al abogado 29 diciembre 2011 por Ed. Microjuris.com Argentina Dejar un comentario
Fallo de Microjuris Argentina publicado en Iprofesional.com
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Los jueces, además, tuvieron en cuenta que el
dependiente se conoció con su letrado al momento de firmar la desvinculación y que éste no tuvo la oportunidad de negociar el monto que le habían ofrecido. La opinión de expertos
Al momento de implementar una política para reducir personal o encarar un proceso de
reestructuración las empresas deben analizar de manera cuidadosa cómo se implementará esta medida y a quiénes afectará. Además de cumplir con la ley, deben procurar realizar todos los cálculos necesarios para cuantificar las consecuencias. Esto es así dado que, de no hacerlos, aquello que en principio es visto como una solución terminará siendo un problema y muy oneroso. En este escenario, los empresarios suelen evaluar la conveniencia de instrumentar las cesantías a través de acuerdos firmados entre la compañía y el trabajador. Desde hace un tiempo, dichos acuerdos de desvinculación laboral homologados -celebrados entre empresas y empleados- corren el riesgo de ser anulados, al no respetar determinados derechos de los dependientes. Si bien es un instrumento útil, algunos empleadores pueden llevar al extremo sus prácticaspara reducir el pago que estipula le la ley. Como consecuencia de ello, la litigiosidad y los costos se verán incrementados. En un caso reciente, al que tuvo acceso iProfesional.com, la Cámara de Apelaciones anuló un acto administrativo sometido al Servicio de Conciliación Laboral para Comercio y Servicios (SECOSE) porque, entre otros puntos, la empresa le impuso al trabajador un letrado para que le oficie de patrocinante, si bien éste dependía económicamente de la misma compañía. Hay que destacar que el SECOSE es un organismo de conciliación que lleva a cabo un trámite previo al proceso laboral, en idénticas funciones que el SECLO. El acuerdo que allí se establece, homologado por la autoridad administrativa, es cosa juzgada en sede judicial. Sin embargo, si los derechos de los trabajadores son dejados de lado, esta presunción puede llegar a caer. Abogado de la empresa El empleado se presentó ante la Justicia para reclamar diferencias indemnizatorias luego de haberse desvinculado de la empresa en la que se desempeñaba, tras sellar un acuerdo en el SECOSE. Sostuvo que no pudo negociar el monto que se le abonó y que la empresa fue la que le pagó un abogado para que lo asesore. Además, denunció que la compañía lo intimidó para que firme la desvinculación ya que, en caso contrario, no le iban a pagar. Por estos motivos, la jueza de primera instancia consideró nulo el acuerdo conciliatorio. Esta decisión hizo que la empresa se presentara a la Cámara de Apelaciones. Los camaristas indicaron que el letrado patrocinante del trabajador, al momento de firmar el convenio, se desempeñaba para la empresa. Y que su tarea consistía en acompañar a los empleados desvinculados del grupo en los trámites ante el SECOSE. Por esta actividad, le facturaba a la firma $100 por cada dependiente. Luego, el abogado -que fue testigo de la causa- destacó que no había posibilidades para el dependiente de negociar el número del acuerdo porque la empresa era la que determinaba cuánto iba a cobrar y que ese monto no estaba sujeto a modificación. Además, previo a la suscripción del acuerdo, debía advertirle que, de no firmarlo, el dependiente podía hacerle juicio a la empresa o bien esperar el telegrama de despido. Es decir, su trabajo se circunscribía