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Amortización desde el punto de vista contable

Amortizar significa considerar que un determinado elemento del activo fijo empresarial
ha perdido, por el mero paso del tiempo, parte de su valor. Para reflejar contablemente
este hecho, y en atención al método contable de partida doble, hay que:

1º Dotar una amortización, es decir, considerar como pérdida del ejercicio la


disminución del valor experimentado.

2º Crear una cuenta negativa en el activo del balance, que anualmente vería
incrementado su saldo con la indicada disminución del valor del bien. De esta forma
todo elemento del activo fijo de la empresa vendría reflejado por dos cuentas, una
positiva, que recogería el valor de su adquisición u obtención, y otra negativa (llamada
de Amortización Acumulada), en la cual se indica lo que vale de menos como
consecuencia del paso del tiempo.

¿Qué es la Amortización Contable?


Los bienes que constituyen el inmovilizado de una empresa están sometidos a un
proceso de depreciación, produciendo un desgaste irreversible de los mismos hasta el
final de su vida útil.

El PGC ha previsto un mecanismo para registrar esa depreciación: la amortización.

La amortización constituye la expresión contable de la depreciación o pérdidas de valor


que sufren los elementos que componen el inmovilizado material de una empresa. Esa
depreciación se produce por diversas causas:

 El paso del tiempo


 Razones técnicas
 Obsolescencia

El objetivo del proceso contable de la amortización es conseguir que, al final de la vida


útil del bien, se haya registrado como gasto de amortización el importe necesario para
recuperar la inversión, en la medida en que éste ha contribuido a generar ingresos en la
empresa, como consecuencia de su participación en su proceso productivo o de
prestación de servicios.

Con la amortización se pretende:

 Por un lado, que los bienes aparezcan en el Balance por su valor real
 Por otro, que el cálculo del beneficio sea correcto al contemplar todos los gastos
del ejercicio; entre los que se incluye el desgaste sufrido por el inmovilizado
durante el ejercicio

Para el reflejo contable de la amortización del inmovilizado material, tanto el PGC


como el PGC PYMES desarrollan las siguientes cuentas:
(681) Amortización del inmovilizado material

(281) Amortización acumulada del inmovilizado material

El registro contable del gasto por amortización se expresa mediante el siguiente asiento:

(681) a (281)

Esta anotación se realiza con carácter anual. La Cuenta 681 recoge el importe del gasto
contabilizado y, al final del ejercicio, se salda al calcular el resultado del ejercicio.

Por su parte, la Cuenta 281 representa la depreciación total experimentada por este tipo
de activos e incidirá en el balance minorando el valor del inmovilizado material.

Métodos de Amortización
No existe un único método o sistema de amortización. Dentro de los diferentes métodos
podemos citar:

 Método lineal o constante


 Método del porcentaje constante sobre valores contables decrecientes
 Método de los números dígitos
 Métodos basados en la actividad
 Método basado en las tablas fiscales

Mediante el método de amortización se establecen las cuantías de amortización que se


van a imputar como gastos en cada ejercicio económico.

En cualquier caso, es importante tener presente que el método de amortización sólo


determina el importe registrado por este concepto; el registro contable de la
amortización se efectúa siempre del mismo modo, con independencia del método
elegido.

Los métodos de amortización sólo distribuyen la cantidad a amortizar en el tiempo de


distinta forma, pero la amortización total acumulada será la misma se emplee un método
u otro.

Método lineal o constante

Este método supone que la depreciación sufrida cada año por el bien es constante. Es el
más simple y por lo tanto el más utilizado.

La cuota se calcula:

Cuota Anual = Precio de adquisición / Vida útil


Si existe valor residual, sólo se amortiza la diferencia entre el precio de adquisición y el
valor residual.

Cuota Anual = (Precio de adquisición – Valor Residual) / Vida útil

Método del porcentaje constante sobre valores contables decrecientes

Con este método se obtienen unas cuotas de amortización decrecientes, mediante la


aplicación de un tanto por ciento constante sobre el valor contable de comienzos del
periodo a que se haga referencia.

Al aplicarse un tanto por ciento sobre el valor contable en la fecha de su cálculo, una
vez finalizada la vida útil del inmovilizado quedará una parte del inmovilizado
pendiente de amortización, es decir, que el propio método genera su valor residual.

Este método es el que suele utilizarse por algunas empresas para calcular el valor de
vehículos que pierden mucho valor al inicio de su vida útil y muy poco al final.

No obstante, es un método poco utilizado dada la complejidad que supone la


determinación del valor residual del bien.

Método de los números dígitos o proporcional a la serie de números naturales

En este método, las cuotas de amortización anuales siguen la misma proporción que la
serie de los números naturales: 1, 2, 3

Puede ser de 2 tipos:

a) Creciente

b) Decreciente

Métodos basados en la actividad

Las cuotas de amortización se establecen teniendo en cuenta el número de horas de


trabajo o de las unidades producidas.

Las cuotas anuales de amortización se calculan aplicando la siguiente fórmula:


Método basado en las tablas fiscales

El Ministerio de Economía y Hacienda, en el Reglamento del Impuesto sobre


Sociedades, ha establecido unas tablas fiscales en las que pueden determinarse los
límites máximos y mínimos de la vida útil de los diferentes bienes.

