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Hacia el Raxalaj K’aslemalil (Plenitud de Vida):

Buen Vivir y Cosmovisión Maya1

Lu’K’at Pedro Us Soc

Para entender lo que implica el Buen Vivir, que no puede ser


simplistamente asociado al “bienestar occidental”, hay que
empezar por recuperar la cosmovisión de los pueblos y
nacionalidades indígenas.
Alberto Acosta,

Resumen
Hacia finales del siglo XX, surge el concepto del Buen Vivir, para referirse a la
satisfacción integral de las necesidades de desarrollo humano, en armonía con la
naturaleza. En Guatemala, este concepto se conoce y se utiliza poco, no más que
por parte de algunas organizaciones de los Pueblos Indígenas. En diferentes
expresiones, particularmente del pueblo Maya, se ha venido posicionando más bien
el concepto de Plenitud de Vida, para hacer referencia a esas condiciones. Así, en
nuestro medio, Buen Vivir y Plenitud de Vida, son sinónimos y se refieren a lo
mismo. Desarrollo integral del ser humano, vinculado con la naturaleza, es la idea
fundamental de estos conceptos.

Hablar de ello, como se podrá ver, es hacer referencia a un modelo de vida y a


modelos de desarrollo diferentes a los impuestos desde los países del primer
mundo. El modelo de desarrollo del Buen Vivir o de la Plenitud de Vida, va más allá
del progreso económico, para referirse a un desarrollo integral de todo el ser
humano, de todos los seres humanos, en una relación de ternura hacia la
naturaleza.

Palabras clave: Buen vivir, vivir bien, vida plena, plenitud de vida, desarrollo
integral, cosmovisión, cosmogonía, desarrollo con identidad.

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Ponencia presentada en el Coloquio de Filosofía Americana, realizado en la ciudad de Guatemala, el 15 de
enero de 2015.

Maya-k’iche’, ajq’ij, educador, teólogo, doctorando en Ciencias Políticas y Sociales. Asesor / consultor /
docente por varios años en temas de Educación, Educación Bilingüe Intercultural, Interculturalidad, Derechos
de Pueblos Indígenas y otros, en instituciones públicas, de la sociedad civil y agencias de cooperación
internacional, en Guatemala y Honduras. Autor de libros y artículos publicados en Guatemala y otros países,
sobre Educación, Teología y Cultura Maya. Dirección electrónica: uspedro1@yahoo.es.

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Introducción
Hacia finales del siglo XX, en la ebullición de ideas que se desarrollan en el marco
de la emergencia política y económica de los Pueblos Originarios en América Latina,
adquiere relevancia el concepto del Buen Vivir, especialmente en los países
andinos. Este concepto, es la traducción de ideas de las culturas indígenas que se
refieren a condiciones de vida en las que el ser humano ve satisfechas sus
necesidades de desarrollo, desde una visión integral y en comunión estrecha con la
naturaleza, la sagrada Tierra.

Estas ideas contenidas en los conceptos de Buen Vivir, Vivir Bien, Vida Plena,
Plenitud de Vida, como muchas otras ideas fundamentales de la Cosmovisión de
los Pueblos Indígenas, son muy antiguas. Y, aunque construidas desde hace
milenios, siguen vigentes en la vida de los Pueblos, y reflorecen ahora con fuerza,
para revitalizar las aspiraciones de los mismos a una vida mejor.

Pero, para que el sentido de estas ideas sea comprensible y significativo para
nosotros hoy, es preciso tomar en cuenta que:

“Para que las viejas verdades mantengan su impronta en la mente humana


deben reintroducirse en el lenguaje y en los conceptos de las nuevas
generaciones. Las que en un tiempo fueron expresiones de máxima eficacia,
con el uso se gastan gradualmente, de tal forma que cesan de arrastrar un
significado definido. Las ideas fundamentales pueden tener el valor de
siempre, pero las palabras, incluso cuando se refieren a problemas que
coexisten con nosotros, ya no traen consigo la misma convicción” (Hayek,
2008, Introducción).