a acompañarlo a la firma del convenio sin asesorarlo. Para los magistrados, lo relevante del caso era que el propio profesional letrado reconoció que actuaba para la compañía demandada. Y que formalizaba los convenios con el personal que se pretendía desvincular. Por otro lado, los camaristas destacaron que el abogado patrocinante y el empleado desvinculado recién se conocieron al momento de celebrarse el acuerdo y que este último no tuvo posibilidad de cuestionar el monto que iba a percibir. ―El convenio invocado por la empleadora presenta un „vicio instrumental trascendente‟en razón de que el trabajador no fue asistido del modo requerido legalemente, lo cual hace que el mismo deba ser invalidado, careciendo, por lo tanto, de toda eficacia como para poner punto final a los derechos emergentes de la relación laboral que uniera a las partes‖, indicaron los magistrados. Luego remarcaron que ―en cuanto se refiere a los alcances de la irrenunciabilidad de derechos que consagra la Ley de Contrato de Trabajo, la Justicia declaró la nulidad de aquellos acuerdos expresos mediante los cuales un trabajador pacta una renuncia a las mejores condiciones de trabajo obtenidas en el marco del contrato individual del trabajo, haciéndolo de un modo gratuito y sin obtener ninguna contraprestación, a cambio que garantice la equiparación de contraprestaciones contractuales‖. Y destacaron que el hecho que el dependiente hubiese guardado silencio en esa situación no se contradice con sus pretensiones indemnizatorias, ya que los derechos adquiridos son irrenunciables si no hay una contraprestación justa por parte del empleador. ―La concurrencia del empleado al SECOSE para suscribir el tantas veces citado acuerdo conciliatorio no respondió a un accionar voluntario y libre de su parte, sino a un acto viciado e impuesto”, enfatizaron los magistrados. Por ese motivo, y contemplando las distintas multas laborales, los jueces fijaron las diferencias indemnizatorias en la suma de la suma total de $190.673. Repercusiones ―La maniobra fue burda en extremo y el dependiente logró demostrarlo con claridad‖, explicó Juan Carlos Cerutti, socio del estudio Cerutti – Darago & Asociados. ―Como es costumbre, hay capacidad para crear instituciones buenas, eficientes, hasta novedosas. Pero por este tipo de vivezas se desnaturalizan y se dejan sin efecto herramientas que hacen más fáciles y cortos los trámites para llegar a un acuerdo, sin tener que avanzar en el juicio propiamente dicho‖, agregó el especialista. En tanto, Alberto Luque, del estudio Adrogué, Marques, Zabala & Asociados remarcó, en esta clase de situaciones, ―la intervención sólo fue realizada con el objeto de cumplimentar el recaudo exigido por el artículo 17 de la Ley 24.635, consistente en que el dependiente sea asistido por un letrado, o por la asociación sindical de la actividad con personería gremial‖. Por eso, cuando se comprueba que el letrado fue puesto por la propia empresa ―se hace insostenible, por razones éticas, brindarle validez y sustentabilidad a lo firmado‖, remarcó. Osvaldo di Tullio, socio del estudio Di Tullio, Rolando & Asociados, agregó que ―en este casose vulneró la defensa y la garantía del debido proceso, ya que el trabajador no tuvo la oportunidad de ejercer con plenitud sus derechos derivados de la relación laboral‖. ―Un acuerdo celebrado en tales condiciones es insostenible y carece de validez, por contravenir normas de orden público. Con suma torpeza se intentó obtener el carácter de cosa juzgada a un convenio que estaba viciado, para evitar un reclamo judicial‖, concluyó.
