángel destructor entre en vuestras casas para heriros.” (LBLA)

El destructor es un agente celestial que el Eterno envió para herir a los primogénitos (cf. 1
Cron. 21:15). Lo que hizo el agente es atribuido a aquel que lo envió, como está escrito en el
versículo 29a:

“Y sucedió que a la medianoche, el SEÑOR hirió a todo primogénito en la tierra de


Egipto...” (LBLA)

Si uno no entiende el principio de los agentes no es facil entender estos textos. Entonces uno
mezcla los diferentes personajes y al final no sabe quién hace qué cosa. Si uno entiende que el
Eterno es quien actúa por medio de sus mensajeros y que los mensajeros llevan el Nombre del
Eterno, es fácil entender estos textos.

Podemos ver otro ejemplo más en Éxodo 13:21 donde está escrito:

“El SEÑOR iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el
camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos, a fin de que anduvieran
de día y de noche.” (LBLA)

En Éxodo 14:19, 24 está escrito:

“Y el ángel de Dios que había ido delante del campamento de Israel, se apartó, e iba
tras ellos; y la columna de nube que había ido delante de ellos, se apartó, y se les puso
detrás... Y aconteció que a la vigilia de la mañana, el SEÑOR miró el ejército de los
egipcios desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión en el ejército de
los egipcios.” (LBLA)

El ángel de Elohim de nuevo es llamado YHVH y las acciones del ángel son acreditadas al
Eterno.

He aquí algunos textos que muestran el mismo principio, Núm. 22:21-35; Deut. 1:33; 31:3;
Jue. 6:11-24; 1 Sam. 3:2-10; 1 Crón. 21:12-18; 28:5; 29:23; Zac. 14:4-5; Mal. 3:1; 4:6 (en
heb. 3:24); Mat. 9:1-8; comp. Mat. 27:7 con Hech. 1:18; Juan 5:19-23, 30; 14:7-10; Hech.

- 51-
2:22; 7:25; 30-35; 2 Cor. 5:19-20; Hebr. 1:1-2; 3:1; 1 Juan 2:23; Rev 1:1, 8; 3:21; 11:15-17;
22:3; 12-13, 16.

El que ve un agente, ve al que le ha enviado

Si estudiamos los textos que hablan del principio de agentes vemos que no sólo las palabras y
las acciones del agente son atribuidas al emisor sino, hasta cierto punto, la apariencia, o
radiación del agente. El que ve un agente ve, hasta cierto punto, aquel que le ha enviado. En
cuanto a los mensajeros celestiales, no solamente han sido creados a la imagen del Eterno,
sino ellos pueden también constantemente ver el rostro del Eterno. De esa manera son
llenados de la radiación de Su gloria. Por lo tanto son muy parecidos al Eterno. Por lo tanto,
el que ve un ángel ve muchísimo del Eterno mismo.

En Génesis 32:24-30 está escrito:

“Jacob se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta rayar el alba. Cuando vio que no
había prevalecido contra Jacob, lo tocó en la coyuntura del muslo, y se dislocó la
coyuntura del muslo de Jacob mientras luchaba con él. Entonces el hombre dijo:
Suéltame porque raya el alba. Pero Jacob respondió: No te soltaré si no me bendices. Y
él le dijo: ¿Cómo te llamas? Y él respondió: Jacob. Y el hombre dijo: Ya no será tu
nombre Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has
prevalecido. Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Dame a conocer ahora tu nombre.
Pero él respondió: ¿Para qué preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí. Y Jacob le
puso a aquel lugar el nombre de Peniel, porque dijo: He visto a Dios cara a cara, y ha
sido preservada mi vida.” (LBLA)

Según Génesis 32:1 y Oseas 12:4 vemos que Yaakov luchó con un ángel.

En Éxodo 3:2a, 6 está escrito:

“Y se le apareció el ángel del SEÑOR en una llama de fuego, en medio de una zarza...
Y añadió: Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de
Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tenía temor de mirar a Dios.”(LBLA)

En Jueces 13:21-22 está escrito:

“Y el ángel del SEÑOR no volvió a aparecer a Manoa ni a su mujer. Entonces Manoa


supo que era el ángel del SEÑOR. Y Manoa dijo a su mujer: Ciertamente moriremos,
porque hemos visto a Dios.” (LBLA)

Lo mismo sucedió con Moshé cuando había estado en la nube de gloria del Eterno, su rostro
brillaba de la gloria del Eterno y el pueblo de Israel podía ver algo del Eterno en él y por
medio de él (ver Éx. 34:29-35; 2 Cor. 3:13-18).

En Juan 14:9b está escrito:

- 52-
“El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.” (LBLA)

Según uno trata al agente, así trata al que le ha enviado

Por el hecho de que el mensajero representa al que le ha enviado, todo lo que uno hace a favor
o en contra del mensajero es contado como si se hiciera a favor o en contra del que lo envió.

En Éxodo 17:2 está escrito:

“Entonces el pueblo contendió con Moisés, y dijeron: Danos agua para beber. Y Moisés
les dijo: ¿Por qué contendéis conmigo? ¿Por qué tentáis al SEÑOR?” (LBLA)

Cuando el pueblo contendió con Moshé fue considerado como si hubiera contendido con el
Eterno.

En Zacarías 11:13; 12:10 está escrito:

“Entonces el SEÑOR me dijo: Arrójalo al alfarero (ese magnífico precio con que me
valoraron). Tomé pues, las treinta piezas de plata y las arrojé al alfarero en la casa del
SEÑOR... Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el
Espíritu de gracia y de súplica, y me mirarán a mí, a quien han traspasado. Y se
lamentarán por El, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por El, como se
llora por un primogénito.” (LBLA)

Lo que se hace a favor o en contra del agente del Eterno se hace a favor o en contra de Él.

En Mateo 10:40-42 está escrito:

“El que os recibe a vosotros, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me
envió. El que recibe a un profeta como profeta, recibirá recompensa de profeta; y el
que recibe a un justo como justo, recibirá recompensa de justo. Y cualquiera que como
discípulo dé de beber aunque sólo sea un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, en
verdad os digo que no perderá su recompensa.” (LBLA)

En Lucas 10:16 está escrito:

“El que a vosotros escucha, a mí me escucha, y el que a vosotros rechaza, a mí me


rechaza; y el que a mí me rechaza, rechaza al que me envió.” (LBLA)

En Juan 12:44-45 está escrito:

“Jesús exclamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en aquel que me ha
enviado. Y el que me ve, ve al que me ha enviado.” (LBLA)

- 53-
Conclusión

En este capítulo hemos visto que un agente que es enviado por el Eterno lleva el Nombre del
Eterno, habla las palabras del Eterno, actúa como si fuera el Eterno y se parece al Eterno.
Hemos visto como el Eterno usa tanto a los agentes celestiales como a los terrenales para
llevar a cabo Sus planes en la tierra.

Muchas veces es difícil ver la diferencia entre el mensajero y el que lo ha enviado porque el
mensajero es la voz, el brazo y la cara del emisor. Sin embargo, no es lo mismo venir en el
Nombre del Eterno que ser el Eterno. A pesar de eso, es lo mismo recibir a un mensajero que
viene en el Nombre del emisor, que recibir al que lo envió.

Cuando el Eterno envía un agente nadie puede saltar sobre el agente y tratar directamente con
el Eterno, porque el camino para llegar a Él pasa por su mensajero. Por lo tanto, el que
rechaza a un mensajero rechaza al que lo envió.

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. Si me hubierais
conocido, también hubierais conocido a mi Padre; desde ahora le conocéis y le habéis visto.
(Juan 14:6-7 LBLA)

- 54-
Capítulo 6 – El concepto hebreo de adoración
En el capítulo anterior vimos que no es lo mismo venir en el Nombre del Eterno que ser el
Eterno. Un agente que es enviado por el Eterno lleva el Nombre del Eterno, habla las
palabras del Eterno, actúa como si fuera el Eterno y se parece al Eterno. El Eterno lleva a
cabo Sus planes en la tierra por medio de Sus agentes y muchas veces es difícil ver la
diferencia entre el mensajero y el que lo ha enviado. El que recibe a un mensajero recibe al
que lo envió.

En este capítulo vamos a examinar más detenidamente el concepto hebreo de adoración.

Según el diccionario Vox de la lengua española, la palabra “adorar” significa:

- Reverenciar y honrar a Dios con el culto.


- Reverenciar como cosa divina.
- Amar con extremo.
- Orar, hacer oración.

Cuando nos acercamos a las Escrituras debemos tener en cuenta que los dos primeros
significados son los actuales. En un ambiente religioso se entiende la palabra “adorar” como
algo que se hace ante lo que se considera un ser superior y que uno reconoce como Dios o
ser divino. ¿Es ese el significado del concepto de adoración que dan las Escrituras hebreas?
No, no existe una palabra hebrea que signifique exactamente lo mismo que la palabra
castellana adorar. Hay una palabra que muchas veces es traducida como adorar pero el
significado no es exactamente igual al término adorar. Al hacer un estudio más profundo de
este término hebreo nos damos cuenta que no se puede basar en él para afirmar que el
Mesías tiene que ser un ser divino por recibir este tipo de veneración. A continuación
veremos por qué.

Pero antes de a realizar un análisis más profundo acerca de cómo es usada la palabra
hebrea para adoración en la Biblia debemos aclarar la diferencia que existe entre lo que es
llamado alabanza o acción de gracias y lo que llamamos adoración. La alabanza y(o) la
acción de gracias podríamos verla como una expresión de elogio mediante palabras,
cánticos e instrumentos de sonido, incluyendo el cuerpo humano. La adoración tiene más
bien que ver con una actitud interior de reverencia que se manifiesta en una acción exterior
concreta. Mientras la alabanza y la acción de gracias se expresan de manera audible y a
veces de manera ruidosa, la adoración es algo que se expresa mediante una expresión
corporal específica que a su vez es causada por una actitud reverente interior de temor y
respeto.

La adoración escritural también está relacionada con los sacrificios de los animales y el
servicio sagrado en el tabernáculo y el templo (Gén. 22:5; 1 Sam. 1:3; Isa. 36:7; Juan
12:20; Rev. 11:1).

Las palabras hebreas “hishtajavá” y “sagad”

Según el diccionario1 la palabra hebrea “hishtajavá” significa inclinarse, prosternarse,


postrarse, rendir homenaje, arrodillarse, adorar. La palabra viene de “shajá”2 que significa
encorvarse, inclinarse, doblarse; bajar la cabeza, estar humillado.

1
Hebreo-español por Judit Targarona Borrás, ed. Riopiedras.
La palabra aramea “seguid”3 aparece varias veces en el capítulo tres del libro de Daniel. Allí
ha sido traducida como “adorar”. Esta palabra aramea corresponde a la palabra hebrea
“sagad”.4 “Sagad” aparece sólo cuatro veces en el texto hebreo,5 y tanto ella como su
correspondiente palabra aramea siempre están relacionadas con una adoración falsa.

Según el diccionario, “sagad” significa prosternarse, postrarse, inclinarse, arrodillarse;


venerar, adorar, rendir homenaje, tener devoción

La palabra “hishtajavá” es la que más abunda en las Escrituras y es la que vamos a analizar
aquí con más detalle.

¿Cómo es usada la palabra “hishtajavá” en las Escrituras?

La palabra hebrea “hishtajavá” se usa para expresar la adoración al Eterno

En Génesis 24:26 está escrito:

“Entonces el hombre se postró y adoró (“hishtajavá”) al SEÑOR” (LBLA)

En Éxodo 4:31 está escrito:

“y el pueblo creyó. Y al oír que el SEÑOR había visitado a los hijos de Israel y había
visto su aflicción, se postraron y adoraron (“hishtajavá”).” (LBLA)

En Éxodo 24:1 está escrito:

“Entonces Dios dijo a Moisés: Sube hacia el SEÑOR, tú y Aarón, Nadab y Abiú, y
setenta de los ancianos de Israel, y adoraréis (“hishtajavá”) desde lejos.”(LBLA)

En estos tres textos la palabra “hishtajavá” fue traducida como “adorar” porque está claro
que se está refiriendo a un acto de mostrar suma reverencia ante el Eterno. La palabra
aparece en los dos primeros textos junto con la palabra “kadad”6 que significa doblarse.
Pero en el tercer texto aparece sola.

En estos textos es obvio que la palabra “hishtajavá” tiene que ver con una veneración
sublime ante el Eterno. En castellano lo llamaríamos “adoración”.

La palabra “hishtajavá” implica una posición corporal externa que expresa una actitud
interior de reverencia. Pero, como hemos dicho antes, también está íntimamente conectada
con el culto sacrificial. La palabra puede, por tanto, aparecer como un resumen de todo el

2
Strong H7812, shâchâh,shaw-khaw', A primitive root; to depress, that is, prostrate (especially reflexively in
homage to royalty or God): - bow (self) down, crouch, fall down (flat), humbly beseech, do (make) obeisance, do
reverence, make to stoop, worship.
3
Strong H5457 segid, seg-eed' (Chaldee); corresponding to H5456: - worship.
4
Strong H5456 sâgad,saw-gad', A primitive root; to prostrate oneself (in homage): - fall down.
5
Isa 44:15, 17, 19; 46:6
6
Strong H6915, qâdad,kaw-dad', A primitive root; to shrivel up, that is, contract or bend the body (or neck) in
deference: - bow (down) (the) head, stoop.
servicio que se hace delante del Eterno y que implica tanto ofrecerle sacrificios como
inclinarse ante Él con reverencia.

En Deuteronomio 26:10 está escrito:

“"Ahora, he aquí, he traído las primicias de los frutos de la tierra que tú, oh
SEÑOR, me has dado." Entonces las pondrás delante del SEÑOR tu Dios, y adorarás
(“hishtajavá”) delante del SEÑOR tu Dios.” (LBLA)

En 1 Samuel 1:3a está escrito:

“Este hombre subía todos los años de su ciudad para adorar (“hishtajavá”) y
ofrecer sacrificio al SEÑOR de los ejércitos en Silo.” (LBLA)

Vemos que la palabra “hishtajavá” en estos textos está relacionada con el servicio sacrificial
en el tabernáculo y el templo. También hay textos donde la palabra aparece como un
resumen de todo el servicio sacrificial y no solamente para denotar la acción reverente
corporal que se hace después de haber entregado el sacrificio.

En Génesis 22:5 está escrito:

“Entonces Abraham dijo a sus mozos: Quedaos aquí con el asno; yo y el muchacho
iremos hasta allá, adoraremos (“hishtajavá”) y volveremos a vosotros.” (LBLA)

En 1 Samuel 1:19 está escrito:

“Y se levantaron de mañana, adoraron (“hishtajavá”) delante del SEÑOR y


regresaron de nuevo a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y el
SEÑOR se acordó de ella.” (LBLA)

En 1 Samuel 1:24-28 está escrito:

“Después de haberlo destetado, lo llevó consigo, con un novillo de tres años, un


efa de harina y un odre de vino, y lo trajo a la casa del SEÑOR en Silo, aunque el
niño era pequeño. Entonces sacrificaron el novillo, y trajeron el niño a Elí. Y ella
dijo: ¡Oh señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy la mujer que estuvo aquí junto
a ti orando al SEÑOR. Por este niño oraba, y el SEÑOR me ha concedido la petición
que le hice. Por lo cual yo también lo he dedicado al SEÑOR; todos los días de su
vida estará dedicado al SEÑOR. Y adoró (“hishtajavá”) allí al SEÑOR.” (LBLA)

En 2 Reyes 18:22 está escrito:

“'Pero si me decís: "Nosotros confiamos en el SEÑOR nuestro Dios," ¿no es El aquel


cuyos lugares altos y cuyos altares Ezequías ha quitado y ha dicho a Judá y a
Jerusalén: "Adoraréis (“hishtajavá”) delante de este altar en Jerusalén"?” (LBLA)

En Jeremías 7:2 está escrito:

“Párate a la puerta de la casa del SEÑOR y proclama allí esta palabra, y di: "Oíd la
palabra del SEÑOR, todos los de Judá, los que entráis por estas puertas para adorar
(“hishtajavá”) al SEÑOR."” (LBLA)
Basados en estos textos vemos que lo más importante y la meta principal para el servicio
sacrificial es el mismo acto reverencial de adoración que se hace junto con la entrega de los
sacrificios. Uno sacrifica para poder adorar. El sacrificio es el camino para llegar al Eterno y
después de haber llegado a Él uno se detiene y se inclina en adoración reverente ante Su
presencia. Este acto se convierte en el punto culminante del servicio sacrificial y es más
importante que el sacrificio en sí. Por eso esta palabra “hishtajavá” es mencionada sola
aunque queda bien claro que se trata tanto de ofrecer un sacrificio físico como de inclinarse
en adoración.

La palabra hebrea “hishtajavá” se usa para expresar respeto ante los agentes
celestiales del Eterno

Es importante notar que la palabra “hishtajavá” no necesariamente tiene que ser entendida
como adorar en el sentido de reconocer a alguien como una divinidad y de esta manera
expresar su veneración ante esta deidad. La palabra no tiene la misma fuerza en el hebreo
que en el castellano. Por eso no siempre se puede traducirla como “adorar” porque en todos
los casos donde la palabra aparece en las Escrituras hebreas no se trata de adoración.
Como hemos dicho antes, el enfoque del término “hishtajavá” es, en primer lugar, hacia una
acción externa. Por lo tanto es la actitud interior que en cada caso decide si se trata o no de
lo que en castellano llamamos “adoración”. La intención decide el grado de veneración que
se da al que recibe esta muestra externa de honra. Hacia fuera puede parecer lo mismo
pero la actitud interior es decisiva cuando se trata de qué posición de autoridad se le
reconoce al que es objeto de este tipo de acto de veneración. Ahora, cuando aparece la
palabra “hishtajavá” no se puede saber claramente si se trata de adoración o no. Depende
de la actitud del corazón del que hace este acto si se puede considerar como adoración o
no.

La palabra “hishtajavá” aparece por primera vez en las Escrituras en Génesis 18:2. El
contexto muestra que allí no se puede entender como adoración. Allí está escrito:

“Cuando alzó los ojos y miró, he aquí, tres hombres estaban parados frente a él; y al
verlos corrió de la puerta de la tienda a recibirlos, y se postró (“hishtajavá”) en
tierra.”(LBLA)

Tome nota que aquí se usa la misma palabra que la que hemos visto antes y que allí tenía el
significado de adoración ante el Eterno. Nuestro padre Avraham se postró en tierra delante
de estos agentes celestiales en reverencia ante la posición que tenían como delegados del
Altísimo, pero no los adoró. La palabra “hishtajavá” tiene un significado menos fuerte que
“adorar”. Por esto, la mayoría de los traductores no han traducido la palabra “hishtajavá”
como “adorar” en aquellos textos donde no se trata de inclinación ante el Eterno. Es obvio
que la palabra castellana “adorar” es mucho más limitada que la palabra hebrea
“hishtajavá”. Como hemos dicho, “hishtajavá” no necesariamente tiene que ser entendida
como adorar sino como una muestra exterior de veneración ante una autoridad o una
persona que uno desea honrar. Naturalmente hay un pensamiento fundamental detrás de
este acto donde uno reconoce la alteza que el Altísimo ha delegado a diferentes personas en
posiciones de autoridad. Aunque es cierto que todos los hombres son dignos de ser
honrados precisamente por ser un reflejo de Elohim, los que han sido colocados en una
posición superior de autoridad y que de esta manera representan al Poderoso son dignos de
recibir mayor honra y veneración que los demás. El que honra un agente honra y reconoce
la posición que el Eterno ha dado a ese delegado. De esta manera se reconoce y honra al
Eterno. En el capítulo anterior ya hablamos de este principio.
Génesis 19 habla de los dos ángeles que bajaron a Sedom para visitar a Lot. En 19:1 está
escrito:

“Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma al caer la tarde, cuando Lot estaba
sentado a la puerta de Sodoma. Al verlos, Lot se levantó para recibirlos y se postró
(“hishtajavá”) rostro en tierra.”(LBLA)

En Números 22:31 está escrito:

“Entonces el SEÑOR abrió los ojos de Balaam, y él vio al ángel del SEÑOR de pie en
el camino, con la espada desenvainada en su mano, e inclinándose, se postró
(“hishtajavá”) rostro en tierra.”(LBLA)

Cuando Yehoshúa tuvo un encuentro con el capitán del ejército celestial del Eterno también
se inclinó hasta la tierra en gran reverencia, como está escrito en Josué 5:13-15:

“Y sucedió que cuando Josué estaba cerca de Jericó, levantó los ojos y miró, y he
aquí, un hombre estaba frente a él con una espada desenvainada en la mano, y
Josué fue hacia él y le dijo: ¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos? Y él
respondió: No; más bien yo vengo ahora como capitán del ejército del SEÑOR. Y
Josué se postró en tierra, le hizo reverencia (“hishtajavá”), y dijo: ¿Qué dice mi
señor a su siervo? Entonces el capitán del ejército del SEÑOR dijo a Josué: Quítate
las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y así lo hizo Josué.”
(LBLA)

De la misma manera como Moshé tenía que quitarse los zapatos en el lugar apartado donde
el agente del Eterno se revelaba (Éx. 3:2, 5), así también Yehoshúa no solamente tuvo que
inclinarse hasta la tierra en reverencia, sino también quitarse las sandalias ante este
mensajero celestial.

Aquí tenemos cuatro ejemplos de hombres que se postran rostro en tierra en reverencia
antes los mensajeros celestiales. El texto hebreo usa la misma palabra – “hishtajavá” – que
vimos antes y que fue traducida como adoró, para expresar lo que Avraham, Lot, Bilam y
Yehoshúa hicieron ante estos emisarios. Obviamente las Escrituras hebreas no hacen
diferencia entre lo que llamamos en castellano adorar e inclinarse en respeto.

¿Tenemos el derecho de adorar a los ángeles? No, la adoración sólo se puede dar al
Altísimo. La definición de la idolatría es adorar lo creado en lugar del Creador, como está
escrito en Romanos 1:25:

“porque cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la


criatura en lugar del Creador, quien es bendito por los siglos. Amén.” (LBLA)

Si Avraham, Lot, Bilam y Yehoshúa hubieran adorado los mensajeros celestiales, habrían
cometido idolatría. La adoración de un emisario como si fuera el emisor es una forma
engañosa de idolatría. Por lo tanto está claro que los ángeles no consideraban lo que
hicieron Avraham, Lot, Bilam y Yehoshúa como adoración porque no los reprendieron por
ello, como es el caso en otros lugares similares en las Escrituras (Rev. 19:10; 22:9; Luc.
4:8). Estos cuatro hombres entendieron la diferencia entre la adoración al Altísimo y una
muestra muy grande de respeto a los representantes del Altísimo. Sin embargo, en lo
externo no se podía ver ninguna diferencia entre una cosa y otra porque se inclinaron hasta
la tierra ante estos ángeles.
Estos textos constituyen evidencias de que la palabra “hishtajavá” habla de un acto
reverente externo y no necesariamente tiene que ser entendida como adoración.

La palabra hebrea “hishtajavá” se usa para expresar respeto ante los gobernantes
políticos y espirituales

La palabra “hishtajavá” se usa, no solamente para expresar una reverencia profunda ante el
Eterno y Sus emisarios celestiales sino también para mostrar un respeto muy grande ante
hombres.

Yitsjak profetizó que los pueblos se inclinarían en reverencia en reconocimiento del liderazgo
de Israel, como está escrito en Génesis 27:29:

“Sírvante pueblos, y póstrense (“hishtajavá”) ante ti naciones; sé señor de tus


hermanos, e inclínense (“hishtajavá”) ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que
te maldigan, y benditos los que te bendigan.” (LBLA)

Los sueños de Yosef hablan de que hombres iban a reconocer su posición de gobernante
mediante una profunda inclinación en reverencia.

En Génesis 37:7-10 está escrito:

“He aquí, estábamos atando gavillas en medio del campo, y he aquí que mi gavilla se
levantó y se puso derecha, y entonces vuestras gavillas se ponían alrededor y se
inclinaban (“hishtajavá”) hacia mi gavilla. Y sus hermanos le dijeron: ¿Acaso
reinarás sobre nosotros? ¿O acaso te enseñorearás sobre nosotros? Y lo odiaron aún
más por causa de sus sueños y de sus palabras. Tuvo aún otro sueño, y lo contó a
sus hermanos, diciendo: He aquí, he tenido aún otro sueño; y he aquí, el sol, la luna
y once estrellas se inclinaban (“hishtajavá”) ante mí. Y él lo contó a su padre y a
sus hermanos; y su padre lo reprendió, y le dijo: ¿Qué es este sueño que has tenido?
¿Acaso yo, tu madre y tus hermanos vendremos a inclinarnos (“hishtajavá”) hasta
el suelo ante ti?” (LBLA)

En Génesis 42:6; 43:26, 28 podemos leer acerca de cómo se cumplieron los sueños de
Yosef cuando sus hermanos se inclinaron en profunda reverencia ante él, como está escrito:

“Y José era el que mandaba en aquella tierra; él era quien vendía a todo el pueblo de
la tierra. Y llegaron los hermanos de José y se postraron (“hishtajavá”) ante él
rostro en tierra… Cuando José regresó a casa, le trajeron el presente que tenían en
su mano a la casa y se postraron (“hishtajavá”) ante él en tierra… Y ellos dijeron:
Tu siervo nuestro padre está bien; todavía vive. Y ellos se inclinaron en reverencia
(“hishtajavá”).” (LBLA) “é hicieron reverencia.” (RV)

Otro ejemplos es cuando los siervos de Paró se inclinan en reverencia ante Moshé.

En Éxodo 11:8 está escrito:

“Y descenderán a mí todos estos tus siervos y se inclinarán (“hishtajavá”) ante mí,


diciendo: "Sal, tú y todo el pueblo que te sigue"; y después de esto yo saldré. Y
Moisés salió ardiendo en ira de la presencia de Faraón.” (LBLA)

Los descendientes del sumo sacerdote Elí iban a inclinarse en reverencia ante el prometido
sumo sacerdote, como está escrito en 1 Samuel 2:36:
“Y acontecerá que todo aquel que haya quedado de tu casa vendrá y se postrará
(“hishtajavá”) ante él por una moneda de plata o una torta de pan, y dirá: 'Asígname
a uno de los oficios sacerdotales para que pueda comer un bocado de pan.'” (LBLA)

David se inclinó rostro en tierra ante el rey Shaúl.

En 1 Samuel 24:8 está escrito:

“Después de esto David se levantó, salió de la cueva y dio voces tras Saúl, diciendo:
¡Mi señor el rey! Y cuando Saúl miró hacia atrás, David inclinó su rostro a tierra y se
postró (“hishtajavá”).” (LBLA) “e hizo reverencia (“hishtajavá”).” (RV)

He aquí una lista de otros ejemplos cuando las Escrituras mencionan como hombres se
inclinaron en reverencia ante las autoridades políticas y espirituales. En todos los casos se
usa la palabra “hishtajavá”.

1 Sam 25:23, 41 Abigail ante el rey David


1 Sam 28:14 Shaúl ante el profeta Shmuel
2 Sam 1:2 El emisario del campamento de Shaúl ante el rey David
2 Sam 9:6, 8 Mefiboshet ante el rey David
2 Sam 14:22 Yoav ante el rey David
2 Sam 14:33 Avshalom ante el rey David
2 Sam 15:5 El pueblo ante Avshalom
2 Sam 16:4 Tsiva ante el rey David
2 Sam 18:21 El etíope ante Joav
2 Sam 18:28 Ajimaas ante el rey David
2 Sam 24:20; 1 Cron 21:21 Arauna ante el rey David
1 Rey 1:16, 31 Bat-Sheva ante el rey David
1 Rey 1:23 Natán ante el rey David
1 Rey 1:53 Adoniya ante el rey Shlomo
2 Rey 2:15 Los hijos de los profetas ante Elishá
2 Rey 4:37 La sunemita ante Elishá
Isa 45:14 Gente de Mitsrayim, Etiopia y Seva ante Israel
Isa 60:14 Los descendientes de los opresores ante Yerushalayim
Rut 2:10 Rut ante Boaz
Ester 3:2 Los siervos del rey ante Hamán
2 Cron 24:17 Los príncipes de Yehudá ante el rey David

El hecho de inclinarse profundamente con todo respeto ante estas autoridades y dirigentes
espirituales no significa que fueron adorados. He aquí otras muchas evidencias de que la
palabra “hishtajavá” no solamente puede ser entendida como adorar.

La palabra hebrea “hishtajavá” se usa para expresar respeto ante los ancianos y
miembros mayores en la familia

Yaakov con su familia se inclinaron en reverencia profunda ante el hermano mayor Esav.

