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PROBLEMAS DE FILOSOFÍA APLICADA

Tres perspectivas sobre el taoísmo


aplicado al mundo actual

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Obra Derivada
Índice
1. Introducción…………………………………………………………3

2. Gobierna mejor quien gobierna menos: Taoísmo como


anarquismo……………………………………………………………..5

3. La hembra con su quietud vence al macho: Taoísmo como


feminismo………………………………………………………………10

4. Actúa sin actuar: Taoísmo como respuesta a la sociedad de


consumo actual……………………………………………………….15

5. Conclusión…………………………………………..……….…….20

Bibliografía…………………………………………………….……….23

2
1. Introducción.

Al ahora de acercarnos a una filosofía que tiene más de dos mil años de
antigüedad, lo propio sería hacerlo tratando de adaptar nuestra mente al pensamiento
de quienes la escribieron en aquella época. Muchas veces es necesario cambiar los
esquemas mentales para entender determinadas cuestiones que no pertenecen a
nuestro siglo, nuestro milenio o nuestra cultura. Sin embargo, un hecho característico
del taoísmo filosófico es lo bien que ha resistido el paso del tiempo. Sus
planteamientos están muy vigentes y muchas de las cuestiones que plantea el texto
original son problemas que nuestro mundo actual posee. Es por esta razón que uno se
siente sorprendido al realizar un primer acercamiento al texto taoísta, puesto que se
presenta con claridad en pasajes que no dan pie a la interpretación y que describen a
la perfección la sociedad en la que fue escrito el texto, pero también nuestra sociedad
actual. Y eso puede llegar a poner incluso los pelos de punta.
Es por eso que una pregunta fundamental nos puede asaltar la mente al leer
por vez primera el texto del Aciano Maestro. Si el mundo que describe en su texto es
tan parecido y los problemas que se plantearon entonces no difieren tanto de los
problemas actuales, ¿Puede el taoísmo dar respuesta a nuestros problemas actuales?
Esta es la pregunta que trataremos de responder a lo largo del siguiente trabajo. No
será una solución clara, sino que será una disertación continuada sobre diferentes
aspectos en los que el taoísmo guarda similitudes con el mundo actual occidental y en
los que puede hacer aportaciones para mejorarlo.
Estos tres grandes temas tratados serán la relación del taoísmo con el
anarquismo occidental; tratando de desentrañar las similitudes y diferencias entre dos
sistemas de pensamiento que tienen más en común de lo que podría parecer a simple
vista. También trataremos del feminismo que se encuentra inmerso en las palabras del
Tao Te Ching; a través de la visión de la mujer en la China de aquel entonces,
veremos el modelo de feminismo que plantea la filosofía china, algo que se relaciona
directamente con el concepto de armonía. Finalmente daremos una visión de nuestra
sociedad actual, denominada de consumo, y cómo el taoísmo puede ofrecer
soluciones a nuestros problemas actuales. Tras estos grandes temas podremos
extraer una conclusión final que determine si la respuesta a la pregunta formulada es
afirmativa o negativa.
Para la realización de este trabajo nos apoyaremos en diversas fuentes. La
primera y más importante serán los Libros del Tao traducidos por Iñaki Preciado
Idoeta; una fuente de conocimiento y estudio de las diferentes versiones del texto que
se conocen hoy en día. Pero no será la única fuente utilizada, puesto que también

3
apoyo mi discurso sobre textos de escritores anarquistas como Cappelletti o Kropotkin,
antropólogos centrados en la cultura occidental, textos de filosofía china y un vídeo de
un programa sobre taoísmo y naturaleza realizado por la UNED.
Con todo ello pretendo seguir un planteamiento dividido en tres grandes temas,
pero que a su vez destaque por la interacción de unos con otros. Creo que esta
filosofía china trata de integrar, en la medida de lo posible, todos los aspectos que
competen a la vida de los seres humanos. Por lo que sería conveniente enlazar unos
temas con otros. A lo largo del discurso se irán intercalando fragmentos de la obra de
Lao Tsé para facilitar la comprensión del lector, a la par que para reforzar las ideas
expresadas. El análisis de esos fragmentos será vital pues de ellos se extraerán las
ideas fundamentales que construirán todo el tema general del trabajo.
Mi pretensión al hacer esto no es crear una gran obra que recoja todos los
postulados del taoísmo filosófico, como tampoco lo es el dar lecciones de historia
china, ni de teoría anarquista o feminista. Simplemente aspiro a algo mucho más
humilde; pretendo dar unas ideas básicas que permitan la comprensión de todos estos
grandes temas y la forma en la que el taoísmo lo valora y lo expone. De modo que de
antemano puedo advertir que el que esto escribe no es ningún experto en
pensamiento chino y que por tanto la profundidad de los planteamientos es la justa y
necesaria para facilitar su aprehensión.
Confío finalmente que el lector encuentre interesante el material aquí expuesto
y que disfrute tanto con su lectura como yo lo he hecho con su escritura. El tema del
taoísmo es uno de los elementos de la filosofía en general, y de la filosofía china en
particular, que más me han interesado a lo largo de los años. Por lo que este trabajo
resume unas ideas que he ido madurando según me iba formando en mis
conocimientos académicos. He pretendido darle una visión multidisciplinar que
englobe filosofía e historia, creo que es lo más conveniente para una carrera de
Humanidades y Patrimonio. A la par que he intentado establecer relaciones con mi
campo de trabajo frecuente: La antropología. De modo que espero que el conjunto de
este trabajo deje un buen sabor de boca al lector y que sirva para el disfrute intelectual
de los amantes de la filosofía.

4
2. Gobierna mejor quien gobierna menos: Taoísmo como
anarquismo.

