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EL ZULIA ILUSTRADO

[SVISTA HEBSIIAL
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TOMO I. M a r a c a ib o : 31 d e M a y o d e 1889 NUM. 6

génesis sencilla de las Matemáticas entre nos­ daneta, quien tuvo que abandonar el Rectora­
E t H i l l « I R f t í » otros ; pero sépase que la primera clase de este do á los pocos meses por motivos de salud,
género fue establecida por el doctor B l a s V a l - como consta de los Anales del Colegio.

Director yEd ito r : 6 . bs0 P E Z I^ IV A S


b u e n a , que se puso á estudiar lo que no sabía ni

le interesaba saber, para facilitar á la juventud,


Era el doctor V a l b u e n a un hombre muy
laborioso, muy entusiasta y muy decidido por
que iniciaba los estudios en el Colegio Nacio­ las tareas del patriotism o; así que, el Colegio
nal, el camino que la L ey sabiamente estable­ Nacional le debió mucho en los ocho ó nueve
EL D O C T O R
cía. No se pasó, por entonces, de las ecuacio­ años que estuvo bajo su dirección. Entre
BLAS VALBUENA nes de primer grado, y en Geometría no se lle­ otras cosas, el doctor V a l b u e n a regaló á la
garía quizás ni al Libro I I I ; pero se llenó la clase de Física, que él regentaba con cariñoso
fórmula legal, y la juventud comprendió que esmero, los instrumentos con que todos hemos
I. en el símbolo algebraico y en la línea geomé­ aprendido allí. La máquina pneumática, la
trica se encierra un mundo de inextinguibles pila de Volta, la máquina eléctrica, baróme­
L Profesorado de Maracaibo acaba de verdades, que no sólo son realmente la mejor tros, termómetros, etc., etc., fueron donación
perder en Caracas á uno de sus más an- gimnástica de la inteligencia, sino que encier­ del joven Rector doctor V a l b u e n a , que se ha­
|q) * tiguos y meritorios colegas; la ran, por las ciencias de aplicación, el porvenir bía constituido en heraldo de los nuevos estu­
instrucción y difusión de las luces, dios implantados en los pueblos,
á uno de sus primeros apóstoles en para esclarecimiento de la juventud
esta tierra, que ama la luz y las ex­ nacida bajo el amparo de la liber­
pansiones del espíritu ; la legalidad tad y del orden republicano. Se
en la República y la república en la engañan los que piensan, mal infor­
Legalidad, á un fervoroso adalid, mados, que en aquella época no ha­
que no esgrimió espada, ni tuvo bía deseos de instruirse ni apóstoles
pluma ó palabra de fuego en pro de la idea y de la difusión de las lu­
de su ideal, pero que sí le consagró ces'; y hacen muy mal aquellos que,
desde muy joven todos sus pacíficos so capa de progresistas, falsean la
esfuerzos, todo su anhelo, y que Historia en pro ó en contra de sis­
con la persuasiva palabra del ciuda­ temas políticos no bien juzgados
dano tranquilo, lo prohijó á todas todavía. Los Anales del Colegio
horas, alentado por ese inspirador pueden decim os con cifras irrefuta­
simpático que llamamos patriotismo; bles que la juventud de Maracaibo
conjunto de virtudes ó virtud fun­ y de todos sus cantones afluía al
damental que va siendo un mito en Colegio Nacional, y los exámenes
nuestra época, á medida que desa­ registrados en sus actas pueden con­
parecen aquellos que, en los buenos vencernos de que directores y cate­
tiempos de la República, fundaron dráticos cumplían no sólo el man­
su importancia no en el valer de dato de la Ley, sino que se esfor­
solariegos pergaminos, sino en la zaba cada quien en su puésto por
conciencia de sus propios méritos. servir á la Patria con creciente en­
E l doctor B l a s V a l b u e ñ a estu­ tusiasmo, hasta que llegó el año de
dió en sus priríleros años Letras y 1848, y directores y estudiantes
Filosofía en el mal extinguido Se­ quedaron burlados en sus deseos y
minario, y muy joven fue enviado en sus aspiraciones. Era yo cur­
por sus padres á Santa Fe de Bogo­ sante en esa época, habiendo entra­
tá, para estudiar la Medicina. T er­ do en 1845 á dicho Colegio á es­
minados sus estudios, regresó á esta tudiar Gramática Castellana bajo
ciudad, y pasó luégo á Caracas en 1840 para material de las naciones. (Anales del Colegio la dirección del maestro señor José Isidro
graduarse, como lo hizo después de rendir Federal, páginas 19, 20 y 21.) Y así se con­ Silva, que era el vice-R ector desde la fun­
los exámenes prevenidos por la ley. A llí tu-- cluyó el primer curso de 1840 á 1843; y tan dación del Colegio N acional; hombre meri­
vo oportunidad de ponerse en relaciones con pronto como llegó á ésta un inteligente en la torio que prestó muy buenos servicios á la cau­
el doctor Vargas y otros sabios de aquella época, materia, como lo era el señor agrimensor Ra­ sa de la instrucción en este país. Como es sa­
como Cajigal. Acababa de fundarse entonces fael Capó, el señor doctor V a l b u e n a dejó la bido, el Gobierno de aquella época fundó el
el Colegio Nacional de Maracaibo, y se pensó Cátedra al matemático, y en 1843 se principió Colegio Nacional con los bienes del extinguido
en el joven doctor V a l b u e n a para Rector de un curso regular de tan importante materia. Convento de San Francisco; bienes que con­
ese plantel, que nacía vigoroso á las esperanzas Cúpole también al doctor V a l b u e n a el ho­ sistían en fincas raíces, rurales y urbanas, y que
de la juventud maracaibera. Demoró unos me­ nor de ser el iniciador de los estudios físicos, necesitaban, para ser productivas, de exquisitos
ses en la capital el joven candidato, á instancias habiendo desempeñado con acierto esa asigna­ cuidados, de mucha laboriosidad y de inteli­
de Vargas, para que tomase lecciones de Mate­ tura desde 1840 hasta 1848, año en que á causa gencia apropiada á estos asuntos. Lo que se
máticas, á fin de poder implantar aquí el pro­ de la guerra se cerraron las cátedras. llamaba Junta de Gobierne d el Colegio Nacio­
grama oficial; pues no existía ninguno que El doctor V a l b u e n a fue el segundo Rector nal, en donde figuraba el Gobernador de Ja
pudiese difundir los principios de Euclides y que tuvo el Colegio Nacional, habiendo sido Provincia como Presidente, era una Junta de
de Diofanto. Son pocos los que conocen la el primero el malogrado licenciado Carlos Ur- mucho mérito, pues las rentas marcharon muy
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bien hasta 1848, año crítico para la instruc­ posiciones, fugaces al parecer como las maripo­ versos á la causa que él sostenía. En esa épo­
ción, á causa de la guerra y los consiguientes sas, viven más de lo que nadie es]»era : y ¿ por ca hizo crisis el país, inaugurándose un nuevo
trastornos: hablo de Maracaibo. qué no ha de vivir el médico esforzado, que orden de cosas, fundado en las tendencias del
lucha al lado del moribundo, inspirado por la partido contendor, que venía disputando la d i­
En e s te terreno, el sefior doctor B l a s V a l -
vida y la muerte de sus semejantes, á quienes rección de la República desde 1840 y quizás
buena tiene conquistada una página de honor,
generalmente ni conoce ? . . . . Si hay en el co­ desde 1835. Lo cierto es que el doctor V a l -
q u e el gremio académico, la juventud estudiosa
razón de los pueblos algo que sobreviva al éxi­ b u e n a comprendió desde entonces que su ideal
y la civilización y cultura de esta comarca no
t o ; si en la historia de un país, cualquiera que político era irrealizable, y se apartó de la lucha
pueden ni deben desconocer. Organizar lo
sea, sobrevive lo que es superior á la materia desengañado. Muchos hicieron otro tanto en
que está en desorden, dar vida duradera é in­
que se trasforma, á la baja pasión que calcina aquella época, y no hay por qué maldecir de
dependiente á lo que nace, y hacer que esa rida
como el rayo, el doctor B l a s V a l b u e n a tiene su conducta. Pero, apartado y todo, al d oc­
tienda á fines nobles y útiles á la Patria, tarea
su puésto de honor en ese corazón, en esa me­ tor V a l b u e n a siempre le halló el país dispuesto
es en dondequiera y en todos tiempos digna de
moria y en esa historia natal. á servirle y á serle útil cada vez que se lo exijió.
encomio y reconocimiento. Y si al señor doc­
En 1857 se dio al Poder municipal un valor
tor B l a s V a l b u e n a no le hubiese cabido como III. real y e fe ctiv o ; y aunque el doctor V a l b u e n a
ciudadano otro lote que éste, ya hubiera sido
Como político, diremos de él lo que á todos no era partidario de los Monagas, aceptó un
para él mucha fortuna el haber podido d e c ir:
consta; que no fue el doctor B l a s V a l b u f .n a puésto en el Concejo Municipal de Maracaibo,
H e sido útil á mi Patria en la Cátedra y en la
uno de aquellos que entran á la cosa pública y sa le vio consagrar su tiempo con ahinco y
Administración del Colegio N acio n al; he cum­
con el plan preconcebido de engrandecerse á desinterés, trabajando sin tregua en la elabora­
plido con mi deber como buen ciudadano.
toda costa, haciendo del servicio á la Patria ción de leyes y reglamentos que él juzgaba in-
II. una carrera, y muchos, la fuente de un patri­ dispensales á los intereses del pueblo que re­
Pero el señor doctor B l a s V a l b u e n a tuvo monio : n o ! Y o sé, como dice sabiamente presentaba. Lástima que tántos esfuerzos no
otra dos fases que le harán inolvidable para la Bastiat, que si le prétre pit de son autel, toda hubiesen tenido resultados duraderos; pues al
historia de M aracaibo: fue médico y fue poli­ aptitud humana y todo servicio necesita remu­ cabo de unos meses, le revolución de 1858 der­
tic o ; y, como discípulo de Hipócrates y como neración ; y asi, al ciudadano que consagra su ribó á los Monagas, y con ellos la Constitución
afiliado al partido que se llama conservador, es vida á algo que es noble, no puede exijírsele de 1857. ¡Fenómenos del patriotismo! El
digno de encomio y de gratitud. Como mé­ que renuncie al derecho de vivir y de propor­ doctor V a l b u f .n a y muchos otros ciudadanos
dico, el doctor V a l b u e n a fue de los iniciado­ cionarse honestamente un pan para mañana, si notables, que no eran amigos ni partidarios del
res de las nuevas doctrinas que, cultivadas más no ha de sucederle como á Aristides, cuyo en­ general Monagas, caen con é ste ; y caen, por­
tuégo, han dado por resultado la escuela médi­ tierro fue costeado de limosna. No á todos se que el Poder municipal creado por aquella
ca en el Zulia. El doctor V a l b u e n a fue un les puede imponer el sacrificio de morirse de Constitución, era realmente un paso avanzado
buen médico en su tiempo, y prestó servicios hambre; pero si, indigente, fallece un patriota en el camino de la descentralización y de la
de mucha importancia al país, ya como encar­ ó un clérigo, la conciencia pública guarda su efectividad de la democracia. Fue entonces
gado del Hospital Militar ó como M édico de memoria con la veneración con que es guarda­ la municipalidad un verdadero poder, que le­
Sanidad. No debían de estar en Bogotá muy da la memoria de los abnegados. Nuestro ami­ gislaba y administraba con absoluta indepen­
adelantados los estudios en la época en que es­ go el doctor V a l b u e n a no murió en la pobre­ dencia del resto de los poderes; y sobre todo,
tudió el sefior doctor V a l b u e n a ; pero la prác­ za, ni tuvo que costear su entierro la pública no era un poder político, y por eso cabían allí,
tica numerosa y el estudio constante y m etódi­ conmiseración. Murió rico sin ostentarlo, y como cupo el sefior doctor V a l b u e n a , los hom­
co hicieron del joven médico un intérprete sin que se pueda decir que el Estado haya con­ bres patriotas interesados en el progreso de la
poco común de los adelantos científicos. La tribuido á la fortuna que lega á los suyos. ciudad, del ciudadano, del municipio, en una
fiebre tifoidea, la amarilla, las intermitentes y Ei^doctor B l a s V a l b u e n a fue patriota por palabra. Nada tuvo, pues, de exthifio que des­
paludosas, la disenterias y otras enfermedades convicciones profundas y por d eb e r; y se apar­ afectos al régimen político de esa época, tuvie­
comunes en la localidad, hallaron en el doctor tó de la lucha cuando creyó que su contingente sen puésto de honor, como el doctor V a l b u e ­
V a l b u e n a un verdadero paladín, luchando con era inútil para el triunfo de las ideas é institu­ n a , en el Cuerpo municipal, que estaba desli­