Por eso, para referirnos al estado humano y cósmico al cual se refieren los
conceptos que tenemos sobre la mesa hoy, podemos utilizar los que tienen sentido
para el mundo hoy. Eso sí, debemos hacerlo desde la matriz cultural, la
cosmovisión, en la cual estas ideas del Buen Vivir han nacido, para que su sentido
sea comprendido y se pueda contribuir a dar respuesta a las profundas necesidades
de la humanidad en este siglo XXI. Específicamente, desde su cosmovisión.

1. Algunos principios de la Cosmovisión maya


La concepción de la realidad, el modo de entender la vida, cómo se percibe a sí
mismo el ser humano y su lugar en el mundo, son, como en las cosmovisiones de
otros pueblos, elementos que constituyen la cosmovisión maya. Una estructura de
pensamiento que podríamos denominar filosófica, aunque construida por medio de
métodos distintos a los utilizados por los filósofos que han dado sentido a la cultura

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occidental.2 En los siguientes párrafos, haremos referencia a algunos de sus
elementos fundamentales, en función del tema que nos ocupa.

Una visión cosmocéntrica

Diferencia fundamental de las cosmovisiones de los Pueblos Originarios de Abya


Yala (América) con las de los otros continentes, es su concepción cosmogónica. El
origen y el sentido de toda la realidad, no se consideran relacionados con la voluntad
de ningún dios, ni de las luchas entre los dioses, sino con el desarrollo natural de la
vida en el universo.

Esta idea fundamental tiene grandes y profundas implicaciones en la vida humana.


Su razón de ser, su sentido y su desarrollo, se entienden con base en la ciencia. La
espiritualidad misma se basa en y explica el conocimiento de la realidad, en la
ciencia maya, y no en la comunicación de ningún dios, en el sentido usual de este
término.

La posesión de vida como cualidad de todo ser

Según la cosmovisión maya, todo ser tiene vida, y no solo los que comúnmente
consideramos “seres vivos”. Los animales, las plantas, el ser humano… pero
también los minerales, las piedras, son seres vivientes. La tierra y el universo mismo
son organismos vivientes.

Visión holística y sistémica del cosmos

Concibe la realidad como un todo integrado, de manera que cada ser, cada
elemento, cada hecho, cada proceso deben comprenderse tomando en cuenta
todas sus dimensiones. Como sistema, todas las partes de la realidad están
integradas entre sí, en una permanente interrelación. Por eso, se dice que lo que
ocurre a un elemento de la naturaleza, afecta a todos los demás elementos y a la
propia naturaleza.

El sentido de la existencia

Los seres humanos existen con varios propósitos, todos para alcanzar su plenitud.
Entre tales propósitos, mencionemos: invocar y alimentar a los Creadores
Formadores; desarrollarse plenamente como seres humanos esclarecidos y
buscadores de la existencia; alcanzar su destino como realizadores del bien, de la
paz y el desarrollo individual y colectivo.

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La explicación discursiva de la cosmovisión maya, y de los pueblos originarios de Abya Yala en general, en
idiomas no propios, utiliza ahora, por necesidad, conceptos y categorías de la filosofía y la ciencia occidentales.
Aun cuando sus ideas fundantes no tengan traducción literal a los idiomas europeos, y el sentido en que se
utilizan los términos sea aproximado y su utilización sea siempre provisional.

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2. Origen del concepto de Buen Vivir
El concepto y el discurso del Buen Vivir, surgen en América Latina, específicamente
en Ecuador y Bolivia en la década de los 90s. Buen Vivir, o Vivir Bien, es una
traducción de los términos kichua (Sumak Kawsay) y aymara (Suma Qamaña), que
hacen referencia a uno de los principios esenciales de la cultura de dichos Pueblos,
cuyo uso se ha venido extendiendo en distintos ámbitos, como movimientos
indígenas, reflexiones académicas y quehacer político.

Para los movimientos indígenas, el concepto del Buen Vivir recoge las más elevadas
aspiraciones de los Pueblos, y se ha convertido en prácticamente la utopía que
desde el futuro promisorio los llama a la lucha por la transformación de la realidad.
En esa línea, algunos estados han adoptado el Buen Vivir como uno de sus
principios constitucionales, tal como han hecho Ecuador y Bolivia.

