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Investigar en los márgenes

de las ciencias sociales


Researching in the Theoretical
Limits of the Social Sciences

Alfonso Torres Carrillo *

Resumen
Este artículo presenta una nueva perspectiva para comprender el reciente proceso de re-
estructuración del campo de los estudios sociales, en particular la emergencia de prácticas
investigativas por fuera y en los bordes de las disciplinas sociales. En América Latina, pro-
puestas como la investigación acción participativa y la sistematización de experiencias ponen
en evidencia que desde otros lugares sociales diferentes del mundo académico, como los
movimientos sociales, se producen prácticas investigativas. Dichas modalidades de producción
de conocimiento no solo subvierten los presupuestos epistemológicos de la ciencia clásica,
sino que, dado su carácter liminal, abren la posibilidad para avanzar hacia lo inédito, hacia la
construcción instituyente de realidades.

Palabras clave:
Ciencias sociales, investigación acción participativa, investigación liminal,
margen investigativo.

Abstract
This article deals with a new perspective to understand the recent process for restructuring
the research field in the social studies. As one example, the emergent research practices like
outside and inside of borders in social disciplines. In Latin America; proposals as the Action –
Research and its experiences of systematization, are known for represent other realities and
for show them into the academic world. Another example can be described in the formation and
consolidation of new social movements that take place based on the research practice. These
modalities of production of knowledge not only subvert the epistemological presuppositions of
the classic science, but also, give their liminal character. They open the possibility to advance
toward the construction of new realities.

Key words:
Social sciences, action research, liminal research, researching limits.

Artículo recibido el 14 de marzo de 2008 y aprobado el 12 de mayo de 2008

* Profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica Nacional.


atorresc@multiphone.net.co.

Folios • Segunda época • N. o 27 • Primer semestre de 2008 • pp. 51-62 51


Universidad Pedagógica Nacional

A Arturo Alape, in memoriam lado los estrechos vínculos de las ciencias sociales
con los poderes dominantes y su subordinación a
intereses extracognitivos. Además, se les exige a las
Apertura: algo está cambiando en las ciencias sociales un compromiso ético con la resolu-
ciencias sociales ción de las problemáticas sociales actuales (Gibbons
La próxima apertura de la Maestría en Estudios y otros, 1997): construcción de democracia, justicia
Sociales en la Universidad Pedagógica Nacional social, reordenamiento territorial, multiculturalismo
es ocasión propicia para reflexionar acerca de los e interculturalidad, entre otros. Incluso, algunas
alcances y potencialidades de las transformacio- prácticas de producción de conocimiento, como
nes que están dándose en el campo de las ciencias los estudios de género, los estudios culturales y
sociales, en particular el surgimiento de prácticas estudios poscoloniales se reclaman indisciplinares
investigativas por fuera de las mismas. En efecto, es para marcar su diferenciación con las ciencias so-
un hecho aceptado que, desde hace unas décadas, las ciales clásicas que no visibilizaron las relaciones de
ciencias sociales atraviesan por un proceso de crisis dominación patriarcal, política y colonial.
y reestructuración. Esta dinámica se expresa en la En cuarto lugar, se reconoce que el conocimien-
sospecha frente a sus presupuestos epistemológicos, to de lo social no es patrimonio exclusivo de las
organizacionales y políticos que las configuraron disciplinas sociales. En efecto, estas, al igual que lo
en el siglo XIX, así como la emergencia de nuevas habían hecho las ciencias naturales desde el siglo
prácticas investigativas no disciplinares. XVII, los científicos sociales se abrogaron el mono-
En primer lugar, se ha cuestionado la fragilidad polio de la producción de conocimiento verdadero
de sus supuestos positivistas de universalidad, ob- sobre lo social; las demás prácticas culturales que
jetividad, determinismo y monismo metodológico. venían dando cuenta de lo social, como la filosofía,
En efecto, hoy se tiende a reconocer que las ciencias el ensayo, la sabiduría popular y la literatura, fueron
sociales siempre están “localizadas”, que el sujeto y la descalificadas por especulativas, faltas de rigor o
subjetividad están presentes en todos sus procesos, ficticias. De este modo se erigió una distinción ra-
que la indeterminación coexiste con el orden y que dical entre conocimiento científico y saber común
no existe una única manera de entender el método o vulgar (Bunge, 1976).
científico. Dicho abismo epistemológico se ha puesto en
En segundo lugar, se ha puesto en evidencia la sospecha en la medida en que se reconoce a la cien-
arbitrariedad de las fronteras disciplinares dentro cia como una construcción histórica moderna, un
de las ciencias sociales y entre estas y las llamadas sistema cultural que se impuso a otros igualmente
humanidades (Wallerstein, 1996, 1998 y 2001)); a legítimos, como el saber popular y las artes. Las
la vez, se reconoce que los campos más dinámicos ciencias sociales, por el hecho de tener el mundo
de la investigación social tienden a liberarse de las social por objeto y de pretender una representación
ataduras disciplinares (Dogan y Parhe, 1993). Junto veraz del mismo, deben competir con otros campos
a las disciplinas clásicas coexisten prácticas multi- de producción simbólica y, en general, con todos
disciplinares e interdisciplinares; la investigación los agentes sociales que buscan imponer su visión
se organiza en torno a problemas, cuyo abordaje de la vida social.
exige articular y recrear conceptos, metodologías y Finalmente, se pone en evidencia que el poder del
técnicas de diversa procedencia (transdisciplinari- conocimiento científico no deriva de su naturaleza
dad); los investigadores sociales más imaginativos epistemológica, sino del andamiaje institucional
incorporan saberes no disciplinares (literatura, cine que la sostiene. La investigación social encontró su
y sabidurías ancestrales). nicho principal en las universidades, sus facultades,
En tercer lugar, se ha cuestionado el supuesto de departamentos y centros de investigación. Cada
neutralidad de la actividad científica, se han deve- disciplina social se esforzó por afinar sus propias

