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Universidad Rafael Landívar

Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales


Campus de Quetzaltenango

“ARGUMENTACIÓN DE LA SENTENCIA DICTADA EN


PROCESO ORDINARIO”

TESIS

Clinton José Mérida Hernández

Carné No. 419202

Quetzaltenango, enero de 2014


Campus de Quetzaltenango
Universidad Rafael Landívar
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
Campus de Quetzaltenango

“ARGUMENTACIÓN DE LA SENTENCIA DICTADA EN


PROCESO ORDINARIO”

TESIS

Presentada a Coordinación de la Facultad de

Ciencias Jurídicas y Sociales

Por:

Clinton José Mérida Hernández

Previo a conferirle en el grado académico de:

Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales

Los Títulos de

Abogado y Notario

Quetzaltenango, enero de 2014


Autoridades de la Universidad Rafael Landívar
del Campus Central
Rector Padre Rolando Enrique Alvarado S.J.
Vicerrectora Académica Doctora Lucrecia Méndez de Penedo
Vicerrector de Investigación
y Proyección Social Padre Carlos Cabarrús Pellecer S.J.
Vicerrector de Integración Universitaria Padre Eduardo Valdés Barría S.J.
Vicerrector Administrativo Licenciado Ariel Rivera Irias
Secretaria General Licenciada Fabiola Padilla de Lorenzana

Autoridades de la Facultad de Ciencias


Jurídicas y Sociales
Decano Dr. Rolando Escobar Menaldo
Vicedecano M.A. Pablo Gerardo Hurtado García
Secretario M.A. Alan Alfredo González de León
Director de Área Pública Lic. Erick Mauricio Maldonado Ríos
Directora de Área Privada M.A. Helena Carolina Machado
Director de Ejes Transversales M.A. Enrique Sánchez Usera
Directora de Postgrados M.A. Aida Del Rosário Franco Cordón
Director de CRIMFOR Lic. José Eduardo Martí Guilló
Director del Instituto de
Investigaciones Jurídicas Dr. Larry Andrade Abularach
Directora del Bufete Popular Licda. Claudia Abril Hernández
Directora de Proyectos y Servicios Licda. Vania Carolina Soto Peralta
Coordinadora Facultativa del
Campus de Quetzaltenango Dra. Claudia Caballeros de Baquiax
Representantes de Catedráticos Lic. José Alejandro Villamar G.
Lic. Carlos René Micheo Fernández
M.A. María Andrea Batres de León
Representantes Estudiantiles Alejandro Rodolfo Pokus Alvarez
José David Toledo Pineda
Miembros del Consejo
Campus de Quetzaltenango

Director de Campus Arquitecto Manrique Sáenz Calderón


Subdirector de Integración Universitaria Msc. P. José María Ferrero Muñiz S.J.
Subdirector de Gestión General Msc. P. Mynor Rodolfo Pinto Solís S.J.
Subdirector Académico Ingeniero Jorge Derik Lima Par
Subdirector Administrativo MBA. Alberto Axt Rodríguez

Asesor
M.A. Josué Felipe Baquiax

Revisor de Fondo
Msc. Raúl Estuardo López Rodríguez
Dedicatoria:

A Dios: Por todas las bendiciones que me ha dado,


por acompañarme en todo momento, y
sobre todo por su infinita misericordia.

A mi madre: Dora Argentina Hernández López (Q.E.D.)


por el apoyo incondicional, su ejemplo
de fortaleza, lucha, y entrega total y
absoluta a sus hijos, quienes a pesar del
tiempo que ha transcurrido desde su muerte
la recordamos siempre, y la llevamos en
nuestros corazones; y hasta el cielo
donde seguramente me está viendo, le
doy infinitas gracias.

A mi esposa: Albertina de León Ojeda; por su amor,


apoyo, confianza, comprensión, y por los
desvelos que hizo a mi lado.

A mis hermanos: Samara, Rocío, y Boner; de quienes he


aprendido mucho, y por brindarme siempre
su apoyo, pero sobre todo por estar siempre
unidos.

A mis sobrinos: Kimberly, Jhoseline, Melanie, Josué, Luis


Fernando, Derek, y Camila; a quienes quiero
tanto, y por formar una parte muy especial
de mi vida; que este triunfo sea un ejemplo
de que todo esfuerzo tiene su recompensa.
A mi cuñada: Verónica de Mérida, por su aprecio, y sus
buenos deseos para con mi persona.

A mis tíos, primos y demás familia: Especialmente a Rolando Rivera Hernández, y


a Roberto López, por su cariño y aprecio.

A mis amigos: Juan Pablo, Marcel, Maynor, Michelle, Silvia y


Ana Luisa; por su amistad sincera, y por sus
buenos consejos.

A mis padrinos de graduación: Dr. Josué Baquiax, y M.A. Surama Santos, de


quienes aprendí mucho, y a quienes
agradezco haberme compartido sus
conocimientos, y brindarme su amistad
sincera.

A mis catedráticos: A quienes agradezco cada uno de los


conocimientos compartidos.

A mi asesor: Dr. Josué Felipe Baquiax, a quien admiro y


respeto; porque su ejemplo dentro y fuera de
las aulas universitarias es digno de emular.

A Universidad Rafael Landívar: Especialmente a la coordinación de la


Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales,
Campus de Quetzaltenango, por brindarnos
excelentes catedráticos y una formación
integral, y de la cual me siento satisfecho y
orgulloso de egresar.
Argumentación de la Sentencia dictada en Proceso Ordinario

INDICE
pág.
Introducción 1
CAPITULO I
EL DEBIDO PROCESO 3
1. El debido proceso 3
1.1 Generalidades 3
1.2 Definición 4
1.3 Principios del debido proceso 4
a) El derecho a la justicia 4
b) El principio de igualdad 7
c) Justicia pronta y cumplida 8
d) El derecho a la legalidad 8
e) El debido proceso y el derecho de defensa en general 9
f) Principio de congruencia de la sentencia 10
g) Clases de congruencia 11
1.4 El momento democrático y el debido proceso como derecho fundamental 12
1.5 Un derecho fundamental y de carácter internacional para todos 15
1.6 La Declaración Americana de los derechos y deberes del hombre 15
1.7 La Declaración Universal de Derechos Humanos 15
1.8 El Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos 16
1.9 La Convención Americana sobre Derechos Humanos. 16
1.10 Aspectos esenciales del debido proceso 16
1.11 La aplicación del debido proceso en la doctrina de la Corte de
Constitucionalidad de Guatemala. 17

CAPITULO II
La interpretación jurídica 21
1. Objeto 21
2. Elementos 22
3. Clases de interpretación 22
3.1 Según el sujeto 23
a) autentica 23
b) Judicial 23
c) Doctrinal 23
d) Administrativa 23
3.2 Según su resultado 24
a) La interpretación declarativa 24
b) La interpretación extensiva 24
c) La interpretación restrictiva 25
3.3 Según el método 25
a) Método gramatical 25
b) Método lógico 26
c) Método sistemático 26
d) Método histórico 26
e) Método teleológico 26
f) Método empírico 26
4. Ética 27
5. Interpretación legal en Guatemala 27

CAPITULO III
Proceso Ordinario
1. Aspectos generales y casos de procedencia 29
2. Trámite 30
2.1 Preparación del juicio ordinario 30
a) La conciliación 30
b) Pruebas anticipadas 31
2.2 Fase de Introducción del juicio ordinario 31
a) La demanda 32
b) Emplazamiento 32
c) Excepciones previas 33
d) Allanamiento 33
e) Rebeldía 34
f) Contestación de la demanda 34
g) La reconvención 34
2.3 La Fase probatoria 34
a) Apertura a prueba 35
b) Plazo de prueba 35
c) Carga de la prueba 36
d) Medios de prueba 36
e) Práctica de la prueba 37
f) Valoración 44
2.4 La fase de decisión 45
a) Vista 46
b) Auto para mejor fallar 46
c) Sentencia 46
3. Medios de impugnación 47
3.1 Aclaración y ampliación 49
3.2 Revocatoria 49
3.3 Reposición 49
3.4 Nulidad 50
3.5 Apelación 50
3.6 Ocurso de Hecho 50
3.7 Casación 51

CAPITULO IV
La Sentencia 52
CAPITULO V
La motivación de la sentencia 54
1. La sentencia Jurisdiccional 54
2. Clases 55
3. Motivación de las sentencias 57
4. Significado 57
5. Contenido 59
6. Función creadora del Juez 60
7. Regulación legal 62
8. La sentencia en la legislación guatemalteca 65
8.1 Formación interna de la sentencia 65
9. Redacción 70
9.1 Requisitos de la parte resolutiva 72
10. La sentencia en segunda instancia 72

CAPITULO VI
Motivación de las sentencias en el derecho comparado 74
1. Anteproyecto del Código Procesal General 74
2. Argentina 75
3. Common Law 77
4. Costa Rica 81
5. España 83
5.1. Doctrina constitucional 87
5.2. Línea jurisprudencial del Tribunal Supremo 89
6. México 90
7. Nicaragua 91
8. Perú 92
8.1. Jurisprudencia Constitucional 93
9. Uruguay 95
10 Venezuela 96

CAPITULO VII
Vicios más comunes en la motivación de la sentencia 98
1. Falta de motivación 99
2. Motivación aparente 101
3. Motivación defectuosa 104
3.1 Respecto de la afectación al principio de identidad 104
3.2 Se incurre también en una motivación defectuosa al afectarse al principio de
no contradicción cuando se afirma y se niega una misma cosa de un mismo
objeto. 106
3.3 Por otro lado, se producirá una afectación al principio lógico de tercero
excluido cuando sólo pueden existir dos decisiones válidas excluyentes entre
sí, sin que quepa la opción de una alternativa distinta. 107
4. Responsabilidad de funcionarios y empleados públicos 108
5. Requisitos de la motivación de la sentencia 112

CAPITULO VIII
Presentación y Discusión de Resultados. 115
CONCLUSIONES 117
RECOMENDACIONES 119
BIBLIOGRAFIA 120
Resumen

Realizar esta investigación tuvo como objetivo dar a conocer la importancia que tiene la
argumentación de la sentencia en el Juicio Ordinario Civil, ya que como se ha podido
observar en la extensa lectura de varios procesos que se han ventilado en la vía
ordinaria civil, que la mayoría de los operadores de justicia le restan demasiada
importancia a la argumentación de las resoluciones emitidas en los juzgados a su
cargo, provocando en muchas ocasiones serios agravios a los usuarios del sistema
judicial guatemalteco, esto debido a que dichas resoluciones judiciales son en varias
ocasiones susceptibles de impugnación, precisamente por carecer de una correcta y
adecuada argumentación. La metodología utilizada fue una monografía, y se pudo
arribar a la conclusión que la mayoría de las sentencias y resoluciones emanadas por
los jueces, en los juicios que se ventilan y tramitan en la vía ordinaria de materia civil en
Guatemala, carecen y se encuentran faltos de razonamientos validos, convincentes y
lógicos. Esto debido a lo que ya se ha mencionado en el presente resumen de la
investigación; ya para concluir y abrochar el presente, sugiero que se tome en cuenta
que una recomendación primordial, consistiría en velar por que las resoluciones
judiciales se han emitidas en una forma clara, precisa, congruente, pero sobre todo bajo
una estricta y adecuada argumentación jurídica.
INTRODUCCION
La sentencia es una de las etapas mas delicadas para el operador de justicia porque a
través de la misma debe resolver un conflicto sometido a su consideración acogiendo la
pretensión de una de las partes cuando fuese procedente o denegándola, por lo que es
necesario motivar la resolución con razonamientos válidos, convincentes y lógicos,
observando que se cumplan con los requisitos de forma y de fondo conforme al
ordenamiento jurídico, porque su no observancia es violación al debido proceso, esto
con la finalidad de robustecer el Estado de Derecho en donde se observen, apliquen y
cumplan las garantías individuales y sociales.

El tema es sumamente importante porque las resoluciones judiciales deben ser claras,
precisas y congruentes, por lo que dicha actividad debe desarrollarse de manera
técnica con la finalidad que gobernantes y gobernados adecuen sus actuaciones
apegadas a derecho, en la consecución de la seguridad jurídica como valor inherente al
ser humano.

El trabajo es de mucha utilidad por la magnitud y trascendencia del mismo, por lo


novedoso y original que resulta, ya que la mayoría de estudiosos del Derecho han
realizado estudios de derecho sustantivo y adjetivo penal, y por ser de derecho público
se le ha brindado mucha relevancia por parte del Estado, y la experiencia ha advertido
que el Proceso Civil es una materia en donde se cometen actos arbitrarios, en donde si
bien cierto los conflictos son de carácter personal, ello no justifica la obligación del
Estado de brindarle justicia a sus habitantes.

Por la delicada función del operador de justicia es necesario que el Estado a través del
Organismo Judicial realice procesos transparentes de elección y nombramiento de
operadores de justicia que cumplan con los fines enmarcados en Convenios
Internacionales aceptados y ratificados por Guatemala, la Constitución Política de la
República de Guatemala y las leyes ordinarias, ya que de no cumplirse con los mismos
se incurre en responsabilidad por parte de los funcionarios y empleados públicos que
están ejerciendo los cargos, con solidaridad con el Estado al cual cumplen sus

1
funciones, por lo cual es imperiosa la necesidad de evitar dichas responsabilidades
hacia con los particulares, por lo que es indispensable que el Estado asuma dicho
compromiso ya que su responsabilidad puede evitarse teniendo a personas idóneas
para cumplir con tales fines, de ahí la imperiosa necesidad de conocer ha profundidad
el tema.

No obstante aquello se ha advertido que existe la regulación de motivar las sentencias,


pero los operadores de justicia en muchas ocasiones omiten cumplir con dicha
obligación, o si los tienen los mismos son aparentes y en otros casos son defectuosos,
que carecen de explicación jurídica, lógica y axiológica, causando con ello constantes
agravios a las partes que intervienen en un proceso, lo cual origina su impugnación por
los medios legales.

El trabajo está conformado por siete capítulos referidos al debido proceso, la


interpretación jurídica, el proceso ordinario, la sentencia, la motivación de la sentencia
en el derecho comparado, la argumentación de la sentencia y por último la
jurisprudencia y la doctrina como modelo de la argumentación de la sentencia.

Finalmente el estudio del tema contiene un enlace teórico, práctico y académico, lo cual
constituirá su riqueza, aspecto fundamental en los procesos de enseñanza superior y
en el actual contexto de las universidades modernas, teniendo como destinatarios a
estudiantes de Derecho, operadores de justicia y abogados litigantes.

2
CAPÍTULO I

1. EL DEBIDO PROCESO

1.1 Generalidades

El derecho a un debido proceso legal es el derecho humano más comúnmente


infringido por los Estados y la forma más usual en que los portadores judiciales hacen
incurrir al Estado en responsabilidad internacional. Ello por cuando el debido proceso o
como lo llama la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ―el derecho de defensa
procesal‖ es una garantía procesal que debe estar presente en toda clase de procesos,
no sólo en aquellos de orden penal, civil, administrativo o cualquier otro.

El derecho al debido proceso busca confirmar la legalidad y correcta aplicación de las


leyes dentro de un marco de respeto mínimo a la dignidad humana en cualquier tipo de
proceso, entendido éste como ―aquella actividad compleja, progresiva y metódica, que
se realiza de acuerdo con reglas preestablecidas, cuyo resultado será el dictado de la
norma individual de conducta (sentencia), con la finalidad de declarar el derecho
material aplicable al caso concreto.‖1

La Convención Americana desarrolla algunos principios del debido proceso. Dichos


principios apuntan hacía un ―garanticismo proteccionista‖ del ciudadano, enfrenta a un
poder casi ilimitado y más fuerte que el del Estado que realiza la función de administrar
justicia.

El debido proceso se refiere a la posibilidad efectiva de realizar todos los actos


encaminados a la defensa de su persona o de sus derechos en juicio. Si al aplicar la ley
procesal al caso concreto se priva a la persona de su derecho de accionar ante jueces
competentes y preestablecidos, de defenderse, de ofrecer y aportar prueba, de

1 Arazi, Roland, Derecho Civil y Comercial, 2da. Edición, Buenos. Aires. 1995. Pág. 111.

3
presentar alegatos, de usar medios de impugnación contra resoluciones judiciales,
entonces se estará ante una violación inconstitucional del debido proceso.

Es por ello necesaria la existencia de un justo equilibrio entre el ciudadano y el Estado,


donde las garantías procesales adquieran sentido al evitar la arbitrariedad e inseguridad
que provocaría en la sociedad una carencia de reglas en el desarrollo del proceso.

1.2 Definición:

El debido proceso consiste en la observancia por parte del tribunal, de todas las normas
relativas a la tramitación del juicio y el derecho de las partes de obtener un
pronunciamiento que ponga término, del modo más rápido posible, a la situación de
incertidumbre que entraña el procedimiento judicial e implica la posibilidad efectiva de
ocurrir ante el órgano jurisdiccional competente para procurar la obtención de la justicia,
y de realizar ante el mismo todos los actos legales encaminados a la defensa de sus
derechos en juicio, debiendo ser oído y dársele oportunidad de hacer valer sus medios
de defensa, en la forma y con las solemnidades prescritas en las leyes respectivas.

1.3 Principios del debido proceso

a) El derecho a la justicia

En la base de todo orden procesal está el principio y con él, el derecho fundamental a la
justicia, entendida ésta como la existencia y disponibilidad de un sistema de
administración de un conjunto de mecanismos idóneos para el ejercicio de la función
jurisdiccional del Estado. Dentro de ese concepto se pretende declarar el derecho
controvertido o restablecer el violado, interpretándolo y aplicándolo imparcialmente en
los casos concretos; lo cual comprende, a su vez, la existencia de un conjunto de
órganos judiciales independientes especializados en ese ejercicio, la disponibilidad de
ese aparato para resolver los conflictos que origina la vida social en forma civilizada,

4
eficaz y el acceso garantizado a la justicia para todas las personas, en condiciones de
igualdad y sin discriminación.

En ese sentido, el debido proceso tiene, ante todo, dimensiones programáticas, no por
esto menos vinculantes jurídicamente, que exigen la existencia, suficiencia y eficacia de
un sistema judicial y procesal idóneo para garantizar ese derecho fundamental a la
justicia, que no es más que una consecuencia del monopolio del poder asumido por el
Estado y la más importante manifestación del derecho de petición, que en la
Convención Americana sobre Derechos Humanos se consagra en el artículo 25
conforme el cual:

1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso
efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que
violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución Política de la
República de Guatemala, la ley o la presente Convención, aún cuando tal violación sea
cometida por persona que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales.

2. Los Estados partes se comprometen a:


a) Garantizar que la autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado
decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso;
b) Desarrollar las posibilidades de recurso judicial; y
c) Garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión en
que se haya estimado procedente el recurso.

Este derecho de petición es de vital importancia al constituirse en un instrumento


fundamental, para canalizar la defensa en cualquier tipo de proceso, planteando ante la
autoridad judicial competente las gestiones o recursos pertinentes. Además, es un
derecho que debe interpretarse en forma amplia, no sólo en la posibilidad de plantear
recursos ante el despacho en que se tramita el proceso, sino ante toda oficina judicial
en que se pueda interponer un recurso.

5
El derecho general a la justicia tiene también otras implicaciones aún más
inmediatamente visibles, las cuales pueden, a su vez, efectuar el sistema de
administración de la justicia en sí, o el derecho de acceso a la justicia para todas las
personas.

En relación con lo primero (administración de justicia), hay un postulado fundamental


que aún dista de ser plena realidad, incluso en los ordenamientos más avanzados,
como lo es la total independencia, incluso económica, del sistema judicial. En tal
sentido, la jurisdicción es exclusiva y universal. Exclusiva, en cuanto sólo puede ser
ejercida por tribunales del organismo judicial, y universal, en cuanto no puede haber
materias ni actos inmunes o no justiciables, ni siquiera los llamamos actos de gobierno.
Estos últimos, si bien no son anulables judicialmente, están siempre sujetos al control
judicial, aunque sólo sea limitadamente para constatar su legitimidad e imponer la
correspondiente indemnización. Por lo demás, la inmunidad de los miembros de los
Supremos Poderes, además de estar establecida generalmente por sus propias leyes,
no constituye propiamente una excepción a la exclusividad y universalidad de la justicia,
ya que se trata de un mero requisito de procedibilidad que lejos de excluir la
competencia de los tribunales, la confirma para que, una vez se les quita la inmunidad
que ostentan los funcionarios puedan ser llevados a juicio.

En lo que respecta a lo segundo (acceso por igual a la justicia), además del genérico
derecho de petición contemplado en el artículo 25 de la Convención Americana, hay
una serie de atributos complementarios entre los cuales tenemos los principios
generales de igualdad y de justicia pronta cumplida.

b) El principio de igualdad
Este principio, es una manifestación particular del principio de igualdad de los individuos
ante la ley. Su fórmula se resume en el precepto audiatur altera pars (óigase a la otra
parte). Oír a la otra parte es la expresión de lo que se denomina bilateralidad de la
audiencia.

6
Este principio consiste en que, salvo situaciones excepcionales establecidas en la ley,
toda petición o pretensión, formulada a la parte contraria para que pueda ésta prestar a
ella su consentimiento o formular su oposición, debe ser oída.

―Lo que este principio denomina igualdad no es una igualdad numérica, sino una
razonable igualdad de posibilidades en el ejercicio de la acción y de la defensa. Las
pequeñas desigualdades requeridas por necesidades técnicas del proceso, no
quebrantan el principio.‖2

Para Eduardo Pallares, ―el principio de igualdad consiste en que las partes deben de
tener en el proceso un mismo trato, se les debe dar las mismas oportunidades para
hacer valer sus derechos y ejercitar sus defensas, siempre de la inevitable desigualdad
que produce la condición de actor y demandado.‖3

Este principio se encuentra regulado en el artículo 24 de la Convención Americana de


Derechos Humanos inciso 1.1, así o como en la mayoría de los instrumentos
internacionales sobre Derechos Humanos. Tiene la particularidad de que su dualidad
demuestra que la igualdad, además del criterio de interpretación y aplicación de los
derechos fundamentales, es en sí misma un derecho fundamental, de modo que
también se viola éste cuando se discrimina respecto de derechos no fundamentales.

c) Justicia pronta y cumplida


El derecho a que la justicia se administre en forma cumplida y prontamente, tiene que
ver por una parte, con el ―derecho a una sentencia justa‖ y por otra, con el desarrollo de
la tesis de que la duración excesiva no justificada de los procesos constituye una grave
violación del derecho a una justicia pronta, de conformidad con los artículos 8 y 7.4, 7.5
y 7.6 de la Convención Americana.

2
J. Couture, Eduardo, Fundamentos del derecho procesal Civil, Ediciones Desalma, Buenos Aires. 1977.
Pág. 185
3
Citado por Arrellano García, Carlos, en su libro Teoría General del Proceso, Décima Edición, Editorial
Porrua, México, 2001. Pág. 34

7
La Corte Interamericana ha tenido la oportunidad de analizar el principio del plazo
razonable, el cual se deduce de los artículos 7.5 y 8.1 de la Convención Americana.
Según dicho Tribunal, el principio tiene como finalidad impedir que los acusados
permanezcan largo tiempo bajo demanda y asegurar que ésta se decida prontamente.
De acuerdo con el Tribunal Interamericano, se deben tomar en cuenta los siguientes
tres elementos para determinar la razonabilidad del plazo en el cual se desarrolla el
proceso:
 La complejidad del caso;
 La actividad procesal del interesado; y
 La conducta de las autoridades judiciales.

d) El Derecho a la Legalidad (artículo 9 de la Convención Americana)

Aunque el principio de la legalidad y el correspondiente derecho de todas las personas


a la legalidad parecen referirse más a problemas de fondo que procesales, tienen sin
embargo repercusiones importantes en el debido proceso, aún en su sentido
estrictamente procedimental.

En términos más generales, el principio de la legalidad en un Estado de Derecho


postula una forma especial de vinculación de las autoridades e instituciones públicas al
ordenamiento jurídico a partir de su definición básica, según la cual toda autoridad o
institución pública solamente puede actuar en la medida en que se encuentra facultada
para hacerlo por el mismo ordenamiento.

El derecho a la legalidad procesal se puede expresar en términos generales de la


siguiente manera: para las autoridades e instituciones públicas sólo está permitido lo
que esté constitucional y legalmente autorizado en forma expresa, y todo lo que no les
esté autorizado les está vedado. En principio tiene dos corolarios importantes: el
principio de regulación mínima, que tiene especiales exigencias en materia procesal, y
el de reserva de ley, que en este campo es casi absoluto.

8
Por último, las exigencias de la ley procesal han de tener garantizada la eficacia
material y formal, al punto de que en esta materia las violaciones a la mera legalidad se
conviertan automáticamente en violaciones al debido proceso.

e) El debido proceso y el derecho de defensa en general

El debido proceso como garantía constitucional generalmente está regulado en


términos muy generales, razón por la cual debe nutrirse de ciertos requisitos mínimos
para no transformarse en un concepto vacío de contenido meramente formalista. Quizá
por ello es que los tratados internacionales sobre Derechos Humanos, además de
establecer dicho enunciado general, se han preocupado por suministrar requisitos
básicos mínimos que deben estar presentes dentro del concepto de debido proceso.

El debido proceso en general, tiene como pilares los principios fundamentales de la


audiencia previa y la igualdad de todas las partes procesales para ejercer su derecho
de defensa en idénticas condiciones, es decir, mediante el otorgamiento de iguales
oportunidades para presentar y analizar pruebas, interponer recursos y presentar
observaciones dentro de plazos o términos para todos.

La audiencia previa es vital, en todo tipo de proceso, para que la persona perjudicada
tenga la oportunidad de defenderse de las afirmaciones (independientemente de su
naturaleza) que en su contra realiza el actor, antes de que se emita una resolución final.
La omisión de estas garantías generalmente deviene en nulidad de lo actuado,
dependiendo de la gravedad de la omisión. Un precedente importante en esta materia
es el caso Ruíz Mateos contra España en el que el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos declaró la violación del artículo 6.1 del Convenio Europeo de Derechos
Humanos, por estimar que se había violado el justo procedimiento de la cuestión de
inconstitucionalidad. En este caso se violaron los principios de igualdad procesal y de
contradicción, ya que en el procedimiento ante Tribunal Constitucional español no se
concedió el trámite de audiencia al demandante, cuando en litigio civil el Estado si se le
había concedido al demandado.

9
f) Principio de congruencia de la sentencia.

―Por congruencia ha de entenderse aquel principio normativo dirigido a delimitar las


facultades resolutorias del órgano jurisdiccional, por el cual debe existir identidad entre
lo resuelto y lo controvertido, oportunamente por los litigantes y en relación con los
poderes atribuidos en cada caso, al órgano jurisdiccional por el ordenamiento jurídico.

