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TEMA:
INTEGRANTES:
1. BARRÓN VIGO ANTHONY
CICLO: XI-A
HUACHO – PERÚ
2019
CARÁCTER OBLIGACIONAL DEL CONTRATO DE COMPRAVENTA
Tal como podemos señalar, el contrato de compraventa tuvo mucha importancia en nuestra
legislación, es por eso que se tiene muchas definiciones sobre el tema del precio, que es el que
abordaremos a continuación.
Dícese que el precio, designado como el valor pecuniario al que se le otorga a una cosa, pero
verdaderamente la definición de este es muy amplia. Distintas materias y teorías económicas han
construido una definición precisa para desarrollar lo que es el precio, es así como el derecho nos
dice que el precio es una prestación expresa en dinero que los contratantes acuerdan para el pago
proporcional a una cosa, se ha revisado en diversos contratos que están regulados en nuestro
código civil la particularidad que tienen en común, siendo estos: el contrato de suministro, donde
nos habla sobre una prestación dineraria que debe cumplir el suministrado en favor del
suministrante; el contrato de hospedaje, donde el significado del precio se basa en la retribución
que se obliga a pagar el huésped; el contrato de locación de servicios, hablamos de precio en el
reintegro que es pagado por el comitente al locador; el contrato de obra, la prestación a ejecutar
por el comitente a razón del contratista es llamado precio y el contrato de depósito, donde el
depositante abonará como una custodia de bien al depositario, siendo este oneroso, podemos
decir que hay una definición de precio.
Se puede decir que el objeto de la principal prestación del comprador en una compra venta, es
llamado “precio”, este representado en dinero o cualquier otro signo representativo a cambio de
que el vendedor se obligue a transferirle un bien.
El código civil de 1984 designa al precio como la principal prestación del comprador y
especifica que este pago deberá efectuarse en dinero, dicho enunciado causa mucha controversia
por lo que muchos doctrinarios creen en la posibilidad de que el precio consista en otro signo que
represente el dinero; es ahí donde se marca una barrera entre la legislación y la doctrina.
Brindaremos un análisis de la división sobre el precio:
Debe consistir necesariamente en dinero
Solo se manifiesta que diferentes grupos legislativos y autores consultados aceptan la referencia
de que el precio debe consistir solamente en dinero y no en bienes sean tanto muebles o
inmuebles, esto con la finalidad de salvaguardar la prestación que recibirá el vendedor.
Debe consistir en dinero o signo que lo represente
Podemos decir que comprendemos la posición anterior, debido que, esta nos hace diferenciar un
contrato de compraventa del contrato de permuta, por lo que existe ese requisito indispensable de
que sea en dinero, siendo que, de no haberse establecido, el comprador tendría la facilidad de
pagar al vendedor con un bien proporcional.
Bien es cierto que la doctrina y jurisprudencia ha ido evolucionando tanto que actualmente
tenemos la aparición de los llamados títulos valores o títulos de crédito, en el que señala Ulises
Montoya Manfredi (1970):
“Se trata de todo ese conjunto de documentos que tienen vida
propia, que circulan con gran intensidad en el tráfico económico, y
de los que emergen para sus titulares, derechos típicos, con
caracteres bien definidos” p.5.
Hacemos alusión de que se refiere a caracteres bien definidos a los derechos en un documento, la
legitimación, la necesidad de un documento y la autonomía de este.
Dicho esto, debemos precisar que son considerados títulos valores: la letea de cambio, el cheque,
el pagaré, el certificado bancario de moneda extranjera y moneda nacional, el certificado de
depósito y warrant, el título de crédito hipotecario negociable, el conocimiento de embarque y la
carta de porte, etc. Por su importancia en el mercado es que estos han ido reemplazando al dinero
como medio de pago, dado que aseguran al usuario que lo utiliza por su seguridad y viabilidad en
el uso, es por ello que con los avances doctrinarios se puede hablar de una posibilidad de utilizar
dinero o un signo que lo represente (títulos valores).
Con respecto a esto, aclaremos que el vendedor esta en todas las facultades de oponerse
rotundamente a un pago con signo representativo al dinero, por el hecho de que contravenga a las
garantías que se le otorguen o incluso si este no fuese el dilema, prefiere el pago integro en
dinero contante.
