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Diccionario de Arquitectura en la Argentina

ESTILOS OBRAS BIOGRAFÍAS INSTITUCIONES CIUDADES


Diccionario de Arquitectura en la Argentina
estilos, obras, biografías, instituciones, ciudades
Buenos Aires: AGEA, 2004
v. 1, 224 p.; 22 x 27.5 cm.
ISBN 950-782-423-5
1. Arquitectura - Diccionario
CDD 720.3

ISBN DE LA COLECCIÓN : 950-782-422-7


ISBN DE ESTE TOMO: 950-782-423-5
Impreso en Artes Gráficas Rioplatenses S. A.,
mayo de 2004,
Buenos Aires, República Argentina.

Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, por


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nes sean compartidas por los editores y compiladores. Todas las imágenes
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las oficinas de arquitectura responsables de la autoría de las obras, por
los fotógrafos que las produjeron, o por las instituciones a cuyo resguardo
se encuentran. En los últimos casos se las reproduce contando con la cor-
tés autorización de los nombrados. Se han hecho todos los esfuerzos para
reconocer las fuentes y solicitar las autorizaciones; todo error u omisión
es involuntario, por lo que si fueran notificado los editores y compiladores
se comprometen a corregirlo en la primera oportunidad posible.

Por las imágenes incluidas en este tomo agradecemos a: Alberto De Paula,


Archivio di Stato di Reggio Emilia, Archivo Amancio Williams, Archivo Anto-
nio Bonet, Archivo de la Dirección Municipal de Paseos de Buenos Aires,
Archivo del Ministerio de Obras Servicios Públicos de la Nación, Archivo
General de la Nación, Departamento de Documentos Fotográficos Argenti-
na, Archivo Gómez, Archivo Municipal de Rosario, Archivo Wladimiro Acosta,
Arturo Montagú, Carlos Moreno, Carlos Sánchez Idiart, Cátedra A. Díaz
(FADU UBA), Cátedra J. Solsona (FADU UBA), Elías Rosenfeld, Fernando
Aliata, Fernando Gandolfi, Fundación Antorchas, Instituto de Arte Americano
e Investigaciones Estéticas, “Mario J. Buschiazzo” (FADU UBA), Jorge
Francisco Liernur, Luis Príamo, Museo de la Ciudad de Buenos Aires, Patri-
cio Randle, Unidad de Investigación nº 7 del IDEHAB FAU UNLP, Unidad de
Investigación n.º 2 del IDEHAB FAU UNLP.

Publicación opcional con Diario de Arquitectura de Clarín.


COMPILADORES

Jorge Francisco Liernur


Fernando Aliata

Diccionario de Arquitectura
en la Argentina
ESTILOS OBRAS BIOGRAFÍAS INSTITUCIONES CIUDADES

Editor: Berto González Montaner (Diario de Arquitectura)


Investigación y textos
Proyecto y dirección general Redactores Tomo a b :
Jorge Francisco Liernur (UTDT/CONICET) A. B. Anahí Ballent
Dirección operativa A. C. Alejandro Crispiani

Fernando Aliata (UNLP/CONICET) A. de P. Alberto de Paula


Coordinación académica A. G. Adrían Gorelik

y redacción A. N. Alicia Novick

Alejandro Crispiani (PUCCH), Graciela A. O. Ana Otavianelli


Silvestri (UNLP/CONICET). C. S. Claudia Shmidt
Secretario de redacción D. S. Daniel Shavelzon

Eduardo Gentile (UNLP) E. G. Eduardo Gentile


Comité científico E. R. Elías Rosenfeld

Fernando Aliata (UNLP/CONICET), F. A. Fernando Aliata


Anahí Ballent (UNQ/CONICET), F. G. Fernando Gandolfi
Adrián Gorelik (UNQ/CONICET), F. R. Florencia Rauch
Jorge Francisco Liernur (UTDT/CONICET), F. W. Fernando Williams
Alicia Novick (UBA), G. B. Gustavo Brandariz
Graciela Silvestri (UNLP/CONICET). G. S. Graciela Silvestri

G. S. J. Gustavo San Juan


Financiación y patrocinio G. V. Gustavo Vallejo

institucional H. P. Horacio Pando


Consejo Nacional de J. M. Jorge Mele

Investigaciones Científicas J. R. Jorge Ramos


y Técnicas (CONICET), J. Sz. Jorge Czajkowski
Universidad de Buenos Aires (UBA), J. T. Jorge Tartarini
Facultad de Arquitectura, L. M. Luis Müller

Diseño y Urbanismo de la UBA M. E. S. María Elisa Sagues

(FADU/UBA), M.S. Mario Sabugo


Fundación Alexander von Humboldt. J. F. L. Jorge Francisco Liernur

P. S. Pablo Szelagowski

Sede del proyecto R. C. Roberto Cova

Instituto de Arte Americano R. E. P. Raúl Enrique Piccioni

e Investigaciones R. M. Rita Molinos

Estéticas “Mario J. Buschiazzo” R. P. Roxana Pérez


S. C. Silvia Cirvini

Instituciones académicas que V. A. Vivian Acuña

contribuyeron al proyecto V. O. Verónica Osso

Facultad de Arquitectura
y Urbanismo de la Universidad Colaboradores técnicos
Nacional de La Plata. Dibujos: Coordinación:
Coordinador: Fernando Gandolfi. Martín Ibarlucía, Roberto
Facultad de Arquitectura y Lombardi, Omar Loyola.
Urbanismo de la Universidad Dibujantes: Juan Carlos Arturi,
Nacional de Rosario. Diego Capello, Daniel Gimelberg,
Coordinador: María Eugenia Bielsa. Ciro Najle, Serenella Perrecca,
Facultad de Arquitectura y Adrián Romero, Francisco Vilchez.
Urbanismo de la Universidad
Nacional del Litoral (Sta. Fe). Organización del listado de voces
Coordinador: Luis Müller. Leticia Mantz
Facultad de Arquitectura de la
Universidad de Tucumán. Secretaría de redacción
Coordinador: Diego Lecuona. Pablo Blitstein, Vera Blitstein,
Facultad de Arquitectura Martín Marimón, Alejandra Marimón,
de la Universidad Nacional Romina Paula.
de Mar del Plata.
Nota del Editor: las firmas de los redactores se consignan al
Coordinador: Fernando Caccopardo. final de cada texto con sus respectivas iniciales.
editorial POR BERTO GONZÁLEZ MONTANER En Diario de Arquitectura hacemos periodismo de arquitectura. Estamos abocados y ob-
sesionados por brindar a los lectores la mejor información, lo último en arquitectura, diseño y construcción. Producimos, como suele decirse, la
primera versión de la historia. Pero sabemos que para interpretar mejor el presente hay que tener más o menos claro nuestro pasado.
Por eso ofrecemos esta nueva publicación: un diccionario sobre la arquitectura en la Argentina. Con la explicación de los estilos y los movimien-
tos, las obras y los tipos arquitectónicos y constructivos que marcaron nuestro presente. Con las historias de las ciudades, las ideas y los protago-
nistas... Una herramienta fundamental para entender de dónde venimos y empezar a dilucidar y a definir hacia dónde vamos.
Sabíamos que estaba allí casi lista, que desde hacía más de diez años unos cincuenta investigadores del país se dedicaban a reconstruir el
mosaico disperso y elusivo de la arquitectura y la construcción en la Argentina. Entonces pensamos que combinar el mundo académico con el
periodístico podía ser vital para que esa valiosa documentación, destinada a quedar confinada en un exclusivo circuito, fuera compartida por la ma-
yor cantidad de lectores. ¿O acaso el italiano Manfredo Tafuri, el más admirado de los críticos de arquitectura de los últimos tiempos, no había
logrado publicar su Historia de la Arquitectura Contemporánea en unos fabulosos fascículos que se vendían en forma masiva en los quioscos y
que muchos de nosotros hemos usado para dar el final de Historia III?
Así se armó el proyecto: Jorge Francisco Liernur y Fernando Aliata, los compiladores, aportaron las piezas de este complejo rompecabezas, reu-
nieron todos los textos y la mayoría de las ilustraciones, y Diario de Arquitectura de Clarín le dio forma: convirtió una colosal obra académica en
una publicación que intenta ser atractiva, profunda y al alcance de todos.
El lector podrá recorrer el Diccionario de Arquitectura en la Argentina como guste. Su ordenamiento alfabético le permitirá entrar fácilmente a
la voz que le interese, y de allí navegar a través de las remisiones a otras voces relacionadas. Pero, además, el diccionario traerá un desplegable que
permitirá ubicar cronológicamente los movimientos, los estilos, las obras y los protagonistas registrados, síntesis que lo convierte en un verdade-
ro libro de historia. Si el lector está interesado en saber más sobre Mario Roberto Álvarez, podrá buscar el artículo dedicado a él y, desde esta en-
trada, luego de analizar el Teatro General San Martín, una de sus obras paradigmáticas, ir a la voz Teatro para saber cómo evolucionó el espacio
escénico en la Argentina o cruzarse al reenvío que lleva a Amancio Williams, a quien el destino hizo vecino de Álvarez en una construcción. Es
que así también es la vida y, por lo tanto, la historia. En realidad, una suma de fragmentos, subjetividades e historias que se entrecruzan.
POR JORGE FRANCISCO LIERNUR Y FERNANDO ALIATA

Cómo leer el Diccionario. Los contenidos, los criterios


de selección de las voces y la estructura.

La obra que presentamos comenzó a ges- poner la red de relaciones institucionales del nadamente. No estaba errado Nietzsche cuan-
tarse en 1987, cuando quien firma en primer IAA con otros centros de investigación del pa- do afirmaba que estas son tareas que se em-
término esta introducción fue designado di- ís, debilitada desde hace muchos años”. prenden en una suerte de estado ahistórico, en
rector del Instituto de Arte Americano e In- Desde entonces varias de estas tareas se ini- el que uno ‘olvida la mayor parte de las cosas
vestigaciones Estéticas “Mario J. Buschiazzo” ciaron y se fueron llenando algunos huecos, para hacer una sola’".
(IAA) de la Facultad de Arquitectura, Diseño y ciertamente con la contribución de numerosos ¿Teníamos, cuando la iniciamos, una idea
Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires investigadores e instituciones, mucho más allá clara acerca de lo que debía ser una obra como
(FADU-UBA). Como escribimos en la edición del pequeño aporte que pudo haber constitui- esta? La respuesta es no. Es más: aunque con-
preliminar (EP), publicada en 1992, nuestras do el proyecto. Demasiadas cosas ocurrieron sultamos con especialistas, lo cierto es que nin-
intenciones en un primer momento eran bas- desde ese momento en el país, en sus institu- guno de nosotros contaba con una formación
tante acotadas y no imaginábamos que íbamos ciones y en sus habitantes, y es obvio que al- específica como para sostener una respuesta
a tener la oportunidad de llegar con el resulta- gunas fueron lo suficientemente graves como afirmativa a la pregunta. Queríamos cubrir mu-
do de nuestro trabajo al vasto público que esta para desalentarnos y amenazar con impedir la chos aspectos vinculados con la historia de la
edición definitiva hecha por Clarín se propone conclusión de la empresa que nos habíamos arquitectura y las ciudades en la Argentina, in-
alcanzar. Nos importaba el proceso mismo propuesto. No fue un inconveniente menor cluyendo aquellas huellas dejadas por los hom-
de su realización, mientras que su alcance o el la dispersión del equipo que había dado el im- bres que habitaron el territorio de lo que es hoy
tiempo que demoraríamos en completarla eran pulso inicial, cuyos miembros fueron dejando nuestro país, mucho antes de que la idea mis-
temas que no estaban todavía entre nuestras de actuar dentro del IAA e incluso de la FADU ma de “país” existiera. Queríamos contar con
prioridades. “La idea de construir un diccio- y de la UBA. múltiples puntos de vista de investigadores lo-
nario como el que aquí presentamos —decía- De modo que si este Diccionario de Arqui- calizados en distintas zonas del territorio, pe-
mos allí— surgió del propósito de obtener, al tectura en la Argentina. Estilos, Obras, Biografí- ro además con distintos grados de formación.
menos de manera sintética, una expresión con- as, Instituciones y Ciudades (DArqA) llega aho- El formato de diccionario parecía reunir las
creta, material” del clima de estudios, investi- ra a manos del lector, se debe a dos motivos. En condiciones como para conseguir esos propó-
gaciones y debates que deseábamos instalar en primer lugar, al hecho de que, por sus caracte- sitos y agregaba además la apreciable flexibili-
el Instituto. “Si podíamos armar una gran tela rísticas, el proyecto era flexible, y por lo tanto dad del orden alfabético. Pero: ¿diccionario o
única con pequeños trozos dispersos de nues- capaz de admitir cambios, pérdidas y nuevas in- enciclopedia?
tra historiografía de la arquitectura, si conse- corporaciones; y en segundo lugar, seguramente Según el lexicógrafo inglés Henry Watson
guíamos llenar muchos huecos de la aún no por la tozudez de sus responsables y de todos Fowler, autor del prefacio de la primera edición
examinada historia de las cosas, de los mate- los autores y colaboradores. Precisamente, afir- de The Concise Oxford Dictionary of Current En-
riales, de los temas, contribuiríamos a poner mábamos en aquella EP que “de haber sido ple- glish, un diccionario se ocupa de clarificar los
en marcha su estudio, posibilitaríamos nuevas namente conscientes de la magnitud del es- usos de palabras y frases, y a su mejor com-
conexiones de las piezas y generaríamos un fuerzo que esto suponía, quizás nunca lo prensión se dirige la información complemen-
útil instrumento de trabajo. Instrumento que hubiéramos encarado. Pero claro está que uno taria que en él se brinda. Las enciclopedias, en
sería eficaz también para ayudarnos a recom- puede lanzarse a estas empresas sólo apasio- cambio, se concentran más bien en desentra-

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ñar la naturaleza de las cosas que son nom- mo el que abarca “arquitectura y ciudad”, am- ciclopedia Británica, por ejemplo— se identi-
bradas por las palabras. Se trata de diferencias bas palabras —técnico y universal— están por fica a la arquitectura como el arte y la técnica de
en el objeto de tratamiento, aunque las obras cierto entrelazadas, vale decir que en la medi- proyectar y construir. Para la misma fuente, la
especializadas no siempre establecen una dis- da en que se procura clarificar aspectos técni- mera acumulación de pericias constructivas
tinción clara entre ambas modalidades de or- cos específicos de la arquitectura y de la ciu- constituye la edilicia”.
ganización. Esto puede verse, por ejemplo, en dad, especialmente en lo referido a la época Para ser más exactos, deberíamos decir que
el título de la primera edición de la Enciclope- moderna, se debe otorgar a las definiciones un la arquitectura es una actividad orientada a pro-
dia Británica, que era: Encyclopaedia Britannica; carácter universal. ducir cobijos, procurando mediante esa orga-
or a Dictionary of Arts and Sciences. Por nues- Pero tampoco el DArqA es un glosario o ca- nización, de manera consciente, comunicar un
tra parte, podríamos agregar que, para la selec- tálogo terminológico de arquitectura y ciudad sentido singular (personal o colectivo). En este
ción de los artículos o de las voces que la com- en la Argentina, a la manera del trabajo orga- registro antropológico, la arquitectura consti-
ponen, una enciclopedia admite un mayor grado nizado por Juan Monjo Carrió y Santiago Vega tuye una práctica que distingue a los hombres
de arbitrariedad que el que caracteriza a un dic- Amado (grupo de trabajo “Bante”) en el De- de otros animales constructores de cobijos, sin
cionario, en tanto este último tiene una ten- partamento de Construcciones Arquitectónicas barreras de lugar o de tiempo. Esta práctica di-
dencia más acentuada a abarcar la mayor can- de la Universidad de Valladolid (“Banco de tér- fiere en las sociedades por su forma y grado de
tidad posible de voces que componen una minos de la edificación usados en los países de organización, los que dependen de hábitos y tra-
lengua, una comunidad de habla o un deter- habla española”), preocupado más bien por es- diciones, y del nivel de desarrollo de sus fuer-
minado sector del saber o de las actividades hu- tablecer una suerte de aparato de “traducción” zas productivas y de sus formas políticas. No
manas. La realización de los diccionarios mo- específico sobre estos temas dentro del ámbi- siempre ni en todas partes, por ejemplo, la ar-
dernos supone un complejísimo trabajo de to hispanoamericano. quitectura supone o supuso la existencia de un
investigación de vocablos en textos, o incluso El nuestro es, en cambio, un enfoque his- individuo creador, el arquitecto: la arquitectura
en testimonios orales, en los que se manifiesta tórico y local. Nos interesa, en todo caso, refe- gótica o la arquitectura de los templos budistas
el uso de la lengua: sea una comunidad de ha- rirnos a los usos que determinadas técnicas han en el Japón carecen de esa figura. La idea mis-
bla o un saber, o una actividad específicos. Tra- tenido en la Argentina, y a su evolución a lo lar- ma de “proyecto” (prefiguración de una totali-
bajo que solamente puede hacerse de manera go del tiempo, así como procuramos reconocer dad), subyacente en la primera definición cita-
exhaustiva con la ayuda de avanzadas tecnolo- el modo en que dentro del país se desarrollaron da, no puede generalizarse. No se compadece
gías y equipos de especialistas. o no teorías, conceptos y estilos, o se generaron ni con el ejercicio de la arquitectura durante el
Como queda dicho, no era esa nuestra pre- corrientes o usos singulares (p. ej. conventillo). Medioevo, cuando el edificio se iba componiendo
tensión; y el lector debe saber que, en conse- Se habrá notado que no nos referimos a “ar- a lo largo de los años, ni con la práctica de nu-
cuencia, las voces seleccionadas habitan un es- quitectura argentina” sino a “arquitectura en la merosas obras creadas de manera colectiva y sin
pacio intermedio que puede definirse como de Argentina”. El uso de la preposición en es de responder a una idea única, inicial y constante.
tensión entre una y otra forma, pues aunque la fundamental importancia, pero más aún lo es En referencia a otros aspectos, algunos grupos
obra trata de separarse lo más posible de la aper- la condición sustantiva de la palabra “Argenti- humanos —los occidentales de comienzos del
tura brindada por la idea de “enciclopedia”, su na”, en el segundo caso, frente a la adjetivación siglo XX o los musulmanes del siglo XIV— han
condición admite, a la manera de esta, com- del primer enunciado (“argentina”). Al margen utilizado o utilizan intensamente la decoración
prender la naturaleza de las personas, institu- de que en el contenido de los artículos hemos aplicada, mientras que otros —los japoneses del
ciones, ideas y cosas nombradas; e inversamente, respetado los puntos de vista de cada uno de los siglo XVIII, los campesinos castellanos o al-
como en un “diccionario”, apunta en dirección autores, no siempre coincidentes sobre este te- gunos modernistas del siglo XX— la ignoran.
a la máxima cobertura del léxico. Preferimos ma, los organizadores del DArqA pensamos que Unos han transmitido saberes técnicos y códi-
por eso, para subrayar nuestra intención, lla- era más apropiado referirnos a aquellas ideas, gos comunicativos de padres a hijos, y otros los
marlo de este último modo, aun con clara con- obras, personas, instituciones y cosas existen- han fijado en textos como normas eternas. Hay
ciencia de que la meta así designada se trata so- tes o generadas en el territorio de lo que hoy es quienes han organizado a sus constructores en
lo de un ideal. Prueba contundente de lo último la Argentina, sin postular que por ese motivo comunidades claramente diferenciadas, pero
es nuestra decisión de incluir en la obra exclu- tales ideas, obras, personas, instituciones o co- también quienes han considerado esos saberes
sivamente sustantivos, dejando de lado accio- sas se caracterizan por algunos rasgos esencia- como parte de otras profesiones: el sacerdote,
nes (desde las generales y antiguas como cons- les que las diferencian necesariamente de las el hombre de letras, el agrimensor, el artista, el
truir hasta las más específicas y contemporáneas existentes o generadas en otros territorios. carpintero. Buenas o malas, de acuerdo con sus
como el galicismo plotear), adjetivos y otro tipo El DArqA incluye vocablos referidos a la ar- propios sistemas, todos han producido obras de
de vocablos. Salvo en los casos en que el adjeti- quitectura y a la ciudad. Sin embargo, debe ad- arquitectura.
vo califique una modalidad o movimiento ar- vertirse que empleamos allí la palabra arqui- Llamamos arquitectura, en cambio, a una
quitectónico (p. ej. Moderna, Arquitectura; Ne- tectura en un sentido más abarcativo y ambiguo manera particular de organizar la producción
ocolonial, Aquitectura). que el que tiene para nosotros. Para aclarar los de esos cobijos que se construyen procurando
Por otra parte, también es importante se- sentidos precisos del vocablo en nuestra pers- comunicar de manera consciente un sentido.
ñalar que el DArqA no es ni se propone ser un pectiva, nos permitimos acudir a unas explica- Esa manera particular, ese singular sistema, co-
diccionario técnico, y mucho menos uno de al- ciones que sobre el tema hemos escrito en otros menzó a existir en Florencia en el siglo XV, pa-
cance universal. En un campo tan amplio co- textos. “En definiciones generales —la de la En- ra extenderse luego lentamente a otras zonas

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de Occidente, y experimentar una profunda cri- pitales de provincias, así como otras ciudades y autores más significativos. Sin embargo, la
sis en la primera mitad del siglo XIX. No había seleccionadas en la mayor parte de los casos de- existencia de una estructura clasificatoria no
arquitectura en la Inglaterra preisabelina, y en bido a que poseen algunos rasgos urbanos es- necesariamente debe constituirse como un cor-
Alemania se empleó la palabra Architektur en pecialmente distintivos (Bahía Blanca, Mar del pus ordenado y estricto.
reemplazo de Baukunst (arte de construir) re- Plata, Puerto Madryn, Rosario). Debemos acla- En ese sentido, cabe aquí una explicación
cién en los albores del siglo XX. rar que el Diccionario ha privilegiado un análi- acerca de la estructura troncal del diccionario.
De modo que la arquitectura será para no- sis de la ciudad desde su construcción física, Es cierto que, en lo que respecta a estas voces
sotros un cierto sistema de pericias técnicas, desde su relación con el territorio, la arquitec- troncales referidas a movimientos y estilos, he-
conceptos y definiciones teóricas, estrategias tura y las técnicas de operación, como el urba- mos tomado en cuenta algunas consideracio-
de ideación, reglas compositivas, jerarquías or- nismo y la planificación. La dimensión de estas nes que tienen que ver con nuestra visión de la
ganizativas. En otras palabras: un preciso con- voces tiene una directa relación con la impor- historia de la arquitectura, pero también lo es
junto de valores. Dentro de estos límites tiene tancia de la ciudad, pero también con su sig- que hemos intentado no construir con ellas un
sentido referirse a la edilicia popular, o a la ar- nificación como objeto de estudio y la valencia mecanismo metodológico absoluto. De modo
quitectura de origen árabe en España, pero no de las interpretaciones realizadas sobre su his- que la organización de cada segmento tempo-
solamente sería anacrónico y esencialista, sino toria, que acrecientan los argumentos sobre los ral implica estrategias diferenciadas. La pro-
que además carecería de sentido aludir a una cuales el artículo tiene que dar cuenta. También ducción del período prehispánico ha sido con-
arquitectura americana prehispánica. forman parte de este sector algunos vocablos re- templada como ‘construcción’, ‘edilicia’,
El sistema que ha permitido a este conjun- feridos a piezas urbanas (avenida, calle, plaza) y ‘edificación’ y no en el sentido occidental de ‘ar-
to funcionar como una unidad constituye una a acciones sobre la ciudad (plan). quitectura’ como disciplina histórica, concepto
institución. Tiene, como tal, mecanismos de En el campo específico de la arquitectura, al que anteriormente hacíamos referencia. La
definición de sus actores legítimos (custodios las entradas fundamentales están constituidas llamada Arquitectura Colonial fue considerada
de los valores) en relación con el resto de la so- por las corrientes estilísticas, los movimientos, en bloque, ya que resulta difícil y muchas veces
ciedad, y ha establecido dispositivos de reco- las instituciones que tienen relación con la dis- improductivo desde el punto de vista del traba-
nocimiento, transmisión, control y calificación ciplina, los tipos y partes de edificios, los mate- jo histórico dividirla por corrientes estilísticas,
de esos valores. riales y procedimientos constructivos; así como que generalmente se desdibujan por el perma-
Así, el hecho de estudiar de qué manera la conceptos teóricos, especializaciones de la ar- nente sincretismo, o cruce cultural, que carac-
arquitectura atravesó los procesos de moderni- quitectura y ciencias afines. teriza ese período. Por lo tanto, no encontrare-
zación necesariamente debe llevarnos a ras- De todos ellas, los movimientos y corrien- mos aquí las frases nominales Arquitectura del
trear, en sus distintos registros, los cambios pro- tes estilísticas pueden ser considerados como Renacimiento o Arquitectura Barroca.
ducidos en la institución en su conjunto*. las voces madres del DArqA. Sobre esta cues- No hemos tomado el mismo camino para el
Desde este punto de vista, el DArqA incluye tión queremos hacer una aclaración: somos siglo XIX. En esta instancia, que coincide con
vocablos como balcón o pasillo, desarrollados conscientes de que este tipo de entradas pare- el momento de introducción de la arquitectura
en sus características mucho más allá de los cen retrotraernos a una visión de la historia de como institución en la Argentina, hemos deci-
límites precisos de la arquitectura como insti- la arquitectura más bien tradicional, a la que dido respetar la clásica división estilística que
tución, y con frecuencia más cercanos a la edi- ha contestado con argumentos consistentes va del Neoclasicismo a los historicismos (fun-
licia. Su inclusión, o con mayor frecuencia su la historiografía arquitectónica del siglo XX, pe- damentalmente al Neorrenacimiento italiano)
exclusión, ha dependido, sin embargo, de su ro que son insoslayables en un género tan par- para luego abordar el Eclecticismo, la tradición
grado de vinculación con el sistema cultural de ticular como el diccionario. Es cierto que la pro- romántica y pintoresca, estilos que conviven
la arquitectura. Aunque en muchos casos (cor- pensión a mirar una obra por su pertenencia durante el período que va de 1880 a 1930. Res-
nisa, herraje, zinc, etc.) la ausencia se debe a las estilística limita la posibilidad de realizar otras pecto del siglo XX, hemos privilegiado el desa-
limitaciones de nuestros recursos materiales y preguntas, oculta la ambigüedad y la comple- rrollo troncal de la Modernidad, dividida en tres
no a una consideración teórica, en general he- jidad de un objeto, bloquea la posibilidad de segmentos temporales (Arquitectura Moderna,
mos excluido aquellos vocablos con escasa re- observar los diversos matices relacionados con Contemporánea y Reciente), y solo hemos sin-
levancia en ese sistema, sea porque no forman la personalidad del autor y las particularidades gularizado en entradas independientes los mo-
parte de las construcciones de valor arquitectó- regionales, etc. Pero, ¿es posible construir mi- vimientos que tuvieron algún desarrollo local
nico (canilla, rematador, etc.), o porque perte- radas alternativas sin construir primero un ca- particular como el Brutalismo y el Art Déco, o
necen más bien a otros ámbitos del saber, co- non interpretativo? Creemos que por ser cons- los de carácter puramente local, como el deno-
mo la antropología o la sociología (panadería, cientes de la necesidad arbitraria de organizar minado Movimiento de las Casas Blancas.
callejón, retrete, sociedad de fomento). Incluir es- clasificaciones y estructuras omnicomprensi- Desde el punto de vista de la extensión, son
tos últimos vocablos como parte del rubro “há- vas podemos luego avanzar en la consideración estas voces troncales —unidas a aquellas re-
bitat” era aún nuestra intención cuando pre- de los diversos matices que necesariamente se feridas a los principales programas arquitectó-
sentamos la EP —cuyo título era Diccionario contrastan con los esquemas de preestableci- nicos (hospital, escuela, museo)— las que tienen
histórico de la arquitectura, el hábitat y la ciudad dos. Y en ese sentido, siendo el DArqA una obra mayor amplitud y las que un lector ideal debe-
en la Argentina—, pero al andar decidimos des- de referencia, no puede dejar de construir una ría leer en primer término al requerir infor-
cartarlos por la razón apuntada. estructura general clasificatoria que define un mación sobre un tema en especial. El resto de
Como encuadrables dentro del término ciu- mínimo común denominador aplicable a la to- las voces, pequeñas o intermedias, se refieren,
dad, se encuentran en primera instancia las ca- talidad de la producción y no solo a las obras la mayoría de las veces, a temas particulariza-

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dos (aljibe, circulación vertical, Departamento To- algunas aclaraciones de carácter técnico. Las en- ción complementaria. Dicho sistema ha sido
pográfico, mansarda). tradas, ordenadas alfabéticamente, no siempre elaborado con la aspiración de conformar ár-
En el caso específico de las biografías, me- siguen en sus características formales lo que boles de relaciones que, partiendo de las voces
recen una consideración particular los criterios marca la convención lexicográfica. Este diccio- madres de movimientos o estilos, establezcan
utilizados para la selección de las personalida- nario de la arquitectura en la Argentina tiene al- familias de términos, con el objetivo de facili-
des a las que se dedica un artículo, sean estos gunas leyes propias, como por ejemplo, que el tar la profundización y la búsqueda del lector
arquitectos, planificadores, urbanistas, inge- contenido del artículo se halle bajo el nombre evitando repeticiones inútiles. Por ejemplo: par-
nieros relacionados con la arquitectura o histo- por el que se conoce más extendidamente a una tiendo de la voz Neorrenacimiento italiano po-
riadores. Un primer corte es generacional, vale ciudad y no por el oficial, v. gr.: Bariloche o Tu- demos llegar a remitir a los arquitectos que tra-
decir que el DArqA incluye noticias biográficas cumán, en lugar de hacerlo en San Carlos de Ba- bajaron en ese estilo, como Pedro Fossatti, y a
exclusivamente de aquellos arquitectos nacidos riloche o San Miguel de Tucumán. Estas últimas través de Fossatti a la historia de las tipologí-
hace más de medio siglo. Esto no significa que formas, que de todos modos se encuentran en as arquitectónicas propias del estilo como casa
no se mencionen las actividades, obras e ideas el cuerpo del Diccionario, remiten a la más co- chorizo, quinta, legislatura o escuela. Desde es-
de integrantes de las generaciones más jóvenes, mún: San Carlos de Bariloche, v. Bariloche; San tas últimas, conectarnos con algunos mate-
las que se incluyen en voces no biográficas. La Miguel de Tucumán, v. Tucumán. riales que fueron importantes para la realiza-
razón de este corte es que las biografías tienen Por otra parte, se ha optado por entrar las ción constructiva del estilo, como ladrillo y hierro.
sentido en la medida en que señalan una tra- formas complejas como si estuvieran soldadas: Asimismo, desde una ciudad como Paraná,
yectoria de acción y pensamiento, hecho que, así por ejemplo acción directa, área restringi- donde el Neorrenacimiento fue significativo
teniendo en cuenta la relativamente tardía ma- da o casas blancas. En esta última se mantu- estilísticamente, conectarnos otra vez con el ar-
duración de los arquitectos en relación con otras vo el plural porque no se trata de un concepto quitecto antes citado, las tipologías y otra vez
profesiones, es difícil de medir sin contar al me- genérico, sino del nombre de un movimiento con la voz madre del estilo. Al mismo tiem-
nos con una década de verificación. arquitectónico. po, para facilitar este árbol de remisiones, he-
El otro criterio aplicado para la inclusión de Asimismo, se entra por el adjetivo —en lu- mos construido una grilla temporal —o línea
las figuras es el del valor cultural de las obras o gar de hacerlo por el núcleo sustantivo— en el de tiempo— que se publicará con el último to-
las ideas por ellas producidas, esto es, en la ma- caso de voces (v. gr.: neocolonial; moderna) que mo y que permite vincular históricamente to-
yor parte de los casos, los aportes de dichas fi- se aplican a tanto a arquitectura como a otras das las entradas y sus relaciones de manera sen-
guras al debate público sobre la arquitectura en disciplinas o artes, y que, integradas en una fra- cilla, permitiendo una lectura transversal en la
nuestro país y la expresión del reconocimien- se, aluden a un estilo o movimiento. dirección elegida. Entendemos que este ins-
to de sus aportes por parte de las instituciones En el caso de los nombres de revistas o so- trumento podría estimular el uso didáctico de
(publicaciones, organizaciones profesionales, ciedades cuyo nombre alterna con una sigla, in- la obra, que es uno de los objetivos centrales
premios, institutos académicos, etc.). gresan al repertorio de entradas por la forma tanto para los autores como para los editores.
Hemos incluido asimismo tanto a arquitec- más usual, p. ej. Sociedad Central de Arquitec- Este proyecto comenzó en una fecha ya le-
tos que obtuvieron en la Argentina los elemen- tos en lugar de SCA; FONAVI, y no Fondo Na- jana (1989), tuvo como sede el Instituto de Ar-
tos básicos en su formación, aunque no habi- cional para la Vivienda. te Americano de la FADU-UBA y contó con
ten en el país, así como a aquellos extranjeros Con respecto a la estructura interna de los el financiamiento del CONICET y de la Secre-
que realizaron obras o aportes significativos en artículos, ha sido planteada en dos partes. Una taría de Investigación de la UBA. El trabajo
nuestro territorio (en este caso las notas bio- primera, destacada por la utilización de una ti- de los años iniciales fue volcado en una EP que
gráficas refieren centralmente a estos episodios). pografía diversa, en la cual se esboza una defi- correspondía al 30% de la obra y que fue pu-
De todos modos, somos conscientes de que nición y se resume el contenido de la voz. El blicada por la FADU-UBA y la Sociedad Cen-
han quedado lagunas importantes y omisiones objetivo es que sirva al lector para una visión tral de Arquitectos (SCA) en 1993 con el nom-
de muchas figuras, sobre todo del pasado re- rápida del argumento tratado. La segunda, más bre ya mencionado.
ciente y, fundamentalmente, de arquitectos de larga y exhaustiva, está pensada para que el lec- Durante su larga trayectoria de realización,
algunas regiones del interior del país, donde la tor pueda profundizar en detalle el argumento el diccionario pudo mantenerse y acrecentarse
ausencia de información y de producción crí- tratado. No hemos propuesto una bibliografía a partir de un importante esfuerzo colectivo. En
tica han conspirado para una inclusión más am- general, la mayoría de las voces tienen una bi- efecto, más allá de la intervención de quienes
plia de personalidades. También es cierto que bliografía específica que permite al lector avan- en ese momento inicial eran investigadores del
generalmente la extensión del artículo no con- zar rápidamente en el estudio del tema pro- Instituto de Arte Americano, este emprendi-
dice con la importancia del biografiado, y esto puesto. Algunas de las voces principales, sean miento se fue transformado en un vehículo de
se debe muchas veces a la falta de fuentes que estas de movimientos, estilos o arquitectos con- expresión de todos aquellos docentes e inves-
nos permitan ampliar el mero conocimiento su- siderados importantes, tienen un parágrafo fi- tigadores del área que tuvieron interés en apor-
mario de sus realizaciones. nal dedicado a analizar la evolución historio- tar sus conocimientos a la obra. En ese sentido,
gráfica de la persona o concepto, lo que ayuda desde un principio entendimos este trabajo co-
al lector a una introducción posterior en el pro- mo un ámbito de intercambio de diversas es-
ESTRUCTURA E HISTORIA DEL DICCIONARIO blema y su bibliografía. cuelas historiográficas e instituciones, y cree-
Dentro de este contexto general, se ha pro- mos que ese espíritu de amplia colaboración es
Para poder apreciar las intenciones que guia- curado la constitución de un sistema de remi- la mejor garantía de su valor científico.
ron la escritura de este texto, es necesario hacer siones para facilitar la búsqueda de informa- Para la realización de esta publicación, más

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 9


allá de los docentes e investigadores de la FA- das por quienes dirigimos el diccionario. que el material que presentamos en general no
DU-UBA, hemos contado con la entusiasta co- Finalmente, es importante señalar nuestro da cuenta exhaustiva de cada problemática en
operación de las áreas, centros o departamen- deseo de que este libro pueda lograr una am- las ambiciosas coordenadas espaciales y tem-
tos de investigación de las facultades de plia recepción, no solo como material de con- porales que nos hemos planteado; es más, mu-
arquitectura de las universidades nacionales sulta o como obra de referencia para arquitec- chas de las voces escritas para esta ocasión son
de La Plata, Mar del Plata, Rosario, Santa Fe tos, investigadores, profesores del área de solo primeras aproximaciones a temas hasta
y Tucumán, y de algunos investigadores inde- historia de la arquitectura y la ciudad, estu- ahora inexplorados o tratados superficialmen-
pendientes que nos han acercado sus colabo- diantes de arquitectura e historiadores en ge- te, pero eso —entendemos— no debe signifi-
raciones. neral, sino como conocimiento abordable por car un obstáculo, sino un primer paso que po-
Por ello es que queremos destacar el carác- un amplio público interesado en temas de ar- drá ser mejorado y perfeccionado en próximas
ter plural de esta publicación. Como el lector quitectura y ciudad. ediciones.
puede observar, la mayoría de las voces están A diferencia de otros diccionarios especiali-
firmadas por sus autores; las que no lo están zados, este se construye desde una serie de dis-
son producto de la acción del Comité Científi- ciplinas cuya característica principal es su es-
co, quien lo ha hecho así en los casos en que no tructura todavía provisoria. En efecto, no
había nada nuevo u original que decir fuera podemos hablar de una historia de la arquitec-
de la información de referencia existente sobre tura y la ciudad en la Argentina, completa y
el tema. Las voces firmadas recorren un amplio estructurada. Más bien podemos decir que nos
repertorio de métodos y opiniones y, al margen encontramos frente a un campo en formación.
de algunas exigencias de forma impuestas por De allí que las páginas que constituyen el li-
la Dirección, son producto de la investigación bro deban ser leídas no como un universo or-
realizada por sus autores, responsables de los denado, sino como una radiografía de la in-
contenidos y las interpretaciones que allí se vuel- vestigación en nuestro medio, lo que implica * Jorge Liernur. “Introducción”. En: Arquitectura en la Ar-
can y que —esto es bueno aclararlo desde un obviamente preferencias, intereses, omisio- gentina del siglo XX. La construcción de la modernidad, Bs.As.:
principio— no necesariamente son comparti- nes y lagunas. Somos conscientes también de Fondo Nacional de las Artes, 2000.

10 Diccionario de Arquitectura en la argentina


abreviaturas DNT
DNV
Departamento Nacional del Trabajo
Dirección Nacional de Vialidad
P. S. post scríptum
(lat.: ‘después de lo escrito’)
doc. documento PUCCH Pontificia Universidad Católica de Chile
dpto. departamento p.° paseo
Dr. (fem. Dra.), doctor pág. página (también p. y pg.)
DRAE Diccionario de la Real Academia párr. párrafo
Española (2 vols. Madrid, Espasa, pdo. pasado
ed. 2001). PE Poder Ejecutivo
ed. edición || editorial PEN Poder Ejecutivo Nacional
(Ed., cuando forma parte del nombre de PEVE Plan de Erradicación
una editorial; también edit., Edit.); editor, ra. de Villas de Emergencia
edit., Edit. Editorial pg. página (también p. y pág.)
EE.UU Estados Unidos de Norteamérica Prof. (fem. Prof.°) profesor
ej. ejemplo pról. prólogo
et ál. (lat.: ‘y otros’) prov. provincia
etc. Etcétera r. p. m. revoluciones por minuto
f. sustantivo, o construcción nominal reg. registro
sustantiva, de género femenino. Rep. república
F. C. ferrocarril RR. HH. recursos humanos
FADU Facultad de Arquitectura, Rte. remitente
Diseño y Urbanismo S. san (cf. Sto.)
fasc. fascículo s. siglo || siguiente (también sig.)
FAU Facultad de Arquitectura y Urbanismo S. A. sociedad anónima
a. C. antes de Cristo. fca. fábrica s. a., s/a sin año [de impresión o de edición]
AA. VV. autores varios. FNA Fondo Nacional de las Artes (cf. s. d., s. e. y s. l.)
ACA Automóvil Club Argentino FO Ferrocarril Oeste s. d. sine data (lat.: ‘sin fecha [de edición o
adj. adjetivo. Gdor. (fem. Gdora.), gobernador de impresión]’ / sin información.
adv. adverbio Gral. general s. e., s/e sin [indicación de] editorial
ANBA Academia Nacional de Bellas Artes ha hectárea / hectáreas (cf. s. a., s. d. y s. l.)
Arq. arquitecto, ta H.° A.° Hormigón armado s. f., s/f sin fecha
Arqs. arquitectos, tas IAA Instituto de Arte Americano S. L. sociedad limitada (cf. S. A.)
art. Artículo. íd. ídem (lat.: ‘el mismo, lo mismo’) s. l., s/l sin [indicación del] lugar [de edición]
Av. Avenida. igl.° iglesia (cf. s. a., s. d. y s. e.)
B. Bco. banco (‘entidad financiera’) Ing. ingeniero, ra s. n., s/n sin número (en una vía pública)
BHN Banco Hipotecario Nacional Ings. ingenieros, ras s. v., s/v sub voce (lat.: ‘bajo la palabra’, en
Bibl. biblioteca Inst. instituto diccionarios y enciclopedias)
BID Banco Interamericano de Desarrollo INTA Instituto Nacional de Tecnología Agraria s/f Sin indicación de fecha de edición
BMCBA Banco Municipal de la intr. verbo intransitivo. o escritura.
Ciudad de Buenos Aires km Kilómetro/s s/l Sin indicación de lugar
BN Banco de la Nación Argentina l. c. loco citato (lat.: ‘en el lugar citado’; de edición o escritura
Bo., B.° barrio también loc. cit.) SCA Sociedad Central de Arquitectos
Bs. As. Buenos Aires Lic. licenciado, da (también Lcdo. y Ldo.) Sdad. sociedad (también Soc.)
c. calle loc. cit. loco citato (lat.: ‘en el lugar citado’; sig. siguiente (también s.)
C. F. capital federal (también Cap. Fed.). también l. c.) Soc. sociedad (también Sdad.)
c/u cada uno Ltda. Limitada Sr. (fem. Sra., Sr.°, S.°) señor
Cap. capital Ltdo. (fem. Ltda.) limitado (cf. Ltd.) Sto. (fem. Sta.) santo (cf. S.)
cap. capítulo m Metro/s t. tomo
Cap. Fed. Capital Federal m. n. moneda nacional tel. teléfono (también teléf. y tfno.)
Cdad. ciudad m. sustantivo, o construcción nominal tít. título
CEPA Centro de Estudios de sustantiva, de género masculino. ton Tonelada/s
Proyectación Ambiental MALBA Museo de arte Latinoamericano tr.: verbo transitivo.
cf. cónfer (lat.: ‘compárese, véase’). de Buenos Aires trad. traducción || traductor, ra
Cía. compañía MAMBA Museo de Arte Moderno de Buenos Aires UBA Universidad de Buenos Aires
cm centímetro mimeo: mimeografiado UNC Universidad Nacional de Córdoba
Co. Compañía. MNBA Museo Nacional de bellas Artes Univ. Universidad
cód. código MOP Ministerio de Obras Públicas UNL Universidad Nacional del Litoral
col. colección N. B. nota bene (lat.: ‘nótese bien’) UNLP Universidad Nacional de La Plata
CONICET Consejo Nacional de Investigaciones N. del E. nota del editor UNMdP Universidad Nacional de Mar del Plata
Científicas y Tecnológicas N. del T. nota del traductor UNQUI Universidad Nacional de Quilmes
ctv. centavo (también c., cent. y ctvo.) n. nota USA: United States of America.
d. C. después de Cristo N.° S.° Nuestra Señora (referido a la Virgen; UTDT Universidad Torcuato Di tella
del. delegación también Ntra. Sra.) v. gr. verbi gratia (lat.: ‘verbigracia,
DGV Dirección General de Vialidad n.° número/s por ejemplo’; también v. g.; cf. p. ej.)
DiHA Diccionario del Habla de los Argentinos de NA Revista Nuestra Arquitectura v. véase (cf. vid.) || verso
la Academia Argentina de Letras (2003). NOA Noroeste Argentino v. Véase
Diag. diagonal (‘calle’) OSN Obras Sanitarias de la Nación vol. volumen
dicc. diccionario P. D. posdata vs. versus (lat.: ‘contra’)
Dir. (fem. Dir.a) director || dirección p. ej. por ejemplo (cf. v. g. y v. gr.) VV. AA. varios autores (cf. AA. VV.)
DNA Dirección Nacional de Arquitectura p. página (también pg. y pág.) w. c. water closet (ingl: ‘servicio, retrete’)

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 11


Coronamiento del edificio SOMISA, de Mario Roberto Álvarez.
a
a

ABERG, ENRIQUE. Linköping (Suecia), 1841 - ACCIÓN DIRECTA. f. Operatoria de construcción


Roma, 1922. Arquitecto. Su actividad como y financiamiento de viviendas a cargo del Ban-
proyectista tuvo lugar principalmente dentro co Hipotecario Nacional (v.), propuesta como
del ámbito de la arquitectura de Estado, don- consecuencia de la elaboración del Plan Na-
de concibió varios de los edificios más repre- cional de la Vivienda (v.) en 1963. (Decreto -
sentativos del período 1870-1890. Ley n.°1.141/63).

Estudió en la Real Academia de Bellas Ar- El marco de planificación de estas acciones


tes de Estocolmo entre 1863 y 1869, año en que, fue el Plan Nacional de Desarrollo, que fijaba
luego de graduarse, viajó a la Argentina, don- metas para el largo plazo, formulado por el CO-
de diez años después revalidó su título en la Fa- NADE durante el gobierno del presidente ra-
cultad de Matemáticas de la UBA. El tema de dical Arturo Illia (1963-1966) para el período
su tesis fue “Las casas de baños” (v.); en este tra- 1965-1969.
bajo presentó los planos de un baño turco y Los fondos de esta operatoria estaban cons-
de las termas menores de Pompeya. u MUSEO DE CIENICAS NATURALES, LA PLATA. tituidos por adelantos del Banco Central y fon-
Sus obras principales, construidas casi ex- dos de la Caja Nacional de Ahorro Postal. Este
clusivamente para el Estado, fueron: el edificio exterior ornamentos americanistas en forma programa se dirigía a sectores sociales cuyos li-
para oficinas de gobierno, realizado en 1882 so- de bajorrelieves, inspirados en las esculturas mitados ingresos no les permitían tener acce-
bre las calles 25 de Mayo y Rivadavia, en forma prehispánicas mexicanas, y que fueron reali- so a los planes de ahorro y préstamo, como los
simétrica al que antes había construido con su zados en 1887 por Guillermo Zitzow. Posee que estaba implementando en ese momento el
compatriota Carlos Kilhdderg (v.). Posterior- planta elíptica y perímetro libre en estilo neo- Banco Hipotecario.
mente ambos edificios, unificados por una am- clásico, con orden corintio en el frente princi- Como ejemplos de estas operatorias, mere-
pliación del arquitecto italiano Francisco Tam- pal y jónico en el contrafrente (v. Museo). cen citarse el Barrio General Paz (sectores I y
burini (v.), darían lugar a la actual Casa Rosada; Dentro de la función pública ejerció el car- XI; 741 viviendas en 13 monobloques) en Bue-
la Capitanía General de Puertos de Buenos Ai- go de Arquitecto Nacional e Inspector en Jefe nos Aires; el Centro Habitacional Avellaneda
res (1874-1876); la Aduana de Rosario (1876); del Departamento de Ingeniería Civil del Mi- (920 viviendas repartidas en 23 monobloques)
el Hospital Español y la Academia de Ciencias nisterio del Interior (1874-1884). Fundó una en territorio bonaerense, y el Barrio de La Bo-
Exactas de Córdoba. También preparó un pro- empresa constructora, La Edificadora, en 1886. ca (240 viviendas en 4 monobloques), en Ca-
yecto, no realizado, para la nueva sede de la Debido a problemas de salud, dejó el país y se pital Federal. A.B.
UBA, que debía ubicarse sobre la Plaza San instaló en París, donde estudió pintura. J.T.
Martín (1882). En La Plata proyectó y dirigió, Bibliografía: H. Baliero (coordinador). Desarrollo Ur-
junto con el arquitecto alemán Federico Hey- Bibliografía: J. Tartarini. La acción profesional en la bano y vivienda. Introducción al estudio de la ac-
nemann (v.), el edificio del actual Museo de Cien- fundación de La Plata. La Plata: Cjo. Prof. Ing. PBA, ción del Estado. Bs. As.: Durruty, 1983; O. Yujnovsky,
cias Naturales (1884-1889). Se trata de la pri- 1982; J. Tartarini y otros. Patrimonio arquitectóni- Claves políticas del problema habitacional argen-
mera obra en nuestro país que incluye en su co de La Plata. Mar del Plata: Ediciones arx, 1985. tino 1955-1981. Bs. As.: GEL, 1984.

14 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


abe ace
ACEVEDO, BECÚ, MORENO. (Acevedo, José Artes, en París, durante cuatro años, mientras das la residencia particular Acevedo, en Av. del
María: París, 1894 - s/d, 1980; Becú, Ale- que Moreno, antes de cursar en la Escuela de Libertador 2119; la residencia particular Sou-
jandro: s/d, 1893 - Buenos Aires, 1992; Mo- Arquitectura de Buenos Aires, había estudiado las, en Ocampo 2866 (1938) y, por último, con
reno, Pablo: Buenos Aires, 1895 - íd., 1976). tres años de ingeniería en Londres; esto le per- premio de honor, la residencia particular Lar-
Estudio de arquitectura. Dedicados al ejerci- mitió comprender y estudiar la arquitectura in- vière, en Av. Alcorta (1940).
cio liberal de la profesión, produjeron un im- glesa, cuyos principios aplicó en las residencias También puede destacarse el concurso ga-
portante número de edificios de carácter ecléc- veraniegas de Mar del Plata. nado para el edificio del Centro Gallego de
tico en Buenos Aires. En el transcurso de su Varias de sus obras académicas, principal- Buenos Aires en el año 1931. En este proyec-
trayectoria incorporaron nuevos temas edili- mente edificios de rentas, estancias, residen- to, fueron consideradas por el jurado las so-
cios, como oficinas y fábricas, y con ellos otros cias particulares en Buenos Aires, o de veraneo luciones higienistas dadas por los arquitectos
modelos estéticos. En medio de una vasta pro- en la ciudad de Mar del Plata, recibieron di- en pro de la salubridad, esto fue lo que defi-
ducción, que se extiende entre los años 1927 versos premios municipales: la Villa Álzaga Un- nió el primer premio.
y 1962, se destaca el proyecto del Hipódro- zué ganó en 1929 el primer premio del con- Otras obras destacables son el hotel parti-
mo de San Isidro, ganado por concurso na- curso de fachadas; el segundo premio lo obtuvo cular, propiedad del arquitecto Acevedo, en Av.
cional en 1938. la residencia Ezcurra en 1930 (ambas en Mar Alvear 3019, y la iglesia San Martín de Tours.
del Plata); le sucedieron el segundo premio mu- En la primera puede apreciarse, como en las
La producción de este estudio estuvo sig- nicipal a la mejor fachada, otorgado al edificio anteriores, el pensamiento del estudio, que
nada por los mecanismos de la moda y el buen de rentas de la calle Perú 457, en 1931, y el pri- toma como modelo los hoteles parisinos del si-
gusto compartido social y económicamente con mer premio municipal en la categoría “casa co- glo XVIII. En ese edificio –encomendado por-
sus comitentes. Asiduos viajes a Europa, y la lectiva” al edificio de rentas en la Av. Alvear que el arquitecto Acevedo era Caballero de la
propia biblioteca, alentaban esta referencia, prin- 3134. La planta del edificio, organizada en dos Orden de San Martín de Tours–, la fachada te-
cipalmente francesa, mucho más que la discu- bloques, deja dos patios de aire y luz sobre ca- nía el “puro estilo románico de fines del S XII”.
sión intelectual sobre la arquitectura de la épo- da medianera, aunque estos, de todos modos, Una obra atípica del estudio es la residencia ve-
ca, de la que se mantuvieron al margen. Acevedo no permiten la ventilación directa de todas las raniega de la estancia Acevedo y Estrada, sin re-
había realizado estudios en la Escuela de Bellas habitaciones. Posteriormente fueron premia- miniscencia estilística alguna, donde han des-

uLA GRAN VISERA Y LAS TRIBUNAS DEL HIPODROMO DE SAN ISIDRO, PROVINCIA DE BUENOS AIRES PROYECTADAS POR DE ACEVEDO, BECÚ Y MORENO (1944).

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 15


tor de las graderías. comienzan a trabajar con Marcelo Piacentini,
Desde la década del cincuenta, las fábricas uno de los principales arquitectos del momen-
y oficinas se incorporan como nuevos temas en to. Esta vinculación refleja su situación ambi-
el estudio. Entre la innumerable cantidad de gua: por un lado, Piacentini era un ferviente de-
oficinas y fábricas que han proyectado, están fensor del Clasicismo mediterráneo, rasgo desde
los edificios de Acindar, FIAT, en el barrio por- el cual apoyaba al movimiento fascista. Pero,
teño de Belgrano, IBM World Trade Corpora- simultáneamente, Piacentini fue el primero en
tion, y las fábricas de Hiram Walker, Chicles divulgar, en 1921, la “nueva arquitectura”: bau-
Adams y Compañía General de Fósforos, en la tizó la producción de sus compatriotas como
Provincia de Buenos Aires, así como la Sede producto de “capataces respetuosos” y reivin-
Social del Jockey Club, en la ciudad de Buenos dicó especialmente las experiencias francesas
Aires (1952). V. A. en el campo del hormigón armado. Existen cons-
u RESIDENCIA EMBAJADA DE LOS EE.UU., EN BUENOS AIRES. tancias de que en 1921 WA conoce los textos de
Le Corbusier publicados en L’Esprit Nouveau;
aparecido, reemplazados por dinteles rectos, es fuertemente impactado por la casa Schwob,
los arcos de las aberturas, y los volúmenes pris- a la que utiliza como referente para uno de sus
máticos carecen de tratamiento murario y de ACOSTA, WLADIMIRO primeros proyectos conocidos, y también por
ornamentación. Se advierte también una gran Teo Van Doesburg y el Neoplasticismo de “De
transformación en los interiores, ya que el pre- [Konstantinowsky, Wladimir]. Stijl”. En el período romano, WA cursa estu-
dominio de las ventanas horizontales determi- Odessa (Rusia), 1900 - Bue- dios en la Escuela Superior del Instituto de Be-
na otro tipo de iluminación y equipamiento. nos Aires, 1967. Arquitecto. Lú- llas Artes de Roma, donde obtiene su título de
Hacia el fin de la década del treinta, las obras cido y comprometido repre- Licenciado en Arquitectura. Como profesor de
manifiestan mayor austeridad. Si considera- sentante de las posiciones políticas y culturales Diseño Arquitectónico ejerce la docencia en
mos la depuración del lenguaje utilizado en las más avanzadas de la arquitectura europea en 1920 y 1921. De esos años son sus primeros
fachadas del edificio de rentas del año 1931, en los años veinte, su trayectoria en la Argentina proyectos conocidos: las viviendas económicas
la Avenida Alvear, veremos que persiste la com- emblematiza las fuertes diferencias que dis- apareadas, el proyecto residencial en Tien-Sin
posición clásica; pero la ornamentación se re- tinguían el Modernismo local de sus mode- y las viviendas para la ciudad jardín Aniene
duce, y se nota en el tratamiento de los vanos los externos. Defendió la necesidad de una ar- en Roma. El segundo refleja ya las influencias
una cierta inclinación hacia un lenguaje mo- quitectura como solución de problemas neo-plásticas señaladas.
dernizado. Con estas características proyecta- concretos, prestando especial atención a las En 1922 se traslada a Alemania y pasa los
ron, además, el edificio de rentas de avenida condiciones climáticas locales. Sostuvo la vin- primeros tiempos en Berlín. Aquí experimen-
Centenario, del año 1939. culación entre arquitectura y ciudad. Procuró ta el impacto de la inmensa y diversa vida ar-
Una marcada evolución se manifiesta en el aportar soluciones para los sectores sociales tística de la ciudad y es atraído por el Expresio-
proyecto del Hipódromo de San Isidro, finali- más carenciados. Fue dueño de una especial nismo, especialmente por el trabajo de
zado en 1944. Aunque no se apartan del siste- sensibilidad plástica y creativa. Mendelsohn, como lo evidencia su proyecto de
ma clásico, la volumetría cambia profundamente la residencia Grunewald. En Berlín trabaja co-
por el gran voladizo de la losa que conforma ca- Su verdadero nombre fue Wladimir Kons- mo bailarín, actor y escenógrafo; sus trabajos
da tribuna. Como nuevos elementos, introdu- tantinowsky, aunque el apellido era, a su vez, para Fausto, El mercader de Venecia y Macbeth
cen predominantes planos de transparencia, una transformación del originario Acosta con son los más notables.
un tratamiento austero del espacio interior y el que su abuelo, un ingeniero de los ferrocarri- Simultáneamente cursa estudios de inge-
uso de las curvas. Este último recurso proyec- les españoles, llegó a Rusia para trabajar en su niería y urbanismo en la Escuela Técnica Su-
tual se piensa también como un elemento clá- especialidad. Educado en un ambiente de alto perior de Charlotenburg, y de tecnología del
sico, dado que un arco de circunferencia per- nivel económico y cultural, en 1911 ingresa en hormigón armado en el laboratorio del Insti-
mite componer en ejes de simetría especular. la Escuela de Bellas Artes de Odessa, de donde
La planta y las fachadas fueron organizadas así egresa en 1917 con el título de bachiller y téc-
para jerarquizar el acceso al edificio, y con los nico en construcción. Iniciada la Primera Gue-
mismos criterios resolvieron las boleterías y rra Mundial, participa de ella como artillero. En
el acceso general al conjunto. esos años, Wladimiro Acosta (WA) experimenta
Este proyecto constituyó un alarde tecno- el impacto de la revolución bolchevique. Pri-
lógico para la época, y por esta causa fue pre- mero la ve con simpatía y luego con preocu-
miado por el National Institute of Architects de pación al compartir con su compañero Grego-
los EE.UU. Los grandes voladizos llevan im- ri Warchavchik (GW) situaciones extremas como
portantes vigas cantilever invertidas con arma- la culminación de las persecuciones a la fami-
dura de hierro dulce. Funcionalmente, la ubi- lia de aquel. En 1919, durante la ocupación de
cación de las tribunas respecto de la pista desafía Odessa por Inglaterra y sus aliados, ambos via-
la tradición inglesa frontal, para dar lugar a una jan a Italia con el objeto de continuar los estu-
elipse que permite la visual desde cualquier sec- dios de arquitectura. Se establecen en Roma y u PROYECTO DEL CITY BLOCK, DE WLADIMIRO ACOSTA.

16 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ace aco
ensayos de casas mínimas adaptadas a las con-
diciones de los lotes característicos del urba-
nismo español, con 8,66 metros de frente y lar-
gos diversos hasta alcanzar los 50 metros, y los
comienzos de la formulación del City Block.
Las primeras alcanzarían una expresión más
acabada en 1932, en las viviendas suburbanas
SR en Santa Fe; la propuesta consistió en una
variante intermedia entre la casa chorizo (v.) y
la casa compacta. Al primer tipo corresponde
la ristra de dormitorios, baño y alero-garaje, ubi-
cados sobre la medianera, y el consiguiente pa-
tio lateral que así se genera; al segundo, la ocu-
pación de las diez varas con edificación,
atravesando sobre el terreno un recinto mayor,
el living.
u PROYECTO LINEAL DE VIVIENDAS CON PATIOS EN LOS SUBURBIOS DE SANTA FE (1932). El del City Block es un proyecto complejo
en cuya elaboración trabaja desde 1928 hasta
tuto de Tecnología de Mecklemburg. Estos es- Pasados ocho años de su residencia en Ale- 1935. Para comprenderlo, es necesario referir-
tudios se reflejan en ejercicios como la casa mo- mania, WA decide emigrar. Para muchos gru- lo a las dos experiencias de las que parte su
dular de acero. Sus principales proyectos de es- pos de la vanguardia centroeuropea, frente a reflexión; esto es, la Grosstadt de Ludwig Hil-
te período son: la sede de la firma Samt und una civilización-metropolización, asociada con berseimer y el rascacielos cruciforme de Le Cor-
Seide, con el que obtiene un primer premio, la la sombra, el frío, la artificiosidad, la indife- busier (LC) (v.). Debe recordarse que la Gross-
casa para Dalhem y la casa Belling en Berlín. rencia, la meta se condensa en la idea del “Sur”, tadt de Hilberseimer consistía en una
En los años inmediatamente posteriores to- sede de la luz, la autenticidad, la transparencia, concentración absoluta de las funciones me-
ma contacto con los hermanos Luckhardt y su el calor. Compartiendo muy probablemente es- tropolitanas, lo que se obtiene mediante blo-
socio Anker, figuras de primera línea del Ex- ta utopía, pero también en la búsqueda de una ques que bordean gigantescos predios y entre
presionismo en Frankfurt. En el estudio de los sociedad menos agitada y agresiva, y de mejo- los cuales se intercalan placas verticales. El tra-
Luckhardt se desempeña en distintos roles y res posibilidades de trabajo, WA se pone en ca- bajo se produce en los niveles inferiores, la ha-
llega a colaborar con ellos en el concurso para mino del “verdadero Sur”: el del Continente bitación en los superiores; la circulación de me-
el proyecto de las escuelas profesionales de Tem- nuevo y en pleno movimiento de crecimiento. dios mecánicos ocupa la planta de tierra y los
pelhof, con el que obtienen el primer premio. Cuenta con algunos amigos rusos en buena po- peatones disponen de circulaciones a nivel de
En la producción de estos años, la influencia sición social que se disponen a introducirlo en las terrazas de los bloques perimetrales. El ras-
del Expresionismo es evidente en el manejo la sociedad más pujante de ese sur americano: cacielos cruciforme había sido empleado por
contrastado de la luz, en las distorsiones de ele- la de la República Argentina. LC en su propuesta para la ciudad de tres mi-
mentos y en el despojamiento dramático de sus Llegado a Buenos Aires en 1928, se conec- llones de habitantes de 1923, y fue también un
escenografías. En el caso de la arquitectura, esa ta con el Arquitecto Alberto Prebisch (v.), quien protagonista fundamental del Plan Voisin de
influencia está mediada por la traducción a for- parecía más cercano a algunas ideas de la van- 1928. En el City Block, WA fusiona estos dos
mas constructivas que el Expresionismo “de guardia europea, y trabaja con él unos pocos proyectos con el damero porteño.
ideas” de la primera época realiza a comienzos meses. En realidad, más allá del radicalismo es- Además del tipo de torre, las diferencias más
de la década del veinte. Esta traducción ha sido tético de sus posiciones, Prebisch estaba muy importantes con las ideas de la Grosstadt son
descripta claramente por otro de los protago- lejos del programa místico y de reforma so- dos, y consisten en la concepción de la totali-
nistas del movimiento, Adolf Behne: si para al- cial del que Acosta había formado parte hasta dad y en la relación interior / exterior. La pri-
gunos la búsqueda de una “arquitectura trans- entonces. En la Argentina, ambos polos, el del mera registra la posición conciliadora que ca-
parente” era el objetivo principal, se trataba radicalismo estético y el del radicalismo social, racteriza a WA en comparación con sus
de elaborar constructivamente esa “transpa- se presentaban divididos a través de grupos ar- maestros y colegas de la vanguardia alemana.
rencia”, por un lado capturando la “luz” (para tísticos antagónicos. Mientras la Grosstadt de Hilberseimer se pre-
esto contribuirían el vidrio, el blanco de los mu- WA no tarda demasiado en advertir el pro- senta como un todo inescindible —que como
ros), pero además y, sobre todo, elaborando una blema y la disyuntiva que se le presenta, y pre- tal constituye una utopía absoluta, ya que se for-
“transparencia funcional”, “militante” en sen- fiere, al menos por el momento, intentar una mula como una solución modular parcial, sin
tido real. Debe recordarse que el grupo del Ar- jugada alternativa trasladándose nuevamente, un límite preciso—, la de WA se presenta co-
beitsrat für Kunst provenía del núcleo expre- esta vez al Brasil. De todos modos, en los me- mo una alternativa posible de reforma. Esta mis-
sionista. Pero, para los expresionistas, el ses transcurridos desde su llegada, continúa ma necesidad de conciliación se expresa en la
programa no era el de un socialismo de tipo po- con su propia producción, que registra el im- relación interior / exterior. El aventanamiento
lítico, sino “transpolítico”, capaz de realizar un pacto de las nuevas condiciones, especialmen- de los bloques de la Grosstadt consiste en va-
programa integral de “reforma de vida”, co- te en la ciudad. En efecto, sus principales con- nos pequeños, los imprescindibles para la so-
mo reclamaba Bruno Taut. tribuciones de ese año fueron un conjunto de lución de las necesidades biológicas de los ha-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 17


bitantes, con “máxima racionalización” y mí- truya su primera obra. Entre tanto, su reflexión volúmenes y losas viseras en sus casas en serie
nimo gasto. En esta solución, todo naturalis- teórica es intensa y pueden observarse dos pe- de 1921; algo que Breuer desarrolló con sus “ca-
mo, todo resto de “nostalgia por la tierra”, es ríodos, aunque no separados con nitidez. En la sitas 1927”. Ya hemos señalado el temprano in-
brutalmente eliminado. Apelando a las venta- primera parte de los años treinta, sus arquitec- terés de WA por el Neoplasticismo holandés.
nas corridas y al courtain-wall de la solución cor- turas expanden por un lado las búsquedas de Además de estos motivos estéticos, en la crea-
busierana, y agregando unas titubeantes ma- “reforma de vida” y por otro el descubrimien- ción de Helios fue decisiva la influencia de la
sas arbóreas en los niveles peatonales, WA da to plástico de Río y la relación libre volumen / tradición centroeuropea del Terrasentyp, de
cuenta de las contradicciones del Expresionis- piel. A la vez, su crítica a la ciudad se radicali- gran importancia en la arquitectura hospitala-
mo frente al fenómeno metropolitano y ma- za en la dirección “expresionista” antes men- ria, pero extendida a otros programas, espe-
nifiesta sus dudas y su necesidad de mediar. cionada y vira hacia el antiurbanismo de un So- cialmente por Doecker. A esto deben agregar-
El viaje a Brasil no constituye una decisión ria o un Ginsburg. En la segunda parte de la se las prácticas difundidas por el naturismo en
arbitraria, sino un paso previsto que tiene an- década comienza a apagarse su impulso plas- el medio local.
tecedentes en los años en Roma. Cuando deci- ticista, y WA manifiesta una prédica social ex- Las primeras versiones cruciformes del City
de su partida hacia Alemania, su compañero plícita y un cada vez más obsesivo determinis- Block fueron corregidas; el paso siguiente con-
Warchavchik se le había adelantado en el ca- mo climático (v. Bioclimática, Arquitectura). sistió en el abandono de la idea de reforma ur-
mino hacia el Sur, emigrando al Brasil como bana y el tránsito hacia una fórmula de ciu-
empleado de una empresa constructora italia- dad lineal y de ocupación total del territorio. El
na. En San Pablo, Warchavchik había entrado resultado de esta primera parte de su trabajo
inmediatamente en contacto con un grupo de en la Argentina es un libro publicado en 1936,
pintores, escultores y poetas -entre los que se Vivienda y ciudad. De su paulatina inserción en
encontraba otro ruso, Lasar Segall-, quienes en el medio social local dan cuenta algunos datos,
1921 habían iniciado un movimiento favorable como su amistad con Alberto Gerchunof, su ca-
a la renovación artística radical con la llamada samiento con Telma Reca, o sus vínculos con
Semana del Arte Moderno. Los modernistas el Concejo Deliberante municipal, así como su
paulistas estaban estrechamente vinculados a participación, con el rol de jurado, en el Con-
los movimientos sociales que sacudían a la Se- curso Urbanístico del Parque de Retiro, y lue-
gunda República. WA viaja a San Pablo, don- go su labor de asesor para el estudio del Códi-
de es muy bien acogido por su viejo amigo y allí go de Edificación.
proyecta varias casas para el Dr. Walter Treu- En 1935 comienza a colaborar en Actuali-
herz, el profesor J. K., el pintor A. S. y el pe- dad, una publicación de intelectuales de iz-
riodista R. de P. En 1930 tuvo lugar en Río de quierda, y es designado representante oficial de
Janeiro el Congreso Panamericano de Arqui- los CIAM (Congreso Internacional de Arqui-
tectura, en el que WA participa junto a War- tectura Moderna) (v.) en la Argentina.
chavchik. Cuando años después él menciona Probablemente el período más fructífero de
ese evento, afirma que no se escucharon allí si- u ENSAYO DE ESTANDARIZACIÓN DE VIVIENDAS (W. ACOSTA). la vida de WA como arquitecto ocurrió entre
no voces anacrónicas. Llama la atención que no sus 35 y 45 años. Por entonces realizó o ima-
registre la presencia de una ponencia explosi- El hecho más destacable de la primera par- ginó el conjunto de las que constituyen sus obras
va y de extremo radicalismo, como lo fue la de te de este período es la invención del sistema más importantes: las casas de Villa Urquiza
la “Ciudad del hombre desnudo”, imaginada Helios en 1932. En su versión elemental, dicho (1934), Villa del Parque, La Falda, Bahía Blan-
por Flavio de Carvalho, de tanta afinidad con sistema consiste en un corte aterrazado, prote- ca, Ramos Mejía (1939), Punta del Este (1940),
algunas de sus ideas. Lo que en Río debe ha- gido del sol con una losa visera (v.) ubicada en Calp (Rosario, 1942), Castelar (1944), y los edi-
berlo indudablemente impactado es la casa que el nivel de la cubierta, aunque puede hacerse ficios de la Colonia Oliveros (Santa Fe, 1939),
Warchavchik había construido para Max Graf. más complejo incorporando placas verticales u Figueroa Alcorta (Buenos Aires, 1942), y el pri-
Si hasta estos años puede observarse que la ar- otras horizontales a la piel exterior de protec- mer proyecto de la casa colectiva del Hogar
quitectura de WA se concentra en volúmenes ción. Helios será desde entonces una constan- Obrero (1941), en la Capital Federal. Esas casas
y plantas de formas regulares, a partir de aquí te en la arquitectura de WA, quien ensaya en se caracterizan por un estudio meticuloso de
aparece en ella un tema que será decisivo pa- esos años con casas individuales, como la del las orientaciones y el funcionamiento del sis-
ra la formulación del sistema Helios y que con- barrio de Flores, colectivas, como los conjun- tema Helios, por apelar a una combinación equi-
siste en la separación entre cuerpo y piel, o en- tos para los alrededores de Buenos Aires, o los librada de superficies y formas abstractas con
tre volumen y membranas perimetrales. Esta grandes edificios de las nuevas versiones del materiales rústicos, especialmente en los ba-
característica se registra por primera vez en la City Block. A la influencia estética ya mencio- samentos, y por la gran libertad de sus agru-
última casa proyectada en San Pablo, la del pe- nada pueden agregarse la influencia de cier- paciones en planta, muy lejanas de la rigidez
riodista R. de P. tas experiencias corbusieranas, como las losas geométrica que manifiestan sus primeros tra-
En lo primeros meses de 1931, WA vuelve a horizontales de la casa de Stuttgart o, más ex- bajos. Por otra parte, en la misma medida en
Buenos Aires, donde residirá en forma per- plícitamente, el tratamiento de los planos ho- que sus programas se hacen cada vez más “bur-
manente hasta 1947. Desde su llegada, debe- rizontales de la casa de Cartago. gueses” y “tradicionales”, pese a tener como
rán transcurrir más de diez años para que cons- También Gropius (v.) había trabajado con clientes a artistas, profesionales o intelectuales,

18 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


w Departamentos en Figueroa Alcorta aco aco

u VISTA DEL ACCESO DEL EDIFICIO DE PROPIEDAD HORIZONTAL EN AVENIDA FIGUEROA ALCORTA Y TAGLE, EN BUENOS AIRES (1942), DE WLADIMIRO ACOSTA.

u PLANTA TIPO DE LOS u DETALLES DEL HALL DE

DEPARTAMENTOS DE INGRESO. A LAS FORMAS


AV. FIGUEROA ALCORTA. ORTOGONALES, ACOSTA LE
ACOSTA ORGANIZO LAS CONTRAPONE UN CILINDRO
ÁREAS PRIVADAS AL DE VIDRIO.
FRENTE Y LA SOCIAL AL
CONTRAFRENTE.

u LOS TRES CUERPOS DEL CONTRAFRENTE

EXPRESAN LAS FUNCIONES QUE ALOJAN:


SERVICIOS, COMEDORES Y LIVING ROOMS.

u UN MOMENTO IMPOR-

TANTE DE LA OBRA:
EL REMATE CELEBRADO
CON UNA VIGA CINTA
QUE DEFINE EL ÁMBITO
DE LA TERRAZA. A LA
DERECHA, EL CONTRAFREN-
TE Y EL FRENTE.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 19


crece su necesidad por dar carácter “científico” se, dentro del plan de colonización que de-
a su organización arquitectónica, basándose en bía financiarse con el empréstito contratado
el tema de las orientaciones, casi con exclusión por la Provincia de Buenos Aires con la casa
de otros determinantes. Esto lo lleva a lo largo Baring Brothers, de Londres.
de período 1937 a 1945 a realizar estudios so-
bre bioclimatología y acondicionamiento físico El 8 de agosto de 1825 llegó el contingente
de los edificios bajo la supervisión del Dr. Wal- a Buenos Aires, integrado también por el agró-
ter Knoche. nomo Juan Tweedie, ex director del Jardín Bo-
El proyecto para el Hogar Obrero constitu- tánico de Edimburgo, dos agrimensores, un
ye un intento de poner en práctica los temas constructor, nueve albañiles, un herrero y cin-
que había ensayado en Vivienda y Ciudad, par- co carpinteros, es decir los recursos humanos
ticularmente sus últimas propuestas para el requeridos para fundar el pueblo del que Ri-
City Block, pero una gran cantidad de incon- chard Adams sería arquitecto. Pero, al no con-
venientes lo separan y desvinculan de la solu- cretarse avance alguno en el plan de coloniza-
ción definitivamente construida. Quizás por ción, los escoceses fueron asentados en las
eso el edificio de Av. Figueroa Alcorta parece estancias Santa Catalina y Monte Grande (par-
ser un gran esfuerzo por responder a las con- tidos de Lomas de Zamora y Esteban Echeve-
diciones de la ciudad en tanto tal, con sus re- rría, Prov. de Buenos Aires), de casi 2.500 hec-
glamentos, sus predios y su tipología. Simul- táreas en total, pertenecientes a los Robertson,
táneamente, y dando testimonio de una que los contrataron como arrendatarios.
industria de la construcción con nuevas po- La organización del establecimiento rural,
tencialidades, el repertorio de materiales em- según los usos y costumbres de Escocia, y la co-
pleados con sabiduría y delicadeza constructi- bertura de sus necesidades de vivienda y pro-
va muestra a un WA que critica la relativa ducción, constituyeron la primera obra de Ri-
indiferencia por la “cuestión material” como chard Adams. En 1828 se habían construido ya
fuente de expresión, que había caracterizado su treinta edificios de mampostería, con ciento
obra anterior. cuarenta y cinco habitaciones, cuarenta y sie-
A partir de estos años, la biografía arqui- te ranchos con setenta aposentos, una capilla
tectónica de WA pierde consistencia, mientras presbiteriana, y la casa principal.
se acrecienta su actividad como conferencista, Nada se conoce acerca de la desaparecida
teórico y docente. En 1947 parte de la Argenti- capilla, pero sí de la residencia Robertson en
na y proyecta la excelente Escuela Unificada de Santa Catalina, que era un interesante ejemplo
Aplicación del Instituto Pedagógico en Cara- uVIVIENDA COLECTIVA EL HOGAR OBRERO, EN BS. AS. de aplicación de cánones neoclásicos en un edi-
cas. Viaja en 1948 a Guatemala, donde actúa ficio rural, cuya volumetría prismática, defini-
como asesor del gobierno. También visita los siasmado por los cambios operados por la re- da por un techo plano, realza la portada central
Estados Unidos para dictar una serie de confe- volución, visita Cuba en 1962. Este sería el úl- jerarquizada en ambos costados por pilastras
rencias, antes de volver a la Argentina. Reali- timo de sus viajes. apareadas de orden dórico, y un frontis clásico
za un par de casas (Giardino, Nastri y Levinton) Wladimiro Acosta muere en la ciudad de alineado con la cornisa; por detrás, también co-
y, en 1954, vuelve a trasladarse a los Estados Buenos Aires el 11 de julio de 1967. Tres años mo volumen prismático, sobresalía un alto mi-
Unidos, donde no consigue trabajar aunque más tarde, su esposa Telma Reca publica, ayu- rador con azoteas cercadas por pretiles de hie-
dicta conferencias en varias universidades, co- dada por ex discípulos, una obra póstuma: Vi- rro, con pilares de mampostería en los ángulos.
mo Harvard y Cornell. vienda y Clima. J. F. L. En ese desaparecido edificio logró Adams una
A fines de los años cincuenta y principios buena simbiosis del Neoclasicismo con la tra-
de los sesenta, centra su actividad en la UBA, Bibliografía: W. Acosta. Vivienda y Ciudad. Bs. As.: Ana- dición mamposteril del campo bonaerense, se-
en la que, venciendo muchas dificultades, es conda, 1937; Vivienda y clima. Bs. As.: Nueva Visión, gún el gusto de la época.
designado profesor ordinario en 1957. Ejerce 1976; AA.VV. Wladimiro Acosta. 1900-1967 (catálo- El establecimiento de los Robertson fraca-
una poderosa influencia docente y con algunos go de la Exposición), Bs. As.: FAU-UBA, 1987. só hacia 1829; sus arrendatarios se dispersa-
de sus discípulos produce, por encargo de la ron, y el arquitecto Richard Adams quedó es-
UBA, su último gran proyecto: la Unidad Ve- tablecido en la ciudad de Buenos Aires, donde
cinal de la Isla Maciel, en la ribera sudeste del ADAMS, RICHARD. S/d (Escocia), 1792 - Bue- el Neoclasicismo académico estaba materiali-
Riachuelo. El conjunto articula unidades de dis- nos Aires, 1835. Arquitecto y pintor formado zado en obras del final del virreinato, como las
tinto tipo y es producido con gran rigor y eco- profesionalmente en la escuela del Neoclasi- recovas de la Plaza Mayor, y del período riva-
nomía de recursos, conservando rasgos de la cismo británico de comienzos del siglo XIX; se daviano, como la fachada dodecástila de la Ca-
riqueza volumétrica que había caracterizado a integró con su familia a un grupo de 250 es- tedral (v. Neoclasicismo).
sus primeras obras. coceses convocados por los hermanos Juan y En la Capital Federal pudo concretar su obra
En los últimos años de su vida se acentúa el Guillermo Parish Robertson, con destino a un de mayor trascendencia: el templo británico de
tono ideológico de su propuesta y así, entu- pueblo por fundarse en la frontera bonaeren- San Juan Bautista, en la calle 25 de Mayo entre

