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Dègremont
Las operaciones de pretratamiento son las siguientes (una estación de tratamiento puede
incluir una o varias de estas operaciones, según su importancia y la calidad del agua
bruta)
desbaste,
dilaceración,
desarenado,
pre-decantación,
desaceitado,
desengrase,
tamizado
tratamiento de arenas y de desechos.
1. DESBASTE
Una reja mecánica va normalmente protegida por una pre-reja de barrotes más
espaciados (separación de 50 a 100 mm), prevista, generalmente, para limpieza manual,
pero que deberá ser igualmente automática en el caso de instalaciones impontantes, o si
el agua bruta llega muy cargada de materias gruesas.
Sin embargo, la mecanización del desbaste no depende solamente de la impontancia de
la estación.
También puede adoptarse este tipo de rejas si se desea reducir las intervenciones
manuales de limpieza, aun cuando se trate de instalaciones de pequeña importancia. En
todo caso, la mecanización es inevitable si existe el riesgo de una llegada brusca de
materias vegetales con tendencia a formar un «fieltro» sobre la reja, que puede provocar
un atascamiento total en unos minutos.
A. REJAS MANUALES:
Están constituidas por barrotes rectos, de acero, a veces verticales y a veces inclinados
con ángulos de 60 a 800 sobre la horizontal.
En instalaciones de tratamientos de aguas potables, de importancia pequeña o media, las
coladeras perforadas de las bombas de agua bruta, pueden hacer, a veces, de reja.
Algunas coladeras se limpian automáticamente, por caída brusca de agua a
contracorriente, mediante distintos dispositivos, uno de los cuales consiste en un sifón
de descarga automática, incorporado en el circuito.
En pequeñas instalaciones rurales de depuración de aguas residuales, se sustituyen, en
algunos casos, las rejas, por cestas perforadas movibles; por ejemplo, cuando los
colectores de llegada se encuentran a bastante profundidad.
Un extractor hace que los residuos caigan, por detrás de la reja, a un depósito amovible,
o, mejor aún, a una cinta transportadora o a la arqueta de toma de un tornillo de
Arquímedes, dispositivo que permite la evacuación lateral y el almacenamiento de los
residuos en un receptor de mayor capacidad.
· Rejas rectas de limpieza alternativa: la zona enrejada se realiza con barrotes de sección
rectangular o trapezoidal (que reduce el riesgo de atascamiento de las materias sólidas),
y, generalmente, inclinada unos 800 sobre la horizontal, deteniéndose un poco por
encima del nivel liquido máximo y prolongándose por un tablero (metálico o de
hormigón).
· Rejas rectas de limpieza continua: Este tipo de reja se utiliza en un desbaste fino, y
debe emplearse con agua poco cargada en materias gruesas (o que se haya sometido
previamente a un desbaste medio).
Este tipo de reja se utiliza generalmente con aguas residuales, y es capaz de eliminar
grandes cantidades de materias sólidas, por medio de varios rastrillos-peines movidos
por un mecanismo de cadenas sin fin, montado aguas abajo del campo de reja.
El campo de reja, vertical o inclinado (60 a 80º sobre la horizontal), se prolonga
necesariamente hasta el punto de vertido de los residuos; la necesidad de darle una
rigidez suficiente limita su profundidad de instalación. Según los modelos, los residuos
se evacuan, aguas arriba o aguas abajo de la reja, a un recipiente amovible o a una cinta
transportadora.
Las rejas curvas o rejas rectas de limpieza alternativa llevan un dispositivo que
garantiza la parada automática del sistema de barrido, en un punto situado fuera del
campo de reja, para evitar todo riesgo de atascamiento en el arranque.
Rejas mecánicas
1.3. Velocidad de paso y pérdida de carga. Atascamiento
La velocidad de paso a través de la reja debe ser suficiente para que las materias en
suspensión se apliquen sobre la reja, sin que se provoque una pérdida de carga
demasiado fuente, ni se produzca un atascamiento en la parte profunda de los barrotes.
De acuerdo con ello, se establecerá una velocidad aceptable entre los caudales mínimo y
máximo.
Generalmente, se adopta una velocidad media de paso entre barrotes comprendida entre
0,60 y 1 ,00 m/s, pudiendo llegarse hasta 1,20 y 1,40 a caudal máximo.