En Génesis 33:3, 6-7 está escrito:

“y él se les adelantó, y se inclinó (“hishtajavá”) hasta el suelo siete veces hasta que
llegó cerca de su hermano…Entonces se acercaron las siervas con sus hijos, y se
inclinaron (“hishtajavá”). Lea también se acercó con sus hijos, y se inclinaron
(“hishtajavá”); y después José se acercó con Raquel, y se inclinaron
(“hishtajavá”).” (LBLA)

Cuando Yehudá fue puesto para gobernar sobre el resto de sus hermanos se usa la palabra
“hishtajavá”, como está escrito en Génesis 49:8:

“A ti Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano en la cerviz de tus enemigos; se


inclinarán (“hishtajavá”) a ti los hijos de tu padre.” (LBLA)

Moshé se inclinó en reverencia ante su suegro Yitró.

En Éxodo 18:7 está escrito:

“Salió Moisés a recibir a su suegro, se inclinó (“hishtajavá”) y lo besó; y se


preguntaron uno a otro cómo estaban, y entraron en la tienda.” (LBLA)

El rey Shlomo expresó su respeto ante su madre Bat-Sheva mediante inclinación, como está
escrito en 1 Reyes 2:19:

“Betsabé fue al rey Salomón para hablarle por Adonías. El rey se levantó a recibirla,
se inclinó (“hishtajavá”) delante de ella, y se sentó en su trono; hizo colocar un
trono para la madre del rey y ella se sentó a su diestra.” (LBLA)

La palabra hebrea “hishtajavá” se usa para expresar el respeto a las personas que
uno desea honrar

Avraham se inclinó profundamente ante el pueblo de la tierra.

En Génesis 23:7, 12 está escrito:

“Abraham se levantó e hizo una reverencia (“hishtajavá”) al pueblo de aquella


tierra, los hijos de Het… Entonces Abraham se inclinó (“hishtajavá”) delante del
pueblo de aquella tierra.” (LBLA)

David se inclinó tres veces en reverencia ante Yonatán, el hijo del rey Shaúl, como está
escrito en 1 Samuel 20:41:

“Cuando el muchacho se fue, David se levantó del lado del sur, y cayendo rostro en
tierra, se postró (“hishtajavá”) tres veces. Y se besaron el uno al otro y lloraron
juntos, pero David lloró más.” (LBLA)

La palabra hebrea “hishtajavá” se usa para expresar el respeto reverente ante el


Mesías

Ahora vamos a ver un par de textos bíblicos que profetizan acerca de cómo el Mesías, el
eterno Rey ungido, iba a ser objeto de honores reverentes. El Salmo 45 no sólo habla de
una boda entre un rey de Israel y su novia, sino también de manera profética acerca de la
gran boda entre el Mesías y su novia que será en el futuro. En el versículo 11 hay una
exhortación a la novia para que se incline rostro en tierra ante su esposo, como está
escrito:
“Entonces el rey deseará tu hermosura; inclínate (“hishtajavá”) ante él, porque él
es tu señor.” (LBLA)

También el Salmo 72 habla proféticamente del gobierno futuro del Mesías. Él gobernará
sobre toda la tierra desde el trono de David en Yerushalayim. El versículo 11 habla de cómo
todos los reyes de la tierra se inclinarán ante Él, como está escrito:

“y póstrense (“hishtajavá”) ante él todos los reyes de la tierra; sírvanle todas las
naciones.”

He aquí dos testimonios de las Escrituras hebreas que predicen que el Mesías iba a ser
objeto de este tipo de veneración.

Conclusión

Vamos a terminar este capítulo con 1 Crónicas 29:10 donde está escrito:

“Entonces David dijo a toda la asamblea: Bendecid ahora al SEÑOR vuestro Dios. Y
toda la asamblea bendijo al SEÑOR, al Dios de sus padres, y se inclinaron y se
postraron (“hishtajavá”) ante el SEÑOR y ante el rey.” (LBLA)

Aquí se usa la palabra “hishtajavá” para mostrar cómo el pueblo expresó su reverencia
tanto ante el Eterno como ante el rey David mediante la inclinación ante ambos. Esto nos
enseña que la palabra “hishtajavá” no revela qué posición de autoridad el pueblo dio al
Eterno y al rey respectivamente. Si volvemos a lo que tratamos en el capítulo anterior,
podemos entender que cuando el pueblo se inclinó en veneración ante el rey que el Eterno
había instituido como agente, estaban reconociéndole a Él que había dado esa autoridad al
rey.

Con la Torá como trasfondo con sus prohibiciones tanto contra la adoración de las cosas
creadas en lugar del Creador como el reconocimiento de los seres creados como si fueran
divinos, podremos sacar la conclusión de que el pueblo no consideró al rey David como
divino y por eso no le consideraban digno de recibir el mismo reconocimiento en adoración
como el Gran Rey Celestial. Es evidente que la palabra “hishtajavá” ni puede revelarnos en
qué posición el pueblo reconoció al Eterno ni al rey David. Sólo podemos llegar a la
conclusión lógica de que reconocieron al Eterno en sus corazones como el Único Elohim
verdadero que se encuentra solo en la máxima posición, muy por encima de todo lo creado,
y que reconocieron al rey David en sus corazones con una veneración secundaria. Es
completamente inconcebible e imposible que reconocieran al rey David como el Altísimo o
como una divinidad mediante este acto de inclinación. El mismo principio es aplicable sobre
el Hijo de David, el Mesías.

Podemos concluir este capítulo diciendo que la palabra hebrea “hishtajavá” no expresa un
reconocimiento de una divinidad, un ser divino o una naturaleza divina, sino es una muestra
externa de un reconocimiento interno de personas que tienen autoridad y dignidad, sea que
se trate del Eterno mismo, Sus emisarios celestiales, Sus agentes humanos delegados u
otras personas que son dignas de recibir honor.

En el próximo capítulo veremos como la palabra griega que corresponde a “hishtajavá” es


usada en la traducción griega de las Escrituras apostólicas (NT).
Capítulo 7 – La adoración en los Escritos Apostólicos
(NT)
En el capítulo anterior aprendimos que la palabra hebrea “hishtajavá”, que muchas veces
ha sido traducida como “adorar”, no expresa un reconocimiento de una divinidad, un ser
divino o una naturaleza divina, sino es una muestra externa de un reconocimiento
interno de personas que tienen autoridad y dignidad, sea que se trate del Eterno mismo,
Sus emisarios celestiales, Sus agentes humanos delegados u otras personas que son
dignas de recibir honor.

Si estudiamos el texto griego de la Septuaginta, vemos que tanto las palabras hebreas
“hishtajavá” y “sagad”, como la palabra aramea “seguid”, han sido traducidas en una
sola palabra griega, “proskuneo” que significa “besar (en el aire, o como un perro lame la
mano de su amo), adular, agacharse”. Esta palabra es la que también aparece en los
textos griegos de los Escritos Apostólicos (NT), que son la base para casi la totalidad de
las traducciones cristianas al castellano.

Por lo tanto, al encontrar la palabra “proskuneo” en los textos griegos de los Escritos
Apostólicos (NT), tenemos que volver al origen hebreo de esa palabra para poder
entender su significado. No obstante, la palabra “proskuneo” tiene prácticamente el
mismo significado que la palabra hebrea “hishtajavá” y es utilizada de la misma manera
en los Escritos Apostólicos como en los Escritos más antiguos.

El uso de la palabra griega “proskuneo” en relación con el Mesías

Encontramos la palabra griega “proskuneo” en la traducción griega de Mateo 2:2, 11. La


Biblia de las Américas tradujeron estos versículos de la siguiente manera:

“¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque vimos su estrella en el
oriente, y hemos venido a adorarle (“proskuneo”)... “Y entraron en la casa,
vieron al Niño con su madre María, y postrándose le adoraron (“proskuneo”); y
abriendo sus tesoros le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra.” (LBLA)

En el texto hebreo de Mateo, llamado “DuTillet”, se usa la palabra “hishtajavá” en estos


versículos. Aquí vemos que los traductores han optado por poner la palabra “adorar”
donde aparece la palabra “proskuneo” en el texto griego. Pero, como vimos en el capítulo
anterior, no podemos decir que la palabra hebrea “hishtajavá”, que ha sido traducida al
griego como “proskuneo”, siempre significa adorar como si se tratara del Altísimo.

Al traducir “proskuneo” como “adorar” se introduce en el texto algo que no está allí,
porque se está dando a entender que los sabios tenían en su mente que este niño era el
Altísimo. ¿Cómo pueden saber los traductores que los sabios del oriente adoraron al niño,
si el texto griego no lo dice? El texto dice “proskuneo” y esa palabra no significa “adorar”
sino “inclinarse en reverencia”. Este tipo de traducción es tendenciosa y engaña al lector
a entender el texto de una manera que no está de acuerdo con su contenido original.
Estos sabios no adoraron a un niño pequeño. Habían sido instruidos en la sabiduría de la
literatura judía por los doctos judíos en Babilonia y deberían saber que “Elohim no es un
hombre… ni hijo de hombre…” (Núm. 23:19). Reverenciaron al niño mediante inclinación,
no como si fuera el Todopoderoso, el Creador invisible del universo, sino porque era el
Mesías prometido, el “Rey de los judíos” (Mat. 2:2).

1
La idea de dar culto a un niño, aunque sea el futuro Rey eterno de Israel, y adorarle
como si fuera el Invisible Todopoderoso Creador, es un pensamiento absurdo para un
judío, y pertenece al mundo pagano.

En Mateo 8:2 hay otro texto donde encontramos la palabra “proskuneo” en la traducción
griega. Allí está escrito:

“Y he aquí, se le acercó un leproso y se postró (“proskuneo”) ante El, diciendo:


Señor, si quieres, puedes limpiarme.” (LBLA)

En este caso vemos que la palabra “proskuneo” fue traducida como “postrarse”. ¿Por qué
los traductores pusieron “adorar” en un lugar y “postrarse” en el otro, cuando aparece la
misma palabra en el texto griego? La palabra “postrarse” es una traducción más correcta
de “proskuneo” porque un judío piadoso no adoraría a un hombre. Sin embargo no
tendría problemas para postrarse ante el Rey Mesías prometido en reconocimiento de su
autoridad delegada del Altísimo. En el texto hebreo de DuTillet, encontramos la palabra
“hishtajavá” en este versículo.

En Mateo 28:17-18 está escrito:

“Cuando le vieron, le adoraron (”proskuneo”); más algunos dudaron. Y


acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el
cielo y en la tierra.” (LBLA)

Aquí vemos otro ejemplo donde los traductores han optado por usar la palabra “adorar”
donde aparece la palabra griega “proskuneo”. En el texto hebreo de DuTillet,
encontramos la palabra “hishtajavá” en este versículo.

Como ni la palabra “hishtajavá” ni la palabra griega “proskuneo” necesariamente


implican adoración del Altísimo, no se puede basar en esas palabras para afirmar que los
discípulos adoraron a Yeshúa en esta ocasión para de esa manera reconocerle como el
Todopoderoso Elohim. Al traducir de esta manera se está engañando al lector a creer que
estos discípulos adoraron a Yeshúa de la misma manera que hubieran hecho con el
Eterno en el cielo.

Y si lo hubieran hecho, no podría ser probado mediante el texto bíblico. Hay otra razón
por la que los traductores optaron por una traducción tan tendenciosa. De esta manera
intentan introducir en el texto bíblico su interpretación según una teología preconcebida a
pesar de que en el texto mismo no haya apoyo para semejante teología. Las traducciones
cristianas cometen esta falta en varias ocasiones y por eso uno debe tener cuidado de no
fundar su entendimiento sobre esas traducciones.

Una doctrina no puede ser fundada sobre las traducciones de la Biblia porque los
traductores generalmente introducen en el texto traducido su propio concepto en cuanto
a cómo se puede entender el texto original, lo cual es inevitable hasta cierto punto. Ni
siquiera es suficiente utilizar el texto griego como fundamento para una doctrina.
Tenemos suficientes evidencias históricas y evidencias de las mismas Escrituras para
estar convencidos de que los apóstoles y sus seguidores no escribieron en griego sino en
hebreo y arameo. El Sr. Jakob Elia, sacerdote en la iglesia sirio-ortodoxa en Örebro,
Suecia, dice que la versión aramea del Nuevo Testamento que se usa en la iglesia sirio-
ortodoxa nunca fue traducida desde otro idioma.

Aunque hubieran escrito en griego tendríamos que ir a la comprensión hebrea de los


términos utilizados en los Escritos Apostólicos para obtener una comprensión correcta,

2
porque es evidente que sus mentes no estaban programadas con la forma griega de
pensar sino la hebrea. La revelación divina es dada en un contexto hebreo y en el
lenguaje hebreo. Por eso es engañoso ir al mundo de conceptos griegos para poder
entender los Escritos Apostólicos que no son griegos ni en su gramática ni en su
idiosincrasia. En el caso de basarnos en los manuscritos griegos tenemos que intentar de
entender las palabras griegas mediante su correspondencia hebrea. En el caso contrario
correremos el riesgo de malinterpretar lo que estamos leyendo. Pero en primer lugar
debemos utilizar los manuscritos arameos que, aunque hayan sido revisados, son más
antiguos que los griegos y están más cerca de los originales y la comprensión hebrea de
la revelación celestial.

Además, nuestra comprensión de lo que enseñan el Mesías y sus discípulos tiene que
estar en línea con la revelación que Moshé y los Profetas ya dieron en las Escrituras
anteriores. Todo lo que está escrito en los Escritos Apostólicos tiene que ser evaluado e
interpretado desde el punto de vista de la revelación escrita que ya fue dada en Sinai y
posteriormente.

Para un judío es absurdo pensar que un hombre pueda recibir el mismo respeto que el
Creador, porque sabe muy bien que Elohim no es hombre ni hijo de hombre. El hecho de
postrarse ante Yeshúa no significa que los discípulos le reconocieran como el
Todopoderoso, sino que aceptaran que había recibido la autoridad del Cielo. Era el
Enviado del Padre, pero no era el Padre, y como Enviado fue reconocido y venerado.

Vamos a ver otro texto donde aparece la palabra “proskuneo” en el texto griego. En
Marcos 5:6-8 está escrito:

“Cuando vio a Jesús de lejos, corrió y se postró (“proskuneo”) delante de El; y


gritando a gran voz, dijo: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios
Altísimo? Te imploro por Dios que no me atormentes. Porque Jesús le decía: Sal del
hombre, espíritu inmundo.” (LBLA)

Tome nota que aquí tenemos la misma palabra “proskuneo” que antes y que entonces
fue traducida como “adoró”. Parece ser que los traductores de la versión de las Américas
no consideraban que el espíritu inmundo adoró a Yeshúa. Sin embargo en la versión de
Reina-Valera y otros, utilizaron la palabra “adoró”.

El espíritu inmundo reconoció a Yeshúa como el “Hijo del Dios Altísimo”, no como el
Altísimo mismo. Mencionamos anteriormente que el significado hebreo de la palabra
“hijo” no necesariamente significa que él que engendró se haya reproducido sino que el
que es llamado hijo haya sido educado por él para ser su seguidor y que ha recibido
poder para ser su representante. También vimos que la expresión “Hijo de Elohim”
significa el Mesías, el Rey ungido. Cuando el espíritu inmundo se postró estaba
reconociendo la autoridad que Yeshúa había recibido del Altísimo.

En Juan 9:35-38 está escrito:

“Jesús oyó decir que lo habían echado fuera, y hallándolo, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo
del Hombre? El respondió y dijo: ¿Y quién es, Señor, para que yo crea en El? Jesús le
dijo: Pues tú le has visto, y el que está hablando contigo, ése es. El entonces dijo: Creo,
Señor. Y le adoró (“proskuneo”).” (LBLA)

Según esta versión del texto, Yeshúa preguntó al que había nacido ciego si él creía en el
“Hijo del Hombre”. La expresión “Hijo del Hombre” viene del hebreo “ben Adam” que

3
significa “hijo de Adam”, “hijo de la humanidad” o simplemente “hombre”. La palabra
“Adam” viene de “adamá” que significa “tierra”. Cuando Yeshúa en muchas ocasiones usa
la expresión “ben Adam” de sí mismo, se identifica con el primer Adam, que había salido
de la tierra, y había sido creado a la imagen de Elohim. De la misma manera como Adam
fue sacado de la tierra por medio de una intervención sobrenatural, el “Hijo del Hombre”
fue sacado de la tierra, porque el cuerpo de su madre era de la tierra. Y al igual que el
primer hombre fue creado a la imagen y semejanza de Elohim, sin pecado, también “el
último Adam” que también es llamado “el segundo hombre”1, fue creado sin pecado a la
imagen y semejanza de Elohim. Una gran diferencia entre ellos fue que el primer hombre
falló pero el segundo hombre no falló.

Otra diferencia fue que el primer hombre, en contraste con el segundo hombre, fue
creado según un prototipo, un plan general que el Eterno desde la eternidad tenía dentro
de sí del Mesías venidero (Rom. 5:14b2). En la literatura judía, este plan general que fue
utilizado para toda la creación, el hombre incluido, es llamado “Adam hakadmón” – el
Adam anterior/primario. El segundo hombre era el mismo plan general que ahora había
bajado del cielo y había sido hecho carne (Juan 1:14; 3:133, 31; 17:5; 1 Cor. 15:47).

Ahora, en la escritura de Juan 9 tenemos diferentes variantes de los manuscritos griegos,


donde algunos dicen “Hijo del Hombre” y otros dicen “Hijo de Dios”. Algunas traducciones
españolas siguen una variante y otras traducciones siguen la otra. Por lo tanto, tenemos
una confusión en cuanto a lo que realmente estaba escrito aquí en el original. Si vamos
al texto arameo encontramos la expresión “Hijo de Elohim”. Creo que esa versión es la
acertada y por eso Yeshúa no debería haber dicho “Ben Adam” de sí mismo en esta
ocasión, sino “Ben Elohim”.

La expresión “Dios Hijo” no aparece ni siquiera en una sola ocasión en la Escritura.

El entendimiento hebreo de la expresión “Hijo de Elohim” está muy lejos del


entendimiento cristiano de la expresión “Hijo de Dios” o “Dios Hijo”. Adam es llamado
hijo de Elohim en Lucas 3:38, e Israel es llamado el hijo primogénito de Elohim en Éxodo
4:22. Por lo tanto, al leer los textos que hablan de Yeshúa como el Hijo de Elohim es
importante no usar las gafas de la historia eclesiástica para interpretar ese término desde
una perspectiva post-bíblica y griega. Los que se inclinaron ante Yeshúa al recibir la
revelación de que Él era el Hijo de Elohim no lo hicieron desde la perspectiva cristiana de
la doctrina de la trinidad, sino desde una perspectiva judía. Desde una perspectiva
hebrea podemos entonces sacar la conclusión de que no le adoraron sino que hicieron lo
mismo que habían hecho los judíos anteriores ante el rey David y otros dignatarios (1
Crón. 29:20)

1
1 Cor. 15:45, 47.
2
La palabra griega “tupos” que fue utilizada en Rom. 5:14b y que fue traducida como
“figura”, puede también ser entendida como “imagen” (Hech. 7:43; Juan 20:25 “señal”).
La traducción inglesa Hebraic-Roots Version del arameo dice que Adam fue la semejanza
(“likeness”) del que iba a venir.
3
Tome nota de que está escrito que el Hijo del Hombre está en el cielo, en presente.
Esto nos enseña que el Hijo del Hombre estaba también en el interior del Padre mientras
que caminaba en la tierra, como también está escrito en Juan 1:18: “el unigénito Hijo
que está en el seno del Padre.” (RV). Algunas traducciones siguen el manuscrito griego
más antiguo de Juan 1:18 donde dice “el unigénito Dios”. Sin embargo, el texto más
antiguo siriaco dice “Hijo”, lo cual concuerda más con el resto del evangelio de Juan y la
enseñanza de la totalidad de las Escrituras. Obviamente este es uno de los varios textos
que fueron manipulados.
4
Por lo tanto, este hombre se inclinó en reverencia y respeto ante el prometido Hijo de
David, el Rey Mesías, que fue escogido y llamado a ser el Hijo de Elohim y que ahora
había venido (1 Cron. 22:10; 28:6; Luc. 1:35)

Vayamos a otro contexto de las Escrituras. En la versión griega de la carta a los Hebreos
1:6 se encuentra la palabra “proskuneo” como traducción de la palabra hebrea
“hishtajavá” que aparece en el Salmo 97:7. Allí está escrito:

“Y de nuevo, cuando trae otra vez al Primogénito al mundo, dice: ’Y adórenle


(“proskuneo/hishtajavá”) todos los ángeles de Dios.’” (LBLA)

El Salmo 97 habla de cómo el Eterno va a venir y establecer Su justicia en toda la tierra


con fuego y relámpagos que causarán que los enemigos sean quemados, la tierra
tiemble, las montañas se derritan y todos los pueblos vean Su gloria. Está claro que es
una profecía acerca de la segunda venida del Mesías. En ese contexto está el versículo 7
donde habla de que todos los elohim, es decir ángeles4, se van a inclinar ante Él en
reverencia.

En el Salmo habla del Eterno que es el objeto de este reconocimiento por parte de los
ángeles. Pero en la carta a los Hebreos se usa la misma cita en referencia al Mesías.
Muchos se basan en estos textos para decir que esto constituye una evidencia de que el
Mesías es el Eterno. Es fácil interpretar estos textos, y otros semejantes, de esta
manera. Pero si partimos del principio de agentes, que tratamos en el capítulo 5, no nos
es difícil entender estos textos desde otro punto de vista.

Observe que la expresión “primogénito” es utilizado para el Hijo. Es importante entender


que el término “primogénito” no necesariamente tiene que significar el primer hijo que
haya nacido. El rey David es llamado primogénito en el Salmo 89:27 a pesar de que era
el octavo hijo de la familia. Allí está escrito:

“Yo también lo haré mi primogénito, el más excelso de los reyes de la tierra.”


(LBLA)

Así que, el rey David fue hecho primogénito (la palabra “mi” no aparece en el texto
hebreo). Fue puesto para ser el más excelso de los reyes de la tierra. David está puesto
en este contexto como una figura profética del Hijo de David, el Mesías, que fue escogido
para ser el primogénito, es decir el que haya sido predestinado para ser el más excelso
de los reyes de la tierra.

El primer hijo nacido de la familia fue puesto por el padre para ser su representante y el
líder familiar. A veces el padre podía escoger otro de sus hijos para esta tarea (1 Crón.
26:10). La primogenitura implicaba también el derecho de ser el sacerdote de la familia,
porque los primogénitos fueron al principio llamados a ser los sacerdotes (Éx. 19:22;
Núm. 3:12). Ahora, cuando el Mesías es llamado “primogénito” el énfasis no está en la
cuestión acerca de si Él ha sido creado o nacido, sino implica que Él haya obtenido el
derecho de gobernar y de ejercer un ministerio sacerdotal. Según la revelación de las
Escrituras, la función como primogénito en primer lugar no tiene que ver con nacimiento
sino con que uno haya obtenido el derecho de tener una posición de liderazgo sobre el
resto de los hermanos, como está escrito en Génesis 27:29a:

4
Así se tradujo en la Septuaginta. La versión RV, LBLA y otros, tradujeron la palabra
“elohim”, que aparece en el Salmo 97, como “dioses”.
5
“Sírvante pueblos, y póstrense ante ti naciones; sé señor de tus hermanos, e
inclínense ante ti los hijos de tu madre.” (LBLA)

El mismo pensamiento se encuentra también en Colosenses 1:15, donde está escrito:

“El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.” (LBLA)

Si uno no entiende bien el significado hebreo de la palabra “primogénito” es fácil sacar la


conclusión errónea de este versículo de que el Mesías sea el primero que fue creado
entre todas las cosas. Sin embargo, como hemos visto, el término primogénito no tiene
que ver con el tiempo sino con una función. El título primogénito es dado al que recibe el
poder para gobernar en el nombre del padre, como su representante y emisario. Yeshúa
ciertamente ha sido puesto como el primogénito de la creación, es decir, como el más
sublime sobre todas las cosas creadas con la plena autoridad para gobernar sobre todo
(Mat. 28:18).

Volvamos a Hebreos 1:6. En este mismo capítulo se dijo con anterioridad que Yeshúa
heredó el nombre de ser Hijo de Elohim (v. 4-5). Esto sucedió cuando fue resucitado de
entre los muertos (Hech. 13:32-33; Rom. 1:4). Como hemos dicho antes, el hecho de
ser hijo significa ser representante y tener plena autorización. El nombre, es decir la
posición, que Yeshua entonces heredó, de ser el Primogénito Hijo de Elohim, fue superior
a los ángeles. Pero Yeshúa no fue puesto en la posición que está muy por encima de los
ángeles hasta después de haber sido levantado de entre los muertos, como también
podemos ver en Hebreos 2:5-9 donde está escrito:

“Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos
hablando. Pero uno ha testificado en cierto lugar, diciendo:
“‘¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, o el hijo del hombre (“Ben-Adam”)
para que te intereses en él? Le has hecho un poco inferior a los ángeles; le has
coronado de gloria y honor, y le has puesto sobre las obras de tus manos; todo lo has
sujetado bajo sus pies.’
“Porque al sujetarlo todo a él, no dejó nada que no le sea sujeto. Pero ahora no
vemos aún todas las cosas sujetas a él. Pero vemos a aquel que fue hecho un poco
inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, coronado de gloria y honor a causa del
padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por
todos.” (LBLA)

El texto hebreo del Salmo 8:5, citado por el autor de la carta a los Hebreos y que fue
traducido como “Le has hecho un poco inferior a los ángeles”5 se puede traducir
literalmente de la siguiente manera:

“Hiciste que le faltara un poco [en comparación] con elohim.”

El texto de los Salmos menciona primero un hombre y después un hijo del hombre. En
primer lugar habla del primer Adam y sus descendientes debajo de cuyos pies todo fue
sujetado (Gén. 1:26). Sin embargo, en su dimensión profética también habla del Hijo del
Hombre, el último y segundo hombre, bajo cuyos pies todo iba a ser sujetado, incluso los
ángeles.

5
La traducción al griego de la carta a los Hebreos sigue la cita de la Septuaginta.
6
Observe que el título “ben Adam” que aparece en este texto, habla de un ser que primero
está en un rango inferior al de los ángeles. Por lo tanto, cuando Yeshúa usa ese título
sobre sí mismo se está presentando como un hombre (1 Tim. 2:5). Y verdaderamente Él
era un hombre perfecto, semejante a sus hermanos en todo, pero sin pecado (Heb. 2:17;
4:15).

No obstante, después de la resurrección, no antes, obtuvo otro estatus como inmortal y


entonces podía contener corporalmente toda la plenitud de la Deidad (Col. 2:9). Por eso
es presentado en Daniel 7:13 y Revelación 1:13 y 14:14 en Su estado glorificado como
uno “semejante” a un Hijo del Hombre. En su estado inmortal y glorificado es mucho más
que un hombre, pero todavía se parece a un Hijo del Hombre.

El texto de Hebreos nos enseña que fue por medio del sufrimiento de la muerte que el
último Adam pudo recibir el honor de ser elevado por encima de los ángeles. Como
dijimos antes, Yeshúa estaba en un rango inferior al de los ángeles. Antes de la
resurrección fue “un poco inferior a los ángeles”. No obstante, por el hecho de haber
pasado fielmente por los sufrimientos de la muerte, el Eterno le elevó por encima de
todos los ángeles y sobre toda cosa creada. Entonces heredó el nombre que es muy
superior al de los ángeles, a saber, el derecho de ser el Hijo Primogénito que representa
al Padre plenamente. Esto concuerda bien con la carta a los Efesios 1:20-23 donde está
escrito:

“el cual obró en Cristo cuando le resucitó de entre los muertos y le sentó a su diestra
en los lugares celestiales, muy por encima de todo principado, autoridad, poder,
dominio y de todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino también en el
venidero. Y todo sometió bajo sus pies, y a El lo dio por cabeza sobre todas las cosas
a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que lo llena todo en todo.”
(LBLA)

Ahora, cuando Hebreos 1:6 dice que otra vez traerá al primogénito al mundo no será con
el mismo rango que tenía cuando estuvo aquí por primera vez, sino en su estado
glorificado y exaltado. Por causa de ese estado, todos los ángeles se inclinarán en
reverencia y de esa manera reconocer la soberanía que Él ha recibido de Su Padre.

Como entonces va a venir como el representante del Eterno, el Eterno será el que vendrá
por medio de Él y de esa manera se cumplirá el Salmo 97 donde habla de que el Eterno
va a llegar a la tierra para gobernar y entonces todos los ángeles van a inclinarse
(“hishtajavá”) ante Él. Y más aún, cuando Yeshúa fue vestido de inmortalidad y obtuvo
un cuerpo transformado, podía contener toda la plenitud del Eterno de manera corporal
(Col. 1:19; 2:9). Por lo tanto no habrá mayor diferencia entre el Padre y el Hijo porque el
Hijo vendrá en el Nombre del Padre que habita con toda Su plenitud en el cuerpo del
Hijo.

Cuando Él estuvo aquí la primera vez poco antes de que nos dejara, dijo que no va a
regresar a Yerushalayim hasta que los judíos que vivan allí le digan: “¡Bendito Él que
viene en el Nombre del Eterno!” (Mat. 23:39). Ese día está próximo a llegar. ¡Alabado
sea el Nombre maravilloso del Eterno!

