Está en la página 1de 3

Estudio Para Grupos de Crecimiento

ESTUDIO 1190
EL PROPÓSITO DE LAS PRUEBAS

Hay tiempos cuando, sin importar cuánto éxito hayamos logrado, todos enfrentamos retos,
luchas… y hay ocasiones cuando las cosas no saldrán como nosotros quisiéramos. Cuando
suceden problemas, algunas personas de inmediato piensan que ellos han hecho algo equivocado,
que seguramente Dios debe estar castigándoles. Muchas veces no entendemos que el Señor tiene
un propósito divino para cada reto que llega a nuestra vida y aunque no nos manda los problemas,
en ocasiones Él nos permite atravesarlos. Romanos 8:28
¿Por qué sucede esto? La Biblia dice que las tentaciones, las pruebas y las dificultades deben
llegar porque de esa manera ejercemos nuestros músculos espirituales y nos hacemos más fuertes
al tener adversidades que conquistar y ataques que resistir. Además, en los tiempos difíciles de la
vida es cuando vemos de qué estamos hechos. La presión revela y expone cosas que debemos
tratar, cosas como actitudes incorrectas, motivaciones equivocadas, áreas donde hemos entrado en
mediocridad. Por muy raro que eso nos parezca, las pruebas pueden ser beneficiosas.
Romanos 8:18
PURIFICADOS POR DIOS
“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido,
como si alguna cosa extraña os aconteciese, …” 1 Pedro 4:12 Juan 16:33
Si nos fijamos bien, la prueba tiene como propósito probar nuestra calidad, probar nuestro
carácter, probar nuestra fe. En otras palabras, enfrentaremos diversas pruebas, y aunque no las
disfrutemos, Dios las usará para refinarnos, para limpiarnos y purificarnos. El Señor está tratando de
cambiarnos y moldearnos a la persona que quiere que seamos; si aprendemos a cooperar con Él y a
ser prontos para cambiar y corregir las áreas que trae a nuestra atención, entonces pasaremos la
prueba y pronto seremos promovidos a un nuevo nivel.

LA FE
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que
le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Hebreos 11:6
En las luchas de la vida, Dios se interesa más en cambiarnos que en cambiar las
circunstancias. No es que no pueda cambiarlas, ya que Él lo puede hacer y muy frecuentemente lo
hace, pero en la mayoría de los casos, somos probados en las áreas en las que somos más débiles.
Si tenemos un problema con la envidia, parecerá que cada persona que conocemos tiene
más o mejores posesiones materiales que nosotros, seguro notaremos que nuestro mejor amigo
porta ropa nueva a cada rato. La persona que trabaja junto a nosotros, que gana la mitad de lo que
nosotros ganamos, llega en un automóvil nuevo.
¿Estamos pasando por alguna prueba? Debemos mantener una buena actitud y regocijarnos
con los que se gozan y estaremos realmente contentos por lo que les haya sucedido, o nos
pondremos negativos y amargados diciendo: “Dios, yo trabajo más duro que ellos, y nunca me
sucede nada bueno. Asisto a la iglesia cada domingo. ¿Por qué no puedo tener carro nuevo?”
Esa es una prueba de fe, el Señor está sacando a la luz las impurezas en nuestro carácter y
de esa manera, está intentando refinarnos. Si aprendemos a cooperar con Él, y a soltar aquellas
cosas que nos atan, nos sorprenderemos por las bendiciones, y el favor y la victoria que llegará a
nuestra vida.

