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Programa de intervencion con

padresPsicoeducacion.
Escuela para Padres
Psicólogo:
Luis Ramiro
Regalado Chávez
MÓDULOS:

- ESTILO DE COMUNICACIÓN ASERTIVO

- ESTABLECIMIENTO DE REGLAS

- DINAMICA FAMILIAR FAVORABLE

- EXPRESIÓN EMOCIONAL
1.- ESTILO DE COMUNICACIÓN ASERTIVO
Sesión 1

ESCUCHA ACTIVA

La escucha activa es una manera de escuchar para hacer que sus hijos hablen con ustedes,
padres.

La escucha activa tiene un principio básico: La aceptación.

La forma activa de escuchar:


• Ayuda a que los niños tengan menos miedo de sus sentimientos negativos.
• Promueve una relación cálida entre padres e hijos.
• Facilita que el niño resuelva sus problemas.
• Influye para que el niño sienta más deseo de escuchar las ideas y pensamientos de sus
padres.
• Hace que “el niño sea el que habla”.

ASPECTOS A TENER EN CUENTA EN LA ESCUCHA ACTIVA:

Hay una serie de aspectos que son necesarios saber para comprender la Escucha Activa,
entre ellos:

a) Lo emocional frente a lo racional


• Hay dos aspectos psicológicos en el ser humano:
– Nuestra parte RACIONAL: conjunto de ideas, pensamientos, creencias, conocimientos,
etc.
– Nuestra parte EMOCIONAL: conjunto de sensaciones, sentimientos y emociones.

• La Escucha Activa atiende primero a la parte emocional del mensaje, posteriormente lo


escuchado se racionaliza. La Escucha Activa atiende a la parte emocional del que habla.

b) La forma y las actitudes de la Escucha Activa


Resumimos algunos aspectos de la forma y las actitudes que hay que tener para escuchar
activamente al otro:

Actitudes necesarias para utilizar la Escucha


Activa
Para llevar a cabo la escucha activa deben estar presentes ciertas actitudes básicas. Sin
ellas, usted no será un buen escucha.

Actitudes básicas:
 Debe desear escuchar lo que el niño tiene que decir.
 Desear ser de ayuda para él para resolver ese problema en particular.
 Debe poder aceptar sus sentimientos.
 Debe tener una profunda confianza en la capacidad del niño para manejar sus
sentimientos, para trabajar en ellos y para encontrar soluciones a sus problemas.
 Debe estar consciente de que los sentimientos son transitorios.
 Debe poder ver al niño como alguien aparte de usted.
 Debe tener una gran capacidad de paciencia.

c) La aceptación
Para poder realizar una escucha activa es necesario tener una buena capacidad de
aceptación del otro.
Todos los padres tienen dos diferentes clases de sentimientos hacia sus hijos: aceptación y
no aceptación.

El grado de aceptación que muestra un padre hacia su hijo está influido por:
– Las características del padre (“aceptante”/“rechazante”).
– Las características del niño.
– El estado de ánimo de los padres en un momento dado y la situación en la que se
encuentran.

Aceptación falsa

Se da cuando algunos padres fingen aceptar parte de la conducta de sus hijos.


Es mejor no tratar de ensanchar su área de aceptación más allá de lo que sus verdaderas
actitudes alcanzan. Mejor que fingir, es darse cuenta de cuándo no está uno en actitud de
aceptación y expresarlo.

El lenguaje de la aceptación y su comunicación

La aceptación es algo que surge de adentro, pero para que influya en la otra
persona debe comunicarse o demostrarse activamente. De este modo, el padre eficaz
debe aprender a comunicar esta aceptación y adquirir la misma habilidad para
comunicarse. Debe aprender a hablar en forma “constructiva”.
La aceptación la podemos comunicar por medio de formas verbales y no verbales:
a) Formas no verbales.
La aceptación la podemos comunicar por medio de dos formas no verbales, siendo éstas:
– La no intervención.
– El silencio.

b) Formas verbales.
A la hora de expresar la aceptación verbalmente podemos utilizar respuestas negativas o
positivas sobre la relación padres-hijo, siendo:
Respuestas negativas
1. Orden, dirección, mandato.
2. Advertencia, amonestación, amenaza.
3. Exhortación, sermón, lección.
4. Aconsejar, proporcionar soluciones o sugerencias.
5. Conferencias, enseñar, dar argumentos lógicos.
6. Juzgar, criticar, culpar, estar en desacuerdo.
7. Poner apodos, ridiculizar, avergonzar.
8. Interpretar, analizar, diagnosticar.
9. Apartar, distraer, humorizar, entretener.

Respuestas positivas - Los “abre puertas de la comunicación”.


