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LA SEMANA MAESTRA Y EL PROYECTO DE FACULTAD DE EDUCACIÓN
Participantes del panel Formación de Educadores - El rol de las facultades de educación
El lanzamiento de esta nueva edición del Boletín de Educación
y Pedagogía está indudablemente ligado al proceso de transfor-
mación en el que se encuentra esta unidad académica. Considero
importante revitalizar este medio de comunicación interna para
fortalecer algo de lo que muchas veces carecemos: la disponibilidad
de reconocernos. Entonces, este boletín surge en este contexto y
necesidad: ayudar en la comprensión mutua y brindar mejores ele-
mentos de reflexión y análisis para la toma de decisiones.
También, la pasada XI Semana Maestra se planeó y desarrolló
para facilitar un espacio donde los profesores y profesoras del IEP
reflexionaran sobre este momento histórico. Pero, ¿cómo llegamos
hasta él? Permítanme una breve disrupción acerca de la pregunta
anterior. Todo comenzó en 1962, cuando se funda la Facultad de
Educación de la Universidad del Valle bajo el fuerte influjo de los
intereses norteamericanos (representados en la Fundación Ford y el
Instituto Rockefeller) y, claro está, el interés que se tenía en la for-
mación de docentes para la región. Esa tensión entre intereses forá-
neos y la realidad local dio forma a la antigua facultad, pero, final-
mente, fueron las tareas con relación a la formación de educadores
lo que definiría su destino. Ya, para 1971, en el contexto de la Guerra
Fría y los movimientos sociales en todo el mundo, la lucha del Movi-
miento Estudiantil intervino en la independencia de la Universidad
de los intereses norteamericanos. Este proceso, que someramente
describo, llegó a un punto culminante en 1994. La Facultad de Edu-
cación se convierte en Instituto de Educación y Pedagogía. De esta
transformación resalto como la concepción pedagógica cambió de
una figura a otra. Pasamos de una concepción pedagógica positivis-
ta centrada en una institución a una concepción pedagógica crítica
que involucraba a la Universidad como un todo.
Ahora, en el año 2019 tenemos la intención clara de convertirnos
en facultad de educación, pero esta facultad no debe ser ni pensarse
como la de 1962. Un punto fundamental que el último claustro de
profesores nos demostró, es el agotamiento de una idea de facultad
de educación dirigida verticalmente. Queremos darle vuelta. Para
pensar esta futura facultad desde la base fue concebida la pasada
XI Semana Maestra. En ella, iniciamos un espacio que se mantendrá
con el boletín y otros que iremos implementando, y cuyo propósito
central es reconocer ¿qué facultad es la que se quiere construir?
Esta es la gran apuesta que hicimos en la Semana Maestra y
que seguiremos haciendo en nuestra unidad académica. Desde el
equipo de comunicaciones se está trabajando para subir al canal
YouTube del IEP las actividades más importantes de este evento y
así alimentar nuestra memoria institucional y sembrar ideas para
nuestro inmediato futuro.
Alfonso Claret Zambrano
Director
Instituto de Educación y Pedagogía
Universidad del Valle
CLAUSTRO DE PROFESORES
Decisión final de la estructura de la
Facultad de Educación y Pedagogía
Lugar: Salón Cultural - Edif. D13 - Hora: 8:00 a.m.
Lunes 22 de julio de 2019
Y DE LA
SEMANA MAESTRA...?
Profesor Carlos Eduardo Vasco
Para Stella Valencia, las actividades de esta Semana Maes-
tra, agrupadas bajo el sentido de “La política de formación de
educadores”, se caracterizaron por la actualidad de las temá-
ticas y lo corto del tiempo que se destinó para las mismas. La
actualidad se destaca en la presentación inaugural del pro-
fesor Carlos Vasco, “La nueva Comisión de Sabios y la Educa-
ción”. Fue noticia la reciente discrepancia pública de Vasco con
el presidente Iván Duque acerca del proceso de constitución
de esta nueva comisión de sabios, esto, a propósito del olvido
que cayó la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo (1994).
La profesora Valencia resalta como uno de los grandes proble-
mas del país es la poca continuidad que se le da a las políticas
y propuestas, esto se evidencia en el caso específico de la cons-
titución de una nueva comisión cuando las propuestas de la
primera nunca se materializaron. En este sentido, la Semana
Maestra, a pesar de sus dificultades, se constituye en un ejem-
plo a ser resaltado, dada su ininterrumpida continuidad desde
2009.