éxito creciente contra las antiguas doctrinas ciones que creyó salvadoras para el país. Así gado de toda política banderiza, de toda apar­
del humorismo más exijente. É l fue uno de que, desde muy joven, se propuso ser indepen­ cería gubernativa.
aquellos, pues, que hicieron permanente en el diente por su trabajo, para ser libre en sus ac­ Para 1860 ocupó un asiento de'Senador por
Zulia la luz de los principios m édico-científi- ciones y en sus afinidades políticas. la Provincia de Maracaibo en la Legislatura
cos, que han trasformado la clínica y la tera­ É l brilló en tiempos en que se creía que el Nacional. En el desempefio de este encargo
péutica. patriotismo era un culto ó un honor, más bien se mostró independiente de toda coacción y
Pero seriamos injustos si no apreciáramos que un arte para vivir ó una necesidad de las de toda influencia liberticida, porque el doctor
en el doctor V a l b u e n a sino esa faz de su im­ circunstancias; y como tenía una profesión n o­ V a l b u e n a amaba la ley y el orden, y rechaza­

portancia m édica: él fue aquí el obstétrico más ble que le daba aliento é independencia en su ba por temperamento, con energía insólita mu­
conspicuo de su tiempo. Cada médico tiene hogar, jamás fincó en la Patria otras esperanzas chas veces, lo que hombres avezados á los peli­
sus deferencias, y el doctor V a l b u e n a la tuvo que las del hombre honrado, que se cree en el gros y á las dificultades aceptan por cálculo ó
muy especial por la ciencia de Baudelocque y deber de exponer sus opiniones con entera por organización. ¡ Tenía el valor del puésto
de Dubois. Si alguna vez pudo parecer tím i­ franqueza, sin las pretensiones del paladín que que se o cu p a ! . . . .
do como cirujano y como m édico, en obstetri­ busca lauros ó del tribuno que aspira al dom i­ IV.
cia era muy valiente. Y o le he visto en sus nio de las masas, para instalarse en el solio en El doctor V a l b u e n a era también un hom­
últimos afios de práctica, tranformarse al lado nombre del pueblo á quien engaña. bre pensador; pero sus estudios versaban, al
d e casos muy difíciles* y resolverlos con la E l doctor V a l b u e n a fue patriota por pa­ parecer, sobre Política general y Economía Po­
maestría del hombre consumado y con el valor triotismo, y así se le vio siempre á úna altura lítica. Era muy aventajado en cálculos, y la
del práctico convencido. En la Revista M édi­ muy notable en todos los puestos que ocupó. Economía llamaba su atención. En general,
co-Quirúrgica del Zulia (1883), tuve oportuni­ Como Rector del Colegio Nacional durante era conservador; pero no le faltaban ideas avan­
dad de hablar sobre el mismo asunto, y no es ocho años consecutivos, se distinguió por su zadas, que parecían ponerle en contradicción
éste el lugar de repetir lo que allí dije. Mas honrada administración, por la dirección sabia consigo mismo ; y aunque era creyente y buen
entiéndase que el doctor V a l b u e n a prestó á que supo imprimir á los estudios nacionales en cristiano por tradición y por convicciones, en.
esta población, como m édico-cirujano y como Maracaibo, dando ejemplo de laboriosidad y de materia de régimen eclesiástico se solía apartar
obstétrico, servicios muy importantes que no constancia. Y aunque era suave en sus moda­ en sus opiniones del credo social y político de
pueden ni deben olvidarse. Y o mismo conoz­ les, discreto en el decir y siempre bien educa­ la que se llama escuela católica. Ni era frac-
co más de uno, entre damas y caballeros, que do, tenía la convicción de la justicia en todas masón, ni cosa que á tal huela : pues era de­
deben la vida de que gozan y el bienestar de las circunstancias. Creyó el 6 de Febrero que masiado serio para aplicar sus aptitudes á cosas
que disfrutan, á la habilidad, abnegación y M aracaibo hacía bien en desconocer el G ob ier­ de esa la y a ; pero parecía algunas veces libre­
oportuna ingerencia de un sabio profesor, que no del general Monagas, y el doctor Y a l b u e - pensador ó revolucionario sin serlo, sostenien­
consagró muchas vigilias al estudio y práctica n a , decidido y entusiasta, se adhiere al famoso do tesis que los descreídos apadrinan ó prohí­
de un arte tan importante y rodeado de tántas pronunciamiento que tuvo lugar en el Colegio jan, sobre todo cuando las circunstancias los
penalidades. Nacional, que él regía, y firma convencido el llevan á las alturas del Poder. Probablemente
U n poeta escribe un madrigal, idilio ó e le ­ documento, que puso su porvenir en manos de habría cambiado de ideas, si alguna vez hubiera
gía, inspirado por la pasión ó por la adulación un poder entonces co lo sal; y, como muchos, sido autoridad, gubernativa, pues entonces ha­
muchas veces, y ese poeta no muere, y sus com ­ emigró cuando los acontecimientos fueron a d ­ bría visto claro que las utopías revolucionarias
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llevan las sociedades al abismo. Que en pue­ bra ó por escrito. Esto se llama libertad del V I.
blos protestantes ó disidentes vayan la Iglesia y pensamiento ', y por más que el pensamiento pa­
Pero cuando haya que evocar á los buenos
el Estado por caminos distintos, es aceptable, rezca que deba ser libre, la razón, el buen cri­ ciudadanos, que consagraron á la Patria sus
y quizás conveniente para los católicos; pero terio y la práctica de la vida social deben limi­
mejores años, habrá que recordar al doctor
que en pueblos católicos, como los nuestros, tarlo alguna vez. Otro tanto sucede con la B las V alb u e n a . Cuando Maracaibo cree en
que no pueden cambiar de ideales sin suicidar­ libertad de enseñanza y la libertad de industria.
lo futuro el panteón histórico de sus hombres
se, se quiera la separación de la Iglesia y el Aprender y enseñar cada ciudadano lo que
útiles, que se desvivieron con desinterés y bri­
Estado, es una tesis que sólo pueden sostener quiera, y ejercer la industria que á bien tenga,
llo por la causa de los pueblos, tendrá que asig­
los que anhelan por descristianizar las masas; parecen joyas adquiridas por nuestro sig lo ; sin
nar al doctor V a l b u e n a un puésto de honor.
es decir, los libre-pensadores, que desean sem­ embargo, la experiencia demuestra con cifras y
Y mientras ese día llega, como llega todo,
brar el deísmo para llegar luégo al materialismo con hechos, que la primera engendra la igno­
el Rectorado del Colegio Nacional debe colo­
en las acciones, y al ateismo en las creencias. rancia y la audacia, lanzando sobre los pueblos
car con meritorio aplauso el retrato del señor
Nuestro finado amigo sostenía con independen­ miles de especuladores sin conciencia, que son
doctor B l a s V a l b u e n a en el salón de actos
cia opiniones de ese género, con la mejor bue­ el oprobio del saber y la vergüenza de su Pa­
académicos, como justo tributo á la causa de la
na fe, creyendo por el contrario hacer un ser­ tria ; y la segunda, lléna las sociedades de hom­
instrucción y al progreso de esta tierra de Ma-
vicio á la causa de la Religión. Esto prueba bres viciosos y de mujeres corrompidas, po­
ra, que por medio de uno de sus Qobiernos
que era un hombre independiente, y que apli­ niendo en grave peligro los fundamentos de
colocó en el mismo salón á hombres meritorios
caba su intelecto no sólo á la Medicina, sino toda comunidad bien ordenada. Así que, bien
como el presbítero maestro J. M. Angulo, li­
también á los grandes problemas políticos y meditado todo, resultan que las libertades sue­
