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contaminado: Subcuencas de los ríos Yauli, Huayhuay, laguna de Huascacocha, lago de Junín, de
los Reyes o Chinchaycocha; cuenca del río Mantaro, zona agrícola del Valle del Mantaro, etc.,
especialmente por los relaves, botaderos de desmontes, sedimentos, rebose de las canchas de
relaves, agua ácida de las minas, aguas servidas, dispersión de los contaminantes secos por el aire
y otros tóxicos, que eliminan sin ningún tratamiento a los recursos hidrográficos nombrados, aire
y tierra. Los que constituyen un serio peligro para la salud humana (ejemplo la población de la
Oroya), de los animales y plantas que se desarrollan con agua de los ríos, asimismo el medio
ambiente se ve afectada por la contaminación ambiental. Según información fuente del Ministerio
del Ambiente – DGOT del 2012, los pasivos ambientales registrados en el departamento de Junín
alcanzan a 503 pasivos, Uno de los pasivos “Los Heraldos Negros” se encuentra ubicado entre 02
departamento Junín.
Junín, es una de las fuentes de mayor recurso hídrico que provee a la población de esta provincia
que hasta hace algunos años se hallaba en agonía. Hoy, el nevado ha cambiado su imagen y cada
día los guardaparques, población de la comunidad de Acopalca y autoridades luchan para seguir
disminuyendo su contaminación que hasta el 2016 era sumamente alta. Diversas campañas de
plantaciones de árboles han ayudado a sembrar agua en distintos puntos de la cordillera y zonas
cercanas a las seis lagunas que se ubican dentro de las 5 mil hectáreas de terreno. El último fin de
semana, al menos 100 sacerdotes andinos acompañados de sus familiares realizaron un nuevo lote
de plantaciones de quinuales y pinos que superan los 700. En los últimos dos años diversas
instituciones también se han sumado a la recuperación del Huaytapallana y a la fecha se tiene cerca
de 10 mil plantaciones de vegetales en zonas de difícil acceso.
Domingo Ventura Barja vive hace 57 años en la comunidad de Acopalca y actualmente es jefe de
de la laguna Lasuntay en el año 2016, se retiró un total de 6 costales llenos de ropa que habían sido
abandonados y arrojados a las aguas por los ‘chamanes’. Otros residuos y desperdicios superaron
las 15 toneladas y fueron retirados solo en dicha jornada. También dijo haber sido testigo de la
muerte de varios animales, pues el plástico que se dejaba tirado en la pampa era devorado por los
vacunos y ovejas provocándoles la muerte. Desde que Ventura asumió su cargo se realizaron
diversos operativos, en coordinación con varias instituciones, para prohibir el ingreso excesivo de
las bolsas de plástico, platos de Tecnopor, botellas de vidrios, frutas, velas y otros artículos que
contaminan seriamente al nevado y que son utilizados para diversos rituales. Desde la fecha en que
se tomó la decisión de recuperar esta área protegida, el nevado sólo puede ser observado desde
unos dos kilómetros de distancia y esto es controlado por los guardaparques que se hallan
instalados en tres garitas. Para Fredy Valencia, gerente Recursos Naturales y Gestión del Medio
Ambiente, años atrás los sacerdotes andinos que ofrecían pagos a la tierra eran los que
contaminaban el glaciar y sus alrededores, es por ello que han decidido empadronarlos. En la
actualidad ellos cuentan con un lugar especial donde realizan sus labores. “Nos organizamos y
convocamos a las organizaciones de guías turísticos y con los sacerdotes andinos conformamos un
consejo y a través de la gerencia de Recursos Naturales todos nos comprometimos a ser cuidadosos
con los recursos del Huaytapallana", señaló Valencia. Más de 200 sacerdotes andinos han recibido
capacitaciones y charlas, y solo 40 han sido autorizados para realizar este tipo de práctica, pues
han demostrado que tienen compromiso con la naturaleza”, contó a El Comercio. “El
Huaytapallana hoy está limpio, ordenado y sobretodo no hay contaminación ya que tenemos un
orden de ingreso y salida de las personas que visitan este lugar donde la biodiversidad se está
recuperando y las lagunas están totalmente limpias”, puntualizó el gerente Recursos Naturales y
Gestión del Medio Ambiente. El funcionario mencionó que cada año el nevado pierde su masa y
que según el Instituto Geofísico del Perú (IGP) para el 2030 Huancayo ya no contaría con el nevado