Destaca la profesora la actividad de presentación de expe-
riencias significativas de práctica profesional, especialmente
se nota el esfuerzo realizado por la profesora jubilada Patricia
Calonje en el reforzamiento conceptual y práctico del Centro
de Práctica. De igual forma, la actividad de resultados de in-
vestigación e informes doctorales de profesores del IEP resultó
muy interesante, pues, “nosotros no siempre tenemos la dis-
posición a escucharnos, y son más las cosas que desconoce-
mos del otro que lo que conocemos. ¿Entonces dónde es que
nos escuchamos?, ¿cuáles son los espacios?, no los hay”. Inde-
pendientemente de que el Instituto esté en un proceso de res-
tructuración, estos espacios son rescatables porque permiten
visibilizar lo que se realiza en el interior de las áreas, así mis-
mos se genera la reflexión y la discusión pública. La profesora
Valencia, es contundente: “Lo que se observa allí es que hay
madera […] Lo que revela este espacio es que tenemos cómo
trabajar juntos, el problema es que no queremos”.
*Continúa página 4
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 Sección Boletín IEP
DIÁLOGOS
D E E D UCACIÓN Y P E DAGOGÍ A
Con el regreso del Boletín Institucional del IEP traemos a nues-
tros lectores esta nueva sección y, como su nombre lo indica, se
trata de exponer en cada edición las reflexiones de profesores y
profesoras sobre nuestra unidad académica, así como aspectos re-
lacionados con la educación, la pedagogía, y otros temas que nos
conciernen. Para esta ocasión los protagonistas de la sección son
los profesores Guillermo Sánchez y Humberto Quiceno, ambos del
Área de Educación en Ciencias Sociales y Humanas.
El profesor Sánchez respondió a una, más o menos exhaustiva,
lista de preguntas que, básicamente, se agrupaban en tres ítems:
reflexiones desde la experiencia, reflexiones sobre el tránsito de
Instituto a Facultad y proyecciones. Las preguntas fueron enviadas
al profesor Sánchez con anterioridad. A los días el profesor Sán-
chez respondió las preguntas frente al comunicador social del IEP.
Vale anotar que el profesor llegó a la entrevista con las respuestas
preparadas, con el rigor analítico que lo caracteriza. Al profesor
Humberto Quiceno no se le hicieron las mismas preguntas. Su re-
flexión es producto de un diálogo más o menos informal, pero, a
pesar de este precedente, en ambas es posible apreciar con claridad
dos visiones particulares de unidad académica. En el lector estará
el criterio para definir la lejanía o cercanía de las mismas. Por la ex-
tensión de las entrevistas aquí haremos una síntesis de algunas de
sus reflexiones, lamentando, eso sí, que no podamos transcribir la
totalidad de sus informadas y pensadas respuestas. Para ello, los
interesados pueden consultar la entrevista en el canal de YouTube
del Instituto de Educación y Pedagogía. Acá, entonces, una síntesis
de estas interesantes reflexiones.
GUILLERMO SÁNCHEZ:
DE UNA AVENTURA FRAGMENTADORA
A LA CONGREGACIÓN DE INTERESES Y
SIMPLIFICACIÓN DE OBJETIVOS
Para el profesor Sánchez, en la historia del paso de la Facultad
de Educación al Instituto de Educación y Pedagogía se presentó un
problema que marcaría el destino de la unidad. En agosto del 94, la
Dirección Universitaria de la Universidad del Valle responde posi-
tivamente a la solicitud de creación del Instituto Superior de Edu-
2
cación y Pedagogía, hecha por un grupo de veintisiete profesores.
La Resolución 1070 creaba temporalmente el Instituto. Esta Resolu-
ción contenía 19 artículos, de los cuales el profesor Sánchez subraya
el tercero, pues en este se visibiliza una dificultad que se profundi-
zaría con los años.
“
El tercer artículo de la resolución 1070 estableció que el
Instituto de Educación y Pedagogía asumiría todas las
funciones que la ley y demás normas le asignan a las facultades
de educación. Es decir, a una noción que no era muy clara, la de
instituto académico, [...] se le agregó un aspecto que la hizo aún
más confusa, porque creó un Instituto Académico que asumie-
ra funciones de una facultad; o sea, un ente académico híbrido,
una especie de ornitorrinco académico administrativo […] Hay
que anotar que el documento del grupo gestor tenía conciencia
de eso, tenía conciencia de que el concepto instituto académico
era discutible y no había antecedentes. En el texto (doc. del gru-
po gestor) se decía que las disposiciones actuales no contemplan
claramente la posibilidad de que existan institutos académicos
que transiten en las fronteras de aquellos que mediante la inves-
tigación desarrollan campos del saber o solucionan problemas y
necesidades socioeconómicas y culturales de la región; es decir,
aún en el documento mismo inicial se tenía conciencia de que se
estaba adscribiendo al grupo de profesores dentro de una cate-
goría que no era muy precisa”.
