Está en la página 1de 4

ARGUMENTO DE LA ENEIDA

El asunto de esta obra, el más extenso de los poemas épicos latinos, compuesta por Publio Virgilio
Marón, más conocido por Virgilio, en el siglo i antes de Jesucristo, es la empresa confiada por los
hados al piadoso Eneas, de fundar una nueva Ilion en suelo latino. Es, pues, la tradición poética del
origen del pueblo romano y está inspirada en los poemas homéricos, viniendo a ser como una síntesis
o fusión de la Odisea y la lucida.
El protagonista del poema es Eneas, héroe troyano, hijo de Anquises y de Afrodita (Venus), príncipe
de los dárdanos que fue criado por las Dríadas, a quienes lo confió su madre, y educado por el
centauro Quirón. Por una serie de circunstancias favorables, Eneas llegó a ser una de las figuras
legendarias más importantes de la antigüedad grecorromana, un verdadero predestinado, a quien
favorecían Júpiter, Febo. Venus, Neptuno, Cibeles y, al final, la propia Juno, que había sido su
enemiga.

Eneas no tomó parte en el principio de la guerra de Troya, pero habiendo sido atacado un día por
Aquiles en el monte Ida a causa de sus ganados, fue en socorro de su suegro Príamo y se distinguió
por su valentía, su sabiduría y su piedad, y aunque Príamo le pagó su apoyo con la ingratitud, los
troyanos lo honraron, al igual que a Héctor, como a un dios.

Los primeros seis libros del poema virgiliano, que consta de doce, refieren las peregrinaciones del
héroe, constituyendo, por así decirlo, su odisea; y los otros seis, en que se cuentan sus afanes y
batallas en el Lacio, vienen a semejar la litada. Aunque la acción épica está dividida en estos dos
períodos, se desarrolla con perfecta unidad y artificio y se mezclan y conciertan las fábulas griega y
latina.

Virgilio, que escribió su obra muchos siglos después de muerto Homero, siguió su estilo y por eso la
tituló Eneida, vale decir: referente a Eneas, con el objeto de halagar al pueblo latino y sus soberanos,
demostrándoles que sus reyes descendían de ese gran príncipe troyano, la historia de cuya vida se
había convertido en una hermosa leyenda. En ella vemos cómo consiguieron los griegos destruir la
ciudad de Ilion, o Troya, Debióse a la inteligencia de Ulises el que terminara en victoria el prolongado
sitio. Fue él quien indujo a que se construyera un enorme caballo de madera, dentro del cual se
escondieron gran número de soldados griegos. Esta mole tan extraña fue conducida sobre ruedas
hasta las puertas de Troya y abandonada allí. Luego los demás soldados griegos volvieron a sus
barcos, haciendo ver que se alejaban, como si estuvieran cansados de la guerra. La curiosidad de los
troyanos fue lo que los perdió, pues salieron de la ciudad y con gran trabajo consiguieron introducir
en ella al caballo de madera. Durante la noche salieron del mismo los soldados griegos, sorprendiendo
a los troyanos, mientras el resto del ejército, que había aparentado marcharse, retrocedía y
penetraba en la ciudad. Troya ardió por los cuatro costados y sus habitantes fueron muertos o
huyeron. La hermosa Helena, que había sido causa de la contienda, fue restituida a su esposo
Menelao, y así terminó el famoso sitio.
En la Eneida no empieza su autor contándonos lo referido, sino que da comienzo con la descripción de
una terrible tempestad que sorprende a Eneas, quien, después de la caída de Troya (de la cual había
escapado llevando a su padre en hombros, pero perdiendo a su esposa), había reunido algunos
hombres y, haciéndose a la mar, llegó a Italia al cabo de siete años.

Durante la gran tempestad naufragan algunos de los barcos; pero el suyo y seis más arriban a un
puerto del África, en la rica y espléndida región de Cartago, a cuya reina, Dido, cuenta la caída de
Troya y el ardid del caballo de madera de que acabamos de hablar. También le describe sus
diferentes viajes, desde su huida hasta su llegada a Cartago. Dido no puede menos que admirar al
noble príncipe, y desea casarse con él; pero Eneas abandona a Cartago, sin que puedan retenerle los
agasajos de la reina. Ésta, desesperada, se suicida.

Después de levar anclas con rumbo a Sicilia, donde celebra funerales en memoria de su padre, visita
Eneas los Campos Elíseos, que son el lugar donde los antiguos creían que iban las almas después de
la muerte, y allí encuentra a su padre, quien le hace ver la raza de héroes que descenderá de Eneas y
que gobernará al pueblo latino conforme a los principios de la gran tradición heroica.

Eneas parte de nuevo, y llega a la tierra del Lacio, o Italia, cuyo rey, Latino, lo agasaja y promete
concederle por esposa a su única hija, Lavinia, heredera de la corona. Pero otro príncipe, llamado
Turno, rey de los rútulos, pueblo latino, está enamorado de ella y es favorecido por la madre de ésta.
Estalla entonces la guerra entre troyanos y rútulos, en la cual tienen lugar varias sangrientas batallas,
y, al final, parece que los troyanos, en ausencia de su jefe, van a quedar completamente derrotados.
Pero Eneas, que ha recibido un escudo hecho por Vulcano (el mismo dios mitológico que forjó la
armadura de Aquiles), y en el cual se hallan simbolizados las futuras glorias y triunfos de la nación
latina, o romana, vuelve al combate y cambia la suerte de la guerra.

