LA ÉTICA DEL CONTADOR PÚBLICO 1

UNIVERSIDAD AUTONOMA DE
CAMPECHE
FACULTAD DE CONTADURIA Y
ADMINISTRACIÓN
“C.P. Luis Fernando Guerrero Ramos”

Licenciatura en Contaduría

ENSAYO

“LA FORMACION ETICA DEL CONTADOR

PUBLICO”

Alumna:
Blanquet Fuentes Rosa Alicia

Profesora:
C.P.C. Ramírez Flores Corazón Antonia de
Jesús

6to Semestre, Grupo C

2018- Fase 2
2do. Parcial

San Francisco de Campeche, Camp; a 07 de Mayo del 2019.

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Uno de los temas fundamentales que aprendemos desde primaria es la ética, que
es diferente a la moral, ya que la última se basa en la obediencia a las normas, las
costumbres y preceptos o mandamientos culturales, jerárquicos o religiosos,
mientras que la ética busca fundamentar la manera de vivir por el pensamiento
humano. Es una guía para la conducta humana que proporciona un criterio para
orientar nuestros actos en una línea valiosa.

Ahora, a punto a graduarnos y empezar una vida laboral, debemos tener en cuenta
que una de las características primordiales que todo contador público (y todos los
demás profesionales) deben tener es la ética profesional.

La ética profesional es un conjunto de principios, valores y normas que indican

cómo debe comportarse el ser humano en el ámbito de trabajo. La importancia de
la ética profesional radica en analizar los principios fundamentales de la moral
individual y social y ponerlos de relieve en el estudio de los deberes profesionales.

La ética profesional es quien le da sentido a nuestra profesión, sin ella nuestros

clientes, compañeros de trabajo e incluso jefes no tendrían la confianza en uno
para realizar los deberes profesionales. Debemos contar con la ética profesional
siempre.

En el libro La formación ética del contador público de Enrique Zamorano nos

plantea al principio un par de preguntas a nosotros como estudiantes:

“¿Cuál es el sentido de nuestra profesión? ¿Qué significado tiene lo que

hacemos?”

Muchas veces, como jóvenes que aún no sabemos el rumbo que tomará nuestro
camino, no pensamos en las consecuencias de nuestras decisiones, a veces
hacemos cosas que son imposibles de deshacer y nos encontramos replanteando
estas preguntas, siempre tenemos que tener en cuenta que la contaduría es una
de las profesiones más bellas, un poco complicada, pero con mejor oportunidad de
trabajo y con mejor calidad de profesión. Como contadores estaremos siempre
ligados al rumbo que tomará nuestra empresa, dependerá de nosotros decidir y
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pensar bien en todo lo que conllevara dicha decisión. Según Herber A. Simon,
muchas premisas entran en la toma de decisiones. El proceso de decidir en los
negocios se fundamenta en la información financiera y debe incluir la participación
de los contadores por ello la decisión requiere de suministrar dicha información
que ayuda a ver lo que sucede en la empresa y los resultados de operación. Por
ello debemos pensar en nuestro futuro como contadores, si llevaremos bien la
ética profesional y como lo llevaremos a cabo. Enrique zamorano dice en su libro:
“Imaginen un largo camino y véanse al final del mismo convertido en
profesionistas brillantes, dinámicos y triunfantes.”

En dicho libro nos encontramos también, con tres principios fundamentales de la

ética profesional, siendo las primeras guías en las que debemos aprensarnos.

En mi opinión, considero que el primer principio es la base fundamental de todo;

esta dice:

“El deber que tiene todo contador público ante la sociedad y sus clientes o
patrocinadores, de actuar con preparación y calidad profesional, servirles con
lealtad, sostener un criterio libre e imparcial, guardar el secreto profesional y
rechazar tareas que no cumplan con la moral.”

Si no se tiene calidad profesional y una sólida preparación no somos nada,

constantemente nos debemos mantener preparados y aprender día a día más de
nuestra profesión, uno de los medios principales para cumplirlo está representado
por la participación del contador público en cursos, seminarios, conferencias y
grupos de estudio, patrocinados por las instituciones profesionales y las
universidades de cada país. La calidad de los servicios profesionales que el
contador proporciona a la sociedad y a sus clientes, depende de su grado de
preparación y actualización, la contaduría es una rama cambiante, siempre
técnicas nuevas y mejores formas de llevar a cabo diferentes tipos de
procedimientos, pero si nos quedamos solamente con lo que aprendimos en
nuestra formación como estudiante, jamás seremos buenos contadores.
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También ser imparcial y más que nada, tener moral, como había comentado antes
la moral y la ética son dos cosas distintas pero siempre van de la mano, por lo
tanto, debemos respetar y cumplir con lo que nuestra moral nos dicte, si hay
tareas que no van con ella, simplemente debemos negarla, eso nos hará un
contador público de calidad para nuestros futuros clientes o socios.