Para Sánchez, la creación del Instituto de Educación y el sentido
de su existencia hubiese logrado encausarse positivamente si hu-
biese prosperado la propuesta emanada por la Comisión Ciencia,
Educación y Desarrollo, más conocida como Comisión de Sabios, de
creación de un Instituto Superior de Pedagogía. Muchos profesores
de nuestra unidad pudieron sentirse motivados por lograr vincular
el proyecto de Instituto en la directriz de la Comisión, coordinada
además por el profesor Carlos Vasco, distinguido visitante del IEP
y quien recientemente nos visitó, a propósito del tema, en la inau-
guración de la XI Semana Maestra. Sin embargo, el trabajo de la
Comisión no se concretó, fue olvidado con el tiempo, y la futura
dinámica de la educación nacional debió ajustarse a la Ley General
de Educación o ley 115 de 1994. El profesor Sánchez es crítico con el
modelo de Instituto, pero más que reclamar por su creación, pues
encuentra legítimo y necesario cualquier acción que implique un
riesgo que busque la mejora de una realidad, sí pone en duda la ten-
dencia a persistir en un modelo de Instituto que desde el comienzo
vislumbró su incapacidad para cumplir los objetivos propuestos.
En este sentido, una de las preguntas realizadas a Guillermo Sán-
chez aludía a la capacidad del Instituto para guiar su propio pro-
ceso. La clave de la respuesta está en la idea de autonomía. Las-
timosamente, en el caso del IEP, esta idea la percibe en la clave de
carencia. “Ha predominado una idea que creo hay que desterrar, de
que la cosa consiste en tener buenas migas con el rector o con al-
gún equipo rectoral cercano y que él nos apoye; porque además de
que pierde uno la autonomía académica intelectual tiene el grave
inconveniente de que queda dependiendo de otras ideas que las di-
rectivas tengan”.
DE REGRESO A UN MODELO DE FACULTAD
El profesor Sánchez descubre que en las preguntas diseñadas
por este medio existe un juicio previo. Allí se pregunta por el pre-
sente y el futuro del Instituto desde una realidad concebida como
problemática. Siendo así, para Sánchez, retornar a la figura de fa-
cultad traería los beneficios que significa “…adscribirse a una forma
de organización más o menos estándar en las universidades en el
mundo y en la universidad colombiana, y en el caso de la Universi-
dad del Valle, adoptar sus formas institucionales; es decir, escuelas,
departamentos, jefes de escuelas, jefes de departamentos, princi-
pios de gobierno más o menos claros, legitimidad, autoridad de la
dirección, etc.[...]. Esos son los problemas que resuelve”.
Así mismo, el profesor nos retroalimenta con otra apreciación
que interpreta de nuestro cuestionario: “(…) está implícita cierta
consciencia de que una cosa es la dimensión administrativa de la
reestructuración y otra cosa son los problemas académicos intelec-
tuales que no resuelve del todo la reestructuración”. Para Sánchez,
en este sentido, lo más urgente para el Instituto es resolver los
aspectos relacionados con la organización administrativa, y entre
más pronto mejor, pues, dilatar las decisiones ahonda las crisis. En
lo pragmático, “hay que elaborar un proyecto de resolución claro,
preciso, lo menos largo posible, con unos pocos considerandos
que apunten en la dirección de argumentar por qué la creación o la
re-creación de la Facultad es importante. […] Un documento texto
normativo y no epistemológico”. El profesor apunta a que, eviden-
temente, la discusión va a ser inevitable en el seno del Consejo Aca-
démico, “Bueno, cómo así que estos fueron facultad, luego dijeron
que la idea de instituto era novedosísima, y, ahora, nuevamente
quieren ser facultad...”. Por eso mismo, la estrategia para una pro-
puesta de restructuración debe “abrir lo menos el abanico” y “ofre-
cer la menor cantidad de flancos débiles”.
Otra de las ideas centrales en la reflexión de Sánchez sobre el
futuro de la unidad tiene que ver con una tendencia, en su percep-
ción negativa, a creer que cualquier decisión debe ser “novedosa”,
“distinta”. Sánchez es contundente: “… lo distinto, lo vamos hacien-
do por el camino”. Para el profesor del Área de Ciencias Sociales y
Humanas, tal vez el principal problema que derivó de la estructura
de Instituto es la balcanización. Si bien las áreas académicas han
“consolidado un trabajo serio”, el problema de la fragmentación
“afecta proyectos, instancias, actividades, todo tiende en el Institu-
to a un grado de autonomización enorme”.
