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Muerte acelerada del Monumento Natural

Laguna de Urao
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Enviado por María de los Ángeles Pérez el Lun, 10/10/2016 - 5:15pm

La Laguna de Urao sufre los rigores del cambio climático, de la contaminación, del
crecimiento poblacional, de la deforestación, de la erosión de los suelos, pero
quizás el padecimiento más importante es la desidia de los entes
gubernamentales frente a su agonía.

Por la contaminación
los peces, las aves migratorias y la flora propia del lugar están desapareciendo.

Ante la dramática situación que presenta la laguna, hace 6 meses un grupo de


lagunillenses conformaron la “Fundación Ecologista Salvemos la Laguna de Urao”
que también la integran investigadores de 4 facultades de la Universidad de Los
Andes, así como del Cidiat, Inparques, Fundisis, Minea y del Instituto Nacional de
Espacios Acuáticos, (Inea) entre otros, quienes han venido realizando unas mesas
de trabajo a objeto de buscar una pronta solución. Nelly Flores, nativa de
Lagunillas, perteneciente al pueblo indígena Mucumbu y presidente de esta
fundación, señaló que en el mes de agosto realizaron una batimetría y un
levantamiento topográfico y han observado cómo ha disminuido la laguna en su
espejo de superficie de agua, pues donde colocaron la marca se ha reducido 4
metros en un mes, lo que indica un descenso de 1 metro por semana. Agregó
Flores que han realizado 3 operativos de limpieza en estos últimos 5 meses y han
recogido mil 600 kilos de desperdicios, de los cuales 45% son vidrios, un 25% de
plásticos y el resto en cauchos, papel y otros desperdicios. Sin embargo la laguna
sigue en declive, lo que lleva a preguntarse si el año que viene aún tendrá agua.

Nelly Flores, dijo que realizaran un


Bypass para construir un trasvase hacia la parte este de la laguna a través de una piscina,
pero para esto requieren de unos 3 rollos de mangueras de 100 metros.

¿Por qué agoniza la Laguna de Urao?

El investigador Juan Carlos Rojas, profesor de la Facultad de Arquitectura de la


ULA, viene adelantando, junto con otros profesores de la ULA, una investigación
sobre el fenómeno que ha llevado a la reducción drástica de la superficie de agua
en la Laguna de Urao, en sus conclusiones destaca que: “Efectivamente esta
laguna viene experimentando un proceso de retroceso ya que, según imágenes de
satélite, el espejo máximo de agua era de alrededor de unas 25 hectáreas y hace
unos 3 meses, utilizando imágenes de satélite del Google, logramos determinar
que de las casi 25 hectáreas, que fue lo máximo que pudo tener alguna vez en su
vida, disminuyó a un valor cercano a las 13 hectáreas, lo que significa una
reducción de un 40% de espejo de agua de la superficie”.
Dijo el Prof. Juan
Carlos Rojas que al lagunillense la sequía de la Laguna, les afecta en su forma de vida,
como atractivo turístico, por el clima que es más caluroso y porque los malos olores en el
área de la laguna se harán más fuertes cada vez.

Esto se evidencia en la fracturación y compactación del suelo, dijo el investigador,


debido a una sumatoria de factores que están influyendo, empezando por la
cuenca alta, en la que se viene experimentando un proceso de afectación de las
reservas forestales para atender las dinámicas socioeconómicas de la población.
En ese sentido, los afluentes se están tocando para atender cultivos y
necesidades domésticas afectando la captación de agua que debe llegar a la
Laguna. Agregó que, observando imágenes de satélite en unas 3 mil hectáreas
que podrían tener influencia, la Laguna de Urao ha perdido casi 10 hectáreas de
masa forestal y vegetación, en cambio solamente se ha ganado una, lo que
implica que hay un retroceso de 9 hectáreas en los últimos 14 años, Lo cual afecta
directamente el ciclo hidrológico. Dijo asimismo que han observado que ingresan
aguas residuales a la laguna y esto hace que pierda oxígeno por la incorporación
de materia orgánica, lo que le hace perder también la calidad de sus aguas,
contaminándolas y destruyendo la flora y fauna propia de la laguna.
La Laguna de Urao,
fue decretada Monumento Natural en el año 1979, única en ubicarse en el casco de una
población y única en América Latina en poseer el mineral urao.

Un llamado a la Unesco

Por su parte el abogado Ramón Mercado, coordinador de Asuntos Legales de la


“Fundación Ecologista Salvemos la Laguna de Urao”, señaló que desde que fue
creada esta fundación han enviado comunicaciones a todos los entes
competentes para dar cuenta de la sequía de este monumento natural, patrimonio
de los merideños que merece un trato especial, mas sin embargo no hay política
de Estado respecto a la conservación, preservación y mantenimiento de la laguna.
Frente a ello, hacen un llamado a la Unesco ya que ese organismo tiene
competencia en cuanto a monumentos naturales y ecosistemas para que lo
declare en vía de extinción, a ver si ello genera conciencia en que todos debemos
trabajar unidos por el rescate de la Laguna de Urao, dijo para concluir Ramón
Mercado. Prensa ULA. 9795. María de los Ángeles Pérez. Fotos Lánder Altuve

Ante la indolencia la laguna de Urao muere paulatinamente


Categoría: Noticias de Mérida


Publicado: Martes, 07 Julio 2015 03:14

El Monumento Natural Laguna de Urao, se caracteriza por presentar una laguna de agua
salada única en Venezuela, que sirve como agente importante para la regulación de las
condiciones climáticas y ambientales de la región.

Es una hermosa laguna de agua salada inmersa dentro de un paisaje semiárido. Posee la
presencia del mineral llamado Urao (Sesquicarbonato de sodio) que procede de sales
aportadas por corrientes subterráneas y era utilizado antiguamente por los indígenas para
elaborar el chimó. Representa un centro de atracción, esparcimiento y recreación para
habitantes y visitantes. / www. primera clase.com

Las condiciones que hoy presenta la Laguna de Urao, son realmente lamentables. Su espejo
de agua ha ido muriendo paulatinamente como su ecosistema, situación que amerita la
pronta y urgente intervención de organismos correspondientes que tienen inherencia directa
con el ambiente, para evitar el deterioro que ha comenzado a apoderarse de este
monumento natural.

Los lagunillenses han mostrado preocupación por la situación que presenta su laguna, icono
turístico por excelencia que hoy muere paulatinamente. En este sentido, Ramón Mercado,
habitante de Lagunillas, capital del municipio Sucre del estado Mérida, lamentó
profundamente las condiciones en las que se encuentra la laguna, e indicó que hace dos
años denunció el proceso de sequía a la que estaba condenada, según su criterio, debido a
construcciones unas ilegales y otras con permisos otorgados por el Ministerio del Ambiente
y alcaldía de Sucre, como invernaderos que merman en caudal del afluente que alimenta el
espejo de agua de la misma.

Es triste la imagen que hoy exhibe la Laguna de Urao, ante la indolencia de las autoridades
que han mostrado indiferencia al problema. Peces como la Carpa, el corroncho, el volador y
las babas, se encuentran en peligro. Dijo Mercado, que las condiciones que actualmente
presenta la laguna, impiden las actividades deportivas que en ella se realizaban.

Mercado, hablo sobre la falta total de una política de mantenimiento, protección y


conservación dirigida a la preservación de este recurso natural único en Venezuela, por sus
características. Apuntó su acusación hacia el Ministerio del Ambiente, Inparques y la
propia alcaldía del municipio Sucre. “Se hacen la vista gorda en cuanto a la medida dictada
por un tribunal agrario de demoler un muro que existe en predios de la laguna y la
eliminación de los invernaderos”
El Estado Mérida y su capital Mérida, es conocida por ser el asentamiento de la cumbre
más alta de la República Bolivariana de Venezuela conocida como el pico Bolívar, sin
embargo y sin querer restar importancia al mismo, es también el asiento de espacios de
diferente tipos de vegetación que conforman una variedad de microclimas dependiendo de
su ubicación con respecto al nivel del mar, la cual conforman un variado conjunto de
elementos que representan un gran potencial recurso histórico, turístico y recreacional; esa
diversidad de vegetación tiene que ver con la variada cadena de montañas que logran
conformar un complejo relieve condicionando el clima que dan origen a una gama de pisos
climáticos que van desde el tropical en la planicie del sur del lago de Maracaibo, el tipo
páramo, el semiárido en sectores como Lagunillas hasta el húmedo tropical en las vertientes
nubladas de la cuenca alta del río Caparo (Pereira, Nory; 2010), que sin duda debido a la
gran variedad de altitudes y climas constituyen un atractivo natural de gran significación
como para conocer lo nuestro, el estado Mérida.

En ese sentido, la configuración geográfica de Mérida han determinado la existencia de una


cuantiosa variedad de recursos turísticos, muchos de ellos muy pocos conocidos como ríos,
lagunas, picos, glaciares, valles agrícolas, páramos que con sus pueblos y caseríos encierran
una cantidad de valores culturales que identifican a cada espacio natural.

Precisamente uno de esos espacios naturales es la llamada LAGUNA DE URAO, cuyos


ancestros la llamaron laguna Yoama, la cual se encuentra ubicada en la población de
Lagunillas, municipio Sucre del estado Mérida, siendo esta laguna natural un elemento de
relevancia como regulador de la temperatura del lugar y sus alrededores, haciendo del sitio
un espacio geográfico de “confort climático excelente”, entendiendo que el término confort
hace “referencia a un estado de bienestar climático o térmico, el cual es consecuencia de un
equilibrio entre el hombre y el medio, entre sus condiciones fisiológicas y las ambientales”
(Tornero, Jose;2007).

La Laguna de Urao y sus bondades climáticas, se deben a que la ubicación de Lagunillas,


tierra de cardones y cucijales, y a decir de Don Tulio Febres Cordero “tierra ardiente donde
la caña brava espiga y el recio cují florece”, se encuentra enmarcada en una zona
semixerofítica en la cuenca media del río Chama, que se caracteriza por un clima cálido,
seco, lo cual da pie para afirmar que el confort climático de Lagunillas y la Laguna de Urao
se deba a lo que han dado en llamar el “bolsón climático anómalo” que explica que “este
fenómeno climático se basa en la circulación de las masas de aire provenientes de la cuenca
del lago de Maracaibo, las cuales vienen saturadas de humedad y la descargan en las
vertientes circundantes y al llegar a la depresión de Lagunillas, se calientan y generan un
ambiente seco, de semiaridez…”(Pereira; 2010), haciendo que la laguna de Urao tenga un
efecto refrescante debido a la constante evaporación convirtiendo el clima semiárido
reinante en un microclima fresco y placentero.