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teorías y métodos, así como por generar institucio- nuestros países y desde opciones políticas emanci-
nes que dieran legitimidad y estatus de ciencia a su padoras. En la actualidad, la confluencia entre esta
producción investigativa: congresos, seminarios, tradición crítica latinoamericana y otras tendencias
publicaciones periódicas, profesionalización, espe- alternativas, como los estudios poscoloniales, ha
cializaciones, etcétera. posibilitado cuestionar la geopolítica de conoci-
Por ello, como lo plantea Gayatri Spivak, “todo miento hegemónica y valorar el potencial de otros
saber científico se encuentra, ya de antemano, saberes sobre lo social gestados en otras prácticas
codificado al interior de un tejido de signos que intelectuales, como los movimientos sociales y las
regulan la producción del sentido, así como la luchas interculturales.
creación de objetos y sujetos de conocimiento. Es, En la región, no ha sido desde las ciencias so-
entonces, desde cierta política de la interpretación ciales como institución, sino desde otras prácticas
(materializada en editoriales, universidades, cen- y espacios sociales como la educación popular, la
tros de investigación, instancias gubernamentales, comunicación alternativa, la justicia comunitaria y
etc.) que se producen los efectos de verdad de una las luchas sociales en general, desde donde se han
teoría” (citada por Castro, 1998: 172). ¿Es posible la hecho los aportes más originales en la generación de
generación de conocimiento y de teorías por fuera conocimiento sobre la realidad social y donde han
de dicha institucionalidad científica? surgido metodologías novedosas de investigación
social; dentro del interés por recuperar la memoria
Las transformaciones de colectiva, comprender prácticas, contextos y actores
la ciencia social latinoamericana sociales o develar ideologías y prácticas dominan-
En América Latina, este proceso de reestructuración tes, han surgido propuestas como la investigación
de las ciencias sociales ha asumido rasgos parti- temática, la investigación acción participativa y la
culares, dados su origen relativamente reciente, su sistematización de experiencias.
subordinación a los países centrales y los intentos Estas redefiniciones en el modo de concebir
de producir un “pensamiento propio”. En efecto, su y orientar las prácticas investigativas en América
emergencia desde la segunda mitad del siglo XX es- Latina han encontrado un ambiente más propicio
tuvo directamente asociada al proyecto de moderni- por fuera o en las fronteras de las instituciones espe-
zación desarrollista impulsada por Estados Unidos, cializadas en ciencias sociales. Es el caso de las orga-
por lo cual asumieron un compromiso directo con nizaciones civiles (ONG) que apoyan y acompañan
el modelo colonial y la economía capitalista. Desde procesos con movimientos y poblaciones populares,
la década de los sesenta algunos intelectuales, como como también en el seno de las propias organizacio-
Paulo Freire, Orlando Fals Borda y Pablo González nes sociales. El caso de Fals Borda es paradigmático:
Casanova, criticaron este colonialismo intelectual es desde una organización civil vinculada con las
y sentaron las bases para pensar América Latina luchas y organizaciones campesinas y no desde la
desde su propia especificidad, sin perder el diálogo universidad donde genera la investigación acción
con otros procesos mundiales y su vocación eman- participativa, así desde el mundo académico previo
cipadora (Barrueta, 2006). y posterior haya mantenido su compromiso ético y
En efecto, las grandes contribuciones latinoame- político con las causas populares.
ricanas al pensamiento social contemporáneo (teo- La afirmación anterior no debe entenderse como
ría de la dependencia, educación popular, teología y la negación de que en ámbitos universitarios pue-
filosofía de la liberación, investigación participativa) dan realizarse proyectos y acciones investigativas
han surgido como resultado de una apropiación alternativos. En efecto, son notables (pero escasas)
crítica e imaginativa del legado intelectual occi- las iniciativas que buscan articular producción de
dental en función de un posicionamiento crítico conocimiento y proyección social con poblaciones
frente a la particularidad histórica de la realidad de y movimientos populares. Ya sea por su interés de