Gorod Juan Alberto c/ Orígenes Seguros
de Retiro S.A. s/ diferencias salariales Fallo provisto por Microjuris.com.ar Partes: Gorod Juan Alberto c/ Orígenes Seguros de Retiro S.A. s/ diferencias salariales Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo Sala/Juzgado: X Fecha: 18-oct-2011 Cita: MJ-JU-M-70020-AR | MJJ70020 | MJJ70020 Fallo: Buenos Aires,18/10/2011 El Dr. DANIEL E. STORTINI dijo: 1º) Vienen estos autos a la alzada a propósito de los agravios que contra el pronunciamiento de fs. 289/297 interpuso la demandada a tenor del memorial obrante a fs. 301/316, el cual mereció la respectiva réplica adversaria (fs. 318/331). Asimismo Orígenes Seguros de Retiro S.A. apela los honorarios regulados a la representación letrada del actor y al perito contador por considerarlos altos (ver fs. 315vta., décimo agravio). 2°) Se agravia la demandada por cuanto la señora juez que me ha precedido consideró nulo el acuerdo conciliatorio suscripto por el actor ante el SECOSE (Servicio de Conciliación Laboral Optativo para Comercio y Servicios) y con base en las declaraciones de dos testigos que fueron oportunamente impugnados por la parte. El análisis de los testimonios receptados me lleva a coincidir con lo resuelto por la magistrada que me ha precedido en orden a que dicho convenio no puede surgir efecto alguno. Gastón Perez Lloret (abogado) manifestó que conoce al actor ".porque el dicente patrocinaba para el grupo Orígenes a los empleados que fueran desvinculados del grupo ante el SECOSE.que el dicente facturaba a la demandada.que conoció al actor en mayo de 2.008 que fueron en los últimos acuerdos como patrocinante que el dicente participó para los empleados de Orígenes.que le pagaron los honorarios de $ 100.que no había posibilidades para el actor de negociar el número del acuerdo porque la empresa le decía al empleado cuánto iba a cobrar y que no estaba sujeto a modificación, que de no firmar el acuerdo podía hacerle juicio a la empresa o esperar el telegrama de despido.que al actor al momento de la firma no recibió ningún asesoramiento legal, que iban y firmaban." (ver fs.243/4). A su turno, Agustín Gasquet -quien dijo haber trabajado en la sección de recursos humanos de la demandada con el cargo de abogado asignado, cuyo testimonio no fue cuestionado, contrariamente a lo sostenido por la recurrente- afirmó que ".al actor se lo desvinculó mediante un despido formalizado mediante acuerdo ante el SECOSE.que el actor no tenía ninguna posibilidad de negociar el monto del acuerdo y que si el actor no aceptaba se lo desvinculaba mediante telegrama laboral.que al momento que se desvinculó al actor se desvincularon a 4 personas." (fs. 209). Sobre tal base y si bien del acuerdo conciliatorio objeto de análisis se desprende que el actor estuvo patrocinado por el Dr. Gastón Pérez Lloret (ver fs. 154) lo relevante es que -conforme la transcripción de sus dichos realizada en forma precedente- el propio profesional letrado reconoció que se desempeñó para la aquí demandada formalizando convenios con el personal que la empresa pretendía que se desvinculara y que recién conoció al demandante en oportunidad de celebrarse el acuerdo, sin que tuviera el trabajador posibilidad de cuestionar su monto (fs. ant. cit.). Cabe destacar asimismo que la impugnación formulada oportunamente por "Orígenes" -ver fs. 246/8- no cuestiona lo esencial de la declaración en cuanto a que el testigo manifestó que prestaba servicios para la aludida empleadora y que intervino en el acuerdo firmado por Gorod para defender los intereses de aquella (art. 90 de la L.O. y 386 del C.P.C.C.N.). En el presente caso (conf. declaraciones antes citadas) el convenio invocado por la demandada presenta un ‗vicio instrumental trascendente' en razón de que el trabajador no fue asistido legalmente del modo querido por el legislador, todo lo cual hace que el mismo deba ser invalidado, careciendo, por lo tanto, de toda eficacia como para poner punto final a los derechos emergentes de la relación laboral que uniera a las partes (ver en igual sentido, S.D.N° 14.847 de esta Sala X del 14/12/06 "in