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Narrador:
En Belén se hizo carne la misericordia infinita de Dios. Su amor misericordioso se desbordó en el vientre de María. Se hizo
voz, manos, mirada. Se hizo abrazo y sonrisa. Se regaló hecho hombre entre los hombres. Oculto en una cueva encendió la
luz de su amor.
Hoy María y José parten de nuevo a Belén que es mi corazón para que Jesús pueda nacer nuevamente.. Ven ven Jesús
que te esperamos.
Como en aquel día que el ángel le anunció a María que iba a ser la Madre de Dios, se pone en camino para llevar a cabo
su misión en este tiempo, Sale al encuentro de sus hijos, los mismos que recibió al pie de la cruz de Jesús. Ella sale para
que Jesús pueda nacer en todos los corazones, los que han perdido la fe, el amor., la paz y la esperanza.
MARÍA,:
José levántate que ya es hora de partir a buscar los corazones de los hombres mujeres y niños Que quieren dejar nacer a
Jesús.
JOSÉ:
Vamos María, nuestra tarea es amar, obedecer y cuidar del niño Jesús para que este calientito y protegido de los peligros.
Narrador:
Emprendieron el camino, con lo necesario; acompañados de su burrito. Atravesaron el desierto y a lo lejos veían la ciudad.
Una que otra luz encendida.
MARÍA:
JOSÉ:
Si y veo muchas niñas vestidas de blanco y los niños muy elegantes, ¿niños ustedes saben que fiesta es?
NIÑOS:
JOSÉ:
¿ y que celebran?
Niños:
Que ella es Virgen e inmaculada. Su corazón es transparente. Muy puro. Por eso muchos niños celebran su primera
comunión en esta fiesta. Para consagrar su vida de Fe a María.
María:
Alabado sea Dios. Porque todo es para su gloria. Para que su Reino sea conocido y se establezca
en los corazones. ¡HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR HAGASE EN MÍ SEGÚN TU PALABRA! (el ángel Gabriel y el
Espíritu Santo la abrazan)
NARRADOR:
Continuaron el camino pero de pronto vieron algo semejante a un abismo, muy profundo y oscuro, estaba por todas partes.
Y adentro había muchos corazones atrapados.
MARIA:
Estos son los corazones de todos los hombres que se alejaron de Dios, están atrapados en las guerras, los vicios, el
materialismo sus corazones se han vuelto negros por eso hay tanta oscuridad.
JOSÉ:
María tenemos que encontrar la manera de llegar a ellos para que se salven y quieran dejar nacer a Jesús en sus
corazones. Recuerdo cuando alla en Belén nos cerraron las puertas y el Niño tuvo que nacer en un humilde pesebre.
MARÍA:
Si José busquemos corazones humildes, para que Jesús vuelva a nacer y su luz brille con toda la intensidad como lo
había planeado Dios.
JOSÉ:
MARÍA.
Escucho niños orando, cantando, jugando, muy alegres ¡ Vamos a ver! ¿que es?
JOSÉ:
María, mira son unos poquitos niños y llevan un pedacito de tu manto en el cuello. Pero no todos lo llevan, les preguntamos
como se llaman y porque no todos tienen su manto?
MARIA:
Hola niños, sus oraciones y sus cantos nos han traído hasta aquí. Somos José y María., estamos buscando los corazones
de muchas personas para que en esta navidad vuelva a nacer Jesús, pero nos hemos encontrado con un gran abismo
negro y no pudimos hacer nada,
Nos sentimos felices de encontrarlos ¿Cómo se llaman ustedes? Veo que llevan un pedacito de mi manto y ¿Por qué todos
no lo llevan?
NIÑOS:
Somos tus apostoles, tus escuderos y tus cruzados. Ven con nosotros tenemos una casita donde puedas descansar y
cumplir con tu misión aquí en la tierra se llama Santuario de Schoenstatt. Sigue María, sigue José. No llevamos todos tú
manto porque nos estamos preparando para recibirlo, y hay alguno de nosotros que se le olvida pero estamos aprendiendo.
Queremos que tú nos eduques y nos ayudes con abundantes gracias. Nosotros
de nuestra parte nos ponemos tareas que llamamos propósitos, para cumplir. Tenemos dirigentes que nos ayudan y nos
enseñan. Quédate con nosotros, queremos recibir a tu hijo
en nuestros corazones, para que sea el humilde pesebre donde nació hace 2018 años.
MARIA:
Alabado sea Dios. Gracias niños, por anhelar en sus corazones el ser cada dia mejor para que me ayuden a encender la luz
de Cristo en ese abismo negro que encontramos en el camino. Dios espera todo de ustedes y los protege. No abandonen
nunca su oración en el Santuario y su ofrecimiento que le hacen, para que su fe nunca se apague. Recuerden que un Hijo
de María nuca perecerá.