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Citar: Lexis Nº 1612/005122
CONTRATOS BANCARIOS Y DE CRÉDITO / 13. Préstamo bancario
Fernández, Raymundo L. Gómez Leo, Osvaldo R.
LexisNexis Depalma
TRATADO TEÓRICO PRÁCTICO DE DERECHO COMERCIAL
2004
CAPÍTULO X CONTRATO DE CRÉDITOS SINDICADOS
SUMARIO: 1. Introducción. 2. Estructura operativa de los créditos sindicados. 3. El
contrato de crédito sindicado: a) Concepto; b) Naturaleza jurídica; c) Una breve
referencia de los créditos subastas. 4. El sindicato bancario: a) Caracterización; b)
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Naturaleza jurídica. 5. Aspectos precontractuales del crédito sindicado: a) Rol del
Arranger Bank o banco jefe de fila; b) Rol de los bancos managers o directores; c) Rol de
los bancos partícipes o simples participantes; d) Placing memorandum. 6. Estructura
organizativa del sindicato bancario: a) El banco agente. Naturaleza jurídica de su
actuación; b) Funciones del banco agente: I. Responsabilidades; II. Derechos; c)
Responsabilidades del banco agente; d) El banco agente como fiduciario; e) La quiebra
del banco agente. Sus consecuencias. 7. El sindicato bancario como órgano deliberativo.
8. Contenido del contrato de crédito sindicado: a) Obligaciones de los bancos
acreditantes: I. Límites a la obligación de los bancos acreditantes; II. La obligatoriedad de
disposición del crédito; b) Las obligaciones del acreditado: I. El pago de comisiones de
apertura y de disponibilidad; II. El pago de intereses; III. La restitución del crédito. A)
Vencimiento. B) Lugar y moneda de pago. 9. Las garantías del crédito sindicado: a) Las
garantías atípicas: I. Cláusulas relativas a las personas y situación del acreditado. A)
Representations and waranties clause o declaraciones y garantías; B) Cláusulas pari
passu; C) Cláusulas de mantenimiento de determinados ratios financieros y presentación
de cuentas; D) Cláusulas de afectación o destino del crédito; E) Negative pladge (o
cláusula de garantía negativa); F) Tickler clause u obligación de no disponer; II.
Cláusulas de prohibiciones de afianzar y limitaciones a la distribución de dividendos; III.
Otras obligaciones negativas; IV. Cláusulas de protección ligadas a las circunstancias que
rodean a la operación de crédito (change in circumstances clauses): A) Cláusula de
ilegalidad (illegality clause); B) Cláusula de incremento de coste (additional cost o
increased cost clause); C) Cláusulas de protección ligadas a los incidentes del mercado
(disaster clauses); V. Cláusulas de garantía no vinculadas a ningún riesgo concreto: A)
Cláusulas de compensación (set off clause); B) Cláusulas de solidaridad (sharing clause);
b) Las garantías típicas: I. Afianzamiento de la operación; II. La garantía hipotecaria del
crédito sindicado. La figura del banco agente como fiduciario. 10. Extinción del contrato
de crédito sindicado: a) Causales comunes al contrato de apertura de crédito: I.
Vencimiento del plazo; II. Caducidad del plazo; III. Consentimiento de las partes; IV.
Voluntad unilateral; V. Resolución por justa causa; VI. Muerte, interdicción,
inhabilitación, demencia o quiebra del acreditado; VII. Liquidación judicial o
administrativa de un banco acreditante; b) La denuncia del propio acreditado; c) La
denuncia de los miembros del sindicato bancario: I. Supuestos vinculados a la conducta
del acreditado; II. Supuestos vinculados a la situación patrimonial y financiera del
acreditado; d) La cláusula cross default; e) Ejercicio de la denuncia por los miembros del
sindicato.
1. INTRODUCCIÓN
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El contrato que analizamos seguidamente está destinado a dar respuesta al financiamiento
de proyectos de inversión de envergadura, o bien a empresas altamente profesionales
requirentes de asistencia crediticia en gran escala.
Tal asistencia puede superar las disponibilidades de créditos de sus habituales agentes
financieros o bien puede que éstos no se encuentren dispuestos a concentrar el riesgo de
su cartera crediticia.
Así, el modo de afrontar tal financiamiento, facilitando la gestión empresaria, es recurrir
al concurso de varias entidades bancarias, quienes en forma conjunta, distribuyendo los
riesgos, acceden al otorgamiento del crédito solicitado.
Se formaliza así un "sindicato" de bancos, quienes coordinadamente acceden a la
celebración del negocio bancario, formalizándose mediante la celebración del contrato de
crédito sindicado cuyas características internas y externas describiremos a continuación.
Las operaciones de crédito sindicado tuvieron su origen en Estados Unidos en los años
sesenta y setenta, convirtiéndose en poco tiempo en la principal operación de
financiación, cuando se trataba de cubrir las necesidades de clientes que precisaban
grandes sumas de dinero. En la década de los setenta los excedentes financieros de los
países exportadores de petróleo permitieron una importante expansión de esta forma de
financiamiento.
Se desarrollaron alternativas y estructuras de sindicación crediticia, la cual se volcó,
predominantemente, a la financiación de empresas.
A partir de los años ochenta el uso del crédito sindicado se orientó al financiamiento de
operaciones de toma de control societario. En efecto, las operaciones de crédito sindicado
eran y son un instrumento versátil que permite construir una financiación a la medida de
los intereses del acreditado, mediante la participación de varias entidades bancarias en un
sólo contrato, posibilitando de este modo alcanzar las grandes dimensiones económicas
pretendidas por el cliente que solicita el crédito.
Su particularidad radica entonces en la pluralidad de operadores bancarios en un único
contrato de concesión de crédito, que por su cuantía y características excede las
posibilidades de atención por parte de una sola entidad.
Los créditos consorciales simplifican la tarea de las empresas, pues no tienen que
presentar simultáneamente informaciones y documentos en varias entidades bancarias.
La centralización de los créditos permite al acreditado lograr una mejor administración de
sus medios de pago. Para ciertos clientes, el punto importante es la influencia del acuerdo
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de los bancos sobre el volumen de los créditos. Normalmente un estudio de conjunto y
una buena repartición de los riesgos contribuyen a la ampliación de los créditos que
venían recibiendo (1189) .
Entendemos que en la actual tendencia de desintermediación mostrada por las entidades
bancarias, que no quieren mantener en sus balances grandes riesgos, encontrarán
seguramente cabida estos proyectos de préstamos consorciados. Es así que en economías
estables y avanzadas, el fenómeno de la colaboración bancaria a través del desarrollo de
los créditos sindicados ha sido creciente, permitiendo que varias entidades financieras,
bajo la modalidad que seguidamente se desarrollará, asistan crediticiamente a sectores
productivos o de servicios de importancia.
Las razones que explican su crecimiento incluyen los beneficios para el prestatario del
crédito que se derivan de la facilidad con que rápidamente pueden obtener
financiamiento. También para los prestamistas existen varias ventajas importantes. Los
préstamos sindicados ofrecen diversificación del riesgo y beneficios adicionales mediante
una mayor operatoria internacional. Los honorarios de la administración (management
fees) para los prestamistas de los préstamos sindicados aumentan el rendimiento respecto
de los activos utilizados. Muchos bancos han dado la bienvenida al prestigio y a la
favorable publicidad que la organización de sindicaciones exitosas acarrea (1190) .
2. ESTRUCTURA OPERATIVA DE LOS CRÉDITOS SINDICADOS
Los contratos de créditos sindicados no se encuentran regulados por ninguna disposición
legal, ni reglamentaria, que permitan a las partes intervinientes enmarcar jurídicamente
sus proyectos de financiamiento. Estamos en presencia de un contrato atípico.
Destacamos que no existen disposiciones del Banco Central de la República Argentina
que regulen expresamente al contrato que estamos analizando. Tampoco es enunciado por
la Ley de Entidades Financieras ni por la Carta Orgánica del BCRA.
Sin embargo, hemos detectado que con motivo de las modificaciones introducidas en
nuestro ordenamiento legal a partir de la emergencia pública, reforma al régimen
cambiario, y Ley de Convertibilidad (ley 25561 , decs. 214/2002 , 410/2002 y concs.) el
BCRA ha dictado normas que expresamente mencionan al contrato de crédito sindicado
en el caso con tomadores residentes en el país y contrato de crédito sindicado celebrado
en el extranjero, con bancos sindicados también extranjeros. Resultan estos antecedentes
relevantes en punto al reconocimiento que del crédito sindicado realiza la autoridad de
aplicación (1191) . Por lo tanto, los contratos deberán regularse por el acuerdo de las
partes de conformidad a lo previsto en el art. 1197 , CCiv.
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Cuando un empresario necesita una elevada suma de dinero que le permita cubrir los
objetivos trazados en su emprendimiento y decide tomar asistencia crediticia, recurrirá a
su agente financiero de confianza, a quien impondrá de sus metas empresariales, sus
necesidades económicas y perspectivas del negocio que permitan la atención de sus
compromisos y hagan viable el proyecto encarado.
Dicho empresario, sabiendo de la magnitud de tal emprendimiento, solicitará a su banco
de confianza que le "organice" la asistencia crediticia. El paso inicial es el mandato que
un prestatario otorga al banco que habrá de actuar como agente principal (lead manager)
autorizándolo a organizar un financiamiento con un sindicato de bancos. Este mandato
para gestionar la asistencia crediticia mediante la organización del sindicato de bancos, se
lo denomina term sheet o engagement letter. Tendrá entonces el banco que determinar las
posibilidades de un financiamiento individual mediante líneas crediticias que recibirá de
otras entidades colegas, minoristas o mayoristas.
Una vez tomada la decisión de no abordar el compromiso financiero en forma individual,
bien por imposibilidades técnicas o bien por conveniencia, teniendo presentes los riesgos
que supone todo crédito de importancia no sólo en el monto sino también en sus plazos,
como lo hemos ya acotado, el banco liderará una suerte de licitación privada que el
mismo organizará en búsqueda de entidades colegas interesadas en apoyar el
emprendimiento y participar en este sindicato financiero.
La figura de este banco "líder" del emprendimiento, suele denominársela banco "jefe de
fila", "líder", "arranger bank" o "auspiciante". A su vez el banco líder o jefe de fila suele
recurrir a los denominados "bancos directores" que son aquellos que en colaboración con
él y con la aprobación del tomador del crédito, colaboran en la etapa precontractual de la
formación del sindicato, fundamentalmente en la búsqueda de los bancos interesados en
el proyecto. También se lo suele denominar a este banco o grupo de bancos "bancos
manager".
A los bancos partícipes del emprendimiento, o sea aquellos que aceptan integrar el
sindicato participando en la porción crediticia que cada uno ha decidido aportar al
sindicato, suele denominárselos "bancos acreditantes".
Mientras transita esta etapa previa a la constitución efectiva del sindicato de bancos, el
arranger bank en conjunto con sus bancos manager, o directores, comienza con el
intercambio de información del tomador del crédito, relativo a la situación patrimonial y
financiera de la empresa, antecedentes comerciales, análisis de la trayectoria empresaria,
todo con el objeto de que los futuros integrantes del sindicato y prestamistas en la
operación puedan efectuar un análisis de tales datos.
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Durante esta etapa también suelen redactarse los primeros borradores de las condiciones
contractuales que regirán al sindicato de bancos y al contrato de préstamo sindicado
propiamente dicho a los fines de que todas las partes comiencen con el estudio del mismo
y efectúen las revisiones que estimen convenientes.
La experiencia norteamericana y europea relevada para este capítulo nos demuestra que
tales tratativas precontractuales pueden demandar bastante tiempo y prolongadas
negociaciones.
Como puede advertirse, a partir del momento en que se aprueban los textos pertinentes
comienzan a regir un sinnúmero de relaciones jurídicas entre todas las partes, las cuales
serán abordadas aquí.
Dicha tarea presenta la dificultad que poseen aquellas figuras contractuales innominadas,
no reguladas expresamente por disposición legal o reglamentaria alguna y sujetas a las
disposiciones de la autonomía de la voluntad, y costumbres bancarias.
Podemos concluir esta presentación operativa de los créditos sindicados señalando que se
trata de operaciones caracterizadas por el hecho de que los fondos son facilitados por un
grupo de entidades bancarias reunidas en torno al que, convencionalmente, se ha
denominado "sindicato bancario".
La técnica de la sindicación implica, como se ha dicho, la formalización de contratos en
los que se regulan tanto las relaciones establecidas entre el cliente y los bancos, como las
que ligan a estos últimos con quien, de entre ellos, asume la calidad de gestor de la
operación (1192) .
3. EL CONTRATO DE CRÉDITO SINDICADO
a) Concepto
Los autores consultados no han sido demasiado precisos en cuanto a definir el contrato de
crédito sindicado. No obstante, nos inclinamos por considerar que el "contrato de crédito
sindicado es aquel por el cual varias entidades bancarias, entre las que se encuentra la
entidad que actúa como banco agente entidades acreditantes, se obligan a poner a
disposición del acreditado a través del banco agente los fondos hasta el límite y por el
plazo estipulado, obligándose al acreditado a su vez, al reembolso de dichos fondos y al
pago de intereses, comisiones y gastos correspondientes, todo ello conforme a lo pactado
en el contrato, siendo que en algunos contratos el acreditado podrá volver a utilizar los
fondos reembolsados dentro del mismo período de disposición" (1193) .
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Resulta importante que como complemento de la conceptualización del contrato de
crédito sindicado, se determine una suerte de delimitación de las prestaciones objeto de
dicho contrato, por parte de las entidades financieras. No todos los servicios financieros
pueden ser objeto del contrato de crédito sindicado.
El término "crédito" suele ser utilizado para casi todas las actividades y servicios que
desarrollan las entidades bancarias. Por tanto, resulta conveniente excluir determinados
servicios bancarios cuya finalidad inmediata no es el crédito, sino que representan meros
instrumentos tendientes a obtener asistencia crediticia, por ejemplo, cuando las entidades
financieras actúan como entidades mediadoras en la colocación de una emisión de títulos
de deuda de determinada firma. En esta actividad de mediación, aun cuando sean
pactadas colocaciones en firme, en realidad, el verdadero partícipe de la asistencia
crediticia no será el banco, sino terceros inversores que seguramente el banco acercará al
negocio propuesto por el emisor de los títulos.