Es decir, la congruencia debe entenderse como una correspondencia o relación entre


lo aducido por las partes y lo considerado, y resuelto por el tribunal. Por tanto, si esa
correspondencia se encuentra en las sentencias, entonces puede decirse que reúne el
requisito de congruencia; por el contrario, si la sentencia se refiere a cosas que no han
sido materia del litigio, ni de las posiciones de las partes, será incongruente.‖4

En cuanto al fondo, las sentencias deben decidir, en forma congruente, todos los puntos
controvertidos. La congruencia significa que el juzgador debe analizar y resolver todos
los puntos que las partes han sometido a su consideración y que debe resolver sólo
esos puntos. En otras palabras, el juzgador debe limitarse sólo a los puntos
controvertidos y las cuestiones planteadas, pero resolverlos todos, sin dejar alguno
pendiente.
La congruencia es una correlación o comparación entre dos elementos. Si esta idea
está comúnmente admitida, no existe la misma unanimidad a la hora de precisar cuales
son exactamente los dos términos a comparar, encontrándose concepciones que
aluden simplemente a las pretensiones de las partes y a la parte dispositiva de la
sentencia, en general, junto a otras más modernas que precisan más explícitamente
esos dos elementos, tanto el referido a la actividad procesal de las partes como el de la
sentencia.

g) Clases de congruencia

4
Gómez Lara, Cipriano, Teoría General del Proceso, Décima Edición, Editorial OXFORD, cuarta
reimpresión, MÉXICO D.F. 2006. Pág. 331 y 332.

10
a) Congruencia por omisión de pronunciamiento.
Atiende al requisito de la sentencia que puede enunciarse como exhaustivo, por cuanto
se refiere a la necesidad de resolver todos los puntos litigiosos que hayan sido objeto
de debate.

b) Incongruencia por exceso.

En general se refiere a sobrepasar los límites que vienen marcados por las peticiones y
las alegaciones de las partes. Es dentro de esta verdadera incongruencia donde se
procede a distinguir tipos de la misma, y principalmente:

1) Incongruencia por ultra petitum:

Con lo que suele hacerse referencia a los casos en que el fallo de la sentencia otorgue
más de lo pedido y con ello se está partiendo del presupuesto de que la sentencia
puede otorgar como máximo todo lo pedido, pero no lo que no fue pedido.

2) Incongruencia por extra petitum.

Palabras con las que suele aludirse tanto a que la sentencia conceda lo no pedido
como a que lo conceda o lo deniegue por causas distintas de las alegadas, con lo que,
en realidad, se está haciendo referencia bien a las peticiones de las partes, bien a las
causas de pedir (causa petendi). ―5

En materia civil el juez no puede dejar de resolver una controversia aún cuando no haya
norma exactamente aplicable, por laguna legislativa, pues, mediante los métodos de
integración del derecho, puede inclusive crear una norma basada en la analogía, en la
razón o en los principios generales del derecho.

5
Montero Aroca, Juan y Chacón Corado, Mauro. Manual de Derecho Procesal Civil Guatemalteco,
volumen dos. Tercera edición. Editorial Magna Terra Editores. 2004. Pág. 212 al 214.

11
Pero así como el tribunal debe resolver todos los problemas, en virtud del principio
dispositivo, sólo debe juzgar las cuestiones planteadas por las partes.

1.4 El momento democrático y el debido proceso como derecho fundamental.

―En una era como la actual, caracterizada por el renacimiento de nacionalismos


beligerantes y xenófobos, y de viejos odios y rivalidades étnicas y religiosas y también
marcada por el fracaso de las utopías que se quisieron imponer coactivamente, entre
ellas el fascismo y el comunismo, debe apreciarse como un éxito no menor el
establecimiento de la separación de poderes, la independencia de los jueces y el
debido proceso legal, ya que fueron instituciones despreciadas y condenadas al
basurero de la historia en buena parte del siglo XX.

Quizás esta nueva realidad pueda ser difícil de aceptar en su plenitud en Latinoamérica
porque, desde la llegada de Cristóbal Colón, el continente americano ha vivido entre el
sueño y la realidad, ha vivido en divorcio entre la buena sociedad que deseamos y la
sociedad imperfecta en la que realmente vivimos. Hemos persistido en la esperanza
utópica porque fuimos fundados por la utopía, porque la memoria de la sociedad feliz
está en el origen mismo de América, y también al final del camino, como meta y
realización de nuestras esperanzas. Sin embargo, el derrumbe de las utopías
totalitarias y de las formas de gobierno autoritarias es real en esta región y ofrece
oportunidades de consolidación de la democracia. En este nuevo contexto el debido
proceso puede desarrollarse con mayor fuerza.

El derecho ocupa un lugar de importancia creciente en Latinoamérica, a medida que los


sistemas jurídicos han crecido y se han tornado más complejos con el avance del
proceso de desarrollo económico y social de la región y la consolidación de la
democracia en la misma.‖6

Se enfoca el derecho y los sistemas jurídicos desde el punto de vista funcional, es


decir, que el estudio del derecho debe vincularse a una indagación sobre las funciones
que aquel desempeña en la organización social, razón por la cual es importante

6
Hoyos Arturo, El debido Proceso, 2ª. Impresión, Editorial Temis S.A. Colombia, 2004. Pág. 1

12
destacar la función del derecho consistente en proveer mecanismos para el manejo y
solución de los conflictos en la sociedad. La forma tradicional en que esta función se ha
desarrollado en el sistema jurídico es el de la administración de justicia por el órgano
judicial, aunque puede advertirse en muchos países, industrializados y en desarrollo
que tienen cierta insatisfacción con el desempeño de los tribunales de justicia por
razones de su lentitud, los costos de los procesos, el deseo de intimidad respecto de
ciertos temas, la no adecuación de las normas procesales respecto de ciertas materias
y, excepcionalmente, por la incapacidad de ciertos funcionarios.

Aquí se estudia una institución que está incluida dentro de un género más amplio
conformado por las garantías constitucionales del proceso que ―son aquellas que
integran el sector jurídico y forman parte de todas las normas consagradas expresa o
implícitamente en los preceptos de la Carta Fundamental que se dirigen hacia la
realización de una justa y rápida impartición de la justicia, en todas las ramas del
enjuiciamiento.‖7

Como este derecho fundamental cumple ante todo una función garantista de otros
derechos fundamentales, es adecuada su designación como garantía.

Se está entonces en presencia de un verdadero derecho fundamental, de carácter


instrumental, que comparte características con los derechos de libertad porque crea
una esfera para sus titulares libre de ciertas injerencias por parte del Estado, ya que
obliga a aquel a asegurar determinadas condiciones en todo proceso. Es pues un
derecho fundamental en que se palpa la superación de la concepción clásica de los
derechos fundamentales como un campo de libertad ante el Estado para resaltar el
aspecto positivo que vincula a la organización estatal con un deber positivo, de brindar
una prestación a los ciudadanos.

―Para John Rawls, el debido proceso es aquel razonablemente estructurado para


averiguar la verdad, de forma consistente con las otras finalidades del ordenamiento
jurídico, en cuanto se trata de determinar si se ha dado alguna violación legal y en qué
circunstancias.‖8

7
Hoyos, Arturo, Op. Cit. Pág. 2
8
Citado por Hoyos, Arturo. En su Op. Cit. Pág. 4

13
Hay quienes consideran al debido proceso como un principio general del derecho,
común a la tradición occidental, y con fuerza normativa incluso a falta de un texto
jurídico positivo que lo consagre.

―Kart Larenz, considera al debido proceso como uno de los dos principios procesales de
un Estado de Derecho, el otro es la imparcialidad del juez. Se refiere al primero como el
principio de contradicción o el principio de audiencia y lo vincula con el respeto a la
persona humana, a la que debe darse ocasión de manifestarse antes de que otra
persona tome una decisión en un asunto que concierne a la primera. Este jurista
atribuye tal relevancia a este principio que sostiene que él debe regir también en la
actuación de la administración pública y como principio moral fuera de la esfera del
derecho‖.9

En el presente trabajo, en cambio, se estudia al debido proceso como una institución


procesal que no se observa por los operadores de justicia, cuando aplican las medidas
de seguridad reguladas en la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
Intrafamiliar.

1.5 Un derecho fundamental y de carácter internacional para todos.

Con el constitucionalismo la garantía del debido proceso es reconocida como un


derecho fundamental, consagrado en un instrumento de derecho público, y cuya

titularidad no se limita a los miembros de un estamento feudal, sino que se presenta


como un derecho de todos los ciudadanos de un Estado o de todos los hombres por el
hecho de serlo.

La evolución de este derecho no finalizó en el plano constitucional. Ha sido recogido en


varios convenios internacionales. ―Como lo señala Fix-Zamudio, los principios
fundamentales del debido proceso y de la defensa en juicio, en sus diversos aspectos,

9
Op. Cit. Pág. 5

14
han sido elevados a la categoría de disposiciones internacionales, al ser consagrados
por diversos convenios tanto regionales como universales.‖10

1. 6 La Declaración Americana de los derechos y deberes del hombre

Establece que toda persona puede concurrir a los tribunales para hacer valer sus
derechos. Asimismo debe disponer de un procedimiento sencillo y breve por el cual la
justicia lo ampare contra actos de la autoridad que violen, en perjuicio suyo, alguno de
los derechos fundamentales consagrados constitucionalmente (Art. XVIII-Derecho de
Justicia).

1.7 La Declaración Universal de Derechos Humanos.

Contiene varias disposiciones, entre ellas aquella que establece que toda persona tiene
derecho a un recurso efectivo (Art. 8); a no ser arbitrariamente detenido, preso ni
desterrado (Art.9); a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e
imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de
cualquier acusación contra ella en materia penal (Art.10); a que se le presuma inocente
mientras no se prueba su culpabilidad (Art. 11).

1.8 El Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Establece que los países firmantes se comprometen a garantizar a toda persona, cuyos
derechos o libertades reconocidos por el Pacto se hubieran violado, un recurso efectivo,
que podrá presentar ante las autoridades competentes en condiciones tales que no se
pueda frustrar el derecho que se protege (Art. 2 apartado 3, incisos a, b y c). El artículo
9º tutela los derechos a la libertad y a la seguridad personal, procurando evitar las
detenciones arbitrarias o el juicio ilegal. El artículo 14 focaliza especialmente el punto
que consideramos en el acápite, diciendo:
1. Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda
persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un

10
Citado por Hoyos, Arturo en su Op. Cit. Págs. 10 y 11

15
tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la
sustanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o para la
determinación de sus derechos u obligaciones de carácter civil.

1.9 La Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa
Rica).
Esta Convención fue ratificada por Guatemala y en su artículo 8º establece que:

―1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un
plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial
establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal
formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden
civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.

1.10 Aspectos esenciales del debido proceso.

―Uno de los aspectos esenciales del debido proceso legal, es el derecho o garantía de
defensa o de audiencia, el cual no puede desvincularse de la acción procesal, puesto
que la misma tiene carácter bilateral, y no podemos concebir actualmente esta última si
no se ejercita a través de un procedimiento que permita la adecuada defensa de las dos
partes, puesto que la propia acción implica no sólo el inicio sino la continuación del
proceso hasta sus últimas etapas, incluyendo la ejecución, con excepción de la de
carácter penal. Podemos afirmar, agrega, que el debido proceso concebido como
derecho de audiencia o de defensa en juicio, comprende en sus aspectos procesales
numerosas instituciones relacionadas tanto con las partes como con la jurisdicción,
puesto que, en este último sentido, no puede existir una adecuada defensa en un
proceso que se siga ante tribunales de excepción, o cuando carezcan de independencia
o imparcialidad.‖11

11
Fix Zamudio, Héctor. El Debido Proceso legal en el Derecho Constitucional e Internacional; versión
mecanográfica; julio de 1986, pág. 7.

16
1.11 La aplicación del debido proceso en la doctrina de la Corte de Constitucionalidad
de Guatemala.

La CC expresa lo que debe entenderse como debido proceso y lo hace de la siguiente


manera: ―Tal garantía consiste en la observancia por parte del tribunal, de todas las
normas relativas a la tramitación del juicio y el derecho de las partes de obtener un
pronunciamiento que ponga término, del modo más rápido posible, a la situación de
incertidumbre que entraña el procedimiento judicial. Implica la posibilidad efectiva de
ocurrir ante el órgano jurisdiccional competente para procurar la obtención de la justicia,
y de realizar ante el mismo todos los actos legales encaminados a la defensa de sus
derechos en juicio, debiendo ser oído y dársele oportunidad de hacer valer sus medios
de defensa, en la forma y con las solemnidades prescritas en las leyes respectivas. Se
refiere concretamente, a la posibilidad efectiva de realizar todos los actos encaminados
a la defensa de su persona o de sus derechos en juicio. Si al aplicar la ley procesal al
caso concreto se priva a la persona de su derecho de accionar ante jueces
competentes y preestablecidos, de defenderse, de ofrecer y aportar sus pruebas, de
presentar alegatos, de usar los medios de impugnación contra las resoluciones

judiciales, entonces se estará ante una violación de la garantía constitucional del debido
proceso.‖12

No debe olvidarse que este principio va más allá de las fases del proceso ya que éste
conlleva el respeto a los derechos conferidos a las partes dentro de cualquier clase de
proceso y esto lo hace evidente al preceptuar: ―Sin embargo, cabe hacer énfasis en el
hecho de que dicho principio no se agota con el sólo cumplimiento de las fases que
conforman los procesos (cualquiera sea su índole), pues es necesario que en cada una
de ellas se respeten los derechos que la ley confiere a las partes de acuerdo al derecho
que ejercitan. De ahí que en la sustanciación de un proceso, bien podrían consumarse
todas las etapas necesarias para su tramitación pero, si en una o varias de ellas se

12
Gaceta No. 54, expediente 105-99, sentencia: 16-12-99.

17
impide o veda a las partes el uso de un derecho, ello se traduce en violación del
derecho al debido proceso.‖13

Con base a lo expuesto es necesario referir qué derechos son aquellos que garantiza el
cumplimiento del debido proceso, lo cual hace con buen tino la CC al exponer que:
―Esta disposición constitucional garantiza el derecho de defensa y establece el derecho
de audiencia, da oportunidad que surja el contradictorio necesario y permite el acceso a
la jurisdicción que habrá de dirimir o resolver el conflicto de intereses que se hubiere
suscitado entre personas determinadas.‖14

Ahora bien, es necesario determinar como se cumple efectivamente con la garantía


constitucional del debido proceso, razón por la cual la CC ha sido del criterio que: ―la
garantía del debido proceso no sólo se cumple cuando en un proceso se desarrollan los
requisitos procedimentales que prevé la ley y se le da oportunidad de defensa a ambas
partes de esa relación procesal sino que también implica que toda cuestión litigiosa
debe dirimirse conforme disposiciones normativas aplicables al caso concreto con
estricto apego a lo que dispone el artículo 204 de la Constitución Política de la
República de Guatemala y que se viola el debido proceso si a pesar de haberse
observado meticulosamente el procedimiento en la sentencia se infringen principios que
le son propios a esta garantía constitucional.‖ 15

Ante la importancia evidente de cumplir y hacer efectiva la garantía del debido proceso,
por lo que ésta representa, la CC advierte: ―Los derechos de audiencia y al debido
proceso reconocidos en el artículo 12 de la ley fundamental, al provenir de una norma
general prevista en la parte dogmática, deben tener plena observancia en todo
procedimiento en que se sancione, condene o afecten derechos de una persona.
Tienen mayor relevancia y características en los procesos judiciales pero su aplicación
es imperativa en todo tipo de procedimientos, aún ante la administración pública y
Organismo Legislativo y cualquier otra esfera de actuación, toda vez que, por actos de
poder público, se afecten derechos de una persona. Tales derechos abarcan la
potestad de ser oído, de ofrecer y producir medios de prueba y de rebatir las

13
Gaceta No.59, expedientes acumulados Nos. 491-00 y 525-00, sentencia 16-06-00. Pág. 106.
14
Gaceta No. 61, expediente No. 551-01. Sentencia 19-09-01.
15
Gaceta No. 61, expediente No. 712-01, Sentencia 19-09-01.

18
argumentaciones deducidas, y el pronunciamiento definitivo de conformidad con la ley.
Su observancia es vital por cuanto determina la protección de los derechos de la
persona y fortalece la seguridad jurídica… En caso semejante, refiriéndose a la garantía
constitucional de audiencia, esta Corte ha expresado que `Se trata, en cada uno de los
procedimientos que leyes de diversa índole han previsto, de satisfacer la exigencia de
oír adecuadamente a quien la denuncia afecte, a fin de llevar a cabo el iter procesal,
porque es la audiencia la que legitima la labor de ponderación del asunto que la
autoridad deba decidir, salvo, desde luego, frente al silencio del obligado a responder,
que puede obrar como tácito asentimiento del hecho por el cual se le cuestiona… Este
derecho de la persona ha sido virtualmente la principal preocupación de esta Corte en
el ejercicio de su competencia en amparo, habiéndose establecido su doble condición
de derecho propio y garantía de otros derechos. El desarrollo jurisprudencial ha ido
perfilando los alcances de este derecho y, en particular, en lo que al caso examinado
concierne, la garantía de audiencia. Pasados doce años de análisis constante por esta
Corte de los elementos que integran al debido proceso, debe considerarse consolidado
el principio de que la audiencia prevista en las leyes procesales es no sólo fundamental
sino elemental…

Siendo el amparo una protección de los derechos de la persona cuando a ésta se le ha


inferido agravio, no puede tenerse como causa fenecida aquella en la que una de las
partes no ha tenido oportunidad de defensa, o que se le haya privado de sus derechos
sin las garantías del debido proceso, siendo entre éstas de valor capital el de la
audiencia o citación, que implican la base de un verdadero juicio… En virtud de la
supremacía constitucional, todo el ordenamiento jurídico debe guardar armonía con los
valores, principios y normas, por lo que en materia administrativa, como en cualquier
otra, el derecho de defensa y el de audiencia deben sostenerse plenamente, respecto
del proceso legal, no pueden tenerse como iguales los judiciales con los
administrativos, por existir en la legislación diferentes regulaciones, las que responden
a la naturaleza de cada uno de ellos, siendo, eso sí, aplicables a ambos, aquellos
principios que son fundamentales en todo sistema de Derecho el derecho primario en
todo procedimiento por medio del cual se pretenda afectar a una persona, es el derecho

19
de la defensa jurídica, el cual se origina desde la oportunidad de audiencia que se da a
las partes, con el objeto de que se alegue lo que consideren pertinente respecto de la
imputación que se le formula.‖16

16
Gaceta No. 57, expediente No. 272-00, sentencia: 06-07-00. Pág. 121.

20
CAPITULO II

LA INTERPRETACION JURIDICA

1. Objeto
El objeto principal de la interpretación lo forman las leyes. Porque el espíritu de la ley no
es la voluntad del legislador, sino la voluntad de la ley es considerada
independientemente de su autor.

El interpretar se produce en cualquier lugar cuando se esta en presencia de


expresiones objetivas, a través de las cuales otras expresiones se dirige al nuestro
acometiendo la inteligencia y despierta en cada ser humano el empeño de entender que
sentido tengan aquellas manifestaciones. Por lo tanto la interpretación sólo puede darse
en presencia de un objeto constituido por formas representativas. En esta expresión, la
palabra forma se entiende en el sentido amplísimo de relación unitaria de los elementos
sensibles, dada en la percepción repetitiva en el recuerdo, capaz de expresar la
impronta del creador que la ha producido o de la persona que la encarna, en este caso
la sentencia como documento es un objeto, que además lleva implícitas y concatenados
otros que forman su entorno, como hechos, prueba material, diligencias demostrativas y
otras.

La nota de función representativa se entiende también en el sentido de que a través de


la forma ha de resultar reconocible por el sujeto que lo realiza, recurriendo a su
sensibilidad e inteligencia. Estos elementos objetivos como principales unidades de
análisis al momento de examinar y decidir sobre un problema específico.

Entonces no se puede aislar los hechos como objetos de la interpretación, o como dice
el autor Nino Carlos: ―La ciencia del derecho, para ser una verdadera ciencia y no
agotarse en un mero acarreo de materiales variables, debe ocuparse de esa estructura

21
-de elementos históricos y contingentes- ésta consiste en un armazón conceptual que
subyace a todo orden jurídico‖.17

2. Elementos
El objeto de una ciencia, materia o disciplina es aquello de lo que se ocupa o sobre lo
que recae. Así, dado que la interpretación se ocupa o recae sobre el derecho, resulta
obvio que es el derecho el objeto de la Interpretación. El Derecho que es objeto de la
interpretación, a su vez, puede provenir bien de una norma jurídica, de la costumbre o
de los principios generales del Derecho.

El propósito u objetivo de la interpretación (fin inmediato) es desentrañar el sentido y


significado del Derecho, el esclarecimiento del sentido propio de una proposición
jurídica.

3. Clases de interpretación
Para encontrar el sentido de la norma, como aquello que se debe encontrar,
desentrañar, descubrir o develar a través de la interpretación jurídica. Sentido
expresado en su acepción más amplia, es decir, se pretende expresar no simplemente
hacia qué extremo dentro una misma dirección apunta una norma sino en general cuál
es el alcance y el significado cierto y cabal de la norma jurídica y quien debe encontrar
ese sentido, es el intérprete como elemento subjetivo.

La labor del intérprete se dirige a descubrir o develar el sentido inmanente en la norma;


en segundo lugar, como por lo general una norma evoca varios sentidos, selecciona o
fija el sentido con el cual se obtenga la solución más justa del caso concreto; y en tercer
lugar, si el sentido o sentidos de la norma no se adecuan a la nueva realidad social, el
intérprete atribuye a la norma el significado que lo actualiza. Entonces interpretar no
puede ser otra cosa que reconocer, descubrir, captar o asimilar el auténtico significado,
sentido y alcance de la norma jurídica.

17
Nino, Carlos. ―Algunos modelos metodológicos de ciencia jurídica.” Distribuciones Fontamara, S.A,
1993, Pág. 16.

22
Es así como la interpretación para su estudio se clasifica de la siguiente manera:

3.1 Según el sujeto18


a) Autentica
Llamada también legislativa, es la realizada por el propio legislador al crear la ley o en
una distinta. Ejemplo artículo 221 y 223 del Código Civil referido a los casos para
declarar judicialmente la paternidad y la posesión notoria de estado, respectivamente.
―En la interpretación auténtica, el legislador interpreta el texto que ha promulgado.‖19

b) Judicial
Llamada también jurisdiccional (jurisprudencial), es la realizada por el juez al aplicar
una norma al caso concreto, generalmente se da al momento de dictar sentencia. En
este sentido Alvarez Gardiol expone: ―es la que realiza el órgano jurisdiccional, como
previa a la aplicación de la norma general en su paso a la singularidad de lo concreto,,
que debe resolver y que se refiere tanto al sentido de los hechos de comportamiento
regulados por la norma; interpretación esta cuyo instrumento es la sentencia.‖20

c) Doctrinal
Llamada también científica, es la que realizan los tratadistas, los profesionales del
Derecho, etc. de un tema específico. ―La interpretación doctrinal es aquella
interpretación del derecho que se realiza en las ciencias jurídicas en general y en la
dogmática jurídica en particular.‖21

d) Administrativa
Cuando los órganos administrativos ejecutan o resuelven un acto administrativo, deben
fundamentarlo en normas legales.

18
Álvarez Gardiol, Ariel. “Manual de Introducción al Derecho”. 2ª. edición revisada. Editorial Juris.
Rosario –Pcia. de Santa fe, Argentina, 1995, pág. 172-173.
19
Vázquez, Rodolfo. Interpretación jurídica y decisión judicial. 1ª edición. Distribuciones Fontamara S.A.
México D.F. 1998 Pág. 152.
20
Álvarez Gardiol, Ariel. op. cit. Pág. 172.
21
Vázquez, Rodolfo. op. cit. Pág. 152.

23
3.2 Según su resultado22
a) La interpretación declarativa
Cuando reproduce el texto de la ley, presentándolo en textos claros, precisos y
concisos. Esta clase de interpretación es también conocida como Interpretación estricta,
y se presenta cuando al interpretar el operador jurídico se ciñe a lo que establece la
norma, limitándose a aplicarla a los supuestos estrictamente comprendidos en ella.

Es la que mas se utiliza y su objeto es el de explicar el texto de la ley, este


procedimiento se emplea cuando las palabras son imprecisas u obscuras y se busca
desentrañar a través de ellas la mente de la ley y la del legislador.

b) La interpretación extensiva
Cuando el intérprete da mayor alcance de la ley, debido a que el legislador expresó
menos de lo que debía expresar. En esta lo que hace el intérprete es extender el
alcance de la norma a supuestos no comprendidos expresamente en ella, por
considerar que habría sido voluntad del legislador comprender en la norma a aplicar
tales supuestos. El tratadista Werner Goldschmidt afirma: "Si resulta que la norma en su
sentido lingüístico usual se queda a la zaga de la voluntad auténtica de su autor, hay
23
que ensancharla para que llegue a alcanzar aquél."

Los procedimientos de interpretación extensiva son: el argumento a priori, que consiste


en referir al caso no previsto la misma consecuencia que al previsto por identidad de
razón entre ambas hipótesis; el argumento a fortiori, se da cuando los hechos
constitutivos de la hipótesis de una norma son más claros y evidentes en situaciones no
comprendidas expresamente por aquella (si la ley permite lo más, permite lo menos; si
prohíbe lo más, prohíbe lo menos); el argumento a contrario, que consiste en reformular
una norma a su sentido contrario, para solucionar los casos contrarios imprevistos.

22
Álvarez Gardiol, Ariel. op. cit. Pág. 205-207.
23
Goldschmidt, Werner. ―Introducción Filosófica al Derecho.” Editorial Desalma sexta Edición. Buenos
Aires, Argentina 1983. Pág. 101.

24
c) La interpretación restrictiva
El intérprete reduce el alcance de la ley, en virtud de que el legislador se excedió en el
texto, es decir expresó más de lo que debía expresar. En esta se restringe el alcance
de la norma apartando de ella determinados supuestos que se encontrarían incluidos
de acuerdo con la redacción de su texto, pero que se entiende que no fue voluntad del
legislador comprenderlos dentro de éste.

Cuando las palabras expresan más de lo que se quiso expresar, hay entonces que
restringir o limitar la aplicación de la regla únicamente en los casos no comprendidos en
la letra.24

3.3 Según el método25


Con el propósito de alcanzar la significación y el mensaje de las normas, diversos
métodos han sido propuestos y desarrollados. Entre éstos tenemos los siguientes:

a) Método gramatical
El método gramatical, también conocido como literal, es el más antiguo y es exclusivo
de las épocas anteriores a la Revolución Francesa en que existía alguna desconfianza
en el trabajo de los jueces, razón por la cual éstos se encontraban obligados a ceñirse
al sentido literal de la ley. Lo anterior tiene asidero legal en el ordenamiento jurídico
guatemalteco en el artículo 11 de la Ley del Organismo Judicial que establece: ―…Las
palabras de la ley se entenderán de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia
Española, en la acepción correspondiente, salvo que el legislador las haya definido
expresamente‖.

b) Método lógico
El método lógico es aquél que utiliza los razonamientos de la lógica para alcanzar el
verdadero significado de la norma.

24
García Maynez, Eduardo. ―Introducción al Derecho”. Editorial Porrúa, México. Pág. 69-72.
25
Villegas Lara, René Arturo. ―Temas de introducción al estudio del Derecho y de Teoría General del
Derecho”. 4ª. edición. Editorial universitaria-Universidad de San Carlos de Guatemala. Guatemala 2004.
Pág. 225.