cenciado Carlos Urdaneta, maestro José I. S il­
sociales que agitan al mundo desde hace un len ser tan perjudiciales á los.pueblos como las
va, presbítero doctor J. A. Rincón, doctor J.
siglo. Llevado de su índole y de sus estudios restricciones y el absolutismo político, por los
M. Rodríguez, doctor A . J. Urquinaona, d o c­
favoritos, escribió á fines de 1863 un notable abusos que el hombre comete dondequiera.
tor J. E. Gando y otros benefactores de aquel
articulo que se publicó como suplemento de E i La Unión Norte-Americana, que es la síntesis
instituto.
Correo del Z ulia, con las iniciales B. V. A ca­ práctica de los progresos políticos de nuestro
M a n u e l D a g n in o .
baba de triunfar la Federación, y el país anda­ siglo, es una prueba palmaria de que la utopía
ba envuelto en mil dificultades, como debía y la realidad en política andan muy distantes; M aracaibo: Mayo de 1888.
suceder con el triunfo de un partido que había y evidencia con sus costumbres y ,con sus insti­
NOTA DE LA DtRECCIOH.
estado luchando durante cinco años. E l artí­ tuciones, que caben, por necesidad social, bajo
culo se titulaba : L a cuestión no es política, sino el Pabellón estrellado, leyes y costumbres que El señor doctor B l a s V a l b u e n a nació en
Maracaibo el día 3 de Febrero de 1815, y mu­
económica - y t í o le faltaba razó n : las cosas se han sido motejadas á los Gobiernos absolutos. rió en Caracas el día 5 de A bril de 1888.
mejoraron con el empréstito de un millón de Pero nosotros no somos yankees; nuestra raza
libras esterlinas; porque, exhausta la nación es más ardorosa, la imaginación y el sentimien­ ---- °;*x» 4 -----
con una guerra tan porfiada, no era posible en to se nos imponen, y las tradiciones, la educa­
aquellas circunstancias, encarrilar de nuevo la ción y el clima mismo, nos convierten en artis­
República sin un ingreso pronto y considerable. tas, cuando debiéramos ser filósofos ú hombres
de Estado. Escribimos poemas en vez de có ­ A Eduardo López R iva s.
V.
Estas breves pinceladas biográficas sobre digos; y cuando las cifras de la Estadística de­
mi finado amigo no tienen otro objeto que ha­ bieran imponernos un mandato, buscamos la ómo olvidarte, sirena ardiente,
cer justicia á quien la merece. No entra por inspiración de nuestras resoluciones en algún si fue en tu seno la vez primera
que, al sol naciente,
nada en el asunto la cuestión política, pues simpático escritor de allende el Atlántico, y en de frescos nardos y enredadera
extraño como lo he sido siempre á ella por las nombre del entusiasmo de una doctrina agena, bella corona lució mi frente !
circuntancias que me han rodeado, he podido causamos males sin cuento á nuestras repúblicas
Cómo olvidarte con mi cariño,
ser imparcial y justiciero con todos los hombres sud-americanas. P o r q u e r o nos referimos en si fue en tu seno y en tu regazo
de esta tierra, cuya historia no puede ser escrita esto que exponemos, á V enezuela: hablamos que, alegre niño,
sino por imparciales, sin otro interés que el de­ en general y sin vestir preseas banderizas de bajo mis blancos sueños de armiño,
rivado de los principios de equidad y de justicia. partidos, á que jamás ha pertenecido el que de tierna madre sentí el abrazo'!
Hubo una época infausta en que los ánimos esto escribe: somos amantes de la Historia, y Cómo olvidarte mi pensamiento,
estaban de tal manera divididos y exaltados, este amor nos ha llevado á estudiar, desde muy cómo no hablarte la poesía
que los conservadores y liberales se detestaban temprano, las causas de la elevación ó decaden­ del sentimiento,
cia de los pueblos que marchan por el camino hoy que semeja la vida mía
mutuamente; y en tal situación de ánimo,
la parda nube que lleva el viento 1
¿quién era hombre honrado, ni bueno, ni res­ de la civilización.
petable? . . . . Pero los tiempos han pasado, y, Creemos, pues, que el señor doctor V a l - Reina del lago ! la musulmana
virgen risueña de aquesta zona
más sosegadas las pasiones y las iras políticas, buena, aunque pasó siempre por conservador,
de luz y grana,
la justicia va entrando en las conciencias ; y ya era en el fondo liberal; pero él quería la liber­ no el brillo empañes de tu corona
no son tan malos los liberales1, ni tan dignos de tad sólida, verdadera, aunque fuese paulatina. ni tu cimera de noble indiana!
odio los conservadores. Éstos cayeron, por­ Antes que todo, quería la riqueza y bienestar .•
Viste tu regia gasa de oro,
que « el mundo no es ni de los sabios ni de los del pueblo, porque él creía que los pueblos po­ ciñe tu casco de índicas plumas,
« valientes », sino de quienes saben apropiárselo : bres, sin un pan fácil y seguro, sin caminos, multicoloro,
y los conservadores dejaron escapar el Poder sin agua corriente, sin garantías en su trabajo, tú que, cual Venus, de las espumas,
de sus manos en 1848, en 1858 y en 1868. no pueden ser lib res; y de allí venía su amor y surjiste de entre lago sonoro.
Quiere decir que los liberales fueron más prác­ su consagración al estudio de las cuestiones Campo de rosas, enhiesta palma,
ticos, y por eso mandan el país : y lo mandan, económicas. La cuestión política c.on sus pa­ desde estas playas donde te. canto
porque están en mayoría ; y están en mayoría, siones horribles, con sus peligros personales, te llora el alm a;
llora, si lloras con tu quebranto;
porque los conservadores se fueron apartando con sus odios y sus venganzas, la miraba con
llora, si pierdes tu dulce calma.
de la .vida pública, como nuestro amigo el señor horror, y él dejó de ser político cuando creyó
doctor B i. a s V a l b u e n a , desde que se conven­ que el país había entrado prematuramente por Perla entre conchas, lumbre del prado,
desde estas playas donde perdido
cieron de que ciertas doctrinas político-sociales la vía de la reforma. No sé si tuvo ó no razón
tánto he llorado,
necesitan del crisol de la experiencia para acli­ para esa conducta que observó en los últimos sabrás,.oh Patria! que no te olvido,
matarse y depurarse. Las doctrinas liberales veintiocho años de su vida con estricto rigor. pobre viandante de ti alejado.
se hallan en este caso : el siglo X IX ha sido el Ningún Gobierno ni situación política le mo­
Sabrás que al soplo de tu memoria,
siglo del liberalismo, y probablemente en el lestó en esa larga época; prueba de que el d oc­ mientras serena brilla la luna,
futuro, los pueblos mismos volverán sobre sus tor V a l b u e n a , si había sido oligarca, conser­ para tu historia
pasos en algunos puntos que la experiencia vador ó como quiera decirse, no tuvo jamás pido una vida sin sombra alguna,
señala como muy peligrosos y poco fructíferos tendencias ni disposición á ser faccioso ni re­ pido á la fama su luz de gloria.
para la civilización. volucionario. El amaba en política un impo­ Reina del lago ! bébe en la fuente
Así en general, ¿quién niega que la liber­ sible ; y no siendo realizable su idea!, que ere donde tus héroes amor bebieron,
la libertad, el orden y el progreso paulatinos, y del nitente
tad de la palabra es muy bella y muy apeteci­
laurel egregio que te tejieron,
ble? Pero su exageración trae como conse­ de acuerdo con el grado de instrucción, hábi­
álza ceñida la pura frente !
cuencias funestas en algunos casos la injuria, la tos políticos y moralidad de los pueblos, optó
calumnia y el escarnio de un tercero, de pala­ por apartarse y se apartó. M a n u e l M a r ía B e r m u d e z Á v il a .
48 EL ZULIA ILUSTRADO

