CONTENDO

Breve tratado sobre Bonsái Pàg. 2

CONTENIDO

El Principio del Bonsái..........3

Historia del Bonsái.................3
El Cultivo en Macetera:.........4
Condiciones de Trabajo........4
El Trasplante...........................5
La Poda...................................7
Poda de Ramas.....................8
Mantenimiento......................12
Fertilización...........................12
Riego y Pulverización..........14
Plagas....................................16
Presentación.........................16
Estilos de Bonsáis...............17

Ing. Rodolfo Zapata Quiñonez


Breve tratado sobre Bonsái
INDICEquitarle con esmero una u otra rama, incluso si ésta es
El Principio del Bonsái
BONSÁI es un término japonés que significa "árbol en
macetera" (de bon: vasija, Maceta y sai, árbol o
arbusto).
Se trata, pues, de un árbol o arbusto que se cultiva en
una vasija o macetera y al que, sin que pierda nunca
las características del árbol adulto, se mantiene
deliberadamente en un tamaño reducido mediante
distintas y muy depuradas técnicas de cultivo.
Contrariamente a lo que muchos piensan, no se trata
de martirizar a la planta. Nada de eso: en la naturaleza
hay también árboles enanos. ¿Quién no ha visto en la
montaña, sobre una pared rocosa, en un viejo muro 0
en un paraje seco y yermo, árboles de tamaño
minúsculo, pero que presentan todos los rasgos del
árbol normal? En la naturaleza, la dura ley de la
supervivencia obliga a la planta a adaptarse a las
condiciones sumamente difíciles que con frecuencia
encuentra, a vivir y fructificar en ellas para asegurar la
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continuidad de la especie. Es esta una ley natural, que el
aficionado al bonsái no hace más que respetar cuando
limita el volumen de tierra en que crece su arbolito.
Limitar el volumen de tierra no significa que se quiera dejar
morir la planta de hambre y sed; al contrario: mediante las
adecuadas y continuas labores alcanza un desarrollo
armonioso y natural, aunque reducido.
Por otra parte, el equilibrio entre el volumen limitado de
tierra y la parte aérea del árbol sólo puede mantenerse
mediante la poda sistemática. Pero una poda, si está
correctamente realizada, no representa en absoluto una
mutilación para el árbol.
La selva atroz y primitiva, donde el hombre no ha
penetrado jamás, es un laberinto sembrado de ramas
muertas, de árboles quebrados 0 torcidos y con frecuencia
deformes. Pues la naturaleza no es tierna consigo misma, y
si los bosques parecen tan armoniosos es porque el
hombre se ocupa de cuidar los árboles (silvicultura), de
limpiarlos y de suprimir las ramas muertas 0 desgajadas
por las tormentas.
La poda del bonsái siempre respeta la integridad del árbol;
verde, resulta menos perjudicial para él que sufrir los
efectos de una devastadora tormenta en el bosque.
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Dos son, pues, los principios técnicos de la miniaturización
de un árbol:
 Limitación del volumen de tierra.
 Poda regular, para darle forma armoniosa.
La poda puede ir acompañada de un alambrado O ligadura
provisional de las ramas, si se les quiere dar una figura
particular. Esta técnica no es más artificiosa que enyesar
un brazo roto. Se trata sólo de imponer una coacción a la
planta para darle forma, lo que por otra parte se da en la
misma naturaleza: pensemos en los árboles que crecen a
la orilla del mar azotados por el viento.
Para dar forma a un bonsái no se utiliza ninguna técnica
antinatural. Se emplean simplemente la observación
minuciosa y la reproducción de condiciones ambientales
difíciles, respetando un desarrollo armonioso.
Observación: En la miniaturización del árbol no se opera
modificación alguna del patrimonio genético. La planta, si
bien pequeña, sigue dando frutos de tamaño proporcional.
Si devolvemos un bonsái a la tierra en condiciones
favorables recobrará, aunque sea muy viejo, su tamaño
natural y las características de su especie y a una
velocidad sorprendente, bajo el efecto denominado
“Ganancia Compensatoria”.
Hay, por otra parte, especies enanas que con un mínimo de
poda adquieren naturalmente un porte postrado o
minúsculo, lo que permite obtener un bonsái en poco
Ing. Rodolfo Zapata Quiñonez

Breve tratado sobre Bonsái
tiempo y sin grandes dificultades. En esos casos no es
la técnica, sino la genética, lo que mantiene la planta
enana. Pueden citarse como ejemplos Chamaecyparis,
obtusa nana gracilis, Picea albertiana cónica o Pinus
mugho pumilo.
Las especies enanas son interesantes, en especial
para los neófitos, ya que son más baratas y adquieren
forma con facilidad, pero ellos no constituyen legítimos
bonsáis.
Historia del Bonsái
Es un arte milenario de crecimiento y formado de
árboles en maceteros. La traducción literal del japonés
es 'árbol plantado en macetera'.
El origen del bonsái se remonta a la China de los siglos
VI al X, donde el cultivo de árboles en macetera era
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una de las aficiones preferidas de la población, junto
con la cría de pájaros en jaula. En general, plantas y
maceteras tenían gran tamaño: el bonsái chino se
caracteriza, todavía hoy, por alcanzar más de un metro
de altura.
Introducido en Japón por los monjes budistas en el
siglo XII, pasó de ser una simple distracción a constituir
una verdadera filosofía que expresaba la armonía del
hombre con la naturaleza. Esto explica el respeto casi
religioso que rodea al bonsái en Japón y su transmisión
sagrada a lo largo de los siglos.
Obra de arte y de pensamiento, el cultivo del bonsái se
perfeccionó hasta obtener plantas cada vez más
pequeñas, de 40 a 50 centímetros como máximo.
Aunque son de sólo de unas pulgadas a unos pies alto,
llevan el sentimiento de árboles de tamaño pleno que
crecen en su ambiente natural. El arte se ha practicado
para más de 1,000 años, en China se extendió a lo
largo del Lejano Oriente, cuando los primeros
aristócratas japoneses mostraron gran interés en los
Bonsáis y contribuyeron grandemente al desarrollo del
arte. El cultivo de Bonsáis, primero se hizo popular en
los EE.UU. entre japoneses - americanos que vivían en
la Costa Este. Entonces, en 1976 Japón presentó en
los Estados Unidos 35 Obras maestras de Bonsái que
están ahora en exhibición en el Arboretum Nacional de
Washington D.C. El arte de Bonsái se practica ahora
en todos los EE.UU. y en muchas otras naciones
alrededor del Mundo.
El arte de bonsái involucra seleccionar un árbol y darle
cuidado constante y apropiado hasta que madure en
una agradable escultura viviente. La planta debe recibir
adecuada luz del sol, riego, fertilizante, y una
conveniente mezcla de tierra para conseguir un
crecimiento saludable y controlado.
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Transplante cuidadoso, alambrando, pinzado de yemas,
poda, y otras técnicas, todas juntas van a simular la edad, y
a producir el Bonsái, en el estilo deseado.
Al principio, un árbol era separado de su hábitat natural y
aclimatado a la macetera, lo que le daba desde el principio
un carácter añejo. Tales prácticas están actualmente
prohibidas en Japón, y son los arboricultores quienes se
ocupan de cultivar las plantas destinadas a convertirse en
bonsáis. Para acelerar el proceso de envejecimiento se
cultivan primero en la tierra, a fin de favorecer el
crecimiento en espesor de los tallos, y después se
trasplantan a maceteras. Es errado pensar que las
especies que los japoneses cultivan son muy numerosas,
su repertorio está reducido a una docena de especies.
Por desgracia, el arte del bonsái se está perdiendo con el
desarrollo de la civilización industrial en el Japón. Al haber
cada vez menos tiempo disponible, el bonsái se ha ido
convirtiendo en parte del folclore y, en la medida en que se
ha puesto de moda en Occidente, en un objeto de
exportación comercial. Pero no conviene hacerse ilusiones:
lo que los japoneses exportan actualmente, tanto en
maceteras como en plantas, tiene poco que ver con los
bonsáis tradicionales, de los que, si todavía conservan
algunos, no se desprenden.
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La palabra japonesa "bonsái" conserva aún su significado
original; sepamos ver en él no ya la nota de exotismo a la
moda, sino la realidad de la planta y de la vida; sepamos
crearlo por nosotros mismos y descubrir así su sentido
primigenio.
El Cultivo en Macetera:
Un Arte Universal
Debemos aclarar que el cultivo de árboles en macetera no
es específicamente japonés. En Europa se practicaba ya
en la Edad Media, y los magníficos invernaderos de
naranjos del siglo XII son la prueba más elocuente de ello.
El objeto, sin embargo, no era el mismo: en Europa no
respondía a ninguna actitud filosófica, sino una doble
búsqueda decorativa y productiva a la vez. Las plantas de
invernadero, en grandes maceteras, servían para decorar
patios, corredores o salones; los naranjos y limoneros
daban sus frutos, y las plantas de origen mediterráneo
ponían la nota exótica que halagaba la fantasía de los
príncipes.
Los rigurosos inviernos continentales planteaban grandes
problemas para el cultivo de estas plantas, por lo que se
idearon los invernaderos, imponentes construcciones de
gran altura (de cinco a diez metros) y muy luminosas,
donde los árboles podían crecer al abrigo de las heladas en
sus grandes macetones. Palmeras y naranjos eran las
especies más trabajadas, y las técnicas de su cultivo en
macetera eran muy parecidas a las del bonsái.
Ing. Rodolfo Zapata Quiñonez