El uso de la palabra griega “proskuneo” en relación con otros hombres

En Mateo capítulo 18 Yeshúa cuenta una parábola de un deudor que se postró ante su
acreedor. En el versículo 26 aparece la palabra “proskuneo” en el texto griego, donde
está escrito:
7
“Entonces el siervo cayó postrado (“proskuneo”) ante él, diciendo: “Ten paciencia
conmigo y todo te lo pagaré.” (LBLA)

Este texto constituye una evidencia de que la palabra “proskuneo” no necesariamente


tiene que ser entendida como adoración ante el Altísimo, puesto que, aquí un hombre se
postra (“proskuneo”) ante otro hombre semejante.

En Revelación 3:9 está escrito:

“He aquí, yo entregaré a aquellos de la sinagoga de Satanás que se dicen ser


judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren
(“proskuneo”) a tus pies, y sepan que yo te he amado.” (LBLA)

Yeshúa está diciendo aquí que Él va a causar que unos engañadores se postren ante los
pies del “ángel” de la congregación en la ciudad de Filadelfia. La palabra griega para
“postrarse” es precisamente “proskuneo”. Si Yeshúa hubiera considerado este acto como
adoración, no habría causado que esos hombres se postraran a los pies de un mensajero
de una de las congregaciones.

Esto nos enseña que la palabra “proskuneo” en el texto griego de los Escritos Apostólicos
no significa necesariamente “adorar”, sino “postrarse en reverencia”. Al igual que el
término “hishtajavá” en los textos hebreos, la palabra “proskuneo” es empleada tanto
para expresar la adoración al Altísimo, como inclinarse en reverencia ante el Hijo de
Elohim y otros hombres con posiciones altas.

El uso de la palabra griega “proskuneo” en relación con el Altísimo

Al igual que la palabra hebrea “hishtajavá”, la palabra griega “proskuneo” no solamente


implica un acto externo de inclinarse en reverencia ante una persona honorable, sino
también todo el culto de sacrificios delante del Eterno. Este hecho puede verse en la
conversación entre Yeshúa y la mujer samaritana al lado del pozo de Sicar donde el texto
griego usa la palabra “proskuneo”.

En Juan 4:20-24 está escrito:

“Nuestros padres adoraron (“proskuneo”) en este monte, y vosotros decís que en


Jerusalén está el lugar donde se debe adorar (“proskuneo”).
“Jesús le dijo: Mujer, créeme; la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén
adoraréis (“proskuneo”) al Padre. Vosotros [los samaritanos] adoráis (“proskuneo”)
lo que no conocéis; nosotros [los judíos] adoramos (“proskuneo”) lo que conocemos,
porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora viene, y ahora es, cuando los
verdaderos adoradores adorarán (“proskuneo”) al Padre en espíritu y en verdad;
porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren (“proskuneo”). Dios es
espíritu, y los que le adoran (“proskuneo”) deben adorarle (“proskuneo”) en espíritu y
en verdad.” (LBLA)

Lo primero que aprendemos de este texto es que la palabra “hishtajavá/proskuneo”


implica todo el culto sacrificial ante el Eterno. Los samaritanos dicen que se debe
sacrificar al Eterno en el monte de Guerizim (Deut. 11:29), pero los judíos dicen que sólo
se puede sacrificar en el templo en Yerushalayim (Deut. 12:5-6).

8
Lo segundo que aprendemos de la enseñanza del Mesías a la mujer samaritana es que
los judíos en el templo están adorando al Eterno según la revelación correcta que da
salvación en contraste con la religión de mezclas que practican los samaritanos.

Lo tercero que aprendemos es que a partir de la venida del Mesías es posible oficiar en
un servicio del templo adicional en una nueva dimensión en el tabernáculo espiritual
celestial. Este texto no apoya la doctrina anti bíblica que enseña que el culto en el templo
iba a ser eliminado por el Mesías.

Lo cuarto que aprendemos de esta conversación es que el Padre busca a aquellos que
están dispuestos a oficiar en esta dimensión espiritual de dar sacrificios celestiales en el
tabernáculo verdadero que no está en el mundo material sino en el mundo espiritual. A
partir de la resurrección, Yeshúa pudo ser instalado en el tabernáculo celestial en Su
ministerio sumo sacerdotal según el orden de Malki-Tsedek. Después de esto, también
sus seguidores fueron investidos con las ropas sacerdotales espirituales y pudieron servir
bajo Su ministerio en el espíritu y en verdad.

Ahora mismo Yeshúa está oficiando en el tabernáculo celestial entregándose a favor de


las doce tribus de Israel orando por ellos ante el Eterno (Éxodo 28:12, 29). También está
orando por aquellos gentiles que le han creído y recibido y hayan obtenido el Espíritu a
través del mensaje de salvación de los judíos (Juan 17:20-21; Rom. 8:34).

Yeshúa es el intercesor número uno en el tabernáculo celestial y está orando al Padre. En


ninguna ocasión se presentó el pueblo en el templo para sacrificar al sumo sacerdote. De
lo contrario, el sumo sacerdote los ayudó a sacrificar al Eterno. Ahora, si Yeshúa está
sirviendo como el Sumo Sacerdote celestial, ¿cómo sería correcto sacrificarle a Él? Él es
el que nos insta a orar al Padre y Él es el que nos anima a adorar al Padre. ¿Cómo Él
podría ser el objeto de nuestras oraciones y nuestra adoración? Si escuchamos Su voz no
vamos a dirigir nuestras oraciones a Él ni entregar nuestra adoración a Él. No hay ningún
texto en toda la Escritura que nos da el derecho de pedir algo al Hijo. Él es el camino al
Padre, pero no es la meta. Él es la Puerta al Padre, pero no es el Padre. Él es el
Mediador, pero no es la otra parte. Él es el Adorador, pero no es el objeto de la
adoración. Es el Padre, no el Hijo, que busca adoradores. Sigamos la enseñanza y
ejemplo de Yeshúa y adoremos al Padre.

La adoración en el cielo

El Padre entregó a Yeshúa la revelación que es relatada en el libro de Revelación.


Después Yeshúa envió esa revelación a un ángel que a su vez la transmitió a Yojanán
que luego escribió gran parte de lo que vio y oyó para que otros pudieran participar de
ello (Rev. 1:1-2) En esta revelación podemos tener una mirada de cómo es en el cielo. Si
lo estudiamos podremos obtener una pequeña idea de cómo es la adoración en el templo
celestial. ¿Cómo es realmente? ¿Será que el Hijo esté recibiendo la misma adoración que
el Padre en el cielo? El libro de Revelación nos da la respuesta.

En Revelación 4:10-11 está escrito:

“Los veinticuatro ancianos se postran (“pipto”) delante del que está sentado
en el trono, y adoran (“proskuneo”) al que vive por los siglos de los siglos, y
echan sus coronas delante del trono, diciendo: Digno eres, Señor y Dios
nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder, porque tú creaste todas las
cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.” (LBLA)

9
En este momento Yojanán pudo subir en el espíritu y ver como los 24 ancianos se
postran y hacen un acto de reverencia, que correctamente es llamado adoración, ante
Aquel que está sentando en el trono y que es descrito como “Señor y Dios”, en hebreo
“YHVH Elohim”. La palabra “proskuneo”, que corresponde a la palabra hebrea
“hishtajavá”, es utilizada juntamente con otra palabra, “pipto”6, que significa “caer” y que
corresponde a la palabra hebrea “nafal”7, para describir lo que estos ancianos hicieron
ante el Altísimo. Tome nota que dos palabras son utilizadas.

Vayamos un capítulo más adelante para ver qué pasará cuando el Cordero es introducido
en el escenario para recibir un rollo de libro especial de Aquel que está sentado en el
trono.

En Revelación 5:8-14 está escrito:

“Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se
postraron (“pipto”) delante del Cordero; cada uno tenía un arpa y copas de oro
llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. Y cantaban un cántico
nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque tú
fuiste inmolado, y con tu sangre compraste para Dios a gente de toda tribu,
lengua, pueblo y nación. Y los has hecho un reino y sacerdotes para nuestro Dios;
y reinarán sobre la tierra. Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del
trono y de los seres vivientes y de los ancianos; y el número de ellos era miríadas
de miríadas, y millares de millares, que decían a gran voz: El Cordero que fue
inmolado digno es de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el
honor, la gloria y la alabanza. Y a toda cosa creada que está en el cielo, sobre la
tierra, debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay , oí
decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la
gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Y los cuatro seres vivientes decían:
Amén. Y los ancianos se postraron (”pipto”) y adoraron (“proskuneo”).” (LBLA)

“Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se


postraron (”pipto”) sobre sus rostros y adoraron (“proskuneo”) al que vive por
los siglos de los siglos.” (RV 1960)

Ahora el Cordero es el objeto de la atención y es señalado como Aquel que es digno de


abrir el rollo del libro precisamente porque ha sido sacrificado y con Su sangre ha
comprado a gente para ser reyes y sacerdotes para Elohim. Tome nota que cuando los
cuatro seres vivientes y los 24 ancianos se postran ante el Cordero no se utilizan las dos
palabras “pipto/nafal” y “proskuneo/hishtajavá”, sino sólo la primera de estas dos
palabras. Aquí los ángeles no se postran ante el Cordero.

Veamos otro ejemplo. En Revelación 7:10-12 está escrito:

“Y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios, que


está sentado en el trono, y al Cordero. “Y todos los ángeles estaban de pie

6
Strong G4098 πίπτω, πέτω piptō petō, pip'-to, pet'-o, The first is a reduplicated and contracted form of the
second (which occurs only as an alternate in certain tenses); probably akin to G4072 through the idea of
alighting; to fall (literally of figuratively): - fail, fall (down), light on.
7
Strong H5307 nâphal, naw-fal', A primitive root; to fall, in a great variety of applications (intransitively or
causatively, literally or figuratively): - be accepted, cast (down, self, [lots], out), cease, die, divide (by lot), (let)
fail, (cause to, let, make, ready to) fall (away, down, -en, -ing), fell (-ing), fugitive, have [inheritamce], inferior,
be judged [by mistake for H6419], lay (along), (cause to) lie down, light (down), be (X hast) lost, lying,
overthrow, overwhelm, perish, present (-ed, -ing), (make to) rot, slay, smite out, X surely, throw down.
10
alrededor del trono y alrededor de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, y
cayeron (”pipto”) sobre sus rostros delante del trono, y adoraron (“proskuneo”)
a Dios, diciendo:
“¡Amen! La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor el
poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.”
(LBLA)

Tome nota que la salvación es algo perteneciente Elohim, que está sentado en el trono,
junto con el Cordero, pero cuando habla de que cayeron y adoraron no están incluyendo
al Cordero, sino sólo Elohim. En el capítulo 5 los ángeles no cayeron ante el Cordero.
Aquí tampoco lo hacen sino sólo ante Elohim que llaman “nuestro Dios, que está sentado
en el trono”, y que es presentado como algo separado del Cordero.

Podemos ver otro ejemplo en Revelación 11:15-18 donde está escrito:

“El séptimo ángel tocó la trompeta, y se levantaron grandes voces en el cielo, que
decían: El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo;
y El reinará por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos que estaban
sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron (“pipto”) sobre sus rostros y
adoraron (“proskuneo”) a Dios, diciendo: Te damos gracias, oh Señor Dios
Todopoderoso, el que eres y el que eras, porque has tomado tu gran poder y has
comenzado a reinar. Y las naciones se enfurecieron, y vino tu ira y llegó el tiempo de
juzgar a los muertos y de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a
los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que
destruyen la tierra.” (LBLA)

Aquí se habla de la segunda venida del Mesías cuando el Eterno tomará el señorío en la
tierra a través del Mesías, porque Él es el agente del Eterno. Otra vez encontramos las
palabras “pipto” y “proskuneo” cuando se habla de que Elohim es el objeto de la
adoración. Estas dos palabras no se refieren al Mesías en este texto.

En Revelación 15:3-4 podemos leer lo siguiente:

“Y cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo:


¡Grandes y maravillosas son tus obras, oh Señor Dios, Todopoderoso! ¡Justos y
verdaderos son tus caminos, oh Rey de las naciones! ¡Oh Señor! ¿Quién no temerá y
glorificará tu nombre? Pues sólo tú eres santo; porque TODAS LAS NACIONES
VENDRAN Y ADORARAN (“proskuneo”) EN TU PRESENCIA, pues tus justos
juicios han sido revelados.” (LBLA)

Observe que esta canción es tanto de Moshé como del Cordero. ¿Y qué dice esta canción?
Dice que todas las naciones vendrán a adorar en la presencia del “Señor Dios,
Todopoderoso”. Así que, el Cordero está cantando la misma canción que Moshé que dice
que todos vendrán a adorar ante el Eterno. Obviamente el Cordero no es el objeto de la
adoración de la cual se habla aquí.

El último ejemplo encontramos en Revelación 19:4 donde está escrito:

“Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron (“pipto”) y


adoraron (“proskuneo”) a Dios, que está sentado en el trono, y decían:
¡Amén! ¡Aleluya!” (LBLA)

11
Los cuatro seres vivientes se inclinan en una adoración respetuosa ante Elohim que está
sentado en el trono. Tampoco aquí el Cordero es el objeto de la adoración.

El único ejemplo donde se inclinan ante el Cordero lo encontramos en el capítulo 5 donde


reconocen el derecho del Cordero para abrir el rollo del libro que desatará los juicios del
Eterno sobre el mundo. Pero en ese caso no se emplea la palabra “proskuneo/hishtajavá”
sino sólo “pipto/nafal”. Indiscutiblemente hay un señalamiento en toda la revelación que
hay en este libro acerca del culto celestial donde la palabra “proskuneo/hishtajavá” no es
utilizada para el Cordero.

¿Será esta una evidencia de que el Mesías no recibe la misma veneración en el cielo
como Aquel que está sentado en el trono?

Es cierto que los cuatro seres vivientes y los 24 ancianos cayeron ante el Cordero en
reconocimiento de su dignidad. Y los millones de ángeles ciertamente reconocieron que el
Cordero que fue inmolado es “digno es de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la
fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza.” Pero no está escrito en el libro de Revelación
que los ángeles cayeron ante el Cordero. Tampoco está escrito en ninguna otra ocasión
que el Cordero fuera objeto de “proskuneo/hishtajavá”. Parece que en el culto celestial
esta palabra está reservada únicamente para Aquel que está sentado en el trono y que
ha creado todas las cosas.

Cuando Yojanán en un par de ocasiones cayó (“proskuneo/hishtajavá”) ante aquel ángel


que le estaba transmitiendo aquella revelación que el Padre había dado a Yeshúa, fue
corregido y se le dijo que “proskuneo/hishtajavá” sólo se puede hacer ante el Padre (Rev.
19:10, 22:19). Está claro que en el mundo celestial sólo Elohim es el objeto de esta
forma de veneración. Ni siquiera el Cordero la recibe, sólo el Padre. En el cielo sólo se
adora al Padre, a nadie más.

Esto no quita que el Cordero reciba alabanza y honra. Él dijo en una ocasión anterior que
todos honrarán al Hijo como honran al Padre (Juan 5:23). Si uno se inclina en respeto
ante el Hijo y Le honra como Aquel que el Padre Le ha hecho y Le atribuye aquel honor
que Él con razón ha recibido mediante Su sufrimiento, entonces el Padre es honrado por
medio de Él (Juan 14:13; Fil. 2:11)

Casos donde se prohíbe “proskuneo”

En este libro no vamos a entrar en las prácticas prohibidas de adoración y culto a los
dioses paganos (Éxodo 20:3-5). Tampoco hablaremos de la adoración de los demonios,
la bestia, el anti-mesías o su imagen (Rev. 9:20; 13:4, 15).

En lugar de eso vamos a estudiar algunos casos en los Escritos Apostólicos donde se
prohíbe la acción de “proskuneo”. Ya hemos mencionado de paso como Yojanán fue
impedido a caer delante del ángel en el libro de Revelación 19:10; 22:8-9, donde está
escrito:

“Entonces caí (“pipto”) a sus pies para adorarle (“proskuneo”). Y me dijo: No hagas
eso; yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que poseen el testimonio de Jesús; adora
(“proskuneo”) a Dios. Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía...
“Yo, Juan, el que oyó y vio estas cosas. Y cuando oí y vi, me postré (“pipto”) para
adorar (“proskuneo”) a los pies del ángel que me mostró estas cosas. Y me dijo: No

12
hagas eso; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos los profetas, y de los que guardan
las palabras de este libro. Adora (“proskuneo”) a Dios.” (LBLA)

Obviamente Yojanán se pasó en cuanto a expresar su respeto ante el emisario celestial


que le había enseñado todo esto. Observe que ambas palabras “pipto/nafal” y
“proskuneo/hishtajavá” son utilizadas para expresar lo que hizo Yojanán. Era demasiado.

Es interesante comparar con Revelación 3:9 donde Yeshúa claramente dice que falsos
hombres caerán ante los pies del líder de la congregación. Lo paradójico es que allí está
la palabra “proskuneo/hishtajavá” y no “pipto/nafal”. Este es el único lugar en todo el
libro de Revelación donde otro excepto Aquel que está sentado en el trono sea objeto de
este tipo de veneración mediante “proskuneo/hishtajavá”.

La conclusión que podemos sacar de eso es que la palabra puede ser entendida de
diferente manera y debe ser interpretada según el contexto.

En Mato 4 encontramos una prohibición semejante contra la adoración de alguien que no


sea Elohim, donde vino el enemigo para tentar a Yeshúa en un momento de debilidad. En
los versículos 8-11 está escrito:

“Otra vez el diablo le llevó a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del
mundo, y la gloria de ellos; y le dijo: Todo esto te daré, si postrándote (“pipto”)
me adoras (“proskuneo”). Entonces Jesús le dijo: ¡Vete, Satanás! Porque escrito
está: ’Al Señor tu Dios adorarás (“proskuneo”), y solo a Él servirás.’ El diablo
entonces le dejó; y he aquí, ángeles vinieron y le servían.” (LBLA)

En este texto vemos que satanás ofreció a Yeshúa el poder sobre el sistema de este
mundo si estaba dispuesto a inclinarse ante él dándole su reverencia. Satanás es un
ángel rebelde y por eso quería tomar el control sobre Yeshúa por medio de recibir este
tipo de adoración. Si Yeshúa se hubiera sometido a satanás hubiera sido rebelde contra
Su Padre y hubiera cometido el mismo pecado que el primer Adam que recibió una oferta
semejante, si no fue la misma. Yeshúa citó desde Deuteronomio 6:13 y 10:20 aquellos
mandamientos que el Eterno había dado en la Torá. Allí aparece la palabra “yaré”8, que
significa “temer”, y no la palabra “hishtajavá”.

Hay muchas fuentes históricas que unánimemente afirman que Matityahu (Mateo)
escribió en hebreo.9 Por lo tanto, el original debería haber citado la palabra “yaré” desde
el texto hebreo, que Yeshúa con toda probabilidad estaba citando ante satanás. Sin
embargo, lo interesante es que tanto la traducción aramea como la griega de Mateo
utilizan palabras que significan “inclinarse en reverencia” donde la Torá dice “temer”.
Esto nos enseña que hay una conexión entre aquella adoración que se da al Eterno y
tener temor, en el sentido de respeto. El que se inclina ante del Eterno lo hace con temor
ante Su poderosa grandeza y santidad. Él es el Altísimo y como tal Él es digno de ser
temido y servido. Ningún otro es digno de ser el objeto de tal temor porque nadie es tan
santo como Él.

Podemos aprender otra cosa del texto de Mateo 4. Es cuando Yeshúa le dice a satanás
que se vaya porque sólo se puede adorar y servir al Eterno. Si Yeshúa mismo hubiera

8
Strong H3372 yârê', yaw-ray', A primitive root; to fear; morally to revere; causatively to frighten: - affright, be
(make) afraid, dread (-ful), (put in) fear (-ful, -fully, -ing). (be had in) reverence (-end), X see, terrible (act, -ness,
thing).
9
Papias (150-170), Ireneo (170), Orígenes (c:a 210), Eusebio (c:a 315), Epifanio (370),
Jerónimo (382) y Ishodad (850)
13
sido el Eterno venido en carne, ¿por qué le ordenó a satanás alejarse de Él? ¿No debería
haberle ordenado a satanás inclinarse ante Él en adoración? Pero en lugar de ocupar el
lugar del Eterno, Yeshúa Le señala y dice que sólo se puede temer, adorar y servir a
YHVH Elohim.

Vamos a terminar con un último ejemplo de adoración errónea. Cuando el apóstol Kefa
fue enviado al gentil Cornelio para predicar el mensaje de salvación fue recibido con un
respeto muy grande que fue expresado de manera que corrían el riesgo de hacer una
adoración falsa.

En Hechos 10:25-26 está escrito:

“Y sucedió que cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y


postrándose (“pipto”) a sus pies, lo adoró (“proskuneo”). Mas Pedro lo levantó,
diciendo: Ponte de pie; yo también soy hombre.” (LBLA)

Basándonos en la respuesta que dio Kefa, vemos que Cornelio estaba a punto de darle
algo que ningún hombre tiene el derecho de recibir. Vimos que el ángel dio una
respuesta semejante a Yojanán cuando se inclinó ante él para darle su reverencia. El
ángel dijo: “yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos”. Así que, el que sirve al Eterno no
tiene el derecho de recibir ese tipo de honra que sólo se puede dar a Aquel a quien se
está sirviendo.

Naturalmente ni Yojanán ni Cornelio reconocieron ni al ángel ni a Kefa como el Altísimo.


Sabían muy bien que no estaban delante del Eterno sino delante de Sus representantes.
Por eso era correcto expresar reverencia y respeto ante estos emisarios. Sin embargo, en
ambos casos pasaron el límite de lo permitido. Evidentemente hay un límite para cuánta
honra se puede dar a uno que está al servicio del Eterno. El Eterno no da la gloria que le
pertenece a Él a ningún otro (Isa. 42:8). Tampoco permite que se adore algo creado
como si fuera el Creador porque, como dijimos antes, eso es el primer paso para la
apostasía (Rom. 1:25).

Conclusión

Al hacer un resumen de lo que hasta ahora hemos visto en este capítulo llegamos a la
conclusión de que la palabra griega “proskuneo” prácticamente tiene el mismo significado
que la palabra hebrea “hishtajavá” tiene en el Tanaj (AT) y es utilizada de la misma
manera en las traducciones griegas de los Escritos Apostólicos (NT). Esto significa que la
palabra puede significar adoración del Eterno tanto en cuando al servicio sacrificial como
en cuanto a la inclinación ante Él en profunda reverencia, temor y temblor y
reconocimiento de Su soberanía sobre toda cosa creada. También significa que la palabra
puede implicar una muestra externa de un respeto interno ante los siervos que el Eterno
ha enviado para representarle. Pero también puede significar una fuerte muestra externa
de reverencia ante otros hombres que tienen una posición alta.

Cuando Avraham, Lot, Bilam y Yehoshúa se inclinaron hasta la tierra ante los ángeles, no
significa que hayan adorado a estos ángeles. Pero cuando Yojanán se inclinó ante los pies
del ángel en Patmos fue ordenado a levantarse porque se había pasado. ¿Cuál fue la
diferencia entre una cosa y otra? La expresión externa fue exactamente la misma. La
diferencia estaba en la actitud del corazón. El corazón es el factor decisivo cuando se
trata de decidir si es una reverencia sana o una adoración falsa ante los siervos enviados
por el Eterno.

14
Cuando los hermanos de Yosef se inclinaron hasta la tierra ante él, cuando David se
inclinó hasta la tierra ante el rey Shaúl y su hijo Yonatán y cuando el pueblo se inclinó
hasta la tierra ante el rey David no se trataba de que estos hombres fueran adorados o
reconocidos como dioses. Tampoco el que había tomado prestado adoró al que le había
prestado (Mat. 18) y los falsos hombres no adoraron al dirigente de la congregación en
Filadelfia (Rev. 3). Pero cuando Cornelio se inclina ante Kefa fue ordenado levantase
porque se había pasado. ¿Cuál fue la diferencia entre una cosa y otra? La expresión
externa fue exactamente la misma. La diferencia estaba en la actitud de sus corazones.
Hacia fuera puede aparecer como adoración, pero al fin y al cabo es el corazón el que
decide cuál es la posición en la que es puesto el que es honrado mediante la inclinación.

Entonces ¿fue Yeshúa adorado por los sabios de Babilonia, el hombre que había nacido
ciego y que había sido sanado, el hombre endemoniado, los discípulos en la barca y
después de la resurrección, y será adorado por los ángeles al ser introducido de nuevo en
el mundo?

Dejo que el lector mismo dé la respuesta.

El hecho es que no se puede probar con las Escrituras que Yeshúa recibió la misma
adoración como el Padre, ni siquiera en la revelación más clara que tenemos del culto
celestial.

El argumento que se basa en los textos que dicen que Yeshúa fue adorado y por eso
tiene que ser el Eterno no resiste ante un estudio más minucioso de las Escrituras.

15
Capítulo 8 – La preexistencia del Mesías y su importancia en la creación
En el capítulo anterior vimos que la palabra “proskuneo” en los textos griegos de los Escritos
Apostólicos (NT) tiene el mismo significado que la palabra hebrea “hishtajavá” en el Tanaj
(AT) y es usada de manera similar. Las palabras pueden significar tanto adoración al Eterno
en el culto sacrificial como el hecho de inclinarse ante Él. Pero también puede expresar una
muestra física de profunda reverencia ante los representantes del Eterno y otros hombres
elevados.
La actitud del corazón es decisiva cuando se trata de reconocer la posición a aquella persona
que es objeto de este tipo de reverencia. Por eso el argumento que dice que Yeshúa tiene que
ser el Eterno por haber sido “adorado” no resiste ante un estudio más profundo.

En este capítulo vamos a estudiar los textos que hablan de la preexistencia del Mesías y Su
importancia en la creación.

El proyecto Mesías – el plan maestro eterno para la creación

En Génesis 1:1 está escrito:

“En el principio creó Elohim los cielos y la tierra” (Trad. mía)

En Juan 1:1 está escrito:

“En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.”
(LBLA)

En Miqueas 5:2 (v. 1 en el texto heb.) está escrito:

“Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me
saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos
antiguos, desde los días de la eternidad.” (LBLA)

Un Midrash1 dice:

"Desde el principio de la creación del mundo el rey Mesías nació, porque él entró en la mente
(de Dios) incluso antes de que el mundo fuera creado".

¿Qué había antes del principio? Sólo uno, Elohim. Sin embargo, dentro de Elohim había
planes, que estaban allí desde la eternidad, en un estado sin tiempo, puesto que a partir de la
creación de todo, empezó el tiempo. Todo lo que estaba dentro del Creador antes de la
creación, está fuera del tiempo, pero no como algo existente, como nosotros lo entendemos,
sino como parte de un pensamiento, un consejo, un plan o un proyecto. Ese plan maestro es la
Palabra, la Torá, que el Único Eterno con Su sabiduría infinita ha compuesto desde la
eternidad, en un estado fuera del tiempo.

Según el Talmud,2 siete cosas fueron creadas antes de que el mundo fuese creado:

1
Pesikta Rabá 152b
2
Nedarim 39b, Pesajim 54a.
1. La Torá (Prov 8:22).
2. El arrepentimiento (Sal 90:2-3).
3. El huerto del Edén (el paraíso) (Gén 2:8).
4. Gehinom (el infierno) (Isa 30:33).
5. El trono de gloria (Sal 93:2).
6. El templo (Jer 17:12).
7. El nombre del Mesías (Sal 72:17).