Al hablar de anarquismo occidental y moderno, uno se ve en la obligación de


recurrir a sus orígenes históricos en el socialismo utópico. Una ideología que nace
entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, justo cuando la sociedad
occidental se enfrentaba a la estandarización del capitalismo como modelo económico
y su aplicación social. No es de extrañar que ese nuevo sistema económico surgiese
primero en las naciones más avanzadas industrialmente; primero en Inglaterra,
después en Francia y en Alemania. Como tampoco es raro del mismo modo que el
socialismo utópico que daría lugar al anarquismo apareciese en esas mismas
circunstancias, como respuesta a la situación del momento. El movimiento obrero, el
auge del sindicalismo, el marxismo y el anarquismo surgen casi de forma simultánea
como respuesta a unos problemas que estaban apareciendo ligados a la economía y a
la sociedad. Sin embargo, aunque ese podría decir que es el origen directo del
anarquismo, existe otro origen indirecto. Quizás si nos remontásemos a la denominada
prehistoria del anarquismo podríamos descubrir que la ideología libertaria tiene raíces
que se hunden profundas en la cultura oriental y occidental clásica.
Si estudiamos a fondo el anarquismo como filosofía social, alejado de los
condicionamientos del mundo occidental del siglo XIX y XX, nos daremos cuenta que
existen reminiscencias de él en culturas clásicas. Podemos encontrar reminiscencias
libertarias en los escritos y el pensamiento de Lao Tsé, en los cínicos de la Antigua
Grecia o en movimientos heréticos cristianos a lo largo de la Edad Media y el
Renacimiento1. Sin embargo, lo que aquí nos interesa tratar es la vinculación entre el
anarquismo y el taoísmo; dos ideologías que comparten un vínculo de filosofía social
ácrata. Veremos las similitudes y las diferencias entre ambos movimientos con el fin
de desentrañar qué puede ser rescatable de la filosofía milenaria china y aplicada,
junto al anarquismo moderno, a la política y la sociedad actual.
Tal como ocurre con los movimientos obreros y socialistas de comienzos del
siglo XIX, el taoísmo surge en un contexto histórico complejo de inestabilidad. Y del
mismo modo que en el occidente decimonónico los movimientos político-sociales se
caracterizan por su pluralidad, también lo hacen las distintas escuelas chinas. No es
conveniente explicar aquí y ahora la historia social china, puesto que además de ser
una ardua tarea, no me compete a mí realizar tal tarea. Sin embargo un apunte si es
menester mencionar. Por aquel entonces, China era un país caracterizado por la

1
Ángel J. Cappelletti, La ideología anarquista, El grillo libertario, Barcelona, pág. 55.

5
inestabilidad que fue marcada por dos periodos. El periodo Primavera y Otoño y el
subsiguiente periodo de los Reinos Combatientes. Fue en este contexto de
feudalismo, descontrol político, guerras y, por qué no decirlo, corrupción política,
donde surgen distintas escuelas de pensamiento. Dos de aquellas escuelas serían las
más importantes: El Confucianismo de Confucio y el Taoísmo de Lao Tsé2. Es de este
periodo del que procede la siguiente descripción del Tao Te Ching:

La corte está hondamente corrompida;


Los campos enteramente abandonados;
Los graneros, completamente vacíos.
Lujosos ropajes,
Afiladas espadas al cinto,
Manjares hasta saciarse,
Y riquezas sin cuento,
A esos hay que llamarlos jefes de bandoleros.
Un jefe de bandoleros
Está muy lejos del Tao.3

En este fragmento podemos atisbar la realidad en la que vivían los pensadores


chinos del momento. Una sociedad empobrecida y gobernada por unas élites que
acaparaban todo el poder y vivían lujosamente sin preocuparse de los escalafones
más bajos del campesinado. Como vemos, no es una sociedad tan diferente de
aquella en la que vivieron los primeros socialistas utópicos. Salvando las distancias,
podemos establecer un paralelismo entre aquel mundo y el del siglo XIX, de este
modo podemos entender que estas filosofías sociales surgen en un contexto, no igual
o equivalente, pero sí similar. También, si se quiere, se puede establecer un
paralelismo entre aquellos dos contextos y nuestra actual situación de crisis
económica. Una situación actual que no solo conlleva la depreciación de la moneda y
la subida de los precios, sino también una suerte de decadencia moral. Tal como la
que contemplaban los pensadores chinos taoístas cuando observaban a su mundo.
Sin embargo, todas estas escuelas del pensamiento que van surgiendo por
aquel entonces en China no coinciden en sus planteamientos. Es especialmente
destacable el caso del confucianismo y el taoísmo, donde podemos encontrar unos
roces más profundos. La teoría confuciana predominó especialmente entre las élites

2
Tabla cronológica historia china: http://spanish.china.org.cn/spanish/sp-shuzi2004/dsj/fl_2.htm
(Última consulta: 25-05-2015).
3
Lao Tse, Tao Te Ching (trad. Iñaki Preciado), Trota, Madrid, pág. 249.

6
intelectuales, mientras que la taoísta estaba más centrada en el campesinado, el
último peldaño de toda sociedad antigua. Estos choques llegaron al punto tal de que el
propio texto, Tao Te Ching, contiene críticas a los planteamientos de Confucio. Y es
comprensible, puesto que ambos proponían modelos radicalmente diferentes de
organización social, tanto a nivel individual, como a nivel colectivo. En este sentido
podemos ver el rechazo a los conceptos de benevolencia y rectitud confucianos
plasmados en los primeros versos del texto taoísta de Manwangdui. Puesto que la
decadencia moral de la sociedad del momento se debía, según la filosofía taoísta, al
abandono del Tao; del camino, de la naturaleza intrínseca de las cosas.4
Ante esta situación de degeneración por el abandono del Tao, Lao Tsé propone
una vuelta al mismo, como un reencontrarse con la propia naturaleza de uno mismo.
Es entonces cuando entra en juego Te, la virtud a través de la cual se debe regir. Una
virtud que generalmente es representada mediante el principio de la no-acción: Wu-
Wei. Pero sería un error entender este principio como pasividad, puesto que no se
trata de eso. Hay que entender el concepto como actuar sin pretensiones, de forma
espontánea, tal como lo haría un niño. Estas son al menos las palabras con las que
este concepto pretense ser explicado. Siguiendo el Wu-Wei es como se sigue ese Te y
por tanto también el camino, la naturaleza, el Tao. Aquí se nos abre una interesante
cuestión que se relaciona con la situación del momento, ¿Cuál es la aplicación de la
virtud y el Wu-Wei a la política? Básicamente se resumiría en que el mejor gobernante
es aquel que no gobierna, o si se quiere, que gobierna menos. Son numerosos los
pasajes del Tao Te Ching que hace referencia a que el no gobernar es la mejor forma
de gobernar, aunque pudiera ser una paradoja en sí misma.

Un buen caudillo militar no usa las armas.5

Aplicado a la guerra y lo militar, lo cual es despreciado por el taoísmo en


función del uso de las armas y de la violencia. Por eso aplicado en ese sentido
encontramos el caso del caudillo militar que no utiliza las armas. Quizás podríamos
definirlo como un cierto sentido antimilitarista, antibelicista y pacifista.

