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El análisis armónico de una canción es uno de los primeros pasos que el músico debe
hacer antes de embarcarse en la improvisación.
Se compone de:
Acá tenemos el análisis completo de una canción como ejemplo práctico. Se eligió
específicamente un típico standard con alguna particularidad: "A Night in Tunisia" de
D. Gillespie del que sería apropiado escuchar alguna versión diferente consultando la
partitura.
Análisis:
Tonalidad: es una canción tonal, lo que se nota en la típica secuencia, desde el bemol
en clave que identifica la tonalidad de Dm, de hecho aparece en el tema el C#, la
sensible que precede el D del acorde final del A que es el Dm.
- Sección A1: ocho compases a tempo afro de los cuales el séptimo generalmente
es en 2/2.
- Sección A2: igual a la A1, pero en el último compas si inicia el swing en 4/4 que
conduce al coro.
- Puente con break final de dieciséis compases en total, los últimos cuatro por lo
general sólo suenan los instrumentos improvisando sin ritmo en la tonalidad
relativa mayor (en F mayor). Se puede repetir el puente antes de cada
improvisación.
En el coro se deja el tempo afro abierto para el swing más tradicional y los acordes
están dispuestos de manera clásica jugando entre la tonalidad de Gm y la relativa
mayor de la tonalidad principal F, lo que sucede a menudo en temas de jazz. Las
secuencias IIø7 V7b9 paralelas subrayan y también sugieren otra improvisación
melódica que desciende un tono.
ARRELGO
En este capítulo casi no se mencionan ejercicios, como que el único ejercicio válido es
poner en práctica lo que se muestra aquí, arreglando diferentes canciones.
Por lo general, en las líneas melódicas más fluidas o espesas son preferibles arreglos
del primer tipo, mientras que las armonías más amplias se utilizan frecuentemente
como sustratos o en melodías armónicas lentas y poco movidas.
También es importante la amalgama que se crea entre los instrumentos que deben
sopesarse cuidadosamente con una adecuada distribución de las partes de las que es
imprescindible conocer de antemano la instrumentación para definir adecuadamente
la función que desea que se le atribuye a los diferentes instrumentos.
En esta forma de armonizar lo primero es asignar la totalidad del canto a la voz más
aguda. Se define entonces la voz más grave que por lo general toma la fundamental del
acorde a no ser que el símbolo del acorde indique un inversión, en cuyo caso esta voz
recibe la nota baja especificada por la inversión. Véase el siguiente ejemplo de cuatro
partes:
Antes de llenar las partes intermedias es apropiado escribir por completo la línea
melódica inferior y, cuando sea posible, utilice movimiento contrario entre ésta y la
voz más aguda que canta la melodía.
En la asignación de acciones a las voces intermedias, es mejor evitar la duplicación a
menos que no se desee el efecto de tríada y la elección de las notas sean para aclarar el
sentido armónico del acorde, para los que se utilizan normalmente uno de los
siguientes pares de notas : séptima y tercera (o décima), quinta y tercera (o décima),
sexta y tercera (o décima), quinta y sexta, quinto y séptima, también en relación con lo
que ya existe para la melodía y el bajo, para evitar precisamente las duplicaciones.
Tener una quinta voz puede abrir nuevas posibilidades aunque a menudo se mantiene
la armonización en cuatro partes con la duplicación en octava entre la primera voz y
uno de las inferiores. A veces, en cambio se utilizan todas las cinco voces sobre todo si
el símbolo del acorde requiere expresamente cinco notas.
Otra forma consiste en superponer las notas por cuartas sobre los diversos grados de
la escala, saliendo del esquema tradicional, por lo que si desea permanecer sujeto a la
clave, que hay que mantener las cadenas típicas de acordes como por ejemplo la
cadencia V7-I.
En las secuencias de este tipo, sin embargo, la conducción de las partes puede
liberarse de las resoluciones tradicionales y así obligarse a resolver de una manera
más apropiada. Por otro lado, la música moderna ya está totalmente 'liberado de los
"movimientos obligados" sin tener que recurrir a los acordes por cuarta.
En la actualidad este tipo de aordes se utilizan por su color particular y son parte de
un estilo personal tanto armónico como melódico. Especialmente para cinco voces, es
posible armonizar usando esta disposición de las partes siguiendo algunos consejos
adicionales de las técnicas normales de arreglos: Cuide conservar la fundamental o la
quinta hacia abajo para evitar la formación de intervalos de terceras consecutivos que
alteren el efecto deseado del uso de la cuarta.
3- La longitud total de la ejecución, como la longitud del tema, del solo, los
interludios u otras partes deseadas, por lo general todo anotado por sección.
Es preferible que el arreglista escriba para una formación ya definida conociendo los
límites y posibilidades, y debe tener una idea del tipo de arreglo deseado incluso antes
de empezar, lo que indica la calidad final, el estilo, cualquier riff o líneas bajo… A
menudo se basa en un instrumento complementario, un teclado u otro instrumento
para poder comprender mejor cómo las distintas voces y secciones se pueden
amalgamar.
En un principio, pero también más tarde, puede ser un buen método el de preparar un
simple diagrama que describa los puntos presentados anteriormente completados con
referencias numéricas o literarias de la composición, la armadura de clave, la
colocación de las modulaciones, y la intervención de las improvisaciones y de las
distintas secciones .
- Armonizar, en primer lugar los puntos focales tales como las notas largas, las
tensiones, el acorde final, y cualesquiera otros aspectos de especial
importancia según el estilo predeterminado.