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Tío Alberto, un ídolo en Groenlandia

Clarín2 Jun 2019Alejandro Borensztein

Antes que nada quiero informar que la representación diplomática de Groenlandia en la Argentina comunicó
oficialmente que, tanto su Primer Ministro Kim Kielsen como el señor Hans Enosken, líder del partido gobernante
Siumut, desmintieron categóricamente haber mantenido conversaciones o haberle ofrecido una candidatura al señor
Sergio Massa.
Asimismo, Christian Schultz Lorentzen, jefe de Redacción del principal diario groenlandés Sermitsiaq, al ser
consultado telefónicamente sobre las versiones que al respecto habrían dejado trascender los dirigentes massistas
Graciela Camaño y Diego Bossio, respondió contundentemente: “No tengo la más puta idea de quién es toda esa
gente”.
Aclarado el punto, vamos a lo importante: Tío Alberto ya es un fenómeno en Groenlandia, ese gigantesco
territorio que sueña con un triunfo kirchnerista que provoque una masiva inmigración de trabajadores,
profesionales, intelectuales, artistas y empresarios argentinos que transformen Groenlandia en una nueva y gloriosa
nación.
Ya sea por aquello de “el Tío al Gobierno, Perón al poder” o por la inovidable canción “Tío Alberto” de Joan
Manuel Serrat, el nuevo apodo del candidato kirchnerista Alberto Fernández ya fue popularmente adoptado en casi
todo el Reino de Dinamarca, del cual forma parte el territorio de Groenlandia. Para ser más preciso, se lo llama en
danés: Onkel Albert.
En realidad, antes de su candidatura presidencial, Onkel Albert ya era bastante conocido en Groenlandia.
Desde que se supo que millones de argentinos podrían emigrar a Groenlandia en el caso de que Cristina Kirchner
vuelva al poder, los groenlandeses se pusieron a investigar las razones de este fenómeno. ¿Por qué la vuelta de
Cristina provocaría semejante oleada inmigratoria? ¿Qué es lo que los espanta como para impulsar ese éxodo
masivo?
Fue entonces que los groenlandeses descubrieron a Alberto Fernández: nadie como él había explicado con tanta
precisión el desastre que hizo Cristina entre 2008 y 2015. Si bien en aquellos años hubo muchos opositores y
denunciantes, sin dudas él fue el antikirchnerista que mejor supo fundamentar las críticas.
Esas críticas despiadadas de Alberto Fernández son la base sobre la que se fundó la ilusión de una huida
generalizada de la Argentina y por ende la construcción de una nueva Groenlandia, socialmente justa,
económicamente libre y políticamente soberana.
Así nació el amor por Tío Alberto. O como ahora lo llaman en Nuuk o en Qaqortoq o en Narsaq: el querido
“Onkel Albert”.
Hubo mucha preocupación cuando se supo que Tío Alberto vive de prestado en un departamentito ubicado en los
arrabales portuarios de Buenos Aires (allá en Groenlandia no saben lo que es Puerto Madero).
La cadena radial televisiva KNR (Kalaallit
Nunaata Radioa) que integra la Greenlandic Broadcasting Corporation organizó un programa de televisión para
recaudar fondos y comprarle al candidato presidencial kirchnerista una vivienda digna. Se llamó “En sol til Onkel
Albert” (“Un sol para Tío Alberto”). Fue un éxito.
Lamentablemente, después se avivaron de que el tema era medio turbio y que en eso andaban metidos un tal
Pepe Albistur y su jermu. Todo muy raro. Finalmente los de la KNR dieron marcha atrás y decidieron que ese grupete
de vivillos porteños se las arreglen solos.
¿Están seguros en Groenlandia del triunfo kirchnerista? . Algunos groenlandeses cuestionan la efectividad de una
fórmula en donde la que manda es la candidata a vicepresidenta y el que acompaña es el candidato a presidente
quien a su vez, aunque es amado en Groenlandia, fue despreciado por esa misma vice durante casi 10 años. Son cosas
que hacen los países bananeros, responden confiados los vecinos de Nuuk.
De ahí que nadie pierde el optimismo y el plan “Groenlandia Potencia” sigue viento en popa. Ya hay dos nuevas
fábricas de tapas para empanadas y en abril se triplicó la importación de porotos de garbanzo y se abrió la primera
escuela de faina.