Breve tratado sobre Bonsái
Condiciones de Trabajo
Dónde trabajar
Imaginemos que una persona acaba de comprar una
planta joven y arde en deseos de verla, ya con su
forma definitiva, en el salón de su casa o en su terraza.
¿Cómo alcanzar esa meta? Lo primero es trazarse un
plan de trabajo para efectuar los trasplantes, las podas
y demás tratamientos. .
Si se tiene jardín, lo mejor es instalar una mesa en un
rincón luminoso pero sombreado (para evitar una
desecación demasiado rápida), con las herramientas a
mano y, como un cirujano que se dispone a operar,
tomarse el tiempo que sea necesario.
A falta de jardín, la mesa de la cocina cubierta con un
plástico servirá perfectamente.
INDICE
Las herramientas
No es en absoluto indispensable contar de entrada con
todo el material, aunque no resulta muy caro. Su
adquisición se puede ir haciendo a medida que la
técnica del aficionado se perfeccione y éste sienta la
necesidad de contar con ellas. Los buenos útiles son
costosos, pero sin embargo no conviene ahorrar
eligiéndolos baratos, ya que a la larga ese ahorro
perjudica la calidad del trabajo.
Las tijeras normales son la herramienta básica, tanto
para despuntar las ramas verdes como para podar las
pequeñas. Son cómodas de manejar y constituyen el
primer instrumento del que se servirá el aficionado.
Las tijeras para brotes sirven para realizar la tarea más
fina, en particular para trabajar los brotes de las
coníferas. Las mujeres, en general, prefieren estas
tijeras porque son más fáciles de usar, aunque con
ellas sólo se pueden cortar las ramas pequeñas que
todavía no están lignificadas.
Una pequeña podadera, del tipo que se usa para podar
rosas, es ligera, eficaz y puede servir para diferentes
usos.
Unas tenazas cóncavas, reservadas para los bonsáis
de cierta edad, son muy útiles para seccionar las
ramas a ras del tronco y evitar los "muñones",
favoreciendo una buena cicatrización de la herida. No
son indispensables para los árboles jóvenes, pero en
poco tiempo se hacen necesarias.
Pueden agregarse a esta lista algunas herramientas
corrientes en el hogar y que se adaptan perfectamente
al trabajo del bonsái:
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 Un tenedor con los dientes doblados para peinar
las raíces.
 Unas tenazas de electricista, para cortar el
alambre de las ligaduras.
 Un cepillo de dientes y una brocha de afeitar, para
limpiar el musgo de los troncos o retirar las hojas
caídas.
 Unas pinzas corrientes, para arrancar las malas
hierbas.
 Una espátula grande, muy práctica para apisonar
la tierra después de un trasplante.
 Una navaja, para pelar las ramas.
 Una pala pequeña (o mejor un trasplantador)
puede servir para remover la tierra o para extraer
una planta en el campo.
 Para el riego en exteriores, se utilizará una
pequeña regadera doméstica. Para interiores, se
recomienda un matraz de laboratorio que permite
un riego preciso, suave y eficaz.
 Es indispensable un pequeño pulverizador
manual, que sirve tanto para humedecer la planta
y refrescar la atmósfera como para aplicar CONTENDO
tratamientos químicos cuando sea necesario.
 Carretes de alambre (de cobre o de aluminio
anodizado) para atar las ramas. Se puede
emplear también cable eléctrico, a condición de
calentarlo a 300 °C /400 °C en un horno de gas o
una estufa de leña carbón. En última instancia se
puede usar el alambre de amarre de construcción.
 Por último, hace falta malla o cedazo de plástico
para obturar el agujero de drenaje de las
maceteras sin cegarlo por completo.
Esta lista puede parecer larga, pero lo cierto es que para
trabajar bien hace falta tener buenas herramientas.
Además, exceptuando los dos pares de tijeras y las
tenazas cóncavas para ramas, todas ellas son corrientes
en el hogar y pueden servir para otros usos.
Antes de concluir, señalemos que trabajar con bonsáis en
un torno que gire sobre su eje y presente todas las caras al
operario sin que éste necesite desplazarse, puede resultar
muy práctico. Si bien en la actualidad los tornos se han
perfeccionado mucho, un plato de tocadiscos fuera de uso
puede suplirlo perfectamente.
Es muy aconsejable tener las herramientas y demás útiles
juntos en una caja o estuche: así se evitan las
interrupciones en pleno trabajo.
Herramientas para la poda:
 Tijeras normales
 Podadera
 Tijeras para brotes
 Tenazas para ramas
 Navaja
 Tenazas de electricista
 Alambre para ligaduras
 Masilla o resina cicatrizante
Ing. Rodolfo Zapata Quiñonez
Breve tratado sobre Bonsái
Material de mantenimiento:
 Brocha
 Pinzas para desherbar
 Trasplantador
 Malla plástica para obturar el agujero de
maceteras
 Gasa de nylon para el mismo fin
 Espátula grande para apisonar
 Tenedor doblado para peinar las raíces
 Matraz de laboratorio
 Pulverizador
El Trasplante INDICEradicular no requiere reposo, especialmente si son árboles
El transplante es necesario para todas las plantas en
macetera y, en particular, para las plantas Jóvenes.
Consiste en cambiar la macetera o, simplemente, la
tierra.
El transplante consiste en cambiar la tierra, suprimir
una parte de las raíces y, según el caso, cambiar de
macetera.
Debe hacerse regularmente para mantener las raíces
saludables, cuando las raíces llenan la tierra de
macetera, el árbol se secará muy rápidamente y
existirá será menos tierra para sostener los nutrientes.
Así que sus árboles deben tener un calendario de
trasplante según cuan rápido crezcan sus sistemas
radícula res, y debe hacerse en el momento apropiado
de año.
En algunos árboles sólo puede hacerse cuando están
inactivos, algunos sólo en el calor del verano, y
algunos se pueden transplantar casi en cualquier
época. Así que usted debe encontrar el mejor momento
del año para su árbol particular.
El trasplante debe efectuarse fuera de la luz directa del
sol y debe bloquearse del viento. La pelota de la raíz
debe mojarse a menudo con agua, de manera que las
raíces no se sequen durante el proceso.
Tenga disponible todo lo que usted necesitará así
puede terminar el trabajo tan rápidamente como sea
posible.
Por qué trasplantar
 Un volumen pequeño de tierra no permite vivir
indefinidamente a la planta. Pasado un
tiempo, la tierra pierde sus elementos
nutritivos, el humus desaparece, la
composición del suelo cambia y ya no fijan las
partículas minerales.
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 Las raíces se desarrollan demasiado y terminan
por ocupar más de la mitad de la macetera. A
menudo, su fuerza y volumen desplazan a la
planta hacia afuera.