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abordar problemas apremiantes como la migración grede los límites de la lógica académica dominante;
y el desplazamiento forzado o por el establecimien- no es estar por fuera, al margen, sino en el umbral
to de acuerdos con organizaciones y movimientos del sistema, en sus fronteras: entre el adentro y el
sociales, como lo hace en Brasil la Universidad de afuera, lo instituido y lo instituente, lo conocido y
Pernambuco con el Movimiento Sin Tierra, MST. lo inédito, lo determinado y lo indeterminado. Ello
Estas iniciativas, sensibles a las problemáticas permite evidenciar los límites del sistema y abrir
y movimientos sociales, no han sido desarrolladas nuevas posibilidades al pensamiento y a la acción.
por los departamentos disciplinares (economía, Lo marginal abre nuevas posibilidades para pensar,
sociología, historia o antropología), sino por pro- para imaginar, para construir nueva realidad.
gramas de trabajo social, educación, comunicación Además, lo marginal, lo liminal, asumido no
social y psicología comunitaria, o desde instancias solo como postura epistémica, sino también como
“no académicas”, como las áreas de bienestar uni- posicionamiento ético y político, permite ver, decir
versitario, extensión y proyección social, cuya labor y hacer lo que no es visible, nombrable o factible
es casi siempre descalificada por parte de los más desde el centro de las instituciones de conocimiento
academicistas. Este dato no es anecdótico: confirma y poder. Así como los “marginales”, ponen en eviden-
que no es en la centralidad de las ciencias sociales cia los límites y las arbitrariedades del orden social,
institucionalizadas, sino en sus afueras, donde existe la investigación liminal hace visible el agotamiento
mayor potencial de generación de conocimiento de las disciplinas sociales para abordar y encauzar
social transformador. ciertas realidades constituyentes.
Dicho potencial alternativo presente en la inves- Más allá de cualquier conceptualización sobre
tigación social que se lleva a cabo en los intersticios la investigación desde el margen o liminal, es ne-
e intersecciones de las disciplinas sociales, en las cesario hacer una caracterización de las prácticas
fronteras entre la ciencia social y otros campos investigativas que incluimos bajo tal categoría. Para
de producción de saber sobre lo social, como las ello, y basado especialmente en la experiencia co-
artes visuales y la literatura, en las fronteras entre lombiana, iré respondiendo a las preguntas básicas
academia y acción colectiva, así como dentro de sobre: ¿por qué surge este tipo de investigaciones?
organizaciones y movimientos sociales, amerita ser ¿Quiénes son sus impulsores? ¿Para qué se realizan?
analizado a profundidad. En consecuencia, en lo que ¿De qué temáticas se ocupan? ¿Desde cuáles lugares
resta de este artículo realizaré una primera caracte- epistemológicos y perspectivas interpretativas se
rización de dichas prácticas investigativas, y luego orientan? ¿Cuáles estrategias y técnicas investiga-
un balance de su potencialidad de construcción de tivas se abordan?
realidad social y pensamiento crítico. Con la precaución de no plantear generalidades
explicativas determinantes de la emergencia de es-
Los rasgos de la investigación liminal tas prácticas investigativas en América Latina, me
Esta investigación social no canónica generada en permito sugerir que han sido múltiples los factores
los bordes de las ciencias sociales la he denomina- y condiciones que permiten comprenderla1. Factores
do investigación desde el margen o liminal (Torres, y condiciones que se ubican en un lapso de varias
2004), pero también puede vincularse con otras décadas y que a su vez pasan a ser elementos cons-
denominaciones afines que quieren dar cuenta de titutivos de estas mismas dinámicas emergentes.
su emergente novedad y potencia, como epistemolo- En primer lugar, la propia historicidad de las
gía fronteriza (Mignolo), situaciones límite (Freire), sociedades latinoamericanas, singular con respecto
pensamiento de umbral (Zemelman) y nomadismo
intelectual (Maffesoli).
Investigar desde el margen, lo hemos entendido 1 Amerita una investigación sistemática la sola caracterización
descriptiva de dichos contextos, actores, contenidos, finalidades
como un posicionamiento investigativo que tras- y resultados de tales prácticas emergentes.

