UNCP

FACULTAD DE ARQUITECTURA
TALLER DE DISEÑO VI

EDUARDO DAVID TORRES MINAVILCA

ANALISIS DE LA REALIDAD
PROBLEMÁTICA DE HUANCAYO
ENSAYO

El espacio físico de la ciudad de Huancayo se está extendiendo y renovando sin

cesar, sin un claro ordenamiento territorial y uso de suelos, desplazando terrenos
agrícolas afectando de forma incontrolada al medio natural.

Lo primero en constatar es que esta extensión es en parte necesaria, por el

mismo crecimiento de la población urbana, pero no justifica, el aprovechamiento de
esta necesidad por el mundo inmobiliario para convertirla en mercancía, apoyados
por autoridades corruptas que solo pretenden hacer dinero fácil envileciendo la
arquitectura, que en estos casos ya no se define como un servicio sino como un bien
de inversión.

Como contaba Eduardo Galeano estamos en una cultura de envase, el contrato

de matrimonio importa más que el amor, el funeral más que el muerto, la ropa más
que el cuerpo y me atrevo a decir que tener una casa importa más que vivir bien en
ella.

El acelerado crecimiento de Huancayo y sin planificación previa, en función de las

urgencias habitacionales o las oportunidades del mercado inmobiliario, ha modificado
el necesario equilibrio entre naturaleza y ciudad. Por ello importantes áreas naturales
son ocupadas sin un estudio previo de las características del medio físico y la
compatibilidad de usos, generando de esta manera zonas de vulnerabilidad ambiental
caracterizadas por la pobreza, las enfermedades, la delincuencia, la contaminación, la
degradación del ambiente natural, etc.

Por esta razón, es necesario replantear la planificación urbana y realizar

propuestas encaminadas a generar cambios en la manera en como se aborda el tema de

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la ciudad, encaminando Huancayo hacia el desarrollo sustentable, permitir y ordenar el
florecimiento del mercado local, combatiendo la informalidad con soluciones
razonables que permitan el bienestar común y fomentar la experimentación científica y
el desarrollo tecnológico

Otro problema muy agobiante de Huancayo es el sistema de transporte y

movilidad, no existen vías exclusivas para el servicio público tampoco ciclovías o vías de
uso exclusivo para los peatones. Además la antigüedad del parque automotor, que
genera graves perjuicios al medio ambiente y el exceso de líneas de colectivos y flotas
de combis que saturan nuestras estrechas calles, como es posible que otorguen tantas
licencias a empresas de transportes en una ciudad ya tan congestionada.

Una acertada solución sería la elaboración de un plan vial completo del área
metropolitana de Huancayo, guardando relación con el Plan de Desarrollo
Metropolitano para delimitar el uso de todas las vías.

Según un estudio que realizo el BID en la ciudad de Huancayo determino la falta

de áreas verdes en la ciudad, por lo que se estima que para el 2050 habría menos de 1
metro cuadrado de estos espacios por persona. Esto se debe a la alta especulación de
terrenos que ocasiona que los precios se eleven y la transformación de áreas agrícolas
para la construcción de viviendas.

La idea de implementar áreas verdes en la ciudad no está fuera de foco, se ha

demostrado la efectividad de árboles en zonas urbanas es visible porque reducen la
velocidad del viento en un 50% y, por tanto, su índice de erosión; aumentan la humedad
relativa del aire hasta en un 10%. Hasta en pleno verano, la temperatura ambiental
desciende hasta en 5 grados bajo un árbol, pese a la refracción del asfalto. Los árboles
absorben ruido ambiental, escurren y canalizan el agua llovida y actúan como hogares
para diferentes especies de pájaros e insectos, lo que se traduce en más depredadores
naturales.

En conclusión existen formas de resolver los problemas urbanos de Huancayo, solo

depende de la buena voluntad de los ciudadanos y las autoridades, basta ya de
desinterés, de deslealtad a nuestra tierra. La corrupción mata, los políticos venden, no
hay honestidad, honor ni menos dignidad es una pandemia que invade el sistema y
todos nosotros debemos crear un clima de enfrentamiento directo contra ella.

Eduardo Torres M.