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El Magisterio de La Iglesia
El Magisterio de La Iglesia
Roberto T. Hoeferkamp*
* Doctor en Teología, Seminario de Saint Louis (Missouri); Pastor de la Iglesia Luterana de Bo-
gotá.
LUTERO, M., 95 Tesis sobre el Valor de las Indulgencias, Obras, Editorial Paidós, Buenos Aires,
Vol. 11, 1974.
(2) Ibd.
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En abril de 1518, pocos meses ca allí lo encontrará revelado. En
después de la diseminación de las realidad, lo que hace Lutero en
Tesis sobre las Indulgencias, Lutero estas Tesis es recurrir al Apóstol
asistió al capítulo trienal de su or- Pablo, quien anuncia así a los corin-
den agustina en la ciudad de Heidel- tios el mensaje de la cruz: "La pala-
berg. Allí expuso y defendió unas bra de la cruz es una locura para
Tesis sobre el Pecado y la Gracia, los que se pierden; mas para los que
que son de mucho más peso teoló- se salvan -para nosotros- es poder de
gico que las 95 Tesis del octubre Dios, porque dice la Escritura: 'Des-
anterior. En estas Tesis de Heidel- truiré la sabiduría de los sabios e
berg acuñó la frase Teología de la inutilizaré la inteligencia de los
Cruz, contrapuesta a la Teología de inteligentes'. Dónde está el sabio?
la Gloria, que habría de ser una Dónde el docto? Dónde el sofista
constante en su mensaje hasta el de este mundo? Acaso no entonte-
fin de su vida. ció Dios la sabiduría del mundo?
De hecho, como el mundo median-
Las Tesis de Heidelberg contie~ te su propia sabiduría no conoció
nen un ataque contra cierta teolo- a Dios en su divina sabiduría, quiso
gía especulativa de la Edad Media, Dios salvar a los creyentes mediante
según la cual se intentaba sacar con- la locura de la predicación. Así,
clusiones acerca de la naturaleza de mientras los judíos piden señales y
Dios a partir de las cosas visibles del los griegos buscan sabiduría, noso-
mundo creado. Según Lutero, este tros predicamos a un Cristo crucifi-
esfuerzo especulativo entraña una cado: escándalo para los judíos,
presunción vanidosa del teólogo e locura para los gentiles; mas para
implica el intento del hombre de los llamados, tanto judíos como
salvarse por sus obras, sean éstas griegos, un Cristo poder de Dios y
ostentosas obras visibles o sean sabiduría de Dios. Porque la locura
esfuerzos intelectuales de llegar a divina es más sabia que la sabiduría
Dios y apoderarse del cielo. Lutero de los hombres, y la debilidad divi-
llama a este intento Teología de la na es más fuerte que la fuerza de
Gloria, que presume captar la gloria los hombres... Hermanos, yo cuan-
de Dios mediante el ascenso del do fuí a vosotros, no fue con el
hombre al cielo en la escalera de las prestigio de la palabra o de la sabi-
propias obras. duría a anunciaros el testimonio de
Dios, pues no quise saber entre vo-
Es a tal Teología de la Gloria a la sotros sino a Jesucristo y éste cruci-
que Lutero contrapone su Teología ficado" (lCor 1, 18-15; 2, 1-2).
de la Cruz, que no busca a Dios en
la especulación embriagadora sobre
la majestad deslumbrante de Dios, El teólogo de la cruz busca, pues,
sino que lo busca en la locura y en a Dios inmerso en el escarnio y la
la estulticia de los sufrimientos y la humillación vergonzosa del Gólgo-
crucifixión de Cristo; quien lo bus- ta:
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cree que Dios se encuentra donde es, para reducir a la nada lo que es,
él piensa que está y supone que para que ningún mortal se gloríe en
Dios debe ser buscado en la forma la presencia de Dios" (lCor 1, 17-
que le es más natural al hombre. 29).