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a las de las sociedades de los países centrales que militares durante largos periodos, estar sometida
sirvieron como referente empírico de las ciencias al modelo neoliberal y poseer una composición
sociales clásicas. En efecto, las teorías y metodologías étnica singular con fuerte presencia indígena y afro,
predominantes en las disciplinas sociales tenían pero también problemáticas como la migración y el
como fuente imaginarios culturales anclados a la desplazamiento forzado, las juventudes y las culturas
cultura moderna occidental (orden, progreso, natu- urbanas han demandado nuevas perspectivas de
raleza humana) y se habían construido a partir de investigación social.
las modernas sociedades industrializadas. Cuando Otro factor, evidenciado en el ejemplo anterior,
fueron confrontadas con la realidad latinoamericana es que un rasgo de la realidad latinoamericana de la
desde una actitud crítica, se pusieron en evidencia década de los sesenta proyectado hacia el presente es
sus limitaciones para dar cuenta de su especificidad la presencia de luchas sociales que buscan enfrenar
y su carácter ideológico y colonial. las situaciones y condiciones de injusticia, domi-
El ejemplo de lo primeros sociólogos colom- nación, discriminación y exclusión estructurales
bianos formados en Estados Unidos y Europa es en el continente. En efecto, las luchas sindicales,
diciente. Tanto Orlando Fals Borda como Camilo campesinas, de pobladores, de mujeres, poblaciones
Torres habían sido formados dentro de la perspec- étnicas, etc., pronto demandaron de los intelectuales
tiva funcionalista y en el uso de técnicas estadísticas de las universidades su compromiso desde lo que se
de análisis social. Pero al llegar a la convulsionada esperaba podían aportar: teorías “científicas” y co-
Colombia no encuentran una sociedad ordenada e nocimientos especializados sobre la realidad social
torno a unos valores compartidos y unas institucio- acerca de la que se pretende actuar.
nes funcionales, sino un país convulsionado por la Del mismo modo, así como muchos de los inte-
violencia, con unas culturas políticas, relaciones y lectuales “comprometidos” aplicaron acríticamente
prácticas sociales difíciles de encajar dentro de las ideologías, teorías y metodologías de las ciencias
categorías clásicas aprendidas. sociales clásicas reproduciendo la lógica moderna
En segundo lugar, contrariando el dictamen colonial, en algunos casos investigadores indivi-
cientificista de separación del científico de la política, duales o colectivos generaron otras prácticas que
estos investigadores pronto asumieron responsabili- cuestionaban y generaban alternativas al modo tra-
dades y compromisos con programas y propuestas dicional de producción de conocimiento. Es el caso
de acción social y política. Por eso, a diferencia del de personajes como Paulo Freire, Pablo Casanova,
grueso de sociólogos posteriores que optaron por no Mario Kaplun, el mencionado Fals Borda, quienes
incomodarse frente a este impasse, subordinando la de una manera u otra desarrollaron investigaciones
realidad frente a la teoría y al método, estos pione- novedosas que permitieron comprender de otras
ros intentaron acuñar nuevas categorías y generar maneras y desde otras miradas los problemas de
nuevas estrategias de acercamiento a la vida social y los que se ocuparon.
de producción de datos, involucrando activamente En tercer lugar, es innegable la recepción ima-
a las poblaciones afectadas por los problemas que ginativa de perspectivas críticas provenientes de
se investigaban. otras latitudes, no siempre del norte, así como la
Así mismo, otras condiciones históricas y es- voluntad de algunos intelectuales latinoamericanos
tructurales peculiares del continente, así como de de generar pensamiento propio. En efecto, con la
realidades emergentes, han representado un desafío institucionalización de las ciencias sociales también
a la investigación social crítica: condiciones como llegaron autores disidentes y teorías críticas. El mar-
ser el patio trasero del imperio estadounidense, xismo en las décadas de los setenta y los ochenta
haber padecido unos procesos acelerados de urba- jugó este papel en algunos ámbitos, auque en otros
nización, padecer prácticas y culturas políticas como se asumió dogmática y ortodoxamente, cercenando
el caudillismo y el clientelismo, sufrir dictaduras su potencial crítico.

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Luego, la recepción entre algunos académicos Finalmente, la emergencia de estas modalidades