re" "Rodríguez Jorge Alberto c/Orígenes S.A. y otros s/despido"). Con la exclusiva finalidad de abundar señalo, en cuanto se refiere a los alcances de la irrenunciabilidad de derechos que consagra el art. 12 de la L.C.T., que adhiero a la tesis expuesta por esta Sala, en su anterior integración, en cuanto declaró la nulidad de aquellos acuerdos expresos mediante los cuales un trabajador -aún sin afectar los derechos mínimos inderogables consagrados por la ley, los estatutos profesionales y/o los convenios colectivos- pacta una renuncia a las mejores condiciones de trabajo obtenidas en el marco del contrato individual del trabajo, haciéndolo de un modo gratuito y sin obtener ninguna contraprestación a cambio, que garantice la equiparación de contraprestaciones propias de todo sinalagma contractual (ver mi voto en S.D. N° 15.261 del 05/06/2007 "in re" "Adamo Héctor Jorge c/Correo Oficial de la República Argentina s/diferencias de salarios" ). Además el hecho que el actor hubiese guardado silencio en modo alguno obsta a sus pretensiones, conforme lo expresamente establecido al respecto por el cit. art. 12 y 58 de la L.C.T. Sobre tal base no puedo más que coincidir con lo resuelto por la señora juez de primera instancia en cuanto a que resulta nulo el acuerdo celebrado entre las partes en sede administrativa y por el cual la demandada abonó sumas inferiores a las que corresponderían a un despido sin causa, sin que pueda surgir los efectos legales que la recurrente pretende, como así también que el contrato de trabajo de Gorod se extinguió por despido directo que Orígenes Seguros de Retiro S.A. ya había resuelto con anterioridad al aludido convenio. Cabe, pues, desestimar los agravios vertidos en los aspectos aquí considerados.3°) En atención a la solución propuesta habré de desatender el planteo formulado en orden a que la magistrada de primera instancia hizo lugar a la nulidad del acuerdo celebrado ".por entender que no existió despido indirecto por parte del demandado." pese a lo afirmado por Gorod en este aspecto en el aludido convenio. Sin perjuicio de ello, al considerar por vía de hipótesis la aludida circunstancia fáctica, de los términos del mismo acuerdo surge que la demandada ofreció abonar la suma objeto del mismo ".sin reconocer hechos ni derechos invocados por la requirente." (ver informe del SECOSE de fs. 154/157vta.) y ante la aseveración del actor de que en realidad se trató de un despido directo encubierto a la fecha de la suscripción del convenio (14/05/2008), la demandada no acompañó la comunicación de cese remitida por el actor ni otro elemento de prueba válido que demuestre que efectivamente Gorod se consideró despedido el 28/04/2008, lo cual no aparece rebatido en forma concreta y razonada en los términos del art. 116 de la L.O. 4°) La argumentación de la demandada acerca de que la extinción del contrato de trabajo se produjo en los términos del art. 241, tercer párrafo(ef:LEG801.241), de la L.C.T. constituye una reflexión tardía de la parte al no haber sido puesta a consideración de la magistrada de la anterior instancia, por lo cual no puede siquiera ser analizada en esta alzada (arg. art. 277 del C.P.C.C.N.). 5°) Incluso no tendrá recepción el agravio que formula la demandada acerca de la decisión de la magistrada que me ha precedido de que existió en el caso "sub examine" violencia moral o intimidación.Repárese en que los testimonios antes analizados son contestes en cuanto a que si un trabajador dependiente de "Orígenes" no firmaba estos convenios no percibía suma alguna al desvincularse de la empresa, además de lo ya analizado en orden a la asistencia letrada ‗impuesta' por la empleadora y comprometida con ella (ver considerando 2°). Todo ello me convence de que la concurrencia del actor al SECOSE para suscribir el tantas veces citado acuerdo conciliatorio no respondió a un accionar voluntario y libre de su parte, sino a un acto viciado e impuesto como se sostuvo en el fallo. Por idénticos fundamentos habré de desestimar el planteo ceñido a la admisión del daño moral reclamado, sin perjuicio de resaltar que el principal fundamento esgrimido por la sentenciante de primera instancia para receptar este incremento -esto es la coerción para que el actor suscribiera un convenio claramente desfavorable a sus derechos laborales o quedar desvinculado sin percibir monto alguno- no fue cuestionado eficazmente (art. 116 L.O.). 