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Propuesta CPC Texto Definitivo
Propuesta CPC Texto Definitivo
Hacia un moderno
y eficaz Juicio de
Hacienda
A propósito de la
reforma al proceso civil
*
Agradecemos la participación de los ayudantes de la Escuelas de Derecho de las Universidades de
Valparaíso y Alberto Hurtado, cuyo trabajo en la búsqueda de las fuentes normativas comparadas
fue fundamental para el desarrollo de este estudio. Así dejamos expreso reconocimiento al trabajo
desarrollado por los ayudantes Karina Uribe, Daniela Estrada, Paula Gutiérrez, Hernán Araoz,
Bryann Díaz, Eduardo Vodanovic, Cataliza Sánchez, Víctor González y Francisca Anguita.
Índice
I. Presentación ..................................................................................................................... 2
II. Análisis específico y propuestas ................................................................................ 7
A. Legitimación activa e intervención de partes y terceros en la impugnación de
actos administrativos ......................................................................................................... 7
Especialidad del problema ............................................................................................. 7
Regulación en el proyecto de Código Procesal Civil .................................................. 8
Derecho comparado ...................................................................................................... 11
Propuesta normativa ..................................................................................................... 21
B. Publicidad en el ámbito de la impugnación de actos administrativos de
efectos generales ............................................................................................................... 21
Especialidad del problema ........................................................................................... 21
Regulación en el proyecto de Código Procesal Civil ................................................ 23
Derecho Comparado ..................................................................................................... 25
Propuesta normativa ..................................................................................................... 28
C. La tutela cautelar en la justicia administrativa ...................................................... 29
Especialidad del problema ........................................................................................... 29
Regulación en el proyecto de Código Procesal Civil ................................................ 31
Derecho Comparado ..................................................................................................... 33
Propuesta normativa ..................................................................................................... 41
D. Efectos de las sentencias en los juicios de hacienda ............................................ 42
Especialidad del problema ........................................................................................... 42
Regulación en el proyecto de Código Procesal Civil ................................................ 43
Derecho Comparado ..................................................................................................... 47
Propuesta normativa ..................................................................................................... 69
III. Síntesis de propuesta normativa ............................................................................. 73
§1. Los tres últimos Gobiernos de nuestro país han planteado dentro de sus
propuestas programáticas – una vez consolidadas las reformas a la justicia penal,
de familia, laboral y tributaria – reformas al sistema de justicia civil. Estas reformas
están inspiradas en los propósitos de hacer más rápida, eficaz y transparente el
sistema de justicia, acercando el ejercicio de la judicatura a los ciudadanos.
En este sentido, el Gobierno de la Presidenta Bachelet (2006-2010) preparó
un proyecto de ley que reemplazaba nuestro tradicional Código de Procedimiento
Civil, el que se presentó e ingresó el 16 de junio de 2009 a la H. Cámara de
Diputados1. Este proyecto fue preparado por una comisión de expertos, asesora del
Ministerio de Justicia, denominada “Foro Procesal Civil”, sobre la base de un
anteproyecto elaborado por profesores de la Facultad de Derecho de la
Universidad de Chile2. Este proyecto tuvo una corta vida parlamentaria, ya que sin
que se avanzara significativamente en su tramitación, fue finalmente retirado del
Congreso Nacional por el Gobierno del Presidente Piñera y reemplazado por un
nuevo proyecto de ley de Código Procesal Civil3, el que fue aprobado por la H.
Cámara de Diputados, en su primer trámite constitucional, el 7 de mayo de 20144,
y actualmente se encuentra en estudio y análisis en la Comisión de Constitución,
Legislación y Justicia del H. Senado de la República.
Este nuevo proyecto de ley recoge en lo substancial el trabajo desarrollado
por las diversas comisiones del Ministerio de Justicia, aunque reemplazando y
modificando en algunos aspectos substanciales la propuesta anterior, producto de
una mayor reflexión y estudio de las cuestiones planteadas y un proceso de
revisión y sistematización de las diversas propuestas en juego. En este sentido, esta
nueva propuesta es fruto del trabajo de un equipo conformado por el ex Ministro
de Justicia Sr. Felipe Bulnes, y que integraron los profesores Cristian Maturana,
Raul Tavolari y José Pedro Silva, con la participación adicional de otros destacados
académicos de diversas universidades chilenas. No obstante, correspondió al
Ministro de Justicia posterior, Sr. Teodoro Rivera, ingresar finalmente el nuevo
proyecto a la H. Cámara de Diputados, correspondiendo a éste y a la Sra. Patricia
Pérez, quien lo sucedió en el cargo, su tramitación, trabajo que culminó el actual
titular de la cartera, Sr. José Antonio Gómez.
Ahora bien, en cuanto al contenido del proyecto de ley de Nuevo Código
Procesal Civil, se puede sostener, en primer lugar, que éste tiene como objetivo
1 Proyecto de ley enviado por el Ejecutivo por mensaje de la Presidente de la República Nº 398-357,
de 18 de mayo de 2009.
2 Anteproyecto de Código de Procesal Civil de diciembre de 2006.
3 El nuevo proyecto de ley de Código Procesal Civil fue ingresado por el Ejecutivo el 13 de marzo
Cámara de Diputados.
§2. Pese a que el mensaje del proyecto de ley de Nuevo Código Procesal Civil se
refiere sólo a los juicios civiles y comerciales, estas nuevas reglas procesales tienen
la pretensión de aplicarse a todos los procedimientos civiles, en sentido amplio,
abarcando también, en forma supletoria, a los procedimientos de minería,
laborales, familia, tributarios o de cualquiera otra materia relacionada con el
ámbito civil (Art. 14 del proyecto de Código Procesal Civil)5. Esta referencia debe
hacerse extensiva, evidentemente, a los asuntos administrativos o contencioso-
administrativos, es decir, a los juicios que se traben entre un particular y algún
órgano de la Administración del Estado o entre dos órganos que forman parte de
esta última, ya sea a propósito de la exigencia de un particular de una reparación
económica por parte de la Administración, ya la nulidad de una norma jurídica
dictada por ésta o, en fin, la declaración o el reconocimiento de algún derecho o
situación jurídica que afirme poseer un particular.
Lo anterior provoca la preocupación inmediata de la doctrina administrativa
nacional, ya que al no existir una jurisdicción y un procedimiento contencioso
administrativo especial aplicable a los asuntos administrativos en general en
nuestro derecho –y es muy improbable que lo haya en el mediano plazo-, salvo
algunas regulaciones especiales parciales en ciertas materias, la aplicación de las
normas del nuevo Código Procesal Civil a estos asuntos es automática, como lo ha
sido hasta ahora las reglas del Código de Procedimiento Civil vigente. Así, la
ausencia total de reglas procesales específicas para los procesos de nulidad de
derecho público o las regulaciones parciales, pero llenos de lagunas y vacíos, de
algunos reclamos de ilegalidad específicos en diversas materias administrativas, ha
hecho frecuente en nuestro derecho el recurso a las normas del Código de
Procedimiento Civil, sobre todo considerando la interpretación amplia que se le ha
dado a la expresión “causa civil” y la regla de supletoriedad general de las normas
del juicio ordinario establecida en el Art. 3° del actual Código y que repite el nuevo
5 El Art. 14 del nuevo proyecto de Código Procesal Civil dispone lo siguiente: “Aplicación
supletoria del Código y procedimiento ordinario. Las normas de este Código se aplicarán
supletoriamente a todos los procedimientos no previstos en él, a menos que ellos contemplen una
norma especial diversa o su aplicación se encuentre en oposición con la naturaleza de los derechos
o de los principios que los rigen.