motilones. Fue separado del Estado de M ag­

p A C S l M ILE. ANTROPOLOGÍA dalena, al que pertenece por su posición geo­


gráfica, y sometido á la administración directa
del Gobierno central en Bogotá, con el fin de
« r ei^áRE© me^ibéR que se pudiera atender mejor á la reducción d i
los indígenas. Algo se ha logrado con los
MO lo ofrecimos á nuestros lectores en no­

r
PO R
ta de la página 36 (núm. 4), publicamos arhuacos, que viven en la parte septentrional
hoy un facsímile perfecto del mapa que trazó A. E R N S T . del Territorio ; pero en cuanto á los motilones,
el cosmógrafo don Alonso de Chaves, según el todos los esfuerzos han quedado infructuosos.
Traducción aumentada da un artículo publicado an las "Actas da la No hay medio de sacarlos de la vida de ladro­
cronista espafiol don Gonzalo Fernández de Sociedad Antropológica de B e rlín ." 1887. 297 á 301.
nes salvajes que siempre han llevado, y por
O viedo y Valdés.
cierto que apenas puede esperarse otro resulta­
Es una verdadera curiosidad geográfica qtre OS Motilones son una tribu casi des­ do de las expediciones, ó mejor dicho cacerías,
tiene, además, el mérito de ser la representa­ conocida que desde los tiempos de la que de vez en cuando se organizan contra ellos,
ción más antigua que existe del lago de M ara­ conquista ha permanecido en un es­ en las que se mata á todos sin consideración
caibo : es el primer mapa de esta región traza­ tado completamente salvaje, vagando de sexo ni de edad. Los indios, por su parte,
d o por los conquistadores según los alcances por las húmedas selvas montañosas no perdonan ocasión de desquitarse, y los pue­
d e la ciencia en aquella época. de la frontera venezolano-colom bia­ blos de Espíritu Santo, Jobo y Palmira perma­
na, entre los ríos Zulia y César. En necen en una especie de estado de sitio, que
De su autenticidad responde la R ea l A ca­
Colombia se ha dado su nombre á un Territo­ muy probablemente terminará con el completo
demia de la Historia. abandono de las colonias. Para hacer el me­
rio, en el que los mapas indican un pueblo lla­
mado Espíritu Santo. Se dice que este T erri­ nor trabajo fuera de poblado, se necesita una
torio tiene 4,500 habitantes, pero no todos son escolta atmada, y aun así, no son raros los

Facsím ile de un mapa antiguo del lago de Maracaibo.


EL ZULIA ILUSTRADO 49

casos de que los motilones hieran ó maten con I., 57. 58.) Pero de estas misiones ya no trionales en su Noticia Cuarta (pág. 379) y re­
sus flechas á alguno que quede en zaga. (Si- existe el menor vestigio, y en tal grado se ha fiere que Alonso Pérez de Tolosa emprendió
mons, On the Sierra Nevada o f Santa Marta perdido toda noticia de ellas, que hoy nada se contra ellos una expedición sin alcanzar su pro­
and its watershed, en Proceed. R. Geogr. sabe del idioma que allí se hablaba.1 pósito (1550). Piedrahita (Historia general
Soc., Diciembre 1881.) Son sumamente escasas las noticias de los de las conquistas del Nuevo Reino de Granada,
Por el lado dé Venezuela las correrlas de historiadores antiguos acerca de los motilones. Amberes 1688, pág. 461) copia las mismas pala­
estos indígenas se extienden hasta las orillas Herrera menciona muy de paso su nombre en bras de Fray Simón, y cita, además, los m otilo­
del rio Zulia, y tina laguna á la izquierda de el Perú (Década V I, cap. X , pág. 141 de la nes (pág. 15) entre otras tribus que,’ según él,
dicho río lleva probablemente por tal razón su edición de 1736), donde los conoce también formaban la nación de los chitareros. Repeti­
nombre. Está situada entre 8o 27' á 8° 38' L. Fray Simón (Noticias historiales de las con­ das veces se habla de las correrías de los moti­
N. y 72o 25' á 72o 36' Long. O. de Greenwich, quistas de tierra firme en las Indias O ccidenta­ lones en las Relaciones de los Virreyes del Nue­
mide poco más ó menos 8 leguas cuadradas y les, Cuenca 1627, págs. 404 y 405). De los vo Reino de Granada (publ. por J. A. García:
se comunica con el Zulia por medio del caño mismos motilones habla Raimondi (en Paz Sol­ y García, Nueva York 1869, pág. 15, 49, 103,
Motilones. dán, Geografía del Perú, París 1862, pág. 674); 207); pero nada dicen de ellos Castellano$
Nadie hasta ahora ha visto los ranchos de de ellos tiene su nombre un desembarcadero (Elegías de Varones ilustres de Indias), ni el
los motilones, ni se sabe con seguridad si tie­ del río Mayo, cerca de Moyobamba. No me Cronista de las Indias Oviedo; de manera que
nen algunas moradas fijas; y nada se puede ha sido posible descubrir si hay motivo de ad­ no es de extrañar que entre los autores moder­
decir, por consiguiente, del número aproxima­ mitir alguna relación entre esta tribu peruana nos ni aun IVaitz, á pesar de su estupenda eru­
do de estos indígenas. Durante el Gobierno y los motilones en Colombia y Venezuela, aun­ dición, no menciona siquiera su nómbre. La
español se dice que hubo entre ellos diez mi­ que tal cosa no sería de todo punto imposible, noticia relativamente más extensa acerca de
siones, fundadas en los años de 1779 y 1792, puesto que muchas, y á veces muy sorprenden­ ellos se lee en Alcedo (D icción, geogr.-hist.
en las cuales había cerca de 1,000 indios bau­ tes, fueron las migraciones de las tribus sur- de las Indias Occidentales, Madrid 1786 ; III,
tizados y 300 no bautizados. (Anuario Esta­ americanas. 257); pero en el fondo es de poca importancia.
dístico de la Sección Zulia, Maracaibo 1886, Fray Simón menciona los motilones septen­ Finalmente debo añadir que ocurre dos veces

Fa n M Ia te D in ia s .

