Guatemala feliz que tus aras…

“Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar
por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no
admite representantes”.
Jorge Bucay

Hace 195 años Guatemala cumplió una etapa de su vida política, decretó la
independencia de España y se nombró libre e independiente.

Desde entonces los guatemaltecos recordamos y celebramos esta fecha.

Al iniciar septiembre, cada vez se escuchan más redobles de tambores en las

calles y avenidas, los escolares se entrenan para el gran día, el día del
cumpleaños de la patria, cuando vestidos de gala muy de mañana deben
presentarse a engrosar las filas de los que dirán: “Patria estamos presentes”.

Algunas personas consideran que esto es una pérdida de tiempo, que los jóvenes
deben permanecer en sus aulas, quizás es que desconocen los procesos de
formación y participación ciudadana. Quizás creen que desfilar no hará a los
jóvenes mejores personas y menos mejores ciudadanos, pero seguramente
ignoran que este es un acto que conlleva un gran cargamento de valores que se
forman con la práctica. La responsabilidad de cumplir con lo solicitado, la
puntualidad para estar en los ensayos, el respeto a la autoridad, la obediencia a la
voz de mando el sacrificio del cuerpo resistiendo el cansancio y la fortaleza del
espíritu para aguantarse horas de ensayo bajo el sol.

Igualmente los colegios, empresas, instituciones y comercios adornan sus

fachadas y realizan altares cívicos como una muestra del sentimiento patrio, otros
van más allá y organizan pláticas y convivencias, para fortalecer los valores, crean
certámenes de oratoria, de poesía y festivales de baile y marimba.

En el Hospital Roosevelt los alumnos de educación acelerada realizarán este

lunes una actividad cívica que iniciará con la izada del pabellón nacional, la jura a
la bandera, declamación de poemas alusivos y por supuesto, contará con las
palabras de ánimo y aliento del director ejecutivo, doctor Carlos Soto Menegazzo,
quien piensa que también se hace patria estudiando y buscando superarse para
ser mejores personas y mejores ciudadanos, conocedores de sus derechos y
obligaciones.

Comparto un poema que dice….

Soy un bardo de la América sonora que en las cálidas arterias traigo soles de la
sangre kicabina y en la cuerda de mi lengua el veneno del vocablo castellano.
Hoy que el alma de este pueblo está sembrado de quimeras y las voces cobran
alas y a un temblor de elementales quinta escencias vuestros ojos tallarán en la
penumbra nuevas rutas donde marchen las conciencias.

Soy la vida que comienza su proceso de grandeza, soy el alma que conoce los
arcanos luminosos, soy la fuerza que columbra por los líricos estadios y el
ensueño que traspasa los destinos cicelando nuevos cauces, nueva vida, nuevo
paso al infinito.

Yo tengo en mis manos un destino de grandeza, un imperio tan sonoro como el

mar, cien alfanjes que custodian el regio portal real. Tú tienes muchos súbditos
que esperan el ínclito mandato y un poeta que cantando tu grandeza te saluda con
sus versos y se ofrece a vuestros pies.