Cuándo trasplantar
El mejor período posible es los meses de mayo a Junio, al
iniciar el período de lluvias. Una parte de las raíces que
forman el cepellón habrán perecido de forma natural
durante la estación seca. La planta estará todavía en
reposo, pero el desenredado de las raíces será más fácil y
la cicatrización de los cortes más rápida.
Si se dispone de un patio fresco, resguardado del sol, se
puede transplantar durante todo el año, ya que el sistema
de hoja caduca ( caducifolios. Sin embargo, dado que las
raíces en macetera son muy sensibles tenga cuidado con
el secamiento de la masa radicular.
Como trasplantar
Para efectuar un transplante ejecute los siguientes pasos:
 Retirar la planta de la macetera y verificar
el estado de sus raíces.
 Cuidadosamente quite el árbol del
recipiente, usando sólo un cuchillo afilado
alrededor del borde exterior si es
necesario.
 Preparar la macetera (se puede usar la
misma, si se va a cambiar), obturando los
agujeros con tela o cedazo de plástico,
fijándolos, si es necesario, con alambre
de cobre. Si va a usar la misma macetera
limpie toda la tierra vieja y lave la
macetera con agua limpia.
 Esparcir en el fondo una capa de arena
gruesa, destinada a drenar el exceso de
agua, luego ponga una capa de tierra
fresca en el fondo de la macetera sobre
la arena gruesa. Posicione el Árbol en la
situación apropiada, usando alambre si
es necesario para sostener árbol en su
lugar, y esparza tierra alrededor de las
raíces. Un palito es útil para trabajar la
tierra alrededor de las raíces y rellenar
todos los espacios vacíos. Evite apretar
la tierra con las manos ya que eso tiende
a romper raíces y deja la tierra apretada y
no permite un buen drenaje.
 Una vez que el árbol está libre de la
macetera cuidadosamente deshaga el
paquete de raíces, peinándolo con un
tenedor con las puntas dobladas,
tratando de lastimar lo menos posible las
raíces grandes. Cuando estén bien
peinadas, rastrille el borde exterior de la
pelota de la raíz con un palito o un
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 Breve tratado sobre Bonsái
rastrillo para raíz, o un tenedor con
las puntas dobladas, para soltar
raíces, entonces corte entre un tercio la puesta al descubierto de sus raíces, incluso la supresión
y la mitad de las raicillas con unas
tijeras filosas y fuertes. Elimine la
tierra vieja.
 Colocar el bonsái. Si éste tiene gran
volumen y la macetera es muy poco
profunda, será indispensable amarrar
la planta, pasando las dos que evitar que se seque el cepellón, así como el exceso CONTENDO
extremidades de un alambre de INDICE agua, ya que, al tener menos raíces, la planta absorbe
cobre por el agujero de drenaje y
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fijando con ellas el cepellón.
 Agregar tierra nueva alrededor del
cepellón y comprimir firmemente,
primero con los dedos y después con
un palillo o espátula.
 Ya se haya conservado el musgo
encima del cepellón, o previamente
retirado, volver a ponerlo sobre la
superficie de la macetera.
 Una vez usted tiene el árbol
transplantado debe ponerse en una
cacerola de agua por
aproximadamente 30 min. para así
mojar completamente la tierra.
Cuando todo esto esté hecho el árbol
debe ponerse en un área protegida
del viento y del sol directo durante un
par de semanas para permitirle
recuperarse del susto del estrés.
Pulverizar agua también es útil
durante este tiempo, hasta que el
sistema radicular se haya formado
otra vez. Es muy importante no
abonar la tierra durante este período. que se realice.
Después de que se ha recuperado
puede colocarse de nuevo en su sitio
normal.
Frecuencia de los trasplantes
La periodicidad de los trasplantes varía según la
especie vegetal y la edad. Si buscamos ensanchar el
tronco de una planta joven, ésta debe ser trasplantada
todos los años. Si, en cambio, sólo se trata de
mantener una planta vieja, los trasplantes se harán de
manera espaciada (cada tres o cuatro años, o incluso
más para las plantas de mucha edad).
En general, puede decirse que los árboles de follaje
perenne tienen necesidad de trasplantes menos
frecuentes que los de hoja caduca, que producen más
materia orgánica y renuevan su follaje más a menudo.
Un pino tendrá menos necesidad de ser trasplantado
que un pochote o un malinche.
Cuidados después de una plantación en macetera o
de un trasplante
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Un ejemplar que acaba de ser trasplantado es como una
persona recién operada. La planta ha sufrido el impacto de
de algunas de ellas. Es necesario que se reponga
lentamente y que pueda rehacer su sistema radicular, antes
de retomar el crecimiento normal.
Para esta recuperación, se debe disponer de un rincón
sombreado y aireado, pero resguardado del viento. Hay
de
menor cantidad, agua. Por otra parte, hasta que las raíces
que han sido cortadas cicatricen, las heridas pueden ser la
vía de acceso de numerosos parásitos. La planta va a
requerir unas cuantas semanas de convalecencia antes de
poder volver a ocupar su lugar habitual en la colección.
Jamás se debe regar una planta recién plantada con una
solución fertilizante; ha de esperar que se recupere antes
de empezar a abonarla. De todas maneras, la tierra
preparada, de por sí tiene los elementos fertilizantes
suficientes para permitir el crecimiento de la planta.
La Poda
Generalidades
El arte del bonsái se basa fundamentalmente en la poda y
el despunte, pues una y otro dan al árbol la forma
definitiva. El carácter y el valor de la planta dependerán
tanto de la calidad de la poda como del gusto artístico con
Se efectúa con una pequeña podadera, tijera o alicates
para ramas, y se practica sobre los tallos formados el año
anterior. La poda para dar forma se realiza con más
facilidad al comienzo de la temporada de lluvias, porque la
ausencia de hojas deja completamente despejada la
estructura del árbol. Este tipo de poda es importante, pues
permite mantener la forma del árbol y condicionar su
desarrollo para el resto del año.
La herramienta más utilizada para esta tarea son unas
tijeras, salvo si las ramas son demasiado gruesas. En este
caso hay que usar una pequeña podadera o, si se quiere
suprimir la rama a la altura del tronco, unas tenazas
cóncavas, para ramas.
También se pueden podar las ramas verdes que se han
formado durante ese mismo año y que aún están
creciendo. Este tipo de trabajo se realiza siempre con un
par de tijeras y se asemeja al despunte.
Ing. Rodolfo Zapata Quiñonez
Breve tratado sobre Bonsái Pàg. 8

