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Dr. P. M. Gibert
Imágenes
/ ABC RuralAM PLIA R
URUCÚ
El urucú es un arbusto perenne que tiene una altura que va de los dos hasta los cinco
metros; la copa del mismo es baja y extendida, ramifica a poca altura. Se puede cultivar
esta planta con grandes beneficios por las propiedades que tienen los frutos, las hojas y
la raíz. También se la puede encontrar en forma silvestre, tal como me ocurrió a mí en la
finca experimental Valepai, en Caacupé. Allí la conocí y pude ver la rusticidad de la
planta, ya que sin cuidado alguno, todos los años obtenía abundantes frutos y hermosas
flores. Hay que tener en cuenta que florece escalonadamente, comenzando por los
capullos terminales.
El nombre con el cual conocemos esta planta en nuestro medio tiene origen guaraní, y
fue reportada por los primeros investigadores españoles que llegaron a nuestro
continente, sobre todo en los reportes de materia médica, como lo describe el doctor
Dionisio M. González Torres en su catálogo de plantas medicinales, en el cual se
describe los usos que daban los indígenas a esta planta, que luego fueron comprobados
por los científicos de la época y muy utilizados también en Europa. En su libro, el
ilustre profesional, comenta el colorante rojizo que viene con las semillas, usado por los
indios para untarse la piel y defenderla de los rayos del sol y como repelente contra
insectos. Otros autores comentan que también lo utilizaban por su efecto desinfectante y
cicatrizante.
El cultivo es una buena alternativa para los pequeños productores que pueden utilizarlo
asociado con frutales, cedro, paraíso gigante y coco, entre otros. Personalmente, lo hice
con limón, mandarina y paraíso gigante, utilizando las plantas nativas de la finca.
En ensayos recientes, en casa pude comprobar la facilidad de la germinación cuando en
los primeros días el suelo se mantiene húmedo para ablandar la capa externa de la
misma.
Se puede hacer plantío directo o en plantines para llevarlos a su destino final, en los
cuales se ponen a 4 o5 m de distancia, para el mejor trabajo en el momento de la
cosecha. Se puede sembrar en diferentes tipos de suelos, algunos autores recomiendan
en pesados, pero con abundante materia orgánica; también aquellos mejorados pero bien
drenados. La mejor época de siembra es la primavera, aunque en vivero se puede
sembrar en cualquier tiempo, recordando de regar apropiadamente. También se puede
hacer por estacas o injertos. Es recomendable hacer poda de limpieza en forma anual.
El fruto rojizo es una cápsula de diferentes tamaños que van de2 a5 cm recubierta de
filamentos gruesos que van cambiando de color a medida que maduran. Contienen unas
25 semillas dependiendo del tamaño, que tienen un color rojo intenso, que fácilmente
ceden el color rojizo, tan utilizado para la coloración de diferentes comidas en
reemplazo del azafrán. Se lo usa también para la coloración de cremas, quesos, telas,
cuero, madera, entre otras cosas. Es cada vez más requerida esta semilla por ser un
colorante natural aceptado por las diferentes reglamentaciones alimentarias del mundo.
USO Y PROPIEDADES
Tanto el fruto como las semillas, las hojas y la raíz tienen excelentes propiedades
medicinales. Sus semillas poseen propiedades estimulantes, digestivas, repelentes y
control de triglicéridos, entre otras.
Las hojas se utilizan para combatir los malestares de garganta, afecciones respiratorias,
dolores renales, inflamaciones dérmicas, vaginales y prostáticas, fiebre, hipertensión,
vómitos sanguíneos, diarrea, hemorroides, angina, abscesos, infecciones de la piel. La
raíz era muy usada por los indígenas en decocción para combatir la malaria y el asma.