La laguna de Urao, fue declarada monumento natural el 18 de junio de 1979 a través del
decreto nº 172 con el ánimo de preservar y conservarla como espacio socio cultural e
histórico e icono sin igual de la zona de los quimpúes, pues desde la época de la colonia sus
ancestros hubieron de construirlos como una manera de asegurarse el vital liquido para la
subsistencia y regadíos de sus sembradíos, de allí, que tal vez el nombre de Lagunillas, a la
que los indígenas llamaron JAMUEN, derive de la necesidad que tuvieron sus habitantes de
construir y acopiar agua en estanques o lagunas artificiales.

La Laguna de Urao, fue y continúa siendo por la cantidad de etnias descendientes de los
originarios que viven en la zona, centro de gran arraigo cultural, que con sus creencias y
leyendas constituyen un legado de preciado valor antropológico que permanecen formando
parte del acervo cultural y folklórico, de allí que muchos de sus ritos y tradiciones sean
para venerar toda fuente de agua y su laguna Yoama; como expresión cultural de su gente,
la laguna de Urao, contiene entre sus entrañas un componente químico como lo es el
sesquicarbonato de sodio (NaHCO3.Na2CO3.2H2O), elemento que fue durante un largo
tiempo, base para la elaboración del chimó, el cual es una especie de pasta “ del tabaco
mermado al fuego hasta reducirlo a una jalea muy gruesa, obtenían el MO, que mezclado
con el urao obtenían el chimó”.(Picón Lares, citado por Julio Villamizar).

Desde el punto de vista geomorfológico, La Laguna de Urao se ha originado por procesos


de fallamientos recientes, originada por expresiones morfológicas, siendo una “evidencia de
los efectos neotectonicos”, que inicialmente tenia una medida de 1400 varas de largo
(1170,27 mts) por 250 de ancho (208,97mt) y seis pies de profundidad, actualmente sus
dimensiones se han visto reducidas, pero que si embargo hoy gracias a sus habitantes es
conservada como un lugar privilegiado de gran esparcimiento natural.

Decía Hipócrates en su famosa obra “de los aires, de las aguas y de los lugares” que el Aire,
agua y clima son los factores fundamentales para explicar la salud de una ciudad y de sus
habitantes y la Laguna de Urao es uno de ellos.

Referencias: Pereira, Nory (2010). Características Físico Geográficas del Estado. Convenio
ULA PDVSA. Instituto de investigaciones Económicas y sociales.

Tornero, José y otros (2007). Ciudad y confort ambiental: estado de la cuestión y aportes
recientes. Cuadernos de geografía. Universidad de Valencia, España.

Villamizar, Julio (1983). La fundación de Santiago de las Lagunillas. Ediciones Concejo


Municipal del Distrito Sucre. Estado Mérida.

LAGUNA DE URAO LLENA DE


MISTERIOS Y MITOS ENTRE
POBLADORES, LAGUNILLAS EDO
MERIDA
felixrodriguez (55) en cervantes • hace 8 meses
El pueblo de LAGUNILLAS se encuentra a 25 kilómetros de la ciudad de Mérida estado
Mérida Venezuela en ella existe esta laguna que recibe por nombre URAO, según sus
pobladores la misma tiene encantos y traga personas cada año si no la obedecen o la
irrespetan, la misma es visitada por cientos de personas por su paisajismo y por tener sitios
de comida y atracciones infantiles, en ella me encuentro con mi esposa y hija de visita y ya
en la puesta final del sol decididos sacarnos esta foto que quiero compartir con esta
comunidad

así mismo les quiero relatar lo que yo escuchaba sobre esta laguna desde niño cuando
nuestros padres decidían pasear junto a mi y mis hermanos, en una oportunidad fuimos a un
pueblo llamado Lagunillas Queda a aproximadamente a 25 minutos de la ciudad de Mérida
Venezuela , en dicho pueblo hay una laguna llamada LA DE URAO, recibe ese nombre por
etnias indígenas que habitaban en el pasado en dicho sector, alrededor de dicha laguna hay
variedad de sitios donde venden comida típica de la región así como recuerdos y hay
parques infantiles y kioscos con estufas para realizar sancocho, asados o la comida que en
familia desean compartir como ya se los relate anteriormente.

En una de las orillas, observe niños y adultos bañándose en la laguna y de una vez le
comente a mis padres si me podía bañar y de una los dos al mismo tiempo me dijeron que
NO, porque esa laguna era encantada y tenia en lo profundo una serpiente que se tragaba
personas y no encontraban ni el cadáver, yo quede así como que no entendía si tragaba
personas porque habían bañándose hasta niños en ella.

Ya adulto e realizado varias visitas a dicha laguna por sus parques y porque se disfruta en
familia pero nunca me e bañado en ella, pero si había escuchado y leído en los periódicos
que moría ahogado fulano en la laguna de URAO, no era tan seguido pero si mas o menos
era un ahogado en ella una vez por año, tal como lo manifestaban los pobladores de esa
región, comencé a buscar información sobre ella y me entere que es una de las pocas
lagunas de agua salada existente en el mundo y de que existían muchas historias sobre ella
pero todas concluían en que moría aproximadamente 1 o 2 personas por año ahogadas en
ella y era personas incrédulas al encanto de la misma y que la desafiaban porque la
comunidad de lagunillas dicen que la laguna no hay que llevarle la contraria porque sino
mueres en ella.
Una de las leyendas sobre esta dice que esta laguna de URAO es hija de otras dos lagunas
que se encuentran en el mismo municipio pero en altitud mas elevada en un sector llamado
la trampa, y que una vieja que habitaba cerca de ella le ofrendaba en un ritual gallinas a
dichas lagunas y que como en el mundo actual y con modernismo ya nadie le ofrenda nada
a esta laguna por lo tanto ella misma decidía tragarse personas.

En todo este relato no se que exista de cierto pero lo que si sucede es que es interesante
conocer la historia de nuestros antecesores, porque eso nos marca la dirección hacia donde
vamos y que todo este folklore es interesante porque marca la vida de los que habitan en
Lagunillas estado Mérida con su historia sobre la LAGUNA DE URAO.

Comunidad de steemit espero que les halla gustado..

Nota Foto 360°vista desde el enlace

Curanderos que salen de la Laguna de Urao, Leyenda:

Es conocida por todos los pobladores del municipio, la leyenda de doña Simona y don Simón como
dueños de la laguna, quienes aparecen en formas de inmensas culebras negras. La comunidad
comenta que para introducirse a la ciudad que hay debajo del agua de la Laguna de Urao, hay que
traerle miche en una mucura y un gancho de chimó acompañado de una vela de cebo y una
moneda antigua. Sin embargo, muchos que lo han hecho nunca vuelven a este mundo y quienes
regresan lo hacen en un gran curandero o médico brujo. Cinco nubes viajeras, Leyenda: Esta
leyenda explica el origen de las cinco lagunas del páramo andino: Laguna Blanca, Laguna Negra,
Los Lirios, Las Palmas de Mariño y Los Anteojos. El texto de la leyenda es original de Mazael María
Belandria el Chelo. La historia es la siguiente: Cinco nubes viajeras vagaban un día, enormes,
inmensas; proyectaban sombras errantes. ¿De dónde venían? Quisquibay, el alma de la sierra
tovareña, primera hembra entre los indios bailadores, habitantes de las riberas del río Mocoties,
tenía el poder de imitar el silbido de las aves. Un día vio volar, bajo la cumbre infinita de los cielos,
a las gigantescas nubes viajeras, cuya blancura producía fosforescencia. Tuvo envidia de ellas y
quiso tenerlas para revestir su cuerpo con tan extravagante ropaje. Corrió como loca tras las
sombras; atravesó cumbres y valles. Al fin, ya cansada, se detuvo a descansar sobre las cimas del
páramo de Mariño. Las nubes viajeras se perdieron de vista. Entonces Quisquibay se desgarró en
llanto y rasgó su vestimenta. El día llegaba a su fin; casi congelada miró hacia el cielo y divisó al
ostro de la noche, mientras se producía una aterradora tormenta que la dejó enmudecida.
Entonces, en medio de la bóveda celeste, se produjo un resplandor en el que se desplazaban las
cinco nubes viajeras, las cuales descendieron y anegaron completamente las concavidades del
páramo de Mariño, y con ellas revestida y triunfal quedó Quisquibay petrificada.(Fuente
http://www.guiaviajesvirtual.com)
Foto Edwin Mora
Enlace http://www.panoramio.com/photo/71305064

El Chimo..

El chimo es de origen ancestral y lo fabricaban los indios antes de la conquista española. Los indios
venezolanos se sumergían en la Laguna de Urao y extraían algunas rocas de sal del fondo de la
laguna para luego pulverizarlas y mezclarlas con hojas de tabaco seco; con esta mezcla fabricaban
el chimo, lo guardaban en hojas y cuando tenían hambre masticaban un poco de esta sustancias.
El chimo fue uno de los regalos otorgados por los indígenas a Colon y su tripulación en señal de
aceptación y bienvenida en el año 1492. El químico y botánico Pedro Berástegui perfeccionó los
métodos de cultivo del tabaco y de la confección del chimo.(Fuente Wikipedia)
Foto Israel Alberto
Enlace http://www.panoramio.com/photo/15865722

El chimó es un preparado de Jalea de Tabaco elaborada por los indígenas de los andes
Venezolanos, Edo. Mérida(950 Km de Caracas D.C. Venezuela). Cuando los españoles comenzaron
su travesía por las montañas Andinas, encontraron una laguna de agua salada y varias tribus a sus
alrededores, a esta le colocaron el nombre de La Lagunillas de Urao, debido al nombre que recibe
la sal que produce esta laguna. Estos indígenas preparaban el Mó, el cuál se obtiene a partir del
cocimiento de la hoja del tabaco, llevándolo a un estado pastoso, luego colocaban Sal de Urao y
otros aliños dando el gusto esperado, obteniendo así el CHIMÓ, el cuál es una de los mas antiguos
Tabacos de Mascar que existen en el Mundo. Recordemos que el tabaco es oriundo de América, y
pocas lagunas en el mundo producen esta sal, que científicamente es el Carbonato de Sodio.