e l nombre de los motilones en el mapa de V e ­ se dará en seguida, é hice sacar por el señor el pecho, y como lo demuestra el cráneo, tam­
nezuela por D . Juan López (Madrid 1787): al F. Lessmann cinco vistas fotográficas, según bién tres machetazos en la cabeza. Posterior­
Sur de la laguna de Maracaibo, entre los ríos las cuales se han hecho las figuras insertas en mente se recogió la cabeza, mientras que en el
Chama y Catatumbo, sobre montañas de las el texto original de este trabajo. acto mismo se llevaron sus armas y un objeto
cuales desciende un río Sardineta hacia el úl­ El señor general Tinedo Velasco me refirió particular, del cual hablaré más adelante. Las
timo de aquéllos, y después algo más hacia el al mismo tiempo la^ circunstancias en las cua­ flechas tienen dos varas de largo. Según una
Suroeste, al Norte de San Faustino. Aun hoy les se había conseguido el cráneo. Con el fin muestra que hace poco me remitió mi estimado
es exacta esta segunda indit ación; pero del de acabar con los repetidos robos de ganado amigo el señor doctor M. Dagnino, la punta es
primero de los puntos citados los motilones han que hacían los motilones en los hatos situados de hierro, de forma triangular, bastante afilada
desaparecido, si.acaso jamás hubo allí algunes. á orillas del Zulia, varios propietarios organi­ en los lados, y mide 7 centímetros de largo y 3
López agrega á su nombre la nota : « los peores zaron en 1885 una expedición al territorio de de ancho en la base; está fija en un pedazo de
indios que hay » ; lo que aun en nuestros días es los indios, y encontraron una banda poco nu­ madera de un decímetro de largo, por medio
opinión corriente entre los habitantes de las merosa, que inmediatamente huyó por entre la de un hilo que forma un tejido muy cerrado y
comarcas vecinas. selva. Uno de los indios quedó herido por que pasa por un agujero practicado en la punta
Ninguna obra etnográfica ó de antropología una bala, y siguiendo las señales dejadas por la de hierro á la distancia de 5 centímetros de su
hace mención de los motilones. Fue por eso sangre, sus perseguidores le hallaron escondido extremo superior. 1
de no poco interés para mí la noticia que me en una cueva, de la cual salió, al acercarse Según los informes del señoi Tinedo Velas­
dio el señor general Bernardo Tinedo Velasco aquéllos, gritándoles en castellano : « No mata ! co, los motilones no saben hacer uso de las
de Maracaibo, de haber conseguido un cráneo no mata ! » Recibió, sin embargo, una bala en
de motilón para el nuevo museo seccional que ? E l doctor.Dagnino dice en la carta que acom paña­
con muy loable empeño se piensa fundar en 1 El señor Jorge Isaacs lia publicado hace poco un b a el envío de la p u n ta referida r “ Le fu e ex traíd a A
¡ pequeño vocabulario de la leDgua de los m otilones un joven victim a dé los indios m otilones, en el Hospital
aquella ciudad. Á mi súplica, dicho señor tuvo lAnali s de lu InsTrucción Pública en los Estados Uni- de Cliiquinquirá (MaracRibo1, en 188-, ocho días des­
la amabilidad que debidamente le agradezco, , dos de Colombia, tomo V III, 213 á 216). que contiene pués del suceso. E n tró por el tercer espacio in ter­
de remitirme el cráneo á Caracas, donde lo ! m uchas palabras caribes; pero esta circunstancia sola costal derecho, hirió, la p leura, atravesó el pulm ón,
no basta aún para decidir si los m otilones son real- V produjo un enorme derram e de sangre. E l jo v en
sometí á un estudio detallado, cuyo resultado ! m ente de la fam ilia caribe. sucum bió á los 20 días, por septisem ia.”
5° EL ZULIA ILUSTRADO

armas de fu e g o ; cuando en sus correrías de Resulta de estos números que el cráneo lle­ ro y presenta arriba una apertura circular, an­
rapifia alguna de ellas cae en sus m anos, la b o ­ ga casi al límite superior de los mesocéfalos, cha, de 8 milímetros, que está cerrada por un
tan después de haber rellenado fuertem ente el siendo al mismo tiempo muy poco hipsicéfalo; tapón de 56 milím. de largo y formado de un
cafión con a r e n a ; m achetes y otras armas c o r ­ según el índice facial, pertenece á los cráneos pedazo de eje de la inflorescencia (ó sea de la
tantes, por el con trario , son para ellos objetos braquifaciales de Topinard3; según el orbital, verada) del Arundo saccharoides ó cana brava.
m uy cod iciad os. á los microsemos de Broca3; según el nasal, á Este tapón lleva inserto en su extremo inferior
los mesorinos; y según las dimensiones del pa­ una púa de raya, de 4 centím. de largo. El
P rocedo ahora á registrar las m edidas to ­
madas en el cráneo. No ignoro que los núm e­ ladar, es leptostafilino. envase contiene un polvo bastante fino, de co ­
ros obten idos del exam en de un solo cráneo no Los huesos en general son más bien finos lor gris-verdoso, constituido sin duda de hojas
tienen sino un valor re la tiv o ; pero co m o se
que gruesos; la bóveda craneana, v. g ., es tras­ trituradas. Aunque no hay noticia directa
trata en este caso de un objeto hasta ahora sin
lúcida en varios puntos si se mira á través del sobre el uso de este objeto, no tengo la menor
agujero occipital en dirección de la luz. Sólo duda de que es un aparato para sangrar. Es
segundo, y que proviene adem ás de un hom bre
en la protub. occip. externa son muy marcados cosa notoria que muchas tribus de indios con­
adulto (d e aproxim adam ente 40 á 45 an o s), me
in clin o á creer que su d escripción d etallad a no los lugares donde se insertan los músculos. sideran la sangría como remedio universal y la
carece de interés an tro p o ló gico. Las alas de la apófisis pterigoides son grandes; practican por medio de púas de raya. I^a san­
asimismo aparece muy desarrollada la apófisis gre se estanca después de algún tiempo apli­
I. mastoides. Las abolladuras laterales del hueso cando diversos hemostáticos vegetales (Rich.
MEDIDAS. frontal son bastante pronunciadas; más pro­ Schomburgk, Reisen in Guayana, II., 334).
C apacid ad en c m s ........................................... 1250
minente aún es la cresta temporal. Las sutu­ Examiné una pequeña porción del polvo ver­
Lon gitu d m ayor ( c m . ) ..................................172 ras son poco com plicadas: la parte posterior doso, y encontré que tiene mucha analogía con
A nchura m a y o r ................................................. 136 de la sagital es muy irregular ; de los agujeros las hojas de matico (Arthan/e elongata M iq.):
A ltura r e c t a ........................................................130 parietales falta el uno por completo y el otro el cocimiento es de color de vino de Oporto ;
A ltura a u r ic u la r ................................................113 tratado con cloruro de hierro, da un precipita­
está apenas indicado. La rama derecha de la
L on gitu d o c c ip i t a l........................................... 53
A nchura del proc. n a s a l................................. 26 sutura lambdoides es muy regular y sus sinuosi­ do moreno—oscuro, con acetato de plomo
A nch ura de la f r e n t e ...................................... 95 dades corresponden aproximadamente al nú­ otro rojizo al principio, que poco á poco pa­
A nchura c o r o n a l........................................... 111 mero 4 de la escala de Broca ; la rama izquier­ sa á gris-verdoso; pero las reacciones son
A nchura te m p o r a l........................................... 122 da, al contrario, es muy irregular y forma en su menos intensas que las observadas en el coci­
A nchura t u b e r a l............................................... 128
parte media un arco notable que sobresale cosa miento de hojas de matico. La cantidad dis­
A nchura o c c ip i t a l............................................ 110
A nchura m a s to id e a l........................................118 de un centímetro hacia adelante. No hay hue­ ponible de polvo no Jjastaba para investigacio­
A nchura a u r ic u la r ........................................... 100 sos wormianos en ninguna de las suturas. Nó- nes ulteriores; sin'embargo, me parece muy
C ircun feren cia horizontal . . . . . . . 4S5 tanse en el cráneo los vestigios de tres sablazos: probable que esta sustancia proviene también
C ircu n feren cia v e r t i c a l................................. 300 el primero se llevó 1111 pedazo de la cara poste­ de una de las muchas especies de Arthante, y
C ircu n feren cia frontal en la d ire c ció n de
rior de la apófisis mastoides izquierda, el se­ que los motilones la usan como hemostático.
la sut. s a g i t a l ................................................123
C ircu n feren cia central en la d irecció n de gundo cortó en ia parte superior de la sut.
la sut. s a g i t a l................................................117 lambdoides una escama delgada del hueso pa­
C ircun feren cia o ccip ital en la d ire c ció n de rietal del mismo lado, y el tercero hirió la base
la sut. s a g i t a l................................................111 del maxilar inferior. L A D A N T A ,
C ircu n feren cia sagital, por co m p le to . . 351
Foram en m agnum , lo n g it u d ........................ 34
F.l borde alveolar de la mandíbula superior
Foram en m agnum , a n c h u r a ........................ 26 es bastante prognato, menos lo son los dientes.
D istancia del Foram en m agnun á la raíz La dentadura superior es completa, esceptuán- Véase la página -
n a s a l.................................................................. 98 dose las cordales, que probablemente se per­
D istancia de la entrada del m eato a u d iti­
dieron después de la muerte, porque sus alvéo­ 3.0M0 lo tenemos ofrecido en el pros-
vo á la raí/ nasal........................................... 100
A ltura d e la cara A ........................................... 102 los son limpios y profundos. El primer pre­ p ed o de esta publicación, principia-
A ltura d e la cara B ...................................... 63 molar es algo mayor que el segundo; asimismo \ -r : V ; mos hoy á ocuparnos de la fauna del
Anchura de la cara A . interyugal . . . . 128 lo es el primer molar verdadero respecto del Z u lia ; y nos parece natural ceder el primer
Anchura de la cara B. interm alar . . . . 109 siguiente. El desgaste de los molares ha pro­ puésto á la d a n t a , el más corpulento de los
O rb ita, a n c h u r a ................................................ 40
ducido en la superficie triturante una ligera cuadrúpedos indígenas de estas comarcas.
O rb ita, a l t u r a .................................................... 33
A nchura de la raí/ nasal................................. 19 concavidad continua. La curva dental es algo Léase, ante todo, lo que de este paquider­
N ariz, altu ra......................................................... 45 elíptica, como se verá de los números siguien­ mo americano sabían, según Oviedo, los con­
N ariz, anchura.................................................... 22 tes que expresan les distancias interiores entre quistadores :
Paladar, lo n gitu d ............................................... 50 los puntos indicados del borde alveolar en
Paladar, anchura................................................ 39 « Los españoles en la Tierra-Firm e llaman
m ilím etros: « danta á un animal que los indios le nombran
II. c - <•: 23.5 m 1— m*t 36.5 « beorí (en la provincia de Cueva), y diéronle
p 1— i»1 : 29.5 ms— m s : 41.0 « este nombre, á causa que los cueros destos ani-
in d u *:■
> <Ai.u t.Anos. 11 males son muy gruesos; pero no son dantas.
p -— p s : 34.0 m 3- - m 3: 39.0
Longitud á a n c h u r a ...................................... 79.0 11 Antes en los nombrar assi es tan improprio el
Existen sólo tres molares en la maxila infe­ « nombre, como llamar al ochi tigre. Estos
L on gitu d á a l t u r a ...........................................75.6
In d ice a u r ic u la r ................................................64.0 rior ; los otros dientes se perdieron muy pro­ « beoris son del tamaño de un becerro de un
In d ice o c c ip i t a l............................................... 32.0 bablemente casi todos después de la muerte. n año, los mayores. El pelo es pardo esc uro i
In d ice facial (A : a ) ...................................... So.o Es digno de notar que la rama izquierda del « algo mas espesso quel del búfano, é no tiene
In d ice facial (B : b ) ...................................... 66.0 h cuernos, aunque los llaman vacas algunos.
maxilar inferior no tiene sino un solo molar
Indice o rb ital.................................................... 82.5 k Son de muy buena carne, aunque es algo
In dice' nasal.................................................... 48.8
verdadero, fuera de los dos premolares; mien­ * m ollina mas que la de la vaca de España.
In d ice p a la tin a l................................................78.0 tras que del lado derecho existen dos molares k Los piés deste animal son muy buen manjar
A ng u lo facial (fren te, espina nasal, meato verdaderos y además el alvéolo algo obliterado « é muy sabrosos, salvo ques menester que cue-
a u d i t iv o ) ......................................................... 69.0 del tercero. « <;an veynte horas ó mas (quiero de^ir que es-
« ten muy cocidos), porque tardan en se co^er.
En su conjunto, el cráneo es de forma muy « Mas estando tales, es manjar para darle á
III.
regular, y si fuera lícito sacar de un solo caso if qualquiera que huelgue de comer una cosa d e ,
MEDIDAS TOMADAS EN LA MANDÍBULA INFERIOR. « muy buen gusto é digistion. Matan estos
consecuencias generales, deberíamos decir que
(Segú n B roca) « beoris con perros, é despues que están asidos,
los motilones de ningún modo ocupan un pués-
1. Línea b ic o n d ilia n a ................................. 116 « ha de socorrer el montero con mucha dili-
to muy bajo entre las diferentes tribus indíge­
2. L ínea b ig o n ia c a ...................................... 90 «gen^ia á alcanzar el beorí, antes que se'entre
3. Linea ba rb a l................................................ 43 nas del país. « en el agua, si por allí <;erca la h a y ; porque
4. A lt. s in fis ia n a ........................................... 33 El objeto mencionado arriba, que se quitó « despues que se entra en el agua, rio ó laguna,
5. A lt. m olar.....................................................25 al motilón muerto, es un envase hecho del « se aprovecha de los perros é los mata á gran-
6. Long. de la ram a...................................... 60 pericarpio piriforme de una cucurbitácea; tie­ « des bocados. É quando le toman apartado
7. Anchura de la r a m a ............................. 36 « del agua, 110 tiene tanto cuydado de morder
ne exactamenteun decím. de largo y 84 milím.
8. Cuerda g o n io -s in fis ia n a ........................ 81 « ni defendersse, como de huir al agua. Mas
9. Cuerda co n d ilo -c o ro n o id ia n a . . . . 35 por diámetro mayor. • Es de color moreno cla­ « despues que en ella entra, ha?e lo contrario ;
10. C u rv a b ig o n ia c a .......................................170 « é acaes^e llevar un brago con media espalda á
11. A n g u lo m a n d ib u la r.................................. 120o 1 Los antropólogos alemanes emplean los término» « cercen de un bocado á un lebrel, é á otro
12. A n g u lo sinfisiano.......................................80° chumifprowp y metokonch respectivamente en lugar « quitarle un palmo y dos del pellejo, assi co-
de lo< arriba usados ; pero como estas palabras no se « mo si lo desollassen. É yo he visto lo uno
adoptan con facilidad tí la pronunciación castellana,
Peso d el cráneo entero . . . 770 g. he preferidlo, en estos casos, la nomenclatura fran­ i»é lo otro, lo qual no liaren tan á su salvo fue-
Peso de la m andíbula in ferior . 80 g. cesa. « ra del agua.
EL ZULIA ILUSTRADO 5i