20 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


aco ado
Perón y Sarmiento, iniciado el 5 de mayo de ginalidad compositiva. entidades públicas, sociedades cooperativas,
1830 y habilitado el 6 de mayo de 1831. Fue pro- Richard Adams fue, por lo tanto, una figu- etc., para la construcción de viviendas.
yectado y dirigido por Adams, quien compuso ra clave en la evolución de los lenguajes arqui- uDeclarar de utilidad pública los terrenos y ma-

un pórtico hexástilo de orden dórico en la fa- tectónicos de Buenos Aires; porque sus tem- teriales destinados a tal tipo de construcciones,
chada, y un interior de tres naves con cielorra- plos anglicano y presbiteriano han sido los celebrando acuerdos directos con los propie-
sos planos, separadas por dos líneas de co- primeros ejemplos de arquitectura neogriega, tarios, apelando a la expropiación según Ley
lumnas jónicas. A fines del siglo XIX, se cuando prevalecía la tendencia neorromana por N.°189 y también adquiriendo tierras por lici-
remodeló el interior en orden corintio, pero el las sucesivas influencias académicas española tación pública o privada.
exterior conserva sus rasgos originales; es hoy y francesa, y porque además fue uno de los pro- uProponer el desarrollo racional de las ciuda-

la catedral anglicana de Buenos Aires. tagonistas de la irrupción del movimiento ro- des.
El segundo templo protestante porteño fue mántico, que se desarrollaba entonces en Eu- uEstimular el perfeccionamiento de la indus-

la iglesia presbiteriana escocesa de San Andrés, ropa, y al cual está ligada íntimamente la tria de la construcción.
en la calle Piedras entre Rivadavia e Hipólito corriente neogótica, en especial la de escuela Como puede verse, el organismo centrali-
Yrigoyen, donde Adams aplicó el mismo par- británica y sus irradiaciones internacionales. (v. zador del tema de la vivienda, además de am-
tido arquitectónico del templo anglicano, con Romanticismo, arquitectura del). plias facultades en la materia, podía interve-
las variantes de utilizar orden jónico en la fa- De la labor pictórica de Richard Adams, sub- nir en la planificación urbana, que de esa forma
chada y corintio en el interior. La piedra fun- sisten los óleos que representan la quinta del quedaba subordinada a la primera. Aunque de
damental se colocó el 25 de febrero de 1833; las ministro inglés (1826) y dos vistas de Buenos difícil realización –y de resultados posiblemente
obras fueron dirigidas por Adams hasta no- Aires desde el Río de la Plata (hacia 1834). So- no del todo deseables–, es uno de los primeros
viembre, y se reanudaron en abril de 1834 a car- bre otros cuadros, dibujos y retratos de su au- intentos estatales en el ámbito nacional de li-
go del arquitecto Próspero Catelín (v.), hasta la toría, hay solo referencias. Poseyó una selecta gar planificación física y vivienda.
inauguración realizada el 25 de abril de 1835. El pinacoteca personal y una biblioteca sobre ar- El mismo decreto creaba, además, el Fon-
templo debió ser demolido en 1893 al abrirse te y arquitectura, que fue vendida después de do Nacional de la Vivienda, proveniente de fon-
la Avenida de Mayo, cuyo trazado absorbió gran su fallecimiento. A. d. P. dos diversos, pero fundamentalmente de la emi-
parte de la parcela que ocupaba. sión de “bonos de edificación y ahorro” o títulos
Durante el año 1833, Richard Adams tam- Bibliografía: J. Dodds. Records of the Scottish Settlers de crédito interno.
bién proyectó y dirigió la construcción del se- in the River Plate and their Churches. Bs. As.: s/d, Cuando la ANV pasó a depender del Banco
gundo Cementerio Protestante de Buenos Ai- 1897; B. del Carri. Monumenta iconográfica, paisa- Hipotecario, en 1947, se encontraban en eje-
res (hoy Plaza 1°de Mayo), cuya traza interior jes, ciudades, tipos, usos y costumbres de la Argen- cución las siguientes obras: Barrio Villa Con-
diagramó utilizando las medianas y las diago- tina. 1536-1860. Bs. As.: Emecé, 1964; A. de Paula. El cepción (San Martín, Prov. de Buenos Aires),
nales de la manzana como vías de circulación, Arquitecto Richard Adams y la Colonia Escocesa de 521 viviendas; Barrio Marcelo T. de Alvear (Ca-
en cuyo punto central de convergencia situó la Santa Catalina. En: Anales del IAA, N.°21, Bs. As.: FAU- pital Federal), 9 pabellones (174 departamen-
capilla, diseñada según el lineamiento neogó- UBA, 1968. tos); La Pampa, 24 viviendas individuales; La
tico correspondiente al tipo de iglesia rural in- Rioja, 60 viviendas individuales. A. B.
glesa del siglo XIII, con ábside rectangular y pe-
queñas naves laterales. Mantuvo el acceso en ADMINISTRACION NACIONAL DE LA VI- Bibliografía: J. M. Pastor, “Administración Nacional
el extremo de la nave principal, cuya diminu- VIENDA (ANV). Organismo autárquico en- de la Vivienda”. En: Revista de Arquitectura, N.°294,
ta masa se aligeraba con los vanos de corte oji- cargado del problema de la vivienda econó- Bs. As, junio 1945.
val, pináculos de altura sobresaliente y corni- mica, creado por Decreto - Ley n.°11.157/45,
samientos almenados. Si el diseño con lenguaje presidida por el secretario de trabajo y previ-
neogótico fue en Buenos Aires una novedad es- sión, reemplazando a la Dirección Nacional de ADOBE. m. Masa de barro, mezclada a veces con
tilística absoluta, la utilización de las diagona- la Vivienda (v. Vivienda de interés social; Dirección de paja para darle mayor consistencia, que se
les de la manzana como ejes de implantación la Vivienda). En 1947 pasó a depender del Ban- moldea en forma de ladrillo y se seca al sol.
de la capilla central del cementerio fue una ori- co Hipotecario Nacional (v.) y en 1957 quedó Se emplea en la construcción de paredes o
integrada definitivamente al mismo. muros. Adobe deriva del árabe hispano attúb,
y este del árabe clásico ttúb, voz procedente
La existencia del organismo como ente au- del egipcio tbt: “ladrillo sin cocer”.
tárquico fue breve y dificultosa, pues puso de
manifiesto el carácter problemático de estos pri- El adobe fue durante los primeros siglos de
meros intentos de implementación de planes colonización española el principal elemento de
de vivienda, ubicados en un contexto político y construcción empleado en el país. En la región
estatal en continua transformación, como el de bonaerense y el Litoral, la escasez de piedra hi-
los años 1945 a 1947. Sus principales funcio- zo que la totalidad de los muros de los primiti-
nes eran las siguientes: vos edificios se realizaran con este material. De
uConstruir, adquirir, alquilar y vender vivien- todos modos, en una región húmeda y con
da económica. abundantes lluvias este tipo de muros no du-
u CATEDRAL ANGLICANA DE BUENOS AIRES (R. ADAMS). uProporcionar recursos a autoridades locales, raba mucho; se calcula que su tiempo de utili-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 21


dad no superaba los siete años. Para aumentar de algunos países del Tercer Mundo. quinado mejoró la situación. Los primeros ado-
su conservación, las paredes exteriores debían En los últimos años, el tema ha tenido es- quinados se hicieron en Buenos Aires entre
ser cubiertas con alguna protección, general- pecial importancia en tres vertientes signifi- 1865 y 1870. La voz deriva del verbo ado-
mente de tejas colocadas como albardillas. cativas: la restauración de antiguas arquitec- quinar, y este de adoquín, palabra que pro-
Pese a este inconveniente, los adobes he- turas, los estudios sobre edilicia vernácula y las cede del árabe hispano addukkán o addukkín,
chos con tierras amasadas, moldeadas y luego tecnologías alternativas. Por un lado, se pre- y esta del árabe clásico, dukkín.
secadas al sol, se usaron con mucha asidui- senta la urgencia de conservar y restaurar an-
dad durante el siglo XVII y definieron el tipo tiguos edificios construidos con barro; por el A mediados del siglo XIX, la expansión de
de construcciones de planta baja típica de la otro, el estudio de las arquitecturas vernácu- las ciudades, el crecimiento del transporte y, so-
época. Sus medidas fueron similares a las de las ha revelado a los arquitectos nuevos modos bre todo, la colocación de rieles para la genera-
los mampuestos de tierra cocida, de costo in- de operar. Finalmente la crisis energética, su- lización de los servicios tranviarios hacen ne-
ferior, ya que la cocción de los ladrillos en re- mada al desarrollo del pensamiento ambienta- cesaria la pavimentación. Pero, el proceso es
giones donde la leña era escasa los hacía un pro- lista, han llevado a muchos gobiernos y grupos lento y recién será impulsado definitivamente
ducto utilizable solo en las partes de la profesionales a revalorizar los modos tradicio- a partir de la década del ochenta.
construcción que debían ser más resistentes. nales de construir, más económicos y carentes Las tentativas fomentadas por el Estado y
En las ciudades del NOA también fueron de de agresividad hacia el medio ambiente. En ese los particulares son variadas. En 1882 se plan-
adobe muchas de las construcciones de los si- sentido, pueden citarse las experiencias reali- tea la posibilidad de formar una gran colonia
glos XVI y XVII, a pesar de que existía la posi- zadas en nuestro país durante la década de 1980 penitenciaria en Puerto Deseado, Santa Cruz,
bilidad de construir en piedra. –y no solo en adobe sino en otros usos de la tie- para fabricar adoquines con la mano de obra de
El adobe siguió siendo durante el siglo XIX rra cruda como material (v. Tapia)– entre ellas las los presidiarios. También en ese año se hace
una modalidad constructiva de amplia utiliza- del municipio de Humahuaca, en Jujuy, que pública la primera propuesta para utilizar ado-
ción en el ámbito urbano, sobre todo en zo- ha proyectado barrios utilizando el adobe y otras quines de madera. En 1883 el intendente de la
nas sísmicas y otras regiones de escasas pre- técnicas tradicionales. También el uso de la tor- ciudad de Buenos Aires, Torcuato de Alvear,
cipitaciones y clima caluroso. Con posterioridad ta, en techos efectuado por Eidea en Tilcara, o hace traer de Inglaterra una cantidad de ado-
al terremoto que destruyó Mendoza (v.), en 1861, el uso de suelo-cemento en Reconquista, Pro- quines con los que se pavimenta la Calle del
los técnicos consideraron como más valido al vincia de Santa Fe. Parque (Lavalle); pero el ensayo no prospera,
sistema de adobes que al de ladrillo cocido pa- ya que un dictamen de los ingenieros Balbín
ra realizar la reconstrucción de la ciudad. Pom- Bibliografía: G. Viñuales. “Diseño, historia y tecnolo- y Aguirre desaconseja el uso de la piedra britá-
peyo Moneta (v.), quien proyectó varios de los gía de las arquitecturas de tierra cruda”. En: Sum- nica por considerar de mayor calidad la nacio-
edificios institucionales, observando los resul- ma temática. n.°19, junio de 1987; S. Cirvini. “Ar- nal. A partir de 1885 se produce una disputa co-
tados del sismo en las construcciones antiguas quitecturas de tierra. Prototipos sismorresistentes mercial debido a la imposición del sistema de
de la zona, utilizó para la reedificación un sis- en la Mendoza posterremoto (1863-84)”. En: DANA. granito o el de madera, por los cuales compi-
tema mixto de estructura y cimientos de ma- N.°27, 1989; C. Moreno. De las viejas tapias y ladri- ten varias empresas. Durante este período am-
dera combinados con adobe, sistema que en llos. Bs. As: ICOMOS - Argentina, 1995. bos sistemas coexisten. Para 1886 hay en Bue-
pocos años fue abandonado por la construcción nos Aires 65 cuadras de adoquín común; 45
en ladrillo con refuerzos metálicos, conside- cuadras macadam de madera; 26 de empedra-
rada más racional y científica que la tradicio- ADOQUINADO. m. Sistema de piedras escua- do común y 36 de empedrado mixto.
nal. A fines del siglo XIX, la arquitectura de ado- dradas que se utiliza en la pavimentación de A partir de 1893 se comenzó a utilizar en
bes comenzó a ser cuestionada desde los foros calles. Los primitivos empedrados, hechos con forma obligatoria el adoquinado sobre una ba-
científicos y la esfera gubernamental, y se des- piedras irregulares de todos los tamaños, asen- se de concreto y también de hormigón, y se
aconsejó su uso en territorio urbano. tadas sobre una capa de arena de río, hacían abandonó en forma definitiva el sistema de
Sin embargo, este procedimiento construc- muy dificultoso el tránsito por las calles. El ado- asentamiento sobre arena. Para 1901 los siste-
tivo siguió siendo utilizado en la región del mas seguían coexistiendo con la siguiente dis-
NOA, sobre todo en construcciones de tipo ru- posición: adoquinado de madera, 424 cuadras;
ral, en pequeños poblados y en comunidades asfalto, 133; adoquín de granito con base de con-
que, marginados de los procesos de moderni- creto, 332; con base de hormigón, 963; con ba-
zación, continuaron con las prácticas tradicio- se de arena, 1.402; con empedrado común, 143;
nales. con empedrado mixto, 643; total: 4.184 cuadras
A partir de la década del sesenta del siglo pavimentadas. Las cifras muestran la declina-
XX, y en relación con la revalorización del há- ción del empedrado común, pero también del
bitat de los pueblos primitivos, la aparición de macadam de madera y la aparición del asfal-
grupos y movimientos alternativos antiindus- to. De todos modos, durante las primeras dé-
trialistas comenzó a ejercitar en el campo ar- cadas del siglo XX, el adoquinado es la técnica
quitectónico una revalorización de los mate- más generalizada de pavimentación, extendida
riales tradicionales propios de las culturas no progresivamente a las ciudades del interior y
afectadas por la industrialización. Esta revalo- también a las pocas rutas pavimentadas, como
rización tuvo repercusiones en la arquitectura u ROSARIO: ADOQUINES LEVANTADOS POR EL AGUA, 1920. es el caso de la Ruta Nacional 1. Posteriormen-

22 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ado aer
te a esa fecha, por su costo e incomodidad re- rican Grace Airways). Entre esa fecha y 1945 se to, enfrentando la Plaza de Mayo (1938). En
lativa frente a otros sistemas, será reemplaza- incorporaron otras empresas extranjeras (Air 1947 Amancio Williams (v.), a través de un con-
do definitivamente por el asfalto o el hormigón France, British Airways, etc.). Los pocos aeró- junto de esquemas, retomaba la idea de un ae-
articulado. dromos existentes eran precarios y carecían de ropuerto en el río, en una propuesta que plan-
pistas: consistían simplemente en un campo teaba varias discusiones. Por un lado, pretendía
Bibliografía: AA.VV. Diccionario histórico argentino. de aterrizaje de tierra, con hangares y equipa- ser una crítica a la elección definitiva de Ezei-
Bs. As.: Ediciones históricas argentinas, 1953. miento e instrumental mínimo. El principal ae- za (1945), que se analizará más adelante. Por
ródromo de Buenos Aires era el de Morón. En otro, discutía con la idea de “isla artificial” de
este contexto, en 1935 se decidió la construc- relleno, propuesta por la SCA. Su proyecto era
AEROPUERTO. m. Emplazamiento, generalmente ción de un aeropuerto para Buenos Aires (Ley un sistema de pistas de hormigón elevadas so-
próximo a una ciudad, organizado para la sa- N.°12.285/35), destinado a aeroplanos, hidroa- bre el agua y sostenidas por un sistema es-
lida y llegada de aviones que transportan pa- viones y aeronaves, dentro de los límites de la tructural de pórticos con voladizos, en el cual
sajeros, correo, carga, etc., y para la revisión, ciudad y el litoral fluvial adyacente, iniciativa las columnas estaban fundadas en el lecho del
reparación y aprovisionamiento de las aero- que contaba con antecedentes legislativos (di- río. El aeropuerto se situaba mas lejos de la cos-
naves. El sistema nacional de aeropuertos co- putado Leopoldo Bard, 1925) y con propues- ta que en la propuesta de la SCA y se conecta-
merciales fue planificado inicialmente entre tas de la Dirección de Aeronáutica Civil. ba con ella a través de un puente carretero so-
1943 y 1955, en un momento de ampliación bre el río. El modelo de Williams no era la isla
del tráfico aéreo nacional e internacional. (perteneciente al mundo de la naturaleza), si-
En ese período se construyeron solo los más no el portaaviones (una creación del mundo de
importantes (Ezeiza, Aeroparque, Córdoba, la técnica). Se basaba en una sugerencia de los
Río Gallegos, Mendoza, entre otros). A prin- croquis realizados por Le Corbusier (v.) en Bue-
cipios de la década del sesenta se realiza- nos Aires (1929), que ubicaban el aeropuerto
ron nuevos emprendimientos. La mayor par- en el medio del río y frente al centro de la ciu-
te de los proyectos y la ejecución fueron dad, tema que no retomó en el Plan Director
realizadas por la Dirección de Infraestructu- de 1938. El proyecto constituía una reflexión so-
ra Aeronáutica de la Secretaría de Aeronáu- bre la relación entre el hombre, la técnica y la
tica, creada en 1945. Actualmente la red de u VISTA AÉREA DEL COMPLEJO DE EZEIZA, PROV. DE BS. AS. naturaleza, planteando frontalmente términos
infraestructura comercial está compuesta por que estaban en el debate, ya que formaban par-
sesenta aeropuertos y aeródromos, de dis- Como tema de reflexión de la disciplina, los te del imaginario social generado alrededor
tinta capacidad y nivel de equipamiento. aeropuertos se difundían en la Revista de Ar- de la aviación, pero que no en todos los pro-
quitectura (v.) desde 1930. El debate sobre el te- yectos se exponían claramente. La idea de “ae-
Los antecedentes de las construcciones de ma, previo y posterior a la sanción de la ley, dio roísla” fue retomada en varios proyectos pos-
los años del cuarenta y del cincuenta se regis- origen a una serie de proyectos: teriores como alternativa al Aeroparque Jorge
tran en décadas anteriores. La aeronavegación 1) Algunas propuestas lo ubicaban en la cos- Newbery, por ejemplo, en el Plan Regulador de
comercial se inició en la Argentina a fines de ta, sobre terrenos ganados al río, en función de Buenos Aires (1959).
la década de 1910 como correo aéreo. En la si- su accesibilidad desde el centro de la ciudad: 3) A fines de la década del treinta surgieron
guiente se hicieron intentos sin éxito para brin- Cámara Argentina de Comercio, en Costanera propuestas, aunque minoritarias, que defendí-
dar servicios de pasajeros. El primer viaje tran- Norte y Av. Sarmiento (1932); Dirección de Ur- an una localización mediterránea: del coronel
soceánico se realizó a fines de la década del banización, Costanera Norte y de Av. Dorrego Jorge B. Crespo en La Matanza, sobre la Ave-
veinte. En 1929 funcionaba en el país una so- (MCBA, 1934); Plan Director de Buenos Aires nida General Paz (1940); del ingeniero Iván Ro-
la empresa aérea con servicios para pasajeros: (1938, Le Corbusier (v.), Kurchan (v.), Ferrari mano en el Bajo Flores, junto al Riachuelo
Aeroposta, que recibió apoyo oficial a partir de Hardoy (v.), en el Sur (Sarandí); Luis María Bian- (1944). Argumentaban que los hidroaviones
1933; en la década del treinta, se contaban cua- chi, Costanera Norte y Av. General Paz. En 1941 tendrían una importancia limitada en el futu-
tro empresas para vuelos internos. LADE (Lí- se fijó por decreto esta última ubicación como ro, que no demandaría subordinar la localiza-
neas Aéreas del Estado) inició sus actividades la más ventajosa. ción del aeropuerto al río.
con misiones de fomento dentro del país en 2) Otros proyectos planteaban la ejecución El elemento común a todos los diseños del
1941. Los vuelos internacionales, a cargo de em- de una isla artificial: Comisión de Urbanismo período 1930-1944 es el de las tres o cuatro pis-
presas extranjeras, se iniciaron en 1931, con la de la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) (v.), tas dispuestas a 45° , y su superficie no supe-
empresa norteamericana Panagra (Pan Ame- isla de forma triangular en el río, frente al puer- raba las 200 hectáreas.

u DIBUJO DE LA PROPUESTA DE AMANCIO WILLIAMS PARA CONSTRUIR UN AEROPARQUE EN EL RÍO.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 23


En los primeros años de los cuarenta, los consecuencias urbanísticas sobre el área y so-
progresos de la navegación comercial que se in- bre la ciudad (v. Ciudad Jardín).
sinuaban para la posguerra agregaban otros ele- La nueva localización fue muy discutida, ya
mentos que transformaban las decisiones pre- que la ubicación sobre el río contaba con más
vias. La aplicación industrial civil de los avances de una década de debate previo. Como en la
registrados en el terreno militar durante la Se- mayor parte de los proyectos de aeropuertos,
gunda Guerra Mundial introdujo importantes en el caso de Ezeiza se intentaba exaltar el mo-
cambios en los diseños y en la producción de derno avance técnico en el aeropuerto y la au-
aviones, que aumentaron las perspectivas de la topista. Pero la presencia de la técnica se ate-
aeronavegación comercial. Este fue el momento nuaba a través de la creación de ámbitos
en que se comenzó a pensar en el avión como naturales (forestación) y de la incorporación de
el transporte de masas del futuro. El gobierno programas sociales (esparcimiento y vivienda).
revolucionario (1943-1946) dio impulso al te- La nueva localización se enfrentaba también u EZEIZA: OBRAS EN LA DÉCADA DEL CUARENTA.

ma, tanto en el terreno comercial como en el con el punto de vista tradicional para mirar la
militar. Con respecto al primero, se formaron ciudad, ya que el aeropuerto tenía un alto sig- ción, correo y aduana, y hotel, conectados en-
empresas mixtas de aeronavegación, que mo- nificado simbólico como acceso a la ciudad, co- tre sí por los volúmenes bajos de los espigones
dernizaron sus flotas, sobre cuyas bases fue cre- mo puerta o fachada urbana. Tradicionalmen- (construidos: 2). La construcción comenzó en
ada en 1950 Aerolíneas Argentinas como em- te, ese lugar había estado ocupado por el puerto 1945 y fue inaugurado en 1949. En 1950 se
presa estatal. En cuanto al segundo, fue creada y por consiguiente su escenario era el río: Ezei- construyeron los hangares, para lo cual se re-
la Secretaría de Aeronáutica (a partir de 1949, za proponía una inversión del punto de vista, alizó un concurso de proyectos ganado por la
del río a la pampa. Empresa Argentina de Cemento Armado, con
El proyecto de Ezeiza fue realizado por el asesoramiento estadounidense. Para esa opor-
Ministerio de Obras Públicas (MOP) (v.), diri- tunidad también existieron dos proyectos ita-
gido por el general Juan Pistarini entre 1944 lianos dignos de atención, por sus propuestas
y 1952 (Comisión de Estudios y Obras del Ae- más innovadoras: el de Pier Luigi Nervi (v.) y el
ropuerto, dirigida por el ingeniero José Ga- de la Organización Cantieri, de Milán.
rralda). Se pensaba completar con un puerto Su ubicación ha sido un tema polémico, ya
para hidroaviones en el río que fue proyecta- que las frecuentes nieblas mantienen inopera-
do en 1946 por el MOP, dentro de un amplio bles sus instalaciones. (La frecuencia promedio
plan de sistematización de la ribera norte en de nieblas en Ezeiza es un 40% más desfavo-
Capital, pero no construido. Para Ezeiza, ini- rable que la de Aeroparque). También el pro-
cialmente se comenzó a proyectar un sistema yecto en sí fue muy discutido, pues se lo con-
de pistas triangulares, con un edificio central. sideró sobredimensionado para las necesidades
u PLANTA DEL AEROPUERTO DE EZEIZA. A fines de 1945, sobre la base de la observación del país; sin embargo, la forma en que admitió
de la experiencia de los EE.UU. (el país más ampliaciones, la incorporación de nueva tec-
Ministerio), que proyectó el sistema nacional avanzado en el tema), se adoptó un sistema nología de aeronavegación y nuevo instrumental
de aeropuertos y aeródromos, y se impulsó la de pistas tangenciales, que se ejecutaría en eta- a partir de la década del sesenta demostraron
fabricación de aviones en la Fábrica Militar de pas, como el que se realizaba en el nuevo ae- en gran medida el acierto del proyecto. Se com-
Aviones (Córdoba), que existía desde 1928. ropuerto de Nueva York: Idlewild. Finalmente, pletaba con una autopista urbana hasta el cen-
El nuevo gobierno cambió en 1944 la an- sin abandonar por completo el sistema tan- tro de la ciudad, que durante el período 1943-
terior localización fluvial del aeropuerto por- gencial, la ejecución se limitó a tres pistas trian- 1955 solo se ejecutó parcialmente (Av.
teño y eligió el actual emplazamiento de Ezei- gulares, que aún hoy operan. Los edificios del Dellepiane), mientras que su traza se terminó
za, a 30 km del centro de la ciudad. Se aeropuerto consistían en tres, de ubicación cen- a fines de la década de 1970 (AU1).
consideraba que los aeropuertos de la posgue- tral con respecto al sistema de pistas: aeroesta- En el mismo período –a partir de 1946–, la
rra exigían superficies mayores (1.500 o 2.000 Secretaría de Aeronáutica proyectó el aeropar-
ha) y dificultaban la ejecución de proyectos so- que metropolitano “Jorge Newbery”. Cabe des-
bre tierras ganadas al río, ya que exigían una tacar que este proyecto fue algo posterior al de
tecnología de dragado inexistente en el país y Ezeiza. Inicialmente se lo concibió como un
de difícil obtención en otros países, a causa de pequeño aeropuerto de uso militar, pero su
la depresión de la producción posterior a la gue- proximidad con el centro de la Capital pronto
rra. Para el emprendimiento se expropiaron demostró su adecuación para vuelos internos,
aproximadamente 7.000 ha y se construyó una frente al tiempo de traslado que exigía la lo-
autopista de comunicación con la ciudad (A. calización de Ezeiza. De allí que el Aeroparque
Ricchieri), hecho que significó una amplia ope- se usó finalmente como terminal de cabota-
ración territorial (viviendas, balnearios, insta- je, mientras que Ezeiza se convirtió en aero-
laciones deportivas, forestación, etc.) sobre el puerto internacional. En 1948 se realizó un
SO del Gran Buenos Aires, con importantes u VISTA DEL AEROPUERTO DE EZEIZA. nuevo proyecto que practicaba ampliaciones,

24 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


w Aeropuerto de Ezeiza aer aer

u VISTA DEL NUEVO HALL CENTRAL EN EL AEROPUERTO DE EZEIZA. PLANTA LIBRE CON CIRCULACIÓN A AMBOS LATERALES DEL ESPACIO, DEDICADA A ZONAS DE CHECK IN DE VUELOS.

u DESDE EL u DETALLE DE LA ESTRUC-

ESTACIONAMIENTO TURA SOSTÉN DE LAS ALAS


(IZQUIERDA) SE APRECIA LATERALES (ABAJO).
LA GRAN MARQUESINA DE SON GRANDES VIGAS DE
ACCESO Y LA NAVE ACERO TUBULAR Y
CENTRAL. LA INTERVENCIÓN RETICULADAS DE LAS QUE
INCLUYÓ TAMBIEN LA CUELGA LA CUBIERTA.
REORGANIZACIÓN DE ESTO PERMITIÓ LIBERAR AL
LA TRAMA CIRCULATORIA. MÁXIMO LA PLANTA.

u PANORÁMICA DE LA u VISTA DESDE EL

PRIMERA ETAPA DE ENTREPISO DEL HALL


AMPLIACIÓN DE EZEIZA. SE DE PARTIDAS. GRANDES
DIFERENCIA LA ESTRUCTURA ESTRUCTURAS DE ACERO,
DE LA MARQUESINA IMPORTANTES PAÑOS
DE ACCESO, EL HALL VIDRIADOS Y PAVIMENTOS
CENTRAL CON ALTURA REFLEJANTES CARACTERI-
VARIABLE. POR DETRÁS, ZAN ESTA CONSTRUCCIÓN.
LOS SERVICIOS.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 25


u AEROPUERTO INTERNACIONAL DEL VALLE DEL CONLARA, INAUGURADO EN LA CIUDAD DE SAN LUIS EN EL AÑO 2003. FUE PROYECTADO POR EL ESTUDIO BODAS-MIANI-ANGER.

planteando un sistema de pistas triangulares llegos; Rosario –Fisherton–; San Carlos de Ba- posibilidades de crecimiento eran limitadas.
y una dársena para hidroaviones. Al no reali- riloche; Salta –El Aybal– y Mar del Plata –Ca- Además, comenzaba a crear graves problemas
zarse las expropiaciones necesarias, el Aero- met). Esto era posible porque los aviones de ecológicos (gases y ruido) en una zona densa-
parque permanece hasta hoy con una única pistón utilizados (el Douglas DC-3, era el de mente poblada, temas no contemplados en los
pista. En la década del sesenta registró nuevas uso más frecuente en vuelos internos) no plan- diseños de los años cuarenta. Se retomaron en-
ampliaciones de pistas, que avanzaron sobre teaban grandes exigencias de infraestructura tonces los proyectos de construcción de una “ae-
los balnearios aledaños, cuyas instalaciones se para realizar sus operaciones. roísla”, idea que continuó discutiéndose hasta
acondicionaron para uso del aeropuerto. Esta característica cambió a principios de la fines del siglo XX. En 1972, la Dirección de In-
En el período 1943-1948 se planificó la red década del sesenta, cuando se incorporaron a fraestructura de la Fuerza Aérea estudió cuatro
nacional de aeropuertos y aeródromos, cuya fi- los servicios los aviones a reacción, hecho que propuestas para el Aeroparque: su traslado a
nalidad era conectar la totalidad del país sobre obligó a actualizar la concepción de los aero- Ezeiza, la construcción de una “aeroísla” (isla
las bases de las rutas aéreas de las cuatro em- puertos. Además, el tráfico aéreo aumentó a artificial por refulado) al norte de la Capital, un
presas mixtas que cubrían el tráfico en territo- partir de 1955: nuevas empresas extranjeras im- pólder en Berazategui y un seadrome (losas flo-
rio nacional. Se consideraban aeropuertos de plantaron vuelos al país; se eliminó el mono- tantes) al Sur de Buenos Aires, ideas que reto-
primera categoría: Aeroparque, Morón, Gene- polio estatal en vuelos internos, de allí que se maban propuestas de los años cuarenta.
ral Belgrano (Prov. de Buenos Aires), Salta, Cór- Por entonces se ejecutan obras como Jujuy
doba y Mendoza. Registraban un diseño de pis- (El Cadillal), con una aeroestación de impor-
tas triangulares o de pista única, un sector de tante arquitectura por tratarse de un aeropuer-
hangares y talleres, y se preveía un edificio pa- to internacional, San Juan, Corrientes (Cambá-
ra la aeroestación, cuyo diseño difería en fun- Punta), Rosario, San Luis, Posadas, Iguazú.
ción de las distintas condiciones climáticas o En general, estos aeropuertos fueron re-
paisajísticas. Así, la aeroestación de Córdoba modelados y ampliados, según los cambios téc-
(Pajas Blancas, 1948) o la de Salta (El Aybal, nicos de los aviones que reciben y los requeri-
1949) combinaban elementos formales ligados mientos del tráfico aéreo a servir, pero también
a imágenes modernas (volumetría simple, gran- las obras dependieron de la capacidad de in-
des paños vidriados, voladizos de hormigón) versión del país. Esta última fue pobre, y en mu-
con materiales locales, como revestimiento de chos casos la ausencia o desactualización de
piedra rústica o techos de tejas a dos aguas (Sal- la infraestructura implicó el levantamiento de
ta, Comodoro Rivadavia). vuelos o cambios de rutas. En general, en la Ar-
La construcción se limitó a los casos más u INTERIOR DEL AEROPUERTO DEL VALLE DEL CONLARA. gentina la navegación aérea no ha alcanzado el
importantes: Ezeiza, Aeroparque, Mendoza (El desarrollo que registra en otros países.
Plumerillo), Río Gallegos, Bahía Blanca, Mo- formaran nuevas compañías privadas (por ejem- Los aeropuertos que registraron mayor ac-
rón (afectado como base militar) y Córdoba (Pa- plo, Transcontinental, 1956; Austral, 1957) y un tividad de transformación fueron Ezeiza y Ae-
jas Blancas). Sobre 45 aeropuertos que opera- número importante de estados provinciales cre- roparque. En 1977 se remodelaron y ampliaron
ban en 1949, solo los indicados (excepto Río aron empresas aéreas con la intención de vin- a la vez los más importantes del país, a partir
Gallegos) poseían pistas de asfalto u hormi- cular las capitales con el interior, aunque con del Campeonato Mundial de Fútbol de 1978:
gón, mientras que en los demás estas eran de éxito variable: Aerochaco, 1957; LAPER, en En- Ezeiza (espigón internacional), Aeroparque (sec-
tierra, o se utilizaba un terreno sin delimita- tre Ríos, 1967. En 1961, la Secretaría de Aero- tor Aerolíneas Argentinas, con antecedentes en
ción de pistas. Para 1960, otros siete aero- náutica preparó un Plan General que priori- 1970, 1972 y 1974), Córdoba, Mar del Plata,
puertos habían mejorado en tal sentido su in- zaba el acondicionamiento de Ezeiza, Bahía Mendoza, y Rosario. Las obras se centraron so-
fraestructura (Resistencia –en 1970 se Blanca, Concordia y Santiago del Estero. Aero- bre todo en la capacidad de las estaciones pa-
construye uno nuevo–; Río Cuarto; Río Ga- parque planteó un caso particular, ya que sus ra recibir pasajeros, tanto desde el punto de vis-

26 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


aer aft
ta cuantitativo (ampliaciones) como de su ade- al servicio del país. Bs. As.: Ed. Kraft, 1948; “Aero-
cuación a condiciones de un mayor confort (re- puertos”. En: Revista nacional aeronáutica y espa-
modelaciones). cial, febrero de 1962; “Aeropuertos”. En: Construc-
Durante la última etapa del gobierno de ciones N.°268, nov.- dic. de 1977; A. Ballent.
Carlos Menem, un número importante de ae- “Movimiento y reposo: imágenes rústicas y moder-
ropuertos (32) fueron concesionados. El plan nistas en la operación territorial de Ezeiza”, 1994.
incluía la transformación y optimización del
servicio en función de los cambios tecnológi-
cos de la última década y del vertiginoso in- AFTALIÓN, BISCHOFF, EGOZCUE, VIDAL.
cremento del tráfico aéreo. Uno de los prime- (ABEV). (Aftalion, Fernando: Mar del Plata,
ros efectos de la privatización del servicio fue 1943; Bischoff, Bernardo: Buenos Aires, 1939;
la ampliación de la terminal de pasajeros del Egozcue, María Teresa: Buenos Aires, 1943;
Aeropuerto Internacional de Ezeiza. El pro- Vidal, Guillermo: Buenos Aires, 1940). Estu-
yecto fue encargado al estudio MSGSSS (v.) aso- dio de arquitectura de amplia labor profesio- u HOSPITAL NACIONAL DE PEDIATRÍA JUAN P. GARRAHAN.

ciado al estudio Urgell, Fazio, Penedo, Urgell nal a partir de la década de 1970. Se desta-
(v. Llauró y Urgell). El edificio construido inaugu- ca por la exitosa participación en concursos modoro Rivadavia (1975), Río Gallegos (1970)
ró una nueva modalidad tipológica en la Ar- nacionales de anteproyectos, habiendo ob- y Ushuaia (1974- 1980).
gentina para este servicio, a tono con las reali- tenido más de 40 distinciones. Buena parte En esos mismos años, el estudio inicia otra
zaciones internacionales. de su producción inicial estuvo realizada en línea de investigación sobre edificios de alta
En 1999 se inauguró en Santa Cruz el ae- asociación con los arquitectos Jorge do Por- complejidad funcional. En esta vertiente pue-
ropuerto de El Calafate, proyectado por Carlos to y Beatriz Escudero. de observarse una explícita adscripción a la
Ott. Mientras que en 2003 comenzó a funcio- arquitectura de sistemas (v.), a partir de una or-
nar el Aeropuerto Internacional del Valle del El estudio se forma desde del común apren- ganización formal que privilegia las circulacio-
Conlara, en San Luis, proyectado por el estudio dizaje universitario y se ve potenciado por el nes y la exhibición diferenciada de cada uno de
Bodas-Miani-Anger. primer premio logrado en el concurso para el los sectores funcionales. Este tipo de composi-
Cabe consignar que en los años noventa los Banco de la Provincia de Santa Cruz, en Río Ga- ción puede verse en el Hotel Termal en Presi-
aeropuertos se transformaron en un tema cen- llegos, obra que se realiza entre 1966 y 1968. dencia Roque Sáenz Peña, Chaco (1971- 1979);
tral en el desarrollo de la arquitectura. Como Dicha experiencia permite al grupo proyectar a la Escuela de Oficiales Subalternos de la Ar-
consecuencia del crecimiento del volumen de partir del estudio del clima riguroso de la Pa- mada, en Puerto Belgrano (1970-1976), y la obra
pasajeros y la expansión de los servicios aére- tagonia y las tradiciones constructivas regio- más conocida del grupo, el Hospital Nacional
os, las grandes terminales se convirtieron en nales. Así lo demuestran otras obras encarga- de Pediatría (1973- 1983) (v. Hospital). A ello pue-
vastos espacios urbanos multifuncionales. Si- das por el mismo banco: la sucursal Pico den sumárseles algunas experiencias en con-
tios capaces de incorporar distintas actividades Truncado (1970) y Caleta Olivia (1970) o el edi- cursos, no construidas: el Departamento de
que tienen su máxima expresión en los gran- ficio de vivienda y comercio de Río Gallegos Bomberos de San Juan (1968); el Auditorio de
des halles, donde la arquitectura experimenta (1967- 1970), generadas a partir de la elabora- la Ciudad de Buenos Aires (1972); el Instituto
soluciones constructivas y tecnológicas que pue- ción de soluciones locales, sin abandonar la in- de Vitivinicultura de Mendoza (1971), u otros
den ser leídas también como expresiones sim- vestigación tecnológica y la preferencia por la proyectos de hospitales que siguen como mo-
bólicas del proceso de globalización. A. B simplificación de las respuestas funcionales ba- delo al de Pediatría: Materno-infantil de San Isi-
sadas en una estructura de partido clara. A es- dro (1978); La Fría en Venezuela (1978); Alve-
Bibliografía: A. Williams. “El aeropuerto de Buenos Ai- ta serie inicial, pueden adjuntarse otras obras ar en Buenos Aires (1972). En todos estos
res”. En: La arquitectura de hoy. abril de 1947; Se- realizadas en Patagonia durante la década de ejemplos se lee un interés experimental y una
cretaría de Aeronáutica. La aeronáutica nacional 1970, como los conjuntos habitacionales de Co- tendencia a formular una teoría de diseño ba-

u ARQUITECTURA SISTEMÁTICA EN LA ESCUELA DE OFICIALES SUBALTERNOS EN PUERTO BELGRANO (AVEB).

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 27


uEX CASA CUNA: EL PROYECTO PLANTEA LA REHABILITACIÓN DE LOS EDIFICIOS HISTÓRICOS DEL PREDIO Y LA COSTURA DEL CONJUNTO A TRAVÉS DE UN NUEVO EDIFICIO, QUE HACE DE TELÓN.

sada en la flexibilidad, el crecimiento, el uso de etapa es el conjunto Terrazas de Núñez, un em- residencias particulares como: Paraguay 1535,
materiales prefabricados y desmontables, con- prendimiento pensado para ser insertado en la Azcuénaga 1534, Libertad 1877, Paraguay 859,
ceptos teóricos que generan una estética com- trama tradicional. Pellegrini 1080 y 1264, Arenales 899 y 1349,
partida por la mayoría de los arquitectos de esa En los noventa la imagen tecnológica pa- Córdoba 1543; todas ellas en Buenos Aires. En
generación y que comenzó a declinar luego rece emerger nuevamente como estructurado- La Plata realizó la sede local de La Prensa. En
de 1973, cuando la crisis energética mundial y ra de los proyectos del estudio, como se ob- Mar del Plata fue autor del Club Mar del Plata
la crisis política local pusieron en duda el op- serva en la clínica AMEPBA (1999), realizada y de la Rambla Bristol (luego demolida); en Co-
timismo tecnocrático del desarrollismo. Sin em- por Bischof, Egozcue y Vidal (BEV), asociados rrientes, del Palacio de Invierno en Empedra-
bargo, es precisamente este equipo uno de los con los arquitectos Pastorino y Pazzolo. Recién do; y, en Córdoba, del hotel situado en la es-
que no abandonó las plantas sistémicas a la ho- a fines de 2003 comenzó a construirse el pro- quina de las calles San Jerónimo y Buenos Aires.
ra de organizar programas complejos, como pa- yecto de remodelación y ampliación del Hos-
rece demostrarlo el concurso del Mercado Na- pital P. de Elizalde (ex Casa Cuna), en el barrio Bibliografía: M. del C. F. de Mariconde. La arquitec-
cional de Hacienda, realizado en 1981, en el porteño de Barracas, que el estudio había ga- tura del siglo XIX en la Argentina. Córdoba: Fau-
cual ABEV gana el primer premio en colabo- nado por concurso nacional en 1995. F. A. UNC, 1983
ración con el grupo Staff (v.). Durante los años
setenta y ochenta, el estudio realizó una amplia Bibliografía: Revista Summa. N.°197, marzo de 1984.
producción en el campo de la vivienda, como
el edificio de 11 de Septiembre 782/784 (1972);
Adolfo Alsina y Avenida Entre Ríos (1969), am- AGOTE, CARLOS. Buenos Aires, 1866 - íd.,
bos en Buenos Aires. A ello debe sumársele una 1950. Arquitecto. Activo en Buenos Aires y en
serie de conjuntos habitacionales realizados Mar del Plata entre fines del siglo XIX y princi-
dentro de las premisas urbanísticas que ca- pios del XX. Trabajó dentro del lenguaje ecléc-
racterizan el período, fundamentalmente con tico, aunque con fuerte impronta francesa. Au-
la idea de reorganizar el suburbio a partir del tor de algunos de los edificios paradigmáticos
impacto de estos grandes emprendimientos, de la Belle Èpoque como el diario La Prensa y
cuyo objetivo es generar nuevas formas de há- el Club Mar del Plata.
bitat. Así, en La Matanza (1970) y Ciudadela
(1971) aparecen las tiras cruzadas que organi- Graduado en las Escuelas de Artes y Ma-
zan grandes patios de verde; en Mar del Plata nufacturas de Francia, trabajó en Obras Sani-
(1978) y Catamarca (1983), partiendo de dife- tarias de la Nación (v.) y en el Banco Hipoteca-
rentes densidades, la premisa parece ser una rio Nacional (v.). Realizó un importante número
reinterpretación funcional de la manzana. de obras en forma individual y otras en socie-
En los ochenta, el estudio inicia una etapa dad con Alberto Gainza, con quien fundó un
de acercamiento a la modalidad contextual. Sin estudio en Buenos Aires Sus realizaciones más
perder su rigor funcional, acentuando la expe- importantes son: El Banco Español y Río de la
riencia en el terreno técnico, ABEV plantea una Plata en Reconquista y Perón (1905), el Club
arquitectura basada en el uso del ladrillo visto del Progreso, segunda sede, en Av. de Mayo 633
y el acercamiento a las formas tradicionales de (1906), el edificio del diario La Prensa en Av.
la ciudad. Un ejemplo concreto de esta nueva de Mayo 657 (1902). También proyectó varias u EDIFICIO DEL DIARIO LA PRENSA (C. AGOTE Y A. GAINZA).

28 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


aft agr
AGRELO, EMILIO. Buenos Aires, 1856 – íd., do el eje de discusión al problema de la trans- a organizar en 1964 un seminario junto al Gru-
1933. Arquitecto. Activo en la capital argenti- misión de significados a través de la arquitec- po de Investigaciones Visuales de París, y lue-
na en las primeras décadas del siglo XX. tura. En su vasta producción internacional, un go a abrir un espacio para la exploración de la
espacio importante lo ocupan sus proyectos relación entre Semiología y Arquitectura des-
Entre sus obras más importantes pueden realizados en la Argentina, coincidentes con de su cátedra de Visión (FAU- UBA). AyG tam-
citarse el hotel The Winsor en Av. De Mayo y un momento particularmente receptivo de es- bién participaron de las actividades profesio-
la Galería Bon Marché (actualmente Galerías te enfoque teórico que La Escuelita contribu- nales del estudio de Baliero, con quien ambos
Pacífico), en colaboración con Raúl Lavacher yó a fomentar en el campo local de la disci- actuaron en una serie de concursos nacionales
(v.); también el edificio de Viamonte 444, sede plina a fines de los setenta y comienzos de los como el del Plan Urbanístico para Laguna de
actual del rectorado de la UBA. Fue director de ochenta. Ubicados en un momento de crisis los Padres, con el que obtuvieron el primer pre-
obras en el Jockey Club de Buenos Aires, pro- disciplinar, el principal aporte de AyG reside mio en 1964.
yecto del arquitecto M. A. Turner. en la reinstalación de la noción de proyecto, Un punto de inflexión en las carreras de
planteado en los setenta como respuesta a AyG lo marcan sus estudios de posgrado reali-
Bibliografía: F. Ortiz, R. Gutiérrez, A. Levaggi y A. S. J. los riesgos de disolución de la disciplina que zados en París entre 1967 y 1969 –en la École
de Paula. La arquitectura del liberalismo en la Ar- ellos advertían en versiones tecnocráticas, po- Practique des Hautes Études y en el Centre
gentina. Bs. As.: Sudamericana, 1968 pulistas o ambientalistas, para reafirmar en de Recherche d’Urbanisme–, donde conocen a
cambio la autonomía de la arquitectura y su Roland Barthes y a las más avanzadas teorías
estatus como disciplina. estructuralistas asentadas sobre el modelo lin-
güístico como punto de partida para establecer
Egresados de la Facultad de Arquitectura de los mecanismos de comunicación.
Buenos Aires, AyG se vieron inmersos en los Desde esta perspectiva, AyG estudiaron y
debates gestados en torno de las ideas de la “nue- profundizaron aspectos de la vida moderna en
va visión”, que luego del impulso inicial dado sus tesis sobre la calle y el turismo, respecti-
por Maldonado (v.) se desarrollaron en torno de vamente; para luego introducirse específica-
grupos como OAM, y en particular de referen- mente en la arquitectura y proyectar sobre ella
tes como Jannello (v.) y Baliero (v.). El acerca- una nueva mirada.
miento al estructuralismo francés desde la co- En 1969, ambos regresaron a Buenos Ai-
municación visual ya había llevado a Jannello res, abrieron su estudio de arquitectura y con-

u GALERÍAS BON MARCHÉ (HOY PACÍFICO).

AGREST Y GANDELSONAS (AyG). (Agrest, Dia-


na: Buenos Aires, 1945; Grandelsonas, Ma-
rio: Buenos Aires, 1938). Arquitectos, docen-
tes y productores de teoría y crítica en el campo
de la investigación proyectual. Desde co-
mienzos de la década del setenta residen en
Nueva York, ciudad en la que desarrollan una
intensa labor donde la faz profesional, en el
marco del estudio conformado, interactúa con
preocupaciones que se expanden hacia la Te-
oría de la Arquitectura entendida como pro-
ducción cultural antes que económica. Junto
a Machado y Silvetti (v.), constituyen los más
destacados “emigrados” del grupo de jóvenes
argentinos formados en la UBA a fines de la
década del sesenta. Desde esta perspectiva,
apoyada en las indagaciones del estructura-
lismo, AyG trataron de traspasar los límites que
establecían las más esquemáticas ideas fun-
cionalistas y las alternativas arquitectónicas
dominantes en los años setenta, trasladan- u MIRADOR DE LA CASA DE UN COLECCIONISTA EN SAGAPONAK, NUEVA YORK, DE DIANA AGREST Y MARIO GANDELSONAS.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 29


formaron con Jannello la cátedra de Semiolo- tienen el significado y quitan el marco de re-
gía Arquitectónica de la UBA –en la que MG ferencia (el Clasicismo o una tipología), con-
era Titular Adjunto y DA Jefa de Trabajos Prác- forma un modo de operar que reitera la renuncia
ticos–, cuyas actividades incluyeron la gestión a las analogías miméticas a favor de un rigu-
de la visita de Umberto Eco. roso trabajo racional. La escalera, la puerta, el
Para entonces, los trabajos de AyG no solo patio, el muro, etc., constituyen así puntos de
despertaron el interés local, del cual se hizo eco partida para una exploración en la que el refe-
la revista Summa, sino también de importan- rente físico de esos elementos desaparece en la
tes figuras del campo disciplinar internacional. búsqueda de mayores niveles de abstracción. A
Fue así que en 1970, convocados por Peter Ei- partir del significado de la escalera en el Cla-
senmann, participaron de la creación del Ins- sicismo, jerarquizando puntos de observación
titute for Architecture and Urban Studies de que enfatizan la posición sobreelevada del hom-
Nueva York, iniciando intensas actividades que bre como controlador de la naturaleza, DA re-
los llevaron a radicarse en esa ciudad al año si- alizará la Casa para Músico en Mallorca –1975–,
guiente. compuesta de una gran escalinata exterior que
organiza la distribución aterrazada de espacios
de absoluta radicalidad interna, anticipando una
exaltación de aquel elemento arquitectónico
que, en mayor o menor medida aparecerá en
toda la producción. Desde una aguda reinter-
pretación de la sintaxis de la villa palladiana, en
particular la de Maser, AyG proyectarán una ca-
sa en Punta del Este, con una rigurosa geo-
metría inclusiva de los elementos clásicos de
mayor significación. u EDIFICIO EN MEDRANO 172, BUENOS AIRES (AYG)

Allí radicarán las primeras diferenciaciones


u DIANA AGREST Y MARIO GANDELSONAS. establecidas dentro del conjunto de nuevas in- va una calificada mirada para comprender el
dagaciones que reinstalan la Historia en la Ar- rol transmitido por el sujeto y la historia, por la
En Nueva York sus tareas se fueron diver- quitectura, desde Colin Rowe, los Five, Ven- normalización clásica y la tipología.
sificando: DA comenzó a desempeñarse, en turi a Rossi (v.), y donde, dentro de una filiación Una serie de propuestas de escala urbana
1971, en la Princeton University School of Ar- común, surgirán sus intentos por tomar dis- acrecientan el protagonismo en la escena in-
chitecture –siendo la primera mujer que ense- tancia, a través de la categoría propia de Neo- ternacional de AyG, con trabajos realizados en
ñó en esa institución–, mientras que MG diri- funcionalismo, de las del Neorracionalismo de sociedad con Machado y Silvetti (v.). En 1975,
gió seminarios y cursos, y en 1973 fue Rossi, o del Neorrealismo de Venturi. Tanto en junto a ambos, AyG intervinieron en el Con-
cofundador de la revista Oppositions, de la que la tarea profesional, docente y editorial como curso para la Villette de París y, el mismo año,
también pasó a ser editor; en tanto que la in- en la teoría y praxis, la arquitectura, para AyG, en los concursos para un conjunto habitacio-
vestigación proyectual iba encontrando encar- en tanto producción de conocimiento, conlle- nal en Roosevelt Island de Nueva York y el Pro-
gos de una creciente complejidad para ser vol- gramme Architecture Nouvelle de París.
cada a la praxis disciplinar. Poco después, entre 1977 y 1978, realizaron
El carácter experimental de sus primeras para Buenos Aires cuatro proyectos de los cua-
propuestas se manifiesta en trabajos que ex- les tres fueron construidos en sociedad con Jor-
ploran la autonomía formal –BPC I y II, 1970– ge Feferbaum y Marcelo Naszewski. Se trataba
y la transmisión de significados que trascien- de edificios de vivienda colectiva de alta den-
den requerimientos programáticos o funcio- sidad, entre medianeras –solo uno de ellos agre-
nales y hasta los ironizan como en el “Edificio gaba como particularidades requerimientos de
clasificador humano por características físicas oficinas en los primeros niveles y su ubicación
y psicológicas erigido como monumento” (1967- en esquina–, con homogéneas respuestas que
1975). Estas iniciales exploraciones, continua- reflejan una común toma de partido. Encorse-
das en primeros encargos, contribuirán a la pro- tado por lotes estrechos y largos, su capacidad
gresiva recuperación del estatus preeminente de gestar sentido en el espacio público se diri-
del dibujo en la arquitectura –y en particular ge a explotar las interacciones entre dos bloques
del uso de perspectivas axonométricas en des- paralelos articulados por los servicios comunes
piece a la manera de Choisy–, diluido por en- que conforman un volumen independiente,
tonces en el mecanicismo proyectual que trajo prevaleciendo juegos de oposiciones de len-
aparejado la arquitectura de sistemas (v.). guajes que tematizan el sentido del muro y, des-
En las respuestas concretas, trabajar sobre de él, la relación interior / exterior; en Medra-
las metáforas, que en su reelaboración man- u AXONOMÉTRICA DEL INTERIOR DEL EDIFICIO MEDRANO 172. no 172, entre un bloque de ladrillo visto que

30 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


agr ala
exalta la operación de sustitución de partes so- cial encarado por la comuna. AyG ganó en 2004 desde el 2000, continuando una tendencia ya
bre un plano continuo desde una rigurosa ra- un concurso para un proyecto entre autopistas inaugurada en Buenos Aires, la construcción
cionalidad que se extiende a las elaboradas res- en Marsella, Francia. G. V. de unidades de vivienda en barrios cerrados.
puestas habitacionales, y otro que por detrás Los principales proyectos realizados por el es-
contrapone su mayor altura y la homogeneidad Bibliografía: Colección Summarios. N.°13, 1977; N.°109, tudio están encabezados por los edificios insti-
de un inalterable courtain wall; en J. M. Gutié- 1987; Revista A/mbiente. N.°21, 1980; Summa. N.°11, tucionales obtenidos por concurso. La Canci-
rrez 2551, donde las oposiciones se manifies- 1995. llería, inicialmente pensada como ampliación
tan entre un bloque de ladrillo visto y otro re- del viejo edificio de Christophersen (v.), fue fi-
vocado, y en el edificio “tres fachadas”, la mayor nalmente construida en un predio situado fren-
tensión se establece en el interior de los blo- AIZENSTAT + RAJLIN. (Aizenstat, Natan: La Paz te a este, en Arenales y Esmeralda, como un
ques, compuestos por sucesivos planos verti- (Bolivia), 1941; Rajlin, Carlos: Buenos Aires, gran bloque de hormigón visto de 17 pisos y
cales que en forma secuenciada van invirtien- 1942). Laureados en la FAU-UBA en 1967 y 420. 000 m2, en asociación con los arquitec-
do la relación de llenos y vacíos hasta pasar de 1966, respectivamente, A+R se asociaron en tos Dodero y Levinton; la Embajada del Para-
la preeminencia absoluta del vidrio en la pri- 1968, iniciando un fructífero perío-do de tra- guay fue realizada junto con los arquitectos Do-
mer fachada a la del muro calado en la últi- bajo que continúa hasta 1983. En este lap- dero, Dimant y Cohen, y el ingeniero paisajista
ma. En el último de sus proyectos para Buenos so participan en más de 30 concursos, con Plante. Pueden mencionarse también las torres
Aires es donde, por la mayor libertad que ofre- premios en 24 de ellos, por lo que se colocan de Federico Lacroze y Villanueva; Soldado de
cía operar en un terreno en esquina, puede entre los estudios jóvenes más exitosos del la Independencia y Federico Lacroze, y varios
reconocerse con claridad la priorización del sig- momento. edificios en propiedad horizontal (Lafinur 3170;
nificado de elementos como la reconstitución Santa Fe 2055), todos en Buenos Aires.
del bloque de la manzana por sobre las condi- Pueden mencionarse el primer premio pa-
ciones ideales de iluminación y ventilación de ra la Embajada Argentina en Asunción, Repú-
los departamentos, a través de una respuesta blica del Paraguay (1971), el Primer Premio pa- ALAMEDA. f. Paseo público, originario de Espa-
basada en la distribución del conjunto en tor- ra las oficinas de la Cancillería, en Buenos Aires ña (s. XVI), cuya característica principal es es-
no de un patio interior. (1972); Sede Norte de la Empresa SEGBA (Ser- tar organizado a partir de una avenida de ála-
Entre los trabajos más recientes, se desta- vicios Eléctricos del Gran Buenos Aires), ac- mos u otro tipo de árboles colocados en hileras.
can la casa para un coleccionista de arte en Sa- tualmente Edenor; Embajada Argentina en Bra- Lugar por excelencia de la sociabilidad urba-
gaponak, Nueva York, 1989-1992, donde su silia, 1970; Mercado de Concentración de na, fue el primer espacio concebido para el
habitual proceso de exploración de la sintaxis Ganado, 1981, etc. Posteriormente, aunque per- ocio y el paseo en el Río de la Plata, desde
del orden clásico es emblematizado por seis manecen asociados en algunas obras, cada ar- la segunda mitad del siglo XVIII a las primeras
torres equidistantes y conectadas por dos puen- quitecto abre su propia oficina –Rajlin asocia- décadas del XIX. Alameda procede álamo, y
tes, aunque su resolución formal, con un gran do con el arquitecto Gustavo Natanson–, hasta este del gótico alms, voz hipotética emparen-
espacio central que articula los distintos volú- que se trasladan a Miami (USA), en donde des- tada con la nórdica almr.
menes, introduce llamativas transgresiones a arrollan juntos emprendimientos inmobiliarios
la característica racionalidad de la obra de AyG. La primera alameda fue creada en Buenos
También debe mencionarse el Plan Urbano Aires por el gobernador Bucarelli y completa-
para la ciudad de Des Moines, Estados Unidos da por Don Pedro de Cevallos (1757) como pa-
(1994), en el que se trabaja la idea de vision seo junto al río, con el propósito de ordenar las
plan por sobre la tradicional de master plan, ba- precarias edificaciones existentes, embellecer
jo el criterio de generar “momentos” de in- la ciudad y crear una vía costera de uso mili-
tervención antes que un plan cerrado, y don-
de trata de crearse una lógica de proceso
continuo en el que puedan convivir ciudad y
comunidad de negocios. Con este trabajo son
asumidos los límites de la consideración de la
arquitectura como producción cultural antes
que económica y la lógica del humanismo re-
nacentista se repliega ante el vertiginoso avan-
ce de la globalización, para hacer del urbanis-
mo “un menú de alternativas, de estrategias
y de tácticas que dejen lugar para que las fuer-
zas del mercado puedan influir en la confi-
guración final de los proyectos”.
Entre sus obras más recientes, figura el Mel-
rose Community Center, en el Bronx, Nueva
York (2001); un edificio construido con mate-
riales frágiles, que es parte de un programa so- u NUEVO EDIFICIO DE LA CANCILLERÍA, EN BUENOS AIRES. u ALAMEDA EN EL SUBURBIO DE MENDOZA.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 31


tar junto al fuerte. La obra tardó mucho tiem- privada y la arquitectura. A partir de mediados La alineación es, en la primera mitad del si-
po en ser llevada a cabo y correspondió su fi- del siglo XVIII, se subordinaron cada vez más glo XIX, la única vía legal para emprender la re-
nalización al Virrey Vértiz. a los ingenieros militares, debiendo atenerse a forma y el ensanche de las poblaciones. Es fun-
En otras ciudades del interior también se la normativa que estos iban elaborando. ción de un proyecto de alineación conseguir
organizaron este tipo de paseos públicos. En Después de la Revolución de Mayo, el con- que las calles sean más rectas y más anchas,
Córdoba, la alameda fue construida por el go- trol estatal de su actividad se hizo más estricto. evitando los cambios de dirección.
bernador intendente Sobremonte e inaugura- En 1823, el Departamento de Ingenieros Ar- La técnica de las alineaciones podía servir
da en 1786. No se trataba de una avenida line- quitectos (v.) promulgó un reglamento con la tanto para marcar un ensanche –nuevas arte-
al como la de Buenos Aires, sino de varias obligatoriedad para los alarifes de rendir exa- rias situadas fuera del núcleo central– como
avenidas que culminaban en un cuadrado con men de idoneidad y presentar sus propuestas también para la reforma de la zona más anti-
un lago artificial destinado a los paseos en bo- a la aprobación de los técnicos estatales. El tér- gua. Mediante esta acción existía la posibilidad
te. Poseía una estructura más compleja que su mino desapareció lentamente del lenguaje de de que, al rehacerse las viejas viviendas, pudiera
similar porteña, asimilable a un parque o jar- la construcción junto con el alejamiento de la realizarse un nuevo trazado de la calle, más ade-
dín público, a la que se sumaban accesos, ban- influencia española y el cambio en la compo- cuado a las necesidades que imponía el aumento
cos de piedra y un templete. sición de la mano de obra, resultado de la ma- de la importancia de la ciudad.
Otro tanto sucedía con la de Mendoza (v.), siva llegada de la inmigración europea. La exigencia de inspeccionar el desenvolvi-
que fue construida más tardíamente por dis- miento de la edilicia privada había surgido –al
posición del general San Martín (1814) sobre menos en Buenos Aires– al poco tiempo de fun-
un proyecto más reducido, realizado original- ALINEACIÓN. f. Acción de delinear o materiali- dada la ciudad. Se conocen ya desde 1590 do-
mente por el Cabildo (1808). Tenía esta siete zar líneas en el espacio, con el objeto de ra- cumentos que señalan la existencia de un maes-
cuadras de largo y estaba adornada con bancos, tificar o rectificar un trazado urbano. También tro mayor y un comisario encargados de
flores y un templete en estilo griego. La de San se dice delineación. El término se utilizaba so- controlar la edificación y de “tirar cordeles en
Juan fue construida en 1817 durante el gobier- bre todo en el siglo XIX, cuando dicha acción la fachada que ha de tener”. Sin embargo, a lo
no de De la Rosa, en la calle que servía de límite era realizada por los técnicos para el trazado largo del tiempo, en una ciudad en constante
a la planta urbana. de mensuras, ejidos, solares, chacras, quin- crecimiento, se fue verificando la imposibili-
Con el tiempo las alamedas fueron per- tas u otro tipo de divisiones entre propiedades dad de establecer una real vigilancia. De ma-
diendo importancia como paseos públicos pa- urbanas o suburbanas, y entre estas y el es- nera excepcional, durante el período 1784-1792
ra quedar comprendidas dentro del centro de pacio público. La consecuencia más impor- funcionó con regularidad la norma más preci-
las ciudades en expansión y servir a otros usos, tante de esta operación fue la determinación sa de presentación de planos a las autoridades
o ser remplazadas lentamente por los parques de los límites entre la propiedad estatal y la por cada obra que se realizara. Pasado ese im-
públicos (v.) y bulevares (v.). F. A. privada a los efectos de controlar los abusos pulso inicial, fomentado directamente por Mos-
o errores que los vecinos pudieran ejercer so- quera (v.) y Sa y Faría (v.), todo quedó reducido
Bibliografía: R. González. Imágenes de la ciudad capi- bre el espacio público. a este recurso que permitía corregir los cre-
tal. Arte en Buenos Aires en el siglo XVIII. La Plata: cientes abusos en la delimitación de los terre-
La Minerva, 1999. La alineación, universalmente entendida por nos privados que, sobre todo en los suburbios,
las elites ilustradas como sinónimo de orden y amenazaba con modificar de manera radical el
sanidad, implica un paulatino abandono de la trazado de la ciudad.
ALARIFE. m. Maestro de obras o perito en cual- idea tradicional de “embellecimiento”, que abar- Después de la Revolución, una vez organi-
quiera de las artes auxiliares de la construc- caba solo los edificios públicos y sus sectores zado el Departamento de Ingenieros Arqui-
ción. Profesional no letrado, con conocimien- aledaños, por la consideración de la totalidad tectos (v.), en función de la nueva política de re-
tos empíricos, cuya actividad se relacionaba de la ciudad. Para Fréminville, según lo ex- gularización urbana, son impulsadas por el
directamente con la edilicia doméstica. En las presa en su diccionario sobre cuestiones ur- gobierno una serie de medidas contra los abu-
obras de mayor importancia, su actividad se banas, la belleza de las ciudades consiste, sobre sos de los particulares que proponen la reuti-
subordinaba a la de los arquitectos o ingenie- todo, en la alineación de sus calles. lización del recurso. En esta oportunidad se in-
ros. La voz procede del árabe hispano al‘aríf, Esta idea de alineación no se corresponde tenta contar con la realización de un plano
y esta del árabe clásico ‘arif, `experto´. directamente con la tradición de los modelos general de alineación en el cual deben incluirse
urbanos del Renacimiento, sino que tiene que paulatinamente los suburbios. Para hacer cum-
En los concejos municipales españoles, el ver con la noción, surgida a fines del siglo XVIII, plir con los dictados de este plano, en 1821 el
alarife era el encargado de inspeccionar las obras de asimilar la ciudad a un organismo de fun- Departamento de Policía instituye un Registro
públicas y particulares. Con esa función en- cionamiento análogo a los procesos vitales que de Delineaciones, donde cada propietario de-
contramos, en algunos de los cabildos (v.), que se están comenzando a estudiar en el interior be anunciar la realización de obras nuevas o
en nuestro territorio existió el cargo oficial de de los seres vivos. En ese sentido, considerada remodelaciones en su propiedad y pagar un
alarife. También aparece el término como de- la ciudad como cuerpo viviente, la rectitud de impuesto. La tramitación se completa con una
signación del maestro de obras de albañilería. las calles y la anchura de las mismas facilitaría medición in situ a cargo de los técnicos del De-
Los alarifes fueron durante los dos prime- el proceso de circulación de bie-nes y personas, partamento de Ingenieros, que determina el
ros siglos de la colonización los técnicos a car- beneficiando al sistema urbano y con ello a la deslinde entre el espacio público y el privado.
go de la mayoría de los trabajos de la edilicia sociedad en su conjunto. Dicha medición debe corresponderse con el

32 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ala alm
plano general de control. No interesa en cam- diferenciarlos. Se han encontrado cisternas
bio al organismo lo que suceda mas allá de la de formas variadas, producto de la existencia
línea municipal y la fachada, a la cual se de- de obras cercanas anteriores, de cambios de
dica buena parte de la normativa complemen- uso, de agregados de cámaras anexas o peque-
taria. Posteriormente, con la disolución del De- ños túneles o pozos para aumentar la capaci-
partamento de Ingenieros Arquitectos, la dad de almacenamiento. Se dejaron de usar con
actividad queda en manos del Departamento la introducción del agua corriente. D. S.
Topográfico (v.). Pese a esta iniciativa inicial,
los abusos se suceden durante buena parte del Bibliografía: D. Schávelzon. Túneles y construccio-
siglo XIX. Solo con la institución de la norma nes subterráneas. Bs. As.: Corregidor, 1992.
de presentación de planos y con la aparición
de un interés mayor por la vigilancia higiéni-
ca, que amplía el control del espacio publico ALMEIDA CURTH, DANIEL ADOLFO. La Pla-
para inmiscuirse en la cuestión de la relación ta, 1921. Arquitecto, escultor, docente. Acti-
espacio público- espacio privado –algo que ya vo en la ciudad de La Plata, desplegó una vas-
puede observarse con claridad en el Catastro ta trayectoria como profesional liberal desde
Beare–, cambia radicalmente el procedimien- mediados de los años cincuenta; se desta-
to. De allí en más no bastará la relación del es- có, además, dentro del ámbito público, como
pacio privado con la calle a través de la línea de responsable de la elaboración de la Ley N.°
fachada; con el objetivo de controlar los modos 8912 de Ordenamiento territorial y uso del
de vida de la población urbana se instaurará suelo en la Provincia de Buenos Aires.
nuevamente la presentación de planos ante
el organismo municipal. F. A. Comenzó sus estudios de arquitectura en la
Universidad de Córdoba, y luego los continuó
Bibliografía: J. L. Haroue. “Les fonctions de l’aligne- en la de Buenos Aires, donde se graduó en 1956.
ment dans l’organisme urbain”. En: Dix-Hutième siè- Después de instalar su estudio en La Plata pa-
cle. N.°9, Paris, 1977; J. Oliveras Samitier. “Poder mu- só a desarrollar una intensa actividad como pro-
nicipal y urbanismo en el siglo XIX”. En: Ciudad y u BROCAL DE MÁRMOL DE UN ALJIBE (SIGLO XIX) REALIZADO fesional liberal realizó numerosas obras en esa
territorio. N.°94, Madrid, 1992. EN PIEZA ÚNICA, CON TRABAJO ORNAMENTAL DE HERRERÍA. ciudad y también en otras localidades del in-
terior del país.
complejas tenían escalera para bajar, pozos Dentro de su producción se distinguen cua-
ALJIBE. m. Pozo de agua en forma de cisterna. de sedimentación para el polvo, nichos para co- tro tipos de encargo: viviendas unifamiliares
Del árabe hispano algúbb, y este del árabe clá- locar velas mientras se limpiaban, etc. Caídos –generalmente destinadas a profesionales–;
sico gúbb, cisterna. en desuso, fueron muchas veces confundidos edificios de propiedad horizontal; una impor-
con túneles o construcciones de usos inexpli- tante cantidad de trabajos para instituciones ca-
Durante la segunda mitad del siglo XVIII cables. Sobre el agujero central se colocaba un tólicas; y aquellos surgidos de los respectivos
se introdujo una nueva tecnología para con- brocal, al igual que en los pozos de balde, de allí concursos en los que se impuso.
servar agua en las viviendas. En Buenos Aires, que se les diera el mismo nombre a ambos sis- En una homogénea serie de viviendas, en-
sobre todo, el problema era la no-potabilidad temas; por cierto, desde la superficie es difícil tre las que se destacan en La Plata las de calle
del agua de la napa y lo sucia que resultaba la
que provenía del río. Este método consistía en
construir una cisterna subterránea a la cual era
conducida el agua de lluvia que caía en techos,
terrazas y patios, mediante cañerías de hojala-
ta y albañales, primero, y conductos de hierro
más tarde. Las cisternas eran de planta rec-
tangular con los ángulos redondeados o direc-
tamente circulares, con piso embaldosado y pa-
redes de ladrillo revocadas con cemento para
hacerlas totalmente impermeables. Sus di-
mensiones llegaron a superar los 30m2 y su
profundidad los 10m, aunque una buena me-
dida era solo de 5m, de modo que acumulaban
grandes cantidades de agua. En la parte supe-
rior tenían una bóveda o cúpula con uno o dos
agujeros de 60 a 80 cm de ancho, por donde
se bajaba un balde para sacar el agua. Las más u VISTA LATERAL DE UNA CASA EN GONNET, GRAN LA PLATA, PROYECTADA POR DANIEL A. ALMEIDA CURTH.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 33


En su desempeño en la función pública, ocu-
pó el cargo de Secretario de Obras Públicas de
la Municipalidad de La Plata. También parti-
cipó en organismos del gobierno de la Provin-
cia de Buenos Aires, del que además fue en
1962 Ministro de Educación.
Fue proyectista del Ministerio de Obras Pú-
blicas y del Instituto de la Vivienda, y a su car-
go estuvo en 1976 la elaboración de la Ley N.°
8912 (v.) de ordenamiento territorial y uso del
suelo, aún vigente.
En el plano docente cabe destacar, en 1960,
su actuación en la reestructuración de la Es-
cuela Superior de Bellas Artes de la Universi-
dad Nacional de La Plata, que dio origen a la
Carrera de Diseño, carente de antecedente al-
guno en el país. Asimismo desarrolló una in-
u PLANTA DEL CENTRO DE EDUCACIÓN Y ASISTENCIA SOCIAL EN CHIMBOTE, PERÚ. FUE PROYECTADO POR ALMEIDA CURTH. tensa actividad docente en distintas facultades
de arquitectura, entre ellas la de Mar del Pla-
17 1741, avenida 51 1074 y diagonal 78 777, se madera en calle 1 N° 46 y en 48 N°556. ta, de la que fue creador, organizador y decano,
verifican referencias diversas a los maestros (Le Entre los trabajos realizados para distintos y la de la Universidad Católica de La Plata, de
Corbusier (v.), Wright y Mies van der Rohe), obispados, se cuentan colegios y numerosos la que también fue decano. Participó, además,
aunque destiladas por una poética personal. El templos, que resultan propicios para poner de en la elaboración del plan de estudios de la Fa-
común denominador podría buscarse en un manifiesto una voluntad formal de difícil desa- cultad de Arquitectura y Urbanismo de la Uni-
modo de operar neoplasticista; en el uso de ma- rrollo en encargos más convencionales, basada versidad de Morón, donde actualmente, al igual
teriales en bruto (hormigón y ladrillo visto, vi- en lo que el propio Almeida Curth llama “ide- que en la de la Universidad Nacional de La Pla-
drios sin marco y madera en cortes elementa- as morfogeneradoras”. ta, es profesor titular.
les) y en interesantes búsquedas espaciales. A lo largo de su carrera también participó Almeida Curth forma parte de una gene-
Estas, compartidas por contemporáneos loca- en numerosos concursos nacionales de arqui- ración de arquitectos que introduce en el ám-
les como Krause (v.) y Lenci (v.), resultan supe- tectura: obtuvo en 1959 el primer premio en los bito local pautas fundantes de la Arquitectura
radoras del esquematismo proyectual domi- que organizó el gobierno provincial de Chubut Moderna a través de obras precursoras, con una
nante en la generación posterior. para la realización de una colonia de vacacio- gran elaboración proyectual y una poco común
Los edificios en propiedad horizontal inte- nes en Futalaufquén –no construida–, y de vi- calidad técnico-constructiva. F. G. / G. V.
rrumpen la tradición de ingenieros y arqui- viendas individuales para los miembros del Tri-
tectos racionalistas y academicistas de las dé- bunal Superior de Justicia en Esquel.
cadas anteriores. Sus propuestas aparecen, a Posteriormente, en 1961, obtuvo el primer pre- ALOISI, GINO. San Vito sul Cesano (Pesaro, Ita-
fines de los cincuenta y en los sesenta, tanto no- mio en el concurso para la Caja de Previsión lia), 1864 - Alta Gracia (Córdoba, Argentina),
vedosas como polémicas para el medio local: Social y Lotería, en Rawson, obra que realizó 1924. Arquitecto. Importante representante
extrema esbeltez y audaz estructura de transi- junto a Omar Pietrafesa y Horacio Sillero. del grupo de profesionales extranjeros de for-
ción (Diagonal 74 y 11), laterales neutros en to- En 1970, con la colaboración de su hijo Da- mación ecléctica que actuaron en el Buenos
rres o placas, y extrema diferenciación –trans- niel Wenceslao, obtiene el primer premio en el Aires de fin de siglo.
parente / ciego– entre frente y contrafrente, en concurso de antecedentes para la realización de
correspondencia con locales servidos y de ser- un Centro Asistencial en Chimbote, Perú, por Graduado en 1883 en el Instituto Industrial
vicio (Diagonal 74 y 11 y calle 47 entre 10 y 11). donación del gobierno argentino. de Fermo (Italia), llegó a Buenos Aires en 1885.
Estos primeros edificios se resuelven con En estos emprendimientos, las diferencias En esta ciudad cumplió múltiples actividades
plantas moduladas y una estética de volúme- programáticas orientan la búsqueda de distin- empresariales y culturales.
nes puros, con planos de textura suave (revo- tos tipo de respuestas que, dentro de un am- En lo estrictamente profesional fue cola-
que “súper iggam”) y expresión de la grilla es- plio campo de acción, mantienen su relación borador de los arquitectos Tamburini (v.) y Me-
tructural en la fachada, en la cual se enfatizan con la arquitectura de “los maestros”. A la tra- ano (v.) hasta 1896, fecha en la que comenzó a
los vanos a partir de la ausencia de dispositivos ma ortogonal, el tratamiento en hormigón vis- ejercer actividades de manera independiente.
de oscurecimiento exterior. to y los expresivos parasoles –asimilables a Su nombre se asocia a un centenar de obras,
Más tarde, en la década del setenta, trasla- obras de la última etapa de Le Corbusier– de entre las que cabe citar algunas realizadas en
da a sus edificios de propiedad horizontal prác- la Caja de Previsión, le sucede la utilización de su carácter de arquitecto del Ministerio de Obras
ticas técnico-expresivas ya utilizadas en las vi- una modulación hexagonal con fines antisís- Públicas (v.): La Facultad de Ciencias Médicas
viendas unifamiliares: hormigón y ladrillo visto micos en el Centro Asistencial del Perú, que y Morgue en Córdoba y Junín; la Escuela Nor-
en su casa estudio de calle 49 N°843, y singu- puede asociarse a experiencias wrightianas en mal de Profesores N.° 1 en Buenos Aires y el
lares dispositivos de cerramiento exterior de obras como la Hanna House. Colegio Nacional de San Miguel de Tucumán.

34 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


alm alt
También proyectó para comitentes privados mentará sus argumentaciones en los escritos
una serie de residencias y casas de renta, como que publicará a favor del deslinde de las pro-
el edificio de La Inmobiliaria en la calle San fesiones de ingeniero y arquitecto, resumidos
Martín, Lavalle 1747, Ayacucho 1035 y 1946, en su folleto ¡Fiat Justitia! Arquitecto no Inge-
Azcuénaga 1057, Paraná 648, Rivadavia e Hi- niero (Bs. As., 1910). En sus artículos criticó du-
pólito Yrigoyen, y un chalet en Mar del Plata ramente la contratación de arquitectos y urba-
para Marcos Algier, distinguido con el premio nistas en el exterior en detrimento de los
municipal a la mejor construcción de ese tipo arquitectos nacionales, como también la in-
en 1922. Proyectó también en esa ciudad Vi- operancia del reglamento de construcciones
lla Leopoldina para Francisco Badino (1922). que confundía incumbencias de constructores,
Obtuvo premios y distinciones en la expo- ingenieros y arquitectos, y la proliferación de
siciones del Centenario (1910) y Turín (1911). ingenieros en puestos públicos y en la ense-
Participó en una serie de concursos importan- ñanza de la arquitectura. Fue uno de los once
tes, como los del Colegio Nacional (1907) y el socios fundadores de la SCA (1886) y algunas
del Sanatorio Popular para Tuberculosos (1916), de las reuniones se realizaban, hacia 1889, en
en los que alcanzó el segundo y primer premio, su casa y estudio de la Av. Alvear 25. Desde su
respectivamente. llegada al país, desempeñó distintos cargos ofi-
Sus trabajos muestran versatilidad y adap- ciales: Arquitecto Ayudante en el Departamento
tación según las exigencias temáticas: desde un de Obras Públicas de la Nación, Arquitecto Je-
Clasicismo imperial, al estilo de Meano, co- fe de la Dirección General de Escuelas de la Pro-
mo puede observarse en el proyecto del Cole- vincia de Buenos Aires, Director General de Ar-
gio Nacional, hasta los despojados y funciona- quitectura del Consejo Nacional de Educación,
les pabellones del sanatorio, pasando por la Arquitecto Consultor del Ministerio de Justicia
utilización de recursos típicamente Beaux Arts e Instrucción Pública y, desde 1922 –año en
para la resolución de la planta de la casa de ren- que partió definitivamente hacia Alemania–,
ta de Rivadavia e Hipólito Yrigoyen. V. O. Asesor Técnico de la Legación Argentina en
Berlín. En la Dirección General de Escuelas de
Bibliografía:L. Patetta (compilador). Architetti e in- la Provincia de Buenos Aires realizó más de 80
gegneri italiani. Roma: Pellicani, 2002. obras, algunas en colaboración con su herma-
no Hans. En La Plata proyectó la Dirección Ge-
neral de Escuelas (1883) y las primeras escue-
ALTGELT, CARLOS. Buenos Aires, 1855 – Ber- las públicas de esta ciudad. En Buenos Aires,
lín (Alemania), 1937. Arquitecto. Activo en una de sus obras más importantes es el Con-
Buenos Aires y La Plata a fines del siglo XIX y sejo Nacional de Educación (1889), ex Escuela
principios del XX. Se destacó por su labor en Petronila Rodríguez. Realizó en esta ciudad
la administración pública, sobre todo en la gran cantidad de residencias, en especial para
construcción de escuelas, y por su defensa te- la colectividad alemana, como las pertenecien-
órica de la arquitectura frente a los avances tes a las familias Napp, Tornquist, van Fiedler,
de la ingeniería. Moeller, y otras para los Achával, De María, Mo- u PLANTAS DE PROTOTIPOS u ABAJO: PLANTA BAJA
lina y Udaondo. En 1906 Altgelt escribía des-
DE ESCUELAS DEL LICEO VÍCTOR
En Buenos Aires estudió griego e inglés en de Berlín destacando la importancia del Real
PROYECTADAS PARA LA MERCANTE, DE LA
los Colegios Germania. Entre 1872 y 1874 cur- Instituto Fotogramétrico para el relevamiento
DIRECCION GENERAL DE UNIVERSIDAD NACIONAL
só estudios en el Real Museo de Artes e In- de los monumentos y, especialmente, las bon-
ESCUELAS DE LA PROVINCIA DE LA PLATA. TODOS,
dustrias de Krefeld, Alemania, y, entre 1874 y dades del estilo “Gótico brandenburgués”, de
DE BUENOS AIRES, EN LA PROYECTOS REALIZADOS
1877, en la Real Academia de Bellas Artes y la ladrillos rojos y de vidriados en varias tintas, pa-
CIUDAD DE LA PLATA. POR CARLOS ALTGELT.
Real Academia de Arquitectura de Berlín. Tra- ra las construcciones en la Argentina.
bajó en el estudio de los arquitectos M. Gropius Siguiendo este estilo realizó las escuelas Flo-
y Schmieden, e intervino en la construcción del rencio Varela, de las calles Rivadavia y Caracas,
Lazareto y la Guarnición de Berlín, la ejecución y Virrey Vértiz, de la calle Güemes, como tam-
de los planos de la Biblioteca Real de esta ciu- bién el garaje de la calle Posadas 317, en Bue-
dad y de la Biblioteca de la Universidad de Kiel. nos Aires. Además dirigió el montaje de la ca-
De esta época, recordará Altgelt en 1936: “exis- sa de hierro de Staudt (demolida), de la calle
tían dos cosas verdaderamente difíciles, a sa- Bartolomé Mitre 569. Firmaba: “Carlos Altgelt.
ber: la iconografía de los edificios y la compo- Arquitecto no Ingeniero”.
sición artística, la parte constructiva es la que Es que en esto, como en todo, según dije-
más fácil se resuelve”. Tal dualidad, arquitec- ra Alejandro Christophersen, Altgelt no tran-
tura (composición) / construcción, es la que ci- sigía, chocando con el silencio profesional e ins-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 35


Haven. La comercialización del gas de alum-
brado fue llevada adelante por Boulton & Watt,
quienes a principios del XIX ya estaban en con-
diciones de admitir pedidos: en 1807 se reali-
zó la primera experiencia permanente de ilu-
minación a gas en una hilandería de Salford.
En el mismo año el alemán Winsor iluminó
una zona del Pall Mall, con permiso del Par-
lamento, y el éxito del experimento lo llevó a
crear The Gas Light & Coke Co. En 1816, Lon-
dres ya tenía 42 km de conducciones de gas.
Para entonces, el gas se había habilitado para
alumbrado público en París (1815) y Filadel-
fia (EE.UU., 1822). Se había extendido con ra-
pidez: para la fecha de los primeros ensayos
en el Río de la Plata, en la década del veinte, 52
ciudades inglesas contaban con este tipo de ilu-
minación permanente.
El alumbrado eléctrico fue mucho más tar-
dío. Humphrey Davy había observado ya en
1802 que cuando se hace pasar de forma con-
u PALACIO SARMIENTO, EN PIZZURNO ENTRE PARAGUAY Y MARCELO T. DE ALVEAR, BS. AS. (1879). OBRA DE CARLOS ALTGELT. tinua una chispa eléctrica entre dos piezas de
carbono se produce una luz muy brillante: es-
titucional generalizado y la creencia, corriente ra que la distinción –que se volverá de impor- te fue el principio de la lámpara de arco, pero
por aquellos años, de que un arquitecto no era tancia fundamental en la arquitectura urbana– su desarrollo práctico debió esperar hasta que
más que un constructor o un albañil mejor tra- adquiera cierta relevancia tras la aplicación el costo comercial fuera posible. La lámpara de
jeado, o bien un ingeniero civil “que se ha que- práctica de diversos descubrimientos en las arco solo era adecuada para grandes instala-
dado corto”. J. T. áreas de la química y de la física. ciones: fue así que se utilizó primero en faros
y teatros. En 1876 apareció la lámpara de Ja-
Bibliografía: Juan Tartarini. “Carlos Altgelt. Arqui- La sucesión de escalones técnicos en la ilu- blochokov, que se difundió en París y Londres.
tecto no Ingeniero”. En: DANA, N.°23, Resistencia, minación urbana y doméstica moderna pue- Pero la verdadera revolución en el área de ilu-
IAIHAU, 1985. de resumirse como sigue. La vela, originalmente minación la proveyó la lámpara incandescen-
de sebo, mejoró notablemente en el siglo XVIII te. Aunque se realizaban experimentos desde
con la utilización de la estearina y la mecha re- 1840, las dificultades técnicas de su construc-
ALTOS. m. pl. En los siglos XVIII y XIX, construc- torcida. El proceso de combustión llevó al per-
ciones de más de un piso que se destacaban feccionamiento de estos artefactos que culmi-
respecto de con la edificación de planta ba- nan en el quinqué. Resulta significativo que los
ja, característica de las ciudades de la región. avances del programa carcelario durante la Ilus-
tración redundaran en la mejora técnica de los
La construcción de altos fue muy lenta en artefactos de iluminación: fue en las cárceles
la primera mitad del siglo XIX. Según M. Bil- donde se ensayó el paso del aceite para com-
bao, para 1815, en Buenos Aires, había sola- bustión al mechero por bomba, que luego se
mente dieciséis casas de altos. Entre las más fa- aplicó en los faros. La vinculación entre el con-
mosas cabe destacar las de: Riglos, Urioste, trol policíaco y la iluminación fue tal que al-
Altolaguierre, Escalada, Zanjón y Marull. Otras gunos faroles sirvieron de horcas durante la Re-
ciudades contaron con altos en las inmedia- volución Francesa. París fue precisamente la
ciones de sus plazas centrales (v. Plaza Mayor), ciudad de la luz: los primeros faroles públicos
lugares de residencia predilectos de los secto- se colocaron durante la época de Luis XIV.
res de mayores recursos durante el período. Los orígenes del alumbrado a gas se re-
montan a fines del siglo XVII, en Inglaterra,
cuando Wigan presentó el primer informe so-
ALUMBRADO. m. Iluminación de la vía pública. bre las posibilidades de iluminación a gas an-
La palabra viene del verbo alumbrar, y este del te la Royal Society. Dos generaciones más tar-
latín illuminare (dar luz). Aunque las bases pa- de, Whitehaven ideó la forma de iluminar la
ra el estudio de la “anatomía de la luz” ya es- ciudad por medio de cañerías de grisú, pero
taban dadas por Newton en sus estudios de recién en 1760 fue documentado el primer in-
óptica (1704), aún pasará más de un siglo pa- tento exitoso de iluminación doméstica en New u FAROL EN LOS SUBURBIOS DE BS. AS., COMIENZOS S. XX.