25
c) Método sistemático
Para este método el ordenamiento jurídico se compara a un complejo organismo
viviente y coordinado en sus elementos; es un todo orgánico, un sistema completo y
complejo que no admite contradicciones.

d) Método histórico
Es el que pretende interpretar la norma recurriendo a sus antecedentes, como las
ideas de sus autores al concebir o elaborar los proyectos, los motivos que propiciaron la
redacción y emisión de la ley, informes, debates, entre otros.

Este método consiste en investigar el estado de espíritu en que se encontraban los


autores de la ley; los motivos que los han llevado a legislar y cómo se han representado
la futura aplicación de los textos elaborados.

e) Método teleológico
Es el que pretende llegar a la interpretación de la norma a través del fin de la misma,
buscando en su espíritu, que es la finalidad por la cual la norma fue incorporada al
ordenamiento jurídico.

La interpretación teleológica, establece que si la ley es clara, basta con la


interpretación gramatical, sin embargo, puede ocurrir que la ley sea un tanto oscura, en
tal caso es conveniente apuntar a la intención de la norma, es decir considerar la "ratio
legis". La captación del espíritu de la ley implica el empleo de procedimientos lógicos y
valorativos.

f) Método empírico
Este es el método atribuido a la Escuela de la Exégesis en sus inicios, el cual consistía
en investigar empíricamente la voluntad del legislador; es decir las palabras de la ley y
la intención del legislador como hechos; el recurso a obtener todo lo concerniente a la
ley como dato empírico.

26
4. Ética
Es esencialmente indispensable que las partes en ―En el proceso de interpretación las
partes deben aplicar la buena fe, la probidad, no solo como una regla moral sino que
como una norma positiva que debe tener su reconocimiento en un conjunto de
soluciones particulares y con sanciones para los casos de infracción‖.26

Es por ello que el artículo 17 de la Ley del Organismo Judicial, establece que los
derechos deben ejercitarse conforme a las exigencias de la buena fe y el artículo 66 de
la misma ley otorga al juez la facultad de ―compeler y apremiar por los medios legales a
cualquier persona para que esté a derecho‖ y ―para rechazar de plano bajo su estricta
responsabilidad, los incidentes notoriamente frívolos o improcedentes, los recursos
extemporáneos y las excepciones previas extemporáneas sin necesidad de formar
artículo o hacerlo saber a la otra parte.

Por lo que las partes, los abogados y el juez, al momento de interpretar el ordenamiento
jurídico deben ajustar su conducta al principio de buena fe y no en artimañas para
lograr una solución favorable a sus intereses en perjuicio de la administración de
justicia.

5. interpretación legal en Guatemala


En el derecho guatemalteco se aplican varias reglas en cuanto a interpretación se
refiere, entre los que destacan los siguientes:
―a) Las leyes de inferior jerarquía deben interpretarse en armonía con la Constitución
Política de la República y los Tratados Internacionales y Convenciones Sobre Derechos
Humanos ratificados por Guatemala;
b) La interpretación será extensiva cuando se trate de normas que rijan los derechos
humanos y las que tienden a preservar el orden constitucional;
c) Los tribunales de justicia y cualquier funcionario de aplicar la ley, deberá observar el
principio de jerarquía normativa.

26
Álvarez Mancilla, Erick Alfonso. ―Teoría General del Proceso.” Editorial VILE Guatemala 2005. Pág.
174.

27
d) En el ámbito jurisdiccional, al impartir justicia e interpretar la ley, se hará conforme a
la constitución Política y los valores y normas del ordenamiento jurídico del país.
e) Las normas se interpretarán conforme al Diccionario de la Real Academia española,
en armonía con todo el ordenamiento jurídico‖.27

Las reglas que señalamos se encuentran en diversas normas de leyes que ya fueron
citadas. Ahora bien, puede haber casos en que las normas de las leyes aplicables a un
caso concreto sean obscuras, ambiguas o contradictorias; o bien no exista una
específica para ese caso. Ante tales circunstancias, la Ley del Organismo Judicial en su
artículo 10, párrafo segundo, establece:

El Conjunto de una ley servirá para ilustrar el contenido de cada de sus partes, pero los
pasajes obscuros de la misma, se podrán aclarar, atendiendo al orden siguiente:
a) A la finalidad y espíritu de la misma;
b) A la historia fidedigna de su institución;
c) A las disposiciones de otras leyes sobre casos o situaciones análogas;
d) Al modo que parezca mas conforme a la equidad y a los principios generales del
derecho.

27
Villegas Lara, René Arturo. En su op. cit. Pág. 173.

28
CAPITULO III

Proceso ordinario

1. Aspectos generales y casos de procedencia

El juicio ordinario es de conocimiento o cognición. Debiendo entenderse por proceso de


conocimiento aquel cuyo objetivo es el declarar la voluntad de la ley aplicada a un
hecho específico o concreto, a partir de cuyo momento la coloca en situación de ser
observada o de hacerse observar coactivamente por el órgano jurisdiccional mediante
el proceso de ejecución.

Con respecto a esto dice Nájera Farfán ―Esta declaración de voluntad es resultado de la
actividad cognoscitiva del Juez sobre los hechos y derechos afirmados o negados por
las partes.‖ De manera que la pretensión de que el Juez conoce, se encuentra en
estado de controversia y, para satisfacerla, despliega un juicio lógico-jurídico, que
construye con el análisis y evaluación de los hechos que aquellas le proporcionan y que
él habrá de subsumir en la regla de derecho que sea aplicable. Los trámites del juicio
ordinario son los más largos y complejos que los otros juicios de conocimiento, en virtud
que las cuestiones que se debaten en juicio ordinario, son cuantitativa y
cualitativamente más importantes que las que se debaten oralmente o en los juicios
sumarios.

El juicio ordinario:
 Se destaca por su generalidad, que consiste en que en él se discutan cuantos
asuntos no estén expresamente previstos para tramitarse en otra clase de
juicios. Esta regla de generalidad aparece regulada en el artículo 96 del Código
Procesal Civil y Mercantil: ―las contiendas que no tengan señalada tramitación
especial en este Código, se ventilarán en juicio ordinario‖

29
 Es subsidiario, porque es modelo para los demás procesos de conocimiento, sus
reglas deben aplicarse en los demás procesos siempre que en ellos haya
incurrido el legislador en omisión o silencio.
 Es el de mayor cuantía, en virtud que todo asunto que sea de mayor cuantía,
debe ser cuestionado en esa clase de juicio, en una de las lecciones anteriores
se estudió lo referente al monto actual de las cuantías.

2. Trámite
Para el tratadista guatemalteco Mario Efraín Nájera Farfán, el procedimiento del juicio
ordinario se desenvuelve o realiza a través de tres etapas sucesivas y de efectos
preclusivos de: Introducción del juicio ordinario; prueba y decisión-

Algunos tratadistas, según el autor citado, agregan la etapa Preparatoria o de


preparación, la cual se realiza fuera del proceso, no es obligatoria y no siempre es
necesaria.

A cada una de las citadas fases corresponde determinados actos o trámites y estos a
su vez, son los que generan los distintos estados del proceso.

2.1 Preparación del juicio ordinario


El Juicio Ordinario empieza siempre por medio de la demanda, sin embargo el Código
Procesal Civil y Mercantil regula una serie de actividades previas a la iniciación del
proceso que es conveniente estudiar; estas actividades son voluntarias, en el sentido
que depende de la voluntad de las partes el acudir a ellas o no, de manera que no
están impuestas en la ley.

a) La conciliación: El artículo 97 del Código Procesal Civil y Mercantil regula la


conciliación dentro del capitulo que se refiere a la preparación del juicio de la siguiente
manera: ―Los Tribunales podrán, de oficio o a instancia de parte, citar a conciliación a
las partes, en cualquier estado del proceso….‖; sin embargo, de ello se desprende que,
en este caso no existe tal preparación del proceso, sino más bien debió haberse ya

30
promovido el proceso, como lo expone Chacón Corado y Montero Aroca ―..Se dice que
la conciliación puede realizarse en cualquier estado del proceso, lo que está
suponiendo que el proceso ha de haber comenzado para que el intento de conciliación
sea posible, esto es, que no cabe antes del inicio del proceso. Es así evidente que la
conciliación no prepara el juicio‖.

b) Pruebas anticipadas. Las pruebas anticipadas aparecen reguladas en los artículos


del 98 al 105 del Código Procesal Civil y Mercantil. Puede pedirse anticipadamente, la
declaración de parte, la declaración de testigos, el reconocimiento judicial, dictamen de
expertos y la exhibición de documentos, de libros de contabilidad, de bienes muebles y
de semovientes; no obstante esto, se puede admitir cualesquiera otras pruebas, si el
Juez las estima oportunas y convenientes. Admitir para su diligenciamiento las pruebas
anticipadas, queda a discreción del Juez, pero para su procedencia debe cumplirse con
determinados requisitos especiales a cada prueba y generales a todas:

Más que requisito, el objeto de esta prueba es el hacer constar el estado o condiciones
del bien de que se trate y no el privar de su tenencia o goce a quien lo poseyere, a
menos que hubiere motivos suficientes para temer su pérdida o deterioro de continuar
en su poder, o que la acción a intentarse sea de naturaleza real o persiga la
reivindicación del bien mueble o semoviente, y que la exhibición se enderece contra
quien lo sepa

Si decretada la exhibición no cumpliere el obligado con exhibir el bien de que se trate


dentro del término que se le haya fijado, se ordenará el secuestro del mismo
entregándose al depositario que para el efecto se designare la cosa.

2.2 Fase de Introducción del juicio ordinario.


Esta es la fase con la cual se inicia el proceso, y es a través de la presentación de la
demanda. En esta fase se aportan datos de hecho y de derecho de que debe de
conocer el Juez, se fija el material lógico que habrá de ser objeto de prueba y de
sentencia; se afirma por el actor o se niega por el demandado a la pretensión materia

31
del juicio, todo esto se hace por el actor en la demanda y por el demandado en la
contestación de la misma; de manera que los actos más importantes de esta fase lo
constituye la demanda, el emplazamiento y la contestación de la demanda.
a) La demanda. El tratadista Hugo Alsina expone que por ―demanda se entiende toda
petición formulada por las partes al juez, en cuanto traduce una expresión de voluntad
encaminada a obtener la satisfacción de un interés‖, o bien ―El acto procesal por el cual
el actor ejercita una acción solicitando del tribunal la protección, la declaración o la
constitución de una situación jurídica….. Y sea, en efecto, la naturaleza de la acción
deducida, la demanda será de condena, declarativa o constitutiva‖. Con respecto a la
demanda se debe tener presente dos aspectos importantes:

 La demanda debe reunir los requisitos de forma y fondo que la ley específica.

 La demanda puede ser ampliada o modificada, como lo dispone el artículo 110


del Código Procesal Civil y Mercantil, lo que a criterio de Nájera Farfán no
significa cambio, es decir sustituir una demanda por otra nueva, ampliarla o
modificarla significa alterar o transformar algunos aspectos de la demanda pero
conservando los elementos que le son esenciales. La ampliación o modificación
deberá hacerse dentro del lapso comprendido entre la presentación y la
contestación de la demanda.

b) Emplazamiento. ―Es el requerimiento o convocatoria que se hace a una persona por


orden de un juez, para que comparezca en el tribunal dentro del término que se le
designa, con el objeto de poder defenderse de los cargos que se le hacen, oponerse a
la demanda, usar de su derecho o cumplir lo que se le ordene‖

En la Ley de Partida citada por Nájera Farfán se le define como: ―El llamamiento que
hacen a alguno que venga ante el juzgador a hacer derecho o cumplir su
mandamiento, y es la raíz o comienzo de todo pleito‖

32
El Código Procesal Civil y Mercantil lo preceptúa en los artículos 111 y 112: ―presentada
la demanda en la forma debida, el juez emplazará a los demandados, concediéndoles
audiencia por nueve días comunes a todos.
Se debe tener presente que el emplazamiento tiene un doble carácter:

El emplazamiento produce sus efectos procesales y materiales, los que aparecen


regulados en el artículo 112 del Código Procesal Civil y Mercantil.

c) Excepciones previas. Las excepciones previas, como regla general, deben


interponerse dentro de los seis días después de haber sido notificado el
emplazamiento, las cuales se tramitarán por el procedimiento incidental. Existen
excepciones que pueden interponerse en cualquier estado del proceso.

d) Allanamiento. El allanamiento es la declaración de voluntad reconociendo las


pretensiones del actor. Con el allanamiento reconoce el demandado, la legitimidad o
procedencia de las pretensiones del actor. Conlleva tácitamente una renuncia del
demandado a oponerse a la demanda por lo que una vez manifestado deberá dictar
sentencia. Para la eficacia del allanamiento es indispensable que se acepte o consienta
la totalidad de la demanda, releva al Juez de toda valoración de la prueba y está en
deber de dictar sentencia sin necesidad de petición de parte, y determina por si solo un
fallo condenatorio.

Esta figura aparece regulada en el artículo 115 del Código Procesal Civil y Mercantil.

e) Rebeldía. La rebeldía consiste, en la incomparecencia injustificada del demandado,


en no comparecer a juicio durante el término que para ello se le señaló.
En el juicio ordinario, de conformidad con el artículo 113 del Código Procesal Civil y
Mercantil, se otorga a la rebeldía el efecto de tener por contestada la demanda en
sentido negativo, y en el artículo 114 se establece que, podrán embargarse los bienes
del demandado en la cantidad suficiente para asegurar el resultado del proceso;
pudiendo el demandado tomar los procedimientos en el estado en que se encuentren.

33
f) Contestación de la demanda. ―Es el escrito mediante el cual la parte emplazada
responde a las pretensiones o petitorio de fondo formulado por la parte actora‖ o bien
como expone Manresa y Navarro –citado por Nájera Farfán- ―Es la respuesta que da el
demandado confesando o contradiciendo la demanda del actor, o proponiendo
excepciones que la enerven o inutilicen‖ La contestación de la demanda, debe
realizarse dentro de los nueve días del emplazamiento, y en cuanto a sus requisitos, se
debe estar a los mismos que para el escrito de la demanda. Si hubiere excepciones
perentorias, la contestación de la demanda es el momento oportuno para hacerlas
valer, salvo las nacidas con posterioridad Nájera Farfán expone que hay tres tipos de
oposición por parte del demandado:

De estas formas las primeras dos se podrían considerar contestación de la demanda, la


última se hace valer a través de una excepción perentoria.

g) La reconvención. La reconvención también recibe el nombre de contrademanda, y se


trata de la interposición por el demandado de una pretensión contra la persona que le
hizo comparecer en juicio, entablada ante el mismo juez y por el mismo procedimiento
en que la pretensión del actor se tramita, para que sea resuelta en la misma sentencia,
la cual habrá de contener dos pronunciamientos.

En esencia la reconvención se trata de una acumulación exclusivamente objetiva (por


tener conexión por razón del objeto o del título con la demanda), sucesiva y por
inserción realizada por el demandado.

De manera que la reconvención no es propiamente una oposición o defensa.


Aprovechando que se ha demandado, es que se promueve contra el actor alguna
acción dependientemente de la defensa que contra la demanda se plantee. La
reconvención regulada en el artículo 119 del Código Procesal Civil y Mercantil sufre el
mismo trámite de la demanda, de modo que una vez planteada, se dará audiencia al
actor originario por el plazo de nueve días y así convertido en demandado, tendrá las
mismas alternativas en lo que a su actitud como tal se refiere. Produce también los

34
mismos efectos materiales y procesales asignados a la demanda; como ésta puede
ampliarse o modificarse en tanto no haya sido contestada, con cuyo acto, y en su
defecto acusada la rebeldía, se cierra y precluye la fase del contradictorio y se abre a
prueba.

2.3 La Fase probatoria.


En esta fase se practican las pruebas que se han ofrecido en la demanda y en su
contestación y que, por no ser de las preestablecidas (títulos ejecutivos), necesitan
tanto de la actividad de las partes como del juez para dotarlas de vida e incorporarlas al
proceso.

a) Apertura a prueba. Es el acto por el cual, el Juez resuelve que el proceso se abra a
prueba, y sobre cuyo particular dispone el artículo 123 del Código Procesal Civil y
Mercantil: ―Si hubiere hechos controvertidos, se abrirá a prueba el proceso por el
término de treinta días‖. En la práctica judicial la apertura de prueba necesita gestión de
parte, atendiendo al principio dispositivo.

b) Plazo de prueba. El plazo ordinario de prueba es de 30 días, con las características


de improrrogable, común e indivisible, no obstante eso:

El plazo se puede reducir


 Si las pruebas ofrecidas por las partes se hubieren practicado, o cuando las
partes, de común acuerdo lo pidieren.

También se puede prorrogar por diez días más,


 cuando sin culpa del interesado no hayan podido practicarse las pruebas pedidas
en tiempo, esta solicitud debe hacerse, por lo menos, tres días antes de que
concluya el término ordinario y se tramitará como incidente.

35
 Existe la posibilidad de fijar un plazo extraordinario de prueba, generalmente
para que las partes puedan producir las pruebas a recibirse fuera de la república,
plazo que no puede exceder de 120 días.

c) Carga de la prueba. De conformidad con el artículo 126 del Código Procesal Civil y
Mercantil: ―Las partes tienen la carga de demostrar sus respectivas proposiciones de
hecho:

De acuerdo a esta normativa, corresponde al demandante la prueba de los hechos en


que hace fundar su demanda y al demandado solamente cuando opone algún hecho
impeditivo, modificativo o extintivo contra la pretensión, o sea cuando opone una
excepción, y no cuando se limita a negar la demanda alegando ser improcedente dada
la inexistencia de los hechos o del derecho invocados por el actor.

La omisión o deficiencia en la producción de la prueba, no puede ser objeto de


apreciación ni de enmienda por parte de los Jueces, de tal manera que, lo que los
jueces aprecian, son las pruebas que se hayan rendido válidamente, y si adolecen de
omisiones o deficiencias; como no les es lícito suplirlas o subsanarlas, se limitarán a
negarles toda fuerza probatoria.

d) Medios de prueba. El Código Procesal Civil y Mercantil establece la enumeración de


los medios de prueba:

1. Declaración de las partes o confesión


2. Declaración de testigos
3. Dictamen de expertos o peritos
4. Reconocimiento judicial
5. Documentos
6. Medios científicos de prueba
7. Presunciones

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Esta enumeración es cerrada o excluyente y por lo tanto, no es admisible ningún otro
medio de prueba que pudiera existir, que anteriormente no aparece citado. (Artículo 128
del Código Procesal Civil y Mercantil).

e) Práctica de la prueba. A esto se le conoce como actividad probatoria, que es la que


despliegan las partes y el juez para incorporar al proceso las pruebas ofrecidas.

Algunos de los requisitos generales a todos los medios de prueba son que:

 Se reciban con citación de parte contraria.


 La citación para su recepción se haga por lo menos con dos días de anticipación.
 La diligencia respectiva, sea presidida por el Juez.
 Pueden comparecer las partes o sus abogados.

Algunos requisitos especiales para los diversos medios de prueba son:

Declaración de partes.

Definición:
 El testimonio de una de las partes se llama confesión, a diferencia del de los
terceros que constituye la prueba de testigos.
 La confesión puede ser tanto del demandante como del demandado.
 La confesión es el testimonio que una de las partes hace contra sí misma, es
decir, el reconocimiento que uno de los litigantes hace de la verdad de un hecho
susceptible de producir consecuencias jurídicas a su cargo. (Alsina)
 Confesión es cualquier declaración o manifestación de las partes que
desempeñe una función probatoria, es decir que tienda a convencer al juez de la
existencia o inexistencia de un dato procesal determinado. (Guasp).

Naturaleza Jurídica:

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 Como un contrato: No es contrato privado, pues como afirma Guasp la
vinculatoriedad de los litigantes no se produce por su consentimiento, sino por la
necesaria sumisión que deben al pronunciamiento judicial
 Como un acto de renuncia.
 Como un negocio de fijación de hechos.
 Para Guasp, es un medio de prueba. Es un tipo especial de prueba, aquella
prueba que se obtiene mediante declaraciones o manifestaciones de las partes
que tienden a formar la convicción judicial. Son declaraciones de conocimiento.

Fundamentos:
 Jurídico: Desde el momento que por el sólo hecho de la confesión, la ley obliga
al Juez a tener por cierto el hecho confesado.
 Lógico: Porque siendo mas los que dicen la verdad que los que faltan a ella,
debe admitirse que el hecho confesado es cierto.
 Psicológico: Por ser natural que nadie reconozca una situación jurídica que le es
desfavorable sino cuando es la expresión de la verdad.

Elementos:
 La capacidad del confesando o elemento subjetivo.
 El objeto de la confesión o elemento material.
 La voluntad de quien la presta.
Clasificación de la confesión:
 Por el lugar: judicial o extrajudicial.
 Por el origen: espontánea o provocada.
 Por el modo: expresa o tácita.
 Por la forma: verbal o escrita.
 Por el contenido: simple, calificada o compleja.
 Por sus efectos: divisible o indivisible.

Aspectos practicos:
 La confesión debe ser ante juez competente. Artículo 98 y 130 CPCYM.
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 La confesión extrajudicial carece de valor probatorio. Artículo 139 CPCYM.
 Las posiciones son el medio para producir la confesión,
 Las posiciones son proposiciones afirmativas en las que el sujeto activo de la
confesión sostiene ciertos hechos y reclama del confesante una adhesión a su
veracidad o falsedad. Artículo 133 Del CPCYM.
 El acto de contestar las posiciones se llama absolución.
 Citación: Para ordenar la citación es necesario que se haya presentado la plica
que contiene pliego de posiciones, el cual queda bajo reserva en la secretaría del
tribunal. Artículo 131 Del CPCYM.
 El principal efecto de la incomparecencia del absolvente, es el de producir en su
contra la ficta confesión, que significa prueba plena, mientras no se la destruya
rindiendo prueba en contrario. Artículo 131 del CPCYM. Otros casos de ficta
confesión: Artículos 135 y 138 CPCYM.
 Diligenciamiento. Artículos 134 y 135 del CPCYM.
 Preguntas adicionales. Artículo 136 CPCYM.
 Documentación. En acta. Artículo 137 CPCYM.
 Incomparecencia por enfermedad. Artículo 138 CPCYM.
 Valor probatorio: Plena prueba. Artículo 139 CPCYM.
 Confesión sin posiciones. Artículo 141 CPCYM.
 Juramento decisorio. es una forma de ponerle fin al litigio, debiéndose aceptar
como verdaderos los hechos jurados, aún cuando favorezcan a quien presta el
juramento y perjudiquen al que lo solicitó. No se toma en cuenta ninguna otra
prueba. En Guatemala no se toma en cuenta el juramento decisorio por el
decaimiento de los valores religiosos y morales, restándole credibilidad.
 Juramento indecisorio o indeferido: En éste quien lo solicita, sólo se obliga a
estar en lo que le sea favorable, pero se reserva aportar otras pruebas.
 Juramento supletorio: Es el que defiere el juez a una de las partes, en aquellas
circunstancias en que un crédito o perjuicio se encuentra debidamente
comprobado, pero no resulta justificado su importe.

Declaración de Testigos:

39
 Es una prueba circunstancial, porque el testigo generalmente conoce los hechos
de modo accidental, ocasional y no de propósito.
 Es una prueba viviente, porque el testigo relata los hechos que conoce, que
fueron percibidos por sus sentidos.
 El testimonio es una declaración de ciencia, del conocimiento que el testigo tiene
de ciertos hechos. No es declaración de voluntad porque no se pretende crear o
modificar situaciones determinadas.
 Testigo es toda persona capaz, extraña al juicio, que es llamada a declarar
sobre hechos que han caído bajo el dominio de sus sentidos. Artículos 143 y
144 CPCYM.
 Los testigos deben ser propuestos por la parte a quien interese la prueba. No se
admiten testigos voluntarios.
 Existe un deber general de testimoniar, siendo el deber de comparecer ante el
órgano jurisdiccional (el juez puede hacer uso de los apremios) y el deber de
declarar. Artículo 142 CPCYM. (APREMIOS: Son las medidas coercitivas que
aplican los tribunales, para que sean obedecidas sus providencias, a las
personas que han rehusado cumplirlas. Artículos 179 y siguientes de la LOJ)
 Secreto profesional. Es una excepción al deber general de declarar.
 Naturaleza jurídica: El testimonio es una prueba procesal.
 Objeto del testimonio: La declaración de un testigo debe versar sobre hechos, es
decir todo acontecimiento susceptible de producir efectos jurídicos provenga de
la naturaleza o del hombre.
 Interrogatorio. Artículo 145 CPCYM.
 Diligenciamiento. Artículos 146, 147, 148, 149, 150 y 151 CPCYM.
 Careos. Artículo 152 CPCYM.
 Declaraciones especiales. Artículo 153, 154, 155, 156 CPYM.
 VALOR PROBATORIO. Sana crítica. Artículo 161 CPCYM.
 Tachas. Artículo 162 PCYM.

Dictamen de Expertos:

40
 Perito es el técnico que auxilia al juez en la constatación de los hechos y en la
determinación de sus causas y efectos, cuando media una imposibilidad física o
se requieran conocimiento especial en la materia. Alsina.
 Perito es la persona que sin ser parte, emite con la finalidad de provocar la
convicción judicial en un determinado sentido, declaraciones sobre datos que
habían adquirido ya sea de índole procesal en el momento de su captación.
Guasp.
 Objeto de la Pericia: Versa sobre datos procésales con respecto a los cuales el
juez necesita cierta apreciación o enjuiciamiento. Debe ser producido a instancia
del juez o a petición de la parte a quien interese que se lleve a cabo, pero en
ambos casos es el juez quien encarga a los peritos llevar adelante el examen.
 Facultades de los peritos: No hay disposición especial en el CPCYM que
establezca hasta donde llegan las facultades de los expertos, debido a que se
trata de apreciaciones técnicas que quedan fuera del control de las normas
jurídicas.
 Fases para llegar al dictamen: A) Preparatoria: Es trabajo de investigación. B)
Examen propiamente dicho: C) Dictamen: Que resume los trabajos y
conclusiones de los expertos.
 En el dictamen se hace el relato de las actividades desarrolladas para arribar a
las conclusiones que el dictamen tiene que expresar, a fin de que el juez esté en
capacidad de percibir claramente cuáles son los antecedentes del dictamen.
 Diligenciamiento: Artículos 165, 166, 167, 168 y 169 del CPCYM.
 Fuerza probatoria: Artículo 170 CPCYM.

Reconocimiento Judicial

 Se le ha conocido como inspección ocular, pero actualmente se le denomina


reconocimiento judicial debido a que no se emplea únicamente el sentido de la
vista.
 Naturaleza Jurídica: Para Alsina no es un verdadero medio de prueba, porque
no se incorpora con éste, ningún antecedente que no conste ya en el proceso,

41
siendo que la diligencia sólo sirve para ilustrar al Juez. Para Guasp es una
auténtica prueba procesal por la función que desempeña y que tiende a
convencer al juez de la existencia o inexistencia de datos procésales
determinados.
 Oportunidad de la prueba. Artículo 172 CPCYM.
 Objeto: Artículo 173 CPCYM.
 Documentación: En acta. Artículo 176 CPCYM.