El mundo fue creado con relación a estas siete cosas. La Torá es el plan arquitectónico de toda
la creación. El hecho de que se hable del arrepentimiento como algo que precede a la
creación, nos enseña que aunque El Eterno no había decidido de antemano que el hombre
pecara, Él ya había planeado una solución para el pecado del hombre, como también está
escrito en Revelación 13:8b:

“el Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.” (RV60)

En 1 Pedro 1:20 está escrito:

“Porque él estaba preparado desde antes de la fundación del mundo, pero se ha


manifestado en estos últimos tiempos por amor a vosotros” (LBLA)

En Hebreos 4:3b está escrito:

“las obras de El estaban acabadas desde la fundación del mundo.” (LBLA)

La palabra hebrea que en Génesis 1:1 ha sido traducida como En el principio es “bereshit”. Es
una palabra compuesta por dos palabras, “be” que significa dentro de, en, con, por medio de,
por causa de etc., y “reshít”,3 que significa primero (en lugar, tiempo, orden o rango),
primicia, inicio, principal, lo mejor etc. Según el diccionario Strong, esta última palabra viene
de la misma raíz que “rosh”4 que significa cabeza, parte superior, comienzo, jefe, principal,
gobernante, etc.
Según Rashí,5 en todos los lugares donde la palabra “reshit” aparece en las Escrituras, se halla
en el estado constructo6 en relación con el sustantivo que la sigue. La letra “tav” final en la

3
Strong H7225 rê'shîyth, ray-sheeth', From the same as H7218; the first, in place,
time, order or rank (specifically a firstfruit): - beginning, chief (-est), first (-fruits,
part, time), principal thing.
4
Strong H7218 rô'sh, roshe, From an unused root apparently meaning to shake; the
head (as most easily shaken), whether literally or figuratively (in many
applications, of place, time, rank, etc.): - band, beginning, captain, chapiter, chief
(-est place, man, things), company, end, X every [man], excellent, first, forefront,
([be-]) head, height, (on) high (-est part, [priest]), X lead, X poor, principal, ruler,
sum, top.
5
Rabí Shelomó ben Yitsjak (Francia 1064-1105 e.c). Uno de los exegetas medievales más
importantes. Su comentario sobre Jumash (el Pentateuco) es estudiado en cada Yeshivá
(colegio religioso de formación rabínica) en todo el mundo. Su obra reúne las
explicaciones rabínicas desde el Talmud, el Midrash, las tradiciones extra-talmúdicas, las
traducciones antiguas al arameo, llamadas Targumim y demás. Sus explicaciones del texto
palabra “Bereshit” muestra que está escrita en la forma constructo, dando el significado de
“principio de”. Ahora, la palabra que sigue es “bará”, que literalmente significa creó, y por lo
tanto no es un sustantivo, sino un verbo. Sin embargo, según Rashí, este verbo debe ser
entendido como el crear. La traducción literal de los dos primeros versículos sería entonces:

“En el principio del crear de Elohim los cielos y la tierra, cuando la tierra era
confusión y vacío, con oscuridad sobre la superficie del abismo y el aliento de Elohim
planeaba sobre la superficie de las aguas, entonces Elohim dijo: "Haya luz", y hubo
luz.”

Según esta interpretación, el primer versículo no explica el orden en que fueron creadas las
cosas. La luz fue una de las primeras cosas que hizo el Eterno, antes que el sol y las estrellas.
Fuentes judías antiguas relacionan tanto esta luz primaria, como el Espíritu que volaba sobre
la superficie de las aguas, con el Mesías, como se puede leer en un Midrash:7

Esta es la luz del Mesías... para enseñarte que el Eterno vio la generación del Mesías y Su
ministerio antes de la creación del mundo, y lo escondió... bajo Su trono de gloria. Hasatán le
preguntó: “Amo del mundo: ¿Para quién es esa luz debajo de Tu trono de gloria? Y el Eterno
respondió: “Ella está reservada para aquél que se encargará de aplastarte”.

Otro Midrash8 enseña:

Y el Espíritu de Elohim reposaba... (Gén.1:2), esto alude al espíritu del Mesías, que estuvo
moviéndose sobre la faz de las aguas.

En una de las reglas de interpretación del tercer nivel, en hebreo “drash”, “búsqueda”, se
comparan y se relacionan expresiones o palabras similares que aparecen en diferentes textos
en las Escrituras. La palabra “reshít” aparece casi 20 veces en el Jumash, y en más de 50
ocasiones en todo el Tanaj.9 Se usa en relación con el inicio de un reinado (Gén. 10:10); con
un hijo primogénito (Gén. 49:3; Deut. 21:17); con los primeros frutos de la tierra, las
primicias (Éx. 23:19; 34:26) etc. En Proverbios 8:22, la sabiduría, que es la Torá, es llamada
“el principio (reshít) de su camino”. En Jeremías 2:3, el pueblo de Israel es llamado “la
primicia (reshít) de sus frutos”.

En las Escrituras hay una relación muy íntima entre reshít y el Mesías. El Mesías es el Reshít
de todas las cosas, como está escrito en Colosenses 1:15-18:

hebreo tienen como propósito dar al lector un entendimiento de su sentido literal, en


hebreo “peshat”, que es el primer nivel de interpretación de las Escrituras. Con otras
palabras, él esta explicando qué es lo que quiere decir el texto de la Torá a simple vista.
6
Este fenómeno gramatical, llamado smijút en hebreo, es muy común en las Escrituras, y
construye una relación entre dos sustantivos, uno de los cuales está subordinado al otro, el
cual lo determina. Por ejemplo “simjat Torá”. La palabra “simjá” o “simjah” es una
palabra femenina que significa “alegría”. Cuando aparece en la forma constructa se
intercambia la letra “hey” final por una “tav”, para que tenga el significado de “alegría
de”. “Simjat Torá” significa literalmente “la alegría de la instrucción”.
7
Yalkut sobre Isaías 60.
8
Rav Shimón ben Lakish, en Bereshit Rabá 2:4
9
Conocido en el mundo cristiano como el Antiguo Testamento. Tanaj es una palabra
acróstica, compuesta por las tres primeras letras de los nombres de las tres partes del
canon hebreo, Torá (instrucción), Neviím (Profetas) y Ketuvim (Escritos).
“El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en El
fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e
invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado
por medio de El y para El. Y El es antes de todas las cosas, y en El todas las cosas
permanecen. El es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia; y El es el principio,
el primogénito de entre los muertos, a fin de que El tenga en todo la primacía.”
(LBLA)

En Revelación 3:14 está escrito:

“Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: "El Amén, el Testigo fiel y verdadero, el


Principio de la creación de Dios” (LBLA)

El Mesías no es solamente las primicias, el Reshít, de la creación, sino también de la


resurrección, como está escrito en 1 Corintios 15:20, 23:

“Mas ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que
durmieron... Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que
son de Cristo en su venida” (LBLA)

El Mesías es el proyecto que está detrás de todas las cosas creadas. El Mesías está en el
interior del Padre eterno desde la eternidad, como está escrito en Juan 1:18:

“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha
dado a conocer.” (RV60)

No está escrito que el Hijo estaba en el seno del Padre, sino en tiempo presente, está en el
seno del Padre. Como el Padre está fuera del tiempo, Su Hijo, que es el proyecto Mesías, está
fuera del tiempo, dentro del Padre, en la eternidad, en el presente continuo por toda la
eternidad, como también está escrito en Juan 3:13:

“Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que
está en el cielo.” (LBLA)

Observe que no está escrito que el Hijo del Hombre estaba en el cielo, sino está. Él está en el
cielo eternamente en un presente continuo. Cuando Yeshúa estaba en la tierra estaba al mismo
tiempo en el cielo. Su presencia en el cielo es eterna. Por eso está escrito en Juan 17:5, 24b:

“Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el
mundo existiera... la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la
fundación del mundo.” (LBLA)

El Eterno ha decidido gobernar el universo por medio del Mesías. Por lo tanto, la palabra
“reshít” también está relacionada en las Escrituras con el principio de un reinado. Es más, el
Mesías es la razón por la cual todas las cosas fueron creadas y para quién todo haya sido
hecho. El Eterno creó todas las cosas por medio del plan Mashíaj, y para Mashíaj, que más
adelante iba a ser manifestado como un ser viviente, como está escrito en 1 Juan 1:1-2:
“Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros
ojos, lo que hemos contemplado y lo que han palpado nuestras manos, acerca de la
Palabra de vida, pues la vida fue manifestada, y nosotros la hemos visto y damos
testimonio y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos
manifestó.” (LBLA)

En Juan 1:14 está escrito:

“Y la Palabra (la Torá, el plan maestro) fue hecha carne, y puso su cabaña entre
nosotros.” (Trad. mía)

Como hemos dicho, el prefijo hebreo “be” en la primera palabra de la Torá, “beReshít”,
significa en, por, en aras de, por causa de, etc. Esto nos enseña que Elohim creó los cielos y la
tierra en Reshít, o por causa de Reshít. Como hemos visto antes, Reshít es la Torá, Israel y el
Mesías. En realidad estos tres son uno. La Torá es el plan eterno por medio del cual el mundo
fue creado. Israel es el hijo primogénito del Eterno (Éx. 4:22; Os. 11:1). El Mesías es la Torá
manifestada como hombre (Jn. 1:14) y Él que reúne en sí a todo Israel (Mat. 2:15, Jn. 12:32).
Así que, todas las cosas fueron creadas por medio de la Torá y por causa de Israel. Y todo fue
creado por medio del Mesías y por causa del Mesías, como también está escrito en Juan 1:1-3:

“En el principio existía la Palabra (la Torá, el plan maestro), y la Palabra estaba con
Elohim, y la Palabra era elohim. Ella estaba en el principio con Elohim. Todas las
cosas fueron hechas por medio de ella, y sin ella nada de lo que ha sido hecho, fue
hecho.” (Trad. mía)

En Colosenses 1:16b está escrito:

“todo ha sido creado por medio de El y para El” (LBLA)

Esta Palabra preexistente, esta Torá, este proyecto Mashíaj, fue materializado poco a poco por
medio de la creación de todas las cosas. Pero aunque el Mesías no había sido manifestado
como un ser viviente, todas las cosas fueron preparadas por causa de él, y por causa de que él
iba a ser manifestado y elevado como gobernante sobre todas las cosas creadas. Por esto
podríamos traducir Génesis 1:1 también de esta manera:

“Por causa del Principal creó Elohim los cielos y la tierra.”

La primera letra de la Torá es bet, que significa casa. Por lo tanto podríamos entender el
primer versículo también de esta manera:

“Una casa para Reshít creó Elohim los cielos y la tierra.”

Esto nos enseña que los cielos y la tierra son la casa de Reshít, que es el Mesías. Casa y ropa
es esencialmente lo mismo. Por lo tanto, la creación es la ropa del Mesías, como está escrito
en el Salmo 102:25-27 (cf. Heb. 1:10-12):

“Desde la antigüedad tú fundaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos. Ellos
perecerán, pero tú permaneces; y todos ellos como una vestidura se desgastarán,
como vestido los mudarás, y serán cambiados. Pero tú eres el mismo, y tus años no
tendrán fin.” (LBLA)
El Mesías no creó el mundo – el mundo fue creado por medio de Él

Tome nota que las Escrituras no enseñan que todo fue creado por el Mesías sino en Él y por
medio de Él.10 El Mesías no fue el que creó sino el Eterno. El Eterno creó desde el plan
Mesías que tenía dentro de Sí mismo desde la eternidad, como está escrito en Colosenses
1:16:

“Porque en El fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra,
visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido
creado por medio de El y para El.” (LBLA)

Según Juan 1:3 el mundo fue hecho por medio de la Palabra, la Torá, el plan maestro, que
había estado con Elohim desde el principio, como está escrito:

“Todas las cosas fueron hechas por medio de El, y sin El nada de lo que ha sido
hecho, fue hecho.” (LBLA, NBLH11)

En Juan 1:10a está escrito:

“En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de El” (LBLA)

La palabra griega que en estos versículos ha sido traducida como por medio de es “día”. El
texto arameo Peshita usa la palabra “biydeh”12 que significa mano, a través de, cerca de.

En Hechos 2:22 está escrito:

“Varones israelitas, escuchad estas palabras: Jesús el Nazareno, varón confirmado


por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en medio
vuestro a través de (gr. “día”, aram. “bidyeh”) El, tal como vosotros mismos sabéis”
(LBLA)

Este texto muestra que fue el Eterno quien hizo los milagros y señales a través de Yeshúa.
Tanto el texto griego como el texto arameo utiliza la misma palabra aquí que en Juan 1:3, 10 y
1 Corintios 8:6 donde está escrito que todo fue hecho por medio de Él. Así que no fue Yeshúa
que hizo los milagros en sí mismo, sino el Eterno que estaba haciendo los milagros a través de
Él. Yeshúa es el Emisario del Eterno, Su Shaliaj, su Apóstol (Heb. 3:1). Nada de lo que hizo o
dijo Yeshúa vino de Él mismo, sino del Padre, como está escrito en Juan 5:19 y 14:10b:

“Por eso Jesús, respondiendo, les decía: En verdad, en verdad os digo que el Hijo no
puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que
10
Lamentable la versión Reina-Valera y otras no tradujo la palabra griega “día” como por medio de, a través
de, sino como por, dándole un sentido diferente a su significado principal. De esta manera da pie a que el
lector piense erróneamente que el Mesías sea el Creador.
11
Nueva Biblia de Los Hispanos
12
Esta palabra aramea aparece en 36 ocasiones en las Escrituras Apostólicas. Mat. 3:12;
Mar. 8:23; 9:27; Luc. 3:17; 9:7; 12:48; 13:17; 15:22; Jn. 1:3, 7, 10; 3:17; Hech. 2:22; 3:7;
7:25; 8:13; 13:11; 19:11; 23:19; 28:3, 4; Rom. 11:36; 1 Cor. 8:6 (2 veces); 2 Cor. 1:20;
Col. 1:16; 3:17; Heb. 2:10; 3:5; 7:25; 1 Jn. 4:9; Rev. 1:16; 2:1; 6:5; 10:2; 20:1.
hace el Padre, eso también hace el Hijo de igual manera… Las palabras que yo os
digo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí es el que
hace las obras.” (LBLA)

El mismo principio regía antes que Yeshúa fue hecho. La Palabra que existía desde el
principio como un plan y luego como una orden pronunciada, fue el medio a través del cual el
Padre creó todo. Cuando la Palabra luego fue hecha hombre, el Eterno seguía dirigiéndose por
el mismo patrón, el mismo principio.

En Hechos 7:25 está escrito:

“Pensaba que sus hermanos entendían que Dios les estaba dando libertad por medio
de (”día”/”biydeh”) él, pero ellos no entendieron.” (LBLA)

En Hechos 19:11 está escrito:

“Y Dios hacía milagros extraordinarios por mano de (”día”/”biydeh”) Pablo”

Estas palabras muestran que el Eterno utiliza Sus agentes para efectuar Sus obras poderosas.
Pero no son los agentes en sí que hacen estas obras, sino el Eterno a través de ellos. De la
misma manera sucede con el proyecto Mesías. Fue el Eterno que hizo todo a través de este
proyecto.

Así que, el Mesías no fue el Creador sino la herramienta del Creador. El Mesías es el origen,
el propósito y la meta que el Eterno tiene para la creación. No hay nada en la creación, tanto
invisible como visible, que esté fuera de este plan Mesías. Todo fue creado en Él, por medio
de Él y para Él.

La Palabra fue hecha carne y como hombre sufrió y superó todas las pruebas en obediencia,
hasta la muerte. A consecuencia de esto fue exaltado muy por encima de todo lo creado y
colocado en la posición que le había sido destinada desde la eternidad, desde antes de que
todo fuese creado. Por medio del Mesías Yeshúa el Eterno va a dirigir la creación para que
finalmente llegue a su destino originario. Todo, absolutamente todo, será puesto debajo del
señorío del Mesías y después Él mismo pondrá todo debajo de Su Padre para que Elohim sea
todo en todos, como está escrito en 1 Corintios 15:24-48:

“entonces vendrá el fin, cuando El entregue el reino al Dios y Padre, después que
haya abolido todo dominio y toda autoridad y poder. Pues Cristo debe reinar hasta
que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el último enemigo que
será abolido es la muerte. Porque DIOS HA PUESTO TODO EN SUJECION BAJO
SUS PIES. Pero cuando dice que todas las cosas le están sujetas, es evidente que se
exceptúa a aquel que ha sometido a El todas las cosas. Y cuando todo haya sido
sometido a El, entonces también el Hijo mismo se sujetará a aquel que sujetó a El
todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.” (LBLA)

En Efesios 1:9-10 está escrito:

“nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según el beneplácito que se propuso en


El, con miras a una buena administración en el cumplimiento de los tiempos, es decir,
de reunir todas las cosas en Cristo, tanto las que están en los cielos, como las que
están en la tierra.”

El Mesías es el camino – de dos direcciones

La Palabra, la Torá, el plan maestro, fue primero un pensamiento, luego una palabra hablada,
después una palabra escrita y finalmente fue hecha carne. Así que, la Palabra se ha
desarrollado según estos cuatro pasos:

1. La Torá pensada – eternamente antes del inicio del tiempo, el espacio y la materia.
2. La Torá hablada – en la creación de todas las cosas.
3. La Torá escrita – dada por medio de Moshé, los profetas y los apóstoles.
4. La Torá viviente – Yeshúa el Mesías.

Cuando está escrito en Juan 1:1 que la Palabra era elohim significa, entre otras cosas, que el
Eterno delegó toda Su autoridad a la Palabra invisible. Luego la delegó a la Palabra hablada,
después a la Palabra escrita y finalmente a la Palabra viva, el Verbo de vida (1 Jn. 1:1; Mat.
28:18; Jn. 5:22).

Como el Eterno delegó a la Torá toda Su autoridad, la Torá constituye el camino por medio
del cual el Eterno se comunica con la creación y por medio del cual la creación puede
comunicarse con el Creador. Y como el Mesías es la Torá viviente, Él es el camino por medio
del cual el Eterno se relaciona con lo creado y el camino en el cual nosotros podamos
relacionarnos con el Eterno, como está escrito en Juan 14:6b:

“Yo soy el camino… nadie viene al Padre sino por mí.” (LBLA)

En Colosenses 3:17 está escrito:

“Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor
Jesús, dando gracias por medio de (”día”/”bijdeh”) El a Dios el Padre.”

En Hebreos 7:25 está escrito:

“Por lo cual El también es poderoso para salvar para siempre a los que por medio de
(”día”/”bijdeh”) El se acercan a Dios, puesto que vive perpetuamente para interceder
por ellos.” (LBLA)

Y de la misma manera como nadie viene al Padre sino por ese camino, el Padre tampoco
podrá relacionarse con el mundo fuera de ese camino. Cuando el hombre se acerca al Eterno,
ve la Palabra, y a través de la Palabra, en todos sus diferentes estados de desarrollo, ve al
Eterno, porque la Palabra ejerce la función de elohim. De la misma manera, cuando el Eterno
se acerca al mundo, lo hace mediante Su delegado, Su Palabra, en todos sus diferentes estados
de desarrollo. La Palabra pensada, hablada, escrita y viviente es el medio de contacto entre el
Creador y la creación, no hay otro camino. Por medio de esa Palabra todas las cosas existen y
por medio de esa Palabra también todas las cosas se mantienen unidas, como está escrito en
Hebreos 1:3a:
“El es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene
todas las cosas por la palabra de su poder.” (LBLA)

En Revelación 19:13 está escrito:

“Y está vestido de un manto empapado en sangre, y su nombre es: El Verbo (la


Palabra) de Dios.” (LBLA)

Desde la perspectiva eterna

Como hemos dicho antes, la Palabra no fue un ser viviente desde el principio, la Palabra llegó
a ser un ser viviente. La Palabra no fue un hombre desde el principio, la Palabra llegó a ser un
hombre (Jn. 1:14). Pero como la Palabra fue planificada desde el principio para llegar a ser un
hombre, Yeshúa fue una realidad eterna dentro del Padre. Pero Yeshúa no fue una realidad en
este mundo hasta que fue creado en el vientre de su madre. Desde la perspectiva de nuestro
mundo limitado al tiempo, Yeshúa no existió hasta que fue creado en el vientre de su madre.
Pero desde la perspectiva del Eterno, fuera del tiempo, Yeshúa existía desde la eternidad y fue
amado y vestido de gloria.

Para el Eterno no existe ni futuro ni pasado. Por eso todos existen ante Él, tanto los que han
muerto como los que todavía no han llegado a ser. Por eso viven Avraham, Yitsjak y Yaakov
ante el Eterno a pesar de que ahora estén muertos. Por el hecho de que serán levantados de
entre los muertos están viviendo en el futuro delante del Eterno. Como el Eterno está en el
futuro, en su estado fuera del tiempo en un eterno presente, no sólo ve el tiempo cuando los
patriarcas vivan la vida de resurrección, sino Él está allí ahora y tiene comunión con los
patriarcas resucitados. Pero el Eterno no tiene comunión con los patriarcas estando muertos.
Por eso tiene que haber una resurrección para que Él pueda ser llamado el Elohim de
Avraham, Yitsjak y Yaakov. Porque Él no es un Elohim de muertos sino de vivos (Mat.
22:32).

Extractos del libro de Enoc

En el libro de Enoc13 se puede leer en el capítulo 46:1-6:14

13
El libro de Enoc lleva el nombre del varón que vivió en la séptima generación desde
Adam (Gén. 5:18, 22-24). El texto más conocido ha sido preservado en el idioma etíope,
pero también existen partes en arameo y griego. Este libro es llamado 1 Enoc por los
investigadores, y consideran que fue escrito en el primer siglo a.E.C. o más temprano.
También hay otras dos versiones que los investigadores llaman 2 Enoc y 3 Enoc. 2 Enoc
está escrito en el idioma eslavo antiguo y se data del primer silo E.C. 3 Enoc está escrito
en hebreo y hay los que consideran que los primeros 16 capítulos son muy antiguos,
aproximadamente desde del siglo IX a.E.C. Entre los rollos del Mar Muerto fueron
encontradas varias versiones casi completas de 1 Enoc en arameo, junto con algunos otros
escritos, que también son considerados como parte de las revelaciones de Enoc. El libro
de Enoc jugaba un papel importante en el pensamiento judío durante el primer siglo antes
de la Era Común. En Judas 14-15 hay una cita de él. La Iglesia Ortodoxa Etíope lo
considera como parte del canon, la Escritura inspirada.
14
La traducción castellana está sacada de http://es.wikisource.org/wiki/El_Libro_de_Enoc
1 Allí vi a alguien que tenía una Cabeza de los Días y su cabeza era blanca como lana; con Él
había otro, cuya figura tenía la apariencia de un hombre y su cara era llena de gracia como la
de los santos ángeles.
2 Le pregunté al ángel que iba conmigo y que me mostraba todas las cosas secretas con
respecto a este Hijo del Hombre: "¿Quién es éste, de dónde viene y por qué va con la
Cabeza de los Días?".
3 Me respondió y me dijo: "Este es el Hijo del Hombre, que posee la justicia y con quien vive
la justicia y que revelará todos los tesoros ocultos, porque el Señor de los espíritus lo ha
escogido y tiene como destino la mayor dignidad ante el Señor de los espíritus, justamente y
por siempre.
4 "El Hijo del Hombre que has visto, levantará a los reyes y a los poderosos de sus lechos y a
los fuertes de sus tronos; desatará los frenos de los fuertes y les partirá los dientes a los
pecadores;
5 derrocará a los reyes de sus tronos y reinos, porque ellos no le han ensalzado y alabado ni
reconocieron humildemente de dónde les fue otorgada la realeza.
6 "Le cambiará la cara a los fuertes llenándolos de temor; las tinieblas serán su morada y los
gusanos su cama, y no tendrán esperanza de levantarse de esa cama, porque no exaltaron el
nombre del Señor de los espíritus.

En Enoc 48:1-6 se puede leer:

1 En ese lugar vi la fuente de la justicia, la cual era inagotable, y a su alrededor había muchas
fuentes de sabiduría, todos los sedientos bebían de ellas y se llenaban de sabiduría y
habitaban con los santos, los justos y los elegidos.
2 En ese momento ese Hijo del Hombre fue nombrado en presencia del Señor de los espíritus
y su nombre ante la Cabeza de los Días.
3 Ya antes de que el sol y los signos fueran creados, antes de que las estrellas del cielo
fueran hechas, su nombre fue pronunciado ante el Señor de los espíritus.
4 Él será para los justos un bastón en el que puedan apoyarse y no caer; será luz para las
naciones y esperanza para los que sufren.
5 Todos los que habitan sobre la tierra se prosternarán y lo adorarán; alabarán,
bendecirán y celebrarán con canciones al Señor de los espíritus.
6 Por tal razón ha sido él Elegido y reservado ante Él, desde antes de la creación del
mundo y para siempre.

Aunque este escrito no es parte del canon judío, nos da una idea de cómo era el pensamiento
del judaísmo del segundo templo, antes y durante el tiempo de Yeshúa. Observe que aquí dice
que el nombre del Hijo del Hombre fue mencionado antes de que las luces celestiales fueran
hechas.

Las palabras de que todos en la tierra tendrán que prosternarse y reverenciarle y alabar y
bendecir al Señor de los espíritus concuerdan bien con Filipenses 2:9-11, donde está escrito:

“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre
todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están
en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que
Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” (RV60)

Las palabras del libro de Enoc, acerca del Hijo del Hombre que fue escogido y escondido ante
el Eterno antes de que el mundo fuese creado, concuerdan bien con la doctrina judía que
mencionamos antes, acerca de la luz primaria, que fue escondida debajo del trono de gloria
para luego ser entregada al que iba a aplastar a satanás. Esto concuerda también con 1 Juan
1:2 donde está escrito:
“pues la vida fue manifestada, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os
anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó” (LBLA)

La canción de la Sabiduría

En Proverbios 8:22-31 está escrito:

“El SEÑOR me poseyó al principio de su camino, antes de sus obras de tiempos


pasados. Desde la eternidad fui establecida, desde el principio, desde los orígenes de
la tierra. Cuando no había abismos fui engendrada, cuando no había manantiales
abundantes en aguas. Antes que los montes fueran asentados, antes que las colinas,
fui engendrada, cuando El no había hecho aún la tierra y los campos, ni el polvo
primero del mundo.
“Cuando estableció los cielos, allí estaba yo; cuando trazó un círculo sobre la faz del
abismo, cuando arriba afirmó los cielos, cuando las fuentes del abismo se afianzaron,
cuando al mar puso sus límites para que las aguas no transgredieran su mandato,
cuando señaló los cimientos de la tierra, yo estaba entonces junto a El, como
arquitecto; y era su delicia de día en día, regocijándome en todo tiempo en su
presencia, regocijándome en el mundo, en su tierra, y teniendo mis delicias con los
hijos de los hombres.” (LBLA)

El versículo 12 nos muestra que esta escritura está hablando de la sabiduría. La sabiduría está
presentada en Proverbios de una manera poética, como si fuera una mujer (7:4, c.f. Mat 11:19;
Luc. 11:49).

Según una interpretación usual del mundo cristiano este texto está hablando del Mesías y
constituye una evidencia de que Él fue un ser consciente y eterno antes de que todo fuera
creado y por lo tanto es una de las personas de la Deidad.

Sin embargo, hay varios argumentos que hablan fuertemente en contra de una interpretación
semejante:

• La sabiduría no es una persona. El texto es poético y por lo tanto no debe ser


interpretado literalmente.
• La sabiduría es presentada como una mujer, no un hombre. Si el texto hubiera querido
hablar del Mesías como persona hubiera utilizado la forma masculina, no la femenina.
• La sabiduría dice de sí misma que es una posesión del Eterno al principio, pero no dice
que ella es el Eterno.

En el texto griego de Septuaginta está escrito en el versículo 22 que la sabiduría fue creada.
La misma palabra griega aparece en Génesis 14:19, 22; Deuteronomio 4:32; 32:6 y otros.15
También en la traducción al arameo, Peshita, está escrito en el Proverbios 8:22 que la
sabiduría fue creada.

15
La misma palabra que LXX utiliza en Proverbios 8:22 aparece también en los textos
griegos de los escritos apostólicos en los siguientes versículos: Mar. 13:19; Rom. 1:25; 1
Cor. 11:9; Ef. 2:10, 15; 3:1; 4:24; Col. 1:16; 3:10; 1 Tes. 4:3; Rev. 4:11; 10:6.
Preexistencia inconsciente

Hay varios ejemplos en las Escrituras de cómo el Eterno haya escogido y apartado hombres
mucho antes de que fueran hechos en el seno materno.

En Jeremías 1:5 está escrito:

“Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí, y antes que nacieras, te


consagré, te puse por profeta a las naciones.” (LBLA)

En Efesios 1:4-5 está escrito acerca del pueblo judío:

“según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos
y sin mancha delante de El. En amor nos predestinó para adopción como hijos para sí
mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad” (LBLA)

El hecho de que todos estos hombres hayan sido escogidos y apartados mucho antes de ser
formados no significa que entonces estuvieran en un estado consciente. Ni el profeta Jeremías
ni el resto del pueblo judío pueden decir que tenían una preexistencia consciente mucho antes
de ser engendrados. Sin embargo, ellos estaban en el interior del Eterno, en Su plan eterno que
ya existía antes de que el mundo fuera hecho. De la misma manera fue con el Mesías.

Un niño preguntó a su madre de dónde venía. Su mamá le dijo que había estado en su vientre
antes de nacer. “¿Y dónde estaba yo antes de estar en tu vientre?”, preguntó el niño.
“Entonces estabas en el corazón del Eterno” le contestó su madre.

En el Salmo 139:16 está escrito:

“Tus ojos vieron mi embrión, y en tu libro se escribieron todos los días que me fueron
dados, cuando no existía ni uno solo de ellos.” (LBLA)

Si el Eterno pensó y escribió un plan de antemano para todos los hombres, ¡cómo no lo haría
para el Mesías, Su Hijo amado!

