Está en la página 1de 10

Unidades de Aprendizaje Autónomo

Título de la Unidad: MITOS Y LEYENDAS


Propósito General de la UAA:

 Evaluaremos la función de los textos literarios como portadores de historia y cultura para valorar la
diversidad cultural de nuestro país.

Propósito Específico de la UAA:


 Conoceremos algunas leyendas y mitos para identificar su función como portadores de nuestra historia y
cultura.

Trayectoria de Aprendizaje: Nivel Básico


 Conoces y comprendes textos de tradición oral a partir de que escuches y narras leyendas y mitos
 Participas en actividades de lectura de leyendas en voz alta.
 Narras con fluidez y entonación leyendas conocidas.
Desafíos

En esta experiencia de aprendizaje analizaremos algunos textos para identificar las características del lenguaje
literario en la leyenda y el mito, para valorar su importancia en la difusión de la diversidad sociocultural de
nuestros pueblos y nuestro país.
A partir del estudio de La leyenda del fuego, identifica la función de la leyenda y el mito como lenguajes literarios
en la cultura de nuestro país y del mundo.
 Presenta las siguientes imágenes y cuestiona a los alumnos:

tlacoache
fuego

 Antes de iniciar con la Leyenda del fuego, pregúntales acerca de qué se imaginan que trate o si alguno de ellos
ya conocen la leyenda, da la oportunidad de que cuente la leyenda con lo que recuerda, apóyalo si es
necesario.
 Léela en voz alta, apóyate de las siguientes imágenes que aparecen en el texto:
Desafíos

 También puedes entregar las imágenes a los alumnos y solicita que de acuerdo al texto acomoden las
imágenes en secuencia.
 Utiliza algunas estrategias para narrar textos como son: leer previamente el texto varias veces para
familiarizarse con él y sustituir alguna palabra que pudiera resultar difícil de comprensión para los niños,
identificar momentos claves en los que se requiera modular la voz, realizar movimientos corporales para
resaltar la acción de algún personaje, utilizar preguntas para atraer la atención y la participación de los niños,
ejemplo: ¿después que creen que pasó?, ¿por qué salió corriendo el tlacuache?, ¿estuvo bien lo que hizo?
¿qué pasó con los Wirarikas? (Huicholes cuando ya tuvieron el fuego?, o bien hacer una pausa para no contar
el final y preguntar a los niños ¿cuál creen que es el final?, ¿cuál les gustaría que fuera o de qué otra forma
creen que pudo haber terminado?
 Al finalizar los alumnos deben responder las siguientes preguntas: ¿Cuál es el origen del fuego para los
huicholes? ¿Quién es el principal personaje y cuáles son sus características? ¿Quiénes son y en qué región del
país viven los huicholes?
 Para la segunda pregunta solicita a los alumnos dibujen un tlacoache apoyándose de la primera imagen, si es
posible muéstrales en grande la imagen que se encuentra debajo de este texto, posteriormente deben
mencionar sus características como: color, dónde viven, qué comen, etc.
Desafíos
 Para contestar la tercera pregunta muéstrales la siguiente imagen:

 Investiga si les interesa a los niños saber otros aspectos por ejemplo: acerca de los Huicholes o del tlacuache;
para ello, puedes llevar algún material, previa selección, para que ellos lo investiguen directamente y lo
compartan; que indaguen dónde viven, cómo visten, a qué se dedican.
 Posteriormente solicita que dibujen o puedes entregar las siguientes siluetas para que los alumnos las
iluminen.