Groenlandia no espera a octubre. De hecho, ya están todos preparados para el gran evento del próximo 16 de
junio cuando se celebren las elecciones provinciales en Santa Fe.
Lo que más entusiasmo despierta es la posibilidad real de que el kirchnerismo gane la intendencia de Rosario,
una de las cuatro grandes ciudades del país, teniendo en cuenta que jamás pudieron ganar en ninguna de ellas. Ni en
la Ciudad de Buenos Aires, ni en la ciudad de Córdoba, ni en Rosario, ni en Mendoza.
Dentro de dos domingos podría darse la primera alegría para Groenlandia: el kirchnerismo gobernando Rosario.
Un verdadero sueño. ¿Lázaro Báez pavimentando el paseo ribereño y el Parque Independencia para llegar con esas
obras a los estadios de Central y Newells ? “De la mano de Lázaro salimos cam
Nadie como Alberto F. explicó con tanta precisión el desastre que hizo Cristina desde 2008.
En Groenlandia esperan el 16 de junio, cuando se celebren las elecciones provinciales en Santa Fe.
peón” cantarán ambas hinchadas. ¿Gvirtz y Spolszki manejando medios para escrachar a opositores en Rosario?
¿Moreno corriendo a comerciantes pistola en mano por la peatonal Córdoba? ¿Berni y Milani ocupándose del crimen
organizado?
Las autoridades de Groenlandia estiman que, si gana el kirchnerismo en Rosario, entre 400.000 y 500.000
rosarinos estarían llegando a partir de julio al aeropuerto de Nuuk. Sería la primera gran ola inmigratoria argentina.
Por las dudas, ya está todo preparado para recibirlos. Remeras de Newells y Central. Fotos del negro Olmedo.
Afiches de Messi y el Loco Bielsa.
Inclusive han sacado un cadáver congelado del Hospital Reina Íngrid de Nuuk (Dronning Ingridip
Napparsimmavissua) y lo pusieron en posición horizontal sobre un pequeño pedestal simulando que está haciendo la
famosa palomita de Aldo Pedro Poy, con la que Central le ganó a Newells aquella histórica semifinal de 1971. Total,
con el tornillo que hace, se puede conservar así por años. No es exactamente una estatua viviente, pero casi.
Por su parte, el “Pub Nuan” en Nuuk, donde ayer por 100 coronas podías ver la final de la Champions y te daban
gratis un porrón Carlsberg 1883, ya anunció que el domingo de las elecciones santafesinas va a cambiar su nombre
por “Pub El Cairo” y se podrá ver el escrutinio en directo por televisión. Ofrecen entrada al Pub, una cerveza y un
Carlitos, el tradicional tostado rosarino por 120 coronas. Si le agregás 10 mangos más, te dan un Carlitos especial de
pollo y ya sos Fontanarrosa en Groenlandia.
De todas maneras existe el temor de que los votantes rosarinos de Cambiemos le den el voto al candidato
progresista Pablo Javkin, que está cabeza a cabeza con el candidato kirchnerista. Eso evitaría el triunfo K y en ese
caso el sueño de Groenlandia deberá esperar hasta las elecciones nacionales de octubre.
¿El caso Rosario sería una prueba piloto de lo que podría pasar a nivel nacional? ¿Voto útil para frenar al
kirchnerismo? El tiempo dirá.
Mientras tanto, en estos días crece la expectativa por el posible pase de Massa al kirchnerismo. El plan es sumar
todo lo que haya disponible para ganarle a Macri.
Curiosamente Felipe Solá, Vicky Donda, Pino Solanas, Tío Alberto y tal vez el mismo Massa, entre otros,
terminarían armando un gran frente kirchnerista conformado por antikirchneristas. Cuesta entender esto en
Groenlandia pero los entusiasma la idea de que la unión haga la fuerza y así puedan triunfar.
En realidad, esta estrategia ya se intentó en 1946 cuando se juntaron los radicales, los socialistas, los comunistas,
los conservadores, los demócratas progresistas y varios más y todos juntos formaron la inolvidable “Unión
Democrática” para derrotar a Perón. No les funcionó.
Perón les rompió el upite. Está demostrado que, cuando amontonás cualquiera cosa y van todos juntos contra
“uno”, generalmente gana “uno”.
Pero no se lo contemos a los groenlandeses porque se van a desmoralizar. No les quitemos la ilusión. No les
pinchemos el globo. No se lo merecen. Son buena gente.

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