empiece hágase un cuadro mental de como quiere que su

bonsái se vea. Entonces despacio, delicadamente, y con
mucha providencia, forme su árbol.

Si no está seguro de qué hacer con una área particular

siempre corte menos de lo necesario, siempre puede cortar
más, pero no puede volverlo a poner una vez cortado.
Algunas pautas básicas para seguir son : Si dos ramas CONTENDO
INDICE están creciendo directamente opuestas entre si, quite una
de atrás del tronco. Asegúrese que sus cortes son
La armonía de la Poda en Triangulo ligeramente cóncavos para ayudar a sanar rápidamente la
herida. Las ramas que son largas y rectas con poco grosor
Llamamos despunte a la poda ligera que se efectúa deben reducirse aproximadamente a la mitad de grueso del
con las uñas o con una tijera para yemas, con el fin de tronco y
cortar ramas muy jóvenes y tiernas, o de reducir o debe permitirse que cualquier nuevo retoño crecer
suprimir un brote. libremente por un tiempo hasta que uno de los retoños es
escogido para ser la nueva rama, entonces puede
La herida producida debe ser limpia y de superficie alambrarse a la forma deseada.
limitada para facilitar la cicatrización y evitar las
infecciones. Por este motivo las herramientas deben
estar bien cuidadas y afiladas. Si la herida resultante
de la poda es grande (cuando se ha suprimido una
rama gruesa, por ejemplo), se unta con una especie de
masilla con resina cicatrizante (y no con resina para
injertos), para ayudar a la cicatrización y cerrar una
posible puerta abierta a las infecciones. Algunos
autores recomiendan desinfectar con fuego las
herramientas después de cada poda. Sin embargo,
esta precaución parece innecesaria, ya que las plagas
constituyen un peligroso mayor para la planta que la
poda regular.

Poda y Pinzado

La Poda y Pinzado de bonsáis debe hacerse

regularmente para mantener la forma deseada. Un
bonsái bien formado necesita tener sus ramas
pequeñas, quitarle los nuevos retoños y brotes, para
mantener pequeño el tamaño de las hojas y animar la
multiplicación de las ramas.

Época para Poda de Ramas

La poda menor de árboles caducifolios, como el Cortés,

Roble o Malinche se realizan mejor durante la estación
creciente (de lluvias), y la poda mayor debe ser hecha
cuando el árbol esta inactivo y no tiene ninguna hoja, esto
es en la época seca. A los perennifolios, como el mango, el
Laurel de la India, el Jícaro, etc. se les puede hacer la
poda, a lo largo del año y los árboles de tipo aguja (Pinos,
cipreses) deben ser podados con la punta de los dedos en
lugar de usar tijeras para impedir que las puntas de las
Poda de Ramas yemas se oscurezcan.

Puede ver este proceso como una especie de corte de

cabello en la que usted usa tijeras afiladas para cortar Formas y estilos
el crecimiento excesivo que usted ya no desea. Antes