 Puedes utilizar un mapa para ubicar en qué partes habitan los huicholes y compara dónde se ubica la
comunidad donde están ustedes ahora.
Desafíos
 Preguntar a los niños cuáles son los personajes que participan en la Leyenda del fuego y sus características,
por ejemplo: ¿qué hacían y qué piensan de ello?, ¿cómo se ayudaron? ¿estaban tristes o alegres?
 Solicitar que realicen un dibujo de lo que más les gustó de la leyenda o del personaje que les llamó la atención
y al final registren su nombre (los de tercer grado posiblemente lo puedan ya realizar y los de primer y segundo
aún no, o están en proceso; para ello, se planteará que se apoye a los compañeros más pequeños).
 Preguntar si han escuchado algunas leyendas; si conocen algunas, quién se las platicó; si conocen las que hay
en su comunidad y si les gustaría escuchar otras. Puedes apoyarte de los padres de familia para que asistan al
salón a contar alguna leyenda de su comunidad.
 Si los alumnos no conocen algunas leyenda puedes contar las siguientes:
ANEXO 1 “La cola de las lagartijas”
ANEXO 2 “El sol y la luna”
ANEXO 3 “La llorona”
ANEXO 4 “El conejo en la luna”
 Cuenta la siguiente leyenda con marioneta de dedos, para ellos puedes apoyarte de las imágenes que están
al final del texto.
ANEXO 1 “La cola de las lagartijas”
Hace mucho tiempo, ya existían todos los animales. Luego, aparecieron los hombres.
Los primeros hombres vieron a los animales. A algunos los tuvieron que cazar para comer.
Los animales que no servían de alimento estuvieron tranquilos. Sabían que los hombres no los cazarían nunca.
Sin embargo, los hombres comenzaron a perseguir a las lagartijas. Les pegaban y, cuando podían, les cortaban la
cola.
Entonces las lagartijas se escondieron bajo las piedras. Era una grosería que les cortaran la cola, porque sin ellas
parecían ranas.
Un día, la más vieja de las lagartijas tuvo una idea. Les dijo a sus compañeras que preguntaran a los demás animales
cómo se defendían de los hombres.
Las lagartijas se encontraron a un jaguar. Le preguntaron cómo le hacían para defenderse de los hombres.
El enorme gato les dijo que el Señor del Monte le había concedido cuatro afilados colmillos y un rugido que da
miedo.
Más adelante, las lagartijas se toparon con unos changos. A uno de ellos le preguntaron cómo escapaban de los
hombres.
El mono les explico que el Señor del Monte les dio la habilidad de treparse a los árboles y un grito que espanta de
tan fuerte.
Luego las lagartijas vieron a unos jabalíes. Al acercarse a ellos, les pidieron que les dijeran como se libraban de sus
cazadores.
El jabalí más gordo le respondió que el Señor del Monte hizo que les crecieran largos colmillos y les aconsejo andar
en grupo.
Al descubrir que su solución era el Señor del Monte, las lagartijas fueron a buscarlo. Ante él se quejaron y le
pidieron su ayuda.
El Señor del Monte les explico que no podían hacer nada. Sin embargo, les concedió que, cada vez que les cortaran
la cola, les saliera otra más larga y bonita.
MARIONETA DE DEDOS
Desafíos

 Cuenta las demás leyendas que se anexan utilizando las ideas que se mencionan a continuación:

TEATRO DE MARIONETAS TAPETES CUENTA CUENTOS

MARIONETA DE DEDOS
Desafíos
MANDIL CUENTA CUENTOS MARIONETA DE CUERPO ENTERO

LAS PIEDRAS QUE HABLAN EL LIBRO GIGANTE DE LAS HISTORIAS

MARIONETA DE CALCETINES CUENTOS CON ESCOBAS

Como esta leyenda existen muchas otras que abordan varios temas y cuentan las historias de nuestras
comunidades y en general de nuestro país. ¿Qué leyendas conoces? ¿Cuáles de estas son contadas en
tu comunidad?
Te invitamos a que recuperes las que conozcas e investigues otras a fin de escribirlas e integrar tu
propia colección de leyendas. Lo más importante es conocer las costumbres y tradiciones de nuestro
pueblo y de otros a través de este género literario.
Desafíos
Así como en La leyenda del fuego se aborda el origen de este elemento natural, en otras culturas del
mundo tienen su propia forma de explicarlo, por ello te invitamos a leer el siguiente texto para conocer
otra versión del origen del fuego.
 A continuación lee el mito “Cómo Prometeo le dio fuego a los hombres” apoyándote de las ideas mencionadas
anteriormente para mantener la atención de los alumnos, al igual puedes solicitar la participación de algunos
de ellos.
 Al concluir la lectura contesten las siguientes preguntas: ¿Cuál es el origen del fuego en esta historia?
¿Quién es el principal personaje?, ¿cuáles son sus características? ¿Dónde sucede esta historia?
¿Qué aspectos en común y qué diferencias encuentras entre el Mito de Prometeo y La leyenda del
fuego?
 Si los alumnos no conocen algunos mitos puedes contar los siguientes:
ANEXO 1 “El canto del cenzontle”
ANEXO 2 “El murciélago de colores”
ANEXO 3 “La Caja de Pandora”
 Leer en voz alta el mito El canto del cenzontle. Se sugiere utilizar imágenes y comentar las acciones que se
desarrollan, en la narración hacer los énfasis y las pausas.
Recuerda que en ambos tipos de textos hay características que mezclan hombres y dioses, estrellas y animales,
elementos y paisajes conocidos y desconocidos. Por ello, será valioso observar si los niños los empiezan a
identificar. Registra tus observaciones como tutor en tu registro de tutoría.
Invitar a los niños a compartir su dibujo que comenten lo dibujado, así como la sensación que les causó el
texto que escucharon, (organiza al grupo para seguir turnos si fuera el caso).
 Realiza un cuadro comparativo, apoyándote de las leyendas y los mitos anteriores para identificar la
diferencias, utiliza algunas palabras pero también imágenes, para que los alumnos fácilmente identifiquen las
características de cada concepto.
LEYENDAS MITOS