Es importante destacar que el Chimó representa cientos de años de evolución de los indígenas
americanos, ya para la llegada de los españoles, en el 1492 existía este producto expandido por la
comunidad indígena de los andes Venezolanos.
Hay Muchos Mitos, opiniones y realidades sobre el chimó, pero al indagar sobre su origen es
realmente fascinante cuando archivos históricos narran que los indios se zambullían hasta el fondo
de la Laguna y desde allí trataban de desprender una Roca Blanca (Urao), luego la pulverizaban
para su posterior comercialización. Al mezclar el urao con el extracto del Tabaco se produce un
efecto leudante, lo que proporcionaba forma a dicha mezcla obteniendo así una pasta
consistente. Además el urao por ser alcalino, contribuye a que la nicotina entre con mayor
facilidad al sistema nervioso, agudizando los efectos de este alcaloide.(Fuente
http://www.chimo.com.ve/HISTORIA.html)

Foto Jorge Luis Mendez


Enlace http://www.panoramio.com/photo/70459998

DESCUBRIMIENTO DE LA LAGUNA DE URAO

Investigando sobre los orígenes del chimó inevitablemente nos sumergimos en los antecedentes
fundacionales de la etapa colonial en América, donde aparecen documentos históricos que
describen los primeros hallazgos del chimó por parte de los colonizadores Españoles:
A finales del año 1558, Juan Rodriguez Xuárez, alcalde ordinario de Pamplona, Colombia;
obedeciendo un edicto real, el cuál lo nombraba jefe de una expedición para aplacar unos
indígenas que impedían el acercamiento a una mina de oro en sectores de la sierra Nevada La
Arboleda y Chicagua, así como poblar y labrar dichas tierras, se encaminó por el norte de
Santander lo que le permite descubrir y fundar gran parte del estado Táchira y Mérida, también en
esta trascendente expedición descubre una Laguna salada en los andes Venezolanos, llamada
luego Laguna de URAO, y cuyo nombre indígena era Yohama, a sus alrededores tenía varias tribus,
donde este conquistador bautizó este asentamiento como la población de Lagunillas, justo antes
de fundar a la Ciudad de Mérida. Estos indígenas utilizaban la sal que producía la laguna como
remedio, condimento en la dieta diaria y como moneda para comercializar productos. Las razones
del porqué esta laguna es de agua salada fue estudiada por químicos de la Universidad de los
Andes dando como resultado que esta es rica en Sesquicarbonato de Sodio ó URAO. Esta laguna es
el epicentro de leyendas y creencias ancestrales prehispánicas, transmitidas de generación en
generación. Una de las mas resaltantes e intrigantes es la de el Moján, cuya formación era a partir
de niño cuando desaparecía en los alrededores de la laguna, siendo educado por espíritus que
albergaba esta, y luego en la edad adulta salían a las tribus como verdaderos sabios, pues eran
Médicos y Sacerdotes al lado de los líderes tribales, cuál Druidas en los Celtas.

A la llegada de Juan Rodriguez Xuárez a dicha Laguna, se encontraron con unos indios amigables y
gentiles, al punto que por iniciativa propia ayudaron a los Españoles a construir sus cabañas, es tan
cierto el gentilicio de estos indígenas( Cacés, Mucuínomos, Aricaguas, Tibicuayes, Maculares y
Mucusumpús) que fueron motivo de abusos por parte de los Españoles, al extremo que los propios
líderes conquistadores penaban a sus compañeros y trataron de dar protección a los sumisos
pobladores del indígena asentamiento Jamuén (Nombre indígena del asentamiento cercano a la
Laguna de Urao), en contra los Españoles y a favor de los indios.

EUROPA DESCUBRE EL TABACO EN PASTA : EL CHIMO

Gracias a la amabilidad de estos indígenas pronto el Español Conquistador conoció al chimó, pues
se le permitió apreciar como a partir del extracto de la hoja del Tabaco y el aliño, principalmente
compuesto por Carbonato de Sodio(Urao), se formaba el chimó. En lengua indígena al aliño se le
llamaba CHI y Mó significa extracto de tabaco, así se forma la palabra indígena CHI-MÓ. Muchos
exploradores y visitantes del antiguo continente pudieron apreciar este producto indígena,
algunos manifestaron su asombro, estupor y gusto. Luego de comenzar el proceso de colonización
y facilitar la comunicación con las regiones aledañas, se propagó el gusto por el Chimó entre los
nuevos pobladores.

Comenzó entonces una interesante expansión gracias al encantamiento del Tabaco al mundo
Europeo, y nace una época floreciente y muy rica de comercio del Tabaco, Urao y Chimó.
Doscientos años luego del descubrimiento del Chimó cuando todo lo relacionado con el tabaco era
un sólido negocio que llevaba prosperidad a todos los pobladores,la Corona emitió el 24 de junio
de 1777, la real Cédula: “Sobre el establecimiento del Estanco del Tabaco en las provincias de
Venezuela” , con esta medida se pretendía aumentar las rentas reales mediante la actividad
agrícola y manufacturera de este rubro para solventar el creciente gasto hecho por la corona en el
aspecto Militar , ya que las monarquías enemigas como Inglaterra buscaban poseer colonias en el
continente americano, esta cédula monopolizaba el comercio de todas las ramas y derivados del
tabaco, entre los cuales se encontraba la pasta viscosa el chimó y el mineral Urao, ya extendido en
Venezuela desde los tiempos prehispánicos. Esta Ley causó revueltas y fue detonante de
movimientos Pre-independentistas que convergieron en las revoluciones comuneras.(Fuente
http://www.chimo.com.ve/HISTORIA.HTML)

Foto Edwin Mora


Enlace http://www.panoramio.com/photo/12014796

Fragmento Literario
Entremés Cultural
Conoces tú, viajero que visitas las altas montanas de Venezuela, conoces tú la leyenda misteriosa
de la Laguna de Urao?.

-Oh, no, bardo amigo. Sólo sé de esa laguna que es única en América y que no hay en el mundo
otra semejante sino la de Tona, cerca de Fezzán, en la provincia africana de Sukena.

- Oye, pues, lo que dice el libro inédito de la mitología andina, escrito con la pluma
resplandeciente de un águila blanca en la noche triste de la decadencia muisca, cuando la raza del
Zipa cayó humillada a los pies del hijo de Pelayo.

-¿Y es tan reciente el origen de esa laguna?

- No, esta leyenda corresponde a tiempos anteriores a la conquista europea de América, a la época
muy remota en que se extinguió la primera civilización andina, de que hay monumentos
fehacientes, cuando invadieron los Muiscas, descendientes de los hijos del Sol, o sea la raza
dominadora de los Incas; pero los bardos Muiscas han repetido los cantos melancólicos de
aquellos primitivos aborígenes, por ellos conquistados, para llorar a su vez su propia ruina; y por
eso refieren la leyenda de la Laguna de Urao al tiempo de la invasión ibérica. Oye, pues, lo que
dice el libro ignorado de sus cánticos:

- Cuando los hombres barbados de allende los mares vinieron a poblar las desnudas crestas de los
Andes, las hijas de Chía, las vírgenes de Motatán, que sobrevivieron a los bravos Timotes en la
defensa de su suelo, congregadas en las cumbres solitarias del Gran Páramo, se sentaron a llorar la
ruina de su pueblo y la desventura de su raza.

Y sus lágrimas corrieron día y noche hacia el Occidente, deteniéndose al pie de la gran altura, en
las cercanías del Barro Negro, y allí formaron una laguna salobre, la laguna misteriosa del Urao.

-Permite que interrumpa tu relato. ¿Por qué no está allí ahora la laguna que dices?

- Escucha, viajero, lo más que refiere el libro inédito de la mitología andina, escrito con la pluma
resplandeciente de un águila blanca en la noche triste de la decadencia muisca:

La nieve de los anos, como la nieve que cae en los páramos, cayó sobre las vírgenes de Timotes y
las petrificó a la larga, convirtiéndolas en esos grupos de piedras blanquecinas que coronan la
alturas y que los indios veneran en silencio, llenos de recogimiento y de terror.

Un día los índios de Mucuchíes, bajo las órdenes del cacique de Misintá, levantaron sus armas
contra el hombre barbado; y las piedras blanquecinas del Gran Páramo, las vírgenes petrificadas se
animaron por un instante, dieron un grito agudo que resonó por toda la comarca, y la laguna que
habían formado con sus lágrimas se levantó por los aires como una nube, para ir a asentarse más
abajo, en el Pantano de Mucuchíes, en los dominios del cacique de Misintá.
Y allí estuvo, quieta e inmóvil, hasta que otro día en que los indios Mucujún y Chama volvieron sus
flechas contra el conquistador invencible; y la laguna al punto se levantó por el aire al grito que
dieron en la gran altura las vírgenes petrificadas, y fue a asentarse más abajo, al pie de los
picachos nevados, al amparo de las Cinco Águilas Blancas, en el sitio del Carrizal, sobre la mesa
que circunda las nieves derretidas de la montana.

Y allí estuvo, quieta e inmóvil, hasta otro día en que los coaligados los indios de Machurí,
Mucujepe y Quirorá, blandieron también sus macanas contra el formidable invasor. Nuevamente
gritaron en el Gran Páramo las vírgenes petrificadas del Motatán, y nuevamente se levantó por los
aires la laguna salobre de sus lágrimas para ir a asentarse sobre el suelo cálido de Lagunillas, en
aquella tierra ardiente, donde la cana brava espiga y el recio cují florece.

Un Piache maléfico reveló entonces a estos indios el secreto de poder retener la laguna en sus
dominios, privándola de la virtud de transportarse como una nube; y el secreto estaba en un
sacrificio humano que hacían anualmente, arrojando al fondo de sus aguas un nino vivo para
aplacar la cólera de venganza en los altivos guerreros de Timotes, muertos por el hombre-trueno
de la raza barbada .

