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LOS FILÓSOFOS

PRESOCRÁTICOS

LEUCIPO y DEMÓCRITO

INTRODUCCiÓN, TRADUCCiÓN Y NOTAS:

MARíA ISABEL SAN~rA C"RUZ DE PRUNES


y NÉSTORLUIS CORDERO

PLANETA oeMiOSTINI
,.'

INTRODUCCIóN

l. Pri11cipales proble111as que presenta el estudio de


los atontistas.

Los trabajos sobre filosofía presocrática suelen con-


cluir con un estudio dedicado a los atomistas. Pero
como, es un tanto difícil determinar el alcance' del tér-
mino «atomistas», se le suelen agregar a éste los epí-
tetos de «antiguos» o de «presocráticos». No obstante,
sea cual fuere el calificativo que acompañe al nombre
\ de esta corriente de pensamiento, todos los estudiosos
concuerdan en un punto: la necesidad de 'referirse a
LetlCipo, el iniciador del atomismo. Las divergencias
comicllzarl ya respecto de su discípulo y/o compañero
Demócrito .de Abdera, pues, si 1:Jienla mayor parte de
los historiadores suelen incluirlo dentro ,de la sección
«atomistas» -con' la salvedad, 'en más de un caso,
de que quizá no fue demasiado «presocrático»-, hay
otros; como Burnet, que se niegan a tenerlo en cuenta,.
Pero las discrepancias se agudizan cuando se adosa
al atomismo el epíteto de «antiguo», pues 'en este caso
se hace insoslayable el tratamiento de un autor «anti-
gua» como Epicuro, y de una serie de figuras. menores
(Arquelao, Hecateo de Abdera, Nausífanes, etc.) que,
si bien han pasado a la historia de la filosofía como
atotl1istas, platltean un problema casi insoluble: ¿plte-
de 11ablarse de una «escuela» atomista?
LEUCIPO y DEM6cRITO 13
12 LOS FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS

Al denominar «Leucipo y Demócrito» a esta seccióll, erito, hay varios que hablan en conjunto de «Leucipo
evitamos prudentemente varios de los problemas recién y Demó€rito», y otros "-:-bastante escasos, por cierto-
mencionados. En las notas dedicadas a los datos bio- que mencionan sólo a Leucipo. Así y todo, hay un
gráficos de Demócrito explicamos las razones que nos punto que arroja cierta luz sobre el problema (y que
llevan. a considerar «presocrático» a este autor, y expo- nos ha ayudado a fijar nuestra posición al respecto):
nemos nuestra posición respecto de la 11ipotética «es- cuando se alude sólo a Leu~ipo, se hace casi siempre
cuela» atomista. En cuanto a Epicuro, el título mismo en relación con opiniones atribuidas, en otros pasajes,
de estos volúmenes justifica Stl ausencia. también a Demócrito. No obstante esta similitud de
Pero hay un problema que no hemos podido evitar los testimonios, hay a'utores que se' han esforzado hasta
y que está en relación con el núcleo de nuestro tra .. ]0 imposible por deslindar los aportes de Leucipo de
bajo: ¿cuál es la línea demarcatoria entre Leucipo y los de Demócrito. Los criteriOS utilizados son, a nues-
Demócrito? tro juicio, endebles. El más frecuente ha sido el de
la «complementación»: Leucipo habría establecido los
principios y explicado el origen del univ~rso; Demó-
~~ El problen1a de Leucipo y Delnócrilo. crito habría luego extendido este esquema a toda la
realidad, aclarando las «cuestiones de detalle» comple-
. La antigüedad atribuyó a Leucipo el nlérilo de 11aber mentarias. Ésta es, en resumidas cuentas, la posición
sido el primero en «hallar los átomos», y Slt compa- de Bailey. Pero una atenta lectura de su valioso' tra~
ñero o discípulo Demócrito lo hab'rÍa seguido. A ambos bajo demuestra que el autor, en más de una ocasión,
se les. adscribe una serie de trabajos acerca de temas se basa en testimonios sobre Demócrito para sustentar
muy diversos, estructurados sobre la base de una pecu- determinada postura que él cree encontrar en Leucipo 2.
liar concepción de la realidad qltc colocaba como pril1- Otros autores utilizan como criterio la aparición del
cipios a los átomos y al vacío. AlIara bien: ¿cuáles nombre propio correspondiente. Asf, todo cuanto apa-
sQn los elementos aportados por Leucipo, y' cuáles SOll rece bajo el rótulo de. «Leucipo dijo», se atribuye sólo
aquéllos agregados luego por Demócrito? Éste es, Sill a Leucipo. Éste es el caso de Solovine, qttien, como
lugar a dudas_ uno de los problenlas más difíciles de Apéndice de Sll trabajo sobre Demócrito, agrupa los
resolver en la historia de la filosofía antigua. testimonios que mencionan sólo a Leucipo. Un criterio
Los estudiosos concuerdan en un único punto: Leu .. similar parece haber sido empleado en la recopilación
cipo y Demócrito fueron dos personas distintas. Pero de Diels-Kranz, donde, efectivamente, figuran en la
las dudas conlienzatl ya con los escritos, que tienen. sección « Leucipo» los testimonios que se refieren sólo
títulos sospecl10samente semejantes " y se acentúa a él, y otro tanto ocurre en «Demócrito», pero la mo-
cuando se recurre a los testimonios clásicos, pues, si lesta masa de textos con afirmaciones concernientes
bien la mayoría de los mismos se refiere sólo a Demó .. a «Leucipo y Demócrito» parece haber creado proble-
mas insolubles a los estudiosos alemanes, quienes re-
1Se atribuye \loa Gran cosl1tología a Leucipo y una Pequeña
cosmologfa a Demócrito, y a ambos una obra Acerca del inte ..
',.,rln ~ ef. texto núm. 427 V nota t 15.
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solvieron repartirla entre los dos grupos ya existentes, menos (y a la que, a su manera, intentaban hacer
utilizando como criterio la doctrina que a priori supo .. frente los llamados «sistemas pluralistas» que surgie-
.nen que sostuvo cada filósofo. ron poco antes del atomismo, o junto con él), y (b) las
El criterio que nosotros hemos seguido en nuestra inconsecuencias advertidas. en aquellas soluciones que
recopilación es el siguiente: hemos deslindado a Leu- colocaban como principios a elementos cualitativamen-
cipo de Demócrito en aquellos eletnentos personales te diferentes o de índole diversa de aquello que preten-
propios e intransferibles: su vida y, en nlell0r medida, dían poner en a~ción. Para Leucipo y' Demócrito se
sus escritos. En 10 que. se refiere a su doctrina, en trataba de superar al eleatismo, pero asU111iél1dolo, y,
cambio, la hemos tomado en conjunto con la de Detnó- según la sagaz observación de J. Burnet, ello fue posi-
crito, con independencia de que su nombre figure solo ble gracias a la mediación del pitagorismo: «Leucipo
o unido al de éste. Seguimos así el ejetnplo de la dio a las mónadas pitagóricas los caracteres de lo Uno
antigüedad, para la cual el atomismo parece haber parmenfdeo» (EGP, pág. 336). La respuesta fueron. los
sido una corriente que tuvo por un lado un fundador átomos y el vacío.
y, por el otro, un teorizador que llegó a eclipsar al Para' el atomismo, la realidad está consti~uida por
fundador y al cual, quizá, se le atribuyan teorías per- un número infinito de' partículas corpóreas impene-
tenecientes a aquél. Este riesgo, que ya corriel~on los trables, mfnimase indivisibles, de idéntica naturaleza
intérpretes antiguos, quizá no esté ausente de nuestra y que difieren entre sí por sus figura~: los átomos.
versión, pues nos referiremos indistintalnente al «ato- Ellos se desplazan eternamente en el vacío infinito,
mismo» o a «Demócrito», illCluso cuando los testilTIO- cuya realidad se postula para explicar la pluralidad y-
nios aludan en conjunto a Leucipo y a Demócrito, o, el .movimiento. La interacción de 'los átomos en el
excepcionalmente, sólo ~ Leucipo. El único caso e11 que vacío, que da lugar a la formación de los compuestos
hemos independizado a este autor es en el relatarle sensibles, es resultado de la «necesidad», entendida
su presunta cosmogonía, forrllulada también, aunque como una ley. mecánica universal que todo lo gobierna;
en forma sintética, por Demócrito 3. hay una eterna concatenación de causas y efectos, en
la cual queda excluido todo teleologismo. Estos prin-
cipios básicos, aquí apenas esbozados y cuyo desarrollo
3. Caracteres básicos del atotltisMtO. . el lector hallará en los textos correspondientes (espe-
cialmente en las secciones VI. Y VII) sirvieron a Leu-
. El surgimiento del atomismo parecería explicarse cipo y a Demócrito para elaborar uno de los sistemas
mediante la combinación de (tos circtlnstallcias: (a) la filosóficos más enciclopédicos de la antigüedad; prác-
necesidad de superar la inlpasse a la qtlC llal1ía llc\.ado ticamente ninguna esfera de la. realidad escapó a la
el eleatismo a toda explicacióll co11erente de la rcalidad consideración de los atomistas.
que quisiese dar razón de la lnultiplicidacl. ele los fenó-