Las normas del procedimiento ordinario se aplicarán en todas las gestiones, trámites y actuaciones
que no están sometidas a una regla especial diversa”.
§3. Pues bien, en este contexto, creemos indispensable advertir algunos problemas
que provocaría la aplicación de las nuevas reglas procesales a los procesos
administrativos o contencioso-administrativos, problemas que ya se arrastran del
Código vigente, pero que, a nuestro juicio, se profundizarían con el nuevo Código.
En este sentido, este documento de trabajo se fundamenta – y así se justificará en
cada una de las proposiciones – en que los asuntos contencioso-administrativos
poseen ciertas peculiaridades en relación con los asuntos civiles ordinarios que
deben considerarse al momento de definir las reglas a las que debe someterse su
juzgamiento. El hecho que sean procedimientos dirigidos en contra de un órgano
de la Administración del Estado, en relación a actuaciones o actos jurídicos
formales de amplio impacto y relevancia para la sociedad y en el que se afectan
derechos e intereses públicos y privados de relevancia significativa, hace que deba
recogerse necesariamente esa particularidad, ya que de otro modo se hace ineficaz
la actividad administrativa y se deteriora la debida protección de los derechos e
intereses de los ciudadanos.
En este sentido, son especialmente relevantes el impacto que tienen las
normas procesales civiles, entre otras materias, en la legitimación activa para
intervenir en los procesos judiciales en los que se discuten asuntos de derecho
público, las reglas sobre publicidad y alcances de la impugnación judicial de
normas generales, las medidas cautelares que puedan decretarse en la tramitación
del juicio, en particular, en defensa de los derechos e intereses públicos y privados
afectados con la decisión administrativa y los efectos que tendrían las sentencias
dictadas por un tribunal en contra de órganos de la Administración del Estado.
Estas materias, por nombrar sólo aquellas que se consideran más relevantes en la
justicia administrativa actual, exigen una regulación distinta de la dispuesta
normalmente en materia procesal civil, ya que la naturaleza del conflicto, los
derechos e intereses afectados y los alcances de la resolución judicial exigen una
respuesta normativa diferente, que se haga cargo de estas peculiaridades, como lo
prueban la amplia experiencia comparada.
No se trata, como erróneamente podría pensarse, de establecer una
regulación especial que proteja o favorezca los intereses del Fisco o de los demás
órganos de la Administración del Estado en sus procesos civiles, sino que muy por
§4. En este contexto, y con tales propósitos, este documento de trabajo formula
algunas propuestas que complementan la regulación contenida en este Nuevo
Código Procesal Civil, sin alterar sustancialmente su contenido general. Para ello, y
con el propósito de hacer una mínima intervención al proyecto legal en curso, se ha
optado por sugerir sólo un grupo pequeño de normas que aborde estas materias de
principal relevancia, bajo el título clásico y tradicional en nuestro derecho de
“Juicio de Hacienda”, el que se inserta como Título VII del Libro Cuarto del
proyecto. Así, en el marco de los procedimientos especiales dispuestos en la nueva
regulación, se propone incorporar un nuevo artículo 454 al proyecto, donde se
dispone expresamente como regla general la aplicación del juicio ordinario para
estos asuntos, disponiendo a continuación la incorporación de algunas reglas
especiales que abordan las cuestiones principales que considera la justicia
administrativa actualmente, y a las que ya se ha hecho referencia.
En este contexto, este trabajo sólo contiene una serie de propuestas
normativas exclusivamente en las materias ya indicadas. Para ello el esquema
seguido es, en primer lugar, destacar la importancia del tema en cada caso; en
segundo lugar exponer las normas del proyecto de Código Procesal Civil con
incidencia en esta materia y sus problemas de ajuste a las materias contencioso-
administrativas; en tercer lugar, se exponen las normas de derecho comparado
existentes en la materia en cinco países de referencia, a saber, Alemania, España,
Italia, Costa Rica y Colombia; finalmente, se exponen las propuestas normativas
elaboradas por el equipo que trabajo que elaboró este estudio, tomando
precisamente como referencias las normas de derecho comparado antes aludidas y
la práctica jurídica de nuestro país.
6 Por todos, Bordalí, Andrés. “El derecho fundamental de acción. Un intento de configuración en el
orden constitucional chileno”, en Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo XCVII, 2000, pp. 81-105.
7 Sentencia del Tribunal Constitucional, Rol N° 2042-2011, de 10 de julio de 2012.
8 Ver, Ferrada, Juan Carlos y Bordalí, Andrés. “La tutela judicial del ciudadano frente a la
Administración del Estado”, en Estudios de Justicia Administrativa, Lexis Nexis, Santiago, 2008, pp.
137-158.
9 El artículo 32 del antiguo proyecto de Código Procesal Civil señala: “Representación en caso de
intereses difusos y colectivos. En el caso de cuestiones relativas a la defensa del medio ambiente,
valores culturales o históricos y, en general, que pertenezcan a un grupo indeterminado de
personas o a varias persona, estarán legitimados indistintamente para promover el proceso
pertinente la persona interesada y las instituciones o asociaciones de interés social que establezca la
ley respectiva y que sean admitidas por resolución judicial previa para representar el interés difuso
o colectivo por garantizar una adecuada defensa de dicho interés comprometido, según el
procedimiento que contemple para tal efecto la ley respectiva”.
10 Recuérdese que el artículo 23 del Código de Procedimiento Civil vigente establece una relación
entre derecho e interés, identificando este último con una posición singular en relación al primero.
Así la norma citada señala: ”Los que, sin ser partes directas en el juicio, tengan interés actual en sus
resultados, podrán en cualquier estado de él intervenir como coadyuvantes, y tendrán en tal caso
los mismos derechos que concede el artículo 16 a cada una de las partes representadas por un
procurador común, continuando el juicio en el estado en que se encuentre. Se entenderá que hay
interés actual siempre que exista comprometido un derecho y no una mera expectativa, salvo que la
ley autorice especialmente la intervención fuera de estos casos. Si el interés invocado por el tercero
es independiente del que corresponde en el juicio a las dos partes, se observará lo dispuesto en el
artículo anterior”.
11 Se pueden citar como ejemplos en esta materia, las SCS “Sociedad Visal Ltda. Con Empresa
Portuaria de Arica”, Rol Nº 1428/2007; “Sky Service S.A con Fisco de Chile”, Rol Nº 5553/2007; y,
más recientemente, “Estación de Servicio Pedro de Valdivia Norte Limitada con Fisco de Chile”,
entre otras.
12 Así la Excma. Corte ha señalado que “tal como lo ha sostenido esta Corte en las causas rol 3011-
2006, 1428-2007 y 5553-2007, el interés jurídico como requisito esencial de la acción deducida en
estos autos corresponde a intereses personales y directos amparados por el ordenamiento jurídico,
relativos a la esfera personal del actor y que el acto administrativo afecta de manera directa y
determinante lesionando un derecho, como señala el artículo 38 inciso segundo de la Constitución
Política de la República. Si bien un interés individual o colectivo cualquiera, legítimo, puede ser
suficiente para otorgar la calidad de interesado en un procedimiento administrativo, y también en
algunas acciones judiciales contempladas por la ley, como el denominado reclamo de ilegalidad
municipal, para ser titular de la acción dirigida a obtener tutela jurisdiccional dicho interés debe ser
de tal envergadura que pueda considerarse que el acto recurrido lesiona un derecho”.