Las rejas crean pérdidas de carga comprendidas entre 0,05 y 0,15 m en aguas potables, y
entre 0,10 y 0,40 m en aguas residuales. (En los valores máximos se tiene en cuenta un
necesario margen de seguridad, relativo a un eventual atascamiento parcial del campo
de reja).
2. DILACERACIÓN
Tiene por objeto «desintegrar» las materias sólidas arrastradas por el agua. Estas
materias en lugar de separarse del efluente bruto, se trituran y continúan en el circuito
del agua hacia las siguientes fases del tratamiento. El interés de este proceso consiste en
que se suprime la evacuación y la descarga de los residuos de la reja. Sin embargo, en la
práctica, presenta varios inconvenientes, en especial, la necesidad de una atención
frecuente sobre un material bastante delicado, el peligro de obstrucciones de tuberías y
bombas provocadas por la acumulación en masas de las fibras textiles o vegetales
unidas a las grasas, y la formación de una costra de fango en los digestores anaerobios.
Existen dos tipos de dilaceradores: «dilacerador sin elevación del agua» y «dilacerador
en línea». En los dos casos, se trata de aparatos adaptados especialmente para el
tratamiento de aguas residuales, y capaces de absorber las materias contenidas
normalmente en estas aguas (después de un pre-desbaste grosero, con espacio de
separación entre barrotes de 50 a 80 mm aproximadamente, según la impontancia de los
aparatos utilizados) y de reducirlas a elementos de unos milímetros de diámetro.
Los aparatos más clásicos llevan un tambor giratorio, de eje vertical, con ranuras
horizontales, y se montan sobre un canal o directamente sobre una tubería (modelos
pequeños). El tambor está constituido por barras circulares, con dientes contantes. Unos
peines contantes fijos van sujetos, con pernos, a la bancada.
El agua circula del exterior al interior del tambor, y las materias que arrastra son
trituradas a medida que llegan al mismo.
Fig. 56. - Dilacerador para reducción de residuos flotantes, con dispositivo de elevación.
FONTAINEBLEAU (Francia).
Fig 57.- Dilacerador GRIDUCTOR INFILCO DEGREMONT INC.
Estos aparatos, que forzosamente son muy robustos, llevan generalmente una hélice que
empuja las materias diluidas a través de una reja cortante. La finura de la trituración se
regula por medio de una o de varias cuchillas.
3. DESARENADO
El desarenado tiene por objeto extraer del agua bruta la grava, arena y partículas
minerales más o menos finas con el fin de evitar que se produzcan sedimentos en los
canales y conducciones para proteger las bombas y otros aparatos contra la abrasión y
para evitar sobrecargas en las fases de tratamiento siguientes.
en el que:
Al estudiarse una toma de agua, debe evitarse al máximo el arrastre de arena. Si las
condiciones locales no lo permiten, será preciso prever un desarenador, a menos que se
admita la recuperación de la arena en otro elemento de la planta. En el caso particular de
que se incluya en la instalación un predecantador, se podrán eliminar solamente las
partículas de dimensiones superiores a 0,3 mm de diámetro, en un canal desarenador
con vaciado por caída hidráulica.
1 - Canal de entrada.
2 - Válvula de llegada.
3. Puente móvil para elevación de la arena.
4 Tranquilizador.
5 - Válvula de desaceitado.
6 - Canal de evacuación de aceite.
7 - Válvula de salida.
6 - Canal de salida. Alimentación de la decantación.
9 - Evacuación de la arena.
10 - By-pass por vertedero de rebose.
11 - Tubos de invección de aire.
Canales desarenadores simples en los cuales la velocidad de flujo varía con el caudal.
Se utilizan en pequeñas instalaciones de depuración. La arena se extrae manualmente de
un canal longitudinal, con una capacidad de almacenamiento de 4 a 5 días
aproximadamente.
Canales desarenadores con velocidad de flujo constante (del orden de 0,30 m/s)
provistos de 1 o, mejor, 2 canales equipados con un vertedero de salida de ecuación
lineal (altura de agua proporcional al caudal). Generalmente, van provistos de un canal
de almacenamiento, de limpieza manual, pero pueden estudiarse con un transporte
hidráulico de la arena hacia una tolva que lleva un dispositivo mecánico de extracción.
Tiempo de permanencia: 1 a 2 minutos, aproximadamente.