Animales Dioses

 Elaborar colectivamente un mito y una leyenda, se apoya registrando el texto y los niños participarán
ilustrándolo
 Los niños también pueden elaborar los personajes y recrear el texto, a través de una maqueta utilizando
plastilina, recortes de revistas, elaborando los dibujos.

Recuerda que el aprendizaje a lograr es recuperar la tradición oral y participar en la escucha y narración de
textos como son la leyenda y el mito.

ANEXO 2 “El sol y la luna”

Cuenta la leyenda que cuando la tierra estaba en la oscuridad, era siempre de noche. Los más poderosos, que
vivían en el cielo, se reunieron para crear el Sol y que hubiera luz en la Tierra. Se citaron en Teotihuacán, una
ciudad que había en el cielo. Bajo ella, como un reflejo, estaba la ciudad mexicana del mismo nombre.
Se dice que en esa ciudad celeste de Teotihuacán, encendieron una enorme hoguera. Aquel poderoso que
quisiera convertirse en el Sol, debía saltar esta hoguera para resurgir como el Sol.
Se presentaron dos candidatos para ser el Sol: el Primero era grande, fuerte, hermoso y rico y además, estaba
vestido con ropas de lujo y adornado con piedras preciosas. Este ofrecía a sus compañeros oro y joyas como
muestra de su orgullo; por otro lado, el Segundo era pequeño, débil, feo y pobre; su piel estaba cubierta de
llagas, y estaba vestido con su ropa de trabajo. Como el Segundo era un ser muy pobre, sólo podía ofrecer la
sangre de su corazón, sus buenos y humildes sentimientos.
Cuando llegó la hora de saltar la enorme hoguera, el grande y rico no se atrevió, tuvo miedo y salió corriendo,
sin embargo, el Segundo, que era muy valiente, dio un salto enorme sobre la hoguera y salió convertido en el
Sol.
El Primer candidato al verlo convertido en sol, sintió vergüenza y sin pensarlo mucho tomó carrerilla y saltó la
hoguera. Y en el cielo apareció un segundo Sol. Los demás Poderosos estuvieron de acuerdo de que no podían
existir dos soles en el firmamento, así que decidieron apagar al Segundo, para eso, tomaron un Conejo por las
patas y con mucha fuerza lo lanzaron contra el segundo Sol. El brillo de este disminuyó rápidamente y tras
poco, se convirtió en la Luna.
Si te fijas bien, durante los días de luna llena, puedes ver la figura de un conejo, que es el que acabó con el
segundo sol y dio vida a la luna.
ANEXO 3 “La llorona”

Hace muchos años en la Ciudad de México, cerca de Xochimilco se escuchaban los tristes lamentos de una
mujer.
-¡Ay mis hijos! Que será de ellos- decía una voz perturbadora.
Mientras se escuchaba a la mujer misteriosa, los temerosos habitantes de la ciudad se encerraban en sus casas
a base de lodo y piedra. Tampoco los antiguos conquistadores se atrevían a salir a la calle, pues los gritos de
aquella mujer eran realmente espeluznantes.
Los rumores decían que se trataba de la llorona, una mujer vestida de blanco con cabellos largos y aspecto
fantasmagórico, que flotaba en el aire con un velo para cubrir su horripilante rostro. Lentamente vagaba por la
ciudad entre calles y plazas, y quién llegó a ser testigo de su presencia dicen que al gritar, ¡ay mis hijos!, agitaba
sus largos brazos de manera angustiosa, para después desaparecer en el aire y seguir aterrorizando en otras
partes de la ciudad con sus quejidos y gritos.
Mientras la llorona recorría las plazas, lloraba desesperada, después de un tiempo se dirigía al río hasta
perderse poco a poco en la oscuridad de la noche, y así terminar disolviéndose entre las aguas. Esto pasaba
todas las noches en la ciudad de México y tenía verdaderamente inquietos a sus habitantes, pues nadie sabía
la causa de aquellos lamentos.
Algunas personas decían que la mujer tenía un enamorado, con el cual nunca había podido casarse gracias a
que la muerte la había sorprendido inesperadamente. Al morir el hombre se quedó solo y triste, y descuido a
tal punto a sus 3 hijos, que los pobrecitos se quedaron huérfanos sin que nadie les ayudara. A causa de esto la
mujer regresaba del más allá para cuidar de sus hijos, y los buscaba desesperadamente a través de gritos y
lamentos.
ANEXO 4 “El conejo en la luna”