Sánchez da una respuesta positiva a una solicitud explícita en el
cuestionario: ¿cómo proceder en el actual Instituto? Podemos sin-
tetizar de la siguiente manera lo que para el profesor es necesario:
1. ECONOMÍA: “En primer lugar, en el tránsito hacia facultad,
que hay que dar, los objetivos y propósitos comunes deben ser
limitados y reducidos, no le podemos jalar a todo, ese punto
es clave. (…) Tenemos que tener una suerte de especializa-
ción, es decir, de todas maneras que la Facultad de Educación
sea reconocida porque ha puesto el énfasis en unos dos o tres
propósitos…”.
2. DESBALCANIZACIÓN: “La reforma curricular en marcha
podría ser la ocasión para experimentar, para realizar expe-
riencias colectivas entre las varias áreas”.
3. APERTURA: “Si ampliáramos el concepto de formación
deberíamos incluir esas actividades (foros, conferencias, co-
loquios) porque es mucho lo que aprenden profesores y es-
tudiantes en esos coloquios sobre puntos de vista, enfoques,
formas de argumentar, diálogos. Los estudiantes ven y los
colegas vemos. Hola, mira lo que hacen nuestros profesores,
más que dictar clases hacen muchas cosas más. Eso nos visi-
biliza, y además mostraría la importancia de la facultad ante
la universidad y ante la ciudad, porque es seria, porque vale la
pena que exista, porque responde y discute sobre problemas
importantes”.
Hasta aquí hemos expuesto estas reflexiones sobre el pasado, el
presente y el futuro del Instituto de Educación y Pedagogía. Para
todos los interesados en el canal de YouTube: Instituto de Educación
y Pedagogía - IEP.
FUNDACIÓN DE COLEGIO DOCTORAL
REGIONAL ANDINO
El profesor Henry Giovany Cabrera (Subdirector
de Investigaciones y Postgrados del IEP) asistió como
representante de la Universidad del Valle al Encuentro
Fundador del Colegio Doctoral Regional Andino de las
universidades miembros de la Agence Universitaire de
la FRANCOPHONIE (AUF) que se llevó a cabo el 27 de
mayo de 2019 en la Universidad Tres de Febrero de la
ciudad de Buenos Aires (Argentina). El CDRA busca in-
tegrar distintos intereses a nivel educativo en América
del Norte, Centro América y Sur América enfocados
hacia la formación de estudiantes de doctorado, así
como de sus profesores directores de tesis doctorales.
Hacer parte de la AUF y del CDRA significa para la
Universidad y para el IEP tener la posibilidad de llevar
a cabo movilidad e intercambio entre estudiantes y
profesores, promover la calidad de la formación, de
la investigación y la gobernanza universitaria, la em-
pleabilidad e inserción profesional de los titulados y las
implicaciones en el desarrollo científico y social de las
sociedades.
Finalmente, los profesores universitarios asis-
tentes al evento determinaron conformar una terna
integrada por Jane Turtikian (UFRGS-Brasil), Hugo
Martínez (UNCUYO-Argentina) y Henry Cabrera (UNI-
VALLE-Colombia) para elaborar el reglamento de fun-
cionamiento del CRDA.
3
 HUMBERTO QUICENO:
CAMBIO DE PARADIGMA QUE TRASCIENDA
LOS LÍMITES DISCIPLINARES
En Diálogos de Educación y Pedagogía, el profesor Humberto
Quiceno, en una distendida conversación con Alfonso Claret Zam-
brano, director del Instituto de Educación y Pedagogía, abordó lo
que para él es el principal reto del actual Instituto de Educación y
Pedagogía, y, en general, para la educación. De este diálogo extrae-
mos las reflexiones principales.
Para Quiceno, poco importa si el nombre es facultad o instituto,
refiriéndose al momento actual en el que se está avanzando en la
restructuración del IEP. Pero si hay que pensar en una nueva insti-
tución. Convertirse en facultad, siguiendo el modelo decimonónico,
no sería la respuesta ante un nuevo estado de situación (sociedad
de la globalización, de la producción, del conocimiento, de la tecno-
logía y de las minorías) que amerita repensar totalmente la educa-
ción y la pedagogía. En el IEP no se han pensado con propiedad estos
nuevos objetos y, por tanto, es necesario hacer entrar estos objetos
a la institución que está en proceso de reforma. El punto, según Qui-
ceno, es convencerse de que “los conocimientos de los campos de la
educación y la pedagogía ya no son disciplinares, son transversales.