Son una potente técnica para facilitar que sus hijos hablen.
Los abrepuertas de la comunicación son formas sencillas de expresión para invitar
al otro a hablar. Algunos ejemplos podrían ser:
“Ya veo como te sientes” “¿De verdad?” “¿En serio?”.
“Mm hmmm” “¡No me digas!”.
“¡Sí!” “Sigue...” “¿Lo hiciste?, ¡qué bien!”.
“¡Qué interesante!” “¿Eso te paso?, cuéntame”.
“¿Te gustaría hablar sobre ello?”. “Me gustaría escucharte”.
“Prosigue, cuéntame más”. “Me gustaría conocer tu punto de vista”.
“Parece que eso es muy importante para ti” “Discutámoslo, ¿vale?”.
Los “abre puertas” invitan al niño a compartir sus propias ideas, juicios y
sentimientos con los padres. Estos “abre puertas” para hablar facilitan la comunicación
por cuanto:
– estimula la comunicación,
– mantiene la comunicación,
– no produce desviación en el mensaje y el tema.
Produce el efecto contrario que los consejos, las críticas, las culpabilizaciones y los
comentarios descalificadores.

Cuando se rechazan los sentimientos del otro (por críticas, descalificaciones etc.)
produce efectos destructivos para su personalidad así como para las relaciones, por
cuanto que el rechazado:
– Hace que se calle.
– Se pone a la defensiva, se resiste a hablar.
– Le hace discutir, contraatacar.
– Le hace sentirse inadecuado, inferior.
– Le hace sentirse enojado, resentido.
– Le hace sentirse culpable, frustrado.
– Le hace sentirse incomprendido.
– Hace que disminuya su autoestima.
d) Padres aceptantes - Padres rechazantes Sesión 2

Características del aceptador: seguridad Interior, alta tolerancia, Contento de Sí Mismo,


Independiente del entorno.

Características del rechazante: Rigidez Interior, Poco Receptivo, Muy exigente con los
demás, Dependiente del entorno.

La aceptación está en función de las características de los padres y de las características


del hijo/a; es decir, si el niño/a es:

– Hiperactivo/a o tranquilo/a.
– Agresivo o pacífico.
– Atractivo o no atractivo.
– Abierto o cerrado.
– Sano o enfermo.
– Niño o niña.
Son normales las pequeñas diferencias de aceptación entre los padres, porque
también los padres son diferentes entre si.
La aceptación produce:
– desarrollo y crecimiento personal: seguridad, confianza, deseo de superarse,
– cambios constructivos,
– aprendizaje de resolución de problemas,
– apertura, sinceridad, confianza,
– desarrollo de la autoestima.

e) La propiedad del problema


Cuando hay un problema en la relación padres-hijo tienen lugar tres situaciones:

1. El niño posee el problema. El niño tiene un problema porque algo le impide satisfacer
una necesidad. No es un problema de los padres, pues el comportamiento del niño no
interfiere en sus propias necesidades. Aquí es cuando es adecuada y necesaria la forma
activa de escuchar de los padres, cuando el niño posee el problema.
2. No existe ningún problema en la relación. El niño satisface sus propias necesidades y su
comportamiento no interfiere con las necesidades de su padre.
3. El padre posee el problema. El niño satisface sus propias necesidades pero el
comportamiento es un problema para el padre, ya que interfiere en la satisfacción de
alguna necesidad de éste.

Para enfrentarse al comportamiento inadecuado de los niños se pueden utilizar:


a) Formas ineficaces:
– “Mensajes solución”. Frecuentemente los padres no esperan a que el niño inicie un
comportamiento determinado, sino que, incluso adelantándose, le dicen lo que debería,
podría o tendría que hacer.
– “Mensajes humillantes”. Son aquellos mensajes que comunican vergüenza, juicio,
ridículo, crítica o culpabilidad.

b) Formas eficaces:
– “Mensajes yo”. Cuando los padres dicen cómo se sienten a causa de algún
comportamiento inaceptable del hijo, el mensaje se convierte en un mensaje “yo”. (Por
ejemplo: “me siento mal cada vez que gritas de esa manera”).
Los mensajes “yo”
• Tienen muchas menos posibilidades de provocar resistencia y rebeldía.
• Ayudan a que el niño madure, a que aprenda a asumir la responsabilidad de su
propio comportamiento.
• Son sinceros, se refieren a uno mismo, y tienden a influir en el niño para que
transmita mensajes igualmente sinceros cada vez que sienta algo.

c) Las luchas de poderes padre-hijo


Cuando surgen conflictos entre padres e hijos, la mayoría de los primeros trata de
resolverlos en su favor a fin de que el padre gane y el hijo pierda (Método I).
Otros, en menor cantidad, hacen que sus hijos ganen constantemente por miedo al
conflicto o la frustración de sus necesidades. En estas familias el chico gana y el padre
pierde (Método II).
Tanto el Método I como el Método II son métodos de abordar conflictos ineficaces.
Existe un tercer método: el método nadie pierde.

EL MÉTODO “NADIE PIERDE” PARA RESOLVER CONFLICTOS

Con el método “Nadie Pierde” (Método III) los conflictos se resuelven sin que una de las
dos partes salga ganando y la otra perdiendo.
Es un método que implica buscar soluciones a través del diálogo y la negociación. Con este
método padres e hijos ganan, ya que la solución debe ser aceptada por las dos partes.
A la hora de poner a funcionar el método “Nadie Pierde” hemos de tener en
cuenta que está compuesto por seis etapas independientes, siendo:

Etapa 1: Identificación y definición del conflicto.


