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Primeros pasos hacia una crianza

consciente
Autismo Diario

31 julio, 2019

Autismo, Educación, Familia, Terapia

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Existe profusa literatura científica que aborda los problemas


de ansiedad, depresión, estrés y mala calidad de vida de
madres y padres de personas con autismo, ciencia que
aumenta más aun el estigma negativo del autismo, no solo
creemos que es malo, la ciencia lo avala. Y sin embargo, qué
poca literatura hay de como sanar esos procesos emocionales
a través de meditación y/o mindfulness en este campo tan
específico.
Durante décadas el autismo ha sido directamente asociado a
discapacidad intelectual severa, carencia de comunicación
verbal y una serie de conductas altamente disruptivas.
Aunque en la actualidad sabemos que no es así, el estigma
sobre lo terrible del trastorno está ahí, y condiciona
fuertemente a la persona. De hecho, cuando una familia
recibe el diagnóstico de autismo de un hijo se genera un
difícil proceso de duelo que va a impactar de forma negativa
(y en muchos casos durante muchos años) en la familia.
Durante el proceso del duelo en el autismo se producen una
serie de cambios tremendos en la forma de asumir la propia
vida. Desde la negación, rebelión, culpa, depresión y
aceptación, a la sanación emocional, puede haber un
tremendo recorrido, a veces nunca acaba, a veces dura
décadas. Pero hay un punto en el proceso del duelo del que
nadie habla, del duelo que nunca acaba, es lo que se
denomina la rendición. Y es el momento en que la madre (y
el padre) realmente no aceptan la realidad, sino que se
someten a ella.
Mindfulness’ o ‘atención plena’ significa estar presente aquí
y ahora sin juzgar o etiquetar, con aceptación y con una
actitud amorosa. Es vivir aquí y ahora. A través de la
atención plena en el momento presente quedas libre de
enredarte en el pasado y preocuparte por el futuro.
Esta práctica tan beneficiosa no se trata de lograr un estado
de relajación o evasión, sino un estado de atención serena,
sin tensión ni alerta. Un factor que puede ser una estrategia
de afrontamiento importante es la compasión de sí mismo,
que implica ser amable con uno mismo en tiempos de
dificultad, reconocer la naturaleza compartida del
sufrimiento humano y ser conscientemente consciente de
pensamientos y emociones negativas. Así es como descubrí
todas las bondades que me ayudaron a entender y conectar
con mi hijo. A comprender su comportamiento, su forma de
ver, sentir, estar y percibir el mundo.
El niño con autismo puede permanecer durante largos
periodos de tiempo en atención plena, pero tienen un riesgo,
no se pueden proteger del miedo materno o paterno. Aunque
no juzgan, no mienten, sienten de forma sincera, perciben la
verdadera esencia de las cosas, por ejemplo, cuando tocan el
agua repetidas veces, es como si cada vez que la toca fuese
la primera vez, y desde el modelo social decimos que
determinadas conductas del niño son conductas obsesivas,
cuando en realidad descubres que existe un profundo placer
en descubrir el agua una y mil veces. Es curioso como
cuando sus emociones se desbordan, decimos que tienen
estereotipias, cuando en realidad no son otra cosa más que
manifestaciones sinceras, sin recortes, sin inhibiciones, esas
que no teníamos cuando éramos niños y que con el tiempo
nos enseñaron a perder.
Mindfulness: superación del dolor emocional de las
familias de personas con autismo
o Imagínense por un momento lo que sería tener paz y
tranquilidad en su vida.
o Experimentar deliciosos momentos de quietud y tiempo solo
para ti.

o Experimentar menos estrés y ansiedad (ambos)


o Sentirte menos abrumada por las exigencias de la
maternidad.
o Construir relaciones más fuertes con tu hijo.
o Sonreír y reír más.
o Comprender sus necesidades y sus procesos evolutivos
o Tener momentos de auténtica conexión con tu hijo.
o Conocer e implementar herramientas que le ayuden a
avanzar.
Estudios científicos nos confirman que los padres de niños
con trastornos del espectro autista (TEA) tienen un mayor
riesgo de estrés agudo y crónico en comparación con los
padres de niños con otras discapacidades del desarrollo y
padres de niños sin discapacidades.
Es por eso que compartimos una herramienta maravillosa
que puede ayudarte muchísimo y que, además, es muy fácil
de aprender y de implementar. Sólo necesitas dedicarle un
poco de práctica, y verás qué cambio. Se llama mindfulness
y en el siguiente enlace te enseñaré en que consiste.
campus.autismodiario.org/cursos/mindfulness-superacion-del-dolor-emocional-de-las-
familias-de-personas-con-autismo/
«Nuestro mayor miedo no es que no encajemos,

nuestro mayor miedo es que tenemos una fuerza desmesurada.

Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que más nos asusta.

Empequeñecerse no ayuda al mundo, no hay nada inteligente en


encogerse

para que otros no se sientan inseguros a tu alrededor.

Todos deberíamos brillar como hacen los niños,

no es cosa de unos pocos, sino de todos,

y al dejar brillar nuestra propia luz,

inconscientemente damos permiso a otros para hacer lo mismo.

Al liberarnos de nuestro propio miedo

nuestra presencia libera automáticamente a otros.»

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