Cabe resaltar lo expresado por Mario Castillo Freyre (2015):
“Es indudable que hoy en día representa mayor garantía para un
vendedor, el recibir como pago del precio del bien un cheque de
gerencia, que dinero en efectivo, dado el peligro de robo o
falsificación de billetes existente” p.26.
Actualmente el vendedor prefiere la seguridad integral de un pago a someterse a la posibilidad de
que terminen robándole el dinero, es por ello que se plantea la posibilidad de usar estos títulos
valores. Pero considero que el cheque es el único titulo valor susceptible de ser considerado
como signo que representa al dinero, porque en el encontramos la única manera de constituir una
orden de pago.
El artículo 1233 del código civil nos asegura que ningún titulo valor puede constituir un signo
que represente al dinero, pero cabe la posibilidad de que si lo sea, por lo que no cancela la
obligación hasta que es pagado por el banco, no será menos cierto que su entrega es el resultado
de una obligación, contraída por un contrato de compraventa, es debatible el hecho de que se
determine como cumplida la obligación con la entrega del cheque o con el cobrar de este cheque.
Estos dos puntos tratados anteriormente no constituyen una oposición, solo se señala que el
segundo es la evolución comercial del punto primero sobre el dinero.
Es claro precisar que el dinero pactado en el contrato de compraventa puede ser en moneda
nacional o moneda extranjera; esto da a entender que en moneda nacional hablamos de un
criterio nominalista en base a la regla general del artículo 1234 del Código Civil. Pero bajo un
criterio valorista las partes pueden pactar un precio que sea sujeto al artículo 1235 del mismo
código.
Finalmente podemos decir que puede pactarse el precio de un contrato de compraventa en
moneda extranjera, de acuerdo con lo establecido en el artículo 1237 del Código Civil.
BIBLIOGRAFÍA
Actualmente no existe una ley que regule de manera específica los contratos de compra venta de
bienes inmuebles. Todo lo que conocemos es a partir de la interpretación del Código Civil.
Para entender un poco mejor acerca de los gastos de entrega en el contrato de compraventa,
debemos entender bien que es un contrato de compraventa. El contrato de compra venta es un
acuerdo mediante el cual, una persona X denominado vendedor, se compromete a entregar un
bien a una persona Y el comprador, a cambio de un pago de su precio en dinero.
A partir de aquí podemos darnos la idea de que tanto el comprador como el vendedor, generan
obligaciones. El comprador a pagar en precio de dinero al vendedor a cambio de la entrega del
bien. Y el vendedor queda obligado a transferir el bien. ¿Pero que sucede si el bien comprado
tiene que ser transportado a otro lugar? ¿Quién cubre los gastos de entrega? ¿Quién cubre los
gastos de transporte?
Los gastos de entrega son de cargo del vendedor y los gastos de transporte a un lugar diferente
del de cumplimiento, son de cargo del comprador, salvo paco distinto.
Nuestro código civil ya es muy claro en cuanto a quien (Tanto el comprador como el vendedor)
se hará cargo del costo de transporte, en caso de que el lugar de entrega del bien, sea en un lugar
diferente del ya pactado. También nos señala que se puede pactar dichos pagos y la forma de
hacerlo sería en la negociación de la compra del bien mueble.
“Por la negociación, la compraventa puede ser tanto un contrato
de negociación previa como un contrato por adhesión o un con
cláusulas generales de contratación” (Freyre, Estudios sobre el
CONTRATO DE COMPRAVENTA, 2003, pág. 15)
En muchos casos la compra de un bien mueble, no genera un gasto de entrega, por ejemplo:
Carlos tiene unas zapatillas, y se las quiere vender a Juan, este acepta, y le paga una cantidad de
dinero por las zapatillas (Ambos se encuentran en la misma hora y lugar de la compraventa que
se ha realizado) Cada uno termina obteniendo todo lo pactado, sin ningún problema. Carlos
obtuvo el dinero, y Juan las zapatillas.
Está claro que en este caso en particular, la entrega del bien no implica algún tipo de gasto, ya
que ambos se encontraban en el mismo lugar en la misma hora de la compra. Podemos
considerar que la entrega generaría gastos cuando, el bien a comprar, o el comprador se
encuentren en diferentes lugares.