-Esta es viajero, la leyenda misteriosa de la Laguna del Urao, que desde entonces está allí en su
última jornada, brindando a la industria su sal valiosa, que es la sal de lágrimas vertidas en las
cumbres solitarias del Gran Páramo por vírgenes de soladas del Motatán, en la noche triste de la
decadencia Muisca, cuando la raza del Zipa cayó humillada a los pies del hijo de Pelayo.

-Y dime, bardo, ¿volverá la laguna a transportarse algún día por los aires?

-Después de un silencio de siglos, gritaron en la altura las vírgenes petrificadas, el día en que los
guerreros de la libertad atravesaban victoriosos por los ventisqueros de los Andes; pero la laguna
continuó quieta e inmóvil, detenida por el maleficio del piache que profanó sus aguas. Cuando
estas sean purificadas, la laguna misteriosa del Urao se levantará otra vez, ligera como la nube que
el viento impele, pasará de largo por encima de las cordilleras e irá a asentarse para siempre allá
muy lejos, en los antiguos dominios del valiente Guaicaipuro, sobre la tierra afortunada que vio
nacer y recogió los triunfos del hombre-águila, del guerrero de celeste espada, vengador de las
naciones que yacen muertas desde el Caribe hasta el Potosí.

Estado Mérida
Mitos y Leyendas del Estado Mérida

Leyenda del Sacerdote sin Cabeza: Cuentan que en la catedral de La Azulita se ve un


sacerdote dentro de un confesionario, sin cabeza y confesando. Éste cuento se escucha
desde hace veinte años, cuando fue visto por primera vez por una señora llamada Sara. Se
ha trasmitido de generación en generación con algunas variaciones. Muchos aseguran ver a
este padre sin cabeza durante el día.

Rezo a los Gusanos y Culebras: Para detener o espantar los ataques de plagas que azotan
los cultivos, los agricultores suelen realizar el rezo de los gusanos y culebras. Este acto
místico requiere de una preparación especial y agua bendita. La oración dice Por San Pedro,
por San Pablo y mi Dios tan poderoso, líbranos de los gusanos y de todo animal ponzoñoso.
Por estas cinco palabras que digo, por San Pedro, por San Pablo, Jesús, María y José. Con
frecuencia los agricultores, unos con fe y otros por escepticismo, suelen llevar a cabo esta
práctica esotérica para proteger sus cultivos.

Padre Gil, Leyenda: El padre Gil fue sacerdote de La Azulita y le gustaba mucho la
excursión. Así que un día se metió en las cuevas del Quebradón, donde estuvo varios días.
Cuentan los viejos y ancianos del sector que cuando salió estaba loco; vivía cantando todo
lo que había visto dentro de la cueva, un potrero grande lleno de pasto con vacas flacas,
otro potreo pero sin pasto y con vacas gordas y varias personas adineradas del pueblo
escribiendo en unos escritorios, a los que él llamaba y no le prestaban atención. A los pocos
días volvió a entrar a la cueva y se negaba a salir porque decía que allí dentro era más
bonito. Pasaron los días y nadie supo de él. Algunos dicen que se murió y otros que se
perdió en las cuevas.

Jinete de El Quebradón, Leyenda: Cuenta la gente del pueblo que un día un muchacho
iba a visitar a su novia que vivía un poco alejada del pueblo; en un lugar llamado El
Quebradón. Mientras caminaba junto a un amigo vio venir un caballo negro montado por
un jinete que estaba vestido de blanco; para evitar se atropellados se hicieron a un lado del
camino, pero a pesar de eso el jinete lo empujo y cayó cerro abajo. El amigo que lo
acompañaba lo ayudó a salir del barranco y cuando salieron le prguntó que si conocía al
hombre del caballo, ninguno de los dos conocían al sujeto y nadie lo había visto ningún
caballo negro que cabalgara por ese lugar. Al llegar a casa de su novia muy asustado, le
contó lo sucedido y desde entonces muchas personas dicen que es un espanto. Burro nojote,
Leyenda: Esta leyenda es muy importante pues era el reflejo típico del quehacer diario de
los campesinos. Es una leyenda jocosa escrita en enero del 2005 por el artista Ramón
Lacruz conocido como Melena, con motivo de debelarse las esculturas de la mina creadas
por el mismo.

Esta leyenda está escrita en una pared detrás de las esculturas de la mina de agua y dice así:
"Subía en mi burro nojote, derechito por la mina, claro que iba contento, le había echao un
fiao a Etelvina , y más contento de ahí pa´ que, llevaba, pescao, arbeja, sardina en mi burro
nojote, como siempre todos los días. Subía en mi burro nojote mirando tanta alegría, el
joven con una mansa olla, ella mojada hasta la risa, seguro que andaba escapada porque ni
chanclas traía.

Pa’ que si no hace falta cuando el agua no es fría, pues está calientica con el encanto del
día. Subía en mi burro nojote, como siempre por la tardecita pa´ ver a las muchachas
bonitas echándose agua en la mina, mientras los que nos visitan quieren esta agua tragar,
pues es sabroso manantial tratándose de La Azulita, no sospecha la visita que aquí se nos va
a quedar. Yo no voy a esperar más porque mi burro se me echa y después pa´ levantalo
tengo que echale chimó en la jeta, porque en esta mina me enamoré yo de mi vieja y
pregúntame si me va bien, hace años vine fue a una fiesta, me sumbé un traguito de agua en
presencia e´ doña chepa y todavía estoy bailando en medio de mi muchachera"

La Mina Misteriosa, Cuento: Este cuento conocido por los habitantes encierra una
historia de amor de dos jóvenes que se conocieron en la mina de agua. Todos los días una
viejita iba con su nieta, llamada Lucecita a sacar agua de la mina para llevar a casa y
cuando se acercaban al lugar escuchaban un silbido que venia desde lo más profundo del
pozo. Un día salieron de nuevo a traer más agua y Lucecita al acercarse pidió a la fuente
que le concediera el siguiente milagro "Fuentecita por favor, preséntame un joven para
casarme", ella se sentía muy sola porque la única persona que la acompañaba era su abuela
y era un poco estricta, no la dejaba salir ni hablar con sus amigos. En ese momento escuchó
el silbido de la mina y de nuevo pidió el deseo "minita tú que eres misteriosa, has que ese
silbido lo oiga un joven y que al beber de su fuente se case conmigo!". Pasaron varios
meses y la abuelita se enfermó y no pudo acompañar a Lucecita a la mina, así que la mandó
sola a buscar agua y cuando estaba dedicada a su tarea escuchó de nuevo el silbido y volvió
a pedir el deseo. Ahí mismo sintió una mano sobre su hombro y al voltear vio un joven
apuesto como el que ella soñaba, quien le pidió agua para beber y ella le dio en una totuma.
Al llegar a casa su abuelita estaba muerta y cuando regresó a los pocos días a la mina se
reencontró con el joven, quien le confesó que no había podido dejar de pensar en ella. Ella
le contestó que si bebía de esa agua se casarían. Y así fue, se casaron y vivieron muy
felices.

Cuevas del Pirata, Leyenda: Esta historia en contada por los pobladores a los visitantes,
como una forma de dar vida a la historia de este lugar. Se dice que en estas cuevas tenían su
adoratorio los aborígenes pertenecientes a las etnias de los iricuyes, tiracoques, olleros,
galgas y capaces que ofrendaban a un ser sobrenatural llamado el Chés, candiles y grasa de
cacao. En estas cuevas se albergaron las tropas de Ambrioso Alfinger, para no compartir el
botín con el resto. Perdidos en aquellas selvas erraron por mucho tiempo con un pesado
tesoro a cuestas que enterraron al pie de un árbol junto al arroyo. Este pesado cofre
contenía setenta mil pesos en monedas de oro y piedras preciosas. De los 24 soldados
solamente uno sobrevivió sin nunca precisar el lugar del tesoro que aún permanece oculto.

Brujas y Zánganos, Leyenda: Tradicionalmente se dice que las brujas son mujeres
dedicadas a la práctica de las artes de magia negra para su beneficio particular y para
desgracia de los demás. Según se cuenta salen todas las noches a volar desnudas bajo la
forma de grandes pájaros negros y durante sus vuelos nocturnos se desplazan perturbando
el sueño de las personas y fastidiando a los caminantes. A veces las han sentido haciendo
ruidos siniestros sobre los techos de las casas. Según la tradición oral, las brujas se
esconden en árboles llamados maitines, desde donde importunan a los viajeros con sus
macabras carcajadas. Tiempo atrás, las madres llevaban a sus recién nacidos a que les
echarán agua, para que las brujas no se pudieran llevar a los niños. Las leyendas hablan de
que cuando un ave grande y negra ronda por los tejados, se le debe lanzar sal, mostaza o
agua bendita. Si es una bruja al hacer alguna de estas cosas, caerá desnuda ya en su forma
humana. En cambio, si se siente que el ave negra ha aterrizado en el techo y se sospecha
que es una bruja hay que gritarle “venga mañana por azúcar y café”. La persona que al día
siguiente llegue a la casa para pedir alguno de esos productos es la bruja. También hay
hombres que se dedican a estas artes oscuras y en la zona no se les llama brujos sino
zánganos.

Leyenda de la Princesa Mistajá: Cuenta la leyenda que mucho antes que los
colonizadores llegaran a estas tierras andinas, existía una reina indígena cuya belleza y
alegría contagiaba a todos los pueblos de la región. Los muchachos más robustos y
valerosos la cargaban en una plataforma de oro decorada con muchas flores y este séquito
era acompañado por muchos músicos dedicados a componer melodías con flautas y
maracas al compás del sonido de los márgenes de los ríos. Su belleza era tal que la dorada
espiga del maíz y los lirios silvestres se inclinaban ante ella y las avecillas entonaban
volando melodías gozosas para agasajar los oídos de esta reina a la que llamaban la hija del
sol. Pero un día esta reina cayó enferma y se dice que la danza y la música le producían
lágrimas.