¿Pero cómo y cuándo llevaremos a cabo este principio y todo lo demás?

La preparación para ser contadores públicos con la mejor ética comienza desde el
principio, en nuestra carrera, empieza desde que decidimos entrar a estudiar
contaduría, desde que pusimos el primer pie en nuestra institución, somos
nosotros, nuestro entorno y sobretodo los maestros quienes seremos
responsables de empezar el conocimiento y la práctica de la ética profesional.

“Nuestros maestros, nuestros educadores, son guías de la mente y el carácter de

los jóvenes ¡Cuán grande es su misión! ¡Qué responsabilidad particular la suya!,
¡Pero qué grande es también su mérito!” (Juan Pablo II, 1995)

Los maestros nos deben siempre orientar para que en el ejercicio de nuestra
profesión actuemos con estricto apego a las normas de ética profesional, por
consiguiente tendrán también que mantenerse actualizados en las áreas de su
ejercicio para transmitirnos esos conocimientos; por lo tanto, tienen encomendada
la tarea de facilitar los procesos de aprendizaje de conocimientos y actitudes.

Los principios y las normas éticas determinan las bases esenciales del
comportamiento y deciden el valor moral de los actos del profesional. La ética nos
debe quedar inscrita en nuestra conciencia moral y que nos permite ser siempre
personas de principio que inspiran confianza. Nuestra formación con tales
características y cualidad representa la tarea primordial del maestro. Si logramos
ser lo que ellos nos enseñaron que fuéramos, su tarea como maestro estará
completada.

La formación de nosotros como profesionistas es tarea de nosotros mismos, de los

maestros y del entorno, que en todo caso, serian las instituciones que agrupan a
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los profesionales; pero también es tarea de las firmas profesionales, ellos deben
mejorar cualitativamente la enseñanza, al dejar atrás nuestra institución,
entraremos al mundo profesional y es donde pondremos en práctica todo lo
aprendido anteriormente, pero no por haber terminado nuestros estudios y
empezar a trabajar quiere decir que dejaremos de ser evaluados y que dejaremos
de aprender, el lugar donde trabajaremos será nuestra nueva aula de enseñanza,
y ellos: nuestros nuevos compañeros de trabajo, nuestros clientes y sobretodo
nuestros jefes serán los nuevos maestros, ellos serán quienes nos sigan
instruyendo y poniendo a prueba en esta nueva etapa.

Las firmas deben distinguir con claridad entre lo que es educación y lo que es
instrucción. Nosotros debemos aprender y a la vez enseñar técnicas y
procedimientos indispensables para realizar el trabajo. Pero la educación es otra
cosa, “su fin es el hombre mismo”. No basta ser instruido, hay que aprender a ser
un profesional educado y así nos convertiremos en un ser ético.

La realización profesional, se logra con la perseverancia en el trabajo, la vocación

a nuestra profesión, la educación constante, honradez, la formación a todo lo largo
de nuestra carrera, la innovación y la responsabilidad; mediante una ética
institucional bien aplicada.

Las instituciones tienen que tener claros sus objetivos; deben tener un
reclutamiento de personal muy cuidadoso, una formación continua y un sistema
adecuado para sancionar a aquellos que no cumplan con la ética. Si una firma
permite a personas sin ética, terminara siendo una firma sin ética.

Para ello recurrimos a los principios básicos. Como escribí antes, para mí, los
principios básicos se resumen en su primer principio, el fundamental debemos de
actuar con preparación y calidad profesional, servir con lealtad y sostener un
criterio libre e imparcial, y sobretodo cumplir con nuestras normas de ética y moral.
Las firmas, en conjunto, deben también cumplir con este principio básico, para
lograr el alcance de sus metas y de la formación ética de todos sus individuos.
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Con frecuencia, nos encontramos en situaciones en las que creamos que lo mejor
para seguir adelante es a través de la corrupción, ya sea por medio de sobornos,
fraudes, pagos ilícitos, e incluso el lavado de dinero. Erradicar la corrupción no es
tarea fácil, es un problema muy complejo, pero sabemos que lo mejor que
podemos hacer es seguir la ética profesional.