Etapa 2: Generación de las alternativas posibles para la solución.
Etapa 3: Evaluación de las alternativas.
Etapa 4: Decidir qué solución es la mejor.
Etapa 5: Creación de las formas de cumplimiento de la solución.
Etapa 6: Continuar para saber cómo funcionó la evaluación.

Si ustedes siguen estos pasos tendrán más posibilidades de tener éxito. Aun cuando
algunos de los conflictos “de poca importancia” de solución rápida y sin tener que pasar a
través de todo el proceso, para aquellos de más complejidad o problemática lo abordarán
mejor aplicando este método.
2.- ESTABLECIMIENTO DE REGLAS
Establecimiento de normas, límites y consecuencias… sesión 1

Las normas y los límites no son un medio para controlar a los niños/as o conseguir que éstos
obedezcan a los adultos, sino un método que les ayuda a integrarse en la sociedad mostrándoles
patrones de conductas socialmente admitidas y, por consiguiente, también las que no lo son.
Para una buena convivencia tanto familiar como escolar es necesario establecer normas y límites.

¿Cómo deben ser las normas?


 Claras y específicas. El niño/a tiene que saber claramente lo que se espera de él. La norma
debe establecer qué tiene que hacer, cuándo hacerlo, cómo hacerlo y qué consecuencias
supondrá su cumplimiento o incumplimiento. Por ejemplo, es preferible decirle al niño o a
la niña “quiero que permanezcas sentado/a en tu silla hasta que termines de comer” que
decir “pórtate bien”.
 Hay que explicar el sentido que tiene la norma para el bienestar del niño y el grupo
(familia o clase). “Si respetamos el turno de palabra para hablar, todas las opiniones serán
escuchadas”.
 Deben estar ajustadas a la edad y al desarrollo evolutivo del niño/a. Si la norma es poner
la mesa, no puede ser igual para un niño de 3 años que a uno de ocho, y esto es necesario
explicárselo.
 Ser comprobables. Para poder recompensar la conducta o sancionarla. “Recoger los
juguetes en media hora”, una vez pasado el tiempo se comprueba si se ha cumplido.
 Deben ser cortas cuando se anuncian y planteadas en positivo. “Comemos sentados” en
vez de “no te levantes cuando comas” significa lo mismo y así no se asociarán las normas
con las prohibiciones, le damos un aspecto más positivo y por tanto motivamos al niño/a a
cumplirlo.
 Revisables y evaluables periódicamente. Por ejemplo la hora de acostarse puede ir
modificándose con la edad.
 Que sean razonables y fáciles de cumplir. Por ejemplo, a una niña o un niño muy activa/o,
no podemos pedirle que permanezca quieta/o durante una hora leyendo. Si ponemos una
meta demasiado alta, puede que se desanime.
 Es importante que las normas sean comunicadas y aceptadas por el niño/a o grupo. Si es
posible compartidas y no impuestas.
 Respetarán las normas mejor si han participado en su diseño.

Es importante además:...
 Explicar las consecuencias que tiene tanto su cumplimiento como su incumplimiento. Para
que así sepan con seguridad lo que va a ocurrir, así no tendrán tanta necesidad de
“probar”.
 Hacer recordatorios de las mismas de vez en cuando. Sobre todo al principio.
 Empezar con pocas normas e ir progresivamente aumentando su número a medida que se
van adquiriendo.

EN GENERAL PARA QUE UNA CONSECUENCIA SEA EFICAZ DEBE CUMPLIR LOS SIGUIENTES
REQUISITOS:
 Ha de ser inmediata, después de la conducta inaceptable de este modo el niño/a la
asociará a lo que ha hecho mal.
 Tener límites de tiempo: principio y final bien definidos. Las consecuencias a largo plazo
pierden efectividad.
 Coherencia entre palabras y actos. Si le pedimos al niño/a que no grite no podemos
hacerlo gritando.
 Hacer borrón y cuenta nueva. Si se incumple una norma y eso ha tenido una consecuencia,
volvemos a empezar de nuevo.
 Evitar sentir lástima. La sobreprotección o hacer por ellos las tareas les daña mucho, ya
que indica que los niños/as no son capaces de realizarlo ellos mismos. Promueve
debilidad.
 Hablar menos y actuar más. Una frase corta que indique la consecuencia de la conducta
(acción) es más eficaz que un sermón.

Cuando los niños se portan mal… Sesión 2

Cuando el comportamiento del niño o la niña no es adecuado, cuando los niños/as se portan
“mal”, los adultos solemos tener dos tipos de reacciones que pueden bloquear o facilitar el
tratamiento de ese mal comportamiento.