En consecuencia, este tipo de servicios, que no contempla la prestación de "crédito"
directo por parte de la entidad financiera, no podrá ser incluido como prestación de un
contrato de crédito sindicado. Tampoco podrán ser incluidas en la nómina de prestaciones
contenidas en un contrato de préstamo sindicado, las que se refieran a obligaciones que
los bancos asuman en carácter subsidiario del tomador de crédito, constituyéndose, en
consecuencia como acreedores subsidiarios del mismo, como es el caso de la constitución
de avales, fianzas, garantías a primera demanda, etc.
De lo expuesto surge que deben ser descartadas aquellas operaciones crediticias que no
tengan por objeto la inmediatez en la prestación del crédito. Por ello, cabe afirmar que es
crédito sindicado la prestación directa del crédito por parte de las entidades financieras
partícipes en el negocio, bien sea por entrega efectiva del dinero solicitado, o bien por la
puesta a disposición del cliente de los fondos solicitados dentro de los límites acordados
por las partes.
Aurioles prefiere señalar las notas distintivas del contrato, en lugar de conceptualizar.
Tales notas resultan importantes a la hora de conocer en profundidad el contrato y son las
siguientes:
El crédito es concedido, conjuntamente, por una pluralidad de entidades bancarias frente
a la práctica habitual de los créditos directos otorgados por una sola entidad.
La preparación de la operación, gráficamente se denomina "montaje" a causa de su
complejidad, suele encomendarse por el cliente a uno o varios bancos (llamados bancos
jefes de fila o arranger bank) encargados de reunir a los restantes integrantes del
sindicato, por lo cual reciben una remuneración del propio cliente.
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Su complicada estructura subjetiva lleva a que la gestión y administración de la
operación sean asumidas por uno de los miembros del "sindicato", el denominado banco
agente, cuya designación suele recaer en uno de los más relevantes dentro del grupo de
acreditantes. El estatuto jurídico del banco agente viene especificado en el contrato y sus
servicios son igualmente retribuidos mediante los "gastos de agencia".
Las cláusulas del contrato van a recoger elementos característicos del préstamo y de la
apertura de crédito que preconizan una naturaleza jurídica igualmente compleja.
Nos hallamos, en definitiva, ante un instrumento crediticio que incorpora una técnica
original, surgida de la práctica bancaria internacional, que tiende a reducir, cuando no a
eliminar, ese riesgo financiero inherente a todo compromiso de crédito a medio o a largo
plazo. Con la sindicación los bancos pretenden exclusivamente la distribución de los
riesgos que acompañan a esta clase de operaciones, pero manteniendo la unidad de la
relación contractual (1194) .
Lo expuesto nos arrima al siguiente punto que consiste en tratar de determinar cuál es la
naturaleza jurídica de este contrato.
b) Naturaleza jurídica
En los contratos denominados de créditos sindicados, la prestación de las entidades
bancarias consiste, bien en dar dinero préstamo bien en poner a disposición del cliente
los fondos solicitados por éste hasta el límite pactado por las partes contratantes apertura
de crédito. De ello se habrá de inferir que en principio, y con arreglo a las estructuras
jurídicas clásicas, la naturaleza de los contratos de créditos sindicados habrá de ser ya la
de un préstamo, ya la de una apertura de crédito (1195) .
No obstante lo expuesto, algunos autores también se han expedido en el sentido de que la
verdadera configuración jurídica del contrato es como apertura de crédito, teniendo
presente que la forma más utilizada por el cliente para disponer del crédito es esta última.
"El examen de las pólizas y escrituras en que se formalizan los créditos sindicados revela
que, en la práctica bancaria, el contrato se configura como una apertura de crédito"
(1196) .
Entendemos que no acarrea inconvenientes categorizar al contrato de crédito sindicado,
bajo cualquiera de las dos formas señaladas. La determinación de la naturaleza jurídica
podrá surgir, entonces, del contenido específico de cada contrato de crédito sindicado,
atento a que según cual sea su instrumentación, ello determinará si estamos en presencia
de un mutuo, por entrega efectiva del dinero solicitado, o al contrario, ante una apertura
de crédito, si los bancos partícipes ponen a disposición del cliente una suma de dinero, a
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la cual cada entidad va a contribuir con una cuota específica, durante un tiempo
determinado y en las condiciones estipuladas.
c) Una breve referencia de los créditos subastas
El contrato de "crédito subasta" puede ser descripto como un contrato de crédito
sindicado complejo, por el cual la entidad bancaria que actúa como banco agente de
subastas organiza, a solicitud del acreditado, subastas de disposiciones del crédito, en
virtud de las cuales las entidades acreditantes de un crédito sindicado complementario
licitan su participación. A tal efecto, las entidades de crédito presentan sus ofertas en las
que manifiestan la cuantía y el tipo de interés propuesto, a la vista de las cuales, el
acreditado y el banco agente de subastas, habitualmente en presencia del banco agente de
la operación compleja, adjudican las participaciones en el período de disposición del
crédito a las entidades bancarias que hayan ofertado las mejores condiciones para el
acreditado.
Para la adjudicación de las participaciones se seguirán las prelaciones establecidas en el
contrato, de modo que si en la subasta no se hubiere cubierto la suma pretendida por el
acreditado, entrará en vigor el crédito complementario hasta alcanzar el importe
solicitado por éste (1197) .
4. EL SINDICATO BANCARIO
a) Caracterización
Como lo hemos venido señalando, el fenómeno de la sindicación bancaria consiste en la
colaboración de varias entidades de crédito en un mismo contrato con el fin de satisfacer
los requerimientos de clientes para llevar a cabo operaciones que por su cuantía no
pueden ser atendidas por una sola entidad bancaria, bien porque no tiene suficientes
recursos, o bien esto será lo más frecuente porque supone un riesgo que no le es
conveniente asumir. Llegan así a constituirse en un conjunto de entidades de crédito que
participan como las entidades acreditantes, en un contrato denominado de "crédito
sindicado".
Nos hemos referido ya a la formación del sindicato bancario, por medio de la gestión del
arranger bank (banco jefe de fila), y la participación, según el caso, de los bancos
directores o managers.
Sin embargo, es conveniente tener presentes dos situaciones distintas en lo que atañe a la
formación del sindicato de bancos: una se refiere al momento en que se constituye el
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sindicato, y la otra a la permanencia de los bancos acreditantes dentro de la figura
consorcial.
Se puede entonces hablar de sindicatos a priori o a posteriori. En el primero, el sindicato
estará constituido a la hora de la celebración del contrato de crédito sindicado; en el
segundo, el contrato será celebrado por una o más entidades bancarias, pero con la
posibilidad de que en el desarrollo de aquél se le incorporen nuevas entidades
acreditantes.
Empero, en función de la complejidad de las relaciones nacidas de estos contratos, los
sindicados suelen constituirse a priori, no obstante, no es extraña la formación del
sindicato a posteriori, que se puede producir bien porque la mecánica de la operación así
lo exige supuesto del crédito subastado bien porque en el contrato en el que
inicialmente una entidad bancaria asume la totalidad del crédito se prevé la posibilidad de
sindicar la operación, mediante la cesión de participaciones a otras entidades bancarias
(1198) .
Por otra parte, ya mencionamos supra, que otro motivo de distinción entre los sindicatos
bancarios lo representa la "variabilidad" en sus componentes. Algunos sindicatos
bancarios se constituyen con cláusula de estabilidad, o sea que sus integrantes deben
permanecer en ellos mientras perduren las relaciones jurídicas asumidas en el contrato de
crédito sindicado, en otros, la metodología de la operación prevé expresamente la
intervención de nuevas entidades bancarias no participantes en el inicio del contrato, pero
que podrán hacerlo mediante la adhesión a éste tal y como se contempla en las
estipulaciones contractuales contrato de crédito subasta y contrato de crédito subastado.
b) Naturaleza jurídica
La pluralidad de sujetos integrantes del sindicato bancario producen efectos jurídicos
internos y externos.
En el frente externo de la operación crediticia, los acreditantes representan la titularidad
de una obligación colectiva de concesión de crédito, que se traduce en la asunción, por
parte de cada una de ellas, de una parte correspondiente a dicho crédito, o sea la
prestación total asumida por el sindicato. Se trata de una obligación mancomunada que
origina un haz de deudas y créditos independientes, que recaen sobre las fracciones de la
totalidad de la prestación. Cada entidad acreditante se compromete a contribuir al
sindicato con una cuota del crédito, y será a su vez acreedora de dicha cuota, en su
totalidad o a prorrata con los restantes integrantes del sindicato si el cumplimiento de la
operación fuere parcial.
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Es interesante analizar la peculiar relación con el sindicato; hay obligaciones individuales
en el frente externo, pero existe solidaridad pasiva entre los bancos a la hora de asumir
las pérdidas que el negocio pueda traer aparejada.
Las cláusulas de la formación de los sindicatos bancarios deben ser extremadamente
claras e inequívocas respecto de la posición contractual mancomunada de cada uno de los
bancos consorciados. Así, por ejemplo, si un banco acreditante no cumple con su
obligación, el crédito sindicado ofrecido se reducirá proporcionalmente al
incumplimiento del acreditante, sin perjuicio del derecho que le compete al acreditado de
reclamar lo que en derecho le corresponda.
Analizada brevemente la relación externa de este sindicato bancario, nace la principal
preocupación, que es determinar la verdadera naturaleza jurídica de la relación interna del
sindicato de bancos. A tales efectos, reiteramos, se debe tener presente que las entidades
sindicadas conservan la titularidad individual de los derechos y obligaciones que les
competen frente al acreditado, que configuran en cierto modo una posición contractual
independiente para cada una de ellas, y que no sólo eluden cualquier esquema societario,
sino que excluyen expresamente la responsabilidad solidaria por el incumplimiento de
una obligación colectiva que es asumida en forma parciaria (1199) .
La doctrina extranjera consultada para este capítulo, luego de recorrer figuras asociativas
y descartarlas, se inclina por las figuras contractuales de la cooperación o colaboración
empresaria y se apoyan en ellas. No obstante, se lo suele considerar como un contrato
asociativo atípico, cuyo contenido no lo recoge en ningún documento específico y
suscripto por las partes. De esta falta de formalismos no se debe inferir que los
contratantes desconozcan el alcance de sus derechos y obligaciones y, en general, las
condiciones de funcionamiento del sindicato, pues, comúnmente, el propio contrato de
crédito sindicado suele incorporar algunas menciones relativas a las relaciones internas
de los bancos sindicados (1200) .
Gran parte de esa doctrina que ha investigado el tema, se inclina en calificar la relación
existente entre los miembros del sindicato como negocio atípico de cooperación
financiera (1201) .
En principio, nos hallamos ante una figura de colaboración interempresarial de carácter
financiero para la realización de una operación concreta que origina una agrupación
temporal de entidades crediticias participantes en un contrato bilateral de cambio.
Descartadas la sociedad, asociación y cuentas en participación, pese a las analogías
genéricas que es posible reconocer con todas ellas y las específicas que las aproximan a
alguna en particular, habrá que convenir que nos hallamos ante un negocio de
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cooperación atípico. Sin embargo, hay que observar que también en aquellos
ordenamientos que ofrecen figuras de colaboración tipificadas más flexibles, resulta
difícil incluir el sindicato bancario en alguna de ellas. Es lo que sucede en el derecho
francés con relación al denominado "grupo de interés económico" o en el "consorzio" del
derecho italiano (1202) .
Se trata de un negocio de colaboración no regulado, atípico, que se ha de regir por las
previsiones contempladas en el contrato de créditos sindicado (1203) .
En este sentido, partiendo del dato referencial de que estamos ante un acuerdo de unión
de empresas, hay que señalar que normalmente se trata de contratos duraderos,
normativos entendiendo esta acepción en sentido amplio de contrato que se caracteriza
por disciplinar la conducta futura de las partes, tanto cuando tal conducta se traduce en la
realización de negocios jurídicos como cuando no es así, premoduladores de una
colaboración. Colaboración que al ser plurilateral, requiere unas reglas organizativas y,
en consecuencia, un modelo complementario de la autonomía de la voluntad (1204) .
Cuando se analiza la naturaleza del sindicato de accionistas, tan utilizado en nuestro
medio respecto del control societario, también se ubica en el contexto anotado. Es decir,
entre los contratos plurilaterales figuran los denominados de "asociación u organización",
y dentro de éstos a su vez, como una subespecie, "la sindicación" (1205) .
Señala Aurioles que estamos ante una comunidad de intereses formada por todos los
miembros del sindicato bancario que no puede encajarse, como se ha indicado, en
ninguno de los tipos contractuales. Se trata de una comunidad económica que surge de un
acuerdo entre los bancos para participar en una operación de crédito, la cual, por diversas
razones, están interesados en desarrollarla conjuntamente. No obstante ello, cada banco
conserva la titularidad de un derecho de crédito frente al cliente que, como tal, es
independiente de los demás miembros del sindicato y que, por consiguiente, puede ceder
libremente a terceros.
La libertad de actuación de cada banco acreditante no es, sin embargo, absoluta, pues, por
ejemplo, no están facultados para realizar individualmente ciertos actos (percepción de
los intereses, puesta a disposición del cliente de los fondos solicitados, etc.) respecto de
los cuales necesitan de la participación activa del banco agente e incluso, en otros
supuestos, es preceptivo el previo acuerdo mayoritario de las entidades acreditantes,
como ocurre en el caso del nombramiento de una nueva entidad de referencia para la
determinación del tipo de interés aplicable (1206) .
Debemos ahora intentar ubicar esta relación contractual interna del sindicato dentro de
nuestro ordenamiento legal, o en su caso, enmarcarla en una figura contractual
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desarrollada por la doctrina y que refleje la verdadera intención de los bancos al
"consorciarse" para este proyecto común de asistencia crediticia al cliente.
En nuestro derecho positivo no se ha acogido el concepto amplio de sociedad; por el
contrario, se halla normada la sociedad en sentido estricto, que es siempre una persona
jurídica. Conforme a estas consideraciones, relaciones jurídicas que en otras legislaciones
configuran sociedad en sentido amplio o no, en nuestro país constituyen relaciones
contractuales que suelen denominarse de "colaboración o participativas" en el derecho
vigente, y "plurilaterales, asociativas o de coordinación" en la doctrina (1207) .
Por lo tanto, nos inclinamos a sostener que las relaciones jurídicas internas entre los
miembros del sindicato (bancos acreditantes, incluido el banco agente, en cuanto actúe
como tal), configuran un verdadero contrato de colaboración o de cooperación, atípico,
plurilateral y funcional.