k Hasta agora los cueros destos animales gencia, y sobre todo mucho apego á las personas goçiaçion, quando le paresçiesse q u e seria
* no los saben en estas partes adobar, ni se que la cuidan, siguiéndolas con la fidelidad de mas á su propósito. D esto no quiero ser
« aprovechan dellos los chripstianos, porque no un perro. En el Brasil se la encuentra frecuen­
« se dan á e llo ; pero son tan gruesos ó mas que temente domesticada y empleada como acémi­ ju ez, aunque assi se d ix o p or m uchos.
« los del búfano, y no creo que serian menos la, pues puede cargar mayor peso que las mu- E n fin, él se partió atravessando por los
* buenas las bardas ó cubiertas destos cueros de las. Su piel es muy compacta y más estimada pueblos de los pacabuyes, la via del Sueste,
« beoris para caballos de gente darmas, que to- que la del buey. Hasta ahora la danta sólo ha
« das las que pueden haberse en Nápoles, ó don- arrim ándose h àçia el rio proprio, dando á
sido introducida en Europa, como objeto de
ir de mejores se hacen. Estos animales se la- estudio ó de curiosidád en los jardines zooló­ entender que todavía queria probar á pasalle
« men muy á menudo las manos, como el oso, gicos. Se han hecho algunos ensayos, sin em­ si hallasse passo. Y llegad o á la costa del
« por alguna especialidad ó gusto que en ello bargo, con el objeto de aclimatarla y domes­ rio é tierra de los pem eos, anduvo por allí
« hallan, é assi también las manos de los osos ticarla.
« son de muy buen sabor: é yo vi en Mantua arriba m uchas jornadas. E stos pem eos trac-
( L arousse - Enciclop.')
« quel Marqués Francisco de Gon^aga hacia en tan poco oro, y tienen cob re por m oneda, y
« su palacio criar é engordar osos pequeños, é es tierra de m uchas ciénegas, é m u y desa­
« vi en su mesa tractarse este manjar por cosa
k prestad a, é aun le he probado allí é no me
provechada, si no fuesse poblándose la tier­
« supo mal, y aun tengo por mejores las manos ra de los çondaguas y pacabuyes ; que en-
« del beorí que las del oso. De los piés no se tonçes se podrían haçer herm osas labranças
« hace caso para los comer, los quales é las ma-
D E S C U B R IM IE N T O . - CO N Q U IST A. - E P O C A C O L O N IA L Y en la tierra de los pem eos, y se criarían en
* nos tiene hendidos dos veces, assi que es de EM A N C IPA C IO N P O L IT IC A D E L Z U L IA .
k tres uñas cada u n o : la cola es muy corta é ella m uchos ganados.
k las orejas complidas.» Siguien do el gobernador el rio arriba,