Algunos autores (Vanhulst y Beling, 2013) vinculan el concepto y el discurso del


Buen Vivir, con las corrientes críticas frente al modelo cultural dominante con sus
modelos de desarrollo para los cuales el signo de bienestar es la acumulación de
bienes materiales. En este sentido, ha contribuido a la formulación de “respuestas
específicas para los problemas centrales de la vida colectiva, en particular el
problema de la sustentabilidad”.

Varios coinciden en que el Buen Vivir, teorizado en la esfera académica, constituye


un modelo cultural moderno (autónomo y racional) alternativo con una utopía propia.
Siempre reconociendo que sus raíces se hunden en las milenarias culturas
indígenas.

Una idea compartida en las culturas originarias de Abya Yala


La idea del Buen Vivir como principio de la cultura, sin embargo, no es exclusiva de
estos dos pueblos del sur del continente. Los demás Pueblos Originarios de Abya
Yala, comparten los elementos básicos de la idea. Así, Buen Vivir o Vivir Bien, se
utilizan para traducir conceptos sinónimos de diferentes culturas. Por ejemplo:

 Sumak Kawsay, del Pueblo Kichua, que significa en general: vida en armonía en
la sociedad y de ésta con la naturaleza.

 Ñande Reko, del Pueblo Guaraní, para referirse al modo de ser vinculado con la
tierra sin mal.

 Vivir Bien, para el pueblo Kolla (Argentina), que describe la vida en armonía y
equilibrio en comunidad, que crece con la naturaleza.

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 Shiir Waras, del Pueblo Ashuar (Ecuador): vida armoniosa en estado de equilibrio
con la Naturaleza.

 El Balu Wala, del Pueblo Guna (Panamá y Colombia), en referencia a una


relación indisoluble e interdependiente entre el universo, la naturaleza y la
humanidad.

 Lekil Kuxlejal, del pueblo Maya Tzeltal (Chiapas, México): la Vida Buena.

 Suma Qamaña, términos aymaras que quieren decir: bienestar interior, bienestar
consigo mismo y con los demás, en sentido individual y social, en
interdependencia con la naturaleza.

 Los Pueblos de la región amazónica asumen el Buen Vivir, como la relación


armoniosa con el medio, en una relación íntima y amorosa.

 Kyme Mogen, para el pueblo Mapuche, vivido como una relación permanente con
la naturaleza, en armonía y equilibrio con la Madre Tierra. Vivir sin violencia, con
afecto y en una permanente interdependencia.

3. Buen Vivir y Cosmogonía Maya


El concepto de Buen Vivir se utiliza muy poco en Guatemala. Se hará en ambientes
académicos, en los cuales al tema indígena se le reconoce alguna importancia.
Esto, como todos sabemos y algunos lamentamos, no es precisamente una
preocupación para las universidades. Sería realmente deseable que lo fuera, para
que las mismas pudieran tener alguna coherencia con la diversidad del país.

Algunas organizaciones mayas también utilizan el concepto. Aunque me temo que


no tenga de base una reflexión teórica rigurosa. O que haga acopio de toda la
riqueza cosmogónica que se esconde todavía en las profundidades de la cultura,
cuyo conocimiento es indispensable para derivar todas las implicaciones que un
concepto tan cargado de sentido pueda tener para la reafirmación política, social y
cultural del Pueblo Maya. Pero una reafirmación integral y sistémica. No solo
económica.

Esto plantea un impostergable desafío para los diferentes actores del Pueblo Maya,
ubicados en distintos espacios sociales y estatales en Guatemala. No solo para
satisfacer el prurito de la curiosidad. Sino, más bien, para encontrar en el concepto
de Buen Vivir la fuente para alimentar una praxis social y política con pleno sentido,
y la utopía que ilumine ese sentido.

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Como ocurre con todos los aportes de las culturas originarias a la vida de los
pueblos y del mundo, el tema del Buen Vivir no es solo para indígenas. Interesa más
bien a todos, porque de él pueden surgir respuestas a los grandes problemas que
la humanidad afronta.