Los contratos de colaboración son los que tienen por finalidad la consecución de un
propósito común. No son confundibles con los de cambio. Los contratos de colaboración
empresaria atípicos estarán regidos por las normas imperativas que incluyan los
estándares de moral, buena fe e impedimento para obrar abusivamente, por la autonomía
de la voluntad y por las normas generales, en cuanto sean compatibles con la finalidad y
la economía del contrato.
Los usos sólo son relevantes cuando se adecuan a criterios valorativos y su interpretación
será efectuada mediante la aplicación de los criterios generales teniendo en cuenta el
propósito común (1208) .
Por otra parte, entendemos que resultarían aplicables a la figura en análisis las
características que ha señalado la doctrina al categorizar el contrato plurilateral. En éste
las prestaciones son autónomas, y aun cuando intervengan sólo dos partes, ello no
significa que el contrato sea con prestaciones recíprocas, dado que la prestación a cargo
de una de las partes no está destinada a recibir una contraprestación de la otra, sino que
ambas están destinadas a satisfacer un interés distinto, que es lo que determina que tales
prestaciones sean autónomas (1209) .
Se considera contrato plurilateral al que tiene originaria y potencialmente más de dos
centros de intereses diferenciados, sin que haya reciprocidad o interdependencia entre
todas las prestaciones nacidas del contrato. Los contratos plurilaterales funcionales son
una especie de contratos de colaboración, género que se opone al de contrato de cambio.
No está en la esencia de los contratos plurilaterales dar nacimiento a un nuevo sujeto de
derecho. Salvo previsión en contrario, las vicisitudes sólo conciernen a uno de los
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contratantes, no se propagan al contrato, salvo que, teniendo en cuenta las circunstancias,
la participación o prestación de ese contratante sea esencial.
Se consideran inaplicables a los contratos plurilaterales, en principio, las normas de la
sociedad civil (1210) .
Los contratos plurilaterales funcionales son los que persiguen un fin común; de por sí,
son contratos de colaboración y organización. Se caracterizan porque existe la
probabilidad (no la necesidad) de que intervengan más de dos partes; por ello también se
los suele denominar "contratos abiertos" (o con posibilidad de serlo). Contratos
plurilaterales funcionales son los propios de las sociedades, las uniones transitorias de
empresas, las agrupaciones de colaboración, los joint ventures y el pool (1211) .
Recientemente la jurisprudencia ha considerado a tales contratos de cooperación o
colaboración empresaria como meros agrupamientos fácticos en que cada parte conserva
su individualidad e independencia, limitándose a la realización de un proyecto común y
contribuyendo cada parte sin que implique, en forma alguna, la presencia de una sociedad
de ningún tipo, por lo cual tal mecanismo operativo corresponde a un contrato atípico,
que es aquel que resulta de la libre voluntad de las partes en forma expresa o tácita. En
cuanto a su naturaleza jurídica, esta forma contractual se acerca a la de los acuerdos de
colaboración empresaria, conservando cada uno su individualidad e independencia,
limitado a un proyecto particular y contribuyendo cada uno de ellos a la ejecución de una
parte del proyecto; resulta evidente, pues, que no debe ser encuadrado de modo alguno
como sociedad de ningún tipo, por lo que el mecanismo operativo se corresponde con los
contratos atípicos e innominados, regidos por el acuerdo de voluntad de las partes
(1212) .
Por ello, le asiste razón al doctor Farina cuando afirma que si bien el acto constitutivo de
una sociedad es un contrato plurilateral, asociativo, de colaboración y organización, no
todo contrato plurilateral ni todo contrato asociativo, de colaboración u organización, ha
de ser necesariamente un contrato de sociedad, y menos una sociedad de hecho; recurso,
este último, que muchos son proclives a utilizar cuando se sienten perplejos ante una
relación jurídica entre dos o más sujetos que resulta encuadrada dentro de algunas de las
categorías contractuales citadas.
Tal vez esto nos ayude a comprender mejor el acierto de la jurisprudencia norteamericana
cuando, en el siglo pasado, comenzó a acuñar la expresión joint venture para referirse a
aquellos contratos con matices asociativos y básicamente asentados sobre una relación de
colaboración entre las partes (1213) .
5. ASPECTOS PRECONTRACTUALES DEL PRÉSTAMO SINDICADO
p.15
Al comentar el punto anterior en el sentido de la complejidad de relaciones jurídicas que
se tejen en torno de este contrato de crédito sindicado, dijimos que ella no sólo era
consecuencia de la concreción de dicho contrato, sino incluso de sus tratativas
preliminares.
Hay una pluralidad de sujetos intervinientes que generan una cantidad de cuestiones
jurídicas de significación.
¿Qué tipo de relación jurídica se traba entre el arranger, o auspiciante, y el tomador del
crédito y el banco director o manager de existir éstos en la etapa preliminar?, ¿qué
posición asumen en el proceso estos bancos, y qué consecuencias produce el informe
elaborado por el arranger y sus managers respecto del futuro tomador del crédito, no
sólo en cuanto a este último sino también a restantes bancos prestamistas del sindicato?
Las cuestiones antedichas deben ser analizadas puntualmente, y nos parece conveniente
establecer cuál es el papel de cada uno.
a) Rol del arranger bank o banco jefe de fila
El arranger bank es el que recibe el pedido del solicitante del crédito, y tiene a su cargo
obtener de otros bancos colegas su participación en este sindicato de prestamistas, con el
fin de que efectúen también desembolsos para su participación. O sea que es el encargado
de organizar el sindicato de bancos.
Cabe advertir que cuando se utiliza la expresión "organizar la operación" se quiere poner
de manifiesto que su actuación principal es la dirigida a fomentar la futura adhesión de
los que van a constituirse en partícipes del contrato. Su papel trascendental se
desenvuelve, por tanto, en los momentos previos a la celebración del contrato de crédito,
y en ello radica precisamente una de sus diferencias esenciales con el banco agente, que
desarrolla su actuación ya en fase de ejecución del contrato. Esto no impide, como
veremos, que aquél o el arranger, sean la misma entidad, situación perfectamente
compatible.
La tarea fundamental del arranger es elaborar el informe del cliente a los fines de
"convencer" a los bancos concedentes de que tomen parte de este sindicato de
prestamistas. A la invitación a posibles bancos acreditantes se la suele conocer con el
nombre de "télex de oferta" y va acompañada por dicho memorandum de información
(placing memorandum).
El télex de oferta suministra a los potenciales prestamistas la información básica del
préstamo y constituye la oferta de los agentes en nombre del prestatario. En él se enuncia
p.16
brevemente el nombre del prestatario y el del garante, el monto del préstamo, los
vencimientos, la tasa de interés, el programa de reembolsos, y el de desembolsos, las
comisiones de compromiso, los honorarios de la participación, el objeto del préstamo, y
cualquier otra información pertinente respecto del préstamo. Se trata de una oferta directa
que el potencial banco prestamista puede aceptar o rechazar.
También incluye los detalles de la trayectoria y actividad del prestatario, sus estados
contables, la composición accionaria, directiva y gerencial del mismo. El memorandum
informativo es un folleto impreso que brinda más información, tanto respecto del
préstamo, ya adelantado en el télex de oferta, como del prestatario. Respecto de este
último puede asimilarse a un prospecto de emisión de deuda.
No obstante, entendemos que la referencia es meramente ejemplificativa, dado que la
colaboración en la preparación del prospecto de la emisión de un título de deuda, no se
puede comparar con la preparación del informe que el arranger debe realizar, luego de
un estudio pormenorizado de los antecedentes económicos y financieros de la empresa
solicitante del crédito, como asimismo, de corresponder, del proyecto destinatario de los
fondos provenientes del contrato de crédito sindicado.
El arranger asumirá, entonces, responsabilidad por el contenido de dicho informe, en
especial si éste padece de irregularidades o falsedades que coloquen a los bancos
concedentes en una situación que perjudique sus intereses. Es decir, que el banco jefe de
fila será un verdadero auditor de la situación empresaria del solicitante del crédito,
auspiciando frente a las entidades colegas el otorgamiento de la asistencia crediticia en la
magnitud peticionada por el cliente. Por tal razón, los bancos que actúen como tales
deberán prever en las cláusulas contractuales que los vinculen con los bancos
concedentes, su eximición de responsabilidad, brindando la posibilidad de que éstos
puedan cotejar directamente el contenido del informe y resuelvan por su exclusivo
criterio. De este modo el informe sobre el cliente será referencia a tener en consideración
para analizar o no la conveniencia de participar en el proyecto consorcial.
Nos resta preguntarnos cuál será la naturaleza jurídica de la relación que une al arranger
con el solicitante del crédito.
Destacamos que estamos aún en la etapa precontractual del contrato de préstamo
sindicado, razón por la cual sólo se analiza en este punto la relación jurídica con el
solicitante. Concluida esta etapa se iniciaran los actos preparatorios propiamente dichos
del contrato de crédito sindicado. Luego tendremos que analizar, una vez constituido el
sindicato y otorgado el crédito sindicado, la naturaleza jurídica de la relación que media
entre el arranger y los bancos acreditantes.
p.17
Los españoles han vinculado la figura del arranger con la "mediación", que consiste en la
obligación que asume una persona frente a otra u otras de desplegar una actividad
dirigida a que éstas concluyan un negocio jurídico, a cambio de una remuneración si llega
a buen fin (1214) .
El documento mediante el cual se establece la relación entre el arranger bank y el cliente
se denomina term sheet o engagement y contiene las pautas de entendimiento entre
ambos y las referidas al financiamiento propiamente dicho (tipo de crédito que se
utilizará, monto de la operatoria, moneda del crédito, descripciones generales del
sindicato, la existencia de compromisos por parte del arranger bank, vencimientos,
costos, intereses, legislación y jurisdicción aplicable, etc.). No vemos entonces dificultad
en calificar como mediación a la relación jurídica que nace en el momento en que el
solicitante del crédito sindicado encarga a los bancos jefe de fila que se pongan en
contacto e inicien los tratos con aquellas entidades que puedan estar interesadas, según
ellos, en formar parte del futuro contrato (1215) .
En el ámbito de nuestro derecho, podríamos convenir en que la relación entre el arranger
y el peticionante del crédito se enmarcaría respecto del primero, en la figura del "agente
de comercio sin representación". El agente de comercio sin representación actúa como
mediador, puesto que no es parte en la celebración del contrato (1216) .
Nos inclinamos por adoptar tal posición, pero con el agregado de que estamos en
presencia de un agente de comercio sui generis, dado que el arranger no sólo se encarga
de gestionar la participación de otras entidades en el crédito sindicado solicitado por su
cliente, sino que el mismo participará del contrato que intenta desarrollar, mediante su
tramo de asistencia crediticia, y demás diligencias a realizar como banco agente del
préstamo sindicado (1217) .
Por otra parte, no se nos escapa que en esta figura especial, el arranger será un agente de
comercio sin representación para la celebración de un acto determinado, cuya función
será la de auxiliar e intermediar en la concreción del negocio de la cual él formará parte.
No podemos dejar de señalar a esta altura del análisis las responsabilidades que asume
como consecuencia del incumplimiento de las tareas encomendadas como agente del
negocio frente al solicitante del crédito sindicado.
El contenido de la relación jurídica que liga al banco arranger con el cliente dependerá
de la modalidad de la oferta que, en su momento, le dirigió. En la hipótesis normal (best
effort) su obligación principal se reduce a desarrollar una determinada actividad relativa
al inicio de gestiones con aquellas entidades bancarias que puedan estar interesadas en
p.18
participar en el futuro contrato y que, como tal, es independiente de la consecución o no
del resultado apetecido: la firma del contrato de créditos sindicados (1218) .
En tanto que hace unos años lo habitual era que el prestatario le otorgara al agente
principal un mandato sobre una base de mejores esfuerzos (best efforts), lo cual suponía
que el prestatario tenía que aceptar cualquier monto que el agente pudiera obtener en el
mercado, la práctica actual consiste más bien en que el prestatario insista en una garantía
completa de obtención de los fondos (underwriting) por parte de los agentes, es decir, que
asegure la obtención del monto total solicitado (1219) .
Si bien el arranger no responde, en principio, por el éxito final de sus gestiones, en la
primera de las hipótesis de contratación señalada (best efforts), no se debe descartar la
alternativa que corresponda si se acredita inactividad no justificada, falta de
profesionalismo en la gestión, incumplimiento de términos previstos contractualmente
para el agotamiento de etapas precontractuales, o bien incluso, la renuncia a dicha labor
de intermediación, con los alcances propios de los daños que hubiese ocasionado por la
falta de liquidez de la tesorería del cliente o por el deterioro patrimonial de su empresa.
No podemos dejar de señalar que cualquier cláusula que intente limitar la responsabilidad
del banco agente en este sentido será contraria a derecho.
b) Rol de los bancos managers o directores
Hay que recordar que en el desarrollo del negocio de crédito sindicado, precisamente en
esta etapa precontractual, el arranger podía solicitar la participación de otras entidades
colegas que actuaran como gerentes de la operación y participaran no sólo en la búsqueda
de entidades bancarias interesadas en intervenir de la operación crediticia sindicada, sino
inclusive en la elaboración y aprobación del informe del cliente.
En el punto anterior nos inclinamos por considerar la tarea del arranger en esta instancia
precontractual como la de un agente de comercio sui generis. Por lo tanto, en estas
designaciones se produciría una suerte de delegación de tareas, o sustitución de las
facultades asignadas en oportunidad del encargo del negocio, por supuesto sin que ello
implique que los bancos jefes de fila se desliguen de sus responsabilidades y relaciones
con el cliente.
En caso de incumplimientos por parte de los bancos directores y managers a sus tareas, el
arranger responderá por ellos, en idénticas condiciones que el mandatario responde por
su sustituto, aunque la delegación la haya autorizado el cliente. La única excepción
entendemos será el supuesto en el cual el cliente hubiera designado a los managers o
directores sin intervención del arranger.
p.19
La actuación de tales bancos tiene mucha mayor trascendencia en el orden económico, y
aun así en la mera faceta publicitaria, que en el orden jurídico propiamente dicho.
Conforme al tamaño de la transacción, puede haber varios niveles de managers, cuyos
títulos suelen ser los siguientes:
Lead managers: Banco o grupo de bancos a los cuales quien pide el préstamo le concede
el mandato. Estos bancos, por lo común, tienen suscripto el total o parte importante del
monto del préstamo y distribuyen el resto. Cuando hay varias entidades en tal calidad se
las suele denominar co lead managers.