3 En la nota 123, correspondiente al texto núrn. 452, scña-


lam.os el Cllcance de cst~ indE'oenc1i7('lción.
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crito: esta dialéctica entre lo aparente. y lo oculto


4. El problel1ta de ,la «ética» de Den1ócrito. está ejemplificada por el «buen ánimo» (eythymia),
manifestación «superficial» de una imperturbabilidad
Si bien ha llegado hasta nosotros una cantidad bas- interior, propia del alma, en la que consiste la feli.
tante apreciable de fragmentos de las obras de Demó. cidad.
crito, sólo la cuarta parte de sus fragmentos (además
de los testimonios, por supuesto) resulta utilizable para
reconstruir su sistema en esa completa variedad de 5. Proyecciones del atontismo.
temas que nos llevó a calificarlo de «enciclopédico».
¿ Cuál fue el impacto que produj~ el atomismo en
Las otras tres cuartas partes se refieren exclusivamente
el mundo filosófico de su época? Al igual que en otros
a cuestiones morales. Esta peculiaridad no presentaría
casos, es difícil formular apreciaciones seguras. Quizá
mayores problemas si estas reflexiones éticas surgiesen
sea verdad que Dem6crito vivió varios años en Atenas
naturalmente del resto del sistema. Pero, como afir-
y que nadie reparó en él 4, pero no caben dudas de
mara Bailey, al llegar a este terreno «se produce un
que, cuando Platón empieza a escribir su obra, Demó-
cambio inesperado» (pág. 186). Varía el estilo de los
critt? (que es bastante mayor que Sócrates), es ya an-
fragmentos y resulta sumamente difícil encontrar un
ciano, y no se puede concebir que no lo haya conocido 5.
hilo cond,uctor. Aún peor, casi la tercera parte de estos
No obstante, Platón jamás lo cita por su nombre, con
fragmentos ha llegado hasta 110sotros bajo el nombre
'~
lo cual Demócrito comparte la suerte de otros con-
de «Demócrates», lo cual enturbia aún más este oscuro
temporáneos ilustres, como Antístenes, Aristipo y Eu-
panorama. Sobre la base de los estudios más recientes
clides de Megara. Pero, en el caso de Platón, las omi-
sobre los atomistas nosotros hemos intentado forjar
siones suelen ser más significativas que las menciones,
una concepción coherente al respecto, pues en la actua-
y 'sólo pueden forjarse conjeturas para explicar este
lidad. ya no
resulta adrnisible la eliminación de estos
silencio 6. Habría, en cambio, varias referencias indi-
«fraglnentos éticos» por el solo 11eello de que no COIl.
rectas a Demócrito. Ya Proclo sostenía que la teoría
cuerden con el resto, o porque algunos se atribuyan
del origen convencional del lenguaje, expuesta por Her- .
a «Demócrates» y no a Delnócrito. (En la nota 288
mógenes en el Crátilo 7, aludía a Demócrito; hay auto-
fijamos nuestra posición acerca de esta divergencia.)
res que ven una referencia al mismo en los toscos
1