PRUEBA DE DOCUMENTOS:

 Para Alsina documento es toda representación objetiva de un pensamiento, la


que puede ser material o literal.
 Características de los documentos: a) Son pruebas preconstituidas, porque ya
sea por voluntad de las partes o porque la ley así lo ordene, se elaboran con
anterioridad al juicio, haciendo constar el nacimiento, modificación o extinción de
un derecho, obligación o relación jurídicas; b) Es una de las pruebas más
eficaces, por la certeza que imprime y porque permite que se interprete lo que su
autor quiso dejar exteriorizado; c) Puede estar instituida ad solemnitatem, está
vinculada a la existencia misma del derecho.
 Clasificación de los documentos: a) Por la persona de quien proceden: públicos y
privados; b) Por su contenido: dispositivos, confesorios y testimoniales.
 Presentación de documentos. Artículo 177 CPCYM.
 Documentos admisibles. Artículo 178 CPCYM.
 Disponibilidad del documento: Artículos.181, 182, 183 CPCYM.
 Diligenciamiento: Artículo 185 CPCYM.
 Documentos otorgados en el extranjero. Artículo 190 CPCYM.
 Fuerza probatoria: Artículos 186, 187, 188 CPCYM.

MEDIOS CIENTÍFICOS DE PRUEBA:

 Pueden aportarse de oficio o a petición de parte.

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 Para aportar los medios científicos, las partes pueden aportarlas previa
certificación de su autenticidad por el secretario del tribunal o por un notario.
Artículo 192 CPCYM.

PRESUNCIONES:

 Doctrinalmente se discute si es medio de prueba o no.


 Presunción, es la actividad razonadora de que se vale el juez para descubrir
ciertos hechos que no aparecen demostrados en el proceso. Es una labor de
reconstrucción que se lleva a cabo utilizando los que aparecen probados,
auxiliándose de los datos que proporciona la experiencia personal.
 Indicio es todo rastro, vestigio, huella o circunstancia y en general todo hecho
conocido o comprobado que puede llevarnos por vía de inferencia al
conocimiento de otro hecho desconocido.
 Presunción es la consecuencia que se obtiene por el establecimiento de
caracteres comunes en los hechos. La presunción como prueba es un silogismo,
siendo la premisa mayor el principio general, la premisa menor, el hecho
conocido y la conclusión el hecho que se desea conocer...
 Las presunciones pueden ser legales o iuris, y las hominis o formadas por el
juez.
 Para Guasp únicamente las presunciones humanas constituyen en realidad un
medio de prueba, las legales son un desplazamiento del objeto de la prueba.
 Las presunciones legales a su vez pueden ser juris et de jure y juris tantum,
según que admitan o no prueba en contrario.
 Las presunciones humanas son llamadas también judiciales
 No tienen un procedimiento específico por su naturaleza.
 El efecto normal de la presunción es lograr el convencimiento del juez sobre la
existencia de un dato procesal determinado.

f) Valoración. La valoración de la prueba expone Chacón Corado y montero Aroca, ―es


una operación mental que se resuelve en un silogismo en el que: 1) la premisa menor

43
es la prueba, 2) La premisa mayor es una máxima de experiencia, y 3) la conclusión es
la afirmación de la existencia o de la inexistencia del hecho que se pretendía probar‖

Para valorar la prueba se puede estar en un sistema libre de: sana crítica y legal o
tasado.
En el sistema de la prueba legal o tasada lo que la ley hace es establecer la máxima de
la experiencia en la propia norma, e imponerla al juez en el momento de la valoración
de la prueba.

En el sistema libre o de la sana crítica, la ley deja al juez que aplique las máximas que
éste ha adquirido por su experiencia en la vida, (ejemplo:‖es más fácil que se produzca
un incendio por cortocircuito originado por cables viejos sin protección que por cables
nuevos protegidos‖. ―Un neumático nuevo tiene mejor agarre que uno desgastado‖ ―Los
niños cruzan la calle imprudentemente‖), y en el caso que la máxima no sea común,
sino especializada, le permite servirse de la prueba pericial (por experto o perito).

En el caso del Código Procesal Civil y Mercantil, conviven dos sistemas de valoración:

Pruebas de valoración legal. El mismo artículo 128 permite la existencia del ―texto en
contrario‖ de la valoración conforme a la sana crítica, y esos medios de prueba son: la
declaración o confesión y los documentos públicos – autorizados por notario o
funcionario público en ejercicio de su cargo -.

Pruebas conforme a la sana crítica. El artículo 128 del Código Procesal Civil y Mercantil
establece la norma general de la valoración: ―Los Tribunales, salvo texto de ley en
contrario, apreciarán el mérito de las pruebas de acuerdo con las reglas de la sana
crítica.
En cuanto al sistema de valoración que se utiliza en cada uno de los medios de prueba
en el Código Procesal Civil, a continuación se presenta un cuadro, que facilitará la
ubicación de cada uno de ellos:

44
2.4 La fase de decisión.
Es aquella durante la cual se dice que el Juez adquiere el dominio del proceso y decide
sobre el fondo del litigio; se desarrolla a través de los actos denominados vista, y
sentencia.

El artículo 196 del Código Procesal Civil y mercantil dice: ―concluido el término de
prueba, el Secretario lo hará constar sin necesidad de providencia; agregará a los autos
las pruebas rendidas y dará cuenta al juez. El juez, de oficio, señalará día y hora para la
vista dentro del término señalado en la Ley Constitutiva del organismo Judicial;
oportunidad en la que podrán alegar de palabra o por escrito, los abogados de las
partes y éstas, si así lo quisieren. La vista será pública, si así se solicitare‖

a) Vista. Señalar vista es fijarse por el juez día y hora para que, por encontrarse el
proceso en estado de resolver, las partes tengan la oportunidad de alegar, antes de que
se dicte sentencia, lo que sobre el derecho debatido estimen conveniente.

b) Auto para mejor fallar. El artículo 197 del Código Procesal Civil y Mercantil lo regula,
en el cual los jueces pueden acordar:

Estas diligencias se practicarán en un plazo no mayor de quince días. Contra esta clase
de resoluciones no se admitirá recurso alguno. Las partes no tendrán, en la ejecución
de lo acordado, más intervención que la que el Tribunal les conceda.

c) Sentencia. Dispone el artículo 198 del Código Procesal Civil y Mercantil ―Efectuada la
vista, o vencido el plazo del auto para mejor fallar, se dictará la sentencia conforme a lo
dispuesto en la Ley Constitutiva del Organismo Judicial‖, conforme la Ley del
Organismo Judicial en el artículo 142, debe dictarse dentro de los quince días después
de la vista.

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La sentencia se puede definir como el acto procesal del juez o tribunal en el que decide
sobre la estimación o desestimación de la pretensión ejercitada por el actor, con base
en su conformidad o disconformidad con el Ordenamiento Jurídico.

Toda sentencia debe ser motivada; el contenido de la motivación ha de atender a los


hechos, determinando cuáles se estiman probados, tanto con base en una norma legal
de valoración, como conforme a la sana crítica, y al derecho, es decir a las leyes,
doctrinas y principios aplicables al caso.

Partiendo de la necesidad de motivar las sentencias, se explica el por qué del contenido
del artículo 147 de la Ley del Organismo Judicial, pues una parte del mismo atiende a
esa motivación; dicha norma establece los requisitos que la sentencia debe cumplir y la
forma de redacción y debe integrarse con el artículo 143 en el que se establecen los
requisitos generales de todas las resoluciones.

Encabezamiento. En él se debe hacer mención:


a. Al grado y número de juzgado, del lugar en que se dictan y la fecha.
b. Los sujetos o personas que han intervenido en el proceso, o el de sus
representantes.
c. El nombre del abogado de cada parte.
d. La identificación del objeto del proceso (clase; tipo de proceso; objeto sobre el
que versó, en relación a los hechos del proceso).

Fundamentación. Separadamente debe consignarse:


a. Resúmenes sobre el memorial de demanda,
b. De la contestación de la demanda,
c. De la reconvención y de las excepciones interpuestas,
d. De los hechos que hubieren sujetado a prueba,
e. Los hechos que se consideran o estiman probados,
f. Las doctrinas fundamentales de derecho y principios que le sean aplicables al
caso.

46
g. y se analizarán las leyes en que se apoyen los razonamientos en que descansa
la sentencia.

Parte resolutiva o fallo. Por último la sentencia contendrá las decisiones expresas y
precisas, congruentes con el objeto del proceso.

Firmas. Debe contener la firma completa del juez y la del secretario que autoriza la
resolución.

3. Medios de impugnación.
Uno de los efectos de carácter jurisdiccional de la sentencia, es el privar al Juez de toda
facultad o poder para conocer sobre la cuestión resuelta, de manera que deja de tener
jurisdicción sobre el proceso. Su ingerencia se limita a servir de medio para que éste se
curse al tribunal superior que, por su jerarquía, deba conocer de las inconformidades
que contra el fallo se haya denunciado por cualquiera de las partes.

Se debe tener claro que en todos los ordenamientos jurídicos, se admiten medios de
impugnación contra las resoluciones judiciales, tanto contra las interlocutorias, como lo
son los autos y los decretos, como contra las definitivas. En el proceso civil
guatemalteco, solo se admite dos instancias, como lo expone el artículo 211 de la
constitución Política.

―Los medios de impugnación son instrumentos legales puestos a disposición de las


partes de un proceso para intentar la anulación o modificación de las resoluciones
judiciales‖

Existen una serie de instrumentos que, a pesar de que con relación a ellos se utiliza la
palabra impugnación o recurso, no pueden ser considerados científicamente como tales
medios, como sucede con:

a. La aclaración o ampliación de las resoluciones judiciales.

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b. La enmienda del procedimiento.
c. El juicio ordinario después del juicio ejecutivo.

De manera que, en forma técnica, los medios de impugnación se caracterizan porque:


 Se trata de actos procesales de parte, en el que se pide la anulación o la
modificación de una resolución judicial.
 El conocimiento de esa petición se hace, por un órgano judicial, dentro del
mismo proceso en el que la resolución se dictó.
 Debe haber otra resolución judicial por la que se confirme, anule o
modifique la resolución anterior.

En lecciones anteriores, se ha abarcado los temas de la revocatoria y de la nulidad, y


en una de las futuras lecciones se abarcará el tema de la apelación, de manera que se
hará una muy breve relación de cada uno de ellos.

3.1 Aclaración y ampliación. Como ha quedado apuntado, la aclaración y ampliación de


los autos y sentencias, no son verdaderos medios de impugnación, porque mediante
ellas no se pretende, ni la anulación, ni la modificación de la resolución.

El trámite es sumamente sencillo:

3.2 Revocatoria. Es un remedio del que conoce el mismo órgano jurisdiccional que dictó
la resolución impugnada, y procede contra los decretos, aunque los decretos son
revocables de oficio por el tribunal que los dictó.

3.3 Reposición. Es un remedio del que conoce el propio órgano judicial que dictó la
resolución que se impugna, y procede únicamente contra los autos originarios de las
Salas, y contra las resoluciones dictadas por la Corte Suprema de Justicia que infrinjan
el procedimiento de los asuntos sometidos a su conocimiento, cuando no se haya
dictado sentencia.

48
Trámite: La reposición se encuentra regulada tanto en el Código Procesal Civil y
Mercantil como en la Ley del Organismo Judicial, y el problema que ofrece es que hay
diferencia en los dos cuerpos de leyes en cuanto al plazo (especialmente de la
interposición).

Como se indicó en el caso de la revocatoria, se estima que este asunto debe resolverse
a favor de la norma dictada después (en el tiempo) es decir a favor de la Ley del
Organismo Judicial.

3.4 Nulidad. La nulidad es un remedio procesal, que se interpone contra las


resoluciones y procedimientos en que se infrinja la ley, cuando no sean procedentes los
recursos de apelación o casación; y se interpondrá ante el Tribunal que haya dictado la
resolución o infringido el procedimiento. Trámite: la nulidad debe interponerse dentro
del plazo de 3 días siguientes a la última modificación, se tramitará como incidente.

3.5 Apelación.
Es el recurso mediante el cual, el Tribunal de Apelación que corresponda, está obligado
a examinar la sentencia de primera instancia, a efecto de corregir la injusticia o vicios
de nulidad que el recurrente le atribuya, dictando, de ser el caso, la que considere
ajustada a derecho.

De conformidad con el artículo 602 del Código Procesal Civil y Mercantil, el recurso de
apelación procede en contra de los autos que resuelvan excepciones previas que
pongan fin al proceso, sentencias definitivas dictadas en primera instancia, autos que
pongan fin a incidentes que se tramitan en cuerda separada.

Trámite de la apelación.

Datos importantes de la sentencia de apelación: la apelación se considerará sólo en lo


desfavorable al recurrente y que haya sido expresamente impugnado, de modo que la

49
resolución impugnada no puede modificarse en el sentido de perjudicar aún más al
recurrente; ahora con relación al fondo del asunto, el tribunal puede:

3.6 Ocurso de Hecho. Se trata de un recurso, el cual persigue que se admita el recurso
de apelación, que el Juzgado de Primera Instancia declaró inadmisible.

3.7 Casación.
Es el recurso extraordinario, que hace posible el examen de la sentencia de segundo
grado por la Corte Suprema de Justicia, para determinar si en ella se ha hecho correcta
aplicación de las leyes, que el recurrente estima infringidas.

Existen dos tipos de recurso de casación:


La casación por infracción de la ley, puede provenir porque:
 Ha habido un error en la determinación de los hechos probados, error que ha
influido luego en la aplicación incorrecta de la ley material.
 Aun admitiendo que los hechos han sido debidamente apreciados en la
sentencia recurrida, en ésta se ha incurrido en un error en la aplicación de la ley
material.

Con el recurso se pretende que la Corte Suprema de Justicia, cese la sentencia


recurrida y dice otra en la que proceda, determinar cuáles son los hechos que deben
tenerse como probados y luego aplicar correctamente la ley material. Se trata, pues de
recurrir por los errores in iudicando, los que atienden a la legalidad de la decisión.

En la casación por quebrantamiento de forma, la parte denuncia vicios cometidos en la


tramitación del proceso, los que se llaman in procedendo. Por medio del recurso lo que
pretende es que la Corte Suprema de Justicia declare la nulidad del procedimiento
desde que se incurrió en el vicio, devolviendo las actuaciones para que vuelvan a
tramitarse a partir del momento y acto procesal en que se incurrió en el vicio.

50
La casación procede contra las resoluciones dictadas por los tribunales de segunda
instancia, en los juicios ordinarios de mayor cuantía que se refieran a sentencias o
autos definitivos, teniendo como excepción que las partes, por convenio expreso, hayan
decidido someter sus controversias a juicio sumario; o en el caso de los sumarios
mercantiles de valor indeterminado o cuya cuantía supere los Q.2,000.00

51
CAPITULO IV

LA SENTENCIA

Es preciso señalar que los conceptos de jurisdicción, como función y como poder; de
procedimiento, como actividad en la que la función se desarrolla; de derecho procesal
como conjunto de normas que tal función y por consiguiente tal actividad regulan, son
los supuestos indispensables de nuestro estudio. Tiene lugar esto por dos motivos.
Ante todo por la estrechísima conexión lógica que une a las diferentes instituciones
procesales, debido a la íntima relación existente entre los diferentes elementos del
procedimiento, es decir parte de un todo encaminado a un fin único, que por su posición
en el conjunto adquieren carácter y notoriedad. Después, por la particular posición de la
sentencia en el conjunto del procedimiento; el cual en el periodo de prueba encuentra
en la sentencia precisamente el acto final, al que todos los demás tienden a su fin
inmediato, y en el periodo de ejecución se presenta frecuentemente como actuación de
lo declarado en la sentencia, que constituye, por tanto, el titulo y determina los limites:
de manera que la sentencia es siempre el punto final del procedimiento de prueba y
muchas veces el punto de partida del procedimiento ejecutivo.
Aludido lo anterior se puede intentar la determinación del concepto de sentencia, que
precisamente se deriva directamente de jurisdicción y de procedimiento. La función
jurisdiccional civil, por la naturaleza misma del fin a que tiende, comprende tres diversas
funciones que dan lugar a tres diversos procedimientos. En tanto, como los obstáculos
a la satisfacción de los intereses tutelados por el derecho, que con la función
jurisdiccional se trata de eliminar, pueden depender de incertidumbre o inobservancia
de la norma a seguir en el caso concreto, es claro, que la jurisdicción civil se
desarrollara ante todo por la determinación del derecho, en el caso especial mediante la
aplicación de la norma al caso concreto, luego con la realización forzosa del interés que
la norma tutela, en el caso concreto. Esta segunda función implica además una tercera,
relacionada con ella. la realización del interés que la norma tutela puede ser
comprometida en el intervalo de tiempo necesario para la prueba y la realización, por
cambios en el estado de hecho existente. Por lo que será preciso además proveer a la

52
conservación de este estado de hecho durante el tiempo necesario para la prueba y la
realización forzosa. Por consiguiente, la función jurisdiccional se divide en tres
funciones distintas: la función de acreditar el derecho del caso concreto, mediante la
aplicación a este de las reglas generales; la función de la realización forzosa del interés
que la norma tutela; la función de conservación del estado existente, en espera del
acreditamiento y de la realización. Y en relación con estas tres diversas funciones, tres
diversos procedimientos, en los cuales se subdivide el procedimiento civil: el
procedimiento de prueba, el procedimiento de ejecución forzosa y el procedimiento de
aseguramiento o conservación.
A esta última de las tres funciones mencionadas se refiere la sentencia, que es el acto
con que tal función se realiza. Por tanto, puede decirse que sentencia: Es el acto por el
cual el Estado, por medio del órgano de la jurisdicción destinado para ello, que en este
caso seria el juez del ramo civil, aplicando la norma al caso concreto, indica aquella
norma jurídica que el derecho concede a un determinado interés.

53
CAPITULO V

La motivación de la sentencia

1. La sentencia jurisdiccional
Las sentencias se constituye en la decisión definitiva de la instancia, sin importar la
materia sobre la cual se pronuncia, así, respecto de la demanda y de las excepciones
de fondo contra las pretensiones contenidas en aquélla, o bien de la acusación penal,
formulada por el Ministerio Público para los delitos de naturaleza pública o por el
particular para los delitos privados, así como de los recursos de casación.

La jurisprudencia ha dicho que, la sentencia es el acto mediante el cual el juez cumple


el deber jurisdiccional que le imponen tanto el derecho de acción como el derecho de
contradicción.

Dice Devis que toda sentencia es una decisión y el resultado de un razonamiento o


juicio del juez, en el cual existen las premisas y la conclusión. Pero al mismo tiempo
contiene un mandato, pues tiene fuerza impositiva, ya que vincula y obliga. Es, por lo
tanto, el instrumento para convertir la regla general contenido en la ley, en mandato
concreto para el caso determinado. Pero no es por sí mismo un mandato, ya que se
limita a aplicar el que contiene la ley.28

En los procesos jurisdiccionales únicamente a los jueces con jurisdicción y competencia


les es permitido sentenciar, es decir, pronunciarse sobre lo que ha sido objeto de la
discusión o del litigio o conflicto procesal.
Sin embargo, Cossio expresa que: "El Juez debe juzgar siempre porque es Juez, es
decir, porque esa es su ontología, y no por ninguna otra causa (por ejemplo, porque tal
obligación le hubiera sido impuesta por el legislador)." "Es un pensamiento
contradictorio suponer que el Juez no debe juzgar y que sigue siendo Juez, porque ser

28
Devis Echandía, Hernando: Compendio de Derecho Procesal; T. I., 6ª. Ed., Edit. ABC., Bogotá,
Colombia, 1978, pág. 409.

54
Juez consiste en deber juzgar: Este es su ser". Esta tesis pretende ser una "verdad de
razón", fundada en la "evidencia eidética".29
2. Clases
Las sentencias pueden ser de tantas clases como los procesos, es decir, declarativas o
dispositivas; de conocimiento o ejecutivas; declarativas, de declaración constitutiva o de
condena; represivas o preventivas; singulares o colectivas; contenciosas o de
jurisdicción voluntaria.
Dos tesis se han formulado sobre la naturaleza de la sentencia: una sostiene que es un
juicio lógico y otra que es un acto de voluntad. En realidad, las dos tesis contemplan
aspectos diversos de la sentencia y lejos de excluirse se complementan.
Pero no se trata, dice Devis, de un acto de voluntad del juez, sino del Estado a través
de aquél. Él considera la sentencia como un mandato y juicio lógico del juez para la
declaración de la voluntad del Estado, contenida en la norma legal que aplica en el caso
concreto. Aunque también la Corte colombiana ha dicho que es ―un juicio, una
operación de carácter crítico, indispensable para concretar la voluntad abstracta de la
ley‖.30 Para él, el juez no crea el derecho, sino que lo declara o reconoce, de acuerdo
con los hechos de donde se origina y con la norma legal que lo regula.
Sin embargo, desde el un punto de vista metodológico, se distinguen entre dos tipos de
sentencias: sentencias declarativas y sentencias normativas. El carácter declarativo o
normativo de la sentencia está ligado a la naturaleza del problema planteado; las
sentencias declarativas corresponden a las controversias que versan sobre un
problema de clasificación, mientras que las sentencias normativas resuelven problemas
normativos.
En otras palabras, se puede decir que las sentencias declarativas son las que ponen fin
a un proceso que versa sobre un problema de clasificación; lo llamaremos proceso
declarativo. Los problemas normativos dan lugar a procesos normativos; les
corresponden las sentencias normativas.

29
Cossio, Carlos, La Plenitud del Ordenamiento Jurídico, cit. Pos., Cfr. a Alchourron, Carlos E. Y Eugenio
Bulygin, en ―Introducción a la metodología de las ciencias jurídicas y sociales; 1ª. Reimp., Edit. Astrea,
1987, pág. 209.
30
Op. cit., pág. 410.

55
Los procesos declarativos que pueden ser controvertidos o voluntarios, pueden
considerarse como preguntas dirigidas al juez de la forma "¿El caso individual
pertenece al caso genérico?" Sólo son respuestas adecuadas a tales preguntas las
afirmaciones de la forma " pertenece o no pertenece". Por lo tanto, las sentencias
declarativas contienen un enunciado de la forma "El caso individual pertenece al caso
genérico o su negación.
En los procesos normativos que son siempre controvertidos la discusión versa sobre el
status normativo de una conducta del demandado. El actor afirma que el demandado
tiene la obligación de realizar una acción (positiva o negativa) y pide que el juez le
ordene que realice esa acción. El demandado sostiene que no tiene tal obligación y
pide al juez que rechace la pretensión del actor. (En el proceso penal la situación es
similar: la acusación sostiene que el acusado ha realizado una acción calificada como
delito y pide que se le aplique la sanción correspondiente. Esta analogía nos permite
prescindir en lo sucesivo del proceso penal.)31
Las sentencias declarativas son enunciados de la forma "i pertenece a q" o "i no
pertenece a q" (donde "i" es un caso individual y un caso genérico). Estas sentencias no
contienen normas. Pero eso no quiere decir que no puedan tener efectos normativos.
Tenemos que distinguir entre dos clases de efectos normativos de una sentencia: a)
Cuando la sentencia contiene una norma (que califica una acción como obligatoria,
prohibida o permitida), diremos que tiene efectos normativos primarios. Tales efectos se
originan en la sentencia misma. b) Cuando una norma (distinta de la sentencia) enlaza
a esta última, determinadas consecuencias normativas, diremos que la sentencia tiene
efectos normativos secundarios. Los efectos secundarios no se originan en la
sentencia, la cual sólo funciona como hecho condicionante de ciertos efectos (que son
normativos en virtud de alguna otra norma).32 Ahora bien, las sentencias declarativas
suelen tener efectos secundarios, pero como no contienen normas, carecen de efectos
normativos primarios. Como ejemplos típicos' de sentencias declarativas podemos
mencionar las que homologan un concordato, declaran el divorcio, declaran la validez

31
Alchourron y Bulygin, op. cit., pág. 206.
32
Alchourron y Bulygin, op. cit. Pág. 207.

56
de un testamento o la nulidad de un contrato, la prescripción de una obligación,
etcétera.
Mientras que el contenido de las sentencias declarativas son proposiciones que
admiten (afirman) o rechazan (niegan) una de–terminada clasificación de un caso
individual, las sentencias normativas contienen normas que regulan lo que debe o
puede hacerse en el caso en cuestión. Por consiguiente, las sentencias normativas tie-
nen efectos normativos primarios, además de los secundarios.

3. Motivación de las sentencias


Si durante siglos los jueces y tribunales no tuvieron necesidad de motivar sus
sentencias, y hasta en algún caso se prohibió expresamente la motivación (así lo
estableció la Real Cédula de 23 de junio de 1778). Ahora, debemos estimar la
fundamentación del fallo como una garantía jurisdiccional y como uno de los elementos
que integran el debido proceso legal. En nuestro medio forense es el art. 147 de la Ley
del Organismo Judicial, que en su letra d) establece claramente, y es en las
consideraciones de derecho en donde se incluye la necesidad de razonar o motivar la
sentencia.

4. Significado
La actividad procesal del juez culmina en la sentencia o fallo judicial. En la sentencia el
juez expresa su decisión con respecto a la pretensión o pretensiones planteadas.
Motivar una decisión judicial equivale a proporcionar argumentos que la sostengan.
Aparentemente por tanto, la obligación de justificar una decisión queda satisfecha
simplemente presentando una sentencia en la que se recoja una fundamentación
jurídica, un razonamiento que conduzca a la decisión tomada.
Para algunos autores, la relación que liga a los argumentos que motivan la decisión con
la decisión misma es sustancia, en el sentido de que ésta es efectivamente obtenida a
partir de esos argumentos; para otros, sin embargo, esa relación es meramente formal,
es decir, que la motivación ofrecida en la sentencia no tiene por qué ser necesariamen-
te reconstrucción o expresión del razonamiento que efectivamente ha llevado a adoptar

57
la decisión, sino, únicamente, una racionalización ex post para cumplir con la obligación
de justificar las decisiones judiciales.33
Dice el autor Ezquiaga, que si a través de un estudio en el que se pretenda analizar las
decisiones de un órgano judicial podría abordarse a partir de dos materiales distintos.
Por un lado, intentando reconstruir los procesos psicológicos que efectivamente han
conducido al juez a su decisión; y, por otro, tomando como objeto de análisis el material
decisional, es decir, los argumentos ofrecidos por el aplicador judicial en la motivación
de su decisión. Pero, en primer lugar, una investigación del primer tipo no tendría
sentido como algo autónomo de la segunda para aquéllos que aprecian una relación
sustancial entre motivación y decisión, a no ser como un medio de confirmación de sus
tesis. Y, en segundo lugar, el material psicológico es la mayoría de las veces
inaccesible y difícil de analizar. En definitiva, el estudio del razonamiento justificativo
partiendo de los argumentos ofrecidos en la sentencia puede o no coincidir con el
proceso psicológico seguido por el juez para adoptar la decisión, pero, en cualquier
caso, el decisional, además de ser el único material accesible, es el único que en estos
momentos permite un control institucional sobre la labor del juez.34
Por otro lado, la finalidad del deber constitucional de fundamentar las sentencias se ha
de referir a aspectos muy diferentes, por cuanto hay que mencionar:
La relación de vinculación del juez a la ley y al sistema de fuentes del Derecho, de
conformidad con los arts. 2 y 3 de la LOJ.
El derecho constitucional del justiciable a exigirla, que se entiende incluido en el
derecho a la tutela judicial y que, además, se relaciona con el derecho a ejercitar los
recursos que procedan y, sobre todo, con el derecho a oponerse a decisiones
arbitrarias, y el interés general de la comunidad en el conocimiento de las razones que
determinan la decisión.
Se trata, pues, de una acumulación de razones que podrían ordenarse si se tuviera en
cuenta que:

33
Sobre el particular, véase a Argumentos Interpretativos y postulados del legislador racional: Por:
Francisco Javier Ezquiaga, en el libro colectivo: "Interpretación jurídica y decisión judicial"; Edit.
Coyoacán, S.A., México, 1998, pág. 161.
34
Op. cit., pág. 162.