La alegría de la reina era la alegría de la región, cuando ella no sonreía toda la comarca
enmudecía de tristeza. Muchos piaches recorrieron enormes distancias para realizar un
ritual de sanación y junto a muchos indígenas realizaron una danza en la que agitaban sus
maracas y se azotaban. Los dolorosos gemidos y los sonidos lastimeros de aquella música
fúnebre no lograron mejora en el cuerpo de la reina que adelgazaba bajo la delicada manta
de algodón mientras sus mejillas perdían el color de la rosa con el que engalanaba su rostro,
palideciendo cada vez más hasta alcanzar el color de la nieve.

Una valerosa mujer llamada Mistajá, muy querida por la reina, recibió un día el encargo de
ésta para subir hasta la cima del páramo a contactarse con el Ches, así le llamaban los
indígenas al ser supremo creador de todo lo existente. En el punto más alto del páramo,
existía una plaza circular de piedras. Antes que amaneciera, Mistajá debería ubicarse en el
centro de esa circunferencia, abrir un hoyo en el suelo y enterrar ahí la figura del ave de oro
que daba su prestigio a la reina, rociar con un puñado de cabellos de ésta el sitio, gritar de
forma aguda tres veces seguidas y lo más fuerte posible. Luego de hacer todo esto el Ches
debería dar una señal en el aire, la tierra o el cielo para encontrar la cura al mal de la reina.

Mistajá partió en la madrugada para que en su ascensión pudiese llegar antes del amanecer
a la cima. Cuando había llegado muy cerca de su objetivo y tras una penosa escalada, se
encontró con varios espíritus de ancianos indígenas y guerreros cuyos cuerpos se
transparentaban contra las rocas. Ella se tiró al piso con veneración y terror pero
permaneció en el sitio esperando poder continuar su avance. Los espectros se retiraron en
dos largas filas descubriendo un paso entre las rocas. Mistajá ingresó por esa abertura y se
encontró de pronto ante una circunferencia marcada en el piso con piedras de diversos
tamaños. Se dirigió al centro del círculo y con el dardo más fuerte que encontró en su
aljaba, abrió un hueco en el suelo, depositó la imagen de oro tapándola con la tierra y bañó
el pequeño montículo con el puñado de cabellos de su reina. Se irguió de cara al oriente y
profirió tres gritos agudos con gran intensidad cuando el sol empezó a emerger en la
distancia adornando de rojo todo el paisaje. Mistajá estaba tan cansada que cayó dormida.
Al despertar vio que el interior de la circunferencia que antes había estado yermo y
desprovisto de vegetación ahora se cubría totalmente por una hierba olorosa. En un rincón
una cierva jugueteaba sobre este repentino verdor mientras comía del pasto.

Mistajá arrancó cuanto pudo de aquellas hierbas y bajó a toda carrera montaña abajo hasta
llegar ante la reina. Preparó una infusión con esta planta y la reina comenzó a recuperarse
rápidamente. Pronto la alegría volvió a la región, su reina vivió muchos años y Mistajá fue
convertida en princesa. Aseguran que cuando alguien desentierre la figura de oro en el
centro del círculo sagrado, la hierba desaparecerá para siempre. Esta hierba es conocida
como el díctamo real que se da en las alturas de los páramos merideños. Se dice que sólo la
encuentran los venados en la soledad de las alturas a la hora en q ue el sol asciende los
escarpados riscos, encendiéndolos de rojo.

Leyenda del Puente del Diablo: Existen varias versiones para referirse a esta leyenda. Una
de ellas indica que un hombre retó al diablo a construir un puente en un lugar imposible
para llevar a efecto tal proeza y unir los dos linderos de una zona escarpada sobre el cruce
de un violento río. Pactó con el diablo para que éste construyera ese puente antes del
amanecer, si lo lograba el diablo podría llevarse su alma. El hombre llevó dos gallos finos y
cuando el diablo estaba a punto de terminar el puente, el hombre jaló las colas de los gallos
y estos cantaron. Al oírlos el diablo pensó que había perdido la apuesta y se marchó. Otra
versión indica que el hombre mandó a bendecir la última piedra que debía ser colocada y
cuando el diablo estaba por culminar su obra no pudo ni siquiera tocar aquella piedra que le
hacía falta para terminar el puente y se retiró vencido. La misma leyenda es relatada otras
circunstancias: dice que fue el diablo quien retó a un hábil pero muy presumido constructor
a que no podría construir el puente antes del amanecer. El orgullo y la vanidad hicieron
caer en la trampa al constructor. Antes de anochecer el hombre llevó consigo un gallo hasta
un lugar estrecho donde erigiría el puente y comenzó a trabajar. Hacia el amanecer, cuando
apenas le faltaba colocar solo una piedra del puente, cantó el gallo y nunca más nadie
volvió a ver a aquél hombre. En todos los casos la leyenda refiere a un puente inconcluso
que existe en el sitio de La Cabrera, vía Capaz. En el referido lugar se encuentra un cruce
sobre una garganta que se despeña hacia un río caudaloso y hay quien dice que el puente
pudo ser un relleno de piedra o una formación rocosa que queda del lado de la carretera
apreciable sólo desde el río y que recuerda la forma de un puente caído o incompleto. Sobre
dicha formación pero del lado de la carretera, hay una cruz sobre una roca y una capilla
dedicada a San Benito. Hay quienes aseguran que la cruz sobre la roca puede ser una contra
para espantar al diablo de ese sitio. Una de las versiones más difundidas es que el puente es
en realidad una piedra enorme, rectangular y casi horizontal que sobresale en lo alto de una
estructura rocosa vertical.

Entierro de Morocotas: Las historias sobre entierros de morocotas y tesoros, tienen su


origen en la costumbre generalizada de las personas que vivieron durante la Época Colonial
y el Período Republicano, de enterrar o tapiar en las paredes de sus casas, todos aquellos
objetos de valor y muy especialmente sus riquezas. En torno a ello se fueron creando
relatos de espantos y apariciones de animales que custodiaban el lugar donde se hallaba el
escondite. Se dice que muchas personas para evitar el saqueo de sus entierros, lanzaban
conjuros en el lugar para impedirle extraer los tesoros a quien osara acercarse. Si por
ventura algún saqueador quería llevarse la riqueza, debía enfrentar a los seres mágicos que
estarían cuidando el sitio. Los entierros pueden manifestarse, mediante braseros
incandescentes o luces que bailan de un lugar a otro. Cuentan los abuelos que los jueves y
viernes santos a mediodía o a la medianoche, estos tesoros están a flor de tierra listos para
que algún afortunado los encuentre. De querer encontrar un entierro de estos, se debe ir al
lugar con una moneda de plata debajo de la lengua y agua bendita. Si logra vencer el
espanto custodio sacará el entierro, pero no debe romper la mucura o abrir la bolsa de cuero
de inmediato ya que el óxido de los metales podría envenenarlo.

Leyenda de la Maldición sobre el Pueblo de Ejido: Se cuenta que el 14 de julio de 1946


fue robada en horas de la madrugada la imagen de la Virgen del Carmen de Montalbán. Los
ladrones se habían llevado además el cáliz de oro, la imagen del Niño Jesús de Atocha, la
de San Isidro Labrador, un misal mexicano, una caja con 500 hostias, 10 l de vino de
consagrar, dos morocotas, 500 bolívares en efectivo, una sombrilla y la sotana del padre
Julio Quintero, cura parroquial de Montalbán. Los creyentes estaban consternados ante tal
robo y elevaron oraciones a San Buenaventura para que éste intercediera en la pronta
recuperación de los bienes extraídos del templo, además de formar comisiones para la
búsqueda de los objetos robados. En la pesquisa se contaron variadas y contradictorias
versiones de los vecinos al templo. Unos decían que una gran sombra se había extendido
por las paredes entrando por los ventanales, otros indicaban que habían visto a varios
hombres montados a caballo huyendo del lugar velozmente en aquella madrugada. Las
piezas sustraídas del templo no volvieron a aparecer y al cabo de varios años, el padre Julio
Quintero pronunció un largo y sentido sermón en el que excomulgó a los ladrones. Desde
ese día los rumores de los asistentes a misa eran que a Ejido y a los poblados aledaños les
había caído una maldición que no tardaría en hacerse realidad por medio de alguna
desgracia. Mucha gente atribuye la inundación provocada años después por el
desbordamiento de las quebradas Montalbán y Portuguesa así como el de la laguna del
Coco situada en las montañas cercanas al páramo de los conejos, como una manifestación
del castigo para lavar las culpas del pueblo ante el robo acaecido décadas antes.
Historias de los Árboles de Maitín: Estos árboles de Maitín son ejemplares de copa muy
frondosa, ubicados generalmente a orillas de los caminos y sobre cuyas ramas, según
cuentan, se posan las brujas para molestar a los caminantes, proferir conjuros, reírse a
carcajada suelta y llevarse a los niños no bautizados para preparar pócimas mágicas.
Debido a tales creencias la gente evita pasar debajo o cerca de ellos sobre todo en horas de
la noche. También se dice que los brujos del sector se valen de estos árboles para
emprender a volar. La tradición oral cuenta que se suben a la copa de los árboles a la media
noche y gritan: “Sin Dios ni Santa María, de villa en villa hasta llegar a Sevilla”, luego le
besan el culo al diablo e inmediatamente salen volando convertidos en grandes pájaros.
Estas y otras historias se han contado por generaciones respecto a este tipo de árboles.

Leyenda de la Llorona del Río Milla: Se trata de una mujer hermosa, que después de un
mal de amores, lanzó a su hijo al río Milla. Ella fue condenada, por Ches –deidad suprema
indígena– a vagar eternamente. Siempre caminaba por el río Milla, llevaba su cabello
destejido y vestía de luto. Se dice que fue vista por última vez hasta mediados del siglo XX.
Sin embargo el contenido de esta leyenda aún se continúa divulgando entre los pobladores
del sector.

Espanto del Caballero: Muchos son los que han visto a este caballero y mucho más dicen
haber escuchado al caballo pasar en algunos sectores de la ciudad. La gente sigue contando
esta historia como un hecho íntimo que los conecta porque en todas partes alguien dice
haber vivido la experiencia. Dicen que suele oírse un caballo a galope, le suenan las riendas
y el bozal al pasar por las casas y en el camino brotaban chispas de candela. Siempre para
antes de la media noche, quedando luego todo en silencio.