36 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


alt alu
ción, especialmente las del logro del vacío in- tema de aceite continuó hasta 1869, más desa-
terior y de la división de la corriente eléctrica rrollado que en su origen: se utilizaban el quin-
para lograr pequeñas unidades funcionales al qué y el sistema de reverbero o reflexión que
uso doméstico, empujaron la construcción de había sido introducido en París en 1765. En
una lámpara efectiva hacia fines de siglo: Swan 1853, la Honorable Sala de Representantes au-
y Edison la inventaron separadamente (Swan torizó al PE para contratar el alumbrado de la
en 1878 y Edison en 1881) e inmediatamente, Capital por medio de gas hidrógeno. En 1851,
asociándose, comenzaron con su industriali- la firma Jaunet Hnos. había ensayado con ilu-
zación y venta, fundando en 1883 la Swan & minación a gas en el terreno lindante con la
Edison United Electric Light Co. Sus posibili- Catedral, y en 1852 pudo alumbrarse de esta
dades no tuvieron en un principio gran reco- manera la Plaza de Mayo durante los festejos
nocimiento, pero ya en 1900 la supremacía de patrios. Sin embargo, la opinión pública no pa-
la lampara eléctrica en usos domésticos era recía muy conforme con el gasómetro, insta-
mundialmente aceptada, aunque la ilumina- lado en las inmediaciones de la Plaza, debido
ción pública mantuvo la competencia entre el a los temores por posibles explosiones. El con-
gas y la electricidad hasta avanzado el siglo. trato se celebró en 1854 con la misma firma
que había iniciado los ensayos, quienes lo trans-
HISTORIA DEL ALUMBRADO EN BUENOS AIRES. firieron de inmediato a la Compañía Primiti-
Aunque los primeros intentos de ilumina- va de Gas, fundada en 1853. Esta construyó la
ción urbana en el Río de la Plata se debieron a usina en la actual Plaza Británica, con acceso
la iniciativa de Domingo Ortiz de Rosas (1744), directo al río, muelles propios, etc., de acuer-
el alumbrado público permanente en Buenos do con la necesidad de alejar el gasómetro de
Aires fue producto de la iniciativa del gober- u NUEVAS FAROLAS EN COSTANERA SUR, BUENOS AIRES. las áreas más pobladas. El gasómetro se con-
nador Vértiz. En 1770, un bando de gobierno virtió en un punto de referencia en la ciudad.
obligó a tiendas, pulperías y cuartos de oficio Se deben a Santiago Bevans (v.) los prime- La iluminación a gas se extendió rápidamente
que tuvieran puerta a la calle, a colocar faroles ros ensayos de iluminación a gas en Buenos Ai- por el centro urbano. Trasmitida mediante con-
permanentes a su costa; en 1774, un segundo res. El ingeniero inglés, contratado por inicia- ductos de loza de barro que atravesaban ini-
bando ratificaba y ampliaba la medida anterior. tiva de B. Rivadavia, realizó en 1823, en la Plaza cialmente las calles del Parque, San Martín,
La inseguridad de las calles porteñas fue el prin- de Mayo y en el antiguo Seminario, entonces Florida y Piedad, el alumbrado a gas llegó a las
cipal motivo enunciado, pero la medida debe Departamento de Policía, una iluminación a casas particulares. Para el 25 de mayo de 1856,
considerarse dentro del empuje ilustrado de gas durante las fiestas del 25 de Mayo. Utilizó pudo iluminarse la recova, la plaza, el cabildo
quien luego sería Virrey del Río de la Plata, que “casi 350 luces” para realizar también juegos y la municipalidad; el mismo año el Teatro Ar-
instó en este bando a meditar sobre la expe- con ellas: iluminó dos fuentes que hizo cons- gentino contó con esta iluminación. Entre 1856
riencia de “las ciudades más principales de Eu- truir especialmente y formó las palabras “Vi- y 1890 se instalaron en Buenos Aires nuevas
ropa”. Consistía en velas de sebo al cuidado de va la Patria”. La primera utilización de una ilu- empresas de alumbrado a gas: la Compañía
los vecinos; se preveía un comisario encargado minación a pleno marca así, simbólicamente, Nueva de Gas Buenos Aires Ltda., cuyo gasó-
de su encendido y conservación, y los gastos se dos propósitos característicos de la temprana metro estaba en Barracas; la Compañía Ar-
distribuían entre la población. Los primeros ar- iluminación de las ciudades: la fiesta urbana y gentina de Gas; la Compañía de Gas Río de
tefactos eran de madera, alimentados a base de el control del público. Las iluminaciones en las la Plata y la Compañía de Gas Belgrano. La más
sebo y algunos pocos con aceite o grasa; recién fechas de importancia, como la coronación de poderosa siguió siendo la Primitiva, que asu-
con Ferrer apareció el vidrio en lugar del papel los reyes o las fiestas religiosas, eran una cos- mió el control total con el correr del tiempo.
para proteger la llama. Poco después, fueron tumbre ya habitual en Buenos Aires: se recor- La suma de iniciativas privadas provocó con-
sustituidos por faroles estrechos y largos que daban las iluminaciones durante la coronación fusión en las cañerías de distribución. El gas
en el centro poseían una vela. Existían tres fa- de Fernando VI y las 114 candilejas en el pri- continuó siendo resistido con el argumento de
roles por cuadra con dos o tres luces cada uno, mer aniversario de la Revolución. Y desde los su peligrosidad y, con tono frankliniano, del
en “lo más principal de la ciudad”. En 1792 se primeros intentos de 1744 hasta el gobierno de derroche que significaba esta iluminación a
reemplazó el sebo por la grasa de potros ci- Martín Rodríguez, la iluminación de la ciu- pleno por la que parecía que “la ciudad estu-
marrones. Hasta 1832 este sistema no experi- dad fue considerada como “un ramo de la po- viera siempre de fiestas”.
mentó modificaciones sustanciales. En 1848, licía”. El gobierno propuso a Bevans extender En 1880 los faroles de gas para alumbrado
se instaló una fábrica de aceite de semilla de en forma permanente la iluminación a gas en público apenas alcanzaban a 1500, pero en 1884
nabo, con lo que se intentó reemplazar al acei- “los principales sitios de esta ciudad”, pero la esta cifra se había duplicado. La iluminación
te de potro (que daba humo y olor), pero este iniciativa no prosperó. Manuel Moreno volvió a gas va en constante aumento hasta llegar al
resultaba más económico y se hallaba ligado al a realizar ensayos en este sentido en 1827, tam- pico en 1928, con 19.882 faroles; al año si-
desarrollo de una industria próspera, de ma- bién sin éxito. guiente se cambia por la electricidad.
nera que en 1852 se volvió al antiguo sistema. Hasta la década del setenta se superpusie- La iluminación eléctrica penetró más tardí-
En el alumbrado de las casas particulares, a me- ron los sistemas de gas, aceite y velas de sebo. amente que la de gas, pero se constituyó en
diados del siglo XIX se utilizaba el querosén. Las velas desaparecieron en 1853, pero el sis- su competencia principal. Los primeros ensa-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 37


yos en el Río de la plata habían sido realiza- litar en el Perú y luego en el Departamento To-
dos en la década del cincuenta con lámparas de pográfico (v.) de Buenos Aires.
arco, pero por entonces la falta de estabilidad
del sistema y su mayor costo relativo no per- Alumno de Felipe Senillosa (v.), egresa co-
mitían su competencia con el gas. Recién a par- mo subteniente de ingenieros de la Academia
tir de la posibilidad de fraccionar la electricidad, que este dirigía. Acompaña luego a San Martín
que Edison lleva adelante a fines de 1870, la ilu- en la campaña del Perú. En 1824 se traslada a
minación eléctrica entra en su etapa comercial. Salta para colaborar con la gobernación de su
Ya en 1882, representantes de la Edison viaja- padre, el general Juan Antonio Álvarez de Are-
ban al Río de la Plata para ofrecer el nuevo sis- nales. En 1826 es nombrado diputado por el
tema. La Plata lo adopta en 1883, convirtiéndo- Congreso General Constituyente y se traslada
se en la primera ciudad de Sudamérica con a Buenos Aires. En 1828 ingresa al Departa-
iluminación eléctrica. En Buenos Aires, la apa- mento Topográfico. A partir de 1834, y por es-
rición de la CATE dará un giro monopólico al pacio de 18 años, ejerce el cargo de presidente
negocio eléctrico, descartando la posibilidad de de dicha repartición. Entre otras obras dejó u PLANTA DEL CENTRO SANITARIO EN CATAMARCA (MRA).

manejo municipal de la iluminación con este inédita una descripción geográfica: “Noticias
sistema. En 1910, inaugura su gran usina de históricas y descriptivas sobre el país del Gran sulta permanente de las más importantes ca-
Dock Sud (v. Electrificación). Chaco y Bermejo con noticias relativas a su co- sas de estudio de nuestro país. Los empren-
La iluminación a querosén, utilizada pri- lonización”, así como un “Diccionario geográ- dimientos llevados adelante por MRA desde
mero en casas privadas desde mediados del XIX, fico de Chile, el Perú y el Río de la Plata”. En los primeros años se despliegan según una
se extendió por los barrios periféricos al mis- 1852, con la caída de Rosas, renunció al cargo gran variedad temática: viviendas unifamilia-
mo tiempo que el gas se extendía por el centro: que desempeñaba. res, edificios de oficinas, sedes bancarias, sa-
llevar cañerías a través de barrios con escasa po- natorios, teatros, laboratorios, galerías co-
blación no resultaba rentable. El querosén se Bibliografía:: AA. VV. Los ingenieros militares y sus merciales, edificios de propiedad horizontal y
importaba de Europa. A fines de 1880, había precursores en el desarrollo argentino (hasta 1930), proyectos urbanísticos.
1300 faroles en las calles del centro, mientras Buenos Aires: fabricaciones militares, 1976.
que en distintas barriadas periféricas sumaban MRA inició sus estudios en 1932, en la UBA
en conjunto más de 4.000. El tipo de ilumina- y egresó con medalla de oro en 1936. En ju-
ción a querosén culminó en 1918, con 5650 fa- ÁLVAREZ, GUILLERM0. (s/d) Arquitecto, autor nio de 1938 se le otorgó el Premio “Ader”, be-
roles, para reducirse a la mitad en 1920; se su- de numerosas obras de carácter ecléctico en neficio patrocinado por la Facultad de Ciencias
primió en julio de 1928. El último farol a Buenos Aires, durante las primeras décadas Exactas, Físicas y Naturales en reconocimien-
querosén fue retirado al promediar 1931. Otro del siglo XX. to a los promedios más altos de sus egresados.
procedimiento que alcanzó cierto éxito en rem- El premio le posibiltó viajar por Holanda, Ale-
plazo económico de la electricidad, fue el del al- Entre sus trabajos más importantes pueden mania, Francia, Inglaterra, Bélgica e Italia pa-
cohol carburado. Iniciado en 1902, el munici- citarse las obras de Av. Belgrano 1936, Perú ra estudiar la problemática de las viviendas eco-
pio llegó a tener más de 2.000 faroles con este 770, Rivadavia y 24 de Noviembre, Bernardo nómicas y de los hospitales en dichos países.
sistema en 1918. Suprimido en 1919, se reto- de Irigoyen 164, Tacuarí y Chile, así como la El viaje duró hasta marzo de 1939.
mó luego para desaparecer, definitivamente en casa de renta de la esquina de Villafañe y Al- MRA ocupó a su regreso el cargo de Di-
la década del treinta. G. S. mirante Brown en el barrio de La Boca. rector de la Dirección General de Arquitectu-
ra de la Municipalidad de Avellaneda (Provin-
Bibliografía: General Electric, S.A., El día de la elec- Bibliografía: F. Ortiz, R. Gutiérrez, A. Levaggi y A. S. J. cia de Buenos Aires) hasta 1948, así como el
tricidad. (Folleto: Bs. As., 1928); M. Ilin, Historia de Paula, La Arquitectura del liberalismo en la Ar- de Director de Plazas y Paseos en la misma se-
del alumbrado. De la antorcha a la lámpara eléc- gentina. Buneos Aires : Sudamericana, 1968. de durante 1942.
trica, Bs. As., 1945; R. Vergara, Historia del alum- MRA se destaca fundamentalmente como
brado en la ciudad de Buenos Aires. Bs. As., 1946; J. profesional liberal. Si bien sus primeras enco-
Gazaneo, y M. Scarone, Revolución industrial y equi- ÁLVAREZ, MARIO ROBERTO. miendas datan de 1937, será en 1947, al inte-
pamiento urbano. Bs. As.: IAA, 1967; SEGBA, Histo- grarse los arquitectos Leonardo Kopiloff y Eduar-
ria del alumbrado, 1967; T. K. Derry y T. I. Williams, Buenos Aires, 1913. Arquitec- do Tomás Santoro, cuando la oficina MRA
Historia de la tecnología. México, 1977; W. Oechs- to. Egresado de la Universidad –definiendo los roles de cada integrante del es-
lin, “Light: a means of creation between reason and de Buenos Aires en 1936. Ac- tudio– comience a desplegar su potencial. En
emotion”. En: Daidalus, N.°27, marzo de 1.988. tivo desde 1937 en el ejerci- 1950 ingresa Víctor Satow y en 1962 el arqui-
cio libre de la profesión, ha desarrollado una tecto Alfredo Gentile. En el año 1974 se orga-
intensa e ininterrumpida práctica. Participó en niza la oficina con MRA como director de la
ÁLVAREZ DE ARENALES, JOSÉ IDELFONSO. un gran número de concursos y fue premiado misma, Gentile, Kopiloff, Santoro y Satow co-
San Antonio de Aique (Bolivia), 1798 - Bue- en varias oportunidades. Sus trabajos se han mo directores de Planificación y de Proyecto;
nos Aires, 1864. Ingeniero militar. Activo en- presentado en exhibiciones nacionales e in- el arquitecto Carlos Ramos, Mauricio Rantz,
tre 1818 y 1852, primero como ingeniero mi- ternacionales. Es una personalidad de con- Ana María Gaucherón, Fernando Vannelli y

38 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


alu alv
Miguel Rivannera como jefes de taller.
En la década de 1990, la oficina, dirigida por
Mario Roberto Álvarez, se estructura con L. Ko-
piloff y M. R. Álvarez (hijo) como asociados y
los profesionales habilitados Carlos Ramos, Mi-
guel Ángel Rivanera y Hernán Bernabó, in-
gresados al estudio en los años 1962, 1975 y
1974, respectivamente.
La oficina MRA ha sido y es activa anima-
dora del sistema de concursos, sean estos por
la vía pública o privada; muchos de los trabajos
de mayor envergadura y complejidad han si-
do realizados a partir de la obtención de pri-
meros premios, como la Facultad de Ingenie-
ría de la Universidad de La Plata y la Universidad
de Belgrano. Igualmente importantes en su tra-
yectoria han sido la propuesta para la Nueva Se-
de del Jockey Club en Buenos Aires o el edifi-
cio para la Sede Social de la Sociedad Mixta
Siderurgia Argentina (SOMISA). En el ámbito
de los concursos privados es preciso hacer men-
ción al Panedile Argentina S.A.

PERFIL PROFESIONAL.
MRA delinea una posición particular den-
tro del campo profesional de la arquitectura. Su
ideología no es la de las grandes transforma-
ciones o la del compromiso social, sino la del
“hacer” pragmático. En este sentido, la ubicua
posición de MRA durante todos estos años es-
tuvo vinculada a la arquitectura como una for-
ma de producción y organización del trabajo, a
partir del análisis racional del ciclo que va des-
de la ideación a la realización y el posterior man-
tenimiento de la obra realizada.
Insistir en las calidades de los espacios, en
las proporciones apropiadas según sitios y pre-
misas generales, son parte de las constantes
con que la oficina agudiza la resolución de los
detalles para maximizar su eficiencia técnica
y confortabilidad. Esta elección profesionalis-
ta, coherente y orgánica con las estructuras eco-
nómicas o de poder hegemónicas, no impide
sin embargo a MRA advertir críticamente la
existencia de distintos grados de tensión en la
resolución de ciertas temáticas vinculadas a la
realidad política o económica. Así, la “figura”
de profesionalidad construida por MRA no ca-
rece de matices, ya que ha demostrado cómo
se puede definir un perfil en el que la arqui-
tectura no representa la pura mercancía en ejer-
cicio de la ecuación costo / beneficio, sino que
posibilita ciertos márgenes operativos para una
práctica consciente de sus propios límites.
De esta manera es asumida la condición pro-
fesional en una metrópolis periférica, donde la
renovación “racional” de los materiales arqui- u DETALLE DEL EDIFICIO SOMISA, CONSTRUIDO ÍNTEGRAMENTE CON CHAPA SOLDADA. OBRA DE M. R. ALVAREZ.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 39


tectónicos y los medios técnicos conocidos brin- sintácticas donde los elementos se expresan con
dan el soporte para una coherente persistencia autonomía y tensionan las relaciones entre el
del “proyecto moderno”, aun corriendo los ries- todo y las partes.
gos de ser “inactual”. Estas directrices de articulación entre la for-
ma general y los elementos particulares van a
LA TRAYECTORIA. TEMAS Y PROBLEMAS. constituir un leit motiv de la trayectoria pro-
Se identifican tres etapas relativamente di- ductiva del estudio, sobre todo en la edificación
ferenciadas en la trayectoria de la oficina MRA: de altura. Se hará presente en el prisma lami-
la primera, desde 1937 –año de terminación de nar de las viviendas en propiedad horizontal,
la obra del Sanatorio San Martín, en Caseros en Posadas esquina Schiaffino, Capital Federal
y Matheu, Buenos Aires– hasta la culminación (1957-1959), diferenciando base, fuste y rema-
del Teatro General San Martín, en la Avenida te con el tratamiento de materiales; o también
Corrientes, Buenos Aires, 1960. en el Banco Avellaneda, desvinculando la torre
La segunda, desde 1960, inicio del Centro del basamento mediante una estructura de ti-
Cultural Ciudad de Buenos Aires, en la calle po transicional.
Sarmiento, Capital Federal, hasta la propues- Pero la obra de mayor potencial de esta eta-
ta presentada para el Concurso de Anteproyec- pa es el Teatro Municipal General San Martín,
tos del Teatro Argentino de La Plata en 1980. en la Avenida Corrientes, Capital (1956-1960).
La tercera, de 1980 al presente, iniciada con Proyectado por Mario Roberto Álvarez y Ma-
el proyecto de extensión del área central de Ca- cedonio Oscar Ruiz, con la colaboración prin-
pital Federal y el Edificio Le Parc como una cipal de Leonardo Kopiloff. (v. Teatro).
de las últimas propuestas de interés. El Intendente de Buenos Aires, arquitecto
Este recorte se corresponde con momentos Jorge Sabaté (v.), en los inicios de 1953 resol-
histórico-culturales diferenciados y con cam- vió encarar ciertas construcciones para la ciu-
bios de orientación en la oficina según se trans- dad en el Plan de Obras Municipales con la atri-
forma la complejidad en las encomiendas. bución de las facultades otorgadas por la Ley de
En la primera etapa se despliega un con- u EDIFICIO DE PROPIEDAD HORIZONTAL (MRA), AVELLANEDA. Obras Públicas. Con tal objeto se prepararon
junto de acciones afirmativas de las prácticas dos listas de alrededor de veinte estudios de ar-
estético-técnicas características de la Moder- cebirlos en estilo colonial. quitectura. En octubre de 1954, la oficina MRA
nidad, despojadas de toda afectación retórica. En atención a las prescripciones anteriores, había licitado la obra, iniciadas ya las primeras
Es evidente la búsqueda de síntesis basada en MRA desarrolla una estrategia proyectual ap- etapas de la misma.
la economía funcional con que ordenan las plan- ta para responder a la diversidad climática y ma- El emplazamiento del edificio se realizó en
tas y la depuración de muros y carpinterías, me- terial de las distintas regiones geográficas en la zona “teatral”, sobre la Avenida Corrientes.
diante las que se asume la delimitación entre las que habría de actuar, resolviendo los cen- Fue necesario expropiar terrenos linderos para
espacios exteriores e interiores. tros en planta baja, adaptados al terreno según poder concretar un complejo programa ide-al,
El trabajo sobre las formas puras y plenas estructuras circulatorias, que bajo la forma de que indicaba el paso de los edificios monofun-
con las que se presentaban el Sanatorio de la galerías constituyen una trama en la que se van cionales al de los polifuncionales.
Corporación Médica, en San Martín, Prov. de encadenando patios con pabellones, con la me- El programa de necesidades se definió al-
Buenos Aires (1936-1937) o el Restaurante Ron- diación de espacios semicubiertos. rededor de una sala de espectáculos públicos,
catti, en Pergamino, Prov. de Buenos Aires Con los recursos del sitio se obtuvieron ar- apta para teatro de comedia, pero con posibili-
(1936-1937), con su equilibrado contraste entre quitecturas depuradas del Abstraccionismo de dad de adaptación para otros tipos de repre-
volumetrías verticales y horizontales, serán los las primeras obras, en una perspectiva estética sentación. El conjunto se organizó de acuerdo
antecedentes de una serie de trabajos que des- en la que, aun utilizando techumbres de te- a un cuerpo de “conceptos rectores”, en los que
de 1948 a 1950 plantearon los primeros inte- jas, no se reproducía el estilo colonial, hipoté- la racionalidad presidía la concepción funcio-
rrogantes respecto de las condiciones de posi- tico soporte estilístico de identidades locales. nal y plástica, y dotaba a la obra de una tonali-
bilidad de una modernidad periférica. Se trata En esta etapa, una interesante reelaboración dad contenida, evitando el exceso.
de los centros sanitarios. a escala de la vivienda individual se realiza en Se logró componer un conjunto de volú-
Estos fueron encargados por el Ministerio relación con las operaciones de particulariza- menes diferenciados, dentro de las limitacio-
de Asistencia Social y Salud Pública a varios ar- ción de los elementos de arquitectura que de- nes impuestas por el predio, de acuerdo con la
quitectos, entre ellos a MRA, siéndole otorga- finen las formas prismáticas. En efecto, en la concepción inicial de construir en bloques que
dos los centros sanitarios en las ciudades de Co- casa Podestá, en La Lucila, (1954-1956), en la englobaran funciones comunes, y se destacó
rrientes, Catamarca, Jujuy, Santiago del Estero casa Puentes, Martínez (1954-1956) y en la ca- tanto la especificidad del cometido de cada fun-
y Tucumán (v. Hospital). El programa considera- sa D’aibrollo, en Pergamino, tres localidades ción como su interrelación con el grupo, sin
ba la prevención junto con la acción social y el bonaerenses, la descomposición de la caja ar- desvirtuar con detalles accesorios el carácter y
diagnóstico o el tratamiento del enfermo am- quitectónica en elementos virtuales de deli- aspecto de los espacios interiores y exteriores.
bulatorio. Se prescribía además una serie de mitación de lugares y de control de visuales o En el orden práctico, se trató de usar materia-
pautas materiales y estéticas orientadas a con- de sol deja traslucir un sistema de relaciones les y sistemas constructivos locales en razón y

40 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


alv alv
atención a sus costos o a la fácil provisión. (1970-1972), el Edificio SOMISA, en Av. Bel- lación con el nivel cero, ampliando las visuales
En la segunda etapa, 1960-1980, la pro- grano y Av. Julio A. Roca, (1966-1977) el edi- habitualmente restringidas en la “calle corre-
ducción del estudio se amplía: aborda temáti- ficio de oficinas Bolsa de Comercio de Buenos dor”, creando una planta de accesos articula-
cas que en el período anterior hubiera sido im- Aires, en 25 de Mayo (1972-1977); el Edificio y da con el entorno inmediato mediante vacíos y
posible formular y consolida las premisas que Banco Chacofi, con freentes a Leandro N. Alem generosos espacios semicubiertos.
impulsan exploraciones proyectuales con deta- y a 25 de Mayo (1977-1980). Así, el edificio se desmaterializa al llegar
llados análisis de base tecnológica. En el campo de la propiedad horizontal, al suelo y en los niveles superiores, mediante
El prestigio logrado con la realización del también en Capital Federal, sobresalieron el la operación de ofrecer una lectura virtual del
Teatro General San Martín se extiende, contri- Panedile, primer premio de concurso privado, volumen y una expresión más contundente de
buyendo a remarcar una imagen profesional en Av. del Libertador (1964-1969); el Edificio la estructura o del núcleo de servicios.
responsable con capacidades técnicas y ejecu- COVIDA, en Teodoro García y Villanueva Pero la mesura con la que realiza tales ope-
tivas aptas para encomiendas de envergadura. (1966-1968); las viviendas en Av. Figueroa Al- raciones sobre la forma se exacerba mediante
Se realizan en esta etapa edificios destina- corta. Dentro de los complejos multifamilia- las transparencias y reflejos en la utilización del
dos a la cultura, bancos, oficinas y propiedad res, se destacan la torre de viviendas y la to- “muro cortina”. En efecto, frente a las opaci-
horizontal, que continúan líneas de trabajo ya rre de oficinas y galería comercial, en Florida dades del cuerpo de fábrica de la edificación do-
planteadas. Por otra parte, la oficina se abre a y Tucumán (1974-1984). minante durante los años cincuenta, los pris-
nuevas franjas de problemas: la indagación so- Estas últimas temáticas plantean la proble- mas vidriados de MRA, fundamentalmente los
bre la temática de los laboratorios productivos, mática de la ciudad vertical que, en ausencia de destinados a oficinas, multiplican el entorno
las operaciones de rasgos ingenieriles y la par- un “plan general”, se resolvería como comple- reproduciéndolo en un juego de refracciones
ticipación en los sistemas de concursos. tamiento de vacíos urbanos, demarcación de que sugieren lo ilusorio de los límites edilicios.
Entre los edificios destinados a la cultura se bordes o meramente como fragmentos. Un caso particular de intensificación de es-
destacaron: el Centro Cultural Ciudad de Bue- En los edificios de oficinas, MRA ha ele- tos procedimientos estético-técnicos, está re-
nos Aires, en Sarmiento (1960-1970), el Tea- gido optimizar los aspectos funcionales y de presentado por el edificio para SOMISA, en
tro Nacional Cervantes, en Av. Córdoba (1961- uso, concentrando servicios hacia las media- Buenos Aires. Convergen aquí cuestiones de
1969) y la remodelación y ampliación neras, liberando las plantas de la presencia de rigor tecnológico pero también de retórica ex-
subterránea del Teatro Colón, en Cerrito, Via- los elementos estructurales para garantizar la presiva; en este edificio, la tensión entre am-
monte, Libertad y Tucumán (1969-1972), to- máxima flexibilización de las actividades y ge- biente urbano, construcción de la forma edili-
dos ellos en la Capital Federal. En el primer ca- nerando una envolvente vidriada, reduciendo cia y experiencia de la misma es máxima.
so, se observa el tratamiento gradual de espacios así la carga semántica a expresiones de so- Es innegable la voluntad de forma median-
urbanos de marcado carácter público, que va briedad tecnológica. te la cual se construye una configuración que
modificando sus escalas en la medida en que MRA ha preferido los espaciamientos en re- pone de manifiesto el valor emblemático de la
clarifica la situación de accesos y las relaciones tecnología. Al margen de los aspectos admi-
establecidas por secuencias de recorridos des- nistrativos para los que fue destinado el edifi-
de la calle hasta el interior del edificio. cio, su funcionalidad refiere a la exhibición de
En el segundo caso, se optimiza funcional- su finalidad instrumental.
mente el escenario y sus dependencias de apo- El edificio de SOMISA, como una operación
yo, generando una volumetría estética y técni- de completamiento referida al fragmento ur-
camente diferenciada del teatro histórico, que bano, se constituye determinando los límites
se percibe como una “pared” respecto de la cual de los espacios de la calle por una continui-
resurgen las calidades de estilo en los edificios dad morfológica, pero diferenciándose sustan-
linderos. Esta yuxtaposición rompe con la es- cialmente por la condición tecnológica sobre la
cala preexistente y solo mediante tenues líneas que se sustenta la intervención. Se hace evi-
materializadas por las carpinterías se intenta dente aquí la idea del progreso técnico como
un diálogo entre sistemas de signos arquitec- soporte de las innovaciones en la arquitectura
tónicos disímiles. y su manifestación en la dialéctica entre es-
En el tercer caso, se asegura la persisten- tructura y cerramiento de fachadas. Se conci-
cia simbólica y cultural del edificio, optando por ben los cerramientos y su soporte en ajuste y
la resolución de las nuevas áreas funcionales concordancia con la estructura portante verti-
dentro de la estructura arquitectónica de la obra cal / horizontal, así como con los núcleos de
y por debajo del nivel de la calle. hormigón pretensado de los ascensores, defi-
Las propuestas para edificios bancarios y de niendo una totalidad de elementos que traba-
oficinas realizadas en Buenos Aires tendrán sus jan solidariamente para absorber los esfuerzos
ejemplos más interesantes en el Banco Popu- provenientes de los agentes exteriores.
lar Argentino, en Florida y Perón (1964-1968); Pero sin duda la atipicidad de la propuesta
el Bank of América, Casa Central, en San Mar- se basa en el material elegido para la estructu-
tín y Perón (1963-1965); el edificio de oficinas ra. Se trata de un edificio hecho íntegramente
y sede del Club Alemán, en Av. Corrientes u EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS EN SCHIAFFINO Y POSADAS. de chapa soldada, uniendo plancha con plan-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 41


cha hasta lograr los espesores deseados. Un sis- seo amenizado por criterios ambientales y per-
tema constructivo utilizado en tanques, puen- manentes visualizaciones cruzadas de los dis-
tes o barcos es transferido a la arquitectura lo- tintos espacios. Se produce así un zócalo ur-
grando resultados óptimos en la resolución bano que media con su entorno inmediato.
espacial estructural. Quizás, una de las propuestas más osadas
El edificio SOMISA indica así uno de los de MRA en esta fase sea la del primer premio
puntos más altos en la trayectoria de MRA y de para el Concurso Nacional de anteproyectos pa-
la arquitectura argentina de la época. ra la Facultad de Ingeniería de la Universidad
Es posible observar cómo en esta propues- de La Plata (calle 1, 47 y 50). En este trabajo, no
ta están contenidas las ironías tecnológicas de construido, se muestra el potencial poético de
Archigram y la reducción de la arquitectura a la utilización de la estructura en el edificio cen-
u PLANTA BAJA DEL EDIFICIO SOMISA. puro “objeto maquínico”, así como el rigor me- tral, un alarde técnico que supone la concen-
todológico de lo que en los años setenta se co- tración de puntos de transmisión de cargas
nocería como procedimiento high tech. en pocos elementos, permitiendo independi-
En este segundo período de la producción zar el volumen del resto del conjunto.
de MRA, la propiedad horizontal ocupa un lu- Este anteproyecto supone una idea de Fa-
gar destacado. A los atributos ya comentados cultad concebida por “departamentos”, inter-
de síntesis funcional, estructural y formal, se vinculados por una calle definida como es-
les incorpora un carácter que los dota de cier- tructura abierta o “foro” de encuentros
tos aires de domesticidad. Frente a la neutra- potencialmente dúctiles a la vida universitaria,
lidad expresiva de los edificios de oficina, las tal como se pensaba el desarrollo de estas ac-
propuestas de vivienda en altura se cualifican tividades en 1967 (v. Ciudad Universitaria).
con materiales cálidos en sus paramentos o re- Con criterios similares, aunque con ma-
vestimientos. El predominio de la horizontali- yor contraste entre edificación vertical y hori-
u PLANTA TIPO. dad, con que se afirma la determinación de las zontal, se resuelve el proyecto de la Universi-
fachadas, marca también un signo diferencial. dad de Belgrano. Concentrando la biblioteca,
Se destaca un grupo de edificios de estas ca- el centro de investigaciones interdisciplinarias
racterísticas, las viviendas en propiedad hori- y el rectorado en dos torres, se logra un con-
zontal Panedile, en Av. del Libertador, Capital trastado efecto que diferencia jerárquicamente
Federal, primer premio de un concurso priva- dichos elementos respecto de las facultades, or-
do de anteproyectos. Aquí, MRA propuso un ganizándolas según bloques lineales unidos en-
modelo de intervención en el tejido de la ciu- tre sí por calles y explanadas circulatorias.
dad organizando un complejo edilicio de tres En ambas propuestas universitarias, el con-
bloques; dos laterales que se regulan según las cepto rector de las resoluciones es el de “forma
alturas de las construcciones medianeras, or- abierta”, que supone una contestación a la no-
denadas mediante superposiciones de dúplex, ción de edificios “objeto”, en razón de su per-
y una torre exenta centralizada en el eje del pre- meabilidad a los cambios programáticos.
dio que gana las mayores alturas cerrando un A pesar de estas connotaciones, las pro-
“atrio” semipúblico a la avenida. puestas mantienen ideas de estructura jerár-
Es igualmente notable, por sus valores di- quica en relación con los ámbitos académicos,
dácticos, la propiedad horizontal de la avenida identificada ediliciamente por la diferenciación
Figueroa Alcorta, vecina a un edificio de Wla- o la separación en formas arquitectónicas con-
dimiro Acosta (v.). Aquí la operación resolvió el trastantes en las que se resuelven direcciones
programa de necesidades en ajuste a la reduc- departamentales, rectorados o centros de in-
ción del metraje, lo que implicaba armar un pa- vestigación. Así, en estas propuestas no se en-
tio mancomunado con la obra preexistente y no cuentra la radicalidad de proyectos de referen-
bloquear las visuales del bloque de Acosta. cia, como los de la Universidad Libre de Berlín,
En la galería comercial, torre de oficinas y de Candilis, Josic & Woods, en los que se ma-
torre de viviendas, en Florida y Tucumán, Bue- ximizó la idea de democratización de los es-
nos Aires, se articulan las principales proble- pacios universitarios correlacionándolos con el
máticas elaboradas a partir de la praxis sobre las soporte espacial de una trama indiferenciada.
escalas urbanas, o la posibilidad de humanizar Podría suponerse, sí, que tales estructuras
los espacios según las escalas de la calle; esto abiertas intentaban acortar las distancias entre
u VISTA GENERAL DEL EDIFICIO SOMISA, genera una trama de espacios semicubiertos, li- las nuevas búsquedas académicas, más preo-
UBICADO EN AVENIDA BELGRANO Y AVENIDA JULIO A. bres de techumbres, llevando al interior de la cupadas por nuevas formas de socialización del
ROCA, EN BUENOS AIRES. manzana los recorridos comerciales y aleato- conocimiento y la investigación, y las formas
rios, mediante escaleras mecánicas, en un pa- arquitectónicas.

42 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


w Teatro General San Martín alv alv

uFACHADA SOBRE LA AVENIDA CORRIENTES. EL EDIFICIO COMENZÓ A CONSTRUIRSE EN 1956 Y SE TERMINÓ EN 1960. FUE PROYECTADO POR EL ESTUDIO DE MARIO ROBERTO ÁLVAREZ .

u DETALLE DE LA

FACHADA DEL TGSM SOBRE


LA AVENIDA CORRIENTES
Y EL HALL DE ACCESO QUE
TAMBIÉN SE USA PARA
EXPOSICIONES
Y ESPECTÁCULOS.

u ARRIBA, LA PLAZA DE u AL LADO, VISTA DEL

ACCESO AL COMPLEJO FRENTE DEL TGSM SOBRE LA


CENTRO CULTURAL CIUDAD AVENIDA CORRIENTES.
DE BUENOS AIRES SOBRE
LA CALLE SARMIENTO. ESTÁ u LAS PLANTAS DEL TGSM:

VINCULADO AL TGSM POR DE ARRIBA A ABAJO,


UNA CIRCULACIÓN INTERNA. MICROCINE; SALA MARTÍN
CORONADO; HALL DE ACCE-
SO Y SALA CASACUBERTA.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 43


Las consideraciones anteriores valen tam- mediaciones estéticas que las de la transposi-
bién para el Complejo Tecnológico Universita- ción de un principio constructivo a otro.
rio (Universidad Tecnológica Nacional, 1971), Pero, en los casos del Túnel Subfluvial, San-
conjunto en el que se explicita claramente la ta Fe - Paraná (1965), el Puente sobre las vías
concepción edilicia como un “acontecimiento del Ferrocarril General San Martín, Av. Juan B.
social”, asumiendo tal condición un papel ejem- Justo y Córdoba (1967) y Salto Grande (1973),
plar a partir de la utilización de la técnica en se percibe una tendencia a demostrar los valo-
la Argentina contemporánea. res comunicativos de la arquitectura.
En la arquitectura para laboratorios o esta- Así, por ejemplo, las chimeneas de aire vi-
blecimientos fabriles, el compromiso de la ofi- ciado se presentan como los elementos arqui-
cina se concentra en los aspectos analíticos del tectónicos principales dentro de la composición
programa, racionalizando los funcionales y do- en el Túnel Subfluvial de Santa Fe, asumiendo
tando a su formalización de una economía ma- un papel simbólico dentro del es en tanto que
terial, en la que la síntesis organizativa preside la curva parabólica constituye el signo estático
la concepción del planteamiento pabellonal. Sin formal que se constituirá en el continuum plás-
fijación a dogmatismo alguno, la recuperación tico del puente sobre las vías del ferrocarril.
de los esquemas pabellonales resuelve situa- Para Salto Grande, la propuesta de integrar
ciones conflictivas desde el punto de vista fun- la obra al paisaje será el presupuesto más im-
cional, como la planteada en el INTA: labora- portante. Aquí se han diseñado los accesos y
torios de tecnología de las carnes y de sus respectivas playas, la propia represa y la ru-
enfermedades virósicas de animales. ta, los locales interiores, así como los edificios
En esta propuesta, el análisis de los factores complementarios. Este corrimiento de las pro-
de contaminación externos, internos o cruza- puestas de MRA a cuestiones formales de con-
dos ha supuesto una reflexión sobre los com- tenidos abiertamente escultóricos resalta la ne-
portamientos espaciales de tales factores, sobre cesidad representativa de las operaciones,
todo cuando principalmente ha sido la investi- presentadas como momentos de moderniza-
gación sobre la fiebre aftosa la que determinó ción técnica de alto impacto social.
el equipamiento y los criterios que contribuye- Relacionadas con estas últimas considera-
ron a identificar la noción de pabellón como la ciones, se ubican las reflexiones sobre los sis-
más idónea para tales finalidades. temas de construcción tridimensionales, sus
Criterios generales similares, aunque con modos de ensamblado y la identificación de par-
motivaciones funcionales diferentes, podemos tes en una totalidad, basadas en el estudio de
encontrar en la planta de concentrado de Coca- los sistemas premoldeados de hormigón. Un
Cola, o en el Instituto de Investigaciones Cien- u TORRE LE PARC, EN PALERMO NUEVO, BUENOS AIRES. ejemplo de esta opción se verifica en la pro-
tíficas y Técnicas de las Fuerzas Armadas, CI- puesta para el concurso INTA (1972).
TEFA (Ministerio de Defensa). servar el tratamiento de los espacios comunes En la tercera fase, dentro de la producción
La problemática de la vivienda de interés so- de los peatones y de los vehículos como mo- de la oficina de MRA, desde 1980 hasta el pre-
cial ha motivado también reflexiones por parte mentos complementarios. sente, se ha consolidado definitivamente una
de la oficina de MRA. En contraposición con la manzana tradi- imagen prestigiosa en el plano profesional. Los
La preocupación por la implantación de un cional, MRA ha propuesto tramas edilicias don- cambios en el marco histórico durante la dic-
“módulo básico de organización urbana” con- de los alineamientos se constituyen en las pau- tadura militar dejaron escasísimos márgenes
tiene un núcleo teórico que ha supuesto la tas organizadoras de las distintas tipologías para las transformaciones; han cedido su lugar
construcción arquitectónica de la ciudad co- arquitectónicas, trabajando escalas de no más las exploraciones técnicas o las investigaciones
mo “manifestación estética” de las diferentes de dos niveles (con la excepción de Soldati) y sobre las políticas del habitar.
instancias organizativas de la comunidad, de- unidades articuladas por puentes circulatorios. En este contexto, es posible observar la rei-
terminando la jerarquización de una serie En el anteproyecto para Sierra Grande se teración de soluciones probadas en años ante-
de premisas que remiten a modelos alterna- conjugan los conceptos anteriores con la bús- riores, sobre todo en edificios de propiedad ho-
tivos de la traza de cuadrícula. Sobre la base queda topológica de organicidad y un trata- rizontal o de oficinas. La convencionalización
de tal principio, la oficina consideró premisas miento de materiales acorde con las condicio- de ciertos procedimientos afirma el trabajo so-
principales aquellas que, actuando sobre el nes geográficas locales. bre la repetición y la norma. Se acrecienta el
paisaje, la circulación, la flexibilidad, la eco- Una consideración especial merece la in- ajuste de la totalidad y las partes con los aspec-
nomía, permitieron la coordinación de espa- tegración entre ingeniería y arquitectura en- tos tecnológicos. Se destacan en Buenos Aires
cios urbanos de diferentes escalas. sayada por MRA en relación con ciertas enco- el edificio de oficinas y Banco Chacofi, en Av.
En los concursos nacionales de antepro- miendas. Como se ha señalado, las tácticas Alem, la propuesta de Catalinas Norte para la
yectos para Soldati, San Isidro, Florencio Va- proyectuales enlazan técnicas provenientes de corporación IBM Argentina; el Banco Río de La
rela, Formosa y Sierra Grande (este último de la ingeniería y las traducen en modos compo- Plata S.A. (casa central), en la calle San Martín,
1968 y los anteriores de 1973), es posible ob- sitivos propios de la arquitectura sin mayores o las oficinas de American Express en Maipú

44 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


alv alv

u HILTON HOTEL, EN PUERTO MADERO. TODOS LOS CORREDORES SE ABREN AL LOBBY DE LA PLANTA BAJA.

esquina Arenales sobre la plaza San Martín. te entre la verticalidad del volumen respecto de la Universidad de Belgrano, Capital Federal; el
La intervención más significativa entre es- la horizontalidad de las bandas aventanadas y Hotel Costa Galana, en el Bulevar Marítimo de
tas últimas es la del edificio IBM; se trata de las barandas de escape. la ciudad de Mar del Plata y el edificio Le Parc,
una torre de alta carga simbólica, emblema cor- Entre 1980 y 1982, MRA desarrolla junto a en Oro y Cerviño, Capital Federal.
porativo, expresión de seguridad. un equipo multidisciplinario (Odilia Suárez, En estos trabajos MRA opera desde la pla-
La tensión manifiesta entre el volumen au- Raña Forster y Veloso, Katzenstein, etc.) el pro- taforma de la experiencia del “hacer arqui-
tónomo del conjunto de oficinas y su articula- yecto de extensión para el Área Central de Ca- tectura”, reabsorbiendo los aspectos cualita-
ción puntual con la base del edificio resuelve pital Federal. La conjunción entre tradición y tivos de sus obras en la gran solvencia técnica
con claridad conceptual la operación formal. En modernidad se realiza aquí con la relectura del para la resolución de la dialéctica formal en-
efecto, en relación con sus referentes –las ofi- papel estructurante de los espacios de la ciudad tre el conjunto y el detalle en obras de mag-
cinas Olivetti en Frankfurt (Alemania), de Egon que cumplen las arquitecturas de “manzana” nitud. Esto se evidencia en los 57.000 metros
Eiermann, y el centro de salud Stony Brook en en relación con los bloques lineales o las torres cuadrados de la torre Le Parc, casi un edificio
Long lsland (Nueva York), de Bertrand Gold- elevadas. El proyecto en su conjunto habla de autosuficiente, con altos estándares de con-
berg, obras diseñadas entre 1967 y 1975–, la la crisis de las ideas del Movimiento Moderno fortabilidad, aunque de resolución lingüísti-
propuesta de MRA aspira a una síntesis racio- para operar en las transformaciones metropo- ca austera.
nal y unitaria entre sus componentes y no a la litanas y plantea una nueva condición a partir De su producción más reciente, sobresa-
declamación de un Funcionalismo expresivo de la cual se articula planificación con arqui- len dos hoteles (el Hyatt de Mendoza, y el por-
como en los ejemplos citados. La operación es- tectura: la del diseño urbano. teño Hilton, en Puerto Madero) y el edificio
tética resultante supone la alternancia de opa- Dentro de esta última fase, en el marco de de oficinas de San Martín 334, Capital Fede-
cidad y transparencia, para dar lugar a la per- la recuperación democrática, se destacan la vi- ral, de 2003. A fines de ese mismo año, MRA
cepción distante, contundente, pero carente de vienda en propiedad horizontal, en Av. del Li- gana un concurso internacional para el área
matices. Contribuyen a esta lectura el contras- bertador, Capital Federal; la Torre Zavala de norte de Osaka, en Japón. J. M.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 45


Bibliografía: M. R. Álvarez y M. O. Ruiz. Teatro Muni- bre de 1918 y enero de 1919. Fruto de esta ges- estudio trabaja durante toda su carrera: lenguaje
cipal General San Martín. Bs. As.: Ediciones Infi- tión, en 1919 realizó la Rosaleda del Parque Ge- moderno, pero con composición de planta y fa-
nito, 1959; M. Trabucco y Mario Roberto Álvarez. Se- neral San Martín, un paseo con pérgolas y jar- chada académicas.
rie de Arquitectos Americanos contemporáneos. dines a la moda francesa. En 1918 proyectó El edificio para este concurso se encaró con-
N.°10, Bs. As.: IAA, 1966; “Mario Roberto Álvarez”. reformas a la Legislatura de la Provincia de Men- siderando cinco premisas entendidas como nú-
En: revista Summa N.° 80-81, Bs. As., 1974; Arquitec- doza, que se llevarían a cabo recién en 1923. cleos funcionales: sistematización abierta, dis-
to Mario Roberto Álvarez y asociados. Obras 1937- Construyó el Hospital Español de Mendoza en tribución ordenada, orientación racional,
1993. Santiago. Chile: Impr. Morgan Internacional, 1924, probablemente el primer edificio públi- circulaciones orgánicas, servicios generales cen-
1993. co de esta ciudad resuelto dentro del Neocolo- tralizados, que luego se trasladan al emplaza-
nial. Fue también autor de las jefaturas de po- miento y a la expresión formal. Proyectan una
licía de Godoy Cruz y de Maipú, del Hospital planta general en “H”, con el edificio central de
ÁLVAREZ, RAÚL J. Mendoza. s/d - s/d. Arqui- Lencinas y de la Escuela Bombal. En 1927 par- planta baja libre, lo que permite la continuidad
tecto. Representante de la corriente neoco- ticipó en el Concurso de Anteproyectos para el del nivel terreno, axialmente organizado.
lonial, con vasta obra en Buenos Aires y en Palacio de Gobierno de Mendoza, organizado En 1948 obtienen el segundo premio para
Mendoza. a través de su mediación por la SCA, y obtuvo el Instituto Geográfico Militar. Ese mismo año
el segundo premio. Proyectó además numero- el Ministerio del Interior planifica la recons-
Estudió en Buenos Aires, donde residió la sas viviendas urbanas y rurales. S. C. trucción de San Juan y llama a concurso na-
mayor parte de su vida. Fue hijo del escritor, cional para cinco edificios públicos de carác-
historiador y político Agustín Álvarez. En ene- Bibliografía: S. Cirvini y J. Ponte. Tras los pasos perdi- ter relevante que constituían el centro cívico
ro de 1917 obtuvo el título de arquitecto en la dos de la Legislatura de Mendoza. Su sede y su his- (v.) de la ciudad. De estos concursos el estudio
UBA. Fue alumno destacado en el período com- toria. Mendoza: Edición de la Honorable Legisla- obtiene el primer premio para los Tribunales
prendido entre los dos centenarios (1910-1916), tura de la Provincia de Mendoza, diciembre de 1992. de Justicia, el tercer premio para la Casa de
cuando el Academicismo en la disciplina se vio
sacudido por las nuevas corrientes artísticas y
de pensamiento nacionalistas. AMAYA, DEVOTO, LANUSSE, MARTÍN, PIE-
A lo largo de su vida profesional tuvo una RES. (ADLMP). (Amaya, Rafael: s/d; Devoto,
estrecha vinculación con la Revista de Arquitec- Miguel: s/d; Lanusse, Alberto: s/d; Martín,
tura (v.), que en su segundo número, y mien- Eduardo: Buenos Aires, 1919; Pieres, Augus-
tras Álvarez era todavía alumno, publicó un tex- to: Buenos Aires, 1917). Arquitectos. El estu-
to polémico: “Capilla para una estancia en estilo dio se forma en el año 1947 y se desenvuel-
colonial”. Fue este profesional uno de aquellos ve profesionalmente hasta los años ochenta.
alumnos que, incentivados por Kronfuss (v.), se A pesar de la formación académica que reci-
abocaron al relevamiento de los edificios colo- ben, ADLMP trabaja desde un principio den-
niales que aún perduraban. Al respecto consta tro de las normativas del Funcionalismo, eli-
que realizó el primer relevamiento de las Bó- minando progresivamente reminiscencias
vedas de Uspallata (Mendoza), en 1918. clásicas.
Activo miembro de la SCA (v.), actuó en la u PLANTA DE VIVIENDA EN CASTELAR, PROV. DE BS. AS.

misma como secretario. Y fue docente de la Es- Han sido temas importantes en la obra del
cuela de Arquitectura de la UBA. estudio numerosos proyectos de envergadura Gobierno, y el quinto premio para el Palacio
En Buenos Aires trabajó asociado con Raúl técnica y funcional, edificios de oficinas y de vi- Legislativo. En los tres casos las bases exigían
R. Rivera: en 1918 realizaron el proyecto que vienda en propiedad horizontal (v.), cuya nueva pautas de proyecto que determinaban la esté-
mereció el primer premio del Concurso de Pla- ley desplazaba la casa de renta (v.). También ha tica arquitectónica.
nimetrías y Tipos de Casas adoptadas por la Co- participado en numerosos concursos, varios de El proyecto para los Tribunales de Justicia
misión Nacional de Casas Baratas, que pasaría ellos premiados, aunque no construidos, y es propone un monoblock que responde a los cri-
a ser el primer barrio de este tipo que realiza- en estas obras donde pueden ser apreciadas las terios del Funcionalismo, pero no a la plasti-
ría el Estado en Avellaneda, Prov. de Buenos ideas del grupo. Asimismo es destacable la par- cidad del Movimiento Moderno. El Palacio Le-
Aires. También con Rivera, realizó el Buenos ticipación académica del arq. Martín como pro- gislativo fue resuelto con un volumen puro, al
Aires Lawn Tennis Club en 1923. fesor titular hasta el año 1983, y la del arq. La- cual se articula otro menor para el auditorio.
En 1925 obtuvo el tercer premio del Con- nusse como decano en 1955, ambos en la Aunque el conjunto es racionalista en la con-
curso de Anteproyectos para el Palacio de Jus- FAU-UBA. cepción de las estructuras y el lenguaje de las
ticia de Córdoba. Realizó el proyecto de la Es- El Concurso para la Secretaría de Aeronáu- fachadas y plantas libres, existe una clara com-
cuela de Mecánica de la Armada en 1928. tica fue la causa por la que se conforma el es- posición académica, dada por un eje de sime-
Recién egresado, ocupó en Mendoza, bajo tudio en el año 1947, a poco tiempo de haber- tría especular en la fachada principal, que de-
la administración de José N. Lencinas, el cargo se recibido sus integrantes, y con el cual, nota el acceso central del edificio. La Casa de
de Jefe de la Sección Arquitectura hasta abril obtenido el primer premio, impactan en el ám- Gobierno fue premiada por su distribución y
de 1920 e, interinamente, el de Director de bito profesional de la época. Este proyecto mar- funcionamiento, logrado por la planta libre.
Obras Públicas de la Provincia, entre diciem- ca claramente los lineamientos con los que el Seguidamente obtuvieron los primeros pre-

46 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


alv ama
mios del concurso nacional para la sede social
del Club Newell’s Old Boys de Rosario en 1950
y, en 1954, el de la Cooperativa de Provisión de
Industriales Metalúrgicos. El proyecto de
ADLMP consiste en una planta baja libre y un
basamento públicos, y en una torre de oficinas,
hotel y servicios.
Contando ya con una extensa trayectoria pro-
fesional, ganaron en 1962 el concurso priva-
do de la Sociedad Rural Argentina, proyectan-
do un complejo edificio, en el predio ferial de
Palermo. El programa consistía en un estadio,
pabellones de exposición, edificio de oficinas y
otras dependencias de apoyatura a estas acti-
vidades, como accesos y boleterías, alojamien-
tos, etc. Sin embargo, no es la complejidad de
la solución funcional el logro de este proyec-
to, sino la conjunción del empleo de nuevas téc-
nicas para nuestro país y una libertad formal
que establece una distancia considerable res-
pecto de los proyectos de San Juan o de la Se-
cretaría de Aeronáutica.
Los dos pabellones de exposición, organi-
zados en “L”, constituían desde el punto de vis-
ta compositivo un fondo homogéneo y unifor-
me, logrado por la repetición de un módulo,
sobre el cual se destacaba el volumen escultó-
rico del estadio. Técnicamente poseen una es-
tructura de hormigón tensado, sin canaletas, u SECRETARÍA DE AERONÁUTICA, EN EL PUERTO DE BUENOS AIRES. CON ESTE EDIFICIO SE FORMÓ, EN 1947, EL ESTUDIO ADLMP.

que por la diferencia de altura lateral, entre mó-


dulo y módulo, permiten el paso de luz y la ven- se. Este estadio, con una capacidad para 15.000 Con esta nueva impronta obtuvieron el pri-
tilación necesaria, para la exposición ganadera. personas, habría sido único en Buenos Aires. mer premio para la galería comercial de la Ter-
Por otro lado, los 55 m de luz libre interior, lo- Las estructuras, que hubieran sido las prime- minal de Once de Septiembre, a partir de un
grada sin apoyos intermedios, también posibi- ras censadas del país, fueron calculadas por el proyecto resuelto con una estructura pretensa-
litaban el paso de los animales. ingeniero Bramante. da en forma de paraguas y un solo apoyo cen-
El estadio con el cual se organiza uno de los El otro acceso, sobre Av. Santa Fe, se orga- tral, que tampoco fue construido y que no guar-
accesos al conjunto, sobre Av. Sarmiento, si nizaba con un bloque de oficinas de forma pu- da relación alguna con lo que existe actualmente.
bien es en proyección una planta circular, vo- ra: resolución semejante a la del resto de los Otros trabajos importantes son el canal de
lumétricamente tiene un desarrollo más com- edificios con este destino hechos por el estudio televisión 8 de Caracas, en Venezuela (1965), y
plejo, con techo formado por una estructura de para esa época. Esta obra se construyó hasta los la ampliación de Canal 13, en Buenos Aires
cables de doble curvatura, que admite cualquier primeros 80 m lineales de pabellones, de un (1978). Con estos antecedentes participaron del
tipo de cubierta liviana, como vidrio o chapas total de 300, pero finalmente quedó inconclu- concurso de ideas para ATC en ese mismo año.
translúcidas, obteniendo una zona de luz ce- sa, elevando a un costo muy alto lo construido, Proyectan además el edificio FIAT en 1955, que
nital que, proyectada en planta, forma una elip- por no haberse podido amortiguar la inversión. se construye en 1963; la Usina Eléctrica de Tu-

u CORTE DEL PABELLÓN EN EL PREDIO DE LA SOCIEDAD RURAL ARGENTINA, EN EL BARRIO DE PALERMO, BUENOS AIRES. PROYECTO QUE ADLMP GANÓ POR CONCURSO EN 1962.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 47


cumán en 1967; la Central Termoeléctrica de (España), la casa D’Angoussarten (1979) en desprende de una confianza en el buen uso de
Río Negro en 1965; el Proyecto de Extensión de Bierges (Bélgica) y la casa de Leo Castelli en la técnica, sino de las soluciones alternativas
la línea D de Subterráneos de Buenos Aires en Northeart (EE.UU.). También incursionó en di- que toman auge a partir de la crisis energética
1970; la Galería Comercial de Cabildo y Jura- seños de plazas y espacios abiertos, como en el de 1973. Se trata de las denominadas tecnolo-
mento (ex Churba) en Capital Federal (1962); proyecto para la Plaza Mayor de Salamanca, gías blandas o limpias introducidas en un mun-
la fábrica Llorente “Los Criadores”; varios edi- el Houston Center Plaza en Texas y el Prome- do de utopía, donde el diseñador no solo in-
ficios de propiedad horizontal, de oficinas y vi- moria Garden en Mudenhausen (Alemania). venta los objetos, sino que repropone formas y
viendas en Buenos Aires. V. A. Entre la labor de los últimos años debe desta- ritmos de vida que deben acompañar su exis-
carse el primer premio –no construido– que tencia. En estas construcciones alternativas,
obtuvo en el concurso para la Exposición Mun- planteadas como proyectos-manifiesto, cuyos
AMBASZ, EMILIO. dial de Sevilla realizada en España en 1992. usuarios son la mayoría de las veces aquellos
Si bien sus primeros trabajos arquitectóni- pertenecientes a los sectores marginales, el es-
Buenos Aires, 1943. Arqui- cos poseen un comitente real, son ejercicios ex- fuerzo del diseño está en la constitución de un
tecto, diseñador industrial y perimentales de una poética, algunas veces sitio, un hábitat refundante de la identidad y
gráfico. Radicado en los acompañados por “textos-manifiesto” que mar- superador de las condiciones de vida origina-
EE.UU., realiza una destacada can sus preocupaciones iniciales: Una decla- les. En este nuevo ámbito, la arquitectura pa-
carrera internacional. La etapa inicial de su ración sobre mi obra; Moral: Una condición de rece disolverse como disciplina tradicional pa-
labor se caracteriza por el desarrollo de una prediseño; La univerciudad, etc. ra reorganizarse de una nueva manera.
serie de reflexiones teóricas y proyectuales Aun trabajando desde un principio en el ám- Podemos hablar aquí de una “vuelta a la caba-
acerca de la técnica y la naturaleza como ele- bito internacional, parte de la producción ini- ña primitiva”, que a la vez plantea un aprove-
mentos fundamentales en la construcción de cial de Ambasz está desarrollada en función de chamiento de los más amplios recursos, ya que
una poética arquitectónica. La obra posterior, una perspectiva latinoamericana, donde la re- para Ambasz está claro que el retorno a un am-
abierta a los encargos internacionales y a las cuperación del carácter particular de la natura- biente arcádico no es posible sin el concurso de
propuestas de mayor escala, insiste aún más leza del Continente juega un rol importantísi- la técnica más sofisticada. Pero la posibilidad
en estos postulados iniciales, en los cuales la mo. En ese sentido, no debe desestimarse la de inserción y de aprovechamiento de las he-
reflexión ambiental y el uso de una tecnolo- confesada influencia de Amancio Williams (v.) rramientas es lo contrario del camino fáustico
gía sofisticada comprenden un todo insepa- en su formación y las ideas de armonización planteado por la tradición del Movimiento Mo-
rable, que da como resultado una arquitec- entre técnica sofisticada, vacío natural y crea- derno o de las propuestas tecnologistas de los
tura singular dentro del cambiante panorama ción tipológica que impregnan las obras de es- años sesenta y setenta. Si bien no renuncia a
contemporáneo. te. Del mismo modo que en el caso de Williams, los niveles de confort, fruto del proceso de mo-
sus proyectos se basan en la consideración “agre- dernización, se utilizan otros medios, que im-
Habiendo iniciado su formación en la Ar- siva” de la civilización, pero su respuesta no se plican por su radicalidad una constante remi-
gentina, Ambasz completó sus estudios en la sión a la utopía, una voluntad de hacer de cada
Universidad de Princeton como Master of Fi- obra un manifiesto poético. Como Williams,
ne Arts in Architecture. En 1970 fue designa- Ambasz plantea en sus edificios el rediseño glo-
do curador del Museo de Arte Moderno de Nue- bal del problema con la voluntad explícita de
va York, donde desarrolló una serie de generar una tipología y, si bien por su carác-
exposiciones: Diseño Italiano (1972), Arqui- ter de invención resultan en principio cargados
tectura de Luis Barragán (1974) y Proyecto Ta- de una atmósfera de extrañamiento que los acer-
xi (1976). A partir de 1977 fue director aso- ca a las imágenes de la pintura surrealista, ca-
ciado del Institute for Architecture and Urban da uno de sus detalles técnicos está estudiado
Studies of New York. Sus trabajos teóricos y con absoluta minuciosidad, lo que los hace per-
proyectuales han sido publicados en las más fectamente construibles dentro de ciertos es-
importantes revistas internacionales de arqui- tándares tecnológicos. Sus artefactos, fuera de
tectura y diseño. toda lógica dentro de la tradición de la discipli-
Su obra abarca diversos géneros y progra- na, solo pueden ser comprendidos mediante
mas, así como objetos de diseño industrial y una atenta lectura de sus “programas texto”. Di-
gráfico. Entre los edificios más importantes po- chos programas son la consecuencia de la “vuel-
demos citar algunos referidos a la cultura, co- ta a Arcadia”, una hiperintervención del dise-
mo: Grand Rapid Arts Museum, Museo del Fol- ñador que necesariamente modifica la vida del
klore Americano en Nueva York, Conservatorio usuario y su relación concreta con el entorno
de San Antonio (Texas), Museo de Nueva Or- natural. No solo se crean espacios mediante un
leans, y ejemplos de casas de alquiler como el imaginativo sincretismo entre tradición y mo-
Union Station de Kansas City y el edificio Mon- dernidad, sino que se fijan actitudes, modos de
taña Interior de Nichi Obishiro, en Japón. Sus vida, horarios o programas de trabajo. Esta se-
proyectos de viviendas más significativos son: rie de condiciones que impregnan su obra pos-
la casa de Retiro Espiritual (1978) en Córdoba u UNA DE LAS SILLAS DEL SISTEMA VÉRTEBRA (E.A.). terior están ya explícitas en los primeras obras:

48 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ama amb
el Centro Mexicano de Cálculo Aplicado S. A., entre obra humana y naturaleza. La casa Cas-
en ciudad de México; la Cooperativa de Viña- telli, una estructura de patio en la cual sólo es-
teros Mexicano-norteamericanos, en Santa Ro- te es visible, aunque irreconocible como tal, por
sa, California; los Centros Comunitarios Edu- la superposición de una escalinata que ocupa
cacionales y Agrarios en el valle de Hullanco, la mitad del espacio, pone en crisis la noción
Perú. En el proyecto de la Cooperativa de Vi- misma de evocación tipológica.
ñateros (1976) todo está predeterminado por el Estos ejemplos parecen mostrar cómo, otra
arquitecto, aun los ritos arcaicos que deben vez, la arquitectura puede volver a jugar con
acompañar las celebraciones religiosas de los la naturaleza y a replantearse, al menos en sus
colonos chicanos. A estos grupos particulares partes visibles, como rito, como juego del or-
de usuarios se les propone, como última etapa den frente al caos, para terminar siendo solo
del proyecto, una vida comunitaria que supone “tumba o monumento”. Una arquitectura ín-
la desaparición de la propiedad privada como fima reduce los elementos físicos visibles a un
consecuencia de la interacción de los factores mínimo de partes cuyo principio de organiza-
climáticos y ambientales. Un paulatino y pau- ción es la evocación emocional.
tado retorno a la naturaleza, a partir del en- Frente a esta alternativa, en los últimos tra-
tendimiento de que esta no es hostil y que sus bajos del arquitecto se plantea otra posibili-
condiciones pueden ser aprovechadas utilizando dad que funciona casi como el reverso de la an-
al máximo sus propios recursos. De la diversi- uFUKUOKA INTERNATIONAL HALL, EN JAPÓN. terior: la arquitectura no desaparece de la
dad y rigor del clima también extrae Ambasz superficie sino que sirve como contenedor de
las ideas para los Centros Comunitarios Edu- en la superficie la serie de arquetipos que per- la naturaleza. La naturaleza ideal, la Arcadia
cacionales y Agrarios en Perú (1974-1975). La tenecen a la historia de la cultura. Utilitas y perdida de bosques, cascadas y arroyos, resur-
precariedad provocada por las inundaciones pe- firmitas se separan así de venustas. Algo que ge contenida dentro de estructuras arquitectó-
riódicas de un río de los Andes peruanos, es uti- se repite también en la serie de viviendas: la ca- nicas, ya que no parece tener lugar en el mun-
lizada como base para un proyecto que se asien- sa de retiro espiritual resuelta en el subsuelo do “real”. Como grandes contenedores o
ta sobre balsas que, navegando sobre el mismo permite liberar de manera descarnada el muro invernáculos, los apartamentos Nichi Obiro en
río, invierten las condiciones de un hábitat que blanco y el balcón de la arquitectura popular an- Japón o la Unión Station de Kansas City cobi-
hasta el momento había encontrado en la in- daluza, que se muestra casi como ruina, pro- jan fragmentos de exuberante naturaleza tro-
estabilidad del régimen del curso de agua su ducto de una imagen onírica surrealista. La ca- pical, inundando desde adentro al organismo
principal fuente de dificultad. sa Manoir D’ Angoussart, un cubo enterrado arquitectónico en una tensión irresuelta que lo
Al margen de las experiencias de asimila- bajo el perfil de una colina, emerge en uno de asemeja a una ruina. A esta serie podría asi-
ción, de inversión de la lógica con que cada pro- sus vértices generando una inestable tensión milarse su último proyecto en Buenos Aires: la
blema se presenta, de la utilización ingeniosa
de tecnologías blandas, la obra del arquitecto
argentino, que continúa desarrollándose en el
ambiente internacional, sigue siendo sugeren-
te acerca del futuro de la relación arquitectura
/ naturaleza. La arquitectura enterrada, que
se transforma en uno de los leitmotiv de la úl-
tima producción de Ambasz, revoluciona los
modos de operar propios de la disciplina. Si me-
diante ese recurso, que no es exclusivo del ar-
quitecto, la técnica permite el retorno a la ca-
verna, al subsuelo, la tríada vitruviana en la cual
se asientan los principios constitutivos de la dis-
ciplina se disuelve y la arquitectura visible pue-
de volver a ser solo venustas, retornando a un
diálogo “directo” con la naturaleza original.
Ejemplo claro de esta concepción es el Labora-
torio Schiumberger (1982), presentado por el
autor como un “jardín texto” en el cual coloca
sus signos favoritos, experimentando libremente
un retorno al primitivismo, que no encuentra
lugar para la lógica industrial. Ella está conte-
nida en el subsuelo, el sitio en que los labora-
torios cumplen estrictamente con el programa
funcional, permitiendo que resurja con fuerza u INVERNADERO DEL CONSERVATORIO LUCILLE HALSELL, EN SAN ANTONIO, TEXAS, EE.UU.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 49


ampliación del Museo de Arte Moderno (1999) ta componer un saber holístico, integrador y maron en sus manos la intervención sobre el
con su fachada cubierta de vegetación. Sobre panteísta del mundo, que no reconoce divisio- territorio, imbuidos de estas premisas: aspec-
este par de posibilidades, no exentas de trans- nes entre arte y ciencia, religión y filosofía, es- tos que hoy resultan insoslayables en la plani-
formarse en retórica ambientalista, se plante- pacio público y privado. Se trata de uno de los ficación de estrategias físicas, como el uso del
an algunos de los desafíos futuros de la obra de primeros cuestionamientos globales, tan ca- verde en las ciudades, o el saneamiento y la hi-
Ambasz, en un momento en que la degrada- racterísticos de la Modernidad, de un mundo giene pública, deben referirse a estas acciones
ción del mundo natural y las estrategias para de competencias separadas y de administración iniciales. Pero la línea dominante en el mundo
su recuperación no son un capítulo marginal tecnológica y burocrática en avance. La oposi- francés, que es el que mayor peso manifestó en
en la crisis de la disciplina. ción a las ciencias físico-matemáticas –que ha- los primeros años de las Provincias Unidas in-
Ya en el siglo XXI ganó, entre otros con- bían alcanzado durante el siglo XVII progresos dependientes, confiaba en el uso de la tecnolo-
cursos, el del Fukuoka Prefectural Internatio- de tal magnitud que extendieron sus presu- gía para efectuar las transformaciones que cre-
nal Hall, en Japón. La propuesta de Ambasz ga- puestos a la concepción integral del mundo– ía benéficas; trabajaba el plano del espacio
nó por ser la que mejor reconcilió dos propósitos se manifiesta paradigmáticamente en las pro- público, escindiendo su lógica del espacio pri-
opuestos del comitente: la necesidad de un nue- puestas de Goethe de refundación de una cien- vado y separando espacios “sanos y “enfermos”.
vo edificio de gobierno y el último espacio ver- cia natural distinta y abarcadora, que rechaza Recién a mediados del siglo XIX, los facto-
de libre de la ciudad como único lugar dispo- la “forma muerta” analizada por los científicos, res negativos de la industrialización, el uso de
nible para levantarlo. F. A. para intentar comprender la forma viva, me- tecnologías modernas y la urbanización se hi-
tamórfica, en continuo movimiento. La idea de cieron notar masivamente en la Europa conti-
Bibliografía: AA.VV. “Arquitectura alternativa de Emi- “organismo” que subyace a esta concepción sus- nental. Si las condenas ideológicas habían sido
lio Ambasz”. En: Colección Summarios. N.°13, Bs. As., tituye, en el siglo XIX, la de las formas creadas anteriores, estas se movían más en el plano mo-
1977; “Entrevista”. En: Dos Puntos. N.°4, Bs. As., mar- en una jerarquía fija. Mucho debe a esta sen- ral o retórico que en la percepción real de los
zo-abril de 1982; Architecture and Urbanism, N.°155, sibilidad genérica, que cruza diversas franjas peligros del desarrollo tecnológico. Los nuevos
agosto de 1983. Architecture and Urbanism, N.°155, de la cultura, la conformación de la biología mo- enfoques científicos positivos de la segunda mi-
agosto de 1983. emilio ambasz. Catálogo arquitectu- derna y de las ciencias o técnicas relacionadas, tad del siglo XIX, en cambio, trabajan apoya-
ra y diseño 1973-1993. Library of Congress, 1993. como la medicina o la higiene, que ocuparán el dos no solo en la experiencia del progreso real
lugar hegemónico que las “ciencias mecánicas” (contaminada por el temor reaccionario hacia
habían adquirido en el siglo XVIII. “la multitud”), sino también bajo el impacto es-
AMBIENTALISMO. m. En las ciencias sociales, En este marco, la vieja idea hipocrática de pecífico de los avances que la ciencia había lo-
teoría que otorga importancia central a los fac- que el ambiente influye en las actividades hu- grado en el terreno de los estudios de la natu-
tores del medio en relación con el desarrollo manas adquiere nuevas valencias. La Ilustra- raleza. Lamarck ya había expuesto su teoría
de las sociedades. ción había otorgado a las características del am- transformista de evolución de las especies en
biente un peso decisivo tanto en los aspectos 1800, recusando la convicción de la existencia
ANTECEDENTES INTERNACIONALES. materiales como simbólicos de las actividades de una cadena de formas inmutables, a favor
El ambientalismo actual reconoce diversas humanas: un paisaje montañoso o llano, aus- de una transformación en íntima relación con
y conflictivas raíces. Varios de sus presupues- tero o exuberante, podía determinar desde el ti- el medio ambiente. Charles Darwin revolu-
tos son deudores del clima de ideas del Ro- po de gobierno hasta el arte de una sociedad, cionó las ciencias planteando que el hombre
manticismo europeo, desde fines del XVIII has- de tal manera que la transformación del mun- pertenece a un árbol único de la vida, sin cua-
ta su culminación en la década de 1830. La do físico en función de la organización social lidades diferenciales sustantivas respecto de las
Naturphilosophie alemana, en particular, inten- se tornó la norma. Los gobiernos ilustrados to- de cualquier animal. Para Darwin, la evolución

50 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


amb amb
u FRENTE Y CONTRAFRENTE

DE LA AMPLIACIÓN PARA EL
MUSEO DE ARTE MODERNO
DE BUENOS AIRES (MAMBA),
PROYECTADO POR EMILIO
AMBASZ. HACIA LA AV. SAN
JUAN, UN FRENTE CON
VERDE; HACIA LA AUTOPISTA,
GRANDES PANTALLAS DE
VIDEO. LA OBRA TODAVÍA
ESTÁ EN SUSPENSO.

está regulada por la selección natural: debe manifiestan en toda su amplitud las conse- cadencia de Occidente, de 1917, constituirá un
esta idea a las especulaciones sociológicas de cuencias del determinismo geográfico en la best seller en la filosofía “ambientalista”, citado
Malthus acerca de las poblaciones y su límite figura del “suelo”, “soporte rígido de las aspi- profusamente tanto por los defensores de la Ar-
de crecimiento. Este cruce característico entre raciones cambiantes de los hombres”, sustrato quitectura Moderna como por sus adversarios
contribuciones sociológicas y descubrimientos que los pueblos no deben olvidar. Estas consi- académicos. Las comunidades humanas, para
biológicos constituye una marca clave en el pen- deraciones no son ajenas al clima cultural ale- Spengler, se comportan como las plantas, afin-
samiento moderno; Darwin extendió más tar- mán de principios de siglo, que va amasando cadas al suelo, mientras los individuos en las
de sus ideas sobre la evolución natural hacia la los tópicos de “sangre y tierra” que subyacen al sociedades modernas se comportan como áto-
sociedad humana. Y aunque muchos de sus nazismo. La obra de Oswald Spengler, La de- mos separados: se condena así a las grandes
presupuestos contradecían el determinismo metrópolis, a la inmigración del proletariado,
ambiental lamarckiano, la difusión de las ide- a los sin tierra.
as naturalistas en el ámbito filosófico –por ejem- La contracara progresista de esta visión com-
plo, en los escritos de Spencer– fusionaron las parte paradójicamente similares principios, aun-
distintas contribuciones. que con otras conclusiones: Lewis Mumford es
De estos antecedentes se desprendían di- convocado universalmente como uno de los pio-
versas posiciones, no todas progresistas desde neros de esta actitud. En sus célebres ensayos
el punto de vista social. Por un lado, la apela- donde propone una “renovación de la vida” (Téc-
ción a la naturaleza en los términos modernos nica y Civilización, 1934; La cultura de las ciu-
desplazaba la autoridad de instituciones tradi- dades, 1938; La condición del hombre, 1944 y
cionales como la Iglesia, establecía nuevos pa- La conducta de la vida, 1951), defiende la su-
rámetros de acción para la burguesía en ex- premacía de la asociación humana basada en
pansión, demolía viejas supersticiones y la agricultura y el campo antes que en la in-
creencias. Pero el paradigma biologicista, con dustria y el comercio –remitiéndose a una lar-
la incorporación sin mediaciones de los me- ga tradición antiurbana norteamericana y a las
canismos de la sociedad humana al mundo na- contribuciones de Geddes y Kropotkin–; pro-
tural, abonó también el racismo, el determi- pone una humanización de la tecnología, sobre
nismo ambiental, y las convicciones de la justicia la base de intervenciones no agresivas con el
del dominio del más fuerte sin ataduras éticas. medio; la idea de protección y mantenimiento
Algunas disciplinas que se constituyeron de la “vida” constituye la clave de sus inter-
paralelamente resultan fundamentales en la de- pretaciones. El pensamiento de Mumford pe-
finición de la noción de ambiente y de sus re- só en la conformación del urbanismo organi-
laciones con la sociedad. Los padres de la geo- cista, opuesto a las megalópolis concentradas y
grafía moderna, Humboldt y Ritter, abrevaron al laissez faire capitalista. La Regional Planning
tanto del mundo ilustrado como del románti- Association of America, fundada en 1923, que
co. De manera que sus disquisiciones atañen reunía a arquitectos, publicistas, naturalistas y
al suelo, al clima, a la vegetación y la fauna, y críticos sociales, de la que Mumford fue fun-
también a la acción humana, considerada en dador, constituye un ejemplo paradigmático.
sus dimensiones culturales y subjetivas. Pero u MANIFESTACIÓN DE GREENPEACE CONTRA LA INCINERA- Mientras la determinación del ambiente era
ya en autores de la segunda mitad del siglo se CIÓN DE RESIDUOS PATOLÓGICOS, OCTUBRE DE 2001. teorizada en tan diversas tendencias, una cien-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 51


cia nueva, la ecología, avanzaba en los años pre- raleza, el vegetarianismo, la transparencia cor-
vios a la Segunda Guerra en la definición de di- poral, la medicina alternativa, la alimentación
versos conceptos centrales en las perspectivas sana, el descubrimiento de “otra sensibilidad”
ambientalistas: en los años veinte los estudios en Oriente, etc., formaban parte del ideario
de poblaciones y flujos energéticos en las co- de muchas vertientes de vanguardia en las ar-
munidades biológicas; en 1942 el estableci- tes del diseño territorial. La diferencia entre
miento del concepto trópico-dinámico de eco- aquellos movimientos civiles y grupos intelec-
logía (v. Ecología). Se produce así, especialmente tuales de diverso signo que criticaban el artifi-
después de los desastres de la Segunda Guerra cio metropolitano y el panorama actual radica
Mundial, un doble movimiento: las reflexiones en la conversión del conjunto de organizacio-
sobre el habitar humano reparan en las contri- nes ambientalistas en un factor de presión po-
buciones de la ecología, mientras que los ecó- lítico y económico específico, con un poder in-
logos amplían su campo de reflexión, hacia pro- usual a escala planetaria.
blemas más generales de la sociedad. Eugene Lo que hoy se conoce como movimiento am-
Odum –el padre de la moderna ecología– defi- bientalista o ecologista surge con sus caracte- u INUNDACIONES POR DESBORDE DEL RÍO SALADO, 2003.

ne en los años sesenta el movimiento por el cual rísticas actuales hacia 1970. Inicialmente, su
las poblaciones humanas son incluidas en el tópico principal fue la lucha antinuclear. En Eu- glo XXI esta ambigüedad está lejos de solu-
ámbito de investigación de esta ciencia. Sus ma- ropa, el movimiento canaliza las decepciones cionarse. Por un lado, las catástrofes que afec-
nuales de difusión constituyen manifiestos fun- (post-1968) de muchos activistas de izquierda taron extensiones considerables de la tierra die-
damentales en la extensión del movimiento am- o aparece ligado a movimientos libertarios, anar- ron la razón a los promotores de una nueva
bientalista. Otras ciencias y técnicas contribuyen quistas o alternativos. La revista inglesa The Eco- actitud: los escapes tóxicos de Bophal, el de-
a colocar fuertes límites al optimismo del des- logist (a blueprint for survival) constituye una de sastre atómico de Chernobyl, las concentra-
las publicaciones señeras por el grado de poli- ciones de dióxido de carbono en la atmósfe-
tización. Deben mencionarse, también, libros ra, los millones de hectáreas perdidas de
de gran venta masiva como Small is beautifull, bosques tropicales. Por otro, el ecologismo co-
de E F Schumacher, sin nivel científico, pero mo movimiento unificador de muy diversas
seductor en la celebración de un programa de corrientes, gestado en un clima altamente po-
escasez para la salvación del mundo; y, en la litizado y radical en los años a caballo de la dé-
misma sensibilidad, el de Ivan Illich, Liberar el cada del setenta, se presentaba como alternati-
porvenir (1969). va de vida integral, antiestatal y anticonsumista,
Aunque diversos gobiernos habían toma- con vagos ecos anarquistas. Sus formas de or-
do en cuenta los requerimientos de las orga- ganización difusas (autonomía de los grupos,
nizaciones ambientalistas, el giro fundamen- coordinaciones en red), favorecieron la difusión
tal se produce con el informe Los límites del de las ideas y la participación social, pero obs-
crecimiento, de D.H. Meadows y otros cientí- taculizaron la reflexión sistemática y la posibi-
u INUNDACIONES EN SANTA FE, MAYO DE 2003. ficos del Massachusetts Institute of Techno- lidad de revertir políticas centrales. Rápida-
logy (MIT), ante el Club de Roma, en 1972. mente, ecologistas libertarios se vieron
arrollo tecnológico. Un cambio fundamental El informe fue financiado por la Volkswagen, conviviendo con asociaciones apolíticas de de-
acontece en la Francia de posguerra. La escue- la Fiat y la fundación Ford, y colocó el proble- fensa sectorial (vecinalistas, ambientalistas tra-
la francesa suele recordar la importancia de los ma del hábitat terrestre en un plano interna- dicionales, etc.) y sus principios fundamenta-
escritos de Martin Heidegger en los años cin- cional. La propuesta del Club de Roma con- les, necesariamente simplificados, comenzaron
cuenta en la constitución de un “ambientalis- sistió en congelar los niveles de desarrollo a integrar la plataforma de los más diversos par-
mo” filosófico, lo que agrega complejidad a los económico ante la alarma mundial. En otra di- tidos políticos. La insistencia ecologista en re-
principios ecologistas más difundidos en la Ar- rección se movió la ONU en la Primera Con- chazar la división política tradicional (derecha
gentina de la década de 1980. ferencia Internacional sobre Medio Ambiente / izquierda) no pudo afrontar las grandes trans-
En este cruce de problemas reales, ideolo- Humano, realizada en Estocolmo en 1972, de formaciones neoliberales, que no dudaron en
gías de muy distinto signo, viejos tópicos na- la que surgió una declaración con la propues- apoyarse en esta nueva sensibilidad al momento
turalistas y nueva agenda científica, emerge el ta de 26 principios ambientales, más un cen- de desarmar los mecanismos del Estado de bien-
movimiento que hoy se reconoce, indistinta- tenar de recomendaciones, que dieron origen estar, las viejas conquistas del movimiento obre-
mente, como ambientalismo o ecologismo. Exis- al Programa de las Naciones Unidas para el ro o las certezas progresistas de la izquierda.
tían desde tiempo atrás sociedades civiles que Medio Ambiente. Una nueva Cumbre de la Por otro lado, la multitud de organizaciones
abogaban por la preservación de espacios vír- Tierra se convocó en Río de Janeiro en 1992, ambientalistas, especialmente las orientadas
genes, por el retorno a una vida natural, por una a la que asistieron delegados de más de 170 pa- hacia la ecología social, que desde la Conferencia
nueva relación del hombre con la tierra. Por íses, más de 1.500 organizaciones no guber- de Estocolmo enfatizaron los problemas de la
otro lado, diversos tópicos habituales en las so- namentales, gozando de una difusión perio- pobreza en los países del Tercer Mundo, testi-
ciedades desarrolladas de fines del siglo XX, co- dística notable. La ambigüedad signó desde sus moniaron en contra de las consecuencias más
mo la recuperación del contacto con la natu- inicios al movimiento ambientalista, y en el si- ríspidas del nuevo orden mundial.

52 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


amb amb
LA ARGENTINA. ciertas recortadas perspectivas. Por el contra- precisas ante el poder político-económico: así
Hasta 1970, los grupos preocupados por el rio, de esta década datan las primeras acciones se favoreció el desarrollo del sentido común
tema ambiental estaban circunscriptos al con- institucionales que consideran al ambiente en ecologista, que hoy puede ser tomado sin con-
servatismo tradicional: amigos de parques na- su conjunto, como también la progresiva ins- flictos por las más diversas vertientes políticas
cionales, asociaciones de protección animal, tauración de esta perspectiva en los círculos y sectores sociales, siempre y cuando no afec-
etc. Como organizaciones no gubernamenta- académicos y técnicos. En 1976 se realizó en te aspectos centrales de la política de las cor-
les avant la letre en temas ambientales, se pue- Buenos Aires el primer Congreso sobre la Ciu- poraciones. La dictadura alentó el desarrollo de
de mencionar a la Asociación Ornitólogica del dad y su Medio Ambiente. El plan urbano de esta inflexión del ambientalismo sin perfiles
Plata, la Asociación de Amigos de Parques Na- 1977 considera por primera vez las cuestio- ríspidos ni denuncias concretas; la fusión de
cionales y la Fundación Vida Silvestre Argen- nes ambientales con definiciones modernas; diversos conceptos atinentes al sanitarismo, a
tina, cuyos títulos revelan la preocupación ex- una serie de acciones concretas (la creación del la biología, y a la planificación, en una versión
clusiva por áreas vírgenes o especies originales. CEAMSE, la prohibición de incinerar residuos de la ciudad que la asimilaba al comportamiento
Una actitud ecléctica en el dominio terri- en los edificios y el consiguiente uso de com- de un ecosistema, es decir que la naturalizaba,
torial, en la línea de Roosevelt, sin mayores de- pactadores, las campañas para la disminución no podía sino resultar funcional para el go-
finiciones teóricas, había acompañado la acción del ruido ambiental, las ordenanzas atinentes bierno. A las hipótesis del conflicto urbano de
estatal de protección de la naturaleza desde las a la contaminación hídrica o la calidad del ai- inicios de los setenta sucedieron las hipótesis
primeras décadas del siglo XX: el problema del re) provienen de entonces. Se instaló por pri- de regulación homeostática del entorno.
país continuaba siendo, como lo había sido en mera vez en la Facultad de Arquitectura y Ur- Por cierto, las ONGs., clave del movimien-
el siglo XIX, la vastedad de su territorio poco banismo de Buenos Aires la cátedra de Ecología to ecologista posdictatorial, no poseyeron du-
transformado técnicamente (v. Área protegida). Urbana y Regional (1977-1983). En 1981, se re-
Los primeros indicios de transformación alizó el primer seminario sobre Ambiente y Ur-
provienen del clima de efervescencia político- banización que organizó el CEUR, coordinado
cultural de los años sesenta. Una cultura ju- por Jorge Enrique Hardoy (v.). A partir del mis-
venilista transcurrió entonces por dos carriles mo círculo se inicia la edición del Boletín sobre
que no necesariamente se articularon en aque- medio ambiente y urbanización (Bs. As.: IIED),
llos años: por un lado, la militancia política ra- el foro de mayor importancia local sobre pro-
dical, heredera de la Revolución Cubana; por blemas ambientales. Desde la disciplina ar-
otro, los primeros pasos del hippismo. En Bue- quitectónica, el intento más sistemático de uni-
nos Aires, este se articuló con ciertas franjas ficar la proyectación tradicional con la nueva
culturales deliberadamente ajenas a la acción agenda de problemas lo desarrolló el platense
política de la izquierda revolucionaria. La eva- Rubén Pesci, coordinador del CEPA (Centro de
sión hacia lugares “incorruptos” (El Bolsón o Estudios y Proyectación del Ambiente) (v.), es-
ciertas zonas de Córdoba), la insistencia en la pecialista en Planeamiento Metropolitano en u INUNDACIONES EN LA PROVINCIA DE SANTA FE (2003).

autoproducción artesanal y la vida comunita- el CONHABIT desde 1975. Su revista A/mbien-


ria, y la íntima relación con vagas místicas orien- te (v.) ocupó un lugar de importancia en la cul- rante el gobierno militar casi ningún protago-
tales continúan siendo leit motivs heredados tura arquitectónica, intentando fundar nuevas nismo: las que entonces operaban eran un
más tarde por vastos sectores medios y altos. bases que desplazaran los criterios de proyec- puñado de organizaciones desarticuladas, sin
La dictadura militar desarmó las organizacio- tación tradicional. La revista se convirtió du- conexiones relevantes con las asociaciones in-
nes de izquierda radical y en la persecución ge- rante el Proceso en el vehículo de nuevas ide- ternacionales, deudoras de las viejas asocia-
nérica disolvió también las informales mani- as que desplazaron momentáneamente tanto ciones naturalistas o vecinalistas. La vida ac-
festaciones del flower power. Pero la dictadura a la vieja guardia sociológica (a la que subsu- tiva de las ONGs, tal como hoy se las conoce,
no fue renuente a la mirada ambientalista en mió fácilmente con sus presupuestos “sisté- se abre en la década del ochenta, una parte
micos”) como la vuelta a la especificidad ar- de ellas dedicadas a los problemas cruciales de
quitectónica, representada por La Escuelita. los derechos humanos, otras a los problemas
Summa, (v.) la revista más importante de la ma- de las minorías, otras al ambientalismo: la si-
trícula arquitectónica, no dejó de hacerse car- multaneidad de su surgimiento en un país que
go del problema desde el principio de la dicta- había carecido de iniciativas civiles autónomas
dura, abandonando prontamente villas miseria de importancia las coloca en una sensibilidad
y problemas sociales. Sin debates, se operó política novedosa y promisoria, pero las con-
en la Argentina en forma violenta lo que tam- funde en el mismo ámbito cultural y político,
bién sucedió en Francia: caídas las utopías de ya que no necesariamente trabajan dentro el
1968, el ambientalismo se convirtió en un mo- mismo ideario. Junto a las ONGs. novedosas,
vimiento que, supuestamente basado en clisés se alinean sociedades de beneficencia, aso-
científicos, y con fuerte impulso ético, reem- ciaciones de preservación o de apenas encu-
plazaba la voluntad vacante de la vanguardia biertos intereses inmobiliarios.
política. Pero esta nueva militancia solo podía Hacia fines de 1970, existían las ya men-
u INUNDACIONES EN LA PROVINCIA DE SANTA FE (2003). definirse entonces en formas neutras y poco cionadas Asociación de Amigos de los Parques

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 53


u MARZO DE 2003: PROTESTA DE LA ORGANIZACION GREENPEACE CONTRA LA EXPLOTACIÓN DE MINAS DE ORO EN ESQUEL, PROVINCIA DE CHUBUT.