II. METODOLOGÍA CONTABLE DE LAS AMORTIZACIONES

Para la representación contable de la Amortización, existen dos métodos: el directo y el


indirecto.

1. Método directo

Consiste en reflejar, a través de una cuenta de gastos, la depreciación sistemática anual


efectiva del elemento perteneciente al activo no corriente (por la aplicación al proceso
productivo del inmovilizado intangible y material, y por las inversiones inmobiliarias),
y por otro hacer disminuir directamente dicho valor en la cuenta representativa de dicho
elemento.

Partidas Debe Haber


(68) Dotaciones para amortizaciones

(680) Amortización del inmovilizado intangible

(681) Amortización del inmovilizado material xxx

(682) Amortización de inversiones inmobiliarias xxx xxx

(20) Inmovilizaciones intangibles xxx

(21) Inmovilizaciones materiales

(22) Inversiones inmobiliarias

2. Método indirecto

Se caracteriza porque, si bien la representación del gasto la realiza de igual manera que
el método directo, no hace disminuir directamente el valor del bien depreciado, sino que
recoge la depreciación en una cuenta de compensación para que así, indirectamente,
dicha cuenta de compensación reste, al ser correctora de valor, el valor de adquisición
representado en la correspondiente cuenta de activo.

Partidas Debe Haber


(68) Dotaciones para amortizaciones xxx xxx
Partidas Debe Haber

(680) Amortización del inmovilizado intangible

(681) Amortización del inmovilizado material

(682) Amortización de inversiones inmobiliarias

(28) Amortización acumulada del inmovilizado

(280) Amort. Acumulada inmovilizado intangible

(281) Amort. Acumulada inmovilizado material

(282) Amort. Acumulada Invers. inmobiliarias

Independientemente de la anotación contable realizada en el libro diario, el registro del


activo en el balance de situación, referido al cierre del ejercicio, aparece por el criterio
valorativo del valor contable o en libros, deducida su amortización acumulada; además
de cualquier corrección valorativa por deterioro.

FUNCIÓN ECONÓMICA DE LA AMORTIZACIÓN

Sea cual sea el método elegido, las dotaciones anuales que contablemente expresan la
depreciación sistemática anual efectiva sufrida por el activo no corriente, ya sea por la
aplicación al proceso productivo del inmovilizado material o intangible y por las
inversiones inmobiliarias, aparecen como un gasto imputable dentro del cálculo del
resultado de explotación. Este gasto representa a priori una retención de liquidez.

Cuando, en el ámbito de la contabilidad interna, la empresa persiga obtener el coste de


sus productos o servicios, incorporará la amortización como un componente del coste,
produciéndose su recuperación cuando se culmine el ciclo de explotación con las
funciones de venta y cobro.

Siguiendo al profesor José Rivero Romero, la significación económica de la


amortización se aprecia claramente en el cambio que se produce en la estructura
económica de la empresa, ya que el inmovilizado se convierte en activo circulante.

La amortización también tiene funciones de renovación y de depreciación, estando de


acuerdo con la cita al Profesor Fernández Pirla y su afirmación sobre la amortización,
que “tiene por objeto distribuir un coste entre varios ejercicios, y que sólo puede tener
significación económica en un supuesto de permanencia de las condiciones monetarias
y técnicas, es decir, siempre que el mantenimiento de la eficacia empresarial no exija
desembolsos más cuantiosos reales, o simplemente monetarios, cuando se tenga la
necesidad de reponer un equipo anticuado”.

En resumen la teoría de amortización-fondos de renovación aboga por tener en cuenta


no sólo el valor de la depreciación de los elementos de la estructura sólida de la
empresa, sino también su coste de reposición, lo que tiene más sentido en épocas con
existencia de inflación.
El fin fundamental consiste en dotar a la unidad económica de los fondos suficientes
para que, en el momento de efectuar la renovación del elemento depreciado, disponga
de financiación que le permita la compra del nuevo elemento, para así mantener la
capacidad productiva.

La liquidez obtenida cuando se completan las funciones de venta y cobro a los clientes,
por la parte relativa al fondo de amortización, opera como un fondo de ahorro que será
necesario destinarlo a inversiones que ofrezcan rentabilidad y se conviertan fácilmente
en liquidez cuando lo tengamos programado.

Estos fondos de amortización forman parte del concepto conocido como


autofinanciación de mantenimiento, pues su finalidad es evitar la descapitalización y
mantener constante el patrimonio neto empresarial.

Este hecho, es decir, el no mantenimiento de la integridad del capital, se produciría si la


política de amortizaciones no es la adecuada, no disponiendo de recursos que posibiliten
nuevas adquisiciones de activos fijos al término de su vida útil, lo que puede ocurrir si
se han destinado a financiar una expansión continua del activo corriente, aunque
siempre atendiendo al plan financiero establecido.

Tampoco puede formarse la totalidad de los fondos aludidos si una empresa tiene
pérdidas en su tramo de explotación, sin perder de vista que el principio contable de
prudencia, correspondiente al Marco conceptual de la Contabilidad, enfatiza que
“deberán tenerse en cuenta las amortizaciones y correcciones de valor por deterioro de
los activos, tanto si el ejercicio se salda con beneficio como con pérdida”.

NOS REPARTIMOS EN LO SIGUIENTE:

ROJO: DAYANA

VERDE: KARINA

AZUL: EUCLIDES

FUCSIA: LAURA

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