Ing. Rodolfo Zapata Quiñonez

Breve tratado sobre Bonsái
La primera regla es simple: la forma del bonsái está
determinada por el carácter y temperamento de su
dueño, que trabaja la planta de acuerdo con su gusto,
su naturaleza y su sensibilidad.
No es un arte que aspire a obtener a cualquier precio el
canon del bonsái perfecto. Si bien conviene respetar
ciertas indicaciones y seguir una determinada
tendencia para que el carácter de nuestro árbol se
afirme, hay que tener claro que no existen dos bonsáis
idénticos y que lo más importante es el amor que le
hemos consagrado, más allá de sus aparentes
imperfecciones.
Podemos distinguir tres tipos de bonsáis:
 Los más pequeños (MAME), del tamaño de
una mano, miden de cinco a quince
centímetros y son una copia exacta en
tamaño reducido de los ejemplares naturales.
Son difíciles de trabajar, se desecan con gran
rapidez y al envejecer tienen problemas.
Lamentablemente, suelen atraer la atención
de los neófitos.
 Los medianos, que son los más comunes en
Japón, miden entre veinte y setenta
centímetros, y son los más aconsejables para
los aficionados. Es el clásico árbol en
macetera.
 Los bonsáis grandes, que se conocen como
árboles en macetones, miden entre setenta
centímetros y un metro y medio, y su peso es
proporcional al tamaño, por lo que se
necesitan al menos dos personas para
moverlos. Corresponden más bien al tipo
chino.
En cuanto a las formas, lo mejor es inspirarse en la
naturaleza. Lo ideal sería proceder de la siguiente
manera: cuando descubrimos un árbol bello en su
medio natural, tomamos una fotografía, luego
reproducimos esquemáticamente su figura en una hoja
de papel e intentamos darle forma a nuestro bonsái
siguiendo ese esquema ideal. Tener este dibujo ante
nuestros ojos nos permitirá reflexionar sobre la línea y
el desarrollo del bonsái.
Cada persona tiene su visión de las cosas e imagina lo
que va a crear. Este es un asunto estrictamente
personal, que debe inducirnos a ser tolerantes frente a
la creación de los demás.
Cómo realizar la poda
Si bien es cierto que el bonsái está en permanente
crecimiento y requiere un constante perfeccionamiento,
debemos considerar dos casos distintos de poda,
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según se trate de una planta joven en formación, que es lo
más habitual, o del mantenimiento de la estructura de una
planta ya formada.
INDICE
Poda para dar forma
La forma de un bonsái se consigue siempre a través de la
poda y la ligadura. Resulta difícil analizar ambos métodos
por separado, ya que en general la ligadura, con la que
conseguimos la figura del árbol, precede a la poda, con la
que concluimos dicha tarea.
La poda para dar forma se llevará a cabo de manera
diferente según se trate de una planta joven o de una
planta de vivero en recipiente, a la que hay que suprimir
gran cantidad de ramas.
Cómo dar forma a una planta joven
Conservando dos hojas
Si ha adquirido una planta ya preformada, la tarea será
más fácil, pues consiste en continuar dándole forma. En
caso contrario, conviene respetar el siguiente esquema:
 Primera etapa. Corte el tronco de la planta a la
altura deseada. Aparecerán luego unos nuevos
brotes laterales que darán origen a las ramas, que
son la armazón del árbol. A partir de ellas va a
formarse la copa.
 Segunda etapa. Se podan estas ramas
conservando dos yemas, con el fin de conseguir
una ramificación natural.
 Tercera etapa. Se podan las ramificaciones con
regularidad, conservando siempre dos yemas;
poco a poco, la copa se irá delineando.
Algunos principios de la arboricultura frutal u ornamental
son perfectamente aplicables al bonsái :
Efectuar siempre la poda en un brote inferior, a fin de evitar
que la ramificación originada en el último brote se
enderece.
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Ing. Rodolfo Zapata Quiñonez
Breve tratado sobre Bonsái
Conservando dos yemas o botones
No dudar en cortar todas las ramificaciones que se
dirijan hacia el interior de la copa.
Despejar el interior de la copa, de manera que se airee
el centro y se evidencie la estructura. Esto representa
un beneficio tanto desde el punto de vista estético
como para la salud del árbol, ya que en el interior de
las plantas de hoja ancha es donde más y mejor se
desarrollan los parásitos.
FORMACIÓN DE UN ARBOL
Cómo dar forma a una planta adulta de vivero
En este caso, el trabajo es más delicado, pues hay que
elegir las ramas que conformarán el bonsái y suprimir
las que no resulten interesantes, como en general la
madera es dura, es necesario utilizar una podadera o
unos alicates para ramas. Hay que proceder por cortes
limpios, que debemos cubrir con resina
inmediatamente.
Antes de la Poda Después de la Poda
Antes de comenzar a podar conviene tomarse un
tiempo para la reflexión, pues una rama gruesa no se
regenera con la misma facilidad que un brote joven. En
realidad, no hay reglas estrictas para la poda. Como
cada planta es diferente se supone que, al elegir un
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ejemplar adulto en un vivero, el aficionado ya ha visto qué
posibilidades ofrece.
Las reglas de la poda para dar forma son válidas cuando
se trata de una planta adulta. Resta aclarar que, en
principio, este trabajo se realiza al final de la época seca,
antes de que el crecimiento comience de nuevo, y que es
complementario del trasplante en macetera.
Poda de mantenimiento
La poda de mantenimiento continúa el proceso de
desarrollo y comienza una vez que le bonsái ha adoptado
su forma definitiva. Resulta indispensable, ya que cuando
no se poda, toma una forma desgreñada que no tiene nada
que ver con la forma de un verdadero bonsái.
La poda de mantenimiento se efectúa durante el periodo de
crecimiento, en las ramas jóvenes, con el objetivo de
conservar la línea del árbol y favorecer el desarrollo de las
ramificaciones pequeñas. Se debe realizar con tijeras finas,
eliminando las dos yemas más externas de cada rama. A
veces deberá complementarse con el despunte o pinzado
de los brotes especialmente en especies como el Genízaro,
Malinches y Guanacastes.
También se recomienda el recorte de las hojas grandes
reproduciendo su forma original para reducir gradualmente
su tamaño, especialmente en especies como Pochote,
Genízaro, Guayabo, Mango, y en general toda especie de
hoja grande.
Alambrado o ligadura
La ligadura es una operación provisional que tiene el
objetivo de modificar la orientación natural de las ramas
para darle al bonsái el estilo y la forma deseados. Decimos
que es provisional porque el alambre de aluminio o de
cobre no se debe dejar puesto más de unos meses, para
evitar el riesgo de que se incruste en la corteza del árbol y
la deforme definitivamente o le cause lesiones irreversibles.
LIGADURA DE UNA RAMA, CON PODA DE LAS
HOJAS INFERIORES
El alambrado en bonsáis, se usa a menudo para lograr la
forma deseada en lugar de, o en asociación con, el doblado
de largo plazo y el pinzado de los crecimientos. El uso de
técnicas de alambrado permite formar árboles casi de
cualquier manera que nosotros escojamos. Por ejemplo, si
usted quiere hacer que un bonsái parezca más viejo por INDICE
medio de hacer colgar las ramas bajas, o si usted quiere
poner una curvatura en el tronco o quiere eliminar uno.
El mejor material para usar es el de cobre maleable o
aluminio anodizado. El alambre más delgado que
sostendrá la rama en la posición deseada es el diámetro
Ing. Rodolfo Zapata Quiñonez
Breve tratado sobre Bonsái Pàg. 11

correcto para el trabajo. Siempre envuelva el alambre

en la dirección en que la rama será doblada para
prevenir el soltado del alambre. No ponga el alambre
muy apretado porque cortará en la corteza, y a veces,
el daño es permanente. El proceso de alambrado toma
aproximadamente de seis a ocho meses, según el tipo
de árbol, y antes de que la forma se defina. En muchos
casos será necesario quitar y re-alambrar algunas
áreas cuando las ramas crecen y el alambre empieza a
cortar en la corteza. Hay varias otras técnicas que
pueden usarse para formar ramas. Puede fijar el
alambre alrededor del borde de la macetera y atar
cuerdas o alambre a él y para halar rama al lugar
deseado. O puede hacer lo mismo usando el tronco
como punto de anclaje. También puede usar pesos
colgados de las ramas para dirigirlas hacia abajo.
De cualquier manera, nunca hay que apretar demasiado
En el alambre para ligaduras lo importante es saber las ligaduras alrededor del tronco o de una rama; es
elegir el calibre (de uno a tres milímetros y medio de preferible dejarlas holgadas. Si se quiere modificar la
diámetro) de acuerdo con el trabajo que debemos orientación del tronco o darle una curvatura, también se
realizar. Una vez que el alambre está puesto, se le dan puede utilizar una prensa, aunque este procedimiento
la forma y la orientación deseadas a la rama. Dado que resulta un poco cruel.
las ligaduras modifican y aminoran la circulación de la
savia, no hay que aplicarlas en una planta débil o que
debe engrosar su estructura. En consecuencia, no
conviene que el trasplante y la ligadura coincidan.

Las ligaduras no resultan muy estéticas; por ello, si

bien su utilidad es indudable, hay que evitar su
aplicación prolongada sobre una misma planta,
procediendo, en cambio, por etapas.

PARA APLICAR LIGADURAS

En cambio, es válida la utilización de unos trocitos de

madera para separar dos troncos, método que además no
requiere materiales especiales.

Supresión de la ligadura

1. Se utiliza un alambre de diámetro proporcional
al grueso de la rama. Hay que comenzar
siempre por la parte inferior y subir hacia las
ramas más pequeñas. La ligadura se realiza
antes de la subida de la savia en la época de
lluvias, período en que la corteza es muy sen-
sible.
Es una operación delicada, ya que es necesario realizarla
antes de que el alambre se haya incrustado en la corteza, y
al hacerlo hay que evitar lastimarla.
Se procede cortando el alambre en pequeños pedazos y
desenredándolo con mucho cuidado. Para cortar el
alambre de cobre no se deben utilizar las tijeras o el alicate
para ramas; sino unos alicates de electricista.
INDICE

2. Después de haber ligado una rama se le
da forma. podándola si es preciso
CONTENDO
En general, las ligaduras se aplican en las coníferas hacia
el final del verano, y en las latifoliadas en la época de
lluvias, aunque ésta no es una regla estricta. Otra técnica
interesante para dirigir una rama hacia abajo por medio de
un alambre, es la aplicación de tensores. El alambre puede
ser de cobre o de amarre galvanizado.