13 La Corte Suprema en sentencia dictada el 30 de noviembre de 2012, rol Nº 598-2010, señaló lo
siguiente: “si bien la legitimación surge de la lesión de un derecho, término que puede interpretarse
en un sentido amplio como comprensivo de una situación jurídica reconocida y amparada por el
ordenamiento jurídico y no solo de un derecho subjetivo como ya ha señalado con anterioridad esta
Corte Suprema, en sentencias recaídas en los autos "Agrícola Forestal Reñihue Ltda. con Cubillos
Casanova, Juan Carlos y Fisco de Chile" rol Corte N° 3011-2006 y "Sociedad Visal Ltda. con
Empresa Portuaria de Arica", Rol Corte N° 1428-2007, en el caso que nos ocupa la Federación Aérea
de Chile invoca la situación que emana de sus propios estatutos de la cual surge que tiene interés
de operar en el mercado aeronáutico civil y no puede hacerlo a raíz de, entre otros actos, el objeto la
presente acción”. Y luego añade: “A modo de conclusión y tal como se ha señalado en fallos
anteriores, la legitimación activa, como elemento de la acción, se encuentra referida a la relación del
sujeto con la situación jurídica sustancial comprometida en el juicio, de la que surge un interés que
lo habilita para ejercerla, impetrando su tutela ante el órgano jurisdiccional. En el caso de autos, tal
como se señaló, el organismo demandante tiene un evidente interés jurídico colectivo en evitar que
sean modificadas las normas de planificación urbanísticas, el cual es de suficiente envergadura para
concluir que los sentenciadores de la instancia al decidir que tiene legitimación activa para
demandar la nulidad de la Resolución N° 147 cuestionada no han incurrido en el yerro jurídico que
se les reprocha”.
Derecho comparado
§9. Alemania. La tutela judicial del ciudadano en el derecho alemán está referida,
en lo que a las partes del proceso se refiere, a los derechos subjetivos (Art. 19.4 de
la Ley Fundamental de Bonn), en sentido estricto. Así la norma constitucional
señala:
Art. 19.4. Toda persona cuyos derechos sean vulnerados por el poder
público, podrá recurrir a la vía judicial. Si no hubiere otra jurisdicción
competente para conocer el recurso, la vía será la de los tribunales
ordinarios. No queda afectado el artículo 10, apartado 2, segunda frase
Art. 24.1. Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva
de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses
legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión”.
Art. 24. Todos podrán acudir a los tribunales para la defensa de sus
derechos y de sus intereses legítimos.
La legislación italiana regula además de forma expresa los recursos que los
terceros pueden intentar y cuyos efectos son casi idénticos a los recursos de que
disponen las partes.
Art. 15.
1) Se considerarán también partes del proceso:
a) Los terceros que intervengan con pretensiones propias respecto de la
conducta objeto del proceso.
b) Quienes sean llamados, de oficio o a instancia de parte, en calidad
principal o accesoria.
2) La participación del tercero podrá hacerse valer en cualquier
momento antes del dictado de la sentencia, y tomará el proceso en el
estado en el que se encuentre, siempre que ello no sirva para burlar los
plazos de caducidad.
Art. 87. Toda persona podrá acudir ante la autoridad judicial para hacer
efectivo el cumplimiento de una ley o un acto administrativo. En caso
de prosperar la acción, la sentencia ordenará a la autoridad renuente el
cumplimiento del deber omitido
Art. 88. La ley regulará las acciones populares para la protección de los
derechos e intereses colectivos, relacionados con el patrimonio, el espacio,
la seguridad y la salubridad públicas, la moral administrativa, el
CAPÍTULO X
Intervención de terceros
Artículo 223. Coadyuvancia en los procesos de simple nulidad. En los
procesos que se tramiten con ocasión de pretensiones de simple
nulidad, desde la admisión de la demanda y hasta en la audiencia
inicial, cualquier persona podrá pedir que se la tenga como coadyuvante
del demandante o del demandado.
El coadyuvante podrá independientemente efectuar todos los actos
procesales permitidos a la parte a la que ayuda, en cuanto no esté en
oposición con los de esta.
Antes del vencimiento del término para aclarar, reformar o modificar la
demanda, cualquier persona podrá intervenir para formular nuevos
cargos o para solicitar que la anulación se extienda a otras disposiciones
del mismo acto, caso en el cual se surtirán los mismos traslados
ordenados para la reforma de la demanda principal.
Artículo 224. Coadyuvancia, litisconsorte facultativo e intervención ad
excludendum en los procesos que se tramitan con ocasión de pretensiones de
nulidad y restablecimiento del derecho, contractuales y de reparación
directa. Desde la admisión de la demanda y hasta antes de que se
profiera el auto que fija fecha para la realización de la audiencia inicial,
en los procesos con ocasión de pretensiones de nulidad y
restablecimiento del derecho, contractuales y de reparación directa,
cualquier persona que tenga interés directo, podrá pedir que se la tenga
como coadyuvancia o impugnadora, litisconsorte o como interviniente
ad excludendum.
El coadyuvante podrá efectuar los actos procesales permitidos a la parte
que ayuda, en cuanto no estén en oposición con los de esta y no
impliquen disposición del derecho en litigio.
En los litisconsorcios facultativos y en las intervenciones ad
excludendum es requisito que no hubiere operado la caducidad.
Igualmente, se requiere que la formulación de las pretensiones en
demanda independiente hubiera dado lugar a la acumulación de
procesos.
De la demanda del litisconsorte facultativo y el interviniente ad
excludendum, se dará traslado al demandado por el término establecido
en el artículo 172 de este Código.
15Existen actos administrativos que se dirigen a grupos amplios de personas bien determinadas
como actos actos que otorgan subsidios o bonos. La doctrina no esta conteste en la terminología de
estos actos. Para algunos son actos administrativos generales y para otros particulares. Lo cierto es
que mientras más sean sus destinatarios la complejidad en la impugnación se acrecienta.
Derecho Comparado
§17. Alemania. Como regla general, puede sostenerse que la VwGO no contempla
la impugnación contra reglamentos. En el Derecho alemán estos actos son
equiparables a la ley, por lo que es la jurisdicción constitucional la principalmente
habilitada para conocer de ellos. Sólo excepcionalmente se permite la impugnación
de ciertos reglamentos urbanísticos u otros expresamente señalados en la
legislación de cada Land.
Esta es la regulación de esta impugnación.
Por su parte, el art. 65, al que hace referencia el punto 3 del artículo recién
citado, trata precisamente la invitación a terceros interesados de la cual ya hicimos
referencia en el acápite anterior.
§18. España. La legislación española contempla dos vías para impugnar un acto
administrativo de carácter general. La vía directa dice relación con que el objeto
inmediato del recurso de nulidad es el reglamento cuya validez se ataca. En
cambio, la vía indirecta, se refiere a la impugnación en concreto del acto
administrativo de aplicación del reglamento ilegal.
La LJCA permite la impugnación de normas reglamentarias y habilita,
dentro del plazo de dos meses de su publicación, que se presente demanda de
nulidad.
Art. 45.
5. El recurso dirigido contra una disposición general, acto, inactividad o
vía de hecho en que no existan terceros interesados podrá iniciarse
también mediante demanda en que se concretará la disposición, acto o
conducta impugnados y se razonará su disconformidad a Derecho. Con
la demanda se acompañarán los documentos que procedan de los
previstos en el apartado 2 de este artículo.
Art. 47.