Así que, cuando Yeshúa dice que una gloría le había sido dada y que había sido amado por el
Padre ya antes de que el mundo existiera, no tiene que significar que él haya tenido una
existencia consciente. Lo mismo sucede cuando dice que él fue antes que Avraham, como está
escrito en Juan 8:58b:

“De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.” (RV60)

Pero ¿no estaba Avraham entre los que habían sido escogidos ya antes de la fundación del
mundo? Ciertamente que sí, pero Yeshúa fue antes que Avraham en el pensamiento del
Eterno y antes que Avraham fuese hecho en el vientre de su madre. Esto nos enseña que
Yeshúa no fue hecho desde Avraham sino Avraham desde Adam HaKadmón, el Adam
anterior, el plan maestro que estaba en el Eterno desde siempre. Por eso Avraham y todos los
demás fieles en el pueblo del pacto fueron escogidos en el Mesías para ser apartados y sin
mancha (Ef. 1:4). El Mesías precedía a todo lo demás en el plan maestro del Eterno y por
medio de Él y a parir de Él fueron creados todos.
¿Dijo Yeshúa realmente Yo Soy?

Numerosos intérpretes cristianos ven en la expresión yo soy una alusión al Nombre con el cual
el Eterno se presenta en Éxodo 3:14. Sin embargo, en el texto original hebreo de Éxodo no
está escrito yo soy, sino el verbo ser en futuro, “ehiyé” – seré – que comúnmente se traduce
como Yo soy.

Si vamos al texto griego de los Escritos Apostólicos, que es la base de las traducciones
castellanas, vemos que la expresión “ego eimi”, que en Juan 8:58 fue traducido como yo soy,
aparece en unos 40 lugares más, y no sólo en la boca de Yeshúa. Mencionaremos algunos
ejemplos:

En Mateo 24:5; Marcos 13:6 y Lucas 21:8 Yeshúa está profetizando que van a venir muchos
en Su nombre diciendo Yo soy (“ego eimi”) el Mesías y engañar a muchos.

En Juan 9:9 está escrito acerca del hombre que había nacido ciego y que había sido sanado
por medio de Yeshúa:

“Unos decían: El es; y otros decían: No, pero se parece a él. El decía: Yo soy (“ego
eimi”).” (LBLA)

En Hechos 10:21 está escrito:

“Pedro descendió a donde estaban los hombres, y les dijo: He aquí, yo soy (“ego
eimi”) el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido?” (LBLA)

Vemos, por tanto, que la expresión “ego eimi” es utilizada como traducción no sólo de las
palabras de Yeshúa, sino también de otras personas. Ni el hombre que había nacido ciego y
luego fue sanado, ni Pedro, tenían en mente el Nombre del Eterno cuando dijeron que fueron
ellos.

En Juan 8:58, el texto arameo, Peshita, usa la palabra “aiytay” la cual es un substantivo y se
traduce como es. Esta palabra aparece unas veinte veces en el texto Peshita de los Escritos
Apostólicos.16 Tampoco esta palabra fue usada sólo para palabras de Yeshúa sino también
para las de otros hombres cuando hablan de sí mismos, por ejemplo Zacarías (Luc. 1:18), Juan
el bautista (Jn. 1:21), Pablo (Rom. 7:25; 1 Cor. 9:2, 21; 15:10) y otros. Por lo tanto, el texto
arameo tampoco da evidencia alguna de que lo que dijo Yeshúa en Juan 8:58 fuera una
alusión al Nombre del Eterno porque la misma expresión aparece en la boca de varias otras
personas.

¿En qué idioma hablaba Yeshúa cuando estaba delante de sus conciudadanos judíos en Juan
8?

16
Mar. 14:7; Luc. 1:18, 22:27; Jn. 1:21, 7:34, 36, 8:58, 12:26, 13:13, 14:3; Rom. 7:25, 1
Cor. 9:2, 9:21, 15:10; 1 Jn. 2:6; Rev. 1:17, 18; 19:10; 22:9.
El griego es totalmente descartado porque el griego no fue el idioma que los judíos utilizaban
para comunicarse mutuamente en la tierra de Israel.17 Por eso Yeshúa no utilizó la expresión
“ego eimi” que está escrita en la traducción griega de Juan 8:58. Él no dijo Yo Soy en griego.

El texto griego utiliza exactamente la misma expresión en Juan 8:58 y otros,18 donde Yeshúa
enfatiza que se trata de él, que cuando el ciego dice que es él en Juan 9:9. Si la expresión
griega “ego eimi” fuera una alusión a Éxodo 3:14 cuando Yeshúa habla de sí mismo, si
seguimos las reglas de interpretación, debería serlo también cuando el ciego habla de sí
mismo exactamente de la misma manera, todo esto en el supuesto caso de que hablaran en
griego.

Pero si es prácticamente imposible que Yeshúa hablara en griego con sus conciudadanos
judíos, ¡cuánto más imposible será que un ciego que no había tenido posibilidad de ir al
colegio y aprender a leer y escribir, hablara en un idioma extranjero!

Por lo tanto, no podemos basarnos en los textos griegos para analizar lo que salió de la boca
de nuestro Maestro cuando dijo que era él.

Aunque lo más probable es que Yeshúa haya hablado en hebreo, vamos a suponer que hablara
en arameo, lo cual sería posible porque el arameo fue la lengua franca en ese tiempo que se
hablaba en todo el área desde Mesopotamia hasta Mitsrayim. Entonces, según el texto arameo
Peshita, hubiera utilizado el sustantivo “aiytay” (alef, yud, tav, yud) que viene de la raíz alef,
yud, tav. Si analizamos el texto arameo de Éxodo 3:14 encontramos palabras completamente
diferentes. Allí no se tradujeron los nombres hebreos con los cuales el Eterno se presentó, sino
está escrito: “ahiah” (alef, hey, yud, hey) que es una transliteración de la palabra original
hebrea “ehié” (alef, hey, yud, hey) que significa seré o estaré. La palabra hebrea “ehié”, que
aparece tres veces en Éxodo 3:14, no está escrita en presente y, por lo tanto, no significa Yo
Soy, sino está escrita en futuro y significa seré o estaré.

La misma palabra aparece, entre otros lugares, en Génesis 26:3; 31:3, donde el Eterno
promete que va a estar con Yitsjak y con Yaakov y en Éxodo 4:12, 15, donde el Eterno dice a
Moshé que va a estar con su boca y en Deuteronomio 31:23; Josué 1:5, 3:7, donde el Eterno
promete que va a estar con Yehoshúa (Josué).

La traducción aramea utiliza en estos textos la palabra “ehve” con la raíz hey, vav, alef, que
significa seré o estaré. Tiene el mismo significado que en hebreo. Sin embargo, la raíz de la
palabra “iytay” que aparece en Juan 8:58 y otros, es alef, yud, tav. Por lo tanto, se trata en este
caso de una palabra totalmente diferente con una raíz completamente diferente.

Si la palabra utilizada en Juan 8:58 es otra totalmente diferente a la de Éxodo 3:14 ¿entonces
qué relación hay entre los textos?

En las versiones hebreas de los Escritos Apostólicos, que han sido traducidas del griego, en
Juan 8:58 se utiliza la expresión “ani haiti” que significa yo era o yo fui.

17
Ver Hech. 21:37, 40; 22:2.
18
Mat. 14:27; 26:22, 25; Mar. 13:6; 14:62; Luc. 22:70; Jn. 6:20; 8:24, 28, 58; 13:19; 18:5
etc.
Contrario a esto, en las versiones hebreas de Juan 8:24 y otros,19 aparece la expresión “ani hu”
que literalmente se traduce como yo [soy] él y se entiende como soy yo o yo lo soy. Observe
que el verbo ser o estar ni siquiera aparece en la boca del Maestro porque no se usa ni en el
hebreo ni en el arameo en tiempo presente.

Pero en Éxodo 3:14 se utiliza el verbo “lihiot” – ser, estar – en el futuro – “ehié” – seré,
estaré, que todas las versiones cristianas que he visto, han traducido como Yo soy. A pesar de
esto, es evidente que el verbo ser o estar es lo esencial en este versículo, sí, es el mismo
núcleo de aquel Nombre con el cual el Eterno se presenta a Sí mismo. Pero como Yeshúa
hablaba en hebreo o en arameo ¡ni siquiera utilizó el verbo ser en el presente cuando dijo que
era él! Así que, cuando Yeshúa dice “ani hu” – yo él – o “de’na ‘na” – yo yo – no podemos
encontrar ninguna relación con el Eterno, que en Éxodo 3:14 se presenta con el verbo ser en
futuro “ehié” – seré.

Entonces ¿en qué se basan los que dicen que la expresión yo soy de Yeshúa es una alusión a
Éxodo 3:14 cuando ni en el hebreo ni en el arameo hay tales alusiones? ¿Será que se basan en
la traducción de Seputaginta de Éxodo 3:14? Allí aparece al principio la frase griega “Ego
eimi ho on”, que significa Yo soy el existente.20 ¿Será que los intérpretes cristianos se hayan
basado más en una traducción al griego de las Escrituras hebreas para hacer su exégesis, que
en las palabras hebreas originales y las lenguas semíticas en que hablaron Yeshúa y sus
emisarios?

Si estudiamos la siguiente tabla podemos comparar los diferentes textos en los tres idiomas.

Texto \
Versión Hebreo Arameo Griego
Éxodo 3:14

Transliteración Ehiè asher ehiè… Ehiè Ahiah ashar ahiah… Ahiah Ego eimi ho on… Ho on
Las palabras no significan nada en
Traducción Seré el que seré… Seré Yo soy el existente… El existente
arameo. Son transliteradas del hebreo.
Juan 8:24

Transliteración Ani hu De‘na ‘na Ego eimi


Traducción Yo [soy] él Yo yo Yo soy
Juan 8:58

Transliteración Ani haiti Ena iytay Ego eimi


Traducción Yo era Yo soy Yo soy

Observe que en las traducciones griegas de los tres textos aparece la misma expresión “ego
eimi”, mientras que, ni en el hebreo ni en el arameo, se encuentra ninguna relación entre los
tres textos, porque en cada versículo se usan diferentes palabras.

19
Mat. 14:27; 24:5; Mar. 13:6; 14:62; Luc. 21:8; 22:70; Jn. 6:20; 8:18; 24, 28; 10:7; 13:19;
18:5, 6, 8 etc.
20
En griego ο ων (“ho on”) – el que es, el existente – donde ων es un participo presente de
ει μί (”eimi”) – ser, existir.
La pregunta es si la interpretación de una relación entre las palabras del Maestro y el Nombre
del Eterno se ha basado en la traducción dudosa de la palabra “ehié” como Yo soy en Éxodo
3:14 en lugar de ir a la fuente hebrea de las Escrituras.

En el caso de que fuera así, tendríamos aquí otro ejemplo de la importancia de ir al origen
semítico de la revelación celestial y no basarnos en las traducciones para no sacar
conclusiones equivocadas que pueden, en su peor caso, producir consecuencias catastróficas.

La Septuaginta fue considerada por los padres de la Iglesia como divinamente inspirada21 y
pregunto si esta no es la razón principal por la que esta interpretación equivocada se haya
producido.

Sin embargo, es posible trazar la expresión griega “ego eimi” – yo soy – a la expresión hebrea
“ani hu” – yo [soy] él – si uno se basa en los textos donde la Septuaginta ha traducido “ani
hu” como “ego eimi”.22 Vamos a ver algunos ejemplos de ellos:

En Deuteronomio 32:39 está escrito:

“Ved ahora que yo, yo soy (”ani hu”/”ego eimi”), y no hay dioses conmigo; yo hago
morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano.”
(LBLA)

En Isaías 46:4 está escrito:

“Y hasta la vejez yo mismo (”ani hu”/”ego eimi”); y hasta las canas, yo os soportaré.
Yo hice, yo llevaré, yo soportaré, y guardaré.” (LBLA)

En Isaías 48:12 está escrito:

“Oyeme, Jacob, y tú, Israel, llamado mío: Yo mismo (”ani hu”/”ego eimi”), yo el
primero, también yo el postrero.” (LBLA)

En estos casos vemos que hay una relación entre la expresión hebrea “ani hu” y la expresión
griega “ego eimi”. En todos estos casos el Eterno está utilizando esta expresión para destacar
quién es Él. De esto se podría sacar la conclusión, como lo hacen muchos teólogos cristianos,
que Yeshúa estaba aludiendo al Nombre del Eterno cuando en Juan 8:24 y otros lugares,
utilizó una expresión similar, como está escrito:

“Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy
(”ani hu”/”ego eimi”), en vuestros pecados moriréis.” (RV60)

21
La Enciclopedia Católica escribe: ”San Jerónimo debe su lugar en la historia de los estudios exegéticos
principalmente a sus revisiones y traducciones de la Biblia. Hasta alrededor de los años 391 y 392, él consideró la
traducción de la Septuaginta como inspirada. Pero el progreso de sus estudios Hebraicos y sus relaciones con rabinos le
hicieron abandonar esa idea, reconociendo como inspirado únicamente el texto original. Fue alrededor de este periodo
que emprendió la traducción del Antiguo Testamento del Hebreo. Pero su reacción contra las ideas de su tiempo fue
demasiado lejos, y se hizo blanco de reproches por no tener en suficiente consideración la Septuaginta. Esta última
versión fue elaborada desde un texto hebreo, mucho más antiguo y más puro, que el que estaba en uso a finales del siglo
cuarto. Por lo tanto, era necesario tomar en cuenta la Septuaginta en cualquier intento de restauración del texto del
Antiguo Testamento.”
De http://www.enciclopediacatolica.com/j/jeronimo.htm
22
Deut. 32:39; Isa. 41:4; 43:10; 46:4; 48:12; 52:6.
En Juan 8:28 está escrito:

“Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces
conoceréis que yo soy (”ani hu”/”ego eimi”), y que nada hago por mí mismo, sino que
según me enseñó el Padre, así hablo.” (RV60)

Al traducir “ego eimi” como YO SOY, con mayúsculas, como lo hacen algunas versiones
castellanas en estos textos, automáticamente son dirigidos los pensamientos a una traducción
dudosa de Éxodo 3:14, y así el lector es engañado a asociar su pensamiento a algo que el texto
original no dice. Hubiera sido mejor traducir “ego eimi” como soy yo para no engañar a los
lectores a relacionar dos textos que no tienen ninguna relación gramatical en el idioma
original.

Si Yeshúa hubiera hablado en arameo habría utilizado, según el texto arameo Peshita de los
Escritos Apostólicos, la expresión “de’na ’na” o “’na ’na” que significa yo [soy] yo. Y como
estas expresiones son las traducciones de la expresión hebrea “ani hu”, cabe también la
posibilidad de encontrar una conexión entre lo que Yeshúa dice de sí mismo en Juan 8:24, 28
y otros, y los textos del Tanaj donde el Eterno dice “ani hu” de Sí mismo.23

No obstante, hay un problema que surge con esta interpretación por causa de aquellos textos
donde otras personas utilizan la misma expresión, tanto en hebreo, arameo como en griego.

En 1 Crónicas 21:17 está escrito:

“Y David dijo a Dios: ¿No soy yo (”ani hu”/”ana huv”/”ego eimi”) el que ordenó
enumerar al pueblo? Ciertamente yo soy el que ha pecado y obrado muy
perversamente, pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Oh SEÑOR, Dios mío, te ruego
que tu mano sea contra mí y contra la casa de mi padre, pero no contra tu pueblo,
para que no haya plaga entre ellos.” (LBLA)

En Lucas 21:8 está escrito:

El entonces dijo: Mirad, no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre,


diciendo: Yo soy (”ani hu”/”de’na ’na”/”ego eimi”); y, el tiempo está cerca: por tanto,
no vayáis en pos de ellos. (RV09)

En Juan 9:8-9 está escrito:

“Entonces los vecinos y los que antes le habían visto que era mendigo, decían: ¿No es
éste el que se sentaba y mendigaba? Unos decían: El es; y otros decían: No, pero se
parece a él. El decía: Yo soy (”ani hu”/”de’na ’na”/”ego eimi”).” (LBLA)

He aquí dos o tres testimonios que hablan de que hombres comunes utilizan la expresión ”ani
hu”/”de’na ’na”/”ego eimi”. Por lo tanto, esta expresión no constituye una evidencia de que
Yeshúa tendrá que ser el Eterno por haberla utilizado cuando hablaba de Sí mismo.

¿Entonces qué quería decir Yeshúa cuando utilizaba la expresión yo soy o soy yo?

23
Deut. 32:39; Isa. 41:4; 43:10; 46:4; 48:12; 52:6, etc. Éxodo 3:14 no se encuentra entre
ellos por las razones que ya hemos explicado.
Si analizamos los contextos en los Escritos Apostólicos donde aparece la expresión, vemos
que hay una alusión clara al Mesías esperado, como está escrito en Marcos 14:61-62:

“Mas El callaba y nada respondía. Le volvió a preguntar el sumo sacerdote,


diciéndole: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Jesús dijo: Yo soy (”ani hu”/”’na
’na”/”ego eimi”); y veréis al HIJO DEL HOMBRE SENTADO A LA DIESTRA DEL
PODER y VINIENDO CON LAS NUBES DEL CIELO.” (LBLA)

En Mateo 24:5 está escrito:

“Porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: "Yo soy (”ani hu”/”de’na ’na”/”ego
eimi”) el Cristo", y engañarán a muchos.” (LBLA)

En Juan 4:25-26 está escrito:

“La mujer le dijo: Sé que el Mesías viene (el que es llamado Cristo); cuando El venga
nos declarará todo. Jesús le dijo: Yo soy (”ani hu”/”’na ’na”/”ego eimi”), el que habla
contigo.”

Vemos en esto textos que el concepto yo soy está relacionado con el concepto Mesías. Por
eso, cuando Yeshúa dijo “ani hu” o ”de’na ’na” de sí mismo, no debemos asociarlo con el
Nombre del Eterno sino con el Mesías prometido que todos estaban esperando.

Consecuentemente no podemos encontrar evidencias de que Yeshúa haya dicho que Él era el
Eterno antes de que Avraham naciera. Sin embargo, podemos decir, a base de un fundamento
sólido, que Él dijo que era el prometido Mesías mucho antes de que Avraham fuera hecho.

Conclusión

En este capítulo hemos hablado de la unanimidad del testimonio de las Escrituras y otros
escritos judíos en cuanto a la preexistencia del Mesías, antes de la creación del mundo, lo cual
también significa que Él existía eternamente antes del inicio del tiempo. El Mesías estaba en
el interior del Padre desde la eternidad, pero desde el principio no fue un ser consciente sino
un pensamiento, un proyecto, por medio del cual el Eterno creó todo. El Mesías es el plan
maestro para toda la creación y el Eterno creó todo pensando en Él y por causa de Él. Sin
embargo, el Mesías no fue el Creador sino el medio a través del cual el Eterno creó todo, tanto
lo invisible como lo visible. La Palabra, la Torá, se desarrolló después de haber sido un
pensamiento, para ser una palabra pronunciada por medio de la cual todo fue hecho y es
sostenido. Luego, la Palabra fue enviada como Escritura y finalmente fue un ser viviente en el
hombre Yeshúa. Este hombre fue ungido para ser aquel Mesías que había sido creado para
ser. Después de haber vencido en todas las pruebas y haber sido obediente hasta la muerte, fue
levantado y deificado e investido de aquella inmortalidad y aquella gloria que le habían sido
reservadas desde la eternidad, desde antes de la existencia del tiempo. Como hombre
divinizado fue puesto para gobernar sobre toda cosa creada porque todo fue creado para ser
puesto bajo Sus pies. Cuando finalmente haya reinado como el representante del Eterno hasta
que todos Sus enemigos hayan sido puestos debajo de sus pies, Él mismo entregará toda la
creación bajo el reinado del Eterno para que todos puedan ser totalmente llenos de toda la
plenitud de Elohim, en conformidad perfecta con el propósito inicial para la creación.
También hemos visto que la Palabra, en todas sus facetas de desarrollo, es el único camino de
comunicación que hay entre el Creador y la creación.

Finalmente al basarnos en los textos bíblicos semíticos vimos como la expresión yo soy en la
boca de Yeshúa no está relacionada con el Nombre del Eterno sino con el Mesías prometido.

Grandes problemas surgen cuando uno promueve la idea de un Mesías que es Elohim venido
en carne. Entonces, por un lado se contradicen los textos claros del Tanaj que establecen que
Elohim no es hombre y, por el otro lado, se está poniendo en la boca de Yeshúa algo que Él
nunca dijo de Sí mismo y de esa manera uno le convierte en un falso testigo.

En Números 23:19 está escrito:

“Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo
ha dicho El, y no lo hará?, ¿ha hablado, y no lo cumplirá?” (LBLA)

En 1 Samuel 15:29 está escrito:

También la Gloria de Israel no mentirá ni cambiará su propósito, porque El no es


hombre para que cambie de propósito. (LBLA)

En Job 9:32 está escrito:

Porque El no es hombre como yo, para que le responda, para que juntos vengamos a
juicio. (LBLA)

En Oseas 11:9 está escrito:

No ejecutaré el furor de mi ira; no volveré a destruir a Efraín. Porque yo soy Dios y


no hombre, el Santo en medio de ti, y no vendré con furor. (LBLA)

Es grave creer, basado en Juan 8:24, que uno tendrá que morir en sus pecados si uno no cree
que Yeshúa sea el Eterno, como la Biblia de las Américas tradujo de esta manera:

“Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy,
moriréis en vuestros pecados.”

Creer que Yeshúa es Él no es lo mismo que creer que Él es el Eterno. El testimonio del resto
de las Escrituras no enseña que la salvación depende de la fe en la deidad de Yeshúa, sino si
uno cree en el testimonio del Eterno acerca de Yeshúa como el Mesías prometido, el Hijo de
Elohim que, según las Escrituras, tenía que sufrir, morir y ser resucitado al tercer día como un
sacrificio expiatorio por el pecado de todos los hombres, como está escrito en 1 Corintios
15:1-8, 11:

“Ahora os hago saber, hermanos, el evangelio que os prediqué, el cual también


recibisteis, en el cual también estáis firmes, por el cual también sois salvos, si retenéis la
palabra que os prediqué, a no ser que hayáis creído en vano. Porque yo os entregué en
primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a
las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
que se apareció a Cefas y después a los doce; luego se apareció a más de quinientos
hermanos a la vez, la mayoría de los cuales viven aún, pero algunos ya duermen; después
se apareció a Jacobo, luego a todos los apóstoles, y al último de todos, como a uno
nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí... Sin embargo, haya sido yo o ellos,
así predicamos y así creísteis.”

En Juan 20:31 está escrito:

“éstas (cosas) se han escrito para que creáis que Jesús (Yeshúa) es el Cristo (Mesías),
el Hijo de Dios; y para que al creer, tengáis vida en su nombre.” (LBLA)

Este es el fundamento de la salvación, queridos amigos, y no si uno cree que Yeshúa es el


Eterno.
Capítulo 9 – Traducciones que presentan al Mesías como Dios
En el capítulo anterior vimos que las Escrituras unánimemente testifican que el Mesías existía
dentro del Padre desde la eternidad, pero no como un ser consciente sino como un plan
maestro que el Eterno tenía dentro de sí mismo y por medio del cual y para el cual todo fue
creado. La Palabra eterna primeramente era un pensamiento, luego una palabra pronunciada,
después un texto escrito y finalmente fue hecha un hombre, el segundo hombre. Por causa de
su obediencia hasta la muerte, este hombre sin pecado, Yeshúa, fue resucitado, deificado y
exaltado para ocupar su lugar como Señor de la creación que le había sido designado desde la
eternidad.
En las Escrituras hay cuatro testimonios claros que dicen que el Eterno no es un hombre. Por
lo tanto, cuando Yeshúa utiliza la expresión que ha sido traducida como yo soy está hablando
de sí mismo como el Mesías y no está refiriendo al Nombre del Eterno.
La salvación eterna del hombre no se basa en reconocer a Yeshúa como el Eterno sino creer
en el testimonio del Eterno acerca de que Yeshúa es el Mesías prometido, el Hijo de Elohim,
que según las Escrituras tenía que sufrir, morir y ser resucitado al tercer día como un
sacrificio de expiación por el pecado de todos los hombres.

En este capítulo vamos a tratar unos textos donde las traducciones castellanas presentan al
Mesías como Dios.

Isaías 9:5-7

“Porque toda bota que calza el guerrero en el fragor de la batalla, y el manto


revolcado en sangre, serán para quemar, combustible para el fuego.
“Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará
sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios poderoso,
Padre Eterno, Príncipe de Paz.
“El aumento de su soberanía y de la paz no tendrán fin sobre el trono de David y
sobre su reino, para afianzarlo y sostenerlo con el derecho y la justicia desde
entonces y para siempre. El celo del SEÑOR de los ejércitos hará esto.” (LBLA)

Este texto habla del reino futuro eterno de paz en Israel que se extenderá sobre todo el mundo.
La persona clave para este reino de paz es el Hijo prometido, el Mesías.

Primero está escrito que un niño nos ha nacido, es decir al pueblo de Israel. Esto fue lo que
pasó cuando Yeshúa nació por medio de una mujer dentro del pueblo judío. Luego está escrito
que un hijo nos ha sido dado. Después de que el Padre escogiera y proclamara a Yeshúa como
su Hijo,1 especialmente por medio de la resurrección,2 fue quitado de nosotros durante un
tiempo para luego sernos entregado como un príncipe de paz para siempre. Recuerde que el
hecho de ser hijo no tiene que ver con esencia sino con una función.3

1
Luc. 1:35; Mat. 3:17; 17:5; 2 Ped. 1:17.
2
Rom. 1:4.
3
Compare con 1 Cor. 4:17 donde Pablo llama a Timoteo ”mi hijo amado”. En el texto arameo Peshita se
utiliza la misma palabra en 1 Cor. 4:17 que en los evangelios donde el Eterno dice que Yeshúa es su Hijo
amado, ”beri jabibá”. Esto no significa que Timoteo fuese el descendiente físico de Pablo sino su hijo en
cuanto a seguimiento y representación.
Este niño que nos fue nacido, este hijo que nos fue dado, tendrá un nombre compuesto por
ocho nombres. Será llamado “pele yoets el gibor aví-ad sar-shalom” – maravilloso consejero
poderoso (“El”) héroe padre de eternidad príncipe de paz. Un nombre implica una función, lo
cual significa que el Mesías tendría una tarea con ocho funciones que corresponden a este
nombre compuesto por estos ocho nombres que el Eterno le haya dado. Uno de los nombres
es la palabra hebrea “El” del cual hablamos en el capítulo dos. Allí vimos que la palabra
hebrea “El” en la mayoría de las veces es utilizada en las Escrituras para designar una
“deidad” y en algunas ocasiones para denotar “poder”.

En Génesis 31:29a está escrito:

“Poder (“El”) hay en mi mano para haceros mal.” (RV1960)

En Proverbios 3:27 está escrito:

“No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder (“El”) para
hacerlo.” (RV1960)

En Miqueas 2:1b está escrito:

“Al clarear la mañana lo ejecutan, porque está en el poder (“El”) de sus manos.”
(LBLA)

Estos tres textos constituyen tres testimonios acerca de que la palabra “El” no sólo se utiliza
para hablar del Eterno o un ser celestial sino también en el sentido “poder”.

Como hemos dicho en un capítulo anterior la forma plural de “El” es “Elim”, que nunca se
refiere al Todopoderoso, sino a otros seres poderosos, hombres, ángeles o dioses falsos.

En Job 41:25 (v 17 heb) está escrito:

“Cuando él se levanta, los poderosos (“Elim”) tiemblan; a causa del estruendo


quedan confundidos.”

Tome nota que aquí la palabra “Elim” fue traducida como “poderosos”. El contexto muestra
que no se trata de seres angelicales sino de hombres.

En el Salmo 29:1 está escrito:

“Salmo de David. Tributad al SEÑOR, oh hijos de los poderosos (“Benei Elim”),


tributad al SEÑOR gloria y poder.” (LBLA)

En el Salmo 89:6 (7 heb) está escrito:

“Porque, ¿quién en el firmamento se puede comparar al SEÑOR? ¿Quién entre los


hijos de los poderosos (“Benei Elim”) es como el SEÑOR.” (LBLA)

Aquí se usan las palabras “Benei Elim” que pueden ser traducidas como “seres poderosos” y
hablan de los seres angelicales que rodean el trono del Eterno, (c.f. Sal. 82).
Estos textos dan evidencia de que la palabra “El”, tanto en singular como en plural, puede
significar algo que no sea el Eterno mismo. Consecuentemente, cuando la palabra “El” es
utilizada en Isaías 9:6 como uno de los nombres del Mesías no constituye una evidencia de
que él sea el Eterno mismo. La palabra puede ser perfectamente entendida como refiriéndose
a un héroe poderoso sin que sea el Eterno.

Además el texto está hablando de que el Mesías tenía que nacer. Entonces es imposible
entender la palabra “El” como una alusión a que el Mesías sea “Dios” en el sentido absoluto,
porque el Eterno ni puede nacer ni morir.

Por otro lado, el Mesías podrá ejercer la función como elohim en el sentido juez, como hemos
mencionado anteriormente. No obstante, no he visto que las Escrituras utilicen el título “El”
para esa función sino sólo “Elohim”. Por lo tanto, no podemos basarnos en este texto para
afirmar que el Mesías haya recibido el nombre “El” para ejercer una función como “Dios” en
el sentido Juez supremo.