Nacionales, la Fundación Vida Silvestre Ar- En la década de 1980, el diario La Voz del A partir de 1987, se concretan las primeras
gentina, además de la Asociación Argentina interior y la organización no gubernamental marchas públicas contra la energía nuclear y
contra la Contaminación del Aire y el Comité FUNAM dedicaron páginas relevantes al pro- la defensa del ambiente, logrando un éxito ma-
Córdoba para la Conservación de la Naturale- blema ambiental de manera sistemática. Los yúsculo en provincias como Córdoba y en los
za. Algunas entidades de base académica, co- primeros pasos se ligaron con cuestiones con- sectores jóvenes. Una nueva oleada de creación
mo la Asociación Argentina de Ecología (1972), cretas: tal el caso del recurso de amparo con- de ONGs. coincidió con la Segunda Cumbre
e instituciones de larga trayectoria como La tra la pesca de las toninas o la demanda contra de la Tierra en Río de Janeiro, de gran cober-
Academia de Ciencias Médicas de Buenos Ai- los herbicidas. En 1984 FUNAM elabora el pri- tura periodística. Su contrapartida, el Foro Glo-
res se ocupaban del tema. Pero hacia fines del mer Directorio de las ONGs. ambientalistas de bal ’94, montado por las ONGs. brasileñas, de-
gobierno militar, se crean una serie de ONGs. la Argentina, catalogando ya unas 300 entida- mostró una fractura importante entre la
ligadas a la cuestión urbana, reuniendo tanto des. En el mismo año se crea el consejo de
los avances de la ecología urbana y social co- ONGs. ambientalistas de Córdoba, seguido de
mo la voluntad de crear nuevas bases para la una primera reunión en Alta Gracia, impulso
reconstrucción del tejido institucional argen- que otorga a las ONGs. un funcionamiento or-
tino. Para principios de los ochenta, se inau- gánico, sucediéndole consejos, foros, federa-
guraron los contactos con organizaciones si- ciones y redes. En 1986 comenzaron las ne-
milares internacionales y una fluida relación gociaciones de Greenpeace, la prestigiosa
con los medios de comunicación. Córdoba fue organización internacional, que en 1988 abre
en este caso la provincia de avanzada. Esto no en Buenos Aires su primera oficina para el Ter-
sorprende, ya que poseía una larga tradición cer Mundo: su entonces vicepresidente, el bió-
en conservación de la naturaleza: de allí vení- logo Raul Montenegro, es quizás quien más
an los grupos más ortodoxos que polemizaron hizo desde el inicial movimiento cordobés por
con la política oficial de Parques Nacionales, jerarquizar el tema del ecologismo en la Ar-
como fue el caso del publicista y médico Hu- gentina. El año 1988 puede considerarse el del
go Salomón, presidente de la Federación de la ingreso de la Argentina a la red mundial de or-
Fauna Sudamericana. ganizaciones ambientalistas. u AGUAS CONTAMINADAS EN EL GRAN BUENOS AIRES.

54 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


amb amb
institucionalización de los principios ambien- Introduciendo en nuestro medio una pre-
tales y las organizaciones que, desde la iz- cursora preocupación por integrar al campo
quierda, intentaban mantener un sesgo políti- disciplinar arquitectónico manifestaciones
co, aunque la multitud de temas de este foro provenientes del amplio abanico conformado
alternativo (la mujer, las nacionalidades indí- por las ciencias de la naturaleza, A/ nació so-
genas, los niños, etc.) llevó como siempre a bre la base de la inicial experiencia que cons-
aportes desiguales. Su efecto, como el de las tituyó Espacios CEPA.
ONGs. en general, debe establecerse más que La continuidad y ampliación de los propó-
en el plano del conocimiento, en el plano de la sitos originales se hizo explícita en editoria-
acción, de la difusión en la opinión pública y les encargados de remarcar que el objetivo de
de la presión sobre los estamentos políticos. la nueva revista era promover una arquitectu-
En este sentido, el reconocimiento institu- ra capaz de considerar los aspectos sociales,
cional y político de las cuestiones ambienta- productivos, ecológicos y culturales propios de
les se revela tan amplio como vago. La nueva u CONTAMINACIÓN INDUSTRIAL EN SUBURBIOS PORTEÑOS. cada región, cuya síntesis recae en el recurrente
Constitución Nacional de 1994 introduce en latiguillo de arquitectura ambiental. En líneas
su artículo 41 “el derecho a un ambiente sano, Plan urbano de La Plata (intendencia Alak), generales, la revista pasó a incluir la crítica
equilibrado, apto para el desarrollo humano; la Córdoba (intendencia Martí) y Buenos Aires de la arquitectura y el urbanismo basada en un
utilización racional de los recursos naturales, (intendencia de la Rúa). punto de vista ecológico para estudiar el am-
la preservación del patrimonio natural y cultu- Muchos autores incluyen en la problemá- biente construido, trabajos de ecología y geo-
ral y la diversidad biológica”. También deben tica ambiental los trabajos sobre la pobreza ur- grafía para indagar el ambiente natural y bus-
mencionarse, en el mismo sentido, las nor- bana, ligados a la participación de organiza- car un mayor aprovechamiento de sus recursos,
mativas que exigen evaluación del impacto am- ciones populares. Sin embargo, me permito enfoques antropológicos para vincular el hom-
biental en nuevos emprendimientos indus- separarlos del tema ambientalista, si bien es bre con el ambiente construido o natural, y se-
triales. Los gobiernos locales, en conjunto con cierto que su perfil definido hacia los años mióticos para reconocer al ambiente como sis-
las técnicas de proyectación ambiental, han in- setenta cambió en función de intervenciones tema significante. Sobre este esquema, y
corporado decididamente el tema, al margen desligadas del activismo político tradicional, a apoyada en ilimitadas posibilidades de explo-
de los signos políticos. Más controvertida re- favor de una inflexión que atendiera a solu- ración que se abren con la noción de ambien-
sulta la aplicación específica de las leyes. Ca- ciones puntuales, concretas, y por cierto mí- te, A/ fue reafirmando en lo sucesivo un dis-
so paradigmático de corrupción e inoperan- nimas en relación con problemas que pasan curso identificatorio que orienta su accionar a
cia lo constituyen en Buenos Aires el proyecto por cuestiones económicas globales. En esta lo largo de las diferentes etapas.
de limpieza del Riachuelo que impulsó la en- vertiente pueden encuadrarse los trabajos im- La primera etapa (1979-1985) es sin duda
tonces secretaria de Medio Ambiente, María pulsados por el FICONG (Hardoy - Bompa- la de mayor interés, impregnada por la crisis
Julia Alsogaray, del que nada se hizo, o las ope- rolo), el programa Arraigo en la Provincia de del movimiento moderno y la búsqueda de so-
raciones de maquillaje urbano “verde” de las Buenos Aires, o programas como Lote más Ser- luciones alternativas, basadas en el principio
sucesivas intendencias porteñas. vicios, realizados con fondos del BID durante ambiental. Este fue difundido tanto en forma
En el área de urbanismo, el tema ambien- la Secretaría de E. Amadeo. G. S. de manifiesto como a través de obras que re-
tal fue una de las salidas características en una valorizaron el ambiente natural (v. gr.: los tra-
disciplina que se había pretendido científica y Bibliografía: R. Montenegro. Ecología de sistemas ur- bajos realizados por la Subsecretaría de Or-
progresista desde sus inicios locales. Caídas banos. FAU, UNMdP; G. Silvestri. “La convención denamiento Ambiental, de la que Pesci fue
las certezas técnicas en los ochenta, el lenguaje verde”. En: Centro para la gestión urbana. Boletín. supervisor). La revista fue seleccionada por la
sistémico de la ecología social fue fácilmente N.° 8, 1994; C. Reboratti. Ambiente y Sociedad. Bs. UNESCO para difundir en Latinoamérica el
absorbido por la planificación. La moderniza- As.: Ariel, 2000. programa MaB (Man and Biosphere), por lo
ción del sistema académico argentino, con la que los temas de la arquitectura se amplían
consecuente emergencia del sistema de pos- hacia la conservación de ecosistemas, la pro-
grados, maestrías y doctorados, amparó estu- A/MBIENTE. Revista especializada en arquitec- tección del ambiente y el desarrollo de los re-
dios cuartarios, orientados a las cuestiones am- tura, urbanismo y planificación urbana y terri- cursos naturales. El ambiente es considerado,
bientales en diversas facultades nacionales (por torial. Creada por la fundación Cepa (v.) y di- siguiendo las huellas de uno de los referentes
ejemplo, la Maestría en Gestión Ambiental del rigida por Rubén Pesci, apareció en La Plata principales de la ideología de la revista, Amos
Desarrollo Urbano en las universidades de Mar en 1979 y se publica hasta hoy. Dirigida por Rapoport, como un sistema significante. En
del Plata y el Comahue). También pueden men- arquitectos platenses formados en torno de la segunda etapa (1985-1989), Pesci, conver-
cionarse diversos planes que reorganizaron las ideas organicistas, A/ nació con el propósito tido en protagonista principal, se orienta a la
tradicionales certezas del planeamiento físico de consolidar en nuestro país una corriente convocatoria estudiantil –son los breves años
alrededor del tema ambiental, vinculados con de pensamiento tendiente a articular la ar- de entusiasmo democrático– y dentro de los
equipos académicos: tal el caso del Plan de San quitectura, el urbanismo y la planificación con temas abordados por la publicación adquiere
Martín de los Andes (Kullock con equipo UBA), las corrientes ambientalistas que comenzaron mayor relieve la preservación histórica de las
los planes de Luján y Mar Chiquita (Pesci y a cobrar notoriedad en los países centrales al ciudades, acorde con las líneas dominantes
consultora platense CEPA), las revisiones del promediar la década del sesenta. del campo arquitectónico de entonces. La re-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 55


vista cambia de forma- Aires, 1936; Schön, Gerardo: Buenos Aires, socios permanentes los arquitectos Miguel Hall
to en 1991, sin alterar 1936; Zemboraim, Eduardo: Buenos Aires, (FAU-UBA, 1968) y Juan Carlos Fervenza,
sustancialmente los te- 1936 - Íd., 1985). Estudio de arquitectura. (FAU-UBA, 1972). En la conformación del es-
mas de reflexión. En Desde la década del sesenta, el estudio ASZ tudio resulta decisiva la participación en los
este período se publi- & Asociados desarrolla una trayectoria inin- concursos nacionales de anteproyectos que ca-
caron los Documentos terrumpida que abarca todos los aspectos del racterizan a los años sesenta.
A/mbiente, números te- planeamiento, la arquitectura y el diseño ur- La obtención de una mención en el con-
máticos vinculados, en bano, tanto para entidades públicas como pri- curso nacional Iglesia Parroquial de Laprida
general, a eventos de vadas. Forma equipos de trabajo con espe- (1961) los afianza como equipo e impulsa el
u PORTADA DE LA REVISTA importancia interna- cialistas y asesores, y en diversas ocasiones perfil de estudio profesional, diferenciándose
A/MBIENTE, DE LA PLATA. cional, como el Con- con estudios asociados. En casi cuarenta años del inicial funcionamiento como empresa. A
greso de la UIA de Bar- de trayectoria obtuvo 37 premios en concur- partir de entonces, como resultado de la in-
celona en 1996. Después de una breve sos nacionales e internacionales, públicos y tensa actividad desarrollada en la escalada de
interrupción, A/mbiente reaparece en 1998 privados, y 10 adjudicaciones por concurso concursos de las décadas del sesenta y del se-
con un nuevo tamaño y mejor calidad de im- nacional de antecedentes. Como resultado tenta –en los que obtienen muchas veces los
presión. En lugar del apoyo de la UNESCO, la de la obra profesional, representó a la arqui- primeros puestos–, trabajan sobre diversos te-
revista es ahora auspiciada por Nordelta y otras tectura argentina en numerosas exposiciones mas, incluyendo obras públicas.
empresas privadas. Nordelta sigue desarro- internacionales; asimismo, sus miembros se Se destacan obras y proyectos como Hotel
llando una inmensa ciudad privada en el área desempeñan en el ámbito académico y par- Cipoletti (1962), Río Negro; Municipalidad de
del Tigre (emprendimiento, paradójicamen- ticipan intensamente en las instituciones que Ayacucho (1965); Municipalidad de General Al-
te, de dudoso impacto ambiental). G. V. rigen el campo profesional. varado (1964), Miramar; Terminal de Ómni-
bus Chascomús (1964); Museo Musical y re-
El estudio se forma hacia 1961, a partir de novación del Parque Saavedra (1965), La Plata;
la experiencia universitaria compartida en la Terminal de Ómnibus Azul (1965); Hostería
ANTIGAL. m. En el noroeste argentino, lugar don- Facultad de Arquitectura de la Universidad de de la Laguna de Monte (1966); Club Provincial
de hay restos de “los antiguos”. Buenos Aires, donde se gradúan sus integrantes de Rosario (1966); Terminal de Ómnibus de
en 1960. En el año 1973 se incorporan como Tandil (1966); Colegio de Escribanos (1966),
Si bien existe consenso entre científicos res- La Plata; Centro Administrativo Gubernamen-
pecto del significado que se atribuye al térmi- tal de la Provincia de Buenos Aires, La Plata
no, su origen es confuso; algunos sostienen –asociados con el estudio Llauró y Urgell (v.)–;
que se trata de un vocablo de raíz quechua, Estadio Único de La Plata (1972), Centro Cul-
mientras que otros afirman que se trata de una tural y Deportivo de Tandil (1968); Centro Cí-
palabra derivada del español. Popularmente, vico de San Juan (1971); Banco de la Provincia
la designación de “antigal” referiere a un con- del Chaco (1970), Resistencia; Centro Admi-
junto heterogéneo de sitios con restos indí- nistrativo Neuquén (1971); Embajada Argenti-
genas, sin que ello incluya necesariamente la na en Asunción (1971); Escuela de Mecánica de
presencia de estructuras construidas. En tér- la Armada (1971); Auditorio de Buenos Aires
minos arquitectónicos, señala grupos de cons- (1972); Embajada Argentina en Brasilia (1970).
trucciones de piedra que pueden abarcar va- Este período responde a la práctica de la ar-
rias hectáreas e incluir recintos de piedra de quitectura de sistemas (v.), que atiende espe-
planta rectangular o elíptica, tumbas circula- cialmente los aspectos objetivables de un pro-
res de piedra formatizada y montículos líticos yecto, generando como estructura compositiva
de diverso tamaño. Durante la gran época de una arquitectura modular.
exploraciones en el noroeste, a mitad del siglo En la obra producida por el estudio las pre-
XX, se usaba esta palabra para diferenciarla de ocupaciones no responden a planteos de or-
Pucará (v.) (fortaleza o sitio fortificado), aun- den teórico o estético. Prevalece la actitud de
que ya ha caído en desuso. Se destacan el An- resolver con oficio los problemas derivados de
tigal de El Tero (Cachi, Salta), el de Los Ama- los diversos programas, privilegiando los re-
rillos (Humahuaca, Jujuy) y el Antigal de Tres querimientos del clima, la elección de los ma-
Cruces (Jujuy). D. S. teriales y resolviendo los problemas funcio-
nales. Así han logrado a partir de propuestas
simples, generalmente organizadas a través
ANTISÍSMICA, ARQ. (v. Edificación contra temblores). de ejes lineales, conjuntos edilicios que fi-
nalmente realzan el plano estético del lenguaje
arquitectónico empleado. En el tema de la vi-
ANTONINI, SCHÖN Y ZEMBORAIN & ASO- vienda esto puede observarse en la concepción
CIADOS. (ASZ). (Antonini, Antonio: Buenos u CENTRO ADMINISTRATIVO DE GOBIERNO, EN LA PLATA. de una arquitectura modular que adquiere uni-

56 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


amb ant
dad como conjunto a partir de la forma en que borain (1968), Antonini (1969) y Schön (1974).
se agrupan las unidades o partes, privilegian- Entre otras viviendas individuales se pueden
do el espacio público o colectivo. Entre los gran- citar Clutterbuck (1978-1979), Ortelli (1978-
des conjuntos habitacionales que realizaron 1979), Lombardi (1982), Malenchini (1978),
se encuentran Villa El Chocón (1968-1971), Suckich (1982), Muzzio (1982), Boggiano
Neuquén –en colaboración con Llauró y Ur- (1982). También dentro de la arquitectura pa-
gell–; Río Grande A y B (1973-1974), Tierra del ra el turismo, se encuentra la obra para el Club
Fuego; los conjuntos 28 de Noviembre y Río Hotel DUT (1978-1993), de viviendas agrupa-
Turbio (1974-1976), ambos en Santa Cruz, pa- das frente al lago Nahuel Huapi, en Bariloche.
ra Yacimientos Carboníferos Fiscales (YCF) y La extensa obra del estudio ASZ comprende
Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), res- la construcción de edificios o complejos den-
pectivamente; Rosario I (1974) y II (1978-1981); tro de un amplio campo temático. En el área
Belgrano (1978-1980), Tucumán; Neptuno 33 de educación, puede mencionarse: Centro Uni-
y 34 (1977-1979), Buenos Aires; relocalización u VISTA CENTRO GUBERNAMENTAL, PROV. DE BS. AS. versitario de San Luis (1977-1979); Universi-
de Posadas (1979), para Yacyretá; viviendas dad Tecnológica Nacional, delegación Delta
obreras del ingenio azucarero La Providencia, truidas con materiales del lugar como la caña, (1979-1981), Campana, asociados al estudio
Tucumán (1974-1975); Villa Permanente Ar- que cumplen la función vital de integrar la úni- SEPRA; Instituto de Mercedes (1981-1982) y
gentina de Yacyretá (1978-1981). Comparten ca zona cerrada de cada vivienda –que corres- el Plan de 60 Escuelas de 1980-1981 para Ca-
estos criterios conjuntos de una escala mucho ponde solo a los dormitorios– con la zona don- pital Federal. En el área del deporte, el Estadio
menor, como el residencial Lomas Inn (1980), de no se diferencian la cocina del comedor, de Mar del Plata (1975-1978) (v. Estadio) y, en
en las Lomas de San Isidro, Provincia de Bue- constituyendo un lugar común. la misma ciudad, el Complejo Polideportivo
nos Aires; o el conjunto de 32 viviendas Cie- El caso de las viviendas unifamiliares no del Patinódromo Municipal (1979-1980); el
lo Abierto (1980), en Punta del Este, Uruguay. responde a una tipología previamente defini- Golf Driving Range (1980-1981) los Centros
Como caso particular puede analizarse el da sino que cada caso es resuelto en forma in- Deportivos Municipales (1980-1981) y la Re-
mencionado conjunto de viviendas obreras dependiente, como sucede en general en la modelación Stadium Luna Park (1989) en Ca-
permanentes del Ingenio Azucarero La Provi- obra del estudio. El estudio ASZ ha utilizado pital Federal. Entre los grandes emprendi-
dencia, Río Seco, en Tucumán (1974-1975), principalmente el ladrillo visto como lengua- mientos industriales se encuentran el Complejo
que como parte del complejo cuenta también je expresivo. Si bien cada una de las viviendas Hidroeléctrico Yacyretá (1979-1980), Co-
con el edificio de oficinas administrativas. Es- podrían ser puestas en primer plano por su ca- rrientes; plantas de transferencia de residuos
te proyecto se estructura a partir de células de lidad proyectual y constructiva, son las viviendas del CEAMSE (1978-1979), Buenos Aires; Com-
viviendas agrupadas de a 2 ó de a 4, con la cua- particulares de los respectivos arquitectos del plejo Hidroeléctrico Chocón-Cerros Colorados
lidad de tener en consideración el clima ex- estudio las que permiten establecer tenden- (1970), Neuquén; Complejo Hidroeléctrico Al-
tremo de Tucumán y la importancia de la vi- cias arquitectónicas sin la intervención de clien- copa (1972), Neuquén; planta para la plastifi-
da comunitaria. Como parte de este enfoque tes ni jurados, y representan la diversidad de cación de Telas (1978), Comodoro Rivadavia,
resulta destacable la presencia de galerías, cons- los integrantes del equipo: Hall (1979), Zem- Chubut. También realizaron obras comercia-

u CORTE DEL ESTADIO DE MAR DEL PLATA.

u VISTA AÉREA DEL ESTADIO CIUDAD DE MAR DEL PLATA, REALIZADO ENTRE LOS AÑOS 1975 Y 1978. u DETALLE DE GRADAS CUBIERTAS EN EL ESTADIO MDP.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 57


w Oficinas Laboratorios Roche

u VISTA EXTERIOR POSTERIOR DEL EDIFICIO DE OFICINAS DE LOS LABORATORIOS ROCHE, EN GENERAL PACHECO, PROVINCIA DE BUENOS AIRES.

u ARRIBA: DETALLES DE

FACHADA Y VISTAS INTERIO-


RES. A LA IZQUIERDA:
PLANTAS ALTA Y BAJA:
SE COMUNICAN ENTRE SÍ
Y CON LOS ESPACIOS
COMUNES MEDIANTE CA-
LLES Y PUENTES INTERNOS.
LA PLANTA ESTA DEFINIDA
POR DOS RECTÁNGULOS
PARALELOS.

u DETALLE DEL HALL DE

INGRESO DEL EDIFICIO


PARA OFICINAS DE LOS
LABORATORIOS ROCHE. LOS
ESPACIOS DE LA PLANTA
SE DISPONEN EN DOS BLO-
QUES PARALELOS DE 100
METROS DE LARGO POR 12
METROS DE ANCHO.

58 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ant are
les como el Centro Comercial de Palermo Chi- Una década después realizan el Concurso Na- de este teatro es una réplica de la Universidad
co (1982), y la extensa red de sucursales de Su- cional de Ideas sobre la urbanización del An- de Alcalá de Henares, con volúmenes enri-
permercados Disco, tanto en la Capital Fede- tiguo Puerto Madero (1991); el Concurso de quecidos por elementos ornamentales espa-
ral como en el interior del país (1980 a 1994); Ideas para el Área Retiro (1996); y más re- ñoles de diverso origen. Se trata de una va-
Centro de Compras Carrusel (1984), Mendo- cientemente el Concurso Internacional de Ide- riante de búsqueda de fuentes españolas,
za. Asimismo han realizado edificios de ofici- as para la Urbanización de Santa María del Pla- paralela a los desarrollos del Neocolonial (v.).
nas y administración como la remodelación ta, de carácter privado; en los cuales el estudio
del edificio Celulosa Argentina (1973); la Ad- propone la idea de generar un borde urbano Bibliografía: M. del C. F. de Mariconde. La arquitec-
ministración Refinería ESSO (1982); Casa Cen- estable de franca accesibilidad. tura del siglo XIX en la Argentina: Bs. As.: FAU-
tral del Banco Europeo de América Latina (BE- En el campo de la docencia, inician su par- UNC, 1983.
AL), (1981-1983), y una amplia red de ticipación en la Universidad de Buenos Aires
sucursales; Oficinas bajo la Autopista 25 de y en la Universidad de La Plata, hasta la re-
Mayo (1980-1982), en Capital Federal. En el nuncia masiva del año 1966. La actividad aca- ÁREA PROTEGIDA. f. Según la definición re-
área de salud comparten junto a otros grandes démica es retomada con el período democrá- glamentaria de 1994 en la Argentina, zona
estudios de arquitectura la ejecución del Plan tico en 1985. Asimismo todos los integrantes administrada a través de regímenes jurídi-
Municipal de Hospitales de Buenos Aires, ide- del estudio han ido ocupando los cargos de cos especiales, que se crea para conservar a
ado por el intendente Osvaldo Cacciatore. mayor jerarquía en las distintas instituciones perpetuidad una muestra representativa de
Como característico de estos años puede que rigen la actividad profesional. Participan los ecosistemas y sus procesos ecológicos
verse el edificio de la sede de la Lotería Na- en diversas exposiciones de arquitectura, na- esenciales. Las áreas protegidas suponen un
cional de Beneficencia y Casinos (1981), en el cionales e internacionales. conjunto de acciones tendientes a preservar,
centro de la Capital Federal. Se trata de una to- En los últimos años se incorporan al estu- mantener y recuperar la biodiversidad y di-
rre entre medianeras, con núcleos de servicios dio los arquitectos Eduardo Zemborain (h) y versidad abiótica, sin soslayar valores escé-
diferenciados, estructura de la fachada en cin- Guillermo Schon (h). Durante la década de nicos, con el fin de garantizar su persistencia
tas horizontales logradas por los aventana- 1990, el estudio ASZ ha extendido su obra al a perpetuidad para beneficio de las genera-
mientos corridos, con eje de simetría axial que ámbito privado. Como trabajos representativos ciones presentes y futuras. De acuerdo con
se verifica tanto en la fachada principal como de este periodo, se destacan: dos torres de vi- la ubicación, superficie y características de la
en la resolución de las plantas. viendas en Av. Patricios para Alpargatas junto unidad, los objetivos de la delimitación pue-
Los trabajos de intervención urbana de es- al Plan de Renovación Urbana del Área de Ba- den ser uno o más de los siguientes: 1) Pro-
te equipo pueden abordarse como dos grupos rracas, ambos en Capital Federal; plan de re- teger la biodiversidad; 2) Mantener la conti-
diferenciados: uno conformado por aquellas modelación y nuevas sucursales del Bank of nuidad de los procesos naturales; 3) Proteger
obras construidas, o llevadas acabo total o par- Boston en distintas ciudades del país; nueva se- las bellezas escénicas; 4) Proporcionar si-
cialmente; y un segundo grupo, constituido por cundaria para la Asociación Escuelas Lincoln, tios naturales para el turismo, la recreación,
los trabajos elaborados a partir de concursos en Vicente López, Buenos Aires; Master Plan la educación ambiental y la investigación cien-
de ideas, de carácter nacional o privado. En- para la planta industrial Monsanto, en Zárate; tífica. La estrategia principal de manejo de es-
tre las obras realizadas se encuentra el Túnel el Museo de Ciencias Interactivo en Puerto Ma- tas áreas es la conservación.
de Av. Libertador (1968), primer premio de dero, para la fundación YPF y la sede central de
concurso nacional, en Capital Federal; la re- Laboratorios Roche en Pacheco, Prov. de Bue- Las áreas protegidas más importantes en
modelación de Av. 9 de Julio (1979-1981); los nos Aires, inaugurada en 2002. V. A. cantidad están constituidas por los parques
varios edificios bajo la Autopista 25 de Mayo, nacionales. Sin embargo, ellos no son los úni-
en el Parque Chacabuco; la Recova de Posadas Bibliografía: Colección revista Summa 1970-1992; co- cos espacios de protección estatal o interna-
(1991), obra realizada junto al estudio MSGSS lección Summa temática 1982-1988; Trama. Año 2, cional. Según objetivos diversos, estas áreas
& Asoc., licitada por la Municipalidad de la Ciu- n.°3, marzo de 1982; Revista Casas. N.°2, 1983, Revis- se han especificado en el tiempo con distintas
dad de Buenos Aires. Para la remodelación de ta de arquitectura. N.°151, marzo de 1991; N.°162, ene- finalidades, y hoy incluyen según la Unión In-
la Avenida 9 de Julio (1978-1981), en la Capi- ro 1992; Summa N.º4, diciembre de 1993. ternacional de Conservación de la Naturaleza:
tal Federal, se propuso –aunque no se cons- 1) Reserva científica / reserva natural es-
truyó– una avenida subterránea en su tramo tricta. Áreas sin alteración humana, ejemplos
central, lo que determinaba a nivel cero plazas ARANDA, FERNANDO. (s/d). Arquitecto. Acti- representativos del entorno natural para fines
y espacios verdes que junto al ensanchamien- vo en las primeras décadas del siglo XX, pro- de estudio, educación ambiental y recursos
to de las calles transversales reforzaba la idea yectó edificios de carácter ecléctico. genéticos en estado dinámico y evolutivo.
del tejido urbano, priorizando la circulación pe- 2) Parque Nacional. Áreas de interés na-
atonal con respecto a la vehicular. Concentra- Construyó el edificio de la Embajada de Es- tural o paisajístico para fines científicos, edu-
dos en la Capital Federal, trabajan también so- paña y la Casa Cuna en la Av. Montes de Oca, cativos y recreativos, extensas, no alteradas
bre la propuesta para Subterráneos de Buenos ambos en Buenos Aires. Junto al arquitecto sustancialmente por la acción humana y sin
Aires (1980); y, dentro de los trabajos de in- Repetto proyectó, también en Buenos Aires, permiso de actividades de extracción econó-
tervenciones mayores, la Remodelación del el Teatro Nacional de Comedias Cervantes mico-comerciales.
Área Retiro (1980-1981), que se retoma en 1986 (v. Teatro) ubicado en Córdoba y Libertad (1921). 3) Monumento o hito natural. Áreas de in-
para el Concurso 20 ideas para Buenos Aires. Desde el punto de vista estilístico, la fachada terés especial o carácter único, en general pe-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 59


una política activa de conservación. En 1891 se
aprueba el Forest Reserve Act, que otorga al
gobierno federal atribuciones para declarar re-
serva a cualquier área pública del territorio. Un
impulso clave sucede durante el gobierno de
Theodor Roosevelt, cuando George Pinchot di-
rige el Servicio Forestal, afianzando el sistema
de parques nacionales. Fue sintomática en-
tonces la discusión entre el preservacionismo,
representado por entidades radicales como el
Sierra Club, y la filosofía del “sabio uso” de la
naturaleza, promovida por Roosevelt y Pinchot,
que incluía el desarrollo económico de las áre-
as. La defensa de la naturaleza virgen llevaba
a los primeros a oponerse, también, al impul-
so turístico y recreativo que estaba en la base
de las previsiones rooseveltianas. La discusión
entre posiciones radicales y reformistas conti-
núa hasta nuestros días.
Desde principios de siglo, se expanden en
diversos países las áreas protegidas, en parti-
u DESPRENDIMIENTOS DE MARZO DE 2004 EN EL GLACIAR PERITO MORENO, PROVINCIA DE SANTA CRUZ. cular bajo la figura de parque nacional. En 1900
existían ya 40 parques nacionales en el mun-
queñas, en las que se preservan característi- ra las áreas protegidas, que son, principalmente, do; se triplican hacia 1920; en 1982 se regis-
cas determinadas. los parques nacionales. tran más de 2300, habiéndose incrementado
4) Reserva natural manejada o dirigida. Antecedentes internacionales. La reserva su extensión a 386 millones de ha. El tema ex-
Santuario de fauna, con objetivos de garanti- de grandes extensiones boscosas y la protec- cedió, después de la Segunda Guerra Mundial,
zar condiciones favorables a la protección de ción de especies animales datan al menos del las competencias de los estados particulares
especies animales y vegetales, comunidades siglo XIII, en relación con el privilegio nobi- para enlazarse con los problemas ambientales
bióticas o características físicas que requieren liario de la caza. Desde el siglo XVII, especial- de la Tierra, y se constituye la estrategia de zo-
una actividad humana específica para su con- mente en Inglaterra y Francia, esta práctica se nas protegidas, uno de los aspectos principa-
servación; puede permitirse la extracción con- extiende, vinculada también con la amenaza les de las políticas de conservación y reparo
trolada de recursos. de extinción de los bosques debido al aprove- medioambiental. Los temas económico-turís-
5) Paisaje protegido. Paisaje considerado de chamiento energético de la madera. Pero la ticos se desplazan en favor del papel didáctico
importancia nacional en el que se conservan emergencia de una moderna filosofía conser- y de salvaguarda de los ecosistemas caracte-
sus características armoniosas, previsto para vacionista, que llevó a la creación de sistemas rísticos que se otorga hoy a las áreas protegi-
el disfrute público, el recreo y el turismo en el nacionales de preservación natural, es fecha- das. Una serie de convenciones internaciona-
marco del modo de vida y de la actividad eco- da por los estudiosos en las primeras décadas les promueven debates y acuerdos interestatales
nómica característica de la zona. del siglo XIX, y será Estados Unidos el prin- desde mediados de siglo XX: el primer evento
6) Reserva de recursos naturales para uso cipal promotor. Hacia 1832, George Catlin pro- interamericano, la Convención para la Protec-
futuro, con el fin de prevenir actividades de puso la idea del parque nacional en función de ción de la Flora, la Fauna y las Bellezas Pano-
desarrollo que puedan afectar los recursos de la preservación de la naturaleza “virgen” y de rámicas Naturales de los Países de América,
un país. los asentamientos indígenas, en una asimila- impulsada por la unión Panamericana en 1940,
7) Área biótica natural. Reserva antropoló- ción de las culturas primitivas con “lo natural”. fue signada y ratificada por la Argentina en
gica, que permite que la forma de vida de las El movimiento crece, apoyado en las filosofías 1941. Pero es desde 1970 cuando el tema del
sociedades que tienen una relación armonio- trascendentalistas de Ralph Waldo Emerson y medio ambiente pasa a constituir un aspecto
sa con el medio no se vea alterada por la tec- Henry D. Thoreau. El primer libro de texto so- central en el mundo, tanto para grupos alter-
nología moderna (como ejemplo típico, los bre conservación, Man and Nature, de George nativos como para las principales fuerzas po-
asentamientos indígenas del Amazonas). Perkins Marsh, aparece en la década de 1860, líticas y económicas. En 1972, la ONU convo-
8) Área de manejo de usos múltiples o área mientras John Muir, una de las figuras clave ca a la Primera Conferencia Internacional sobre
de recursos gestionados, que garantizan una del fundamentalismo preservacionista, se ins- Medio Ambiente Humano en Estocolmo, de
producción sostenida en agua, árboles, fauna tala en California y funda el Sierra Club con fi- la que surge el Programa de las Naciones Uni-
y expansión al aire libre mediante la conser- nes ambientalistas. En 1872, el Congreso de das para el Medio Ambiente. En relación con
vación de la naturaleza orientada principal- los Estados Unidos proclama el primer parque él asociaciones como la Unión Internacional
mente a fines económicos. nacional, Yellowstone, estableciendo el rol mo- para la Conservación de la Naturaleza difun-
Nuestro país fue uno de los primeros en La- derno de los gobiernos en la protección y ad- den recomendaciones específicas para estra-
tinoamérica en establecer un régimen legal pa- ministración de estas áreas, y pasando así a tegias globales, tales como el documento World

60 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


are are
Conservation Strategy, publicado en 1980. Ad- un nuevo impulso. En 1922 el PEN decreta reservas de Chaco y Formosa. Poco se hizo, sin
quieren un peso fundamental asociaciones no la creación del Parque Nacional del Sur, am- embargo, en estas nuevas áreas protegidas.
gubernamentales como Greenpeace o el Fon- pliando su superficie a 78.500 ha y nombran- Durante el primer gobierno peronista se
do Mundial para la Naturaleza (WWF) en la do intendente al ingeniero Emilio Frey, quien producen cambios fundamentales en el esta-
definición y difusión pública de los enfoques junto a Moreno había actuado en la Comisión tuto de la Dirección. En 1945, el PEN promul-
conservacionistas (v. Ambientalismo). de Límites. Con el objeto de activar el tema, se ga el Decreto N.° 1208, por el que se incorpo-
crea en 1924 la Comisión Pro Parque del Sud; ra la Administración de Parques Nacionales y
LAS ÁREAS PROTEGIDAS EN LA ARGENTINA. pero poco se efectiviza hasta la década del trein- Turismo al MOP, situación ampliada en 1949
1. Antecedentes y ordenamiento legal. ta. En cuanto a Iguazú, en 1928 el gobierno fe- por la Ley N.° 13.895. Por el Decreto N.° 15.780,
Se considera un hito fundamental la carta deral compra las tierras pertenecientes a la su- de 1951, la Administración pasa a depender
de Francisco P. Moreno al Ministerio de Agri- cesión Ayarragaray y destina 55.000 ha. a nuevamente del Ministerio de Agricultura y
cultura, en la que dona a la Nación tres leguas parque nacional, mientras cede otras 20.000 Ganadería con el nombre de Parques Nacio-
de su propiedad con el fin de convertirlas en para colonia militar. Todas estas tierras que- nales, aunque se separan de la misma las fun-
Parque Nacional “para provecho de las gene- daron en manos del Ministerio de Guerra. ciones inherentes al fomento y reorganización
raciones presentes y las venideras, siguiendo el El 20 de diciembre de 1933 se constituye la del turismo, que pasó al área del Ministerio de
ejemplo de los Estados Unidos y otras naciones Comisión de Parques Nacionales, presidida Transportes. La sucesión de cambios se debe
que poseen soberbios parques naturales”. Se por Ángel Gallardo, quien le encarga a Exe- a la dificultad de ensamblar las distintas fun-
trataba de la zona de Puerto Blest, sobre el la- quiel Bustillo un proyecto de ley para elevar- ciones de los parques y, en especial, al des-
go Nahuel Huapi y la Laguna Frías, fracción de lo a consideración del Ejecutivo. Con esta ba- arrollo que el tema del turismo de masas ha-
las tierras que el gobierno le había otorgado en se se sanciona en octubre de 1934 la Ley N° bía adquirido por entonces. Asimismo, su tarea
reconocimiento de sus expediciones científicas. 12.103 que crea la Dirección de Parques Na- debía sujetarse a los planes económicos quin-
Pero la donación de Moreno no había sido el cionales, bajo dependencia del Ministerio de quenales, por lo que se limitaba su autarquía.
único movimiento en este sentido: en 1902, Agricultura. El Parque del Sud pasa entonces Se crearon en este período las reservas de La-
Carlos Thays (v.), Director de Parques y Pase- a llamarse Nahuel Huapi y se fijan sus límites guna Blanca (Neuquén, 1948); Finca El Rey
os en Buenos Aires, fue comisionado por el Mi- definitivos; las tierras de Iguazú pasan poco (Salta, 1950); Río Pilcomayo –la proyectada re-
nisterio del Interior y el gobierno del por en- después a la jurisdicción efectiva de la Direc- serva formoseña adquirió su sanción defini-
tonces Territorio de Misiones para proyectar en ción. Según esta ley fundante, la Dirección de tiva en 1951– y el monumento natural Bosques
el área de las cataratas del Iguazú un parque Parques Nacionales –dependiente del Minis- Petrificados en Santa Cruz. Para 1955 la Ar-
nacional. Su informe sirvió de base para la Ley terio de Agricultura– funcionaba con autar- gentina sumaba así 11 áreas protegidas, con el
N.°6712 de 1909 que autorizó la compra de quía de otros poderes. Sus objetivos estaban 0,9% del total de su territorio.
25.000 ha, efectivizada posteriormente. planteados en función de la conservación y em- La repartición de Parques Nacionales fue
El afianzamiento de la nacionalidad –y por bellecimiento de las áreas protegidas, el estí- intervenida por el gobierno provisional de 1955,
ende, el reconocimiento del territorio y la fi- mulo de investigaciones científicas e históri- que restauró la vigencia de la carta orgánica de
jación de sus límites– siempre pesaron fuer- cas, el fomento del turismo y la promoción del 1934 y designó una comisión asesora especial
temente en las definiciones conservacionistas desarrollo (escuelas, carreteras, puentes, des- para considerar el funcionamiento futuro. Pe-
locales. Así, no escapaba a Moreno la impor- agües, obras sanitarias, etc.). La Dirección fis- ro habrá que esperar a 1970 para que una nue-
tancia de la creación del Parque en el clima del calizaba la explotación forestal, la caza y la pes- va ley (la N.°18.594) altere la legislación ante-
reciente conflicto limítrofe con Chile. Era ne- ca, desalojaba intrusos de tierras de dominio rior. Sus aportes más significativos están
cesario no solo preservar y difundir las belle- público, resolvía la toponimia “procurando res- constituidos por la definición de los niveles de
zas escénicas del área, sino también incitar el taurar la original”. Sus atribuciones se am- protección en tres categorías: reservas, mo-
poblamiento argentino de la zona, por lo que pliaban hasta la reglamentación de las cons- numentos nacionales y parques. En los par-
la filosofía adoptada para los criterios de con- trucciones públicas y privadas, y el trazado ques se proponía una política de conservación
servación debía ser abierta. de los centros de población y lotes agrícolas y dura (quedaba expresamente prohibida la en-
Con base en la donación de Moreno, el pre- pastoriles dentro del parque, fijando los pre- ajenación, arrendamiento o concesión de la tie-
sidente Figueroa Alcorta dicta un decreto en cios y condiciones para su enajenación, lo que rra, la explotación industrial y agrícola, la cons-
enero de 1907 con el fin de reservar 43.000 ha llevó a determinar el carácter que debían po- trucción de viviendas salvo para el personal
del núcleo de tierras donado para destinarlas seer las construcciones principales. administrativo o de vigilancia del área, la in-
a parque nacional. La creación del parque de- Durante este período se crearon gran par- troducción de animales domésticos y fauna y
be considerarse en íntima relación con la Ley te de los parques nacionales y áreas protegidas flora exóticas, la creación de pueblos y “toda
de Fomento de los Territorios Nacionales de en nuestro país. Además de los nombrados otra acción que pudiera originar alguna mo-
1909, por la cual se autoriza al PE para la cons- parques de Iguazú y Nahuel Huapi, vastas ex- dificación del paisaje o del equilibrio biológi-
trucción de una serie de ferrocarriles hacia pun- tensiones pertenecientes hasta entonces a la co”, con el fin de mantener lo que llamaban
tos limítrofes, acompañados con el fomento de Dirección de Tierras y Colonias engrosaron el “estado primitivo”). Con mayor rigor se trata-
la navegación; ambas leyes confluyen en un patrimonio reservado de la Nación: los parques ban los monumentos o santuarios, en los que
perfil determinado de desarrollo. nacionales de Lanin; Los Alerces; Los Glacia- ninguna actividad estaba permitida, mientras
Durante los gobiernos radicales de Irigo- res; Francisco P. Moreno y la reserva Termas las reservas podían disponer de hasta un 10%
yen y Alvear, la iniciativa de 1907 reconoció de Copahue, todos en la cordillera austral; y las de su superficie para centros urbanos, activi-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 61


dades turísticas, caza deportiva de especies exó- rritorio nacional. Se enumeran de acuerdo con PRIMER PERÍODO.
ticas existentes, etc. En cuanto a la liberalidad su localización y fecha de creación: El Rey (Sal- Un tema conflictivo promueve la creación
con que se trataba la propiedad privada en la ta, 1948); Baritu (Salta, 1974); Los Cardones de zonas protegidas en la Argentina de prin-
Ley N.°12103, la ley de 1970 intenta ir elimi- (Salta, 1996); Calilegua (Jujuy, 1980); Laguna cipios de siglo XX: el dominio efectivo del te-
nándola gradualmente de las zonas intangi- Los Pozuelos (Jujuy; 1981); Los Alisos (Tucu- rritorio nacional. Pero las victorias militares
bles, por lo que establece el derecho de prefe- mán, 1995); Río Pilcomayo (Formosa, 1951); –contra “el indio” o en la guerra del Paraguay–
rencia del Estado para comprar las tierras que Formosa (Formosa, 1968); Chaco (Chaco, no desplazaban una de las preocupaciones fun-
se ofrezcan en venta. Tres años después, la Ley 1954); Colonia Benítez (Chaco, 1990); Mbu- damentales de todo el siglo XIX, la de las áre-
N.°20161 introdujo modificaciones con res- rucuyá (Corrientes, 1996); Iguazú (Misiones, as despobladas, sin medios de comunicación,
pecto a la composición del Directorio, en don- 1934); San Antonio (Misiones, 1990); Que- desiertas. A esta se le había sumado, a fines del
de se incluyeron vocales de la Secretaría de Tu- brada El Condorito (Córdoba, 1996); El Pal- siglo XIX, la percepción negativa de la inmi-
rismo, el Comando en Jefe del Ejército –por mar (Entre Ríos, 1966); Diamante (Entre Rí- gración, gran parte de la cual permanecía, en
su competencia en los asuntos de frontera–, os, 1991); Otamendi (Buenos Aires, 1990); contra de las expectativas iniciales, en las ciu-
la Subsecretaría de Recursos Naturales Re- Talampaya (La Rioja, 1997); El Leoncito (San dades. La política de tierras posterior a la cam-
novables y dos representantes de sociedades u Juan, 1994); San Guillermo (San Juan, 1998); paña de Roca no había confirmado los idea-
organizaciones conservacionistas. Sierra de las Quijadas (San Luis, 1991); Lihue les agraristas de los primeros impulsores de la
Las actuales zonas protegidas se rigen por Calel (La Pampa, 1977); Lanin (Neuquen, 1937); colonización extranjera; por el contrario, favo-
la Ley N.°22351, promulgada en 1981, que mo- Laguna Blanca (Neuquén, 1940); Nahuel Hua- reció la constitución de grandes latifundios tan-
dificó aspectos parciales de las leyes anterio- pi (Río Negro, 1907-1934); Arrayanes (Río Ne- to en las provincias más ricas como en la Pa-
res. Recoge recomendaciones formuladas por gro, 1971); Los Alerces (Chubut, 1937); Lago tagonia y en otras áreas conflictivas de frontera.
la Asamblea General de la Unión Internacio- Puelo (Chubut, 1971); Francisco Moreno (San- La necesidad de progreso en las áreas más dis-
nal de la Conservación de la Naturaleza (Nue- ta Cruz, 1937); Los Glaciares (Santa Cruz, 1937); tantes con la base de una colonización “sana y
va Delhi, 1969) e introduce conceptos como Bosques Petrificados (Santa Cruz, 1954); Tie- viril” continúa como ideal explícito, si bien con-
el de área representativa de uno o varios ecosis- rra del Fuego (Tierra del Fuego, 1960). El nú- trastado en los hechos.
temas para determinar la creación de zonas pro- mero se amplia a más de 100 lugares, si se con- Una contribución central, la Ley orgánica
tegidas; el de manejo (calco semántico del in- sideran las áreas de protección provincial. El N.°5559 de fomento de territorios nacionales,
glés management ‘gestión’), voz de uso Parque Nacional Los Glaciares y el Parque Na- impulsada por Exequiel Ramos Mejía (minis-
frecuente en la Argentina a partir de la déca- cional Nahuel Huapi constituyen, además, Pa- tro de Figueroa Alcorta y luego de Sáenz Peña),
da de 1970 en los planes ambientales, que alu- trimonio Natural de la Humanidad, declarado establecerá en el futuro gran parte de las prác-
de a toda actividad orientada hacia el logro del por la UNESCO; recientemente se ha reco- ticas de la Dirección de Parques Nacionales. La
mantenimiento de una condición dada en las mendado la incorporación de la Península Val- preocupación fundamental de Ramos Mejía
poblaciones de plantas o animales en sus há- dés en este rango. Algunas especies anima- consistía en el poblamiento e integración del
bitats, de acuerdo con el plan de conservación les (el huemul, la ballena franca austral y la territorio nacional, para lo cual fomentó la cons-
establecido para el ecosistema protegido; y el taruca o venado) se han declarado también trucción de ferrocarriles patagónicos (cuyos tra-
de áreas protectoras o áreas de transición, que cir- “monumentos naturales”. bajos culminarían en 1930, uniendo Esquel con
cundan el parque. ingeniero Jacobacci). Un problema básico en
Debe destacarse la restitución plena de la 2. Períodos históricos y principales debates las zonas desérticas, el de hallar agua, impulsa
autarquía del organismo y una actitud de re- La historia de la constitución de áreas pro- a Ramos Mejía a contratar al eminente geólo-
troceso con respecto a la enajenación de la pro- tegidas en la Argentina reconoce tres perío- go norteamericano Bayley Willis, quien desde
piedad privada, tal como se preveía en la Ley dos. El primero cubre los años que van desde 1911 hasta 1914 preside la Comisión de Estu-
N.°18594, ya que la nueva ley prohibe la ven- el proyecto de Thays y la donación de Moreno dios Hidrológicos. El nombre de la comisión
ta y el arrendamiento solo de tierras de do- –a principios de 1900– hasta la constitución es engañoso ya que, desalentado su primer co-
minio estatal, y el carácter preferencial de la de la Administración de Parques en 1934, años metido, se amplían sus funciones y, dentro del
compra por parte del Estado deberá hacerse de construcción de los instrumentos legales y nuevo plan, la misma Comisión sugiere la for-
en las condiciones del mercado. Posterior- de definición del lugar de las áreas protegidas mación de una “provincia industrial” en el área
mente, una serie de reglamentaciones espe- en la política nacional. El segundo se extien- que ocupa aproximadamente desde Junín de
cificó el tipo de manejo al que las áreas pro- de hasta fines de la década de 1960: si bien los Andes hasta más allá de El Bolsón. La idea
tegidas debían estar sometidas, según sus pueden identificarse quiebres importantes en de Willis, impulsada por Ramos Mejía, en pen-
distintos requerimientos geográficos. La in- la organización de la repartición, la filosofía dant con el clima creado por el descubrimien-
troducción, en la nueva Constitución, del de- básica con que el tema se encara no se altera to de petróleo en Comodoro Rivadavia, en 1907,
recho a “un ambiente sano” (1994) llevó a de- sustancialmente. Recién a partir de la década se articula con diversos requerimientos que su-
terminar desde 1997 la obligatoriedad de de 1970, el enfoque que denominaremos am- pone la unidad territorial: la producción, la po-
estudios e informes de evaluación del impac- bientalista tiende a dominar gradualmente con blación, la urbanización, y la reserva de espa-
to ambiental para cualquier proyecto público respecto a otras variables que históricamen- cios de belleza escénica. En relación con esta
o privado en áreas protegidas. te habían definido la función de los parques, “provincia”, y en la línea prevista por Moreno,
Actualmente (2003) existen 32 áreas pro- tales como el turismo de masas, el desarro- Willis sugiere también en la zona el Nahuel
tegidas nacionales, que cubren el 1,25% del te- llo económico o la identidad nacional. Huapi la creación de un Parque Nacional, en

62 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


abe ace
donde la naturaleza virgen tendría “un lugar
más importante que el de cualquier otro aspecto
de la región; pero el parque nacional tiene que
servir a un pueblo que carece de lugar de ve-
raneo en todo su dilatado campo de las pam-
pas”. Para Willis, la venta de parcelas a algún
poderoso sindicato, la construcción de hoteles
y las mejoras infraestructurales constituían ins-
trumentos fundamentales. Para no interferir
con las bellezas naturales, la ciudad industrial
de esta hipotética provincia se erigiría en el va-
lle del Limay. Willis elaboró no solo el proyec-
to de la ciudad industrial, sino un proyecto de
ley para el Parque Nacional del Sud, en el que
separa las áreas de reserva absoluta de las de
reserva condicionada. Este proyecto, detenido
por cambios políticos, constituye la base de la
futura propuesta de Exequiel Bustillo para Par-
ques Nacionales.
Ramos Mejía entendía que la construcción
de la Nación implicaba tanto cuestiones mili-
tares y económicas, como la conformación de u VISTA DEL LAGO NAHUEL HUAPÍ DESDE EL CERRO LÓPEZ, EN BARILOCHE, PROVINCIA DE RÍO NEGRO.

una conciencia nacional homogénea en una


población con diversas raíces. Los clisés de las tos de poblar y explotar las vastas tierras pata- ria. A fines del siglo XIX, Burmeister encuen-
“bellezas nacionales”, de los “mil paisajes ar- gónicas, con el fin de oponerse así activamente tra en las cercanías de las cataratas “un table-
gentinos” y de la “extraordinaria riqueza sin a los reclamos chilenos sobre límites. De he- ro clavado en un árbol corpulento, con la ins-
explotar” de la república son expresamente fo- cho, el área de los parques del sur, y los suce- cripción siguiente: Parque Nacional, Março 1897,
mentados desde la educación pública, los me- sivos parques creados a fines de los treinta, ar- Edmundo Barros”. Este capitán del ejército bra-
dios periodísticos, la pluma de los próceres. man un rosario sobre la cordillera, casi como sileño pretendía, escribe Burmeister, que se
El modelo de los Estados Unidos es fun- una barrera destinada a impedir el avance pa- reservara una zona de los terrenos en los alre-
cional a esta situación que cruza solicitudes cífico de la inmigración chilena. Debe recor- dedores del salto. Brasil también había insta-
tan diversas. Se trata, como la Argentina, de darse que las primeras expediciones de reco- lado una colonia militar en Foz de Iguazú, que
un país nuevo, construido en el avance de las nocimiento del área provinieron de Chile: desde se encargó de la exploración científica del área.
fronteras; sin un patrimonio histórico desta- Villagrán, en 1553, pasando por la serie de mi- Los argentinos reproducen estas acciones de
cable, ofrece en cambio a la civilización las siones jesuíticas en el siglo XVII, hasta las mo- manera gemela, privilegiando en principio la
bondades de la naturaleza virgen. La inflexión dernas exploraciones, a mediados del siglo XIX, cuestión militar.
naturalista –en sus modos educativo y cívico– de Pérez Rosales, Fonck, Hess y Cox. La pri- Existen motivos menos obvios en la pree-
se manifiesta en los más diversos registros: mera expedición que llega al Nahuel Huapi minencia de los parques del sur con respecto a
desde la creación de parques urbanos como el desde el Atlántico es la integrada por Moreno, Iguazú (y los casi inexistentes proyectos de re-
Central Park (New York); la consideración de recién en 1876. Hacia principios de siglo XX, servas en Chaco y Formosa). La defensa de la
los recursos forestales e hídricos; o la avan- la población estaba compuesta principalmen- frontera o el poblamiento de las áreas desiertas
zada de la conservación natural. El primer im- te por algunos pioneros alemanes y nortea- no exigían necesariamente el complemento de
pacto en la Argentina no es, sin embargo, el mericanos, restos de las tribus indias que ha- un parque nacional: para que este fuera posi-
de los primeros parques que van conforman- bitaban el área en épocas de la conquista del ble, el territorio debía reunir características de
do la legislación norteamericana, sino el del desierto, y gran cantidad de inmigrantes pro- “extraordinaria belleza” o de “interés científi-
Niagara Reservation State Park, establecido venientes del área de Chiloé. Entre 1895 y 1903, co” que ameritaran su conservación “para uso
en 1885, cuyas cataratas brindan un espectá- una comisión de límites binacional, en la que y goce la población de la República”. En la fa-
culo de dimensiones inusitadas con atracti- participaron Moreno y Emilio Frey, prepara mosa carta de donación de Moreno, el interés
vo turístico, además de posibilitar importan- los informes que culminarán con el laudo ar- científico aparece poco subrayado en favor de
tes transformaciones productivas en función bitral de la Corona inglesa. las bellezas escénicas, y el perito sueña con “vi-
de la potencia hidroeléctrica. La misión de argentinizar el área había cons- sitantes cultos” de todo el mundo acudiendo
Pero aunque las cataratas del Iguazú cons- tituído un objetivo primordial y está presente a la “encrucijada internacional” de los Andes
tituyeron un foco principal de atención públi- en el proyecto de Willis. Esta voluntad se ex- (su idea se ampliaba con la formación de un
ca en el paisaje local, se encontraron pronto tendía, lógicamente, a otras zonas limítrofes. parque similar en terrenos fiscales chilenos, ar-
desplazadas ante los paisajes de los lagos del El territorio de Misiones estaba poblado por mando así un espacio de conservación inter-
Sur. Varios motivos justifican este desplaza- polacos, galizianos y brasileños en el norte, y nacional al modo del Niágara). El acento en la
miento, entre los que se cuentan los propósi- paraguayos alrededor de Posadas y Candela- belleza está en relación directa con un tema que

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 63


comienza a extenderse desde fines de siglo: el Los impulsores de la “vehemencia localis- SEGUNDO PERÍODO.
del turismo. La afluencia turística interna y ex- ta” poseían otra visión del territorio misio- Los temas de reflexión no cambian fun-
terna no solo permitiría conocer la patria sino nero, y grandes ilusiones en la ciudad turísti- damentalmente a partir de 1934. La diferen-
que también prometía un negocio creciente. Ya ca que en 1902 había proyectado Thays (v.). La cia está en el control y la intervención direc-
en la primera década de 1900, el viaje turístico disputa continúa más allá del período: el go- ta del Estado federal, que se entienden en esta
había desplazado al viaje “científico” caracte- bernador de Misiones se queja por la prefe- etapa como fundamentales para el desarro-
rístico del siglo XIX. rencia del sur ante la Dirección de Parques llo de la Nación. Lo que no implica, especial-
Si Iguazú también poseía belleza, a los ojos Nacionales, a fines de 1930, invirtiendo los cli- mente en el período 1934-1944 de dirección
de los viajeros de entonces esta era de muy sés sobre el paisaje tropical. “Supongo que ya de Exequiel Bustillo, la continuación del ín-
distinto carácter; carácter que aparece con- estarás de regreso de los lagos pitucos del sur”, timo entrelazamiento entre intereses privados
formado en modo típico a principios del siglo le dice irónicamente a Bustillo. “Insisto en que y decisiones públicas.
XX, y muchas de sus facetas continúan has- deben, con visión patriótica, alejar a la gente Esta relación aparece claramente cuando
ta nuestros días. Los viajeros que en las déca- pudiente y fifí del lánguido espectáculo del estudiamos los pasos de Bustillo y sus com-
das de 1870 y 1880 alcanzan la zona de los la- sur, reservándolo para convalecientes y en- pañeros antes de su ejercicio en la Dirección
gos desde el Atlántico –Moreno, Zeballos, fermos, y mandar a aquellos a ponerse en con- de Parques a partir de 1934. Aarón Anchore-
Ebelot ( v.), en relación con la Campaña al Des- tacto con el aire fuerte de Misiones y nuestros na, entre ellos, fue recompensado por ley na-
ierto– repiten una serie de clisés sobre el via- paisajes viriles”. La construcción efectiva de cional, por su viaje de “exploración”, a princi-
je: un largo y fatigoso camino a través de las un parque con objetivos turísticos promove- pios de siglo, al Nahuel Huapi, con el usufructo
pampas desiertas, pasando por el país del dia- ría inmediatamente una serie de mejoras en de la isla Victoria y con un vasta extensión de
blo, la pampa seca, antes de entrar a su con- los medios de comunicación y un aumento tierras en la península Huemul, frente a Bari-
tracara arcádica, el país de las manzanas, cu- demográfico que ayudaría a Misiones a al- loche, que compartió luego con sus sobrinos
yas bellezas eran comparadas sistemáticamente canzar la cifra canónica para aspirar a con- Ortiz Basualdo. La denuncia de Groussac en
con las de Suiza. En el clima naturalista de en- vertirse en provincia. 1914, que califica la experiencia como la “hu-
tonces, con la creencia de que las característi- morada de un rico ocioso”, provocó la decli-
cas del medio geográfico debían pesar sobre nación del usufructo, si bien no de la propie-
las poblaciones, este tipo de belleza asociada dad de Huemul.
a la civilidad y productividad suiza o anglo- Bustillo decide en 1931 la adquisición de tie-
sajona no podía considerarse más benéfica, rras en La Angostura. Inmediatamente avan-
mientras que las bellezas tropicales corres- za, contactando a sus múltiples amigos y co-
pondían a un tipo humano en el que se re- rreligionarios, para conseguir mejoras
marcaba la decadencia. En palabras de Zeba- infraestructurales para la zona. De inmediato
llos, el sur cordillerano constituía un “territorio es invitado a la aletargada Comisión Pro Par-
fértil y exuberante en los dones de una natu- que el Sud, en la que ya figuraban Anchorena,
raleza que triunfa con el vigor y la economía los Ortiz Basualdo y otros terratenientes con
misma de sus especies de la falaz y derrocha- intereses en los nuevos territorios; luego del
dora naturaleza de los trópicos, cuyas formas retiro de Ángel Gallardo, Bustillo asume la pre-
espléndidas son el sudario que oculta a lo le- sidencia del pequeño grupo y redacta el pro-
jos la blanda molicie y la decrepitud de las ra- yecto de ley de parques nacionales. No imagi-
zas”. El Sur no solo era bello, sino moral. na un parque de conservación estricta, sino un
El Iguazú poseía, además, otros problemas u HOTEL INTERNACIONAL EN LAS CATARATAS DEL IGUAZÚ. área de potencial desarrollo; en sus propias pa-
concretos para el turismo. Los visitantes con- labras, se adoptaba “una doctrina razonable de
sideraban que su atractivo estaba concentrado En resumen, el período de gestación de los conservación de la naturaleza, toda la compa-
en el fenómeno natural (las cataratas) pero que parques nacionales, que aparece en la biblio- tible con el interés superior de la Nación, pero
fuera de él se extendía una monótona selva sin grafía inducida por los escritos de Bustillo co- auspiciando, en muy restringida medida, cier-
ningún interés, que contrastaba con la varie- mo una época de abandono y dejadez, posibi- to propósito colonizador”. Las fuentes explí-
dad del Sur. La humedad, los mosquitos y otras litó la formación de la doctrina que llevará citas del proyecto fueron las leyes de parques
plagas impedirían el afincamiento del turismo adelante Parques Nacionales a partir de 1934. nacionales de EUA y Canadá, la ley de territo-
estacional. Sobre estas cuestiones, asiduamente En esta doctrina debían componerse aspectos rios nacionales promulgada por iniciativa de
señaladas en el primer cuarto del siglo XX, se aparentemente contrapuestos: la conservación Ramos Mejía y las propuestas de Bayley Willis
basará la posición mantenida por la Dirección del hábitat natural con el desarrollo, el turismo en 1914. Dos aspectos son fundamentales en
de Parques Nacionales en 1934 respecto de con las bellezas escénicas; la producción y la el proyecto, aprobado con pocas modificacio-
Iguazú: más que un parque, Iguazú constitui- población con las restricciones indicadas por el nes en 1934, y difieren de las medidas toma-
ría un monumento natural y los planes debe- preservacionismo internacional. En su con- das durante los gobiernos radicales anteriores:
rían ajustarse a este hecho singular, “sin de- junto, esta operación contribuiría, en la idea de la autonomía de la Dirección de Parques, que
jarse influir para nada por la vehemencia sus impulsores, al amor y conocimiento de la manejaba fondos propios, y el respeto a la pro-
localista, ni por los impresionismos ligeros y patria, y en consecuencia a la consolidación es- piedad privada existente, además de la posi-
poco reflexivos” (Bustillo). table del dominio efectivo sobre el territorio. bilidad de enajenar nuevas tierras públicas. Iri-

64 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


are are
goyen había prohibido en su primer gobier- nal técnico del ferrocarril inglés. La obra vial El entredicho surgido por el avance del go-
no la venta de tierras fiscales, oponiéndose así dentro del parque constituyó otro aspecto cen- bierno federal sobre resortes fundamentales
a la política que impulsó Ramos Mejía desde tral. La relación de Parques con Vialidad Na- de la riqueza provincial redundó en el cerce-
1906, basada en la venta de tierras para ase- cional no podía ser más estrecha, ya que am- namiento de la autarquía del organismo du-
gurarse una base financiera y promover la co- bos directorios estaban animados por una rante el período peronista. Esta limitación no
lonización. Agustín P. Justo permitió la rea- filosofía común. Bustillo también inicia las implicó abandonar la política “urbanizadora”
nudación de las ventas. En la ley de 1934 se gestiones para inaugurar el servicio aéreo (las en función del turismo; por el contrario, su mo-
mencionaban específicamente los terrenos que Líneas Aéreas del Estado llegan a Bariloche delo fue redoblado y extendido hacia otros par-
podían venderse o mantenerse en manos par- en 1940), mejorar el servicio telefónico y te- ques nacionales y reservas.
ticulares, y se facultaba a la Dirección para la legráfico, etc. La importancia alcanzada por el “turismo”
creación de centros de población dentro del Otras medidas permiten evaluar el perfil puede observarse en los cambios sufridos por
parque. Durante el primer gobierno de Perón, turístico imaginado por Bustillo, que no se la Dirección: en 1943 se había agregado la pa-
la autarquía de la Dirección quedó fuertemente orientaba ni al turismo de masas ni al fruidor labra turismo al nombre de la Administración;
restringida, y varias de las ventas realizadas por de la naturaleza virgen, como la expansión en 1945, ella pasa de la esfera del Ministerio
Bustillo a sus amigos –en particular las de Pi- de los deportes de invierno o la construcción de Agricultura a la del de Obras Públicas, cam-
nedo– fueron cuestionadas legalmente. del Hotel Llao-Llao. El hotel fue el emblema de bio elocuente con respecto al grado fuerte de
Pero, más allá de la corrupción, la venta a la gestión, junto con las importantes mejoras intervención que se propulsaba; por último,
particulares de fracciones de tierra en el par- llevadas a cabo en la misma ciudad de Barilo- los dos cometidos de turismo y conservación
que condecía con la centralidad que poseía en che. Puede decirse que el hotel resume la filo- se separan, quedando Parques bajo la super-
la doctrina de Bustillo el objetivo de desa-rro- sofía con que se encaró el Parque, definido más visión del Ministerio de Agricultura, y el fo-
llo del área, apoyándose en el impulso al tu- como lugar de turismo de elite que como re- mento y reorganización del turismo bajo la
rismo calificado. Como Thays en el Iguazú, pe- serva natural. égida del Ministerio de Transportes. Pocos
ro con mayor suerte en la realización, Bustillo La labor realizada por Bustillo durante su cambios pueden observarse en las leyes y re-
imaginaba las orillas del lago sembradas de ele- gestión fue atacada desde dos flancos: por un glamentos sucesivos, aunque por cierto el tu-
gantes casas de veraneo. La mayor parte de las lado, los movimientos preservacionistas orto- rismo de la década del cincuenta buscaba otros
acciones de la Dirección se orientaron a la pro- doxos que comenzaban a tomar forma en aso- perfiles sociales que los soñados por Bustillo.
moción del turismo, y el cometido de conser- ciaciones civiles, tales como la Federación Para entonces, el Nahuel Huapi constituía ya
vación de la naturaleza se sometió a él. Así, por de la Fauna Sudamericana y los Amigos de los una de las metas preferidas del turismo na-
ejemplo, Bustillo lamentaba las grandes ex- Parques Nacionales “Francisco P. Moreno”, cional e internacional. Durante el segundo go-
tensiones de bosques quemados. Además de quienes obviamente no podían coincidir con bierno de Perón se intensificó la actividad tu-
medidas de restricción en los permisos de ex- el fuerte grado de intervención propuesto por rística en el parque “modelo”, habilitando
plotación, propone entonces la reforestación la Dirección. Abogaban por la eliminación ra- instalaciones para el turismo social y, de ma-
intensiva de las áreas quemadas con especies dical de las especies exóticas; por la manu- nera innovadora, estudiantil. Este último pa-
exóticas de crecimiento rápido –por fuera de tención de la “condición primitiva” del área; sará a ser, hasta hoy, la principal fuente de re-
las áreas intangibles– argumentando que un los criterios estéticos que guiaban a la refo- cursos del área, pero su hiperdimensión coloca
crecimiento natural del bosque originario lle- restación eran considerados extemporáneos en tela de juicio los fundamentos mismos de
varía alrededor de un siglo. Se apoya para es- (v. Ambientalismo). la creación de un parque nacional. En estos
ta tarea en la estación forestal de la isla Victo- Otro tipo de críticas provenían tanto de las inciertos cambios puede hallarse el núcleo de
ria, vivero creado durante la administración poblaciones como de los gobiernos provin- las tensiones posteriores entre desarrollo y
radical y transferido a Parques. Se introducen ciales, en perspectivas opuestas a las de los pre- conservación.
42 especies nuevas y se repueblan más de servacionistas ortodoxos. Concejos municipa-
17000 ha. Decisiones similares se toman con les como el de Bariloche, desde sus fracciones TERCER PERÍODO.
la fauna: no solo se incentivó el desarrollo de radical y socialista, criticaban el avance de la El avance de las ideologías ecologistas des-
especies exóticas, que ya habían sido introdu- Dirección federal sobre todos los aspectos de de fines de 1960 coloca el tema de la conser-
cidas (como los salmones y rainbow sembra- la ciudad; las restricciones impuestas a la pro- vación de áreas protegidas en una constelación
dos por iniciativa del Ministerio de Agricul- ducción no contentaban en absoluto a los po- de requerimientos distinta de la del período
tura en 1902), sino que se intentó ampliar el bladores. Pero las provincias y territorios re- anterior. Aunque el impacto de la Segunda
repertorio para la caza deportiva, soltando cier- conocían en la creación de los parques un factor Guerra Mundial llevó a considerar los proble-
vos axis y faisanes. de progreso, y por ello, como hemos apunta- mas ambientales en escala planetaria, la iden-
Otro aspecto que entorpecía el tipo de tu- do, el territorio de Misiones peleó por un desa- tificación más precisa de los deterioros cau-
rismo buscado radicaba en las grandes dis- rrollo de un parque similar al del Nahuel Hua- sados por la industria, el crecimiento
tancias que había que recorrer para llegar al pi. Puede evaluarse el desequilibrio en el interés poblacional, la urbanización extensiva o el uso
Nahuel Huapi; para mejorar la situación, Bus- en ambos parques en estas cifras: la Dirección de agentes químicos adquiere recién dos dé-
tillo promueve contactos con el Ferrocarril Sur de Parques había invertido en obras de in- cadas más tarde un peso político fundamen-
para desplazar a Ferrocarriles del Estado en la fraestructura, hasta el ejercicio de 1938, de un tal. Como eco moderado de estas tendencias,
finalización del ramal a Bariloche, el que efec- total de más de 3 millones de pesos, solo alre- puede verificarse en las leyes argentinas des-
tivamente fue terminado con dinero y perso- dedor de $250.000 en Iguazú. de 1970 un mayor grado de atención al equi-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 65


u PERFIL URBANO DE LA ZONA DE PLAZA ROMA Y CATALINAS NORTE EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES VISTO DESDE LA RESERVA ECOLÓGICA, EN LA COSTANERA SUR.

librio de los ecosistemas y al manejo de las áre- corporación de principios científicos para el de la ortodoxia conservacionista erigida en sen-
as-conceptos integrados, apoyados en los avan- manejo conservativo: la propiedad privada es- tido común, que pretendía tratarla como san-
ces científicos y en las nuevas perspectivas éti- taba protegida, pero lo privado podría ser arra- tuario; la de la especulación salvaje en las tie-
cas. (v. Ambientalismo). sado de acuerdo con la “emergencia nacional”. rras porteñas, que veía en esta área
Sin embargo, es necesario recordar el con- Después de la caída de la dictadura, se abre un inmejorablemente ubicada un negocio incal-
texto histórico conflictivo en el que se dictan período en el que las ONGs. ambientalistas pe- culable. Pocas voces se alzaron defendiendo ya
las leyes de 1970, 1973 y 1981 en la Argentina. san de modo fundamental sobre el diseño de un parque público –el destino original, pro-
Aunque ya la ley de 1973 –en el breve perío- diversas políticas que no solo atañen a las áre- movido por la ausencia de parques recreativos
do democrático entre dos dictaduras– recogía as protegidas. Los medios de comunicación en el sur de la ciudad–, ya un “parque didác-
la presión de algunas organizaciones ambien- abordan con entusiasmo este tema, que pene- tico” de educación ambiental, a la manera de
talistas, hubo cuestiones, como la disposición tra también rápidamente en los diversos es- los que Burle Marx había instalado en el Bra-
de la propiedad privada, en las que la ley de tadios educativos. sil o en Venezuela. En ambos casos, el mane-
1981 retrocede respecto de la de 1973, mien- Un caso líder de los últimos años, que co- jo estatal debía ser fuerte, pero con destino so-
tras que se incorporan sin problemas los avan- loca en primer plano las bondades y contra- cial, evitando tanto la especulación fundiaria
ces sugeridos en las cumbres ambientalistas dicciones de la política “ecologista” con res- como la intangibilidad propuesta por los fun-
internacionales. No menos importante, para pecto a las áreas protegidas, lo constituye la damentalistas. Es cierto que, sin la publicidad
calibrar el carácter de la nueva legislación, re- Reserva Ecológica de Buenos Aires. En 1986 de las actitudes fundamentalistas por sobre las
sultan las facultades inéditas otorgadas al co- se determina que un área de relleno del río más complejas y matizadas, difícilmente la re-
mando en jefe militar con respecto a la inter- frente a Puerto Madero, destinada original- serva ecológica hubiera mantenido su estatus
vención en estas áreas federales, en función de mente a parque público, se incorporara a la le- de tierra pública.
la ley de “seguridad nacional”. No solo afectan, gislación de reservas nacionales. Esta área dis- La reserva de Buenos Aires dio pie a la mul-
para esta decisión, los problemas internacio- ta de ser “natural”: las autopistas de Buenos tiplicación de reservas provinciales en los últi-
nales de límites con los países vecinos, sino Aires contribuyeron a su relleno hacia fines de mos años. Las manera en que el tema se abor-
también la “emergencia interna”. El parque na- la dictadura; abandonada, la naturaleza potente da queda clara, por ejemplo, en la propuesta
cional resultó ser, como en épocas de Bustillo, del Río de la Plata creó un “parque natural”. La de declaración de reserva provincial de una par-
un perfecto instrumento para asegurar el po- discusión en los años noventa sobre el destino te de los terrenos costeros de la ciudad de San-
der central del Estado, y poco molestó la in- de la reserva revela posiciones antagónicas: la ta Fe, en donde se habían emplazado varios

66 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


are are
edificios universitarios: al definir como reser- vención en el resto del parque era también im- mos” lingüísticos y arquitectónicos que pre-
va el área costera se encubre la falta de fondos portante, y se encauzaba en varios sentidos. Por tendían bulevares, squares y “avenidas sinuo-
para realizar un verdadero parque público, pa- un lado, se extendían otras instalaciones turís- sas a través de la selva que, después de tama-
ra evitar las inundaciones que asolan la región ticas y habitacionales (otro hotel en inmejora- ños ultrajes, el proyecto insiste en llamar
o para resolver serios problemas sociales. La ble situación paisajística, escuela, capilla, puen- vírgenes”; el Estado debería renunciar a cons-
nominación de reserva se ha constituido en un tes, ascensores, miradores y belvederes); por tituirse en “fundador de pueblos invernales y
paraguas múltiple que permite intereses mu- otro, se consideraba una serie de instalaciones empresario de sus lindezas”; las intervencio-
chas veces contrapuestos. destinadas a estudios científicos (estación me- nes deberían reducirse a “un buen hotel, con
teorológica, quinta agronómica con chacras ex- coches tolerables y conservación del camino en-
3. Arquitectura de las áreas protegidas. perimentales y zoológico, escuela de silvicul- tre los saltos y Puerto Aguirre”.
Ya se ha comentado que el carácter dife- tura); por último, en las cercanías de los saltos, Más de veinte años después, las propues-
renciado de las distintas áreas destinadas a la como en el Niágara, el aprovechamiento de la tas de la Dirección de Parques amplían la in-
protección estatal ya estaba definido en la se- energía en usinas eléctricas. La zona norte del tervención urbanística, subrayan los aspectos
gunda mitad del siglo XIX. El carácter parti- parque se conservaría en “estado natural”, aun- turísticos y avanzan sobre cuestiones no des-
cular de cada paisaje se asociaba con símiles que se abrirían caminos sinuosos, en corres- arrolladas por Thays, como el carácter edilicio
naturales europeos o norteamericanos; la ex- pondencia con el carácter pintoresco que se le de las zonas protegidas. Pero, aunque algunas
presión de este carácter, con la arquitectura co- otorgaba al área. Groussac critica esta propuesta iniciativas del organismo inciden en el área de
rrespondiente. Se reconocía por entonces la in- en 1914 e indica su carácter más de “parque ur- Iguazú, el interés se ha desplazado fuertemente
adecuación de la tradición clásica para los bano a la inglesa” que de reserva. Avanza así hacia el parque del sur.
caracteres rústicos subrayados en las zonas pro- una crítica típica –y aristocrática– a este tipo de El carácter de las intervenciones queda cla-
tegidas: así, los presupuestos del Pintores- intervenciones, que sería moneda corriente du- ro al analizar la sucesión de propuestas: si bien
quismo en sus distintas variantes serán utili- rante la gestión decisiva de Parques Naciona- la filosofía intervencionista en el manejo de
zados en la arquitectura (v. Pintoresca, arquitectura). les, en la década del treinta: “Si en las Catara- los parques ya estaba explícita, la operación
El primer acercamiento arquitectónico a es- tas del Niágara la mano del hombre sólo ha del Nahuel Huapí no comienza por la com-
tas áreas es el de Thays, cuando proyecta a ins- intervenido para deformar la obra de la natu- posición de un plano general, sino por la cons-
tancias del Ministerio de Agricultura de la Na- raleza, ¿qué debemos esperar o temer de los trucción de un hotel, el Llao-Llao. Apenas dos
ción el “Parque - Reserva del Iguazú”, en 1912. embellecimientos que, por encargo del gobierno meses después de sancionada la ley de 1934,
Este diseño ampliaba considerablemente la pro- y bajo el nombre de Parque Nacional de Igua- Bustillo invita a su hermano Alejandro Bus-
puesta anterior. Proponía dos centros de po- zú, ha proyectado nuestro competente director tillo (v.) con el fin de asesorar acerca de la ubi-
blación cercanos a la zona de las cataratas: el general de paseos, don Carlos Thays?” El tu- cación de un gran hotel y “el estilo arquitec-
Pueblo Iguazú (1000 ha) y la Colonia Militar rismo masivo ya lo atormenta: el paisaje del tónico que convenía al ambiente de la región”.
(1500 ha). El pueblo fue pensado, evidente- Niágara lo concibe como de chata fealdad acre- Decidida el área de Llao-Llao, la Dirección con-
mente, como una ciudad turística como las que centada por la producción; Suiza se le apare- voca a un concurso público de proyecto en
ya pululaban desde mediados del siglo XIX: po- ce degradada por la industria hotelera. En su 1935, que gana el mismo Alejandro; la repar-
see hoteles, casino, hipódromo, estadio depor- opinión, deberían abandonarse los “barbaris- tición se encargaría de la documentación de
tivo, casa de baños; se prevé un aeródromo que obra y de la construcción. Alejandro Bustillo
solucionaría el difícil acceso a la zona. Thays quedó convertido, además, en asesor perma-
cambió su primer trazado ortogonal por una nente de Parques, proyectando distintas obras
composición en abanico: sin preexistencias edi- como los edificios de intendencia de Nahuel
licias considerables –el pueblo original era ape- Huapi e Iguazú, las casas de guardabosques,
nas un caserío desde donde partía la picada ha- la iglesia de Bariloche y varias capillas en las
cia las cataratas–, podía llevar adelante esta nuevas fundaciones, el hotel de la isla Victo-
solución característica que compartían muchas ria, refugios, indicadores camineros, etc. El
ciudades de veraneo, como la ampliación de hotel, cuyo manejo quedó en manos privadas,
1902 de Stella-Plage en el estuario del Canche, se incendió al poco tiempo de su inaugura-
pero que también se había difundido a partir ción, pero fue reconstruido posteriormente
del modelo teórico de ciudad jardín. La ciudad sobre la base de planos del mismo Bustillo.
militar –en donde estaba ya instalado Puerto “El estilo lo logré fácilmente”, comentará
Aguirre– se diseñó a partir de una elipse que Bustillo tiempo después, refiriéndose al primer
se adapta perfectamente a los meandros del río, proyecto. “Imaginé un estilo rústico, que más
con una plaza central. El modelo militar es ce- bien era una técnica de construcción. Era una
rrado sobre sí mismo, en obvia relación con zona de bosques, había mucha madera. La cons-
la defensa, mientras que la disposición en se- trucción en madera era muy conocida en Sui-
micírculo permite tomar el recodo del río y abrir- za y en Canadá. Se hizo un trabajo de desmonte
se a él. Thays imaginaba las barrancas del al- muy grande: se secaron cinco mil árboles para
to Paraná y del Iguazú sembradas de villas hacer todo el hotel”. El segundo proyecto re-
particulares, como en la Costa Azul. La inter- u HOTEL LLAO - LLAO, FRENTE AL LAGO NAHUEL HUAPÍ. toma en líneas generales la inspiración del pri-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 67


mero, reemplazando la madera por el hormi- Nahuel Huapi, el parque de Iguazú era iden- la selva a través de la simetría axial de su dis-
gón y la mampostería. El “estilo regional” que tificado más como Monumento Natural que co- posición. Una moderna pileta deportiva se co-
Exequiel estaba buscando para otorgar carácter mo Parque, desestimando, como vimos, su in- loca en el eje. Por primera vez se abandona en
a la zona se resolvió en este caso a través de la terés como área de recreo de larga permanencia. la arquitectura pública de parques nacionales
apariencia de chalet normando, muy difundi- El proyecto ambicioso de Thays no fue realiza- la inflexión pintoresca, para ofrecer una ima-
do en Argentina desde fines de siglo XIX (v. Cha- do –aunque el plan de ordenación de Puerto gen de plena modernidad.
let), pero la planta simétrica en doble “T” en- Aguirre, en el área de la primitiva colonia mi- Se ha criticado mucho (frecuentemente en
marcando un patio de honor reproduce los litar, recoge en parte la traza en abanico de la forma descontextualizada) la operación arqui-
modos palaciegos clásicos: otorgaba así a la in- ciudad turística–, y las moderadas intervencio- tectónica de Parques Nacionales en el período
tervención modélica de Parques el aire de “ca- nes edilicias intentan hacerse eco del carácter de su esplendor. Es evidente, porque así lo plan-
baña monumental” con que el arquitecto gus- que se le otorgaba al territorio, que sumaba en tean además sus autores, que la intención de
taba de definir al Partenón. Bustillo no se ciñó las cercanías, como vimos, las ruinas jesuíticas. urbanizar estas áreas naturales estaba en ín-
a los mismos modelos del Llao-Llao en el res- A través de un repertorio neocolonial se espe- tima vinculación con los propósitos que se man-
to de la construcción, ya que utilizó o evocó téc- raba subrayar su fisonomía. El escaso grado de tienen durante el peronismo de integrar a la
nicas europeas pero afincadas tradicionalmente intervención en este parque evitó la asociación modernidad estos espacios segregados del pro-
en la región, como el sistema de block haus en entre arquitectura y paisaje, que resultó defi- greso, en los ambiguos límites de la frontera.
la hostería de la isla Victoria (1945), cuya plan- nitoria de la “tipicidad” barilochense hasta dé- Los juicios actuales parten de una mentalidad
ta en “L” se acomoda a los tipos pintorescos in- cadas después de que se quitó a Parques las atri- opuesta, cuando estas áreas ya están integra-
gleses, o la piedra rústica para la imagen goti- buciones sobre la escenografía urbana. das. Las recomendaciones no parten de la dis-
zante de la Catedral de Nuestra Señora del ciplina arquitectónica, sino del ambientalismo
Nahuel Huapi. Los arquitectos de la Dirección en general; propugnan la menor intervención
que trabajaron en otros edificios públicos, co- posible y, en esta medida, detallan las formas
mo Ernesto Estrada, siguieron esta vaga orien- adecuadas en que la arquitectura debe des-
tación pintoresquista romántica que parecía aparecer y mimetizarse con el entorno “natu-
adaptarse a la construcción del carácter del pai- ral”: emplazamientos poco ostensibles, mate-
saje buscado por Bustillo: rasgos típicos, gracia riales naturales, colores discretos. G. S.
arquitectónica y aire europeo.
Parques intervino también en aspectos ur- Bibliografía: E. Bustillo. El despertar de Bariloche.
banísticos de la principal ciudad del área, Bari- Bs. As.: Pardo, 1968; R. Gutiérrez y S. Berjman. La ar-
loche, además de la fundación de las villas y co- quitectura en los parques nacionales. Resistencia:
lonias nuevas (Colonia Pastoril Nahuel Huapi, Instituto Argentino de Investigaciones de Histo-
Llao-LLao, Traful, La Angostura, todas de 1936) ria de la Arquitectura y del Urbanismo, 1988.
(v. Bariloche). La inflexión marcadamente estéti- u CAPILLA DEL LLAO - LLAO, EN BARILOCHE DE A. BUSTILLO.