Reacciones que bloquean:

• Reproches y acusaciones “Me molestas, Tú tienes la culpa”


• Insultos: “Eres tonto, nos sabes hacer nada bien”
• Expresar órdenes: “¡Vete allí y siéntate!”
• Emitir frases desagradables: “¡Deja de fastidiar!”
• Lanzar frases de críticas: “¡Todo lo rompes!”
• Amenazas: “Si no lo recoges tendrás problemas”
• Victimismo: “¡Al final vais a conseguir que me vaya de aquí!
• Profetizar catástrofes: ¡Nunca lo conseguirás!

Reacciones que facilitan el cambio:

• Tomar distancia. Intentar ver la situación desde fuera. Algunas veces vemos un conflicto entre
personas ajenas a nosotros y no parece desmesurada la respuesta por alguna de las partes, esto se
debe a que la distancia nos hace ser más objetivos. Por tanto, ver la situación con cierta distancia
nos puede ayudar a tomar una decisión más coherente.
• Recuperar la calma. Irse o esperar un tiempo prudente antes de dar una respuesta.
• Centrarse en lo esencial. En la mayoría de las veces, se obtiene mejor resultado fijándonos
únicamente en lo más esencial que sancionando por todo.
• Restablecer la paz.
• Anticiparse a la situación conflictiva y planificar una estrategia.
• Flexibilidad.
• Utilizar el sentido del humor y desdramatizar las situaciones.
La consecuencia para cambiar la conducta
Las consecuencias es el resultado que tiene para el niño/a o el grupo la realización de una
conducta. Las consecuencias dan coherencia a la norma, permite experimentar el resultado de
nuestra conducta. La conducta va a depender de las consecuencias que tiene.
Si la conducta del niño/a va acompañada de un premio o recompensa ya sea material (un
juguete, una golosina) o social (una palabra de elogio, una sonrisa, la atención de los adultos,
etc.), estaremos reforzando de forma positiva la conducta y el niño o la niña la repetirá con más
frecuencia en el futuro.
Si la conducta de la niña o el niño va seguida de un hecho una situación desagradable es más
probable que esta no vuelva a repetirse (no ver la televisión si no ha recogido los juguetes).
Por lo tanto, si quieres que aumente una conducta trata de reforzarla con algo que resulte
gratificante. Para esto es importante saber qué cosas le gustan o motivan al niño/a o al grupo.
Hay que tener en cuenta que aunque hay cosas que nos resultan gratificantes a todos (aceptación
social por parte de nuestras figuras significativas), cada persona es diferente y lo que a unos puede
resultarle agradable a otros no.
Y si lo que quieres es que disminuya una conducta, una de las técnicas más eficaces es la
EXTINCIÓN que consiste en ignorar, en dejar sin consecuencia la conducta que queremos que
desaparezca. No debemos olvidarnos de reforzar conductas positivas alternativas. Otra alternativa
es el castigo, en muchas ocasiones castigar es “inevitable”. Por eso es importante aprender cómo
hacerlo. En ningún caso el castigo es una oportunidad par humillar al niño/a o al grupo. O para
demostrar y hacer valer la autoridad de los adultos por encima de todo.

El castigo se puede usar de dos formas:

• La aplicación de algo negativo y desagradable (limpiar la pared que ha pintado anteriormente,


quedarse sentado en la silla).
• La retirada de algo positivo y agradable (no ir al parque, no salir al recreo).

El castigo deberá haber sido comunicado con anterioridad y aplicado justo después de la
conducta y proporcionales a la falta. Los castigos sólo son eficaces si son esporádicos, previsibles
y delimitados

 A veces los niños y niñas no se portan “bien” simplemente porque no saben cómo hacerlo,
por eso resulta imprescindible servirles de modelos. Los niños aprenden por imitación, no
podemos pretender que no pongan los pies encima de la mesa si nosotros lo hacemos, o
que pidan las cosas por favor si es algo que no nos ven hacer a los adultos.
 Otras veces con nuestra actuación, damos a los niños/as consignas confusas: por ejemplo
el padre que le dice a su hijo/a que no debe pegarle a su hermana, pero se lo dice
pegándole en la mano.

PAUTAS DE ACTUACIÓN PARA PADRES:

 La autoridad debe darse en una relación de amor


 Proporcionar un ambiente familiar estructurado
 Establecer normas y valores claros
 No activar al niño con su comportamiento
 Modelar conductas reflexivas
 Los castigos deben ser proporcionales a la falta
 Reforzar conductas alternativas
 Favorecer la autonomía personal del niño y la niña
 Ofrecer información inmediata
 Usar recompensas antes que el castigo
 Cuando se produzca descuerdo entre los padres sobre cómo educar al niño o la niña,
nunca discutir delante de él
 No se desautorice nunca
 Mantener expectativas positivas en cuanto a las posibilidades del éxito
 No poner etiquetas negativas
 La aprobación y desaprobación de la conducta debe ser moderada
 El castigo físico nunca es una alternativa
3.- Dinámica Familiar Favorable
Sesión 1

Un sistema familiar equilibrado y bien estructurado favorece la realización y logro de las


funciones de todos sus miembros. Se trata de unidades ligadas que forman un grupo, un
todo coherente en el que los distintos elementos que lo componen interactúan, son
interdependientes entre sí y, por lo tanto, están articulados, pueden crecer desde el
interior y constituyen una unidad completa. El sistema es similar a un cuerpo cuyo
crecimiento hace a cada miembro más fuerte y más adecuado a su finalidad, sin alterar la
proporción del conjunto. El sistema familiar dispone de elementos concretos, como
pueden ser la vivienda, los comestibles, los muebles, etc., es decir, objetos tangibles,
descritos en términos cuantitativos; y elementos abstractos que están compuestos de
ideas, criterios o valores, como el afecto, la autoridad las tradiciones, las creencias y otros.