Veamos ahora lo que de ella dice la zoolo­


Gonzalo Fernández ele Oyietlo y Valíés llegó á otra gente que se llaman xiriguanas ;
PRIM ER CRONISTA DEL NUEVO MUNDO. pero no com o los otros de atrás, porque son
gía moderna:
anim osos guerreros, é quatro ó çinco indios
La nariz terminada en una trompa corta D e s p u e s de allegado Esteban M artin con destos ossan esperar á quinçe y á veyn te
movible en todos sentidos, pero desprovista ochenta y dos hom bres á se ju n tar con el chripstianos. Y por m uch as am onestaciones
del apéndice que en el elefante constituye un gobernador A m b rosio, quiso passar el r í o ; que se les hiçieron, nunca quisieron la paz ;
órgano de ta c to ; seis incisivos cortantes y dos
caninos en cada mandíbula; siete muelas en pero nunca pudo llegar á £um eti, q u e estaba antes en tres ó quatro pueblos, por donde
cada lado de la mandíbula superior y seis sola­ destotra parte que los chripstianos estaban, passaron los nuestros, les hirieron un caba­
mente en la inferior ; los ojos pequeños y late­ por las m uchas aguas de lagunas y esteros llo y quatro chripstianos : que no escapó al­
rales ; las orejas bastante largas y movibles ; el
que estaban en el camino. H a y desde esta gu n o de todos ellos, no porqu e tenían hier­
cuello la rg o ; el cuerpo cubierto de una piel
muy gruesa y formando pocos pliegues; el pelo tierra de los «¡ondaguas á la cibdad de C o ro bas, sino porque las heridas fueron m ortales,
corto y sedoso; la cola corta y poco vellu da; Ciento y qinqüenta leguas ó m enos, y al C a­ y tam bién porque el cam ino no les daba lu­
cuatro dedos en los miembros anteriores y tres bo de la V e la septenta, y desde el C ab o de ga r de se curar, com o fuera nesçessario. L a
en los posteriores, unos y otros armados de pe­
queños cascos: tales son los rasgos principales la V e la á los <jondaguas se corre N orte S u r tierra de estos x irigu an as es de grandes
del género danta. por tierra, y tan llana que lo pueden andar m ontañas y anegadiços. D esq u e el gob er­
La danta americana, especie típica que por ca rretas; y es todo m u y fértil de m uch o nador vido la m ala dispossiçion de la tie rra ,.
mucho tiempo ha sido la única conocida, es mahiz y yu ca y patatas é otras fructas, y de arrim ósse hàçia las sierras, la via de M ara­
del largo y del género de un buey, pero mucho
más corta de piernas. La cabeza es mucho m ucha monteria de venados y aves, y de ca yb o ; y á la entrada de aquellas sierras
más grande y terminada en una pequeña trom­ m ucho pescado y bueno. Y háse de y r en­ en vió á la len gu a E staban M artin adelante
pa muscular cilindrica y análoga á la del cerdo, tre dos sie rra s: la que está mas al O riente con treynta hom bres, para que viessen si
pero más larga; la náríz replegada hacia abajo
es de la gente que llamaban bubures, pobla­ podrían passar los caballos. Y tres legu as
desempeña en cierto modo el papel de labio
superior. Las orejas-casi redondas tienen su s’ da, y la que está m as al O xídente es las sier­ de donde él quedó, hallaron d os bu híos con
bordes blancos. Tiene sobre el pescuezo una ras N evadas, y lo que queda en m edio es el çiertos indios, q u e no lo s pudieron entender :
especie de crin bastante corta, y la cola apenas valle de los pacabuyes y de los ^ ondaguas; é allí estaban hasta treyn ta gandules, y com o
tiene un decímetro de la rgo ; las piernas son
cortas y fuertes. y á la parte de M ediodía, d on de fenesqe es­ vieron á los chripstianos, com ençaron á se
Este anhnal abunda más ó menos en toda te valle, está aquel gran d rio de Y urna. re y r é burlar de ellos. Y echaron m ano á
la Am érica M eridional; pero presenta, según T o d a s estas gentes tractan m uch o oro, unas lanças de palm as m u y negras de v e y n ­
los países, variedades que parecen debidas á en especial los de ambas costas del rio. E s te é çinco palm os, y otros con m acanas y
influencias locales. Este paquidermo es el cua­
drúpedo más grande de la América del Sur, gente dom éstica, q u e se espera que se podrán arcos y flechas, peleando con m ucha osadía,
aunque sólo pesa unos 200 kilogramos, vive repartir y que servirán á los chripstianos, se- hiçieron retraer á los chripstianos : y pelea­
solitario en las sabanas y en los grandes bos­ gund estos penssaban. Ñ as ce aqu.el rio de ron m as de dos horas con gran díssim o áni­
ques, sobre todo en los de las regiones cálidas
Y u m a al S u r a lgo acostado al Sueste, y jún- m o los unos y los otros; é antes que les
ó templadas. Generalmente establece su v i­
vienda en las colinas y en los lugares secos; tanse en la tierra de los ^ondaguas tres rios tom assen las casas hirieron á E steb an M ar­
pero frecuenta los lagos, io s ríos y los lugares m uy grandes, los dos dellos poblados destos tin é á otros seys chripstianos. Pero no m u­
pantanosos, en los cuales busca su alimento. <jondaguas; y el otro rio es poblado de otra rió a lgu n o de ellos, y m ataron de los indios
Náda perfectamente, se aleja de todo lugar ha­
bitado y solamente sale por la noche. Se ali­ ge n e ra ro n , que llam an fem eos, y aqueste de qu atro ó çinco ; y enviaron á d eçir al g o ­
menta únicamente con vegetales: frutas, raíces, los pem eos viene de la parte oriental, del bernador qn e anduviesse é los socorriesse d e
cogollos, etc. Es de carácter tímido, y no qual se dirá adelante. gente, tem iendo que venían m as indios. E
ataca jamás á los demás animales, á no ser á sus
C o m o el gobern ador vido que no podia aquel m ism o dia dieron los indios otro re­
congéneres en la época del celo. Se defiende,
sin embargo, con vigor cuando le atacan, y passar adelante, por lo que es d icho de las bate é gu açâbara é tornaron é pelear con los
causa terribles heridas con sus dientes; pero m uchas aguas, acordó de se tornar á la cib ­ nuestros: y el d ia siguiente llegaron otros
esto tan solo cuando está herido y le es impo­ quarenta españoles en socorro de los prim e­
dad de C o ro y á M aracaybo, diciendo que
sible huir. Cuando se siente perseguido, si el
agria está próxima y es profunda, se arroja en avia m ucha nes^essidad de su persona, por el ros ; y fueron bien m enester, porqu e desde
ella y permanece algún tiempo sin volver á la mal recaudo de sus tenientes y m inistros en á m u y poco vinieron m uchos indios fleche­
superficie. Su grito es una especie de silbido el exer£Í<;io de la justicia é g o b e rn a ro n , de ros y otros con hondas, é si no fuera por las
agudo como el de la gam uza; los cazadores imi­
tan ese grito para atraerlo; pero, como tiene la los quales le avian enviado m uchas q u exas. albarradas y palenques que y a avian h echo
piel muy gruesa, rara vez le matan del primer ti­ E sto se le im putó á grand m alicia é achaque, los chripstianos, fortificándose, tuvieran tra-
ro. La hembra sólo produce un pequeñuelo por dÍ5¡endo que pues le avian y d o ochenta y b a x o en escapar desta otra terçera b atalla
año. La hembra se separa de su madre desde
dos hom bres sobre los que él tenia, q u e no E l gob ern ador llegó desde á tres dias é h izo
que puede vivir sin sus cuidados: el macho la
acompaña hasta que llega al estado adulto : los se debia tornar atrás, sin saber la verdad curar los heridos, é partió de allí otro d ia
cazadores aprovechan esta circunstaucia para daquella tierra rica, de q u e estaba inform ado despues.
adueñarse de ambos. Cuando se la toma jo ­ por m uchos indios, ussando de m ucha cau­ E stos indios, con quien pelearon, no se
ven, la danta se domestica fácilmente, y aun
llega á familiarizarse con sus amos, hasta el pun­ tela por encubrir aquellos thessoros á sus supo qué gente era ; pero traian tod os m an­
to de solicitar sus caricias y acercarse á la mesa amos los V e d a re s, y porque aquellos pobres tas de algod on cubiertas, assi hom bres co ­
para que le den pan y frutas. Se han visto soldados no go^asseri de ellos á cabo de m o m ugeres, m u y pintadas estas m antas ; é
dantas jóvenes andar libremente por las calles
tantos trabaxos, com o avian pades^ido en su allí hallaron m uchas cargas de sal, que v e ­
de Cayena y volver á las casas de sus dueños
á una hora dada. Manifiesta bastante inteli­ com pañía, y por tornar él despues á la ne- nían de la tierra aden tro de la parte del S u r.
52 EL ZULIA ILUSTRADO