Ing. Rodolfo Zapata Quiñonez


Breve tratado sobre Bonsái
APLICACIÓN DE TENSORES
Se pueden amarrar en el tronco o en la misma
macetera
Mantenimiento
Limpieza y Eliminación de Malas Hierbas
Además de la simple limpieza, que consiste en barrer
el suelo con una pequeña escobilla o brocha de afeitar
y retirar las hojas secas y flores marchitas, muchas
veces es necesario arrancar las hierbas, pues la
humidificación permanente y la fertilización regular que
se otorgan al bonsái favorecen la germinación de
malas hierbas.
Con frecuencia, las malas hierbas llegan ya en el
cepellón de la planta joven que acabamos de comprar.
Es fácil detectarlas desde que aparecen las primeras
hojas y no hay qué dudar en arrancar las incipientes
plántulas con una pinza o con los dedos.
Debemos considerar que todo aquello que crece bajo
nuestro bonsái sin que nosotros lo hayamos plantado
es una mala hierba a la que hay que eliminar sin
piedad.
Fertilización
El abono es el alimento de la planta; si no se lo
CONTENDO
aportamos, languidecerá de hambre en su macetera.
En la naturaleza, las raíces llegan a veces muy lejos en
busca de los nutrientes y el agua necesarios para la
vida del árbol. Esto no ocurre en el bonsái, cuyas
raíces exploran y agotan rápidamente el espacio
CONTENDO
Pàg. 12
disponible en la macetera. Es muy importante, pues,
alimentarlo.
El alimento de un bonsái es un factor mayor en su salud
global. Los árboles a los que le faltan los nutrientes
apropiados pueden mostrar señales de pobre coloración,
crecimiento lento, hojas deformadas, ramas débiles,
infestación de plagas, y la lista es interminable, así que es
más fácil hacer un programa de alimentación regular, que
cuidar y alimentar una planta débil.
Los Bonsáis pueden alimentarse de la mayoría de
nutrientes usados en las plantas regulares de la casa. Sin
embargo debido a las cantidades pequeñas de tierra
involucradas, deben fertilizarse más a menudo pero con
una solución más débil. Una regla general es usar una
mezcla a la mitad de lo normal aproximadamente cada 2 a
4 semanas, durante la estación creciente.
La decisión de si usar fertilizante orgánico o químico es
estrictamente a la preferencia personal. Los Orgánicos
actúan lentos pero duran más mucho tiempo, mientras los
químicos muestran resultados más rápidamente pero
necesitan ser aplicado a intervalos de 2 a 4 semanas. La
mayoría de los productos orgánicos debe usarse con
cautela, cuando las cantidades son grandes pueden
quemar la puntas finas de la raíz, pero si se usan los
orgánicos con moderación pueden ser muy beneficiosos
Los principales elementos nutritivos para la planta son:
 El nitrógeno (símbolo = N), que favorece el
crecimiento y les da a las hojas una apariencia
verde y sana.
 El ácido fosfórico (símbolo = P)
 El potasio (símbolo = K), que favorecen el
desarrollo, el endurecimiento y la floración.
Estos tres elementos son la base de la alimentación de la
planta, aunque también otros merecen atención (hierro,
magnesio, calcio, azufre y oligoelementos). La elección de
un buen fertilizante, mineral u orgánico, es un elemento
muy importante.
Elección del tipo de abono
Debemos saber que la planta sólo absorbe elementos
minerales solubles en agua. Esto significa que no absorbe
la materia orgánica, como el estiércol u otros productos
INDICE
naturales, aunque son necesarios para la vida de la planta
y complementan al abono mineral.
El abono orgánico
Se llaman así todos aquellos fertilizantes compuestos de
carbono o, dicho de otro modo, de materia orgánica vegetal
o animal.
La planta no puede absorber un fertilizante orgánico como
tal; primero debe ser mineralizado, es decir, descompuesto
Ing. Rodolfo Zapata Quiñonez
Breve tratado sobre Bonsái
por los microorganismos del suelo (hongos, bacterias);
los elementos N P y K, liberados bajo su forma mineral,
se disuelven en el agua existente en el suelo y son
absorbidos por la planta.
El fertilizante orgánico es esencial. En primer lugar,
porque proviene de los seres vivos, es absolutamente
natural y favorece la vida microbiana del suelo,
indispensable para el equilibrio d la planta.
Además: aporta otros elementos, como los
oligoelementos, y sobre todo constituye una reserva
alimenticia para varios meses, pues su descomposición
es lenta (requiere agua, calor y tiempo).
El fertilizante orgánico es lo que se denomina un abono
de base. Pero, a menudo y según su origen
(deyecciones animales, sangre, harina de hueso), su
composición está desequilibrada y requiere el
complemento de un fertilizante mineral.
El abono orgánico que recomendamos es el producido
en las plantas municipales, que se aplica extendiéndolo
por la superficie o mezclándolo con la tierra de
trasplante.
Esta operación se realiza una vez al año, a inicios de
las lluvias y a razón de cinco a diez gramos por planta.
Contiene suficiente nitrógeno, ácido fosfórico, potasio y
cal, además de una cantidad de oligoelementos indis-
pensables.
Es importante aclarar que no debe darse abono
orgánico a los bonsáis de interior por la razón
siguiente: las condiciones de calor y humedad una
casa favorecen una descomposición demasiado rápida
del fertilizante, que puede entonces desprender mal
olor y matar a la planta. La falta de aire origina el
desarrollo de mosquitos y hasta de gusanos muy
desagradables. A los bonsáis, que son en efecto
plantas de interior miniaturizadas, se les aportará la
mitad de la dosis normal de un fertilizante mineral para
plantas de interior.
Los fertilizantes minerales
Los abonos minerales son químicamente puros,
totalmente solubles y directamente asimilables por la
planta. Son de acción muy rápida sólo deben intervenir
en forma bien dosificada, como complemento del
CONTENDO
fertilizante orgánico. Su aporte resulta indispensable,
ya que ayuda al crecimiento y subsistencia de la
planta, pero debe racionarse a lo largo de todo el
período. La fertilización mineral se realizará durante
todo el período de desarrollo, de mayo a octubre
inclusive. Su papel es tan importante al comienzo del
crecimiento como al final de las lluvias, ya que permite
a la planta acumular reservas para el verano y tener
suficiente fuerza para renacer con las primeras lluvias.
Pàg. 13
Tipos de fertilizantes, dosis y frecuencia
Pueden existir en el comercio unos fertilizantes para
bonsáis, cuyo aporte es el mismo que el de un buen
fertilizante para plantas de interior.
El abono en polvo es mejor que el liquido, porque permite
una dosificación más exacta. Algunos de estos fertilizantes
también contienen oligoelementos.
Dosis: una solución apta para el bonsái debe contener la
mitad de la dosis de fertilizante utilizada para las plantas de
interior (alrededor de 1.5 gramos por litro de un fertilizante
en polvo existente en el mercado).