Managers: Generalmente el prestamista que ocupa la segunda fila en la dirección de un
préstamo sindicado llamado managers. Los managers aseguran en algunas oportunidades
una parte del préstamo pero no participan en el primer tramo que es tomado por el lead
managers. Conforme a lo establecido con este último, el manager puede o no participar o
compartir su rango.
Co managers: Cuando hay tres filas o líneas de gerencia o dirección (lead, managers y
co managers) generalmente, estos últimos no suscriben o aseguran una porción del
préstamo y no participan en el conjunto residual. Los bancos que obtienen este título en el
crédito sindicado pueden suscribir una parte del crédito, y suelen reservarse, asimismo, el
derecho de vender su participación.
Special bracket: En algunas sindicaciones, por lo común, de importante tamaño
económico determinados bancos participan con un monto específico, y por ello pueden
ingresar a una categoría "especial". Ese monto oscila, de ordinario, entre lo que dispone
un co manager y el más alto participante. Se los suele colocar en una categoría especial
dentro del tombstone (1220) .
c) Rol de los bancos partícipes o simples participantes
Estos bancos son los prestamistas que participan en el crédito sindicado, pero que no
tienen título o papel publicitario alguno. Generalmente intervienen con montos menores
que otros bancos que ostentan título gerencial en la transacción.
En una gran operación de sindicación, la mayoría de los bancos se ubican en esta
categoría y poseen menor nivel de compromiso.
d) Placing memorandum
También denominado informe del cliente por la doctrina española.
p.20
Sabemos, por nuestro régimen jurídico bancario, que los bancos deben guardar secreto de
determinadas operaciones e informaciones que sus clientes les brinden con motivo de la
relación comercial de las partes. La preparación de ese prospecto del cliente y su
posterior divulgación por parte del arranger en procura de conseguir apoyo de otras
entidades colegas, no puede ser entendido como una violación al secreto que pesa sobre
tal información. Se ha concluido en que la celebración del acuerdo entre el cliente y el
banco auspiciante (term sheet o engagement) lleva implícita la autorización por parte del
primero de utilizar para tales fines la información brindada.
Empero, sin lugar a dudas, la mayor preocupación queda centrada en el hecho de que la
información contenida en dicho prospecto resulte veraz y exacta.
El arranger será responsable, juntamente con los bancos directores o managers, en el
caso de que el documento incluya informaciones falsas, inexistentes o inexactas, si ellas
resultaron determinantes para que los bancos acreditantes participaran en el crédito
sindicado.
Es indudable que la información contenida en el prospecto será de trascendencia en la
formación de la voluntad contractual por parte de los bancos concedentes. Dicha
responsabilidad quedará en la órbita extracontractual con relación a ellos y no puede
descartarse la responsabilidad contractual frente al propio cliente, quien puede ver
frustrada la operación por la incorrecta presentación de la información económica y
financiera de su empresa.
6. ESTRUCTURA ORGANIZATIVA DEL SINDICATO BANCARIO
a) El banco agente: Naturaleza jurídica de su actuación
Al presentar la figura del crédito sindicado, hicimos hincapié en la labor que en él
desarrolla el banco agente, que es designado por los restantes integrantes del sindicato
para que se concentren ante él todas y cada una de las alternativas relacionadas a la vida
del contrato de crédito sindicado. Por lo común, decíamos, el banco agente es el mismo
que ha actuado en las instancias preliminares como arranger bank, no sólo porque se
trata del promotor del negocio, sino porque generalmente es el que mejor conoce al
cliente.
La presencia del banco agente en los contratos de créditos que estamos examinando es
una consecuencia directa del carácter sindicado de la operación. En efecto, la plural
estructura subjetiva del lado acreditante, junto con la complejidad intrínseca de su
ejecución, aconsejan contar con un protagonista dotado de facultades de representación
de los acreditantes y de capacitación especial para servir de órgano de relación entre ellos
p.21
y el cliente. Estos objetivos son los que se intentan cubrir con la actuación del banco
agente (1221) .
Cabe preguntarse ahora cuál es, entonces, la naturaleza jurídica de esta particular
actuación del banco agente ante el propio sindicato y el acreditado.
De hecho la denominación de "agente" es simplemente referencial, puesto que entre el
sindicato de bancos y el banco agente no hay de por medio ningún contrato de agencia tal
cual es concebido por la doctrina (1222) .
Entendemos que el banco agente es un verdadero mandatario comercial con
representación.
El banco agente es un mandatario de carácter mercantil que actúa por cuenta y en nombre
de las entidades acreditantes, realizando cuantos actos jurídicos resulten necesarios para
procurar el cumplimiento y ejecución del contrato de crédito sindicado (1223) .
El mandato otorgado al banco agente tiene algunas particularidades que deben ser
destacadas: i) es atribuido por una pluralidad de mandantes, los cuales responden, como
lo hemos analizado en páginas anteriores, de manera mancomunada; ii) confluyen los
intereses de los mandantes y del mandatario, tendientes al cumplimiento y buen fin del
negocio en común asumido; iii) y se otorga con carácter irrevocable, atento a las
características del crédito sindicado y siendo este mandato un instrumento necesario para
la realización del contrato principal que une a las partes. La revocabilidad sólo será
procedente si mediase justa causa, lo cual incluso se podrá acotar expresamente en los
contratos correspondientes.
No obstante lo expuesto, resulta interesante rescatar un fallo de la Corte de París, Tercera
Cámara, Sección B (Francia) en autos "Republic National Bank of New York France v.
CIC", de fecha 21/11/1990, que expresa lo contrario a lo señalado precedentemente: "Las
obligaciones del banco agente de un sindicato bancario no son las del mandatario" (1224)
.
b) Funciones del banco agente
En general el banco agente goza de todas las facultades necesarias para lograr el buen fin
del crédito y, por otra parte, de determinadas facultades para los supuestos excepcionales
o graves que puedan incidir en su ejecución.
Las facultades otorgadas al banco agente, suelen ser precisadas, dentro del contexto
general preanunciado, en el curso del contrato respectivo.
p.22
Podríamos sintetizarlas así:
recibe las solicitudes de disposición de fondos por parte del cliente;
centraliza los pagos que el acreditado debe realizar, por amortización, intereses y
comisiones;
distribuye los pagos de capital e intereses en función de cada aporte que efectúan los
bancos acreditantes;
determina, conforme pautas contractuales, los servicios de intereses que debe pagar el
acreditado;
recibe y transmite las múltiples comunicaciones entre el acreditado y los bancos
acreditantes;
lleva a cabo un claro papel negociador;
también podría asumir el carácter de fiduciario a los fines de recibir garantías en
beneficio del propio sindicato.
I. Responsabilidades
El banco agente debe cumplir con las funciones que le fueron encomendadas, no sólo en
los términos de un buen hombre de negocios, sino bajo las exigencias que supone su
profesionalismo en la materia y que importa un mayor rigor a la hora de analizar su
actividad.
Si bien los bancos agentes suelen reservarse atribuciones discrecionales, en caso de duda
con relación al contenido u obligaciones a su cargo deberá obtener instrucciones expresas
por parte del sindicato para quedar liberado de responsabilidades.
Deberá guardar observancia de las disposiciones legales o reglamentarias que incidan
directa o indirectamente en el negocio de crédito sindicado que se haya realizado
(controles de cambio, disposiciones de la autoridad de control, disposiciones técnicas,
etc.).
Tendrá como compromiso adicional priorizar la defensa de los intereses colectivos del
sindicato, y no los intereses propios, recordando que el banco agente también suele actuar
como banco acreditante. Se trata, en síntesis, de una obligación de lealtad del banco
agente hacia el sindicato, debiendo mostrarse equilibrado a los fines de evitar los
conflictos de intereses que podrían plantearse con motivo de las relaciones comerciales
con el acreditado.
p.23
El banco agente debe respetar el destino de los fondos y hacer entrega de ellos al cliente,
conforme han sido dispuestas las instrucciones o acuerdos en el crédito sindicado.
Debemos recordar que los bancos ponen el dinero a disposición del acreditado por medio
de las cuentas del banco agente, que es el encargado de liquidar la etapa crediticia
correspondiente.
Por último, el banco agente tendrá la obligación de rendir cuentas detalladas de todas y
cada una de sus actuaciones en este negocio, como, asimismo, de liquidar las que se
hayan realizado.
II. Derechos
Los derechos que le asisten al banco agente tienen como contrapartida las obligaciones de
los bancos acreditantes para con él. Estos últimos deben poner a disposición del banco
agente los fondos para que éste pueda cumplir con los compromisos asumidos en el
contrato de crédito sindicado.
El banco agente tendrá derecho al cobro de una comisión por la gestión efectuada, así
como también al recupero de los costos y gastos efectuados con motivo del mandato
cumplido. Dentro de tales gastos podrán ser incluidas las actividades adicionales
encomendadas al banco agente con motivo del crédito cual es el de auditoría contable y
legal al acreditado, que periódicamente hayan pactado las partes para el seguimiento del
destino de los fondos.
c) Responsabilidades del banco agente
La responsabilidad que asumirá el banco agente será como consecuencia del
incumplimiento o cumplimiento defectuoso de sus obligaciones como mandatario del
sindicato.
Entendemos que si bien a los contratos respectivos de sindicación se les incorporan
cláusulas de exoneración de responsabilidad, la licitud de éstas deberá ser analizada con
criterio restrictivo, atento a las cualidades del mandatario y a la importancia de los
intereses en juego en el negocio.
Se registra un interesante caso jurisprudencial en los EE.UU. llamado "Colocotronis" en
un juicio planteado por un grupo de bancos de dicho país, los cuales, tras haber
participado de un crédito sindicado otorgado a una serie de empresas pertenecientes a un
armador griego de dicho nombre, demandaron al banco agente del sindicato por
negligencia grave en el cumplimiento de sus funciones.
p.24
Los fundamentos de la demanda de los bancos sindicados contra el banco agente (el
European American Banking Corporation) se basaban en que éste le había ocultado las
graves dificultades financieras por las que atravesaban las empresas del grupo, declarado
posteriormente en quiebra, por lo cual, European Banking coporation había faltado a su
obligación de información y había antepuesto sus propios intereses, así como los de
accionistas de las empresas a los del sindicato. El asunto se resolvió mediante una
transacción, pero causó un fuerte impacto en la estructura futura de los sindicatos (1225) .
d) El banco como agente fiduciario
Entendemos que es perfectamente posible que el banco agente, sin perjuicio de
representar al sindicato de bancos, pueda ejercer funciones de fiducia en cuanto a muchas
de las tareas que desempeña, en especial, las vinculadas al manejo de los fondos del
sindicato, y respecto de la constitución de gravámenes otorgados por el acreditado o
terceros a favor del sindicato.
La utilización del fideicomiso, como veremos, dará seguridades adicionales a los bancos
participantes del sindicato ante la quiebra del banco agente.
e) La quiebra del banco agente. Sus consecuencias
Si bien no es el objeto de este capítulo ahondar sobre cuestiones tan puntuales como el
tema en tratamiento, no podemos dejar de señalar algunos aspectos que nos han llamado
la atención al analizar esta particular figura contractual, en especial vinculada a la materia
concursal.
A) El art. 147 , ley 24522, establece que el contrato de mandato queda resuelto por la
quiebra.
Comentando el artículo citado dice Barbieri (1226) "...Es evidente que, encontrándose el
fallido en quiebra y desapoderado de sus bienes, dichas circunstancias se han modificado
sustancialmente, lo que justifica la extinción automática de la relación jurídica.
"Entendemos al respecto, que la finalización del vínculo contractual se produce aun si las
partes (tercero y síndico) manifiestan su voluntad de continuarlo, dado que dicho efecto
se verifica por un imperativo legal, sin que ello pueda ser derogado por los
contratantes...".
Queda, pues, descartada la posibilidad de aplicar el art. 144 , ley 24522 (contratos con
prestaciones recíprocas pendientes).
p.25
B) Un tema interesante, sin duda, se plantea cuando el mandatario (banco agente, en el
caso) ha recibido fondos de los demás bancos sindicados para ser entregados a un tercero,
dado que tal es la finalidad de esta operatoria, que podría verse obstaculizada por la
declaración de quiebra del banco agente.
Sostiene Horacio Roitman (1227) refiriéndose a la quiebra del mandatario, que:
"...Inmediatamente después de producida la cesación del mandato, debe rendir cuentas
del mismo (art. 1909 , CCiv., y arts. 68 y concs., CCom.); es claro que en esta particular
circunstancia, si se tratare de la quiebra del mandante deberá rendirse cuenta al concurso
de aquél, mientras que si lo fuera del mandatario deberá hacerlo éste directamente a su
mandante con expresa comunicación a los funcionarios del concurso para evitar
confusión en los bienes y en las negociaciones.
"Actos urgentes: No obstante la cesación del mandato en todos los casos precisados con
arreglo a los principios del derecho común, los mandatarios deben continuar en sus
gestiones hasta tanto sean reemplazados, mientras se trate de situaciones que no admitan
dilación, como así también tomar todas las medidas urgentes que fuesen necesarias. Es
lógico que ello sea así, pues la diligencia que se exige en el mandatario lo es para evitar
males mayores o perjuicios al otorgante, situación que en manera alguna es incompatible
con el estado de falencia...".
El dinero recibido por el mandatario fallido constituye un depósito irregular que se
incorpora al patrimonio del banco agente, por lo tanto, en caso de quiebra de éste, los
bancos sindicados no podrán solicitar la devolución fundados en el art. 138 , ley 24522
(bienes de terceros, art. 142 , ley 19551) y por el procedimiento del art. 188 , ley 24522.
Dice Quintana Ferreyra (1228) comentando el art. 142 , ley 19551:
"...Derechos de la parte in bonis: ...A manera de ejemplo se encuentran en tal situación
los bienes objeto de depósito regular, prenda con desplazamiento, comodato, entre
otros...".
Nos parece que en virtud del desapoderamiento de la quiebra, que priva al fallido de las
facultades de administración y disposición, y lo dicho sobre depósito irregular (de los
dineros recibidos), los bancos sindicados deberán verificar sus créditos en la quiebra del
mandatario como quirografarios.