Respecto de la relación que hay entre esos fragmentos


«naturalistas» del Sofista 346a 8; y tanto la cosmolo-
y el resto del sistema democríteo, creemos haber en-
contrado el nexo de unión en una antítesis váli(ta tanto 4 Cf. textos núms. 244 Y 245, Y nota 16.
para la «ética» como para la «física» y que, en alnbos 5Recuérdese que Demócrito había calificado de idéai a los
contextos, tiene el mismo carácter axio16gico. Nos refe- átomos. Cf. textos núms. 134 a 138. Sobre la relación entre
rimos a la dicotomía entre «lo oculto» (o valioso, o Demócrito Y Platón, cf. nota 23.
'verdadero) y «lo aparente» (o falso, o convencional)
6 ef. GUTHRIE, IV; pág. 37 .
. 7 Especialmente en Crdt. 383a 'y 384b.
(ef. nota 289). Respondemos así también a la cuestión 8 Así, por ej., F. M. CORN~RD, La teoría platónica del cono-
del «t~ma» central (le 1~~ r~nexi()n~s rnor~lp~ d~ npnl/)- ':"'.;"Hf."l n1.1(-'nn~ ,Aire~. 1968 (trad. N. L. CoRDERO Y D. M. DEL
LEUCIPO y DEMÓCRITO 19
18 LOS FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS

sido la de Aristóteles.) Recién en el s. XVI aparecerán


gía del Ti,neo 9 como el relato cosmogónico de Leyes
autores que aceptan la herencia de Leucipo y Demó-
889b-c, tienen numerosas semejanzas con el atomismo. crito, y la ensamblan con los datos de la naciente
. ~Aristóteles, en cambio, es generoso en sus referen- ciencia moderna. Así, Daniel Sennert (1572-1657) intentó
cias a los atóItiistas, y, si bien es siempre parco en la reconciliación de la doctrina de las entidades míni-
elogios, llega a admitir que Demócrito se destaeó entre
mas de J. C. Scaliger (de origen aristotélico) con los
los demás por su forma de proceder (texto núm. 287), si átomos de Demócrito, en lo cual. fue seguido por el
bien, reconoce que sus razonamientos suelen caer en 110landés David van Goorle. Sebastián Basso, en su
paralogismos, y lo critica, fundatnentalmente por su Philosophia Naturalis (1621), agregó a las tesis origi-
~gnorancia de la causa final (texto nútn. 431) 10. narias de Demócrito algunos elementos propios de
Señalemos finalmente que, si bien el atomismo pare- Anaxágoras y llegó así a formular su teoría de las
ció extinguirse como movimiento. a comienzos del si- «sustancias secundarias» y «terciarias». Gassendi, en
glo JII á. C., había tenido en el último tercio del s. IV su comentario al libro de Diógenes Laercio publicado
un .singular florecimiento con un autor que utilizó en 1649, critica a Epicuro Y"]lace suyas las afirmacio ..
los fundamentos «físicos» del atomismo y estableció nesde D.em6crito, hasta que finalmente Robert Boyle
sobr~ los mismos un sistema propio: Epicuro. Y es (1626-169.1) conectó la teoría corpuscular con la quí-
. precisamente gracias a Epicuro por lo que habrán de mica. Pero donde más se hizo sentir el impacto del
perdurar, en sus continuadores, algunas de las tesis redescubrimiento del atomismo fue en la mecánica, la
básicas del atomismo, perfectamente individualizables cual, adenlás,' renovó Sll interés por las antigllas teo-
.en Lucrecio (s. 1 a. C.) e incluso en Diógenes de Enoan-
rías. de Leucipo y de Demócrito. Se llegó así a una
~a, (s. 1I d., C.). sitttación en la cual, «por un lado, la renovación ele la
La gran difusión del poema de Lucrccio familiarizó mecánica y sus victorias en la explicación de los fenó-
a los pensadores medievales con las tesis atomistas, menos implicó un reflorecimiento del atomismo de
si bien éstas sólo suscitaron recelos o, directamente, Demócrito, y, por el otro lado, este atomismo estimuló
,agudas críticas 11. (En Avicena _. s. x-. había Ulla acep-
el estudio de la mecánica» 12.
tación de la indivisibilidad de la forma de los elemen- Mucho .ha avanzado la ciencia desde el s. XVII hasta
tos, aunque la influencia predominante parece haber el presente, y es precisamente la noción de «átomo»
la que más embates ha sufrido. Hoy, aquello que la
c. LIGATTO), pág. 212, afirma que «nada impide incluir a los
física llamaba «átomo», ya no es tal, pU,es l1a sido
atomistas en el sector de los materialistas».
9 ef. l. !'AMMER - JENSEN, Den aeldste Ato11tlaere, Copenhage, dividido. Pero creemos que Demócrito . habría sobre.
19~8, resumIdo en «Demokrit und Platon», AGP (1910), 92-105 vivido a este «parricidio» (como sobrevivió Parménides
Y 211..229. . al del Sofista platónico), pues él hubiese seguido lla-
10 Tam . b.'
len acerca del actuar y del padecer Demócrito fue
mando «átomo» a cada uno de los resultantes de la
el único, «en comparación con los otros, en hablar en forma
adecuada» (ARIST., De gen. y corr. 1 7, 323b).
II .SOLOVINB, pág. XLVI, señala como únicas excepciones en 12 A. G. VAN MELSEN, Fro71t Alolnos io At0I71, Nueva York,
la primera mitad del s. XII a Adelhard de Bath, Guillerm¿ de
r0l1rl~r"''' TT HNl""..... (1,.,. ~~; t"'t ",;,...~A't~ 'V t' r;,.,,...,l ~ ~ (1'" 11 f 1~r""0~ n-f.
1960, pág. 111.
20 LOS FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS LEUCIPO y DEMÓCRITO