ca de la intervención de Parques puede verse


en el plan de urbanización de Bariloche (1936), Iguazú cobró un mayor impulso desde 1945, ARMAN, AGUSTÍN (s/d). Arquitecto. Actuó en
que resultó así la primera población del sur que después del alejamiento de Bustillo de la di- Rosario a principios del siglo XX.
contaría con un plano regulador. La planta del rección. Fueron iniciadas diversas obras como
pueblo en cuadrícula se mantuvo intocada bá- el hospital regional y la escuela Campos Salles, En colaboración con Presas y Todeschini,
sicamente y, al modo clásico, se concentraron que continuaban la misma voluntad estilísti- realiza el edificio ecléctico modernista de la
los esfuerzos en un punto: el centro cívico. Allí ca. Pero es importante mencionar una excep- Tienda “La Favorita”, en Córdoba y Sarmien-
la referencia obvia es la plaza tardomedieval de ción notable que se aparta de las convenciones to, caracterizado por el desarrollo espacial de
las ciudades italianas. Otros edificios de im- asentadas con respecto a la relación de la apa- su interior. Proyecta también el edificio de In-
portancia en la ciudad (hospital, escuelas, etc.) riencia edilicia con el medio, como es el pro- dustria y Comercio.
subrayaron la misma dirección impuesta por yecto de Antonio Vilar (v.) para el Hotel Igua-
los Bustillo. La fuerte intervención estilística, zú. El proyecto fue encomendado a Vilar en Bibliografía: AA. VV. La arquitectura del liberalis-
apoyada en un Reglamento de Construcciones 1943, cuando ya se delineaban diversos cam- mo en la Argentina. Bs. As.: Sudamericana, 1968.
confeccionado por Parques en 1935 –que defi- bios políticos que terminarían en la renuncia
nía no solo la arquitectura pública, sino que de Bustillo en 1944. Si se recuerda el peso que
controlaba las intervenciones privadas en su te- la Dirección de Vialidad poseyó desde un prin- ARMESTO Y CASADO SASTRE. (Armesto, Hu-
rritorio, incluyendo las ciudades– redundó en cipio en los planes del parque, no asombrará go Pío: Buenos Aires, 1910 - íd., 1977; Ca-
un carácter identificable para el gran público, la elección del arquitecto Vilar, ligado a em- sado Sastre, Eduardo: Buenos Aires, 1911 -
aunque extremadamente laxo por la variedad prendimientos que articulaban transporte con íd., 2001). En 1933 conformaron una socie-
de modelos componibles. turismo y conocimiento del país, como el del dad que se extendería hasta 1973. Para aten-
Otros modelos, en cambio, resultaban in- Automóvil Club. Lo interesante es que Vilar der las propiedades se formó Casado y Ar-
adecuados: entre ellos las variantes del Neoco- proyecta un edificio en lenguaje moderno: un mesto SRL, que administró en su momento
lonial que son propuestas por Bustillo para pabellón de cinco plantas y mirador terraza, 4.000 departamentos. Los hijos de ambos
las intervenciones en Iguazú. A diferencia del que impone aún más su presencia opuesta a continúan llevando estudios independientes

68 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


are arn
en la actualidad. Su obra abarca numerosos Santiago del Estero, Constitución y Salta.
inmuebles de renta, residencias particulares Su obra incluye también residencias par-
urbanas y suburbanas, plantas industriales y ticulares urbanas y suburbanas, como las de
de servicios, locales comerciales, remodela- Av. Centenario 3255 (1944) , Virrey Loreto 1748,
ciones, cocheras, además de varios concur- San Isidro (1941) y Martínez, J. J. Paso 1109
sos ganados. Su repertorio estilístico (v.) in- (1942). En la ciudad de La Plata construyeron
cluye obras eclécticas y racionalistas. una residencia particular con consultorio mé-
dico (1938), en Avenida 53 416, y chalets pin-
Graduados en la Escuela de Arquitectura toresquistas en Mar del Plata (1941), Miramar
de la UBA, a partir del año 1933 se asociaron (1941) y en el Country Club de Tortuguitas
para formar un estudio profesional cuya pro- (1942). También son de su autoría plantas in-
ducción se destacó por su profusión, amplitud dustriales como la fábrica Volcán en avenida
y diversidad. Las casas de renta (v.) diseñadas Cobo 1659 (1942), en donde la gran nave in-
por la firma se enrolaron, en su gran mayoría, dustrial –constituida por dos entrepisos sin vi-
dentro del Racionalismo, respondiendo per- gas– está flanqueada por los clásicos shed re-
fectamente a las exigencias económicas y sim- sueltos en planta, y edificios de servicios, como
bólicas del programa. En los característicos te- el de Teléfonos del Estado en Floresta.
rrenos urbanos de 8,66 m de ancho, lo habitual Realizaron, por otra parte, locales comer-
fue prever una o dos unidades por piso de dos ciales, remodelaciones, cocheras. Además cuen-
o tres dormitorios cada una, con áreas de ac- tan con varios concursos ganados. Cabe men-
ceso al edificio de generosas dimensiones. cionar el del cine Gran Rex en sociedad con
En la resolución espacial de los departa- José Aslan y Héctor Ezcurra (v.), en el que ob-
mentos, se ve un progresivo avance hacia la tuvieron el Primer Premio. Sin embargo, la
u ARRIBA: CASA DE RENTA u ABAJO: FACHADA DE
compactación de la planta con criterios fun- obra definitiva, que se asemeja excesivamen-
EN LA AVENIDA QUINTANA CASA DE RENTA EN CALLAO
cionalistas, aunque siempre se destacan las bue- te al proyecto ganador, fue realizada finalmente
AL 400, EN BUENOS AIRES. 1032. LAS VENTANAS ALAR-
nas condiciones de habitabilidad de las vivien- por el arquitecto Alberto Prebisch (v.). Duran-
EL USO DEL LADRILLO A LA GADAS CON CARPINTERÍA
das. En todos los casos se conservaron las te su carrera, Hugo Armesto se destacó por sus
VISTA SURGIÓ COMO UNA METÁLICA Y EL BALCÓN
grandes dimensiones y los espacios de articu- acuarelas y perspectivas. Fue premiado con va-
SOLUCIÓN DE MENOR INCORPORADO AL DISEÑO
lación y complementarios: antecámara, cuar- rias distinciones durante su vida, como el pre-
MANTENIMIENTO QUE LAS DE LA FACHADA, ACENTUAN
tos de vestir, hall. Entre el palier y el estar siem- mio Manuel Belgrano otorgado por la Facul-
SUPERFICIES BLANCAS. LA HORIZONTALIDAD.
pre existe un espacio intermedio. Los patios de tad de Arquitectura al alumno que obtuviera
aire y luz fueron mayores a los que dispuso co- la calificación sobresaliente en todas las ma-
mo mínimos el Código de Edificación de 1944. terias prácticas de la carrera. El estudio man-
Fue frecuente la inclusión de locales co- tuvo esta denominación hasta 1966, año en el
merciales en planta baja como parte del pro- que se incorporaron como titulares los arqui-
grama, menos frecuente la de cocheras. La ex- tectos Eduardo R. Casado y Hugo R. Armesto,
presión exterior de los edificios fue dada al hijos de sus fundadores. R. P.
principio por grandes superficies blancas de
perfil marcadamente maquinista; luego evo- Bibliografía: Colección Revista de Arquitectura 1938-
lucionó hacia el uso del ladrillo a la vista. El bal- 1942; colección Nuestra Arquitectura 1938-1967;
cón se incorporó al diseño de la fachada como J. Cacciatore, “Las obras del Estudio Casado Sastre-
parte de la volumetría. La utilización de venta- Armesto”. En: Summa Temática. N° 4, 1985; __, “Maes-
nas alargadas con carpintería metálica y la for- tros de la Arquitectura: Casado Sastre y Armesto
ma de los balcones con barandas metálicas con- y el racionalismo urbano”. Bs. As.: Rev. del Conse-
tribuyeron a acentuar la horizontalidad. jo Profesional de Arq. y Urbanismo, n° 3, 1991.
Entre las casas de renta proyectadas por la
firma en Capital Federal se pueden mencio-
nar: Tacuarí 828, Av. Corrientes y Esmeralda, ARNALDI, JUAN BAUTISTA. Porto Maurizio (Im-
Callao 1032 (1938), Av. Las Heras 2942, Larrea peria, Italia), 1841 - Buenos Aires, 1915. Ar-
1500, Peña 2414 y 2422, Avenida Santa Fe y quitecto. Forma parte del grupo de técnicos
Junín, Av. Quintana 386 —Primer Premio Mu- y profesionales que emigraron a nuestro pa-
nicipal 1941 Categoría B a la casa colectiva que ís en las últimas décadas del siglo pasado. Su
reúne las mejores condiciones de distribución obra se enmarca dentro del Eclecticismo (v.)
e higiene— y 486, Presidente José Evaristo Uri- del siglo XIX, caracterizado por la utilización
buru 1170, Juncal 3533, Av. del Libertador y Jor- de diversos lenguajes.
ge Newbery, 11 de Septiembre 1846, La Pam-
pa 1830, Carlos Calvo 979, Cochabamba y Sus principales obras se encuentran dentro

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 69


de la temática religiosa (catedrales, iglesias parroquiales y de órdenes religiosas. Se trata, Los teatros que proyectó y construyó se en-
parroquiales, capillas, etc.). Estos proyectos en la mayoría de los casos, de plantas de una contraban en la ciudad de Buenos Aires (a ex-
–realizados o no– llegan a 29, constituyén- sola nave en forma de cruz latina. El lengua- cepción del de Río Cuarto en Córdoba). Estos
dose en uno de los arquitectos que más tra- je formal es, en estos casos, tanto clasicista co- se denominaban Onrubia (1877), De la Co-
bajos de este tipo proyectó en nuestro país. mo neogótico (en algunos pueden encontrar- media (1890), Rivadavia –hoy Liceo– (1893),
Otro grupo importante de sus obras fue el de se ambas soluciones para un mismo proyecto). Marconi (1903) y Belgrano.
los teatros, ya que proyectó no menos de 6 Pero en la última etapa de su trabajo profe- También proyectó algunos edificios públi-
(también una cantidad inusual para un solo sional, preferirá los ejemplos neogóticos. En- cos, entre los que pueden incluirse la muni-
profesional). El resto de su extenso trabajo se tre ellos se pueden mencionar las iglesias de cipalidad de Carmen de Areco y el Consejo Es-
refiere al tema de la vivienda y a algunos pro- Santo Domingo (1890), Guadalupe (1893), las colar y la Escuela Normal de Santa Fe.
yectos para edificios de gobierno. capillas de las Hijas de María (1893), Herma- Finalmente, pueden mencionarse la re-
nas Terceras Franciscanas (1896) y el Con- modelación del Hotel La France (Paraná), el
Si bien la mayor parte de su obra se en- vento de San Francisco (1884 y 1896), todos proyecto para el Salón del Prince George Hall
cuentra en distintas ciudades de nuestro pa- en la capital santafesina. También las iglesias y el edificio de la sede de la Societá Unione
ís, su estudio estaba ubicado en Buenos Aires. de Colonia Iriondo (1884), Pilar (1892), Al- Operai Italiani institución que presidía en 1898.
Según distintas fuentes de la época, reali- berdi (1889), Santo Tomé (1887) y Gral. Gál- Dentro del tema vivienda la trayectoria de
zó su aprendizaje en la Universidad de Gé- vez (1888), en la Provincia de Santa Fe. A es- Arnaldi no es demasiado relevante. El ejemplo
nova y desarrolló los primeros años de su ac- más interesante lo constituye la casa de Beli-
tividad profesional en Italia. Ya en nuestro sario Núñez, en Paraná, realizada a partir de
país, a comienzos del año 1882 realiza el pro- una clásica estructura de doble patio central.
yecto para la iglesia parroquial de Rosario, su El resto de la obra es en su mayor parte de vi-
primera obra en la Argentina. En ese mismo viendas para alquiler, ubicadas generalmente
año es incorporado como dibujante en la Sec- en Buenos Aires. Sus principales comitentes
ción de Obras Públicas del Departamento de fueron la familia Santa Marina y el mismo Ar-
Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires naldi, quien poseía varias viviendas para su uso
para trabajar en el proyecto de la ciudad de La personal, al punto de que en su acta de de-
Plata (este fue su único trabajo en relación de función no figura como arquitecto sino como
dependencia; el resto de su tarea la hará como rentista. Se trata de edificios de una o dos plan-
profesional independiente). Para esta ciudad, tas –tres en muy pocos casos–, organizadas al-
efectúa el proyecto y la dirección del matade- rededor de patios laterales (tipo chorizo). Las
ro y corrales de abasto (1885-1886). La ma- fachadas son siempre clasicistas, con marca-
yor parte de su arquitectura de temática reli- do acento italiano. Lamentablemente, son es-
giosa se encuentra en la diócesis del Litoral casos los escritos suyos acerca de la arquitec-
(Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes), regida por tura que se han conservado. R. E. P.
el obispo José María Gelabert y Crespo, su
principal comitente, a quien conocía desde Bibliografía: R. E. Piccioni. La obra religiosa del Ar-
1882 cuando se iniciaron las tareas de la igle- quitecto Juan Bautista Arnaldi. Bs. As.: Facultad de
sia de Rosario. u FACHADA DE LA CATEDRAL DE PARANÁ, ENTRE RÍOS. Filosofía y Letras, UBA, 1988. Inédito.
De la serie de edificios religiosos, su obra
más importante es la Catedral de Paraná, ob- tas obras hay que sumar las capillas de las
tenida por concurso en 1883. Esta forma par- Hermanas Terceras Franciscanas de Paraná ARNAVAT, JOSÉ. Barcelona, s/d - Buenos Ai-
te de una serie de proyectos que incluyen el (1897), las Esclavas del Corazón de Jesús en res, 1908. Arquitecto. Activo en Buenos Ai-
de la Iglesia Matriz de Santa Fe (1884) y dos la Rioja (1905), las Hermanas Salesas en la res desde la década de 1880 como proyec-
para la Catedral de la misma ciudad, ambos ciudad de Buenos Aires (1887), y las iglesias tista de una relevante cantidad de obras de
obtenidos por concurso en 1888, los cuales de Suipacha (1888), Tres Arroyos (1900), San carácter ecléctico.
responden a un mismo tipo arquitectónico. A Ramón (Bahía Blanca, 1906), en la Provincia
esto hay que sumarle la Iglesia Matriz de La de Buenos Aires. También hay un proyecto Se graduó en la Escuela de Ingenieros de
Rioja (1899) y el proyecto final para la Cate- para el templo de Goya en Corrientes (1900), Barcelona. Llegó al país en 1872. Entre sus edi-
dral de Santa Fe (1896), emparentadas entre edificio para el cual ya había realizado algu- ficios más importantes, realizados en diversos
sí, pero con diferencias con respecto a las de nos trabajos en 1888. estilos que van del Neogótico al Renacimiento
la década anterior. Salvo la iglesia de La Rio- Una excepción tipológica dentro de esta te- italiano o francés, pueden citarse: Legación de
ja, que es de una sola nave, en los demás ejem- mática es el primer proyecto para la iglesia pa- España, Teatro Casino, Gran Hotel España, en
plos empleó la planta basilical de tres naves rroquial de La Paz (Entre Ríos), de 1884; una Avenida de Mayo entre Tacuarí y Buen Orden
de forma mixta. En todos los casos mencio- planta de tipo central, que años después reem- (v. Hotel); Capilla y Colegio de las Hermanas Ado-
nados, el lenguaje formal es el del Clasicismo. plazó por una de tres naves (1892). Hay que in- ratrices, Paraguay 1419; hotel particular en Cór-
Su producción dentro de esta temática se cluir en este rubro los proyectos del Seminario doba 1739; fábrica de tabacos “La Popular” -en
completa con una gran cantidad de iglesias (1897) y el Palacio Episcopal (1889) de Paraná. colaboración con el arquitecto Sutton- en Mé-

70 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


arm art
xico y Maza. Proyectó y construyó además un les y derivó en versiones particulares. Elabo-
grupo de 19 casas en Flores (Anchoris, Case- ró un código propio, desarrollando una lí-
ros y Vélez Sarsfield) y una casa de renta en el nea de continuidad histórica y asimilando
barrio porteño de La Boca (calle Ayolas entre aportes de la visión moderna y del redescu-
Brown y Gral. Rodríguez). Tuvo actuación des- brimiento de las estéticas periféricas. Aun-
tacada en la SCA (v.), de la que fue secretario. que sin doctrina explícita ni tendencia ho-
mogénea, su propuesta de diseño se insertó
Bibliografía: AA.VV. La arquitectura del liberalismo en el debate teórico del movimiento moder-
en la Argentina. Bs. As.: Sudamericana, 1968. no europeo. Su momento culminante coin-
cide con la exposición internacional de artes
decorativas e industriales modernas, llevada
ARNIM VON LOBBE, ULRICO OTTO. s/d, 1824 a cabo en París en 1925. Se extendió apro-
- Buenos Aires, 1889. Alemán, arquitecto. Ac- ximadamente hasta 1940.
tivo en la segunda mitad del siglo XIX en la Tuvo importante desarrollo en los EE.UU., pa-
ciudad de Buenos Aires. ís que operó como puente redifusor hacia
América Latina. En la Argentina, la producción
Siendo teniente del Ejército Prusiano, egre- corresponde a un campo temático bastante
sado de la Academia Militar de Potsdam, re- acotado, con algunas obras paradigmáticas
nunció a su carrera militar luego de la con- en ciudades como Rosario y Buenos Aires. In-
vulsión de 1848, en defensa de sus ideales fluyó fuertemente sobre la actividad cons-
liberales. Vino a la Argentina en 1850 y, sobre tructiva barrial urbana y suburbana. Se des-
la base técnica de su formación, perfeccionó y tacaron diseñadores como Alejandro Virasoro
concluyó sus estudios de arquitectura e inge- (v.), los hermanos Kalnay (v.), Alberto Gelly
niería. Integró el Consejo de Obras Públicas Cantilo (v.) y Valentín Brodsky.
en 1855 y participó en diversos dictámenes, en-
tre ellos, algunos vinculados a los trabajos del ORÍGENES. RELACIONES CON EL CAMPO CULTURAL
puerto de Buenos Aires. Entre sus proyectos Y ARTÍSTICO. CUESTIONES TEÓRICAS. REGIONES.
merecen destacarse el Puente Alsina (1858), En Europa, durante el período de entre-
realizado por encargo de Enrique Ochoa, pos- guerras, se produjo la refuncionalización de la
teriormente demolido; la Iglesia de Chacabu- sociedad capitalista y el ensayo de un nuevo
co y la de Zárate (1866), la residencia de Agui- proyecto social con cambios fundamentales en
rre, que estaba en Bolívar y Victoria. Trabajó la producción, estandarizando la industria de
en el estudio del trazado de los Ferrocarriles bienes de consumo. En el marco de ese des-
Oeste y Sur (1863). Fue miembro de la SCA (v.). arrollo tecnológico se sentaron las bases de la
nueva estética industrial. El sistema del Art Dé-
Bibliografía: F. Ortiz, R. Gutiérrez, J. C. Montero, R. co debe ser considerado como una expresión
Gutiérrez, A. Levaggi y A. S. J de paula. La arqui- particular y diferenciada de un proceso inicia-
tectura del liberalismo en la Argentina. Buenos ai- do al comenzar el siglo XX.
res: Sudamericana, 1968. En 1900 encontramos en Europa plena-
mente desarrollada la concepción morrisiana
del diseño. A partir de entonces se producen
ART DÉCO. m. Corriente modernista originada diversos intentos de resolver la cuestión arte /
en Francia en los años veinte, conocida con técnica y arte puro / arte aplicado. Prefiguran-
u FACHADAS ART DECÓ EN BUENOS AIRES: 1 Y 2)
esta denominación desde 1966, en ocasión do el boom mundial de las artes aplicadas a la
CASAS PARTICULARES, 3) BANCO EL HOGAR ARGEN-
de la exposición Les Années 25, realizada en producción de objetos de uso que constituyó el
TINO, 4) CASA AGUERO 2038, DE A. VIRASORO.
el museo de artes decorativas de París. Adop- Art Déco, podemos citar al movimiento Arts and
tó características de sistema estético de pro- Crafts (verdadero embrión del design); las ac-
ducción ampliada, verificado no solo en ar- ciones difusoras de L’Art Décoratif, primera re-
quitectura sino en diversos campos (moda vista que acuña el término; la Wiener Werks-
vestimenta, vidrierismo, diseño gráfico, tex- tätte, cuyo fundador Josef Hoffmann se
til e industrial, coreografía, paisajismo, artes identificaría en los años veinte con el Art Déco;
plásticas, mobiliario, cine, danza, decoración el Deutscher Werkbund, que en su estatuto plan-
de interiores, fotografía, etc.), con las mis- teaba como objetivo central la unión del arte, la
mas convenciones figurativas y funcionales. industria, el artesanado y el comercio (y sus ré-
El estilo -y su denominación técnica, toma- plicas nacionales); el movimiento Art Nouveau;
da del francés- se difundió casi universal- la escuela de Glasgow; la Sezession vienesa (de
mente, pues abarcó diversos estratos socia- especial influencia); la Compagnie des Arts Fran-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 71


tricto. El aparato del Estado, comprometido en
el programa liberal, seguía prefiriendo para la
obra pública las arquitecturas de corte histori-
cista ecléctico; y otro tanto ocurría con la alta
burguesía. El Déco se hace presente en casas
de renta (v.) para sectores medios, algunos edi-
ficios de servicio y en viviendas individuales
y pequeños comercios de las clases medias y
otros sectores populares de menores recursos.
Los edificios de servicio que adoptaron el esti-
lo fueron algunos bancos privados, compañí-
as aseguradoras, sociedades mutuales, clubes
populares, mercados; mereciendo mención es-
pecial los garajes y las salas de cine: los pri-
meros como contenedores del automóvil, nue-
vo producto de la estética industrial de uso
masivo, y las segundas por la coincidencia con
la aparición del cine en el país, donde el fuer-
te mensaje de las fachadas, el tratamiento de
los foyers y de las bocas de pantalla, denuncian
u SEDE DEL DIARIO CRÍTICA SOBRE LA AVENIDA DE MAYO EN BUENOS AIRES. OBRA DE ANDRÉS KALNAY. la mano de Hollywood.
Cabe señalar que en la Argentina son po-
çais con su propuesta de una estética nacional. versos de sus manifestaciones en la Argenti- cas las obras integralmente déco, donde espa-
Todas estas instituciones venían desarrollando na. La tipología local aquí se generó, en gran cio, estructura y ornamento responden a una
un fuerte debate teórico entre polos que serán medida, como transculturación de los mode- concepción total.
reiterativos en la Modernidad occidental: abs- los de los países centrales y no como propues- En las prolongaciones en el ámbito popu-
tracción, racionalización, en oposición a parti- tas de una estética propia. En el campo profe- lar encontramos una extensa producción anó-
cularidad, invención espontánea, o internacio- sional, la adscripción al Art Déco no fue nima de viviendas y pequeños comercios (pa-
nalismo vs. localismo. debatida; no mediaron polémicas cuestiona- naderías, farmacias, bares, etc.), desparramados
El Art Déco, estrechamente vinculado a es- doras de la arquitectura academicista ni en otras por los barios y suburbios de las ciudades ar-
te debate, se perfila con identidad propia en de- expresiones del Movimiento Moderno; no hu- gentinas. Con modalidades irreverentes, no ca-
fensa de una cultura regional, en oposición al bo entusiasmo crítico. nónicas, este Art Déco de 30cm de espesor,
Racionalismo abstracto de la vanguardia ger- Las obras corresponden a un campo res- de formas muy simplificadas, se integró a las
manófila, intentando estructurar salidas diver- casas chorizo (v.) y cajón (v.) del suburbio, a los
sas desde una situación concreta: Francia en la cubos de lata de Dock Sur en Buenos Aires,
década del veinte. Pero a principios de los años otorgando una nueva fisonomía moderniza-
treinta se impuso la línea más comercial que dora al paisaje callejero.
impulsaría la inflación ornamental, una serie
de clisés pegadizos y la internacionalización del PROBLEMAS HISTÓRICOS. PRINCIPALES FIGURAS
estilo. Es entonces cuando fue ganando terre- Y OBRAS. PERIODIZACIÓN. DIFUSIÓN.
no en EE.UU., implantándose con gran fuerza En la Francia de los veinte y los treinta, hay
en Hollywood (asiento de la industria cine- una línea que propone una modernización ba-
matográfica y del espectáculo en general), en sada en el desarrollo de los elementos regio-
Miami (sitio romántico de diversión y descan- nales, que aboga por un proteccionismo lite-
so, muy de moda en los treinta y los cuarenta), rario y artístico. Se reformulan los clásicos
y en Nueva York (que comienza a competir con conceptos del Racionalismo local (orden, me-
París en la producción y reproducción de los sura, disciplina) y se plantea terminar con la
nuevos códigos estéticos). En ese país, el Déco penetración cultural y económica de ultra-Rhin.
reformuló su identidad e influyó en gran me- Hasta allí el proyecto prointernacionalista no
dida sobre el desarrollo latinoamericano del parecía dominante en el sistema del Art Déco
movimiento. A la vez que rescataba elementos en formación. En la definición de su perfil
de la arquitectura precortesiana de Mesoamé- tuvo un papel importante la historia propia,
rica –por lo que se lo conoció también como con contribuciones como el estilo Louis Phi-
Zig-zag Moderne– inspiraba desde el Old Mia- lippe (último resurgimiento de la artesanía
mi Beach a la arquitectura déco caribeña. francesa del siglo XVIII), el sistema del Art
El origen, el fundamento teórico y las obras Nouveau o la perfección artesana de A. Perret
de la estética Art Déco en Europa, fueron di- u ART DECÓ POPULAR: CASA DE RENTA EN BUENOS AIRES. en sus obras de principios de siglo. Pero son

72 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


art art
esencial, se generó no obstante una lucha de tiva mundial y el proyecto ganador del inglés
tendencias. De ahí en más serían el centro de J. I. Gleave (una volumetría piramidal escalo-
la polémica sobre el Art Déco las disyuntivas na- nada de filiación déco con fuertes reminiscen-
cional / cosmopolita, decorativo / constructivo, cias de la cultura mesoaméricana) crearon las
elitista / popular, artesanal / seriado y barato condiciones para que se transformara en un
/ lujoso. Los pabellones franceses fueron dos, edificio manifiesto de esta tendencia. La obra
en los que se agruparon separadamente las lí- se concluyó 63 años después, en 1992.
neas conservadora y revolucionaria. En el pa- En la Argentina fue resistida la validación
bellón diseñado por Emile Jacques Ruhlmann, del Déco en el ámbito profesional. La Escuela
exponían Edgar Brandt, René Zalique y otros de Arquitectura de Buenos Aires, por ejemplo,
exquisitos, mientras que el otro agrupaba a la desconoció la existencia del sistema. Muy tí-
avanzada del Art Déco representada por Robert midamente fueron surgiendo algunos proyec-
Mallet-Stevens, Pierre Chareau, Robert Delau- tos de esta corriente en la cátedra de René Kar-
nay, Fernand Léger y otros. Quedaba espacio man (v.) a partir de 1926, restringidos a temas
también para la pugna entre los heraldos de las menores o efímeros. Recién a partir de 1930
fantasías vernaculares y los del cubo desnu- cobrará importancia el Art Déco, refugiado en
do. La representación de la contestataria van- la cátedra de Composición Decorativa. En ese
guardia racional fue asumida por el pabellón mismo año la Revista de Arquitectura (v.) dedi-
de L’Esprit Nouveau, diseñado por Pierre Je- ca un número a algunas obras, probablemen-
anneret y Le Corbusier, y el pabellón de la te motivada por el revuelo generado por el Fa-
URSS, diseñado por el constructivista Kons- ro a Colón y el IV Congreso Panamericano
tantin Melnikov. Las críticas a la exposición pro- de Arquitectos en Río de Janeiro, en 1930, con
vinieron de este sector y se centraron en el pre- la visita obligada a las obras del Cristo Reden-
dominio del decorativismo y el espíritu frívolo.
No obstante –y más allá de la muestra de 1925–,
si bien el ornamento fue una constante identi-
ficada plenamente con este estilo, no se redu-
u EDIFICIO GILARDONI DE ERMETE DE LORENZI, EN ROSARIO. jo a ello. En arquitectura el Déco trascendió mu-
chas veces el mero fachadismo o la decoración
relevantes también los aportes de la Moder- interior, produciendo obras con una concep-
nidad europea como el concepto revoluciona- ción constructivo-espacial nueva y propia, uti-
rio del espacio cubista, las experiencias inte- lizando las técnicas modernas del vidrio, el hie-
gradoras de la Bauhaus, las nuevas bases rro y el hormigón armado. Algunos ejemplos
estéticas de los Ballets Ruses de Serie de Diag- de esto son: las obras de U. Cassan, especial-
hilev, las escenografías de León Bakst y la es- mente la estación de trenes de Lens, la estación
tridencia bárbara de la música de Stravinsky; marítima del Havre y el barrio ferroviario de
así como las experiencias de la danza arqui- Saint-Ouen; el Casino de Dax, de A. Granet; el
tectónica de Rudolf von Laban, los juegos ani- mercado de Laon, de Ch. Abella; y la iglesia de
mico-rítmicos de Mary Wigman y las cons- Raincy de los hermanos Perret.
trucciones nudistas de Isadora Duncan. A su En sede norteamericana se destacan el pa-
vez fue significativa la inclusión de elementos radigmático Chrysler Building de William von
asiáticos, americanos y africanos, coincidente Alen; el Rockefeller Center de Raymond Ho-
con el deslumbramiento de las clases ilustra- od, una intervención urbana en gran escala,
das francesas por el arte maya-tolteca al calor con su volumetría zigzagueante y sus bajorre-
de las exploraciones de Paul Rivet, el arte egip- lieves en Art Déco tecnologista; y el Radio City
cio puesto de moda con el descubrimiento de Music Hall, con su impresionante interior. u EDIFICIO ART DECÓ EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES.

la tumba de Tutankhamon en 1922, y el arte En América Latina, por su parte, fue nota-
malayo-javanés valorizado por las primeras ex- ble la producción de algunos diseñadores co- tor (exponente del Déco). Entre las conclusio-
posiciones indo-holandesas en Europa. mo los mexicanos Juan Segura, Francisco J. nes de aquella reunión cabe apuntar la que con-
La citada exposición de 1925 condensa una Serrano y los hermanos J. M. y E. Buenrostro; sideraba compatible el arte decorativo, el
serie de conflictos entre diversas corrientes in- el peruano Enrique Seoane; los cubanos Es- regionalismo y el espíritu moderno.
ternas así como con otros grupos de la van- taban Rodríguez Castells y Rafael Fernández De todos modos, en el plano de la teoría,
guardia. Aunque en los objetivos de la mues- Ruenes; los uruguayos Eloy Tejera, Vázquez tanto en la Argentina como en Latinoamérica
tra era claro el énfasis puesto en una propuesta Barrière / Ruano e Isola / Armas. Un evento no existieron formulaciones claras sobre la es-
local, social y moderna, delimitando el campo relevante en esta región fue el concurso in- tética déco. Quizás el único texto relevante sea
de objetos, los criterios de selección y otras ternacional para el Faro a Colón, en 1929. El el manifiesto de Alejandro Virasoro (v.) “Tro-
reglas del juego que garantizaran la unidad debate continental de la propuesta, la expecta- piezos y dificultades al progreso de las artes nue-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 73


vas”, de mayo de 1926, donde a la vez que op-
ta por el camino modernista no encuentra ma-
yores contradicciones entre las tendencias de
la nueva arquitectura. Mientras, Alberto Pre-
bisch (v.) plantea, en 1931, que la arquitectura
ha estado siempre al margen del ornamento,
considerando falsas las obras de Mallet-Stevens;
y Wladimiro Acosta (v.), en 1932, califica a los
modernistas locales como imitadores débiles
de la arquitectura vienesa de la primera déca-
da del siglo XX. Entre los maestros argentinos
se perfila la figura pionera de Virasoro (v.), au-
tor de la casa Ganduglia en Agüero 2024 (1927);
la Equitativa del Plata (1929); el cine Capitol
(1932); el banco El Hogar Argentino (1927) y
su propia casa de Agüero 2039 (1925), todas en
Buenos Aires. Es notoria también la produc-
ción de Andrés Kalnay (v.), especialmente los
cines Suipacha (1928), Broadway (1930) y el
elocuente edificio del diario Crítica (1925-1926),
diseñado con su hermano Jorge; así como la

u DETALLE DEL REMATE DE LA CASA DEL TEATRO.

obra de Valentín Brodsky, autor del Dancing


Ermenonville (1927), un “santuario” del tango
en el barrio de Palermo.
Hubo un grupo de arquitectos que oscila-
ban entre los revivalismos y la arquitectura
moderna, incluyendo el Art Déco. Es el caso
de Calvo, Jacobs y Giménez (v.), que contem-
poráneamente diseñaron en Art Déco el Ban-
co Provincial de Santa Fe en Borbónico, el Mar
del Plata Golf Club en Tudor, la Casa Tow
(1931) y el cine Palais Royal (1930), ambos en
Buenos Aires. Algo similar ocurría con Sán-
chez, Lagos y de la Torre (v.) y con el curioso
caso de Alberto Gelly Cantilo (v.), quien desde
un mismo organismo oficial (la Dirección de
Arquitectura del Consejo Nacional de Edu-
cación) proyectaba escuelas racionalistas, ne-
ocoloniales y Art Déco.
En cuanto a la periodización se reconoce
una larga fase formativa a partir de la primera
Exposición Internacional de Artes Decorativas
Modernas de 1902, en Turín, que remataría en
u LA FACHADA ART DECÓ DE LA CASA DEL TEATRO, SOBRE LA AVENIDA SANTA FE, EN BUENOS AIRES. l925, momento culminante de la tendencia en

74 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


art art
Europa. Si bien desde dos décadas atrás se ve-
nían realizando numerosas muestras y obras
sobre la misma temática de diseño, así como
publicaciones periódicas que operaban como
medios de difusión del estilo, fue en la expo-
sición de 1925 donde se produjo el mayor des-
pliegue de diseñadores, comerciantes e indus-
triales para mostrar al mundo los avances en
arquitectura, mobiliario, teatro y paisajismo.
En la Argentina, la producción arquitectó-
nica de filiación déco se realiza a partir de 1925
hasta 1940, pero es alrededor de 1930 cuando
el campo profesional adhiere más francamen-
te al estilo. En un primer momento surgie-
ron algunas obras de relativa importancia en
los centros urbanos que, funcionando como
paradigmas y concurriendo con otras vías de
difusión de modelos (las revistas sociales, de
modas, de arquitectura y diseño de interiores,
la gráfica, el cine, las revistas musicales y ope-
retas, las empresas internacionales de decora- u VISTA AÉREA DE LA CASA DEL TEATRO, DONDE SE APRECIA EL DETALLE DE LA PIRÁMIDE. OBRA DE A. VIRASORO.

ción, las compañías de navegación), influye-


ron sobre la actividad constructiva barrial cultura y altorrelieves integrados a la arquitec- HISTORIOGRAFÍA.
urbana y suburbana. tura, predomina el uso de la figura humana, Fueron nulas o escasas las referencias al
donde el hombre se representa por medio de ti- sistema del Art Déco en la historiografía eu-
PROBLEMAS ESTILÍSTICOS. TIPOLOGÍAS. ESTILEMAS. tanes, obreros, atletas y la mujer por figuras hie- ropea del Movimiento Moderno. Investigado-
No es fácil deducir una formulación clara ráticas, más de una vez en escenas lésbicas. El res de la talla de N. Pevsner, B. Zevi (v.), G. C.
de diseño, dado que no existe una doctrina ni repertorio simbólico está asociado a la máqui- Argan, L. Benévolo o M. Tafuri no dedican un
tendencia homogénea. En Francia estuvo pre- na, la energía, el humo de las fábricas, el pro- solo párrafo a esta cuestión. Solo fue motivo
sente la cuestión de una estética nacional. Pa- greso técnico, el rayo eléctrico, la naturaleza do- de mención por algunos voceros de la van-
ra algunos debía fundarse sobre la racionalidad mesticada, la fuerza, el trabajo, la libertad sexual guardia racional, quienes aludieron escueta-
francesa reformulada, mientras que para otros y la emancipación de la mujer del siglo XX. mente al tema. Tal el caso de Le Corbusier,
debía ponerse el énfasis en la sobriedad, la ele- En la Argentina se retoman estos estilemas, quien en dos de sus libros justifica su partici-
gancia y el lujo discreto. El Estado no fue ajeno aunque en una modalidad severa y callada. Vi- pación en la Exposición de París en 1925 co-
a esta cuestión y, en los años treinta, promovió mo protesta al programa crepuscular de la mis-
al Art Déco como estilo oficial a través de diver- ma, afirmando a su vez que el Art Déco ha
sos contratos de obras públicas. En los esta- muerto. Nos referimos a Urbanisme (París,
dos totalitarios vecinos se asistió a una rein- l925, traducido al español: La ciudad del futu-
terpretación de tipo heroico, con una pesada ro, Bs. As.: Infinito, 1962) y Précisions sur un
austeridad formal, de lo que se había calificado état présent de l’architecture et de l’urbanisme (Pa-
hasta ese momento como frívolo. Salvando es- ris, 1930). Además, en dos opúsculos hace re-
tas derivaciones, el código figurativo fue común. ferencia específica a la cuestión: Consequen-
En las volumetrias es recurrente el escalona- ces de crise y L’Art Decoratif d’ajourd’hui,
miento en frentes y altura, el uso de redien- compilados con posterioridad en L’Art Déco-
tes, claroscuros y particiones geométricas. Es ratif d’ajourd’hui (Paris, 1959).
frecuente el uso de poligonales en el adintela- A partir de la ya citada exposición Les An-
miento de aberturas, utilizando el mismo re- u CASA DEL TEATRO: DETALLE DE LA FACHADA. nées 25, de l966, se suceden una serie de even-
curso en las secciones de las columnas, chan- tos: publicación de catálogos, carpetas tipo-
fleando los cantos de vigas y resolviendo las rasoro constituye un caso particular por el per- gráficas, carteles y unos pocos libros donde se
uniones con cartelas ochavadas. La ornamen- fil inconfundible de sus composiciones, siem- intenta una revaluación de la corriente. Entre
tación se concentra en las fachadas y en espa- pre regidas por trazados reguladores y con un los ensayos se destacan los de Bevis Hillier,
cios internos como vestíbulos y escaleras. Los obsesivo uso del cuadrado. En cuanto al Déco Giulia Veronesi y Paul Maenz, que comienzan
elementos básicos de las composiciones son barrial porteño, la característica más notoria es a llenar el vacío historiográfico. B. Hillier es
grecas, zigzag, motivos florales geometrizados la fusión de decorativismo con austeridad. Un uno de los primeros que realiza un estudio crí-
contenidos en rectángulos, revoques con fuer- aporte notable fue la fusión de estilemas déco tico en su libro: Art Déco of the twenties and thir-
te textura de trazos, curvas ondulantes parale- y neocoloniales, en una particular síntesis, ve- ties (London, Studio Vista, l969 y New York,
las, la fuente de agua y el rayo de sol. En es- rificable en otras ciudades de América Latina. Dutton Studio Vista, 1979). A raíz de este li-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 75


bro, el Minneapolis Institute of Arts lo contrata rol fundamental en la modernización urbana ve análisis histórico sobre lo que denomina-
para organizar la exposición The World of Art (1989). Siempre en esta línea, Carlos Gonzá- ban “Estilo 1920”, al que entendían como pre-
Déco, de donde surgiría un catálogo ensayo con lez Lobo sostiene que un grupo de diseñado- cursor del Movimiento Moderno. Dos años
el mismo titulo (New York, E. P. Dutton & Co., res desarrolló “un Art Déco nacional con in- más tarde, los autores realizan un extenso re-
1971). Hillier interpreta que el Streamlining nor- vestigación creativa”, en la búsqueda de portaje a A. Virasoro (editado por el Instituto
teamericano de los cuarenta se incluye en la sistemas constructivos modernos y económi- de Arte Americano: IAA), A. de Paula y R. Gó-
estética Art Déco. En l968, Giulia Veronesi ha- cos, con gran densidad semántica y cuidando mez, quienes se refieren a lo que llaman “Es-
bía publicado Styl 25, triomphe et chute des Arts la calidad habitable resultante. Este autor ve en tilo Gomina” como transicional, y destacan la
Déco (Lausana, A. Krafft). J. Segura un exponente de esa búsqueda; y popularidad alcanzada en nuestro país, men-
En EE.UU. se inician estudios históricos en las cientos de obras de F. J. Serrano, la cons- cionando la interesante poética empírica de los
y algunos intentos de clasificación sobre la ver- tante de lo singular del programa, el sitio, el constructores. Por su parte, A. Nicolini plan-
sión local. En su libro The decorative twenties, clima y el contexto. tea una insólita tesis sobre el Déco chaco-san-
1969, Martin Hattersby usa el término Art Dé- En Cuba se publicaron diversos artículos tiagueño, una simbiosis de Modernidad y ar-
co para el arte pre-1925 y Modernista para el de Roberto Segre quien piensa que el Art Dé- caísmo regional. En 1986, la Colección
post-1925; y si bien Art Moderne y Style Moder- co fue “capaz aun en el clima especulativo de Summarios edita un número dedicado al tema,
ne son los nombres favoritos en EE.UU. para la época de otorgar grados de libertad creado- donde Jorge Ramos revisa los orígenes y ca-
el estilo, David Gebhard y Harriette von Bre- ra a la inventiva popular”. En el Uruguay fue racterísticas, y estudia su difusión y presencia
ton, en su libro Kem Weber. The Moderne in Sou- significativo el debate establecido entre 1925 y en América Latina; Rafael E. J. Iglesia hace una
thern California. 1920-41, tras un detallado aná- 1935 por los principales representantes de la aproximación crítica al Déco rosarino; y Mari-
lisis del tema, plantean otras tres modalidades corriente renovadora, registrado en algunos na Tarán con Juan M. Bergallo estudian la ver-
en su evolución: International Style, Construc- documentos. Entre los que atacaban el movi- tiente popular en el barrio San Vicente, en Cór-
tivist Machine Style y Machine Expressionist Style. miento se encontraban Carlos A. Surraco, que doba. En 1990 aparece otro número
En un libro posterior sobre el Richfield Buil- lo considera provisorio y sin tesis consistente, monográfico de la revista Summa donde J. Ra-
ding de Los Ángeles, Gebhard divide al Mo- mos se centra sobre el Déco popular barrial,
derne en Zigzag Moderne y Streamlined Mo- presentando algunas hipótesis sobre su pro-
derne, coincidiendo así con Hillier en la ducción masiva; Graciela Fumbarg analiza un
inclusión de la estética del Detroit car-styling al sector del barrio porteño de Caballito (seis man-
sistema del Art Déco. De edición algo posterior, zanas de límites muy precisos) y Carlos Di Pas-
cabe citar el trabajo de Paul Maenz, Art Déco: quo estudia la particular relación de A. Vira-
l920-1940. Colonia, Verlag M. Dumont Schau- soro y el diseño de su propia casa. Uno de los
berg, 1974 (Trad. esp.: Barcelona, Gustavo Gi- últimos trabajos sobre el tema es el que Ramos
li, l976) y otros dos escritos sobre EE.UU.: Ame- publicó con el título El sistema del Art Déco: cen-
rican Art Déco, de Alastair Duncan (New York: tro periferia. Un caso de apropiación en la arqui-
Harry N. Abrams, 1986) y el estudio sobre una tectura latinoamericana (1991), donde amplia
inflexión original floridana que Laura Cer- sus investigaciones anteriores e incorpora es-
winske dio en llamar Tropical Déco en un libro u ESTAR CON HOGAR ESTILO ART DECÓ. tudios históricos sobre Florida, México, Cuba
de título homónimo (New York, Rizzoli: 1981). y Uruguay, con una mirada atenta a la hibri-
La mayoría de estos trabajos se limitan a de- y Carlos Gómez Gavazzo, quien reconociendo dación y reelaboraciones locales. J. R.
tectar filiaciones, clasificar variantes estilísti- el auge del Déco se lo atribuye a las comparsas
cas y catalogar el universo de objetos, con po- de la Exposición de París, a la que estimaba ne- Bibliografía: Álbum de l’ Exposition Internationale
co desarrollo de cuestiones teóricas e históricas. fasta. Por su parte Mauricio Cravotto, en uno des Arts Décoratifs. Paris: L’Art Vivant-Librairie La-
En América Latina corresponde señalar la de sus textos, reconocía a esa exposición “co- rousse, l925; Le Corbusier. “Consquences de crise” y
atención de algunos investigadores mexicanos. mo un camino en la inmensidad del esfuerzo “L’Art Décoratif d’ajourd’hui”. En: L’Art Décoratif
Jorge Alberto Manrique, en una serie de en- moderno [...], una cooperación de artistas, in- (compilación). Paris: Vicent Freal et Cie., l959; J. X.
sayos (1974), considera el importante espacio dustriales y comerciantes en la creación de un Martini y J. M. Peña, La ornamentación en la arqui-
que ocupó el Déco en la ciudad de México, aun- artistas espíritu actual”. Entre los trabajos re- tectura de Buenos Aires. 1900-1940. Bs. As.: IAA, 1967;
que lo evalúa como un movimiento perdedor cientes cabe citar el de Salvador Schelotto, So- B. Hillier. Art Déco of the twenties and thirties.
ante el Funcionalismo ortodoxo, mientras que bre las formas de entender la modernidad (1987), London: Studio Vista, 1968; G. Veronesi, Styl ’25
para Israel Katzman (1964) fue una arquitec- donde el autor hace un interesante análisis del triomphe he et chute des Arts Déco. Lausana: A.
tura de transición, producto de la incertidum- debate que se desarrolló en torno del Art Dé- Krafft, 1968; M. Battersby. The decorative twenties.
bre y, lejos de reconocerle valores propios, la co en el ámbito profesional y académico. New York, Walker & Co., 1969; J. X. Martini y J. M.
entiende como vacilante entre el Neocolonial En la Argentina el puntapié inicial lo dio el Peña, Alejandro Virasoro. Bs. As.: IAA, 1969; B. Hi-
y la vanguardia europea. En una línea algo más propio A. Virasoro en el citado escrito polémico llier. The world of Art Déco. New York: E. P. Dut-
positiva respecto de la síntesis entre la pro- de 1926, pero hubo que esperar hasta 1967 ton Co., 1971; A. Lesieutre, The spirit and splendour
puesta de la modernidad europea y las distin- (año en que José X. Martini y José M. Peña pu- of Art Déco. s/l (EE.UU.): Paddington Press, l974; P.
tas vertientes nacionales se ubican los trabajos blican La ornamentación en la arquitectura de Maenz. Art Déco: 1920-1940. Colonia: M. Doumont
de Rafael López Rangel, quien le reconoce un Buenos Aires. 1900-1940) para encontrar un bre- Schauberg, l974 (trad. esp. de Pere Ancochea Mi-

76 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


art art
llet. Art Déco: l920-1940. Barcelona: Gustavo Gili,
1976); A. S. J. de Paula y R. A. Gómez. “El Art Déco:
orígenes y proyecciones en nuestro país”. En: Docu-
mentos para una historia de la arquitectura ar-
gentina. Bs. As.: Ediciones Summa, l978; I. Cerwins-
ke, Tropical Déco. The architecture and design of
Old Miami Beach. New York: Rizzoli, 1981; C. Gon-
zález Lobo. “Arquitectura en México durante la cuar-
ta década: el maximato, el cardenismo”. En: Apuntes
para la historia y crítica de la Arquitectura mo-
dernista mexicana del siglo XX: 1900-80. Vol. II, Cua-
dernos de Arquitectura y Conservación del Patri-
monio Artístico, N.°22-23, México (DF): INBA, l982;
S. Th. Sawaya. Arquitectura Déco na cidade de Sáo
Paulo (mimeo). Sao Paulo: Fundação de Amparo à
Pesquisa do Estado de São Paulo, 1982-l983; J. M. Ta-
rán. “El Art Déco en Córdoba”. En: Summarios. N.°l05,
septiembre de 1986; A. Duncan. American Art Déco. u ANTIGUA RAMBLA DE MAR DEL PLATA, LAS ESBELTAS COLUMNAS SOSTENIEN UN TECHO PROFUSAMENTE DECORADO.

New York: Harry N. Abrams, 1986; J. Ramos. “El sis-


tema del Art Déco: centro y periferia”. En: Summa- clásico y de los revivals históricos o regiona- modelo de país instalado a partir de 1880.
rios. N.°105, 1986; R. Segre y otros. “El Art Déco en les. Excluido casi por su propia naturaleza de La exposición contó con pabellones de no-
La Habana”. En: Temas, N.°9, La Habana, s/a. la construcción institucional argentina, esta table calidad, como el de Alemania de Bruno
arquitectura del Arte Nuevo (AN), como se la Möhring, y con la participación de varios de los
llamó, tuvo su momento de apogeo, sin em- arquitectos destacados en la creación de ese
ARTE NUEVO. m. A finales del siglo XIX y princi- bargo, en la Exposición del Centenario en AN: Atilio Locatti (v.) y Virginio Colombo tra-
pios del XX, nuevo estilo arquitectónico, alter- 1910. Su difusión se dio principalmente den- bajaron, entre otros, en los pabellones de Men-
nativo respecto de los derivados del lenguaje tro de la arquitectura comercial y doméstica doza y del Servicio Postal, respectivamente; Ar-
en distintas vertientes, en algunos casos aso- turo Prins (v.) construyó el gran pabellón de
ciadas a la intención de dotar a determinada la Exposición Industrial y Julian García Nuñez
arquitectura de un carácter nacional, como fue el proyectista seleccionado por el gobierno
puede verse en los trabajos de García Núñez español –protagonista central del evento– pa-
(v.) para la colectividad española o de Virginio ra dar forma a sus instalaciones. Pero la pre-
Colombo (v.) para la italiana. Usamos una de- sencia del AN en la Exposición no significaba
signación en castellano para englobar en ella su triunfo como corriente hegemónica en la
las variantes expresadas en distintos idiomas, cultura arquitectónica argentina. Corroboraba
como el Jugendstil o Sesezion, el Modernis- su marginalidad, su carácter festivo y efímero,
me, el Art Nouveau o el Floreale. apto para panaderías y construcciones transi-
torias, pero no para dar cuenta de las institu-
Con independencia de la polémica en tor- ciones ni de un poder, que solo comenzaría a
no de las designaciones y la paternidad y co- ser democrático seis años después.
herencia del “estilo”, en el ambiente interna- La tarea de creación de un AN suponía un
cional puede aceptarse como la primera salto en un vacío cultural, que podía ser bien-
manifestación del AN la casa Tassel de Víctor venido en aquellos casos en que, como en Bru-
Horta, construida en Bruselas en 1893. Du- selas en relación con París, Chicago para Nue-
rante la última década del siglo XIX se suce- va York, Barcelona para Madrid, Darmstadt
dieron distintas manifestaciones nacionales de para Berlín, o Glasgow para Londres, se bus-
esta corriente, que tuvieron como escenarios caba competir desde una identidad periférica
principales a Francia, Cataluña, Escocia y Aus- renovadora contra un centro conservador do-
tria. En la Argentina, aunque pueden recono- minante externo. Pero en los años en que el
cerse búsquedas del AN en los primeros años AN se construía, la élite criolla no estaba in-
del 900, las expresiones más notables se pro- teresada en ninguna competencia de este tipo
dujeron hacia el final de la década y culmina- y, por el contrario, todos sus movimientos, y
ron en los festejos del Centenario de la Revo- también su cultura y su estilo, estaban dirigi-
lución de Mayo, caracterizando la mayor parte dos a demostrar una complementariedad con
de los pabellones de la gran Exposición uni- Europa. Una “Europa” vista de conjunto –so-
versal organizada en Buenos Aires en 1910 pa- lo existente para su mirada–, que se identifi-
u CÚPULA DE LA CONFITERÍA EL MOLINO, DE F. GIANOTTI. ra conmemorar el hecho y celebrar el éxito del caba con “París” como su centro cultural. Si la

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 77


Pero no era posible abandonarse a la pura sub- alusiones clasicistas. Más nítido en este senti-
jetividad; por el contrario, la “diferencia” debía do es el edificio del Pasaje Florida (1915) —hoy
radicar en un “estilo”, con sus normas como Güemes— de Francisco Gianotti (v.), una obra
garantía de proyecto grupal de hegemonía. de dimensiones inusitadas (87 m. de altura),
Por este motivo en la Argentina de las pri- compleja estructura funcional y buena calidad.
meras décadas del siglo XX, el AN fue tarea de Como ocurrió en otras ciudades, al elimi-
inmigrantes o, al igual que en su origen eu- nar masa e introducir una tectónica ajena a la
ropeo, de periferias. No por casualidad el AN del sistema clásico, el empleo de grandes su-
no se empleó en edificios representativos del perficies vidriadas en la construcción de ofici-
Estado o en las arquitecturas más significati- nas comerciales determinó especialmente en
vas de la elite patricia. Frente al Congreso Na- Buenos Aires la exploración de la nueva sinta-
cional se erige la Confitería “El Molino” (1914), xis y los nuevos repertorios. Sobre la Av. de Ma-
de Francisco Gianotti (v.), una de las obras más yo ensayó este camino Fausto Di Bacco (v.), en
representativas del AN, en parte porque se tra- la esquina con San José; en la Av. Callao Emi-
ta de un organismo elaborado, construido con lio Hugué y Vicente Colmegna (v.) construye-
materiales de gran cualidad y no menos des- ron la Casa Mouisson, y contienen elementos
tacable uso del repertorio formal renovador. de estas características los edificios Moore y Tu-
Pero es en el lugar ocupado al costado de la Le- dor (1915), y Northern Assurance (1918) de Con-
gislatura, con su carácter ligero, superfluo y al- der, Follet y Farmer, el Plaza Hotel (1910) y la
go carnavalesco, donde se expresa mejor la con- sede de Villalonga de Alfred Zucker (v.).
dición que el AN adquirió en la Argentina. Sería de todos modos erróneo sostener que
Su difusión en ejemplos menores en todo las búsquedas de lo “nuevo” comenzaron ex-
el país fue producto de su condición como ve- clusivamente como oposición global, externa
hículo de sectores nuevos. En todo el territorio al sistema académico. Por el contrario, ras-
nacional hay ejemplos de esta arquitectura de gos de la renovación pueden encontrarse en su
u TIENDA PORTEÑA LA BOLA DE NIEVE, DE E. LE MONNIER. constructores esmerados, disciplinariamente propio interior. Esto era admisible en la me-
inculta pero con los sabores fuertes demanda- dida en que en el último tramo del siglo XIX,
crisis, y por lo tanto la necesidad de renovación dos por una clientela que se juzgaba “moder- la Academia había sido liderada por Charles
cultural de la tradición clásica, se advertía uni- na” y “cosmopolita”. En Rosario, las obras del Garnier, arquitecto de la Opera de París, quien
versalmente, el problema era grave; porque esa arquitecto Armando Soler (v.), del ingeniero Fe- –aunque aceptaba los criterios generales de la
tradición clásica era justamente la expresión lipe Censi (v.) y de los constructores Baldini, composición clásica– tenía su propia teoría del
de aquella “cultura europea”. Buscar un AN in- Soler, Nale, Máspoli, Remoti, entre muchos “carácter” y el “gusto”, favoreciendo el “cami-
édito hubiera significado proclamar una sepa- otros, conformaron el fondo coral de la obra de
ración que no se deseaba; pero identificarse Francisco Roca (v.), a la que volveremos luego.
con cualquiera de los “artes nuevos” nacientes En Córdoba actuaron los ingenieros Sánchez
suponía tomar partido por alguna de aquellas Sarmiento, Resler y Gross; en Tucumán hay
“identidades periféricas”, abandonando de es- varios ejemplos, como la destacable casa de 24
te modo esa capacidad de sentirse “europeos”, de Setiembre, y La Plata posee la abigarrada
lo que hubiera supuesto, paradójicamente, la pero deslumbrante casa de la calle 43, también
pérdida de su identidad. entre muchos ejemplos anónimos.
La elite cultural era consciente de la crisis El AN se liga a la autorrepresentación de
de la tradición clásica, una tradición que por sectores sociales emergentes y a las nuevas ac-
funcionar sobre la base de normas permitía a tividades comerciales. En este sentido se des-
la larga democratizar su empleo. Precisamen- tacan dos tipos de programas para los que el
te, el mundo de las nuevas metrópolis y de la AN resultó particularmente eficaz. Por un la-
nueva sociedad, con sus nuevos pobres y sus do las nuevas galerías o pasajes comerciales;
nuevos burgueses, con la inabarcable repro- por otro, las oficinas. Estructuras dispuestas pa-
ducción e infinita combinación de signos que ra aumentar los metros lineales disponibles de
esa tradición permitía y propugnaba, la había escaparates, los pasajes comenzaron a cons-
vulgarizado y masificado, y era necesario bus- truirse tempranamente en vinculación con las
car otras formas de identificación. Es cierto que obras para la Av. de Mayo, que generaron man-
los “decadentes”, como los llamaba Darío, eran zanas de menos de 50 m de fondo, y con ello,
aquellos que se negaban a aceptar la vulgaridad predios accesibles por ambos lados. Entre los
y buscaban habitar un universo etéreo, imagi- más tempranos se encuentra el Pasaje Rove-
nativo, individualista, por encima de esa reali- rano (1912) del arquitecto Eugenio Gantner (v.),
dad mercantilizada. En ese sentido, la búsque- el que apela a las libertades cercanas al AN en
da de lo “raro” parecía un camino alternativo. la planta baja, aunque en la fachada conserva u YACHT CLUB ARGENTINO EN DÁRSENA NORTE, BS. AS.

78 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


art art
La obra de Ranzennofer fue igualmente ex-
perimental, pero sin haberse acercado nunca a
los bordes del sistema, como sí lo estaba ha-
ciendo Le Monnier. Sus edificios conservan las
simetrías y resultan pesados como resultado de
su preferencia por dar más lugar a la masa que
a los vanos en los niveles superiores. De todos
modos casi siempre eludía el empleo del orden,
y buscaba inventar elementos lexicales o pro-
ducir arriesgados contrastes de escala. En va-
rias oportunidades, Ranzennofer trabajó aso-
ciado con Arturo Prins, autor del pabellón de
la Exposición Industrial del Centenario, un edi-
ficio caracterizado por la profusión de escultu-
ras aplicadas, las que casi llegan a disolver el
orden clásico de la composición.
Esta modalidad del proyecto distaba de cons-
tituir un “error” o un camino regresivo. La ex-
presión de la distribución de los pesos en un
edificio fue uno de los imperativos básicos de
u CASA DE RENTA EN LA AVENIDA RIVADAVIA 2031. DETALLE DEL CORONAMIENTO. DISEÑO DE RODRÍGUEZ ORTEGA. toda la arquitectura clásica. La solidez que el
discurso visual evocaba debía demostrar a su
no del artista”, la creatividad individual, por so- ta funciona como terraza, y otro alto al que ado- vez que el edificio estaba bien plantado sobre
bre la repetición del repertorio antiguo. sa un faro. Los arcos y fustes de columnas del la tierra: era expresión de jerarquías, de valo-
En la Argentina, esta versión de la Acade- cuerpo bajo, el ritmo regular de su disposición, res, y allí iba a estar siempre para testimo-
mia estimuló la inventiva de algunos arqui- y la composición de la planta recuerdan la tra- niarlos. La modernización arrasó conceptual-
tectos y la existencia de una zona difusa entre dición a la que el edificio se vincula, pero los mente con esa idea de permanencia e instaló
tradición y AN, en la que se instalan cons- verdaderos protagonistas son la extraña feta de la inseguridad, la fragilidad, la movilidad, el
trucciones ambiguas como los pabellones de un edificio mayor inexistente que configura cambio. A este cambio gigantesco que Hans
vidrio y hierro de la vieja Rambla de Mar del el cuerpo vertical, y el geometrismo abstracto Sedlmayr lamentó como “perdida del Centro”,
Plata, o la obra de arquitectos como Eduardo de los esbeltos contrafuertes del faro, en con- la técnica sumó la posibilidad de superar el
Le Monnier (v.) y Oscar Ranzennofer (v.). traste con las diagonales de la cubierta. funcionamiento de las estructuras a la com-
Educado en la École Nationale des Arts De- presión, incorporando la tracción. Con ello, la
coratifs y alumno de Charles Genuys y de Gui- llegada de los pesos a tierra podía hacerse con
mard, Le Monnier heredaba la línea iniciada secciones infinitamente menores, y la noción
por Viollet Le Duc y continuada en la École Gra- tradicional de tectónica entró también en cri-
tuite de Dessin. Si bien fue autor de prototipos sis. Si los arquitectos se sentían impulsados
clasicistas como el Palacio Fernández Ancho- a referir esta nueva situación, el triunfo de la
rena (Bs.As. 1909), manifestó permanente- “levedad”, tenían dos posibilidades: o expre-
mente su voluntad de ruptura en edificios co- sarla de manera literal con vidrio y acero, lo
mo La Bola de Nieve en Buenos Aires y Rosario, que los conducía fuera del sistema y aceptar la
la Herrería Artística Motteau, el Ateneo de la verdad en la “apariencia material” de las cosas;
Juventud en Buenos Aires, y el Jockey Club de o bien mantener la creencia en una “verdad
Rosario. Un buen ejemplo de su trabajo lo cons- esencial” y develarla afuera mediante los re-
tituye el petit-hôtel de la calle Lima 1642, Capi- cursos de la tradición, o internándose en ca-
tal Federal (1902), en el que aunque se emple- minos inexplorados. Buena parte de los es-
an elementos del orden clásico (columnas fuerzos del AN, casi su cometido principal, fue
jónicas en la loggia, balaustrada, cornisas), sor- dar cuenta de esta nueva condición, por la que
prende la libertad expresiva, la buscada asime- la arquitectura podía por fin aceptar la tenta-
tría, el encadenamiento cadencioso de curvas ción de mimetizar el mundo flexible y esbelto
y contracurvas, y la referencia a Horta en las de las formas biológicas.
ensortijadas formas de la herrería. Le Monnier En la obra de Virginio Colombo hay buenos
obtuvo un resultado más maduro de la aplica- ejemplos de la búsqueda de disolución del or-
ción de estos nuevos criterios en 1915, con la den tradicional. Con frecuencia su arquitectu-
construcción de la sede del Yatch Club en el ra consistía en una poco reflexiva conjunción
puerto de Buenos Aires. El edificio une dos de recursos en la fachada de edificios especu-
cuerpos, uno bajo y semicircular, cuya cubier- u CASA DE LAS FLORES EN LA PLATA. lativos, pero en todos los casos exhibía una ex-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 79


cepcional pericia técnica en la fabricación de mino de la pura subjetividad, optando por la
texturas variando el grano y el color de los re- máxima liberación de la línea. Una liberación
voques en innumerables combinaciones que que naturalmente los conducía al callejón sin
reemplazaban otros materiales. En sus mejo- salida del puro capricho formal que ya habían
res trabajos, como Hipólito Yrigoyen 2563/7 o explorado seguidores de Hermann Obrist, co-
Rivadavia 3222, Colombo mantenía un esque- mo August Endell en el Taller Elvira de Mu-
ma clásico que componía con muchas piezas nich, en 1896. Aunque conservó algunos sig-
de su creación, especialmente fecunda en el di- nos clásicos, Alfred Massué (v.) intentó
seño de las herrerías. Pero el rasgo caracterís- manejarse con estas libertades formales en edi-
tico de esas obras consiste en la aplicación de ficios como su casa de Chile 1036 y, de mane-
paños de frescos o mosaicos con escenas fi- ra más atenuada, en el más conocido de Tu-
gurativas, y de esculturas de gran tamaño en cumán y Talcahuano. Louis Dubois (v.)
relación con los restantes elementos. Las pri- contorsionó sus cúpulas, cornisas y balaústres
meras perforaban la solidez del muro, mien- u CASA DE RENTA DE AV. RIVADAVIA 2031, DE R. ORTEGA. en el Hotel Chile (1907) sobre la Avenida de
tras que, contrastando con el léxico y la com- Mayo. Y una de las expresiones más sorpren-
posición tradicionales, las segundas provocaban jeres sosteniendo el mundo que funcionaba a dentes de esta actitud fue la fachada de la casa
un efecto de extrañamiento en la escala del con- modo de linterna, sino por los dos paños late- de Rivadavia 2031 que proyectó el ingeniero E.
junto. Este efecto alcanzó su máxima expresión rales tras los que aquella desaparecía, ponien- S. Rodríguez Ortega, organizando las abertu-
en una obra que estilísticamente podemos atri- do en primer plano un conjunto “parlante” de ras simétricamente pero sin aludir a ningún
buirle, el pabellón del Servicio Postal en la Ex- esculturas, pinturas y bajorrelieves. sistema figurativo conocido, en un frente atra-
posición del Centenario. En él, el organismo Quienes sospechaban la crisis de funda- vesado por una madeja revuelta de lineas que
protagónico del edificio –la cúpula–, fue colo- mentos, pero se negaban a identificarse con se trasladaban sobre la superficie y formaban
cado en un segundo plano hasta casi diluirse; una u otra de las corrientes regionales o con el balaústres y balcones.
no solo por la escala del grupo simbólico de mu- espíritu de la tradición clásica, siguieron el ca- Pero de los inventores del AN, el más ex-
traordinario fue Julián García Núñez (v.). Su
obra, una de las más ponderables en la histo-
ria de la arquitectura argentina, fue realizada
en Buenos Aires desde su llegada al país en
1906, y para los años del Centenario su ta-
lento era ya reconocido, como lo demostró el
encargo para el Pabellón de España. El espe-
cial valor que la caracteriza no es un resultado
genérico del talento de su autor, sino de la di-
rección que llevó su exploración, y de la pro-
fundidad que esta fue alcanzando. García Nu-
ñez aceptó el riesgo de trabajar fuera de la
tradición clásica sin abandonar el principio de
que la “verdad” que su arquitectura buscaba
no estaba en la apariencia de sus materiales y
sus formas, sino en la esencia de su propues-
ta estética como totalidad. Y esa propuesta pue-
de identificarse como una reflexión coherente
y temprana en torno de la “levedad”.
García Nuñez creaba y aplicaba sus reper-
torios y sus organismos arquitectónicos con el
objeto de despojar a la masa de su peso, des-
vaneciéndola en valores atmosféricos. Para con-
seguir este objetivo fue valiéndose de manera
creciente de los siguientes instrumentos: 1)
la liquidación del muro mediante el empleo de
color en superficies brillantes construidas con
mayólica o vidrio; 2) el hiperdesarrollo de lí-
neas verticales ascendentes seriadas en senti-
do horizontal, agrupadas en distintas dimen-
siones y partiendo de la mitad del muro para
culminar con variaciones generalmente so-
u CASA DE RENTA EN LA CALLE HIPÓLITO IRIGOYEN, EN BUENOS AIRES, DE VIRGILIO COLOMBO. brepasando la cornisa; 3) la eliminación de to-

80 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


art asl
la zona oriental de la Península, y particular-
mente de Cataluña, donde no solo fue deter-
minante la influencia de Antonio Gaudí sino
también el interés por la Sessezion austríaca.
De entre los profesionales de este origen se
destacan las figuras de Guillermo Álvarez y
Francisco Roca. El primero fue autor de obras
como las de Av. Belgrano 1936, Perú 770 o Ri-
vadavia y 24 de Noviembre, pero se destaca la
casa en la calle Almirante Brown en la Boca
por la elegancia del tratamiento lineal y por
la singular volumetría con que explota la for-
ma triangular del predio en que se sitúa. El se-
gundo fue uno de los más notables arquitec-
tos operantes en Rosario, ciudad en la que
desarrolló su trabajo, aunque también cons-
truyó en Santa Fe y Entre Ríos. Roca poseía un
extraordinario vigor creativo y, como Gianotti
o García Nuñez, supo extraer excelentes re-
sultados de una mano de obra que, especial-
u INTERIOR DEL EDIFICIO DE OFICINAS EN CHACABUCO 78, BUENOS AIRES, DE JULIAN GARCÍA NUÑEZ.
mente en el trabajo de la madera y los meta-
les, comenzaba a dominar destrezas
da alusión a los planos horizontales o incli- sión de las fuerzas en líneas, alivianándolas co- inimaginables al comienzo de la moderniza-
nados de las cubiertas, y la desmaterialización mo ocurre en el magnífico detalle de los apo- ción. Fue autor de la Asociación Española de
de las cúpulas (el pasaje de lo literal a lo feno- yos de la galería del Asilo de Temperley; 5) el Socorros Mutuos en Rosario, Entre Ríos y San-
menal es especialmente evidente, si se com- uso de puntos o pequeños círculos sobre las ta Fe, y del Palacio Cabanellas (1912), la Con-
para la cúpula revestida en mayólicas brillan- superficies y en medio de las líneas para alte- fitería “La Europea” (1916) y el Banco de Cas-
tes del Hospital Español (1906) con la cúpula rar la continuidad perceptiva; 6) el uso de cur- tilla. Su obra más notable es el Club Español
de esquina del edificio de Viamonte y Paso vas y rectas con solución de continuidad, mar- (1915), no solo por la complejidad plástica de
(1913), cuya disolución se opera por la vibra- cando las articulaciones. Debe destacarse que sus frentes sino por la riqueza de su espacio
ción de luces y sombras conseguidas por la tex- sobre todo en estos dos últimos puntos se ad- interior. J. F. L.
tura de pequeñas semiesferas); 4) la subdivi- vierte la profunda diferencia que separa a Gar-
cía Nuñez de una arquitectura como la de Ro- Bibliografía: AA.VV. La arquitectura del liberalismo
dríguez Ortega: ninguna continuidad atraviesa en la Argentina. Bs. As.: Sudamericana, 1968; L. San-
la totalidad de estos edificios, alcanzada me- talla y J. García Núñez. Bs. As.: IAA, FAU-UBA, 1968;
diante segmentos que se articulan y se repiten X. Martín y J. M. Peña. La ornamentación en la ar-
como las piezas sueltas del universo metropo- quitectura de Buenos Aires. Vol. I (1800-1900). Bs.
litano. Lo excepcional de una obra como Cha- As.: IAA, 1969; J. Goldemberg (comp.). Eclecticis-
cabuco 78 (1910) no reside en el empleo de ba- mo y Modernidad en Buenos Aires. Bs. As.: FAU /
randas de hierro y balcones de ladrillos de vidrio UBA, 1985; F. Aliata. “Eclecticismo y Arte Nuevo,
en torno de un patio interior iluminado por la obra de Virginio Colombo en Buenos Aires”. En:
una lucarna: esto ya había sido realizado varias Cuadernos de Historia del IAA. N.°8, Bs. As.: FADU-
veces en otros edificios para el mismo progra- UBA, 1997; H. Caride. “Francisco Gianotti: la van-
ma como el de la Av. Rivadavia. Lo excepcio- guardia en la mansarda”. En: Cuadernos de Histo-
nal de esta construcción es la separación per- ria del IAA. N.°8. Bs. As.: FADU-UBA, 1997.
fectamente expresada entre “cultura” y
“producción”; entre la “palabra” arquitectóni-
ca y las “cosas”; entre la fachada, que narra en ASLÁN Y EZCURRA. (A&E). (Jorge Aslan: Bue-
su esencia los temas de la “levedad”, y ese in- nos Aires, 1909 - Íd., 1981; Héctor Ezcurra:
terior en el que se penetra como en una cue- Buenos Aires, 1908 - Íd., 1980). Arquitectos.
va, desde sus entrañas, para encontrar la “apa- Creado a finales de los años veinte, el Estu-
riencia” realizada de una atmósfera de dio Aslán y Ezcurra ha venido desarrollando
transparencia y de luz. su actividad hasta la fecha, ocupando un lu-
Aunque de calidad excepcional, la obra de gar particular dentro la arquitectura argenti-
García Nuñez no fue un producto aislado. For- na de este siglo por su continuidad y cohe-
mó parte de la gran expansión de la presen- rencia en el enfoque profesional. La diversidad
u HOTEL CHILE, SOBRE LA PORTEÑA AVENIDA DE MAYO. cia de constructores españoles provenientes de de su producción, desde el momento de su

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 81


creación hasta la actualidad, representa un relevantes a lo largo de su más de medio si-
testimonio inevitable, por su consistencia, de glo de existencia. Así, exploró las formas del
las diversas alternativas históricas que reco- siglo XVII francés (Juez Tedín 2767; Inde-
rren el campo profesional local. pendencia 639), del Georgian (Carlos Pelle-
grini 1521; José Hernández y Moldes); del Ne-
El Estudio A&E funciona en Buenos Aires ocolonial (Manuel Estrada y Sarmiento; Hotel
desde 1929, año en que Jorge Aslán y Héctor de Salta); del Monumentalismo modernista
Ezcurra se asociaron siendo aún estudiantes (Banco de San Juan; del Funcionalismo (Esta-
(JA obtuvo su diploma en 1931; HE en 1932). dio de River Plate); así como en otras ocasio-
Otros integrantes fueron incorporándose a la nes se interesaron por la obra de Mies van der
oficina en los años siguientes: Eduardo Ma- Rohe (Edificio Panedile; Bank of América); por
dero (1929, diplom. en 1953) en 1957; Jorge el Brutalismo corbusierano (Garaje Ministerio
Máximo Aslán (1937, diplom. en 1960) en de Defensa); por el organicismo wrightiano (ca-
1960; Lorenzo Gigli (1932, diplom. en 1959) sa Aslán); por el ideario del Team X (Conjun-
en 1962. En los años recientes se han incor- to Piedrabuena); y por la arquitectura de Aldo
porado a la firma los arquitectos Marta As- Rossi (Laboratorios Höechst).
lán, Oscar Caratini y Alejandro Madero. Flexibilidad y mesura, los dos rasgos más
Además de haber obtenido numerosos pre- destacables del Estudio, no son antagónicos si-
mios (9 primeros) en concursos de arquitec- no complementarios. Ambos dependen del prin-
tura, los arquitectos Aslán y Ezcurra han sido cipal mandato al que deben responder quienes
distinguidos por la Municipalidad de la Ciu- han decidido privilegiar la condición profesio-
dad de Buenos Aires (1942, 1979), el V y VI nal de la disciplina, y este mandato es la efi-
Congreso Panamericano de Arquitectos (1940, ciencia. En este sentido, A&E es probablemente
1947), la Exposición Íberoamericana de Esto- la oficina que en la Argentina representa de ma-
colmo (1956) y la Exposición Arquitectura de nera más nítida las posibilidades y los límites
las Américas de Washington (1939). u CASA DE JUEZ TEDÍN 2767, ESTILO SXVII FRANCES. BS. AS. de la arquitectura en la época de la moderni-
La obra de A&E se caracteriza por su pru- zación. Para A&E la forma no constituye una
dencia y su capacidad de adaptación, como con- Tedín 2767 (1931); Independencia 639 (1932); premisa, generada a partir de principios abs-
secuencia de una marcada vocación profesio- Carlos Pellegrini 1521 (1941); José Hernández tractos o surgida por impulsos subjetivos, sino
nalista. Distante de todo vanguardismo, pero y Moldes (1941). un resultado de la conveniencia en cada caso.
también de posiciones conservadoras, esta ac- En la siguiente década fueron más fre- De aquí que el mayor volumen construi-
titud le ha permitido abarcar con destacables cuentes las viviendas colectivas (Callao 1975, do por el Estudio se reparte aproximadamen-
resultados un sinnúmero de temas y construir 1952; Libertad 942, 1956; Rodríguez Peña 705, te en partes iguales (circa 400.000m2 en ca-
en un formidable volumen en todas las regio- 1956) y, no determinantes por su volumen pe- da caso) entre grandes conjuntos habitacionales
nes del país (especialmente en la Capital Fe- ro sí por su impacto urbano y comercial, una e industriales. En los primeros, A&E ha tra-
serie de galerías comerciales (Cabildo, 1951; bajado en muchas oportunidades asociado a
Santa Fe, 1954; Florida, 1957) que comenzó otras firmas de manera que se hace difícil di-
con la remodelación del antiguo edificio Bon ferenciar sus propias contribuciones. Sin em-
Marché convertido en Galerías Pacífico (1945). bargo, puede decirse que una buena expresión
Entre 1960 y 1970 se realizaron las primeras de su vocación por la simplicidad y eficiencia
construcciones industriales de envergadura de las soluciones la constituye el conjunto re-
(Usina de Barranqueras, 1962; Garaje Minis- sidencial de Vicente López, o el edificio de M.T.
terio de Defensa, 1965), viviendas colectivas en Alvear 534.
conjuntos (Vicente López, 1965-1968) o en to- En la arquitectura industrial, en cambio,
u INTEGRANTES DEL ESTUDIO ASLÁN Y EZCURRA. rre (M.T. Alvear 534, en 1968; Panedile, 1966), el perfil de A&E se evidencia nítido. Sus crea-
y edificios de oficinas (Bank of América, 1968). ciones son organismos precisos en los que la
deral, el Gran Buenos Aires y Mar del Plata). Desde 1970 en la obra de A&E los temas compleja mecánica, la tensión social, y la di-
Además de la construcción del Estadio de más frecuentes han sido los grandes conjuntos versidad formal de los procesos productivos son
River Plate, ganado por concurso en 1935, en habitacionales (Conjunto Piedrabuena, 1974; representadas con el aspecto de configuracio-
los primeros años de su actuación (1929-1950 Covipol, 1976) y fabriles (Alpargatas, Tucumán, nes armónicas y apacibles. En ellas todo con-
circa), los integrantes de A&E proyectaron y 1970; Saab Scania, Tucumán, 1973; Comedo- traste o conflicto aparecen como pacificados.
construyeron especialmente viviendas indi- res CNEA, 1972; Fábrica de combustibles nu- Razones programáticas, pero también es-
viduales Martín Coronado 774 (1936); Martín cleares, 1975; Tandanor, 1978; Estaciones CE- téticas, determinan que en estas obras domi-
Coronado 880 (1945); Villagio San Rafael, AMSE, 1978; Papel de Tucumán, 1979). nen las largas líneas horizontales, en diálogo
Punta del Este (1946). De ese momento son Su flexibilidad, ejercitada con mesura y so- con los llanos terrenos en los que suelen estar
además el Hotel de Turismo de Salta (1941) y briedad, contribuyó a que A&E adoptara con implantados, y contra los cuales contrastan los
algunas viviendas colectivas porteñas: Juez solvencia las tendencias arquitectónicas más volúmenes esbeltos de tanques y chimeneas.