Leyenda de la Mujer de Blanco: La mujer de blanco es un espanto que intercepta a los


parranderos que circulan por la calle que conduce al sector El Porvenir, llenando de terror a
los transeúntes. Dicen que hasta el más guapo se espanta y se afirma que quienes la han
visto nunca vuelven a transitar por la zona después de las doce de las noche. La describen
como una mujer alta con vestido blanco, cabellos largos y negros que ocultan su rostro, y
las personas aseguran que sus pies nunca tocan el suelo. Nadie sabe por qué el espanto
aparece en este lugar pero algunas personas dicen que en ese lugar asesinaron a una mujer y
otros señalan que podría tratarse de un entierro o botija y que la aparición forma parte del
conjuro. Esta leyenda es valorada en la comunidad por formar parte de las historias
constituyentes de su cotidianidad e identidad cultural, en donde en cada calle y casa antigua
de San Jacinto del Morro posee su leyenda.

Creencias en Brujas: La creencia en brujas tiene mucha vigencia y aún en nuestro siglo, se
conservan muchos relatos, en campos y poblaciones donde la tradición tiene fuerza y son
compartidos por niños, adultos y ancianos. Se cree que las brujas viven en la comunidad y
se dedican a realizar el mal. También se dice que pueden transformase y volar, sobre todo,
por las noches. En algunos casos, se le aparecen a personas causándoles pánico. En otros,
crean matorrales para atrapar a personas que transiten por el campo; también son capaces
de producir lagunas mentales para que la persona se confunda y se extravíe en su camino.
Asimismo, las brujas pueden adoptar formas de animales.
Leyenda del Caballo Blanco: Se trata de una historia que cuenta la comunidad sobre un
caballo con cadenas que se escucha entre las doce de la medianoche y las cuatro de la
madrugada. De sus negras patas cuelgan unas cadenas enormes. Sus fieros ojos también son
negros y cambian de color y, se dice, que la cola y la crin son azabaches. Cuando realiza
sus recorridos parece llevar a alguien en el lomo, relatan que es el diablo, y en su nocturno
galopar aterra a la gente con el ruido de sus cadenas. Para protegerse de este espanto, los
vecinos prenden velas, rezan. Incluso, dicen, que si alguien lo ve puede morir del susto.

Creencias sobre las Divinidades de los Aires: El mal de los aires es considerado una
enfermedad típica de la concepción andina directamente relacionada con las creencias de
los campesinos. Estas y otras creencias están muy arraigadas en el alma popular y
constituyen un valioso tesoro de la tradición de cada región. Se cree que ciertas entidades
que habitan el aire son hostiles hacia el hombre. Se manifiestan bajo la forma de vientos,
tempestades, relámpagos que pueden penetrar en el cuerpo humano, causándole de forma
directa una enfermedad llamada mal aire o mal viento. El síntoma básico es el dolor en
alguna parte del cuerpo; a veces se manifiesta como parálisis, pasmo o estrabismo. Para
sacar el mal aire, hay que buscar un médico de agua o mojan. Sólo él conoce el lenguaje de
los aires como el del agua y puede obligarlos a dejar el cuerpo de su paciente.

Creencias en torno al Arco y la Arca: Se trata de una creencia que tiene muchos años en
la zona y que forma parte del mundo mágico-religioso del campesino de la región. El Arco
y el Arca son dos espíritus malignos que habitan en las lagunas, pantanos, charcos o
cualquier sitio donde haya agua. La comunidad manifiesta que se aparecen en forma
humana, de cualquier edad y cautivan a las personas por su aparente belleza. Cuando pasan
el río, estos espíritus se acercan a la víctima, la cual puede sufrir un vaciado de sangre,
pérdida de embarazo e, incluso, la muerte en caso de que sea niño. Se dice también, que los
hombres que se han topado con estos espíritus comienzan a sufrir distintas enfermedades y
erupciones en la piel similares a la sarna. Muchos pobladores también creen en la práctica
de ciertos rituales que contrarrestan este tipo de maleficios. Es común que se ahuyenten en
una puesta de San Benito o cualquier fiesta donde haya tambores, cohetes o mucho ruido,
pues se cree que al Arco no le gusta el ruido. Luego se canta el rosario, en el sitio donde se
dice haber visto a este espíritu.

Leyendas de las cinco Águilas Blancas: Se trata de una leyenda de origen indígena
recogida por el escritor merideño Tulio Febres Cordero. Caribay fue la primera mujer en la
tierra según la tradición de los mirripuyes, tribu de los andes venezolanos. Hija del ardiente
Zuhé (el sol) y la pálida Chía (la luna), Caribay era considerada como el genio de los
bosques aromáticos. Imitaba el canto de los pájaros y jugaba con las flores y los árboles.
Una vez Caribay vio volar por el cielo cinco águilas blancas y se enamoró de sus hermosas
plumas. Fue entonces tras ellas, atravesando valles y montañas, siguiendo siempre las
sombras que las aves dibujaban en el suelo. Llegó al fin a la cima de un risco desde el cual
vio como las águilas se perdían en las alturas.

Caribay se entristeció e invocó a Chía y al poco tiempo pudo ver otra vez a las cinco
hermosas águilas. Mientras las águilas descendían a las sierras Caribay cantaba dulcemente.
Cada una de estas aves se posó sobre un risco y se quedaron allí inmóviles con las garras
clavadas en la viva roca. Caribay quería adornarse con esas plumas tan raras y espléndidas
y corrió hacia ellas para arrancárselas, pero un frío glacial entumeció sus manos, las águilas
estaban congeladas: convertidas en cinco masas enormes de hielo.

Entonces Caribay huyó aterrorizada. Poco después la luna se oscureció y las cinco águilas
despertaron furiosas, sacudieron sus alas y la montaña toda se engalanó con su plumaje
blanco. Ese es el origen de las sierras nevadas de Mérida. Las cinco águilas blancas
simbolizan los cinco elevados riscos siempre cubiertos de nieve. Las grandes y
tempestuosas nevadas son el furioso despertar de las águilas, y el silbido del viento es el
canto triste y dulce de Caribay.

Leyenda de la Quebrada del Encanto: La quebrada nace en el río Milla y desemboca en


el río Albarregas de Mérida. Posee muchas rocas que se van estrechando, hasta formas
azoteas naturales, que provocan que se precipite el arrollo y el agua se torne negra. A
muchas personas esa imagen les parece tenebrosa y les da miedo por lo que han surgido
diversas historias de tinte fantástico al respecto. Una de esas leyendas narra que un hombre
se fue a cazar al río, antes de irse, le advirtieron que si mataba a un ave, cuando ésta cayera
se convertiría en un demonio y mataría a su asesino. Se fue y al llegar al río disparó a una
golondrina. No pasó nada y él junto a las otras personas, se fueron tranquilamente de la
quebrada del Encanto. Sin embargo perdura un halo de misterio alrededor de este bien
natural.

Echar el Agua: Se trata de una tradición que se inició para proteger a los niños de las
brujas y de otros males. Se presume que el origen de esta tradición doméstica se debía a la
lejanía de los párrocos y de las iglesias de algunos poblados muy distantes. Por ello los
familiares aplicaban por sí mismos la puesta de agua. Buscaban a los padrinos, luego agua
bendita y se la echaban al niño en la cabeza diciendo: Yo te bautizo o echo el agua, en el
nombre del padre, del hijo y del espíritu santo; te la echo porque no hay otro modo de
hacerte cristiano. Seguidamente, se rezaba un padre nuestro y el recién nacido quedaba
bautizado hasta que el sacerdote le diera los sacramentos. Aunque en menor medida, esta es
una actividad que se realiza y continúa transmitiéndose dentro de la familia, de una
generación a otra, sobre todo en los poblados más distantes.

Leyenda del Judío Errante: La leyenda del judío errante cuenta la historia de un hombre,
que se negó a darle hospedaje a Dios. En consecuencia por comportamiento poco
humanitario, fue maldecido y destinado a vagar sin rumbo fijo. Este personaje deambula
por caminos solitarios, con las ropas viejas y luce como un pordiosero. Se dice que si
alguna persona lo ve recibirá la misma maldición. Originalmente esta leyenda nació en
Constantinopla, a mediados del siglo IV después de Cristo, y llegó a Venezuela, a través de
los españoles. Desde entonces la historia ha sido contada en la región andina, en los días
fríos o cuando ocurren cosas malas, a manera de reflexión para la comunidad, llegando a
formar parte del repertorio de leyendas que se asumen como tradicionales.

Leyenda del Cacique Murachí y la India Tibisay: Murachí fue el más ágil y valeroso
guerrero de su tribu, convirtiéndose en el primer caudillo de las Sierras Nevadas. Tibisay,
su amada, era la más esbelta y hermosa indígena de la región, para la que fue destinado las
más valiosas prendas y obsequios. Un día Tibisay fue al encuentro de Murachí, temerosa
frente a la inminente batalla que las tribus indígenas confrontarían contra los invasores
españoles, hijos de Zuhé. Y Murachí ante la proximidad de la batalla, pidió a su amada que
reanimara el valor de los guerreros con la melodía de sus cantos y el recuerdo de hazañas
pasadas. Al finalizar la danza Murachí acompañó a Tibisay al bosque donde le suplicó que
se escondiera para que ningún extranjero fijara sus miradas en ella y la hiciera esclava.
Luego de la derrota de los indígenas y la muerte de Murachí, Tibisay vivió sola con su
dolor y sus recuerdos, convirtiéndose para los indígenas en un símbolo de su antigua
libertad. La leyenda también refiere que cuando Murachí murió, la princesa Tibisay se
internó en el bosque dando origen con su profuso llanto a la conocida cascada que lleva su
nombre. Ningún español logró verla alguna vez y sin embargo nadie cuestionó su
existencia. Esta leyenda es valorada en la comunidad porque evidencia la permanencia de la
cultura indígena en los sectores campesinos del estado en la vida cotidiana.

Leyenda del Gigante de Milla: Se cuenta que en la montaña del Milla y su río, se
esconden cazadores que solían transitar esos caminos para capturar gallinas con huevos de
oro. En esos caminos muchos habitantes aseguran haber visto un hombre barbudo y
gigante. Él cuidaba las calderas de los Chorros y su casa quedaba en el Monte Zerpa, una
gruta encantada. Cierto día, un investigador francés de nombre Burgoin, cayó
accidentalmente en las calderas. Cuando vio al gigante le disparó con su escopeta de dos
cañones. El gigante, que fumaba mucho, le pidió a Burgoin que le diera un tabaco, pero éste
le disparó de nuevo. El francés salió corriendo y el gigante barbudo, se hundió en la gruta y
más nunca se escuchó de él. Desde entonces, el contenido de esa leyenda fue
transmitiéndose de generación en generación.