58
a) La exigencia de motivar debe relacionarse más con la función jurisdiccional y el
sometimiento en el ejercicio de la misma al imperio de la ley o, en otros términos, al
sistema de fuentes del Derecho establecido, aparte de que es el medio para que la
sociedad conozca cómo se ejerce por sus jueces el poder que se les ha conferido.

b) La garantía procesal de la parte tiene mejor acomodo en el derecho a la tutela


judicial efectiva que presupone, no una resolución cualquiera, sino una resolución
motivada. La motivación, por un lado, permite a la parte tomar conocimiento de las
razones por las que su pretensión u oposición ha sido estimada o desestimada y, al
mismo tiempo, le posibilita el control por la vía de los recursos.

5. Contenido
El contenido de la motivación ha de atender a los hechos, determinando cuáles se
estiman probados, tanto con base en una norma legal de valoración (prueba tasada)
como conforme a la sana crítica, y al derecho, es decir, a las leyes, doctrina y principios
aplicables al caso. Estas exigencias pueden entenderse cumplidas teniendo en cuenta
que:
1.º) La motivación escueta o breve, si es suficientemente indicativa, no equivale a
ausencia de la misma, pues no se trata de identificar motivación con extensión de
los antecedentes de hecho y de los fundamentos de derecho, y ni siquiera es
preciso que se haga exhaustiva descripción del proceso intelectual que conduce
al juez a decidir en un determinado sentido.

2.º) Lo determinante es que la sentencia haga expresa manifestación de que la


decisión adoptada responde a una concreta manera de entender qué hechos han
quedado probados y cómo se interpreta la norma que se dice aplicable, con lo
que se está dando base suficiente para que la parte vencida conozca el porqué
de la decisión y pueda, en su caso, recurrirla, y al tribunal superior controlar la
viabilidad fáctica y jurídica de lo decidido.
3.º) Por tanto, será motivación suficiente aquella que permite de forma clara conocer
la razón de decidir, independientemente de la parquedad o de la extensión del

59
razonamiento expresado, pues lo importante es que quede excluido el mero
voluntarismo o la arbitrariedad del juzgador.

En este sentido, habría que tener presente que no todas las motivaciones son iguales
(es decir, que no es lo mismo dar razones que dar «buenas razones», que no dar
ninguna razón) y que no son irrelevantes los argumentos ofrecidos por el órgano judicial
en la sentencia. De éstos va a depender tanto el control por parte del tribunal
jerárquicamente superior, como las expectativas ante futuras decisiones del mismo juez
ya que, de alguna forma, los argumentos ofrecidos en un caso van a vincularle para
casos sucesivos, entrando a formar parte (sobre todo si han sido formulados por el
tribunal jerárquicamente supremo de una organización judicial) tanto del discurso
jurídico–práctico como del jurídico–teórico.

De acuerdo con lo que enseña la filosofía de la ciencia, lo resulta en realidad relevante


para el avance del conocimiento no son las circunstancias en las cuales se produce un
descubrimiento –el contexto de descubrimiento (en nuestro caso, el proceso
psicológico), sino su explicación científica –el contexto de justificación– (en nuestro
caso, la motivación).

6. Función creadora del Juez


El derecho no es sólo un sistema de normas expresadas en vinculación lógica. Es
cuanto la comunidad vive realmente en el orden familiar, en los negocios y diversas
manifestaciones, causa de armonías y conflictos sociales. Derecho creado por el juez
es aquel que, lejos de darse por su propio subjetivismo, tiene apoyo en las valoraciones
de la comunidad y en otras fuentes, es aceptado y practicado por la comunidad porque
le sirve. En realidad, la norma general tiene sentido y efectividad debido al órgano que
ha de aplicarla, cuando el intérprete individualiza la norma con motivo de un caso. Aún
en el cumplimiento voluntario del derecho siempre está presente el órgano jurisdiccional
que daría el verdadero sentido de la ley si se produjera el conflicto.

60
Sobre el particular expresa el autor Vicente Fernández35, que cuando se habla de
función creadora del juez se suele incurrir en confusiones o excesos. La escuela
exegética, como una reacción contra la arbitrariedad y el despotismo, creyó eliminar
toda intromisión judicial cuando ratificaba la sentencia de Montesquieu: "El juez sólo es
la boca que pronuncia las palabras de la ley, seres inanimados que no pueden moderar
ni la fuerza ni el rigor de ella". Pero se equivocaba, como se equivocan quienes
consideran que la interpretación de la voluntad del legislador, en cuanto estricta
interpretación, nada añade a la ley y que, por el contrario, el juez la reproduce de modo
servil. No son pocas las sentencias en que lucen más las ideas del magistrado que las
del legislador, todo con la profunda convicción del primero, quien cree haber
interpretado fielmente el precepto legal. En realidad salvo raras excepciones, no existe
interpretación estricta de la ley; "Es imposible –escribe Heck– conseguir una eliminación
plena del factor individual de la valoración personal del juez. En tales casos los ideales
vitales del juez intervendrán en la decisión. También la complementación coherente y
dependiente de la norma puede considerarse como actividad creadora del derecho". Así
no existe una ciencia de la interpretación que no deja nada al subjetivismo del juez,
pues si la ley es la misma para todos, ¿por qué hay fallos diferentes y contradictorios
relativos a una ley? "Cada sentencia tiene su marca –escribe Lorenzo Carnelli– porque
ningún juzgador se despoja enteramente de sus hábitos, inclinaciones y preferencias
que gravitan sin quererlo y sin saberlo, en su decisión". Y el profesor Carlos A.
Ayarragaray dice en su separata "Con motivo del «Hecho Notorio»", de Lorenzo Car-
nelli: "El juez, vuelvo a decirlo, no es una máquina de calcular Carnelli había observado
ya que en el fondo siempre está el <yo> irreductible, que define y decide; pero un <yo>
humano, vale decir, con pasiones, sin duda nobles; con preceptos, sin duda legítimos,
depósito íntimo de cultura que forjó en el yunque de la experiencia" Ciertamente la
llamada interpretación es una función creadora, porque siendo distintas las
interpretaciones también son distintos los pensamientos. Los hechos, la historia, no son
nada si no se los interpreta. Por la interpretación el mundo de la cultura habla, y con
más claridad y fuerza en la medida que el intérprete lo estimula con su talento.

35
Cfr. Fernández, Alberto Vicente en: "Funcion Creadora Del Juez"; Edit. Abeledo–Perrot, Buenos Aires,
Argentina, 1980. Págs. 69–78.

61
7. Regulación legal.
En el ordenamiento jurídico guatemalteco, a diferencia de otras legislaciones, no es en
la Constitución Política en donde se regula la exigencia de la fundamentación y
motivación de la sentencia. Sin embargo, de acuerdo con los principios que informan el
debido proceso legal, creemos que si bien el artículo 12 constitucional no lo establece
expresamente, pero lleva implícito que debe motivarse el fallo, pues el mismo establece
que ―la defensa de la persona y sus derechos son inviolables. Nadie podrá ser
condenado, ni privado de sus derechos, sin haber sido citado, oído y vencido en
proceso legal ante juez o tribunal competente y preestablecido. Ninguna persona
puede ser juzgada por Tribunales Especiales o secretos, ni por procedimientos que no
estén preestablecidos legalmente‖, puesto que debe decirse (razonarse o motivarse) la
decisión que toma el juez o tribunal. Lo anterior ya ha sido interpretado positivamente
por la Corte de Constitucionalidad en numerosos fallos.
En cambio, la Constitución española exige que las decisiones judiciales sean motivadas
así lo establece el Art. 120 en su inciso 3º. Las sentencias serán siempre motivadas y
se pronunciarán en audiencia pública. Ello es, además, una exigencia del derecho a la
tutela judicial efectiva (art. 24.1 de la Const. española). Así lo ha resuelto el Tribunal
Constitucional en su sentencia 78/1986, donde dijo: "La tutela judicial efectiva supone
que los recurrentes han de obtener una decisión fundada en derecho, ya sea favorable
o adversa. Tal decisión fundada en derecho requiere, ante todo, que la resolución
judicial se infiera de la Ley y explique adecuadamente de qué manera esta diferencia es
aplicable al caso concreto respecto del cual se juzga. En este sentido, no es suficiente
con que el juez afirme en términos generales que el responsable de un delito también lo
es civilmente, invocando para ello el texto del art. 19 del Cód. Penal español. Por el
contrario, es preciso que la sentencia judicial contenga una determinación del daño
causado por el delito, de la misma manera que si la acción civil hubiera sido ejercida en
forma independiente de la penal siendo necesaria además una estimación razonada de
la cuantía alcanzada por dichos daños. Es obvio que el criterio del juez no tiene por qué
coincidir con la pretensión del dañado, pero sí es necesario que la eventual
discrepancia sea razonada en la sentencia. Por otra parte, es requisito impuesto por el
derecho a la tutela judicial efectiva que la sentencia determine singularmente los sujetos

62
que resulten civilmente responsables, según la reclamación efectuada por la víctima del
daño, decidiendo al tiempo sobre la extensión efectiva de la respectiva responsabilidad,
o los motivos para no hacerlo».
También en la sentencia. 55/1987 se encuentran puntos de vista que completan esta
concepción: "Es jurisprudencia reiterada de este Tribunal la de que la tutela judicial
efectiva, que reconoce y consagra el art. 24 de la Const. española, se satisface
primordialmente mediante una por sentencia de fondo que resuelva las pretensiones
controvertidas y que se encuentre jurídicamente fundada, lo que es aplicable, en línea
de principio, tanto a la primera instancia de un proceso como a la segunda cuando ésta
exista. Los términos en que se encuentra concebido el art. 24 de la Const. española
han de entenderse integrados, en este sentido, con lo que dispone el art. 120 de la
propia Const. española, que exige la motivación de las sentencias. El problema
planteado en este recurso, que hay, por consiguiente, que resolver, reside en deter-
minar cuándo puede considerarse que una sentencia se encuentra motivada
suficientemente para entender cumplido y satisfecho el derecho fundamental que la
Constitución establece. Es perfectamente claro, y ha sido reiterado en multitud de
ocasiones por este Tribunal, que la exigencia constitucional deducida de la conexión del
art. 24 y el art. 120 no significa, como es lógico, el triunfo de las pretensiones o de las
razones de quien solicita el amparo. Tampoco es precisa la interna corrección desde el
punto de vista jurídico, de la fundamentación de la sentencia, pues ello convertiría a
este Tribunal en una especial forma de casación del ajuste de la sentencia con la
legalidad, lo que está notoriamente fuera de su jurisdicción. Asimismo es cierto que la
citada conexión entre los arts. 24 y 120 no impone una especial economía en el
desarrollo de los razonamientos y que una motivación escueta y concisa, no deja, por
ello, de ser tal motivación, sin que al Tribunal, por las mismas razones antes dichas, le
sea permitido enjuiciarla".
"La exigencia de motivación de las sentencias judiciales -añade la sentencia- se
relaciona de una manera directa con el principio del Estado democrático de derecho
(art. 12 de la Const. española) y con una concepción de la legitimidad de la función
jurisdiccional, apoyada, esencialmente en el carácter vinculante que tiene para ésta la
Ley (art. 117.1 de la Const. española). Precisamente de ello se deduce la función que

63
debe cumplir la motivación de las sentencias y, consecuentemente, el criterio mediante
el cual se debe llevar a cabo la verificación de tal exigencia constitucional. La Constitu-
ción española requiere que el Juez motive sus sentencias, ante todo para permitir el
control de la actividad jurisdiccional. Los fundamentos de la sentencia se deben dirigir,
también, a lograr el convencimiento, no sólo del acusado, sino también de las otras
partes del proceso, respecto de la corrección y justicia de la decisión judicial sobre los
derechos de un ciudadano. En este sentido deben mostrar el esfuerzo del Tribunal por
lograr una aplicación del derecho vigente libre de toda arbitrariedad. Por otra parte, la
motivación de la sentencia es una exigencia sin la cual como es generalmente reconoci-
do se privaría, en la práctica, a la parte afectada por aquélla del ejercicio efectivo de los
recursos que le pueda otorgar el ordenamiento jurídico. sólo si la sentencia está
motivada es posible a los tribunales que deban entender en el trámite de algún recurso,
controlar la correcta aplicación del Derecho y al Tribunal Constitucional, en el caso del
recurso de amparo por la vía del art. 24.1 de la Const. Española, si el Tribunal de la
causa ejerció la potestad jurisdiccional 'sometido únicamente al imperio de la Ley', de la
forma en que lo establece el art. 117.1 de la Const. española. Una verificación de esta
naturaleza sólo es posible si la sentencia hace referencia a la manera en que debe
inferirse de la Ley la resolución judicial y expone las consideraciones que fundamentan
la subsunción del hecho bajo las disposiciones legales que aplica. De otra manera, la
sentencia no podría operar sobre el convencimiento de las partes ni de los ciudadanos,
ni podría permitir el control correspondiente a los tribunales que todavía pudieran
intervenir por la vía de los recursos previstos en las leyes".36

8. La sentencia en la legislación guatemalteca37


Con esta base normativa puede doctrinalmente decirse que la sentencia civil es el acto
procesal del juez o tribunal en el que decide sobre la estimación o desestimación (total
o parcial) de la pretensión ejercitada por el actor, con base en su conformidad o
disconformidad con el Ordenamiento jurídico.

36
Tomado del libro de Bacigalupo Enrique: ―Técnica de resolución de casos penal‖; Edit. Hammurabi
S.R.L., Buenos Aires, 1990; págs. 64 a 68.
37
Para esta parte cfr. El libro de Montero Aroca, Juan y Mauro Chacón Corado: "Manual de Derecho
Procesal civil Guatemalteco"; Edit. Magna Terra, Guatemala, 1999, págs. 210 a 212.

64
8.1 Formación interna de la sentencia
La sentencia es el resultado de, por un lado, una operación intelectual y, por otro, un
acto de voluntad, y ello hasta el extremo de que sin una u otro carecería de sentido. Si
la potestad jurisdiccional emana de la soberanía popular y se confía a los jueces y
magistrados, dicho está que sus decisiones comportan siempre el ejercicio de un poder
constituido, desde el que se explican tanto el efecto de cosa juzgada de las sentencias
como el que se conviertan en título para la ejecución. Al mismo tiempo, y atendido que
la potestad jurisdiccional se ejerce siempre con sometimiento pleno al imperio de la ley
y que todos los poderes están sometidos a la Constitución y al resto del Ordenamiento
jurídico, el acto de voluntad no puede ser arbitrario, sino que ha de estar basado en una
operación intelectual vinculada a lo que la misma Constitución entiende por ejercicio de
la función.
A esa operación se está haciendo referencia cuando se habla de la formación interna
de la sentencia, por medio de la que se trata de explicar el iter del razonamiento que ha
de conducir a un juez ha tomar la decisión que es facultad suya, en cuanto que está
atribuida a su potestad jurisdiccional. La cuestión es obviamente compleja pues
requiere nada menos que exponer, en palabras de Calamandrei, ―el esqueleto lógico
del razonamiento que el juez realiza‖.
Ese camino lógico se ha venido explicando tradicionalmente como un silogismo en el
que la premisa mayor es la ley (la norma concreta), la premisa menor los hechos
probados y la conclusión el fallo o decisión del juez, pero esta explicación se ha
desechado por simplista, aunque a la misma se suele seguir haciendo referencia en
ambientes que no han asumido los adelantos de la ciencia jurídica.

a) Existencia en abstracto de la consecuencia jurídica pedida


Lo primero que debe preguntarse el juez es si el Ordenamiento jurídico contiene en
general la consecuencia jurídica que el actor ha pedido en su pretensión; esto es, sin
referencia a los hechos afirmados por el actor e independientemente de que éstos sea
o no ciertos, se trata ante todo de saber si existe una norma (haya sido ésta o no
alegada oportunamente por las partes) que da lugar a lo que el actor pide, pues si

65
llegara a constatarse que esa norma no existe, no sería necesario continuar con el
razonamiento pudiendo, sin más, resolverse desestimando la pretensión.
Esta situación no será común que se presente en la práctica, pero debe aquí
recordarse que el art. 80 del Código Civil dice que la promesa de matrimonio no
produce obligación de contraerlo, por lo que si la petición de la demanda era ésta no
será preciso seguir (sin perjuicio de que esta petición posiblemente debería de haber
conducido al rechazo in limine litis de la demanda). También convendría no olvidar que
en algún país se han formulado demandas pidiendo que se condenara al presidente de
la República a cumplir su programa electoral.

b) Existencia en concreto de la consecuencia jurídica pedida


Una vez que se ha contestado afirmativamente a la primera cuestión, el paso siguiente
ha de consistir en preguntarse si, concedido que sean ciertos los hechos afirmados por
el actor, la consecuencia jurídica que él pide la reconoce el Ordenamiento jurídico, pero
precisamente con relación a esos hechos y precisamente cuando sea él quien la pida.
Es así perfectamente posible que el Ordenamiento jurídico sí reconozca la
consecuencia jurídica en general, pero que lo haga no en atención a los hechos
afirmados en la demanda o no respecto de la posición jurídica adoptada por el
demandante.
Por poner unos ejemplos. Según el art. 1310 del Código Civil la pretensión de nulidad
de los contratos que se funde en vicios del consentimiento de una de las partes
solamente se podrá intentar por la parte cuyo consentimiento esté viciado o por quien
resulte directamente perjudicado, y esto supone que los que causaron la intimidación o
la violencia no podrán fundar su pretensión en ese vicio del contrato. Y según el art. 147
del mismo Código Civil la pretensión de nulidad del matrimonio en el caso de violencia
sólo puede ejercitarla el cónyuge agraviado.

c) Existencia de los hechos afirmados


Establecida la existencia de la consecuencia jurídica en general y con relación a los
hechos afirmados por el actor, el paso siguiente ha de consistir en determinar la

66
existencia de los hechos mismos, para lo cual puede estarse a dos operaciones
distintas:
1.º) Se tratara, ante todo, de constatar qué hechos no precisan de prueba para que
queden fijados para el juez en el proceso, con lo que habrá de estarse a la existencia
de hechos no controvertidos (los hechos que han sido admitidos expresamente por el
demandado) y de hechos notorios.
2.º) Deberá atenderse después a los hechos controvertidos, es decir, a los que
necesitan de prueba, lo que presupone que debe examinarse la prueba practicada y
respecto de la misma distinguir tres operaciones:
a) La interpretación de cada uno de los medios de prueba, operación que consiste en
determinar el resultado que se desprende de cada uno de ellos.
Se trata, pues, sin atender al valor probatorio, de establecer qué es lo que el testigo ha
dicho, cuál es la conclusión a la que llega el dictamen pericial, qué es lo que realmente
se dice en el documento, etc.

b) La valoración de los medios de prueba, que ha de consistir en determinar el valor


concreto que ha de atribuirse a cada uno de los medios de prueba, para lo que debe
estarse al sistema de valoración establecido en la ley.
Debe tenerse en cuenta que existiendo medios de valoración legal éstos son
preferentes a los medios de valoración conforme a la sana crítica o, dicho de otro modo,
si un medio de valoración según la sana crítica se impusiera respecto de un medio de
valoración legal se estaría desconociendo la norma que atribuye a éste un determinado
valor sin atender a la convicción del juez.

c) La aplicación de las normas procesales que facultan al juez para estimar tanto
existente un hecho por no haber sido negado de modo expreso por la parte sobre la
que recae la carga de su pronunciamiento, como la ficta confessio en sentido estricto.

Las operaciones relativas a los hechos que hemos referido hasta aquí deben repetirse
en este momento respecto de las excepciones perentorias opuestas por el demandado.
Para éste no podrá ni siquiera cuestionarse el juez si su petición está o no protegida por
el Ordenamiento jurídico, dado que el demandado pedirá, en todo caso, su absolución,
pero sí es perfectamente posible que, aun estimando que estos tres primeros pasos

67
han sido superados por el actor, deba de dictarse sentencia absolutoria porque haya de
estimarse una excepción perentoria opuesta por el demandado, respecto de la que lo
primero será examinar si los hechos afirmados por el mismo han de estimarse
existentes.

d) Subsunción de los hechos en la norma jurídica


Establecidos cuales son los hechos que el juez estima existentes, debe procederse a
determinar si esos hechos son el supuesto jurídico de la norma aplicable, lo que debe
realizarse, primero, sobre los hechos existentes de los afirmados por el actor y,
después, con atención a los hechos existentes de los afirmados por el demandado.
La subsunción no es siempre una operación fácil porque no siempre las normas
jurídicas son completas, pues puede suceder que en la aplicable el supuesto fáctico
quede de alguna manera indeterminado. Ocurre así en todos los casos en los que la
norma se refiere a la naturaleza del negocio, a las buenas costumbres, a la buena fe, al
orden debido y expresiones similares, que no son sino conceptos jurídicos
indeterminados que el juez debe integrar caso por caso.
Como indica el Prof. Alvarez Gardiol "subsumir significa tanto como incluir, por un
mecanismo lógico y a través de representaciones y conceptos, el caso de la realidad,
dentro de los perfiles del esquema previamente establecido en el supuesto normativo.
Supone la previa determinación del hecho, con las circunstancias relevantes que le
sean propias: <un caso> contenible en la referencia genérica del supuesto... También
coincide en señalar que "no es una etapa fácil del procedimiento, ya que el aplicador no
puede tantear a oscuras dentro del inmenso material jurídico que atesora un
determinado sistema, cuáles puedan ser las normas aplicables o susceptibles de ser
aplicadas al caso."38

e) Determinación de la consecuencia jurídica

38
Cfr. Alvarez Gardiol, Ariel: "Manual de Introducción al Derecho"; 2ª. Edición revisada, Edit. Juris,
Argentina, 1995, pág. 213.

68
La determinación de la consecuencia jurídica, dentro lógicamente de la congruencia,
puede en ocasiones no suscitar problemas por tratarse de una especificación para el
caso concreto de la norma general, y así puede consistir en condenar al demandado a
pagar el precio de la cosa comprada que no pagó en su momento, fijando la cantidad
exacta, o en condenarlo a entregar la posesión de la cosa reivindicada.
Ahora bien, no siempre la consecuencia jurídica está completamente determinada en la
ley, sino que ésta en alguna medida debe ser especificada por el juez en atención a las
circunstancias del caso. Un supuesto claro es el del art. 1438 del Código Civil; en las
obligaciones con cláusula de indemnización si la obligación ha sido cumplida en parte,
imperfectamente o con retardo, procederá la reducción proporcional de la cantidad
indemnizatoria que fijará el juez, si las partes no se pusieren de acuerdo.
La finalidad del deber constitucional de fundamentar las sentencias se ha de referir a
aspectos muy diferentes, por cuanto hay que mencionar:
1) La relación de vinculación del juez a la ley y al sistema de fuentes del Derecho, de
conformidad con los arts. 2 y 3 de la LOJ.
2) El derecho constitucional del justiciable a exigirla, que se entiende incluido en el
derecho a la tutela judicial y que, además, se relaciona con el derecho a ejercitar los
recursos que procedan y, sobre todo, con el derecho a oponerse a decisiones
arbitrarias, y
3) El interés general de la comunidad en el conocimiento de las razones que
determinan la decisión.
Se trata, pues, de una acumulación de razones que podrían ordenarse si se tuviera en
cuenta que:

a) La exigencia de motivar debe relacionarse más con la función jurisdiccional y el


sometimiento en el ejercicio de la misma al imperio de la ley o, en otros términos, al
sistema de fuentes del Derecho establecido, aparte de que es el medio para que la
sociedad conozca cómo se ejerce por sus jueces el poder que se les ha conferido.
b) La garantía procesal de la parte tiene mejor acomodo en el derecho a la tutela
judicial efectiva que presupone, no una resolución cualquiera, sino una resolución
motivada. La motivación, por un lado, permite a la parte tomar conocimiento de las

69
razones por las que su pretensión u oposición ha sido estimada o desestimada y, al
mismo tiempo, le posibilita el control por la vía de los recursos.
9. Redacción
La Ley del Organismo Judicial -LOJ- (Dto. 2-89 del Congreso), es la que regula los
requisitos que deben observar los jueces y magistrados para dictar sentencia en
materia no penal (civil, mercantil, familia, contencioso-administrativo, etc.), desde la
primera instancia hasta casación, en los artículos 147 a 149.
Partiendo de la necesidad de motivar las sentencias se explica el contenido del art. 147
de la LOJ, pues una parte del mismo atiende a esa motivación. El artículo establece los
requisitos que la sentencia debe cumplir, la forma de la redacción, y debe de integrarse
con el art. 143, en el que se establecen los requisitos generales de todas las
resoluciones.
a) Encabezamiento
Todas las resoluciones han de iniciarse haciendo mención del grado y número y clase
del Juzgado, del lugar en que se dictan y de la fecha (art. 143).

1.º) Identificación de los sujetos


La parte de la sentencia que suele denominarse encabezamiento, debe expresar
quienes han sido las personas que han intervenido en el proceso, esto es:

1) Nombre completo, razón social o denominación y domicilio de los litigantes.


2) Si alguna de las partes ha sido representada, el nombre completo del representante.
3) El nombre del abogado de cada parte.
2.º) Identificación del objeto del proceso
Forma parte también del encabezamiento la identificación de la clase y tipo de proceso,
especificando el objeto sobre el que versó, en relación a los hechos del proceso.
a) Fundamentación
Comprende aspectos distintos, que se detallan en los incisos c) y d) del art. 147,
aunque deben ordenarse de manera lógica los requisitos:

1.º) En párrafos separados deben consignarse resúmenes sobre el memorial de


demanda, de la contestación de la demanda, de la reconvención y de las excepciones

70
interpuestas. Se trata aparentemente de dejar constancia en la sentencia de lo que las
partes adujeron.
2.º) Mucho más interés tiene la mención de ―los hechos que se hubieren sujetado a
prueba‖, pues la misma debe entenderse en el sentido de que se ha de distinguir entre
hechos que no han resultado controvertidos (que son los admitidos por las dos partes) y
hechos controvertidos (sobre los que existe controversia entre las partes).
3.º) De los hechos controvertidos debe hacerse luego mención de ―cuales de los hechos
sujetos a discusión se estiman probados‖, lo que puede hacerse, bien por medio de la
aplicación de las reglas legales sobre prueba, bien mediante aplicación de la sana
crítica.
4.º) Se expondrán, por fin, las doctrinas fundamentales de derecho y principios que
sean aplicables al caso y se analizarán las leyes en que se apoyen los razonamientos
en que descansa la sentencia.
a) Parte resolutiva o fallo
Por último la sentencia contendrá las decisiones expresas y precisas, congruentes con
el objeto del proceso. Aunque esta parte requiere tratamiento más detallado.

b) Firmas
Tratándose de la sentencia de primera instancia, debe contener también la firma
completa del juez, y la del secretario que autoriza la resolución.