82 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


w Oficinas Kraft Foods Argentina asl asl

u LÍNEAS HORIZONTALES Y FUERTE PRESENCIA DE MASAS LADRILLERAS EN EL PAISAJE DEFINEN EL EDIFICIO DE OFICINAS DE KRAFT FOODS EN GENERAL PACHECO.

u ARRIBA: VISTA POSTE-

RIOR, DETALLES DEL


LUCERNARIO, DEL CERRA-
MIENTO E IMAGEN DE UNO
DE LOS DESPACHOS.
A LA IZQUIERDA:
LA PLANTA ALTA (OFICINAS,
DIRECCIÓN, DESPACHOS)
Y LA PLANTA BAJA (ACCESO,
OFICINAS Y COMEDOR).

u A LA DERECHA:

IMPLANTACIÓN CON LA
FABRICA, EL NUEVO EDIFI-
CIO DE OFICINAS, LOS
ACCESOS DIFERENCIADOS Y
LAS PLAYAS DE MANIOBRAS
Y DE ESTACIONAMIENTO.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 83


estudios aparecidos en revistas de arquitectu-
ra de la época, tales como Nuestra arquitectura
(v.), Revista de arquitectura (v.), La casa econó-
mica y otras. Asimismo se constituye en un te-
ma de estudio de planificadores y urbanistas
que, desde diversos ámbitos de la esfera pú-
blica o privada, participan en la extensión y apli-
cación de estos conocimientos.
En términos generales, es común a todos
estos estudios el interés por determinar en for-
ma analítica la incidencia de la acción solar en
las condiciones de uso de los locales domésti-
cos, ya se trate de viviendas individuales o de
agrupaciones a escala urbana. Sobre la base de
una diferenciación más precisa de los efectos
de dicha acción, según se la considere como
fuente de luz, calor o agente biótico, se formula
una diversidad de criterios, no siempre coin-
u ESTADIO DEL CLUB RIVER PLATE, EN EL BARRIO PORTEÑO DE NÚÑEZ, CAPITAL FEDERAL. cidentes entre sí, tendientes a establecer las
condiciones óptimas de iluminación, tempe-
Mediante materiales trabajados en planos de determinación exacta de la cantidad de horas ratura e higiene de las habitaciones de acuer-
grandes dimensiones perforados por angostas de asoleamiento de una fachada o línea de fa- do con su uso. El análisis de las características
aberturas longitudinales, se definen geometrí- chadas. Los procedimientos utilizados, que en de asoleamiento propias de nuestro país se efec-
as cubistas que confieren a los conjuntos un ai- lo esencial se mantienen inalterados hasta el túa en la mayoría de los casos valiéndose de los
re en cierto modo abstracto, haciendo aún más presente, parten de la especificación de dos va- distintos métodos desarrollados desde media-
enigmáticos a sus introvertidos contenedores. riables. La primera de ellas es la declinación dos de la década del veinte en centros de estu-
De las muchas construcciones para industrias del sol, es decir el ángulo de incidencia de los dio de Estados Unidos y Europa. Adaptados a
se destacan, por su concisión técnica y orga- rayos solares con respecto al plano del Ecua- las condiciones locales o simplificados para su
nizativa y por su equilibrio plástico, los edifi- dor para cada día del año. En función de este divulgación, figuran entre los más importan-
cios para los comedores de la Comisión Na- ángulo y de la latitud del lugar, se obtiene la tes de dichos métodos, los mapas solares del
cional de Energía Atómica (Ezeiza, 1972) y las cantidad de horas de sol que corresponderá a arquitecto Howard Fisher, los diagramas he-
oficinas de Höechst (San Isidro, 1992). Y, en- cada día. La segunda variable es la orientación liotransportadores del ingeniero M. Umiltá, las
tre sus últimas creaciones, las oficinas para la de la fachada, tomándose por lo general como Tablas de Insolación del Royal Institute of Bri-
planta industrial Kraft Foods Argentina, en Ge- referencia las posiciones a rumbo entero (N, tish Architects, los diagramas solares de Mat-
neral Pacheco, Prov.de Buenos Aires. J. F. L. S, E, O,) o a medio rumbo (NE, NO, SE, SO). tioni, la confección de trazas solares de Wol-
Establecidos estos datos por medio de la cons- mer, el Heliodón de Henry Wright y los
Bibliografía: Aslán y Escurra. Bs. As.: ed. del autor, 1985. trucción de gráficos horarios, se determina pa- estudios de W. Gropius (v.), A. Klein y L. Hil-
ra cada una de las orientaciones posibles el nú- berseimer para el asoleamiento de viviendas
mero de horas de asoleamiento de que gozará mínimas y conjuntos habitacionales.
ASOLEAMIENTO. m. Serie de prácticas y teo- según el día del año, como también el horario La mayoría de estos métodos tiene como
rías relativas al aprovechamiento de la acción en que tal período de sol tendrá lugar. propósito principal la determinación por me-
solar y sus efectos sobre lo habitable. Estos primeros conocimientos suponen una dios gráficos de las líneas reales de sombra que
aproximación al tema basada en los cálculos se producen por la acción solar en las fachadas
Los primeros estudios detectables en el cam- astronómicos, la que se ahondará y se afinará y ambientes internos. Para tal fin se trata de
po de la arquitectura argentina datan de prin- a partir aproximadamente de 1935 y durante establecer el movimiento aparente del sol en
cipios del siglo XX. El caudal de conocimien- toda la década siguiente. La formulación de es- una latitud dada por medio de diagramas en
tos disponibles en disciplinas como la te nuevo saber, que se convierte en una rama los que entran en juego la altura y el azimut
astronomía y la meteorología permitió en ese de la teoría arquitectónica, coincide en nues- del sol para cada hora de un día determinado
momento discernir la cuestión del asoleamiento tro medio con la renovación disciplinar que del año, eligiéndose como norma los solsticios
de otras consideraciones englobadas en el con- conlleva la difusión de los principales postu- de verano e invierno y los equinoccios de pri-
cepto de orientación (v.), como la posición con lados de los CIAM. Con distintos enfoques, es- mavera y otoño. De esa forma, conociendo la
respecto a los vientos dominantes, lluvias, etc. ta nueva noción de asoleamiento toma cuerpo orientación y las dimensiones de vanos y sa-
Las primeras aplicaciones prácticas de dichos en la publicaciones de Ermete de Lorenzi (v.), lientes, es posible establecer no solo la super-
conocimientos científicos se dieron a cono- Nociones de clima y asoleamiento, 1940; Wla- ficie exacta de asoleo de muros y solados, sino
cer a través de revistas especializadas en temas dimiro Acosta (v.), Vivienda y ciudad, 1937; Jor- también el contorno preciso de estas superfi-
de edificación y arquitectura (La Ingeniería, Re- ge Servetti Reeves, Apuntes de teoría de la ar- cies y su variación a lo largo de los días del año.
vista Técnica, etc.) y centraron su interés en la quitectura, 1953; y en distintos artículos y El efecto de calentamiento sobre las pare-

84 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


asl aso
des y el aire de los locales habitables, como con-
secuencia de su exposición al sol, es también
tema de análisis. En este caso es frecuente que
se apele a las comprobaciones y estudios de A.
Rey, J. Pidoux y Barde, mantenedores del lla-
mado eje heliotérmico para la orientación de
edificios. Diversas teorías, como la del “atraso
térmico” que experimenta la caja muraria en
su proceso de calentamiento con respecto al
momento de mayor luminosidad, dan cuenta
de los intentos por hacer más precisa la rela-
ción luz / calor. Las consideraciones en torno
de la necesidad de dotar a la vivienda y a los es-
pacios habitados en general de un apropiado
asoleamiento hacen hincapié en el aspecto hi-
giénico de la acción solar, entendida en ese
momento como un agente abiótico y purifi-
cador del aire. También se subraya su in-
fluencia como elemento excitante del sis-
tema nervioso.
El comportamiento del sol en las dis-
tintas estaciones del año y su gravitación
en el bienestar y la vida cotidiana del hom-
bre constituyen uno de los ejes temáti-
cos más importantes de la obra de Wla-
dimiro Acosta (v.). Lograr una perfecta
gradación y un máximo aprovechamien-
to de la luz y el calor solares mediante
recursos estrictamente arquitectónicos
es una de las premisas fundamentales de la
práctica proyectual de Acosta. Dichos recur-
sos, que abarcan desde losas viseras (v.) y pa-
ramentos verticales hasta toldos y cortinados
externos, adquieren en sus proyectos un sin-
gular valor plástico sin comprometer su razón
utilitaria. En relación con estos dispositivos se
encuentra también otro tema recurrente en la
obra de Acosta: el uso de espacios destinados
exclusivamente a la exposición solar. Terrazas,
loggias o solarios se incorporan así necesaria-
mente al programa básico de la vivienda del
“hombre moderno”.
El sistema “Helios” creado por Acosta cons-
tituye sin duda la tentativa más importante de
las realizadas en nuestro medio para hacer del
conocimiento climatológico relativo al com-
portamiento del sol y a la utilización y control u ESQUEMA DE ASOLEAMIENTO PLANTEADO POR H. DE LORENZI.

de su energía la base de una teoría del diseño


arquitectónico. órico más abarcativo que en épocas anterio- versos centros de investigación proyectual en
Este concepto, cuyas primeras formulacio- res: el de las “condiciones de habitabilidad”. la Argentina es arribar a la creación de una
nes podrían rastrearse hasta la arquitectura neo- Habiéndose refutado las teorías que asig- “ciencia del bienestar” que contemple todos
colonial, es retomado con particular interés, es- naban a la acción solar un papel decisivo como los aspectos del hábitat humano. De esta for-
pecialmente en su faz práctica, durante los años agente abiótico, las cuestiones relativas a la hi- ma, se intenta imbricar en un solo cuerpo de
sesenta y setenta. En este período, se verifica giene pasan a un segundo plano, teniéndose teorías un variado espectro de conocimientos,
asimismo un replanteamiento y una profundi- como principal referente las ideas relativas a entre los que las nociones relativas al clima
zación de las nociones de asoleamiento. En pri- las sensaciones de “confort” y “disconfort”. Du- ocupan un lugar destacado. De los trabajos re-
mer lugar, estas se inscriben en un contexto te- rante esta época, la intención explícita de di- alizados en nuestro medio, uno de los más re-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 85


presentativos quizás sea el de L. Morea: “Con- Asimismo, la componente calórica de la escenografías. // 2. Local de un edificio ins-
diciones de habitabilidad de la vivienda en fun- energía solar se constituye en objeto de una titucional o comercial que se destina al fin
ción de necesidades ecológicas humanas”, lle- pormenorizada experimentación científica, ten- apuntado. El desarrollo del programa en la Ar-
vado a cabo en el Centro de Investigación de diente a traducir en términos matemáticos las gentina se manifiesta casi exclusivamente en
la Vivienda de la Facultad de Arquitectura y Ur- características de aislamiento y transmisión proyectos realizados a partir de los años cua-
banismo de la UBA (1965). térmica propias de los distintos elementos y renta. Son aún escasas las expresiones cons-
En segundo término, se multiplica el nú- materiales intervinientes en la construcción. truidas de importancia.
mero de métodos utilizados para determinar En términos generales, las investigaciones
tanto la duración como la localización e inten- efectuadas sobre estos tópicos en el medio lo- El programa y su representación arquitec-
sidad de las radiaciones solares sobre la caja cal (dentro del campo disciplinar de la arqui- tónica se formularon en Europa durante el si-
muraria o en el interior de los locales. Junta- tectura) se orientan a la determinación de las glo XIX, cuando se generaliza el concierto co-
mente con la incorporación de nuevos sistemas condiciones climatológicas y de asoleamiento mo actividad pública para la burguesía,
gráficos o instrumentales de medición, se tien- específicas de cada una de las regiones del pa- desligándose de este modo tanto del salón al-
de a separar desde el punto de vista de su aná- ís, tomando casi con exclusividad como centro toburgués y aristocrático como de la iglesia, se-
lisis técnico-metodológico los efectos térmicos de interés a la vivienda. des habituales del concierto hasta ese momento.
de la acción lumínica. Las radiaciones solares De los trabajos más importantes, podrían Simultáneamente se difundió la idea de
son consideradas, entonces, sobre la base de su mencionarse los realizados en el ámbito del asignar al concierto un ámbito especial dife-
incidencia sobre el “confort visual” y el “con- Bowcentrum Argentina, en relación con pro- rente del teatro de ópera.
fort térmico” a que han de responder los es- gramas de vivienda masiva; los de Ernesto y El tipo edilicio quedó caracterizado en el si-
pacios habitables, constituyendo de hecho dos Giancarlo Puppo (v.), especialmente sus teorí- glo XIX a través de una sala rectangular con
áreas de conocimiento sujetas a parámetros fí- as respecto del Índice Térmico Relativo; y las platea plana, galerías perimetrales y plateas al-
sico-matemáticos distintos. diversas investigaciones llevadas a cabo en el tas frontales, techo casi plano y órgano detrás
En relación con el acondicionamiento lu- interior del país referidas a la arquitectura bio- o al costado del podio reservado a la orquesta.
mínico natural de las habitaciones, la meto- climática. La primera sala de conciertos construida
dología más frecuentemente empleada con- Un paso más en la utilización del sol, en- para tal fin fue la llamada Holyewl en Oxford,
siste en establecer una escala de niveles de tendido principalmente como fuente de ener- inaugurada en 1748, con 400 localidades. Los
iluminación aceptables, acordes con el desti- gía, se produce a mediados de los años sesenta principales exponentes europeos de este tipo
no de los locales, tomándose la unidad de in- y durante la década siguiente con el surgimiento son la Musikvereinsaal de Viena (1870), el Ge-
tensidad “lux” como patrón de medida. de la Arquitectura Solar. (v. Bioclimática, Arquitec- wandhaus de Leipzig (1886) y el Concertgebow
tura). A. C. de Amsterdam (1888).
El acondicionamiento acústico fue resuel-
Bibliografía: V. Martorell. “Soleamiento de las cons- to a fines del siglo XIX recurriendo exclusiva-
trucciones”. En: La casa económica. s/l, mayo de 1936; mente a la empiria. En el siglo XX, a partir
Wladimiro Acosta. Vivienda y ciudad. Bs. As., 1937; de trabajos como los de W. C. Sabine o el in-
H. Unger. “Sobre la orientación de la construcción”. geniero Gustave Lyon, se comienzan a estu-
En La casa económica. s/l, febrero de 1938; Ermete de diar científicamente las salas construidas a tra-
Lorenzi. Nociones de clima y asoleamiento. Bs. As., vés de un conjunto de variables que incluían
1940; A. Maveroff. “El Asoleamiento”. En: Revista de aspectos primordiales como la cantidad de es-
arquitectura. Bs. As.: SCA, agosto y noviembre de pectadores y el volumen de aire necesario, la
1940; J. Servetti Reeves. Apuntes de teoría de la ar- relación entre el ancho y el largo, la forma ge-
quitectura. Bs. As., 1953; J. Borgato y E. Tedeschi. Aso- ométrica de la sala y, en rango no menos im-
leamiento en la arquitectura. Tucumán, 1955; L. Mo- portante, los materiales de revestimiento de
rea. Condiciones de habitabilidad de la vivienda en paredes y cielorrasos.
función de necesidades ecológicas humanas. Bs. As.: Estos estudios permitieron diseñar salas
FAU - UBA, 1965; A. Cietropía, H. Figueroa y J. C. No- que posibilitaron aumentar el número de es-
nino, Clima y vivienda en la región mendocina. Men- pectadores sin producirles perjuicios auditi-
doza, 1970; Bowcentrum Argentina. Orientación de vos. Este proceso se inició con la construcción
viviendas y radiación solar. Bs. As., 1973; E. G. y G.C. del Boston Music Hall en 1900, en el cual se
Puppo: Sol y diseño. Barcelona, 1976. tomó como modelo el Gewandhaus de Leipzig
(1560 localidades); pero se quería aumentar su
capacidad en un 70%, superando así las 2000
AUDITORIO. m. Edificio destinado a la audición localidades, que se consideraba el tope máxi-
y ejecución pública de música instrumental y mo recomendado.
vocal, conferencias y otros eventos en los cua- Se trataba no solo de un aumento en la can-
les no tenga relevancia la acción escénica. tidad de público sino también en la de los eje-
u SISTEMA HELIOS EN UN HOSPITAL PISQUIÁTRICO EN Esto motiva que no existan obligatoriamente cutantes. En efecto, la orquesta sinfónica au-
SANTA FE, DE WLADIMIRO ACOSTA. instalaciones especiales para el montaje de mentó durante el siglo XIX el número de

86 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


aso aud
segundo lugar en el concurso, a desarrollar una
de las posibilidades formales que había entre-
visto en su investigación proyectual.
Dicha posibilidad consistía en la asociación
de dos trazados a lo Pleyel en forma simétri-
ca y convertirlos en la generatriz de un sólido
de revolución que determinaba el volumen de
la sala. Estos estudios se extendieron entre 1943
y 1953, y constituyen uno de los proyectos más
interesantes de Williams. La investigación hi-
zo que el auditorio se transformara en la Sala
de Espectáculos Plásticos y del Sonido en el Es-
pacio. Horacio Pando advirtió la relación de es-
u CORTE CON ESTUDIO ACÚSTICO DEL AUDITORIO PROYECTADO POR AMANCIO WILLIAMS. ta propuesta con el Teatro Total de Gropius.
El proyecto de 1948 para el Auditorio de la
ejecutantes, que la llevó de los 35 a 50 instru- en 1948 la construcción de un enorme audi- Ciudad de Buenos Aires, no construido, fue re-
mentistas a fines del Clasicismo Diecioches- torio para Buenos Aires. alizado por la Dirección de Obras Públicas de
co, al hipertrofiado organismo posromántico Previamente a esta experiencia hay que des- la Municipalidad de Buenos Aires, que contó
de 120 ejecutantes a fines del XIX. tacar algunos antecedentes locales: en primer con un equipo formado por los arquitectos
Pero los estudios acústicos llevaron las po- lugar, Ermete de Lorenzi (v.) había publicado Eduardo Catalano (v.), René Nery, Raúl Grego,
sibilidades de diseño más allá de los tipos es- en 1937 los apuntes del curso de Teoría de la Francisco Degiorgi, Alberto González Gandol-
tablecidos que garantizaban soluciones con- Arquitectura en la Universidad Nacional del fi y Fernando Lanús. Estos contaron como ase-
fiables. Es así como en 1927 Gustave Lyon Litoral, donde las consideraciones tipológicas sores con los ingenieros Carlos Laucher (es-
construyó en París la sala Pleyel para 3000 es- referidas a teatros, auditorios y cines ocupan tructuras), Federico Malvárez (acústica) e Isaac
pectadores (que superaba así los 2631 que fi- uno de los dos volúmenes del curso. Aquí se Goodbar (iluminación). Se trataba de un en-
nalmente había alcanzado la Boston Music puede ver el desarrollo analítico de los méto- cargo coherente con el carácter masivo que el
Hall), con un cielorraso curvado en forma se- dos de Gustave Lyon y un conjunto de reco- peronismo deseaba otorgar al acceso a la cul-
miparabólica que, arrancando tras el podio de mendaciones prácticas, derivadas del tratado tura, de tal modo que frente al Colón –de algo
orquesta, culminaba a más de 25 m de altura de Guadet. En otro orden se encuentran los au- más de 3.000 localidades–, el auditorio iba a
sobre la segunda galería. Este modelo de sa- ditorios de las emisoras de radio, como el de
la, muy admirado por Le Corbusier (v.), fue Radio El Mundo en la calle Maipú de Buenos
adoptado en sus proyectos para los concursos Aires; los proyectados por Birabén (v.); el lla-
del Palacio de la Sociedad de las Naciones (1927) mado Armonía, en Mar del Plata; y el cons-
y en el de los soviets (1931). Esta morfología truido en el sótano de Diagonal Norte 740 en
también apareció en proyectos de Alvar Aalto, Buenos Aires; el proyecto de anfiteatro en Par-
del cual el Finlandia Hall de Helsinki puede que Centenario, en Buenos Aires, de Jorge Sa-
considerarse un paradigma construido. baté (v.); y, finalmente, el concurso de acústica
En la Argentina no existieron demandas de en el que se premió al ingeniero civil Enrique
salas de conciertos sinfónicos o de gran capa- Álvarez de Toledo, organizado por la cátedra
cidad hasta los años cuarenta del siglo pasado. de Construcciones de la Escuela de Arquitec-
Durante el siglo XIX y hasta la creación en tura de la UBA en 1942.
1925 de la orquesta estable del Teatro Colón, Este concurso consistía en proyectar una
la actividad de conciertos, no muy frecuente, sala para 600 personas, teniendo especialmente
se desarrollaba principalmente en teatros, los en cuenta la resolución del problema acústico.
cuales adaptaban el escenario mediante una En los tres trabajos premiados aparecen au-
caja semielíptica cubierta (v. Teatro). Pero en la ditorios en abanico con galerías altas y traza- u AUDITORIO DE LA CIUDAD DE MENDOZA (BELV).

segunda mitad de la década de 1940 ya actua- do del cielorraso similar a la sala Pleyel, si bien
ban regularmente en Buenos Aires dos or- ninguno de ellos seguía fielmente la forma; era tener 20.000. Se ubicaría –de modo impreci-
questas sinfónicas estables, además de la del un dato reconocido el hecho de que era im- so– en los jardines frente a Plaza Italia, entre
Teatro Colón, sin contar con la visita de orga- posible copiar algunas variables de una sala y las avenidas Santa Fe y Sarmiento. En la me-
nismos extranjeros. Asimismo existían varias no otras, sino que debía procederse de modo moria se hacía constar que no se intentaba re-
sociedades privadas con o sin fines de lucro científico, determinando todos los aspectos de producir en grande las expresiones del teatro o
que fomentaban actividades musicales. Este la sala a partir de leyes físicas y de un cálculo del auditorium íntimo tradicional, sino que por
auge, que se vio beneficiado con el fin de la riguroso. Si estos trabajos muestran el cono- su magnitud tendía a provocar el surgimiento
guerra, coincidió con el intento del peronismo cimiento local amplio de las experiencias eu- de un espectáculo nuevo, basado en las posi-
de volver masivos los acontecimientos artísti- ropeas más recientes, el tema motivó a Aman- bilidades ilimitadas de la técnica eléctrica en
cos. Dentro de estos lineamientos se propuso cio Williams (v.), que había sido premiado en cuanto a iluminación y amplificación del soni-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 87


do, a nuevos conceptos sobre espacio, movi- formada por varias superficies de revolución tín Eisler (v.). Encargado por la llamada Comi-
miento escénico e integración de las artes. realizadas en hormigón, cuya forma aparen- sión pro Casa de Conciertos de la Ciudad de
El programa y la disposición de elementos temente estaba dictada por el trazado acústico Buenos Aires y la Lotería de Beneficencia Na-
apuntaban a una síntesis entre teatro y audito- más eficiente. Consecuentemente, el edificio cional y Casinos, iba a ubicarse en el terreno
rio que se manifiesta en un enorme escenario se inscribía en la serie de auditorios contem- que había ocupado el desaparecido Jockey Club
de forma aproximadamente triangular, prece- poráneos que replanteaban el problema formal en la calle Florida. Sin embargo, este trabajo
dido por un foso de orquesta para 200 ejecu- casi por fuera de toda tradición tipológica. El no ha podido ser hallado.
tantes. El escenario constituye la prolongación programa respondía a la idea wagneriana de La segunda propuesta surgió de un con-
natural de la geometría espacial de la sala. “obra de arte total” de la que la Modernidad se curso nacional de anteproyectos convocado en
La propuesta se inscribe decididamente en- había apropiado durante los años veinte y en 1970, cuyo trabajo ganador llegó a desarrollarse
tre los productos más ortodoxos de la Arqui- la que se incorporaban todos los adelantos téc- posteriormente a nivel de detalle.
tectura Moderna (v. Moderna, Arquitectura), tal co- nicos del momento. Dichos adelantos partían Antes de describir este último trabajo hay
mo se manifestó en la Argentina en los años en primer lugar del uso de la electricidad y la que mencionar el Auditorio del Colegio de
cuarenta y cincuenta. Como parte de esta ide- amplificación del sonido, factores que posibi- Nuestra Señora de la Misericordia en el barrio
ología, el edificio estaba vinculado al entorno litaban superar en diez veces a los auditorios de Belgrano de la ciudad de Buenos Aires, cu-
a través de un amplio espacio verde para amor- considerados más grandes durante el siglo XIX. yo proyecto data de 1963, concluido en 1970.
tiguar el encuentro con la trama urbana. Ha- Por último, se trataba de una propuesta lin- Este auditorio para unas 1.500 personas es una
bía sido pensado fundamentalmente en tér- güísticamente abstracta, neutra y sintética. expresión ligada tipológicamente al cine-tea-
minos metropolitanos: se planteaba la A este proyecto no realizado para el Audi- tro, tal como se desarrolló en la Argentina a
resolución del estacionamiento, entendido tam- torio Ciudad de Buenos Aires siguieron dos partir de los años treinta, solo que se tomaron
bién como problema masivo; se resolvía su in- propuestas destinadas a resolver la construc- en cuenta con más detalle los problemas vin-
serción urbana articulándolo fuertemente con ción de un ámbito para expresiones musicales culados a un correcto acondicionamiento acús-
la estructura circulatoria del sector, configu- independiente de los teatros tradicionales. El tico. El proyecto del arquitecto Eduardo La-
rada por avenidas y transporte subterráneo que primero de ellos, que no pasó de la etapa de gos tuvo como asesor a Federico Malvárez,
conectaban directamente el emplazamiento anteproyecto, fue realizado en 1954 por los ar- quien se convertiría en figura clave del tema
con la zona central de la ciudad. Se apeló a la quitectos Antonio Bonet (v.), Alfredo Joselevich en el ámbito nacional.
expresión de una enorme estructura laminar (v.), Alberto Ricur (v.), Alberto Prebisch (v.) y Mar- Durante los años sesenta se inaugura asi-
mismo el auditorio de San Juan. Se trata de
una sala para 1.200 espectadores, que forma
parte de un edificio destinado a Escuela Supe-
rior de Música. Fue proyectado por el ingeniero
Malvárez junto a los arquitectos Mario Prá Bal-
di y Carmen Renard, junto a varios colabora-
dores pertenecientes al Departamento de Pla-
neamiento del Consejo Nacional de
Construcciones Antisísmicas y de Recons-
trucción de San Juan.
El proyecto de la sala fue concebido para
permitir la ejecución de música sinfónica, de
cámara, coral, y la presentación de ballets. Al
igual que las salas europeas y norteamerica-
nas, incluye un órgano de tubos, el primero
que se ubica en la Argentina fuera de un edi-
ficio religioso. El trazado geométrico abando-
na en este caso los precedentes formales con
trazado curvo o trapezoidal, optándose por un
volumen compuesto por un sector de planta
rectangular para la platea, escalonada en este
caso, adyacente a un sector trapecial en la zo-
na destinada a los ejecutantes. Para este pro-
yecto se recurría a la experiencia del Royal Fes-
tival Hall de Londres, construido en 1951 por
Robert Matthew. Tanto en el de San Juan co-
mo en el de Belgrano se prefirió sin duda no
arriesgar en cuanto a hipótesis formales, dada
la reciente experiencia del Avery Fisher Hall
u AXONOMETRIA DEL PROYECTO PARA EL AUDITORIO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES (BELV). del Lincoln Center, sala cuya forma fue recti-

88 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


aud aus
to de los elementos del edificio están resueltos
mediante estructuras convencionales. Bajo las
cubiertas de las salas principales se dispusie-
ron otras cáscaras de hormigón de forma po-
liédrica, cuya independencia garantiza tanto un
trazado acústico conveniente (cuya forma no
incida al exterior, dejando a este una envolvente
autónoma) como una correcta aislación respecto
de los ruidos provenientes del exterior.
La sala principal, tanto de este proyecto co-
mo de los otros trabajos premiados, introduce
algunas referencias al edificio de la Filarmó-
nica de Berlín, de Scharoun (1962), como los
asientos tras el podio de la orquesta o los sec-
tores de platea a modo de terrazas.
En los restantes trabajos premiados se ad-
vierten, a pesar de la diversidad de criterios pro-
yectuales desarrollados en la década del sesenta,
ciertas constantes ideológicas, como la falsa
u PLANTA DE UN PROYECTO PARA EL AUDITORIO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, DE EDUARDO CATALANO Y OTROS. despreocupación por las opciones lingüísticas
como programa de acción (frente a la pree-
ficada hacia un rectángulo tradicional, debi- vista de su orden como de la excelencia de su minencia de la función), el énfasis en expresar
do a las insuficiencias que presentaba el edifi- exhibición”. La realización del proyecto, con- la presencia del sistema organizativo, sin anéc-
cio proyectado por Abramovitz en 1961. tratada al poco tiempo de haberse producido dotas que destruyan la síntesis, lo que da co-
Finalmente, en 1970, parecía resolverse el el fallo del jurado, en mayo de 1972, no llegó a mo resultado la clara lectura del “partido” en
problema de dar a Buenos Aires un auditorio materializarse, tras haber desistido de reali- la resultante proyectual. E.G.
que estuviera a la altura de las actividades mu- zarla el gobierno militar instaurado en 1976.
sicales que se desarrollan en la ciudad. Ese año El trabajo ganador fue proyectado por los ar- Bibliografía: “Salas de concierto. Observaciones sobre
el intendente reunió una comisión interdisci- quitectos Baudizzone, Erbin, Díaz, Lestard Trai- algunos problemas acústicos”. En: summa, N.°44, dic.
plinaria presidida por el crítico musical Jorge ne (fallecido durante el concurso) y Varas (v.), y de 1971; “Los auditorios en el mundo”. En: Anuario
d‘Urbano, asesorada por miembros de distin- sirvió para consolidar la imagen del estudio, del Mozarteum Argentino, 1970.
tas asociaciones musicales del país. Simultá- formado a comienzos de los sesenta. En este
neamente ya se disponía del terreno ocupado trabajo se manifiestan claramente varias acti-
anteriormente por la Penitenciaría, una ex- tudes proyectuales difundidas tanto dentro del AUSTRAL. Agrupación de jóvenes arquitectos
tensión de varias hectáreas frente a la aveni- equipo como en ciertos sectores del campo dis- modernos, formada en la primavera de 1938
da Las Heras, en la zona de Palermo. La co- ciplinar en esos años: resolución de todo pro- en Buenos Aires, a la que la historia canóni-
misión decidió llamar a concurso, que fue grama funcional a través de un plug-in, en el ca reputa como el verdadero inicio de la van-
organizado por la SCA (v.) y convocado en no- que participa una trama circulatoria, concebi- guardia argentina. En la década del treinta,
viembre de 1971. Se presentaron veinte traba- da a modo de soporte, con una serie de ele- un importante sector de jóvenes estudiantes
jos, seis de los cuales fueron premiados. mentos que se “enchufan” a ella; consideración de arquitectura constituyó el núcleo de una
Las características del programa enuncia- de la imagen formal del edificio como resul- generación que sería determinante en el pe-
do diferencian netamente este trabajo del an- tante determinada por la operación preceden- ríodo siguiente y de la que surgiría “Austral”.
terior de 1948: se trata por un lado de salas te y expresión de la misma; fuerte interacción Estos jóvenes sentían un doble rechazo hacia
“que sirvan solo para escuchar música –del ti- funcional entre el objeto y el entorno, tornan- sus “maestros”: identificaban a los profeso-
po que sea pero de alta calidad–, porque está do públicas ciertas áreas habitualmente asig- res de la Escuela de Arquitectura con esas po-
demostrado que cuando las salas sirven ade- nadas a usos específicos del edificio. Se trata de siciones anacrónicas incapaces de compren-
más para (...) , realmente no sirven para nada concebir la obra a modo de una máquina cuyas der las nuevas condiciones de producción y
en especial”; y por otro, la capacidad de ellas leyes de generación son autónomas respecto sus consecuencias en la disciplina.
nunca supera la de 3000 localidades. A dife- del entorno al que se vinculan por conectores
rencia del auditorio de 1948, que planteaba la puntuales. En el proyecto ganador se advierte, Egresada entre 1936 y 1940, esta genera-
existencia de una sola y enorme sala, el pro- sin embargo, una notable austeridad en el em- ción estuvo integrada por figuras como Jor-
grama del nuevo edificio formaría un complejo pleo de estructuras y cubiertas. En este sentido ge Ferrari Hardoy (v.), Juan Kurchan (v.), Aman-
de salas que, a juicio de la comisión, “trans- las cubiertas de las salas principales están for- cio Williams (v.), Mario Roberto Álvarez (v.), Ítala
formará radicalmente la vida artística de la ciu- madas por láminas plegadas triangulares o tra- Fulvia Villa (v.), Hilario Zalba (v.), Jorge Vivan-
dad y, en especial, la vida musical, organizán- pezoidales que integran una cáscara poliédri- co (v.), Horacio Caminos (v.), Carlos Coire (v.),
dola, sistematizándola y ejerciendo sobre ella ca, elementos compatibles con una resolución Horacio Vera Barros, Samuel Oliver, José Ma-
una influencia decisiva tanto desde el punto de económica de las grandes luces, mientras el res- ría Pastor (v.), Simón Ungar (v.), Valerio Peluf-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 89


fo, Abel López Chas, Federico Peralta Ramos, nes activas con los líderes del movimiento. Es espacio y una acelerada modernización de los
Santiago Sánchez Elía, Alfredo Agostini (v. Se- probable que la idea de refundar una delega- sistemas productivos.
pra), Jorge Aslán, Héctor Ezcurra (v. Aslán y Ez- ción de los CIAM en la Argentina haya sido con- Se propusieron para ello encarar las si-
curra). Cuando se afirma que con ellos co- cebida durante la estadía en el estudio de Le guientes tareas: “a) establecer contacto con los
mienza verdaderamente la historia de la Corbusier (v.), en París durante el invierno de grupos similares de otros países e internacio-
Arquitectura Moderna argentina, se exagera, 1937-1938, de quienes serían tres de los prin- nales; b) estudios particulares y colectivos de
pero tal vez no se yerra en un aspecto sus- cipales protagonistas de Austral: Jorge Ferrari los problemas teóricos y prácticos de Arqui-
tancial. Aunque es ingenuo y reductivo ima- Hardoy, Juan Kurchan y Antonio Bonet (v.). Du- tectura Contemporánea; c) participación del
ginar un comienzo para procesos tan com- rante esos meses los argentinos colaboraron en grupo o de una representación suya en los con-
plejos, debe admitirse que por primera vez en el desarrollo del Plan de Buenos Aires, mien- cursos, exposiciones, congresos nacionales e
la arquitectura argentina la mayoría de esos tras que el catalán se ocupaba de una variante internacionales; d) proponer y organizar se-
jóvenes se comportaron a la manera de los del proyecto para la casa Jaoul, y del pabellón siones culturales a las cuales serán invitados
vanguardistas de todo Occidente: abrazaron central de la Exposición Internacional de Lieja. todos los socios del grupo; e) redactar una re-
radicalmente posiciones modernistas intran- Junto con el arquitecto Alfredo Villalon- vista órgano del grupo; f) agrupar en torno del
sigentes aun al costo de un soberbio gesto ga, director del contingente, y otros 21 com- mismo a individuos y grupos de distintas ac-
inicial de parricidio. pañeros de promoción, Ferrari y Kurchan ha- tividades (pintores, escultores, músicos, fotó-
bían llegado a Europa en un viaje de egresados grafos, médicos, abogados, financistas, so-
Puede convenirse en que la primera mani- iniciado en Buenos Aires a comienzos de ju- ciólogos, pedagogos, etc.); g) tomar iniciativas
festación de esta generación fue el proyecto de nio de 1937. Aunque el tour terminó para to- para la resolución de todos los problemas de
cinematógrafo de Juan Kurchan y Simón Un- dos en noviembre de ese año, no volvieron a arquitectura de la República.
gar, publicado en 1937, en el que el cine era tra- su país hasta mediados del año siguiente, ha- Establecieron una distinción entre socios
tado como una perfecta sublimación de la fu- biéndoseles adelantado Bonet por unos meses. directores, protectores, colaboradores, de nú-
sión entre nuevas posibilidades técnicas y la Apenas reintegrados, Ferrari y Kurchan se abo- mero y estudiantes; y designaron presidente a
cultura popular a través del espectáculo de ma- caron a la redacción de los estatutos del futu- Bonet, secretario a Ferrari, tesorero a Sánchez
sas. En ese mismo año Jorge Vivanco obtuvo ro grupo, con cuya constitución acordaron Bo- de Bustamante, bibliotecario a Le Pera, archi-
el primer premio en el concurso (para estu- net, Vera, López, Itala Villa, Samuel Sánchez vista a Vera Barros, encargado de las relacio-
diantes) del Aeródromo de Mar del Plata, or- de Bustamante, Alberto Le Pera, Hilario Zal- nes industriales a Zalba, y redactores a Ungar
ganizado por la gobernación de Manuel Fres- ba y Simón Ungar. Decidieron unirse exclu- y Kurchan. Los testimonios con que contamos
co. También 1938 fue un año rico en iniciativas, sivamente para lograr una transformación de nos permiten afirmar
entre las que pueden mencionarse los con- la arquitectura, pero estaban con- que la existencia formal
cursos de Luminotecnia, organizados por la vencidos de que eso exigiría or- de Austral se prolongó
Compañía de Electricidad, en los que partici- ganizar un vasto conjunto de entre setiembre - octubre
paron y obtuvieron distintas menciones varios personalidades capaces de de 1937 y julio de 1941.
de sus proyectos, como el caso de Horacio Ca- movilizar a la opinión pú- Desde entonces sus miem-
minos, Jorge Vico o José M. Pastor (v.). blica, de generar nuevos bros compartieron algunas ac-
Si estas propuestas podían ser considera- programas, nuevas for- tividades y actuaron incluso co-
das con deferencia por tratarse de ejercitacio- mas de ocupación del mo delegados de los CIAM, pero
nes sin demasiado efecto sobre la realidad, de esto no puede deducirse la con-
alguna inquietud debió afectar a los núcleos tinuidad del funcionamiento colec-
más consolidados cuando estos tivo. La disolución del grupo parece
recién egresados comenzaron re- haber ido produciéndose poco a poco,
pentinamente a ocupar lugares sin que nunca se decidiera una conclu-
de peso en concursos nacionales. sión formal. Una primera crisis, signada
El primero fue Horacio Vera Barros, por algunas renuncias y disensiones varias,
que obtuvo el cuarto premio del Con- tuvo lugar inmediatamente después de publi-
curso para el Palacio Legislativo de Ca- cado en junio de 1939 el Manifiesto de fun-
tamarca en 1938, siguiéndole en esta lí- dación; crisis que se continuó hasta finales de
nea Jorge Vivanco, que en el mismo año ese año cuando se dio comienzo a la que lla-
mereció junto con Valerio Peluffo el pri- maron “segunda etapa” de Austral. Por otra
mer premio de la Mutualidad del Magiste- parte, la progresiva consolidación de las ca-
rio con un proyecto que evidenciaba una cla- rreras profesionales de cada uno contribu-
ra voluntad de distanciarse de los cánones yó a la dispersión, como el caso de Horacio
modernistas ya aceptados. Caminos y Carlos Coire, quienes en 1941
AUSTRAL. Entre el 29 junio y el 2 julio de emprendieron su viaje de egresados a los
1937 tuvo lugar en París el V CIAM (v.), donde Estados Unidos; o el de Vivanco, que se in-
figuraba aún como delegado en la Argentina u SILLÓN BKF: TODO UN ÍCONO, DE BONET, tegró a la administración provincial de Bue-
Wladimiro Acosta, quien no mantenía relacio- KURCHAN Y FERRARI HARDOY. nos Aires, en la ciudad de La Plata.

90 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


aus aus
HECHOS. Durante sus casi tres años de exis- tales y servicios deportivos hacia el sur del eje sidad Obrera de la Construcción. En octubre
tencia, las tareas concretas que el grupo enca- de la Av. de Mayo, con el objeto de servir a los de 1939, el grupo fue invitado a colaborar con
ró fueron las siguientes: 1) Redacción de un barrios populares de ese sector de la ciudad; esa institución organizando cursos, conferen-
plan para la Ciudad Universitaria de Buenos las residencias estudiantiles debían contribuir, cias, y una encuesta sobre la vivienda obrera
Aires; 2) Ampliación del grupo y de sus rela- apoyadas sobre la Av. Huergo, al desarrollo de que consiguió en parte llevarse a cabo.
ciones con otros sectores de la sociedad ar- San Telmo como “barrio estudiantil”. Sobre el En búsqueda de apoyos generales en la so-
gentina y del mundo; 3) Construcción de un norte del predio, en vinculación con la Aveni- ciedad, sus acciones más destacadas del grupo
pabellón propio permanente en el centro de da Corrientes, se instalaban los museos y las fueron el intento de vincularse a abogados con
Buenos Aires; 4) Publicación de una revista; 5) salas que podían completar las actividades de el objeto de redactar una Reglamentación del
Estudios sobre vivienda obrera; 6) Presenta- la zona. Plan de Buenos Aires, y las gestiones para cons-
ción a concursos. Para confeccionar los planos se distribuye- tituir una Comisión de Apoyo al Plan con “per-
1) La Ciudad Universitaria (v.). Apenas “Aus- ron las tareas, encargándose a Ítala Villa el pla- sonas caracterizadas” (en general y en cada zo-
tral” se constituyó, el tema de la ciudad uni- no general; el hospital a Vera Barros; el teatro na del Plan), como representantes de la SCA,
versitaria ocupó un lugar central en sus deba- a López; el museo de conocimiento a Itala; los los artistas plásticos, la revista Nosotros, ade-
tes, y rápidamente fue desarrollándose una idea edificios para Bellas Artes a Le Pera; las es- más de figuras como Saavedra Lamas, Hous-
de extraordinaria productividad, que sus miem- cuelas y centros universitarios a Zalba; el es- say, Pinedo, Raúl Prebisch, Carlos Noel, etc.
bros pensaron como una alternativa a los dos quema circulatorio a Bonet; el estadio a Kur- Y, por supuesto, contaban con que a través
proyectos existentes al momento: el oficial, que chan; el Puerto al ingeniero Mellé; reservándose de Le Corbusier se incorporarían a la Comi-
contemplaba la construcción de un hospital es- para encargos a colegas extranjeros las resi- sión los viejos amigos porteños del maestro:
cuela en la manzana de Av. Córdoba, Junín, dencias y el museo científico (Paul Nelson). De Victoria Ocampo, González Garaño, Enrique
Charcas y Azcuénaga, y el de la SCA (v.), ela- casi todos los edificios alcanzaron a realizar bo- Bullrich y Eduardo Mallea.
borado por Vautier (v.) y Bereterbide (v.), que pro- cetos generales y esperaban publicar el proyecto 3) El pabellón de exposición de Austral en
ponía su asentamiento en terrenos sobre la cos- completo como números 4 y 5 de la revista. el centro de Buenos Aires. La construcción del
ta. Para llevar adelante su proyecto constituyeron 2) La ampliación de Pabellón debía cubrir una doble función: ser
una comisión integrada por Bonet, Kurchan, “Austral” y la de sus re- el principal centro de difusión en la opinión
Ungar y Ferrari. laciones con otros sec- pública de los propósitos del grupo, y una pie-
En oposición a las iniciativas anteriores, los tores de la sociedad. El za clave en la estrategia de vinculación con los
proyectistas proponían la construcción de una núcleo fundador mani- industriales del sector. Concebido como una
Ciudad Universitaria en los terrenos del viejo festó desde los co- instalación permanente, de fachadas renova-
Puerto. En clara demostración de su capacidad mienzos el deseo de su- bles año tras año y con sectores fijos como
y voluntad creativa a partir de las enseñanzas mar nuevos miembros, stands y confitería, la iniciativa seguía los pa-
de Le Corbusier, esta localización ponía en especialmente estu- sos del Pabellón des Temps Nouveau de Le
cuestión la que ellos mismos habían pensado diantes. Un instru- Corbusier.
solo un año antes en el marco del Plan de Bue- u SUPLEMENTO EN LA REVIS- mento de ese objetivo El grupo esperaba convocar a un conjunto
nos Aires en los terrenos de Nuñez, y aporta- TA NUESTRA ARQUITECTURA. debía ser el Manifiesto, de empresas para que colaboraran donando
ba un nuevo sentido a todo el sector portuario, pero mientras su pu- sus materiales para construir el edificio e ins-
dedicado genéricamente a actividades de re- blicación se preparaba comenzaron a conver- talar en su interior los stands permanentes de
creación por el Plan. sar con algunos posibles candidatos, y se in- exhibición de sus productos. Solo en unos po-
Lo más interesante de la idea de Austral re- corporaron al grupo Olezza, Arrastía, Horacio cos casos, como el de Tamet, la propuesta fue
sidía en la articulación entre la cité des affaires Caminos, Eduardo Catalano y Carlos Coire, en- acogida con algún interés.
en el río, los barrios populares de la zona sur, tre otros. Para localizar el Pabellón esperaban dis-
el centro histórico y de negocios, y el eje cul- Para sus miembros era fundamental co- poner de un terreno que el municipio o algún
tural de Av. Corrientes. nectarse con industriales vinculados a la cons- privado cediera en apoyo de la empresa. Co-
Poco a poco, los miembros del grupo co- trucción, cosa que trataron de hacer en nu- menzaron planeando usar los terrenos de la
menzaron a advertir que su Ciudad Universi- merosas oportunidades y por distintas vías. La porción abierta de la Avenida Norte-Sur por el
taria no era un barrio cualquiera sino la zona primera era la de ofrecerles preferencias en la intendente De Vedia a ambos lados del Obe-
cultural de la ciudad, una suerte de “5° fun- contratación de posibles futuras obras como lisco, y prepararon un proyecto, diseñado pro-
ción” que completaba las cuatro propuestas por derecho en caso de su asociación a Austral. Una bablemente por Bonet.
la Carta de Atenas, a la que denominaron, no segunda vía de acercamiento a los industriales A fines de 1939 examinaron una alternati-
sin dudas, vitalizador urbano. En la “Memo- consistió en procurar interesarlos en la cons- va de localización en un largo terreno en Co-
ria general de la zona cultural” la comparaban trucción del Pabellón de exposición del grupo. rrientes y San Martín, más acorde con la idea
con “un órgano, el cerebro para el cuerpo de En paralelo iniciaron contactos con obreros de una construcción permanente.
Buenos Aires” que debía colocarse en el “co- de la construcción, particularmente con los 4) La publicación de una revista. Siendo su
razón de la ciudad”. agrupados en la Federación Obrera Nacional propósito la constitución de una vasta corriente
El programa de la Ciudad Universitaria de de la Construcción. La relación se estableció de opinión como base de la acción pública, el
Austral incluía un conjunto de numerosas fun- a través de Juan Kurchan, quien se desempe- grupo ensayó diversos medios de difusión de
ciones. En el proyecto se ubicaron los hospi- ñaba como director de estudios de la Univer- sus ideas: el Pabellón; artículos en los diarios

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 91


de opinión como base de la acción pública, el bían intervenir colectivamente, no pudiendo
grupo ensayó diversos medios de difusión de hacerlo de otro modo. A la segunda corres-
sus ideas: el Pabellón; artículos en los diarios pondían los que no se consideraban intere-
La Nación y La Prensa; la ocupación de un es- santes, y en este caso Austral no participaba
pacio en “alguna broadcasting”. mientras que sí podían hacerlos sus miembros
Sin embargo, aunque la creación de una pu- en forma personal. La tercera era la de aquellos
blicación periódica fue un objetivo presente des- concursos considerados adversos a las ideas del
de sus primeras reuniones, la tarea principal grupo, motivo por el cual debían hacer pública
de los “redactores” –Ungar y Kurchan al co- la oposición.
mienzo, y López más tarde en reemplazo del Los proyectos concursados durante los apro-
primero– fue la redacción del Manifiesto. La ximadamente tres años que estamos conside-
forma de la publicación de la que con el tiem- rando fueron: el Club San Lorenzo de Alma-
po sería la pieza más importante producida por gro, un Hotel en Catamarca y la sede de la
el grupo no estaba clara al principio, y en un Sociedad Argentina de Autores y Composito-
momento parecen haber imaginado una revis- res (SADAIC) en 1938; el Dispensario / Sana-
ta propia, de hojas sueltas, entre las que aque- torio para la Mutualidad del Magisterio, el Pa-
lla se intercalaría. Por fin, en enero de 1939, Fe- lacio Legislativo de Catamarca y los prototipos
rrari tuvo una entrevista con Walter Hylton de viviendas rurales para el Banco de la Nación
Scott, director de Nuestra Arquitectura (v.), quien Argentina, en 1939; y, en 1940, el Plan Regu-
aceptó la inclusión en su revista de una sepa- lador para la ciudad de Mendoza y el Monu-
rata de ocho páginas a cargo del grupo, que se mento a la Bandera en Rosario.
publicaría seis veces por año. Los resultados fueron sumamente auspi-
u VISTA INTERIOR Y DETALLES DE CERRAMIENTOS DE LOS
El contenido de los primeros seis números ciosos, aunque simultáneamente comenzaron
sería: 1) El Manifiesto firmado por Bonet, Kur- a manifestar algunos problemas. Hemos vis-
ATELIERS DE SUIPACHA Y PARAGUAY, DE BONET, VERA
chan, Ferrari y Ungar; artículo sobre pintura, to que Vera obtuvo el cuarto premio en Cata-
BARROS Y LÓPEZ CHAS. PLANTAS: DESDE ARRIBA, PLANTA
preparado por Bonet, Kurchan y Ferrari; el re- marca, Coire el tercer premio del de lumino-
DE ATELIERS Y DE DEPARTAMENTOS Y PLANTA BAJA.
sumen de los estatutos del grupo; y un trabajo tecnia de la CADE, y Caminos el segundo. Con
sobre urbanismo de Olezza; 2) La vivienda uni- el concurso del Banco Nación se verificaron di-
familiar con análisis fotográfico, artículo ge- ficultades: primero decidieron encararlo gru-
neral y proyectos; 3) La obra de Paraguay y Sui- palmente, pero esto no fue posible, probable-
pacha de Bonet, Vera Barros y López; 4) y 5) La mente porque se hacía muy difícil llegar a
Ciudad Universitaria; 6) La vivienda obrera. soluciones comunes en un tema como el de la
De este plan inicial se realizaron solo los tres vivienda individual.
primeros, publicados junto con las ediciones Se presentaron entonces separadamente, y
de junio, setiembre y diciembre de 1939 de la los equipos de Jorge Vivanco y Valerio Peluf-
revista de Hylton Scott. fo, y el de Álzaga, Terán Etchecopar y Cami-
5) Estudios particularizados sobre vivienda nos obtuvieron, respectivamente, los primeros
obrera. En principio, el tema de la vivienda obre- premios de los prototipos para las zonas cáli-
ra, que ya había despertado el interés de Bonet, da y fría. Vivanco, cuya participación en Aus-
fue introducido a partir de distintos estudios tral había sido descartada en enero de ese año,
encargados por la UOC. Estos fueron organi- obtuvo además otro primer premio, esta vez
zados por Ungar junto con Ítala Villa. en asociación con Eduardo Sacriste (v.), en el
Pero como ocurrió con la Ciudad Universi- concurso del Dispensario, para el que el equi-
taria, también esos estudios fueron estimula- po de Álzaga, Terán Etchecopar y Caminos ob-
dos por un acontecimiento externo al grupo; en tuvo el segundo.
este caso, la realización en Buenos Aires del Pri- Simultáneo con la publicación de la sepa-
mer Congreso Panamericano de Vivienda Po- rata en Nuestra Arquitectura, el resultado de es-
pular en octubre de 1939. La intervención de tos concursos dio solidez y prestigio profesio-
Austral en el Congreso fue motivo de dudas y nal al grupo. Pero también marcó diferencias
debates y, aunque encargaron a Le Pera y Fe- entre sus miembros, y las dificultades de trans-
rrari la preparación de una posible presenta- formar en proyectos concretos comunes las ide-
ción del grupo, esta finalmente no tuvo lugar. as genéricamente corbusieranos que los con-
6) La presentación a concursos. Para regu- vocaban. Con ellos Vivanco, Coire y Caminos
lar su participación en concursos acordaron di- fortalecieron su posición.
ferenciarlos según tres categorías. En la primera Cuando en 1940 el intendente Cruz Vera
incluían aquellos que eran declarados como in- de la ciudad de Mendoza llamó a un concurso
teresantes para el grupo, en cuyo caso todos de- para redactar el Plan Regulador de la ciudad,

92 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


w Ateliers Suipacha y Paraguay aus aus

u DETALLE DE LAS VISERAS Y LOS PARASOLES SOBRE LA ESQUINA DE SUIPACHA Y PARAGUAY. UNA FACHADA QUE ES EN SÍ UNA DECLARACIÓN DE MODERNIDAD.

uARRIBA, LA FACHADA ORIGINAL. ABAJO, UN

DETALLE. A LA DERECHA, EL CORTE.

uMETALES VARIOS Y DISTINTOS VIDRIOS PARA MATERIALIZAR

LA OBRA CON RECURSOS INDUSTRIALES Y MONTAJE EN SECO.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 93


co, y al que integraron a Le Corbusier y a Pie- Se trataba de ampliar los grados de libertad vimiento, el surrealismo se integró en la plás-
rre Jeanneret. En este caso obtuvieron el ter- del creador, destrabando su potencialidad in- tica argentina con las exposiciones del grupo
cer puesto. consciente, tal como –pensaban– lo había con- Orion (1939-1940).
seguido la pintura surrealista. Por otra parte, la importante difusión de la
IDEAS. Austral dio a conocer sus ideas princi- Gracias a ese desbloqueo, en ese espacio teoría freudiana y el psicoanálisis en los fina-
pales en los cuadernillos –especialmente en que se organizaba como obra podían convivir les de los años treinta, tanto en la cultura po-
los dos primeros– publicados como suplemento memorias, deseos y prefiguraciones. En con- pular como en la cultura letrada, acompaña-
de la revista Nuestra Arquitectura en junio, se- secuencia, las formas heredadas del pasado po- ron este clima de interés por el Surrealismo.
tiembre y octubre de 1939. Se advierten allí tres dían coexistir con formas contemporáneas, pro- También en Austral el tema del psicoaná-
núcleos: la reivindicación del carácter estéti- vocando las asociaciones analógicas entre lisis parece haber concitado la atención del gru-
co de la creación arquitectónica; la interde- elementos que los surrealistas buscaban en po, pues se cuentan con no pocos indicios que
pendencia arquitectura / ciudad; el “descubri- oposición a las asociaciones lógicas. muestran el interés de sus miembros por el te-
miento” del interior del país. En la búsqueda de una corrección de la des- ma, como la contundente reivindicación con
a) Surrealismo. Mucho se ha debatido acer- valorización del mundo técnico presente, el pa- que se lo presenta en el Manifiesto. Antonio
ca de las complejas y poco evidentes manifes- sado asociado al presente era el pasado mítico, Bonet al menos tuvo estrechos contactos con
taciones concretas y contundentes del movi- cristalizado en el folclore, no el de la tradición los principales freudianos de la Argentina, y es
miento surrealista en la arquitectura. Ni las académica. En la producción tradicional po- probable que esto haya sido facilitado por su
ideas ni las obras de Austral escapan a estas pular se encontraba el mismo principio de ver- relación con el también emigrado republicano
perplejidades críticas. Sin embargo, muchos dad que propiciaba el Modernismo, porque Ángel Garma, cofundador en 1942 de la Aso-
de sus elementos, propósitos e intenciones re- el movimiento de recuperación de las expre- ciación Psicoanalítica Argentina. No es extra-
velan contactos bastante evidentes. siones arcaicas coincidía con el buceo indivi- ño entonces que Juan Cuatrecasas, otro médi-
Hasta el momento, el Funcionalismo se ha- dual en las capas más profundas de la vida psí- co freudiano emigrado, haya sido el comitente
bía constituido en la Argentina a partir de una quica, base de los procedimientos surrealistas. de una de las casas que proyectó años más tar-
base ética –el concepto de verdad–, enten- ¿De donde provenía la adhesión al surrea- de en su urbanización de Punta Ballena.
diéndose que la modernización estética sería lismo de los jóvenes de Austral? El canal más b) Arquitectura Moderna y ciudad. Hasta
un producto más o menos deseado de las nue- importante debió ser el propio Antonio Bonet, fines de la década del treinta, los más recono-
vas técnicas. Sin abandonar esa base ética, la quien venía de ser seducido por compatriotas cidos arquitectos modernistas en la Argentina
novedad de Austral consistió en invertir la pre- como Gaudí, Dalí, Miró y Buñuel. eran críticos de la condición urbana que de-
misa heredada, en sostener que solo a partir En Buenos Aires los fermentos surrealis- bían enfrentar. La mayoría, sin embargo, no
de una nueva estética que permitiera una di- tas habían comenzado a marcar la obra de mu- remitía a una nueva forma de concebir a la ciu-
versa manipulación de la técnica podrían re- chos artistas, como Xul Solar, Raquel Forner, dad como determinante de sus propuestas, ni
solverse los problemas modernos. Norah Borges, Battle Planas, Berni. Como mo- tampoco ninguno de los profesionales que se

94 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


aus aus
habían ocupado de estudiar y proponer pro- ber. El acto de recuperación de esa armonía so- c) El “descubrimiento” de la Argentina.
yectos para la ciudad había hasta entonces pen- lo podía ser estético, y para ello las técnicas te- El tercer núcleo de las ideas postuladas por
sado en las consecuencias posibles de ello en nían una función instrumental. el grupo Austral consiste en la ampliación al
el sistema de la arquitectura. Las ideas a las que adherían buscaban unir conjunto del país del horizonte de la Arqui-
Por eso la novedad del segundo núcleo teó- dos aspectos aparentemente opuestos: por un tectura Moderna.
rico fuerte que introducía Austral consistió pre- lado la máxima densidad de población y con Relacionada con el punto anterior, esta idea
cisamente en su propuesta de articulación en- esto los más intensos niveles de vida en co- se sustentaba en la concepción de que era po-
tre Arquitectura Moderna y urbanística, por munidad, y por otro la integración con la na- sible arribar a un orden o armonía general del
la cual aquella era concebida como una mani- turaleza postulada hasta entonces solo desde territorio, cuya consecuencia serían la armo-
festación particular de ideas generales sobre la posiciones antiurbanas (garden cities, Siedlun- nía urbana y la armonía arquitectónica. En es-
ciudad. Los jóvenes del grupo eran corbusiera- gen). La resolución de tal contradicción radi- te marco la superpoblación de Buenos Aires
nos no solo -o no tanto- porque concebían a sus caba en una liberación del terreno –y con ello era atribuida a un desequilibrio nacional que
proyectos y obras como pequeños gérmenes o la implantación de edificios en medio de zo- podía corregirse con planes de organización
fragmentos anticipados de una ciudad futura, nas verdes–, acción solo posible mediante el y estímulo al desarrollo regional que evitaran
sino porque, a la manera de los viejos maestros empleo de las técnicas más modernas que per- la profundización del éxodo rural.
académicos, pensaban que era posible y desea- mitían construir edificios de gran altura (las La formación de este postulado tuvo múl-
ble imaginar a la ciudad como un proyecto de placas que los miembros de Austral llamaban tiples orígenes. En primer lugar, puede seña-
escala monumental. De este modo, al tiempo “manzana vertical”). larse el viraje de las ideas urbanísticas de Le
que proclamaban la necesidad de racionali- Con esta operación, la relación entre ma- Corbusier que a través de “Los tres estableci-
dad y Plan, negaban el campo específico de co- sas y vacíos se invertía, transformándose estos mientos humanos” mostraron la necesidad de
nocimientos que hasta entonces había ido de- últimos en los dominantes. Así, todos los ele- pensar la urbe a una escala menor que la pro-
finiendo a la ciencia urbana. Y con ello no solo mentos plenos o determinados –edificios, mo- pugnada hasta el momento y de buscar rela-
a toda la tradición internacional de estos estu- numentos o vías de circulación– quedaban suel- ciones armónicas entre ciudad y región. En se-
dios, sino especialmente a los esfuerzos que en tos sobre el terreno estableciendo entre sí un gundo lugar, y desde otro punto de vista, el
la Argentina venían realizando figuras como nuevo tipo de configuración espacial. marcado pesimismo sobre el destino euro-
Carrasco (v.) o Della Paolera (v.). Liberadas de la masa edificada continua que peo y el auge de la “esperanza americana”, que
Pero si como pensaban, el problema prin- conforma a la ciudad tradicional, estas piezas caracterizaron en gran medida el clima inte-
cipal de las metrópolis contemporáneas con- eran manipuladas con inspiración surrealista, lectual de la Argentina de los treinta, hicie-
sistía en la pérdida de una armonía alguna vez a la manera de verdaderos objects trouvés, y se- ron que la mirada sobre el interior se cargara
existente entre seres, cosas y naturaleza, la so- gún una lógica aleatoria, como puede obser- de una nueva significación.
lución no podía concebirse por segmentos, fue- varse en el plano para Buenos Aires elaborado Junto con estos factores, el “descubrimiento
ran estos físicos o referidos a las áreas del sa- por Kurchan, Ferrari y Le Corbusier. del interior” debió vincularse también con otras

u A LA IZQUIERDA, PLANTA

GENERAL DEL GRUPO DE


CASAS EN MARTÍNEZ, PROV.
DE BUENOS AIRES,
PROYECTADA Y CONSTRUIDA
ENTRE 1941 Y 1944 POR LOS
ARQUITECTOS VIVANCO,
PELUFFO Y BONET.

uA LA DERECHA, PLANTA,

CORTE Y VISTA DE UNA DE


LAS UNIDADES.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 95


razones más concretas, como la extraordinaria constituir una expresión sintética, está cons- vador y constituye un manifiesto en sí mismo.
expansión de la red caminera que tuvo lugar truida mediante la técnica del montaje. Así, a Girando gracias a un mecanismo eléctrico, los
en esos años, en paralelo con la expansión del la provocadora declaración progresista de la fa- parasoles permiten una total apertura del ate-
parque automotor. chada responde en sentido opuesto el trata- lier al medio circundante: de este modo la luz
En el momento de su constitución, Austral miento rústico de los revoques de la terraza. y el cielo penetran sin barreras en su interior.
no era el único grupo de arquitectos que pro- El empleo de distintas componentes de ace- Pero con mayor elocuencia el tratamiento ele-
curaba interpretar la nueva integración que es- ro (perfiles, chapa doblada, chapa agujerea- gido proclama sobre todo que es el artista que
tas variables suponen. Tanto Antonio Vilar (v.) da, tejido de alambre) y vidrio (glasbeton cir- lo habita quien de esta forma pasa a formar
como Wladimiro Acosta(v.) o Prebisch (v.) –en- cular y cuadrado, vidrio transparente y parte del fluir agitado de la ciudad.
tre otros– transitaban también los nuevos pos- traslucido, plano y curvo) obedecía a la inten- b) Virrey del Pino 2446. La obra que con
tulados regionalistas que recorrían América ción de “materializar” la obra con recursos pro- mayor claridad muestra los matices que ca-
Latina. Sin embargo, el regionalismo de Aus- venientes directamente de la industria y en lo racterizan a Ferrari y Kurchan es el inmueble
tral no es homologable a la reclusión en la que posible de montaje en seco. En oposición, las de Virrey del Pino 2446, que ambos constru-
se refugia Acosta, o a la regresión estilística por bóvedas del nivel superior –un producto de- yeron entre 1941 y 1944 en una operación fi-
la que optan Vilar o Prebisch. Porque mientras claradamente artesanal– configuraban un lla- nanciada por la familia del primero.
estos últimos ponían en duda su compromiso mado a la “sabiduría popular” en un claro con- Es cierto que la plástica y la organización
con la modernización, los jóvenes de Austral traste de sentidos típicamente surrealista. de los departamentos repiten los tópicos que
formularon su crítica a partir de una afirma- En el nivel de acceso y comercios el con- Ferrari y Kurchan venían de admirar en la obra
ción sin concesiones. traste se manifestaba en el modo con que los de Le Corbusier. Pero esta observación no es
Parte integrante de una concepción global vidrios de curvaturas variables “contestaban” suficiente. En primer lugar porque como ocu-
del desarrollo técnico y territorial, el poblado o la modulada grilla ortogonal presuntamente rría con Bonet, también la obra de Le Corbu-
la casa campesina eran para ellos formas de ex- estándar de los pisos superiores. Debe notar- sier era un compositum de impulsos opuestos
presión del tipo, de la repetición, de la reduc- se también que los ondulantes escaparates eran de la cual en el mismo momento abrevaban en
ción de la construcción a sus elementos esen- una representación artística, formal, y no una direcciones muy distintas Oscar Niemeyer, Ma-
ciales y estándar: las mismas premisas de la expresión literal del clásico programa corbu- rio Pani y Enrique Gebhard, para recordar so-
producción industrial y el progreso técnico que sierano de los “pilotis”(v.). lo a algunos de sus admiradores latinoameri-
son a su juicio las palancas mas efectivas para Por otra parte, el uso del vidrio implica una canos. Interesa aquí destacar que el Le
una transformación global de la arquitectura y extraordinaria ruptura. Hasta los ateliers, la Ar- Corbusier de Ferrari y Kurchan es el del blo-
la sociedad. Pero además, reivindicar la casa quitectura Moderna argentina había manteni- que vertical del Pabellón Suizo en la ciudad
campesina era también una forma de criticar do los frentes opacos como resabio del siste- universitaria, el del Inmeuble Clarté en Zurich,
a sus predecesores modernistas. Lejos de una ma clásico. En este caso el vidrio permitió a los el de la casa de la Rue Molitor, el del Pabe-
recuperación iconográfica, la de ellos intenta- arquitectos de los ateliers realizar el postulado llón de Les Temps Nouveau; vale decir, el Cor-
ba ser una inmersión profunda en ese pasa- de disolución de la diferencia entre interior y busier “técnico”, y no el “plástico”, o el “pri-
do arcaico que imaginaban como depositario exterior, creando un espacio continuo. Por pri- mitivo” de la casa Errázuriz en Chile.
de las energías creativas que el positivismo téc- mera vez en el país el frente de un edificio se Pero sobre este fermento, Ferrari y Kurchan
nico había adormecido y paralizado. presentó –al menos en teoría– como un mero incorporaron elementos con otras resonancias.
diafragma técnico sin autonomía compositiva Colocaron el edificio en el final de un terreno
OBRAS. Aunque en rigor no es exacto referirse ni conceptual. apretándolo gracias a un permiso especial con-
a las obras “de Austral”, puesto que el grupo Es evidente que los ateliers constituían un tra la línea de fondo del terreno, y esto les per-
no produjo conjuntamente ninguna construc- comentario del edificio de la Rue Molitor de Le mitió incorporar un magnífico eucaliptus den-
ción, es aceptable que buena parte de las ide- Corbusier, de cuyo proceso Bonet había par- tro del volumen, generando una inédita fusión.
as que lo convocaron se encuentran expresa- ticipado. Pero si bien las semejanzas entre mu- De este modo la arquitectura ceñía y era a la vez
das en un pequeño grupo de piezas que sus chos de los componentes de ambas obras son ceñida por la naturaleza con unas resonancias
miembros idearon solos o constituyendo dis- ostensibles, no lo son menos las diferencias. “organicistas” que si pueden remitirse al árbol
tintos equipos. Estos son: los ateliers de Sui- En primer lugar entre la marcada verticali- incluido en el Pabellón de L’Esprit Nouveau
pacha y Paraguay, del estudio Bonet, López dad de una y la horizontalidad de la otra, de- eran infrecuentes en el maestro francés.
Chas, Vera Barros; el edificio de Virrey del talle de no poca importancia porque mientras En rigor, la presencia del árbol constituye
Pino 2446 y el de O’Higgins 2319 de Kurchan que en la primera el modelado plástico-rústi- el centro del juego estético propuesto por los
y Ferrari; el sillón BKF de Bonet, Kurchan y co del ático constituye un tema menor, igno- arquitectos. Y este tiene dos aspectos princi-
Ferrari; y las casas en Martínez de Bonet, Pe- rado por el espectador debido a su altura, en la pales, claramente inscriptos en los procedi-
luffo y Vivanco. otra las mismas formas adquieren una pre- mientos surrealistas: por un lado se aprisio-
a) Suipacha y Paraguay. En los ateliers de sencia sorprendente, lo que lleva el contraste na un elemento natural dentro de una creación
Suipacha y Paraguay se enunciaron casi todos a una expresión aguda. En segundo lugar el te- artificial a la manera de los ready mades; por
los postulados que anidaban en Austral. Pero ma del balcón saliente del edificio parisino se otro, se incorpora en la inamovilidad de la pie-
lo sorprendente de la obra no es su unidad in- transforma en un hueco en su réplica porteña. za de arquitectura un elemento en permanen-
tegral sino sus contrastes, la inestable coexis- El tratamiento de ese hueco, una suerte de te movimiento mediante el cual el tiempo pe-
tencia de opuestos que la caracteriza. Lejos de enorme loggia, es extraordinariamente inno- netra en la composición.

96 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


aus aus
Claro que la operación promovida por los c) El edificio de O’Higgins 2319. Es este edi- te y en planta la obra es sensible a las cuali-
arquitectos Ferrari y Kurchan no era comer- ficio el principal antecedente de Virrey del Pi- dades y condiciones del lugar, reaccionando a
cialmente ingenua: perder el resto del terreno no. Construido por Ferrari y Kurchan en 1941, la presencia de la vegetación y a la no ortogo-
no figuraba en los planes iniciales, que pre- constituyó un pequeño ensayo de algunos te- nalidad del perímetro.
veían construir un ala de departamentos per- mas que en esta última obra se desarrollaron e) El sillón BKF. El BKF constituye un do-
pendicular a la calle, en coincidencia con la ac- con plenitud, como la separación del núcleo ble fenómeno, estético y productivo, y es en es-
tual tira de servicios. Mediante esta distribución vertical, la extrema compacidad de los servicios, te sentido una cabal expresión de las compo-
de los cuerpos en lugar de segmentar el pre- y el minucioso estudio de la fachada, definida nentes de Austral. Diseñado por Bonet,
dio en dos patios los unificaban consiguiendo como un verdadero volumen estrecho capaz de Kurchan y Ferrari se trata de un fenómeno es-
un magnífico jardín. albergar distintos usos y recursos técnicos. tético relevante. Es sabido que la forma gene-
El modelo más cercano no fue, sin embar- d) Las casas en Martínez. Así como el edi- ral dada por las cuatro cruces entrelazadas de
go, un edificio corbusierano sino el edificio ficio de la Rue Molitor había inspirado los ate- la estructura tuvo como modelo a una verda-
High Point Number II, construido en 1938 por liers de Suipacha y Paraguay, otra obra de Le dera pieza “objetiva”, el sillón Tripolina –un
el Grupo Tecton en High Gate, Londres, en el Corbusier de esos años, la pequeña casa en La diseño de origen inglés empleado por las tro-
que la obra con sus servicios centralizados, ca- Celle Saint Cloud (1935), sirvió de base para pas italianas y exhibido en el Museo de Bellas
rritos de cocina, camas rebatibles, era una ver- las casas que Bonet, Peluffo y Vivanco pro- Artes en 1939– que era de madera y plegable.
dadera máquina que tomaba a su vez como yectaron y construyeron entre 1941 y 1944 en Pero en una síntesis genial, Bonet, Kurchan
modelo a la edilicia media norteamericana de Martínez. Con sus variaciones dimensionales y Ferrari produjeron varios saltos sobre su mo-
la época. Con Virrey del Pino comienza el len- y de escala, las casas de Martínez constitu- delo: el más importante es haber pasado de una
to viraje de la cultura arquitectónica argentina yen un declarado intento de experimentación estructura transformable a una estructura es-
desde su centenaria tradición europea hacia el de contrastes tipológicos (entre el cubo alto tática, lo que constituye una “estetización” de
nuevo clima de ideas que, una vez termina- central y los “vagones” laterales) y morfológi- ese modelo. El pasar de la madera al hierro tie-
da, la guerra tendrá a los Estados Unidos co- cos (entre las bóvedas), en el que se descarta ne varias consecuencias: la primera que los án-
mo referente principal. una estructura modular rígida. Espacialmen- gulos deben resolverse en curvas dando conti-

u EDIFICIO DE DEPARTA-

MENTOS EN VIRREY DEL


PINO 2446. LA OBRA
QUE CON MAYOR CLARIDAD
EXPRESA LOS MATICES DE
FERRARI HARDOY Y
KURCHAN.

u PLANTA DE DEPARTA-

MENTOS. Y FACHADA QUE


ENJAULA A UN EUCALÍPTUS,
EL CENTRO DEL JUEGO
ESTÉTICO PROPUESTO POR
AMBOS ARQUITECTOS DEL
GRUPO AUSTRAL.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 97


nuidad y “organicidad” a la forma; la segun- también tonos diversos: en un extremo Fe- cuencia directa de la función o de los materia-
da es que de este modo todo el sillón se trans- rrari y Kurchan parecen haber tenido siempre les. Austral demostró que la forma moderna
forma en una suerte de pequeño monumento una vocación metropolitana que no se com- era consecuencia de una toma de posición fren-
a las posibilidades de la tracción, la fuerza mo- ponía en su opuesto con el interés de Vivan- te a la cultura, las tradiciones y la utopías de
derna por excelencia; la tercera es que la barra co y Caminos en los temas rurales. Todos cri- una sociedad. No importa que esa forma se tra-
de hierro –y no el caño hueco– es un sencillí- ticaban la repetición profesionalista de fórmulas dujera en los “ranchitos” de Vivanco, en la ma-
simo material de construcción universalmen- a que se había ido reduciendo el Modernis- jestuosa jaula del eucalipto de Virrey del Pino,
te utilizado, accesible y fácilmente trabajable. mo local, y el Academicismo vacío de los vie- o en las curvas surrealistas del BKF; en todos
Como en Suipacha y Paraguay, con su empleo jos tradicionalistas, y deseaban reconstruir una los casos estaba determinada por elecciones
de hierro y cuero, el sillón se presentaba ade- dimensión cultural, crítica y en cierto modo que trascendían la solución pragmática y obli-
más compuesto mediante elementos de mun- utópica de la disciplina arquitectónica. Com- gaban a una toma de posición global. Como en
dos opuestos: la industria y la artesanía. partían la sensación de encontrarse ante una el caso de la ciudad, Austral comprobó que el
Pero lo que lo colocó en el centro de los de- profunda escisión entre arte y vida, arquitec- Modernismo podía encarar con unidad de cri-
bates y el interés internacional fue su cualidad tura y sociedad; pero mientras unos daban prio- terios las determinaciones pragmáticas y las
de objeto sin frente, ni espalda, ni lados, una ridad a la técnica como medio para acercar am- exploraciones plásticas, y de esta manera que-
totalidad de materia y forma que se desarro- bos polos, otros pensaban que había que bró el proceso de recuperación reaccionaria
llaba en el espacio, la gran cualidad auspicia- someter y fusionar el arte –y la arquitectura– que a fines de la década del treinta había ido
da por la crítica modernista. a esa vida, a esa sociedad. Así, Vivanco, Cami- conduciendo a los primeros modernistas –co-
nos y Le Pera abandonaron la Capital y se unie- mo Prebisch y Vilar, y tras de ellos a buena par-
CONCLUSIONES. Para ponderar el rol ocupado ron a Sacriste para buscar sus verdades en los te de la disciplina– a una nostálgica composi-
por Austral en la Historia de la Arquitectura pobres pueblos de los valles del NO, mien- ción de Funcionalismo y regresiones folkloristas
Argentina del siglo XX es necesario separar el tras que Jorge Ferrari instaló al BKF en el Mu- y clasicistas. J. F. L
juicio sobre las intenciones declaradas de la seo de Arte Moderno de Nueva York y acordó
apreciación del efecto de sus acciones. su producción masiva con Knoll Internacional, Bibliografía: Nuestra Arquitectura. Junio, septiembre
Es evidente que analizado en relación a sus llegando a vender 3.000.000 de unidades en y diciembre de 1939; E. Katzenstein y A. Bonet. s/l:
propósitos, el grupo que se activó entre 1938 y todo el planeta; y Catalano y Caminos se radi- Ed Nueva Visión, 1986; F. Álvarez, Antonio Bonet
1941 fracasó ampliamente. Y no podía ser de caron definitivamente en los Estados Unidos. y el Río de la Plata. Barcelona: Galería de Arqui-
otro modo si se tiene en cuenta que por la edad Estos contrastes se expresaron con mayor tectura, 1987; J. Liernur. “Arquitectura moderna;
de los participantes (un promedio de 24 años) plenitud en las distintas posiciones recogidas el caso del grupo Austral (1938-1942)”. En: Revista
y por la delirante ambición y desmesura de sus en otro emprendimiento de breve duración, de Arquitectura*. N.°172, 1994; J. Liernur. Arqui-
metas, Austral fue casi una estudiantina. Sin los tres números de la revista Tecné (v.) dirigi- tectura en la Argentina del siglo XX. La construc-
embargo, los jóvenes de Austral constituyeron da por Simón Ungar (v.) y Conrado Sondere- ción de la modernidad. Bs. As.: Fondo Nacional de
el primer grupo “radicalizado” en la historia guer (v.), publicados entre 1942 y 1944. las Artes, 2001.
de la arquitectura argentina, la primera mani- De todos modos, pese a su inmadurez y a
festación de una voluntad de repudio y rup- su efímera existencia, Austral tuvo un ex-
tura con las estructuras existentes, algo que traordinario efecto en la historia de la arqui- AUTOMOVIL CLUB ARGENTINO (ACA).
ninguno de los modernistas locales se había tectura argentina porque reinstaló a la disci- (v. Vilar Antonio)
propuesto. Y esa radicalidad, ese precario van- plina como hecho cultural y no meramente
guardismo, no puede dejar de asociarse con el profesional. Y esto ocurrió por dos razones
agotamiento del modelo conservador instala- principales. En primer lugar porque logró de- AVENIDA. f. Elemento constitutivo de la trama
do en 1930, y con las distintas vías que con- mostrar que era posible articular en forma con- urbana, que ha sido reinterpretado a la luz de
dujeron a la reorganización revolucionaria de creta los principios que orientaban a la arqui- las diversas concepciones urbanísticas en ca-
las nuevas fuerzas sociales que, crecidas a la tectura y a la ciudad moderna. Aunque no da escenario histórico. El Diccionario de la
zaga de la industrialización sustitutiva, esta- acreditaban una profesionalización como ta- lengua, de la Real Academia (ed. 2001), de-
llarían en 1943. les, Ferrari, Kurchan, Bonet, Vivanco, se legi- fine avenida como a) camino que conduce a
No porque todos compartieran un color po- timaron como “urbanistas” abriendo un espa- un pueblo o paraje determinado; b) vía (= ‘ca-
lítico. Por el contrario, combinaban el nacio- cio teórico inesperado entre las corrientes lle’) ancha con árboles a los lados.
nalismo popular que acercaría a Vivanco y Ca- tradicionales que ya operaban en el país. La primera de estas acepciones evoca el con-
minos a la intervención en Tucumán después Y si en un polo las acciones del grupo re- cepto de avenida como vía circulatoria; la se-
del golpe, con el reformismo radical de Coi- engancharon a la Arquitectura Moderna con gunda, identifica la avenida con el bulevar
re, el izquierdismo de Kurchan y Le Pera, las la ciudad, como lo demuestran los planes pa- o, con carácter amplio, la ubica en el contexto
simpatías republicanas en la versión burgue- ra Buenos Aires y Mendoza, en el otro recu- de la red vial.
sa y catalana que unía a Bonet con el poeta Ra- peraron, como dijimos, esa dimensión pura- Si bien avenida y bulevar son términos sinó-
fael Alberti y el psicólogo Garma, y el “Mo- mente estética de la disciplina a la que el nimos para la bibliografía, sus orígenes son
dernismo reaccionario” que compartían Ferrari modernismo argentino había renunciado. En diferentes. El boulevard, derivado de la pa-
y el forjista Guillermo Borda. Y sus expectati- adelante, la forma ya no volvería a ser sim- labra alemana bollwerk, que significa baluar-
vas específicamente arquitectónicas adquirían plemente un producto ingenieril, una conse- te, alude a los paseos arbolados que se im-

98 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


aus ave
plantaban sobre la traza de las antiguas mu- –para permitir el desplazamiento organizado sión metafórica de jerarquías propias del or-
rallas de las ciudades medievales europeas, de vehículos y efectivos del ejército– y otor- den cortesano y del dinamismo de una primera
a partir del siglo XVI, la idea de boulevard co- garles dimensiones adecuadas en función de modernidad. “El movimiento en línea recta a
mo espacio de recreación y esparcimiento se los vientos dominantes. Sin embargo, Alberti lo largo de una avenida era no solo una eco-
modifica sustancialmente en el transcurso del sugería optar por formas sinuosas para ase- nomía sino también un placer especial: intro-
siglo XIX. gurar la defensa tanto en las ciudades colonia- dujo en la ciudad el estímulo y el júbilo del mo-
les como en el trazado de las vías secundarias. vimiento veloz” (Mumford).
Los conceptos modernos de avenida y de A diferencia de las calles secundarias, las El sentimiento del cual derivaba la organi-
bulevar se constituyen durante el ochocientos calles anchas se conciben como eje de comu- zación urbana barroca centraba su atención en
en el contexto de las operaciones de transfor- nicaciones interno y externo. Dentro de las mu- las relaciones entre los palacios residenciales
mación urbana a gran escala. Las realizaciones rallas (la idea de delimitación urbana ya esta- y la articulación del espacio de las plazas de las
hausmanianas serán modelos de referencia pa- ba planteada en Vitruvio, Libro VI, cap. I), las grandes ciudades (Giedion).
ra los proyectos en ciudades capitales, así co- viae militares deben conectar las puertas a pla- En París, a partir del tramo St. Denis-La
mo las avenidas paseos, avenidas subterráne- zas y eventualmente a edificios significativos. Bastille, comienzan a sustituirse las antiguas
as, autopistas, etc., son las soluciones Externamente, deben comunicar la ciudad con murallas por paseos que manifiestan gradual-
desarrolladas en el siglo XX para resolver pro- la provincia o con otras ciudades. En las inter- mente las nuevas formas urbanas de sociabi-
blemas metropolitanos. venciones del 1500, la avenida será un elemento lidad. El bulevar evoluciona a partir de la ca-
1. La calle ancha aparece, con leves varia- articulador entre la calle y el monumento ter- lle barroca. El concepto barroco era aquel de
ciones, en los tratados de Alberti (Libro IV, cap. minal. Permite trazar ejes de simetría en las las largas vías flanqueadas por hileras de ár-
V), Palladio (Libro III, cap. I,II y XVI), en los composiciones y conexiones orgánicas entre boles, pero sin casas. En el ochocientos este
trazados ideales de Filarete, Di Giorgio Mar- partes de la ciudad. concepto fue continuado y modificado, y rea-
tini, etc. Es pensada como elemento geomé- 2. La avenida como tal, según Mumford, parece en la forma de calles interminables, con
trico, espacio de circulación y de tránsito mili- es una creación barroca, que facilitaba el movi- casas uniformes a ambos lados.
tar. Su emergencia se relaciona con la velocidad miento de tránsito y transporte, al mismo tiem- Avenidas y bulevares se incluyen tanto en
de los vehículos de ruedas que se perfeccionan po que servía como expresión significativa del las remodelaciones de ciudades existentes co-
en el siglo XVI y con las necesidades de los ejér- mundo. Estas ideas son esbozadas embriona- mo en los trazados ex novo. El Plan Patté (1765),
citos a partir de los esquemas de arquitectos riamente en las vías triunfales con que Sixto V o la articulación vial de la Plaza de la Concor-
e ingenieros militares. reorganiza los espacios procesionales en Roma. de, en la capital francesa, apenas insinúan las
Se recomendaba diseñarlas rectas y anchas A menudo se la interpreta en tanto expre- innumerables intervenciones de prestigio que

u APERTURA DE LA AVENIDA GENERAL PAZ, PROYECTO DE LA DIRECCIÓN NACIONAL DE VIALIDAD DE 1938 E INSPIRADA EN EL PARWAY AMERICANO.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 99


intentan abrir el tejido de las ciudades. tudio para numerosas disciplinas.
Las ciudades reales de Versailles (1668), 4. El diseño de calles y avenidas, ya exa-
San Petersburgo (1712), señoriales como el co- minados por la ingeniería militar, la estética
to de caza de Karlsruhe (1715), Manheim (1758), paisajística y arquitectónica, los criterios de sa-
serán organizadas a partir de trazados de ave- lubridad de los higienistas, etc., ocuparán un
nidas radiales. También están presentes co- lugar preeminente en los Tratados de Urba-
mo organizadoras del espacio en el Plan de nismo. En la inflexión del siglo, Eugène He-
Lisboa (1758) –con avenidas de 20 m de an- nard intenta constituir sistemas racionales pa-
cho–, Washington (1790), con avenidas de 50 ra la viaria y el tránsito, proponiendo las
m de ancho, etc. encrucijadas redondas (carrefours de giration),
A fines del s. XVIII a las preocupaciones las avenidas a redans, las avenidas subterráne-
por la circulación y la estética –en que se in- as, etc., que serán retomadas posteriormente
cluyen aportes de la jardinería– se suman los por los técnicos y los arquitectos del Movi-
criterios higienistas que impulsaban, entre miento Moderno.
otras medidas, el ensanche de la viaria urba- La avenida paseo es en sus orígenes un par-
na. El Plan de los Artistas, juntamente con las que atenuado por una carretera que lo atraviesa
propuestas de equipamiento posteriores a la sin cruces directos, que permite el uso de los
Revolución, estipulaba cinco categorías (di- espacios verdes sin ser obstaculizado por la cir-
mensiones) de calles urbanas. A principios del culación. Utilizada por el Park Mouvement de
siglo XIX, las avenidas son también utilizadas Olmstead en Estados Unidos, se articula a los
como elementos organizativos de la extensio- sistemas de parques franceses diseñados por
nes en cuadrícula de las ciudades (Nueva York, el ingeniero Alphand en París, y constituyen
Chicago, Portsaid, etc.). un elemento de diseño urbanístico que se di-
3. Las avenidas y los bulevares de mediados funde en las primeras décadas del siglo. Im-
del siglo XIX son conceptualmente distintos pulsadas por J. Ch. Forestier (v.), intentan sus-
de la avenida barroca como solución para el es- tituir los conjuntos monumentales urbanos
pacio público y manifiestan las nuevas bases por una red jerárquica de espacios verdes que
económicas, sociales y estéticas. organizan la ciudad (v. Parques).
Su realización requiere de operaciones fi- u TRAZADO DE LA AVENIDA DE MAYO, EN BUENOS AIRES. El parkway prefigura la separación de vías
nancieras y administrativas modernas. La ex- entre peatones, tránsito lento y rápido de autos
propiación, la gestión especializada, la partici- y comerciales previstas. El “caos en movi- que resuelven las autopistas en el siglo XX.
pación de capitales privados y empréstitos miento” se constituye en uno de los referentes
públicos a gran escala, son las condiciones de de las nuevas situaciones. AVENIDAS EN BUENOS AIRES.
producción que caracterizan los sistemas via- Según Mumford, la avenida barroca como En Buenos Aires, que puede ser tomada co-
rios de Haussmann. espacio público marca la diferencia entre gru- mo modelo de lo que sucede en la mayoría de
El tema de la circulación de personas y mer- pos sociales que con anterioridad coexistían en las ciudades argentinas, el tema de las aveni-
caderías así como la extensión urbana modifi- la calle medieval. Contrariamente, en la in- das es un elemento clave en los procesos de
can su escala. Las avenidas y bulevares inten- terpretación de Marshall Berman, el boulevard modernización de fin de siglo XIX. Se juegan
tan resolver la circulación del tránsito urbano y la avenida del s. XIX muestran las contra- por detrás de su realización numerosos facto-
e interurbano introduciendo vías rápidas en el dicciones y yuxtaposiciones sociales propias de res. Por un lado, el cambio de la imagen ur-
centro de las ciudades. En ocasiones entran en la Modernidad. bana: la negación de la cuadrícula tradicio-
contradicción con las actividades recreativas Morfológicamente, los sistemas hausma- nal, los modelos de las ciudades capitales, la
nianos que abren espacios y eliminan barrios búsqueda de espacios con perspectiva para los
congestionados, se superponen abruptamen- monumentales edificios, etc. Por el otro, la re-
te a la ciudad existente configurando manza- funcionalización del centro urbano, la nece-
nas triangulares, tipos edilicios, resoluciones sidad de facilitar la circulación aumentando el
formales, etc., que se constituyen en mode- valor del suelo (las avenidas permiten una ma-
los urbanísticos. yor altura edilicia), etc.
Con el desarrollo de las infraestructuras y Para examinar las avenidas, se pueden di-
el transporte publico, va cambiando el estatus ferenciar en Buenos Aires tres tipos de ope-
de la calle, que utilizan simultáneamente la ad- raciones: a) Los ensanches de calles existentes
ministración comunal, las empresas de in- o los trazados de avenidas sobre antiguos ca-
fraestructura, los vecinos, etc. Un espacio pú- minos rurales. b) Los planes urbanísticos ge-
blico pero también técnico, que requiere la nerales o parciales, que en las primeras ver-
ampliación de las restricciones a la propiedad siones intentan reestructurar la trama viaria
(v. Reglamentos). Las avenidas y bulevares en el global. c) Las operaciones monumentales que
u DIAGONAL NORTE, EN LA CAPITAL FEDERAL. contexto de las redes viarias serán objeto de es- producen la ruptura de la cuadrícula.