Leyenda del Espanto del Obispo Torrijos: A medianoche se escucha el reloj de la


catedral. Cuenta la leyenda que ese sonido es el espíritu del obispo Torrijos, que en vida
prefirió hacer experimentos químicos en vez de dedicarse a la iglesia. Este personaje
falleció y fue enterrado, y se dice que al llegar la madrugada levanta su lápida y sale a tocar
las campanas. Muchas son las señoras que las escuchan y unas pocas salen de sus casas
creyendo que es hora de misa. Parte de la historia refiere que hubo varias beatas, como las
señoras Dolores y Eduvigis, que salieron a misa al escuchar el tañido, y al llegar vieron que
eran las dos y media de la madrugada, escucharon el cantar de los gallos, y al entrar a la
capilla, observaron que estaban encendidos los candelabros. Ambas se preguntaron si
estaban vivas o muertas, luego se desmayaron al ver desvanecerse la figura del obispo
Torrijos y así estuvieron hasta las seis de la mañana cuando las encontraron y despertaron.
Respecto a esta historia hay señoras que dicen Por eso prefiero tomarme mi café antes de
salir, aunque estoy segura de que a mí no me espanta el obispo Torrijos.

Leyenda del Ánima Sola: Es común escuchar entre los pobladores la historia del ánima
sola. Se dice que hace mucho tiempo hubo una estirpe que llenó el universo con su fama,
nobleza y riqueza; con el paso del tiempo fueron muriendo, quedando uno de ellos para
propagarla. Éste se convirtió en un hombre muy rico y temido por la gente. Le pidió a Dios
un heredero pero sólo le concedía hijas, a raíz de este hecho fue cruel con la comarca y
sembró terror en el pueblo, hasta que un día Dios le envió un hijo varón y se volvió
caritativo. Su hijo era hermoso, sabio y con dotes especiales. Tenía planes de casarse con
una bella princesa pero alguien le creó la duda de que esto no ocurriría, lo que ocasionó que
cayera en manos de la locura. Su padre al verlo en este estado lo envió a condena y,
posteriormente, murió con gran tristeza. La madre lo visitó en la mazmorra y no soportó el
dolor de ver al hijo demente y falleció. Sus hijas enloquecieron y la prometida se metió a
religiosa en una orden estricta. El causante de haberle creado la duda al joven fue un
maestro, quien arrepentido de lo sucedido fue ante el Papa y éste le ordenó vagar por el
mundo y velar por los muertos con un esqueleto en la espalda, en veranos e inviernos, con
una rama de olivo y el agua del perdón. El culto a los muertos y el rezo por sus almas se ha
mantenido en el municipio Rangel durante muchas generaciones, ya que se mantiene
vigente la creencia de ánimas vagando por el mundo, esperando salir del purgatorio para
subir hacia los cielos.

Leyenda de Misintá y la Laguna que Vuela: Se cuenta que cuando los colonizadores
llegaron a las montañas andinas, las hijas de Chía, vírgenes de Motatán que sobrevivieron a
los bravos Timotes en la defensa de sus tierras, se sentaron a llorar la tristeza de su pueblo.
Las lágrimas corrieron y formaron una laguna de agua salada, mientras que la nieve cayó y
petrificó a las dolidas vírgenes. Los indígenas mucuchíes junto al cacique Misintá lucharon
contra los ocupantes, al tanto que las vírgenes revivieron por un instante generando un gran
grito que elevó la laguna a los aires hacia donde se hallaba el dominio de Misintá. Un
tiempo después los indígenas Mucujún y Chama lucharon contra los colonos, lo que llevó a
que la laguna se elevara nuevamente y se ubicara en El Carrizal de Mucuchíes.

Leyenda del Tesoro Legendario del Pico El Águila: Se cuenta que en la época en que las
monedas eran de oro, hubo una banda de forajidos que asaltaban diversos poblados de la
región andina. La banda estaba conformada por 80 ladrones que tenían su guarida en la
zona conocida como Pico El Águila; ocultaban su dinero en un deslizamiento de lajas
situado al oeste de este lugar. Un buen día fueron sorprendidos y abatidos en el lugar, sin
embargo, uno de los malhechores sobrevivió y esperó 35 años en Barinas para regresar a
buscar el botín de morocotas con sus hijos, con la mala suerte de que antes de llegar al
lugar indicado murió. Nadie sabe exactamente donde quedaron esas morocotas.

Leyenda de la Piedra Encantada: A orillas de la carretera de este sector, hay una piedra
de aproximadamente 3 m de largo por 2 ½ m de ancho. La piedra es de forma chata en la
parte superior y de color grisáceo con 2 hoyos profundos en el centro. Alrededor de la
piedra existe una vegetación pobre y baja. Es conocida, por los pobladores, como la piedra
en donde sale el toro conjurado, muchas personas han visto diferentes fantasmas. Según
cuenta José Orama Angulo que le contó su tío de 105 años cuando el tenía 12 años, que vio
a dos animales vigilando la piedra, un toro de cachos amarillos y un perro con chispas en
los ojos. Todo aparentemente se trata de un conjuro para proteger la roca y quien logre
matar al toro rompe la maldición, así se hará dueño de un gran tesoro enterrado en el siglo
XIX.

Espanto del Páramo de Estanquez, Leyenda: Según las palabras de Jerónimo Guillen,
una vez acompañado por la neblina y el soplar del viento, se dirigía una noche al páramo de
Estanquez, con sus bestias arriando cargas de verduras y otros alimentos. De repente, una
bella mujer de cabello largo se le apareció y sus animales relinchaban más y más, mientras
la mujer se acercaba. El hombre embelezado, trató de detener el andar de las bestias y al
cruzarse con la mujer, las bestias corrieron botando toda la carga. Al poner de nuevo su
vista en la mujer, el señor Jerónimo se enfrentó con que la misma se había convertido en un
animal horroroso con los cabellos levantados. Sin más, emprendió la huida perseguido por
el feroz animal. Al llegar a su casa, Jerónimo, estaba completamente conmocionado y sin
poder hablar. Luego de calmarse pudo narrar todo lo sucedido. Cuentan los habitantes de
esta localidad que el Páramo es un lugar sagrado por la naturaleza y la vegetación que
posee, por ello se cree que el espanto que apareció no es más que el espíritu del páramo que
junto a otros deambulan por el mundo.

Sanjón de la Calavera, Leyenda: Los habitantes de Caña brava, cuentan que en Semana
Santa suele aparecer por los caminos, una calavera rodando o se escucha el quejido en un
lugar donde se cometió un crimen hace 30 años y que hoy llaman el Sanjón de la Calavera.
La historia dice que 2 hermanos se disputaron el amor de una mujer. Uno de los jóvenes
vivía junto con una bella dama, pero a ella también le gustaba el otro hermano. Un día, el
novio de la mujer la encontró en amoríos con su hermano. El joven ardiendo en ira cita al
hermano en el sanjón y sin pensarlo le dio un certero machetazo, decapita a su hermano. La
cabeza fue hallada en la cocina de una casa, después que la trajera su curiosa perra ladrona
de comida. El cuerpo del decapitado nunca fue hallado y la cabeza fue enterrada en el
Sanjón, por eso toma ese nombre. Los nombres de los protagonistas de este hecho, se
mantienen en reserva debido a que el hombre que decapitó a su hermano aun vive.

Leyenda del Hombre que se Convertía en Zángano: Los habitantes de La Joya cuentan
que existía un hombre que tenía el poder de convertirse en zángano con el propósito de
molestar a las mujeres deseadas por él. La mujer que era visitada por este aterrador zángano
amanecía al día siguiente golpeada y con moretones en brazos, piernas y el resto del
cuerpo. Irónicamente, a pesar de su cruel rutina, le dejaba flores a la mujer en la puerta de
su casa. Para prevenir la entrada del zángano a las casas, se acostumbra colocar detrás de
las puertas y ventanas, un ramo bendito amarrado con el escapulario de algún santo.

Leyenda del Sanjón de las Cinco Pailas o Sanjón del Diablo: Se cree que en este lugar
van las personas muy codiciosas que desean tener mucho dinero y conjuran al demonio o
espíritus del más allá para obtenerlo. Hay testimonios que dan cuenta de personas que luego
de haber ido al Sanjón, de la noche a la mañana tienen ganado y cultivos en sus fincas. Las
personas que van a visitar el lugar dicen que ya en la segunda paila se comienza a sentir
escalofríos en todo el cuerpo, miedo y terror por el eco de los pasos.

Leyenda del Puente de la Urbina: Se cuenta en todo el municipio, que hubo una mujer
conocida como Doña Urbina que necesitaba construir un puente sobre el Río Chama, para
ello solicitó los buenos oficios del Capitán Marqués para que llevara adelante la obra, quien
acepto complacido la encomienda. El Capitán solicitó los permisos correspondientes para la
construcción del puente y le dieron un plazo para terminarlo, sino tendría que pagar una
multa bastante alta. Sin embargo, el tiempo pasó y la obra no se concluía. En su angustia el
Capitán invocó al diablo e hizo un pacto con él: “constrúyeme en un día el puente y yo te
entregaré mi alma”. El diablo aceptó y levantó el puente en una noche. Marqués,
pícaramente, había colocado una tabla rociada con agua bendita a un lado del puente. Al día
siguiente, el diablo llamó a Marqués y le dijo: “te vienes conmigo al infierno, porque el
puente está construido”. El capitán recorrió el puente y sacó aquella tabla escondida y le
respondió al diablo: “usted no ha concluido el puente, le falta esta parte, no ha cumplido
con el trato y por lo tanto yo quedo liberado del compromiso”. El diablo se volvió candela y
huyó. El Capitán Felipe Márquez completó la obra justo a tiempo para librarse de las
multas, pero le dejó una pequeña parte incompleta para anular el pacto que había contraído
con el diablo. El capitán fue homenajeado y Doña Urbina fue complacida.