Desarenadores circulares, con alimentación tangencial, o agitación mecánica, o, mejor
aún, inyección de aire, en los cuales la velocidad de barrido de fondo creada se
mantiene sensiblemente constante, cualquiera que sea el caudal. La arena, almacenada
en una tolva central, se extrae mediante una bomba o por un emulsor de aire, y se envía
a un compartimiento de secado por gravedad. Tiempo de permanencia: 2 a 3 minutos,
aproximadamente.
Desarenadores rectangulares aireados, en los cuales el aire que se inyecta provoca una
rotación del líquido, y crea una velocidad constante de barrido de fondo, perpendicular a
la velocidad de paso, la cual, mucho menor, puede entonces variar sin que provoque
ningún inconveniente. El aire inyectado, además de su papel motor, favorece, por su
efecto de agitación, la separación de las materias orgánicas que pueden quedar
adheridas a las partículas de arena.
La extracción de la arena se realiza automáticamente:
4. PREDECANTACION
Al igual que los decantadores, los predecantadores son de forma rectangular o circular.
Los fangos se extraen:
5. DESACEITADO. DESENGRASE
Los aceites y grasas, generalmente más ligeros que el agua, tienden a subir a la
superficie. Por ello, todo dispositivo en el que se reduzca la velocidad de flujo, y que
ofrezca una superficie tranquila, actúa como separador de grasa y aceite.
Para ello, se favorece la flotación natural en alguna de las obras de llegada, en la toma
de agua o en el canal de llegada. Un tabique en sifón hace de presa. La evacuación del
aceite se realiza por una toma de superficie, por vertedero fijo o móvil (tubo giratorio).
El aparato lleva una zona de aeración, en la que se inyecta aire por su parte inferior, y
una zona tranquilizada destinada a la acumulación de las grasas en la superficie. Los
fangos sedimentables se deslizan sobre una pared inclinada, y pasan a la zona de
aeración. El tiempo de permanencia del agua en este aparato es del orden de 10 a 15 mm
a caudal medio, con un mínimo de 5 mm. La evacuación de las grasas puede realizarse
por vertedero, o bien por barrido mecánico de la superficie. El caudal de aire
introducido es del orden de 0,5 a 2 m3/h por m3 de capacidad de desengrasador. En
estas condiciones, puede conseguirse una eliminación del 80 % de las materias grasas.
En algunos casos (aguas muy reductoras, o de gran contenido en amoniaco), puede ser
interesante utilizar el desengrasador como un elemento de preaeración. En este caso,
deberá calcularse con un tiempo de retención de 30 min como mínimo, y un caudal de
aire apropiado. Como puede observarse, estos desengrasadores no están previstos para
la eliminación de aceites e hidrocarburos, cuya introducción en las redes de
alcantarillado está prohibida.
- predesaceitado por operación física, por gravedad, sin adición de reactivos, mediante
el cual se reduce el contenido de hidrocarburos a unos 15 a 100 mg/l,
- desaceitado final (flotación por aire disuelto, filtración, coalescencia) utilizando
reactivos (coagulación con sales metálicas o polielectrólitos catiónicos), mediante el
cual se consigue la depuración total.
El Instituto Americano del Petróleo ha establecido unas normas (normas A.P.I.) muy
precisas, para el cálculo, dimensionamiento y ejecución de este tipo de aparatos, en las
condiciones siguientes:
· Desaceitadores con placas paralelas: son separadores laminares, en los cuales las gotas
de aceite sólo tienen que recorrer, antes de ser recogidas, un camino muy corto, limitado
por el espacio entre las placas (variable de 20 a 100 mm). Presentan la ventaja de ser
muy compactos y ofrecer una mayor eficacia frente a las gotas de aceite más finas.
6. TAMIZADO
El tamizado es una filtración sobre soporte delgado, que se utiliza en numerosos campos
del tratamiento del agua. Según las dimensiones de los orificios de paso del soporte se
distinguen dos variantes:
el macrotamizado (sobre chapa perforada o enrejado metálico con paso superior a 0,3
mm) se emplea para retener ciertas materias en suspensión, flotantes o semiflotantes,
residuos vegetales o animales, insectos, ramas, algas, hierbas, etc..., de tamaño
comprendido entre 0,2 mm y algunos milímetros.
el microtamizado (sobre tela metálica o plástica de malla inferior a 100 micras) se
utiliza para retener materias en suspensión de muy pequeñas dimensiones, contenidas en
las aguas de abastecimiento (plancton) o en aguas residuales pretratadas. (Se estudia en
el capítulo 9).