Si no se da valor a las mercaderías difíciles de obtener, las gentes no


robarán.6

4
Lao Tse, Tao Te Ching…, Trota, Madrid, pág. 487.
5
Lao Tse, Tao Te Ching…, Trota, Madrid, pág. 283.
6
Lao Tse, Tao Te Ching…, Trota, Madrid, pág. 311.

7
Este párrafo va ligado directamente a la corrupción y al robo. Cuando más valor
se den a determinadas mercancías, objetos o incluso el propio dinero difícil de
obtener, más ladrones y corruptos existirán en el mundo. Podría interpretarse como un
llamamiento al abandono de los lujos, de los objetos que son fuente de riqueza porque
se les ha dado ese valor y, por consiguiente, también del dinero. Este es otro de los
elementos en los que coincide con el anarquismo moderno, el rechazo del dinero y del
valor de las cosas en función de su precio o de la tasación que se le hace.

Cuantas más prohibiciones en el mundo,


Mayor es la miseria de las gentes.
Cuanto más patentes las leyes y decretos,
Más abundan los ladrones y bandoleros.7

Este es finalmente el fragmento más determinante en cuanto a la vinculación


del taoísmo con el pensamiento anarquista. Encontramos en él la base de la ideología
libertaria. Dentro del anarquismo tradicional se cuestiona el estado en base a que este
es el regidor del principio de autoridad. El estado tiene toda la autoridad, se permite el
uso de la fuerza coercitiva y tiene el monopolio de la violencia legal a través de la
policía y el ejército. Es el estado, sustentado en este principio de autoridad, el que
según el anarquismo puede crear leyes y prohibiciones con tal de seguir manteniendo
el orden social: Esto es, los poderosos arriba y las clases inferiores abajo. En este
fragmento del Tao Te Ching encontramos una crítica furiosa y desafiante al principio
de autoridad del estado. Es quizás es vínculo más evidente entre el taoísmo y el
anarquismo, puesto que lo que afirma es que las prohibiciones, las leyes y los
decretos, que por supuesto vienen del estado aunque no lo mencione, son la causa de
la miseria de la gente y también son las que provocan la existencia de los ladrones y
los corruptos dentro de la sociedad.
En este sentido, otro de los aspectos en los que coincide con el anarquismo es
en la naturaleza del hombre. Según el taoísmo, el hombre debe actuar de acorde a su
naturaleza, es decir, de acorde al Tao. También afirma que la corrupción, el robo, el
empleo de la violencia, la acumulación de cosas lujosas, los ropajes ostentosos y la
autoridad van en contra del Tao. Y más aún, son esas cosas que van en contra del
Tao las que causan los males de las gentes, tal como relata el texto. Esto es un hecho
de vital importancia, ya que uno de los elementos que más han sido tratados por la
filosofía anarquista ha sido la conducta humana y su naturaleza. Se podría decir que,

7
Lao Tse, Tao Te Ching…, Trota, Madrid, pág. 177.

8
según el anarquismo, para que cualquier tipo de organización ácrata funcionase, una
conditio sine qua non para ello sería aceptar que el hombre es bueno por naturaleza.
En cierto sentido sería aceptar que Hobbes estaba equivocado; que el hombre no es
un lobo para el hombre, sino que es bueno por naturaleza y tiende a asociarse y
cooperar para ayudarse entre sí. La importancia de esto radica en que para el taoísmo
ocurre exactamente lo mismo; la naturaleza del hombre es buena de serie y esta
tiende a rechazar el gobierno, la corrupción y la maldad. A la par que tiene una cierta
tendencia natural a asociarse de forma armoniosa sin leyes ni gobernantes, esto sería
de acuerdo con el Tao. Este principio, aunque partiendo de una argumentación
diferente, es compartido por el anarquismo actual. El hombre sería bueno por
naturaleza, mientras que las leyes, la autoridad, el gobierno, el otorgar valor a los
lujos, el uso de las armas y la guerra, serían las cuestiones que volverían al ser
humano corrupto, o en términos hobbesianos, volverían al hombre un lobo para sí
mismo.
Como vemos, el anarquismo occidental moderno y el taoísmo, aun teniendo
orígenes históricos diferentes, comparten elementos comunes. Ambos surgieron en un
contexto de decadencia, crisis y cierta opresión para las clases inferiores; ya fuesen
campesinos chinos o proletarios europeos. Proponían ambas filosofías sociales una
organización basada en la no autoridad, coincidiendo en este sentido en que son los
factores externos y no la propia naturaleza lo que hace malvados a los hombres. En
todo este sentido podemos ver que se tratan de corrientes de pensamiento similares,
aunque no iguales, que dan respuesta a momentos históricos similares, aunque
tampoco iguales. Sin embargo, tienen diferencias. Aun a pesar de que se considere
muchas veces el taoísmo como una suerte de socialismo utópico o se mencione que
las raíces del movimiento libertario actual se encuentran localizadas en esas corrientes
de pensamiento milenario.
La principal diferencia que caracteriza a los dos movimientos es la naturaleza
de los mismos. El anarquismo es ante todo un movimiento político-social que se centra
en las relaciones de poder, en la destrucción del estado y en crear una sociedad libre
de elementos de coacción. Sin embargo, el taoísmo se centra más en una moral y una
forma de vivir a nivel individual y, por ende, a nivel social. Una forma de vida que está
ligada al principio de Tao. Es decir, que el libertarismo dentro del movimiento
anarquista sería el objetivo último del desarrollo social. Mientras que el libertarismo
dentro del taoísmo sería la consecuencia de vivir según los principios del Tao; ligando
de esta forma política, sociedad, naturaleza, ética y moral. De este modo se daría una
sociedad ácrata. Pero es importante destacar que, aunque movimientos diferentes en
tiempo y espacio, ambos comparten ese sustrato común. Una esencia que, como

9
hemos visto, responde a unas circunstancias sociales que bien podrían ser las de hoy
en día.

3. La hembra con su quietud vence al macho: Taoísmo como


feminismo.