1. Una vez cumplido lo dispuesto en el artículo 45.3, el Secretario
judicial en el siguiente día hábil acordará, si lo solicita el recurrente, que
se anuncie la interposición del recurso y remitirá el oficio para su
publicación por el órgano competente, sin perjuicio de que sea costeada
por el recurrente, en el periódico oficial que proceda atendiendo al
ámbito territorial de competencia del órgano autor de la actividad
administrativa recurrida. El Secretario judicial podrá también acordar
de oficio la publicación, si lo estima conveniente.
2. Si se hubiera iniciado el recurso mediante demanda en los supuestos
previstos por el artículo 45.5 y éste se dirige contra una disposición
general, deberá procederse a la publicación del anuncio de interposición de
aquél, en el que se concederán quince días para la personación de quienes
tengan interés legítimo en sostener la conformidad a Derecho de la disposición,
acto o conducta impugnados. Transcurrido este plazo, el Secretario judicial
procederá a dar traslado de la demanda y de los documentos que la
acompañen para que sea contestada primero por la Administración y
luego por los demás demandados que se hubieran personado.
§20. Costa Rica. El CPCACos establece una regla especial para la impugnación de
reglamentos
Artículo 10.
2) Podrán impugnar directamente disposiciones reglamentarias, quienes
ostenten, respecto de estas, algún interés legítimo, individual o
colectivo, o algún derecho subjetivo, sin que se requiera acto de
aplicación individual.
Propuesta normativa
§22. De todo lo hasta aquí expuesto, puede concluirse que siendo un elemento no
discutido en nuestro derecho que son también impugnables las normas de carácter
reglamentario, y ante la necesidad de que la sentencia que anule ese reglamento
tenga efectos generales, parece de toda lógica que el proceso sea desarrollado en
las mejores condiciones de contradictoriedad posible.
§23. Las medidas cautelares actúan como garantías dentro del proceso protegiendo
los intereses del juicio, y evitando que la duración o naturaleza del proceso
frustren las resultas de éste. De lo que se trata es que la existencia del proceso
mismo no se constituya en un obstáculo para la satisfacción del derecho que
demanda aquel que resulta amparado por el ordenamiento jurídico, ni menos se
imponga como una carga que inhiba la obtención de una justicia oportuna y eficaz.
El Código de Procedimiento Civil actualmente vigente contempla distintas
medidas cautelares que pueden solicitar las partes al tribunal (Art. 290), a saber, el
secuestro de la cosa, el nombramiento de uno o más interventores, la retención de
bienes determinados y la prohibición de celebrar actos o contrato. Lo anterior es
sin perjuicio de la posibilidad de que el tribunal pueda decretar otras medidas
cautelares no enumeradas expresamente en la ley, las que podrán requerir caución,
de acuerdo a lo establecido en el Art. 298 del mismo Código.
§24. En los juicios contra organismos estatales tres son las principales medidas que
usualmente se solicitan por las partes. Por un lado la medida de suspensión de los
efectos de un acto administrativo, la que podrá ser particular o general, la que se
solicita cuando la acción ejercida pretenda impugnar la validez de un acto
administrativo. Por otro lado, en los casos de peticiones de condenas patrimoniales
a un órgano de la Administración del Estado, la medida precautoria recaerá en
afectaciones o prohibiciones sobre bienes públicos. Finalmente, en casos de
actividades materiales de la Administración del Estado, la prohibición de realizar
actuaciones será una medida recurrente en este ámbito.
16En este sentido puede verse, Bordalí, Andrés y Ferrada, Juan Carlos. “La tutela cautelar en la
Justicia Administrativa”, en Estudios de Justicia Administrativa, LexisNexis, Santiago, 2008, pp. 206-
207.
Art. 171. Objeto. Las medidas cautelares tienen como objeto asegurar el
cumplimiento de la eventual sentencia que se pronuncie aceptando la
pretensión del actor o evitar los perjuicios irreparables que puedan
producirse con motivo del retardo en su dictación.
Art. 182. Medidas conservativas. Para asegurar el resultado de la
pretensión, a petición de parte, podrá el tribunal decretar una o más de
las siguientes medidas:
1. El secuestro en manos de un tercero de la cosa objeto de la pretensión;
2. La intervención judicial de bienes litigiosos;
3. La retención de bienes determinados;
4. La prohibición de celebrar actos y contratos sobre bienes
determinados.
El tribunal podrá conceder otras medidas conservativas, cuando aquellas
previstas en el inciso precedente no resulten idóneas o suficientes para el
resguardo de la pretensión del actor.
Art 189. Medida cautelar innovativa. Ante la inminencia de un grave
perjuicio, el juez, a petición de parte, podrá disponer medidas destinadas a
reponer un estado de hecho o de derecho preexistente total o parcialmente
a la solicitud.
Por otro lado, el Art. 180 del proyecto de Código establece la necesidad del fumus
bonis iuris y del periculum in mora como requisitos de procedencia de la tutela
cautelar, poniendo en sintonía con lo exigido por la doctrina en esta materia. Así, el
proyecto de Código de Procesal Civil dispone:
Art. 180. Verosimilitud del derecho y peligro en la demora. Para ordenar las
medidas de que trata este título el solicitante deberá acompañar el o los
antecedentes que hagan verosímil:
1° La existencia del derecho que se reclama y
2° El peligro de daño jurídico que entraña, para su pretensión, el hecho
de que no se conceda de inmediato la medida solicitada.
§29. Tres son los principales problemas que plantea esta regulación. En primer
lugar, las medidas cautelares que considera la nueva regulación coinciden con las
actualmente vigentes, las que se relacionan con una controversia jurídica
patrimonial entre privados. Cierto es que ahora la regulación propuesta se abre a
otras medidas conservativas e incluso innovativas, pero ellas siguen descansando
en una perspectiva privada del conflicto, sin atender a las especiales
consideraciones que deben tenerse en cuenta en una controversia jurídica pública.
Así se echa en falta una alusión a la medida cautelar de suspensión del acto,
medida prototípica en los procesos contencioso-administrativos, y cuya ausencia
Derecho Comparado
Así las cosas, se parte como regla general de la suspensión de los efectos del
acto administrativo que se impugna, considerándose como un derecho ínsito en la
reclamación judicial interpuesta por el particular. En otras palabras, la suspensión
del acto administrativo, como medida cautelar automática, se plantea como un
derecho del particular frente a la actividad administrativa, contrarrestando así las
prerrogativas del poder público. No obstante, a continuación, la misma ley, en el
art. 80.2, dispone excepciones a este efecto suspensivo de la impugnación judicial,
siendo las más importantes las siguientes:
Medidas cautelares
Artículo 123 Objeto y procedimiento
(1) A solicitud el tribunal puede, aun antes de la interposición de la
acción, dictar una medida cautelar en cuanto al objeto del litigio cuando
exista peligro que por cambio de la situación existente se frustre o se
dificulte esencialmente la realización de un derecho del demandante.
Medidas cautelares también son admisibles para regular una situación
provisoria respecto de la relación jurídica del litigio, cuando esta
regulación resulta necesaria sobre todo en casos de relaciones jurídicas
continuadas, para evitar desventajas o impedir algún peligro inminente
o por otros motivos.
(2) Para el dictado de una medida cautelar es competente el tribunal de
la causa principal. Es el tribunal de primera instancia y cuando la causa
principal se encuentre en etapa de apelación, el tribunal competente es
el tribunal de apelación. Art. 80, apart. 8, se aplica por analogía.
(3) Para el dictado de medidas cautelares rigen los arts. 920, 921, 923,
926, 928 hasta 932, 938, 939, 941 y 945 del Código Procesal Civil por
analogía.