9.1 Requisitos de la parte resolutiva


El art. 147, letra e), de la LOJ se refiere a los requisitos de la parte resolutiva de la
sentencia, al fallo o parte también llamada dispositiva, diciendo que contendrá
―decisiones expresas y precisas, congruentes con el objeto del proceso‖.
Tradicionalmente el acento de entre estos requisitos se ha puesto en el de la
congruencia, que es sin duda el más importante, pero conviene no olvidarse de los dos
primeros.
Los dos primeros requisitos se refieren a:
a) Decisiones expresas: La resolución no debe necesitar ser objeto de una compleja
labor de interpretación, por cuanto sus pronunciamientos deben ser expresos, no
implícitos, por sí mismos evidentes. Aquí debe entenderse incluido el requisito de que el
fallo no puede contener decisiones contradictorias.

71
b) Decisiones precisas: Puede concebirse como un aspecto del anterior requisito, pero
por sí mismo significa la posibilidad, tratándose de sentencias de condena, de que se
pueda pasar directamente a la ejecución sin necesidad de operaciones intermedias (lo
cual tiene la única excepción de las sentencias ilíquidas del art. 150 de la misma LOJ).

10. La sentencia en segunda instancia

Es conveniente indicar que en nuestro medio jurisdiccional, es en las sentencias de


segundo instancia en donde verdaderamente se debe lograr que la decisión sea lo más
ajustada a la realidad procesal, es decir, a las pruebas rendidas por las partes que
deberán ser cuidadosamente analizadas y ponderadas, puesto que es la instancia en
donde se decide la suerte de los litigantes y sus respectivas proposiciones, por la
naturaleza especial y extraordinaria de la casación.
Para los fallos de segundo grado, el artículo 148 de la LOJ, establece: "Las sentencias
de segunda instancia contendrán un resumen de la sentencia recurrida rectificándose
los hechos que hayan sido relacionados con inexactitud; los puntos que hayan sido
objeto del proceso o respecto a los cuales hubiere controversia, el extracto de las
pruebas aportadas y de las alegaciones de las partes contendientes; la relación precisa
de los extremos impugnados en la sentencia recurrida con las consideraciones de
derecho invocadas en la impugnación; el estudio hecho por el tribunal de todas las
leyes invocadas, haciendo el análisis de las conclusiones en las que fundamenta su
resolución señalando cuanto confirma, modifica, o revoca de la sentencia recurrida.

72
CAPITULO VI

Motivación de las sentencias en el derecho comparado

1. Anteproyecto del Código Procesal General


Lo relativo a la misma está regulado en el libro cuatro, con el epígrafe de las
resoluciones judiciales, específicamente en el artículo 210 que establece: ―Los autos
son resoluciones que deciden materia que no es de simple trámite o bien resuelven
incidentes o el asunto principal, antes de finalizar el trámite. Los autos deberán
razonarse debidamente y deberán dictarse dentro de los plazos establecidos en este
código, salvo los que corresponda dictar en el transcurso de la audiencia.

Artículo 212. Forma y contenido de los decretos y autos dictados fuera de audiencia.
Toda resolución judicial dictada fuera de audiencia llevará necesariamente el nombre
del tribunal que la dicte, el número de identificación del proceso, los nombres de las
partes, el lugar y fecha en que se pronuncia, su contenido, la firma del juez o de los
magistrados, en su caso, y del secretario. La resolución judicial que rechace una
petición deberá razonarse y expresar el fundamento legal, bajo pena de nulidad.

Artículo 213. Forma y contenido de la sentencia.


213.1 El tribunal estudiará por si mismo los procesos, dictará personalmente la
sentencia y la suscribirá, debiéndose incorporar por referencia, al acta respectiva.
213.2 Además de los requisitos contenidos en el artículo 212, en lo que fueren
aplicables, la sentencia contendrá:
a) El nombre completo, razón o denominación social de los litigantes, en su caso, de las
personas que los hubiesen representado, y el nombre de los abogados de cada parte;
b) La clase y tipo de proceso, el objeto sobre el que versó, en relación con los hechos;
c) Las consideraciones de derecho que harán mérito del valor de las pruebas rendidas y
de cuáles de los hechos sujetos a discusión se estiman probados;

73
d) Las doctrinas fundamentales de derecho y principios que sean aplicables al caso, y
se analizarán las leyes en que se apoyen los razonamientos en que descanse la
sentencia; y,
e) La parte resolutiva, que contendrá decisiones expresas y precisas, congruentes con
el objeto del proceso, y se pronunciará sobre la condena en costas. En los juicios que
se reclame suma determinada de dinero no existe vicio de incongruencia si la sentencia
otorga un monto menor de lo pedido.
213.3 Los autos se ajustarán, en lo posible, a lo establecido para la sentencia y deberán
ser siempre fundados en ley.

Como puede evidenciarse que en los autos y sentencias se exige que las mismas
deben contener razonamientos fundados en que descansa la resolución, lo cual
equivale a motivar el porque se emite la resolución correspondiente, lo cual es acertado
porque a través de dichas argumentaciones se evita la arbitrariedad, lo cual es propio
de un Estado democrático de Derecho respetuoso de los derechos y garantías
inherentes a todo ser humano.

2. Argentina
La exigencia de una motivación suficiente de las sentencias proviene de la legislación
constitucional, incluyendo los pactos internacionales suscritos por cada nación. Así, el
artículo 17 de la Constitución Nacional Argentina establece que la propiedad es
inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de
sentencia fundada en ley. El artículo 18, ordena que ningún habitante de la Nación
puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, y
dentro del artículo 33 se ha incluido el debido proceso como garantía constitucional no
enunciada.

El artículo 95 de la Constitución de la Provincia de Santa Fe (Argentina), establece que


las sentencias y autos interlocutorios deben tener motivación suficiente, so pena de
nulidad. El art. 171 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, ordena que las

74
sentencias que pronuncien los jueces y tribunales letrados serán fundadas en el texto
expreso de la ley.
La Constitución de la Provincia de Córdoba establece: Los magistrados deben resolver
las causas... con fundamentación lógica y legal. Es decir que ―... parece haber
suficientes elementos de juicio como para permitir aseverar que las sentencias argenti-
nas, sea en juicios penales, de derecho de propiedad o de prestación de servicios
personales, deben fundarse en ley, es decir, que deben mencionar el derecho positivo
en el cual se apoyan. Y tal pauta se extiende, por natural analogía, a las que versen
sobre cualquier ámbito del mundo jurídico‖39

En consonancia con los preceptos constitucionales y tratados internacionales suscritos


por Argentina, las leyes procesales -con mayor o menor precisión y técnica legislativa-
acogieron la exigencia de motivar las resoluciones judiciales.

El Código Procesal Civil y Comercial de Santa Fe, en su art. 244, establece: La


sentencia debe contener, bajo pena de nulidad.. 1) El lugar y fecha en que se dicte; 2)
El nombre y apellido de las partes; 3) La exposición sumaria de los puntos de hecho y
de derecho en la primera instancia; 4) Los motivos de hecho y de derecho, con
referencia a la acción deducida y derecho controvertidos; 5) La admisión o el rechazo,
en todo o en parte, de la demanda y, en su caso, de la reconvención; 6) La firma del
juez o miembros del tribunal.

Como corolario, en el derecho continental, y en especial en Argentina, tanto la


Constitución como los tratados internacionales incorporados a ella y las leyes inferiores
ordenan que las sentencias deban ser motivadas. También las demás resoluciones que
involucren derechos y garantías esenciales y los derechos humanos declarados en los
tratados, deberán también ser materia de fundamentación. Coherentemente con dichos
postulados la Corte Interamericana debe motivar sus sentencias cuando resuelve una
violación al tratado internacional por un Estado parte.

39
Sagüés, Néstor Pedro. ―Derecho procesal constitucional…”, Tomo 2, Pág. 236.

75
A pesar de esa exigencia de fundar las sentencias, se han creado juicios por jurados
que establecen reglas para sentenciar diferentes, cediendo el principio de
fundamentación en virtud de ellas. El jurado tiene facultades de fallar de acuerdo a su
libre convicción y el legislador no le proporciona regla ninguna para que aquél evalúe
las pruebas aportadas, dejando que juzgue en la forma que le indique su conciencia.

Ello implica que, aun cuando se está dentro de este sistema romano-germano, la
legislación autoriza, en determinados casos, a sentenciar sin necesidad de expresar
dicha fundamentación.

Además, hay otros supuestos: como por ejemplo en un divorcio por mutuo
consentimiento (art. 236 Código Civil) las partes exponen ante el juez las razones que
justifican su pretensión y 'la sentencia se limitará a expresar que dichos motivos hacen
moralmente imposible la vida en común, evitando indicar cuáles son los hechos
aducidos' (de todos modos, no hay aquí eximición de fundamentación normativa). Al
respecto, que en tal hipótesis la exención del deber de motivación se compadece con la
índole del proceso, que tiende a disminuir la controversia entre las partes y
salvaguardar el decoro conyugal. En conclusión, la doctrina de la obligatoriedad de la
fundamentación de las sentencias es hoy un principio general, que esporádicamente
registra dispensas o excepciones.

Salvo esas excepciones, y como está dicho, en argentina el sistema del corpus juris, la
motivación de las resoluciones judiciales es una exigencia de la legislación
constitucional.

3. Common Law
Según el sistema dentro del cual se encuentre el juzgador, tendrá necesidad o no de
motivar la sentencia. En el aspecto jurídico se encuentran sistemas como el anglosajón
(del Common Law), sistemas romanistas (del Corpus Juris) y algunos países que
imponen sistemas intermedios o mixtos.

76
En cuanto al sistema intermedio, existen algunos países que lo han adoptado entre los
que destacan: Israel, Quebec, Filipinas y Puerto Rico, quienes mezclan matices del
Common law y del derecho continental.

La cultura jurídica de la civilización occidental puede dividirse en dos grandes capítulos,


esencialmente diferentes. Los países que acogieron el derecho romano y codificaron su
derecho a semejanza del Corpus Juris, y los que lo han elaborado bajo el signo del
Common law.

Las diferencias de ambos son mucho más de estructura metodológica, de fuentes y de


técnicas, que de contenido sustantivo de las normas. No se quiere con esto afirmar que
no haya diferencias en cuanto al derecho sustantivo, pero éstas no son más notorias
que las que pueden descubrirse, con un criterio comparatista, entre los distintos
sistemas jurídico-positivos de los Estados en particular.

La desigualdad es evidente en el tema de las fuentes, en la mayor jerarquía que se da


al derecho legislado en los sistemas continentales, rango que se atribuye a la
costumbre y a la jurisprudencia en los sistemas del Common law. Pero tampoco es una
mera cuestión de localización del orden jerárquico de las fuentes, sino que, además, la
ley es fuente que suministra un criterio 'genérico' en el derecho continental, mientras
que para el Common law es sólo una regla excepcional, que regula los sectores
expresamente establecidos por el legislador, como exceptuados del principio general
del Common law.

En los primeros se va del principio normativo al caso particular. En el Common law, del
caso particular resuelto se infiere el principio normativo aplicable a los casos
posteriores. La esencia del case law, su espíritu, es la vida jurídica misma en su
realidad actual.

El hecho de que el juzgador sea distinto del legislador, afirmación que provocó los
primeros esbozos de doctrina y según la cual el juez era un mero descubridor de la que

77
ya -aunque fuera potencialmente- existía con anterioridad a la sentencia, ha sido
arrasado totalmente de las modernas concepciones realistas o sociológicas del derecho
según las cuales el juez es creador de la sentencia judicial y creador, por lo tanto, de
formas de normación jurídica.

Las tendencias modernas, prescindiendo ahora de rotulación de escuelas, y exhibiendo


una muestra de firme unanimidad, sostienen que los tribunales norteamericanos, al
decidir aplicando el derecho vigente, crean de alguna manera y dentro de ciertos
límites, aunque estrechos, derecho.

Analizada así las diferencias esenciales entre los dos principales sistemas, es menester
adentrarse en el sistema anglosajón.

El Common law se estructura sobre la base de dos principios fundamentales, que


responden sin duda a un fundamento radical único. La doctrina de los precedentes,
según la cual las causas deben ser juzgadas de conformidad con los principios inferidos
de la experiencia judicial anterior, y la supremacía del derecho; que consiste en afirmar
que el soberano y sus representantes han de obrar según principios y no atendiendo a
una voluntad arbitraria.

La doctrina del Common law consiste, dice el autor citado, en aplicar la razón a la
experiencia, partiendo del supuesto de que la experiencia suministra el fundamento
más satisfactorio para los standards de acción y principios de decisión.

Para comprender los planteamientos doctrinarios que surgen en el derecho


angloamericano, es necesario -aunque sea muy brevemente- hacer una referencia al
derecho mismo vigente en los Estados Unidos... Todos los Estados formados después
de la Declaración de la Independencia de 1776, y todos los que con posterioridad se
unieron a la Federación, con la única excepción de Luisiana, que constituye una
conocida excepción a la general adopción del sistema del Common law en los Estados
Unidos, acogieron el derecho inglés. La base de la formación jurídica de Luisiana es el

78
derecho español, que rigió hasta comienzos del siglo XVIII en que se aplicó el derecho
francés hasta la cesión del Estado por Francia a los Estados Unidos en 1803. Sin
embargo, el Código de 1808, elaborado por una comisión codificadora designada por el
Gobierno Federal para someterlo a la decisión de los pobladores locales, fue de
influencia netamente francesa.

Todo esto crea la gran dificultad de que en Estados Unidos no se aplica solamente un
derecho, sino tantos derechos como Estados tiene la Unión, y si bien todos esos
derechos están vinculados por una misma raíz genética, cual es el Common law inglés,
mantienen su estricta autonomía, que es frente de no pocas dificultades.

―Partiendo del primado de la Constitución Federal, dos cuerpos jurídicos se estructuran


con una fundamentación lógico-normativa con modalidades totalmente diferentes: el
Common law o derecho no escrito, que es su fuente primordial y el state law o written
law, que es el derecho legislado y excepcional, no obstante el frecuente uso que de
esta modalidad se hace actualmente en materia federal... El derecho legislado o statute
law, o simplemente statute, no se diferencia fundamentalmente de lo que se conoce
como legislación dentro de la estructura romanista...‖40

Además, en el Common law, la ―piedra angular es el juicio por jurados, 'cuyo origen se
pierde en la noche de la antigüedad‖41, siendo utilizado tanto en el fuero penal como en
el civil. Este juicio se atiene a la regla de la oralidad y el jurado (formado por ciudadanos
comunes) debe expedirse respecto a la culpabilidad o inocencia, sin que exista norma
alguna que le exija fundamentación.

Es más, difícilmente se le podría obligar a expresarla, en virtud de que el veredicto


consiste en el voto afirmativo o negativo de cada jurado, al que se arriba luego de una
deliberación secreta. En la modalidad estadounidense, el veredicto sólo surge de la

40
Álvarez Gardiol, Ariel. op. cit., Pág. 164 a 172.
41
Gaviola, Carlos A. ―El poder de la Suprema Corte de los Estados Unidos.‖ Tipográfica Editora
Argentina, Bs. As., 1965, Pág. 9.

79
unanimidad de votos; de lo contrario, y vencido el plazo para expedirse sin que ello
acontezca, se deberá realizar un nuevo juicio. Por ello, se ha sostenido
tradicionalmente que en este sistema las sentencias no deben ser motivadas.

Cuando se trata de apelaciones, el jurado sólo expresa que el pronunciamiento de la


corte inferior es confirmado (affirmed) o revocado (reversed) sin motivación (without
opinión). Tampoco en los tribunales federales en los Estados Unidos existen reglas que
les exijan motivar sus decisiones, aunque algunos estados como California, exigen que
deben ser razonadas y escritas.

En consecuencia, se debe concluir que, por la modalidad del juicio y la tradición jurídica
del sistema anglosajón, las sentencias no tienen obligación de ser motivadas.

4 Costa Rica
En dicho país centroamericano lo relativo a las resoluciones está plasmado en el
capitulo IV sección primera referida a las providencias, autos y sentencias 42, de la
siguiente forma:
Artículo 153.- Requisitos y denominación. Las resoluciones de los tribunales deben ser
claras, precisas y congruentes; deberán expresar el tribunal que las dicta, el lugar, la
hora, el día, el mes y el año en el que se dicten, y se denominarán:
a) Providencias, cuando sean de mero trámite.
b) Autos, cuando contengan un juicio valorativo o criterio del juez.
c) Sentencias, cuando decidan definitivamente las cuestiones debatidas mediante
pronunciamiento sobre la pretensión formulada en la demanda.
d) Autos con carácter de sentencia, cuando decidan sobre excepciones o pretensiones
incidentales que pongan término al proceso.

42
Gerardo Parajeles Vindas. ―Colección Códigos de Costa Rica”, Código Procesal Civil con anotaciones
sobre acciones de inconstitucionalidad y espacios para anotaciones en cada artículo, Editorial
Investigaciones Jurídicos, año 2007. Pág. 65.

80
Artículo 155.- Requisitos de las sentencias. Las sentencias deberán resolver todos y
cada uno de los puntos que hayan sido objeto del debate, con la debida separación del
pronunciamiento correspondiente a cada uno de ellos, cuando hubiere varios. No
podrán comprender otras cuestiones que las demandadas, ni conceder más de lo que
se hubiere pedido. Se formularán con los siguientes requisitos:

a) Los nombres y calidades de las partes y sus apoderados, y el carácter con que
litiguen.
b) En párrafos separados y debidamente numerados que comenzarán con la palabra
“resultando”, se consignará con claridad un resumen de las pretensiones y de la
respuesta del demandado.
En el último “resultando” se expresará si se han observado las prescripciones
legales en la substanciación del proceso, con indicación, en su caso, de los defectos
u omisiones que se hubieren cometido, y si la sentencia se dicta dentro del plazo
legal.
Las sentencias de segunda instancia deberán contener un extracto lacónico y
preciso de las sentencias anteriores.
c) También en párrafos separados y debidamente numerados que comenzarán con la
palabra “considerando”, se hará:
 Un análisis de los defectos u omisiones procesales que merezcan corrección,
con expresión de la doctrina y los fundamentos legales correspondientes.
 Un análisis sobre incidentes relativos a documentos cuya resolución deba
hacerse en el fallo.
 Un análisis sobre la confesión de rebeldía, cuando la parte no compareció a
rendirla dentro del proceso.
 Una declaración concreta de los hechos que el tribunal tiene por probados,
con cita de los elementos de prueba que los demuestren y de los folios
respectivos del expediente
 Cuando los hubiere, una indicación de los hechos alegados por las partes,
de influencia en la decisión del proceso, que el tribunal considere probados,
con expresión de las razones que tenga para estimarlos faltos de prueba.

81
 Un análisis de las cuestiones de fondo fijadas por las partes, de las
excepciones opuestas y de lo relativo a costas, con las razones y citas de
doctrina y leyes que se consideren aplicables.

d) La parte dispositiva, que comenzará con las palabras “por tanto”, en la que se
pronunciará el fallo, en lo que fuere posible, en el siguiente orden:
a) Correcciones de defectos u omisiones de procedimiento.
b) Incidentes relativos a documentos.
c) Confesión en rebeldía.
d) Excepciones.
e) Demanda y contrademanda, y en caso de que se acceda a todas o a algunas de
las pretensiones de las partes, se hará indicación expresa de lo que se declare
procedente.
f) Costas.
Queda prohibido declarar procedentes uno o varios extremos, refiriéndolos únicamente
a lo dicho en alguno o algunos de los considerandos, y en las de segunda instancia
resolver tan solo con remisión a las consideraciones de las de primera instancia, pues
el superior debe dar también las razones correspondientes.

5. España
La motivación es calificada como un proceso lógico, y es un instrumento que sirve de
enlace para demostrar que unos hechos inicialmente presuntos han sido realmente
realizados y que conllevan la solución del caso y también como garantía del justiciable
de que la decisión tomada no lo ha sido de manera arbitraria encuentran respaldo en
diferentes disposiciones de dicho ordenamiento jurídico.

Inicialmente cuando se establece que todas las personas tienen derecho a obtener la
tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses
legítimos sin que en ningún caso pueda producirse indefensión, también en el apartado
2º cuando establece que todos tienen derecho ...a un proceso público sin dilaciones
indebidas y con todas las garantías; pero es sobre todo y de manera más clara y

82
evidente el artículo 120 en su apartado 3º quien protege la motivación, cuando afirma
que las sentencias serán siempre motivadas y se pronunciarán en audiencia pública.

También se encuentra la protección de esta garantía procesal cuando se establece el


respeto de las reglas de la buena fe en todo tipo de procedimientos y que no surtirán
efecto las pruebas obtenidas, directa o indirectamente, violentando los derechos o
libertades fundamentales ya que de lo contrario se trataría de violación del artículo 24
de la Constitución.

Asimismo el apartado tercero del artículo 11 de la misma ley también establece que los
Jueces y Tribunales de conformidad con el principio de tutela judicial efectiva deberán
resolver siempre sobre las pretensiones que se formulen y sólo podrán desestimarlas
por motivos formales, cuando el defecto fuese insubsanable o no se subsanare por el
procedimiento establecido en las leyes.

Además se encuentran referencias de la motivación, concretamente en el artículo 359


que se encuentra en el Título VIII "Del modo y forma en que han de dictarse las
resoluciones judiciales". Este artículo regula que las sentencias deben ser claras,
precisas y congruentes con las demandas y con las demás pretensiones deducidas
oportunamente en el pleito, haciendo las declaraciones que estas exijan, condenando o
absolviendo al demandado y decidiendo todos los puntos litigiosos que hayan sido
objeto del debate. Con este artículo se está consagrando el principio de congruencia en
la sentencia civil por el cual no pueden otorgarse más de lo pedido por el demandante
ni conceder u otorgar otra cosa distinta de la por él reclamada o concederla por título
distinto de aquél en que la demanda se funde.
Es de advertir que desde hace tiempo se requería la derogatoria de la Ley de
Enjuiciamiento Civil y se diera redacción a una nueva Ley teniendo en cuenta de utilizar
las peligrosas modificaciones parciales. Tras varios anteproyectos y proyectos con sus
respectivas polémicas y discusiones en el Boletín del Senado de 22 de Noviembre de
1.999 y concretamente en el artículo 208 se regula lo concerniente a las formas de las
resoluciones: artículo 208.2 que establece los autos y las sentencias serán siempre

83
motivados y contendrán, en párrafos separados y numerados, los antecedentes de
hecho y los fundamentos de derecho en los que se base la subsiguiente parte
dispositiva o fallo.

Y así ha pasado al definitivo texto legal aprobado en el B.O.E de 8 de Enero de


2.000,en su Capítulo VIII "De las resoluciones judiciales y de las diligencias de
ordenación" y en su Sección 1ª De las clases, forma y contenido de las resoluciones y
del modo de dictarlas, publicarlas y archivarlas.
Este artículo 208 establece cómo deben ser las formas de las diferentes resoluciones:
208.1 Las providencias contendrán una sucinta motivación cuando así lo disponga la
ley o el tribunal lo estime conveniente.
208.2 Los autos y las sentencias serán siempre motivadas, en párrafos separados y
numerados, los antecedentes de hecho y los fundamentos de derecho en los que se
base la subsiguiente parte dispositiva o fallo.

El artículo 245 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, establece que se denominarán
sentencias las resoluciones judiciales, que decidan definitivamente el pleito o causa, en
cualquier instancia o recurso, o cuando según las leyes procesales deban revestir esta
forma. La sentencia constituye un acto trascendental del proceso, pues éste en su
conjunto, cobra sentido, en función de este momento final. Es la culminación del juicio o
silogismo jurídico que comienza con la demanda. El trabajo del Juez al sentenciar
consiste en resumir todos los elementos del proceso (motivación) y sentar la conclusión
jurídica (fallo). La sentencia es un silogismo o juicio lógico dentro del cual la norma
constituye la premisa mayor, los hechos del caso la premisa menor y el fallo la
conclusión.
La sentencia exige una forma determinada, es decir de un cierto formalismo. La forma
viene determinada en el artículo 372 de la Ley de Enjuiciamiento Civil y también ha
incidido en su regulación la Ley Orgánica del Poder Judicial al suprimir de la motivación
la necesidad de los resultandos y considerandos (Art.248.3)

En las sentencias se pueden distinguir las siguientes partes:

84
 Encabezamiento
 Motivación (constituida por los antecedentes de hecho y fundamentos o
razonamientos jurídicos).
 Fallo
El encabezamiento es la parte inicial de la sentencia donde se consignan los datos que
la individualizan en relación con un proceso determinado (lugar en que se dicta, la
fecha, el nombre del Juez o Magistrados, nombres, domicilios y profesión de los
litigantes, nombres de sus Abogados y objeto del pleito).
Respecto a la motivación es el auténtico núcleo duro de la sentencia y se divide en dos
partes:
 Antecedentes de hecho
 Fundamentos de Derecho

En los antecedentes de hecho debe consignarse y con la concisión máxima posible las
pretensiones de las partes y los hechos en que las funden que hubieran sido alegados
oportunamente y que estén enlazados con las cuestiones que hayan de resolverse. En
la práctica los hechos se exponen resumidamente en la demanda y en la contestación
así como las peticiones de una y otra parte. También debe recogerse en estos
resultandos un resumen de la prueba practicada de una forma objetiva expresando el
resultado arrojado por cada medio de prueba, pero sin adelantar todavía ninguna
conclusión valorativa. En el último resultando se consignará si se han observado las
prescripciones legales en la sustanciación del juicio, expresándose en su caso los
defectos u omisiones que se hubiesen cometido. La ley pretende con esto que se
realice por el Juez un autocontrol de las reglas procedimentales.
Por lo que respecta a los fundamentos de Derecho y según el artículo 372 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil, después de los resultandos la sentencia debe apreciar los puntos
de Derecho fijado por las partes, dando las razones y fundamentos legales que se
estimen procedentes para el fallo que haya de dictarse y citando las leyes o doctrinas
que se consideren aplicables al caso. En el caso de que se hubieran cometido fallos en
la sustanciación del juicio que merezcan una corrección deben apreciarse al final de los
fundamentos jurídicos. Los fundamentos de derecho son la verdadera motivación de las

85
sentencias civiles y donde verdaderamente se recoge la doctrina legal aplicada por los
Jueces y Tribunales. Aquí es donde el Juez debe sentar los hechos que estima
probados según los resultados de las pruebas y utilizando para ello las reglas jurídicas
pertinentes. Sobre estos hechos jurídicos establecidos es sobre los que se debe aplicar
la norma jurídica que estime aplicable.