6°) No tendrá mejor solución lo atinente al cuestionamiento respecto del progreso de las diferencias por básico de convenio reclamadas. Obsérvese que el testimonio de Gasquet -reitero, inobservado por la demandada- arroja certeza en cuanto a que el actor laboró, al menos, de lunes a viernes de 9 a 18 hs para la aquí demandada (ver fs. 209). La aludida declaración demuestra que Gorod no desarrolló una jornada de trabajo parcial o reducida para Orígenes Seguros de Retiros S.A. como se aseveró en el responde y al expresar agravios sino -por el contrario- su horario era de tiempo completo (arts. 90 cit. y 386 C.P.C.C.N.). Cabe memorar asimismo que la modalidad del contrato de trabajo a tiempo parcial constituye un supuesto de excepción al cumplimiento de la jornada laboral completa, por lo cual quien invoca dicha situación particular -en el caso la demandada- tiene a su cargo la acreditación de la misma (conf. art.377 C.P.C.C.N.), extremo -reitero- no cumplimentado. Así entiendo que la jornada efectivamente cumplida por el actor no resultó ser el supuesto que autoriza a la empleadora a reducir y abonar el salario en proporción al menor horario de trabajo (conf. art. 92ter , de la L.C.T.). En atención a ello y al considerar -reitero- que el demandante cumplió una jornada de trabajo completa, cabe confirmar el fallo en cuanto admitió las diferencias salariales reclamadas con este fundamento (conf. escalas salariales vigentes a la época en que aquí interesa y lo normado por el art. 55 de la L.C.T. frente a la falta de exhibición de los libros y documentación labora l por parte de la demandada: ver peritaje contable fs. 259, 5° párrafo). 7°) En cambio tendrá andamiento favorable el planteo acerca de la indemnización del art. 1° de la ley 25.323. Si bien es cierto que la suma de $ 6.000 que percibió el demandante como gratificación extraordinaria por el 150° aniversario del "grupo Santander" lo fue en ocasión del trabajo, también lo es que dicho importe fue recibido por parte de un tercero -el grupo aludido- como una liberalidad excepcional y la aquí demandada Orígenes Seguros de Retiro S.A. no intervino en dicho pago, por lo que mal podía tener asentada tal constancia en los libros del art. 52 de la L.C.T. (ver, en igual sentido, S.D. N° 18.498 de esta Sala X del 12/05/2011 "in re" "Gago de Sousa, Emir Andrés c/Orígenes A.F.J.P. S.A. s/diferencias de salarios"). Sobre tal base y al no detectarse irregularidad registral alguna considero que cabe modificar el fallo en cuanto receptó el incremento indemnizatorio del art.1° de la ley 25.323 y deducir del monto total de condena la suma de $ 75.587,54 diferida por tal concepto. 8°) Será desestimada la crítica vertida por la demandada en orden a la admisión de la indemnización del art. 2° de la ley 25.323 en la medida en que el actor intimó a su empleadora en procura del pago de las indemnizaciones derivadas del despido sin justa causa del cual fue objeto (ver informe de Mailing Postal S.R.L. de fs. 137) e inició las presentes actuaciones a fin de procurar el cobro de sus derechos, por lo que cumplimentó el recaudo previsto por la normativa en análisis. Lo dicho lleva a desechar el argumento de la recurrente acerca de la ausencia de un crédito cierto y exigible en cabeza del trabajador, por lo que propicio la confirmatoria de este tramo del fallo. 