El feminismo es actualmente un movimiento bastante complejo que ha ido


evolucionando a lo largo de diferentes fases. Hablar de feminismo es hablar de la
lucha por la igualdad de la mujer respecto al varón en occidente, puesto que el
feminismo como tal es un producto de la cultura occidental. Como acabo de
mencionar, este habría sido transformado según se fueran consiguiendo objetivo de la
lucha, incorporando de este modo nuevos proyectos. Hoy en día no se puede hablar
de feminismo como un movimiento que persiga únicamente la igualdad de la hembra
respecto al varón, sino que hablaríamos de diferentes ramas como el transfeminismo,
la defensa de la identidad sexual, el intento de destruir el roles de género prefijados
por la sociedad o la lucha contra el modelo de organización patriarcal tan propio de
occidente. En cualquiera de los casos, al hablar de estos movimientos feministas nos
estamos refiriendo a un feminismo de la igualdad; lo que busca es equiparar a
hombres y mujeres y tratar de hacerlos iguales. Esto es importante, pues marcará la
diferencia radical con el modelo feminista que se plantea dentro del taoísmo.
Independientemente de su tipología, partimos de la base de que el feminismo
es algo deseable en todas las sociedades en las que existe un desequilibrio,
generalmente favoreciendo a los varones. Este tipo de sociedades, como por ejemplo
la nuestra actual, toman sus valores de modelos patriarcales en los que es frecuente la
infravaloración de la mujer y el establecimiento de las virtudes masculinas y guerreras
como lo primordial o lo que recibe la máxima valoración. En ese sentido, y teniendo en
cuenta que el feminismo es siempre deseable, se busca una superación de ese estado
de desequilibrio. La exportación del feminismo a otras partes del mundo es en ese
sentido una cuestión fundamental, pero habría que determinar previamente si esos
lugares a los que el feminismo se puede trasladar cuentan con un sustrato que permita
al movimiento enraizar. Sería muy difícil que dentro de una sociedad donde no exista
ni rastro de movimiento feminista brotase este, aun con su exportación8. Utilizando la
metáfora agraria, es necesario que exista un suelo con los sustratos necesarios para
que la semilla plantada germine y brote de ella una planta. En ese sentido, la cuestión

8
Gerardo López Sastre, Reflexiones sobre la identidad femenina en el pensamiento chino.

10
fundamental en el caso del pensamiento chino sería determinar si existe un tipo de
feminismo previo. La respuesta es clara, un sí rotundo que viene de la mano del
taoísmo; razón por la que se presenta ese apartado de taoísmo como feminismo.
Para adentrarnos en el feminismo taoísta sería necesario entender de
antemano cual era la situación de la mujer en la época en la que esta filosofía social
surgió. Ya vimos en el apartado anterior como el sustrato anárquico del taoísmo va
ligado a la situación del momento; un contexto de crisis, opresión y corrupción. ¿Cuál
era la situación de la mujer en ese contexto? Se parte de la situación inicial en la que
se considera que hombres y mujeres son diferentes y más que eso, la mujer es inferior
al hombre, razón por la que debe estar sometida a él. Ya sea al padre o al marido, la
mujer en la cultura china va ligada directamente a la voluntad del varón9. Esta sería la
base de desequilibrio que el feminismo pretendería subsanar. Y es curioso que esto
ocurra en una cultura que da tanta importancia a la armonía y al equilibrio como la
china. Ese Yin y Yang, los valores masculinos y femeninos diferentes pero
complementarios, se encuentran en una situación de desequilibrio, puesto que el
elemento masculino se superpone y domina sobre el elemento femenino. Esta
diferenciación básica en la mentalidad china va a influenciar de manera decisiva el
pensamiento feminista, puesto que al hablar del mismo no estaremos hablando de un
feminismo de la igualdad, sino un feminismo de la diferencia.
El taoísmo no va a decir que hombre y mujer son iguales y que por tanto deben
ser tratados de igual forma. En su lugar, defenderá un feminismo centrado en la
desigualdad revalorizando el concepto de lo femenino. Volvamos por un momento al
ejemplo del Yin y el Yang. Estos dos elementos son diferentes; son opuestos pero
complementarios. No podría vivir el uno sin el otro, de igual forma que el hombre no
podría vivir sin la mujer, y viceversa. Pero en la naturaleza, los principios no se
superponen uno a otro, sino que se encuentran en perpetuo flujo. La explicación más
simple del famoso símbolo asociado a la filosofía taoísta nos dice que estos dos polos
se complementan, se unen, se transforman y que, además, cada uno tiene en su seno
la semilla del otro. A su vez, estos dos principios llevan asociados otros muchos que
generalmente se corresponden con lo masculino y lo femenino. Es el caso, por
ejemplo, de asociar la fortaleza con lo masculino y la debilidad con lo femenino. Pero
ambos principios gozan de armonía, cuestión fundamental dentro del pensamiento
chino. Sin embargo, al tratar de llevar estos principios a la vida real, el pensador se
percata que no se corresponde con la realidad. El desequilibrio reina en el mundo,

9
Gerardo López Sastre, Reflexiones sobre la identidad femenina en el pensamiento chino.

11
puesto que lo masculino se superpone a lo femenino; existe una ruptura y por tanto un
alejamiento del Tao.
¿Cuál es la solución que va a proponer el taoísmo ante esto? La puesta en
valor de los principios asociados a lo femenino para complementar el mundo
masculino. Haciendo un feminismo de la diferencia en el que los valores de lo
femenino se sumen e los de lo masculino, favoreciendo de este modo no sólo la
armonía entre sexos, sino también la armonía social garantizada por la recuperación
del equilibrio.

En las uniones del mundo,


Siempre la hembra con su quietud vence al macho.10

El taoísmo comienza por realizar una defensa de lo femenino, infravalorada por


la cultura china del momento. Es decir, busca resaltar lo positivo de lo femenino que
había permanecido olvidado y abandonado hasta entonces. Esto es la identificación de
lo femenino con la quietud que siempre vece a la actuación de lo masculino. Identifica
de este modo las propiedades femeninas con el principio de Wu-Wei, la no actuación.
A su vez realiza una puesta en valor de los conceptos asociados a la feminidad, como
por ejemplo la debilidad. Dentro del taoísmo la debilidad es elogiada, puesto que se
considera que lo blando y lo flexible siempre vence a lo fuerte y a lo rígido.