La interacción dentro de un sistema tiene las siguientes características:

1. Es multidireccional, es decir, todos los integrantes influyen y son influidos por los
demás;
2. Un objetivo puede lograrse a través de medios y actividades diferentes;
3. Las partes de un sistema en cuanto tales son subsidiarias entre sí;
4. Existe una jerarquía entre los elementos de cada sistema y entre los diversos
sistemas;
5. Todos influyen y son influidos de alguna manera por el ambiente

En el seno familiar, todos influyen en todos, cada uno desde su singularidad y


desempeñando ciertas tareas o funciones. Por eso, la causa de los éxitos y los fracasos no
se debe a un solo miembro del grupo, sino a todos, en mayor o en menor grado. Lo ideal
para la permanencia de la familia es que funcione tanto el sistema como cada uno de sus
elementos. Los miembros de la familia, en cuanto ejecutores de funciones, cumplen
diversos encargos y adquieren cierto estatus al promover una acción que responde a una
misión siempre vinculada al origen y lugar que cada uno tiene en la familia, por lo que, sin
perder la personal autonomía, socialmente imprime un estilo al grupo familiar. Cuando el
papel que cada uno desempeña se cumplen hablamos de una familia funcional, que
desempeña bien sus tareas y estas tienen una repercusión social.

Procesos característicos de las familias funcionales

Para que el sistema familiar sea funcional, se precisan ciertas características. Walsh (1993)
(3) establece diez procesos que caracterizan a las familias funcionales:
1. Sentimiento de unión y compromiso de los miembros como una unidad de
relación, de cuidado y de apoyo mutuo.
2. Respeto por las diferencias individuales, autonomía y necesidades independientes,
fomentando el desarrollo y bienestar de los miembros de cada generación, de la
más joven a la mayor.
3. En las parejas, una relación caracterizada por respeto mutuo, apoyo y por un
reparto equitativo del poder y de las responsabilidades.
4. Autoridad y liderazgo parental o ejecutivo eficaces para conseguir soporte,
protección y socialización de los hijos y cuidado de otros miembros vulnerables de
la familia.
5. Estabilidad organizativa caracterizada por la claridad, consistencia y patrones de
interacción predecibles.
6. Adaptabilidad: flexibilidad para satisfacer las necesidades de cambio internas y
externas; para afrontar eficazmente el estrés y los problemas que surjan; y para
dominar los retos normativos y no normativos y las transiciones a lo largo del ciclo
vital.
7. Comunicación abierta caracterizada por claridad de reglas y expectativas,
interacción placentera y variedad de expresiones emocionales y respuesta
empática.
8. Procesos eficaces de resolución de problemas y conflictos.
9. Un sistema de creencias compartido que permita la confianza mutua, dominio de
los problemas, sentimientos de unión con las generaciones pasadas y futuras,
valores éticos y morales es interés por la comunidad humana en general.
10. Recursos adecuados que garanticen la seguridad económica y el apoyo psicosocial
facilitado por una red de personas cercanas y amistades, así como por la
comunidad y los sistemas sociales mayores

Sin embargo, su puesta en marcha resulta difícil de alcanzar y aunque es una meta a la
que dirigir toda la actividad de la familia debemos ser condescendientes si apreciamos que
determinada familia en estudio no responde plenamente a estos fines.

Tareas principales de las familias Sesión 2

1. Velar por las necesidades básicas: alimento, vestido, vivienda. salud, etc
2. Formar los roles sexuales: sexualidad, intimidad y compromiso.
3. Cubrir las necesidades afectivas, favorecer la salud mental y fortalecer la
personalidad
4. Sistema de creencias familiares
5. Crianza y socialización de los hijos
a. Uso de técnicas de crianza apropiadas a la edad
b. Mantenimiento de la coalición parental y de las fronteras generacionales
c. Sexualidad, masculinidad y feminidad.
d. Apoyo a la coalición fraterna.
e. Culturización de los hijos.