Un día, hace cientos de años, el dios Quetzalcóatl decidió viajar por todo el mundo. Su aspecto era el de una
serpiente adornada con plumas de color verde y dorado, así que para no ser reconocido, adoptó forma humana
y echó a andar.
Subió altas montañas y atravesó espesos bosques sin descanso. Al final de la jornada, se sintió agotado. Había
caminado tanto que decidió que era la hora de pararse a descansar para recobrar las fuerzas. Satisfecho por
todo lo que había visto, se sentó sobre una roca en un claro del bosque, dispuesto a disfrutar de la tranquilidad
que le proporcionaba la naturaleza.
Era una preciosa noche de verano. Las estrellas titilaban y cubrían el cielo como si fuera un enorme manto de
diamantes y, junto a ellas, una anaranjada luna parecía que lo vigilaba todo desde lo alto. El dios pensó que era
la imagen más bella que había visto en su vida.
Al cabo de un rato se dio cuenta de que, junto a él, había un conejo que le miraba sin dejar de masticar algo
que llevaba entre los dientes.
– ¿Qué comes, lindo conejito?
– Sólo un poco de hierba fresca. Si quieres puedo compartirla contigo.
– Te lo agradezco mucho, pero los humanos no comemos hierba.
– Pero entonces ¿qué comerás? Se te ve cansado y seguro que tienes apetito.
– Tienes razón… Imagino que si no encuentro nada que llevarme a la boca, moriré de hambre.
El conejo se sintió fatal ¡No podía consentir que eso sucediera! Se quedó pensativo y en un acto de generosidad,
se ofreció al dios.
– Tan sólo soy un pequeño conejo, pero si quieres puedo servirte de alimento. Cómeme a mí y así podrás
sobrevivir.
El dios se conmovió por la bondad y la ternura de aquel animalito. Estaba ofreciendo su propia vida para
salvarle a él.
– Me emocionan tus palabras – le dijo acariciándole la cabeza con suavidad – A partir de hoy, siempre serás
recordado. Te lo mereces por ser tan bueno.
Tomándole en brazos le levantó tan alto que su figura quedó estampada en la superficie de la luna. Después,
con mucho cuidado, le bajó hasta el suelo y el conejo pudo contemplar con asombro su propia imagen brillante.
– Pasarán los siglos y cambiarán los hombres, pero allí estará siempre tu recuerdo.
Su promesa se cumplió. Todavía hoy, si la noche está despejada y miras la luna llena con atención, descubrirás
la silueta del bondadoso conejo que hace muchos, muchos años, quiso ayudar al dios Quetzalcóatl.

MITOS
ANEXO 1 “El canto del cenzontle”

Cuanto todo el mundo era nuevo, el Gran Señor del Monte llamó a todos lo pájaros. Daba gusto ver a tanto
animal bonito, con plumas de vivos colores, volando aquí y allá. Aunque no todos los pájaros tenían muchos
colores. Por ahí andaban la urraca y el cuervo, muy serios los dos con sus trajes negros. También se veían la
cabeza pelada y el cuello flaco del zopilote. El Gran Señor del Monte, cuando vio tantos y tantos pájaros, pidió
que todos se formaran en una fila. Todos los pájaros obedecieron de inmediato.
-Los he llamado –dijo el Señor del Monte –porque voy a decirles cómo van a cantar.
El primero en pasar fue el canario.
-Tú vas a cantar muy entonado – le dijo el Señor del Monte.
De inmediato el canario empezó a cantar y se fue muy contento. Después paso el gorrión. Luego la golondrina
y el jilguero. Así siguieron pasando uno por uno. Pero resulta que el cenzontle, que era muy distraído, se había
olvidado de que tenía que ir con el Gran Señor del Monte. Andaba por ahí, entre los árboles, buscando que
comer.
Después de mucho rato se dio cuenta de que no había visto a ningún otro pájaro en todo el día.
-¿Dónde estarán todos? –se preguntó.
En el camino se cruzó con los pájaros que ya venían de regreso y todos los que encontraba ya venían
presumiendo su voz.
Era muy tarde cuando llego al lugar donde estaba el Gran Señor del Monte. Es más, el Señor ya se iba.
-¡Señor, señor! ¡No te vayas! ¿Y yo como voy a cantar? –grito el cenzontle.
El Señor del Monte volteó muy sorprendido y, como no se le ocurrió nada más contestó.
-¿Tú? Pues tú vas a cantar como todos.
Por eso el cenzontle arremeda a los demás pájaros y también imita todos los sonidos que oye.