Por otro lado, se puede encontrar traducciones judías que son una alternativa, que de manera
diferente unen la palabra “El” con el Eterno.

D. Mandel tradujo Isaías 9:6 de la siguiente manera:4

“For to us a child is born, to us a son is given; and the government is upon his
shoulder; and his name shall be called "Wonderful counselor of the mighty God, of the
everlasting Father, of the Prince of peace.”

Traducido al castellano sería:

“Porque para nosotros un niño es nacido, para nosotros un hijo es dado; y el


gobierno está sobre su hombro; y su nombre será llamado: Maravilloso consejero del
poderoso Dios, del Padre eterno, del Príncipe de paz.”

Josef Shulam5 escribe en su comentario sobre la carta a los Romanos:

“El texto original en Isaías 9:6 habla de la figura mesiánica como “Maravilloso Consejero,
Poderoso Dios.” El pensamiento judío posterior tuvo dificultad para atribuir el propio nombre
de Dios a un ser humano, y encontró una solución textual al problema. Una descripción del
6
Mesías en 1QH 3:10 lee el texto de Isaías 9:6 como: “Maravilloso Consejero con su Poder.”
Este texto implica que el Mesías es (o será) el “consejero” de Dios, o que su tarea como
consejero estará unida al Poder de Dios. El autor posiblemente entendió las palabras “con el
poder de Dios” según la luz del Salmo 110:1, y creyó que el lugar del Mesías como el
Consejero de Dios estaría “a la diestra del Poder”. (pág. 308-309. Trad. mía.)

Así que, según la literatura de Qumrán se debe entender la palabra “El” como poder.

4
D. Mandel, Davka Corporation, www.davka.com.
5
Josef Shulam es un judío mesiánico que dirige Netivyah Bible instruction ministry en Jerusalén y sirve
como anciano en la congregación Roeh Israel, Jerusalem. Para más información ver
http://www.netivyah.org.
6
Uno de los textos que fueron encontrados en la primera cueva de Qumrán.
Mi convicción personal es que la palabra “El” debe ser entendida como un hombre poderoso,
porque el Mesías ha recibido toda autoridad en el cielo y en la tierra para poder ejercer su
ministerio como el gobernador del mundo, (ver Mat. 28:18).

Otra pregunta surge en cuanto a este texto. ¿Cómo es posible que un niño que es nacido y un
hijo que es dado obtenga el título de “padre eterno”? ¿No mencionan las Escrituras sólo el
Eterno como el Padre?

No, no lo hacen. Como el ser hijo es una función, también el ser padre es una función.
Encontramos el título padre en el relato de Yosef en Mitsrayim (Egipto). En Génesis 45:8
Yosef dice que Elohim le ha puesto como padre del Paró (Faraón). Según Rashí, la palabra
padre, en hebreo “av”, no solamente significa padre, sino también consejero, amigo y patrón.
Como Yosef fue puesto por padre de Paró, sin superarle o igualarle en autoridad, así Yeshúa
ha recibido de HaShem el título de “av” sin superarle o igualarle. Este título lo ha recibido
para siempre.

Observe también que el texto hebreo destaca que este Hijo será llamado con este nombre
multifacético. ¿Quién le da este nombre? Es el Eterno mismo. Esta función mesiánica de ser
“El Gibor”, poderoso héroe, y “Avi-Ad”, padre eterno, no es algo que el Hijo tenga en sí
mismo sino algo que le ha sido dado por el Eterno. Es el Eterno que le ha hecho Mesías e Hijo
para siempre con todas estas funciones y por eso Él le ha dado este nombre multifacético.

Así que, cuando este niño que nos nace y este hijo que nos es dado obtenga el título “padre
eterno” no significa que él sea una parte de la Deidad sino que él haya recibido una autoridad
delegada eternamente para oficiar como padre, es decir administrador, en su función como el
representante del Eterno.

De la misma manera como Yosef no fue Paró, Yeshúa no es el Eterno.

Juan 1:1-3, 14

“En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. El
estaba en el principio con Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de El, y sin
El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho…
“Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del
unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” (LBLA)

Este texto está basado en un manuscrito griego del evangelio de Juan. La palabra griega que
ha sido traducida como “el Verbo” es “logos” que significa palabra, dicho; doctrina,
enseñanza; cuenta.

Está claro que el significado de la palabra “logos” en las Escrituras no es el mismo que en la
filosofía griega. La palabra “logos” tiene que ser entendida desde el mundo terminológico
hebreo.

Una traducción del versículo 1 del texto arameo Peshita dice:7

7
Por José L. Hernández, Casa Editorial Hernández © 1992. Compare con la traducción inglesa de Etheridge
en http://www.aramaicpeshitta.com/AramaicNTtools/Etheridge/etheridge_john.htm.
“El verbo era en el principio. En verbo era con Alahja, Alahja era el verbo.”

La palabra que ha sido traducida como “verbo” es la palabra aramea “melto” que significa
palabra, habla, dicho, fallo, causa, asunto, cosa.8

La palabra hebrea correspondiente a “melto” es “davar” (dalet, bet, resh) que significa,
palabra, habla, dicho, vocablo, lenguaje, término; oráculo; promesa, orden, mandamiento;
acontecimiento, suceso, hecho, acción, porción, tarea; objeto, asunto, cuestión, negocio;
cuerpo, cosa, algo, nada.

El término arameo “memra” que significa “dicho” que aparece en muchas ocasiones en los
textos del Targum – las traducciones arameas parafraseadas del Tanaj (AT) – y la literatura
tradicional rabínica, es un término que se usa para explicar cómo el Eterno se revela a través
de su “palabra”.9

Según el Dr. David Stern,10 “logos” corresponde a la palabra aramea “memra”, que es un
término técnico teológico, que fue usado por los rabinos en los siglos anteriores y después de
Yeshúa, que habla de la expresión de Elohim mismo.

Pero a pesar de que hay muchas similitudes en este texto entre el término “Verbo” y la
expresión aramea “memra” no fue utilizada esta última en el texto Peshita sino “melto”. No
vamos a entrar en más detalles sobre este tema, solamente lo mencionamos de paso para el
interesado.

En el capítulo anterior hablamos de cómo el Eterno usa la Palabra para crear y comunicarse
con la creación. El Eterno utiliza la Palabra para expresarse. Esto significa, por lo tanto, que la
Palabra es la expresión de los pensamientos y voluntad más íntimos del Eterno. De esta
manera la misma Palabra se convierte en la expresión del Eterno. Consecuentemente la
Palabra es algo inseparable del Eterno. El Eterno es uno con Su palabra y de esa manera la
misma Palabra se convierte en el Eterno mismo, cómo Él se expresa. Como el Eterno sólo se
comunica por medio de la Palabra, entonces solamente la Palabra, en todas sus formas y
estadios de desarrollo (ver el capítulo anterior), constituye la expresión del Eterno. A pesar de
que el Eterno esté apartado y muy lejos de lo creado, puede relacionarse con lo creado, y esto
lo hace a través de la Palabra y únicamente a través de la Palabra. Solamente lo que el Eterno
expresa de sí mismo puede ser captado por lo creado. Por lo tanto la Palabra se convierte en lo
único que la creación pueda ver del Eterno. La Palabra es el delegado del Eterno y la única
expresión del que habita en una luz que nadie podrá penetrar o percibir en su totalidad. De
esta manera la Palabra recibe la función de ser Elohim en relación con la creación.

Es importante entender que Juan 1:1 no habla de la Palabra como Elohim en el sentido de
esencia sino como función. Por eso está escrito que el Verbo, la Palabra, estaba con Elohim y
que Elohim era el Verbo, la Palabra.

Tome nota de la diferencia entre el texto griego y el texto arameo. En el texto griego está
escrito que la Palabra era “theós” (sin artículo definido, lo cual quiere decir que la Palabra

8
Ver Comprehensive Aramaic Lexicon http://cal1.cn.huc.edu/index.htm y Peshitta New Testament
http://dukhrana.com.
9
Para más información de ”memra” ver Jewish Encyclopedia
http://www.jewishencyclopedia.com/view.jsp?artid=399&letter=M.
10
Ver David H. Stern, Jewish New Testament Commentary página 135.
recibió la función delegada de servir como Elohim, lo cual hablamos en un capítulo anterior).
Pero en el texto arameo está escrito lo contrario, que Eloah era la Palabra. El texto griego
enfoca el hecho de que la Palabra ejercitaba la función de “Dios” (Elohim). Pero el texto
arameo no dice que la Palabra era Eloah, sino que Eloah era la Palabra. Esto escribió también
Franz Delitzch en su traducción hebrea de los Escritos Apostólicos (NT).11 Allí se enfoca que
el Eterno se expresa a través de Su Palabra y de esa manera la Palabra se convierte en Elohim
porque es la expresión del Invisible.

Así que cuando el Eterno quiere expresarse en este mundo podrá hacerlo por medio de un
hombre. Y por eso hizo que la Palabra, que era la expresión de Él mismo, se convirtiera en
carne, es decir un hombre como usted y yo, pero sin pecado. Consecuentemente la Palabra
hecha carne es la expresión del Eterno en forma humana. Todo lo que el Eterno puede
expresar de sí mismo por medio de un ser humano lo hace a través de la Palabra Viviente.
Esto no significa que ese hombre sea todo lo que es el Eterno, porque el Eterno no es un
hombre ni hijo de hombre. Esto significa que todo lo que el Eterno puede expresar de sí
mismo mediante un hombre, lo hace a través de este hombre perfecto, Yeshúa. De esta
manera Yeshúa no es solamente la expresión del poder del Eterno como delegado, sino que
todo su ser refleja el carácter de Aquel que ha decidido expresarse mediante un hombre. Por
esto está escrito en Juan 14:9b:

“El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.” (LBLA)

Juan 20:27-29

“Luego dijo a Tomás: Acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano
y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Respondió Tomás y le dijo:
¡Señor mío y Dios mío! Jesús le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los
que no vieron, y sin embargo creyeron.” (LBLA)

Tomás no había podido creer en las palabras de las Escrituras y la enseñanza que Yeshúa
había dado acerca de que el Eterno iba a resucitar al Hijo del Hombre de entre los muertos,
(ver Juan 20:24-25). Pero cuando ahora pudo ver con sus propios ojos a aquél que el Eterno
había resucitado, exclama con gran asombro: ¡Señor mío y Dios mío! Ahora, si hablara en
hebreo, lo cual es lo más probable, diría: “Adoní ve-Eloahi!”. En el caso de que hablara en
arameo hubiera dicho: “Mari Valohi!”. Por su puesto no hablaba en griego con su rabí, así que
podremos descartar las dos palabras griegas “Kurios” y “Theós”.

Tanto la palabra aramea “mar” y la palabra griega “kurios” son utilizadas de la misma manera
que en el hebreo, refiriéndose tanto al Eterno y a los ángeles como a los hombres. Por lo tanto
la expresión Señor mío no puede ser utilizada como una prueba de que Tomás aquí se haya
referido al Eterno. Él llamó a Yeshúa “Adoní”, mi Señor. También el rey David llamó al
Mesías “Adoní”, según el Salmo 110:1 donde está escrito:

“Salmo de David. Dice el SEÑOR (“YHVH”) a mi Señor (“Adoní”): Siéntate a mi


diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.” (LBLA)

Nuestro Rebe Yeshúa comenta este texto en Mateo 22:41-46, donde está escrito:

11
Ver http://en.wikipedia.org/wiki/Franz_Delitzsch y http://www.kirjasilta.net/ha-berit.
“Estando reunidos los fariseos, Jesús les hizo una pregunta, diciendo: ¿Cuál es
vuestra opinión sobre el Cristo? ¿De quién es hijo? Ellos le dijeron: De David. El les
dijo: Entonces, ¿cómo es que David en el Espíritu le llama "Señor", diciendo: "DIJO
EL SEÑOR A MI SEÑOR: 'SIENTATE A MI DIESTRA, HASTA QUE PONGA A TUS
ENEMIGOS DEBAJO DE TUS PIES'"? Pues si David le llama "Señor", ¿cómo es El
su hijo? Y nadie pudo contestarle ni una palabra, ni ninguno desde ese día se atrevió
a hacerle más preguntas.” (LBLA)

Normalmente un hijo no puede estar en una posición superior a su padre. Por eso Yaakov
cuestionó el sueño de Yosef en el cual el sol y la luna se inclinaban ante él, (Gén. 37:9-10).
Esto significaría que sus padres se inclinarían ante él reconociéndolo como superior a ellos, lo
cual sería increíble. Esta parte de los sueños de Yosef no se cumplió cuando la familia de
Yosef bajó a Mitsrayim. Pero se cumplirá después de la resurrección cuando los patriarcas y
las matriarcas se inclinarán ante el Hijo de Yosef, el Mesías Yeshúa. De esto aprendemos que
el Mesías es superior a Yaakov.

De la misma manera ahora Yeshúa muestra a través del Salmo 110 que el Mesías estará por
encima de David, porque el rey David le llama Adoní – mi Señor – a pesar de que iba a ser su
descendiente físico, su hijo.

La expresión mi Señor de ninguna manera constituye una evidencia de que Yeshúa sea el
Eterno, sólo que tendría que recibir una posición de autoridad que estuviera por encima de la
que recibió el rey David en su época. El rey David reconoció esa posición llamándolo
“Adoní” y Tomás también la reconoció llamándolo “Adoní” – mi Señor.

La expresión mi Dios (“Eloahi”) es mucho más difícil de interpretar. ¿Qué quería decir Tomás
al expresarse de esta manera? Podremos mencionar tres posibles interpretaciones de este
texto:

1. Tomás utilizó una expresión de asombro.


2. Tomás pensó que Yeshúa era su señor (“Adón”) y que el Eterno era su Dios
(“Elohim”).
3. Tomás pensó que Yeshúa era tanto su señor (“Adón”) como su Dios (“Elohim”).

La primera opción de interpretación, que dice que Tomás utilizó una expresión de asombro,
podría ser explicada de esta manera:

Juan relata cómo Tomás no había podido creer que el Eterno había resucitado a Yeshúa de
entre los muertos. Tomás había dicho que si no viera las señales de los clavos y pudiera meter
el dedo en el lugar de los clavos y su mano en el costado, no creería que Yeshúa habría sido
resucitado. Cuando ahora tuvo la oportunidad de ver y palpar el cuerpo resucitado de Yeshúa
fue sobrecogido de asombro y utilizó una expresión que bien podría utilizarse entre los judíos
de habla hebreo en Israel hoy en día, “¡Mi Señor y mi Dios!”. En el castellano existe la
expresión “¡Dios mío!” que es muy similar a lo que Tomás dijo.

La segunda posible interpretación que considera que Tomás dijo “Adoní” a Yeshúa y
“Eloahi” al Eterno podría basarse en la siguiente explicación:
El contexto muestra que la duda de Tomás no fue si Yeshúa era “Dios” o no, lo cual algunos
enseñan erróneamente. Juan no escribió su evangelio para que la gente creyera que Yeshúa
fuera “Dios” sino para que creyeran que él fuera el Mesías, que es lo mismo que ser “Hijo de
Dios”, (Juan 20:31). Ahora, cuando Yeshúa se manifiesta como vivo y ve como Tomás
confiesa “Adoní ve-Eloahi” da su aprobación a la fe de Tomás: “¿Porque me has visto has
creído? Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron.” (v. 29b). Aquí no está escrito
que Yeshúa estaba contento porque Tomás creyó que Él era Elohim, sino porque él creía que
Yeshúa vivía, es decir, que el Eterno le había resucitado de entre los muertos. El contexto
muestra que Tomás no había creído en la resurrección de Yeshúa, no que no había creído que
Yeshúa era Elohim. Esa no era la cuestión aquí. La cuestión fue si Tomás creía que Yeshúa
vivía o no.

¿Quién resucitó a Yeshúa de entre los muertos? ¿Se resucitó a sí mismo? No, no lo podía
hacer. Las Escrituras dan un testimonio unánime de que fue el Eterno quien resucitó a
Yeshúa, no que él se haya resucitado de entre los muertos. Él fue totalmente expuesto y no
tenía ninguna posibilidad de salir del reino de la muerte. El Padre fue el quien bajó para
sacarlo y levantarlo de allí. De esta manera el protagonista en la resurrección no fue Yeshúa,
sino el Padre. Fue El PADRE quien levantó a Yeshúa de entre los muertos. ÉL es el gran
Redentor. Él es el gran Salvador, que incluso puede resucitar a los hombres de la muerte para
que nunca más vuelvan a morir.

Ahora, cuando Tomás se da cuenta de que el Padre en su poder realmente había resucitado a
Yeshúa de la muerte, exclama con gran alegría y asombro, primero Mi Señor, a Yeshúa, y
luego Mi Dios, al Padre, quien realmente había resucitado al Señor de la muerte.

La tercera opción de interpretación es que Tomás llamó a Yeshúa tanto “Adón” como
“Elohim”.

La opción que Tomás reconociera a Yeshúa como el Eterno mismo está descartada porque
como judío conocía bien las Escrituras que en cuatro ocasiones enseñan que el Eterno no es
hombre ni hijo de hombre.12 Además el Eterno no puede ni cambiar ni morir ni resucitar de la
muerte porque Él es la fuente de la vida.

Por otro lado es totalmente posible que un emisario reciba el mismo título que el que le haya
enviado, lo cual vimos en un capítulo anterior. Esto implicaría que Tomás llamase a Yeshúa
tanto su “Adón” como su “Elohim”.

¿Habrá suficientes evidencias en las Escrituras y en la historia de interpretación judía para


destacar que el Mesías pueda ser llamado por el mismo nombre que el Santo, bendito sea?

Sí, efectivamente. En el Talmud se puede leer:13

“Además dijo Raba en el nombre del R. Yojanán: En el siglo venidero los justos serán
llamados por el nombre del Santo, bendito sea, porque está dicho: Todo el que es llamado
por Mi nombre y que he creado para Mi gloria. Yo le he formado, sí, yo le he hecho. (Isa 43:7)

“R. Samuel b. Najmani dijo en nombre del R. Yojanán: Tres fueron llamados por el nombre del
Santo, bendito es, y son los siguientes: Los justos, el Mesías y Jerusalén. [Por deducción esto
puede implicar] los justos [por] lo que se acaba de decir; el Mesías – como está escrito: Y

12
Núm. 23:19; 1 Sam. 15:29; Job 9:32; Os. 11:9.
13
Baba Batrá 75b. The Soncino Talmud, Davka Corporation/Judaica Press. Traducido del inglés.
este es el nombre por el cual será llamado, el Señor nuestra justicia (Jer 23:6); Jerusalén –
como está escrito: Habrá 18.000 cañas alrededor. Y el nombre de la ciudad a partir de ese
día será “el Señor está allí.” (Ez 48:35) No leas “allí” (en hebreo “shama”) sino “su nombre””
(“shemó” – ambas palabras tienen las mismas letras hebreas y pueden significar tanto lo uno
como lo otro).

Cuando el rav Gershom ben Judá14 (960-1040) comentaba este texto del Talmud escribió:
“HaSHem mamash yikrahu” – “(El Mesías) será llamado precisamente HaShem”.

Maharsha (Samuel Eidels (1555–1631))15 presenta una interpretación menos radical diciendo:

“El nombre del Santo, bendito es, ha sido llamado sobre tres cosas: Como no dice que han
sido llamados por el nombre del Santo, bendito es, sino más bien que el nombre del Santo,
bendito es, ha sido llamado sobre ellos – parece que el nombre del Santo, bendito es, para
ellos será un nombre adicional. Para Mashíaj, el-Mashiaj-de-HaShem, para Yerushalayim, la-
ciudad-de-HaShem y también para un Tsadik (justo), el-Tsadik-de-HaShem. Para el Mashíaj
porque también está dicho que le llamarán HaShem-Tsidkenu (el Eterno [es] nuestra justicia)
lo cual significa que él es un Tsadik (justo) ante HaShem, como está escrito más arriba
acerca de los Tsadikim (justos), que también serán llamados así, porque todas sus obras son
por causa del Cielo y así también es para el Mashíaj porque todas sus obras serán por causa
del Cielo. Y también para Yerushalayim en el futuro; el único pueblo que será invitado para
entrar allí son aquellos cuyas obras son por causa del Cielo como está escrito más arriba.”

Radak (R. David Kimchi 1160-1235)16 escribió:

“En sus días será salvo Judá, e Israel morará seguro; y este es su nombre por el
cual será llamado: "El SEÑOR, justicia nuestra."” (Jer 23:6 LBLA)

““En sus días” – Y este es el nombre con el cual le llamarán, HaShem Tsidkenu (el Eterno
nuestra justicia). Israel le llamará, llamarán al Mashíaj por su nombre, HaShem Tsidkenu,
porque durante sus días la justicia de HaShem nos será establecida para siempre. Y esta
manera de llamar al [Mashíaj] es algo semejante a lo que Moshé Rabenu hizo cuando llamó
un altar HaShem Nisí (HaShem [es] mi milagro) y cuando Yaakov llamó un altar El Elohei
Israel, cada uno según su inyán (asunto/contexto) y también cómo [fue llamada] la ciudad
desde el día en que HaShem estaba allí, y Yonatán lo tradujo que la llamarían… etc.”

Según la teología judía el Mesías podrá ser llamado YHVH, el Eterno. Esto concuerda bien
con Filipenses 2:9 donde está escrito:

“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es
sobre todo nombre” (LBLA)

Varias personas en la historia de Israel han recibido el nombre Yeshúa, cuya forma larga es
Yehoshúa, por ejemplo el sucesor de Moshé, Josué (Yehoshúa en hebreo) hijo de Nun17 y el
sumo sacerdote Josué hijo de Josadac.18 El nombre Yeshúa aparece en 28 lugares en el texto

14
Ver http://www.jewishencyclopedia.com/view.jsp?letter=G&artid=172 y
http://en.wikipedia.org/wiki/Rabbenu_Gershom.
15
Ver http://en.wikipedia.org/wiki/Samuel_Edels.
16
Ver http://en.wikipedia.org/wiki/David_Kimhi y http://www.ou.org/about/judaism/rabbis/radak.htm.
17
En Gén. 13:17 (v.16 en el heb.) Moshé le dio el nombre Yehoshúa. La misma persona es mencionada en
Neh. 8:17 con la forma corta Yeshúa.
18
En Zac. 3:1; Hag. 1:1 es llamado Yehoshúa (Josué) y en Esd. 5:2 es llamado Yeshúa (Jesúa).
hebreo del Tanaj (AT),19 y una vez en el texto arameo.20 De esto aprendemos que el nombre
que es sobre todo nombre no es Yeshúa.

Filipenses 2 revela que Yeshúa el Mesías recibió del Eterno el nombre que es sobre todo
nombre después de haber sido resucitado de entre los muertos porque él estaba dispuesto a
sufrir y morir en obediencia. Pero como ya tenía el nombre Yeshúa antes de sufrir, morir y ser
resucitado, no puede ser el nombre Yeshúa el nombre sobre todo nombre.

En las Escrituras el término “nombre” significa más que sólo el hecho de llamar seres vivos y
objetos con diferentes nombres para identificar a cada uno y diferenciar entre uno y otro. El
nombre también revela el carácter y propósito en la creación de la persona, animal u objeto.

Nombre también puede significar fama. Un buen nombre tiene aquel del cual todos hablan
bien, el que tiene buena fama. Un nombre malo tiene el que tiene mala fama, del cual todos
hablan mal.

El nombre también tiene que ver con autoridad. Dependiendo del nombre que uno lleve uno
tiene autoridad y poder para obrar en el área donde el nombre constituya un factor de poder.
Entonces cuando un nombre está por encima de otro, implica que la persona que lleva ese
nombre goza de una posición superior en autoridad a la que tiene el otro nombre. Cuando está
escrito que en la resurrección Elohim dio a Yeshúa el nombre que es sobre todo nombre
significa entonces que Él recibió una posición de autoridad y una misión que están por encima
de las posiciones y misiones de todos los otros seres creados.

¿Con qué nombre el Eterno llamó a Yeshúa al resucitarle de entre los muertos?

Lo podemos leer en Hechos 13:32-33 donde está escrito:

“Y nosotros os anunciamos la buena nueva de que la promesa hecha a los padres,


Dios la ha cumplido a nuestros hijos al resucitar a Jesús, como también está escrito
en el salmo segundo: HIJO MIO ERES TU; YO TE HE ENGENDRADO HOY.”
(LBLA)

Según este texto Yeshúa recibió la honra de ser hecho el Hijo de Elohim en la resurrección.
En la resurrección el Eterno da a los hombres una posición especial como hijos de Elohim,
como está escrito en Lucas 20:35-36:

“pero los que son tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de
entre los muertos, ni se casan ni son dados en matrimonio; porque tampoco pueden ya
morir, pues son como ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección.”
(LBLA)

Así que Yeshúa recibió la honra de ser hecho Hijo de Elohim en la resurrección. Pero la
posición que él recibió en la resurrección es superior a los ángeles y aquellos hombres que
tendrán parte en la resurrección para ser hechos hijos de Elohim. Yeshúa era y es Hijo de
Elohim tanto antes como después de la resurrección de una manera única y por eso es llamado

19
1 Cron 24:11; 2 Cron 31:15, Esd. 2:2; 6, 36, 40; 3:2, 8-9; 4:3; 8:33; Neh. 3:19; 7:7, 11, 39, 43; 8:7, 17; 9:4,
5; 10:9; 11:26; 12:1, 7, 8, 10, 24, 26.
20
Esd. 5:2.
Su Hijo unigénito en varias ocasiones.21 Pero las Escrituras dan por lo menos tres testimonios
de que Yeshúa por medio de la resurrección recibió el nombre como el Hijo de Elohim de una
manera totalmente única.

Hay un segundo testimonio en Romanos 1:4 donde está escrito:

“y que fue declarado22Hijo de Dios con poder, conforme al Espíritu de santidad, por
la resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo” (LBLA)

Este texto muestra que Yeshúa fue declarado Hijo de Elohim en la resurrección.

Un tercer testigo encontramos en Hebreos 1:4-5 donde está escrito:

“siendo mucho mejor que los ángeles, por cuanto ha heredado un nombre más
excelente que ellos. Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: HIJO MIO
ERES TU, YO TE HE ENGENDRADO HOY; y otra vez: YO SERE PADRE PARA EL,
Y EL SERA HIJO PARA MI?” (LBLA)

Tome nota de que el nombre que Yeshúa heredó, que era superior a los ángeles, no lo recibió
hasta después de la resurrección. Antes de la resurrección era inferior a los ángeles, según
Heb 2:7, 9. Después de la resurrección heredó el nombre “Ben Elohim” – hijo de Elohim –
que es más excelente que el nombre de los ángeles.

Como hemos dicho antes, el término “Hijo de Dios” no significa que tenga que ver con origen
o esencia, sino es un título y una función como el representante del Eterno. Pero a pesar de
que los ángeles y los jueces son llamados “hijos de Dios” y a pesar de que el rey Shlomo fue
llamado “Ben Elohim” – Hijo de Dios – Yeshúa, después de su resurrección, recibió una
posición que está muy por encima de los reyes y los ángeles. Fue puesto para ser el más alto
de toda la creación, tanto lo invisible como lo visible.

¿Pero no fue Yeshúa el hijo de Elohim antes de ser resucitado?

Ciertamente que sí, en varias ocasiones antes de la resurrección Yeshúa fue reconocido como
el Hijo de Elohim, tanto por los ángeles, por malos espíritus, por sí mismo, como por otras
personas.23 Ahora, cuando está escrito que en la resurrección pudo heredar un nombre que es
muy superior que los ángeles y que ha recibido el nombre que es sobre todo nombre, significa
que a pesar de que tantos otros hayan recibido el título de “hijo de Dios” no lo recibieron de la
misma manera que Yeshúa en la resurrección. En la resurrección Él fue puesto en la posición
más alta de la creación para ser el gran Hijo, el representante mayor para el Eterno mismo,
como Rey de reyes y Sumo Sacerdote en el cielo. De esa manera el papel de hijo fue en un
nivel mucho más alto después de la resurrección que el que había sido antes de su muerte. No

21
El griego utiliza la palabra ”monogenés” (Strong G3439 μονογενής) – unigénito. La palabra aparece en los
siguientes textos de los Escritos Apostólicos: Luc. 7:12; 8:42; 9:38; Juan 1:14, 18; 3:16, 18; Heb. 11:17;
1Juan 4:9. El texto Peshita utiliza palabras que han sido formadas por la raíz “yhd” – único, unigénito, sólo
– en Luc. 7:12; 8:42; 9:38; Juan 1:14, 18; 3:16, 18; 1 Tim. 5:5; Heb. 11:17; 1 Juan 4:9.
22
El griego utiliza aquí la palabra ”horidzo” (Strong G3724 ὁρίζω) que significa marcar, designar, decidir,
especificar, declarar, ordenar. La palabra aparece también en los siguientes textos griegos de los Escritos
Apostólicos: Luc. 22:22; Hech. 2:23; 10:42; 11:29; 17:26, 31; Rom. 1:4; Heb. 4:7. El texto Peshita utiliza la
palabra ”wetiyda” que significa conocer, ser conocido, reconocer. La palabra aparece solamente en dos
lugares en los textos arameos de los Escritos Apostólicos, Rom. 1:4 y Hech. 7:13.
23
Ver Mat. 3:17; 8:29; 14:33; 17:5; Luc. 1:35; 20:13; Juan 1:34, 49; 11:4, 27; 1 Juan 3:8 y otros.
fue hasta después de haber sufrido y muerto que él fue elevado sobre todo y dotado con el
nombre que es sobre todo nombre, (Fil. 2:8-9). No fue hasta después de haber sido resucitado
y recibido la inmortalidad que él dijo que toda potestad le había sido dada en el cielo y en la
tierra, (Mat. 28:18).