Un ejemplo claro de este caso sería: Pedro está vendiendo un juego de mesa, y se lo quiere
vender a su primo Roberto que vive en el otro lado de la ciudad.
Probablemente este sea un pequeño gasto de transporte, de los cuales ambos pudieron pactar el
pago de quién va hacerse cargo de este gasto generado por el envío.
Muchas de las compras que se pueden realizar hoy en día, no son solo de nuestra propia ciudad,
ahora con la nueva tecnología y el internet, nos ha podido conectar a un red de comunicación en
la que cualquier persona en cualquier parte del mundo puede comprar un producto, o venderlo.
Estas compras pueden darse por medio de sitios web (Ebay, Amazon, Wish, entre otros). Muchos
de esos productos vienen siendo enviados de diferentes países, ya sea vía marítima, aérea o
terrestre, generando un gasto en el envío, y de ser necesario un gasto en aduanas. Ya que para los
envíos del extranjero los vendedores nos facilitan muchas formas de transporte, al alcance del
bolsillo de cualquiera, obviamente con una diferencia en el precio, ya que si pagas un mayor
precio de transporte de envío, el producto llega mucho más rápido a tu domicilio.
Por tanto, sabemos que según el Artículo 1530 del código civil peruano, nos dice que los gastos
de transporte están a cargo del comprador, salvo que tanto el vendedor como el comprador, se
pongan de acuerdo quién pagará los generados de transporte.
ACERCA EL CONTRATO DE COMPRAVENTA CUANDO EL PRECIO SE FIJA
PARTE EN DINERO Y PARTE EN OTRO BIEN
Artículo 1531° del Código Civil Peruano:
Si el precio de una transferencia se fija parte en dinero y parte en otro bien, se calificará el
contrato de acuerdo con la intención manifiesta de los contratantes independientemente de la
denominación que se le dé.
Si no consta la voluntad de las partes, el contrato será de permuta cuando el valor del bien es
igual o excede al del dinero; y de compraventa, si es menor.
El Precio Mixto:
Freyre, M. C. (2015) menciona:
El precio, de acuerdo a un criterio mayoritario en doctrina, debe consistir –
fundamentalmente– en dinero o en signos que representen al dinero, siendo el caso más
común el de las monedas extranjeras. Esto significa que en tanto en una compraventa se
convenga un precio en metálico (ya sea moneda nacional o extranjera) o en una mezcla
de estos dos elementos, vale decir moneda nacional y moneda extranjera a la vez, no
habría problema alguno para saber que nos encontramos frente a un contrato de
compraventa.
El problema nace cuando el precio en moneda nacional y/o extranjera, se presenta con el
agregado de un bien de distinta naturaleza de los mencionados, vale decir, por un bien
que no sea ni dinero ni signo que lo represente (moneda extranjera).
En este caso, la interrogante que ha preocupado a la doctrina es si estamos ante un
contrato innominado (o atípico), ante un contrato de permuta o ante un contrato de
compraventa.
No ha existido ni existe criterio unánime al respecto.
Pero tanta variedad de criterios como los encontrados en doctrina, hallamos en los
diversos Códigos Civiles de nuestra tradición jurídica.
Debemos señalar que resulta mayoritaria la tendencia de Códigos Civiles que se
pronuncian sobre el tema del precio mixto. (p. 34).
La solución que plantea el Código Civil en el artículo 1531, establece las pautas a seguir a
los efectos de calificar el contrato.
a) Cuando la intención de las partes consta en forma manifiesta, esta circunstancia es la que
determina la figura contractual querida, al margen de la denominación que se le ha dado al
negocio.
b) Cuando no conste la intención de las partes en forma manifiesta, la calificación del contrato
queda a la valoración comparativa entre las prestaciones, pudiendo presentarse los siguientes
casos:
1) Que el valor del bien resulte equivalente al valor de la prestación dineraria; en este caso el
valor es de permuta.
2) Que el valor del bien sea mayor al de la prestación en dinero, en cuyo caso, el contrato es
también de permuta.
3) Que el valor del bien resulte menor al de las prestaciones en dinero, caso en el cual el contrato
es de compraventa.
BIBLIOGRAFIA
Bibliografía