ANEXO 2 “El murciélago de colores”

El murciélago, es un animal que vive en cuevas oscuras y grutas y que tanto atemoriza a muchas personas.
Cuentan que en un principio, siendo como se le conoce hasta el día de hoy, este animal se avergonzaba de su
fealdad y del gris de sus alas y su cuerpo. Envidiaba a otras aves que tenían bellas plumas de colores y como
ellas no tenían que esconderse.
Fue entonces que el murciélago voló hasta donde habitaban los dioses, y le pidió al creador que le concediera
plumas tan hermosas como las que tanto ansiaba tener. Pero a él ya no le quedaba ni una sola, puesto que las
había utilizado todas para crear al resto de los pájaros. De modo que le sugirió pedir a cada uno de ellos, una
pluma diferente.
Y el murciélago así lo hizo, cuidándose de asistir solo con las aves más espléndidas y que tenían un plumaje de
vistosos y magníficos colores. De esta manera, se hizo con una colección inmensa de plumas con las que muy
pronto se cubrió, convirtiéndose en el animal más bello sobre la Tierra.
Al ver la nueva belleza que lo envolvía, se deleitó volando y viendo como todos los demás animales se detenían
para admirarlo. El eco de sus plumas creó el arcoiris en el cielo, con el trayecto de su vuelo.
Pero con su nueva apariencia le vinieron sentimientos malos como la soberbia y la presunción, y muy pronto
se complació en humillar a las demás aves y animales, que no eran tan hermosos como él. Viendo todo esto, el
creador decidió castigarlo quitándole todas las plumas y devolviéndole su apariencia anterior.
A partir de entonces, el murciélago sintió tanta vergüenza que desde entonces, vive solo en cavernas oscuras.

ANEXO 3 “La Caja de Pandora”


Cuando Prometeo osó robar el fuego que portaba el dios Sol en su carro, Zeus entró en estado de cólera y
ordenó a los distintos dioses crear una mujer capaz de seducir a cualquier hombre. Hefesto la fabricó con
arcilla y le proporcionó formas sugerentes, Atenea la vistió elegante y Hermes le concedió facilidad para
seducir y manipular. Entonces Zeus la dotó de vida y la envió a casa de Prometeo. Allí vivía el benefactor de
los mortales junto a su hermano Epimeteo que, a pesar de estar advertido de que Zeus podría utilizar
cualquier estrategia para vengarse, aceptó la llegada de Pandora y, enamorándose perdidamente de sus
encantos, la tomó por esposa.
Pero Pandora traía algo consigo: una caja que contenía todos los males capaces de contaminar el mundo de
desgracias y también todos los bienes. Uno de los bienes era la Esperanza, consuelo del que sufre, que
también permanecía encerrada en aquella caja. Y es que, por aquel entonces, cuentan que la vida humana no
conocía enfermedades, locuras, vicios o pobreza, aunque tampoco nobles sentimientos.
Pandora, víctima de su curiosidad, abrió un aciago día la caja y todos los males se escaparon por el mundo,
asaltando a su antojo a los desdichados mortales. Cuentan que los bienes subieron al mismo Olimpo y allí
quedaron junto a los dioses. Asustada, la muchacha cerró la caja de golpe quedando dentro la Esperanza, tan
necesaria para superar precisamente los males que acosan al hombre.
Apresuradamente corrió Pandora hacia los hombres a consolarlos, hablándoles de la Esperanza, a la que
siempre podrían acudir pues estaba a buen recaudo.

También podría gustarte