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PALABRA FECUNDA

TALLER DE LENGUA Y LITERATURA


GUÍA N° 8

ASIGNATURA: LENGUA CASTELLANA GRADO: 11 PERIODO:


DOCENTE: Mg. DILIA GRANADOS ARJONA
TEMA: VARIEDADES DE LA LENGUA. La norma lingüística

El nivel cultural de los hablantes es uno de los factores de carácter social que determinan
gran parte de las diferencias lingüísticas, y se manifiesta especialmente en el
conocimiento que cada uno tiene de las normas de uso de la lengua.

Una comunidad otorga prestigio a los usos de determinados grupos, que se valoran como
modelo de comportamiento lingüístico o de bien hablar. El conjunto de estos usos
constituye la norma. Cuando la lengua se ajusta a esa norma, recibe el nombre de
lengua estándar: esta no coincide con ninguna variedad real, aunque suele identificarse
con la empleada por las personas a las que la comunidad considera cultas.

Como rasgos de la norma pueden señalarse los siguientes:


La norma determina lo que es correcto y lo que no lo es. Ese criterio de corrección
sirve a los hablantes como marco de referencia que frena la disgregación de la lengua, a
la vez que potencia la identidad de una comunidad lingüística.
En una lengua no existe una norma única, pues esta se adapta a la manera de hablar
de las personas cultas de las distintas variedades dialectales, y da lugar a diferentes
subnormas. Así, en unos lugares de habla española resulta conforme a la norma distinguir
la z de la s, mientras en otros, el seseo, o el yeísmo, pertenecen también a la norma.
La norma es permeable también a los usos de los distintos grupos sociales. La norma
acepta usos de determinados grupos sociales cuando estos se generalizan, como sucede
con algunos términos técnicos que pasan a la lengua estándar: leasing, cartel, formatear,
etc.
La norma se difunde a través de la enseñanza y de los medios de comunicación, y se
hace explícita en gramáticas y diccionarios.

La Real Academia Española se ocupa de la norma del español.


El respeto hacia la norma es más estricto en unas situaciones comunicativas que en
otras. Por ejemplo, en determinados ámbitos, como la administración, la ciencia, la
literatura y la prensa, se tiene muy en cuenta la norma. Y mientras en la lengua escrita los
usos se acercan más al modelo de la lengua estándar, en la lengua hablada son más
frecuentes las diferencias debidas al origen de los hablantes.

La transgresión de la norma: incorrecciones


No es posible establecer límites estrictos entre las distintas variedades socioculturales de
la lengua, pues entre ellas se dan solo diferencias de grado. En un extremo se sitúan
aquellos grupos sociales cuyos usos se acercan más a la lengua estándar; son grupos en
los que se manifiesta de forma más estricta la norma. En el otro extremo se sitúan los
grupos más alejados de la lengua estándar; en ellos se producen las mayores
transgresiones de dicha norma.
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El lenguaje vulgar
El desconocimiento de la norma origina las diversas incorrecciones a las que
denominamos vulgarismos, cuyo empleo tiene que ver, por tanto, con el bajo nivel cultural
de los hablantes. Este tipo de incorrecciones afecta a diversos planos de la lengua como
la pronunciación, la morfología, la sintaxis y el vocabulario.
En lo que se refiere a la pronunciación, encontramos, entre otros, los siguientes
fenómenos
Fenómeno Ejemplo
Sustituciones de un sonido por otro agüelo, güeso, nuevecientos.
perlado (por prelado), predujicar (por perjudicar),
Metátesis (cambio de orden de los sonidos) Grabiel (por Gabriel).
Prótesis (adición de vocales al principio de una dentrar (por entrar), empalidecer (por palidecer),
palabra) dextrañar (por extrañar).
Aféresis (pérdida de consonantes o vocales al Orita (por ahorita), fresco (por refresco), delgazar
principio de una palabra) (por adelgazar).
Contracciones pa bajo (por para abajo), al (por a el).
Cambios de acento périto, apostóles, avaro.

No todos los fenómenos relativos a la pronunciación tienen la misma consideración social.


En este tipo de alteraciones fonéticas existen diferencias de grado; y así, mientras una
incorrección como dentrar u orita es claramente vulgar, otros usos se han generalizado en
la lengua hablada y se toleran en un registro coloquial: es lo que ocurre, por ejemplo, con
la pérdida de la -d- intervocálica en los participios, por ejemplo: cansao, rendío.

En lo referente a la morfología y la sintaxis, se considera vulgar la anteposición del


artículo al posesivo (la mi casa), el empleo de formas verbales anómalas (andé,
obtenimos, introducimos, acabastes), el uso transitivo de verbos intransitivos (Has caído
el vaso; Juan entró el balón en la portería), el laísmo (La dije eso), el loísmo (Lo di un
buen golpe) o el orden incorrecto en la colocación de los pronombres personales átonos
(Me se ha caído).

Cabe, por fin, destacar, por lo que respecta al vocabulario, las confusiones que se
producen en el significado de las palabras:
Se le ha infestado la herida, en lugar de infectado
La eminente llegada de los corredores, en lugar de inminente.