Lo blando y lo débil triunfa de lo fuerte.11

Conservarse débil se llama fortaleza.12

Esta sería la esencia de lo femenino y en su defensa estaría también la


defensa de lo femenino. A raíz de esto se configura un tipo de feminismo diferente al
que hemos asistido en occidente. Es un feminismo que es consciente de la
desigualdad existente en el mundo, una desigualdad que favorece lo masculino. Pero
a diferencia del llamado feminismo de la igualdad, que propone que lo femenino se
equipare a lo masculino, el taoísmo hace que en china se desarrolle un feminismo de
la diferencia. Esto es un concepto que se repite frecuentemente y es clave para
entender este tipo de movimiento. ¿Qué significa feminismo de la diferencia? Significa
que el taoísmo reconoce las diferencias entre hombre y mujer, pero no tomas estas

10
Lao Tse, Tao Te Ching…, Trota, Madrid, pág. 265.
11
Lao Tse, Tao Te Ching…, Trota, Madrid, pág. 377.
12
Lao Tse, Tao Te Ching…, Trota, Madrid, pág. 247.

12
como la causa de la desigualdad. La causa del desequilibrio vendría originada por una
predominancia de lo masculino. Y la solución estaría representada por lo femenino en
sí. Es decir, incorporar la diferencia al mundo para generar la armonía deseada. Hacer
que lo masculino se empape de lo femenino. Es por ello que el taoísmo recomienda
que lo masculino, lo fuerte, lo rígido se vuelva más femenino, más débil, más blando.
Ya que la predominancia de lo masculino sobre lo femenino está causando la perdida
de armonía.

¿Puedes abrir y cerrar las puertas del Cielo,


Haciendo de hembra?13

En este sentido se busca que lo masculino no sea sustituido por lo femenino,


sino que participe de ello. Llama a ejercer de hembra pues es la hembra la que tiene
en su seno la quietud y la virtud fundamental, asegurando que hacer de hembra sería
beneficioso para recobrar la armonía. La hembra por ello se relaciona con el Tao y con
la vacuidad. Este complejo concepto de la vacuidad como esencia fundamental de
todas las cosas es compartido por multitud de culturas tanto occidentales como
orientales. La mujer, el útero, la vacuidad esencia de las cosas; el Tao como gran
madre primigenia. Son conceptos muy antiguos que podrían remontarse incluso a la
Edad de Piedra cuando las cavernas servían de centro mágico-religiosos que
representaban el útero de la mujer. Tiempos de chamanes en los que muchas de las
culturas actuales eran matriarcales. Y es curioso que esto sea de este modo, puesto
que el propio Iñaki Preciado14 alude en alguna ocasión a los orígenes chamánicos del
propio taoísmo. Quizás en el sentido reivindicativo del feminismo también está ese
sustrato matriarcal de tiempos pretéritos.
En occidente, este feminismo de la diferencia se da sobre todo en movimientos
ligados al resurgir de los cultos neopaganos en Europa, sobre todo aquellos que
toman sus características principales de fórmulas de origen prehistórico, como es el
caso de la Wicca o la Brujería Tradicional. Fenómenos estudiados por la antropología
en los que ese sustrato femenino que pretende unirse a la masculinidad imperante
está muy presente15. La reivindicación de una gran diosa madre primigenia que puede
identificarse con el Tao; la vacuidad, el útero de la vida.

13
Lao Tse, Tao Te Ching…, Trota, Madrid, pág. 325.
14
Iñaki alude en su obra (Tao Te Ching, Trota) a los orígenes remotos del taoísmo y los compara
con otras formas de chamanismo a parte de las desarrolladas en China, como el Bon tibetano.
15
Esto fue estudiado en profundidad por la antropóloga Margaret Murray en su obra El culto de la
brujería en la Europa occidental.

13
Esto da respuesta a la cuestión que planteábamos al principio. Para que ese
movimiento feminista de origen occidental pueda ser exportado y arraigado en otra
cultura, esta debe contar con un sustrato feminista previo. Está claro que el taoísmo
supone una importante carga feminista en este sentido. Es obvio que no podemos
hablar que este movimiento tenga las mismas implicaciones político-sociales que tiene
el feminismo occidental, por supuesto. Sin embargo es importante mencionar que,
aunque puede pasar desapercibido, el feminismo taoísta está muy presente. Quizás la
cuestión fundamental sería plantearse si de verdad es necesario exportar el modelo
feminista europeo a países influenciados por filosofías sociales como el taoísmo.
Como ya he mencionado, este feminismo de la diferencia no solo es una cuestión
oriental, sino que se encuentra presente en movimientos neopaganos o de otra índole
localizados en el propio occidente.
Lo que sí que supone una novedad en cuanto a la lucha feminista es la
existencia de un protofeminismo localizado en la China de hace dos mil quinientos
años. Pero o hay que olvidar que las influencias culturales de cada región son
fundamentales para el desarrollo de una u otra ideología. La armonía, concepto
fundamentan en el pensamiento chino que sigue vigente aun hoy en día, regía fuerte
la estructura social. El concepto que deberíamos aprehender del feminismo taoísta es
que este no implica solo las relaciones entre hombres y mujeres, sino que esa armonía
atañe a toda la sociedad. Si la predominancia de lo masculino sobre lo femenino
genera conflictos, guerras y desigualdades sociales; la inclusión de lo femenino, por
naturaleza diferente y opuesta a lo masculino, reparará los daños causados. Ese es el
contenido que hay que captar.
El feminismo taoísta, al igual que ocurría con el anarquismo del apartado
anterior, no se presenta como un fin en sí mismo. Sería más bien la consecuencia de
la armonía y de la vuelta a la vida según los principios del Tao y de la virtud. Ese
estado natural anárquico, sin desigualdades de género y sin opresión recuerda mucho
a las primeras formas de organización humanas; esas sociedades sin líderes, de
carácter matriarcal en las que se vivía más en comunión con la naturaleza sin ninguna
otra pretensión. Un Wu-Wei natural, una vuelta al estado infantil de ser humano
individual y de la humanidad como conjunto. Es una esencia interesante y creo que
dentro de propio germen del taoísmo también está esa naturaleza primitiva y ese
origen pretérito de este pensamiento. Los campesinos, protagonistas del Tao Te
Ching, son a su vez quienes más ligados están a la tierra y a la propia naturaleza,
mucho más que los gobernantes de los palacios. Quizás este sea de nuevo un vínculo
con esos orígenes remotos.

14
Sea como fuere, el feminismo de la diferencia representado en este caso por el
taoísmo es algo a tener en cuenta en la construcción de algo tan deseable en
occidente como nuestro modelo de feminismo de igualdad. Pudiera ser posible
incorporar elementos, aprehenderlos para nuestros modelos y así enriquecerlos. Esto,
como dije al principio, es complejo debido a las sucesivas olas feministas, pero es algo
sobre lo que merece la pena reflexionar.