DIOS ESTÁ MÁS INTERESADO EN NOSOTROS Santiago 1:2-3


¿Alguna vez hemos considerado que quizá el Señor nos quiera cambiar? Él pudo ponernos
intencionalmente cerca de esa persona que nos irrita. Tal vez nos esté enseñando que debemos
amar a nuestros enemigos, o quizá nos esté haciendo más fuertes y enseñando un poco de
resistencia, para que no corramos cada vez que algo se ponga difícil, incómodo o inconveniente.
Un esposo se queja: “Dios, ¿por qué mi esposa es así?”. Un padre se queja: “Señor, estos
niños me están volviendo loco. Si tan sólo hicieras que se comporten bien, entonces sería feliz”. Los
hijos se quejan de sus padres, los alumnos de sus maestros, el trabajador de su jefe, etc., etc...
Dios no cambiará a ninguna de las personas con las que estemos lidiando sin antes
cambiarnos a nosotros. Él las cambiará si nosotros dejamos de quejarnos de todo mundo y
comencemos a ver de cerca nuestro propio corazón y cooperar con los cambios que quiere hacer
con nosotros. Es tiempo de examinar nuestro propio corazón y ver si hay algunas actitudes o
motivos que necesiten cambiar.

UNA OBRA EN PROGRESO


Recordemos que la Biblia dice: “Porque somos hechura suya, ...” Efesios 2:10. Esto significa
que somos una obra en progreso, no un producto terminado. Dios hará las cosas a Su manera, de
una manera u otra. Podemos aprender por las malas, o lo podemos hacer de una manera fácil:
Cuando lleguen a nuestra vida las dificultades, escudriñemos nuestro corazón y seamos prontos
para cambiar. Tengamos la disposición de tratar con los asuntos que Dios hace resaltar y
cooperemos con Él en su proceso de refinación en lugar de pelear contra Él.
La Escritura dice que nosotros somos el barro. El barro funciona mejor cuando está suave y
moldeable, pero si nosotros estamos duros y sin disposición de cambiar, Dios tendrá que tratar
duramente con eso hasta que salgan todas las cosas duras y ásperas de nuestra vida.
Claro que a nadie nos gusta pasar por luchas, pero tenemos que entender que nuestras
luchas podrían ser una oportunidad para ser purificados. Aquello que estamos resistiendo con tanta
tenacidad podría ser lo que puede lanzarnos a un nuevo nivel de excelencia. Nuestros retos podrían
llegar a ser nuestras características más ventajosas.

FIRMES Y ADELANTE
Mantengámonos fuertes y peleemos la buena batalla de la fe. Dios nos dará la oportunidad de
avanzar porque la lucha es lo que nos fortalece y sin oposición o resistencia, no existe el potencial
para progresar. Sin ninguna resistencia del agua, el barco no puede flotar; sin ninguna resistencia
del aire, un águila no puede remontarse a las alturas; sin la resistencia de la gravedad, no
podríamos ni siquiera caminar.
Sin embargo, nuestra tendencia humana es querer todo fácil. Lamentablemente no existen
atajos; no existe una manera fácil de madurar física, emocional o espiritualmente. Tenemos que
tener determinación y trabajar con Dios. Por eso la Biblia nos dice: “...ocupaos en vuestra
salvación...” La salvación es más que una oración que se hace en una ocasión, es una constante
cooperación con Dios, tratando con los asuntos que Él nos presenta y manteniendo una buena
actitud, peleando hasta lograr conseguir la victoria.
El Señor nunca nos prometió que no tendríamos retos. De hecho, Él dijo exactamente lo
opuesto, pues su Palabra dice: “...tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida
a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con
fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, ...” 1 Pedro 1:6-7
Al pasar por tiempos difíciles, asegurémonos de pasar la prueba. No seamos obstinados,
reconozcamos que Dios nos está refinando, quitando algunos de nuestros lados ásperos.
Mantengámonos firmes y peleemos la buena batalla de la fe porque Él nos ha llamado a ser
campeones; estamos destinados a ganar. Si cooperamos con el Señor y mantenemos una buena










actitud, entonces no importará lo que venga en contra de nosotros, la Biblia dice que todas las
cosas, no sólo las cosas buenas de la vida, sino todas las cosas, nos ayudarán a bien.

También podría gustarte