La parte final de la sentencia es el fallo que es donde el Juez resuelve el caso


estimando o desestimando las pretensiones de las partes. El fallo debe cumplir con
unas características: claridad, precisión y congruencia con las pretensiones de las
partes y resolver todas las cuestiones y pretensiones planteadas en el pleito.

5.1 Doctrina constitucional43


El Tribunal Constitucional español ha manifestado en multitud de sentencias que el
derecho a la tutela judicial efectiva consiste en obtener una resolución fundada en
Derecho que ponga fin al proceso. Si se aplicara la legalidad de manera arbitraria,
irrazonada o irrazonable no estamos obteniendo una resolución fundada en Derecho y
por tanto lesiona el artículo 24.1 de la Constitución. Esto ocurre cuando las sentencias
contienen contradicciones internas o errores lógicos que la convierten en una resolución
manifiestamente irrazonable por contradictoria y por tanto carente de motivación. Sin
embargo la obligación de fundamentar las sentencias no puede considerarse cumplida
con una mera emisión de la declaración de voluntad del juzgador sino que la decisión
judicial debe estar precedida de una argumentación que la fundamente. Por otra parte
no se trata de exigir a los órganos jurisdiccionales una argumentación extensa,
exhaustiva o pormenorizada que vaya respondiendo a cada una de las alegaciones de
las partes, ni impedir la fundamentación concisa que en su caso realicen quienes
ejerzan la potestad jurisdiccional; lo importante es que las pretensiones de las partes se
sometan a debate y se discutan de forma argumentada y razonada. Tampoco se trata
de que la contestación judicial conteste a todas y cada una de las alegaciones de las
partes, si el ajuste entre fallo y peticiones de las partes es sustancial y se resuelven las

43
Ruiz Lancina, María José. ―Ensayo sobre la motivación de las sentencias en la nueva ley de
enjuiciamiento civil”. Origen noticias jurídicas. S.E. España. Diciembre 2002. Pág. 7.

86
pretensiones válidamente deducidas en juicio, no se infringe el artículo 24.1
Constitución española, aunque no se haya pronunciado el Tribunal sobre todas las
alegaciones concretas no sustanciales.

El Tribunal Constitucional también ha admitido la motivación por remisión siempre que a


donde se remita exista realmente motivación. La motivación de las sentencias debe
atender al sistema de fuentes normativas, esto es que tiene que fundarse en Derecho.
Los juzgadores deben resolver ateniéndose al sistema de fuentes establecido en el
artículo 1.1 es decir ley, costumbre y principios generales del derecho y además tienen
el deber inexcusable de resolver en todo caso los asuntos de que conozcan. Por lo que
se puede resumir en cuatro puntos las finalidades de la motivación:
1. Permite el control de la actividad jurisdiccional por parte de la opinión pública,
cumpliendo así con el requisito de la publicidad.
2. Hace patente el sometimiento del Juez al imperio de la ley.
3. Logra el convencimiento de las partes sobre la justicia y corrección de la decisión
judicial, eliminando la sensación de arbitrariedad y estableciendo su razonabilidad al
conocer el por qué concreto de su contenido.
4. Garantiza la posibilidad de control de la resolución judicial por los Tribunales
superiores que conozcan de los correspondientes recursos.

El hecho de que la sentencia deba motivarse en Derecho, no significa que su contenido


tenga que ser jurídicamente correcto sino que a pesar de la motivación puede haber
infracción de ley o de doctrina legal. El derecho a la tutela judicial efectiva no ampara el
acierto de las resoluciones judiciales salvo en el caso de resoluciones manifiestamente
infundadas o arbitrarias.

El artículo 24.1 de la Constitución española no ampara la mayor o menor corrección de


la resolución judicial en la interpretación de la legalidad, sino la prohibición de toda la
arbitrariedad o manifiesta irrazonabilidad de la misma. Se trata del derecho a obtener
una resolución judicial fundada sin incluirse en él un derecho al acierto de los órganos
jurisdiccionales en la aplicación de la legalidad.

87
5.2 Línea jurisprudencial del Tribunal Supremo44
El Tribunal Supremo en aplicación del artículo 359 de la Ley de Enjuiciamiento Civil de
1.881 hace referencia al principio de congruencia de las sentencias para ello es preciso
confrontar su parte dispositiva con el objeto del proceso, limitado por sus elementos
subjetivos (partes) y objetivos de manera que la adecuación debe entenderse tanto a la
petición como a los hechos esenciales que la fundamentan.

La falta de adecuación entre la parte dispositiva y las pretensiones deducidas en el


proceso admite distintas manifestaciones:
 que la sentencia otorgue más de lo solicitado por el actor
 que conceda menos de lo admitido por el demandado
 que resuelva cosa distinta de lo pedido por ambas partes, omitiendo así el
pronunciamiento respecto de las pretensiones deducidas en juicio

La incongruencia omisiva se da cuando no se deciden todos los puntos objeto de


debate, ni se da respuesta a una pretensión de la parte, siempre que el silencio judicial
no pueda interpretarse como desestimación tácita para ello es necesario no sólo que el
órgano judicial haya valorado la pretensión deducida sino además los motivos
fundamentadores de la respuesta tácita.
La incongruencia por la que se otorga más de lo solicitado precisa realmente que el
desajuste entre lo resuelto por el órgano judicial y lo planteado en la demanda o en el
recurso sea de tal entidad que pueda constatarse con claridad la existencia de
indefensión es decir que recaiga sobre un tema que no esté incluido en las
pretensiones procesales por lo que se vulnera el principio de contradicción y se lesiona
el derecho a la defensa.

También es digna de mención la regla "iura novit curia" por la que los tribunales no
tienen la obligación de ajustar sus razonamientos jurídicos que les sirven para motivar
sus fallos a las normas aducidas por las partes por lo que pueden basar sus decisiones
en fundamentos jurídicos distintos siempre que no se altere la acción ejercitada.

44
Ruiz Lancina, María José. op. cit. Pág. 8.

88
6. México
En el sistema jurídico mexicano, la motivación y fundamentación de los actos no es
exclusiva de los órganos judiciales, si no que se extiende a toda autoridad. Es así como
la ley suprema preceptúa que: ―Nadie puede ser molestado en su persona, familia,
domicilio, papeles o posesiones sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad
competente que funde y motive la causa legal del procedimiento‖45 consagrando así el
derecho de todo gobernado a que cualquier acto de autoridad, además de emanar de
una autoridad competente, entrañe la obligación para ésta, de motivar y fundamentar
sus resoluciones, lo que debe ser entendido en el sentido de que la propia autoridad
está obligada a expresar los preceptos o principios jurídicos en los que se funde su
actuación y los motivos o razonamientos que lleven a la autoridad a aplicar ese principio
jurídico al caso concreto.

―Por tanto, la obligación de toda autoridad la motivación y fundamentación de sus actos,


esta necesidad se redobla o acentúa, en el caso de los actos jurisdiccionales y muy
especialmente en la sentencia que es la resolución más importante con la que culmina
un proceso jurisdiccional. De ahí que la sentencia sea un acto estatal que mayor
necesidad tiene de motivación y fundamentación.‖46

7. Nicaragua
El Código de Procedimiento Civil de la República de Nicaragua47, en su artículo 424
establece: Las sentencias deben ser claras, precisas y congruentes con la demanda y
con las demás pretensiones deducidas oportunamente en el juicio, haciendo las
declaraciones que ésta exija, condenando o absolviendo al demandado y decidiendo
todos los puntos litigiosos que hayan sido objeto del debate. Cuando éstos hubieren
sido varios, se hará con la debida separación el pronunciamiento correspondiente a
cada uno de ellos.

45
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Artículo 16.
46
Gómez Lara, Cipriano. ―Teoría General del Proceso”. Décima edición. Oxford. México 1973. Pág. 332.
47
Código de Procedimiento Civil de la República de Nicaragua, Nicaragua, Editorial Bitecsa, Edición
2006, pág. 62.

89
El artículo 434 establece: La fórmula de los autos, decretos, providencias ó proveídos
se limitará a la determinación del juez o tribunal sin más fundamentos ni adiciones que
la fecha en que se acuerden, y serán firmados por el Juez o Presidente de la Sala o
Tribunal y autorizados por el secretario respectivo. También puede cualquier
magistrado ser comisionado de palabra por el Presidente para dictarlos y autorizarlos.

Artículo 435 regula: La fórmula de las sentencias interlocutorias será fundándose en


RESULTADOS Y CONSIDERANDOS concretos y limitados unos y otros a la cuestión
que se decide. Se pondrá la fecha y el lugar en que se dicten y será firmada y
autorizada como se ha dicho en el artículo anterior…

Referido a los requisitos de la sentencia, los mismos están establecidos en el artículo


436 que establece: Las sentencias definitivas se redactarán expresando:
1. La designación de las partes litigantes, su domicilio, profesión u oficio, el carácter
con que litiguen, los nombres de sus abogados o procuradores y el objeto del pleito;
2. La enunciación breve de las peticiones o acciones deducidas por el demandante y
de sus fundamentos;
3. Igual enunciación de las excepciones o defensa alegada por el demandado;
4. Las consideraciones de hecho o de derecho que sirven de fundamento a la
sentencia;
5. Las leyes en que se funden, y en su defecto lo que les ha servido de base o apoyo,
y
6. La decisión del asunto controvertido. Esta decisión deberá comprender todas las
acciones y excepciones que se hubieren hecho valer en el juicio;
pero podrá omitirse la resolución de aquellas que fueren incompatibles con las
aceptadas.

Como puede evidenciarse en los decretos y autos no existe obligatoriedad de motivar


las resoluciones judiciales ya que el propio artículo 434 así lo regula de manera
taxativa, sino que únicamente se limita a indicar los requisitos formales que los mismos
deben contener sin importarle el razonamiento del porque se arribó a la resolución.

90
Además en los requisitos de la sentencia no se exige de manera contundente que las
mismas deben ser argumentadas si bien exige las consideraciones de hecho y de
derecho, pero el cumplimiento de la misma en ningún momento sustituye a la
motivación, lo cual no es correcto en Estados Democráticos de Derecho respetuosos
del debido proceso.

8. Perú
Esta obligación y derecho ha sido reconocido en el ordenamiento jurídico peruano,
concretamente en el artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política que establece
Artículo 139°.— Son principios y derechos de la función jurisdiccional: La motivación
escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los decretos, con
mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos en los que se sustentan; por
lo cual como se evidencia ha sido considerado como un derecho y principio de la
Función Jurisdiccional.

Así como en los artículos 50 inciso 6 establece Art. 50°.- Deberes- Son deberes de los
jueces en el proceso: Fundamentar los autos y sentencias bajo sanción de nulidad,
respetando los principios de jerarquía de normas y de congruencia.

Art. 121°.— Decretos, autos y sentencias.— Mediante los autos el Juez resuelve la
admisibilidad o el rechazo de la demanda, o de la reconvención, el saneamiento,
interrupción, conclusión y las formas de conclusión especial del proceso, el concesorio
o denegatorio de los medios impugnatorios, la admisión, improcedencia o modificación
de medidas cautelares y las demás decisiones que requieran motivación para su
pronunciamiento. Mediante la sentencia el juez pone fin a la instancia o al proceso en
definitiva, pronunciándose en decisión expresa, precisa y motivada sobre la cuestión
controvertida declarando el derecho de las partes o excepcionalmente sobre la validez
de la relación procesal.

Art. 122°.— contenido y suscripción de las resoluciones.— Las resoluciones contienen.


La relación correlativamente enumerada de los fundamentos de hecho y los respectivos

91
de derecho que sustentan la decisión, la que sujeta al mérito de lo actuado y al
derecho. La resolución que no cumpliera con los requisitos antes señalados será nula,
salvo los decreto que no requerirán (...)‖ Todas estas ultimas normas están reguladas
del Código Procesal Civil peruano, que lo regulan como un deber de los jueces, así
como un requisito de validez de las resoluciones judiciales.

8.1 Jurisprudencia Constitucional


En este sentido la jurisprudencia del Tribunal Constitucional peruano48 y las respectivas
instancias judiciales49 han reconocido la debida motivación como elemento de un debido
proceso, y que como tal, debe estar presente en todo tipo de proceso o de
procedimiento. Así, el Tribunal Constitucional peruano se ha pronunciado en el
siguiente sentido:
Uno de los contenidos del derecho al debido proceso es el derecho de obtener de los
órganos judiciales una respuesta razonada, motivada y congruente con las
pretensiones oportunamente deducidas por las partes en cualquier clase de procesos.
La vigencia de que las decisiones judiciales sean motivadas en proporción a los
términos del inciso 5) del artículo 139 de la Norma Fundamental, garantiza que los
jueces, cualquiera sea la instancia a la que pertenezcan, expresen el proceso mental
que los ha llevado a decidir una controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad

48
El Tribunal Constitucional peruano, por ejemplo, se ha pronunciado de la siguiente manera en un
proceso de amparo que fue materia de su conocimiento vía recurso extraordinario:
Que, se ha vulnerado el derecho de defensa y al debido proceso en virtud que no ha podido establecerse
la causa justa debidamente comprobada que amerita su separación del servicio diplomático y que el cese
del accionante carece de motivación y razonabilidad y, por ende, agravia los derechos constitucionales,
invocados (refiriéndose al debido proceso y al deber de motivación) que debe tenerse en cuenta.
Sentencia del Tribunal Constitucional de fecha 1 de septiembre de 1997, Exp. No, 731-96-AA/TC) Lima,
Tomado de Jurisprudencia del Tribunal Constitucional. T. (11, Periodo 97-98, Ed. Gaceta Jurídica. Lima, l
999, Págs., 228-229,
49
La Corte Suprema del Perú, se ha pronunciado expresamente en el sentido que la verificación de la
corrección en el razonamiento lógico empleado por el juzgador para resolver un caso concreto, también
llamado control de logicidad, es una de sus atribuciones en materia casatoria, Textualmente ha señalado:
Sexto,- Que, mediante el control de logicidad se examina el razonamiento que realizaron los jueces
inferiores para conocer si fue formalmente correcto desde el punto de vista lógico, de ello se deriva que,
no sólo la sentencia tiene que ser fundada sino que debe ser, en primer lugar, bien fundada, formal y
lógicamente, esto es, que se muestre el itinerario del razonamiento para que se pueda controlar (por las
partes y por el juez superior) si éste (el razonamiento) ha sido correcto y ha observado las leyes del
pensar (.,,)
CAS. No, 3 l 07-99- LA LIBERTAD, Resolución de fecha 22 de junio de 20()(), Publicada en El Peruano el
1 de septiembre de 2000.

92
de administrar justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la ley, pero también
con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del derecho de defensa de los
justiciables.50

Por otro lado, la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de esa República ha
declarado textualmente lo siguiente:
Tercero.- Que, conforme a lo establecido en el inciso cuarto del artículo ciento veintidós
del Código Procesal Civil, toda resolución debe contener la expresión clara y precisa de
lo que se decide u ordena, respecto de todos los puntos controvertidos; Cuarto.- Que,
dicho mandato guarda consonancia con la exigencia constitucional de la motivación,
entendiéndose que ésta constituye un elemento eminentemente intelectual, que
expresa el análisis crítico y valorativo llevado a cabo por el juzgador, expresado
conforme a las reglas de la logicidad y comprende tanto el razonamiento de hecho
como el de derecho en los cuales el juzgador apoya su decisión51.

9. Uruguay
En el país suramericano lo relativo a la misma está regulado en el capitulo V referido a
las resoluciones Judiciales, sección I forma y contenido,52 establece:

Artículo 197. Forma de la sentencia: El tribunal estudiará por si mismo los procesos,
dictará personalmente la sentencia y la suscribirá. Cuando se pronuncie en audiencia
se insertará en el acta respectiva. La sentencia contendrá la fecha y la identificación de
los autos, con mención de las partes intervinientes y demás elementos que surjan de la
carátula del expediente.

A continuación se establecerá, de modo claro y sucinto, el o los puntos litigiosos, los


hechos que se tienen por ciertos y los que han sido probados, consignándose los
fundamentos de derecho en cuya virtud se les tiene por tales.

50
Sentencia del Tribunal Constitucional. Expediente No, 1230-2002-HC/TC-Lima,
51
Casación No.- 1102-00- Lambayeque. Ejecución de Garantías 18-07-2000. Publicada en El Peruano el
30 de octubre de 2000.
52
Colección Códigos de la República Oriental del Uruguay, Código General del Proceso, Edición a cargo
de Emma Stipanicic, agosto 2003, pág. 55.

93
Le seguirá la exposición de las razones jurídicas en cuyo mérito se aplica el derecho y
se concluirá con la parte dispositiva, que se redactará en términos imperativos.

Artículo 198. Contenido de la sentencia. Las sentencias contendrán decisiones


expresas, positivas y precisas. Recaerán sobre las cosas litigadas por las partes con
arreglo a las pretensiones deducidas, declararán el derecho de los litigantes y se
pronunciarán sobre las condenaciones en costas y costos.

10. Venezuela
En dicho territorio lo relativo a la sentencia está regulado en el titulo V con el epígrafe
de la terminación del proceso en el capitulo I referido a la sentencia53, establece:
Que las mismas se pronuncian en nombre de la República de Venezuela, y por
autoridad de la ley, conforme el artículo 242 del Código de Procedimiento Civil. Además
en dicho Código se plasma el contenido de la sentencia, requisitos de forma y es así
como el artículo 243, establece que toda sentencia debe contener:
1º. La indicación del Tribunal que la pronuncia.
2º. La indicación de las partes y de sus apoderados.
3º. Una síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en que ha quedado planteada
la controversia, sin transcribir en ella los actos del proceso que constan en autos.
4º. Los motivos de hecho y de derecho de la decisión.
5º. Decisión expresa, positiva y precisa con arreglo a la pretensión deducida y a las
excepciones o defensas opuestas, sin que en ningún caso pueda absolverse de la
instancia.
6º. La determinación de la cosa u objeto sobre que recaiga la decisión.

Referido a que en determinados casos la sentencia es nula, también dicho


ordenamiento jurídico ha previsto la misma en el artículo 244 del mismo cuerpo legal al
establecer que será nula la sentencia: por faltar las determinaciones indicadas en el
artículo anterior; por haber absuelto de la instancia; por resultar la sentencia de tal

53
Yury Naranjo C. ―Código de Procedimiento Civil titulado, acotado y esquematizado‖. Ediciones librería
Destino. Caracas- Venezuela. Pág. 100.

94
modo contradictoria, que no pueda ejecutarse o no aparezca que sea lo decidido; y
cuando sea condicional, o contenga ultrapetita.

Como puede evidenciarse en ningún pasaje conducente de dicha normativa específica


se exige de manera contundente que la misma sea motivada, quizás porque entró en
vigencia en enero de mil novecientos ochenta y seis, por lo que es necesario
argumentar las mismas porque si no se realiza tal aspecto las mismas se vuelven
arbitrarias.

95
CAPITULO VII

Vicios más comunes en la motivación de la sentencia

Habiendo establecido que la debida motivación implica el cumplimiento de los requisitos


de racionalidad, vinculados a la corrección lógica del razonamiento del juzgador, y que
éstos además deben ser tomados en consideración a efectos de proceder al segundo
nivel de la motivación, el cual consiste en la aplicación de la lógica de lo razonable, se
estima necesario analizar ¿cuándo se puede afirmar que nos encontramos frente a una
motivación válida o correcta?, tomando como referencia el aspecto elemental de la
motivación referido a la lógica formal.

Así se puede sostener que la verificación de la corrección del razonamiento no implica


una actividad volátil, sino que, tanto en doctrina como en la jurisprudencia, tiene una
connotación específica. En efecto, el control de un razonamiento lógicamente correcto
es lo que se denomina control de logicidad.

Piero Calamandrei, refiriéndose a este tema en materia casatoria, indica lo siguiente:


―La censura por defecto de motivación, tal como se encuentra elaborado éste en la
práctica, tiende a someter la sentencia de mérito en todas sus partes a un control, de
logicidad: puesto que la sentencia debe contener, en la parte llamada motivación, la
esquemática descripción del itinerario lógico que llevó al juez a las conclusiones
incluidas en la parte dispositiva, y la justificación de los argumentos de derecho y de
hecho que constituyeron las etapas de aquel recorrido. La casación, a título de defecto
de motivación puede extenderse a censurar, no sólo la existencia sino también la
consistencia, la perfección y la coherencia lógica racional de esa motivación; no sólo a
verificar si en la sentencia ha referido el juez cómo razonó, sino también a controlar si
razonó bien, es decir, en forma que respondiera a las leyes de la lógica, y por tanto, de
modo convincente y exhaustivo.‖54

54
Calamandrei, Piero. ―Casación Civil Ediciones Jurídicas Europa-América.‖ Buenos Aires. 1959, Pág.
107.

96
Por lo anterior y como preliminarmente ha sido afirmado se puede sostener que el
grado mínimo para que una motivación sea correcta, desde la perspectiva de la lógica
formal, implica el respeto a los principios lógicos clásicos como son el de identidad o
congruencia, no contradicción, tercero excluido y razón suficiente. Contrario sensu, una
decisión que no cumple con este requisito de validez, es decir, que presenta lo que en
doctrina se denomina unánimemente como errores in cogitando, podrá ser declarada
nula, con la consecuente necesidad de que dicho acto procesal vuelva a ser emitido.

En términos prácticos y precisos se puede advertir y analizar que los defectos más
comunes en el razonamiento lógico, que han sido clasificados por la doctrina y que
concuerdan con la realidad nacional, son los que a continuación se desarrollarán:

1. Falta de motivación
Como señala Raúl Eduardo Fernández, ―este supuesto se refiere a aquellos casos en
los cuales la motivación de la resolución está totalmente ausente.‖55 Además De la Rua
agrega: ―Es la ausencia de una exposición de los motivos que justifiquen la convicción
del juez, en cuanto al hecho y las razones jurídicas que determinan la aplicación de una
norma a ese hecho, comprendiendo todas las cuestiones sometidas a decisión.‖56

Ciertamente éste es el caso de defectos en la motivación; sin embargo, no se puede


dejar de mencionar que, al menos en la realidad judicial guatemalteca es perfectamente
posible que se presente, por ejemplo, cuando el juzgador resuelve sobre temas
pretendidos sin ninguna fundamentación.

Un ejemplo de este error in cogitando sería el siguiente: Cuando se condena el pago de


costas. Atendiendo a que por mandato de los artículos 572 y 573 del Código Procesal
Civil y Mercantil respectivamente establecen ―…En caso de condenación en costas, la
parte condenada indemnizará a la otra de todos los gastos necesarios que hubiere

55
Fernández, Raúl E. ―Los Errores In Cogitando en la Naturaleza del Razonamiento Judicial.‖ Ed.
Alveroni. Córdoba. 1993. Págs. 115 y ss.
56
De la Rua, Fernando. ―La casación penal‖. Ediciones de Palma, Buenos Aires, Argentina, 2000. Pág.
112.

97
hecho‖ ―El juez en la sentencia que termina el proceso que ante él se tramita, debe
condenar a la parte vencida al reembolso de las costas a favor de la otra parte.‖
Algunos operadores de justicia son del criterio que, en estos casos, se esta frente a
pretensiones accesorias legales, por lo que la decisión que se emita sobre ellas, no se
necesitará motivación alguna.

El criterio anterior es respetado pero no compartido por discrepar de la misma. En


efecto, el ordenamiento procesal ha previsto toda una regulación específica sobre el
tema, la misma que va desde los principios que rigen la condena en costas, hasta las
posibilidades de su exoneración.

Por lo indicado, resulta clara la necesidad de motivación respecto de por qué se ordena
el pago de las costas o por qué se ha procedido a su exoneración, así como cuáles son
los aspectos que debe contener y por qué, ya que la sola invocación a la frase condena
de costas o asumiendo cada parte sus costas del proceso, no permite, en lo absoluto,
conocer cuál es la motivación que hubo detrás de esa declaración; situación que se
agrava particularmente cuando la sentencia declara fundada en parte la demanda,
supuesto en el cual no se puede afirmar que existe claramente una parte vencedora y
otra vencida, lo que constituye precisamente el sustento de tal condena.

En los casos de falta de motivación supuestamente se afectaría el principio lógico de


razón suficiente; sin embargo, es claro que no se está sólo ante un problema de
insuficiencia en la motivación, sino que estos supuestos carecen de motivación, es
decir, no contienen razón alguna que ampare lo decidido, con lo cual el error in
cogitando incurrido es de suma gravedad.

En una sentencia oral de fijación de pensión alimenticia relacionado al considerando de


las costas procesales se lee: ―El juez en la sentencia que termina el proceso que ante
él se tramita, debe condenar a la parte vencida al reembolso de las costas a favor de la
otra parte. En el presente caso el juzgador estima pertinente condenar en costas a la

98
parte vencida‖57 como puede evidenciarse no se indica los motivos por los cuales se
condena, lo cual conlleva a la arbitrariedad.

2. Motivación aparente
En este caso, se vulnera el principio lógico de razón suficiente, aún cuando se hace de
la manera más sutil, toda vez que lo argumentado no es, ni puede ser, el sustento real
de la decisión adoptada. La misma es una fachada para cumplir con la formalidad y
pretender sostener que la decisión tiene motivación; sin embargo, de la lectura y
análisis de la misma se puede advertir que ésta, en ningún caso, constituye la razón de
lo resuelto.

Raúl Fernández en este sentido afirma que: ―El grupo de decisiones que corresponden
con esta parte de la clasificación son verdaderamente peligrosas pues se presentan
como actos jurisdiccionales a prima facie fundados, pero que si no nos detenemos en lo
que es la caparazón de los mismos, sino que procuramos adentrarnos en la
racionalidad y razonabilidad de la fundamentación descubriremos que en verdad no
tienen fundamento.‖58

Así por ejemplo de los casos mas frecuentes de estos errores in cogitando, son:
Cuando se ordena el pago de una indemnización por daño a la persona, porque el ser
humano es el fin supremo de la sociedad.

Evidentemente esta afirmación no reviste el mayor análisis. Que el ser humano sea el
fin supremo de la sociedad, no implica que siempre deba ordenarse el pago de una
indemnización por daño a la persona, pues para ello deberá demostrarse
necesariamente la existencia de un daño cierto que vulnere, por ejemplo, el proyecto de
vida del demandante, por una causa además imputable al demandado. Esta no sería
más que una elucubración retórica más no el sustento de ninguna decisión menos aún
de la que pretende ordenar el pago de una suma de dinero a favor de una de las partes.

57
Juzgado de Primera Instancia de Trabajo y Previsión Social y de Familia de Totonicapán, expediente
89-2007, oficial quinto. Sentencia de fecha 6-6-2007. Pág. 4.
58
Fernández, Raúl E. op. cit. Pág. 117.

99
Cuando se ampara una pretensión bajo el argumento de que basta con leer el dictamen
pericial que obra en autos, así como valorar de manera conjunta los medios probatorios
admitidos en autos, de conformidad con lo establecido en el artículo 127 del Código
Procesal Civil y Mercantil, para determinar que la pretensión demandada debe ser
declarada fundada.