Pero en vista de este empleo de la
razón humana en asuntos religiosos Se ha pensado de hecho, que la
-podríamos decir que se trata del teología de la cruz luterana depen-
sentido común religioso- Dios tras- de en gran parte del conocimiento
torna los valores religiosos humanos que tuvo Lutero de algunos escrito-
y se revela en un acontecimiento res místicos de la Edad Media tar-
que resulta sumamente ofensivo día. Incluso se ha afirmado que en
para el sentido común religioso del lo esencial, la teología de la cruz no
hombre; Dios se revela y sale al va más allá de ésta influencia mís-
encuentro del hombre en el lugar tica. Así, por ejemplo, el escritor
menos sospechado: en la cruz de protestante Otto Ritschl estudió en
Cristo, lugar de escarnio, de dolor, 1912 los puntos de vista pre-refor-
de verguenza, de desesperanza. Esto mistas de Lutero bajo el acápite de
resulta sumamente ofensivo para el Theologia Crucis. Ritschll entendió
hombre religioso de cualquier tiem- que la Theologia Crucis es la teolo-
po, porque él cree que Dios se gía monacal de Lutero que depen-
halla en la gloria poderosa y no en dería en sumo grado de Bernardo
la miseria debilitante. Por eso ríe, se de Claraval, de Taulero y de la
burla y abandona a Cristo crucifica- Theologia Deutsch o Teología Teu-
do para buscar a Dios por medios tónica. Según Ritschl, Lutero llegó
y en lugares que le dicta su propio a ser reformador precisamente al
sentido común religioso. Pero los lograr superar tal Theologica Crucis
que son llamados por el milagro de monacal. Walter von Loewenich, en
la fe, ven en la locura y en la debili- su monografía de 1929 Luthers
dad de Cristo crucificado la sabidu- Theologia Crucis, sometió las tesis
ría y el poder de Dios, se abrazan de Ritschl a un análisis crítico.
de la cruz, y alaban al Dios crucifi- Confrontó la teología de la cruz de
cado, deponiendo su orgullo y sus Lutero, tal como alcanzó expresión
supuestas obras religiosas. De este programática en las Tesis de Heidel-
modo Cristo crucificado pone en berg de 1518, con los escritos de
tela de duda todo triunfalismo reli- Taulero, con Tomás de Kempis en
gioso, de cualquier signo: pagano o su imitación de Cristo y con Juan
cristiano, católico o protestante. Y Staupitz, vicario general de la orden
entonces se cumple la palabra de agustina en Alemania y superior y
Pablo: "Ha escogido Dios lo necio amigo de Lutero. Loewenich en-
del mundo para confundir a los cuentra puntos de contacto entre
sabios. Y ha escogido Dios lo débil Lutero y la tradición mística. Reco-
del mundo para confundir a lo fuer- noce incluso que Lutero jamás
te. Lo plebeyo y despreciable del hubiera concebido y formulado su
mundo ha escogido Dios; lo que no teología de la cruz si no hubiese
(8) LUTERO, M., El Magnificat Traducido y Comentado, Obras ledit. T. Egido), Editorial Sigueme,
Salamanca 1977, 178-179.
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En su muy controvertida obra de "Por lo tanto, el profeta le llama
1525, De Servo Arbitrio ("la Vo- el 'Dios oculto ': bajo la maldi-
luntad Determinada"), escrita con- ción está escondida la bendición;
tra Erasmo, al hacer mención de bajo la sensación de pecado (está
la definición de la fe, ofrecida en escondida) la justicia; bajo la
Hebreos 11,1 ("la fe es la confianza muerte, la vida; bajo la aflicción,
en las cosas que no se ven"), Lutero el consuelo" (1 O).
comenta: "En el mundo nada parece ser
más engañoso que la palabra de
''Por tanto, para que haya lugar Dios y la fe, nada parece ser más
para la fe es preciso que todo vano que la esperanza de la pro-
aquello que sea objeto de la fe mesa. Luego nada parece ser más
esté escondido. Pero no puede nada (nihil magis nihil esse vide-
estar más escondido que bajo tur) que Dios mismo. Por lo tan-
aquello que es lo contrario de lo to ésta es la ciencia de los santos
que se tiene a la vista, se percibe y el misterio oculto a los sabios y
y se experimenta. As,: cuando revelado a los peq ueños" (11).
Dios da vida, lo hace dando
muerte; cuando declara justo, lo La teología de la cruz constituye,
hace declarando culpable; cuan- en cierto sentido, la llave para enten-
do eleva hacia el cielo, lo hace der muchísimos aspectos de la teo-
arrojando al infierno, conforme logía de Martín Lutero. Von
a lo dicho en la Escritura: "El Loewenich dice que "La cruz para
señor mata y da vida, hace des- Lutero no es tan sólo el objeto de
cender al infierno y hace subir' la teología, sino el signo positivo de
(1Re 2,6). . . Así Dios esconde toda teología. Constituye un mo-
su eterna clemencia y misericor- mento que integra (cohesiona) todo
dia bajo la eterna ira, y su justi- conocimiento cristiano. La Theolo-
cia bajo la injusticia" (9). gia Crucis no es un capítulo de la
teología, sino un cierto tipo de
y en sus lecciones universitaria teología" (12). Y el jesuíta P.
sobre el Génesis, pronunciadas du- Alberto Parra la denomina el prin-
rante los diez últimos años de su cipio epistemológico de la teología
vida, Lutero se expresa así: luterana (13).
(9) LUTERO, M., La Voluntad Determinada, Obras, Editorial Paidós, Buenos Aires, Vol. IV, 1976.