Ciertos usos dialectales se interpretan como incorrecciones en otros dominios


geográficos, como ocurre con los siguientes casos: Habían muchas personas, utilizado en
algunas regiones del país; Está que llueve, empleado en el altiplano cundiboyacense para
indicar que está lloviendo muy fuerte. Por otro lado, en los ámbitos rurales se mantienen
usos dialectales que fuera de estos ámbitos se consideran vulgarismos, como, por
ejemplo, las palabras lamber, en vez de lamer, o agujada, en lugar de agujero
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Los tabúes de la lengua
En cada cultura existen ciertos temas estigmatizados que despiertan en los miembros de
la comunidad sensaciones de temor, desagrado o respeto. Esta misma consideración
alcanza también a las palabras con las que la lengua hace referencia a esa realidad
valorada negativamente, de forma que acaban por ser tomadas como voces soeces,
vulgares y de mal gusto. Por este motivo se emplean exclusivamente en situaciones
informales o coloquiales: son llamadas palabra tabú, que suelen referirse a temas
fundamentales: el sexo; lo escatológico (ciertas partes del cuerpo, la excreción y algunas
funciones fisiológicas básicas); la muerte y la enfermedad; y, finalmente, la religión y lo
sobrenatural.

La utilización de las palabras tabú despierta en los interlocutores, según la situación de


comunicación, reacciones diferentes, como el escándalo, la recriminación, el rechazo
social e, incluso, la violencia y la denuncia. Para evitar las reacciones negativas, los
hablantes recurren a procedimientos lingüísticos como el eufemismo y el circunloquio, o la
deformación fonética de las palabras tabú. En los eufemismos se sustituye la palabra
que se refiere a algo desagradable, estigmatizado o prohibido, por otro término que se
relaciona más difícilmente con ese problemático referente.
También, cada uno de los temas mencionados cuenta con su propio repertorio de
eufemismos. Así, para referirse al hecho de morir, el hablante dispone de un amplio
número de expresiones eufemísticas, como dar el último suspiro, dejar de existir, expirar;
para aludir a la muerte cuenta con expresiones como la innombrable o la dama de negro;
y para designar funciones biológicas básicas recurrimos a todo tipo de recursos retóricos,
que han dado lugar a expresiones como sentarse en el trono.

ACTIVIDAD

1. Señala las diferencias semánticas existentes entre las siguientes oposiciones.

hombre público - mujer publica hombre liberal –mujer liberal


lagarto – lagarta zorro- zorra

¿Qué es el lenguaje sexista y cuáles son sus características?

2. Lee el siguiente texto. ¿Qué nivel de uso de la lengua se emplea? Extrae los
rasgos más significativos del mismo y señala sus características:

—Me voy lejos, padre, por eso vengo a darlo el aviso.


—¿Y pa ónde te vas si se puede saber?
—Me voy pal Norte.
—¿Y allá pos pa qué? ¿No tienes aquí tu negocio? ¿No estás metío en la merca de puercos?
—Estaba. Ora ya no. No deja. La semana pasada no conseguimos pa comel y en la antepasada comimos
puros quelites. Hay hambre, padre, usté no ni se las huele porque vive bien.
—¿Qué estás ahí diciendo?
—Pos que hay hambre. Usté no lo siente. Usté vende sus cuetes y sus saltapericos y la pólvora y con eso la
va pasando. Mientras haiga funciones, le lloverá el dinero; pero uno no, padre. Ya naide cría puercos en
este tiempo. Y si los cría pos se los come.
Juan Rulfo, El llano en llamas (texto adaptado)
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3. Completa los espacios en blanco con las palabras que corresponden:

Banco de palabras: vulgar, culta, factores, educación, norma, comunicativa, vulgarismos,


imprecisiones, sociocultural, corrección, coloquial.

Las diferencias en el uso de una lengua se deben a múltiples . Entre ellos, la

situación y el nivel de los hablantes. Existe, por una parte, la

lengua , que es la que constituye la y que se caracteriza por

la lingüística. Por otra, la , es decir, aquella que empleamos todos

en nuestra conversación ordinaria, correcta, aunque con algunas . Por último,

el nivel de la lengua, propio de hablantes sin cultural, caracterizado,

básicamente, por el empleo de

4. Señala cuáles de estas palabras son incorrecciones léxicas. Escribe


correctamente las que señales.

( ) Cotidianeidad.
( ) Proviniente.
( ) Idiosincrasia.
( ) Revindicación.
( ) Extrovertido.

5. Señala cuáles de las siguientes oraciones contienen un vulgarismo. Escribe


correctamente las que señales.

( ) La he dicho que me escuche.


( ) Esta mañana los vi cuando subían hasta mi casa.
( ) En la sala habían más de cien personas.
( ) Pensaba de que todo sería mucho más sencillo.
( ) Cuanto más lo pienso menos me lo creo.
( ) Hubieron muchos muertos
( ) Ayer llegastes tarde
( ) Duerme mientras se coce la comida

6. Reescribe el fragmento del Llano en llamas de Juan Rulfo empleando un


registro culto

WEBGRAFÍA
http://buscon.rae.es/dpdI/)
http://www.ecured.cu/index.php/Norma_ling%C3%BC%C3%ADstica

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