(4) El tribunal decide por resolución.
(5) Las normas de los aparts. 1 a 3 no rigen para los casos de los arts. 80
y 80a.
Por su parte el Art. 130 hace referencia explícita a los intereses que deben
tomarse en consideración a la hora de evaluar la procedencia de estas medidas.
Art. 130.
1. Previa valoración circunstanciada de todos los intereses en conflicto, la
medida cautelar podrá acordarse únicamente cuando la ejecución del
acto o la aplicación de la disposición pudieran hacer perder su finalidad
legítima al recurso.
2. La medida cautelar podrá denegarse cuando de ésta pudiera seguirse
perturbación grave de los intereses generales o de tercero que el Juez o
Tribunal ponderará en forma circunstanciada.
Art. 133.
1. Cuando de la medida cautelar pudieran derivarse perjuicios de
cualquier naturaleza, podrán acordarse las medidas que sean adecuadas
para evitar o paliar dichos perjuicios. Igualmente podrá exigirse la
presentación de caución o garantía suficiente para responder de
aquéllos.
§32. Italia. En el sistema italiano, al igual que en los antes revisados, la normativa
aplicables establece una regulación amplia de la tutela cautelar, tratando de
combinar, en ciertas materias, la protección de los derechos e intereses de los
particulares con los intereses nacionales que están envueltos en la actuación
administrativa. En este sentido, las disposiciones pertinentes señalan:
§33. Costa Rica. En Costa Rica las medidas cautelares son reguladas de una forma
amplia en el CPCACos, contemplándose una habilitación general para el juez para
su concesión, así como para determinar su contenido. En este sentido, se
contemplan medidas cautelares conservativas, anticipativas e innovativas,
correspondiendo el juez definir ésta, atendido la controversia jurídica y lo
solicitado por el particular.
En este contexto, el Art. 20 del CPCACos señala:
Art. 28.
1) El tribunal respectivo, el juez o la jueza al disponer la medida
cautelar, podrá exigir que se rinda caución o cualquier otra medida de
contracautela, suficiente y proporcionada para la protección de los derechos e
intereses de alguna de las partes, de terceros o del interés público.
Como se puede observar, tal como en los otros ordenamientos el juez debe
realizar un examen sustantivo de cualquier otro tipo de interés público que pueda
estar comprometido en el asunto, y ello es relevante para la determinación de la
caución que eventualmente tenga que rendir el particular que solicita la medida
cautelar.
Con respecto a los condiciones que se deben cumplir para que el juez o
tribunal pueda decretar una medida cautelar, el Art. 231 de este Código señala una
amplia regulación de los requisitos de forma y de fondo que deben concurrir en la
materia, incluida la ponderación de intereses en juego que deben tenerse presente
al momento de decretar éstas. Dichos requisitos se relacionan fuertemente con los
clásicos presupuestos de la tutela cautelar ya vistos – periculum in mora y fumus
bonis iuris -, aunque complementados con los intereses públicos comprometidos en
este tipo de asuntos.
En este sentido, el Art. 231 señala:
Propuesta normativa
§36. Si hay un lugar donde puede verse con claridad el carácter de norma jurídica
que ostenta la sentencia judicial, tantas veces enfatizado por Hans Kelsen en gran
parte de sus obras, es en materia contencioso-administrativa. En efecto, el
acogimiento de una acción de nulidad de normas particulares o de reglamentos
extrae una norma de todo el sistema jurídico y por ende se enfrenta a problemas no
presentes en los juicios ordinarios civiles. Los juicios donde se ventilan asuntos de
derecho privado lidian con conflictos entre derechos subjetivos que se resuelven
con sentencias que afectan sólo sus respectivas posiciones jurídicas. Estos procesos,
en efecto, no están preparados para decidir cuestiones que trascienden más allá del
simple conflicto.
Los problemas a que se enfrentan las sentencias que deciden cuestiones de
Derecho Administrativo ha motivado que el sistema alemán y, luego de él, muchos
otros hayan regulado con bastante detalle los efectos de las sentencias dadas en
juicios administrativos.
En este sentido, la acción anulatoria chilena, principalmente ejercida a través
de la denominada “acción de nulidad de derecho público”, se ha convertido con el
tiempo en una acción ordinaria de gran utilización, convirtiéndose en uno de los
mecanismos principales para la impugnación de la validez de los actos
administrativos. Si bien ha sido la doctrina y la jurisprudencia las que han definido
sus principales características y contornos, existe una clara tendencia a que ella
abarque buena parte del actuar jurídico administrativo. Actos administrativos
particulares y reglamentos pueden ser objeto de esta acción, por lo que parece
indispensable determinar los efectos de la sentencia que anula esas reglas y sus
requisitos de conocimiento y publicidad.
En relación a las acciones indemnizatorias, otra de las más importantes
acciones administrativas que hoy conocen los jueces civiles, también se observan
algunos problemas con la aplicación de las normas procesales civiles, aunque ellas
se concentran en sentencias condenatorias en contra de personas jurídicas de
derecho público distintas del Fisco. En este punto, el principal problema deriva de
§37. Los Art. 206 y siguientes del proyecto se refieren a los requisitos de la
sentencia:
Derecho Comparado
§38. Alemania. El ordenamiento jurídico alemán ha sido uno de los pioneros y más
desarrollados en materia de contenido de la sentencia. En este sentido el Art. 113
VwGO dispone una regulación que distingue las distintas situaciones que
pudieran generarse a partir de una sentencia condenatoria en contra de un órgano
del Estado, disponiendo al respecto lo siguiente:
Art.167.
(1) En tanto que la presente ley no disponga otra cosa, el octavo libro del
Código de Procedimiento Civil es aplicable por analogía a la ejecución
de las sentencias. El tribunal de la ejecución forzada es el tribunal que
intervino en primera instancia.
(2) Las sentencias sobre acciones impugnatorias y de condena solamente
pueden ser declaradas ejecutorias provisionalmente en lo concerniente a
los costes.
Art. 172
Cuando en los casos previstos en el Art. 113, apart. 1, frase 2 y apart. 5 y
Art. 123, la autoridad administrativa no cumple con la obligación
impuesta en la sentencia o en la medida cautelar, el tribunal de primera
instancia, a solicitud y fijando un plazo , puede conminar a la autoridad
administrativa por resolución con la imposición de una multa coercitiva
de hasta diez mil euros y si este plazo transcurre sin resultados, fijar la
multa y ejecutarla de oficio. La multa coercitiva puede ser
reiteradamente conminada, fijada y ejecutada.
Art. 71.
1. Cuando la sentencia estimase el recurso contencioso-administrativo:
a) Declarará no ser conforme a Derecho y, en su caso, anulará total o
parcialmente la disposición o acto recurrido o dispondrá que cese o se
modifique la actuación impugnada.
b) Si se hubiese pretendido el reconocimiento y restablecimiento de una
situación jurídica individualizada, reconocerá dicha situación jurídica y
adoptará cuantas medidas sean necesarias para el pleno
restablecimiento de la misma.
c) Si la medida consistiera en la emisión de un acto o en la práctica de
Art. 72.
1. La sentencia que declare la inadmisibilidad o desestimación del
recurso contencioso-administrativo sólo producirá efectos entre las
partes.
2. La anulación de una disposición o acto producirá efectos para todas
las personas afectadas. Las sentencias firmes que anulen una
disposición general tendrán efectos generales desde el día en que sea
publicado su fallo y preceptos anulados en el mismo periódico oficial en
que lo hubiera sido la disposición anulada. También se publicarán las
sentencias firmes que anulen un acto administrativo que afecte a una
pluralidad indeterminada de personas.