Frecuencia: en general, el riego con abono mineral debe
hacerse una vez por semana, de mayo a julio. A partir de
agosto, hay que espaciar los riegos a una vez por quincena
y suspenderlos a mediados de septiembre.
En verano la planta se encuentra en reposo y detiene su
crecimiento; así que no tiene necesidad de abono. Esto
también es válido para las plantas de hoja perenne y los
bonsáis de interior.
Las necesidades de las plantas varían según las especies,
por lo que se necesita
un cierto tacto y sensibilidad para reconocerlas. Por otro
lado, también hay que saber adaptarse al estado del
desarrollo de una planta; un ejemplar joven, en pleno
crecimiento, requiere más nutrientes que uno adulto.
En síntesis, lo importante es no propasarse ni en un
sentido ni en el otro. La planta toma aquello que necesita.
La falta de abono se manifiesta en el color amarillento de
las hojas, en su aspecto enfermizo y en su falta de vigor. El
exceso de fertilizante se traduce, en cambio, en el
marchitamiento del follaje, que en un primer momento toma
un color verde oscuro y después se seca. En caso de
exceso, que corresponde a una concentración demasiado
elevada de sales minerales en el suelo, hay que sumergir
el cepellón en una palangana con agua, de manera que la
tierra se lave completamente de los elementos minerales.
REGLAS DE ORO PARA UNA BUENA FERTILIZACIÓN
Bonsáis de exterior INDICE
Se asocian los dos tipos de abono:
 Orgánico, en la época de lluvias, ya sea
incorporándolo a la mezcla de tierra al
transplantar, o esparcido por la superficie de la
macetera.
 Mineral, con el agua de riego, desde finales de
mayo hasta septiembre, todas las semanas o
cada quince días según la planta con la mitad de
la dosis normal de un fertilizante soluble para
plantas de interior.
Ing. Rodolfo Zapata Quiñonez
Breve tratado sobre Bonsái
Bonsáis de interior
Se aporta únicamente abono mineral, dos o tres veces
al mes, con la mitad de la dosis normal de un
fertilizante para plantas de interior, de mayo a
septiembre.
En verano se fertilizan las plantas que permanezcan en
actividad de crecimiento, como máximo una vez al
mes, y se mantienen en un ambiente caluroso con 34
°C o más.
Riego y Pulverización
Uno de los aspectos más importantes al cultivar Bonsái
es el cuidadoso riego. Debido al tamaño de la
macetera relativamente pequeño y las cantidades
limitadas de tierra, los bonsáis pueden secarse muy
rápidamente. La mayoría de los fallos al hacer bonsáis,
es debido a los conceptos erróneos de cómo y cuándo
regar. No sólo la falta de agua causará que las raíces
capilares se marchiten y mueran, sino el aire que
penetra la tierra seca también hará más difícil que los
riegos posteriores sean eficaces, porque las partículas
de tierra se encogen y simplemente el agua de riego
corre a través y no moja la tierra. Esto produce aun
más raíces muertas. Así que es indispensable el riego
adecuado y oportuno para que su bonsái tenga éxito.
Como una regla general, deben regarse los bonsáis
antes de que la tierra de la superficie se ponga seca.
Las instrucciones que vienen con la mayoría de los
bonsáis vendidos en los centros comerciales, dicen
que se debe regar una vez al día, quizá dos veces en
meses más calientes. Pero seguir semejante regla es
absurdo ya que la densidad de la tierra, el tamaño de la
macetera, la época del año, la cantidad de luz, y las
especies árboles dicta cuánta agua consumirá.
El Riego se hace mejor cuando la tierra está todavía
ligeramente húmeda, una aclaración del color de la
tierra de la superficie es una buena indicación visual,
de que se necesita agua. El Riego debe hacerse a
través del follaje con un rocío fino y continúo hasta que
vierta en los agujeros de drenaje.
CONTENDO
Un cultivador de bonsáis debe estar constantemente
alerta a la condición de la tierra. Un árbol saludable
requerirá agua periódicamente, y si no (esto es si la
tierra permanece húmeda por encima durante un largo
periodo) es seguro que algo anda mal. Si esto sucede
absténgase de mojar mucho la tierra, e intente
encontrar la causa del problema. Por otro lado, los
excesos de riego pueden ser tanta amenaza para la
vida como la falta de riego, las Raíces necesitan
oxígeno para sobrevivir y si la tierra constantemente se
mantiene saturada, las raíces no pueden respirar y
empezarán a pudrirse y morirse.
Pàg. 14
CONTENDO
Como usted puede ver las habilidades para regar,
probablemente son las cosas más difíciles de aprender,
pero una vez que usted se acostumbre, le será muy fácil y
entretenido.
Mantenimiento del riego
El agua, elemento fundamental para la vida de la planta, es
absorbida de la tierra por las raíces. La cantidad de liquido
que la planta necesita varía según la especie. El pino
requiere muy poco, mientras que el ciprés de Virginia vive
prácticamente con las raíces sumergidas en el agua. El
exceso de riego es tan dañino para el primero como la
escasez para el segundo.
Las plantas también absorben agua por las hojas, de modo
que un ambiente húmedo favorece su crecimiento. En un
ambiente muy seco, la planta cierra las estomas para evitar
la evaporación y con ello limita su desarrollo, ya que los
intercambios con la atmósfera quedan muy reducidos o
detenidos. Es importante, pues, pulverizar agua
regularmente sobre los bonsáis para mantener la humedad.
El agua de riego
Lamentablemente, el agua del grifo que provee ENACAL
en Nicaragua, si bien es potable para el hombre, viene
cada vez más cargada de diversas sales minerales o de
productos desinfectantes (el cloro, en particular) que las
plantas no soportan.
La cal es el mineral más difundido en el agua corriente y es
muy perjudicial para un gran número de especies
especialmente cuando están pequeñas. Por otra parte, el
riego repetido con agua calcárea provoca la acumulación
de sarro en la macetera, que se manifiesta por la formación
de una costra blanca sobre la tierra y las paredes de la
macetera.
INDICE
Para luchar contra el sarro, a veces se utilizan productos
que "ablandan" el agua y que no hacen sino agravar el
problema, dado que están compuestos por cloruro sódico
(sal de cocina), elemento muy tóxico para las plantas. Hay
que evitar sobre todo el agua pasada por un filtro
doméstico.
Lo ideal es el agua de lluvia, que es la más natural. Sin
embargo, hay que dejarla reposar durante algunas horas,
pues, debido a la contaminación, trae consigo elementos
tóxicos para las plantas (plomo, ácido sulfúrico, etc.).
Algunas aguas de mesa que venden en el comercio y que
son conocidas por no contener elementos minerales
pueden resultar muy convenientes para regar los bonsáis,
ya que no se requieren grandes cantidades.
Para el riego, conviene utilizar agua a temperatura
ambiente, pues si está muy fría o caliente se puede
Ing. Rodolfo Zapata Quiñonez

