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Tetradimensionalidad: es un dominio no lineal y sin atributos temporales o espaciales, se aboga por

que toda realidad es así. Esta es la serie de etapas por la que atraviesa una persona a lo largo de su
vida la niñez, adolescencia, adulto y vejez

TETRADIMENSIONALIDAD O PANDIMENSIONALIDAD:
Es la idea de que la realidad no es lineal, es decir, el dominio de lo no lineal sin atributos
espaciales o temporales. Cada uno se desarrolla de acuerdo a su patrón. (No todos los
humanos somos iguales, se modifica nuestra persona, nuestro entorno, experiencias,
culturas, y por tanto no es una forma lineal).

DEJAR DE SER UN HOMBRE TRIDIMENSIONAL

DEJAR DE SER UN HOMBRE TRIDIMENSIONAL


A fin de comprender al mundo tridimensional, un hombre deberá,
primero que todo, cesar de ser tridimensional, o sea, deberá
volverse tetradimensional; en otras palabras, deberá entrar en los
intereses vitales de un espacio tetradimensional.
Si siente los intereses de esa vida, por este mismo hecho, se
alejará de su plano tridimensional y nunca podrá regresar allí.
Entrando cada vez más en la órbita de ideas y conceptos que
antes le eran totalmente incomprensibles, no será más un ser
tridimensional, sino que se convertirá en un ser tetra dimensional.
Pero para esto, el ser humano deberá ser realmente
tetradimensional, o sea, sin ser consciente de ello, deberá poseer
una cuarta dimensión.
Un ser realmente tridimensional nunca será tetradimensional.
A fin de llegar a ser tetradimensional deberá ser tetradimensional.
Entonces, al fin podrá librarse de la ilusión de la
tridimensionalidad del mundo y de él mismo, y sentir el mundo
tetradimensional.

La tridimensionalidad del ser


27 de Julio de 2015
Nuestro ser se compone de tres aspectos: Cuerpo, mente y espíritu. El balance de
estas tres dimensiones lleva a la plenitud en la experiencia humana.
Algunos seres se dedican al cuidado del cuerpo y llevan una dieta saludable, pero
olvidan cultivar el espíritu. Otros se encierran tanto en su crecimiento espiritual que
olvidan el cuerpo; algunos, incluso, le hacen daño al cuerpo. Por otro lado están los
que cultivan su mente con estudios y lecturas, volviéndose eruditos en alguna
materia, pero descuidan su nivel energético, o su espíritu, entregándole el completo
control a su intelecto.
Es por estos desequilibrios en nuestro ser, que no nos permitimos explotar el
potencial que poseemos. Quien logra el balance perfecto de sus tres aspectos:
cuerpo, mente y espíritu, encuentra la plenitud.
Las tres dimensiones del ser gozan de igual importancia. El reto es explotar cada
uno de estos aspectos y, con ello, despertar nuestro ciento por ciento.
El cuerpo es nuestra herramienta. No hay forma que nos encontremos en la
dimensión humana sin uno de estos avatares que llamamos “cuerpo”. El cuerpo, al
someterse al campo físico, también trabaja bajo sus leyes.
Hemos llamado “enfermedades” a las consecuencias de los malos tratos al cuerpo, a
veces al espíritu, otras a la mente.
La disciplina del ejercicio es fundamental. El cuerpo necesita moverse para que la
energía no se estanque y se mantenga activa. Caminar es excelente ejercicio
cardiovascular.
No sólo somos lo que comemos, sino que las toxinas que contiene nuestra comida
afectan al cuerpo. No importa el tipo de dieta que decidas llevar, procura que sea
saludable, fresca, orgánica y que le dé un trato humano a los animales, así como al
planeta, estos aspectos influyen a nivel energético.
La mente es la computadora más avanzada que ni siquiera los mismos humanos han
logrado replicar en su totalidad. Ella es nuestro disco duro con más capacidad
imposible.
Cultivar la mente con información que potencie tus talentos y que sirvan de
herramientas para lograr tus sueños profesionales es la clave para alcanzarlos. Es
imposible convertirte en chef si no sabes freír un huevo.
Para que las oportunidades correctas lleguen y puedas aprovecharlas debes poner
acción a la ecuación. Meterte a estudiar a una escuela culinaria o replicar cuanta
receta encuentres en Pinterest, si es que no tienes dinero o tiempo para una escuela.
La mente juega un papel importantísimo en la materialización de tu presente
perfecto.
El más escurridizo de todos es el aspecto espiritual. Es desde el espíritu que viene
información más profunda de la que nuestra mente puede acceder. Nuestros rituales
espirituales, sea una religión o una práctica personal, son técnicas que nos ayudan a
conectar con la dimensión intangible de nuestro ser.
En el nivel espiritual, alma, fuente o Dios, como sea que lo nombres, se encuentra la
sabiduría para tomar las decisiones correctas, la conexión con la intuición y el
camino al momento presente tan importante para nuestra salud tridimensional.

Las Tres Dimensiones del Ser


El hombre es un ser tridimensional: espíritu, alma y cuerpo. Las cosas que afectan el espíritu,
afectarán el alma y ésta a su vez afecta el cuerpo.

El espíritu es el área de nuestro ser por medio de la cual nos relacionamos con Dios, solo a través de
esta área podemos tener una adecuada relación con nuestro Creador, ya que nos fue dada para
mantener comunión permanente con él, de manera que siempre tengamos Su dirección y guía. Es
a través esta área como podemos percibir las manifestaciones de Dios para nuestra vida, por tanto
nuestro espíritu debe de ser alimentado adecuadamente, pues así como el cuerpo necesita de
nutrientes para su correcto funcionamiento, el espíritu necesita recibir el alimento espiritual que le
fortalece y robustece, de modo que podamos experimentar la fortaleza y el vigor para enfrentar los
desafíos diarios.

El alma es al área de nuestro ser que nos permite relacionarnos con los demás, es aquí donde
nosotros almacenamos toda la información que hemos recibido a lo largo de nuestra vida y basados
en ella tomamos la gran mayoría de nuestras decisiones; es también el área donde experimentamos
la mayoría de nuestras dolencias, siendo estas las causantes de muchos de nuestros conflictos. Es
por esto que nuestra alma necesita recibir la información correcta proveniente de nuestro espíritu
y que a la postre nos permitirá experimentar sanidad.
El cuerpo es el área de nuestro ser que nos permite relacionarnos con el ambiente, es nuestro
contenedor, es el área material del ser y que a la vez refleja nuestro estado interno, de modo que,
lo que proyectamos físicamente revela lo que llevamos por dentro; es aquí donde se hacen
evidentes nuestras decisiones, convicciones, nuestro estilo de vida, pues todo lo que somos siempre
terminará por salir al exterior.

Cuando miramos nuestro ser, nos damos cuenta de cuan importante es que aprendamos a cuidar
de cada área,

a disfrutarlas y administrarlas, pues solo así lograremos vivir la vida con sentido y felicidad para la
cual fuimos diseñados.

Publicado por www.pecmexico.com en 21:07

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1 comentario:

1.

yohanny ines martinez martinez13 de noviembre de 2017, 5:30

excelente reflexion . muchas gracias y bendiciones


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