100 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ave ave
a) Ensanches. Las operaciones de delinea- Este esquema prefigurará el Plan de Au-
ción y ensanche requirieron de una legislación topistas (1978), que con anterioridad se había
de restricciones a la propiedad privada por uti- propuesto en el contexto del Plan OPR (1958)
lidad pública (expropiaciones). De todos mo- y Buenos Aires 2000 (1968).
dos, aperturas, alineamientos, ensanches de c) Las rupturas de la cuadrícula. En 1898 se
viaria comunes entre fines del s. XIX y me- inaugura la Avenida de Mayo, proyectada por
diados del XX, se resolvían entre los departa- Juan A. Buschiazzo durante la intendencia de
mentos técnicos y el Concejo Deliberante, tra- Torcuato de Alvear. Es una arteria de 30 m abier-
zándose sobre la impronta de antiguas vías de ta como eje monumental entre la Plaza de Ma-
circulación o loteos especulativos. yo y la del Congreso, que implica la formación
b) Propuestas y planes. De las reformas em- de manzanas rectangulares. (v. Buschiazzo J. A.).
prendidas por Rivadavia en 1820, con la in- Las expropiaciones se realizaron con inmensos
tención de regularizar la ciudad y ordenar los beneficios para los propietarios; sin embargo,
suburbios, surge el primer proyecto de aveni- se presentaron innumerables juicios, que cues-
das porteñas que prefigura posteriores reali- u CRUCE DE AUTOPISTAS EN LINIERS, PROV. BS. AS. tionaron la legitimidad de las restricciones a la
zaciones. La propuesta consistía en una ave- propiedad. La apertura de las diagonales inicia
nida de circunvalación (Av. Callao) de donde avenidas para Buenos Aires (v. Morales, Carlos), una segunda etapa en las intervenciones de
partían avenidas perpendiculares cada 4 cua- ambos elaborados por las autoridades muni- apertura de la cuadrícula fundacional.
dras (que siguen aproximadamente el trazado cipales, donde están presentes las preocupa- En la propuesta adoptada para la Av. 9 de
de las actuales avenidas Corrientes, Córdoba, ciones por abrazar la expansión urbana. Julio, se intenta lograr una vía maestra para el
Independencia, San Juan, etc.). El sistema no Desde entonces, y alentados por los gran- tránsito regional, eliminando los remanentes
contemplaba el ensanche en el sector céntrico. des proyectos del Centenario, se suceden pro- de apertura, que se permitieron en la Av. de
En 1828, Santiago Bevans (v.), tributario de yectos caracterizados por el predominio de ave- Mayo, logrando una avenida de 100 m de an-
las doctrinas de los ingenieros de puentes y ca- nidas (Pérez 1905, Chanourdie 1906, Jaeschke cho. Las controversias que conlleva la apertu-
minos, realiza un plano de ciudad con aveni- 1906, Desplats, 1906) (v. Jaeschke). En esta pri- ra, además de aquellas referentes al proyecto y
das ortogonales y diagonales, articuladas por mera década se suscita la intensa controversia al enorme gasto público, están centradas en
plazas de distinta jerarquía (v. Diagonales). entre avenidas y diagonales en el Municipio y la falta de transparencia de las contrataciones
Cuarenta años después, Marcelino Lagos, el Congreso Nacional. directas. Las obras se detienen en 1940 y se re-
miembro de la primera municipalidad, con- Este debate que desemboca en la promul- toman en la década del sesenta, articulándose
fecciona también un proyecto de ordenamiento gación de las leyes N.°8854 y N.°8855 (1912), con posterioridad al plan de autopistas.
global de la ciudad, en que una avenida peri- por las cuales se aprueba la construcción de las La Avenida General Paz, proyecto de la Di-
férica se combina con una red de avenidas dia- diagonales y la Av. 9 de Julio. rección Nacional de Vialidad de 1938, se ins-
gonales y ortogonales. En 1875, parte de estas Gran parte de estas propuestas se plasma pira en el parkway americano y en su diseño
ideas son retomadas en una propuesta parcial en el Plan Bouvard (v.) de 1910. El criterio “mo- participan el ingeniero Palazzo, el arquitecto
de Felipe Senillosa (v.). numentalista” de Bouvard, de impronta haus- Vautier (v.), Carlos Thays (h). Los antecedentes
Un año después del comienzo de los tra- maniana, se cuestionará desde el Pintores- de la avenida de circunvalación pueden ubi-
bajos de apertura de la Av. de Mayo, en 1887, quismo de Sitte por De la Serna y Jaeschke carse en los proyectos del siglo XIX y en los
se conoce el proyecto del intendente Crespo y (1912, 1917), siendo reformulado en las ave- planes antes mencionados.
en 1895 es presentado un plan completo de nidas paseo que plantea Forestier para el Plan Entre 1950 y 1980 se desarrolla una serie
de la Comisión de Estética Edilicia de 1925. Es- de autopistas regionales que intentan esta-
tos “verdaderos paseos sombreados, salpica- blecer vinculaciones con el país, pero sobre to-
dos de jardines” eran criterios de Forestier. A do con el Gran Buenos Aires, sector de gran
ella se suma la red de avenidas nuevas y en- crecimiento en ese período. (Panamericana,
sanches proyectados por la Comisión. Acceso Norte, etc.). En su realización, se pri-
Durante la década del treinta, además de vilegian las comunicaciones del sector Norte
los proyectos alternativos de la Av. Norte Sur en detrimento de las orientaciones Sur y Oes-
(v. Della Paolera), se proponen trazados en cone- te, situación que tendrá consecuencias en las
xión con futuros centros cívicos para la Av. Vér- modalidades que adquiere el desarrollo su-
tiz (hoy Libertador), redes de avenidas subte- burbano de la Capital.
rráneas (Palazzo, 1933), la avenida de La Red de autopistas urbanas se diseña en
circunvalación, entre otros. el gabinete de ingenieros del Ministerio de De-
El plan de Kurchan y Ferrari-Hardoy (1938), fensa, con el apoyo técnico de asesores ex-
tributario de los principios de Le Corbusier, or- tranjeros, durante la intendencia del brigadier
ganiza su red de supermanzanas a partir de Cacciatore. Su objetivo fue optimizar las co-
dos ejes de circulación rápida (autopistas) so- municaciones intraurbanas y los accesos ha-
bre las trazas de las avenidas 9 de Julio y Ri- cia la Capital desde el área metropolitana. Las
u AUTOPISTA 25 DE MAYO, BUENOS AIRES. vadavia (v. Le Corbusier). críticas a este Plan se centraron en el proyecto

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 101


y en las modalidades adoptadas en su mate-
rialización. Por un lado, se cuestionó el per-
juicio material y social ocasionado al tejido ur-
bano consolidado. Por el otro, se juzgaron las
expropiaciones onerosas, la gestión privatiza-
da con altos costos para la Municipalidad, la
falta de transparencia en la gestión realizada
por los gobiernos militares, etc.
La modalidad de construcción de las auto-
pistas, por concesiones a empresas privadas,
anticipa el fenómeno de privatización de obras,
mantenimiento y gestión de las infraestructu-
ras urbanas que será característico de la últi-
ma década de este siglo. A. N. / R. E. P.

Bibliografía: P. Lavedan, Histoire de l’urbanisme. En


s/l, Ed. Picard, 1952; L. Mumford. La ciudad en la his-
toria. Bs. As.: Ed. Infinito, 1979 (1a ed.,1961); B. Rou-
leau Le tracé des rues de Paris. Formation, Typolo-
gie, Fonctions. Paris: Ed. du CNRS, 1975; L., Benévolo,
Historia de la Ciudad. Barcelona: Gilli, 1977; Ph.
Panerai y otros. De l’îlot à la barre. Paris: Ed. Du-
nod, 1977; J. L. Harouel. Histoire de l’urbanisme. s/l:
PUF, 1981; O. Suárez. Planes y códigos para Buenos
Aires. Bs. As.: Ed. Previas, 1987; M. Berman. Todo
lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de
la modernidad. Bs. As.: Ed. Siglo XXI, 1988; A. No-
vick. y R. Piccioni. Della Paolera o la amnesia del
urbanismo argentino. 1990; A. Novick. “Técnicos lo-
cales y extranjeros en la génesis del urbanismo ar-
gentino”. En: Área. Revista de Investigaciones, Bs.
As.: FAU / UBA, EPDL-Laussane, 1992.

AYERZA, HÉCTOR. Buenos Aires, 1893 - Íd,


1949. Arquitecto. Exponente del último pe-
ríodo de la cultura académica local. A partir
de la década del veinte realizó algunos de los
ejemplos más significativos de esta modali-
dad estilística.

Graduado en 1916 en Buenos Aires, per-


feccionó sus estudios en Francia y a su regre-
so al país se le encargó la construcción de im-
portantes edificios de la capital y de la provincia
de Buenos Aires, entre los cuales se destaca el
Concejo Deliberante porteño (1927-1931). Tam-
bién proyectó para comitentes privados una se-
rie de residencias en las calles Callao, Alvear,
Santa Fe 1070, Charcas 829/43. En su últi-
mo período de trabajo produjo algunas obras
de carácter moderno, como el pabellón Atucha
de la Casa de Expósitos en Montes de Oca 98
(1938), y se interesó por los problemas de la vi-
vienda masiva. Como resultado de sus inves-
tigaciones al respecto, publicó una serie de es-
u EDIFICIO DEL CONCEJO DELIBERANTE DE BUENOS AIRES, PROYECTADO POR H. AYERZA ENTRE LOS AÑOS 1927 Y 1931. tudios teóricos sobre viviendas económicas y

102 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ave ayr
tituto de Turín y en la École des Ponts et Chaus-
seés, de París. De retorno en la Argentina se
desempeñó como técnico del Ferrocarril Oes-
te y Director de Ferrocarriles de la Nación.
Fue autor de un importante número de
obras entre las que se destacan: el Convento e
Iglesia del Buen Pastor, la Iglesia de la Visita-
ción, la Iglesia del Sagrado Corazón, el Colegio
de los Padres Bayonenses, la Iglesia y Conven-
to de las Salesas, la Cripta e Iglesia de San Mi-
guel, la reedificación de la Iglesia de San Juan
Bautista y del Convento de las Clarisas, el No-
viciado del Sagrado Corazón en Castelar. Tam-
bién, de la residencia de la familia Pereyra en
Florida 888, Capital Federal y de la quinta de
los Ayerza en Morón, Prov. de Buenos Aires.

Bibliografía: F. Ortiz, R. Gutiérrez, A. Levaggi y A.


de Paula. La arquitectura del liberalismo en la
Argentina. Bs. As.: Sudamericana, 1968.

AYROLDI, CAYETANO Y SANTIAGO. (Ayroldi,


u PLANTA DEL CONCEJO DELIBERANTE PORTEÑO, CONSTRUÍDO EN ESTILO LUIS XIV. Cayetano: Como (Italia), s/d – s/d; Ayroldi,
Santiago: Lugano (Suiza), 1762 - s/d). Ar-
sistemas constructivos prefabricados. constante que se reitera en ejemplos menores. quitectos. Actuaron en Mendoza a fines del
Su obra más importante es sin duda algu- En ese sentido, la atenta definición de las su- siglo XVIII y principios del XIX.
na el edificio del Concejo Deliberante. Cons- perficies externas de la casa de Charcas 829/43
truido en un estilo Luis XIV, rígidamente aca- resulta un ejemplo emblemático. Esta preo- En un comentario aparecido en el perió-
démico, constituye un claro ejemplo de los cupación por una detallada resolución formal dico El Telégrafo Mercantil, el 31 de enero de
recursos y las disponibilidades del último pe- supera el compromiso estilístico y se proyecta 1802, se afirma que la ciudad de Mendoza te-
ríodo de la enseñanza Beaux Arts. La planta, en una obra racionalista como el pabellón de nía buena edificación por ejercer en ella cua-
que debe estructurar un programa complejo, la Casa de Niños Expósitos, cuya fachada de tro profesionales, entre los cuales se cuentan
es el resultado de una cuidada resolución de fuerte axialidad y rígida distribución compo- los Ayroldi “bajo cuya dirección se han cons-
las diversas direcciones de la trama urbana que sitiva de las aberturas denota todavía la conti- truido y se continúan formando de nuevo, otros
delimita el terreno. nuidad de una cuidada forma de proyectar que edificios y templos al estilo moderno, de la más
La serie de vestíbulos y circulaciones, in- es propia de la tradición académica. V. O. bella arquitectura, con preciosas portadas, cor-
cluyendo la Sala del Concejo, se configura co- nisas y antepechos”. Se trata de arquitectura
mo un conjunto de rótulas que permiten ab- de inspiración neoclásica, cuyo testimonio se
sorber los giros que impone la dirección AYERZA, RÓMULO. s/d, 1855 - s/d, 1948. In- perdió totalmente luego del terremoto que des-
diagonal del lote, sin comprometer la geome- geniero. Realizó una importante cantidad de truyó la ciudad en 1861.
tría regular de los espacios principales. La cui- edificios religiosos en Buenos Aires.
dada ornamentación de la fachada, que adop- Bibliografía: G. Furlong. Arquitectos argentinos
ta un orden gigante frente al significativo Formado en Europa, estudió en la Escue- durante la dominación hispánica. Bs. As.:
entorno que rodea la Plaza de Mayo, es una la de Puentes y Caminos de Madrid, en el Ins- Huarpes, 1946.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 103


Colegio Mayor Argentino, en Madrid, de Baliero y Córdova.
b
b

BAHÍA BLANCA. Ciudad ubicada en la bahía del je al sur de la Provincia de Buenos Aires con cuya ubicación es la correspondiente al actual
mismo nombre, sobre el litoral Atlántico, en la el fin de crear una fortaleza. Este militar de puerto Ingeniero White. Aunque su nomina-
Provincia de Buenos Aires. Abarca un territo- carrera es acompañado por el ingeniero Nar- ción sufre variados cambios —ligados a las
rio de 2.300 km2, configurado por terrazas ciso Parchappe (v.), quien decide acerca de la distintas estrategias político-territoriales—,
continuas que delimitan con el sistema de Sie- mejor ubicación del establecimiento. Funda como Fuerte Argentino en 1834, según la cam-
rra de la Ventana y el surco de los arroyos Sau- la elección la existencia de una “hermosa co- paña de Rosas; luego Guardia Argentina y Nue-
ce Chico, Saladillo de García, Napostá, y Ba- lina”, donde debía construirse el fuerte, como va Buenos Aires; todos ellos fueron, sin em-
jo Hondo o Napostá Chico. Es ciudad portuaria, de la proximidad de un “buen puerto”. Sin em- bargo, olvidados por la importancia del
y de sus siete puertos, se destacan Ingenie- bargo, solo después de tres expediciones frus- accidente geográfico: Bahía Blanca.
ro White y Galván, exportadores de granos y tradas se funda en 1828 la fortaleza con el nom- El fuerte es lo que caracteriza desde un prin-
de petróleo, respectivamente. Constituye el bre de Fortaleza Protectora Argentina; el cipio y durante varias décadas la existencia del
centro comercial del norte de la Patagonia, pueblo, con el nombre de Nueva Buenos Ai- poblado, y a sus cronistas militares se deben
pues concentra actividades cerealeras, pes- res, y por último una serie de defensas del los primeros registros históricos. Así, entre
queras e industriales. Asimismo, cuenta con puerto con el nombre de Puerto Esperanza, otros, el capitán Fitz Roy en Narración de los
nudo ferroviario, aeropuerto, universidad y ar- viajes de levantamiento de los buques de S. M. Ad-
zobispado. Fundada a principios del siglo XIX, venture y Beagle, entre los años 1826 y 1836, al
adquirió cierta importancia durante el gobier- describir el Fuerte, describe también el asen-
no de Rosas. La ciudad fue estructurándose a tamiento: “[...] es un polígono de 282 yardas
partir de proyectos y estudios urbanos en de diámetro de unos 24 lados, rodeado por un
1880, 1909, 1950 y el Plan de Desarrollo Ur- angosto foso en algunos puntos los muros tie-
bano de 1970. nen unos 20 pies de alto; pero en otras par-
tes había apenas una zanja que podía saltarse
La ciudad fue fundada en la tercera década a pie. Dentro y fuera del fuerte se veían chozas
del siglo XIX como acción estratégica del go- para los pobladores que solo sumaban 400 al-
bierno de la Provincia de Buenos Aires, en ese mas. Es también el único puerto entre los 25°al
momento a cargo de Martín Rodríguez, para sur y el Cabo de Hornos capaz de abrigar con
extender y afianzar las fronteras territoriales, seguridad a cualquier número de grandes bu-
en un período caracterizado por diversos con- ques”. En efecto, la elección del sitio resultaba
flictos: en el orden interno, por la inseguridad estratégica por la delimitación de dos arroyos,
frente a los indígenas, y en el externo, la gue- el Napostá y el Maldonado; y hacia el Este la
rra con el Brasil, cuya amenaza se extendía tam- bahía garantizaba un puerto de aguas profun-
bién a las costas marítimas. das. La jurisdicción territorial resultaba aún
Designado por Bernardino Rivadavia, mi- imprecisa. En cuanto al fuerte, según los pla-
nistro de gobierno, el coronel Ramón Estom- nos que se encuentran en el AGN (Archivo Ge-
ba, de larga trayectoria militar, realiza un via- u PLANO DE LA FORTALEZA PROTECTORA ARGENTINA. neral de la Nación), en su diseño formaba una

106 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bah bah
estrella de ocho puntas, que configuraba un re-
cinto cerrado de unas cincuenta mil varas cua-
dradas en el total de su perímetro, con un úni-
co portón levadizo sobre el foso; fue construido
parcialmente por el ingeniero Parchappe has-
ta que se ausenta definitivamente a Buenos Ai-
res, y quedó sin concluir.
En el período de la gobernación de Juan M.
de Rosas, cuando comanda la campaña contra
los indígenas en el Río Colorado, se ordena
la construcción de fortines intermedios entre
la capital y este poblado; al mismo tiempo se
ejecutan dos fosos, uno en paralelo al arroyo
Napostá, que luego se convirtió en canal de rie-
go —actualmente, la traza de la calle 12 de oc-
tubre—, como parte de las defensas exteriores
de Bahía Blanca. A tal efecto, se realiza en 1834
el primer plano catastral de la ciudad; lo hace
el agrimensor Antonio Manuel de Molina,
quien se hace cargo de la Comisión de Solares.
Según este relevamiento topográfico, el fuer-
te aparece rodeado por nueve manzanas y una
gran plaza al frente, la Plaza Argentina, orien-
tada al NO, lo que marcó luego la tendencia
del desarrollo de la ciudad. Si bien el trazado
es octogonal, hay cierta irregularidad en las di-
mensiones de las manzanas y, por lo tanto, di-
versidad entre las cuadras; también se resalta u PLANTA DE LA CIUDAD DE BAHÍA BLANCA A MEDIADOS DEL SIGLO XX, CON SUS INCREÍBLES BARRIOS PERIFÉRICOS.

la variante del acceso a la plaza a través de sus


medianas. Para entonces, las construcciones ma —a 40 km de la ciudad— no prosperó, en mantienen los 250 m de longitud. La mayor
se realizaban de forma bastante precaria, en parte por la epidemia del cólera, sus integran- densidad edilicia se ubica hacia el NO, coin-
adobe (v.) o chorizo (v.). tes se incorporaron a la sociedad bahiense y en- cidiendo con las vías de mayor actividad co-
En 1835, por decreto del mismo gobernador cauzaron otras actividades económicas. Por en- mercial y correspondiéndose con la dirección
y bajo la dirección del mismo ingeniero, se cons- tonces se comienza a desarrollar el comercio, del camino de acceso hacia Buenos Aires y
truye el primer templo, Nuestra Señora de la la industria —con un molino harinero, asien- su continuación hacia el Colorado y Carmen
Merced, reconstruido en 1840 por haber sido tos de tahona y fabricación de ladrillos— como de Patagones. El crecimiento urbano se con-
destruido por un huracán. También en este pe- también el periodismo, con una primera pu- solida en forma concéntrica a la plaza, que
ríodo tiene la ciudad la primera autoridad civil, blicación bimensual: La Legión Agrícola tam- toma cada vez mayor carácter de espacio pú-
el juez de paz, que reemplazó al jefe militar. bién las quintas para el cultivo e industrializa- blico, especialmente impulsado por el informe
Durante la década del cincuenta, el pobla- ción de la vid comienzan a multiplicarse. En de Pellegrini en 1859.
do fue un punto aislado del resto del país, con 1857, la ciudad cuenta con Gobierno Municipal Efectivamente, el ingeniero Carlos E. Pe-
el cual se comunicaba en forma marítima, da- autónomo. En estos años se construye un nue- llegrini (v.) realiza un relevamiento del estado
do que en el territorio los ataques de malones vo cementerio, extramuros, especialmente ne- de la ciudad y una propuesta para su desarro-
eran habituales; el único poblado cercano era cesario a causa de la epidemia del cólera. llo, tanto en función del crecimiento demo-
el de Tandil, hacia el norte. En 1855, tenía un Hacia 1859, Bahía Blanca se constituye en gráfico como de la importancia geopolítica que
sistema de alumbrado precario: treinta faroles un paso obligado desde la Patagonia y hasta iba adquiriendo. Así, en la memoria que re-
con velas de sebo iluminaban las calles princi- hoy es punto principal de la comunicación ha- sume los trabajos personales del presidente de
pales. En 1853 se pidió la autorización para abrir cia el sur argentino. Por esta época se fija el eji- la Comisión Exploradora del Sud, ejecutada en
la primera escuela pública, que se ubicó frente do de la Fortaleza y se subdivide una extensión los primeros meses de 1859, plantea la cons-
a la plaza: duró escasos años. del mismo en parcelas urbanas. Así se crean trucción de edificios representativos como el
Siendo Bartolomé Mitre Ministro de Gue- nuevas manzanas hacia el norte de la ciudad, hospital, el municipio, escuelas, tribunal, la
rra y Marina, el gobierno de Buenos Aires es- con dos alteraciones en la regularidad de la tra- iglesia, ubicados todos frente a la plaza públi-
tudia el proyecto de fundación de colonias agrí- ma: las manzanas que se prolongan hacia el ca; también propone un canal derivador del
colas militares. Así, en 1855, llega a Bahía Blanca lado menor de la plaza toman una forma rec- arroyo Napostá y la edificación de cuarteles pro-
la Legión Agrícola Militar Italiana, conforma- tangular, cuyo lado mayor supera los 150 m; pios —que más tarde se construyen—, dado
da por alrededor de 350 soldados y oficiales; mientras que las que se forman como prolon- que debe demolerse el fuerte fundacional. Se
aunque la instalación de la colonia Nueva Ro- gación del lado del fuerte no se subdividen y proyectaba de ese modo una ciudad florecien-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 107


te con mármoles y jaspes, pero que en ese mo- ción en la zona sur del Salado y va delimitán- A esta transformación se suma la instalación
mento se veía aún envuelta en arenas y sali- dose con mayor claridad el área del partido. En del telégrafo y el teléfono (1885); la gran inmi-
trales. En cuanto a las viviendas —aparecen en 1868 se asientan establecimientos industria- gración, incluyendo la interna proveniente
el plano de relevamiento las casas de las fa- les y se mejoran las comunicaciones de la ciu- de las provincias de Córdoba y Santiago del Es-
milias más importantes—, se construyen so- dad, tanto terrestres como marítimas; al mis- tero, y la valorización de la tierra rural, que co-
bre la línea municipal y formando las esqui- mo tiempo, incentivando la producción agrícola mienza a pasar a manos privadas —una legua
nas; cuentan en general con extensos terrenos de la zona, se asignan nuevas estancias, según cuadrada valía 200 pesos en 1865; 800 pesos
interiores, con corrales y quintas, para usos de consta en un informe presentado en la Expo- en 1878; y hasta 10.000 pesos en 1885. El cen-
servicio; esto hizo que las manzanas bahien- sición Nacional de Córdoba de 1869. El censo so provincial de 1880 declara 2.213 habitantes
ses tuvieran grandes pulmones, como en los nacional del mismo año declara 1.472 habi- argentinos y 988 extranjeros; un crecimiento
casos del hospital y del fuerte. tantes, de los cuales 285 son extranjeros. poblacional que se verá afectado por la epide-
No obstante el importante relevamiento y La ciudad deberá esperar a la década del mia de cólera en 1886.
estudio de crecimiento de la ciudad, en estos ochenta, cuando se convierte en un punto es- En un reciente inventario del patrimonio
años solo se construye el primer edificio para tratégico, resultante de la Conquista del De- arquitectónico de la ciudad puede apreciarse
escuela mixta (1861), que tanto por las carac- sierto, para su definición territorial y la cons- la descripción de los edificios más importan-
terísticas academicistas de su arquitectura, co- trucción de los edificios institucionales que tes que caracterizan la gran construcción de la
mo por los materiales empleados, contrasta le darán carácter urbano. Como consecuencia, década: el Banco Provincia (1882), proyectado
notablemente con las edificaciones del resto es fomentado el desarrollo de poblaciones ale- por el arquitecto Andrés Cremona, construido
del poblado. Asimismo, la nueva iglesia se ubi- dañas en el sur del país, lo que genera la for- en 1884-1886 y luego reformado entre los años
ca en forma perpendicular a la calle, forman- mación de nuevos partidos y la pérdida para 1909 y 1922, como parte de las grandes obras
do un pequeño atrio, con un frontispicio que esta ciudad de parte de su jurisdicción. Tal es que se realizaron por el centenario de la ciu-
apoya en un muro ornamentado con seis pi- el caso del partido de Villarino (1886), que tras- dad. En 1882 se realiza un proyecto para la Bi-
lastras semicirculares. Una fotografía de An- lada el límite occidental del partido de Bahía blioteca Bernardino Rivadavia, si bien hasta
tonio Pronsato, tomada en 1869, denota el Blanca al arroyo Sauce Chico. También hay 1930 funcionó en un edificio preexistente. El
agregado de dos torres cuadradas realizadas nuevas subdivisiones en el ejido para la for- Hospital Municipal, proyectado por el inge-
por Felipe Caronti, en 1860. La Comisión Mu- mación de nuevas manzanas, quintas y cha- niero Mario Luiggi, se construye en 1888, aun-
nicipal, encabezada por Mariano Méndez, en cras. La política general del gobierno impulsa que su fachada principal recién se completó
1863-1864 presenta varios proyectos para un la radicación de frigoríficos y el equipamiento en los inicios de 1906; en concordancia con
nuevo cementerio, que se decide ubicar en de los puertos importantes del país (Buenos las posturas higienistas de la época (v. Hospital),
el actual predio de la plaza Pellegrini, que pa- Aires, Rosario y Bahía Blanca); en función de fue ubicado en las afueras del centro cívico, en
ra entonces implicaba extenderse más de seis estos se construyó una red ferroviaria: en 1884 la zona de las rutas de acceso a la ciudad. El ce-
cuadras fuera de la ciudad. llega el primer ramal a Bahía Blanca, lo que menterio de 1885, proyectado por Lavezzo, com-
En 1865 se realizan obras de reestructura- transforma sustancialmente la economía local. parte la idea rectora con los otros cementerios
de la época (v. Cementerio), ya que se lo ubicó en
las afueras de la ciudad. El pórtico se agrega
en 1943 y la capilla y los pabellones en 1969.
En 1889 Caronti proyecta en la existente es-
cuela número 2 de varones dos cuerpos late-
rales para alumnas, resolviendo el edificio ini-
cial mixto de 1861. En 1888 se realiza el
adoquinado del centro de la ciudad, como tam-
bién la apertura de calles hasta el arroyo y la
circunvalación sur; asimismo, se numeran los
edificios y se ensanchan calles que rodean la
plaza, hecho que jerarquiza los edificios insti-
tucionales que configuran su entorno.
Este es también el período en que Bahía
Blanca se consolida como ciudad portuaria. En
1880 funcionan en su jurisdicción tres puer-
tos: Cuatreros, Galván y el más importante,
Puerto Bahía Blanca o Ingeniero White. El pri-
mero, se ubica en las cercanías de la desem-
bocadura del Arroyo Sauce Chico, pertenece a
la Compañía Sansinena. Está equipado con un
muelle de madera de 152 metros. El puerto Gal-
ván, ubicado a 8 km de la ciudad, pertenece al
u SILOS DE LADRILLOS EN EL PUERTO DE INGENIERO WHITE, SOBRE LA RÍA BAHIENSE. Ferrocarril Pacífico; el muelle es construido en

108 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bah bah
1885. En él se desarrolla fundamentalmente la residen en la zona portuaria. Además se orga-
exportación de cereales, aunque también es niza la Unión Obrera (1894), se inicia la edi-
puerto de combustible. En cuanto al Puerto Ba- ción del diario La Nueva Provincia (1898), que
hía Blanca, ubicado a 7,5 km al sur de la ciu- representa actualmente la prensa en la ciudad.
dad, en 1884 se construye la citada estación del Desde el punto de vista edilicio, se construye
Ferrocarril del Sud y en 1885 el primer muelle la nueva catedral (1895) y el Mercado de Fru-
de madera con 300 m en curva, 22 m de an- tos “Victoria” (1897); la empresa “Ferrocarril
cho y cinco vías con ocho guías hidráulicas pa- Bahía Blanca Noroeste” construye edificios de
ra alojar tres vapores de ultramar y hasta tres acopio de 35.000 m2, servidos por veinte des-
embarcaciones menores en forma simultánea. víos del tren, que abarcan un total de 8 ha. Se
Entre 1899-1900 se realizan los planos y per- suman 11 escuelas primarias y 2 estableci-
misos para las nuevas obras del puerto que in- mientos de enseñanza religiosa privada, el sa-
cluyen su ensanche y profundización, como lesiano y Nuestra Señora de la Piedad. El equi-
también la construcción de edificios adminis- pamiento ferroviario crece, pues se construyen
trativos y almacenes para el depósito de cere- los ramales a Tres Arroyos, el de Puerto Gal-
ales de la región. A partir de la importancia que ván a Neuquén, y las prolongaciones al Río Co-
este puerto de aguas profundas va adquirien- lorado y Santa Rosa. La población es mayori-
do, la colonia que se construye para su perso- tariamente urbana y encuentra fuentes de
nal se va transformando en un nuevo poblado. trabajo en estas construcciones ferroviarias y
En 1899 toma el nombre de Puerto Ingeniero portuarias, y en el comercio, que aumenta a
White, por decreto del Poder Ejecutivo. Habrá u FACHADA DEL EDIFICIO DEL DIARIO LA NUEVA PROVINCIA. 330 locales en toda la ciudad. Sin embargo, to-
entre 1906 y 1908 otra ampliación, por la que do este desarrollo en infraestructura se debe a
se agregan 72 silos con capacidad de 130 to- Roma, al tiempo en que se desarrolla un pro- un crecimiento regional y no local.
neladas cada uno. yecto para la provisión de aguas corrientes. En Al puerto militar, o Puerto Belgrano, co-
Bahía Blanca es ya un centro comercial. En el área urbana, los trazados ferroviarios y el rresponde un estudio pormenorizado, dado que
1880 cuenta con 98 comercios. En 1884 se ins- arroyo Napostá delimitan el crecimiento edili- en la construcción de estas instalaciones con-
talan dos firmas de importación independien- cio; el comercio se desplaza de su antigua lo- vergen y se consolida el proyecto inicial del sur-
tes de Buenos Aires. También se establecen in- calización hacia las calles que llevan a la esta- gimiento de la ciudad: un centro militar y por-
dustrias locales, pero en pocos años no resistirán ción del tren. Las industrias y depósitos se tuario, en el sur del territorio argentino; para lo
la competencia de las grandes casas, posibili- implantan sobre las márgenes del Napostá o cual una vez más Bahía Blanca fue elegida en-
tada por las comunicaciones portuarias. En- en las proximidades de las vías férreas. Por otra tre los asentamientos a lo largo de toda la cos-
tre estos emprendimientos, pueden mencio- parte, la organización territorial del Partido se ta, desde el Río de la Plata hasta Santa Cruz. El
narse a la Salinera, la actividad de pesca y la modifica según la actividad ganadera que re- ingeniero Luiggi (v.) dirige los estudios de la zo-
fabricación de conservas, la producción de cal, quiere grandes extensiones, siendo sus parce- na para la elección del lugar y asume la res-
que cuenta con cuatro fábricas, destinadas a la las no menores a las 1.000 ha. La mitad del ponsabilidad de las obras, según instrucciones
construcción, las graserías y saladeros, los Mo- Partido —definido con los límites actuales— militares, que son ejecutadas por la empresa
linos Harineros, aún en actividad, y hacia 1890 se divide en propiedades de 5.000 ha; y las pro- Dirks, Dates y Van Hattem. El puerto se ubi-
fábricas de licores, queso, fideos, una cur- piedades intermedias se ubican sobre los cur- ca en el interior del estuario, a unos 30 km de
tiembre; herrerías y carpinterías, y hornos de sos de agua próximos al ramal ferroviario. En- distancia de la ciudad de Bahía Blanca. Com-
ladrillos, estos últimos relacionados con el au- tre 1885 y 1891, se construye una red de prende un canal de 3 km con un muelle de 2.816
ge de la construcción. En el ámbito rural, el 99 caminos, dirigida por el ingeniero Jorge Clo- m, dos diques de carena, arsenal de la armada,
% de las tierras es destinado a la producción de quet, que vincula a la ciudad con los pueblos ferrocarril estratégico y obras de defensa. Esto
ganado lanar, actividad predominante en la re- aledaños más importantes: Cnel. Pringles, se complementa con obras e instalaciones co-
gión seca de la llanura pamepana y la Patago- Tornquist y Cnel. Dorrego. mo el telégrafo, faros, semáforos y las cons-
nia. En 1886 la ciudad obtiene su autonomía Como parte del desarrollo de la cultura ur- trucciones generales para alojar al personal
respecto del gobierno de Buenos Aires, y elige bana local, aparece en 1880 el diario El Porve- de la Base Militar. Este asentamiento irá con-
su primer intendente —Teófilo Bordeu—; se nir; que luego es reemplazado por El Porteño y formando la ciudad de Punta Alta, que se con-
crea el Registro Civil y la primera Aduana. Se El Argentino. Roberto J. Payró —quien se ra- vierte en cabecera del complejo militar en 1945.
forman las asociaciones de socorros mutuos, dica en Bahía Blanca desde 1887 a 1891— fun- Coincidente con la celebración del cente-
clubes, consulados y teatro. da La Tribuna (1889). nario del país (1910) y de la fundación de la ciu-
Como resultado de esta actividad, y la ex- Hacia fines del siglo XIX, Bahía Blanca se dad (1928), Bahía Blanca se beneficia en di-
tensión de los ramales del ferrocarril hacia Ju- consolida y se proyecta hacia lo que hoy es, tan- versos aspectos: desarrollo y construcción de
nín, Las Flores, 9 de Julio y Ramallo, surgen to en lo social como lo político. Como resul- puertos, diseño urbano, crecimiento edilicio,
otros pequeños asentamientos, como Villa tado de una ley sancionada en 1896, se auto- infraestructura urbana, y desarrollo industrial.
Grunbein. Asimismo, se construyen otras obras riza la habilitación de un puerto militar en la De 1910 data la primera Carta Geográfica del
de infraestructura como el puente sobre el arro- ría de Bahía Blanca, luego Puerto Belgrano, Instituto Militar, en escala 1:25.000, abarcan-
yo Napostá y los canales en la zona de Nueva con 9.000 habitantes, de los cuales solo 1.500 do la ciudad, el puerto, y los ramales ferrovia-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 109


rios. La estructura urbana se modifica: se dise- so al puerto; se radica una usina eléctrica pri- caracterizó el crecimiento del suburbio; mien-
ña el Primer Plan Regulador (1909), realiza- vada, construida entre 1929 y 1932 según el tras que en el centro histórico se ocupa hasta
do por el arquitecto Faure Dujarric (v.), que pro- proyecto del arquitecto J. Molinari. También se la línea municipal, delineando la fachada de
pone un trazado radio concéntrico de grandes inaugura el Puerto Arroyo Parejas, ubicado en la calle urbana.
avenidas, con dos anillos de circunvalación que la margen derecha del arroyo, que cuenta con En cuanto al crecimiento edilicio, la ciudad
conectan la ciudad con grandes espacios ver- un muelle de 300 m y equipamiento para el de- configura su carácter urbano a partir de los edi-
des. Este proyecto implica la ejecución de dos pósito y transporte de mercaderías, Aduana, ficios institucionales, generalmente de arqui-
grandes parques, al norte y sur de la ciudad; Prefectura y usina propia. A su vez se habilitan tectura ecléctica. Ejemplo de ello son el anti-
al mismo tiempo que contempla áreas de re- en forma independiente el Puerto Galván, que guo Hotel de Inmigrantes (v.) (1890); el edificio
creación en las cercanías a la costa. Como equi- pasa a ser definitivamente puerto de combus- de la Aduana (1903), proyectado por Alejandro
pamiento de los espacios públicos, se cons- tible, y el puerto del frigorífico Sansinena. Res- Christophersen (v.), ubicada en la esquina de
truye la fuente en plaza Rivadavia, las plazoletas pecto del Puerto Belgrano, se construye un ra- Colón y Estomba; el edificio del diario La Nue-
Garibaldi y Payró; y el Monumento a los Fun- mal estratégico militar (1910) hacia la ciudad va Provincia (1898), ubicado en la esquina de
dadores en el Parque de Mayo. Este parque, de de Rosario. En 1922 se construye el Puerto Na- Alsina y Soler, del ingeniero Adalberto Paga-
600.000 m2, se ubica sobre los arroyos Napostá cional con muelle de cabotaje. Así se forman no (v.). La actual sede del diario, cuyo anterior
y Maldonado, sobre la ruta de acceso, y el pro- los barrios de Villa Mitre y Villa Rosa, este úl- edificio pasó a ser propiedad de la Radio y TV,
yecto corresponde a Alfonso Flament; la ges- timo en torno de la radicación de la Compañía es proyecto de los arquitectos Eleonora Dorre-
tión es inicialmente privada, con la idea de cons- de Gas, cuyo emplazamiento abarca cuatro man- go y Carlos Valle.
truir un barrio parque con lagos, jardín y Más tarde se emprende la construcción de
bosques, que finalmente, por medio de una do- un nuevo edificio para la Biblioteca B. Riva-
nación, se convierte en Parque Municipal. davia, encargado por concurso al arquitecto Er-
La ciudad desarrolla su infraestructura. Se nesto Guiraud, quien proyecta un edificio con
realiza el adoquinado del centro, que en 1920 capacidad de albergar 125000 volúmenes y 400
se completa hasta las prolongaciones que lo personas. El Salón de Actos, que es inaugu-
unen a las estaciones del tren. Se instala la ofi- rado en 1930, constituye una importante sala
cina meteorológica, red de alumbrado eléctri- de actividades culturales de la ciudad. Se su-
co público y domiciliario (1910), relleno de ma a las once escuelas existentes el edificio ac-
terrenos bajos, el matadero municipal, bom- tual de la Escuela mixta N.°2; construido en
beros, las instalaciones de obras sanitarias, que 1928 y proyectado por arquitecto Julio Gaz-
comprende la provisión de agua corriente zari. Se fundan y construyen el Colegio Na-
(1927), desagües cloacales y redes de gas. Se cional, la Escuela de Comercio, la Escuela Nor-
realiza la Av. Centenario, con traza paralela mal y la Escuela de Mecánica Agrícola. Un
al arroyo Napostá, y un puente carretero sobre primer proyecto para la Cárcel Departamental
la playa de maniobras del ferrocarril. Se inicia (1905) se localiza en el camino en dirección al
la circulación de las primeras líneas de trans- cementerio, donde finalmente se realiza el Par-
porte urbano, como el tranvía, inicialmente a u SUCURSAL DEL BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA. que Independencia. La cárcel es construida en
vapor (1904), y luego a nafta desde 1906. Se Villa Floresta, fuera de la ciudad de entonces.
realiza la pavimentación de la Av. Alem hasta zanas que comprenden fábrica, dependencias, En la misma región se construyen los cuarte-
el nuevo Parque Municipal. oficinas, y casas de habitación para empleados, les militares (1931) y el Hospital Policlínico.
Asimismo, se consolida el perfil industrial con dependencias, proyectados por el arqui- Edificio paradigmático de la ciudad es, qui-
con nuevos establecimientos: frigoríficos, fá- tecto Arturo Gibson. zás, el Palacio Municipal (1904-1909), resul-
bricas de fósforos, cigarrillos, zapatillas, lonas, De esta actividad resulta un alto crecimiento tado de un concurso de anteproyectos en el
lácteos, cerveza, harina, etc.; lo que implica la demográfico: la ciudad alcanza los 37.000 ha- que obtienen el primer premio los arquitec-
mejora y extensión de las instalaciones por- bitantes en 1906; 70.269 en 1914; 76000 en tos C. Corti y E. Coutaret (v.) de La Plata. La
tuarias. En 1904, el Puerto Ingeniero White se 1922 hasta llegar a 109.660 en 1937. El cre- construcción la realiza Nicolás Pagano, con-
ensancha hacia el oeste en forma de “T”, to- cimiento urbano se verifica principalmente structor representativo de la ciudad. El edifi-
mando una superficie de 23.000 m2, con un hacia el sur. Se desarrollan asentamientos co- cio se ubica frente a la plaza Rivadavia, reti-
frente de 980 m para el amarre de los buques; mo Cabildo (1903), de origen rural, sobre las rado de la línea municipal, con una torre
además se construye un muelle adicional de vías del ferrocarril; Villa Harding Green, que central y explanada de acceso, estructurados
madera, con un nivel de 9 m sobre la marca in- surge como núcleo urbano para empleados sobre un mismo eje jerárquico. El Banco Na-
ferior del nivel del mar, permitiendo la carga del ferrocarril; la colonia Napostá, sobre su es- ción (1917-1921) es resultado de un concurso
de mercadería en forma gravitatoria. Estas obras tación de tren; Ingeniero White, derivado del nacional ganado por Juan Ochoa (v.), quien ha-
son acompañadas por el tendido de dobles ví- crecimiento portuario; General Cerri, vincu- bía proyectado veinte sucursales del mismo
as férreas entre Saavedra e Ingeniero White — lado al frigorífico Sansinena; Villa Maldona- banco en el resto del país. La fachada fue lue-
aproximadamente 125 km— y el ensanche y do, sobre las playas del ferrocarril. En estos go modificada en 1983-1984.
profundización del canal de acceso. Hacia 1912, poblados, la construcción de las viviendas es Pueden mencionarse también el Edificio
un nuevo camino vincula la ciudad y el acce- retirada de la línea de edificación, hecho que Sanguinetti, de viviendas multifamiliares y ofi-

110 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bah bah
cinas; el Club Argentino, proyectado por el ar- —arquitecto Manuel Mayer Méndez (v.)—; am- de la ciudad, proyectado por el arquitecto Ma-
quitecto Alberto Coni Molina (v.), de corte aca- bos están caracterizados por la extensión del rio Cantarelli. Otra obra importante es el edi-
demicista francés, el Teatro Municipal (1913), chalet californiano. En cuanto a las obras pú- ficio La Comercialina, en Alsina y San Mar-
concebido como un edificio de perímetro libre, blicas, se canaliza el arroyo Maldonado (1947) tín —una esquina clave del centro comercial—,
jerarquizado por las plazas Dorrego y Payró a y se realizan obras de control sobre el Napos- proyectado por el arquitecto Raúl Costa Varsi.
ambos lados, cuyo proyecto fue realizado por tá (1949). La zona oeste de la ciudad siempre Este mismo arquitecto proyecta la Galería Pla-
el arquitecto Dunant (v.). En la década del vein- queda sin ocupación firme, con barrios aisla- za. También la ciudad cuenta en su patrimo-
te, se construye la Dirección Provincial de Ren- dos, chacras y bañados. nio cultural con una vivienda proyectada por
tas (1920), proyectada por Carlos Nordmann En los años cincuenta, los arquitectos Enri- Wladimiro Acosta (v.), la Casa Pillado, para la
(v.), ubicada en la esquina diagonal al Banco que Gebhard, Miguel Roca e Llala Fuliva Villa cual él mismo elige el terreno para vivienda y
Nación, frente a la plaza; el edificio de Corre- (v.), juntamente con el ingeniero Cascardi de los estudio jurídico, ubicado en la esquina de 19
os (1926), proyectado por el arquitecto Van ferrocarriles, presentan un nuevo Plan Direc- de Mayo y Av. Alem. El Complejo Universita-
Dorsen, de la Dirección General de Arquitec- tor para Bahía Blanca, que se funda en la re- rio (1954), lindante al Parque de Mayo, obe-
tura del MOP y construido por el arquitecto estructuración de la red ferroviaria, cuando es- dece a la creación del Instituto Tecnológico del
Luis de Ochagavía; los Tribunales (1927), cu- ta pasa a manos del Estado. Producto de una Sur, la Escuela de Agricultura y Ganadería, y
yo proyecto y dirección general corresponden racionalización del tendido de ramales se su- la Escuela Industrial de la Nación. Se cons-
al arquitecto Quincke, del MOP. El Banco Hi- primen las trazas paralelas al Napostá, y el ra- truyen en esta década los hospitales Regional
potecario Nacional (1919), ubicado en Av. Co- Ferroviario, Español y Militar.
lón y Vicente López, inaugurado en 1926, for- Con el apoyo del Programa de Asistencia
ma parte de la fachada continua que conforman Técnica de la OEA, se inician en 1959 los es-
el Banco Nación, los Tribunales, la Biblioteca tudios para realizar un proyecto urbano que pre-
Rivadavia, Correos y el Banco Español, sobre vea el desarrollo y crecimiento de la ciudad y de
la plaza principal de la ciudad. sus áreas de influencia. Un equipo interdisci-
En la década del treinta aparecen en esta plinario de Planeamiento formado ad hoc tra-
ciudad nuevos programas edilicios. Es el ca- baja en modo conjunto con la Municipalidad
so del Palacio del Cine (1931), de estilo Art Dé- de Bahía Blanca. Durante los años de trabajo
co, con una capacidad para 2800 espectado- que requirieron las distintas etapas del arma-
res; proyectada por el ingeniero Martín y do, la ciudad es declarada Polo de Crecimiento
construida por el estudio Marseillán & Cía, la Provincial (1968), reuniendo 15 partidos del en-
nueva Casa Gath & Chaves (1937-1938), ubi- torno bahiense y un sector del Comahue. El
cada en la esquina de O’Higgins y Brown, el plan finalizó en junio de 1970, y fue aprobado
primer edificio racionalista de planta baja y dos y puesto en vigencia un año más tarde.
niveles, proyectado por el estudio Sydney G. El equipo multidisciplinario, formado por
Follett (v.) y Eduardo W. Baker. arquitectos como Odilia Suárez (v.) y E. Sarrailh
Los años cuarenta corresponden a una fa- (v.), entre otros profesionales, trabaja en forma
se signada por el énfasis militar. El partido u PALACIO MUNICIPAL DE BAHÍA BLANCA. conjunta con un equipo local. Las pautas se tra-
de Bahía Blanca disminuye su jurisdicción te- zan en función del crecimiento de la población,
rritorial cuando se crea el partido de Coronel mal a Victoria; recuperándose entre 1.500 y con un fuerte sentido de programación basa-
de Marina Leonardo Rosales (1945); cuya ca- 2.000 ha destinadas a la vivienda e industria. do en el aún mayor desarrollo industrial que
becera es la ciudad de Punta Alta, donde que- Entre los lineamientos más importantes, se pro- cabría esperar a lo largo de los siguientes trein-
da incorporados la Base Naval y el Puerto Ge- ponen nuevas localizaciones para las zonas in- ta años; así el Plan se constituyó en una guía
neral Belgrano. Esta autonomía del centro dustrial y portuaria; una ciudad jardín (v.) al nor- de cómo deben encararse el crecimiento y de-
militar se corresponde con mayor equipa- te de la ciudad, zonas de parques al norte y al sarrollo urbanos, si se considera que la ciudad
miento, creándose la 6°Región Militar, el Des- noreste; construcción de las zonas costeras. El es un un área metropolitana que abarca desde
tacamento Local del Cuerpo de Guardia de Se- proyecto constituye uno de los principales an- Punta Alta a Médanos.
guridad de Caballería, la Intendencia Nacional tecedentes del plan de los años sesenta. Los estudios del área toman en cuenta las
de Guerra, la Escuela de Aviación Naval y la En esta misma década, la Arquitectura Mo- perspectivas de crecimiento económico, radios
Brigada de Paracaidistas. Finalmente, unos po- derna le imprime la impronta más caracterís- de influencia, equipamiento, modificaciones
cos años antes se produce la creación de la dió- tica, incorporando el programa de los edificios futuras en la explotación de la tierra; inclu-
cesis de Bahía Blanca. en altura. En esta práctica se cuenta el Edificio yen obras de renovación urbana, electrifica-
Asimismo, la configuración de dos barrios, Taberner, proyectado por el arquitecto Manuel ción, accesibilidad, zonificaciones y reestruc-
el Parque Palihue (1940) y el del Golf, rompen Mayer Méndez y construido por la empresa turación portuaria. Del análisis realizado por
la trama ortogonal de Bahía Blanca, con el di- Cabré, en 1955-1958, ubicado en la esquina de estos equipos se detectan diversas áreas ho-
seño de curvas y lomas. El primero se ubica al Brown y O’Higgins, el edificio para el ACA, si- mogéneas: el centro y norte de la ciudad, de-
NE de la ciudad, consolidando el espacio entre tuado en la esquina de las calles Chiclana y Fitz dicados al comercio, instituciones y viviendas
Av. Alem y el arroyo; mientras que el segundo Roy, proyectado por Antonio Vilar (v.) y el edi- en altura; el Palihue, correspondiente a la vi-
es la extensión del proyecto del Club de Golf ficio de oficinas Pullman en la zona céntrica vienda estándar medio-alta; el área compacta

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 111


se encuentra entre los primeros de importan-
cia y, entre los puertos argentinos, es el que
más inversiones ha recibido, perfilándose ac-
tualmente hacia la industria (su profundidad
permite recibir buques de 45 pies de calado).
En función de este proyecto, se espera el tra-
zado del Tren Transandino del Sur que junto
a los nuevos planes de viviendas, la construc-
ción de hipermercados —como el caso de Walt-
Mart (1997), proyectado por la firma Bechelli
y el ingeniero Safanor Alarcón— y la radica-
ción de empresas en el polo petroquímico, ge-
neraría una importante reactivación. La ciu-
dad, que podría conformarse como una zona
franca, cuenta con la infraestructura necesa-
ria: puerto, ferrocarriles, acceso a la Patagonia,
aeropuerto con posibilidades de ser interna-
cional, comunicaciones telefónicas, red vial, y
u ZONA DE ACTIVIDAD PORTUARIA SOBRE LA RÍA DE BAHÍA BLANCA. AL FONDO, EL EJIDO URBANO. redes de servicios básicos. V. A.

alrededor del centro, de usos mixtos; la Villa mismo, se realiza un nuevo trazado ferroviari; Bibliografía: . J. Pronsato. Estudio sobre los orígenes
Mitre, ubicada por detrás de las vías ferrovia- y se define la ubicación del futuro aeropuerto. y consolidación de Bahía Blanca. Bs. As.: Talleres
rias; la periferia central y el arroyo Maldonado En la arquitectura de los años setenta y gráficos Panzini, 1956; E. S. Migamonti. Antece-
en el sector NO; la zona del Policlínico, en ese ochenta se pueden destacar el Mercado de Ba- dentes históricos sobre la ciudad de Bahía Blanca.
entonces en expansión, y, por último, los pue- hía Blanca, realizado por el estudio Staff (v.); el Bahía Blanca: UNS, 1962; Municipalidad de Bahía
blos de ingeniero White y General Cerri. conjunto de viviendas municipales “El Sala- Blanca. Plan de desarrollo de Bahía Blanca. 1974,
La población se caracteriza entonces por un dero”, en Ingeniero White, construido con el Catálogo publicaciones Universidad Nacional del
alto nivel de vida, desarrollo lento, presupues- fin de erradicar villas de emergencia locales, Sur. s/l, Biblioteca Central, 1976; N. Parchappe. Ex-
to per cápita alto (3o en la provincia después de fue proyectado por el arquitecto Compagnuc- pedición fundadora del fuerte 25 de Mayo en Cruz
San Isidro y Olavarría). La ciudad es prestado- ci de acuerdo con un prototipo de tiras apare- de Guerra. Bs. As.: Eudeba, 1977; Bahía Blanca: 150
ra de servicios. El plan prevé una ampliación adas; en él se plantea la posibilidad de auto- años de historia. Bs. As.: ed. Chrismar, 1978; G. Vi-
del sector del nivel socioeconómico superior construcción; también en Ingeniero White, y ñuales y J. M. Zingoni. Patrimonio urbano y arqui-
hacia el norte y hacia el sur, recuperando zonas realizado por el mismo estudio profesional, el tectónico de Bahía Blanca. Bs. As.: Talleres gráfi-
ferroviarias y bordes del arroyo Napostá, vin- conjunto de 600 viviendas para el Consorcio cos La Imprenta SRL, 1978; Administración General
culándolo así con la barranca y el área depor- Intersindical de la Vivienda de Bahía Blanca, de Puertos. Guía del puerto de Bahía Blanca, 1990;
tiva. Para los sectores medio y bajo prevé la en el que se destina el 10% para áreas verdes. colección revista CACYA 1930-1942; colección re-
rehabilitación con fondos del Banco Interame- En el centro urbano de la ciudad se construye vista summa, 1971- 1989; summa temática. n° 4, 1985.
ricano de Desarrollo. la Torre Av. Alem y Alsina (1971-1974), em-
Como supuesto de la forma espacial que ad- plazada en una manzana atípica, con tres la-
quiriría la ciudad a partir del plan, se piensa en dos libres, proyectado por los arquitectos Ger- BALCÓN. m. Estructura saliente de la fachada de
una suerte de imagen de constelación confe- mani, Jáuregui y Rubio; en 1974 se edifica la un edificio, en correspondencia con los planos
derada de núcleos de desarrollo urbano mode- sucursal Bahía Blanca de la Caja Nacional de horizontales de este, que se realiza para cons-
rado, que se irían interconectando proyectiva- Ahorro y Seguro, proyectada por la división de tituir un espacio exterior o semiexterior, en ge-
mente en un período estimado entre los años arquitectura de la misma repartición; el pro- neral como prolongación de los locales inter-
1985 y 2015. Se apoyarían en el desarrollo del grama incluye las instalaciones de servicio de nos. La voz procede del italiano balcone.
eje NO-SE, que corresponde a las rutas 33 a la sucursal, y viviendas para el personal jerár-
Tornquist y Médanos, y la 223 a Punta Alta; es- quico. En las últimas dos décadas sobresale la En el período colonial se distinguen tres tipos
te énfasis corregiría los problemas originados obra del arquitecto Luis Caporossi. de balcón:
en el trazado del ferrocarril, las rutas naciona- La ciudad tiene actualmente unos 350.000 uComo galería delimitada por pilares y ar-

les y el curso de los arroyos. Se trata en suma habitantes y se ha empobrecido en los últimos querías.
de un esquema lineal sustentado en el desa- años del siglo XX, llegando a niveles de deso- u Como plataforma volada desde el plano

rrollo del sistema de transporte masivo de pa- cupación del orden del 20%, según el INDEC. de la fachada.
sajeros con un acceso tangencial a las áreas cen- Sin embargo, desde 1993 el puerto Ingeniero uComo variante del anterior, cubierto y deli-

trales. El plan también involucra obras de White tiene administración autónoma y se es- mitado en algunos casos por columnas de ma-
embalse con doble finalidad; para abasteci- pera una reactivación producida por el proyecto dera.
miento de agua a la actividad rural de las quin- del corredor Atlántico bioceánico para el Mer- Mientras los dos primeros se desarrollan en
tas y en función de la recreación masiva. Asi- cosur. A nivel latinoamericano, este puerto las distintas ciudades de la región rioplatense,

112 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bah bal
el tercero se difunde en Córdoba, Salta, Tucu- nos Aires es un caso de galería y al mismo tiem-
mán, sin alcanzar al Litoral ni a Buenos Aires. po de balcón volado, mientras que los balco-
En la más común de las situaciones, en la nes techados pueden rastrearse en obras tales
planta baja se reemplaza la baranda por una como el Fuerte de Cobos (1733), la casa de Arias
reja que cubre toda la abertura y permite que Rangel (1773) o la Finca de la Cruz, todas ellas
esta permanezca abierta y protegida. El uso se en la ciudad de Salta, con el techo soportado
extiende tanto en viviendas como en edificios por columnillas de madera. Un ejemplo de las
institucionales. Constructivamente las mayo- mismas características, pero con techo volado
res dificultades las encontramos en los balco- sobre balcón, es la Casa de Sobremonte en la
nes volados, que son soportados por tirantes ciudad de Córdoba (circa 1752-1772).
en voladizo, empotrados en el muro y refor- La serie de ordenanzas limitativas que a par-
zados a veces por puntales diagonales llama- tir de 1821 se implementan en Buenos Aires,
dos jabalcones. Estos se completan en general constituyen una notable ruptura respecto de la
con barandas de hierro forjado, austeramente amplia libertad compositiva de la edilicia co-
diseñadas. Su profundidad se incrementa con lonial. Dentro de un proceso de regularización
el espesor del vano (a mayor espesor se evita del espacio público, emprendido por la admi-
la necesidad de darles mayor vuelo). nistración y realizado, entre otras medidas, a
Dado que el trazado de la fachada domés- través del control de las fachadas de los edifi-
tica no obedece en esta época a pautas rigu- cios (Aliata, 1989) se modifica parcialmente el
rosas de ordenamiento, la posición de los bal- diseño de los balcones. Se tiende a fijar carac-
cones está determinada por particularidades terísticas dimensionales precisas con el objeti-
de la organización interna; de allí su valor co- vo de eliminar salientes o todo otro tipo de ele-
mo elemento que marca el carácter espontá- mento que invada de manera desmedida el
neo de la arquitectura privada colonial. espacio de la calle. Esta situación es contras-
Como ejemplo de las tres modalidades que tante con la permisividad que encontramos en
hemos anunciado previamente, pueden citar- períodos anteriores y que lentamente redefi-
se: Estancia de Jesús María, Córdoba (circa ne la imagen urbana de la ciudad (v. Poscolonial).
1725-1762), Cabildo de Salta (1780) y Casa del Desde 1850, la difusión de la corriente clá- u GALERIA DE LA CASA DEL OBISPO COLOMBRES, CON

Obispo Colombres en Tucumán (circa 1800), sica que se conoce como Neorrenacimiento (v.) ARCOS DE MEDIO PUNTO, EN TUCUMÁN.
para galerías en planta alta; el Cabildo de Bue- y, hacia fines del siglo, la de distintos lengua-
jes eclécticos y modernistas en la Argentina ha-
cen que los balcones adquieran gran variedad
de formalizaciones que poco a poco abandonan
la rigidez de los planteos del período anterior.
Dentro de esta renovación, la profundidad, la
longitud y el tipo de baranda juegan un desta-
cado rol estilístico. Tecnológicamente, si bien
se reemplazan los tirantes de madera por per-
files de hierro en su estructura, se mantiene el
empleo de bovedillas.

A modo de clasificación pueden citarse:


uBalcón galería limitado por columnas: ca-

sas de gobierno de Buenos Aires, de Aberg (v.)


y ampliación posterior de Tamburini (1883-91),
La Plata, de Dormal (v.) (1883), Santa Fe, de Fe-
rrari (1911), y Tucumán, de Selva (v.), el edifi-
cio La Inmobiliaria, de Luis Broggi (v.) (1902),
entre otros.
uBalcón corrido: edificios en las avenidas

Julio A. Roca y Roque Saénz Peña en Buenos


Aires, erigidos de acuerdo con las reglamen-
taciones municipales.
uBalcón de a) plantas no rectangulares, se-

micirculares: edificios en Av. Rivadavia 3667,


u BALCONES CON HERRERÍA DE INSPIRACIÓN ART NOUVEAU de Colombo; en Suipacha 940, de Milli (v.), en-
SOBRE LA AVENIDA DE MAYO, EN BUENOS AIRES. tre otros, ambos en Buenos Aires; b) poligo- u BALCÓN EN LA CALLE H. YRIGOYEN 2562, EN BS. AS.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 113


nales: Güemes 3165, de Altgelt; Viamonte 676, cendio. No obstante ello, el uso de balcones pa-
de Calvo, Jacobs y Giménez (v.), entre otros, rece estar hoy asimilado solo a programas ha-
ambos en Buenos Aires; c) onduladas o mix- bitacionales. E. G.
tilíneas: Pasaje Barolo, de Palanti (v.) (1921).
A partir de la difusión de la Arquitectura Mo-
derna se producen tres cambios importantes en BALCONADA. f. Conjunto de balcones, sobre to-
el desarrollo de este elemento: su empleo como do aquellos salientes y corridos (v. Balcón)
terraza jardín suspendida (v. Terraza jardín), la uti- que adornan las fachadas de edificios públi-
lización para su construcción de estructuras cos y residencias importantes, construidos du-
monolíticas de hormigón armado y la genera- rante el período colonial o los años inmedia-
lización del recurso de la continuidad espacial tamente posteriores a la emancipación. El
interior / exterior, que transforma la relación término, hoy desusado, predominó en el Río
del balcón con los locales internos. Sin em- de la Plata sobre balconaje, con el que con-
bargo, en la mayoría de los casos, estos cambios vive en el español peninsular.
se reducen al uso de hormigón y a las relacio-
nes que se establecen entre dos o más locales. Este recurso arquitectónico se caracteriza-
Dentro de la Arquitectura Moderna deben ba fundamentalmente por su función social
citarse obras de alto valor compositivo que uti- durante fiestas, procesiones, paradas milita-
lizan el balcón como un recurso fundamen- res u otros espectáculos que tenían como es-
tal de organización, como la Maison Garay cenario el espacio público urbano. En gene-
(1935), de Jorge Kalnay; la Perú House (1936), ral, como lo demuestra la iconografía, servían
del mismo autor; o el edificio de Libertador y de lugar de asiento de las autoridades o los de
Lafinur (1936), de Sánchez, Lagos y De la To- grupos sociales más relevantes durante las ce-
rre, las tres obras ubicadas en Buenos Aires. remonias que se desenvolvían en plazas o ca-
Con la generalización de la propiedad ho- lles adyacentes. F. A.
rizontal después de 1950, el balcón como re-
curso compositivo se transforma en un lugar Bibliografía: R. Piccirilli, F. Romay, L. Gianello. Dic-
común y pierde, con el desarrollo de la edifi- cionario histórico argentino. Bs. As., 1954.
cación en altura, su condición de elemento de
u BALCÓN CON REJAS DE HIERRO FORJADO EN CORRIENTES relación con la calle (v. Balconada).
Y FLORIDA, BS. AS., SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX. Finalmente, también podemos notar que, a BALDASSARINI, ALULA. Roma, 1887 - Buenos
partir de la consolidación de la Arquitectura Aires, 1975. Ingeniero. Realizó una impor-
Moderna, se opera la desaparición del balcón tante cantidad de obras en Mar del Plata den-
como recurso compositivo en edificios institu- tro de la corriente pintoresquista.
cionales. Esto ocurre a partir del establecimiento
de un maridaje entre edificio en altura y len- Llegó al país en 1909. Sus primeras obras
guaje clásico, donde el “desarrollo” constituye en Mar del Plata fueron la reforma de la resi-
una zona lisa y neutra, mientras que los balco- dencia Ortiz Basualdo y la Villa Presidente
nes coronan el basamento o aparecen en el re- Quintana, ambas sobre proyecto de G. Camus.
mate. De este modo se reglamentó definitiva- A partir de entonces su prestigio creció cons-
mente la construcción en las diagonales Norte tantemente y llegó a ser uno de los principales
y Sur en Buenos Aires. Por otra parte, el balcón constructores de la ciudad, imponiendo la uti-
aparece como un acento muy discreto en los lización de piedra en los frentes de las resi-
edificios concebidos dentro del depurado len- dencias marplatenses. De sus numerosas obras
guaje Luis XVI que impera en muchas obras se destacan los chalets Villa Regina, que per-
estatales en los años treinta y cuarenta. Tam- teneció a de Regina Pacini de Alvear, en Del
poco la versión monumental del Art Déco, cris- Valle 3899; Villa Susuky de Francisco Bert-
talizada en obras tales como el edificio de la Ad- homier, en Paunero 2121; y los de A. Urquiza
ministración de los Ferrocarriles (terminado en en B. Marítimo 5869, M. T. de Ocantos en Del
1935), incorpora balcones a partir de utilizar co- Valle 3601.
mo referente al rascacielos norteamericano Estas obras fueron proyectadas en estilo “an-
de los años veinte a los cuarenta. glonormando”. En ese mismo estilo, pero en
Los balcones en edificios para actividades una variante posterior más simple e intimista,
terciarias reaparecen en pocos ejemplos pos- están realizados los chalets de W. Roseli en
teriores, como el edificio de oficinas IBM, de B. Marítimo 3263, R. Suárez, B. Marítimo 3515
u BALCONES DE LENGUAJE MODERNO EN EL EDIFICIO DE Mario R. Álvarez (1978), con el concepto de y C. Anchorena en B. Marítimo 3263. También
MALABIA 3383 (L. DOURGE), EN BUENOS AIRES. que su utilización es necesaria en caso de in- realizó residencias en el denominado estilo vas-

114 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bal bal
co, como las de: C. B. Smith en B. Marítimo
4953, Maitagarri, de B. Bassi, en Alberti 102 y
S. Lanús de French, en B. Marítimo 1625. In-
tentó la construcción del gigantesco Hotel del
Mar, que fracasó, y comenzó el Gran Hotel Ca-
sino en La Cumbre, Córdoba. R. C.

BALIERO, HORACIO.

Buenos Aires, 1927. Arqui-


tecto. Integrante del grupo
OAM (v.) en los últimos años u VISTA DEL PÓRTICO DE HORMIGÓN DEL CEMENTERIO DE MAR DEL PLATA, UNA DE SUS MÁS CELEBRES OBRAS.

de la década del cincuenta y


miembro fundador de la editorial Nueva Vi- zo como profesor asociado en la FAU de la pes de la pérdida de confianza en el progre-
sión (v.), su desempeño profesional se halla Universidad de Belgrano en la cátedra dirigi- sismo modernista —industrial y estético—,
signado en un principio por una posición co- da por Juan Manuel Borthagaray (v.), desde en- provocada por la Segunda Guerra Mundial, y
mún al sector que sustenta estas iniciativas: tonces y hasta febrero de 2004, cuando mu- preocupados por el carácter autoritario de los
la del compromiso profesional con la reali- rió, fue profesor titular de Diseño en la UBA. regímenes vigentes en el “socialismo real”.
dad social y productiva del país frente a las Fue miembro fundador de la Editorial Nueva Esta posición “disconformista” encontró
manifestaciones conformistas de la cultura Visión (1950) y miembro del comité de re- un consistente apoyo cultural en el Existen-
oficial del momento. Cercano al pensamien- dacción de la revista del mismo nombre. Ob- cialismo, en sus distintas versiones. En todas
to de Tomás Maldonado (v.), y también en tuvo numerosos premios en concursos na- ellas aparecía en el centro de sus construccio-
cierta medida a los postulados de la Escue- cionales y privados, entre los que se destacan nes el rechazo a una lógica modernizadora uni-
la de Ulm, su mayor producción representa el cementerio de Mar del Plata y el Colegio
un momento de síntesis de peculiar calidad Mayor Argentino en Madrid.
entre las vertientes del Organicismo y del Ra- Profesionalmente, HB ha actuado en dis-
cionalismo, que tensionan largamente el cam- tintos grupos, asociado entre otros con Eduar-
po disciplinar argentino del momento. Reco- do Polledo, Alicia Cazzaniga, Carmen Córdo-
ge, por otra parte, variadas influencias, como va, Juan Manuel Borthagaray (v.), Ernesto
la de Richard Neutra, Antonio Bonet (v.) y la Milsztejn, Ernesto Katzenstein (v.), Alberto Ca-
escuela del Modernismo brasileño. sares Ocampo, Francisco Bullrich.
Para comprender y valorar la obra de HB es
Luego de un breve pero determinante pa- necesario recomponer ante todo los problemas
so por el taller de Pettorutti en su adolescen- a los que de algún modo esta se ha propuesto
cia, Horacio Baliero (HB) ingresó a la Facul- dar respuesta. En este sentido es ineludible vin-
tad de Arquitectura de la UBA en 1946, donde cularla al clima cultural y al programa intelec-
obtuvo su título en 1953. Formó parte del gru- tual que orientó a OAM y a la revista Nueva Vi-
po OAM (Organización para la Arquitectura sión (v.). Un factor decisivo en la constitución de
Moderna) desde su constitución en 1948, cuan- ese clima fue sin lugar a dudas el opresivo to- u CASA COSTA VALDÉS (1960) EN SAN ISIDRO, PROV. BS. AS.

do aún era estudiante. Actuó como profesor no que —especialmente en los años finales del
adjunto de Composición Arquitectónica de la período peronista— adquirió la cultura oficial. dimensional y profesionalista que parecía ig-
FAU entre 1963 y 1966, en el taller dirigido No solo por las fuertes componentes regresivas norar la cuestión de los valores. Y la respuesta
por Odilia Suárez (v.). Entre 1981 y 1983 lo hi- que bloqueaban su renovación y crecimiento, más consistente que el Existencialismo pro-
sino también porque debido a su fuerte de- ponía a los intelectuales era la del “compro-
pendencia de los vaivenes políticos no estaba miso”, la de una estrecha vinculación de la obra
en condiciones de construir y consolidar pro- con las tensiones humanas.
gramas e instituciones ideológicamente com- Si bien eran claras las críticas que en este
prometidos en el mediano plazo. sentido podían formularse tanto al confor-
Por los contenidos de sus obras y pro- mismo oficialista como a la indiferencia pro-
puestas, pero también por su estilo, los jóve- fesionalista, en el caso de la arquitectura la
nes de OAM formaban parte de una vasta co- cuestión consistía en determinar cuáles eran
rriente que agitaba a un sector de los las formas más apropiadas para recuperar esa
intelectuales argentinos, disconformes con los vinculación que se juzgaba perdida.
rumbos adoptados en el país, críticos del pa- Procurando encontrar respuestas a este pro-
sado conservador, partidarios de políticas de blema, HB ensayó distintos caminos. Com-
u CASA POLLEDO (1953), EN LA PROV. DE BUENOS AIRES. modernización estructural y cultural, partíci- prendió desde el comienzo que no se trataba

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 115


de recuperar con nostalgia condiciones del pa- la modernización técnica y de la producción en te imaginación de Niemeyer y la contundencia
sado, o de oponer en forma dicotómica al “Ra- serie, Neutra había conseguido además una par- de Reidy o los Roberto constituían, entre otras
cionalismo” un modelo “orgánico”, como in- ticular declinación de la espacialidad y la aten- cosas, las respectivas interrogaciones sobre las
tentaban otros y teorizaba especialmente Bruno ción hacia la naturaleza que habían sido enun- relaciones entre la arquitectura y una natura-
Zevi (v.). Con el liderazgo de Tomás Maldona- ciadas por su maestro Wright. Pero, a diferencia leza que, sea por sus esplendorosas manifes-
do, tanto él como sus compañeros de OAM del intraducible camino de colisiones surrea- taciones tropicales o por sus dilatadas dimen-
se identificaban en cambio con el pensamien- listas elegido por HB, Neutra proponía una vía siones australes, no podía ser pacificada por
to crítico que cristalizó en la Hochschule für racional, psicofisiológica, de generación de una las delicadas peripecias imaginadas por el pen-
Gestaltung de Ulm, en el que fueron decisivas estética del shock. Por esta vía, la obra debía samiento disciplinar europeo.
las influencias del filósofo Max Bense y las ela- transformarse en una suerte de máquina de Con la arquitectura del Brasil, la curva se
boraciones de Max Bill (v.). El elemento central sorpresas en la que una tras otra se sucederían incorporó al repertorio de HB como rasgo de-
de las concepciones ulmianas consistía en la las “impresiones” arquitectónicas. Provenien- finitorio, aunque no obsesivo, de su lengua-
reformulación del viejo problema de la relación te de las enseñanzas wrightianas y del primer je. A diferencia del plasticismo que los brasi-
entre reproductibilidad o producción masiva, Mies, en la arquitectura de Neutra también en- leños no tardaron en convertir en “maniera”,
y la cualidad de la obra de arte. La concepción contraba HB un modo casi abstracto de cons- la curva de HB ha sido siempre declinada so-
que en Ulm se procuraba verificar consistía en truir el espacio mediante planos y líneas hori- bre bases funcionalistas siguiendo la inspira-
afirmar que el productor de forma debía sos- zontales y verticales, perfecto trait d’union con ción que, especialmente con su redescubri-
tener un doble compromiso: por un lado con las poéticas preferidas por la plástica concreta miento a comienzo de los años sesenta,
la industria y sus requerimientos, por otro con de Hlito y Maldonado. provenía de organicistas nunca enfrentados
la sociedad. Su forma, “Buena Forma”, no de- con el Racionalismo, como el Bruno Häring
bía emerger de mecanismos que acentuaran el de Gut Gurkau.
propio subjetivismo, un camino que se criti- Esta línea de reflexiones ha tenido sus mo-
caba en las investigaciones de Moholy Nagy. mentos más intensos y sus resultados mas con-
Por otra parte, pensaban que en tanto pro- vincentes en obras como el cementerio de Mar
ducciones humanas, arte y técnica compartí- del Plata, el cementerio israelita de la misma
an en este universo conceptual un estatuto ciudad y especialmente en el Colegio Mayor
de correalidad, diverso y por encima del co- Argentino de Madrid.
rrespondiente a la realidad. Pero, mientras la Aunque siempre enriquecidas por la duda,
técnica se definía por sus atributos de necesi- hasta comienzos de la década del setenta las
dad, el arte era concebido por sus atributos de búsquedas de HB fueron presididas por el op-
casualidad. A la máxima determinación de lo timismo. Pero desde entonces, si bien la con-
bello técnico se oponía la máxima indetermi- u CASA EN PUNTA PIEDRAS, PUNTA DEL ESTE. tundencia ha continuado siendo uno de sus
nación de lo bello artístico. Para obtener esa rasgos relevantes, comenzaron a carecer de
indeterminación de lo bello artístico o, lo que De estos primeros años la obra más signi- la curiosidad de los primeros años y a con-
es lo mismo, la mayor carga posible de infor- ficativa es la casa en Tortugas (con A. Cazza- centrarse en un universo cada vez más intro-
mación en la forma, eludir al mismo tiempo niga y E. Polledo, 1951), aunque la fuerte in- vertido, recorrido con seguridad y precisión.
el recurso subjetivista, responder a la condi- fluencia de Neutra puede observarse todavía La preferencia por la composición, mediante
ción de reproductibilidad y al “compromiso” en la casa en San Isidro, diez años mas tarde. elementos diferenciados y a veces aislados, y
social desde el interior de la creación técnico- El arquetipo, especialmente en su versión la espacialidad interior expansiva que carac-
artística, debía apuntarse a la definición de ar- elaborada por la edilicia popular, tenía la fata- terizó las obras del primer período fue reem-
quetipos, formas destiladas cuya cualidad re- lidad de los productos naturales. Y el interés plazada por un trabajo cada vez más concen-
sidiría en su posibilidad de constituirse en base de HB por la naturaleza cruzaba esa doble de- trado en el volumen. En este proceso, muro,
de una serie. terminación: si por un lado derivaba de las du- cubiertas, parapetos y dinteles han ido per-
Como parte de este universo de ideas, la ar- das abiertas por la tragedia a que el industria- diendo su cualidad plana para subordinarse al
quitectura producida por HB en esos primeros lismo había conducido en ambas guerras, por juego de masas de la construcción. Como ocu-
años de su carrera se vio especialmente atraída el otro se orientaba a detectar en ella modelos rre desde la casa en Devoto (1969) y se advierte
por tres modelos. Uno era el de Antonio Bonet de síntesis, unidad y armonía. En Bonet y en en las varias sucursales del Banco de Galicia y
(v.) y, en general, el de la obra de Austral (v.). De Neutra había indicaciones de gran importan- la torre de la calle Montañeses en Buenos Ai-
ella, HB desarrollaría cuatro aspectos funda- cia en esta dirección, pero su carácter europeo res, los protagonistas principales de este pro-
mentales: la cuidadosa celebración de la téc- y en cierto modo extraño a las condiciones ame- ceso son los vanos y, por este motivo, el ele-
nica, el diálogo con la naturaleza, la espaciali- ricanas apareció evidente con motivo del “des- mento constructivo sobre el que HB ha ido
dad, y la vía hacia la síntesis prototípica a través cubrimiento” de la arquitectura brasileña. No volcando su mayor creatividad e interés han
de la tradición popular. Otro de los referentes solo con Brazil Builds, el libro que le dio difu- sido las carpinterías. Sobre el fondo de mu-
de HB en este primer período de su carrera fue sión en todo el mundo, sino también con la im- ros despojados, tratados con revoques sim-
Richard Neutra. En la obra del maestro austrí- presión directa obtenida en un viaje que deja- ples o más frecuentemente con ladrillo visto,
aco, HB encontraba respuestas articuladas con ría una huella decisiva en HB. La sencillez se recortan verdaderas composiciones que me-
dos de sus preguntas: promotor como pocos de criollista proclamada por Costa, la exuberan- diante líneas, planos opacos y transparentes

116 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


w Colegio Mayor Argentino en Madrid bal bal

u RESIDENCIA PARA EL COLEGIO MAYOR ARGENTINO, EN MADRID. CONCURSO GANADO POR HORACIO BALIERO Y CARMEN CÓRDOVA EN LA DÉCADA DEL SESENTA.

u VISTA DE LAS HABITACIO-

NES Y ÁREAS SOCIALES.


DETALLES DE LADRILLO,
EL MATERIAL HEGEMÓNICO
EN ESTE EDIFICIO. DETALLE
DE ESCALERA HACIA LAS
HABITACIONES.

u PLANTA DE ACCESO A

LAS ÁREAS SOCIALES Y A


LOS AUDITORIOS. SOBRE-
SALE EL TRAZADO CONCÉN-
TRICO, RESUELTO PARA
QUE EL EDIFICIO BAJE
JUNTO CON LA PENDIENTE
DEL TERRENO. u LA MAQUETA MUESTRA EL ATERRAZAMIENTO QUE ACOMPAÑA A LA TOPOGRAFÍA.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 117


ciones financieras entre personas, empresas
y organizaciones. La arquitectura bancaria
constituye, desde mediados de siglo XVIII, un
renglón importante dentro la actividad pro-
fesional.

La actividad financiera tuvo en la Argenti-


na un ejercicio espontáneo hasta 1822, cuan-
do los comerciantes de Buenos Aires, convo-
cados por el gobierno provincial, acordaron
constituir un banco (B.) de giro, organizado co-
mo sociedad anónima y privada, con promo-
ción y privilegios del Estado; el 6 de setiembre
del mismo año la entidad inició sus operacio-
nes con el nombre de B. de Buenos Aires en
la Manzana de las Luces, donde permaneció
durante más de cuatro años hasta reinstalar-
se, a comienzos de 1827, en el mismo edificio
donde había sido fundado y en cuyo solar se
ha radicado desde entonces; fue reorganizado
como empresa mixta en 1826 y, tras sucesivos
cambios, opera actualmente como Banco de la
Provincia de Buenos Aires.
En el barrio de la Merced o de “Catedral al
u PABELLÓN ARGENTINO EN LA EXPOSICIÓN INTERNACIONAL DE PÁRIS, EN 1889. norte” fue desarrollándose la “city” financiera
en torno del citado B., cuya sede en la antigua
definen esa suerte de intraespacios que de- tema de irrigación. Realizó múltiples obras en casa consular constaba de zaguán central y tres
ben su estructura al Concretismo de Maldo- el Departamento de San Rafael (Mendoza). patios consecutivos, rodeados por habitaciones
nado y Hlito, y heredan los ejercicios de Al- en sus plantas baja y alta. A una cuadra y me-
bers o Moholy Nagy. Bibliografía: F. Ortiz, R. Gutiérrez, A. de Paula, La ar- dia de allí, en San Martín y Perón, se instaló la
En los años que van desde la segunda pos- quitectura del liberalismo en la Argentina. Bs. As.: Bolsa de Comercio de Buenos Aires, al ser fun-
guerra hasta los noventa, la vía que conducía Sudamericana, 1968] dada en 1854; en Reconquista 34 (numeración
hacia una universalización de los arquetipos antigua) se estableció el B. de Mauá y Cía. (1858);
se ha extraviado. Aun así HB parece haber de- en 1859 se habilitó también en la entonces ca-
cidido no dejarlos caer como metas de una ra- BALLÚ, ALBERT. s/d (Francia), 1849 - 1939. lle Cangallo el antiguo B. de Carabassa; y tres
cionalidad decantada y esencial. Pero con este Arquitecto. Activo en Francia a fines del si- años después se emplazó en el mismo barrio
desplazamiento la disponibilidad culta y a la glo XIX. Realizó obras de carácter ecléctico. el B. de Londres y Río de la Plata.
vez pragmática de los primeros tiempos se ha Durante una primera etapa, ese proceso re-
ido transformado en fatalidad. J. F. L. Graduado en la École de Beaux Arts, ob- quirió la adaptación de construcciones pree-
tiene el Grand Prix de Roma. En Francia re- xistentes, pero a partir de 1862 las diversas en-
Bibliografía: F. Bullrich. Arquitectura argentina con- aliza obras muy importantes como: la Igle- tidades financieras comenzaron a emularse en
temporánea. Panorama de la arquitectura argen- sia de Argentuil, la de San Ambrosio y la la construcción de nuevas y monumentales se-
tina 1950 – 1963. Bs. As.: ed. Nueva Visión, 1963. Trinidad de París (1861-1867). Gana el con- des, programadas y diseñadas específicamente.
curso para el Pabellón Argentino en la Expo- Al estudio de los arquitectos Henry Hunt
sición Internacional de París (1889). El edifi- (inglés) y Hans Schroeder (presumiblemente
BALLOFET, JULIO J.C. St. Ettiene (Francia) cio se construye casi enteramente en hierro y alemán) cupo la singular misión de construir
1831 - s/d, 1897. Ingeniero y astrónomo. vidrio. Cuatro años más tarde, se desarma y los primeros bancos en nuestro país, concre-
traslada a Buenos Aires para ser rearmado en tados entre 1862 y 1876.
Graduado en Lyon en 1856 con el título plaza San Martín. En 1910 sirvió para alber- En 1867, el B. de Londres adquirió un pre-
de ingeniero, llegó a la Argentina en 1859 y es- gar la exposición de arte del Centenario. Su dio en la esquina noreste de Bartolomé Mitre
tableció un gabinete astronómico en Mendo- destino final fue el de Museo de Bellas Artes. y Reconquista, y encomendó al estudio de Hunt
za. Posteriormente trabajó en Azul para el ha- Se demolió en 1933. y Schroeder (v.) el proyecto y la construcción de
cendado Llavallol y en Entre Ríos para el general su nueva casa, inaugurada en 1869. Este edi-
Urquiza. Junto al ingeniero Bradbard realizó ficio fue objeto de posteriores ampliaciones y
un plano de reconstrucción de Mendoza tras BANCO. m. Establecimiento público de crédito, se demolió en 1961, para levantar la monu-
el terremoto de 1861, proyecto que contem- constituido en sociedad por acciones (DRAE, mental sede central que en nuestros días ocu-
plaba el mantenimiento y la ampliación del sis- 2001). En los bancos se realizan transac- pa la entidad continuadora: el LLoyd’s Bank.

118 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bal ban
en 1876. Su concepción arquitectónica se ase- señadas por Hunt con el lenguaje estilístico
meja a la del B. de la Provincia. La fachada tie- neorrenacentista italiano, a la manera victo-
ne un retiro más notorio; también está parti- riana, con lo cual se integraban a las caracte-
da en cinco intercolumnios, pero con un solo rísticas predominantes en el panorama ur-
orden monumental de pilastras que abrazan bano de las poblaciones bonaerenses de esa
ambas plantas y, en vez de torre, tiene un gran época, si bien las sucursales bancarias resal-
reloj flanqueado por cariátides. Conservó su taban en el conjunto de la trama por su ma-
destino original hasta 1884, cuando el B. se tras- yor altura, concordante con las grandes di-
ladó a su nueva sede en La Plata; tuvo después mensiones del salón y en proporción con estas.
otras funciones hasta ser ocupado en 1935 por El único edificio de sucursal bancaria que el
el B. Central de la República Argentina. arquitecto Hunt resolvió en planta baja y alta
Las primeras sucursales bancarias del B. fue de San Nicolás de los Arroyos (1873), en
de la Provincia de Buenos Aires fueron habi-
litadas en San Nicolás de los Arroyos (1863) y
en Mercedes y Dolores (1864); en 1870 exis-
tían ya nueve filiales en otras tantas localida-
des bonaerenses, y se emprendió, conforme
con una ley provincial, el primer plan de obras
de esa institución bancaria, cuya ejecución fue
confiada al arquitecto Henry Hunt. La primera
sucursal especialmente construida fue la de
Mercedes (1871-1872), cuya resolución tipoló-
u ANTIGÜO BANCO DE LA PROVINCIA, EN BUENOS AIRES. gica, en un lote entre medianeras, abarcó dos
cuerpos de edificación: el principal sobre la
En 1867, poco antes de iniciar las obras del calle, con el salón operativo al frente, y la zo-
B. de Londres, Hunt & Schroeder presentaron na gerencial, sala de consejo y tesoro sobre el
al B. de la Provincia de Buenos Aires su pro- contrafrente; seguía atrás un jardín interno u CASA CENTRAL DEL BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA.

yecto para una nueva sede central por levan- que lo separaba del segundo cuerpo, desti-
tarse en el mismo solar de la que había sido nado a vivienda gerencial. La fachada, de un la cual el piso bajo se destinó a locales ban-
mansión del consulado; la obra fue aprobada solo piso, quedaba partida en cinco interco- carios y el alto a vivienda, adquiriendo así el
por el Directorio y, al año siguiente, autoriza- lumnios, con sus respectivas pilastras. conjunto una notable monumentalidad, acor-
da por el gobierno provincial; dio comienzo en En su conjunto, las sucursales fueron di- de con la jerarquía urbana que poseía enton-
1869 y fue habilitada en 1874. El edificio esta- ces esa ciudad, dentro del conjunto de la Pro-
ba retirado de la línea municipal, formando un vincia de Buenos Aires
pequeño atrio sobre el cual se abrían las tres En la década de 1880, con la fundación de
puertas con sus escalinatas; tenía al frente plan- la ciudad de La Plata, se concretaron dos no-
ta baja y alta, formando un cuerpo de ofici- tables obras arquitectónicas: las casas matri-
nas directivas y sala de reuniones; el frente, re- ces del Banco de la Provincia de Buenos Aires
matado por una elevada torre campanario, y del Banco Hipotecario de la Provincia de Bue-
quedaba partido en cinco intercolumnios. nos Aires; situadas en manzanas contiguas,
Interiormente, la solución espacial del B. sobre la céntrica Avenida 7; ambas fueron pro-
de la Provincia era un gran salón de opera- yectadas por los arquitectos Juan A. Buschiazzo
ciones, de doble altura y 35 m de largo, con (v.) y Luis A. Viglione (v.). En los dos casos se
su planta dividida en tres fajas longitudinales: trata de volúmenes de fuerte definición peri-
la central para el público y las laterales para metral, rodeados de jardines al igual que los
mostradores y empleados; el salón estaba reti- demás edificios públicos de la ciudad, y com-
rado de las medianeras laterales; las fajas de puestos en estilo Renacimiento italiano y es-
separación se utilizaban , en planta baja, para cala monumental.
oficinas y tesoro, quedando en planta alta abier- La casa matriz del B. de la Provincia de Bue-
tas, como espacio de aire y luz, para dar venti- nos Aires en La Plata está resuelta en dos plan-
lación e iluminación laterales al salón. tas monumentales; el cuerpo principal sobre
En 1872 se anunció la construcción del edi- la Avenida 7 contiene áreas de vestíbulo, ge-
ficio propio del B. Hipotecario de la Provincia rencia y directorio; sigue el gran salón opera-
de Buenos Aires, creado para atender ese tipo tivo, de doble altura, y en el cuerpo posterior,
de operaciones con garantía real e inmobilia- sobre calle 6, se había establecido original-
ria. El predio elegido corresponde a San Mar- mente la vivienda para el presidente del B., con
tín 275; la obra comenzó en 1872 y se habilitó u PRIMER EDIFICIO PORTEÑO DEL BANCO DE BOSTON. un patio central.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 119


u BANCO MUNICIPAL DE

LA CIUDAD DE BUENOS
AIRES. VISTA DEL ACCESO.
DETALLE DEL CORONAMIEN-
TO Y CORTE: EL LADRILLO
DE VIDRIO DOMINA ENTRE
LOS MATERIALES.