Pero no supieron si esta sal era artifiçial, de tim ento al gobernador, por no se dividir ; ron á la cum bre encim a del puerto, el qual
a gua de la m ar hecha, ó de algu nd lago, ni pero d exaron quarenta é çinco hom bres en hallaron llano é de grandes prados, sin m on­
de qué parte se traía. el pueblo, y los demás subieron al puerto á te a lg u n o ; y caminaron por un páram o tod o
Partidos de aquel pueblo los chripstia- lo alto, que estaría dos legu as de allí, y con ­ el dia, con grandíssim o frío, é agua, é vien- „
nos y su gobernador por unas sierras no sideraron la dispossiçion de la tierra y los t o : é tom óles la noche en el m esm o pára­
m u y altas, pero fragosas, en que se detu vie­ passos, y penssaron peresçer de frío. Y m o, é hallóse el gobernador A m b ro sio en
ron quatro jornadas, sin hallar poblado, con lu ego otro día am anesçiô la m ayor parte de la van guardia con hasta veyn te y cinco hom ­
m ucha ham bre, en el qual cam ino é sierras la sierra cubierta y llena de nieve; y los bres, y todos los dem as durm ieron, de y r
quedaron despeñados y desm ayados tres ca ­ chripstianos con m ucho trabaxo, casi hela­ cansados por el cam ino, cada uno donde
ballos y una y e g u a , lo uno por m uchas cay- dos, se tornaron adonde avían d exado los podia. Pero el que m ejor cam a tuvo, tenia
das que avian dado y lo otro por no aver com pañeros, y el día siguiente se partieron los pies en el agua assentado, dando tenaca-
hierba que com er. Y también se ca y ó m uer­ de aquel lugar, cargados todos de m ahiz, é das con los dientes, tem blando de frío, sin
to un chripstiano de ham bre y de cansado. los indios tras ellos escaram uçando. Y co ­ lum bre y sin com er y sin ropa ni abrigo al­
A cabo de las quatro jorn adas llegaron m o salieron ençim a de una sierra, dieron guno. Q u an d o fué de dia, m ovieron los
á un pueblo de çin co buhíos, é dieron en él, en estos chripstianos por m uchas partes, é delanteros con el gobernador, é vieron cerca
porque com o no entendían los indios, a co r­ hirieron uno d ellos; y dexadas las cargas de allí un pueblo con veyn te casas ó buhíos,
daron de acom eterlos, antes de ser acom eti­ en tierra, volvieron anim osam ente contra los al qual pegaron fuego los indios, assi com o
dos dellos. A llí tom aron algu no s indios que indios, y los pussieron en huyda. Y á cabo vieron á los chripstianos, é huyeron.
llevaron adelante cargados con el oro é otras de dos jornadas llegaron al Real donde L leg a d o s los chripstianos, hallaron sola
cosas, porque tenían m ucha nesçessidad de estaba el gobernador, aviendo diez días que una casa por quem ar, en la qual se m etió el
bestias, é porque y a que no los matassen eran salidos del cam po ; y hallaron que gobern ador, y envió á recoger la gente, y
ni los convertiessen ni los dexassen libres, tenian m ucha ham bre y que habían com ido tardó en esto dos dias. Pero no llegaron
los tom assen açém ilas ó asnos para llevar algu nos perros. todos, porqu e ocho chripstianos quedaron
sus proprios despojos, para quien se los to­ Estos indios viven en aquella sierra que m uertos de frió, é algu nos de h am bre; y
m aba. Y porque allí avia m u y poco qué llaman del Mc/ic, y son de una generaçion uno de los defuntos fué el capitan C asam y-
com er, envió el gobernador por la carne de llamada corbagos, é hay dellos grandes p u e­ res N urem berg, de los de á caballo, que y b a
los caballos é y e gu as que atrás se les que­ blos, pero m u y apartados unos de otros por doliente m uch os dias avia é hinchado. Y
daban, que no podían andar: é traída, la aquellas sierras é valles, do tienen gentiles quedaron en el páram o con los chripstianos
com ieron, é aun hasta los cu eros asados y labranças de m ahiz é icoraotas, que es una m uertos un negro y una y e g u a , y mas de
coçidos y aun no bien pelados, y no les pa- çierta legu m bre com o habas, é otras rayçes Ciento y veyn te indios m uertos de los que
resçia q u e era p oco buen manjar, segun d su que siembran, que son com o çanahorias, y tra ia n : quedaron cadenas, m uniciones é
ham bre. m ucho ápio com o el proprio de España, y otras m uchas cosas perdidas, que no ovo
D esp ues que este gobern ador A m b ro sio otra fructa aniana de turm as de tierra. Y quien las pudiesse llevar. R e co gid a la g e n ­
de A lfin g e r y sus com pañeros ovieron co- los hom bres y las m ugeres andan allí cu ­ te al pueblo quem ado, reposaron allí quatro
m ídp aqu ellos caballos, llevando algu no s ta­ biertas sus vergü en ças con m antas de algo- dias, porque hallaron m ucho m ahiz en silos,
sajos dellos para adelante, fueron dos jo rn a ­ don, é algunas de aquellas m antas m uy pin­ y con ello y con algu nos bledos sin sal,
das hasta que llegaron çerca de una sierra tadas. passaron com o pudieron ; pero no faltó dia
alta, en la quai se paresçian algu n o s hum os T raen los indios un ca rcax lleno de m u­ de ser acom etidos y pelear con los indios
de pueblos. Y desde allí, por m andado del chas flechas, tan lenguas com o tres palm os, los quales se allegaban para esto de m uchas
gobernador, fué Francisco de S ancta Cruz, y los arcos m u y pequeños, pero reçios, y partes con m uchas bocinas de cobos gran ­
su algu açil m ayor, con sessenta hom bres á tam bién los meten en el inesm o carcax- des, que se oian de m uy le x o s, é con tanta
ver aquellas sierras y por bastim ento, si lo Pelean assim esm o con unas cañas é lanças grita y alaridos, que parescia que aquellos
hallasse: é llegó á unos pueblos que esta­ y hondas, y com o viven en partes ásperas, valles é peñas se abrían. Pero no ossaban
ban en lo alto de la m ontaña, y defendiéron­ echan galga s ó piedras grandes á rodar. llegarse m u y junto á los chripstianos, p or
se lo m ejor que pudieron ; pero todavía les Traen todos sus adargas m edianas de cuero el tem or q u e avian á los caballos, que á su
tom ó la sierra é captivo a lgu n o s indios, y de venados ó de corteças de árboles, y m uy vista era cosa adm irable.
los tru x o al R eal cargados de m ahiz ; y tar­ bien hechas sus em braçaduras. D esde á seys días se partió de allí el g o ­
dó quatro días en esto. Y com o la dispos- L leg ad o s estos chripstianos al R eal, y bernador, é á cabo de dos jornadas llegaron
siçion de la tierra no era buena, acordó el hecha relaçion de todo al gobern ador, en­ á un valle m u y grande é m uy poblado de
gobernador de y r m as sobre la m ano dere­ tendida la fragosidad del cam ino, acordó de una generación de indios que llam an a m a ­
cha por tierra despoblada y sin cam ino, é á y r adelante p or la vía que llevaba, é tardó g a s ó art/aca/ias: los quales, vien do á los
cabo de dos jornadas se apossentó al pié de dos días hasta llegar al lu gar llam ado M ene; chripstianos, quem aron sus pueblos, porqu e
la sierra en un valle, porque los indios pri­ y estando m u y çerca dél, pegáron le fuego no les plu gu iesse á los huéspedes el apos-
sioneros que llevaba, le dixeron que allí avia los indios, de lo qual sintieron m ucha pena sento, y tam bién porque la fábrica ó arqui­
a lgu n o s pueblos : y envió gen te á saber si los chripstianos, porque yb an m u y cansados tectura de aquellos edificios es de m adera y
era assi, é subieron á la sierra é vieron en un y con m uchos dolientes. E allí haçe gran- paja, y presto los tornan á edificar. V isto
valle un pueblo que se diçe Elm cne, en el díssim o frío ; pero apossentados com o pu ­ aquesto, m andó el gob ern ador apossentar
qual avia m uchos indios. É salieron á res- dieron, envióse á buscar com ida con veyn te su R eal y gen te una legu a ó m enos de otro
■çibir á aquellos chripstianos con lanças de com pañeros, é hallaron un m ahiçal çerca de pueblo que estaba por quem ar la m itad dél,
v ey n te y çin co ó treynta palm os, y un p a l­ allí. Y estando cogien do el m ahiz, dieron para que de noche lo tom assen los nuestros
m o antes de las puntas estaban llenas de los indios sobre ellos, y m ataron tres chrips­ sin ser sentidos. E assi se h izo : que q u an ­
plu m ages m u y herm osos, com o gente que tianos, y cortáronles las cabeças con unas do am anesció, y a estaban algu n o s españoles
se presçian de las arm as ; y traian m antas cañas, q uellos usan en lu ga r de cuchillos, en el pueblo, é los indios h u yeron.
cubiertas, é las haldas llenas de piedras. y no cortan m enos, é hirieron á otros tres L le g a d o allí el gobern ador, reposó con
D esto s chripstianos ó descubridores y b a chripstianos, é desde á pocos dias m urió el su gente siete ú och o dias, porque tod os
por capitan E steban M artin, el intérprete ó uno dellos. E stos indios acostum bran te­ yb an m uy cansados y ham brientos. E allí
lengua, el qual se d ió tan bu en recaudo que ner en sus casas colgadas por arreo cabeças venian cada dia los indios á los flechar, y
les ganaron el pu eblo, y los indios subiéron­ de hom bres y braços y piernas, d e s o la d o s y m ucha cantidad dellos ; pero n o se acerca­
se huyendo á las cu m bres de las sierras; y llenos de hierba. É -assi hallaban c o lg a ­ ban tanto q u e los dañassen ni ossaban, pero
com o tenian alçadas y escondidas sus ha- das estas m em orias por aqu ella tierra y en quitábanles el sueño.
çiendas, no hallaron nada en el p u e b lo ; mas este pueblo del M ene, en el qual estuvo C o m o los chripstianos estuvieron a lg o
buscando en torno dél, toparon con algu nd el gobern ador A m b ro sio çinco dias, y el m as descansados, tornaron á su cam ino la
m ahiz escondido, y tam bién lo hallaron en­ sesto se partió de allí y fué á dorm ir en vía del N orte, para volver, si pudiessen, á la
terrado en los buhíos. Y com o la tierra era m edio de la sierra en un páram o sin n in gu ­ C¡bdad de C o ro é á la villa de M aracayb o,
m u y poblada, no osaron enviar daquel bas­ na poblaçion. Y otro día siguiente lle ga ­ donde tod os desseaban m uch o de verse.

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