de perspectivas como el posestructuralismo, el investigativas también tiene que ver con la exis-
feminismo, la perspectiva de género, los estudios tencia de sujetos individuales y colectivos que las
culturales, los estudios subalternos y poscoloniales, agencien. ¿Quiénes son? Por un lado, intelectuales
y de autores como Foucault, Deleuze y Guattari han provenientes o aún anclados en la institucionalidad
inspirado abordajes originales de luchas y dinámicas de las ciencias sociales (universidades y centros
culturales emergentes, aunque con estos autores ha de investigación), que por sus opciones políticas o
predominado la recepción doctrinaria, en muchos temáticas mantienen vínculos orgánicos con reali-
casos elitista y conservadora. dades extraacadémicas. Citado por Richard (1998:
En el continente existe una rica tradición de inte- 260), García Canclini plantea al respecto que:
lectuales que han planteado y asumido la necesidad parece que la mayor versatilidad de los estudios
de un pensamiento propio, que a la vez que buscan culturales latinoamericanos para atravesar fronte-
enraizarse en la peculiaridad de la condición histó- ras se debe, tanto al carácter precario de nuestros
rica de la región y dialogan críticamente con otras sistemas universitarios, como al hecho de que los
propuestas, se atreven a adoptar nuevas posiciones, investigadores combinan su pertenencia universi-
perspectivas y lenguajes. Es el caso de Paulo Freire, taria con el periodismo, con la militancia social o
Antonio García, Orlando Fals Borda, Camilo Torres política, o la participación en organismos públicos,
Restrepo, Rodolfo Stavehaven, Florestan Fernández, todo lo cual posibilita relaciones más móviles
Agustín Cueva, Hugo Zemelman, Aníbal Quijano, entre los campos del saber y el actuar.
Nelly Richards, Beatriz Sarlo y Arturo Alape, para Asumir opciones políticas, éticas y epistémicos
citar algunos. de disidentes, alternativas o transformación social,
Estos pensadores y creadores se ubican en lo que plantea al trabajo intelectual la necesidad no solo
algunos autores han llamado perspectivas de borde, de enfrentarse a exterioridades prácticas más allá
y otros, razonamientos de umbral, para referirse de la academia, sino a cuestionar las propias reglas
a formas de conocimiento social que resultan de de juego de la institucionalidad científica. Es lo que
búsquedas en espacios diferentes y con modali- plantea Maffesoli (1993: 29) con su metáfora de
dades diferentes, posibilitando el ascenso a otras nomadismo intelectual:
racionalidades culturales; se trata de perspectivas
De manera que la empresa que se inicia es li-
que, además de dar cuenta de la interrelación de
bertaria. Hacer escuela es fácil y aburrido; es
diferentes campos de conocimiento, constituyen en mucho más fecundo esforzarse por echar una
sí mismas nuevas lecturas sobre la realidad (Chan- mirada libre, a la vez insolente, ingenua, incluso
quía, 1995). trivial, en todo caso desagradable, pero que abre
Para Emma León (1995: 56) estas formas de ra- brechas y permite fuertes intercambios que los
zonamiento conducen a dos aspectos considerados mercaderes y burócratas ni siquiera imaginan. Así
cruciales: pues, insolencia de pensamiento… Al trastornar
el orden establecido de las cosas y las personas,
Por un lado, encontrar nuevas facetas a los con-
el nomadismo se vuelve expresión de un sueño
tenidos producidos y acumulados en esferas
inmemorial que el embrutecimiento de lo insti-
particulares del conocimiento, lo que implica
tuido, el cinismo económico, la reificación social
ubicar tales contenidos más allá de los márgenes
o el conformismo intelectual no llegan jamás a
decantados por las teorías establecidas; por otro
ocultar totalmente.
lado, y en relación estrecha con lo anterior, operar
fuera de estos márgenes les permite enfrentarse Además de estos intelectuales nómadas, la real
con la necesidad de abordar nuevas realidades, y garantía de la pervivencia de la prácticas investiga-
construir conocimientos que respondan a ámbitos tivas de borde es la existencia de sujetos colectivos
de sentido diferentes de los ya definidos. para quienes sea necesaria la producción de conoci-

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miento y pensamiento desde y sobre otras realidades Otro rasgo caracteristico de la investigación de
emergentes. Me refiero en particular a organizacio- borde es la manera de construir sus problemáticas
nes y movimientos sociales, que, desde las exigencias de investigación. Al respecto, es interesante constatar
de sus propias luchas y desafíos políticos y sociales que ha venido dándose un tránsito en el orden de
requieren caracterizar los contextos y estructuras las preocupaciones que va de asuntos marcadamente
sociales a las que se enfrentan, la especificidad de “estructurales” y macrosociales, hacia temáticas
los actores y acciones emprendidas, como de las emergentes de dimensiones, realidades constitu-
subjetividades y racionalidades que producen. yentes de escalas sociales muchas veces molecu-
Estos actores sociales asumen el rol de intelectual lares, más no menos importantes. Así, del énfasis
orgánico colectivo, el cual busca producir conoci- en la dependencia, la dominación imperialista, la
miento, no para profundizar en las teorías o lógicas dominación ideológica y la particularidad de la es-
disciplinares, sino para transformar realidades. Es tructura de clases que marcó el pensamiento crítico
decir, las finalidades que orientan este tipo de in- de izquierdas entre los años sesenta y comienzos
vestigaciones son políticas, más que epistémicas. Por de los ochenta del siglo pasado, se fue pasando a
tanto, al asumir una perspectiva de construcción de la pregunta por los nuevos actores y movimientos
realidades (Zemelman), pone a los investigadores de sociales, las subjetividades, los nuevos vínculos y las
borde en una posición diferente de la del investiga- sociabilidades, así como la memoria, lo cotidiano y
dor atrapado en la racionalidad disciplinar y en las la experiencia presente.
lógicas meramente académicas. En este tránsito en los énfasis están presentes,
El punto de partida de una investigación te- sin lugar a dudas, las propias transformaciones de
mática, de una investigación participativa, de una los contextos globales, nacionales y locales), de las
recuperación de memoria colectiva o de una sis- relaciones sociales y de los movimientos sociales,
tematización de experiencias es el tener claridad como también las permanencias y cambios en los
acerca de las preguntas políticas sobre el porqué, imaginarios y paradigmas que configuran la racio-
para qué y para quiénes va a tener sentido la inves- nalidad de las ciencias sociales latinoamericanas.
tigación a realizar, pregunta muchas veces ausente Vale la pena destacar que una constante ha sido la
en los proyectos convencionales. Así mismo, es atención a poblaciones, vínculos y prácticas sociales
desde estas preocupaciones frente al contexto que a su vez “marginales”, como los pobladores urbanos,
se definen las preguntas y problemáticas de investi- las mujeres, los jóvenes o los “habitantes de la calle”
gación, las categorías orientadoras y la perspectiva y sus anónimas prácticas y formas de estar juntos;
interpretativa y las opciones y estrategias metodoló- así, desde los intersticios de las estructuras sociales
gicas, y no los parámetros de una disciplina o teoría puede verse lo cotidiano, lo efervescente, lo subte-
predeterminados. rráneo.
Este ensanchamiento de los sujetos y modos Al respecto, considero pertinente destacar un
de investigar nos lleva a hablar de prácticas inves- aporte en el mismo sentido, hecho por uno de los
tigativas, retomando la categoría de prácticas inte- sociólogos poco conocido de la escuela de Chicago
lectuales propuesta por Daniel Mato (2005) para a comienzos del siglo XX, quien estudió el mundo
poner en sospecha la imagen del intelectual como de las pandillas:
el académico. Hay prácticas intelectuales no solo Probablemente el concepto más importante del
en el mundo académico, sino también en los movi- estudio es el término intersticial; es decir, que
mientos sociales y en las organizaciones sociales y pertenece a espacios situados entre una cosa y
civiles (ONG). Las prácticas literarias y filosóficas en otra. En la naturaleza, las materias extrañas tien-
América Latina fueron, y aún lo son, lugares donde den a reunirse y apelmazarse en todas las grietas,
se gestó pensamiento al margen de las disciplinas hendiduras y resquebrajaduras: los intersticios.
(Mignolo, 1998: 53). También hay fisuras y fallas en la estructura