3. La estimación de pretensiones de reconocimiento o restablecimiento
de una situación jurídica individualizada sólo producirá efectos entre
las partes. No obstante, tales efectos podrán extenderse a terceros en los
términos previstos en los arts. 110 y 111
Art. 73.
Las sentencias firmes que anulen un precepto de una disposición
general no afectarán por sí mismas a la eficacia de las sentencias o actos
19El art. 27 de la LJCA se refiere a los casos en que se pida la nulidad de actos de aplicación de
reglamentos ilegales. Para no caer en confusiones ni alterar los principios de seguridad jurídica e
igualdad ante la Ley, esa norma ha establecido una forma de que aquella nulidad indirecta pueda
provocar la nulidad de la disposición general con efectos erga ommnes.
Por otro lado, los Art. 103 a 113 contiene las normas pertinentes a la
ejecución de las sentencias administrativas, reafirmando el carácter jurisdiccional
de la ejecución, en consonancia con las normas constitucionales españolas,
señalando las características principales de la regulación en esta materia. En este
sentido destacan el carácter íntegro del cumplimiento, el deber de colaboración de
la Administración con el cumplimiento de las sentencias, la ejecución voluntaria de
las sentencias, las reglas sobre inejecución del fallo, la ejecución forzada del fallo
condenatorio a una cantidad pecuniaria y el cumplimiento por sustitución.
En este sentido, las normas más relevantes en esta materia son las
establecidas en los Art. 103, 104, 105, 106 y 108 del Código, que señalan lo
siguiente:
Art. 103.
1. La potestad de hacer ejecutar las sentencias y demás resoluciones
judiciales corresponde exclusivamente a los Juzgados y Tribunales de
este orden jurisdiccional, y su ejercicio compete al que haya conocido
del asunto en primera o única instancia.
2. Las partes están obligadas a cumplir las sentencias en la forma y
términos que en éstas se consignen.
3. Todas las personas y entidades públicas y privadas están obligadas a
prestar la colaboración requerida por los Jueces y Tribunales de lo
Contencioso-administrativo para la debida y completa ejecución de lo
resuelto.
4. Serán nulos de pleno derecho los actos y disposiciones contrarios a los
pronunciamientos de las sentencias, que se dicten con la finalidad de
eludir su cumplimiento.
5. El órgano jurisdiccional a quien corresponda la ejecución de la
sentencia declarará, a instancia de parte, la nulidad de los actos y
disposiciones a que se refiere el apartado anterior, por los trámites
previstos en los apartados 2 y 3 del artículo 109, salvo que careciese de
competencia para ello conforme a lo dispuesto en esta Ley”.
Art. 104.
1. Luego que sea firme una sentencia, se comunicará en el plazo de diez
días al órgano que hubiera realizado la actividad objeto del recurso, a
fin de que, una vez acusado recibo de la comunicación en idéntico plazo
desde la recepción, la lleve a puro y debido efecto y practique lo que
exija el cumplimiento de las declaraciones contenidas en el fallo y en el
Art. 105.
1. No podrá suspenderse el cumplimiento ni declararse la inejecución
total o parcial del fallo.
2. Si concurriesen causas de imposibilidad material o legal de ejecutar
una sentencia, el órgano obligado a su cumplimiento lo manifestará a la
autoridad judicial a través del representante procesal de la
Administración, dentro del plazo previsto en el apartado segundo del
artículo anterior, a fin de que, con audiencia de las partes y de quienes
considere interesados, el Juez o Tribunal aprecie la concurrencia o no de
dichas causas y adopte las medidas necesarias que aseguren la mayor
efectividad de la ejecutoria, fijando en su caso la indemnización que
proceda por la parte en que no pueda ser objeto de cumplimiento pleno.
3. Son causas de utilidad pública o de interés social para expropiar los
derechos o intereses legítimos reconocidos frente a la Administración en
una sentencia firme el peligro cierto de alteración grave del libre
ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos, el temor
fundado de guerra o el quebranto de la integridad del territorio
nacional. La declaración de la concurrencia de alguna de las causas
citadas se hará por el Gobierno de la Nación; podrá también efectuarse
por el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma cuando se
trate de peligro cierto de alteración grave del libre ejercicio de los
derechos y libertades de los ciudadanos y el acto, actividad o
disposición impugnados proviniera de los órganos de la Administración
de dicha Comunidad o de las Entidades locales de su territorio, así
como de las Entidades de Derecho público y Corporaciones
dependientes de una y otras.
La declaración de concurrencia de alguna de las causas mencionadas en
el párrafo anterior habrá de efectuarse dentro de los dos meses
siguientes a la comunicación de la sentencia. El Juez o Tribunal a quien
competa la ejecución señalará, por el trámite de los incidentes, la
correspondiente indemnización y, si la causa alegada fuera la de peligro
cierto de alteración grave del libre ejercicio de los derechos y libertades
de los ciudadanos, apreciará, además, la concurrencia de dicho motivo.
Art. 108.
1. Si la sentencia condenare a la Administración a realizar una
determinada actividad o a dictar un acto, el Juez o Tribunal podrá, en
caso de incumplimiento:
a) Ejecutar la sentencia a través de sus propios medios o requiriendo la
colaboración de las autoridades y agentes de la Administración
condenada o, en su defecto, de otras Administraciones públicas, con
observancia de los procedimientos establecidos al efecto.
b) Adoptar las medidas necesarias para que el fallo adquiera la eficacia
que, en su caso, sería inherente al acto omitido, entre las que se incluye
la ejecución subsidiaria con cargo a la Administración condenada.
2. Si la Administración realizare alguna actividad que contraviniera los
Art. 123.
1) Cuando la sentencia condene al cumplimiento de una obligación
dineraria, directamente o por equivalente, deberá incluir
Art. 124.
1) Cuando la sentencia condene al cumplimiento de una obligación de
valor, el Tribunal deberá convertirla y liquidarla en dinero efectivo, en
forma congruente con su valor real y actual en el momento de su
dictado.
2) Una vez convertida en dineraria la obligación de valor, el juez
ejecutor la actualizará hasta su pago efectivo.
3) Si la condenatoria ha sido en abstracto, el juez ejecutor deberá
observar lo prescrito en los párrafos precedentes.
4) Si se dicta sentencia desestimatoria y el Tribunal de Casación o la Sala
Primera declara con lugar el recurso de casación, corresponderá a estos
últimos órganos jurisdiccionales, cuando proceda, la conversión de la
obligación de valor en dineraria y su actualización conforme a los
parámetros anteriormente establecidos.
Art. 128.
Cuando la sentencia estimatoria verse sobre potestades administrativas
con elementos discrecionales, sea por omisión o por su ejercicio
indebido, condenará al ejercicio de tales potestades, dentro del plazo
que al efecto se disponga, conforme a los límites y mandatos impuestos
por el ordenamiento jurídico y por los hechos del caso, previa
declaración de la existencia, el contenido y el alcance de los límites y
Art. 130.
1) La sentencia que acuerde la inadmisibilidad o improcedencia de la
pretensión solo producirá efectos entre las partes.
2) La que declare la invalidez de la conducta administrativa impugnada
producirá efectos para todas las personas vinculadas a dicha conducta.
3) La anulación de un acto administrativo de alcance general producirá
efectos erga omnes, salvo derechos adquiridos de buena fe y situaciones
jurídicas consolidadas. La sentencia firme será publicada íntegramente
en el diario oficial La Gaceta, con cargo a la administración que la haya
dictado.