1. En el ámbito biológico, la familia funcional exige la salud física de sus miembros En


el ámbito social se requiere una infraestructura adecuada y buena administración
de recursos, Un sistema familiar desbordado por deficiencias graves en las
necesidades básicas, no encuentra razón para ocuparse de consideraciones más
sofisticadas o simbólicas.
2. Es necesario que en el matrimonio exista una disposición de aprendizaje y
participación en el rol sexual, con fomento de la intimidad y del compromiso
mutuo. Para lo cual se requiere un conjunto complejo de destrezas y sentimientos,
así como la habilidad para cambiar de un modo de funcionamiento a otro.
3. El logro de una madurez afectiva sin fomentar dependencias que dificulten o
impidan el crecimiento interior y en el ámbito psicológico o personal la salud
mental, que se expresa por una actitud realista respecto a uno mismo y al entorno,
pero también por la aceptación de los miembros de la familia tal cual son. Pero
también el fortalecimiento de la personalidad que permita siempre la
adaptabilidad a las circunstancias y a las demandas de los otros miembros de la
familia.
4. Las áreas clave de creencias giran en torno a la lealtad y al comportamiento
correcto; sin embargo, todas las áreas de la vida familiar contienen en sí mismas
un sistema de creencias, porque cada una nace de una noción con significado. Las
creencias familiares centradas en temas fundamentales (religiosos, morales, éticos,
etc.) determinan en la familia qué elecciones se consideran aceptables y cuales no.
5. Los padres necesitan comprender o intuir las capacidades de sus hijos en las
diferentes edades para educarlos de forma apropiada. De ahí que es beneficioso
tanto para los padres como para los hijos que los primeros tengan claro que están
actuando como un equipo en la educación de los hijos y que los roles de los
adultos son diferentes del de los hijos. Son necesarias también directrices
educativas comunes y consistentes por parte de los padres. Y aunque cada
miembro de la díada parental sirve de modelo de rol para la identificación,
mientras que el del sexo opuesto actúa como objeto de amor básico, los hijos son
también creativos para encontrar en las demás personas de su entorno modelos
de rol.
Los padres tienen una gran influencia en las actitudes de los hijos con respecto a la
sexualidad, el sentido que tiene la masculinidad y la feminidad, así como el modo
de trasmitirla, teniendo en cuenta que generalmente gran parte de esta conducta
es no verbal.
Los hermanos desempeñan un papel importante en el funcionamiento normal de
la familia. Cada hermano tiene un rol crucial en el mantenimiento de la
homeostasis del sistema familiar, pero también entre ellos se establece un
microentorno, entendiendo por ello el mundo de los hermanos como diferenciado
del de sus padres. Los hermanos a menudo colaboran unos con otros cuando sus
padres tienen dificultades, se han separado o uno de ellos padece una enfermedad
grave. Ese lazo fraterno suele ser el vínculo que hace que una familia sea funcional
cuando uno o los dos miembros del matrimonio no pueden ejercer sus roles
parentales.
Los hermanos pueden representar una fuente de estrés o un gran apoyo mutuo. El
hecho de que éstos se apoyen entre sí es hasta cierto punto una cuestión de
temperamento y edad, pero también es un reflejo del fomento que sus padres
hayan hecho del comportamiento amable y de su habilidad para mantener a los
hijos fuera del conflicto parental, pero sin embargo cada hermano ha de ser visto
también como un individuo por separado.
Finalmente, los padres enseñan a la generación más joven el modo de adaptación
a su cultura, trasmitiendo las formas de pensamiento, de sentir y actuar
culturalmente apropiadas. Esto incluye las habilidades de comunicación básicas;
pero también las creencias, valores y actitudes.

PATERNIDAD RESPONSABLE

Una dinámica familiar favorable permite


Enseñar a los hijos a usar su libertad.
Elegir y perseguir valores.
Desarrollar las virtudes.
Trabajar.
Relacionarse con los demás.
Amar.
Participar socialmente.
Ponerse metas.
Elegir los medios para lograrlas.
La paternidad responsable es cumplirles a los hijos, a cada hijo, dándoles aquello a lo que
tienen derecho.
4.- Expresión Emocional
Sesión 1
Aprendemos a desarrollar el patrón emocional básico con el que nacemos a partir de
nuestras vivencias y termina desplegándose en cada uno de nosotros de forma diferente.
Estas diferencias se pueden manifestar en:
 Intensidad
 Frecuencia
 Relación con la situación.
Estas diferencias definen nuestro estilo emocional.

La familia es el contexto donde aprendemos a desplegar el repertorio emocional


con el que nacemos, en función de los modelos, pautas y valores familiares. Por eso es
importante el talento emocional de los padres y madres.
Nuestra salud emocional como padres influencia la manera en que pensamos,
actuamos y sentimos con respecto a nosotros mismos y a los que nos rodean y cómo
interpretamos nuestras circunstancias. Afecta a nuestra capacidad de aprendizaje, a
nuestro estilo de comunicación y a la formación y el mantenimiento de nuestras
relaciones sociales.
La madurez emocional que transmiten los padres en la infancia sirve como defensa
ante los retos de toda la vida.

 ¿Cómo es un día en su vida como padres y madres?