Éste es un primer análisis parcial. Pero semejante criterio podría ser erróneo porque aquí
no se está juzgando sobre el contrato de crédito sindicado, sino solamente respecto de una
parte de él, que es la relación de mandato entre los bancos.
p.26
El tribunal deberá apreciar el contrato en todo su contexto (tratándose de un contrato
innominado en nuestro derecho positivo), el juez de la quiebra deberá recurrir a la sabia
norma contenida en el art. 159 , ley 24522, norma de clausura para los casos no
contemplados, donde se le señalan reglas al tribunal, atendiendo a la debida protección
del crédito, la integridad del patrimonio del deudor y de su empresa, el estado del
concurso y el interés general.
Sin embargo, este artículo posibilitaría la continuidad del negocio y permitiría aplicar, si
fuera el caso, el art. 144 de prestaciones recíprocas pendientes.
El primer problema es que el juez de la quiebra autorice la entrega de los fondos (que
deben estar obviamente en el patrimonio del fallido al tercero contratante).
Nuevas dificultades, que parecen insalvables, surgen en cuanto a la prolongación en el
tiempo de los créditos sindicados (a largo plazo), en tanto que los plazos de la quiebra
son breves.
Por lo expuesto parece necesario, ante este panorama, que los bancos consorciados
entreguen los fondos en fideicomiso al banco agente. En dicho contrato de fideicomiso se
podrán plantear todas las alternativas necesarias tendientes a evitar que los fondos
destinados al cumplimiento del contrato de crédito sindicado queden atrapados por
circunstancias ajenas a la voluntad de los bancos sindicados.
7. EL SINDICATO BANCARIO COMO ÓRGANO DELIBERATIVO
Señalaba el doctor Beccar Varela, en su interesante exposición, que los contratos de
créditos sindicados suponen la existencia de dos contratos netamente diferenciados. Por
una parte, el propio contrato de crédito sindicado, bajo la modalidad de la apertura de
crédito en la mayoría de los casos, y el contrato de sindicación que acuerdan los bancos
integrantes de ese particular consorcio dispuesto a financiar el proyecto del acreditado
(1229) .
Dentro de este contrato de sindicación de bancos, cuya naturaleza jurídica hemos
intentado definir en el curso del presente capítulo, se hallan contenidas las reglas
mediante las cuales tal sindicato formará su voluntad para adoptar decisiones en conjunto
frente a temas determinados. Se ha adoptado, entonces, el sistema de la mayoría.
La introducción de la regla mayoritaria es relativamente reciente, por cuanto en los
primeros contratos de esta clase no se contemplaba otro régimen más que el de la
unanimidad, lo cual, en cierto modo, era coherente con la posición individualizada e
independiente que cada entidad ostenta, en principio, frente al acreditado, en lo que
p.27
respecta a su cuota de participación en el crédito. Ante la necesidad de reducir costos
operativos de gestión y funcionamiento, así como también por el deseo de limitar o
controlar las amplias facultades que se le venían concediendo al banco agente en orden a
los fines de salvaguardar la autonomía de las demás entidades, se fue introduciendo en
los créditos sindicados el sistema mayoritario, que hoy ha adquirido carta de naturaleza y
como observan Blaise y Fouchard constituye una muestra de la penetración de la teoría
institucional en la técnica de la sindicación (1230) .
La formulación de lo que debe entenderse por mayoría de bancos viene configurada en
todos los contratos, en función de la suma porcentual de su participación en el crédito,
nunca por cabeza de aportantes, y suele oscilar entre la exigencia de más del 50% hasta el
66,6% del crédito dispuesto y pendiente de reembolso. Se adopta por tanto un criterio
capitalista en que evidentemente prima la posición de aquellas entidades cuya cuota es
más elevada y que, en consecuencia, asumen mayor riesgo en la operación.
En principio, cabe aclarar que el desarrollo normal del crédito está sustraído del cómputo
de las mayorías. Las funciones del banco agente son claramente especificadas en el
contrato, y están encaminadas a la ejecución ordinaria de éste. La mayoría es requerida
para casos como los siguientes: a) denuncia del contrato conforme a las previsiones
establecidas; b) puesta en marcha de mecanismos alternativos que eviten la resolución del
contrato por el acaecimiento de hechos previstos; c) modificaciones contractuales por
celebrar con el acreditado, y d) cambio del banco agente o sus funciones originariamente
convenidas.
También pueden enumerarse entre las facultades las siguientes: a) renunciar a exigir el
cumplimiento de cláusulas especiales o prestar consentimiento para morigerar cláusulas
especiales, como por ejemplo la prenda negativa, b) determinar si una manifestación
incorrecta o un cambio adverso de la situación financiera es esencial a los fines de los
supuestos de incumplimiento, c) ordenar al banco agente acelerar o disponer la caducidad
de los plazos de los préstamos al verificarse un supuesto de incumplimiento. En general
el banco agente puede tener la facultad discrecional expresa de hacer cumplir la
caducidad de los plazos sin remitirse a los bancos (para cubrir las emergencias).
Las estipulaciones contractuales respecto de funcionamiento de la mayoría consorcial,
demuestran el sometimiento de las entidades consorciadas a la voluntad general del
sindicato, que vincula a todos sus miembros, incluidos aquellos que voten
desfavorablemente o estén ausentes.
8. CONTENIDO DEL CONTRATO DE CRÉDITO SINDICADO
p.28
Los contratos de créditos sindicados suelen contener una enorme cantidad de previsiones,
muchas de ellas muy extensas. Son minuciosos a la hora de describir los más ínfimos
detalles de la operación de crédito, las relaciones internas y externas del sindicato, y
demás temas operativos. Suelen contener un capítulo inicial en donde son definidos
ciertos términos que aparecen claros, no obstante lo cual, a los fines de evitar equívocos,
se les determina el contenido exacto. Ésta es una práctica que viene predeterminada por
los contratos sometidos a legislaciones anglosajonas; empero, no se puede dejar de
resaltar su practicidad y funcionalidad para aquellos otros sometidos a ordenamientos
diferentes, ya que hay que tener en cuenta que en los créditos sindicados suelen intervenir
sujetos de nacionalidades distintas para los cuales es probable que la significación de
tales términos o expresiones no sean idénticas; a todo ello debe sumársele la falta de
regulación legal expresa del contrato.
En definitiva, hay que tener presente que si el contenido de toda apertura de crédito es de
por sí complejo, tanto cualitativa como cuantitativamente, en los contratos de créditos
sindicados inciden una serie de factores y circunstancias que intensifican dicha
complejidad.
a) Obligaciones de los bancos acreditantes
La obligación fundamental que tienen los bancos acreditantes es la puesta a disposición
del cliente de los fondos concedidos por el sindicato.
Por ser ésta la obligación principal de los bancos sindicados, también es muy importante
tener presente que los bancos acreditantes especificarán contractualmente previsiones o
cláusulas de salvarguarda ante situaciones excepcionales que impidan poner a disposición
del acreditado los fondos convenidos.
En cualquier caso, estas disposiciones convencionales no hacen sino poner de manifiesto
la trascendencia de la obligación primordial de los miembros del sindicato, así como la
necesidad de asegurar su cumplimiento o de solucionar negocialmente los supuestos en
que éste no sea posible por causas no imputables a aquéllos.
I. Límites a la obligación de los bancos acreditantes
Los bancos acreditantes ponen límites a la obligación principal referida precedentemente
que, en síntesis, son similares a la apertura de crédito. Tales limitaciones son de carácter
cuantitativo, temporal y modal.
El límite cuantitativo está determinado por el total de la línea crediticia habilitada al
acreditado. Este importe, distribuido entre las entidades acreditantes conforme a las
p.29
cuotas de crédito que respectivamente hayan asumido, permiten calcular cuál es la
cantidad máxima que cada una de ellas debe mantener disponible, es decir, le posibilita al
agente cuantificar las prestaciones que pueden verse obligados a realizar.
La obligación de cada banco acreditante se encuentra expresamente determinada en el
contrato, o sus anexos. Se configura contractualmente como una obligación de carácter
mancomunado o parciario que cada entidad asume hasta el límite de su participación en
el crédito, lo cual significa, como lo hemos visto, que si una de ellas no cumple su
obligación de poner a disposición los fondos acordados, tal obligación no se traslada a las
restantes entidades del sindicato.
Sin perjuicio de lo expuesto, los contratos suelen contener disposiciones relativas a la
posibilidad de que el banco arranger, tome a su cargo la tarea de obtener nuevos recursos
mediante la incorporación de otros bancos consorciados.
En cuanto a la limitación temporal, ella consiste en el acuerdo expreso del plazo por el
cual se dispondrá del crédito concedido. Vencido éste y no utilizado o utilizado sólo
parcialmente, se extinguirá la obligación de los bancos sindicados.
La utilización total de la línea crediticia por el acreditado, suele ser acordada como
vencimiento del plazo de disponibilidad del crédito. Pero también rige la modalidad
mediante la cual, no obstante la disponibilidad total, si ella es cancelada antes de su
vencimiento, el acreditado dispondrá nuevamente de la línea crediticia acordada.
Por último, hay limitaciones de índole modal. En los créditos sindicados, dada la
pluralidad de entidades acreditantes, así como la elevada cuantía y complejidad de la
operación, nunca se deja de estipular de forma expresa y detallada la modalización de la
obligación de los miembros del sindicato.
Por ejemplo, se suele acordar expresamente que el acreditado no podrá utilizar la línea
crediticia en una sola oportunidad, sino que deberá hacerlo fraccionadamente y mediante
el otorgamiento de porcentuales.
También resulta importante la forma de comunicación de esa utilización. Se suele pactar
que tal solicitud, por realizarse ante el banco agente, sea cursada bajo determinadas
formas (fax, télex) con debidos códigos de seguridad.
Asimismo, el acreditado deberá proveer al banco agente, previo a su primer retiro, de
todos los documentos jurídicos relativos a la sociedad acreditada, los que den cuenta de
que han sido constituidas las garantías pactadas, los referidos al cumplimiento de las
p.30
disposiciones fiscales correspondientes y demás condiciones puntualmente estipuladas en
el contrato.
Una vez cumplimentadas las condiciones convenidas, el acreditado puede hacer uso del
derecho de utilizar el crédito. Generalmente, se recurre a la forma de la apertura del
crédito bajo la modalidad de la cuenta corriente bancaria. Ello les posibilita a las partes
disponer de un fiel reflejo del estado del uso del crédito sindicado que se otorgó y permite
una fácil rendición de cuentas por el banco agente a los bancos consorciados.
II. La obligatoriedad de disposición del crédito
Una de las interesantes cuestiones que trae aparejado el análisis de los créditos sindicados
es la posibilidad de que se establezca contractualmente la obligatoriedad de la disposición
por parte del acreditado de los créditos otorgados.
Evidentemente, el carácter afirmativo de la respuesta puede en ocasiones desprenderse
del contenido del contrato, porque nada obsta a que las partes convengan la
obligatoriedad de efectuar disposiciones de la suma acreditada o incluso que fijen un
mínimo. Empero si esto no es así, es decir, si las cláusulas contractuales nada prevén al
respecto, supuesto que es habitual, la cuestión deviene, en principio, más compleja; no
obstante lo cual es la estructura propia de la apertura de crédito la que debe proporcionar
los instrumentos necesarios para resolverla.
Esta estructura prevé, generalmente, el pago de determinadas comisiones a los bancos
acreditantes, mediante las cuales se entiende compensado el riesgo que los bancos
asumen a los fines de mantener la liquidez necesaria para hacer frente al pedido de
utilización de la línea crediticia acordada por parte del acreditado.
b) Las obligaciones del acreditado
Las obligaciones del acreditado se rigen por las que le impone toda apertura de crédito,
que tienen, en consecuencia, dos momentos perfectamente determinados: Las
obligaciones nacidas previamente a la utilización del crédito propiamente dicho, y las que
corresponden cuando el acreditado ha hecho uso de él.
I. El pago de comisiones de apertura y de disponibilidad
Entre las primeras se puede señalar la comisión de la apertura, que como pone de
manifiesto Garrigues, representa el precio de la disponibilidad del dinero (1231) y
confirma el carácter bilateral del contrato según su posición. Esta obligación
generalmente tiene un determinado plazo para su pago, y resulta ser en los préstamos
p.31
sindicados impuesta como una condición suspensiva para la puesta en funcionamiento de
todo su mecanismo crediticio.
También hallamos en este tipo de obligaciones previas a la utilización de la línea, la
llamada comisión de disponibilidad, que representa la remuneración del servicio que las
entidades acreditantes prestan al mantener determinadas sumas de dinero en espera de su
disposición efectiva.
Este tipo de comisiones tiene como propósito incentivar que el acreditado utilice la línea
de crédito acordada por el sindicato, mediante un gravamen por su inutilización,
perjudicial, en principio, para las entidades integrantes del sindicato de bancos. En caso
de utilización parcial, la comisión de disponibilidad se impondrá sobre el crédito
efectivamente disponible.
II. El pago de intereses
Una vez utilizada efectivamente la línea crediticia, deberá el acreditado, como en todo
contrato de apertura de crédito, disponer el pago de los intereses compensatorios
correspondientes.
Entendemos que lo más relevante de este tipo de obligaciones del acreditado es la forma
en que son fijados contractualmente los intereses para el supuesto de la efectiva
utilización de la línea crediticia otorgada por el sindicato.
Recordemos que estamos en presencia de créditos cuya vigencia suele ser de mediano a
largo plazo, y sus montos de significación, razón por la cual el tipo de interés que se
establece no es fijo, sino que hay una cláusula de variabilidad, y que se calculará sobre
cada período de interés establecido, conforme a un tipo base más un margen determinado,
generalmente sometidos a una tasa de referencia internacional.
El tipo base suele estar impuesto por algún mercado interbancario, entre los cuales se
destaca el Libor de la plaza de Londres (1232) , aunque van adquiriendo auge otros
centros financieros como París (Pibor), Zurich (Zibor), Singapur (Sibor), en su caso, rige
el fijado por entidades de referencia, que son bancos de primera línea, expresamente
referenciados en el contrato, y que representan la mejor exposición de las condiciones del
mercado.
El margen o spread consiste en un porcentaje, normalmente fijo, que se pacta sobre el
tipo de interés base, y que supone la remuneración real que perciben las entidades
acreditantes por el capital concedido, atento a que el tipo base de interés es el costo de la
refinanciación que logran los bancos en relación a determinado mercado interbancario.
p.32
Es importante destacar que la autoridad monetaria de nuestro país ha regulado
expresamente la utilización de intereses variables, regulación a la cual no han de escapar
los créditos sindicados. Tal previsión reglamentaria establece claramente que todo pacto
de intereses variables debe determinar en forma expresa los parámetros de variabilidad
que usarán las partes para ajustar el interés inicial convenido (1233) .