división del frustrado «,átomo» dividido .. En este sen- ENRIQUES-MAllIOTTI = ENRIQUES-MAlZIOlTI, Le dottril1e di Demo-
tido, como dijera Van Melsen', «todo físico es un Demó .. crjto d'Abdera, Bolonia, 1948.
FURLEY, Two studies = D. J. FURLEY, Two studies in the greek
crito, pues trata siempre de comprender la multipii-
atomists, Princeton, 1967.
cidad <te los fenómenos mediante la interacción de la: GoMPERZ, 11 = T. GoMPERZ, ,Pensatori greci. Storia delta filosofía
menor cantidad posible de elementos primordiales» 13. antica, vol. 11, Flo~encia, 1946, (trad. L. BANDINI).
LANGERBECK = H. LANGERBECK, Doxis epirysmfe. Studie'1 z.u Demo-
krits Ethik ul1d Erkenntnisleltre, Berlín, 1935.
6. Los fragl11el1tos. S. LURIA, Dentocritea, Ed. Nauka,' Leningrado, 1970.
A. LLANOS, Del1tÓcrito y el materialismo, Buenos Aires, 1963.
En la pfesentación de los fragmeIltos lleUlOS seguido SOI.OVINE = M. SOLOVINE, Déntocrite, Paris, 1928.
VUSTOS = G. VUSTOS, «Ethics and physics in Democritus», en
el orden prop.uestopor DK, que comienza en el nú"
spp 11.
mero «Oa» y finaliza en el número «298». No hemos
VON FRITZ, Ausdruck = K. VON FRITl, Philosophie und sprachliche
tenido en cuenta en la sección «fragnlentos» el extenso
Ausdruck bei Denlokrit, Platon und Aristoteles, Nueva ,York,
suplemento que agregó Diels al fr. 5, pero, en cambio,
1939.
lo . hemos conservado, fraccionado, en varios puntos ZMC = E. ZELLEa •. R.. MONDOLFO, lA filosofia dei greci nel suo
del tema «doctrinas de los atomistas». Una' conducta sviluppo storico, vol. V, a cur"a di A. CAPIZZI, Florencia, 1969.
similar hemos seguido con los probables fragnlen los
del «calendario astronómico», agrupados en DK como
']
.complemento del fr. 14 y ubicados por nosotros en
el tema «astronomía». Finalmente no henl0s conside-
",
rado necesario traducir los fragmentos falsos, los dll-
dosos y las imitaciones, pues nada valioso agregall a
la comprensión del atomismo.

7. 'Bibliografía selecta sobre Leucipo y Dell1ócrito.

ALFIERI, Atolnisti = V. E. ALFIERI, Gli ato111isti: t,.al1tf11e,.tti e tes-


timonianze, Bari, 1936. .
ALFIERI, At. idea = V. E. ALFIERI, Alo1110S idea. l/orig;l1c del
concetto dell'atol1tO l1el peusiero greco,. Florencia, 1953.
BAILEY = C. BAlLEY, The greek ato111;sts and Epicurus, Oxford,
1928.
CotE =;r. COLE, De"11ocritus and tlle sources o/ greek Ql1fllrOpo-,
logy, Michigíln, 1967.

13 Op. cit., pág. 190.


LIBRO RESERVADO
Préstamo por clase
* de lunes a viernes: 40 minutos antes
~e cerrar la biblioteca (22:20 hs)
-.J" J T 8A Reservado clase J? ~
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