9°) También será desechada la queja referida a la aplicación de la tasa activa en los términos del acta 2.357 de esta Cámara. En primer lugar advierto que mediante el dictado de la referida acta 2357 se ha esbozado un criterio adoptado por la mayoría de los jueces que integran esta Cámara en atención a circunstancias particulares que han sucedido con el devenir de los acontecimientos económicos por los que nuestro país ha atravesado. De conformidad con lo manifestado en la misma exposición de motivos que llevó al dictado del acta referida, el criterio adoptado lo fue en virtud de la expresa prohibición legal de acudir a cualquier mecanismo de indexación de créditos y como consecuencia de la necesidad de procurar un medio tendiente a paliar los efectos derivados de la supresión de la convertibilidad monetaria y la depreciación del valor de la moneda.Consecuentemente, atento los fundamentos expuestos y dado que lo que se resuelve en grado en torno de la tasa de interés coincide con el criterio que adopta este Tribunal, corresponde desestimar el agravio en relación. 10°) En definitiva y conforme todo lo dicho, habré de reducir el monto total de condena a la suma de $ 190.673,35, que devengará los intereses fijados en la instancia de grado. 11°) En cuanto a las costas de primera instancia, más allá de lo impuesto por el art. 279 del C.P.C.C.N. frente a la modificación propuesta en este voto, propicio confirmar su imposición a la demandada al resultar vencida en lo sustancial del reclamo (art. 68, primer párrafo , del C.P.C.C.N.). Respecto de los honorarios sugiero fijar los correspondientes a la representación letrada del actor -presentó escrito de alegar a fs. 277/281vta.- en el 16,5%, los de la representación letrada de la demandada -alegó a fs. 282/286- en el 12,5% y los del perito contador en el 7%. Estos porcentajes se calcularán sobre el monto de condena, incluídos los intereses (art. 38 L.O y cctes. ley arancelaria; arts. 3° y 12 decreto ley 16.638/57). Propongo asimismo imponer las costas de alzada a cargo de la demandada vencida en la contienda (art. 68, primer párrafo, del C.P.C.C.N.) y regular los honorarios de los profesionales intervinientes por el actor y demandada por su labor ante esta segunda instancia en el 25% para cada uno de ellos de lo que les corresponda percibir por la actuación en la etapa anterior (art. 14 , ley arancelaria). Voto en consecuencia, por: 1) Modificar la sentencia en cuanto al capital de condena y reducirlo a la suma total de $ 190.673,35 que devengará los intereses fijados en primera instancia.2) Dejar sin efecto lo dispuesto en grado respecto de los honorarios y regular los correspondientes a la representación letrada del actora, demandada y perito contador en el 16,5%, 12,5% y 7%, respectivamente, porcentajes que se calcularán sobre el monto de condena, incluídos los intereses (art. 38 L.O y cctes. ley arancelaria; arts. 3° y 12 decreto ley 16.638/57). 3) Confirmar el resto de lo que ha sido materia de recurso y agravios. 4) Imponer las costas de alzada a la demandada vencida (art. 68, primer párrafo, del C.P.C.C.N.). 5) Regular los honorarios correspondientes a los profesionales intervinientes por el actor y demandada por su labor ante esta segunda instancia en el 25% para cada una de ellas de lo que les corresponda percibir por la actuación en la etapa anterior (art. 14, ley arancelaria). El Dr. GREGORIO CORACH dijo: Por compartir los fundamentos del voto precedente, adhiero al mismo. El Dr. ENRIQUE R. BRANDOLINO no vota (art. 125 L.O.). Por lo que resulta del acuerdo que antecede, el Tribunal RESUELVE: 1) Modificar la sentencia en cuanto al capital de condena y reducirlo a la suma total de $ 190.673,35 (PESOS CIENTO NOVENTA MIL SEISCIENTOS SETENTA Y TRES CON TREINTA Y CINCO CENTAVOS) que devengará los intereses fijados en primera instancia. 2) Dejar sin efecto lo dispuesto en grado respecto de los honorarios y regular los correspondientes a la representación letrada del actor, demandada y perito contador en el 16,5%, 12,5% y 7%, respectivamente, porcentajes que se calcularán sobre el monto de condena, incluídos los intereses. 3) Confirmar el resto de lo que ha sido materia de recurso y agravios. 4) Imponer las costas de alzada a la demandada. 5) Regular los honorarios correspondientes a los profesionales intervinientes por el actor y demandada por su labor ante esta segunda instancia en el 25% para cada una de ellas de lo que les corresponda percibir por la actuación en la etapa anterior. 6) Cópiese, regístrese, notifíquese y, oportunamente, devuélvase. ANTE MI M.D.