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de la organización social. La pandilla se puede interior; están, a la vez, adentro y afuera, no son de
considerar como un elemento intersticial en el aquí ni son de allá.
marco de la sociedad, y el territorio pandilleresco, Para Turner (1988), lo liminal pone en evidencia
como una región intersticial en el trazado de la la existencia de dos modos de interacción humana.
ciudad (Thrasher, 1963, citado por Ulf Hannerz, Uno es el estructural, ordenado, diferenciado, je-
1993: 49).
rarquizado, etc. El otro representa un punto neutro
de lo social, es comunidad esencial, sin estructurar,
La potencia de la investigación liminal naciente. Al primer modelo, lo llama estructura, al
En estas problemáticas emergentes y actores mar- segundo, communitas; ambos están presentes per-
ginales privilegiados por la investigación de borde manentemente. Lo comunitas surge allí donde no
podemos situar el interés por situaciones liminales, hay estructura social; es decir, donde lo que hay es
emergentes. El propio Freire acuñó en La pedagogía ausencia, carencia o cuando menos grave debilidad
del oprimido la categoría de situación límite dentro de lo orgánico social.
de su propuesta de investigación temática. Las situa- La tensión comunitas–estructura de Turner se
ciones límite son entendidas como problemas que parece mucho a lo sugerido por Guattari y Deleuze
evidencian los límites del orden social y el potencial (1982) con las categorías de arborescencia y rizoma,
humano para superarlas; representan un desafío al a la diada institución y estado naciente, propuesta
pensamiento, al permitir reconocer las determina- por Alberoni (Reguillo, 1996: 29) y a la dupla subjeti-
ciones sociales de su actuar y la capacidad de los vidad instituida y subjetividad emergente, planteada
hombres para generar otras circunstancias (el inédito por Hugo Zemelman (1997, 1998). En todos los ca-
viable) para superarlas (Freire, 1970). sos se destaca el reconocimiento de lo subterráneo,
La perspectiva liminal también encuentra una del vínculo anónimo no controlado por el poder, la
potencial fuente de elaboración desde los aportes fuerza transformadora de lo invisible y el aconte-
del antropólogo Victor Turner (1988), quien al cimiento en la creación de novedades sociales, de
estudiar los ritos de paso identificó tres fases: una vislumbrar, “el inédito viable” (Freire, 1970: 121).
preliminar, que corresponde al estatus que el neófito Resulta así sugerente destacar que este tipo de
a va abandonar; una intermedia, donde se produce investigación marginal promovida por investiga-
la metamorfosis del iniciado, llamada liminal o de dores transeúntes, desde perspectivas de umbral y
margen; y una final, que constituye un último movi- referida a problemáticas, fenómenos y poblaciones
miento en el que el pasajero se acomoda a su nuevo subalternas o emergentes, en la mayoría de los casos
lugar en la organización social. vistos como marginados social o simbólicamente,
La fase y el personaje liminales implican una si- también asume modos singulares de entender la
tuación extraña, indeterminada. Victor Turner llama propia práctica investigativa; en particular, los usos
a esa situación como interestructural. El transeúnte críticos y creativos de la teoría, de las tradiciones
ritual no tiene nada, ni estatuto, ni propiedad, ni sig- metodológicas, de las estrategias y de las técnicas
nos, ni rango que lo distingan de quienes comparten de investigación.
su situación. Actualmente, esta condición de tran- Así como en lo social, los momentos y situa-
seúntes, de monstruos del umbral, la desempeñan ciones liminales evidencian los límites del siste-
personajes como los inmigrantes, los adolescentes, ma y posibilitan lo nuevo. Instituyendo nuevos
los enamorados, los artistas y los outsider en general vínculos sociales, las prácticas de conocimiento
(Delgado, 1999: 111). La ambigüedad estructural social hechas desde el borde permiten miradas y
del adolescente, del inmigrante, del enamorado, del abordajes inéditos que desbordan los límites de la
artista o del outsider, su anonadamiento, resultan ciencia social instituida. Como señalaba antes, el
idóneos para resumir todo lo que la sociedad pueda hecho de no estar de antemano subordinadas a la
percibir como ajeno, pero instalado en su propio racionalidad disciplinar, permite una mayor flexi-