El banco agente es el encargado de determinar la tasa de interés en cada período,
mediante las pautas contractuales acordadas no sólo en el sindicato propiamente dicho,
sino en el contrato de crédito sindicado.
El contrato también suele establecer cláusulas de protección de los beneficios de los
participantes del sindicato en la determinación de la tasa de interés, por ejemplo aquellos
que surgen de mayores costos con motivo de nuevas regulaciones legales no existentes al
momento de la celebración del contrato, entre las que podrán incluirse las impositivas.
III. La restitución del crédito
La obligación principal que el contrato le impone al acreditado es la devolución del
crédito dispuesto a los miembros del sindicato. Esta obligación, como en toda apertura de
crédito, nace una vez que se ha hecho uso del crédito habilitado.
A) Vencimiento
El período de devolución del crédito suele estipularse a mediano o largo plazo, fijando las
fechas respectivas de cancelación. Como en todo contrato de crédito, los términos tienen
un significado sustancial, atento a que el incumplimiento que de ello derive provocará,
según las previsiones contractuales, la mora y caducidad de plazos estipulados.
B) Lugar y moneda de pago
Los pagos de los créditos sindicados deben ser efectuados en cuentas del banco agente, a
los fines de obtener la liberación que todo pago supone. El banco agente, representante
del sindicato, canaliza todos y cada uno de los movimientos de fondos provenientes de la
operación crediticia sindicada.
Si se trata de créditos de carácter internacional, es habitual que la cuenta del agente esté
radicada en el país de origen de la divisa estipulada, lo cual comporta la incidencia de sus
leyes sobre la lex contractus, cuestión que en determinados casos, como se verá, puede
tener gran trascendencia.
En los créditos sindicados, la moneda pactada para el pago suele ser considerada como un
elemento esencial del contrato, porque hay que pensar en que habitualmente se trata de la
p.33
misma moneda con que los bancos han realizado sus prestaciones, y por esta razón la
imposibilidad objetiva que el acreditado pueda tener para conseguirla no suele ser
considerada a los efectos de exonerarle de su obligación de pago puntual, y por tanto, de
liberarle de las consecuencias de su incumplimiento (1234) .
9. LAS GARANTÍAS DEL CRÉDITO SINDICADO
Seguiremos en este punto la interesante distinción y las aplicaciones sobre el posible
régimen de garantías que analiza María Teresa Gispert Pastor.
Vemos que en los créditos sindicados existen dos tipos de garantías habituales: las
garantías típicas, y las atípicas.
a) Las garantías atípicas
Comenzaremos por las segundas, que sin lugar a dudas suscitan mayor interés por los
mecanismos novedosos que suponen, y al final del presente capítulo analizaremos las
garantías típicas que son comunes a nuestros contratos de créditos individuales locales.
Sin perjuicio de todo el articulado que supone un contrato de crédito sindicado, mediante
el cual son reguladas innumerables cuestiones inherentes a la vida del crédito, aparecen
integradas en forma muy especial las cláusulas de garantía que tienden a dar seguridad a
la posición de los miembros del consorcio.
Habíamos comentado, al principio, que uno de los aspectos esenciales de todo contrato de
crédito sindicado era la diversificación de los riesgos económicos que asumen las
entidades; por tanto, la constitución de garantías deberá ser prolijamente asumida por los
bancos consorciados.
Las cláusulas de garantía y protección que los bancos suelen introducir en sus contratos
de crédito sindicado, pueden ser clasificadas, siguiendo a la autora citada, en:
cláusulas relativas a las personas y situación económicofinanciera del crédito;
cláusulas vinculadas con las circunstancias que rodean a la operación de crédito
denominadas change in circumstances clauses;
cláusulas que, sin estar ligadas a un riesgo concreto, tienden a facilitar y garantizar a los
miembros del sindicato, en forma individual o colectiva la satisfacción de sus créditos.
Trataremos de describirlas y analizarlas a continuación.
I. Cláusulas relativas a las personas y situación del acreditado
p.34
Recordando que todo contrato de crédito supone un negocio intuitu personae, y que
tienen capital importancia, en consecuencia, la persona del acreditado y su situación
económica y financiera al momento de la organización y conformación del crédito
sindicado, los bancos exigirán, sin perjuicio del informe que al efecto prepare el arranger
para los bancos acreditados, la inclusión de una cláusula en virtud de la cual el propio
acreditado efectúe una serie de declaraciones que proporcionen garantía acerca de los
extremos mencionados, que no son otros que los que han llevado a los bancos
acreditantes a formar el sindicato y asistirlo crediticiamente.
Se trata, en síntesis, de dar seguridad jurídica en el sentido de que los datos son exactos y
veraces, garantizando la conservación de la situación económicofinanciera, como causal
de resolución anticipada del contrato.
A) Representations and waranties clause o declaraciones y garantías
Este tipo de cláusulas contiene "declaraciones y garantías". En este sentido, el acreditado
debe realizar una serie de declaraciones relativas a aspectos como los siguientes: que se
halla operando bajo forma de sociedad comercial legalmente constituida, que tiene
capacidad jurídica y facultades para concertar la operación, que no existe impedimento
estatutario ni reglamentario alguno para la realización del acto, que no existen actos o
contratos, similares o no, que puedan afectar la situación económicofinanciera
denunciada e informada por el arranger bank.
Si bien este tipo de cláusulas señala el autor, parecen, a esta altura de los
acontecimientos, superfluas, no puede olvidarse que en esta clase de contratos de créditos
sindicados suelen intervenir entidades bancarias internacionales y mediante estas
declaraciones convencionales se pretende, por tanto, evitar cualquier incertidumbre
jurídica o fáctica en la relación con ellas; todo esto sin perjuicio de las consecuencias
contractuales que traerá aparejado su incumplimiento.
Hay otro subtipo de cláusulas que suelen ser denominadas de "obligaciones y garantías"
(undertaking an convenant clauses).
Las cláusulas que a continuación se transcriben se complementan con las anteriores y
representan un conjunto de obligaciones o compromisos de carácter positivo y negativo
que tienden a lograr la mayor protección del sindicato.
B) Cláusulas pari passu
Estas cláusulas tienen su origen en el derecho anglosajón y se refieren a la obligación que
asume el acreditado de asegurar a las entidades consorciadas una posición idéntica a la
p.35
que ocupen los demás acreedores del cliente, en caso de insolvencia de éste, y en relación
a la liquidación de su pasivo.
No obstante el permanente avance de la doctrina en cuanto a la admisión de la posibilidad
de constitución de obligaciones subordinadas, e incluso algunas previsiones del Banco
Central de la República Argentina que contienen ya la posibilidad de generar en forma
particular rangos obligacionales, entendemos que en nuestro sistema jurídico tales
cláusulas tendrán una importancia muy escasa, dado que frente a una situación concursal
o falencial, el principio de la par conditio creditorum será el que determinará el destino
del crédito sindicado que se haya constituido sin garantías reales.
C) Cláusulas de mantenimiento de determinados ratios financieros y presentación de
cuentas
Para el sindicato bancario es esencial la marcha de los negocios del acreditado. La
elaboración de ratios financieros, y la obligación de la presentación de cuentas ante el
banco agente, serán entonces una garantía atípica, que permitirá conocer con anticipación
a los bancos sindicados el destino de sus créditos.
Tales cláusulas obligacionales también suelen incluir la posibilidad de que tales ratios e
informes financieros sean auditados por estudios especializados contratados por el banco
agente, auditoría que ha sido autorizada por el acreditado en oportunidad de la
celebración del contrato.
También se suele requerir como complemento de la información mencionada la
presentación de balances mensuales, o trimestrales, aun cuando éstos no contaren con la
aprobación societaria, todo a los fines del seguimiento empresario.
D) Cláusulas de afectación o destino del crédito
Este tipo de cláusulas, que es usualmente utilizado en las solicitudes de créditos de todos
los bancos, al cual, en realidad, muy poca importancia suele dársele, recobra singular
importancia en los créditos sindicados, donde la magnitud de las cifras en juego y el
plazo son significativos.
Los bancos han tenido en muy especial consideración, a la hora de evaluar su
participación en el consorcio bancario que permite la celebración del contrato de crédito
sindicado, el destino de los fondos peticionados. Se ha evaluado no sólo la capacidad
económica y financiera del acreditado, sino también el emprendimiento al cual éste
destinará los fondos aportados por el sindicato. Por tal razón, una garantía más del crédito
sindicado concedido será que los bancos acreditantes tengan la seguridad de que los
p.36
fondos se afecten al destino analizado, con el objeto de lograr una utilización correcta y
productiva de aquéllos, o sea una instrumentación de tales fondos para la buena gestión
de la empresa.
La determinación contractual del destino del crédito supone, por otra parte, que el
acreditado se obliga a su observancia y que, si le da un destino distinto, incurre, en
consecuencia, en un supuesto de incumplimiento que faculta a los miembros del sindicato
para instar la resolución del contrato.
La doctrina europea que hemos tenido oportunidad de recorrer mantiene activa su
preocupación por la responsabilidad de los bancos en cuanto otorgamiento abusivo del
crédito, y no deja de plantearse el interrogante, incluso en oportunidad de analizar este
punto en especial.
Si bien es cierto que los efectos del incumplimiento de este tipo de cláusulas recaen sólo
entre las partes, es preocupación de la doctrina europea que ello pueda generar
responsabilidad de las entidades acreditantes cuando adopten una posición activa en el
control del destino de los fondos.
Tal responsabilidad se produciría únicamente en el supuesto de que el banco asumiera
contractualmente el deber de control de la gestión del acreditado o se comprometiera a
ello en favor de otro, o bien que, traspasando los límites generalmente observados en la
materia, interviniera de tal modo en sus operaciones, que su influencia hubiera sido
decisiva para conducirle a su estado de insolvencia (1235) .
Pese a la excepción hecha de los casos indicados, el incumplimiento por parte del
acreditado de su obligación de afectación del crédito únicamente genera efectos entre las
partes y posibilita la resolución del contrato a propuesta de las entidades sindicadas
(1236) .
E) Negative pladge (o cláusula de garantía negativa)
Los contratos prevén cláusulas mediante las cuales el acreditado se obliga a no constituir
ni permitir que de algún modo sean constituidos derechos reales de garantía sobre todos o
algunos de sus bienes, mientras permanezca vigente el plazo de la operación crediticia
sindicada.
Estas cláusulas les aseguran a los bancos acreditantes el rango original de su acreencia,
frente a posibles deudas privilegiadas que en el futuro se constituyan y que tendrían un
orden prioritario ante una situación concursal del acreditado.
F) Tickler clause u obligación de no disponer
p.37
Es frecuente en los contratos de crédito la utilización de este tipo de cláusulas de garantía
atípicas, que consisten en la obligación del acreditado de no modificar su situación
económicofinanciera durante la vigencia del contrato, evitando de esa forma que se
produzca el desmembramiento de sus activos, por ejemplo como transferencias de bienes
inmuebles, ventas de marcas de fábricas, liquidación de carteras de títulos u obligaciones,
etc.
Esta figura suele tener como atenuante la previsión de autorizaciones especiales que
tengan por objeto el desprendimiento de bienes con motivo del giro ordinario y necesario
del proyecto. Tales excepciones serán debidamente autorizadas por el sindicato de bancos
o su representante, el banco agente.
También se puede prever que tales cláusulas permitan la sustitución de determinados
activos por otros con idéntico contenido económico. Para ello ha de establecer pautas
contractuales que permitan fácilmente tal reemplazo, por lo general tramitados ante el
banco agente, quien tendrá a su cargo la evaluación de la propuesta, con oportuna
rendición de cuentas al consorcio bancario.
II. Cláusulas de prohibiciones de afianzar y limitaciones a la distribución de dividendos
No obstante la obligación que impone la prohibición de no disponer, se suelen incorporar
cláusulas que impiden el afianzamiento por parte del acreditado de otras obligaciones
contraídas por terceros, muchas veces, por sociedades vinculadas o controladas por el
acreditado. Se pretende con este tipo de obligaciones negativas no generar pasivos
eventuales que induzcan a la postre una modificación de la estructura económica y
financiera que fuera analizada por el sindicato en oportunidad de concertar la operación.
Paralelamente, también se suele pactar obligaciones contractuales negativas, tales como
la prohibición de la distribución de dividendos, que tienden a mejorar la solvencia del
deudor, obligándolo a efectuar reservas especiales tendientes al cumplimiento de las
obligaciones asumidas en el crédito sindicado.
A los fines del perfeccionamiento de esta importante medida, y teniendo presente la
magnitud del derecho al dividendo para todo accionista, se ha de ponderar la necesidad
de obtener las autorizaciones societarias pertinentes a los fines de evitar posibles
nulidades de tales cláusulas.
III. Otras obligaciones negativas
En líneas generales, los compromisos u obligaciones de carácter negativo transcriptos son
los que usualmente se incorporan en contratos como los que se analizan; sin embargo hay
p.38
otras obligaciones adicionales, entre las cuales pueden encontrarse la de limitar el monto
de inversiones, no constituirse en estado de disolución y liquidación, no efectuar fusiones
sin el consentimiento previo del sindicato bancario, no tomar participaciones en otras
sociedades sin consentimiento del sindicato.
IV. Cláusulas de protección ligadas a las circunstancias que rodean a la operación de
crédito (change in circumstances clauses)
Como se ha advertido en el desarrollo de las cláusulas de garantía atípica, una
preocupación permanente de los acreditantes estriba en que el crédito continúe rodeado
de las mismas circunstancias fácticas y jurídicas que se han considerado como
determinantes a la hora de decidir la realización de la operación.
Por lo tanto, las cláusulas que a continuación analizaremos, tienen como principal
objetivo sumado a las ya tratadas, preservar tales circunstancias de hecho y de derecho.
A) Cláusula de ilegalidad (illegality clause)
Es sumamente frecuente que los contratos de créditos sindicados sean realizados entre
entidades bancarias de diferentes nacionalidades. A pesar de que en el contrato
correspondiente, todas las partes se someterán al derecho que en tal oportunidad se
determine, esta previsión contractual no escapará a los riesgos propios de entrar en juego,
en determinados casos, modificaciones introducidas en la legislación del país de algunos
de los bancos consorciados, haciendo inviable, por ejemplo, su participación en el crédito
a partir de tal circunstancia.