¿Transversales en relación a qué?, a la población, a las regiones, a
los derechos, a las minorías y a todos los problemas actuales”. El
carácter cerrado de las disciplinas provoca una escisión entre la ins-
titución académica y el medio externo. Sin embargo, esta necesidad
de repensar la tarea de facultades e institutos no es novedosa, pues
desde los años cincuenta y sesenta se viene estudiando en Europa
y Norteamérica y, más importante aún, se contempla en el nuevo
decreto que entra a regir las licenciaturas en el país.
“ …ese decreto del 17 dice: “no se pueden mantener facul-
tades así, [...] como habían sido pensados”, ¿y cómo han
sido pensados? Las facultades eran cinco años, diez semestres,
con teorías y, al final, la práctica docente. Y la práctica docente
es un año y los docentes que se van a graduar van a las institucio-
nes, a la escuela a dar clase, eso es del siglo XIX, ¿por qué? porque
era primero saber un conocimiento y luego aplicarlo. Eso no res-
ponde a la sociedad actual, no responde a ninguno de los temas
de la sociedad actual, porque la sociedad actual es al revés, es
estar metido en los problemas actuales y de ahí sacar el saber y el
conocimiento que responde a los problemas actuales”.
El mismo Quiceno reconoce que lo más difícil de este cambio
paradigmático es llevarlo a la concreción, por ejemplo en una uni-
dad como la nuestra. Uno de los principales factores es la dificultad
que tendrían los profesionales de la educación para salirse de la dis-
ciplina y entrar en diálogo con otros en el encuentro de un objeto
común de indagación, convirtiendo estos objetos en interdiscipli-
narios o transdisciplinarios. La disciplina da un conocimiento, el
conocimiento una profesión, un oficio, y ese oficio una aplicación.
Disciplina, conocimiento y profesión se juntan y se fortalecen en-
tre ellos, de allí su dogmatización. Para poder romper los fuertes
límites disciplinares, y generar un diálogo que permita el consenso
sobre nuevos objetos de indagación y actuación, es necesario una
“dirección institucional que oriente el asunto”, que disponga los es-
pacios y forje los encuentros.
De allí que, para Quiceno, el futuro de facultades e institutos
debe proyectarse lejos del tradicional modelo de conocimiento para
la aplicación. Al contrario,
“ La reforma de las facultades de educación dice esto: uste-
des tienen que atender la práctica docente en la Universi-
dad del Valle entre todos los que tengan licenciaturas, pero resul-
ta que tienen artes, que tienen humanidades y tenemos nosotros
tres facultades, hay 22 licenciaturas; esas 22 licenciaturas tienen
que reunirse y decir ¿cómo hacemos una práctica docente colec-
tiva?, porque esta necesita convenios con colegios, etc. La univer-
sidad tiene que, como institución universitaria superior, reunirse
con los colegios, con las normales. Entonces, se crea un comité
regional institucional o un comité regional académico para aten-
der eso. Ese sería el mejor modelo que explica por qué tenemos
que salir de estos edificios, salirnos de las disciplinas y enfrentar-
nos a los problemas reales. […] Ese aparato es lo que llamo yo la
nueva institución”.
La perspectiva de nueva institución para Humberto Quiceno es
una universidad que se defina desde el objeto y no desde una tradi-
ción académica. Que su campo de saber y de conocimiento no esté
ligado al espacio físico institucional, o restringido por el cerrado
lenguaje de la disciplina. En lo práctico, debe plantear una forma-
ción pedagógica para la universidad y las regiones. Esos son los lu-
gares de la nueva institución.
*Viene de la página 1
En general, para la profesora Stella Valencia las actividades
realizadas lograron su propósito. Por ejemplo, el encuentro de
decanos, moderado de forma acertada por la exdirectora y pro-
fesora jubilada del IEP, Gloria Castrillón, permitió reconocer la
mirada de otras instituciones y, especialmente, valorar el prota-
gonismo que debe tener Ascofade para las facultades e institutos
de educación. La actividad de Proyección social y extensión y la
formación de educadores, coordinada por la profesora Ligia Am-
paro Torres, tiene su mérito, además de reconocer las experien-
cias expuestas, en que demuestra que la extensión es otro modo
de conocer, con un alto impacto en la formación. La Universidad
debe propender por institucionalizar la extensión, es decir, otor-
garle el valor académico y para la formación que merece.
La profesora lamentó, eso sí, que el evento haya perdido su
carácter de semana, pues en realidad solo fueron tres días de
actividad. Al ser tan corta, la posibilidad de interactuar dentro
de las actividades se reduce, pues se le da más prioridad al cum-
plimiento de un cronograma que a la discusión y a la reflexión,
propósitos claves de esta actividad.
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