Además del título “Hijo de Dios” hay otro nombre que la Escritura pone por encima de todo
otro nombre y es el nombre propio del Eterno YHVH (Yod, Hey, Vav, Hey). ¿Será posible
que Yeshúa haya recibido ese nombre cuando fue resucitado de entre los muertos y puesto en
su lugar en el cielo?

Sí, al estudiar más profundamente de las Escrituras aprendemos que el Hijo ha recibido la
autoridad para llevar el nombre de su Padre. ¡Bendito el que viene en el Nombre del Eterno!
Pero Yeshúa no solamente viene en el Nombre del Eterno. Él también se llama YHVH. Así
que se puede decir que Él de alguna manera es YHVH.

En Filipenses 2:9-11 está escrito:

“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre
todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están
en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que
Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” (RV1960)

En este texto vemos una relación entre el nombre Yeshúa y el Nombre que es sobre todo
nombre. Mediante la resurrección el nombre Yeshúa fue elevado para ser un sustituto del
Eterno mismo. Por esto se puede ver en las Escrituras Apostólicas en varias ocasiones que el
que invoca el nombre de Yeshúa está invocando al Eterno mismo. Esta es la razón por la que
muchos no ven la diferencia entre Yeshúa y el Eterno sino sacan la conclusión de que él sea
parte de un Dios di-uno o tri-uno. En el próximo capítulo trataremos con los textos que dan
evidencia de que Yeshúa lleva el Nombre del Eterno y que hay una relación íntima entre el
nombre Yeshúa y YHVH.

En el caso de que Pablo quisiera decir que todos confesarán que Yeshúa es el Señor, es decir
el Eterno, sería en el sentido de representante y no como una prueba de que él sea el Eterno.
En el caso de que se hable del Nombre del Eterno cuando dice que el Eterno dio a Yeshúa el
nombre sobre todo nombre implicaría claramente que él no lo tenía en sí mismo antes de
recibirlo del Padre. Uno no puede recibir algo que ya tiene y tampoco uno puede llegar a ser
algo que ya es. El hecho de que Yeshúa recibió el nombre YHVH de su Padre después de la
resurrección constituye una evidencia de que no lo tenía antes y que tenía que recibir ese
Nombre para poder ser llamado de esa manera.

Consecuentemente, el texto de Filipenses 2 presenta una evidencia de que Yeshúa no es el


Eterno en sí mismo sino que ha recibido el honor de llevar el Nombre del Eterno, el Nombre
que es sobre todo nombre. La palabra griega que ha sido traducida como dio es “jarizomai”24

24
Strong G5483 χαρίζομαι charizomai khar-id'-zom-ahee Middle voice fRom. G5485; to grant as a favor, that
is, gratuitously, in kindness, pardon or rescue: - deliver, (frankly) forgive, (freely) give, grant.
La palabra aparece también en los siguientes lugares en la versión griega de los Escritos Apostólicos: Luc.
7:21, 42, 43; Hech. 3:14; 25:11, 16; 27:24; Rom. 8:32; 1 Cor. 2:12; 2 Cor. 2:7, 10 (2 veces); 12:13; Gal
3:18; Ef 4:32 (2 veces); Fil 1:29; 2:9; Col 2:13; 3:13; Filem 22.
En el texto Peshita aparece la palabra ”wyahab” que significa dio. La misma palabra aparece en muchos
lugares, entre ellos Mat. 10:3; 2 Cor. 1:22; 5:18.
que viene de “jaris”25 que significa gracia. Así que Yeshúa recibió la gracia de poder llevar el
Nombre que es sobre todo nombre. Consecuentemente se trata de representatividad y no de
esencia o naturaleza.

En un capítulo anterior aprendimos que un emisario muchas veces lleva el nombre del que lo
ha enviado. Por esta razón se puede llamar al Mesías tanto Elohim como HaShem (YHVH).

Ahora, volviendo al capítulo 20 de Juan y la historia de la confesión de Tomás, podremos


decir entonces que por esta razón es completamente posible que Tomás haya llamado a
Yeshúa Elohim, como el representante del Eterno y el delegado Juez supremo. Recuerde que
el título Elohim puede ser entregado a otros que no sean el Eterno cuando son puestos como
sus representantes.

Entonces podremos concluir diciendo que hay tres posibles interpretaciones de las palabras
que Tomás dijo a Yeshúa “Señor mío y Dios mío” sin que por esta razón tengamos que llegar
a la conclusión de que él quería decir que Yeshúa fuera el Eterno mismo. Incluso si hubiera
llamado a Yeshúa su Elohim, no constituiría una evidencia de que Yeshúa fuera el Eterno
mismo. Por lo tanto la expresión “Mi Señor y mi Dios” no puede ser utilizada como un
material de prueba para afirmar la doctrina de la Trinidad.

Filipenses 2:5-11

“Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, el cual,
aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué
aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose
semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le
exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, para que al
nombre de Jesús SE DOBLE TODA RODILLA de los que están en el cielo, y en la
tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para
gloria de Dios Padre.” (LBLA)

La palabra griega que en este texto ha sido traducida como forma es “morfe” que significa
forma.26 La palabra aparece sólo tres veces en el texto griego de los Escritos Apostólicos, Fil.
2:5, 6 y Marc 16:12. Los que anuncian la doctrina de la trinidad muchas veces interpretan esta
palabra desde su significado en el griego clásico, que fue escrito cinco a seis siglos antes del
tiempo de Pablo, y dicen que significa esencial, permanente. Pero según William M.
Wachtel,27 los descubrimientos arqueológicos de los manuscritos que fueron escritos en koiné,
que fue el lenguaje utilizado en las versiones griegas de los Escritos Apostólicos, confirman
que muchas palabras griegas habían experimentado un cambio de significado, y una de esas
fue la palabra “morfe”. Según Kenneth S. Wuest, profesor en griego en Moody Bible Institute
(Instituto Bíblico Moody), que también promueve la doctrina de la trinidad, la palabra
25
Strong G5485 χάρις charis khar'-ece From G5463; graciousness (as gratifying), of manner or act (abstract
or concrete; literal, figurative or spiritual; especially the divine influence upon the heart, and its reflection in
the life; including gratitude): - acceptable, benefit, favour, gift, grace (-ious), joy liberality, pleasure, thank
(-s, -worthy).
26
Strong G3444 μορυή morphē mor-fay' Perhaps fRom. the base of G3313 (through the idea of adjustment of
parts); shape; figuratively nature: - form.
27
William M. Wachtel, The Form of God. Artículo en internet:
http://www.focusonthekingdom.org/philippians.htm.
“morfe” experimentó un cambio para luego obtener el significado de posición, condición,
rango.28

La palabra “morfe” – figura, forma – tiene que ser entendida en su contexto histórico y no
desde el significado que tenía varios cientos de años más temprano. Esto significa que uno no
se puede basar en que “morfe” tenga que ver con esencia, sino con posición, lo cual
concuerda bien con lo que aprendimos en capítulos anteriores.

El contexto de Filipenses también muestra que la palabra “morfe” no debe ser entendida como
esencia, sino como posición. La misma palabra es utilizada dos veces en el texto, en los
versículos 5 y 6. La segunda vez habla de que Yeshúa tomó forma (“morfe”) de siervo o
esclavo. Un esclavo no tiene una esencia diferente a los hombres libres. Por lo tanto, la
palabra no puede significar esencia cuando es aplicada para un esclavo, sino tiene que tener el
significado de posición. Por lo tanto, ¡es muy poco probable que la misma palabra tuviera otro
significado en el versículo anterior que trata de la semejanza entre Yeshúa y Elohim!

Yeshúa es presentado por Pablo como uno que podía elegir entre aprovecharse personalmente
de su semejanza con Elohim o humillarse y tomar la forma de esclavo. Tenía, pues, que elegir
entre dos posiciones, no entre dos esencias. Esto nos enseña que la palabra “morfe” no tiene
que ver con esencia y naturaleza sino con posición y condición.

En el credo niceno29 se puede leer entre otras cosas:

“Creo en un Solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios
de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza
del Padre … Que… bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó…”

Cuando el credo niceno fue compuesto en el siglo IV se basaron, entre otras cosas, en la
palabra “morfe” en el texto griego de la carta a los Filipenses 2. Esa palabra fue interpretada
como que el Mesías tuviese la misma esencia del Padre antes de ser hecho hombre para
después dejar su divinidad exteriormente para vivir y morir como hombre. La interpretación
de este credo es la base de la mayoría de las traducciones de estos versículos y por eso se
puede encontrar puntos de vista tendenciosos que hacen que el pensamiento del lector sincero
de la Biblia sea dirigido a pensar que Pablo estuviese hablando de que “Cristo” (el Mesías)
tendría una condición como Dios antes de ser hombre. Entonces, con este prejuicio se lee en
el texto algo que no está escrito allí.

Vayamos al texto arameo que está más cercano al hebreo, para ver lo que está escrito allí.

En el texto arameo de Peshita de Filipenses 2:6-7 es utilizada la palabra “d’muta” que


significa forma, imagen, apariencia, tipo, ejemplo, patrón. La palabra aparece unas 60 veces
en los Escritos Apostólicos.30 En la traducción Peshita de Génesis 1:26 aparece la misma

28
Kenneth S. Wuest, The Practical Use of the Greek New Testament, pág. 84, citado en el artículo
mencionado anteriormente.
29
Fue aceptado en el concilio de la ciudad de Constantinopla en el año 381. También es llamado el credo
Niceno - Constantinopolitano por el hecho de que la primera versión, que fue escrita durante el concilio de
Nicea en el año 325, no fue revisada y finalmente redactada hasta 56 años más tarde, en Constantinopla.
Esta versión castellana ha sido sacada de http://es.wikipedia.org/wiki/Credo.
30
Mar. 16:12; Luc. 3:22; Hech. 7:43, 44; Rom. 1:23 (2); 5:14(2); 6:5, 17; 8:3, 29; 1 Cor. 11:7; 15:49(2); 2
Cor. 3:18; 4:4; Fil. 2:6, 7(2); 3:17, 21; Col. 1:15; 3:10; 1Tes. 1:7; 1 Tim. 4:12; Ti. 2:7; Heb. 1:1; 4:11; 5:6,
palabra (“d’muta”) que en Filipenses 2:6-7. Este término viene de la palabra hebrea “d’mut”
que, entre otros lugares, aparece en Génesis 1:26 donde está escrito:

“Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza


(“d’mut”)…” (LBLA)

Obviamente hay una relación íntima entre Filipenses 2:5-6 y Génesis 1:26.

En Filipenses 2 nuestro Maestro es llamado Mesías Yeshúa (“Cristo Jesús”). ¿Qué implica ese
nombre? Yeshúa es el nombre que el Eterno, por medio de su ángel, ordenó a sus padres darle
después de su nacimiento, Mat. 1:21, 25; Luc. 1:31. Así que, Yeshúa es el nombre de un
hombre nacido de mujer. Mesías es un título que significa “el ungido” y que es dado a un
hombre que ha sido equipado con el Espíritu del Eterno para ejercer un oficio específico y
realizar una misión particular. Por lo tanto, el término Mesías Yeshúa en Filipenses no habla
de un ser celestial sino de un hombre. Así que, fue el hombre Yeshúa, ungido por el Espíritu,
que existía en forma de Dios, y no un ser celestial. Ni el título Mesías ni el nombre Yeshúa
han sido dados a otra cosa que a hombres. Esta es una de las evidencias de que Pablo no está
hablando de un ser divino que se transformó en hombre. Cuando se llamó Mesías Yeshúa
existía en forma de Dios como hombre y después tomó forma de esclavo también como
hombre.

Si partimos de que Pablo no está hablando de un pre estado divino de Yeshúa sino de su
condición como hombre nacido de mujer, entonces encontramos un paralelismo muy
importante entre lo que pasó con él y el primer Adam, el primer hombre. Yeshúa nació como
el segundo hombre, (1 Cor. 15:47). De la misma manera como el primer hombre, el segundo
hombre fue creado sin pecado y llamado hijo de Elohim, (Luc. 3:38; 1:35). El primer hombre
fue creado a imagen y semejanza (“d’mut”) de Elohim, (Gén. 1:26; 5:1). En el texto arameo
de los Escritos Apostólicos es más fácil ver la conexión entre lo que Pablo escribe del Mesías
Yeshúa y lo que pasó con Adam, porque la misma palabra es utilizada en Fil. 2:6 que en Gén.
1:26 y 5:1. Ambos, el primer hombre y el segundo hombre fueron hechos a semejanza
(“d’muta”) de Dios.

Después de haber comparado al Mesías Yeshúa con Adam, que ambos existían en forma de
Dios, Pablo describe como el segundo hombre estaba ante la misma elección que el primero.
También él fue tentado a sacar provecho personal de su posición y buscar una independencia
en desobediencia y ser como Elohim, (Gén. 3:5; c.f. Mat. 4:3, 6). Pero en lugar de escoger el
camino de desobediencia, como el primer hombre, y buscar la auto exaltación, el segundo
hombre se inclinó ante la voluntad del Eterno y estaba dispuesto a obedecerle en todo para así
cumplir el papel como siervo sufriente del cual todos los profetas habían hablado de
antemano. El segundo hombre triunfó donde el primer hombre cayó. El segundo hombre
obedeció donde el primer hombre fue desobediente. El primer hombre quería aferrarse a su
semejanza de Dios como de un botín, pero el segundo hombre escogió no aferrarse a su
semejanza de Dios sino adoptó una actitud de siervo en obediencia humilde y se inclinó bajo
la voluntad de su Padre y llegó a ser el esclavo de toda la humanidad. Ni siquiera cuando
estaba enfrentando la peor muerte que un hombre se puede imaginar, escogió no aferrarse al
hecho de que era Hijo de Dios, sino se entregó a la muerte en obediencia humilde.

10; 6:20; 7:3, 11(2), 15, 17, 21; 8:5(2); 9:23, 24; Jac. 3:9; 5:10; 1 Ped. 5:3; 1 Juan 3:2; Jud. v 7, 8; Rev.
1:13; 4:3(2), 7(2); 9:7(2), 10; 11:1; 13:2; 14:14; 21:11.
Las consecuencias de las elecciones contrarias de los dos llegaron a ser diametralmente
opuestas. Cuando el primer hombre consideró su semejanza a Dios como una presa cayó en
pecado y perdió su alteza e inició su camino a la destrucción de la muerte. Pero cuando el
segundo hombre rehusó sacar provecho personal de su semejanza a Dios, mediante su
sufrimiento y muerte, fue reconocido por el Cielo como un hombre perfecto y, por lo tanto,
fue restaurado, deificado y elevado a la primera posición en la creación muy por encima de
todo y todos.

Consecuentemente, el texto de Filipenses 2 no puede ser utilizado como evidencia de que el


Hijo haya existido en un estado divino antes de ser hombre. Sólo habla de lo que pasó después
de que Yeshúa había nacido de mujer. De esa manera él podía ser nuestro gran ejemplo de
manera que podamos adaptar el mismo sentir, (v 5).

Observe que está escrito en el versículo 10 que toda rodilla se inclinará en el nombre de
Yeshúa.31 Así que, no es ante Yeshúa que toda rodilla se inclinará sino ante el Padre en el
nombre de Yeshúa. Es a través de Yeshúa que tenemos acceso al Padre, (c.f. Juan 16:23-24).
Él es el camino entre el hombre y el Eterno. Él es el único mediador, (1 Tim 2:5). Esto
significa entonces que solamente a través de Yeshúa se puede acercar al Eterno. El hecho de
que toda rodilla se doble en el nombre de Yeshúa significa que todos se doblarán ante el
Eterno mediante Yeshúa. Esto también implica que todos reconocerán que el Eterno haya
delegado todo el poder a Yeshúa. De esta manera Yeshúa no será exaltado en primer lugar
sino el Padre, como está escrito:

“para gloria de Dios Padre.”

Así que será ante el Padre que toda rodilla se inclinará y el Padre es el que será honrado
cuando toda rodilla se incline en el nombre de Yeshúa y todos confiesen que Él haya sido
puesto como Señor, Adón.

Esto concuerda bien con la cita de los Profetas que Shaúl utiliza en este texto.32

En Isaías 45:23-24 está escrito:

“Por mí mismo he jurado, ha salido de mi boca en justicia una palabra que no será
revocada: Que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua jurará lealtad . De mí
dirán: "Sólo en el SEÑOR hay justicia y fuerza." A El vendrán y serán avergonzados
todos los que contra El se enojaron.” (LBLA)

Mediante el ministerio del Mesías Yeshúa toda forma de idolatría será erradicada de la tierra.
Entonces toda rodilla se doblará ante el Eterno por medio de Yeshúa que es el camino a Él.
Por esto está escrito que lo harán en el nombre de Yeshúa.

La palabra griega “kurios”33 significa señor, gobernador, el Señor, amo, dueño, y viene de
“kuros” que significa poder, potestad. Hoy en día en Grecia se utiliza la palabra “kurios”

31
La versión griega tiene la proposición ”en” que aparece en Hechos 4:7, 10, 12, 30; Col 3:17 entre otros
lugares. El texto Peshita tiene la palabra ”d'bashmeh” – en el nombre – que sólo aparece en Hechos 4:10; 1
Cor. 5:4 y Fil 2:10.
32
Compare con Rom. 14:11.
33
Strong G2962 κύριος kurios koo'-ree-os From κῦρος kuros (supremacy); supreme in authority, that is, (as
noun) controller; by implication Mr. (as a respectful title): - God, Lord, master, Sir.
como un título respetuoso; “señor Fulano”. En la Septuaginta se usa la palabra “kurios” como
traducción de tres términos hebreos: “adón”, “Adonai” y “YHVH”. En algunas ocasiones no
está claro cuál de los tres términos es utilizado y entonces es importante optar una actitud de
prudencia a la hora de interpretar para no correr el riesgo de cometer errores que podrán
causar un juicio no favorable en el día del Eterno, especialmente para los que son maestros en
las Escrituras.

Por lo tanto, no se puede basar en los textos griegos de Filipenses 2 y decir que Yeshúa es
“YHVH” por el hecho de que la palabra “kurios” sea utilizada allí. Muy bien podrá tener el
significado de “adón”, lo cual concuerda con la palabra que dijo el rey David del Mesías en el
Salmo 110:1, donde está escrito:

“Salmo de David. Dice el SEÑOR (“YHVH”) a mi Señor (“Adón”): Siéntate a mi


diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.” (LBLA)

Según la predicación de Pedro en el día de Pentecostés, Elohim hizo a Yeshúa tanto Señor
(“Adón”) como Mesías, después de haberle resucitado de entre los muertos, como está escrito
en Hechos de los apóstoles 2:36:

“Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros
crucificasteis, Dios le ha hecho Señor (”Adón/Kurios”) y Cristo (Mesías).” (LBLA)

Consecuentemente, Él no poseía ni el título Adón (“Kurios”) ni el título Mesías (“Cristo”) en


sí mismo, sino estos títulos le fueron dados desde el Cielo.

Romanos 9:3-5

“Porque desearía yo mismo ser anatema, separado de Cristo por amor a mis
hermanos, mis parientes según la carne, que son israelitas, a quienes pertenece la
adopción como hijos, y la gloria, los pactos, la promulgación de la ley, el culto y las
promesas, de quienes son los patriarcas, y de quienes, según la carne, procede el
Cristo, el cual está sobre todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén” (LBLA)

El teólogo sueco Mikael Tellbe,34 que es partidario de la doctrina de la trinidad, escribe35 que
Pablo en sólo dos ocasiones habla en términos que pueden ser interpretados como que “Jesús
sea Dios”, Rom. 9:5 y Tit. 2:13. Sin embargo, él escribe que sólo a la primera vista de Rom.
9:5 parece que Pablo esté hablando de “Jesús como Dios” y luego destaca el hecho de que en
el tiempo de Pablo se escribía sin puntos y comas lo cual hace que el texto pueda ser
traducido de la siguiente manera:

“… de ellos viene Cristo. El que está sobre todo, Dios es bendito para siempre, amén.”

Según el doctor Tellbe, la segunda parte del versículo puede ser vista independiente, como
una alabanza al Padre. Y como se puede encontrar argumentos para los dos puntos de vista,
las ideas se dividen entre los traductores de la Biblia, “algunos dejan que se refiera a Cristo,

34
Profesor del Nuevo Testamento en Örebro Teologiska Högskola (Universidad Teológica de Örebro,
Suecia).
35
Mikael Tellbe, Med framtiden i ryggen, ©Libris 2002, ISBN 91-7195-619-0, pág.179-180.
otros a Dios”.36 Telle escribe además que “lo normal para Pablo – y por supuesto dentro del
judaísmo – parece ser que las alabanzas sean dirigidas a Dios … Por lo tanto sería anormal si
Pablo – que en Rom. 9 se dirige especialmente a cristianos judíos y que generalmente son
muy cuidadosos en diferenciar entre Dios y Cristo – ahora abandone esta distinción y de
manera clara hable de Jesús como Dios.”101

Según la nota de la Nueva Versión Internacional se puede traducir la segunda parte del
versículo de la siguiente manera:37

“… Cristo. ¡Dios, que está sobre todas las cosas, sea alabado por siempre!”

El texto griego en papiro P46 “Chester Beatty Papyri” de 180-250 E.C. es considerado como
el manuscrito más antiguo y el mejor preservado de todos.38 Este texto fue escrito con
“scriptio continua” lo cual implica que no hay prácticamente ningún punto ni espacio entre las
palabras. Sin embargo, en P46 hay algunos puntos – o en forma de dos puntos (:) o bien en
forma de un punto por encima de la línea – y en varias ocasiones aparecen espacios pequeños
en el texto para agilizar la lectura.39

En P46 aparece un punto en Romanos 9:5 entre las palabras carne (hombre) (gr. “sarx”) y él
(“ho”) lo cual implica que el que escribió el punto, de esa manera quería mostrar que debe
haber una pausa en la lectura después de la palabra carne. Consecuentemente, la oración que
sigue al punto constituye una alabanza al Eterno que está sobre todas las cosas, y no al
Mesías. Esto concuerda también con otros textos paulinos que tienen semejantes palabras de
alabanzas judías típicas al Eterno, (c.f. Rom. 1:25; 11:36; 2 Cor. 11:31; Ef. 3:20-21). Este tipo
de bendiciones también es común en la literatura rabínica, especialmente cuando se menciona
el nombre del Eterno.

Por lo tanto, se podría traducir el texto griego de P46 de la siguiente manera literal:

“de quienes [son] los patriarcas, y de quienes [procede] el Ungido por esto según [la] carne.
El que es sobre todas las cosas Di-s bendito por los siglos Amén.”

El punto en este manuscrito antiguo muestra que no se debe leer el texto como si el Mesías
fuera Dios, lo cual han hecho la gran mayoría de las traducciones cristianas.

La versión Hebrew-Roots Version tradujo desde el arameo de la siguiente manera:

“And the fathers and from whom the Messiah was seen in the flesh. He who is Eloah
who is over all, to him [be] our praises and our blessings forever and ever. Amen.”

Lo cual traducido al castellano sería:

36
Traducción mía del sueco.
37
Ver http://www.biblegateway.com/passage/?book_id=52&chapter=9&version=42#fes-NVI-28117a.
38
Ver http://www.bible-researcher.com/papy46.html,
http://en.wikipedia.org/wiki/Papyrus_46,
http://www.cbl.ie/getdoc/fe648b84-98d5-4f15-a681-113cdffe1850/5.aspx,
http://wwwapp.cc.columbia.edu/ldpd/app/apis/search?mode=search&invnum_num=6238&sort=institution&
resPerPage=25&action=sort&p=1
39
Ver http://www.lib.umich.edu/pap/k12/reading/Paul/diacritics.html
“Y los padres y de los cuales el Mesías fue visto en la carne. El que es Eloah que está
sobre todo, a él [sean] nuestras alabanzas y nuestras bendiciones por siempre jamás.
Amén.” (Trad. mía)

Hechos 20:28

“Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual el Espíritu Santo os


ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con su propia
sangre.” (LBLA)

“Tengan cuidado de sí mismos y de todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los
ha puesto como obispos para pastorear la iglesia de Dios, que él adquirió con la
sangre de su propio hijo.” (NVI variante según nota)

“Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha
puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia
sangre.” (RV1960)

Si comparamos estas tres traducciones castellanas nos damos cuenta de que hay una falta de
acuerdo al definir de quién es la iglesia y de quién es la sangre. Esto debe a las diferencias
que hay entre las variantes de los manuscritos griegos.

 la iglesia de Dios… su propia sangre – Textus Receptus


 la iglesia de Dios… la sangre de su propio hijo – Westcott-Hort
 la iglesia del Señor… su propia sangre – Ciertos textos bizantinos

También en el arameo aparecen diferentes variaciones en los textos:

 la congregación del Mesías… su propia sangre – Peshita,40 (Khaburis Codex) (esta


lectura se encuentra en las traducciones inglesas de George M. Lamsa y John Wesley
Etheridges41 y en la traducción española de José L. Hernández.)
 la congregación de Eloah… su propia sangre – Variante occidental de Peshita42 (que
fue utilizada para la traducción inglesa de James Murdock.43)

40
”Peshita es la Biblia oficial de la Iglesia Oriental que fue llamada Nazarenos durante algunos siglos en su
historia temprana. El nombre Peshita significa “recto” en arameo, con otras palabras, el Nuevo
Testamento original y puro. Peshita es el único texto auténtico y puro que contiene los libros del Nuevo
Testamento que fueron escritos en arameo… Contiene todos los libros excepto 2 Pedro, 2 Juan, 3 Juan,
Judas y Revelación (y … Juan 7:53-8:11). Estos libros fueron canonizados por la Iglesia Oriental,… las
palabras del Su Santidad el Señor Eshai Shimun, “Catholicos Patriarch” de la Igleisa Oriental, pueden ser
resumidas de la siguiente manera: „… como Patriarca y Cabeza de la Santa Iglesia Apostólica Oriental
deseamos declarar, que la Iglesia Oriental recibió las escrituras directamente de manos de los benditos
Apóstoles en el arameo original, el idioma hablado por nuestro Señor Jesucristo mismo, y que la Peshita es
el texto de la Iglesia Oriental que ha sido transmitida desde los tiempos Bíblicos sin cambio alguno o
revisión.‟”
Cita de The New Testament Peshitta Aramaic Text with a Hebrew Translation; Bible Society in Israel; 1986.
(Traducción mía.) Ver también http://www.aramaicpeshitta.com/peshitta.htm.
41
Ver http://www.standardversion.org/p-eth-book-introduction.php.
42
La versión occidental del texto Peshita es utilizada por la Iglesia Siria Ortodoxa y la Iglesia Católica Caldea.
En su dialecto es llamada “Peshito”. El Peshito es casi idéntica a la versión de la Iglesia Oriental, pero se
diferencia en dos pasajes (Hech. 20:28 y Heb. 2:9). “Probablemente Peshito es una revisión de Peshita con
el propósito de actualizar el texto Peshita según la línea del texto griego y para aportar los cinco libros que
¿Cómo podemos dar una explicación a la existencia de las diferentes variantes de manuscritos
griegos y arameos en cuanto a este versículo? Es obvio que alguien o algunos de los que
copiaron los textos hayan introducido cambios voluntariamente o involuntariamente para que
ya no concuerde con el original. La pregunta es ¿cuál de las diferentes variaciones de los
textos es la original? No es seguro que las copias más antiguas sean las más afines al original.
Depende dónde y cuándo se hicieron los cambios.

Lo importante para nosotros en este contexto es que a la hora de sacar doctrinas debemos
tener cuidado para no basarnos en textos donde hay manipulaciones claras, porque no
sabemos cuál de las variantes es la original.

Entonces cuando hay diferentes variantes de textos deben ser revisarlos a la luz del testimonio
que hay en el resto de las Escrituras, porque la doctrina del Eterno es una sola y no cambia de
una época a otra.

¿Tiene sangre el Eterno? ¿No es la sangre algo que sólo tienen los seres terrenales? La palabra
sangre es “dam”44 en hebreo, la cual está relacionada con la palabra “adam” – hombre. La
palabra hebrea tierra – “adamá” – también está relacionada con “dam” – sangre. Así que,
lingüísticamente la sangre está fuertemente relacionada con la tierra y el hombre. Además está
escrito en Juan 4:24 que Elohim es Espíritu y un espíritu no tiene ni carne, ni hueso ni sangre.
Por esta razón es muy probable que hayan sido manipulados aquellos textos que dicen que
Elohim ha comprado su congregación con su propia sangre.