4. Actúa sin actuar: Taoísmo como respuesta a la sociedad de


consumo actual.

Uno de los elementos que caracterizan nuestro sistema económico, de base


capitalista, es la necesidad constante de crecimiento sostenido. Y junto a este
concepto se liga el consumismo exacerbado, tanto de bienes como de recursos
naturales del planeta. Esto por supuesto no está libre de inconvenientes, puesto que
establece unas relaciones de los hombres con otros hombres y con la propia
naturaleza en ocasiones abusivas que degeneran en la sobreexplotación tanto de
unos como de otros. En este sentido decía Mª Teresa Román López:

“No parece que haya que insistir mucho en que el mundo


contemporáneo, si por una parte proporciona bienestar a importantes sectores
de la población del planeta, está también cargado, por otra parte, de amenazas
y problemas.”16

¿Cuáles son algunas de esas amenazas de las que está cargado nuestro
mundo? Desde un punto de vista económica natural podríamos mencionar la
incapacidad del planeta Tierra para abastecer de recursos a todos los seres humanos,
o mejor dicho, para abastecer de los mismos recursos a todos los seres humanos.
Esto genera una situación de explotación de la naturaleza que puede reflejarse en la
deforestación, la contaminación o el cambio climático por la producción excesiva de
gases nocivos para el Medio Ambiente. Pero también implica problemas para los seres
humanos puesto que la situación de desigualdad que se genera es evidente: Para que
unos tengas determinados recursos, puesto que esos recursos no son infinitos, otros
deben carecer de ellos. Lo que esto genera es una situación de crisis perpetua en la
16
Vídeo Taoísmo y Naturaleza, UNED. 14-06-2013.

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que la desigualdad y la explotación intensiva de hombres y entorno es constante.
Desde un punto de vista taoísta se podría decir que todo esto es debido a un
abandono del Tao. Si recordamos esos breves versos que hablaban de la corrupción
de la corte, recordaremos como todos aquellos “jefes de bandoleros” están lejos del
Tao. Como dijimos en el primer apartado, el taoísmo describe y da respuesta a la
situación del momento, que recordemos también fue de crisis social. Sería entonces
necesario determinar si actualmente nos encontramos, más que inmersos en una
crisis económica como es obvio, también dentro de una crisis social. No de igual modo
que la que vivió el Anciano Maestro, pero desde luego sí similar. Una vez determinado
esto, deberíamos comprobar qué elementos del taoísmo son vigentes para ser
aplicados en nuestro contexto actual, para así solucionar los problemas de la sociedad
de consumo.
Si estableciésemos un paralelismo entre el taoísmo original y la época en la
que se desarrolló, confrontada a nuestra forma actual de entender el mundo y el
mundo en el que vivimos, podríamos deducir ese alejamiento del Tao. Un alejamiento
del Tao que en términos occidentales supone la situación de degradación continua que
ha ido desarrollándose a lo largo de las últimas décadas (o siglos, si queremos ser
más extremistas) y para la que debemos encontrar una solución. Para la época en la
que fue escrito, la sugerencia era el regreso al Tao y por consiguiente, a la armonía
original. Algo que debía hacerse a través de la virtud taoísta, que no es otra que el
ejercicio del Wu-Wei. Veremos que este concepto es central en todo el planteamiento.
Entendiendo que el taoísmo se desarrolla de manera holística incorporando
política, sociedad, naturaleza y economía como un gran todo, deberíamos intentar ver
nuestro mundo actual y todos sus ámbitos como un gran todo. Es ese sentido en el
que falla nuestro sistema, puesto que no estaríamos hablando solo de una crisis
económica, sino como de una crisis social y moral, tal como se explica en el vídeo
Taoísmo y Naturaleza17. De este modo podemos determinar que la sociedad de
consumo no se sostiene por sí misma porque sus engranajes internos no funcionan.
Es algo que, como mencionábamos al comienzo del apartado, tiene que ver con los
grandes procesos de explotación que ha llevado a cabo la humanidad. Unos procesos
que no son sostenibles y no generan efectos positivos a largo plazo, dicho en palabras
taoístas clásicas, unos procesos que están lejos del Tao porque se centran en
ambiciones y en la consecución de riquezas. Creando de este modo desigualdades
sociales, conflictividad social y una serie de circunstancias que tienen bastante que ver
con el contexto histórico en el que se desarrolla el taoísmo.

17
Vídeo Taoísmo y Naturaleza, UNED. 14-06-2013.

16
Si tenemos todo lo dicho en cuenta, el resultado obtenido es que la propia
sociedad se consumo es un error, puesto que es la propia mentalidad; englobando
todo de manera holística, la que está equivocada o lejos del Tao. Encontrar una
alternativa a la sociedad de consumo sería pues el reto al que tenemos que hacer
frente de la mano del taoísmo. ¿En qué medida es esto posible? Es en este punto
cuando la situación se vuelve compleja.
Si nos hemos percatado de que nuestra sociedad está mal sustentada puesto
que no podría mantenerse a la larga, debemos modificarla. La respuesta que ofrece el
taoísmo es la no actuación, al igual que ofrecía esta virtud como respuesta a los
problemas de su momento. Pero no está claro cómo se llevaría a cabo el Wu-Wei
dentro de una sociedad como la nuestra, tan diferente de la sociedad china de aquel
entonces. Podríamos relacionar entonces conceptos y tratar de englobar lo
mencionado en los apartados anteriores. Todo ello con el fin de alcanzar una sociedad
que no esté sustentada en el consumo exacerbado, en las apariencias o en el
materialismo. Es decir, que nuestra fuente de riqueza no provenga de la desigualdad
de la explotación intensiva de recursos que no son renovables.