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bilidad y creatividad en la manera de relacionarse intersticios y que pueda aceptar que los inmigran-
con el conocimiento acumulado sobre lo social tes, los refugiados, los homosexuales, etcétera, son
(categorías, conceptos, lenguajes) e incorporar otras categorías fuera de la ley desde una epistemología
miradas y voces a la hora de abordar e interpretar monotípica que normaliza ciertos espacios como
sus problemáticas. espacios de contención y marginación” (Mignolo,
De este modo, las prácticas investigativas mar- 1998: 55). Para esta autora, “el latinoamericanismo
ginales buscan relacionarse con lo teórico no desde debe entenderse como una estrategia reconstruc-
una lógica deductiva o demostrativa, sino como tiva de carácter fundamentalmente política: una
“caja de herramientas”. Se acude a enfoques y con- actividad contradisciplinaria y antirrepresenta-
ceptos provenientes de diferentes disciplinas, los cional que busca liberar las diferencias” (Castro,
cuales no son asumidos “en bloque”, sino que son 1998: 185).
deconstruidos, desarticulándolos, rearticulados o Finalmente, resultan sugerentes los planteamien-
resignificados en función de la especificidad de los tos que viene haciendo un grupo de intelectuales
problemas de investigación. En algunos casos, se latinoamericanos desde hace unos años a partir de
va más allá y se proponen categorías, metáforas y la crítica de las herencias culturales coloniales de
lenguajes nuevos que amplían los sentidos de com- larga duración enquistadas en la modernidad. En
prensión de las realidades estudiadas. el ámbito investigativo, la colonialidad se expresa
Pese a este esfuerzo por relacionarse crítica y como dependencia epistémica frente a los modelos
creativamente con los corpus conceptuales exis- de pensamiento generados por la modernidad oc-
tentes, hace falta más audacia en la construcción de cidental. Dicha “colonialidad del saber” es desafiada
alternativas interpretativas críticas y en la reflexión por los conocimientos otros, presentes en otras
epistemológica que dé cuenta de las nuevas bús- racionalidades y en las prácticas de resistencia de
quedas. Este vacío puede ir llenándose en la medida las luchas y movimientos sociales y culturales (Nó-
en que se conozcan y discutan planteamientos que madas, 2007).
vienen haciéndose en esta dirección por pensado- Pese a la escasa reflexión epistemológica sobre
res como Hugo Zemelman, Gloria Andaluza y las sus prácticas, la investigación de borde ha demostra-
llamadas teorías decoloniales. do una gran imaginación creadora en lo referente a
Frente a la racionalidad parametral propia de las estrategias y operaciones metodológicas. Han te-
la investigación disciplinar, Zemelman propone nido como un rasgo central rescatar el lugar central
asumir un pensamiento categorial (1987), que en del sujeto y la subjetividad en la investigación social;
lugar de aplicar teorías existentes a unos objetos tanto de los sujetos de conocimiento, generalmente
definidos dentro de los límites de aquellas, posibilite minimizados o invisibilizados por la investigación
reconstruir la racionalidad con que fueron cons- social clásica, como también de la densidad de los
truidas y permita una apertura de pensamiento a la sujetos y subjetividades sociales presentes en las
especificidad de las problemáticas que se estudian, problemáticas de investigación social.
especialmente a las realidades y subjetividades En cuanto al ensanchamiento de los sujetos
constituyentes (Zemelman, 1998). Para el autor, las de investigación, el rol de investigador se extien-
teorías son realidad condensada, recortada en un de a otros actores “no especialistas” a la vez que
momento dado; son “puntas de iceberg” que permi- transforma su carácter. Por un lado, profesionales
ten reconocer las cristalizaciones del magma social, provenientes de diferentes campos se involucran
ocultando su movimiento y densidad (Zemelman, como investigadores, al igual que actores sociales
2002). provenientes de organizaciones y movimientos
“Andalzua muestra la necesidad de una epis- sociales. Por otro, sean o no asumidas como “par-
temología fronteriza, posaccidental, que permita ticipativas”, hay una preocupación de relacionarse
pensar y construir pensamiento a partir de los con la población involucrada en las problemáticas

