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1 Texto.

Luciano recibió muy cotento su regalo. - Por lo pesado, debe se un coche con
mado a ditancia, pensó.
Pero depués sacudió el paquete y notó que no hacia ruido... ¡Debe ser un muñeco
de peluche!, pesó entoces.
¿Por qué no lo abres? Le dijo su mamá. Tu regalo no puede quedase mucho
tiempo ahí detro.
Luciano abrió la tapa y ¡qué sorpresa!,había un perrito blaco y lanudo , como él
había pedido.

2 Texto.

La ivitación de la señora Araña

Un día, los animales más pequeños del boque decidieron hacer una fieta.

-Yo ivito a mi casa a los que no vuelan -dijo la señora Araña

La invitación fue acetada sin ninguna clase de problemas. Aprovechado sus ocho
patas, la señora Araña escribió con mucho cuidado las invitaciones para la fiesta.
Además lipió y arregló su casa. La señora Araña sabía que todos sus invitados
eran muy putuales, por eso cuado había pasado la hora y ningún invitado
apareció, ella se puso a llorar.
-Nadie quiere venir a mi casa -se decía etre sollozos.
Etonces decidió salir para averiguar qué había pasado y encotró que sus invitados
esperaban, fuera de su puerta, en una larga fila. Todos miraban efadados un
letrero que había sobre la pueta: "Antes de etrar límpiese los pies".
Todos esperaban al señor Ciepiés, quien con mucha paciecia limpiaba cada uno de
sus pies antes de etrar a la casa de la señora Araña. Felizmete el señor Ciempiés
terminó su tarea y todos los ivitados pudieron entrar a la casa y paticipar en la
fiesta, que estuvo de lo más etretenida.
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3 Texto.

La ballena Lola era grande, muy grande, y solitaria, muy solitaria. 

Hacía años que no quería saber nada de nadie, y cada vez se le notaba más
tritona. En cuanto alguno trataba de acecarse y animarla, Lola le daba la espada.

Muchos pesaban que era la ballena más desagradabe del mundo y dejaron de
hacele caso, a pesar de que la vieja Turga,  una tortuga marina de más de cien
años, cotaba que siepre fue una ballena buena y bondadosa. Un día, Dido, un
joven defín, escuchó aquella historia,  y decidió seguir a Lola secretamete. La
decubrió golpeándose la boca contra las rocas, arriesgádose frente a las grandes
olas en la costa y comiendo arena en el fondo del mar. Nadie lo sabía, pero Lola
tenía un mal aliento terrible porque un pez había quedado atrapado en su boca, y
esto la avergozaba tanto que no se atrevía a hablar con nadie.

Cuando Dido se dio cueta de aquello, le ofreció su ayuda, pero Lola no quería
apetarle con su mal aliento, ni que nadie se enterara.

- No quiero que piesen que tengo mal alieto -decía Lola. - ¿Por eso llevas apatada
de todos tanto tiempo? -respondió Dido, sin poder creerlo.- Pues ahora no piesan
que tengas mal aliento; ahora piensan que eres desagradable, aburrida y
desagradecida, y que odia a todos. ¿Crees que es mejor así?

Etonces Lola compredió que su orgullo, su exagerada timidez, y el no dejase

ayudar,  le había creado un problema todavía mayor. Arrepetida, pidió ayuda a
Dido para deshacese de los restos del pez, y volvió a hablar con todos. Pero tuvo
que hacer un gra esfuerzo para ser acetada de nuevo por sus amigos, y decidió
que nunca más dejaría de pedir ayuda si de vedad la necesitaba, por muy mal que
etuviese.

-
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4
Texto.
Vera era conocida como “la nieta de la loca”. Y es que la abula de
Vera se había pasado media vida diciedo que veía el futuro,  lanzado profecías
que nadie entedía. Ella ni siquiera había llegado a conocela, pero en niguna de
las fotos de la familia parecía que aquella vijecita dulce y sonriete pudiera estar
mal de la cabeza. Por eso sintió tata emoción el día que descubrió una nota suya
escondida en un viejo joyero.
"Hay un lugar dode llueve chocolate del cielo, y allí se escode un gran tesoro
¡Quien lo encuetre será rico!", decía la nota.
Vera no dudó en ir tras el tesoro y comezó a hacer excusiones, recorriendo en
secreto cada ricón de las motañas, buscando un lugar donde lloviera chocolate.
Pero allá donde iba siepre llovía agua. Valles, cuevas, ríos, desietos, boques o
praderas. Siempre llovía agua.
Un día, desanimada, lloraba junto a un camino cuando se acecó un niño.

-
- Pues eso sería estupendo. Me encantaría que lloviera chocolate.
Igual que en un cuento que leí de pequeño.
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5 Texto.

Hace mucho mucho tiempo, un niño paseba por un prado en cuyo

cetro encontró un árbol con un catel que decía: soy un árbol
encatado, si dices las palabras mágicas, lo verás.
El niño trató de acertar el hechizo, y probó
con  abracadaba,  supercalifragilisticoespialidoso,    tan-ta-ta-chán, y muchas
otras, pero nada. Redido, se tiró suplicate, diciendo:  "¡¡por favor, abolito!!", y
entoces, se abrió una gran puerta en el árbol. Todo estaba ocuro, menos un
catel que decía:  "sigue haciendo magia". Entoces el niño dijo  "¡¡Gracias,
arbolito!!", y se encedió dentro del árbol una luz que alumbraba un camino
hacia una gran montaña de jugetes y chocolate.
El niño pudo llevar a todos sus amigos a aquel árbol y tener la mejor fiesta del
mudo, y por eso se dice siepre que "por favor" y "gracias", son las palabras
mágicas.

6 Texto.

Un pajarito estaba ecerrado en su jaula de oro.

Llegó el otoño y vio a los niños jugar a tirase hojas.
Llegó el invieno y los niños jugaron con la nieve.
Llegó la primavera y los niños jugaron con las fores.
Llegó el verano y el pajarito se ecapó para jugar con el mar.