Las mercaderías difíciles de obtener,


De gran daño son para la humana conducta.18

Tal como menciona el propio texto taoísta, la clave está en no centrarse en la


obtención de mercancías valiosas, la no búsqueda de la riqueza, pues esta es la que
destruye al propio ser humano. En ese sentido, este tipo de sociedad de consumo
fomenta el egoísmo, la avaricia, la crueldad, la envidia, en definitiva toda una serie de
conductas perniciosas que son negativas para la propia sociedad humana, puesto que
la destruyen desde dentro. El modelo de sociedad que se regiría por la virtud taoísta
según Lao Tsé está muy bien representado en el texto:

Un estado pequeño de escasas gentes,


Que aun poseyendo herramientas adunia no usa de ellas,
Donde las gentes sienten respeto por la muerte y excusas desplazarse.
Hay barcos y carruajes, mas en ellos nadie monta;
Hay armas y corazas, mas nunca ocasión de mostrarlas.
Las gentes han retornado al uso de los nudos.
Hallan sabrosa su comida,

18
Lao Tse, Tao Te Ching…, Trota, Madrid, pág. 329.

17
Hermosos sus vestidos,
Alegres sus costumbres,
Tranquilas sus moradas.
Divísese a los lejos los estados vecinos,
Oyese el canto de los gallos y el ladrar de los perros,
Mas las gentes llegan a viejas y mueren sin haberse visitado.19

El ideal taoísta de sociedad se caracteriza por una carencia de pretensiones a


la hora de actuar y por una vuelta a los estados primigenios. Aquí se puede relacionar
con el movimiento feminista mencionado en el anterior apartado y su búsqueda de
retorno a los tiempos primigenios en los que las sociedades eran igualitarias y sin
líderes. Estas son dos características más, la igualdad de sus vecinos y la libertad de
vivir sin rendir pleitesía a ningún señor. Algo que estaría muy cercano al
anarcoprimitivismo. En el taoísmo se asocia muchas veces esta forma de proceder
con el agua, pues el agua siempre permanece en reposo y en completa igualdad. La
sociedad ideal se caracterizaría por toda esa serie de elementos que haría de ella algo
pacífico, sin guerras, sin contaminación medioambientales y sin grandes pretensiones
que garantizasen la explotación de seres humanos o entornos naturales. Quizás se
podría hablar incluso de un estado estacionario de la economía, tal como lo proponía
Mill, en el que cese la creación de riqueza y esta se reparta para garantizar una
igualdad económico-social entre todos los habitantes. La perversidad de las relaciones
de poder entre explotadores y sometidos es una crítica fundamental del taoísmo a la
sociedad humana en general.
Pero aplicar esto a nuestro mundo actual podría ser extremadamente
complicado, ya que nuestra sociedad tiene unas raíces profundas que se hunden en el
liberalismo económico de finales del siglo XVIII. Es decir, supondría borrar o modificar
radicalmente algo que cuenta con casi trescientos años de legitimación por parte del
estado y por parte del sistema económico imperante. Pero sí que es cierto que se
podrían hacer pequeñas aplicaciones prácticas a nuestro modelo actual que lo
modificasen de cara al futuro. Por ejemplo la apuesta por una sociedad que no sea
competitiva, tal como apunta el vídeo antes mencionado20, sino más igualitaria y
basada en el apoyo mutuo. Algo que también encontramos en el pensamiento
anarquista de nuevo, es otro de los elementos que relacionan la aplicación práctica del
taoísmo con el anarquismo actual. El apoyo mutuo y el rechazo a la sociedad

19
Lao Tse, Tao Te Ching…, Trota, Madrid, pág. 277.
20
Vídeo Taoísmo y Naturaleza, UNED. 14-06-2013.

18
competitiva forman partes esenciales de la filosofía anarquista, sobre todo defendida
por pensadores como Kropotkin21.
Sería algo así como una reflexión subjetiva a través de la cual valorásemos que
esta sociedad actual no es buena y que puede ser sustituida por algo mejor. Al fin y al
cabo una de las pretensiones no escritas del taoísmo es el incitar al pensamiento y la
reflexión de todos aquellos que se acerquen a él. Esto nos llevaría a la construcción de
una sociedad que no estuviese basada en el capitalismo, puesto que el capitalismo
estaría alejado del Tao al ser un sistema con pretensiones y ambiciones. En su lugar,
se pretende crear un entorno en el que los individuos valoren sus cosas inmediatas,
disfruten los pequeños momentos y no se lancen de forma ambiciosa a adquirir
nuevos bienes que muchas veces no necesita. Esta es por supuesto un planteamiento
radicalmente diferente al nuestro actual.
Por otro lado, el ecologismo, tanto natural como social, es un elemento que ha
aparecido dentro de nuestra sociedad a raíz de darnos cuenta de que el cambio
climático y la contaminación destruyen de forma irreversible nuestro mundo. Sin
embargo, nuestro modelo de ecologismo va ligado directamente a la sociedad de
consumo; este se mantiene dentro de unos límites que no dañen los intereses
económicos de quienes invierten grandes fortunas en algo. Utilizando una metáfora, se
podría decir que el ecologismo de la sociedad de consumo defiende los bosques
siempre y cuando no existan fuertes intereses económicos o comerciales en esos
bosques, puesto que de existir serían talados de inmediato. Frente a este modelo, el
taoísmo propone una ecología alternativa ligada a la no acción. Si no se tienen
pretensiones más allá de la espontaneidad, la naturaleza está segura de ser
sobreexplotada puesto que solo cogería de ella lo que necesitase en ese momento.
Nuevamente encontramos el planteamiento holístico en el que la naturaleza, la
sociedad y la economía se dan la mano y están involucradas entre sí. Es inseparable
para el taoísmo y en este sentido, si queremos aplicar esta filosofía milenaria a nuestro
mundo actual, es necesario tratar de ver el mundo de la misma manera, conformando
un único todo. Como se ha mencionado antes, estos planteamientos económicos y
ecologistas han sido planteados por otros pensadores, como el mencionado Stuart
Mill, pero también por otro tipo de movimientos. Aquí podemos establecer un
paralelismo entre lo que dijimos en el feminismo y lo que ahora vamos a mencionar.
Los movimientos neopaganos surgidos en occidente a mediados del siglo XX y que se
desarrollan hasta hoy en día, también tienen un fuerte sentido ecologista. A la par que

21
Kropotkin, El apoyo mutuo:
http://bivir.uacj.mx/LibrosElectronicosLibres/Autores/PedroKropotkin/Kropotkin,%20Pedro%20-
%20El%20apoyo%20mutuo.pdf (Última consulta: 24-05-2015).