4) La estimación de pretensiones de reconocimiento o de
restablecimiento de una situación jurídica, solo producirá efectos entre
las partes.
Art. 131.
1) La declaración de nulidad absoluta tendrá efecto declarativo y
retroactivo a la fecha de vigencia del acto o la norma, todo sin perjuicio
de los derechos adquiridos de buena fe.
2) La declaratoria de nulidad relativa tendrá efectos constitutivos y
futuros.
3) Si es necesario para la estabilidad social y la seguridad jurídica, la
sentencia deberá graduar y dimensionar sus efectos en el tiempo, el
espacio o la materia.
Por su parte, el Art. 118 ofrece algunas reglas para casos relacionados con
conductas omisivas de la Administración, disponiendo:
Art. 118.
1) Cuando se trate de procesos cuya pretensión esté relacionada con
conductas omisivas de la Administración, el juez tramitador, una vez
evaluada interlocutoriamente la demanda, ponderado su eventual
fundamento, a solicitud de parte o de oficio, podrá instar a la
Administración demandada para que verifique la conducta requerida
en la demanda y otorgarle un plazo de cinco días para que alegue
cuanto estime oportuno.
2) Si, transcurrido dicho plazo, la Administración manifiesta su
conformidad en verificar la conducta, el Tribunal, sin más trámite,
Art. 155.
1) El Tribunal tendrá un cuerpo de jueces ejecutores, encargados de la
ejecución de sus sentencias y demás resoluciones firmes.
2) En la fase de ejecución de sentencia, el juez ejecutor tendrá todos los
poderes y deberes necesarios para su plena efectividad y eficacia.
3) Firme la sentencia, el juez ejecutor dictará o dispondrá, a solicitud de
parte, las medidas adecuadas y necesarias para su pronta y debida
ejecución.
Art. 156.
1) La sentencia deberá ser cumplida, en la forma y los términos
consignados por ella.
2) Toda persona está obligada a prestar la colaboración requerida por
los tribunales de este orden jurisdiccional, para la debida y completa
ejecución de lo resuelto.
3) El juez ejecutor, de conformidad con lo establecido en el inciso 9) del
Art. 158.
1) Los servidores de la Administración Pública a quienes se ordene el
cumplimiento de la sentencia, no podrán excusarse en el deber de
obediencia; sin embargo, para deslindar su responsabilidad podrán
hacer constar, por escrito, ante el juez ejecutor, las alegaciones
pertinentes. La violación de las normas contenidas en el presente
capítulo producirá responsabilidad disciplinaria, civil y, en su caso,
penal.
2) La renuncia del servidor requerido por el juez ejecutor, o el
vencimiento del período de su nombramiento, no le eximirá de las
responsabilidades, si se produce después de haber recibido la
comunicación que le ordenó cumplir la sentencia, salvo que el tiempo y
las circunstancias justifiquen su incumplimiento, a criterio del juez
ejecutor.
3) Si los supuestos del párrafo anterior ocurren antes de la notificación
de la sentencia, quien reemplace al funcionario deberá darle
cumplimiento, bajo pena de las sanciones correspondientes.
Art. 159.
1) El funcionario que incumpla sin justa causa cualquiera de los
requerimientos del juez ejecutor tendiente a la efectiva ejecución del
fallo, será sancionado con una multa de uno a cinco salarios base, de
conformidad con el artículo 2 de la Ley Nº 7337.
2) De previo a la eventual aplicación de la multa antes referida, se dará
audiencia, por tres días hábiles, al funcionario, en lo personal, para lo
que tenga a bien señalar u oponerse. La resolución final que se adopte
también deberá notificársele personalmente.
Art. 160.
1) Para el cobro efectivo de las multas impuestas, se seguirá el trámite
del proceso ejecutivo. Para tal efecto, será título base del proceso la
certificación de la resolución firme que impone y fija la multa, expedida
por el juez ejecutor, todo lo cual será comunicado, de inmediato, a la
Procuraduría General de la República o a la entidad respectiva, para su
cobro.
2) Lo recaudado por tal concepto se girará al fondo especial, a la orden
del Tribunal Contencioso-Administrativo, para atender el pago de
costas.
Art. 161.
1) Si, después de impuestas las multas referidas en el artículo 159 de
este Código, persiste el incumplimiento de la Administración, el juez
ejecutor podrá:
a) Ejecutar la sentencia requiriendo la colaboración de las autoridades y
los agentes de la Administración condenada o, en su defecto, de otras
administraciones públicas, conforme a los procedimientos
administrativos establecidos en el ordenamiento jurídico.
b) Adoptar las medidas necesarias y adecuadas para que el fallo
adquiera la eficacia que, en su caso, sería inherente a la conducta
omitida, entre las que se incluye la ejecución subsidiaria con cargo a la
Administración Pública condenada; todo conforme a los procedimientos
administrativos establecidos en el ordenamiento jurídico.
c) Para todos los efectos legales, el juez o la autoridad pública requerida
por él, se entenderá competente para realizar todas las conductas
necesarias, con el objeto de lograr la debida y oportuna ejecución del
fallo, todo a cargo del presupuesto de la Administración vencida. El
propio juez ejecutor podrá adoptar las medidas necesarias, a fin de
allegar los fondos indispensables para la plena ejecución, conforme a las
reglas y los procedimientos presupuestarios. Asimismo, será
competente para realizar todas las acciones pertinentes, a fin de revertir
lo pagado por la Administración, cuando esta resulte victoriosa.
Art. 166.
Cuando la Administración Pública sea condenada al pago de una
cantidad líquida, deberá acordarlo y verificarlo de inmediato, si hay un
contenido económico suficiente y debidamente presupuestado. Para el
efecto, la sentencia firme producirá, automáticamente, el compromiso
presupuestario de los fondos pertinentes para el ejercicio fiscal en que
se produzca la firmeza del fallo.
Art. 167.
1) El juez ejecutor remitirá certificación de lo dispuesto en la sentencia al
Departamento de Presupuesto Nacional al que se refiere el artículo 177
de la Constitución Política, si se trata del Gobierno Central y, en los
demás casos, al superior jerárquico supremo de la Administración
Pública responsable de la ejecución presupuestaria. Dicha certificación
será título suficiente y único para el pago respectivo.
2) El director del Departamento de Presupuesto Nacional o el superior
jerárquico supremo de la Administración descentralizada, estará
obligado a incluir, en el presupuesto inmediato siguiente, el contenido
presupuestario necesario para el debido cumplimiento de la sentencia,
so pena de incurrir en responsabilidad civil, penal o disciplinaria; de no
hacerlo así, el incumplimiento de la obligación anterior se presumirá
falta grave de servicio.
Art. 168.
1) Tratándose de la Administración descentralizada, si es preciso algún
ajuste o modificación presupuestaria o la elaboración de un
presupuesto, deberán cumplirse los trámites necesarios, dentro de los
tres meses siguientes a la firmeza de la sentencia.
2) Pasados esos tres meses sin haberse satisfecho la obligación o incluida
la modificación presupuestaria mencionada en el párrafo anterior, el
juez ejecutor, a petición de parte, comunicará a la Contraloría General
de la República, para que no se ejecute ningún trámite de aprobación ni
modificación respecto de los presupuestos de la Administración Pública
Art. 169.