Buen Vivir y Plenitud de vida

En Guatemala, un concepto más conocido entre los promotores del conocimiento


de la cultura maya y de las otras culturas indígenas, es el de Plenitud de Vida, el
Raxalaj K’aslemalil (en idioma K’iche’). El término Raxalaj designa en primer término
el verdor de la naturaleza, como manifestación de la vitalidad derivada de la
disposición de todos los elementos necesarios para estar colmado de vida.

Por extensión, se aplica a la calidad de vida de los seres humanos, que alcanzan el
máximo desarrollo en todos sus aspectos, en todas sus dimensiones y en todas sus
relaciones. Es decir, la plenitud de vida hace referencia al máximo desarrollo integral
de los seres humanos, en sus dimensiones física, emocional, mental y espiritual,
como entes individuales y como entes sociales, en relación equilibrada con la
naturaleza y el cosmos en general.

Este intento de explicación, más que de definición, de lo que podemos entender por
Plenitud de Vida, puede comprenderse mejor, si hacemos una caracterización de la
misma. Eso haremos a continuación, tomando como base el libro Cosmovisión
Maya: Plenitud de la Vida”, escrito por un grupo de mujeres y hombres de
conocimiento mayas.

Características de la Plenitud de Vida

 Es una vida en equilibrio y armonía permanentes en todas las dimensiones


(no solo con la económica).

 Se puede y se debe construir, con base en los conocimientos que constituyen


la herencia milenaria Maya y que son el terreno para la germinación de la
plenitud de la vida.

 Es integral, desde el desarrollo orgánico. “La satisfacción, la valoración y el


respeto por esta realización orgánica sustentan el agradecimiento
permanente por la vida. Pero la realización orgánica sólo es posible con la
evolución espiritual, con la realización de la conciencia. Este es el camino a
recorrer para alcanzar nuestra plenitud, como seres esclarecidos” (cursivas
mías).

 Es una construcción permanente. “El fuego esencial de la vida es la cualidad


de construir momento a momento el tejido de relaciones, pues el encuentro
de todas las relaciones da la plenitud”.

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 Requiere de la libertad, como condición para avanzar a la plenitud de la vida.
Implica la necesidad de “desatar los nudos personales y colectivos,
cotidianos y estructurales, orgánicos y espirituales”.

 Requiere del equilibrio y deriva en equilibrio, cuerpo-espíritu, materia-


energía.

 Se desarrolla en comunidad con la Sagrada Tierra. En la Sagrada Tierra, se


manifiestan los principios de vida “para orientarnos a realizar la plenitud de
nuestras vidas que es, también, su propia vida continuada en el ciclo
multidimensional del movimiento-tiempo-espacio”.

 Tiene una base axiológica, más allá de lo social o de lo moral.

o Respetamos y protegemos nuestro trabajo colectivo con la sagrada


Tierra, pues mediante él, cultivamos nuestra esencia.
o Respetamos el trabajo de todos los seres minerales, vegetales,
animales y humanos, “pues la esencia de cada uno forma parte de la
esencia que florece la plenitud de la vida”.

 Comporta un estrecho vínculo entre lo espiritual, lo natural y lo humano. En


el equilibrio y la armonía de existencia entre Ajaw, Naturaleza y ser humano
florece la plenitud de la vida.

 Se desarrolla mediante la comunicación. Desde este punto de vista el papel


de la palabra es crucial.

o La palabra, como medio de comunicación, es tejido de colectividad y


crea colectividad.
o Por eso la palabra es consejo, en el sentido de expresión de
solidaridad para la realización de la vida de los otros seres.
o La palabra es también consejo, en tanto acuerdo colectivo para la
realización de la vida, en la familia, en la comunidad y en la sociedad.
o Mediante la palabra comulgamos nuestros espíritus para construir
nuestro ser cósmico, para realizar la plenitud de nuestra vida.