En la última batalla debe tener lugar un duelo entre Eneas y Turno; pero los soldados de éste
consiguen herir al príncipe troyano. Sin embargo, Eneas es curado de la herida por su madre Venus
(que era una de las diosas en que creían los romanos), y, después de curado, obliga a Turno a batirse
con él y consigue matarlo.

Así termina la historia de las sorprendentes hazañas de Eneas, tal como se refieren en la Eneida.

Argumento de la Eneida.

Narra las aventuras de Eneas desde la caída de Troya hasta la ocupación y pacificación de Italia. Sin
embargo la narración no comienza en Troya, sino en Cartago. El final de Troya y el viaje hasta Cartago lo cuenta el
propio Eneas a la reina Dido en los libros II y III.
Libro I.-Eneas, próximo ya a su nueva patria de occidente, es arrojado a las costas de África (Cartago) con los suyos
por una tempestad provocada por Juno, enemiga de los troyanos. Llegan a Cartago cuando se está fundando la
nueva ciudad y su reina Dido los acoge bien.

Libro II.-A ruegos de Dido, Eneas hace una narración retrospectiva de la caída de Troya y la huida
emprendida, por orden divina, junto con su padre Anquises, su hijo Iulo (Ascanio), los Penates y un grupo de
troyanos y troyanas. Narrado en primera persona.

Libro III.-Aventuras de los troyanos desde que salen de Troya hasta su llegada a Cartago; contado también
por Eneas. Entre otros relatos sobresale el desembarco en Accio, donde se ha asentado otro troyano, el
adivino Heleno. Muerte de Anquises en Sicilia.

Libro IV.-Dido, enamorada de Eneas por intervención de Venus, se decide a quebrantar su promesa de permanecer
fiel a su esposo muerto Siqueo, y trata de retener a Eneas. Este amor es también favorecido por Juno, pues así
fracasaría la fundación de una nueva Troya en Italia. La escena de amor tiene lugar en una gruta, durante una
cacería, pero Júpiter recuerda su destino a Eneas por medio de Mercurio y él decide partir. Las súplicas de
Dido no consiguen que, aun en contra de su voluntad, desatienda los mandatos divinos. Dido se suicida.

Libro V.-Una tempestad les obliga a desembarcar en Sicilia. Allí celebran honras fúnebres por el aniversario
de la muerte de Anquises. Mientras tanto, Juno ha logrado persuadir a las mujeres de la expedición para
que se nieguen a seguir adelante: incendian las naves para impedirlo, pero un viento favorable apaga el
fuego. Por consejo de Anquises, que se le aparece en sueños, Eneas funda la ciudad de Acesta, para que se quede la
gente desanimada, y sigue con el resto.

Libro VI.-Desembarco en Cumas. Descenso a los Infiernos a través del lago del Averno, acompañado de la Sibila y
protegido por una ramita de oro mágica. Cruza el río del Olvido, luego los campos del Llanto en donde están los que
murieron por amor; allí encuentra la sombra de Dido, que responde a Eneas con un despectivo silencio. Pasan por
el Tártaro y, aunque Eneas no entra, conoce por la Sibila los castigos de los malvados. Por último llegan a los
Campos Elíseos, la mansión de los bienaventurados, donde lo recibe el espíritu de su padre, le explica el ciclo del
Destino y la doctrina de la inmortalidad, y le presenta las almas de los que van a nacer, desarrollando ante sus
ojos la posterior historia de Roma con sus figuras más célebres, y, como epílogo, la visión del imperio universal.

A partir de aquí empieza la segunda parte de la Eneida: conquista, pacificación y asentamiento en Italia.

Libro VII.-Desembarco en el Lacio. El rey Latino, obedeciendo a un antiguo oráculo, le recibe y ofrece en
matrimonio a su hija Lavinia. Pero Juno provoca la guerra: la reina Amata, madre de Lavinia, se niega a este
matrimonio por estar su hija previamente prometida a Turno, rey de los rútulos. Este se pone al frente de
sus tropas contra los latinos, acaudillados por Eneas. Entre los héroes aliados de Turno destaca Camila, la virgen
guerrera.

Libro VIII.-Eneas busca aliados: visita al rey Evandro, señor de las tierras donde luego se asentará Roma,
que le envía tropas con su hijo Palante. A ruego de Venus, Vulcano le forja las armas, decoradas con los pasajes de
la posterior historia de Roma.

Libro IX.-Ataque de Turno al campamento troyano, aprovechando la ausencia de Eneas. Comportamiento


heroico de los jóvenes Niso y Euríalo y muerte de ambos.

Libro X.-Asamblea de los dioses, en la que Júpiter ordena a Juno y a Venus que se abstengan de intervenir
en la lucha. Eneas vuelve y entra en la batalla; Turno mata a Palante, lo que provoca los deseos de venganza de
Eneas, pero Juno logra salvar por el momento a Turno.

Libro XI.-Al amanecer se celebran los funerales de Palante. Camila, puesta al mando de la caballería, es matada por
Arunte, lo que provoca que Turno acepte el combate personal que Eneas le había propuesto.
Libro XII.-El duelo tendrá lugar al día siguiente. Los rútulos quebrantan el compromiso y se provoca la batalla: herido
Eneas, se ausenta del combate y Turno hace una gran matanza de troyanos; la reina Amatase suicida y Turno
provoca a Eneas cerca del muro y es vencido. En el último momento Eneas está a punto de perdonarle la vida,
pero no lo hace por el juramento de venganza tras la muerte de Palante.

También podría gustarte