Los aparatos de macrotamizado utilizables en pretratamiento pueden clasificarse en:
- aparatos instalados a ras del agua, con pequeña pérdida de carga: macro-tamices
rotatorios, tamices fijos con rasquetas,
Pueden tratar caudales desde algunas centenas de litros por segundo, a más de 10 m3/s.
El tamizado se efectúa a través de un cierto número de paneles filtrantes
intercambiables, constituidos por un enrejado generalmente metálico (hilo de bronce o
de acero inoxidable) fijo sobre un cuadro rígido.
El paso de malla de la tela yana entre 0,3 y 3 mm, y el diámetro del hilo entre 0,25 y 1
mm.
Un macrotamiz debe ir protegido, normalmente, por una reja con espacios entre barrotes
de 40 a 50 mm, para una tela metálica de hilo de 1 mm, de 20 a 30 mm para hilo de 0,5
mm y de 10 a 15 mm para hilo de 0,3 mm.
Una limpieza automática de la tela, por agua a presión, limita la pérdida de carga a 20
cm aproximadamente, en marcha normal. El aparato admite una pérdida de carga
máxima de 50 cm.
Fig. 65. Microtamiz rotatorio. Tratamiento de agua potable de AIRE-sur-La- LYS, Fas-
de-Caíais (Francia).
Si las aguas contienen materias grasas que puedan formar coágulos, puede ser necesario
efectuar un predesengrase, para evitar riesgos de obstrucción del tamiz (a pesar de la
adopción de perforaciones adaptadas).
Estos aparatos pueden instalarse en canales de 1 m a 2,5 m de anchura y tratar caudales
del orden de 100 a 2000 m3/h. Normalmente, la pérdida de carga no debe ser superior a
0,5 m, aproximadamente.
Los tamices estáticos llevan una reja, constituida por barras horizontales, de acero
inoxidable, rectas o curvadas, de sección triangular. El agua se distribuve en la parte
superior de la reja, cuya inclinación sobre la horizontal disminuye progresivamente de
arriba abajo, entre 65º y 45º, aproximadamente. Se obtienen así, sucesivamente, los
efectos de separación, escurrido y evacuación de las materias sólidas.
Los tamices rotatorios llevan una reja cilíndrica, de eje horizontal, constituida por barras
de acero inoxidable, de sección trapezoidal, la cual gira lentamente. Las materias
retenidas en la reja se recuperan por medio de un rascador fijo. y se evacuan.
Tanto los tamices estáticos como los rotatorios tratan caudales del orden de 10 a 1000
m3/h, según el tipo y la finura de tamizado deseada. Debe tenerse en cuenta una pérdida
de carga del orden de 2 m de columna de agua, y el hecho de que los residuos extraídos
se recogen en la parte inferior del aparato. Al igual que los anteriores (tamices fijos con
rasquetas), estos aparatos pueden ser sensibles al atascamiento por grasas coaguladas.
filtros ciclones, de entrada tangencial superior, con tamiz filtrante cilíndrico de acero
inoxidable, malla comprendida entre unas décimas de mm y varios mm, limpieza y
extracción de los residuos manual o automática, y lavado por agua bruta o agua filtrada.
Caudales de 100 a 500 m3/h aproximadamente, según modelo. Pérdida de carga de
algunos metros de C.A.,
filtros rotatorios de limpieza continua, con cuerpos filtrantes desmontables, de porcelana
o de tela de acero inoxidable (orificios o mallas de 0,1 a 1,6 mm) fijos sobre un
dispositivo giratorio, con limpieza por paso de los cuerpos filtrantes delante de una
abertura aislada, por la que pasan el agua y los residuos al exterior, en contracorriente.
Caudal de 25 a 7000 m3/h, según modelo. Pérdida de carga de unos metros de C.A.
Consumo de agua para lavado continuo: 2 a 5 % del agua filtrada,
filtros automáticos de tubos de tamizado múltiples, con brazo de lavado rotatorio.
Caudales de 100 a 10000 m3/h. Finura de tamizado a partir de 125 micras. Pérdida de
carga de unos metros de C.A. Pérdida de agua por lavado, aproximadamente 1 al 2 %
del caudal de agua filtrada
7. EVACUACIÓN Y TRATAMIENTO DE ARENAS Y DESECHOS EN AGUAS
RESIDUALES
Fig. 67. - Planta de desbaste con evacuación de desechos por cintas transportadoras LE
HAVRE (Francia).