La concepción de ser humano desde


el principio de la Plenitud de Vida
“Luchemos para hacer al grande (al ser
humano), al averiguador, al buscador de la
existencia”.
(A. I. Chávez, Pop Wuj,
Cursivas nuestras)

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¿Qué tipo de ser humano está vinculado con el principio de Plenitud de Vida? Es el
“grande”, el “averiguador”, el “buscador de la existencia”. Estos son los términos
para cualificar al ser humano, según la cosmovisión maya, tal como se expresa en
el Popol Wuj. Cómo se explican estas cualidades, es lo que se dice en los siguientes
párrafos, tomados del libro Cosmovisión Maya, Plenitud de Vida (p. 38).

El ser humano es el Jun Winaq, es como ser en plenitud, realizado e integrado


cósmicamente. La vida en la Tierra es la vivencia permanente para alcanzar esa
plenitud. El ser humano esclarecido construye la plenitud del Cosmos en su vida y
de ahí su alegría, su felicidad y su abundancia como un ser pleno.

Cuando la mujer y el hombre alcanzan su madurez biológica, social y psicológica,


se unen para ser dos personas en una vida compartida. Son dos seres con su
libertad y realización propia, compartiendo una nueva etapa de realización. De su
convivencia florecerán uno, dos, tres hijas-hijos. Con ellas-ellos se harán tres,
cuatro, cinco veces personas.

El ser humano posee una conciencia, reconocida como fruto del desarrollo de la
vida en la matriz natural y en el Cosmos en general.

El mantenimiento de la vida de la persona depende estrictamente de su propio


pensamiento y de sus actos, pues el Creador Formador la ha dotado de cualidades
y facultades perfeccionadas para averiguar, buscar y realizar su existencia. La
existencia, en esta dimensión de la Tierra, es nuestro espacio para reencontrarnos
con el amor, la felicidad y la ternura del Universo.

El ser humano llega a ser esclarecido cuando, entre otras cosas:

 Reconoce que su existencia es expresión de la alegría y la felicidad del


movimiento eterno de la vida, del Creador Formador. De ahí su propia alegría
y felicidad.

 Busca y mantiene comunicación con la fuente originaria y eterna de la vida,


así como con cada una de sus expresiones materiales y energéticas. Esta es
la función de las prácticas de espiritualidad.

 Alcanza el entendimiento de la vida, de sus ciclos, de sus cualidades.

 Respeta el ser y la vida en sus expresiones mineral, vegetal y animal, pues


en ellas se contiene la sabiduría del Creador Formador.

 Reconoce que necesita de la Naturaleza y el Universo para vivir, quienes le


protegen, purifican y alimentan (en este sentido es la “Madre” Naturaleza).

 Aprecia y respeta su perfeccionamiento orgánico y fisiológico como regalo de


la madurez de la “Madre” Tierra.

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 Respeta y alimenta a sus ancestros y trabaja por la sostenibilidad de la
descendencia humana.

 Se realiza interrelacionándose armónicamente con otros seres humanos, en


familia, en comunidad, en sociedad.

 Desarrolla valores y actitudes de agradecimiento y de respeto por su vida y


la vida de todos los demás seres.

¿Plenitud de Vida o Buen Vivir?


Los términos utilizados en español para describir el suma qamaña (aymara) o
sumak kawsay (quechua) son vivir bien, utilizado en Bolivia, y buen vivir, utilizado
en Ecuador.

Desde la cosmovisión aymara, "del jaya mara aru " o " jaqiaru", "suma qamaña "se
traduce de la siguiente forma: Suma: plenitud, sublime, excelente, magnífico,
hermoso. Qamaña: vivir, convivir, estar siendo, ser estando.

Entonces, la traducción que más se aproxima de "suma qamaña" es "vida en


plenitud". Actualmente se traduce como "vivir bien". Por otro lado, la traducción del
kichwa o quechua (runa simi) es la siguiente: Sumak: plenitud, sublime, excelente,
magnífico, hermoso(a), superior. Kawsay: vida, ser estando, estar siendo. Vemos
que la traducción es la misma que en aymara: "vida en plenitud" (Huanacuni, 2013:
13).

Así pues, buen vivir y plenitud de vida, son conceptos sinónimos.