Disponemos de algunas sencillas estrategias que pueden ayudarnos, ante todo, a


prevenir y después a mejorar el desarrollo psicológico de nuestros hijos, la armonía del
clima familiar y el placer de ser padres.
Sin embargo, a pesar de ser sencillas no son simples y las estrategias que comentamos
a continuación requieren para su aplicación de la asistencia de 3 principios
fundamentales:
1. Cariño explícito: muchas veces pecamos más por defecto que por exceso. Creemos que
los que nos rodean saben cuánto les queremos, pero, eso que damos por sentado es
mejor comunicarlo sin darlo por supuesto. En el caso de los niños y niñas mucho más.
2. Sentido común: Otras veces el cariño toma el protagonismo en detrimento del sentido
común y perdemos la proporción y la adecuación al contexto. Cada vez que dudemos de
nuestra tarea como padres podemos recurrir a esta guía.
3. Esfuerzo: No hay nada que se cuide solo, las plantas se mueren, las casas requieren
mantenimiento, y, dice un proverbio africano que para educar a un niño hace falta una
tribu entera. El problema es que en nuestra sociedad estamos cada vez más aislados y nos
vemos cada vez más solos ante la tarea de educar, por ello debemos tener en cuenta este
elemento fundamental.
Dentro de estos principios se encontrarían incluidos la paciencia (esfuerzo por
respetar el tiempo de nuestros hijos), el consenso de la pareja (sentido común), la
constancia (esfuerzo), etc.
INTELIGENCIA EMOCIONAL

Es la capacidad de; sentir, entender, controlar y modificar estados anímicos propios y


ajenos.

Las habilidades prácticas de la inteligencia Emocional: autoconciencia, control emocional,


capacidad de motivarse y motivar a los demás, la empatía y las habilidades sociales.

 Varios estudios y expertos aseguran que el 77% del éxito en la vida, depende de la
habilidad para percibir, comprender y regular las emociones propias y las ajenas.

PAUTAS GENERALES PARA LA EDUCACIÓN EMOCIONAL:

1. Es fundamental que proporcionemos a nuestros hijos un modelo adecuado de gestión


emocional. La forma más importante en que los niños aprenden, es la imitación.

2. La comunicación natural de los sentimientos en la familia incrementa la comprensión


emocional y la empatía de nuestros hijos. Además facilita la expresión de los sentimientos
del niño. En ocasiones, llegamos a casa enfadados, cansados, tristes, agobiados… pero no
comunicamos este estado de ánimo a nuestra familia. Es una oportunidad
desaprovechada.

3. Los sentimientos no son lógicos, ante una misma situación cada persona puede sentir y
actuar de forma diferente, pero el respeto a cómo se siente alguien, aunque en principio
no lo comprendamos, es una premisa básica.

4. Ninguna emoción o sentimiento es malo. Nuestros hijos tienen que saber que pueden
expresar siempre lo que sienten y que no van a ser juzgados, rechazados o recriminados
por ello. Por ejemplo, muchos niños han oído que la envidia es mala pero lo cierto es que
es natural, también los adultos la sentimos, la diferencia está en si somos capaces o no de
regularla, de manejarla y gestionarla.

5. Todas las emociones tienen su utilidad, lo positivo y lo negativo en las emociones, es


relativo. También la tristeza tiene su lado positivo: nos da la oportunidad de reflexionar,
conocernos más, tomar decisiones…

6. Podemos aprovechar cualquier situación real o ficticia que presenciemos en la calle,


veamos en la tele, nos cuenten… para analizarla, preguntar a nuestros hijos cómo se
habrían sentido ellos, qué habrían hecho. Esto incrementará su nivel de empatía y nos
dará la oportunidad de conocer las opiniones que tenemos.

7. No basta con inculcar aptitudes; requieren ser puestas en práctica en el mundo real.
Una forma de hacer que los niños utilicen sus aptitudes de modo más independiente y
espontáneo es recordándoles que así lo hagan. Además, inducir a utilizar una aptitud es
muy distinto de una crítica.

8. Paciencia y perseverancia.

CÓMO FAVORECER EL RECONOCIMIENTO Y LA EXPRESIÓN DE EMOCIONES:

- Construir un vocabulario de sentimientos. Nos da la posibilidad de contar “lo que pasa”


y relajar la tensión que provoca guardar las cosas dentro. Las personas que carecen de
vocabulario para expresar sus sentimientos se sienten a menudo muy frustradas y no
saben qué hacer más que retener sus emociones dentro o darles salida de manera poco
apropiada.

NOMBRES PARA SENTIMIENTOS AGRADABLES: aceptado, querido, contento, apreciado,


bien, fenomenal, capaz,, confiado, agradecido, exitoso, complacido, cómodo, relajado,
amado, querido, feliz, alegre, exaltado, esperanzado, optimista, orgulloso, animado,
seguro, a salvo, entusiasmado, satisfecho, etc.

NOMBRES PARA SENTIMIENTOS DESAGRADABLES: enojado, irritado, infeliz, desdichado,


resentido, irascible, malhumorado, descuidado, no querido, vengativo, tratado
injustamente, asustado, atemorizado, desanimado, desilusionado, traicionado,
avergonzado, solo, abandonado, herido, solo, rechazado, cansado, inútil, desvalorizado,
aburrido, estúpido, tonto, confundido, tenso, malhumorado, frustrado, preocupado,
ansioso, inferior, inseguro, culpable, etc.