“En este mundo concreto donde estamos debemos ayudar a los hombres a ser
luz”

Uno de los problemas más frecuentes y serios actuales es el soborno; es el pago

hecho con la finalidad de conseguir alguna ventaja económica o un privilegio que
no le corresponde por derecho moral a una persona, empresa u otra entidad.
(Schmidt). Por principio, nunca es aceptable pagar para conseguir algo indebido.
Por lo que el libro dice, hay una excepción, siempre que al profesional le
corresponda algo por derecho moral, podrá recurrir al pago adicional.

“La corrupción está en la mentira de que el poder es de los ciudadanos cuando en

realidad es de la mafia traficante de influencias, protección y chantajes, esta es la
simulación de un estado de derecho para enmascarar un Estado chueco” (Gabriel
Zaid)

La corrupción está en creer que hacemos algo mal por un bien mayor, que no es
corrupción si lo pensamos para hacer algo correcto. Nosotros en un futuro como
profesionales debemos evitar llegar a estos extremos, que la corrupción nos
alcance cuando no tengamos ya armas suficientes para defendernos, tenemos la
obligacion moral de hacer todo lo posible para evitar la corrupción, es parte de
nuestra ética profesional, aislarnos de ello.

Sabemos que muchas veces caemos en situaciones o factores donde nuestra

única opción es el soborno o la corrupción, factores como el desempleo o la
pobreza; la inflación ha llevado a personas al desempleo, mismas que quedan en
la pobreza y que emigran para encontrar algún futuro mejor en otro lugar y la
solución a estos problemas aún no se vislumbra. La desigualdad entre la
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población hace que en muchos lugares el ingreso sea reducido en niveles tan
bajos que incluso afectan la salud, el vigor y, sobretodo, la actitud hacia el trabajo.

Como profesionales no hay que ser ajeno a ello, en algún punto, algún familiar,
amigo, colega o hasta nosotros mismos podremos caer en manos de la pobreza y
desempleo.

“El mundo tiene suficientes recursos para sostener diez veces la población actual,
pero no tiene suficiente recursos para mantener su avaricia” (Ghandi)

Nosotros, los jóvenes, los futuros profesionales tenemos que ser el cambio de este
mundo globalizado, debemos de tener mejores visiones para un nuevo futuro, una
donde seamos generosos entre nosotros, donde no exista la desigualdad, la
pobreza ni la avaricia. Estamos en terrenos de servir a la sociedad, para promover
el desarrollo de los negocios, pero también tenemos que estar para algo más, para
ayudar a resolver los problemas de desempleo y pobreza y así construir un nuevo
mundo.

Todo Contador Público que brinde sus servicios ante la sociedad, debe actuar bajo
principios morales y éticos, los cuales, le permitirán ejercer su profesión de
manera correcta y justa. Como se mencionó la ética es el conjunto de normas y
principios que regulan la conducta humana, y como es de señalar, el contador
debe de llevar al margen los principios que señalan algunos códigos de ética como
son: La lealtad ante sus clientes y ante la entidad a quien se le preste el servicio,
el secreto profesional, actualización de conocimientos que permitan el manejo
adecuado en la toma de decisiones, las conductas que tomemos ante la
inmoralidad de ciertas acciones y la forma de lidiar con los factores sociales como
la pobreza y el desempleo.

Como jóvenes debemos pensar no solo en nuestro futuro sino el futuro de nuestro
país, debemos pensar en la forma de mejorarlo, estamos en épocas de grandes
cambios y deberíamos empezar por nosotros mismos. No nos dejemos guiar por
lo que es más fácil sino por lo que nos hará mejores en nuestra profesión,
debemos ser éticos, tener códigos de moral, no dejarnos influenciar por malas
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decisiones, debemos tomar el control de nuestra vida y tener independencia de

criterio, seamos los adultos que planeamos ser desde pequeños, seamos los
mejores en nuestra profesión y que algún día todo el mundo vea el cambio que
poco a poco iremos produciendo.

Al principio cité dos frases del libro, la primera es que hagamos de nuestra
profesión una catedral y la segunda que imaginemos un largo camino y veámonos
al final del mismo convertidos en profesionistas brillantes, dinámicos y triunfantes.

Me gusta pensar que estoy en ese camino y al final veo aquella catedral, veo mi
profesión, mi trabajo y mis logros y que poco a poco se va haciendo más grande a
medida que me voy acercando.
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BIBLIOGRAFÍA
Ana, R. F. (2009). Ética profesional de los contadores. México.

J.DELORS. (1996). La educación encierra un tesoro. En Informe a la UNESCO

sobre la educación en el siglo XXI. Madrid: Santillana.

Zamorano, E. (2010). La formación ética del contador público. México: Instituto

Mexicano de Contadores Públicos.