19
se establece un feminismo de la diferencia, también se establece un respeto por la
naturaleza y el Medio Ambiente, pues estos se consideran sagrados. Podríamos
atisbar de nuevo reminiscencias de los antiguos cultos prehistóricos, así como de
fórmulas chamánicas que existen en todos los lugares del mundo, desde las selvas
tropicales sudamericanas hasta el Bon tibetano. Pero es interesante como de nuevo
existen paralelismos con otras corrientes diferentes al taoísmo.
Resumidamente podríamos mencionar que la respuesta taoísta para la
sociedad de consumo sería el desarrollo de una nueva sociedad basada en el apoyo
mutuo, en la espontaneidad. Una sociedad libre de pretensiones, que busque la
igualdad entre sus miembros y que no trate de explotar la naturaleza de forma
desmedida para el beneficio monetario. Trataría de no anteponer la economía a la vida
de las personas y buscaría por todos los medios que esta vida se desarrollase de
forma tranquila y libre, tanto más lo pudiera ser en la medida de lo posible.

5. Conclusión.

A lo largo de este recorrido a través de tres aspectos fundamentales del


taoísmo en relación con la cultura occidental, hemos ido viendo diferentes aplicaciones
prácticas de los mismos a nuestro mundo actual. Quizás todos ellos podrían
entenderse de forma diferente, pero es en un conjunto cuando se pueden comprender
en su plenitud. Hemos visto que el taoísmo presenta una visión holística de la
sociedad que engloba elementos políticos, sociales e incluso ecológicos. Por esta
razón, no podría aplicarse el taoísmo a nuestro mundo actual si no fuese manteniendo
esa visión holística que integrase todos los elementos que conforman el mundo. Al
menos el mundo en el que se desarrollan nuestras vidas a diario.
Esta unión de diferentes ámbitos ha tenido un único marco conductor: El Wu-
Wei, aspecto fundamental dentro de esta filosofía milenaria china. Este principio de la
no acción o de actuar sin actuar es el que va a determinar todos los demás elementos
en la configuración de la sociedad ideal taoísta. Alejarse del Tao es no actuar de
acuerdo al Wu-Wei y por tanto generar miseria, desgracia o desequilibrio en el entorno
en el que se desarrolle. Aunque estos principios se plantearon en un contexto histórico
concreto, su aplicación puede ser universal, como ya hemos visto al aplicarlo a nuestra
sociedad actual. El hecho de que existan paralelismos con otros momentos históricos
en el desarrollo de ideas similares da que pensar al respecto.
Más interesante aún es ese elemento primitivo que parece estar presente en
multitud de filosofías, ideologías o movimientos en todo el mundo. Para como si el

20
principio de la gran madre, de la vacuidad, de lo femenino como adalid de lo necesario
para el mundo fuese todo ello una reminiscencia de tiempos pretéritos en los que la
sociedad era matriarcal y los chamanes tenían una importancia capital. En mi opinión
personal, hay un sustrato que subyace en todos los movimientos a nivel mundial, algo
así como una vieja esencia que ha persistido, aunque de manera diferente, en todos
los lugares del mundo. Esa esencia se encuentra tanto en el taoísmo, como en el
budismo, como en el chamanismo, como en los cultos neopaganos que actualmente
cobran más y más fuerza en occidente. Y los patrones se repiten con frecuencia: La
reivindicación de lo femenino como opuesto y complementario a lo masculino pero sin
superposición de uno sobre otro; la tendencia ácrata presente en filosofías orientales
como el taoísmo y el budismo, y en pensamientos occidentales como la Wicca o la
Brujería Tradicional, sistemas sin jerarquías ni organizaciones en los que la
espiritualidad se desarrolla de forma individual o familiar. Son toda una serie de
elementos que nos llaman a reflexionar sobre la propia naturaleza del taoísmo y sobre
si esta filosofía china tiene un vínculo aun mayor con un gran pensamiento que en
gran parte se ha perdido. Aunque esto quede lejos de la pretensión de este trabajo y
aunque esté más cercano al ámbito de la historia y la antropología, es interesante
plantear este tipo de cuestiones. Tener la mente abierta para cuestionar, criticar y
valorar diferentes opciones también es algo defendido por el taoísmo.
En definitiva, el taoísmo es una filosofía que cuenta con alrededor de dos mil
quinientos años de historia. Sin embargo hemos podido comprobar que muchas de
sus cuestiones aún están muy vigentes y que, salvando las distancias históricas, aún
pueden ser aplicadas para mejorar nuestro mundo actual. Y no es algo que se nos
haya olvidado, puesto que tanto en oriente como en occidente son harto conocidos sus
célebres símbolos. ¿Quién no conoce el Yin y el Yang? Sin embargo, la filosofía es
mucho más y trasciende la común imaginería. Mucho del sentido del propio Tao Te
Ching es incitar al lector a sacar sus propias conclusiones, pero para ello debe haber
un lector previamente. A pesar de que se trata de uno de los libros más veces
traducidos y a más idiomas del mundo, nunca está de más echarle una ojeada a las
viejas filosofías. De este modo podremos sorprendernos de lo mucho que aún están
relacionadas con nuestra forma de vivir y entender el mundo. A la par que pueden
ayudarnos a mejorar en ciertos aspectos.
Es imposible sacarme de la cabeza aquellos versos que hablaban de la
corrupción de la corte, porque describen a la perfección una situación actual que
vivimos diariamente; una crisis económica, social, ecológica y moral que nos afecta a
todos como seres humanos habitantes del planeta. ¿Puede el taoísmo dar respuesta a
nuestros problemas actuales? Esta era la cuestión que presentábamos en la

21
introducción a este trabajo. Confío en que haya quedado demostrado que la respuesta
es un sí rotundo. Y que con ello sigamos indagando en el perfeccionamiento de
nuestra sociedad.

22
Bibliografía.

-CAPPELLETTI, Ángel J., La ideología anarquista, El grillo libertario, Barcelona, 2010.


-KROPOTKIN, El apoyo mutuo:
http://bivir.uacj.mx/LibrosElectronicosLibres/Autores/PedroKropotkin/Kropotkin,
%20Pedro%20-%20El%20apoyo%20mutuo.pdf (Última consulta: 24-05-2015).
-LÓPEZ SASTRE, Gerardo, Reflexiones sobre la identidad femenina en el pensamiento
chino.
-MURRAY, Margaret, El culto de la brujería en la Europa Occidental, Barcelona, Labor,
1978.
-TSE, Lao, Tao Te Ching. Los Libros del Tao (Trad. Iñaki Preciado Idoeta), Trota,
Madrid, 2012.

Otros.
-VÍDEO: Mª Teresa Román López, Profesora de Filosofías Orientales. UNED;
Gerardo López Sastre, Profesor de Filosofía en la Facultad de Humanidades de
Toledo de la Universidad de Castilla-La Mancha. Taoísmo y Naturaleza, UNED.
14-06-2013.

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