Puede ocurrir que por una modificación legislativa o una nueva norma, un banco
acreditante, miembro del sindicato, no pueda continuar la operación atento a que ésta
resulta contraria a la ley.
La consecuencia que tal eventualidad puede traer aparejada al contrato, suele ser
denominada "cláusula de ilegalidad", y da lugar a que la entidad afectada por ella
resuelva el contrato en su parte pertinente, sin verse involucrada en eventuales daños y
perjuicios como resultado de tal situación. No es otra cosa que prever contractualmente la
imposibilidad sobrevenida por factores externos a la voluntad de los partícipes.
B) Cláusula de incremento de coste (additional cost o increased cost clause)
Los contratos de créditos sindicados suelen prever los aumentos de coste derivados de la
modificación de tasas de intereses o tipo de cambio, o sea previsiones habituales en tal
sentido.
p.39
No obstante, cuando nos referimos a la cláusula de incremento de coste, estamos
aludiendo a una previsión general mediante la cual se contempla alguna solución para el
supuesto de que el equilibrio económico inicial del contrato se modifique por alguna de
las causas especificadas, y que no tienen que ver con el tipo de cambio, ni la tasa de
interés.
Se trata entonces de disposiciones legales o reglamentarias que obliguen a las entidades
bancarias consorciadas, o a alguna de ellas, a efectuar reservas especiales, encajes,
modificaciones de su relación técnica patrimonial, cargos por pasivos obtenidos para la
conformación del sindicato, de modo tal que incremente el coste de los fondos que dichas
entidades han puesto a disposición del acreditado por medio del sindicato bancario.
A manera de solución contractual de esta situación, cláusulas como la analizada prevén
que tales costes serán asumidos por el acreditado, o bien que el banco acreditante tendrá
la posibilidad de ser sustituido en el sindicato bancario, por otra entidad financiera que no
se halle afectada por medidas como las indicadas.
C) Cláusulas de protección ligadas a los incidentes del mercado (disaster clauses)
Con este tipo de cláusulas se tiende a incluir en los contratos mecanismos de salvaguarda
del sindicato frente a los posibles y diversos incidentes que pueden acontecer en el
mercado, incidentes que se producen como consecuencia del mal funcionamiento del
mercado, o bien por un cambio en el contexto legal o reglamentario en que se
desenvuelve, pero que se traduce en definitiva en la imposibilidad para alguna o varias de
las entidades consorciadas, sea de obtener la moneda pactada para hacer honor al crédito,
o de fijar el tipo de interés conforme a las reglas previstas.
Cuando el incidente se produce respecto de la determinación de la tasa de interés, tal
imposibilidad suele ser subsanada mediante la relación con una tasa de referencia que
funcionará como tasa subsidiaria (por ejemplo, tasas Libor, Prime). También se cuenta
con la posibilidad de una nueva renegociación de la misma; no obstante dicho mecanismo
suele ser más engorroso.
La imposibilidad de obtener la moneda pactada constituye un incidente que no suele
afectar a todos los miembros del sindicato.
Los bancos suelen refinanciar su cuota de crédito en el mercado con que la operación se
vincula y así lo hacen constar expresamente en el contrato, elevando a condición esencial
de su cumplimiento la obtención de dicha refinanciación. Si ello no ocurre, se configura
como un supuesto de imposibilidad objetiva de la prestación que implica, en principio, la
p.40
posibilidad de resolver el vínculo obligacional por parte de la entidad o entidades
afectadas (1237) .
V. Cláusulas de garantía no vinculadas a ningún riesgo concreto
La necesidad de asegurar el recupero de la acreencia por el sindicato bancario genera la
inclusión de este tipo de cláusulas, que si bien no están vinculadas a ningún riesgo
concreto, como las que hemos presentado precedentemente, tienden a utilizar
determinados mecanismos e instrumentos que faciliten y aseguren el cobro de lo
prestado.
A) Cláusulas de compensación (set off clause)
Esta cláusula es común a todos los contratos de créditos, y consiste en la reserva que
efectúan las entidades para aplicar al pago de cualquiera de las cantidades debidas los
saldos que se hallen a disposición del acreditado. De esta forma se produce la
compensación de deudas en una forma ágil y rápida de obtener el pago de lo adeudado.
Se suele establecer en los contratos sindicados que la utilización de tal facultad debe ser
comunicada al banco agente, quien es el encargado del sindicato para recibir los pagos.
B) Cláusulas de solidaridad (sharing clause)
Esta cláusula tiene como objetivo establecer que para el supuesto caso de que el
acreditado cancelare sus obligaciones en forma distinta de la prevista en el contrato, o
sea, mediante la participación del banco agente quien será el responsable de distribuir
luego a prorrata el importe correspondiente entre los bancos sindicados, y lo efectúe en
forma directa respecto de alguno de los bancos sindicados, éste tendrá la obligación de
poner a disposición del sindicato las partes proporcionales de las cuales no es titular.
Esta previsión contractual parece innecesaria, atento a la propia lógica finalista y
operativa del contrato, no obstante suele incluirse con frecuencia en este tipo de
contratos.
b) Las garantías típicas
Nos enseña la doctrina europea que así como en todos los contratos de créditos
sindicados hay un abundante y complejo cuadro de cláusulas de garantías atípicas
algunas de las cuales hemos intentado analizar con anterioridad, paradójicamente, las
garantías típicas (fianza, hipoteca) suelen ser poco utilizadas en la práctica.
I. Afianzamiento de la operación
p.41
Conforme a la envergadura del crédito, por lo general las fianzas constituidas son
otorgadas por prestigiosas entidades bancarias, y mediante ellas éstas se constituyen en
codeudoras solidarias de la obligación, atento a los términos de la fianza.
Entendemos que no pueden existir inconvenientes en el sentido de que uno de los
miembros del sindicato se constituya a su vez en fiador del acreditado.
II. La garantía hipotecaria del crédito sindicado. La figura del banco agente como
fiduciario
Decíamos al principio, que el crédito sindicado podría revestir dos formas distintas; la de
un préstamo sindicado que representaba el desembolso inmediato del importe solicitado
al sindicato, o bien una apertura de crédito, supuesto en el cual el sindicato bancario
habilitaba al acreditado la línea crediticia solicitada, mediante las modalidades que se
pactaran, también decíamos que esta última modalidad, o sea la de apertura de crédito,
resultaba la más aconsejable para este tipo de emprendimiento en que las necesidades
crediticias no son inmediatas sino que acompañan al cronograma del proyecto financiado.
No caben dudas a la fecha sobre la posibilidad de garantizar con derecho real de hipoteca
las obligaciones nacidas de un contrato de apertura de crédito sindicado.
Entiendo que merece especial atención dentro de esta particular figura la posibilidad de
que las garantías hipotecarias se reciban bajo titularidad fiduciaria.
Dicha titularidad fiduciaria del derecho real de garantía podría incluso recaer en alguno
de los bancos acreditantes, o en su caso, del propio banco agente de la operación.
Esta convención fiduciaria contendrá disposiciones relativas a la anotación del gravamen,
su ejecución y la aplicación de él al pago de las obligaciones contraídas por el acreditado.
La sanción de la ley 24441 permite encuadrar dentro de este contrato, ahora tipificado, el
mencionado mecanismo de garantía.
10. EXTINCIÓN DEL CONTRATO DE CRÉDITO SINDICADO
La particular circunstancia de que el contrato de crédito sindicado no se encuentre
regulado en los ordenamientos positivos conduce inevitablemente a recurrir a las
convenciones de las partes como fuente de sus condiciones de extinción.
La extinción del contrato de crédito sindicado puede ser analizada desde dos posiciones
totalmente distintas.
p.42
Por una parte, como contrato de apertura de crédito bancario, a lo cual hemos hecho
referencia, y por la otra, atento a la particular naturaleza intuitu personae que tiene aquél,
a todas y cada una de las condiciones pautadas dentro del convenio de crédito.
Revisten especial importancia en relación con la extinción del contrato, las garantías
atípicas que han sido desarrolladas en el punto anterior. En su gran mayoría, ellas tienen
como especial objetivo establecer pautas contractuales que permitan mantener el
equilibrio económico y financiero de inicio del contrato. Por tanto, la desaparición de
condiciones esenciales tenidas en cuenta en el momento de celebrar el contrato de crédito
sindicado, permiten ponerle fin, o en su caso, el alejamiento o transferencia de la calidad
de banco acreditante o cualquiera de sus partícipes.
Las cláusulas de denuncia del contrato tienen por objeto brindar un prolijo detalle de
todas y cada una de las circunstancias eventuales que pueden hacer perder la confianza
que el sindicato ha tenido para con el acreditado en oportunidad de otorgarle la asistencia
crediticia, y poner en peligro la restitución del crédito.
a) Causales comunes al contrato de apertura de crédito
Teniendo presente lo expuesto por la doctrina europea, en el sentido de que los créditos
sindicados son concertados, en su gran mayoría, bajo la forma de aperturas de créditos,
parece oportuno que analicemos las causales generales comunes a este tipo de contratos.
Las causales de terminación del contrato pueden originarse en causas de distinto origen:
I. Vencimiento del plazo
Los contratos de créditos sindicados, bajo la variante de una apertura de crédito, se
extinguen con la expiración del plazo otorgado al acreditado para la utilización de la
línea. En esa fecha el acreditado deberá reintegrar la línea crediticia empleada total o
parcialmente según cuál haya sido la forma de utilización.
II. Caducidad del plazo
La misma se producirá por la culminación forzada, y cuando el acreditado entre en estado
de insolvencia, aún sin declaración judicial de ella, hará caducar todos los plazos
otorgados.
III. Consentimiento de las partes
Esto ocurrirá cuando de común acuerdo las partes decidan poner fin al contrato,
estipulando todas y cada una de las consecuencias que de ellas surgen.
p.43
IV. Voluntad unilateral
Siguiendo el análisis que realizamos ya sobre la cuestión (1238) , la extinción unilateral
debe ser estudiada teniendo presente si media o no un pacto de denuncia anticipada. A su
vez, en caso de que no lo hubiere, si el contrato tenía o no plazo determinado.
Dejamos a un lado el supuesto de un contrato de apertura de crédito sindicado, en que no
media pacto de denuncia y sin plazo determinado, pues entendemos que por la magnitud
de dicho crédito, el plazo de vigencia de aquél es casi un elemento esencial de tal
estructura contractual.
Por lo tanto, debemos considerar que en el caso de inexistencia de pacto de denuncia y
frente a un contrato con plazo de vigencia determinado, en nuestro derecho no hay
normas generales positivas que permitan el desistimiento unilateral de la disolución del
contrato de apertura de crédito, de lo cual se sigue, como regla general, salvo convención
expresa en contrario, que no es lícito que las partes que celebraron un contrato de
apertura de crédito en el caso, sindicado, con plazo determinado, puedan desistir
unilateralmente de él, disolviéndolo.
Los contratos podrán incluir el pacto de denuncia, pero, no obstante esa facultad que se
les concede a las partes, habrá que tener en cuenta las circunstancias del caso, pues
cuando el proceder del denunciante pueda ser encuadrado como ejercicio abusivo del
derecho (art. 1071 , CCiv.) o mediante la utilización de la posición dominante del
proponente del contrato por adhesión o cláusulas predispuestas se lesione la buena fe (art.
1198 , CCiv.), el juez siempre podrá disponer el resarcimiento de los daños y perjuicios
que esa conducta antifuncional acarrea a la otra parte (1239) .
V. Resolución por justa causa
El contrato de crédito sindicado bajo la modalidad de la apertura de crédito supone la
existencia de circunstancias de hecho fundamentales, que fueron, justamente, las
determinantes de la celebración del contrato para los bancos integrantes del sindicato; se
trata de la solvencia moral y económica del acreditado, que debe subsistir durante toda la
vida del contrato.
Hemos hecho ya hincapié, al analizar las garantías atípicas de este contrato, en que todas
apuntaban, justamente, a darle seguridad a los bancos acreditantes sobre la continuidad de
tales condiciones morales y económicas del acreditado, o en defecto de lo cual cabía la
posibilidad de proceder a la resolución de aquél.
p.44
Por tanto, cuando se produzcan situaciones de extrema gravedad, se socave la confianza
inicial generada por el acreditante, que tenga la virtualidad de modificar las bases
económicas sobre las cuales se realizó la contratación, podrá denunciarlo él mismo, por
justa causa.
En cuanto a la configuración de los supuestos que posibilitan la denuncia del contrato,
éstos son siempre objeto de una amplia y detallada descripción, que procura cubrir todas
las eventualidades que pueden llegar a diluir la confianza que al sindicato le merece la
persona y la situación económicofinanciera del acreditado, y en consecuencia, poner en
peligro la restitución del crédito y demás cantidades debidas. Al ser tantos y tan diversos
los riesgos que encierra una operación de este tipo y dadas la complejidad de su
estructura y la magnitud de su cuantía, no es extraño que, a diferencia de lo que ocurre en
una apertura de crédito ordinaria, las cláusulas que contemplan la extinción del contrato
se caractericen por su extensión y minuciosidad, máxime si se piensa en que también
abarcan aquellos aspectos derivados de los posibles incidentes del mercado de
refinanciación, o de la influencia de disposiciones legales imperativas que hagan inviable
para los bancos el cumplimiento de sus obligaciones o su continuación en el crédito
(1240) .
VI. Muerte, interdicción, inhabilitación, demencia o quiebra del acreditado
Producidos algunos de los hechos señalados, y al carecer el crédito de la capacidad de
disponer libremente de sus bienes, el contrato culmina forzadamente, permaneciendo
vigentes tan sólo las obligaciones nacidas hasta esa fecha. Es importante destacar que este
tipo de financiación se realiza casi con exclusividad con empresas de magnitud
estructuradas como personas jurídicas.
VII. Liquidación judicial o administrativa de un banco acreditante
La liquidación de uno de los bancos acreditantes que integran el sindicato bancario no
produce necesariamente la extinción del contrato.
Ésta es una de las interesantes cuestiones que trae aparejada la constitución del sindicato
bancario. Por previsiones contractuales se han de establecer los mecanismos que el
propio sindicato bancario adoptará para sortear el obstáculo de la quiebra de uno de los
bancos acreditantes.