4. Buen vivir o plenitud de vida y desarrollo


“El concepto de Buen Vivir, nace en la periferia social
de la periferia mundial y no contiene los elementos
engañosos del desarrollo convencional”.
(José María Tortosa)

Digamos dos o tres palabras sobre lo que el concepto de Plenitud de Vida / Buen
Vivir implica para las necesidades de desarrollo de nuestros pueblos y los modelos
de desarrollo aplicados en el continente hasta hoy. Como se sabe, estos últimos
han sido cuestionados desde dentro mismo de la civilización occidental, con el
surgimiento de conceptos alternativos en las últimas décadas. Baste recordar, a
manera de ejemplo, las ideas de Max Neef, Amartya Sen, Kliksberg…

Tal vez la idea que más se cuestiona desde el concepto de la Plenitud de Vida, sea
la idea de progreso económico que sustenta los procesos de desarrollo de los

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países del primer mundo y la civilización industrial. Idea que considera que “la
riqueza es el medio para una mejor salud y una vida más larga, así como para
disfrutar más de la vida”. Pero una riqueza “sin límites prácticos, que es necesaria
para conseguir valores del mundo físico a la escala requerida y hecha posible por
la posesión humana de razón” (Reisman).

De estas ideas han derivado las prácticas de una economía que explota los bienes
naturales (a los que denomina “recursos”), en su afán de acumulación, en la línea
de un mercantilismo neoliberal que irrespeta la dignidad humana y nuestra
responsabilidad con la naturaleza. En Guatemala, estas ideas sustentan políticas
económicas que privilegian monopolios, la industria extractiva y… la criminalización
de la defensa del territorio por las comunidades indígenas.

Frente a este modelo, el “Buen Vivir requerirá que las personas, comunidades,
pueblos y nacionalidades gocen efectivamente de sus derechos, y ejerzan
responsabilidades en el marco de la interculturalidad, del respeto a sus
diversidades, y de la convivencia armónica con la Naturaleza” (Constitución Política
del Ecuador, Arto. 275).

El concepto de desarrollo en el marco de la Plenitud de Vida, va más allá de los


ecologismos y los ambientalismos. No es la protección de la naturaleza en función
de los intereses humanos, sino en función de la vida de la naturaleza misma.
Además, en función del desarrollo evolutivo de la vida, de todos los seres vivientes
en conjunto, hacia estadios de conciencia superior.

Es una visión, en fin, que considera que:

Los bienes materiales no son los únicos determinantes. Hay otros valores en
juego: el conocimiento, el reconocimiento social y cultural, los códigos de
conductas éticas e incluso espirituales en la relación con la sociedad y la
Naturaleza, los valores humanos, la visión de futuro, entre otros. El Buen Vivir
(o la plenitud de vida) aparece como una categoría en la filosofía de vida de
las sociedades indígenas ancestrales… Su aporte, sin llegar de ninguna
manera a una equivocada idealización del modo de vida indígena, nos invita
a asumir otros “saberes” y otras prácticas, en este caso de los pueblos y
nacionalidades tradicionalmente marginadas (Acosta, 2010:14, paréntesis
nuestro).

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Referencias Bibliográficas
Acosta, Alberto, (2010). El Buen Vivir en el camino del post-desarrollo. Una lectura
desde la Constitución de Montecristi. Ecuador: Fundación Friedrich Ebert,
FES-ILDIS

Cochoy Alva, María Faviana, (2006). Raxalaj Mayab’ K’aslemalil - Cosmovisión


maya, plenitud de la vida. Guatemala: PNUD.

Hayek, Friedrich A., 2008. Los fundamentos de la libertad. Madrid, España: Unión
Editorial.

Huanacuni Mamani, Fernando (Investigador), (2010). Buen Vivir / Vivir Bien,


Filosofía, Políticas, Estrategias y Experiencias Regionales. Perú: Andinas
Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas -CAOI-.

Reisman, George, (1998). Recursos Naturales y Medio Ambiente. USA: Jameson


Books, Inc.

Vanhulst, Julien y Beling, Adrián E., 2013. “El Buen vivir: una utopía latinoamericana
en el campo discursivo global de la sustentabilidad”. Polis [En línea],
36 | 2013, Publicado el 15 diciembre 2013, consultado el 05 enero 2015.
URL: http://polis.revues.org/9638.

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