1) Serán embargables, a petición de parte y a criterio del juez ejecutor,
entre otros:
a) Los de dominio privado de la Administración Pública, que no se
encuentren afectos a un fin público.
b) La participación accionaria o económica en empresas públicas o
privadas, propiedad del ente público condenado, siempre que la
totalidad de dichos embargos no supere un veinticinco por ciento del
total participativo.
c) Los ingresos percibidos efectivamente por transferencias contenidas
en la Ley de Presupuesto Nacional, en favor de la entidad pública
condenada, siempre que no superen un veinticinco por ciento del total
de la transferencia correspondiente a ese período presupuestario.
2) Será rechazada de plano la gestión que no identifique, con precisión,
los bienes, fondos o rubros presupuestarios que se embargarán.
3) La Administración Pública podrá identificar los bienes que, en
sustitución de los propuestos por la parte interesada, deban ser objeto
del embargo; todo ello
Art. 170.
1) No podrán ser embargados los bienes de titularidad pública
destinados al uso y aprovechamiento común, tampoco los vinculados
directamente con la prestación de servicios públicos en el campo de la
salud, la educación o la seguridad y cualquier otro de naturaleza
esencial.
2) Tampoco podrá ordenarse ni practicarse embargo sobre los bienes de
dominio público custodiados o explotados por particulares bajo
cualquier título o modalidad de gestión; sobre las cuentas corrientes y
cuentas cliente de la Administración; sobre los fondos, valores o bienes
que sean indispensables o insustituibles para el cumplimiento de fines o
servicios públicos; sobre recursos destinados por ley a una finalidad
específica, al servicio de la deuda pública tanto de intereses como de
amortización, al pago de servicios personales, a la atención de estados
de necesidad y urgencia o destinados a dar efectividad al sufragio;
tampoco los fondos para el pago de pensiones, las transferencias del
Art. 171.
1) Los fondos embargados deberán ser retenidos y depositados a la
orden del juez ejecutor, previo cumplimiento del trámite
presupuestario. Su omisión dará lugar a la aplicación de lo dispuesto
en los artículos 158 y 159 de este Código.
2) Los bienes embargados serán puestos a disposición del juez ejecutor,
para el respectivo remate, siguiendo los procedimientos y requisitos
establecidos al efecto por la legislación procesal común.
Art. 172.
Cuando el cumplimiento de la sentencia signifique la provisión de
fondos para los cuales no sea posible allegar recursos sin afectar,
seriamente, el interés público o sin provocar trastornos graves a su
situación patrimonial, la Administración Pública obligada al pago de
una cantidad líquida, mediante escrito fundado, podrá solicitar, al juez
ejecutor, que se le autorice fraccionar el pago hasta un máximo de tres
anualidades, por lo que deberá consignar, en los respectivos
presupuestos, el principal más los intereses. Esta gestión se resolverá
previa audiencia a las partes por el plazo de cinco días.
Art 173.
1) No podrá suspenderse el cumplimiento del fallo ni declararse su
inejecución total ni parcial.
2) No obstante lo anterior, cuando el fallo o su ejecución produzca
graves dislocaciones a la seguridad o la paz, o cuando afecte la
continuidad de los servicios públicos esenciales, previa audiencia a las
partes, podrá suspenderse su ejecución, en la medida estrictamente
necesaria a fin de evitar o hacer cesar y reparar el daño al interés
público.
Art. 174.
Desaparecidas las graves dislocaciones a la seguridad, la paz o la
afectación de la continuidad de los servicios públicos esenciales, se
ejecutará el fallo, a petición de parte, salvo si ello es imposible, en cuyo
caso deberá indemnizarse la frustración del derecho obtenido en
sentencia. La parte tendrá también derecho a la indemnización por los
daños y perjuicios que le cause la suspensión en la ejecución del fallo.
Propuesta normativa
§43. Diversas son las medidas que deben ser adoptadas en este tópico. La principal
innovación consiste en señalar los diversos tipos de sentencias que pueden ser
dictados en los procesos regidos por el nuevo Código. Si bien todas estas acciones
han sido ya intentadas al amparo del actual Código de Procedimiento Civil, la
incerteza en los efectos que dichas sentencias producen hace imperativo que se
regule esta vez. De esta forma, es establecen las menciones de las sentencias que
resuelven acciones anulatorias, acciones de condena y acciones meramente
declarativas.
En materia de nulidad de normas reglamentarias se propone establecer el
efecto general que estas producen en el ordenamiento jurídico, lo que ayudará a
hacer más eficiente el respectivo proceso, incentivando la concurrencia de diversos
intereses y evitando la incerteza de tener declaraciones de nulidad por un lado y
aplicaciones de la norma por otro. El problema del vacío reglamentario luego de la
declaración de nulidad se soluciona permitiendo al juez una vacatio en su
declaración de nulidad.
Respecto a las acciones de mera certeza se restringe su utilización a los casos
donde hay derechos subjetivos y en donde esas declaraciones son simples
extensiones en la ejecución de esos derechos. La práctica de hacer declaraciones
generales, con procesos en ausencia de correcto contradictorio debe ser desechada.
Art. 454. Los juicios en que tenga interés el Estado, a través de cualquiera de
sus personas jurídicas de derecho público, cuyo conocimiento corresponda a
los tribunales ordinarios, se substanciarán con arreglo a las normas de este
Código, salvo las modificaciones que en los siguientes numerales se expresan:
1. Podrán impetrar la protección judicial todas las personas que tengan
comprometido un derecho subjetivo o un interés legítimo, sea como parte
directa o como tercero coadyuvante o adhesivo. En casos de concurrencia
masiva de terceros podrá el juez declarar admisible la participación de aquellos
que representen los intereses más próximos a la controversia
2. Si el acto administrativo impugnado fuese uno de carácter reglamentario, el
juez ordenará siempre la comunicación de la demanda a todos los posibles
interesados en la forma prescrita en el artículo 97 de este Código.
3. Sin perjuicio de las medidas cautelares conservativas e innovativas
establecidas en los Art. 182 y 189 de este Código, el tribunal podrá decretar
especialmente la medida cautelar de suspensión de los efectos del acto
administrativo impugnado, en todos aquellos casos en que su ejecución o
cumplimiento pudiera irrogar un perjuicio grave, y siempre que existan
antecedentes fundados de la irregularidad de la actuación administrativa o la
titularidad del derecho o interés que se reclama.
4. Para el otorgamiento o denegación de las medidas cautelares, el juez deberá
evaluar siempre el compromiso de los intereses públicos involucrados,
ponderándolos con los derechos e intereses de los particulares afectados por el
acto administrativo.
5. Para los efectos de la fijación del monto de la caución dispuesta en el Art. 177
de este Código, el juez deberá considerar preferentemente los derechos e
intereses públicos comprometidos y los fundamentos de la medida solicitada,
antes que los posibles perjuicios que la medida cautelar pueda ocasionar.
6. Sin perjuicio de los requisitos generales de la sentencia definitiva
establecidos en este Código, la sentencia en los procesos contencioso-
administrativos deberá contener, según sea el caso, las siguientes menciones:
i) Cuando la acción ejercida persiga la anulación de un acto administrativo
particular, la sentencia deberá indicar claramente la parte de éste declarado
nulo y las medidas acogidas para restablecer la situación jurídica.
ii) En los casos en que la acción ejercida persiga la anulación de un reglamento
o de una parte de éste, la sentencia que la acoja indicará la parte declarada nula
y las medidas acogidas para restablecer la respectiva situación jurídica. La
anulación de dicha disposición producirá efectos generales. Los efectos
supresivos de la sentencia comenzarán a regir al día siguiente de la publicación
de un extracto de la sentencia en el Diario Oficial. El juez, al momento de fijar el