Espanto en la Travesía: En la carretera de Los Curos, en un sitio conocido como El


Tampacal o La Travesía, existe una leyenda que los habitantes llaman el “Espanto de la
Travesía”. Se cuenta que hace muchos años murió un señor en ese sector y, cuando llegó la
hora de sacarlo para el entierro, los habitantes se reunieron y formaron una procesión
fúnebre. Los hombres cargaban el féretro en sus hombros pero lastimosamente, la carretera
era inclinada, irregular y su camino muy accidentado. La distancia hasta el cementerio de
Lagunillas era mucha, así que cansados, decidieron bajar el féretro y ponerlo a orillas de la
carretera. Aprovecharon la frescura regalada por el trapiche para refrescarse y continuaron
su recorrido. Finalmente, le dan cristiana sepultura en el cementerio municipal. Sin
embargo, los habitantes de la zona aseguran escuchar ruidos extraños e inexplicables
quejidos en el lugar. La razón, según las personas de más edad fue el haber detenido el paso
y descargar el féretro en la carretera porque eso hizo que el alma del difunto penara.

La Señora que pedía Limosnas, Leyenda: Se cuenta en todo el municipio que en el


poblado de la Laguna existió una señora que esperaba a las personas en las afueras del
mercado para pedirle limosnas. Según testimonios de las personas mayores del pueblo esta
señora era humilde e imposibilitada físicamente. Un domingo como era costumbre, la
señora estaba en la calle esperando la salida de las personas. Un hombre llamado David al
verla pidiendo le dijo: “¡mujer, póngase a trabajar y no le esté pidiendo a nadie!”. Ella le
respondió: “sólo le pido a Dios que me de licencia de encontrarnos usted y yo en este
mismo camino, cuando yo me muero”.Trascurrieron un par de años y la anciana murió pero
David no se enteró del acontecimiento y un domingo visitando el pueblo se le hizo de
noche llegando a la aldea de la Laguna, en el camino, se le aparece aquella señora que
pedía limosnas los domingos. El asustado hombre fue seguido por la aparición de la señora
hasta el camino de la joya. A los pocos días del incidente David murió al parecer de causas
naturales.

El Caballero, Leyenda: Esta casa esta desolada porque -según cuenta la gente- existe en
ella un misterio o espanto. En la noche llega un jinete en su caballo, le da varias vueltas a la
casa y se detiene en la puerta principal haciendo sonar muy fuerte las riendas. Después de
eso, el jinete se baja del caballo y camina por los pasillos y alrededores de la casa; al
caminar, sus pasos chasquean, suenan como si tuviera las botas llenas de agua. Finalmente,
se monta en su caballo y le da una última vuelta a la casa mientras que su caballo relincha
para luego perderse en la oscuridad. Antiguamente, la finca sirvió de posada para arrieros
que iban de paso por el lugar, ese puede ser el origen del espanto en la casa. Allí existe un
entierro de uno de esos caballos que nunca volvió.

Mito de la Laguna, La Pantanosa: Se cree que cuando hay tempestad, truenos o


relámpagos, se puede observar como sale de allí un hilo de fuego que se pierde en el
espacio. Esta laguna posee un hechizo, si se le mira mientras llega la tormenta, las personas
pierden el equilibrio y caen al agua. De aquí nadie ha salido herido pero cuando alguien le
lanza piedras, la Laguna se molesta y empieza a relampaguear, a tronar y a llover fuerte,
además, el tiempo se oscurece sin importar que hora del día sea. Los encantos de la Laguna,
también sirven para atraer a muchos habitantes curiosos y se ha convertido en uno de los
atractivos más importantes del pueblo.

Doña Simona, Leyenda: También conocida como Johana, se presenta algunas veces como
una anciana, otras como una enorme serpiente negra que vive en el fondo de la Laguna. Se
cuenta en la comunidad que allí, habita en una hermosa ciudad o castillo, al que desde
tiempos inmemorables descienden las almas de los pobladores de Lagunillas al morir. Su
compañero recibe el nombre de Don Simón, él no vive en la laguna, sino que forma otras
lagunas arriba de los cerros donde están las piedras grandes en La Trampa; la piedra del
platanal de don Antonio; la piedad del Fraile que es Don Vicente y la piedra de San Bailón
de Don San Bailón. Doña Simona acostumbra llevarse a los niños perdidos en su orilla;
ellos aparecen convertidos en adultos cuando pasa el tiempo.

Curanderos que salen de la Laguna de Urao, Leyenda: Es conocida por todos los
pobladores del municipio, la leyenda de doña Simona y don Simón como dueños de la
laguna, quienes aparecen en formas de inmensas culebras negras. La comunidad comenta
que para introducirse a la ciudad que hay debajo del agua de la Laguna de Urao, hay que
traerle miche en una mucura y un gancho de chimó acompañado de una vela de cebo y una
moneda antigua. Sin embargo, muchos que lo han hecho nunca vuelven a este mundo y
quienes regresan lo hacen en un gran curandero o médico brujo. Cinco nubes viajeras,
Leyenda: Esta leyenda explica el origen de las cinco lagunas del páramo andino: Laguna
Blanca, Laguna Negra, Los Lirios, Las Palmas de Mariño y Los Anteojos. El texto de la
leyenda es original de Mazael María Belandria el Chelo. La historia es la siguiente: Cinco
nubes viajeras vagaban un día, enormes, inmensas; proyectaban sombras errantes. ¿De
dónde venían? Quisquibay, el alma de la sierra tovareña, primera hembra entre los indios
bailadores, habitantes de las riberas del río Mocoties, tenía el poder de imitar el silbido de
las aves. Un día vio volar, bajo la cumbre infinita de los cielos, a las gigantescas nubes
viajeras, cuya blancura producía fosforescencia. Tuvo envidia de ellas y quiso tenerlas para
revestir su cuerpo con tan extravagante ropaje. Corrió como loca tras las sombras; atravesó
cumbres y valles. Al fin, ya cansada, se detuvo a descansar sobre las cimas del páramo de
Mariño. Las nubes viajeras se perdieron de vista. Entonces Quisquibay se desgarró en
llanto y rasgó su vestimenta. El día llegaba a su fin; casi congelada miró hacia el cielo y
divisó al ostro de la noche, mientras se producía una aterradora tormenta que la dejó
enmudecida. En tonces, en medio de la bóveda celeste, se produjo un resplandor en el que
se desplazaban las cinco nubes viajeras, las cuales descendieron y anegaron completamente
las concavidades del páramo de Mariño, y con ellas revestida y triunfal quedó Quisquibay
petrificada.

Leyenda de Saturnino, Fundador de El Amparo: La gente de Tovar cuenta que en el


siglo XIX aproximadamente llegó, de la región conocida como El Llano, una legión de
ciento cincuenta hombres, al mando de Saturnino García; permanecieron ocultos en el
páramo de Mariño y pelearon muchas batallas. Era un batallón de patriotas que luchaban en
la guerra de independencia y su jefe tenía fama de hombre melindroso, fuerte y guerrero. Se
decía que Saturnino tenía ciertos poderes muy extraños, y podía sacar agua de las piedras
cuando no había más que tomar. Sin embargo, a pesar de su carácter indomable, cuando
miró la belleza de los lagos y frutos del bosque, quedó tan encantado que decidió comprar
El Amparo a los indios por sistema de trueque. Se casó allí mismo, enviudó al poco tiempo
y terminó por quedar mudo y trastornado a consecuencia del frío y el alcohol. Al tiempo se
volvió a enamorar con locura, pero no fue correspondido. Quiso apoderarse por la fuerza de
la mujer amada y, en medio del forcejeo, fue descubierto por la madre de ésta, quien, con la
piedra de moler sal, le dio un duro golpe en la cabeza con el cual le quitó la vida. Así murió
Saturnino, fundador de El Amparo.

Leyenda del Yeti de Palo Cruz: La población de Santa Bárbara cuenta la leyenda de la
existencia de un animal gigantesco que salía por el este de Tovar. Dicen que hace más de
seiscientos años vivían en la aldea alrededor de cinco familias denominadas Los pastores.
Una de ellas requería de una joven para el servicio de la casa, de modo que la buscaron en
una aldea llamada San Francisco, próxima a Tovar. Un día le encomendaron a la doméstica
que fuera a traer un tercio de leña; ella se dirigió al pie del Pico de Horma. A pesar del
tiempo que había transcurrido, la joven no regresaba, y decidieron salir a buscarla en el
interior de la montaña oscura y lúgubre. Se introdujeron en las profundidades de una cueva
y allí hallaron la vestimenta de la doméstica, pero no su cuerpo. De pronto un ruido los
atrajo y, cuando alumbraron mejor, se dieron cuanta de que no estaban solos, sino
acompañados del llamado Yeti de Palo Cruz, por lo que salieron corriendo aterrados del
lugar y nunca más volvieron a pasar por allí. Esta es una de las múltiples leyendas que se
cuentan tradicionalmente en la comunidad en relación a la existencia de animales
mitológicos de la megafauna andina existentes en parajes boscosos de la colina de la aldea
Santa Bárbara.

Leyenda del Cerro Pico de Horma: Esta leyenda es una de tantas que se tejen en torno a
la laguna del Cerro de Pico de Horma. Cuenta la tradición de Tovar, que en lo más alto de
la serranía, en la entrada de la laguna, se encuentra una palmera de moriche sobre la cual se
posa un loro que parece ser el guardián del lugar. Cada vez que los pobladores subían allí,
todo se tornaba oscuro y se desataba una tormenta con truenos, rayos y centellas. Cuando
los visitantes salían corriendo, cesaba completamente la tempestad. Por esta razón, la
comunidad no deja de recordar esta historia y evita acercarse a esta laguna,
fundamentalmente en la tarde o de noche.

Leyenda del Cristo de La Galera: Se cuenta que este Cristo fue visto por una niña cuya
identidad se mantiene en secreto, mientras estaba en el patio del colegio La Presentación.
Ella notó que la imagen descendía entre las nubes con la representación del Sagrado
Corazón de Jesús, derramando sangre por las manos y el pecho. Desde aquel momento se le
rinde tributo en toda la localidad y se construyó una gran imagen con la que se hacen
procesiones en su honor.

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