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Ficha de lectura: Bentham y Mill: La ética de la felicidad

Fecha: 10 de junio, 2019

Palabras Claves:

Principio de utilidad, felicidad, cálculo maximizado, criterio de justicia, satisfacción de


necesidades

Presentación

Lectura basada en el capítulo BENTHAM Y MILL: LA ÉTICA DE LA FELICIDAD


del libro ética de la empresa escrito por Adela cortina, filosofa española, catedrática de
Ética en la universidad de Valencia y Directora de la Fundación ETNOR. Es autora de
numerosas publicaciones sobre ética y ética de la empresa.

 Jeremy Bentham, (Houndsditch, 1748 - Londres, 1832) Pensador inglés, padre


del utilitarismo. Niño precoz de una familia acomodada, a los siete años leía ya
en el texto original los clásicos de la literatura francesa; a los trece ingresó en
Oxford, y empezó a ejercer como abogado a los 19 años.

 John Stuart Mill (Londres, 20 de mayo de 1806 – Aviñón, Francia; 8 de mayo


de 1873) fue un filósofo, político y economista inglés de origen escocés,
representante de la escuela económica clásica y teórico del utilitarismo,
planteamiento ético propuesto por su padrino Jeremy Bentham, que sería
recogido y difundido con profusión por Mill.

Argumentación

Bentham parte de unas verdades que él considera objetivas, universales y


autoevidentes. Primera, el individuo es la medida de la organización social. En otras
palabras, la sociedad no es más que un cuerpo ficticio compuesto por individuos.
Segunda, el individuo está gobernado por las percepciones de placer y pena. Tercera, la
búsqueda de la mayor felicidad es el objetivo individual y social último.

En un comienzo, Bentham establece como objetivo universal la mayor felicidad de


todos, sin embargo, las felicidades de los individuos pueden entrar en conflicto, y en tal
caso la felicidad de uno puede ocasionar una disminución en la felicidad de otro. En
consecuencia, la imposibilidad de garantizar la felicidad de todos, lleva a Bentham a
considerar como objetivo universal no la mayor felicidad de todos, sino la del mayor
número.

El ser humano vive en sociedad, la conquista de la felicidad debe guiar todo lo demás.
Pero esta conquista no puede ser de uno solo, sino que debe ser compartida, al igual
que compartimos con los demás todo lo que por defecto no es propiedad privada.

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Para Bentham, era importante fijarse en si aquello que hacemos atenta contra la libertad
de otros y, si es así, evitar caer en ello. Este es un principio que con el tiempo fue
adoptado por John Stuart Mill, muy influenciado por Bentham, y que resume una
manera liberal de ver las cosas (e incluso una ideología individualista.

Así pues, en principio casi todo está permitido, menos lo que atente contra la integridad
de otros. Este es el aspecto central de las ideas de esta corriente filosófica, muy en boga
incluso últimamente.

Para John Stuart Mill la exposición de su concepción moral se encuentra en el credo


que acepta como fundamento de la moral la ‘utilidad’ o el ‘principio de la máxima
felicidad’, el cual sostiene que las acciones son buenas en cuanto tienden a promover la
felicidad, malas en cuanto tienden a producir lo opuesto a la felicidad. Por ‘felicidad’ se
entiende placer y ausencia de dolor; por ‘infelicidad’, dolor y privación de placer.

Mill advierte que hay placeres cualitativamente distintos; diferencia cualitativa que se
traduce en superioridad o inferioridad. Más concretamente, sostiene que los placeres
intelectuales y morales son superiores a las formas más físicas de placer; y asimismo
distingue entre felicidad y satisfacción, afirmando que la primera tiene mayor valor que
la segunda. Ahora bien, esta posición de Mill, que retoma una de las ideas de la moral
tradicional más común, cuestiona en realidad las bases del utilitarismo.

Por un lado, introduce necesariamente un criterio de valor ajeno al placer, lo cual sale
ya de la propia teoría de Mill y plantea problemas prácticamente irresolubles a la hora
de calcular comparativamente, de modo homogéneo, beneficios resultantes de acciones
alternativas. Y, por otro lado, la asignación de un valor o superioridad a cierto tipo de
placeres plantea la dificultad de si con ello no se les reconoce ya una bondad intrínseca

Conclusión:

 En cuanto a lo abortado con anterioridad, el concepto de utilidad esta


directamente ligado con felicidad.

 Basándonos en lo anterior, para Bentham, la filosofía y la humanidad deben


concentrarse en ofrecer soluciones a la pregunta de cómo obtener la felicidad,
ya que todo en la vida puede ser reducido a esa finalidad: ni la reproducción, ni
la defensa de la religión ni cualquier otro objetivo similar pueden pasar a primer
plano.

 En definitiva, El utilitarismo es una doctrina ética formulada explícitamente a


finales del siglo XVIII y desde entonces ha contado con numerosos partidarios,
particularmente en el mundo anglosajón. Como su nombre indica, su contenido
esencial es definir la corrección de toda acción por su utilidad, es decir, por los
resultados o consecuencias producidos por ella.

Preguntas:

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 ¿Cómo se consigue la felicidad según los utilitaristas?
 ¿Por qué el utilitarismo es una posición individualista y consecuencialista?

Bibliografía:

Cortina, A. (1994). Ética de la empresa: Claves para una nueva cultura empresarial.
Recuperado de https://issuu.com/ignaciomaldonado/docs/165514296-105706281-etica-
de-la-emp/6?ff

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