El cuerpo y la expresión emocional. (La comunicación no verbal)

-Dramatización. Los juegos de simulación o ficción dan pie a la representación de la


experiencia emocional. Ofrece la oportunidad de expresar los sentimientos (positivos o
negativos) y experimentar soluciones alternativas a aquellas situaciones que provocan
esos sentimientos desagradables.

-El baile, la pintura, los colores, etc. Son buenas y divertidas maneras para favorecer la
expresión emocional.

-Enseñarles a diferenciar la emoción, la sensación y el pensamiento. Identificar las


situaciones que nos generan reacciones fisiológicas, los pensamientos que tenemos y
nuestra conducta.
Sesión 2

¿CÓMO EXPRESAR Y CONTROLAR EMOCIONES?

-Lo primero es hacernos conscientes de las emociones que reprimimos. Sería fundamental
que te observaras a partir de ahora y te dieras cuenta de cómo afrontas las situaciones
que aparecen en tu vida.

-En las emociones humanas entran en juego cuatro aspectos:

• Una situación concreta.


• Una serie de reacciones fisiológicas específicas o sensaciones (aceleración del pulso y de
la respiración, tensión muscular, etc.).
• Unos pensamientos determinados.
• Un tipo de respuestas concretas apropiadas para esa situación.

Pedirles que enumeren las emociones que conocen y que piensen en el tipo de sensaciones
que les provocan y el tipo de pensamientos que la acompañan.

DIFERENTES MANERAS DE MANEJAR LAS EMOCIONES


Las personas desarrollamos estrategias específicas para manejar nuestras emociones.
Algunas de ellas pueden ser adecuadas, pero también hay otras que pueden ser ineficaces
o tener consecuencias negativas.

ANSIEDAD IRA
- respirar profundamente - distraerse
- fumar - gritar
- hacer ejercicio - atacar al otro/a
- beber alcohol - reprimirse
- morderse las uñas - insultar
- evitar la situación - dar puñetazos a la pared

TÉCNICAS DE CONTROL EMOCIONAL

Técnica n.° 1: Respiración profunda

Muy fácil de aplicar y útil para controlar las reacciones fisiológicas antes, durante y
después de enfrentarse a las situaciones emocionalmente intensas.

 Inspira profundamente mientras cuentas mentalmente hasta 4


 Mantén la respiración mientras cuentas mentalmente hasta 4
 Suelta el aire mientras cuentas mentalmente hasta 8
 Repite el proceso anterior

Hacer las distintas fases de la respiración de forma lenta y un poco más intensa de lo
normal, pero sin llegar a tener que forzarla en ningún momento.
Para comprobar que haces la respiración correctamente puedes poner una mano en el
pecho y otra en el abdomen (respiración abdominal).

Técnica n.° 2: Detener los pensamientos

Esta técnica puede utilizarse también antes, durante o después de la situación que nos
causa problemas.
Esta estrategia se centra en el control del pensamiento. Para ponerla en práctica debes
seguir los siguientes pasos:

 Cuando te empieces a encontrar incómodo, nervioso o alterado, préstale atención


al tipo de pensamientos que estás teniendo, e identifica todos aquellos con
connotaciones negativas (centrados en el fracaso, el odio hacia otras personas, la
culpa, etc.)
 Di para ti mismo “¡Basta!”
 Sustituye esos pensamientos por otros más positivos.

El problema: se necesita cierta práctica para identificar los pensamientos negativos, así
como para darles la vuelta y convertirlos en positivos.

Técnica n.° 3: Relajación muscular

Esta técnica también sirve para aplicar antes, durante y después de la situación, pero para
su empleo eficaz requiere entrenamiento previo. Para su práctica sigue los siguientes
pasos:

 Siéntate tranquilamente en una posición cómoda. Cierra los ojos.

 Relaja lentamente todos los músculos de tu cuerpo, empezando con los dedos de
los pies y relajando luego el resto del cuerpo hasta llegar a los músculos del cuello
y la cabeza.
 Una vez que hayas relajado todos los músculos de tu cuerpo, imagínate en un lugar
pacífico y relajante (por ejemplo, tumbado en una playa). Cualquiera que sea el
lugar que elijas, imagínate totalmente relajado y despreocupado.
 Imagínate en ese lugar lo más claramente posible. Practica este ejercicio tan a
menudo como sea posible, al menos una vez al día durante unos 10 minutos en
cada ocasión. Si te ha convencido la utilidad del ejercicio, debes practicarlo para
llegar a automatizar el proceso y conseguir relajarte en unos pocos segundos.
•Técnica n.° 4: Ensayo mental
Esta técnica está pensada para ser empleada antes de afrontar situaciones en las que no
nos sentimos seguros. Consiste simplemente en imaginarte que estás en esa situación y
que lo estás haciendo bien, a la vez que te sientes totalmente relajado y seguro. Debes
practicar mentalmente lo que vas a decir y hacer. Repite esto varias veces, hasta que
empieces a sentirte más relajado y seguro de ti mismo.

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