Breve tratado sobre Bonsái
provocar un shock térmico en la planta. En pocas
palabras, la naturaleza y calidad del agua son
primordiales.
Técnica de riego
El riego (también se utiliza el término rociado para
referirse a un riego ligero) y la pulverización son
complementarios.
La cantidad de agua que se aporta se regula en
función del tiempo y de las condiciones
meteorológicas, ya que la tierra debe mantenerse
húmeda pero no demasiado.
En pleno período de crecimiento, si el tiempo es
caluroso y hace viento, a veces es necesario regar dos
o tres veces al día y completar el riego con
pulverizaciones. Cuando el día está nublado y húmedo,
casi se puede prescindir del riego, si la tierra mantiene
la humedad.
Es una cuestión de sensibilidad y de relación con las
plantas; hay que estar habituado a sentir cuáles son las
necesidades de cada una en particular y encontrar el
justo equilibrio. ¡Ni mucho, ni demasiado poco!
El riego se realiza con un matraz de laboratorio y una
regadera fina y, si se posee una gran colección de
bonsáis, vale le pena disponer de un sistema de
vaporización.
Cuando la tierra está demasiado seca para absorber el
agua (como consecuencia de un olvido, por ejemplo),
se puede sumergir la planta en una palangana hasta
que el cepellón no desprenda burbujas de aire. La
macetera no debe permanecer demasiado tiempo en el
agua y después de retirarla hay que dejarla un buen
rato que escurra bien.
En la época seca el riego debe ser prácticamente
CONTENDO
diario. Con la caída de las hojas se hará más
espaciado, pero durante el verano hay que cuidar que
el cepellón no esté nunca del todo seco.
La frecuencia del riego se adapta también al estado
fisiológico de la planta. Un ejemplar en plena floración
necesita mucha agua, así como uno que tiene frutos.
Una planta que acaba de ser podada tiene menor
necesidad de agua, puesto que se le ha suprimido una
parte de su sistema de evaporación. Como ya hemos
visto, lo mismo vale para un trasplante reciente, en el
que se ha podado una porción de las raíces. En estas
condiciones, el exceso de agua puede provocar que se
pudra el sistema radicular.
Tierra
CONTENDO
Pàg. 15
La mezcla de tierra escogida para el bonsái es vital. Puesto
que las raíces de los árboles no pueden llegar más allá de
los confines de la macetera, se le obliga a depender de
esta tierra para sostener su vida por uno, dos, o quizá tres
años.
Esta tierra debe cumplir cuatro criterios principales:
1. Debe ser capaz de permanecer suelta y porosa
para que así, las raíces de árbol pueden respirar.
2. Debe poder absorber bastante agua para llenar
los requisitos específicos de la planta.
3. Debe contener o debe ser capaz de contener un
suministro constante de elementos nutritivos
esenciales.
4. Debe ser (o ser ajustada) al balance de ph
apropiado.
La mayoría de las listas (incluyendo la mía) que dan
sugerencias de requisitos de la tierra los listan como
porcentajes de Marga-turba-arena. Esto sólo debe usarse
como una guía y usted debe puede usar muchos
ingredientes en la composición cada grupo.
Algunos de estos ingredientes incluyen :
Marga - tierra rica que está compuesta de una mezcla de
partículas finas de arcilla, cieno, arena y materia orgánica.
Para el uso en bonsái usted debe cribar el material muy
fino, lo que se va por la malla regular no debe usarse, la
tierra que venden en casas comerciales es un punto de
arranque bueno para las mezclas de suelo para bonsái,
pero no debe usarse exclusivamente.
Turba - Mulch Orgánico usado para soltar la composición
global de la mezcla, y agregar fertilidad que se suelta
despacio cuando se descompone.
INDICE
Mulch de hojas: de hojas caídas, las frescas deben
secarse y deben hacerse tiras.
Chips de madera: Deben envejecerse y ser bastante
grandes (1/8 a 1/4 pulgada), las de madera dura son
mejores.
Turba: Pude contener mucha agua y debe ser usada con
cautela.
Arena: asegura aireación y buen drenaje. Estos materiales
mantienen su forma granular indefinidamente y se pueden
mejorar con mezclas.
Arena afilada: de Acuario: grava de río, etc. Los bordes
afilados permiten una buena ramificación de la raíz
Arcilla calcinada: Una arcilla especialmente procesada
vendida bajo el nombre comercial 'Turface".
Plagas
Ing. Rodolfo Zapata Quiñonez
Breve tratado sobre Bonsái Pàg. 16

Todas las plantas vivientes, incluso los bonsáis, son

susceptibles al ataque de insectos y enfermedades. Sin
embargo, hay varias medidas preventivas que pueden
tomarse para asegurar la salud de su árbol. Quizás la
manera más fácil y más importante de proteger su
bonsái de los problemas es inspeccionarlo
regularmente.

Debe estar consciente del hecho que los insectos y

enfermedades no atacan usualmente árboles
saludables, tienden a perseguir árboles más débiles,
más susceptibles. Así, que no resulta redundante decir
que controlar la cantidad de sol, aire, y agua son los
métodos más seguros contra los problemas. Si usted
descubre un problema con su bonsái y no recuerda
haberle hecho algo impropio, la primera cosa que debe
hacer es quitar el árbol del recipiente y verificar las
raíces.

Si las puntas de las raíces están firmes y con color

claro significa que las raíces están saludables y su
problema probablemente es una peste superficial o
enfermedad. Por el contrario, si las raíces muestran
señales de putrefacción, evidente por el color oscuro
de la raíz, entonces debe cortar todas las raíces
podridas y zambullir la pelota de la raíz en una la
solución fungicida y trasplantar en tierra fresca.

Si los insectos son el problema sospechoso que usted

debe intentar identificar qué tipo de plaga son, buscar
ayuda de su centro de jardinería local de ser necesario, CONTENDO
y usar el insecticida apropiado siguiendo
cuidadosamente las instrucciones de la etiqueta.

Lo más importante: no permita que el problema se le

salga de control.

Presentación

La mayor parte los bonsáis son plantas estrictamente

de exterior, hay unos pocos que sobrevivirán en el
interior, pero la mayoría no puede. Los árboles
necesitan mucha luz para vivir bien, y deben exponerse
a la luz del sol filtrada, considerando si que la
exposición larga al sol, en el pleno calor del verano Estilos de Bonsáis
podría ser letal.

Las buenas condiciones para mantener un bonsái son,

un patio protegido, dentro de una área semi - techada,
bajo un árbol grande, etc., de tal manera que tenga
algo que lo proteja del sol caliente del mediodía. Un
Bonsái puede traerse dentro de la casa como una
decoración durante unos días cada vez, sin embargo,
no debe esperar mantener siempre adentro su bonsái.
El mejor esquema para mantener una presentación en
el interior sería tener varios árboles que se podrían
sacar alternadamente cada, digamos dos o tres días.

Ing. Rodolfo Zapata Quiñonez

 Breve tratado sobre Bonsái Pàg. 17

INDICE

CONTENDO
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CONTENDO

Ing. Rodolfo Zapata Quiñonez

Breve tratado sobre Bonsái Pàg. 18

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