Este es un caso típico donde la sentencia no ha cumplido con un requisito esencial


referido a la valoración de los medios de prueba. En efecto, la simple invocación a un
medio probatorio, una pericia, un documento, una declaración, por ejemplo, o la
indicación de que lo ordenado es producto de una valoración conjunta de los medios de
prueba, no constituye razón suficiente de lo resuelto. En efecto, es un derecho de todo
justiciable conocer de qué manera los medios de prueba aportados contribuyeron a
crear convicción en el juzgador, cuáles sirvieron para tal propósito y cuáles no, de modo
que esté en aptitud de ejercer su derecho de defensa e impugnación.

En este caso estaremos frente a una resolución con una motivación aparente por
remisión. En efecto, es imprescindible tener en cuenta que en el sistema procesal civil
guatemalteco en materia impugnatoria, es muy escueta pero debe hacerse de esa
forma como un deber del recurrente expresar los vicios o errores que considera que
afectan la resolución cuestionada, así como la precisión del agravio que dicha decisión
le causa. Ya que esta exigencia tiene un doble propósito: i) por un lado, restringir las
posibilidades de solicitar una nueva revisión de un acto procesal sólo a quienes se
sienten agraviados y estén en aptitud de demostrar la existencia de vicios en el mismo;
y ii) por otro lado, delimita el ámbito de competencia del órgano jurisdiccional que actúa
en grado, es decir que revisa la decisión impugnada. En consecuencia, lo que
corresponde al órgano revisor es pronunciarse respecto del sustento (vicio o error y
agravio) invocado en el recurso de apelación.
Desafortunadamente muchas resoluciones emitidas por los órganos jurisdiccionales
han sido sostenidamente erróneas, pues se ha considerado que la sola invocación del
mandato legal contenido en la norma bajo análisis, legitima la motivación efectuada
volviéndola válida y correcta.

100
Evidentemente la sola invocación de una norma positiva, no permite al justiciable
conocer la corrección del razonamiento seguido por el juzgador para emitir su decisión,
en este caso en grado, menos aún, podrá conocer a ciencia cierta si analizó los vicios
denunciados en la apelación interpuesta, ya que la sola expresión por sus fundamentos,
confirmamos, no le permite, en modo alguno, saber por qué no le mereció mérito el
sustento de su recurso.

Como se puede apreciar, a primera vista podía sostenerse que la sentencia parecería
fundada, pero al tratar de verificar su contenido y contrastarlo con lo resuelto,
apreciamos que el sustento dado, no es tal, pues no puede ser considerado la razón de
lo decidido.

En juicio ordinario de divorcio se asienta: ―…Al hacer el análisis respectivo de las


constancias procesales, el juzgador arriba a la conclusión de que no fue probada la
causal invocada, puesto que no se aportaron pruebas suficientes para ello, así también
al no darle valor probatorio a la únicas pruebas presentadas como lo son la declaración
de los testigos y la declaración de parte por las circunstancias consideradas
anteriormente. No obstante lo anterior también deben tomarse en cuenta que la
demandada no presentó prueba alguna para demostrar algo en su favor. Ante lo cual el
Juzgador arriba a la conclusión por la vía del razonamiento que el actor no probó
durante la substanciación del presente juicio los hechos de su demanda, por lo que
estima declarar improcedente la misma, haciéndose las declaraciones del caso,
debiéndose condenar en costas procesales a la parte vencida. Por lo que así debe
resolverse‖.59
Es de advertir que en ningún momento se hace alusión a que indicaron los testigos,
porque en otro pasaje conducente relativo a la misma se limita a indicar que los testigos
responden a preguntas que no relatan hechos para poder probar la causal que alega el
actor, ni mucho menos que dijo el demandado, por lo cual se desconocen sus dichos,
por lo cual la sentencia no es autosuficiente para bastarse por si misma, además no se
59
Juzgado de Primera Instancia de Trabajo y Previsión Social y de Familia de Totonicapán, expediente
310-2006, oficial quinto. Sentencia de fecha 6-8-2007. Pág. 4.

101
requiere de pruebas suficientes porque la ley no requiere de pruebas suficientes al
momento de construir una sentencia.

3. Motivación defectuosa
Se presenta en aquellos casos en los que formal o externamente existe un texto
redactado que pretende hacer las veces de motivación; sin embargo si se procede a
una lectura mínimamente cuidadosa es posible advertir que tal motivación es
intrínsecamente incorrecta, en tanto afecta los principios lógicos de identidad o
congruencia, no contradicción o de tercero excluido.

3.1 Respecto de la afectación al principio de identidad


Este implica que toda cosa es igual a sí misma, es de indicar que los cuestionamientos
a la validez de las decisiones judiciales invocando la vulneración a este principio.

Un ejemplo de afectación de motivación defectuosa por afectar el principio lógico de


identidad o congruencia es:
a) Cuando las decisiones se pronuncian de manera extra, ultra o infra petita, en tanto
no existe correspondencia entre lo pretendido y lo que fue materia de pronunciamiento
en la sentencia. En este sentido la doctrina ha advertido que la vulneración del principio
de congruencia da lugar a tres vicios; i) Plus petita, cuando se concede más de lo
pedido por las partes; ii) lnfra petita cuando se omite resolver sobre alguno de los
pedidos; y iii) Extra petita, cuando se concede algo diferente de lo pedido o la decisión
se refiere a persona ajena al proceso.

Los siguientes ejemplos ayudarán a comprender la misma:


a- Será nula la decisión que otorga una indemnización por daño moral, cuando en la
demanda sólo se solicitó el resarcimiento de daños patrimoniales.

b- Cuando en materia impugnatoria, y específicamente el órgano que actúa en grado,


no respeta el principio de limitación del agravio. De ello se deriva el deber del
impugnante de fundamentar el vicio o error que supuestamente presentaría la

102
resolución cuya revisión se solicita, lo que a su vez delimita la competencia del órgano
revisor en cuanto a los términos de su pronunciamiento, si el recurrente impugna una
resolución, sea auto o sentencia, invocando la existencia de determinados vicios,
corresponde que el A-quem se pronuncie respecto de todos ellos, y no respecto de sólo
algunos de ellos ni mucho menos sobre otros no invocados; en caso contrario, se
presentaría un vicio en la motivación que afectaría el principio de congruencia, el mismo
que incluso podría dar lugar a la declaración de nulidad de la resolución si este error en
el sustento de la decisión hubiese sido precisamente la razón de lo decidido.

c- Cuando la parte resolutiva no guarda correspondencia con los hechos alegados por
las partes y los que son el sustento de la sentencia.
Nótese que en este caso, no nos estamos refiriendo a aquellos supuestos en que los
que el juzgador varía la calificación jurídica atribuida por las partes a los hechos
invocados.
Por ejemplo, si se presenta una demanda desahucio y desocupación por ocupación
precaria de los demandados, y éstos contestan alegando ser propietarios del bien por lo
que sí cuentan con título para poseer, la sentencia deberá pronunciarse
específicamente respecto de si los demandados pueden continuar poseyendo el bien, lo
que dependerá de si efectivamente son o no propietarios, pero lo que no podrá ocurrir
es, por ejemplo, que la sentencia se pronuncie deduciendo la existencia de un contrato
de comodato que ninguna de las partes ha invocado y que excluiría la precariedad.

En Juicio Ordinario de reivindicación de la posesión de bienes inmuebles los hechos


sujetos a prueba ― a) si procede la reivindicación de bienes inmuebles de parte del
actor…‖60 este no es el hecho sujeto a prueba, sino que el hecho sujeto a prueba es
establecer si al actor le asiste el derecho de poseer y reivindicar la cosa lo cual no se
realizó un análisis de la misma.

60
Juzgado de Primera Instancia Civil y Económico Coactivo de Totonicapán, expediente 234-2006, oficial
segundo. Sentencia de fecha 16-06-2007. Pág. 17.

103
3.2 Se incurre también en una motivación defectuosa al afectarse al principio de no
contradicción cuando se afirma y se niega una misma cosa de un mismo objeto.
Respecto de este es pertinente indicar que, normalmente es entendido por los órganos
jurisdiccionales como la otra cara del principio de identidad o congruencia, y es en esa
medida que este tipo de vicios sí son admitidos como afectaciones al derecho a una
debida motivación.

Como ejemplos de afectación al principio de no contradicción, se presentan los


siguientes:
a- Cuando en una misma resolución se exponen fundamentos que son contrarios entre
sí, y por ello se excluyen y anulan mutuamente. Coloquémonos en el supuesto de una
resolución la que en un considerando establece que las normas aplicables a un caso
específico, son las correspondientes a la responsabilidad extracontractual; sin embargo,
en otro considerando se precisa que correspondía a la parte demandante la prueba de
la presencia del dolo o culpa inexcusable del demandado, razón por la cual termina
desestimándose la pretensión contenida en la demanda.

b- Cuando los considerados de la sentencia son contradictorios con la parte dispositiva,


es decir, con el fallo. En el supuesto de una demanda en la que se ha pretendido la
resolución de un contrato de compraventa por incumplimiento del pago del precio por el
comprador. Pero, en la parte considerativa de la sentencia se sostiene que estamos
frente a un contrato nulo. Finalmente en la parte resolutiva se señala que estando a los
considerandos expuestos, la pretensión de resolución de contrato debe ser declarada
fundada.

En este caso, se afectaría indudablemente el principio de no contradicción en tanto,


para poder resolver un contrato es imprescindible que éste sea considerado válido; en
consecuencia, resulta absolutamente contradictorio con el sustento atribuido a tal
decisión, es decir, con la argumentación de la nulidad intrínseca del contrato. En efecto,
si el contrato era nulo ¿qué es lo que estaría resolviendo? Evidentemente ninguno, con
lo que se hace evidente el error incurrido al motivar la decisión adoptada.

104
c- Cuando la valoración de los medios de prueba explicitada en la sentencia no es
correspondiente con la decisión emitida. Lo anterior ocurre cuando la sentencia tiene
como sustento principal un medio de prueba, una pericia o un documento por ejemplo,
con los que supuestamente se ha creado convicción respecto del fallo adoptado: sin
embargo, en la misma sentencia se declaran fundadas las oposiciones y las tachas
interpuestas contra estos mismos medios probatorios, con lo cual, pese a que al juez no
estaba en aptitud de haberlos tornado válidamente en consideración al momento de
decidir, los utilizó como sustento de su resolución, con lo que indudablemente afectó el
principio de no contradicción e invalidó su sentencia.

3.3 Por otro lado, se producirá una afectación al principio lógico de tercero excluido
cuando sólo pueden existir dos decisiones válidas excluyentes entre sí, sin que quepa
la opción de una alternativa distinta.
a- Por ejemplo, se afectaría este principio en un proceso de nulidad de una
compraventa se declara que el contrato es nulo pero sólo para el vendedor y no para el
comprador, a pesar de ser litisconsortes necesarios.

b- Asimismo, se estará frente a una decisión viciada por adolecer de este error in
cogitando al determinarse que es nulo el matrimonio contraído por un ya casado pero
sólo respecto de éste, mas no de la cónyuge que no tenía tal impedimento para
celebración de este acto.

Como se evidencia, en ninguno de estos casos exista a opción válida de pronunciarse


en el sentido ocurrido, pues precisamente la posibilidad de emitir pronunciamientos
diferentes para cada sujeto que integraban una parte procesal (litisconsortes necesarios
además), resultaba lógica y jurídicamente incorrecta.

4. Responsabilidad de funcionarios y empleados públicos


Al asentarse que la motivación consiste en dar o explicar la razón que se ha tenido para
hacer una cosa.

105
Motivar es entonces: 1) la invocación de la norma o del microsistema de normas
aplicable y 2) el razonamiento que legitime la subsunción de los hechos del caso en
ello... no es la voluntad inicial del legislador la nota decisiva, porque la ley una vez
nacida, una vez que se desprende de la matriz gestamente del legislador, adquiere
desarrollo y plenitud, por las nutrientes culturales que en el decurso de su vigencia va
recibiendo de la realidad social de cada tiempo. Cuando las sentencias se apartan de la
motivación suficiente o yerran en la decisión, entran en el terreno de las causales de
arbitrariedad de las sentencias.

La motivación es la única garantía para proscribir la arbitrariedad. La razonabilidad es el


criterio demarcatorio de la discrecionalidad frente a la arbitrariedad ya que si la potestad
discrecional consiste en elegir una opción entre un abanico de posibilidades razonables
no hay potestad discrecional cuando es sólo una la solución razonable y por tanto no
hay posibilidad de elección.

En el supuesto más habitual en que caben varias elecciones entra de manera


determinante la persona del juez quien estará investido de potestad para decidir en una
u otra dirección, es decir hay un margen discrecional cuando sobre una cuestión
aparecen varias soluciones razonables y es preciso elegir entre ellas. Por ello, el
ejercicio de la potestad discrecional presupone dos elementos, por una parte una
opción entre varias soluciones razonables y es preciso elegir entre ellas y por otra parte
que esa opción sea razonable dentro de un marco socio-cultural determinado.

La motivación garantiza que se ha actuado racionalmente porque da las razones


capaces de sostener y justificar en cada caso las decisiones de quienes detentan algún
poder sobre los ciudadanos. En la motivación se concentra el objeto entero del control
judicial de la actividad discrecional administrativa y donde hay un duro debate sobre
hasta donde deben fiscalizar los jueces.

Para confirmar si ha habido o no arbitrariedad basta con examinar si la decisión


discrecional está suficientemente motivada y para ello basta mirar si en ella se han
dejado espacios abiertos a una eventual arbitrariedad. La motivación de las sentencias

106
sirve también para que cada cual o el público en su conjunto vigilen si los tribunales
utilizan arbitrariamente el poder que les ha sido confiado.

Si contra el riesgo de la arbitrariedad no se conoce otro antídoto que la motivación, a


ésta habrá que considerarla como sinónima de justificación es decir aducir buenas
razones en favor de una decisión y no como muchas veces se confunde con la
descripción de las razones y motivos que han inducido al juez a decidir un asunto. Debe
considerarse la motivación como una aportación de razones independientemente de
hayan sido pensadas antes o después de tomada la decisión.

Pero esta facultad conferida a los operadores de justicia conlleva responsabilidades de


diferente tipo y de acuerdo al artículo 246 del Código Procesal Civil y Mercantil, la
responsabilidad civil de los funcionarios y empleados públicos procede en los casos en
que la ley lo establece expresamente; y se deducirá ante el juez de Primera Instancia
por la parte perjudicada.

Por su parte el artículo 154 de la Constitución Política de la República preceptúa: ―Los


funcionarios son depositarios de la autoridad, responsables legalmente por su conducta
oficial, sujetos a la ley y jamás superiores a ella….‖ El artículo 155 de la Carta Magna
establece: ―cuando un dignatario, funcionario o trabajador del Estado, en el ejercicio de
su cargo, infrinja la ley en perjuicio de particulares, el Estado o la institución estatal a
quien sirva, será solidariamente responsable por los daños y perjuicios que se
causaren. La responsabilidad civil de los funcionarios y empleados, podrá deducirse
mientras no se hubiere consumado la prescripción, cuyo término será de veinte años…‖

De manera que la responsabilidad civil recae personalmente sobre los funcionarios


públicos por razón del desempeño de sus cargos. Esta responsabilidad puede
deducirse contra todos los funcionarios del orden gubernativo, desde el ministro, hasta
el agente de la autoridad, que en el ejercicio de su cargo infrinjan con actos u
omisiones, algún precepto cuya observancia les haya sido reclamada.

107
Aunado a esto se debe tener presente la existencia de la Ley de Probidad y
Responsabilidades de Funcionarios y Empleados Públicos (Decreto 89-2002 del
Congreso de la República) que en su artículo 9 establece lo referente a la
responsabilidad civil de los funcionarios y empleados públicos de la siguiente manera:
―Genera responsabilidad civil la acción u omisión que con intención o por negligencia,
imprudencia, impericia o abuso de poder, se cometa en perjuicio y daño del patrimonio
público, independiente de la responsabilidad penal que se genere. Los daños y
perjuicios provenientes de la responsabilidad civil se harán efectivos con arreglo al
Código Civil y demás disposiciones legales vigentes sobre la materia, salvo que la
acción civil se decida dentro de la acción penal en forma conjunta‖.
Merece especial atención la responsabilidad civil de los jueces y magistrados, la que se
deducirá ante el Tribunal Inmediato Superior, y si los responsables fueren magistrados
de la Corte Suprema de Justicia, se organizará el Tribunal que deba juzgarlos conforme
los artículos 77, 78 y 79 de la Ley del Organismo Judicial. Cuando se trate
responsabilidad de los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia no cabe más
recursos que los de aclaración, ampliación y reposición, en todos los demás casos la
resolución es apelable. En este sentido es de advertir que la conformación del tribunal
encargado de juzgar a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, después que
estos han incurrido en responsabilidad, es violatorio al artículo 12, de la Constitución
Política de la República de Guatemala, porque no seria un tribunal preestablecido.

Además el Código Penal contempla responsabilidades de tipo penal cuando se actúa


arbitrariamente, ya que los artículos 423 establece que el funcionario o empleado
público que dictare resoluciones u ordenes contrarias a disposiciones expresas de la
Constitución de la República o a sabiendas, ejecutare las órdenes de esta naturaleza
dictadas por otro funcionario, o no ejecutare las leyes cuyo cumplimiento le incumbiere,
será sancionado con prisión de uno a dos años y multa de doscientos a dos mil
quetzales. Así mismo está contemplado el artículo 462 y 463, referido a la prevaricación
y prevaricato culposo.

108
Como puede evidenciarse el incumplimiento del deber de motivar es una obligación que
se exige a los administradores de justicia para que se logre la seguridad jurídica que el
Estado debe brindar a sus habitantes, ante tales deficiencias se puede concluir que las
sentencias contienen errores que son comunes en los que destacan: a) Falta de
motivación; b) Motivación aparente; y c) Motivación defectuosa. Lo cual se evidencio
con el análisis de las sentencias emitidas por los operadores de justicia en los
diferentes procesos analizados en su oportunidad ya que carecen de argumentación
fáctica y jurídica, porque en las mismas se encontraron los errores más comunes
durante el proceso de motivación, lo cual comprueba la hipótesis de trabajo que
consistía en establecer ¿Cuáles son los errores más comunes en el proceso de
motivación de las sentencias emitidas en procesos de conocimiento civil?.

5. Requisitos de la motivación de la sentencia


Los siguientes lineamientos son sugeridos por De la Rua quien establece que para que
el proceso de motivación sea valido se requiere que contenga determinados requisitos y
que la doctrina jurídica recomienda, siendo los siguientes:

Expresa
El juez no puede suplirla por una remisión a otros actos, o a las constancias del
proceso, o reemplazarla por una alusión global a la prueba rendida. ―Al imponer la
necesidad de motivar el pronunciamiento, la ley exige que el juzgador consigne las
razones que determinan la condena o la absolución, expresando sus propias
argumentaciones de modo que sea controlable el iter lógico seguido por él para arribar
a la conclusión.‖61

Clara
La motivación además debe ser clara. En la sentencia el objeto del pensar jurídico debe
estar claramente determinado, de manera que produzca seguridad en el ánimo de
quienes la lean. ―Bien se ha afirmado que los jueces deben expedirse en un lenguaje
llano que permita la clara extensión de su pensamiento, para que éste pueda ser

61
De la Rua, Fernando. op. cit. Pág.119.

109
aquilatado y comprendido por los demás, aún por legos.‖62 Pero el defecto de claridad
solo producirá la nulidad cuando por la obscuridad de los conceptos empleados no se
pueda inferir el pensamiento del juzgador. El vicio se refiere no a cualquier frase o
expresión no suficientemente asertiva, sino aquellas por las cuales se fijan los hechos y
conclusiones fundamentales, de modo que si ellas dejan dudas sobre las pruebas
utilizadas, el hecho o la conclusión, no se puede saber si la decisión se funda en la
certeza del juez o bien en una sospecha o mero arbitrio suyo.

Completa
La exigencia comprende a todas las cuestiones fundamentales de la causa, y a cada
uno de los puntos decisivos que justifican cada conclusión. El tribunal está obligado a
considerar todas las cuestiones esenciales o fundamentales que determinan el fallo. En
este sentido, cualquier aspecto de la indagación susceptible de valoración propia,
asume individualidad a los fines de la obligación cuando omita la exposición de los
motivos sobre un punto de la decisión.

¿Qué debe entenderse por punto o extremo decisivo de la resolución? Tales son los
que constituyen las cuestiones fundamentales sometidas a la decisión del juez, o sea,
los aspectos constitutivos de la especie legal o tipo legal de cuya aplicación se trata, es
decir, los hechos principales de la causa, y el derecho a ellos aplicable.

Esto implica que los hechos secundarios queden excluidos; la obligación de motivar
alcanza también a ellos en cuanto comprende el iter a través del cual, partiendo de los
hechos secundarios (o dependientes), el juez llega a la conclusión sobre el hecho
principal. El punto de referencia será siempre éste, como elemento integrativo de la
figura penal. El error sobre el hecho secundario será relevante sólo en la medida en que
repercuta o influya sobre el principal.

―La motivación, para ser completa, debe referirse al hecho y al derecho, valorando las
pruebas y suministrando las conclusiones a que arribe el tribunal sobre su examen,

62
De la Rua, Fernando. op. cit. Pág. 120.

110
sobre la subsunción del hecho comprobado en un precepto penal, y sobre las
consecuencias jurídicas que de su aplicación se derivan.‖63

Para que la motivación sea completa no es preciso que el tribunal tome en


consideración todos los argumentos de la acusación o la defensa. El juez no está
obligado a tomar en cuenta, tampoco, todo lo que resulta del proceso, sino lo que sirve
para justificar su conocimiento en orden al hecho y responsabilidad del imputado, y a su
calificación jurídica, sin polemizar con la defensa, cuyos argumentos y alegaciones no
está obligado a considerar, sino sólo en lo que sea esencial y fundamental para la
decisión.

63
De la Rua, Fernando. op. cit. Pág. 121.

111
CAPITULO VIII

Presentación y Discusión de Resultados

En el presente y ultimo capitulo se puede concluir que el tesista al elaborar el presente


trabajo de investigación, pudo establecer claramente las deficiencias agudas que
existen en la motivación de las sentencias proferidas en Juicio Ordinario, y que
realmente es grande la preocupación en este sentido debido a que como bien a
quedado establecido, el apartado de la motivación en las sentencias es de gran
importancia; esto se debe a que el contenido de esta ha de atender a los hechos,
determinando cuales se estiman probados, tanto con base en una norma legal de
valoración, o comúnmente conocida como prueba tasada, como conforme a la sana
critica, y al derecho, es decir, a las leyes, doctrina y principios aplicables al caso
concreto, estas exigencias pueden entenderse cumplidas teniendo en cuenta que; en
primer lugar, la motivación escueta o breve, sí es suficientemente indicativa, no
equivale a ausencia de la misma, pues no se trata de identificar motivación con
extensión de los antecedentes de hecho y de los fundamentos de derecho y ni siquiera
es preciso que se haga exhaustiva descripción del proceso intelectual que conduce al
juez a decidir en un determinado sentido. En segundo lugar, lo determinante es que la
sentencia haga expresa manifestación de que la decisión adoptada responde a una
concreta manera de entender que hechos han quedado probados y como se interpreta
la norma que se dice aplicable, con lo que se esta dando base suficiente para que la
parte vencida conozca el porque de la decisión y pueda, en su caso, recurrirla, al
tribunal superior y controlar la viabilidad fáctica y jurídica de lo decidido. Y en tercer
lugar puedo concluir que será motivación suficiente aquella que permite de forma clara
conocer la razón de decidir, independientemente de la parquedad o de la extensión del
razonamiento expresado, pues lo importante es que quede excluido el mero
voluntarismo o la arbitrariedad del juzgador.
En el artículo 147 inciso d, de la ley del Organismo judicial referido a la redacción de la
sentencia, se puede observar claramente la imposición que dicha ley le hace al juez
sobre la motivación que debe contener la sentencia.

112
Por ultimo el tesista a modo de sugerencia concluye en que seria de gran importancia
que las autoridades de la Universidad Rafael Landivar, mas específicamente las de la
facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, incluyeran como un punto de suma
importancia en los programas de los cursos de derecho procesal, lo relacionado a la
motivación de las sentencias, ya que para el abogado en formación seria de suma
importancia conocer todo lo relacionado al tema aludido.

113
CONCLUSIONES

1. La motivación de las sentencias permite su control por parte de la opinión pública,


cumpliéndose así con el requisito de la publicidad, en donde el juez este sometido
al imperio de la ley, elimina la arbitrariedad y permite el uso de los recursos
respectivos.

2. En el derecho comparado algunas legislaciones imponen el deber de motivar las


resoluciones judiciales en normas de rango constitucional y que su ausencia es
motivo de nulidad de lo actuado, otras en normas ordinarias como el caso de la
legislación guatemalteca, y en algunos países no es necesaria la motivación de
las resoluciones judiciales.

3. Actualmente la doctrina de la obligatoriedad de la fundamentación de las


sentencias es hoy un principio general, que esporádicamente registra dispensas o
excepciones.

4. El deber de motivación es una garantía esencial del justiciable para evitar


arbitrariedades por parte de los funcionarios y empleados públicos en perjuicio de
los particulares y son responsables directamente por los daños y perjuicios que
les causen, en solidaridad del Estado cuando fuese procedente.

5. Los errores más comunes que cometen los titulares de los órganos
jurisdiccionales en el proceso de motivación son: a) Falta de motivación; b)
Motivación aparente; y c) Motivación defectuosa.

6. Las sentencias dictadas en los diferentes procesos analizados en su oportunidad


carecen de argumentación fáctica y jurídica, porque en las mismas se
encontraron los errores más comunes durante el proceso de motivación, defectos
que dieron origen a su impugnación a través de los recursos respectivos.

114
7. En Guatemala la obligación de emitir resoluciones fundadas en ley, se realiza
conforme a interpretación del artículo 29 de la Constitución Política de la
República de Guatemala, que ha realizado la Corte de Constitucionalidad.

8. Es violatorio al principio constitucional de debido proceso la ausencia de


motivación en las resoluciones judiciales, de conformidad con los argumentos
vertidos por la Corte de Constitucionalidad.

115
RECOMENDACIONES

1. Que las distintas universidades del país a través de las facultades respectivas
implementen dentro del pensum de estudios cursos referidos a la motivación de las
resoluciones judiciales.

2. Que la Escuela de Estudios Judiciales a través de la Unidad de Capacitación


Institucional del Organismo Judicial, en los procesos de capacitación a operadores
de justicia, incluya un curso de motivación de las resoluciones, con la finalidad que
los jueces que egresen de la misma lo apliquen en su que hacer cotidiano.

3. Que los distintos órganos jurisdiccionales al emitir sentencias observen y apliquen la


interpretación hecha por la Corte de Constitucionalidad del artículo 29 de la
Constitución Política de la República de Guatemala, referido al deber de
fundamentar las resoluciones judiciales.

4. Revisar el papel que desempeña la jurisprudencia, que ya no sea considerado


complementario sino como fuente de singular importancia para la generación del
Derecho.

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