Juan 1:18

“Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El le
ha dado a conocer.” (LBLA)

“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha
dado a conocer.” (RV1960)

Aquí tenemos otro ejemplo de diferentes variantes de textos en los manuscritos griegos. En
los manuscritos griegos más antiguos aparece la palabra “Theos” – Dios – mientras que en la
mayoría está la palabra “uihos” – Hijo.

En el arameo también hay diferentes variantes de textos. El texto antiguo sirio escribe Hijo
mientras que la Peshita escribe Eloah.

Así que, tenemos aquí otro ejemplo de una manipulación del texto original de una u otra
manera. Como es difícil juzgar cuál es el texto original inspirado por el Espíritu y dado del

faltaban (y Juan 7:53-8:11). Cita de: The Syriac New Testament; British and Foreign Bible Society; 1950.
(Traducción mía.)
La versión oriental de Peshita es también llamada Nestoriana y la occidental Jacobita (adaptación/traducción
del griego).
43
Ver http://www.hebrewaramaic.org/james_murdock/
44
Strong H1818 dâm dawm From H1826 (compare H119); blood (as that which when shed causes death) of
man or an animal; by analogy the juice of the grape; figuratively (especially in the plural) bloodshed (that is,
drops of blood): - blood (-y, -guiltiness, [-thirsty]), + innocent.
cielo, no se puede edificar una doctrina sobre estos versículos porque uno corre el riesgo de
citar de una fuente contaminada.

También estos textos tienen que ser revisados a la luz de toda la Escritura. Y si partimos de la
línea general que hemos visto hasta ahora en las Escrituras es más fácil inclinarse a favor de
las variantes de textos que hablan del Hijo como unigénito, lo cual quiere decir único en su
clase, en lugar de optar por la idea de que Dios haya nacido. ¿Podrá Dios nacer? ¿Podrá el
Inmutable, Eterno, Vivificante, Invisible y Altísimo nacer? Este pensamiento está
resbaladizamente cerca de las doctrinas paganas que hablan del nacimiento de los dioses.

1 Timoteo 3:16

“E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en


carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles,
Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.” (RV1960)

“E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: El fue manifestado en la


carne, vindicado en el Espíritu, contemplado por ángeles, proclamado entre las
naciones, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.” (LBLA)

Aquí encontramos otro ejemplo de manipulación del texto original. Textus Receptus, entre
otros, usan la palabra “Theos” – Dios – pero en otros textos aparece la palabra “hos” – que, el
cual. Los textos arameos no dicen Eloah.

Por lo tanto no se puede utilizar este versículo para afirmar la deidad del Mesías.

Tito 2:13

“aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro


gran Dios y Salvador Cristo Jesús” (LBLA)

Según Mikael Tellbe, que hemos mencionado anteriormente, este es el único versículo donde
Pablo claramente dice que “Jesús es Dios”, según la construcción de la gramática del texto
griego. Pero para poder llegar a esa conclusión Tellbe se basa en dos tesis más o menos
pronunciadas:

 Pablo o su secretario escribió en griego.


 El texto griego que tenemos hoy en día está de acuerdo con el texto original que Pablo
escribió.

Ambas supuestas condiciones para la argumentación de Tellbe deben ser cuestionadas. ¿Será
que Pablo escribió en griego realmente? Los textos que tenemos hoy ¿son realmente copias
fieles al original que Pablo escribió, en el caso de que escribiera en griego?

El texto Peshita tiene la palabra y en este versículo antes de la palabra salvador/dador de la


vida, lo cual hace que por un lado habla de Eloah y, por el otro lado, habla del Mesías, lo cual
está de acuerdo con otros textos similares de Pablo. Así que, el texto arameo no dice que
Yeshúa es Eloah.
Por lo tanto, la declaración de Tellbe tiene que ser cuestionada tanto desde el testimonio del
resto de las Escrituras como por el testimonio del texto arameo.

Si realmente fuera cierto que Pablo escribiera en griego y que el texto que tenemos hoy en día
estuviera de acuerdo con lo que escribió, entonces este texto constituiría el único testimonio
de que Pablo hubiera llamado a Yeshúa Elohim, exceptuando la carta a los Hebreos. Un solo
pequeño testimonio dudoso no es suficiente para edificar una doctrina, especialmente cuando
se considera que la fe en esta doctrina es una condición para el destino eterno del alma. Tiene
que haber al menos dos o tres testimonios para poder confirmar cada cosa, y aquí hay sólo
uno, y dudoso. Además el texto arameo testifica en contra de este único pequeño testimonio.
Así que tenemos dos testigos que dicen lo contrario. La pregunta es cuál de los dos es el más
fiable. Pero como no coinciden es imposible dar un fallo final justo. El caso tendrá que ser
suspendido por falta de pruebas.

Por lo tanto, la conclusión que podremos sacar de esto es que no hay suficientes pruebas para
declarar que Pablo creía o enseñaba que Yeshúa sea Dios/Elohim.

David H. Stern, que también cree en la doctrina de la trinidad, escribe en su comentario sobre
el NT judío45 que este versículo no habla de Yeshúa como Dios sino como la Shejiná – gloria
manifestada – de Dios, que al mismo tiempo es nuestro Libertador, Yeshúa Mesías. De esta
manera él une este versículo con Hebreos 1:3 donde dice que el Hijo es el resplandor de la
Shejiná. Según él, los que dicen que este versículo claramente habla de la divinidad de Jesús
están introduciendo forzadamente el entendimiento de que “Jesús sea Dios” es un pasaje que
no trata esta cuestión. Según él, la deidad de Jesús no está claramente pronunciada en el
Nuevo Testamento sino sólo en alusiones indirectas.

Si fuese así, ¿Por qué esta cuestión se ha vuelto un asunto de salvación? ¿No debería la
salvación basarse en declaraciones claras que no podrían ser mal interpretadas de ninguna
manera? ¿No es más bien que la iglesia ha querido tener el monopolio de su interpretación
particularmente elaborada y de esa manera mostrar su poder sobre las Escrituras y sobre las
almas de las personas? Si la Biblia no tiene una doctrina de la trinidad pronunciada, ¿Por qué
es tan importante declarar como herejes y callar de diferentes maneras y deshacerse de los que
se atreven a cuestionarla? ¿No es esto una evidencia de que detrás de esta doctrina hay otros
poderes que no tienen su origen en el amor a la verdad de las Escrituras y al Espíritu que las
inspiró? Nuestro Maestro nos enseña que por el fruto se conoce el árbol. ¿Cuál es el fruto de
la doctrina de la trinidad a lo largo de la historia de la iglesia? ¿No habla el fruto de la clase de
espíritu que hay detrás de esa doctrina?

Si las Escrituras no tienen una doctrina de la trinidad pronunciada, ¿cómo es que esa doctrina
es utilizada como un arma y una razón para crear enemistad entre hermanos espirituales? ¿No
hay lugar para que uno pueda leer las Escrituras por sí mismo y saber qué dicen acerca de esto
y sacar sus propias conclusiones sin tener que ser señalado como lo uno o lo otro? ¿Cómo es
posible que esa doctrina se haya vuelto un tema tan decisivo cuando la Escritura no habla de
ello? Este hecho debe hacer que paremos y nos preguntemos: ¿qué espíritu hay detrás de ella?

Estoy convencido de que estamos tratando de un principado espiritual, el mismo principado


que estaba detrás de las doctrinas trinitarias de las religiones que rodeaban a Israel. La

45
Ver David H. Stern, Jewish New Testament Commentary, pág. 656.
doctrina de una deidad triuno existía en Egipto y otros reinos paganos mucho antes de que el
sistema de la ramera la introdujera por la fuerza en el cristianismo. Estos poderes espirituales
luego entraron y se apoderaron de la iglesia cristiana y el resultado de esta doctrina habla por
sí mismo. Sólo el hecho de que muchos que leen este libro se irritan en gran manera por el
hecho de que yo cuestione esa doctrina es una evidencia de cuánto se ha enraizado este poder
espiritual entre los cristianos.

Hebreos 1

“Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas


maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su
Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también
el universo.
“Él es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene
todas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación
de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, siendo mucho
mejor que los ángeles, por cuanto ha heredado un nombre más excelente que ellos.
Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Hijo mío eres tú, yo te he engendrado
hoy; y otra vez: Yo seré Padre para Él, y Él será Hijo para mí?
Y de nuevo, cuando trae al Primogénito al mundo, dice: Y adórenle todos los ángeles
de Dios. Y de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles, espíritus, y a sus ministros,
llama de fuego.
“Pero del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos; y el cetro de tu
reino es cetro de equidad. Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad; por lo
cual Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.
“Y: Tú, Señor, en el principio pusiste los cimientos de la tierra, y los cielos son obra
de tus manos; Ellos perecerán, pero tú permaneces; y todos ellos como una vestidura
se envejecerán, y como un manto los enrollarás; como una vestidura serán mudados.
Pero tú eres el mismo, y tus años no tendrán fin.
“Pero, ¿a cuál de los ángeles ha dicho jamás: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga
a tus enemigos por estrado de tus pies?
“¿No son todos ellos espíritus ministradores, enviados para servir por causa de los
que heredarán la salvación?” (LBLA)

Para poder entender este capítulo correctamente tenemos que tener claras tres verdades
fundamentales:

 La carta a los Hebreos fue escrita a judíos que conocían bien las Escrituras judías y sus
diferentes niveles de interpretación.
 La carta no fue redactada en griego sino en hebreo.
 Los primeros cuatro versículos constituyen un resumen de lo que luego es desarrollado
en el resto del capítulo.

La carta a los Hebreos fue escrita a judíos – posiblemente esenios – que estaban bien
familiarizados con los diferentes niveles de interpretación que hay en los Escritos hebreos.
Esto significa que mucho de lo que está escrito en la carta fácilmente podrá ser
malinterpretado por los que no están bien familiarizados con las discusiones y la idiosincrasia
judía. Muchas veces esta carta es utilizada por hombres ignorantes para hablar del ministerio
levítico como algo opuesto al ministerio celestial, los sacrificios sangrientos como opuestos al
sacrificio sangriento del Mesías en Gólgota, la ley como opuesto al pacto renovado etc. Para
aquellos judíos que conocen bien los diferentes niveles de interpretación y tienen una
comprensión más profunda de la Palabra revelada, estas cosas no son consideradas como algo
que tiene que entenderse como o lo uno o lo otro, sino como tanto lo uno como lo otro. Se
trata tanto del ministerio levítico como el ministerio celestial de Malki-Tsedek, tanto los
sacrificios de los animales como el sacrificio del Mesías, tanto el pacto anterior como el pacto
renovado. Esto implica, por lo tanto, que los niveles superiores de interpretación no eliminan
a los inferiores. Los niveles inferiores sirven para poder entender los superiores, pero los
superiores son más importantes (c.f. Juan 3:14).

Según los padres de la Iglesia, la carta a los Hebreos fue escrita en el idioma hebreo y luego
fue traducida al griego. En el siglo IV Eusebio hizo referencia a un escrito perdido de
Clemente de Alejandría que fue escrito alrededor del año 200 E.C., y que citó de la siguiente
manera:

“En la obra llamada Hypotyposes, [Clemente de Alejandría] nos ha dado la descripción corta de todas
las Escrituras canonizadas. Él asegura que la carta a los Hebreos fue escrita por Pablo a los hebreos en
46
el idioma hebreo, pero que fue traducida cuidadosamente por Lucas y publicado entre los griegos.”

Eusebio mismo escribió:

“Como Pablo había escrito a los hebreos en el idioma de su propia nación, algunos dicen que el
47
evangelista Lucas, otros dicen que Clemente, tradujo la carta.”

Jerónimo escribió:

“[Pablo], que era hebreo, escribió muy elocuentemente en el idioma hebreo, que era su propio idioma, y
48
lo hizo cuando las cosas elocuentes que fueron escritas se tradujeron más elocuentemente al griego.”

Como esta carta originalmente fue escrita en hebreo, probablemente por Pablo, uno tiene que
tener cuidado al basarse en el texto arameo o griego. Las traducciones tienen defectos, no
importa cuán buenas que sean, y por eso existe el riesgo de los malos entendidos al leer las
traducciones. Por lo tanto, debemos tener una actitud de cuidado y humildad a la hora de
intentar de entender esta carta.

Los primeros versículos de Hebreos 1 constituyen un resumen de lo que viene más tarde en el
capítulo. Pablo empieza con una descripción concentrada de la relación entre el Hijo y el
Padre y luego sigue desarrollando esta relación con evidencias de citas escriturales que
concuerdan con el mundo de interpretación y entendimiento teológico en el que vivía los
receptores. Así que, al analizar palabra por palabra de lo que se dice, uno tiene que
preguntarse acerca del significado de cada término según la manera de pensar y la teología
que tenían los receptores de la carta.

Ahora, entremos en el texto:

En los versículos 1-2 está escrito según la versión la Biblia de las Américas:

46
Clemente de Alejandría, Hypotyposes (aprox. 200 E.C. citado por Eusebio en Historia Eclesiástica 6:14:2.
47
Eusebio, Historia Eclesiástica 3:38:2-3.
48
Jerónimo (s. IV), Lives of Illustrious Men, Book V.
“Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas
maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su
Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo
también el universo.”

Al tratar estos versículos en un capítulo anterior, vimos que en tiempos anteriores el Eterno no
había hablado al pueblo de Israel mediante el Hijo, sino solamente por medio de los profetas.
Después de venir el Hijo, también habla por medio de Él.

He aquí el primer ejemplo de que debemos entender el texto como tanto lo uno como lo otro,
y no o lo uno o lo otro. El mensaje de los profetas no ha dejado de hablarnos al venir el Hijo.
Cientos de profecías por medio de Moshé y los demás profetas todavía no han sido cumplidas,
así que sería totalmente falso creer que como ahora ha venido el Hijo, el Eterno ya no nos
habla por los profetas. El Hijo mismo se basó en los profetas y mostró que todos estaban
hablando de Él, (Luc. 24:26-27). Además hay varios ejemplos en los Escritos Apostólicos de
cómo el Eterno habló a las congregaciones mediante los profetas que servían después de la
venida de Yeshúa. Así que, lo uno no excluye lo otro.

Tome nota de que está escrito que Dios había hablado por su Hijo. Así que Elohim es el
Padre, que ha hablado por medio de su Hijo, su representante más importante. Así que, no fue
el Hijo quien habló sino el Padre, mediante el Hijo.

Como hemos dicho antes, el Hijo es el propósito principal de toda la obra de la creación. Por
eso el Eterno tenía al Hijo en su mente cuando creó todo. Por eso dice que creó todo por
medio de Él. Como vimos antes, el Hijo no fue el Creador sino el canal, el plan maestro, por
medio del cual el Eterno creó el mundo. Esta verdad debe ser el fondo para poder entender
correctamente lo que está escrito en los versículos 10-12, que son una cita del Salmo 102:25-
27:

“Tú, Señor, en el principio pusiste los cimientos de la tierra, y los cielos son obra de
tus manos; Ellos perecerán, pero tú permaneces; y todos ellos como una vestidura se
envejecerán, y como un manto los enrollarás; como una vestidura serán mudados.
Pero tú eres el mismo, y tus años no tendrán fin.”

Observe que la palabra Señor no está escrita en el texto hebreo del Salmo 102:26. La versión
griega de la carta a los Hebreos sigue casi literalmente la traducción de la Septuaginta del
Salmo 102 donde aparece la palabra “Kurios” – Señor. En el texto arameo no aparece la
palabra Señor en Heb. 1:10 lo cual muestra que el texto arameo no fue traducido del griego
sino está basado en el texto hebreo del Salmo 102.

Este salmo describe como uno que sufre expresa su angustia clamando al Eterno por salvación
y ayuda. Después viene la respuesta al clamor del angustiado que explica cómo el Eterno se
levantará y tendrá compasión de Tsión, (v.13). Todas las naciones gentiles temerán ante el
nombre del Eterno y todos los reyes ante su gloria cuando haya edificado a Tsión y se haya
manifestado en su gloria (que es una ilustración del restablecimiento de un reino político en la
tierra de Israel con las doce tribus de Israel, v. 16).

En el Salmo 102:18 está escrito:


“Esto se escribirá para las generaciones futuras; para que un pueblo aún por crear
alabe al SEÑOR.” (LBLA)

Según el hebreo, está escrito literalmente: una última generación. Por lo tanto, este salmo está
hablando del tiempo para la segunda venida del Mesías. Está describiendo como el Eterno
estará mirando desde el cielo para liberar a los hijos de la muerte para que Su nombre pueda
ser proclamado en Jerusalén cuando todas las naciones se reunirán para servirle, (v. 19-22).

En este contexto, que claramente habla del regreso del Mesías, entran los versículos del
Salmo 102, que están citados en Hebreos 1 como una referencia al Hijo.

Así que, el Salmo 102 habla del tiempo para la segunda venida del Mesías cuando el Eterno
juzgará a la tierra por medio de Él. Él es el siervo y máximo representante del Eterno. Cuando
el Hijo regrese, es el Eterno quien está viniendo por medio de Él. Él viene en el Nombre del
Eterno. Teniendo esto en cuenta, junto con lo que hemos aprendido antes por medio de las
Escrituras hebreas, es más fácil interpretar esta cita como un reconocimiento de que el Eterno
está viniendo mediante Su representante para establecer Su reino en la tierra, en lugar de
asignar toda la cita al Hijo.

Sin embargo, tendré que admitir que este es uno de los textos de los Escritos Apostólicos
difíciles de entender donde parece que el Hijo sea presentado como el Creador. Pero si
partimos del versículo 2 donde dice que Elohim creó por medio del Hijo, tendremos que
entender el versículo dentro del marco de esta representación para que cuadre. El texto habla
en primer lugar del Padre, pero también del Hijo, porque también Él fue contado antes de la
creación y va a existir eternamente después que los cielos actuales hayan sido consumidos por
fuego. Así que, se trata de tanto lo uno como lo otro. En el próximo capítulo hablaremos de
cómo el Hijo lleva el nombre del Eterno y cómo los textos de las Escrituras que claramente
hablan del Padre son utilizados como referencias del Mesías en los Escritos Apostólicos.

Hebreos 1:3 dice:

“Él es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene


todas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación
de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas…”

Este versículo habla de la posición actual del Hijo, después de la resurrección, cuando fue
deificado y recibió la autoridad delegada para poder gobernar sobre todo con su palabra.

En el texto Peshita está escrito: imagen de su ser. La palabra imagen en arameo es “salma” y
viene de la palabra hebrea “tselem” – imagen – que se encuentra en Génesis 1:26-27.49 En el
texto griego aparece la palabra “charakter”50 – grabadura. La palabra griega que fue traducida
como naturaleza es “hupostasis”51 que significa fundamento, sustancia.52

49
Hay variantes de la misma palabra aramea en: Mat. 22:20; Mar. 12:16; Luc. 20:24; Hech. 19:35; Rom. 1:23;
Rev. 13:14, 15; 14:9, 11; 15:2; 16:2; 19:20; 20:4.
50
Strong G5481 χαρακτήρ, charaktēr, khar-ak-tar', From the same as G5482; a graver (the tool or the person),
that is, (by implication) engraving ([“character”], the figure stamped, that is, an exact copy or [figuratively]
representation): - express image.
51
Strong G5287 ὑπόστασις hupostasis, hoop-os'-tas-is, From a compound of G5259 and G2476; a setting
under (support), that is, (figuratively) concretely essence, or abstractly assurance (objectively or
subjectively): - confidence, confident, person, substance.
52
La palabra aparece en 2 Cor. 9:4; 11:17; Heb. 1:3; 3:14; 11:1.
Tome nota de que está escrito que el Hijo está sentado a la diestra de la Majestad en las
alturas, pero no que Él mismo sea la Majestad. La expresión “a la diestra” es una expresión
judía para la delegación de la autoridad y representación y no debe ser entendida literalmente
como algo geográfico.

La carta a los Hebreos continua declarando que después de la resurrección y glorificación el


Hijo ha recibido una posición mucho más alta que los ángeles. En la versión de Reina-Valera
(1960) está escrito que Él fue hecho superior a los ángeles, lo cual concuerda mejor con el
texto griego. Esto implica que Él no lo fue antes de la resurrección. Mencionamos
anteriormente que el Hijo tenía una posición inferior a los ángeles antes de ser glorificado,
(Heb. 2:7). La expresión Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy habla justamente de la
resurrección, (Hech. 13:33; Heb. 5:5). Solamente después de la resurrección heredó un
nombre que es mucho más elevado que los ángeles y entonces recibió todo el poder en el cielo
y en la tierra. Así que, aquí no está hablando de que el Hijo sea una especie de ser superior
que los ángeles, sino de su posición de autoridad, su posición de poder. En este preciso
contexto aparecen las citas de los Salmos.

En Hebreos 1:8-9 está escrito:

“Pero del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos; y el cetro de tu
reino es cetro de equidad. Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad; por lo
cual Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.”

Esto es una cita del Salmo 45:1-2 donde está escrito:

“Para el director del coro; según Sosanim. Masquil de los hijos de Coré. Canción de
amor. Rebosa en mi corazón un tema bueno; al rey dirijo mis versos; mi lengua es
como pluma de escribiente muy ligero. Eres el más hermoso de los hijos de los
hombres; la gracia se derrama en tus labios; por tanto, Dios te ha bendecido para
siempre.” (LBLA)

Evidentemente, este salmo está hablando a un rey entre los hijos de los hombres, a saber un
hombre, pero uno que Elohim ha bendecido para siempre. Este salmo habla en primer lugar de
uno de los reyes en Israel. Pero en su dimensión profética alude al Mesías. Así que, otra vez
se trata de tanto lo uno como lo otro.

Lo que es interesante en este contexto es que el término “Elohim” es utilizado en el texto


hebreo cuando habla de un rey en Israel durante su boda. Como hemos visto antes, los jueces
humanos reciben el título de “Elohim”, lo cual es subrayado otra vez en este salmo. Y como el
salmo alude al Mesías, y especialmente el momento grande cuando será celebrada la boda del
Cordero en el siglo venidero (ver el contexto del Salmo 45), el título “Elohim” se convierte en
una evidencia muy especial de que el Mesías, después de su resurrección, haya recibido la
honra de gobernar como Juez supremo, muy por encima de los ángeles.

Sin embargo, esto no constituye una evidencia de que Él sea Elohim en el sentido absoluto, lo
cual también es confirmado por las palabras por lo cual Dios, tu Dios, te ha ungido… Me
parece una irracionalidad que una persona pueda ser Dios y al mismo tiempo tener un Dios.
¿Cuántos dioses hay? Sólo uno, enseñan las Escrituras. Por lo tanto es imposible que el Hijo
sea el individuo Elohim en sentido absoluto y al mismo tiempo pueda tener un Elohim, lo
cual significaría que serían dos individuos, dos Dioses, (c.f. Juan 20:17). Sin embargo, Él
perfectamente puede haber sido confiado con el título “Elohim” como el gobernante superior
de esta creación y al mismo tiempo tener al Eterno sobre sí como su Elohim. Esto concuerda
bien con el testimonio que dan el resto de las Escrituras, según lo que hemos estudiado en
capítulos anteriores.

Ahora, podemos concluir esta parte diciendo que el capítulo 1 de la carta a los Hebreos no
habla de la esencia del Hijo como Elohim/Dios en su sentido absoluto, sino destaca la
posición de autoridad que Él ha recibido del Eterno sobre los ángeles después de haber sido
resucitado de entre los muertos. El texto del Salmo 102 habla de cómo todo fue creado y
cómo el Creador permanecerá, a pesar de que lo creado sea anulado. Esta verdad es aplicable
también sobre el Hijo que es un canal por medio del cual el Eterno creó todo y que seguirá
siendo el mismo incluso en el tiempo cuando el cielo y la tierra sean consumidos por el fuego.

2 Pedro 1:1

“Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que han recibido una fe como la
nuestra, mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador, Jesucristo: Gracia y paz os
sean multiplicadas en el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor.” (LBLA)

Según esta traducción está escrito que Jesucristo es tanto Dios como Salvador. Sin embargo
no dice así todas las traducciones. En otras traducciones se puede ver que Dios está escrito por
un lado y Jesucristo por el otro. Esto depende de las diferentes variantes que hay de los
manuscritos griegos. Si vamos al texto arameo vemos que la palabra para Dios no aparece allí
sino la palabra para Señor, como está escrito:

“… la justicia de nuestro Señor y Libertador Yeshu Meshija.” (Trad. mía)

Por lo tanto, este versículo no puede ser utilizado como una evidencia para decir que Pedro
consideró que Yeshúa es Elohim/Dios en su sentido absoluto.

1 Juan 5:20

“Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que
conozcamos al que es verdadero; y nosotros estamos en aquel que es verdadero, en su
Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna.” (LBLA)

La expresión el verdadero Dios en este texto, habla de Aquel verdadero, cuyo hijo es Yeshúa
el Mesías. Así que, el Padre es el verdadero Elohim y la vida eterna, (c.f. Juan 17:3).

No hay dos o tres testimonios en los Escritos Apostólicos que dicen que Elohim/Dios sea otra
cosa que el Padre o implicar alguna otra persona que el Padre. Pero hay muchísimos
testimonios que hablan de lo contrario. Los apóstoles expresan en sus escritos un monoteísmo
absoluto donde sólo el Padre es presentado como Elohim/Dios y donde Yeshúa es presentado
como Señor (“Adón”).

En 1 Corintios 8:5-7a está escrito:


“Porque aunque haya algunos llamados dioses, ya sea en el cielo o en la tierra, como
por cierto hay muchos dioses y muchos señores, sin embargo, para nosotros hay un
solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas y nosotros somos para El; y un
Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por medio del cual existimos
nosotros. Sin embargo, no todos tienen este conocimiento.” (LBLA)

Otro texto que habla de un monoteísmo absoluto es Juan 17:3 donde está escrito:

“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a


Jesucristo, a quien has enviado.” (LBLA)

Si Pablo hubiera tenido la teología trinitaria que fue desarrollada cientos de años más tarde,
habría empezado sus cartas de la siguiente manera:

Gracia a vosotros y paz de Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo. Amén.

Pero como ni Pablo ni otro de los apóstoles creían en un Elohim/Dios triuno, no encontramos
rastro de semejante mezcla en sus escritos.

El hecho de que cientos y miles de años más tarde muchos intentan introducir en sus Escritos
una doctrina que no está allí y encontrar rastros de semejante construcción posterior, es otra
historia. Ahora, si uno es sincero y busca la verdad leyendo sus Escritos sin un prejuicio
trinitario es muy difícil, para no decir imposible, de llegar a tal conclusión. El hecho de que
tanto el Padre como el Espíritu como Yeshúa son mencionados en sus Escritos no constituye
de ninguna manera una evidencia de que se trate de una trinidad. Un lector e investigador
sincero de la Biblia fácilmente podrá ver que la doctrina de la trinidad no es la base de las
Escrituras Apostólicas.

Sin embargo, surgen problemas con los textos que parecen destacar una deidad en Yeshúa.
Pero como hay variantes de los manuscritos griegos y arameos que dan testimonio de que el
texto original ha sido manipulado, especialmente en los textos que parecen destacar divinidad
en el Mesías, uno debe, en nombre de la sinceridad, sospechar que han habido fuertes
intereses en la iglesia establecida que han introducido estos cambios en los manuscritos dando
como resultado que la doctrina recientemente creada de la di-unidad y trinidad pueda ser
percibida en las Escrituras consagradas. Muchos de los manuscritos que tenemos ahora, dan
testimonio de cómo la Palabra del Eterno ha sido manipulada por la gran ramera para hacerla
cuadrar con el mundo de ideas de las religiones paganas de alrededor, donde había una fe
trinitaria claramente expresada. La iglesia romana, que en las Escrituras es descrita como una
ramera, siempre ha flirteado con las religiones del mundo e introducido en su seno aquella fe
y aquellos ritos que existían en las religiones de alrededor. En la Biblia la ramera es llamada
Babilonia. El nombre Babilonia viene del hebreo “bavel” que significa mezcla. Esta religión
es verdaderamente una mezcla de judaísmo puro con toda clase de paganismo, incluyendo la
doctrina de la trinidad. Por lo tanto, las Escrituras Apostólicas, que fueron dadas al pueblo
judío y por medio de ellos, han sido manipuladas por un sistema de prostitución religiosa que
sin vergüenza y con una auto exaltación altiva no ha temido cambiar la Palabra del Eterno
según sus propios criterios para así mezclar lo puro con lo impuro, la revelación celestial con
doctrinas de demonios y la verdad con la mentira para así crear un pueblo confuso que ha sido
desviado para creer que la salvación está depositada en doctrinas que no pueden ser
encontradas en los textos originales de la Palabra revelada, incluidos los Escritos Apostólicos,
los que erróneamente son llamados “Nuevo Testamento”.

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