Tales previsiones contractuales tienen como objetivo, justamente, el de evitar que dicha
circunstancia derive hacia la extinción del contrato.
b) La denuncia del propio acreditado
p.45
Por regla general, además de establecer una serie de justas causas que le permiten al
acreditado denunciar unilateralmente el contrato, esta facultad viene siéndole reconocida
de manera incondicional, si bien su ejercicio está sometido a la observancia de
determinados requisitos.
Tales requisitos podrían ser sintetizados en los siguientes casos: a) que medie preaviso
con la antelación que contractualmente se establezca, y b) que tal comunicación se realice
al banco agente, mediante la modalidad estipulada, y conviniendo además que su
recepción por parte del banco agente la tornan irrevocable y vinculante para las partes.
Respecto de la denuncia del contrato efectuada por el propio acreditado, se consideran
causales de justa causa aquellas circunstancias que derivan de la aplicación de las
cláusulas de incremento de coste, o bien de la cláusula de ilegalidad.
Si bien tales cláusulas que hemos analizado ya permiten a los bancos acreditantes
deslindar responsabilidades por el acaecimiento de hechos imprevisibles a la hora de la
formalización contractual, y trasladar sus consecuencias, como contracara de tal derecho
rige también la obligación de admitir que el acreditado denuncie el contrato por los
perjuicios que el cliente pueda sufrir, resultando totalmente justificada su voluntad de
rescindir del contrato.
c) La denuncia de los miembros del sindicato bancario
Para concluir este punto nos parece conveniente transcribir algunos supuestos de
denuncia del contrato "por justa causa" de cualquiera de los miembros del sindicato.
I. Supuestos vinculados a la conducta del acreditado
Ellos son:
falta de pago, de cualquiera de los servicios o amortizaciones convenidas;
incumplimiento de cualesquiera de las restantes obligaciones nacidas del contrato, pero
en especial aquellas que dieron origen a las denominadas "garantías atípicas";
falseamiento o inexactitud de las informaciones proporcionadas durante la elaboración
del contrato, o durante su vigencia, principalmente de aquellas que hayan dado lugar a la
formación de la voluntad contractual por parte del sindicato.
II. Supuestos vinculados a la situación patrimonial y financiera del acreditado (1241)
Ellos son:
p.46
declaración de quiebra o presentación en concurso preventivo del acreditado;
disolución o liquidación voluntaria de la sociedad del acreditado;
pérdida de la administración societaria, o su control por mecanismos de intervención
judicial o veedurías;
embargo sobre bienes de la empresa;
el incumplimiento de compromisos de pago para con terceros, incluido el Fisco;
iniciación de acciones judiciales en su contra, que puedan poner en peligro la
continuidad de la empresa, en especial si en tales procesos se pretende llevar adelante la
ejecución de garantías reales constituidas;
enajenación de activos importantes, y en particular de los no autorizados en el contrato
de crédito sindicado celebrado.
d) La cláusula cross default
Entre las justas causas de denuncia que se reserva el sindicato bancario, se halla la
denominada cláusula cross default, en virtud de la cual las entidades acreditantes pueden
provocar la extinción anticipada del contrato de crédito, en el supuesto de que el
acreditado deje de cumplir las obligaciones derivadas de los otros contratos que haya
podido celebrar con terceras personas.
Este tipo de contratos, de importancia para la vida de la empresa, suelen ser denunciados
en los contratos de crédito sindicado, en forma expresa.
Si bien estas cláusulas han sido criticadas por la doctrina (1242) dada la imposibilidad de
los bancos consorciados de tener acceso directo a la fuente de información que permita
conocer los incumplimientos del acreditado respecto de terceros, entendemos que tal
circunstancia puede ser expresamente prevista en el contrato, mediante la obligación de
que el acreditado le comunique al banco agente, o en su caso, estableciendo la
celebración de un contrato de veeduría paralelo a cargo de auditores especializados que
mantengan informado al sindicato bancario sobre tales acontecimientos.
e) Ejercicio de la denuncia por los miembros del sindicato
El contrato que estamos analizando tiene, por un lado, las particularidades propias de las
relaciones independientes que se generan entre el acreditado y cada uno de los bancos
consorciados, como lo hemos visto al analizar la figura. Pero, por otro lado, la solidaridad
que se establece entre tales bancos consorciados frente a situaciones de crisis,
p.47
principalmente en el repago del crédito, no es ajena a otras circunstancias de crisis como
la denuncia del propio contrato.
Entonces se abre un interrogante. ¿Cómo procede a denunciar el contrato el sindicato? El
banco agente tiene en este sentido un papel protagónico, y que cumplirá conforme las
facultades que le hayan sido conferidas en el sindicado.
Generalmente, las facultades de denuncia del contrato le son otorgadas al banco agente,
quien tomará la decisión e informará luego al sindicato de la conducta asumida. Este
papel deberá ser ejercido con absoluta imparcialidad y objetividad, pues no podrá
mezclar circunstancias propias del contrato de crédito sindicado, con aquellas que lo
rozan en forma individual y que hacen a otra operatoria que el acreditado tenga con el
banco agente.
También es posible que la decisión final de denunciar el contrato esté a cargo del propio
sindicato, y que en el contrato de sindicación se establezcan las causas y mayorías
necesarias para adoptar tal decisión. En este supuesto, el banco agente sólo participará de
las decisiones y votará como un integrante más del sindicato de bancos.
Los bancos agentes suelen trasladar esta responsabilidad al sindicato, para deslindar y
evitar así futuros reclamos de sus consocios.
(1189) FERRONNIERIE, J., Las operaciones bancarias, Buenos Aires, 1975, p. 301.
(1190) MOFFET, T., First Chicago Lid., 1983, punto 2, "Anatomía de un préstamo
sindicado".
(1191) Ver al efecto com. A 3843 del 26/12/2002 circular Camex 1419 com. A
3471/3537 y A 3688; Transferencias al exterior por servicios de capital e intereses de
deudas financieras, punto 1.4.2; y también com. A 3998 del 18/8/2003 Camex 1455
Mercado Único y Libre de Cambios puntos 1 y 1b).
(1192) AURIOLES, A., Créditos sindicados con interés variable, Málaga, 1987, p. 27.
(1193) AMESTI MENDIZABAL, Ch., El contrato de crédito sindicado. Contratos
bancarios, Madrid, 1992, p. 235.
(1194) AURIOLES, A., Créditos sindicados..., cit., p. 37.
(1195) AMESTI MENDIZABAL, Ch., El contrato..., cit., p. 238.
(1196) A esta conclusión llegan FrançoisMarsal y Smeets, tras analizar el cuadro
jurídico dentro del cual las partes ejecutan sus obligaciones respectivas, en "Le
p.48
(1197) AMESTI MENDIZABAL, Ch., El contrato..., cit., p. 234.
(1198) AMESTI MENDIZABAL, p. 243.
(1199) GISPERT PASTOR, Los créditos sindicados, Madrid, 1986, p. 66.
(1200) AURIOLES, A., Créditos sindicados..., cit., p. 134.
(1201) En este sentido se manifiestan BELLIS, E., Le partages des risques, p. 162; "La
gestión du credit consortial", p. 203, en Les Euro credites: experiences..., cit.; DOHM,
La nature juridique de la syndication des prˆts, en BLAISE FOUCHARD, "La valeur
juridique de la syndication", en Les Euro credits.
(1202) GISPERT PASTOR, Los créditos..., cit., ps. 49 y 65.
(1203) AMESTI MENDIZABAL, Ch., El contrato..., cit., p. 245.
(1204) VICENT CHULIA, Concentración y unión de empresas ante el derecho español,
Madrid, 1971, ps. 12 y ss.
(1205) MADARIAGA, J. R., La sindicación de acciones, Buenos Aires, 1981, p. 11.
(1206) AURIOLES, A., Créditos sindicados..., cit., p. 141.
(1207) Conclusiones del Congreso Iberoamericano de Derecho Societario y de la
Empresa Comisión I Módulo I Contratos de colaboración y asociativos, Córdoba,
1992.
(1208) Conclusiones de las Segundas Jornadas Mendocinas de Derecho Civil, celebradas
en Mendoza en abril de 1991 Comisión 1 Los contratos de dominación y colaboración
empresaria.
(1209) MOSSET ITURRASPE, J., Contratos..., cit., p. 23.
(1210) Recomendaciones generales del Cuarto Encuentro de Abogados Civilistas, Santa
Fe, 1990 Comisión 3, Contratos Plurilaterales.
(1211) RICHARD, E. H., "Contratos asociativos o de colaboración", RDCO, año 1990, p.
600.
p.49
(1212) Cám. Civ. y Com. Venado Tuerto, SF, 23/5/1995 en autos "Impugnación acuerdo
en Ponilio, Adrián y otros s/concurso preventivo".
(1213) FARINA, J. M., Contratos..., cit., p. 743.
(1214) GARRIGUES, J., Curso de derecho mercantil, t. II, Madrid, 1974, p. 122.
(1215) GISPERT PASTOR, Los créditos..., cit., p. 13.
(1216) FARINA, J. M., Contratos..., cit., p. 409.
(1217) Recordaremos que el banco jefe de fila es en la mayoría de los casos, luego de
celebrado el contrato, el banco agente del contrato.
(1218) AURIOLES, A., Créditos sindicados..., cit., p. 121.
(1219) MOFFET, T., First Chicago Lid., cit., punto 2.
(1220) Aviso del crédito sindicado publicado una vez que éste ha sido concretado y en el
cual se incluye el nombre de los intervinientes en la financiación, como asimismo, monto
de la misma. Tiene gran importancia para los bancos arranger, lead managers,
co managers o managers.
(1221) AURIOLES, A., Créditos sindicados..., cit., p. 142.
(1222) FARINA, J. M., Contratos..., cit.
(1223) AMESTI MENDIZABAL, Ch., El contrato..., cit., p. 246.
(1224) "La sociedad de estudios y de invenciones industriales (SETII) obtuvo un crédito
de prefinanciación de exportaciones de 2.200.000 dólares de cuatro bancos reunidos en
un sindicato en el que el CIC era el agente. El crédito fue efectivizado mediante el
descuento de documentos a la orden firmados por la sociedad prestataria en provecho de
los cuatro bancos acreedores, los cuales, cada uno por aquello que le concernía, debía
encargarse de su presentación al cobro al vencimiento. Paralelamente, un crédito
documentario irrevocable fue emitido en favor de SETII por el Credit Lyonnais a pedido
de un banco de Taiwan, siendo el CIC banco domiciliatario. Uno de los documentos, por
un monto de 550.000 francos y del cual uno de los bancos participantes, el Republic
National Bank of New York France, era el portador, fue devuelto impago. En virtud de
esto, este último banco promovió esta demanda contra el CIC como jefe del sindicato,
con fundamento en que dio al CIC su acuerdo a la operación de participación, bajo
reserva de la apertura de un crédito documentario confirmado por un banco francés en
p.50
favor del banco agente por cuenta del sindicato. De tal manera, el demandante entiende
que el CIC incumplió sus obligaciones al no reembolsar el citado documento.
Considerando que las obligaciones del banco jefe de un sindicato bancario no pueden ser
las de un mandatario, salvo en la hipótesis en la que se demuestre la existencia de una
convención que le encargue tal misión. Considerando que en la especie dicho banco
agente ha cumplido su rol de centralizador y gestor de la parte administrativa, y que la
materialización de los derechos de reembolso de cada banco fue concretada bajo la forma
de documentos a la orden que cada uno de ellos podía presentar al cobro a su vencimiento
al beneficiario del crédito de prefinanciación, y que los fondos entregados al CIC, en
tanto que banco domiciliatario en ejecución del crédito documentario abierto en favor de
la sociedad SETII, estaban destinados a esta sociedad y no pertenecían a CIC, quien no
podía, en consecuencia, disponer de ellos para reembolsar a los bancos participantes.
Frente a ello cabe rechazar la demanda".
(1225) BELLIS, "La gestión du credit consortial", en Les Euro credits, ps. 207/208.
(1226) BARBIERI, Nuevo régimen de concursos y quiebras, Buenos Aires, 1995, p. 306.
(1227) ROITMAN, H., Efectos jurídicos de la quiebra sobre los contratos preexistentes,
Buenos Aires, 1973, p. 131.
(1228) QUINTANA FERREIRA, F., Concursos, t. II, Buenos Aires, 1986, p. 483.
(1229) BECCAR VARELA, D. F., "Problemas que plantean los préstamos sindicados
Perspectiva argentina", conferencia del 22/9/1994 en el marco del Congreso sobre
Aspectos Legales de los Negocios Bancarios Internacionales, Buenos Aires, 22 y 23 de
septiembre de 1994, Universidad Nacional de Buenos Aires, Facultad de Derecho y
Ciencias Sociales.
(1230) BLAISE FOUCHARD, "La valeur juridique de la syndication", en Les
Eure credits, cita de GISPERT PASTOR, Los créditos..., cit., p. 100.
(1231) GARRIGUES, J., Contratos bancarios, cit., p. 207.
(1232) En especial dentro del Mercado Común Europeo (London Interbank Offered
Rate).
(1233) Com. A 2390 del BCRA del 3/11/1995.
(1234) GISPERT PASTOR, Los créditos..., cit., p. 180.
p.51
(1235) STOUFFLET, L´ouvertur de credit peut elle etre; GAVALDA STOUFFLET,
Droit de la banque, citados por GISPERT PASTOR, Los créditos..., cit., p. 203.
(1236) Pese a ser esta la posición general de la doctrina y jurisprudencia francesas, parece
haberse producido un cambio de tendencia en los últimos años. Así la sentencia del
Tribunal de Casación de París de fecha 18/11/1980, declara que el banquero debe vigilar,
al menos en determinadas circunstancias, que los créditos que concede reciban el destino
previsto y la sentencia del 27/4/1982 estima culpable a un banquero que consintió
facilidades de caja a un cliente sin la menor verificación previa de la rentabilidad de su
empleo.
(1237) GISPERT PASTOR, Los créditos..., cit., p. 230.
(1238) FERNÁNDEZ, R. GÓMEZ LEO, "Carácter...", cit., t. IIID, p. 424.
(1239) GÓMEZ LEO, O. R., Instituciones..., cit., p. 427.
(1240) GISPERT PASTOR, Los créditos..., cit., p. 282.
(1241) Para la práctica anglosajona son los "cambios sustanciales adversos".
(1242) GISPERT PASTOR, Los créditos..., cit., p. 294.