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Universidad Pedagógica Nacional

de estudio, reconociendo y potenciando su calidad la posibilidad de liberar la experiencia única e irre-


de sujeto. Esta con-fusión entre investigadores e petible; es la posibilidad de los sujetos de construir
investigados supera la preocupación por la subje- su realidad y de configurar identidades.
tividad, incorporando el principio de reflexividad
(Ibáñez, 1998: 13). Balance: potencialidades y límites
La implicación práctica de involucrar no es- de la investigación de borde
pecialistas y la población de base como sujetos es Con el panorama presentado, se ha evidenciado
que la participación se convierte en un problema que junto a la investigación rutinaria y de frontera
ineludible. Plantea la necesidad de estar atentos a está generándose una investigación de borde, la
reconocer y valorar cómo está dándose en cada uno cual desde las fronteras de las ciencias sociales y las
de los momentos y en cada una de las decisiones del instituciones académicas modernas y otras prácticas
proceso investigativo (Cendales y Torres, 2007). En sociales constituye una apertura crítica a las inercias
consecuencia, el diálogo entre los participantes se y reduccionismos de los modos predominantes de
convierte en una exigencia que no solo garantiza la producción de conocimiento. A lo largo del texto,
confluencia de diferentes saberes, sino la garantía de hemos insistido en su potencialidad emancipadora,
transformación de relaciones de poder predominan- su capacidad de trasgredir límites, de vislumbrar
tes en la investigación convencional. nuevos horizontes y perspectivas.
Los enfoques y estrategias metodológicas más Sin embargo, el campo de la investigación social,
frecuentes son las llamadas cualitativas2 y participa- como todo campo, es arena de conflicto en el que
tivas. Los estudios de caso, la etnografía basada en las posiciones están en permanente tensión y mo-
la observación participante, las historias de vida, el vimiento; así como las prácticas investigativas de
análisis de escenarios y acontecimientos, los talleres borde han sabido retomar algunos de los lenguajes y
pedagógicos, los grupos de discusión y el rescate de conceptos de las prácticas académicas hegemónicas,
la memoria colectiva son recursos metodológicos también esta puede, y de hecho lo hace, incorporar
empleados. En muchos casos, las investigaciones de aquellas algunas de sus rasgos, despojándolos de
trazan sus propias rutas y recrean o inventan técni- cualquier potencial transformador.
cas cuyo rasgo común es posibilitar la expresión, a En este sentido, ninguno de los rasgos descri-
través de sus diferentes lenguajes, por parte de los tos garantiza a perpetuidad su potencial crítico,
actores. emancipador o alternativo. En efecto, algunas de
Un rasgo común es que al reivindicar la dimen- las propuestas descritas son atraídas permanente-
sión sujetiva de la vida social y pretender reconocer mente por la fuerza del imán de la institucionalidad
los sentidos presentes y emergentes en las experien- académica. Así como “los conocimientos expertos,
cias sociales estudiadas, la investigación de borde que en manos de la élite sirvieron para consolidar
se abre a lenguajes narrativos, desenmarcándose los poderes hegemónicos, funcionaron también
de la rigidez y frialdad del lenguaje académico. La como recursos reflexivos con efectos negativos para
literatura, el cine, el video, la multimedia, el teatro sus intereses: crearon espacios de trasgresión que
y la plástica son empleadas como estrategia en la fueron aprovechados por los subalternos” (Castro
construcción de conocimiento. El relato también es 1998: 195), también la ciencia institucionalizada
está presta a retomar técnicas, estrategias y prácti-
2
cas investigativas otras para subsumirlas a la lógica
Reconozco que bajo esa denominación se cobijan diversas pers-
pectivas epistemológicas, enfoques, estrategias y técnicas que científica dominante.
tendrían en común valorar la dimensión subjetiva de la vida social Un ejemplo reciente es la rápida institucionali-
y, por tanto, buscan dar cuenta de los sentidos y experiencias de
los sujetos en sus contextos cotidianos retomando su propio punto zación y absorción desde el poder hegemónico de
de vista (Denzin y Lincoln, 1994). En todo caso, tomo distancia con perspectivas que en su momento funcional fueron
la frecuente identificación de lo cualitativo con la ausencia de
técnicas o informaciones cuantitativas.
“alternativas”, como es el caso de los estudios cultu-

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Facultad de Humanidades

rales en Colombia, que no llegaron por la vía de la de borde no son sus actores, lugar institucional,
escuela de Birmingham, sino por el de los estudios perspectivas conceptuales o estrategias metodoló-
literarios norteamericanos y decepcionados espe- gicas, sino su intencionalidad y sentido político. Su
cialmente por intelectuales y espacios académicos posicionamiento crítico frente al orden instituido de
con escasos vínculos con procesos de lucha política poder y saber y su capacidad de desplegar energías
o social; por ello, muy pronto devinieron en progra- transformadoras. Estamos pensando en lo que Cas-
mas de posgrado, eventos académicos y autoridades toriadis (1997) llama imaginario radical y Zemelman
canónicas. (1998 y 2002), subjetividad constituyente: exigencia
Por ello, no sobra insistir que lo que le da el ca- de historicidad, voluntad de superación de lo dado
rácter de potencialidad a las prácticas investigativas y apertura a lo inédito, a lo utópico.

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