(10) LUTERO, M., Werke, Weimar Aufgabe 43, 140,28 ss., citado en LOEWENICH, von W., Lu·
thers Theologia Crucis, 4a. edic., Chr. Kaiser, München 1954,39.
(11) LUTERO, M., Ibd. 392,16 ss.; cfr. LOEWENICH von, ibd.
(12) LOEWENICH von, W., Luthers Theologia Crucis. 4a. edic. Chr. Kaiser, München 1954, 12.
(13) PARRA, A .. Seminario de Luteranismo Clásico, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá 1983,
notas pro manuscripto.
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mete y asegura que en medio de la últimos quince años y cuanto trato
muerte tenemos la vida y que su de entenderlas y de analizarlas
poder se muestra perfecto en la someramente a la luz de la teología
debilidad. de la cruz, me asaltan muchos sen-
timientos. Por un lado, al menos
Todo esto quiere decir que la superficialmente, estas teologías
teología de la cruz es la teología de parecieran tener un común un ele-
la fe y de la tentación (prueba). mento de triunfalismo, casi en co-
Durante nuestra vida no vemos a rrespondencia con una cierta teolo-
Dios. El permanece invisible. Tene- gía de la gloria. Se pretende ver y
mos a Dios sólo por la fe. No pode- entender la acción de Dios en la
mos relacionarnos con Dios sino historia, en nuestra historia y plas-
sólo por la fe. Mas bien, Dios se mada en determinado tipo de es-
hace visible sólo en la debilidad de tructuras sociales. La exclamación
Jesucristo crucificado, y necesita- del profeta: "Verdaderamente tú
mos tener fe para ver y captar el eres Dios que te encubres" (R V) o
poder de Dios que se esconde en la "es verdad: Tú eres el Dios escon-
debilidad. Durante toda nuestra dido" (NBE, Is 45,15), que era
vida somos y seremos puestos a una especie de lema para Lutero,
prueba. Claro que experimentamos, aparentemente no es tenida en
hasta cierto punto, la bondad y la cuenta por los teólogos latinoameri-
bendición y el amor y la paz de canos. y entonces la fe no pareciera
Dios en Jesucristo. Pero estos dones ser la confianza en Dios en contra
de Dios jamás se experimentan en de la experiencia y en contra de las
forma completa. Siempre se hallan apariencias, sino más bien la espe-
ocultos, en buena parte, bajo su ranza en un futuro mejor y la con-
contrario o su opuesto. Dios se fianza de que el hombre, y Dios
oculta en las pruebas y tentaciones actuando con el hombre, construi-
de la vida, que son la condición rán una sociedad mejor. Entonces la
necesaria para poner a prueba y fe es la ansiedad de ver realizado el
fortalecer nuestra fe. Lutero no futuro. Supongo que Lutero no ten-
inventó esto sino que lo encontró dría ojos ni oídos para este tipo de
en San Pablo que afirma: "Cuando fe.
estoy débil, entonces es cuando soy Pero por otro lado, cuando Lute-
fuerte, puesto que la fortaleza se ro en su Comentario al Magnificat
revela en la debilidad" (2Cor 12, afirma que Dios mira hacia lo de
10). abajo, hacia la pobreza, el oprobio,
la indigencia, la miseria y la angus-
Sería posible relacionar la teolo- tia, y que Dios ayuda sólo a los
gía de la cruz con la vida de Améri- pobres, a los despreciados, a los
ca Latina e incluso actualizarla miserables, a los desventurados y a
frente a nuestra situación? Cuando los abandonados y a los que no son
pienso en las teologías latinoameri- nada, debo suponer que Lutero
canas que han surgido durante los conecta con la situación latinoame-
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cuente el más hermoso de los No temeremos, porque Dios
himnos de Lutero, "Castillo fuerte Sabrá aún prosperarnos.
es nuestro Dios", cuya tercera Que muestre su vigor
estrofa reza así: Satán y su furor;
Dañarnos no podrá,
"Aun si están demonios mil Pues condenado es ya
Prontos a devorarnos, Por la Palabra santa!
1141 LITERATURA: ALTHAUS, P., Die Theologie Martin Luthers, Gütersloh, 1962; BEITON, R.
H., Lutero, Edit. Sudamericana, Buenos Aires 1955; segunda edición: Edit. Hermas, México
1977; EBELlNG, G., Luthaf: EinfOrung in sein DenkBn, TObingen 1964; traducción inglesa
Luthers: An Introduction to his Thought, Filadelfia 1972; EGIDO, T., Lutero: Obras, Edic.
S(guame, Salamanca 1977; LOEWENICH yon, W., Luthers Theologia Crucis, 4a. edición, Chr.
Kaiser, MOnchen 1954; LUTERO, M., Obras, Edit. Paidós, Buenos Aires 1967-1977.