El B. Hipotecario de la Provincia seguía, en su relación con la clientela era generalmente abarca la altura de ambas plantas, dentro del
su resolución original, un planteo tipológico limitada e indirecta. La crisis de 1890 deter- estilo Luis XIV, que aproximadamente desde
diverso, por cuanto continuaba un esquema minó su moratoria y, varios años después, el 1900 hasta 1930 fue el predilecto de los ar-
palaciego, italianizante, con dos grandes pa- cese definitivo de las operaciones del Banco quitectos bancarios argentinos para la mayo-
tios sucesivos, en torno de los cuales se orga- Hipotecario provincial, por lo cual su edificio ría de sus obras.
nizaban los diversos despachos y otras depen- fue cedido a la Universidad de La Plata. En los planes de obras del BN, especial-
dencias. Claro está que un B. Hipotecario como Otra obra bancaria descollante de la déca- mente durante la década del veinte, la tipolo-
el que nos ocupa, que canalizaba la mayor par- da de 1880 es la casa central del B. de la Pro- gía de la sucursal La Plata fue utilizada como
te de su operatoria a través del B. de la Pro- vincia de Córdoba, en Córdoba, cuya autoría planteo general, aunque en versiones más sim-
vincia y de su estructura orgánica, por lo cual corresponde al renombrado arquitecto Fran- ples desde el punto de vista ornamental. Así
carecía de sucursales y constituía, básicamen- cisco Tamburini (v.) quien, pese a lo estrecho por ejemplo, los edificios construidos durante
te, un ente resolutorio y administrativo, no re- de la calle, que impide su adecuada valoriza- esa década sobre la costa patagónica (Carmen
quería del gran salón operativo, de modo que ción, logró una obra de notable monumenta- de Patagones, Trelew, Santa Cruz, Río Galle-
lidad y riqueza ornamental, dentro de una com- gos, entre otros) están resueltos sobre un eje
binación de los estilos Neorrenacimiento compositivo diagonal, perpendicular a la ocha-
italiano y Luis XIII. El vestíbulo, con la esca- va donde se ubica el acceso principal, en tan-
linata de honor que conduce a la planta alta, to el salón operativo es de planta circular o tien-
antecede al salón operativo, de doble altura y de a esa configuración.
con iluminación cenital. Diverso fue el criterio utilizado en las su-
Con la crisis de 1890 fueron muchos los cursales del B. de la Provincia de Buenos Ai-
bancos que sufrieron quebrantos y aun debie- res desde principios del siglo XX hasta la dé-
ron cerrarse definitivamente; entre ellos se con- cada del treinta, por sus sucesivos arquitectos
tó el Banco Nacional, que había sido creado en Luis B. Rocca, Pablo Hary (v.) y Atilio J. Rocca.
1872 y, tras su entrada en liquidación, fue sus- En general la elección de lotes en esquina, la
tituido por el Banco de la Nación Argentina ubicación de la entrada principal en la ocha-
(BN), cuyo funcionamiento se inició en octu- va y la distribución, a veces simétrica, de ven-
bre de 1892. El creciente desarrollo de su po- tanales hacia uno y otro frente, recuerdan la
tencial económico y financiero fue también re- disposición habitual de las sucursales del BN,
flejándose en los rasgos arquitectónicos de los a lo cual contribuye el empleo generalizado del
sucesivos planes de obras de la institución. En- estilo Luis XIV; pero en la resolución interior
tre 1913 y 1915 se construyó la sucursal La Pla- no se sigue un gran eje compositivo sino que
ta, obra del arquitecto Arturo Prins (v.), em- se distribuyen los diversos locales en forma de
plazada en la esquina de la Avenida 7 y la calle L., una de cuyas alas es el salón operativo, en
48, con acceso por la ochava; la composición tanto la otra agrupa la gerencia, sala de espe-
de sus plantas alta y baja está organizada so- ra, secretaría y otras dependencias, formán-
bre un eje de simetría diagonal; en el trata- dose en el interior del terreno un patio pequeño,
miento exterior, se ha utilizado un solo or- junto al cual se sitúan las dependencias de ser-
u EL SELLO DE MRA EN LA ESQUINA DE FLORIDA Y PERÓN. den monumental de pilastras apareadas, que vicio y también el tesoro, al cual se da acceso

120 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ban ban
desde el salón operativo. La obra puede estar de armoniosas proporciones; la entrada se ubi-
resuelta en una o dos plantas; en el primer ca- ca en la ochava, con la cual conjuga una solu-
so, se sitúa la vivienda del gerente al lado del ción tradicional con la dificultad que le plan-
edificio bancario, del cual se diferencia por su tea la resolución de la fuerte pendiente de la
menor altura; en el segundo caso, la vivienda calle Mitre. En el interior persiste la concep-
se ubica en la planta alta. Era habitual jerar- ción monumental del gran salón operativo, me-
quizar sobre la ochava la entrada principal, con diante la doble altura que logra sobre el área
una escalinata y un pórtico. En mayor o me- de ingreso, al retirar parte de la losa del entre-
nor grado, esta tipología fue utilizada también piso, cuyo perímetro acristalado adopta la si-
por muchos otros bancos, privados y estatales, nuosidad de una grácil curvatura.
no solo para la resolución funcional de su- No es posible omitir en esta reseña la men-
cursales sino también de sus casas matrices. ción del edificio bancario más grande del pa-
Otra alternativa tipológica muy utilizada fue ís: el BN, casa central, cuya construcción se ini-
la que el arquitecto Alejandro Christopher- ció en 1940, según proyecto del arquitecto
sen (v.) aplicó en la sucursal del barrio Plaza Mi- Alejandro Bustillo (v.). Ocupa la totalidad de la
serere (Buenos Aires) del BN. Se trata de un manzana sudeste, en dirección a la Casa de Go-
lote entre medianeras, de modo tal que la en- bierno y presenta una gran sesgadura origi-
trada se ubica sobre el eje, en tanto el predio nada siglos atrás por la saliente del baluarte
se secciona en tres tramos: el primero que co- San Felipe del antiguo Fuerte de Buenos Ai-
rresponde al espacio de la entrada y a los ac- res; precisamente en esa gran ochava situó Bus-
cesos laterales para el personal y para la vivienda tillo el acceso principal al edificio y sobre esa
del gerente; el segundo que abarca en planta diagonal de la manzana organizó la composi-
baja el desarrollo del gran salón operativo, y el ción del inmenso conjunto arquitectónico.
fondo del terreno que corresponde al área ge- En 1946 el BN fue reestructurado una vez
rencial y las dependencias del servicio general. más poniendo fin al régimen de empresa mix-
El tesoro puede estar en la misma planta o en ta bajo el que se desenvolvía desde hacía cua-
un subsuelo, donde también suelen ubicarse tro décadas y merced al cual se había recons-
los archivos. En esta tipología, la altura del gran tituido como potencia financiera tras la crisis
salón se establece con ajuste a las característi- de 1890. En el comienzo de esta nueva etapa
cas del entorno y al propósito que exista en des- empresaria fue designado presidente el doc-
tacar la importancia de la sucursal bancaria; tor Arturo Jauretche, quien decidió crear en
posibilita fachadas “tipo telón” de gran monu- la planta estable del B. una oficina técnica, cu-
mentalidad y se generalizó muchísimo durante ya primera obra fue el nuevo edificio de la su-
las décadas del treinta y del cuarenta, espe- cursal Mar del Plata, en la esquina de Córdo- u PRIMERA IMAGEN DESDE u BOSQUEJO DEL CORTE
cialmente en la ciudad de Buenos Aires. ba y San Martín. ARRIBA: BRUTALISMO Y VISTA DEL INTERIOR. EN
Los bancos fueron en general refractarios a Fue autor del proyecto el arquitecto Carlos Y CONTEXTUALISMO EN LA AMBOS SE DESTACAN LAS
las corrientes antiacadémicas de la arquitectu- Anselmi y constituyó la primera obra en altura SEDE CENTRAL DEL EX BAN- BANDEJAS DE HORMIGON
ra; no obstante, el arquitecto Alejandro Viraso- del mencionado B. para una de sus sucursales, CO DE LONDRES (1959), DE QUE “FLOTAN” SOBRE EL
ro (v.) logró plasmar su característica concep- como también fue, entonces, el edificio más al- CLORINDO TESTA Y SEPRA. GRAN ESPACIO CENTRAL.
ción del espacio Art Déco en obras como la casa to de la ciudad. De estructura de hormigón ar-
central del B. El Hogar Argentino en Buenos mado apoyada sobre pilotes, la superficie total
Aires, y en la casa central del B. de la Provincia es del orden de los 20.000 m2. La planta baja
de Tucumán, en Tucumán, si bien en este ca- se liberó en gran parte al tránsito peatonal y se
so se debió diseñar una fachada historicista. complementó con una galería comercial y con
A lo largo de las décadas del treinta, el cua- el acceso a las áreas operativas en subsuelo y
renta y el cincuenta, la arquitectura de los ban- plantas altas, para lo cual se instalaron escale-
cos fue viviendo en la Argentina un proceso de ras mecánicas, en tanto otra parte de la torre se
despojo ornamental y transitó hacia las formas destinó a oficinas para alquilar.
más austeras del neoclásico Luis XVI; incluso Desde el punto de vista urbano, se atendía
se han dado casos de remodelaciones de edi- así a resolver el problema de “área muerta” que
ficios con cambio de su ropaje estilístico. conforman a nivel peatonal los edificios ban-
Entre las excepciones, de muy digna rare- carios enclavados en centros comerciales, por
za, debemos mencionar el edificio construido el desarrollo de largas líneas de fachadas ca-
para el Banco Holandés Unido, hacia 1936, en rentes del atractivo que suponen los escapara-
la esquina de 25 de Mayo y Bartolomé Mitre, tes de los comercios, situación que, reiterada a
según proyecto de Antonio Vilar (v.). Se trata lo largo de varias cuadras consecutivas, termi-
de una obra concebida en líneas neoplásticas na por convertir todo un barrio en “área muer-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 121


ta” desde el atardecer y en especial durante de la Provincia de Buenos Aires, creado en
los feriados y fines de semana. 1872 y al que la nueva institución venía a re-
La pauta de enfatizar la luminosidad y ven- emplazar. El desempeño de la entidad conti-
tilación de los salones bancarios de trabajo, núa hasta el presente. A lo largo de su histo-
puesta de manifiesto por Guadet hacia 1900, ria ha sufrido cambios en sus actividades, que
evolucionaría hasta poner en crisis la imagen han variado desde sus iniciales funciones ban-
característica del edificio para B. como un co- carias y de financiamiento hasta la elabora-
fre arquitectónico de sólidas paredes, con ven- ción de planes de vivienda a nivel nacional.
tanas enrejadas y algunos leones esculpidos
sobre la puerta para resguardar simbólicamente El BHN fue creado durante la primera pre-
los caudales de sus clientes. La ruptura se hi- sidencia de Julio A. Roca, siendo ministro de
zo tangible hacia comienzos de la década del Hacienda el Dr. Wenceslao Pacheco. El objeti-
cincuenta, cuando el arquitecto Gordon Buns- vo de su fundación consistió en la búsqueda de
hatt, del estudio Skidmore, Owings & Merril, capitales para financiar las posibilidades de ex-
proyectó la nueva sede del Banco Manufactu- pansión económica del país que se vislumbra-
rers Trust, en la Quinta Avenida, Nueva York, ban en el momento. Por la importancia que se
con las características de una caja acristalada; asignaba a la expansión del crédito como con-
incluso el tesoro se ubicó a la vista, con su puer- dición indispensable del crecimiento econó-
ta de 30 toneladas a solo unos 2 m del venta- mico, se asignó este rol al Estado, quien sería
nal externo, confiándole su vigilancia a los mi- el garante del cumplimiento de las obligacio-
llares de personas que constantemente transitan nes que el Banco contraía al emitir las cédulas:
por esa principalísima arteria neoyorquina. La u SEDE CENTRAL DE LA BANCA NAZIONALE DEL LAVORO. se buscaba un crédito “cómodo, barato y bien
solución estructural consiste en un esqueleto dirigido”. Como antecedentes, ya la Ley N°
con losas en voladizo, lo cual hace posible man- los arquitectos lograron crear una imagen pro- 1582/1884 había creado una sección de crédi-
tener las líneas de columnas retiradas hacia totípica para las casas y filiales de ese banco to hipotecario, dependiente del Banco Nacio-
adentro, a unos 3 m del plano de cristales so- construidas en la misma época. nal. Pero ella no había llegado a efectivizarse,
bre la Quinta Avenida y a 6 de la calle 43, de Una de las creaciones mas notables a es- siendo por otra parte diferente la procedencia
modo que la pantalla vidriada se recorta níti- cala internacional, y quizá la mas relevante de de sus fondos. La referencia inmediata del nue-
damente. El ejemplo fue seguido casi de in- nuestro país, es la casa Central del Banco de vo Banco era el Banco Hipotecario de la Pro-
mediato por otra obra del mismo estudio, el Londres y América del Sud, proyectada por el vincia de Buenos Aires, que se había basado en
rascacielos del Chase Manhattan Bank. arquitecto Clorindo Testa (v.), como asociado el modelo del Crédit Foncier de Francia.
En nuestro país el modelo de “caja acrista- del estudio Sánchez Elía, Peralta Ramos y Agos- La sanción de la ley de su creación provocó
lada” para sedes bancarias fue cobrando rápi- tini (v. SEPRA); proyectado en 1960 y habilitado grandes debates parlamentarios, ya que re-
da aceptación; en 1962 el anexo del B. Popular en 1966, constituye una megaestructura de presentantes provinciales consideraban que la
Argentino para ampliación de su casa central hormigón armado, cuyos paramentos, de alta creación de otro Banco Nacional avasallaba las
fue proyectado por el arquitecto Mario Rober- calidad de terminación, son dejados a la vis- autonomías provinciales, constituyendo un
to Álvarez (v.) con las características de una ta. Los apoyos perimetrales, en forma ahusa- avance de la Nación sobre campos en los que
torre, en parte retirada de la línea municipal da, se complementan con planos perforados debían disponer, actuar y decidir los gobiernos
con el objeto de lograr una volumetría de pris- que proporcionan diversas sensaciones ópti- provinciales. Este debate formaba parte de la
mática pureza, si bien en planta baja recupera cas según el punto de mira sea exterior o in- constitución de la estructura estatal en la Ar-
la línea municipal mediante un pequeño local terior; en el gran salón, la planta baja se pre- gentina, entendida como el soporte material
de usos múltiples. Sería farragoso intentar una senta libre de apoyos intermedios, por cuanto del Estado nacional. En tal constitución, el
mención de los múltiples ejemplos que diver- los entrepisos superiores cuelgan mediante rol de la Nación como poder centralizador re-
sos estudios y oficinas técnicas bancarias han tensores desde la cubierta. En el ámbito ur- sultó finalmente decisivo.
concretado siguiendo esta línea tipológica. bano de su emplazamiento, caracterizado por El Banco se formó como ente autárquico,
Otra expresión de la “búsqueda de luz” an- construcciones bancarias tradicionales, de fa- administrado por un directorio, cuyos miem-
tes mencionada es, en cuanto se refiere a la chadas macizas, el B. de Londres presenta un bros eran nombrados por el Poder Ejecutivo
reutilización de edificios antiguos, la elimina- curioso contraste que se hace más notable en con acuerdo del Senado. El primer presidente
ción de la mampostería que revestía la estruc- la pequeña plazoleta de la esquina. A. de P. del directorio del Banco fue Juan Agustín Gar-
tura metálica con el fin primordial de mante- cía (29.10.1886 al 25.06.1890). Además del di-
ner visible una memoria de la expresión rectorio central, existían organismos locales
mamposteril preindustrial. El ejemplo más re- BANCO HIPOTECARIO NACIONAL. (BNH). (los consejos de administración), que debían
presentativo en nuestro país es sin duda la se- Organismo bancario oficial creado por la Ley funcionar en capitales de provincias y de te-
de del Banco Ciudad de Buenos Aires, obra re- 1804 de 1886 con el objeto de facilitar prés- rritorios nacionales, con cierto grado de auto-
alizada en 1968 según proyecto de MSGSS (v.). tamos sobre hipotecas en toda la república, nomía en algunas operaciones. Tales consejos,
Allí, el antiguo edificio de las tiendas “A la ciu- bajo la base de la emisión de cédulas de cré- formados por personas del medio local, tendí-
dad de México” fue arrendado por la entidad y dito. Su antecedente en el país era el Banco an a conciliar las diferencias entre los intere-

122 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ban ban
ses nacionales y los provinciales, conflicto al
que se aludió anteriormente.
En 1899, la Ley N°3.715 autorizó al Banco
a otorgar créditos para edificación. Su fin era
fomentar las inversiones inmobiliarias en las
ciudades, facilitando los medios para que se
utilizara la tierra baldía para producir renta.
Dentro de ellos se incluyó el fomento a la vi-
vienda para empleados y obreros en lotes pe-
queños, acordando el 60% del valor global de
la operación. El crédito, en el contexto de las
características de la inestabilidad de las condi-
ciones de trabajo y remuneraciones que afec-
taba a los sectores populares, no representaba
una solución para ellos y por lo tanto este em-
prendimiento no llegó a constituir un mejo-
ramiento del problema habitacional masivo.
Algo similar puede observarse de la Ley N°
8.172/1.911, que insistió en la propuesta de
financiamiento de vivienda popular en con-
diciones semejantes. (v. Interés social, vivienda de).
Entre 1914 y 1916, la crisis económica pro- u CERCA DEL PODER: EL EX BANCO HIPOTECARIO DE LA NACIÓN, FRENTE A LA PLAZA DE MAYO Y LA CASA ROSADA.

ducida por la guerra europea llevó a la virtual


paralización de las actividades del Banco. Un ba a sectores sociales relativamente reducidos, Con la crisis del treinta, el Banco entró en
nuevo momento en el desarrollo de la entidad pero aun así se observa un aumento en el nú- un período de estancamiento, del cual se re-
se abrió en 1919, durante el gobierno radical, mero de préstamos, especialmente entre los cuperaría recién a finales de la década. Fue du-
con la presidencia del directorio del Banco por años 1923 y 1928. En los años de mayor acti- rante los gobiernos peronistas (1946-1955) cuan-
parte del el Dr. Rafael Herrera Vegas, cuando vidad, los préstamos para edificación oscilaron do la organización y las funciones del Banco
la Ley N° 10.676 reformó la carta orgánica de entre 250 y 450 por año, y los destinados a em- cambiaron notablemente. Fue también el mo-
la institución, asignándole nuevas funciones pleados nacionales entre 150 y 220 por año. mento en que se le imprimió el carácter social
referidas fundamentalmente a la vivienda po- Otro aspecto central de la Ley N° 10.676 del y centrado en la vivienda masiva con que se
pular y a la política agraria. Ellas fueron las de radicalismo fue el impulso a la colonización asocia comúnmente a la entidad. En efecto, en
otorgar préstamos para empleados nacionales, por medio de préstamos hipotecarios especia- 1946 la Ley N° 12.962 modificó su carta orgá-
el seguro practicado por el mismo Banco so- les. Sus objetivos eran propiciar la subdivisión nica, centralizando el operar de la entidad en
bre las casas hipotecadas a su favor, los prés- de la tierra, fragmentando latifundios próxi- el fomento a la vivienda.
tamos para el fomento en las actividades agrí- mos a las ciudades, poner la tierra al alcance Esta transformación se relacionaba con la
colas y ganaderas y los préstamos para de los pequeños agricultores, arraigar al in- reorganización del sistema bancario como con-
colonización. Con respecto a los primeros, cu- migrante y fomentar las explotación mixta agrí- secuencia de la nacionalización de los depó-
yo destino era la construcción o adquisición de cola-ganadera en granjas. Los propietarios de sitos producida ese mismo año y se articulaba
casa propia, se otorgaban a empleados públi- inmuebles convenían con el Banco la subdivi- con los lineamientos del Primer Plan Quin-
cos permanentes de no menos de diez años de sión de los mismos en lotes de menos de 200 quenal. En tanto el Banco quedaba a cargo de
antigüedad, acordando el 80% de la tasación ha de superficie y el Banco otorgaba créditos a la elaboración de un plan de vivienda, pasó a
de la operación, en un monto proporcionado los agricultores para la compra de los lotes. depender de él la Administración Nacional de
al sueldo del empleado, conforme a una esca- El sistema fracasó en tanto propuesta de co- la Vivienda (v.), creada en 1945.
la. Nuevamente en este caso, el crédito llega- lonización, debido a maniobras especulativas El aspecto central de estas modificaciones,
en los precios de los terrenos tanto como a la consistió en el cambio del origen de los fondos
falta de otro tipo de apoyo a los agricultores. que manejaba el Banco, ya que se abandonó el
Los préstamos de colonización se paralizaron sistema de cédulas hipotecarias, para pasar a
en 1934, mientras que alcanzaron sus valores implementarse el sistema de redescuentos:
más altos en 1925 (1.289 créditos) y en 1928 el Banco Central entregaba al Banco Hipote-
(1.370). En 1936 el Banco puso en marcha un cario las partidas a él asignadas por el Poder
nuevo plan de colonización, aplicable exclusi- Ejecutivo. Este hecho produjo una expansión
vamente a las propiedades del Banco. Para importante del volumen de operaciones: los
1942, el Banco había organizado 20 colonias créditos escrituras pasaron de 5.838 en 1945 a
en las provincias de Mendoza, Tucumán, San- los valores siguientes: 8.275 (1946), 13.134
tiago del Estero, San Juan, Entre Ríos y Bue- (1947), 47.379 (1949). Entre 1950 y 1952 los
u LA CASA IDEAL DE LA FAMILIA TRABAJADORA (FOLLETO). nos Aires. valores descendieron ligeramente con respec-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 123


ligüe (4.3 ha, actualmente llamado Simón Bo-
lívar). Proyectados entre 1947 y 1948, las cons-
trucciones se iniciaron recién en 1949 (554 uni-
dades en el primero y 540 en el segundo). (v.
Interés social, vivienda de). De todas formas, la ac-
ción del Banco se centró fundamentalmente
en el financiamiento de viviendas (acción in-
directa), mientras que las intervenciones di-
rectas ocuparon un sector limitado del volu-
men de sus operaciones.
En cuanto a proyectos arquitectónicos, de-
be también destacarse la labor de asesoramiento
para los tomadores de créditos desarrollada por
el Banco en la acción indirecta. En 1947, el per-
sonal técnico del Banco preparó un catálogo
de proyectos de vivienda con el objeto de ase-
sorar a propietarios que, deseando edificar su
propia vivienda, carecieran de medios para con-
sultar a un profesional. En el mismo sentido,
el Plan Eva Perón (v.) (1952) proporcionaba tam-
bién planos tipo. Una división especial, ade-
más, brindaba colaboración técnica y admi-
nistrativa para la línea de créditos asignadas
a los gremios (v. Casa cajón).
Hasta 1950 el Banco Hipotecario actuó en
u MAQUETA PARA LA REMODELACIÓN DEL BARRIO SUR, EN BUENOS AIRES. PROYECTADO POR ANTONIO BONET Y OTROS. vivienda acompañado de otras reparticiones es-
tatales, pero en tal momento se centraliza de-
to a 1949, pero a partir de tal año se incre- Con respecto a la acción directa, esto es, a finitivamente su injerencia hegemónica en el
mentaron: 41.040 (1952); 54.733 (1953) y 62.590 la labor de la Administración Nacional de la área. Así, la Ley N° 14.078 de 1951 dispuso la
(1954). Vivienda (v.) dentro del Banco, en un primer transferencia al Banco Hipotecario Nacional de
Los créditos se otorgaban a los tomadores momento se terminaron dentro de esta juris- viviendas construidas por el Estado y, final-
en condiciones sumamente liberales, que po- dicción las obras iniciadas por el organismo mente, por Ley N° 14.277/53 se autorizó, según
dían llegar al total de la tasación, a intereses dentro de la Secretaría de Trabajo y Previsión. los lineamientos del 2° Plan Quinquenal, a que
bajos y largos plazos. De esta forma llegaron a Como obras nuevas, por decreto N° 33.221 del el Banco Hipotecario efectuara las ventas.
considerables sectores de ingresos medios y 20.10.1947, el Banco fue autorizado para ad- A partir del derrocamiento del peronismo
medios-bajos. quirir, por convenio directo o expropiación, en 1955, el Banco continuó constituyendo el
Con el fin de operar ágilmente y atender a vastas fracciones de tierra ubicadas en la Ca- eje de la política financiera de la vivienda, aun-
la totalidad del país, el Banco adoptó una es- pital o en la zona limítrofe de la Provincia de que respondió a una concepción diferente de
tructura relativamente descentralizada, divi- Buenos Aires, con el objeto de construir vi- la que regía en el período anterior. Durante
diendo su campo de acción en cuatro geren- viendas colectivas e individuales. Los dos pri- el gobierno de la Revolución Libertadora se re-
cias regionales y concediendo cierta autonomía meros predios adquiridos fueron los del con- alizaron grandes críticas a la política de vi-
a las sucursales. Este hecho permitió, a dife- junto 17 de Octubre (130 ha, actualmente viendas del peronismo, sobre todo por su con-
rencia de otras propuestas anteriores sobre vi- llamado Barrio General Paz) y los de Curapa- centración en organismos estatales y por el
vienda, que esta no se redujera a la Capital Fe- origen de los fondos que empleaba, a través de
deral. En 1947 el 62,67% de los créditos la recientemente creada Comisión Nacional de
correspondían a la Capital y al Gran Buenos la Vivienda (v.).
Aires, pero este porcentaje decreció en favor En 1957 se produjo la reorganización ban-
del interior en años posteriores: en 1950, el va- caria, que restituía los depósitos a los bancos
lor correspondiente a Buenos Aires fue del privados (revirtiendo la nacionalización reali-
53,93%, y en 1951, del 44,03%. zada por el peronismo) y preveía la consoli-
Las líneas de crédito abiertas entre 1947 y dación de las obligaciones crediticias de los
1955 respondieron a múltiples necesidades re- bancos oficiales pendientes con el Estado. En
lacionadas con la política social del gobierno: el mismo año se sancionaba la nueva carta or-
para vivienda individual, constitución de casas gánica del Banco (reglamentada en 1958). El
colectivas (v.), viviendas bajo el nuevo régimen cambio más importante que la nueva carta pro-
de propiedad horizontal (v.), de fomento para ponía era el de suprimir el mecanismo de re-
cooperativas y el llamado plan “Eva Perón” (v.). u INTERIOR DE LA CASA COLECTIVA VALENTÍN ALSINA. descuentos que anteriormente había asegura-

124 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ban ban
do los importantes fondos del Banco. Su capi- 3) La acción directa (v.) en la construcción
tal se limitaba también a diez millones de pe- de viviendas económicas: que planeaba la cons-
sos; además de esta cifra y de las reservas acu- trucción de 10.000 viviendas en distintas re-
muladas, la entidad contaría con emisiones de giones del país, destinadas a núcleos de la po-
valores y depósitos de ahorro, además de otros blación de ingresos reducidos.
recursos que le podría asignar el Estado. De El marco de planificación de estas acciones
esta forma se proponía que el banco actuara fue el Plan Nacional de Desarrollo formulado
por medio del ahorro llamado “genuino” (cuen- por el CONADE para el período 1965-1969, que
tas de ahorro, cédulas hipotecarias). Como plan- fijaba metas para el largo plazo. En el capítulo
tea Oscar Yujnovsky, este hecho tendría como específico sobre el sector vivienda, el Plan pro-
consecuencia una drástica reducción absoluta ponía canalizar el crédito del sector público ha-
de fondos para el financiamiento de la vivien- u CONJUNTO DE VIVIENDAS LOS PERALES, EN MATADEROS. cia grupos sociales de medianos y bajos ingre-
da y la eliminación del subsidio para sectores sos. Consolidaba al Banco Hipotecario como la
de ingresos medios y bajos. Sin embargo, el bierno desarrollista (1958-1963), en concor- entidad bancaria autárquica del Estado, res-
cambio de situación no fue repentino, sino que dancia con los lineamientos que se habían pro- ponsable del desarrollo y la formulación de pro-
el gobierno reconoció la necesidad de un cam- puesto a partir de 1957 y del Plan de Estabili- gramas tendientes a solucionar las necesidades
bio gradual, por motivos de orden político-so- zación de la Economía Argentina de 1959. Este globales del país en materia de vivienda.
cial. La supresión definitiva del sistema de hecho produjo la suspensión de escrituración Durante el gobierno de la Revolución Ar-
redescuento se produjo en 1959 y la imple- de créditos y de recepción de nuevos pedidos, gentina (1966-1970), el Banco quedó bajo la
mentación del remplazo de las fuentes del fi- tanto como la paralización de obras. Como una competencia de la Secretaría de Estado de Vi-
nanciamiento se realizó recién en 1960. alternativa a las anteriores formas de finan- vienda. El Banco Hipotecario funcionaba co-
En cuanto a la acción directa, la nueva car- ciamiento, el Banco, tanto como las entidades
ta orgánica de 1957 autorizaba al Banco a de- privadas, adoptaron el mecanismo de ahorro
sarrollar sus propios programas de construc- y préstamo, del cual solo podían participar sec-
ción, absorbiendo así la función que cumplía tores sociales de ingresos medios o superiores.
anteriormente la ex Administración Nacional Sin embargo, la afluencia de créditos ex-
de la Vivienda, que quedaba integrada defini- ternos que se produjo durante el gobierno de-
tivamente al Banco. En 1957 el Banco encaró sarrollista, permitió que el Banco contara con
un proyecto de transformación urbana en Bue- nuevas normas de financiamiento. En 1962 el
nos Aires basado en la vivienda que nunca lle- Banco Interamericano de Desarrollo concedió
gó a realizarse: la remodelación sudeste de la un préstamo de 30 millones de dólares desti-
Capital Federal, entre las Avenidas Belgrano, nado a cubrir el 50 % del costo total de un pro-
Paseo Colón, Caseros y 9 de Julio. El equipo grama de viviendas, que se efectivizaría con el
proyectista estaba dirigido por Antonio Bonet nombre de Plan Federal de la Vivienda (v.), y
(v.). También en cuanto a la acción directa se se aplicaría a través del BHN. Se produjo así,
encargó al Banco la implementación del Plan a partir del crédito externo, una nueva con- u COMPLEJO HABITACIONAL EN VILLA SOLDATTI, GBA.

de Emergencia (v.) diseñado por la Comisión centración de funciones en el Banco Hipote-


Nacional de la Vivienda (v.), destinado a la erra- cario Nacional. Por el Decreto-Ley N° 1141/63 mo agente financiero de la Secretaría. Se cons-
dicación de villas de emergencia (v.). Este plan se facultó al Banco para formular el Plan Na- tituía una nueva estructura nacional que
se prolongó en su ejecución hasta 1965. cional de la Vivienda. Oscar Yujnovsky ha hi- agrupaba a todos los organismos e institucio-
Como se indicaba anteriormente, la reduc- potetizado que esta nueva concentración se de- nes que tenían por objeto la financiación de vi-
ción drástica de los fondos y el cambio de ori- bió, además de a la necesidad de reestructurar viendas. La operatoria más importante del pe-
gen de los mismos se produjo durante el go- el aparato estatal del sector para la recepción ríodo fue el plan VEA (Viviendas Económicas
de créditos externos, a la presión del aparato Argentinas) (v.). Se basaba en el otorgamiento
burocrático del Banco y a su ligazón con inte- de préstamos a entidades para la construcción
reses del sector privado de la construcción. de viviendas económicas agrupadas. Se trata-
Los influjos de los fondos externos se sin- ba de apoyar la ejecución de planes y proyec-
tieron durante el gobierno radical (1963-1966) tos destinados a los niveles a los que no llega-
cuando se pusieron en marcha los programas ra la acción exclusiva de la actividad privada,
basados en ellos. En 1964, las tres grandes lí- destinando fondos públicos a operatorias ma-
neas de operatorias del Banco eran las si- sivas, dejando librada a la actividad privada la
guientes: atención de necesidades de tipo individual.
1) El Plan Federal de la Vivienda (v.), que pla- Continuaron los planes indicados anterior-
nificaba la construcción de 15.000 viviendas. mente, a los que se sumó el apoyo de la Agen-
2) Los planes de Ahorro y Préstamo para la cia Interamericana del Desarrollo (AID) de los
Vivienda, que desde su implementación había EE.UU. y de los sindicatos norteamericanos
u BARRIO CAFFERATA, EN PARQUE CHACABUCO, CAP. FED. firmado 38.000 contratos. (AFL-CIO), que destinaban 23 millones de dó-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 125


lares a la construcción de programas de vi- nativo para la captación de fondos por aplicar prar, construir o refaccionar viviendas, pres-
viendas para sindicatos. También en los PEVE en el sector vivienda, considerando la restric- tando el 80% de su valor a quince años de pla-
(Planes de Erradicación de Villas de Emer- ción del gasto público que se practicaba en el zo. El monto de crédito a solicitar estaba rela-
gencia), el Banco funcionaría como ente eje- momento. De esta forma la entidad volvía a cionado con la suma del valor de los títulos
cutor, realizando llamados a licitación pública operar en su carácter bancario, aunque, te- ahorrados y con el tiempo transcurrido desde
por el sistema de “concurso y precio”. niendo en cuenta la escasa actuación del Ban- la suscripción.
Durante los gobiernos militares, entre 1970 co en el período, puede suponerse que el pro- Durante la segunda presidencia de Menem,
y 1973, el Banco continuó siendo el ejecutor de ducto de las Cédulas no fue dedicado al el banco fue privatizado y, por lo tanto, dejó de
la política financiera de vivienda pública. Por mercado de la vivienda. Los sectores de me- ser un instrumento de crédito estatal. A. B.
Ley N° 18.877/70, el Banco recuperó su autar- nores recursos serían asistidos, en cambio, fue-
quía y por Ley N° 1194/71 se incorporó a él la ra de la órbita del Banco, a través del Fondo Na- Bibliografía: El Banco Hipotecario Nacional en su pri-
Dirección General de Préstamos Personales y cional de la Vivienda (v.). Por resolución del mer cincuentenario: 1886-1936. Bs. As.: Peuser, 1936;
con Garantía Real, organismo cuyo objetivo Banco y de la Secretaría de Vivienda del M. Schteingart y otros. “Políticas de vivienda de
era invertir los fondos del sistema previsional, 08.06.1976 se dispuso la suspensión de los los gobiernos populares para el área de Buenos Ai-
que desde 1967 había funcionado en la órbi- planes de vivienda Islas Malvinas, 25 de Ma- res”. En: Revista summa N°71, enero de 1974; M. Sch-
ta de la Secretaría de Vivienda. yo y Alborada, quedando paralizados los trá- teingart y B. Broide. “Políticas de vivienda de los
El Plan VEA continuó siendo el más im- mites y la construcción de aproximadamente gobiernos populares para el área de Buenos Aires”.
portante, prosiguiendo también el Plan Fede- 190.000 viviendas. Estos planes fueron pos- En: Revista summa N°72, febrero de 1974; H. Baliero
ral de la Vivienda, los de Ahorro y Préstamo teriormente absorbidos por la Secretaría de De- (coord.). Desarrollo urbano y vivienda. Introduc-
para la vivienda y el financiamiento externo de sarrollo Urbano y Vivienda, en uso y aplicación ción al estudio de la acción del Estado. Bs. As.: Du-
la AID para sindicatos. del FONAVI, que ingresando desde junio de rruty, 1983; O. Yujnovsky. Claves políticas del pro-
Durante el gobierno peronista (1973-1976), 1977 comenzó a producir viviendas a fines del blema habitacional argentino. 1955-1981. Bs. As.:
la legislación de nacionalización de los depó- mismo año. Grupo Editor Latinoamericano, 1984.
sitos hizo que los préstamos dependieran, co- En 1978 y 1979 se pusieron en marcha lí-
mo en el período 1947-1955, de los fondos que neas de crédito para atender las necesidades
el Banco Central destinase a la financiación de de inquilinos desalojados por el descongela- BAÑO. m. Espacio o habitación donde se sitúan
viviendas. En octubre de 1973 se estableció un miento de los alquileres. En 1979 el Banco te- las instalaciones necesarias para la evacua-
nuevo régimen que determinaba dos categorí- nía en marcha las siguientes operatorias: ción de deyecciones y la realización de la hi-
as de préstamos de los bancos: de caracterís- a) La operatoria 501, destinada a afectados giene corporal. Tomado en consideración so-
ticas “corrientes” y para “viviendas económi- por la ley de locaciones urbanas, con plazos de lo dentro del ámbito de lo doméstico, el cuarto
cas”. La segunda categoría fijaba el 90% de la amortización de 20 años y 5% de interés. de baño reconoce en su configuración diver-
tasación, mayores plazos de reintegro (hasta b) Las operatorias 801 y 802, dirigidas a fa- sos momentos. Durante lo que podría llamarse
30 años) y una baja tasa de interés anual (6%). milias con hijos menores de 15 años, hasta un una primer etapa pretecnológica, que se ex-
Durante esta etapa se implementaron los 80% del valor de tasación del inmueble, con tiende hasta la instalación de las primeras re-
siguientes programas, que continuaban ini- un interés del 8% y plazo a 10 años. des de agua corriente y cloacas a finales del
ciativas anteriores y que también continuarí- Para observar lo reducido de las operacio- siglo XIX, la estructura de servicios de la ca-
an después del golpe de estado de 1976: nes del BHN en el período, Yujnovsky esti- sa se caracteriza por un alto grado de inde-
a) Plan Eva Perón (v.): continuaba el Plan ma que con los montos que el BHN disponía terminación espacial. Las actividades higié-
VIS, de vivienda individual. (Plan Islas Mal- en 1979 para estas dos líneas de crédito podí- nicas relativas al cuidado del cuerpo suelen
vinas después de 1976). an construirse solamente algo más de 5.000 dispersarse en distintos espacios de la vi-
b) Plan 17 de Octubre (v.) (Plan 25 de Ma- unidades. En el período se produjeron también vienda, tales como dormitorios o cocinas, sin
yo después de 1976): continuaba el Plan VEA, reajustes de los plazos y de las cuotas (Opera- una localización específica. Solo la letrinas
para viviendas agrupadas. toria 600 de 1979 y Circular 1050 de 1981), o comunes reconocen un lugar fijo, aunque
c) Plan Alborada (v.) : continuación de los que cobraron notoriedad pública debido a la totalmente segregado del orden jerárquico de
planes para erradicación de villas de emer- impopularidad de las medidas que contenían. los ambientes.
gencia. Entre 1983 y 1989, el gobierno del radica-
Durante el gobierno militar 1976-1983, la lismo intentó imprimir un nuevo impulso a la Con la incorporación de los artefactos y de los
restricción del gasto público disminuyó las ope- labor del Banco, en la que sobresalía el Plan sistemas de instalaciones sanitarias, en las
raciones del Banco en forma notable. Según “Reactivación”, destinado a entidades inter- postrimerías del siglo XIX, tiene lugar la rup-
su nueva carta orgánica, la entidad se centró medias. Sin embargo, la acción de la entidad tura inicial del ordenamiento anterior. En pri-
en los requerimientos de la población con ca- se vio comprometida por los conflictos de la mer término, se incorpora a las habitacio-
pacidad de ahorro, pero que requería finan- economía nacional en general, que se desa- nes de la casa el “cuarto de baño”. En
ciamiento. El Banco operaría con los recursos rrollaron en tal período. segundo lugar, las letrinas o comunes son re-
de recuperación de su cartera y préstamos, y En 1992, durante el gobierno peronista de emplazadas por el water-closet , transfor-
los obtenidos mediante la colocación de la Cé- Menem, sobre la base de fondos públicos y pri- mándose totalmente las condiciones de uso
dula Hipotecaria Argentina, entre 1976 y 1979. vados, el Banco lanzó los TIAVI (Títulos de de este espacio que ingresa, en ciertos ca-
Esta última intentó constituir un fondo alter- Ahorro para la Vivienda), que permitían com- sos, al interior de la vivienda.

126 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ban bañ
Un segundo momento de particular impor- del agua: el agua destinada a la ingestión y a la
tancia, tanto por lo que representa en el pro- cocción de alimentos, y el agua usada en la lim-
ceso de densificación urbana como en el cam- pieza corporal y de la casa. En el primero de
bio de los hábitos domésticos, se verifica en los casos era general la utilización de agua pro-
los inicios del siglo XX, cuando aparece el mo- veniente del río, que era comprada a aguate-
delo de “baño habitación”. Con él se unifican ros ambulantes y sometida posteriormente a
por primera vez en un solo ambiente las ope- un proceso de decantación y estacionamiento
raciones de deyección y de aseo personal. en barriles o tinajas. Si bien infrecuente, el uso
de agua de lluvia, recogida en aljibes por me-
La consolidación de este modelo tiene lugar dio de un sistema de desagües, podía consti-
aproximadamente durante los años veinte, tuir una alternativa para la obtención de agua
correspondiéndose con ciertos cambios en el potable. Para las distintas operaciones de aseo,
concepto de higiene y un mayor perfecciona- u PERSPECTIVA DE UN BAÑO MODERNO . era usual el empleo de agua extraída de pozos,
miento de la tecnología sanitaria. que dadas sus características de salubridad re-
tios o fondos del terreno, conformando en cier- sultaba inadecuada para otros usos.
En relación con estas transformaciones, sur- tos casos construcciones independientes. Di- La circulación por acarreo tanto de las aguas
ge en los años treinta lo que podría caracte- versos ejemplos de principios del siglo XIX, limpias como servidas en el interior de la casa,
rizarse como el “baño moderno”. Tomado en como las casas del coronel Bosch o de Adelai- fue sin duda un factor condicionante de esta in-
parte de las teorías de la Arquitectura Mo- da Burgos, muestran la costumbre ya señala- diferenciación espacial que se observa en las ta-
derna, este nuevo modelo introduce las no- da por Lucio V. Mansilla en sus Memorias de reas destinadas al cuidado del cuerpo. Distin-
ciones de economía espacial y racionalización dotar a la vivienda de dos letrinas apareadas, tos estudios referidos a la cultura material de
de los usos que posteriormente se hacen ge- una destinada a los señores y otra a la servi- la época han mostrado la importancia que re-
nerales. dumbre. El desagüe de ellas se producía por
medio de una conexión a un pozo negro (v.), al
Caracterizada por una fuerte impronta ru- que se trataba de distanciar lo más posible de
ral, la casa de patios, tipología dominante en los llamados “pozos de balde”, de los cuales se
el medio urbano argentino durante los siglos extraía el agua de las napas. La utilización de
XVII, XVIII e inicios del XIX, presenta una los comunes por los dueños de casa parece ha-
particular organización de servicios en la que, ber sido sin embargo poco habitual. Ciertos re-
contrariamente a lo que llega a ser usual a prin- ceptáculos de uso personal, como los llamados
cipios del siglo XX, las distintas operaciones “servicios” o “vasos necesarios”, a los que se
de aseo personal y excreción no reconocen un sumaban las bacinillas y los “sillicos”, permi-
mismo ambiente. En principio, solo las letri- tían satisfacer las necesidades fisiológicas de
nas o “comunes” aparecen señaladas en los excreción en los cuartos propios de la fami-
planos constituyendo una estancia netamente lia, sin tener que incursionar en el área de ser-
diferenciable del resto de los cuartos. De acuer- vicios de la casa.
do con el ordenamiento de este tipo de vivien- Tampoco las varias acciones de lavado e hi- u AXONOMETRÍA DE UN BAÑO COMPARTIMENTADO.

da, que responde a una jerarquización casi li- gienización corporal, que comienzan a ser re-
neal de los ambientes a partir de su contacto lativamente frecuentes desde finales del siglo vestía el transporte del agua entre las tareas do-
con el espacio público, las letrinas se localiza- XVIII, merecen una localización propia y se- mésticas, operación para la cual eran utilizados
ban indefectiblemente en el último de los pa- gregada del resto de los ambientes. Innume- una enorme variedad de enseres, entre los que
rables enseres transportables, desde aguama- se cuentan, además de los ya mencionados, ba-
niles de porcelana hasta bañeras o tinas de cías, garrafas, jarras, piletas de mano, artesas,
latón, solían instalarse para su uso en dormi- etc. Esta proliferación de objetos en torno de la
torios y cocinas. Aun el baño a cielo abierto en cuestión del agua es significativa con respecto
el patio posterior solía ser una operación fre- a las exigencias de confort de la época que, al
cuente en la temporada estival, como recuer- carecer de todo apoyo técnico, se constituyen
da también Mansilla. Según este autor, el “cuar- en principio exclusivamente en relación con el
to de baño” no era para la época más que un número de personas afectadas a la servidum-
simple depósito de estos elementos mencio- bre de la familia (Lecuona 1984).
nados. Aunque indispensable, el suministro En sus aspectos técnicos, esta situación per-
de agua potable quedaba sujeto a un meca- manece invariable hasta las últimas décadas del
nismo de adquisición muy similar a los que re- siglo, cuando se hace posible un mayor control
gían para los otros insumos que abastecían a sobre las condiciones de abastecimiento, eli-
la familia y a su servidumbre. La práctica usual minación y aclimatación del agua dentro de la
en el Buenos Aires virreinal establecía un do- vivienda. En otros aspectos, sin embargo, se
u BAÑO MODERNO DE FINES DEL S XIX, SEGÚN L. BRAVO. ble régimen para el consumo y la obtención producen transformaciones importantes. En-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 127


Paralelamente comienzan a circular desde
la época rivadaviana diversas nociones referi-
das a la higiene pública y privada que, si bien
en un primer momento apenas rozan algunos
aspectos referidos al ámbito interno de la ca-
sa, desde 1850 en adelante comienzan a am-
pliar su campo de interés consolidándose co-
mo verdaderas ciencias (v. Higienismo). Los
primeros exponentes del higienismo propia-
mente dicho, como José A. Wilde, no encuen-
tran demasiados reparos al sistema de letrinas
usual en la mayoría de las viviendas de la épo-
ca. En su obra Curso de higiene pública y priva-
da, se limita a establecer que solo en el caso de
los hospitales es necesario hacer de los servi-
cios una construcción separada, ya que se con-
sideraba que los “efluvios humanos” solo eran
dañinos si provenían de enfermos. La utiliza-
ción de pozos ciegos, que podían ser desago-
tados por medio de carros atmosféricos sin ne-
cesidad de efectuar nuevas excavaciones,
continúa siendo la única alternativa para la eli-
minación de los residuos de origen orgánico.
Luego de las sucesivas epidemias que aso-
laron a la ciudad de Buenos Aires a fines de la
década de 1860 y en 1871 el problema del agua
se constituye en una de las preocupaciones cen-
trales tanto de políticos como de la nueva ge-
neración de médicos higienistas, que fija su
atención por primera vez en la vivienda urba-
na y su estructura de servicios. Puestos bajo
la óptica de la medicina, la casa y los espacios
habitables son examinados en términos de sa-
lubridad. El tradicional sistema de abasteci-
miento y eliminación de las aguas domésticas
es considerado un factor determinante en la
propagación de las llamadas “enfermedades hí-
dricas”, cuyo riesgo de contagio solo podía dis-
minuirse ejerciendo un mayor control sobre el
agua ingerible y erradicando del ámbito de la
vivienda todos los “focos de infección”, repre-
sentados en particular por los pozos ciegos.
Una de las personalidades más activas a es-
te respecto fue Guillermo Rawson, quien tan-
u HABITACIÓN BAÑO EN LA DÉCADA DEL VEINTE, CON ARTEFACTOS ENLOZADOS Y MOBILIARIO DE MADERA PINTADA. to en su desempeño público como frente a la
cátedra de Higiene, puso de manifiesto lo que
tre múltiples razones estos cambios tienen ori- ducto, ya que los jabones de uso común resul- consideraba las “deficientes condiciones sani-
gen en dos circunstancias determinantes que, taban intolerables por su mal olor), haciéndo- tarias de la ciudad de Buenos Aires”, dadas tan-
en mayor o menor grado, se mantienen en vi- se notoria una mayor apertura de la sociedad to por la defectuosa provisión de agua como
gencia hasta inicios del siglo XX. La primera de criolla a nuevos comportamientos sociales que por la contaminación de pozos y aljibes que
ellas es el estrecho contacto comercial con In- modifican las exigencias y los usos domésticos afectaba a todos los estratos de la creciente po-
glaterra que posibilita, en un principio, la en- coloniales. Paulatinamente comienzan a apa- blación urbana.
trada de ciertas mercancías insustituibles para recer los primeros receptáculos fijos diseñados La reformulación de los servicios destina-
el aseo cotidiano (según Mariquita Sánchez de y ornamentados según diversos estilos, que in- dos a atender los espacios habitables se en-
Thompson, es recién con la entrada de los ja- tentan asimilarse al resto del mobiliario de la cuentra, por lo tanto, en los inicios del proce-
bones de tocador ingleses cuando se inicia la casa y que hacia 1850 constituyen aún un ras- so de metropolización a que se verá sometida
costumbre del lavado corporal con este pro- go de modernidad en nuestro país. la ciudad en las últimas décadas del siglo XIX.

128 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bañ bañ
Una de las primeras condiciones de este pro- nitarios, que permiten controlar el movimiento y calidad de los materiales a ser usados para el
ceso fue la aplicación por primera vez en nues- o la estanqueidad del agua de acuerdo con el encañado.
tro país de una tecnología de escala urbana, ba- fin específico para el que han sido diseñados, Por otra parte, el abandono de ciertos mo-
sada en los principios de la ingeniería sanitaria, y cuyo funcionamiento se perfecciona por me- delos de vivienda, como la casa de patios, y la
que hizo posible dotar de agua corriente y de dio de sifones hidráulicos que hacen posible adopción entre los estratos altos y medios de
cloacas hacia finales de siglo a un cierto por- evitar el contacto entre las cañerías que desa- la sociedad de nuevas tipologías de vivienda,
centaje de las unidades de vivienda. gotan las aguas servidas y la atmósfera inter- especialmente el hotel privado y la casa de de-
Si bien ya desde 1854, cuando se crea la Co- na de la casa. partamentos, determinan la aparición de nue-
misión de Obras Públicas Municipal, existía la Durante las dos últimas décadas del siglo vas pautas en la organización de los servicios,
preocupación por proveer a la ciudad de Bue- XIX, estos avances técnicos se imbrican con que difícilmente podían llegar a cumplimen-
nos Aires de agua potable, es recién en 1870 varios procesos de distinta naturaleza que ace- tarse sin la aplicación de los avances técnicos
cuando se da inicio, con el “Plan Bateman”, a leran su implementación en el medio urbano. ya mencionados.
la construcción de la red de agua corriente (v. En primer lugar cabría señalar el peso de los En términos espaciales, se verifica asimis-
Bateman). Originariamente esta debía ejecutar- discursos higienistas, que juegan un papel de- mo una serie de transformaciones relativa-
se en correspondencia con un sistema de re- terminante en las primeras reglamentaciones mente graduales que afectan a casi todas las ti-
des cloacales, que permitieran desagotar el ma- municipales que rigen para las obras sanita- pologías de vivienda usuales a fines del siglo
yor volumen de agua a disposición de cada rias domiciliarias. Tanto desde el Consejo de XIX y principios del XX.
vivienda a partir de su conexión a la red tron- Higiene Pública como desde la Comisión de En una primera etapa, que podría fecharse
cal. Sin embargo, las innumerables alteracio- Obras de Salubridad de la ciudad de Buenos aproximadamente entre 1880 y 1910, se cons-
nes que sufre el programa de obras de agua co- Aires, se sanciona, en principio, la obligato- tata que la anterior distinción entre espacios
rriente, servicio que en 1887 solo alcanza al 50 riedad de las mismas para todas las viviendas utilizados para el aseo personal y los destina-
% de las viviendas de la ciudad, obligan a pos- ubicadas dentro del tejido urbano. El Regla- dos para las deposiciones, siguen siendo ob-
tergar los trabajos de construcción de las cloa- mento de 1887, elaborado por esta última re- jeto de una neta distinción en la mayoría de los
cas. La conexión domiciliaria se hace posible partición, que sirve de base para el que es pues- casos. Pese, sin embargo, a esta supervivencia,
recién a partir de 1890, fecha en que aproxi- to en vigencia en todo el ámbito nacional en pueden señalarse como características de esta
madamente un 10 % de las viviendas de la ciu- 1903 por la Administración de las Obras de Sa- etapa las siguientes innovaciones:
dad accede a este servicio. Dos décadas des- lubridad de la Nación, establece una amplia ga- uEn primer término, la consolidación den-

pués, el censo de la ciudad de Buenos Aires ma de prescripciones técnicas que condicio- tro del ordenamiento espacial de la casa del
revela que este porcentaje se eleva aproxima- nan detalladamente a las instalaciones. En él “cuarto de baño” o “sala de baños” propiamente
damente al 40 %, cifra comparativamente ba- se establecen los modelos de aparatos sanita- dicha. Si bien su aparición puede verificarse
ja si se tiene en cuenta que no alcanza a cubrir rios a ser usados, especificándose las caracte- en ejemplos anteriores a 1880, como la casa
todas la viviendas que reciben agua corriente, rísticas de terminación y accionamiento de ba- Guerrero (arquitecto E. Bunge, 1866) o la muy
y que desde 1895 la Municipalidad había prohi- ñeras, inodoros, lavatorios, mingitorios y piletas temprana de L. Martínez (C. Zucchi, 1828), es
bido la excavación de pozos ciegos. de cocina; se estipulan también cuáles han en este momento cuando se sientan las bases
Concurrentemente con estas transforma- de ser los dispositivos interceptores y el tipo técnicas que permiten la localización definiti-
ciones a escala urbana, se incorporan a la casa va de las acciones de higienización corporal,
los primeros sistemas de instalaciones sanita- que comienzan a partir de este momento a ser
rias, que llevaban ya un largo proceso de ex- efectuadas por aparatos no removibles, po-
perimentación y aplicación en Inglaterra y los niéndose fin, según la expresión de Siegfried
Estados Unidos. La utilización de cañerías pa- Giedion, al “nomadismo del cuarto de baño”.
ra el suministro y la evacuación del agua, a la En ciertas tipologías, como los hoteles par-
que se suma un repertorio técnico que permi- ticulares o las casas de renta, su ubicación se
te un creciente control sobre sus condiciones efectúa preferentemente en relación con los
de uso, trae aparejada una profunda transfor- dormitorios; en algunos casos su uso suele
mación de la estructura de servicios de todos complementarse con un “tocador”, pequeña
los espacios habitables. pieza de aseo para uso preferentemente fe-
La aplicación a nivel doméstico de esta nue- menino, concebida como un espacio anexo del
va tecnología impone una nueva lógica en el dormitorio principal. En la vivienda de los es-
uso del agua y de los múltiples elementos y ta- tratos sociales medios, como la “casa chorizo”
reas que se relacionan con el mismo. El trans- (v.), su implementación suele efectuarse en re-
porte de agua por cañería implica, además de lación con el resto de los servicios, en parti-
la superación de los trabajos de acarreo, la apa- cular de la cocina, desvinculándolo de las cir-
rición de ciertos puntos fijos en el interior de culaciones principales.
la vivienda donde esta puede ser obtenida y en El encañado de agua caliente se constituye
los que es necesario garantizar su adecuado también durante este período en uno de los
uso y resolver el problema de su evacuación. principales requisitos de este ambiente. El mé-
Se incorporan de esta forma los artefactos sa- u WATER CLOSET DE LAS PRIMERAS DÉCADAS DEL SIGLO XX. todo más usual utilizado para la obtención de

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 129


la misma solía ser la instalación de una ser- tinados exclusivamente a cubrir las necesida-
pentina en la cocina económica que se conec- des de calentamiento del agua para el baño.
taba con el cuarto de baño. El uso de calderas Estas innovaciones tienen como correlato
de gas o de petróleo se constata solo excep- diversos cambios en el modo de habitar y un
cionalmente. nuevo concepto de higiene, que se define es-
Los distintos rasgos estilísticos con que sue- pecialmente en los años veinte. Si en déca-
le dotarse a esta habitación, tienden a hacer de das anteriores, esta se concebía principalmente
ella, tanto por su mobiliario como por su de- en relación con la acción preventiva de las en-
coración, una especie de pequeño salón (Le- fermedades y sus modos de propagación, tan-
cuona 1984) que debía reunir ciertas condi- to en el ámbito público como en el privado, a
ciones de impermeabilidad de las superficies partir de los años veinte adquieren nueva im-
a efectos de hacerlas resistentes al vapor y pa- portancia las nociones de “higiene corporal”
u ARRIBA, INSTALACIÓN u ABAJO, CORTE Y PLANTA
ra permitir su fácil limpieza. y, en especial, la de “bienestar físico”, sobre ta-
DE TUBERÍAS QUE UNIFICAN DE UNA INSTALACIÓN
u En segundo término, se constata una les bases se profundizan los patrones de con-
UN BAÑO COMPLETO Y UNA COMPLETA DE INODORO
completa transformación de las letrinas o co- fort de la vivienda. Paralelamente, se constata
COCINA, CON DESCARGA CON DEPÓSITO EXTERNO,
munes a partir de la introducción, aproxima- una atención más detallada en el cuidado y
PRIMARIA, SECUNDARIA Y CORTE SEGÚN LARRAÍN
damente desde 1885, del artefacto inodoro ac- aseo del cuerpo, tendiéndose a una mayor fre-
TERMOTANQUE. BRAVO.
cionado por caída de agua y de los nuevos cuencia en las operaciones de lavado total o
dispositivos de sifón hidráulico que mejoran parcial del mismo.
considerablemente las condiciones del espa- El modelo prototípico que se constituye en
cio. La importancia de estos cambios se ma- la época es el del “baño-habitación”. Este se ca-
nifiesta en la adopción de una nueva deno- racteriza por la unificación en un solo ambiente
minación, la de retrete o water-closet. El mismo de todas las acciones de cuidado del cuerpo,
se incorpora al ámbito interno de la vivienda, relativas tanto a las necesidades fisiológicas de
reconociéndose la necesidad de su imbrica- deyección como a la higienización personal.
ción funcional con las restantes habitaciones. La reunión en un mismo local de todos los ar-
Esta localización interior es particularmente tefactos involucrados en esas operaciones anu-
verificable en las organizaciones domésticas la la antigua separación entre baño y w.c., y re-
de tipo compacto, como el petit-hotel o el de- conoce antecedentes en viviendas de categoría
partamento, que hacen mayor hincapié en el de principios de siglo. Sus modalidades son
sentido de interioridad de la morada, contra- marcadamente distintas de acuerdo con el ti-
poniéndose con modelos de raigambre más po de vivienda que se considere.
popular, como la “casa chorizo”, en la que los En relación con la “casa opulenta” de la
servicios conservan una relación más directa alta burguesía, se observa que el principio es-
con el exterior. tético por el cual cada habitación había de res-
Una segunda etapa, definida por la desa- ponder en su espacialidad y en su concepción
parición de los últimos rasgos pretecnológicos decorativa a un estilo determinado, no nece-
de los espacios de servicio, puede situarse du- sariamente respecto de otros ambientes, se ha-
rante la segunda y la tercera décadas de nues- ce extensivo también al baño-habitación.
tro siglo. Esta “heterogeneidad espacial” de la vi-
En el ámbito técnico, una de las transfor- vienda premoderna se manifiesta en la apari-
maciones más importantes que caracterizan ción de un número relativamente limitado de
esta etapa es el rápido perfeccionamiento de opciones estilísticas que determinan su arre-
los distintos artefactos que, superada una pri- glo. La referencia más o menos erudita a cier-
mera fase relativamente rudimentaria en su di- tos tipos históricos, como el baño “romano”,
seño y accionamiento, pasan a constituir una “pompeyano” o “morisco”, suele ser frecuen-
de las piezas claves en la configuración del há- te, correspondiéndose con una práctica de di-
bitat doméstico. La adopción en nuestro me- seño coincidente con la aplicada en las res-
dio de los diversos modelos de lavatorio, ino- tantes habitaciones.
doro, bidé o bañera que se suceden desde co- Esta intención de asimilar el baño a los res-
mienzos de siglo es solo el reflejo a escala lo- tantes ambientes de la casa no resulta fácil-
cal del proceso de experimentación y creación mente conciliable con las condiciones técnicas
a que son sometidos desde mediados del siglo e higiénicas que se imponen al mismo. En es-
XIX en los EE.UU. e Inglaterra. Por otra par- te sentido, la elección de los referentes histó-
te, el uso cada vez más frecuente del gas como ricos ya mencionados tiene como razón, en
fuente de energía doméstica hace posible la gran medida, hacer compatibles las exigencias
aparición de distintos dispositivos técnicos des- de impermeabilidad, asepsia y fácil limpieza

130 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bañ bañ
aquellas viviendas donde la disponibilidad de
espacio es reducida, puede constatarse el sur-
gimiento de un criterio de economía espacial,
determinante, en la mayoría de los casos, de la
adopción de una planta rectangular que per-
mite, en principio, la distribución de los arte-
factos sobre una sola línea. Aunque este or-
denamiento no siempre se verifica, un rasgo
casi invariable de esta modalidad de baño-ha-
bitación —el antecedente más directo de la “cé-
lula de baño” de los años 1930-1940— es la co-
locación de la bañera “a la inglesa”, vale decir
paralela al lado mayor del local.
El modelo de baño-habitación, que juega
un papel determinante, en cierta forma, en el
proceso de densificación urbana anterior a
1930, ya que es una de las piezas claves para
la constitución de la “casa de renta” (v.), no pre-
senta sin embargo una difusión homogénea,
tanto desde el punto de vista territorial como
social durante este período. En casas chorizo
o viviendas rurales construidas en la década
del veinte era usual la existencia de baños y
del w.c. independientes entre sí y accesibles
solo desde el exterior. Asimismo, los regla-
mentos de construcción de muchas ciuda-
des argentinas, vigentes en esta época, esta-
blecen para las casas de inquilinato la
separación entre letrinas y baños propiamen-
te dichos. En estos casos, las reglamentacio-
nes suelen ser inusualmente detalladas, ya que
se especifican las condiciones de ventilación,
u ACRÍLICOS Y SUPERFICIES DE VIDRIO EN UN BAÑO DE SPA, CARACTERÍSTICO DE LOS AÑOS SETENTA. el número de artefactos según la cantidad de
piezas a servir, la altura del revestimiento, etc.
de las terminaciones con los criterios de di- ción reconoce otras pautas. En estos casos, la Durante los años treinta, al desarrollarse
seño generales de toda la casa. La cuestión de influencia del “modelo hospitalario” de espa- la Arquitectura Moderna en nuestro país, se in-
los artefactos, a los que resultaba inevitable cio higiénico, influencia en parte sancionada corpora un nuevo concepto de baño que res-
mostrar en su pura objetualidad, reconoce dis- por el Reglamento de Construcción del año ponde en términos generales a la idea de cé-
tintas soluciones de acuerdo con la función de 1929, se hace mucho más evidente que en los lula. Si en las décadas anteriores los cambios
cada uno de ellos. En lo que respecta al ino- ejemplos anteriores. Especialmente durante más relevantes se habían operado en las tipo-
doro (artefacto crítico del que la Modernidad los años veinte, las distintas exigencias que pe- logías de vivienda usuales en los estratos me-
hará luego una especie de bandera), la prácti- san sobre el cuarto de baño en lo que respec- dios de la población, en esta época la cuestión
ca más usual, prescripta por arquitectos como ta a la calidad de sus terminaciones, condi- se plantea, quizás más en la teoría que en la
E. Hary (v.) o A. Christophersen (v.), era sus- ciones de ventilación y cubaje mínimo de aire, práctica, en relación con programas de vivien-
traerlo del espacio principal del baño, aloján- comienzan a ser aceptadas en esta clase de vi- da económica o masiva, y se tiende paulatina-
dolo en un pequeño compartimento o cama- viendas sin que intervenga mayormente en su mente a una cierta unidad en los criterios de
rote con ventilación propia, evitando exponerlo diseño ningún tipo de mediación estilística con diseño que, si bien contienen importantes ma-
de forma directa. Una solución similar, aun- los restantes locales. En líneas generales, no se tices, se hacen comunes a prácticamente la to-
que poco frecuente, se aplicaba para duchas o observa una correspondencia de dimensiones talidad de los tipos domésticos.
bidés. En el caso de la bañera y el lavatorio, entre las proporciones de la habitación y los ar- Los orígenes del baño-célula pueden si-
podía recurrirse a alojarlos en pequeños ni- tefactos sanitarios alojados en ella. En múlti- tuarse, según Giedion, en los hoteles nortea-
chos dejando vacío el espacio central de la ha- ples ejemplos de casas urbanas de la época, es- mericanos de la primera década del siglo XX.
bitación, como se observa en el baño del pa- ta circunstancia tiende a acentuar la disposición En esta misma línea se ubican los estudios re-
lacio Ortiz Basualdo (arquitecto Pater, v.). un tanto azarosa de ellos, basada a veces en alizados en Alemania durante los años veinte
En casas de departamentos, petit-hoteles y ciertas nociones de simetría, sin que interese por Stratemann, Klein y Neufert. En sus tra-
en general en las viviendas de los estratos me- un aprovechamiento funcional estricto del am- bajos —relativos, respectivamente, a la orga-
dios, el tratamiento estético del baño-habita- biente. Únicamente en los departamentos o en nización del baño, su importancia en el plan

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 131


general de la vivienda mínima y sus particula- que, mas allá de sus distintas variantes, se im- más en la consideración de los distintos gra-
res condiciones de uso—, se definen en gran pone a casi toda la producción de arquitectura dos de intimidad que involucra cada una de las
medida las características más destacadas del doméstica durante los años treinta y cuarenta. acciones, que en su naturaleza.
“baño moderno”. Si bien en su formulación básica este modelo Las variadas teorías y experimentaciones
Este aparece en nuestro medio a partir de permanece casi inalterable, pueden observar- desarrolladas desde mediados de los años cin-
una reducción en las dimensiones de la “sala se durante las últimas décadas diversas varia- cuenta en el plano internacional, destinadas
de baño”, de la que se suprime cualquier tipo ciones del mismo, orientadas tanto por exi- a la reformulación técnica y espacial del baño
de referencia estilística. Los principios de eco- gencias técnico económicas como por razones moderno, no tienen en el medio local una in-
nomía y eficiencia espacial a los que se subor- de índole funcional o estética. cidencia práctica reconocible. No obstante, su
dina su diseño suelen reflejarse en una rela- Desde un punto de vista técnico, las ex- difusión ocupa un lugar en distintas publi-
ción más ajustada entre los artefactos que periencias más innovadoras quizás sean las caciones y estudios argentinos (Cuadernos sum-
componen el baño y el espacio que los aloja. desarrolladas durante los años sesenta y prin- ma–Nueva Visión, publicaciones del Bowcen-
Así, es frecuente en su armado la adopción cipios de los setenta en relación con el con- trum Argentina y otras). En tal sentido, cabe
de una planta rectangular, en la que el lado me- cepto de “núcleo sanitario”, aplicable princi- destacar la importancia concedida a ciertas ex-
nor coincide con la longitud de la bañera, que palmente en programas de vivienda masiva y periencias francesas de los años sesenta que,
se introduce de esa forma como un factor con- dentro de sistemas constructivos. Se corpo- tomando como punto de partida las teorías de
dicionante de su dimensionamiento. Asimis- riza en estas experiencias un nuevo planteo R. Buckminster Fuller, elaboran la idea de “ba-
mo, la normalización de los artefactos se co- en la zonificación interna de la vivienda, que ño cápsula” o “baño objeto”, constituido por
rresponde con una determinación más precisa puede rastrearse en épocas anteriores, y que un reducido número de piezas plásticas en las
de los espacios mínimos que estos reclaman la divide en dos sectores de diferentes carac- que quedan resumidos tanto los artefactos co-
para su correcto uso. terísticas constructivas y funcionales: zona hú- mo los paramentos verticales.
Se establece de esta forma un sistema de meda y zona seca. Se formula así, de mane- Al margen, en parte, de las prácticas co-
medidas que regula la distancia correcta des- ra explícita, una noción de larga data que tiende rrientes de diseño y de dejar experimentación
de el punto de vista ergonométrico entre los a considerar, según el principio de concen- tecnológica, el cuarto de baño y sus anexos
distintos artefactos. Los varios accesorios fijos tración de las instalaciones de suministro y pueden presentarse asimismo como objeto de
que completan el uso de cada uno de ellos se eliminación del agua, al baño y a la cocina co- preocupaciones estético-formales. Los sanita-
incorporan también a este sistema. mo una unidad técnica difícil de disociar sin rios de planta ondulada del proyecto de Le Cor-
Este ajuste dimensional, al que se some- comprometer ciertos postulados generales de busier para la casa Curutchet (La Plata, 1947)
ten en mayor o menor medida todos los es- economía. Uno de los principales temas de di- son ejemplo de una de las operaciones com-
pacios de la vivienda moderna, se correspon- seño doméstico de la producción masiva de positivas más representativas al respecto. Di-
de con una profundización en las exigencias esos años, que puede hacerse extensivo igual- versas variantes que retoman este recurso for-
de higiene y privacidad. A estos efectos co- mente a experiencias posteriores, radica jus- mal pueden detectarse en años posteriores,
mienza a ser una práctica usual extender el tamente en hacer compatibles desde el punto siendo quizás en la producción del estudio
revestimiento a la totalidad de la superficie de de vista funcional estos dos locales que com- Baudizzone, Díaz, Erbin, Lestard, Varas (v.),
las paredes, acentuándose la continuidad del ponen, con algún otro servicio anexo, el área donde más recurrentemente se apela a este
acabado impermeable que abarca pisos, arte- húmeda de la casa. principio, haciendo de la “caja de higiene” un
factos y paredes. Los vanos, a su vez, tienden La compartimentación del cuarto de baño, motivo formal de primer orden en la confi-
a reducirse a su mínima expresión, borrán- a fin de permitir su uso simultáneo, es tam- guración espacial de sus interiores, como pue-
dose paulatinamente las exigencias de venti- bién una práctica que se hace frecuente du- de verse en obras tales como los edificios de
lación e iluminación naturales. El baño mo- rante esta época y que reconoce antecedentes Agüero 2008 (Buenos Aires, 1975) o Juncal
derno posee por lo tanto ciertas pautas de a finales de los años cuarenta. Esta sectoriza- 3152 (Buenos Aires, 1976). A. C.
diseño que lo diferencian del resto de los lo- ción no manifiesta, en principio, un criterio
cales, aunque en sí mismo expresa con bas- único. La división entre actividades de higie- Bibliografía: L. V. Mansilla. Mis Memorias. París, J.
tante claridad las aspiraciones de normaliza- nización y de deyección, que bien podría ca- A. Wilde. Compendio de higiene pública y priva-
ción dimensional, estandarización de las partes racterizarse como un rasgo premoderno, es sin da. Bs. As., 1868; J. A. Wilde. Curso de higiene pu-
y máxima eficiencia espacial que, al menos en duda una de las opciones más claras que se blica, Bs. As., 1878; E. Coni. Le progrès de l’hygiène
el marco de las teorías del Movimiento Mo- plantean en los primeros ejemplos. Sin em- dans la République Argentine. Paris., 1887; G. Raw-
derno, tratan de hacerse extensivas a todo el bargo, la utilización simultánea que se deriva son. Escritos y discursos. Bs. As., 1891; R. Larrain
ámbito doméstico. de esta división, dentro de lo que se percibe co- Bravo. La higiene aplicada a la construcción. San-
Independientemente de la mayor o menor mo un solo ámbito, implica de por sí un pro- tiago de Chile, 1909; E. Hary. “Curso de teoría de
aceptación de estos principios, uno de los ras- fundo cambio en los hábitos de uso familiar la Arquitectura”. En: Revista de Arquitectura. Bs.
gos más relevantes del baño moderno es la su- del cuarto de baño, que contradice en parte las As.: SCA, octubre de 1916, marzo-abril 1917; J. Vela
presión de toda referencia histórico-estilísti- condiciones de intimidad personal caracterís- Huergo. Síntesis histórica de la acción higiénica
ca y, con ellas, de la expresión de un cierto ticas de ellos. De hecho, la modalidad de com- de O.S.N. Bs. As.: Primer Congreso de Urbanismo,
sentido hedonístico del uso del agua que era partimentación más extendida en las décadas 1935; G. Goulden. Cuartos de baño. Barcelona.,
frecuente en el “baño de estilo”. En princi- posteriores, que consiste en la separación del 1969; S. Fernández Marsan de Cortese. Equipa-
pio, esta idea parece ajena al modelo moderno lavabo del resto de los artefactos, se fundamenta miento en la vivienda de interés social: el baño. Bs.

132 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bañ bar
As.: Bowcentrum Argentina, 1969; G. Herz. “His- ladó a Rosario, donde realizó las obras men- nacionales, y otro ideológico, la común for-
toria del agua en Bs. As.”. Cuadernos de Bs. As. N°54, cionadas. Residió un tiempo en la ciudad y pre- mación de sus integrantes en las ideas arqui-
1979; D. Lecuona. La vivienda de criollos y extran- sidió la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos tectónicas y sociales de Marcos Winograd (v.),
jeros en el siglo XIX. Tucumán, 1984; O. Bordi de de Rosario. Posteriormente retornó a Francia. aun cuando los distinga de él una estrecha vin-
Ragucci. “Las obras de salubridad en el desarrollo culación con la práctica profesional.
urbano de Bs. As.”. En: Primeras Jornadas de His- Bibliografía: AA.VV. La Arquitectura del liberalismo Si bien a través de los concursos de arqui-
toria de la Ciudad de Buenos Aires. Bs. As., 1985; R. en la Argentina. Bs. As.: Sudamericana, 1968. tectura el estudio alcanzó relevancia en el or-
Iglesia. “La vivienda opulenta en Bs. As.: 1880-1900. den nacional, cabe destacar que solo para afron-
Hechos y testimonios”. En: Primeras Jornadas de tar tales eventos sus integrantes mantuvieron
Historia de la Ciudad de Buenos Aires. Bs. As., 1985; BARES, GARCIA, GERMANI, RUBIO, SBA- esa estructura de funcionamiento colectivo,
J. M. Peña. “Las viviendas virreinales”. En: Revista RRA, UCAR. (BARES, Enrique: La Plata, actuando frecuentemente de manera inde-
summa, N°198; G. Vigarello. Le propre et le sale. Pa- 1942; GARCÍA, Tomás: La Plata, 1942; GER- pendiente o formando equipos reducidos en
ris: s/e,1988. MANI, Roberto: Bahía Blanca, 1940; RUBIO, los que intervinieron también otros arqui-
Inés: La Plata, 1938; SBARRA, Alberto: La tectos locales.
Plata, 1947; UCAR, Carlos: La Plata, 1942). Antes de que el estudio fuera creado, algu-
BARABINO, MIGUEL. s/d. Arquitecto. Activo en Estudio de arquitectura creado en la ciudad nos de sus integrantes ya se habían constitui-
Buenos Aires en la segunda mitad del siglo de La Plata, donde sus integrantes desarro- do en referentes locales de una nueva gene-
XIX. Trabajó dentro de la modalidad del Ne- llan una intensa labor profesional que alcan- ración surgida en los años sesenta. Por un lado
orrenacimiento italiano (v.) . za trascendencia en el orden nacional luego Germani y Rubio, y por otro Tomás García, ini-
de imponerse en importantes concursos. ciaron en forma exitosa su participación en
Proyectó y dirigió la escuela de Catedral al concursos nacionales, con trabajos que refle-
Norte (1858-1860), la cual le fue adjudicada por Integrado por un grupo de arquitectos emer- jan una ilimitada fe en las posibilidades que
concurso. También terminó el templo de Ba- gente de la Facultad de Arquitectura de La Pla- brindaban las nuevas tecnologías, materiales
rracas al Sur (1858), cuya concepción inicial es ta, el estudio se constituyó sobre la base de un y mecanismos proyectuales basados en la teo-
de Felipe Senillosa (v.), y proyectó la Escuela de factor aglutinante operativo, la participación ría de sistemas.
Niñas de Bahía Blanca (1861). en importantes concursos nacionales e inter- La búsqueda de respuestas tecnológicas no

BARASSI, JUAN. COVOLA. (Reggio Emilia, Ita-


lia), s/d - s/d. Arquitecto. Activo en Buenos Ai-
res a fines del siglo XIX.

Se graduó en la Academia de Brera (Milán),


trabajó luego en Cannes (Francia). Vino a la
Argentina en 1881, donde se incorporó al es-
tudio del ingeniero Médici (v.). Es autor del Mer-
cado del Norte y de numerosas residencias par-
ticulares para las familias Escalada, Avellaneda,
Blaquier, Cabrera, etc. Trabajó también aso-
ciado en el ingeniero Gramond, dirigiendo y
construyendo diversos edificios en Buenos Ai-
res. Entre ellos cabe citar: el Palacio Anchore-
na, la Escuela Normal de Profesores “Mariano
Acosta”. En La Plata dirigió los trabajos de cons-
trucción del Colegio Nacional.

Bibliografía: L. Patteta. Architetti e ingenieri italia-


ni in Argentina, Uruguay e Paraguay. Roma: Pelli-
cani Editore, 2002.

BARBA, RENÉ. s/d (Francia). Arquitecto. Ac-


tivo en Rosario, prov. de Santa Fe en las prime-
ras décadas del siglo XX.
En 1910 ganó el concurso internacional pa-
ra el edificio de la Facultad de Medicina y del
Hospital del Centenario. Por ese motivo se tras- u PLANTA GENERAL CON SOMBRAS DE LA PROPUESTA PARA EL SECTOR CENTRAL DE SANTIAGO DE CHILE (BGGRSU).

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 133


convencionales tuvo una primera concreción niveles —similar al del contemporáneo con- novador, más allá de la descarnada expresión
en la remodelación de las avenidas 51 y 53, lue- junto Rioja— contribuía a caracterizar esa obra monomaterial del hormigón armado, está da-
go de que Germani y Rubio, asociados con Troi- como un enclave irradiador de Modernidad en do por la apertura espacial del edificio —per-
lo, se impusieran en 1964 en el correspon- una tradicional zona de Santiago. La materia- mitida por las enormes luces que resuelven las
diente concurso. En reemplazo de amplias lización de la propuesta se vio frustrada cuan- ochavas—, conformando en el nivel cero una
ramblas centrales de dos tradicionales buleva- do, tras la caída del gobierno democrático de plaza pública que lo convierte en un buen ejem-
res platenses, en la propuesta llevada a cabo Salvador Allende, quedaron interrumpidas las plo de “arquitectura-ciudad”, producto de una
parcialmente primó el ordenamiento del mo- tareas proyectuales contratadas. fructífera búsqueda de dar permeabilidad al
vimiento vehicular, e inéditas respuestas téc- Más tarde, una vez incorporado Sbarra, es- espacio urbano, continuando indagaciones ini-
nicas y formales en refugios resueltos con cú- te último junto a Bares y Ucar, asociados con ciadas por la Arquitectura Moderna argentina
pulas piramidales de acrílico azul. Sus Morzilli, retoman en 1978 las indagaciones a partir de obras como el Teatro General San
indagaciones en torno de las resoluciones fun- relacionadas con el uso de estructuras espa- Martín, la Biblioteca Nacional y el Banco de
cionales y tecnológicas se traducen también en ciales en el Gimnasio del Club Banco Provin- Londres.
propuestas no realizadas, como la premiada cia de City Bell, donde a una ajustada resolu- Paralelamente, los integrantes del estudio
en el concurso para el Centro Cívico de Be- ción funcional se agrega un nuevo elemento ya habían comenzado a trabajar formando gru-
risso, de Germani y Rubio (asociados con Arias de consideración en el tratamiento exterior de pos más reducidos, como lo hicieron en 1978
y Sobral). En esta propuesta, ambiciosa por ladrillo visto. Bares, Germani y Sbarra, asociándose con Wi-
la separación funcional de vías de tránsito pe- La preocupación del estudio por definir nograd y Margarita Charrière, para generar una
atonal y vehicular, y por el uso de megaes- una arquitectura de formas puras y partidos temprana propuesta de recuperación del Mer-
tructuras en el contexto de una modesta loca- contundentes, encontrará su más acabada ma- cado de Abasto de Once.
lidad provinciana, eran reunidos temas nifestación en la propuesta para el Teatro Ar- En la década del ochenta, los integrantes del
hegemónicos en la producción arquitectónica gentino de La Plata, primer premio del con- estudio también lograron imponerse en nue-
internacional de la década. vos concursos nacionales, aunque sin volver a
Búsquedas afines, en lo que hace a la se- recomponer la estructura originaria. En 1985,
paración funcional y las audaces respuestas es- conformando dos grupos, obtuvieron sendos
tructurales, se hallan también en la propuesta premios en el concurso “20 ideas para Buenos
vencedora del concurso para la Estación Ter- Aires”: Bares, Germani, Rubio y Sbarra por su
minal de Ómnibus de Azul, realizada por To- trabajo para La Boca, y García y Morzilli por su
más García en sociedad con D’ellia, Ferreira, propuesta para El Paredón de Retiro, con plan-
López, Ramírez y Simionni. teos contrastantes entre sí. Mientras en el pri-
En la década del setenta se constituye el es- mer caso se planteaba la prolongación de la tra-
tudio. Dentro de su producción, como en la de ma urbana sobre zonas degradadas, con la
sus integrantes formando subgrupos, podrían introducción de una mínima cantidad de ele-
reconocerse rasgos comunes en experimenta- mentos ajenos a su lógica formal, para adap-
ciones que giran en torno de una arquitectura tarse al contexto de un barrio tradicional, en
basada en precisas pautas geométricas y le- el segundo se buscaba sobreponer a esa lógi-
yes de composición que incluyen el recurren- ca un edificio ciudad de 1,5 km que articulaba
te uso de una simetría que permite la repeti- las tipologías de bloque y torre —retomando
ción sistemática de las partes. aspectos de la intervención en Santiago de Chi-
En 1972 el estudio obtuvo el primer premio u PROPUESTA PARA EL BARRIO DE MATADEROS. le— y vinculándose a la trama existente sólo a
en el concurso internacional para la remode- través dos de puentes peatonales que aprove-
lación del área central de Santiago de Chile, curso nacional de 1979, inaugurado en 2000: chaban los vacíos en el tejido consolidado y el
formando un equipo integrado también por un volumen de enormes proporciones cuya desnivel sobre la Avenida del Libertador.
los arquitectos Bo, Morzilli y Sessa. La pro- pureza formal es exaltada por la renuncia a to- Estas diferentes posturas son demostrati-
puesta urbanística desarrollada en 16 manza- do tipo de referencia semántica y por la mag- vas de la consolidación de dos vertientes, cuyo
nas del área central encontraba en la confor- nificación de un gesto, el achaflanado de los matiz diferenciador podría encontrarse en el
mación de espacios destinados a actividades ángulos, que se hará recurrente en la pro- mayor o menor grado de recepción de las nue-
públicas y en el equipamiento complementa- ducción posterior, denotando otro rasgo de la vas tendencias que, principalmente a partir de
rio de las viviendas colectivas condiciones óp- influencia de la arquitectura inglesa post- las relecturas rossianas, ampliaron el univer-
timas para plasmar lo que Winograd llamaba CIAM, reconocible también en obras de otros so de ideas urbanas y estéticas con las que en
“arquitectura social”. Sobre un basamento que estudios locales como el de Fish, Iglesias, Ló- la década del ochenta pasó a operar el campo
recreaba la separación del tránsito vehicular pez, Sessa y Crivos. disciplinar local.
y peatonal, experimentada en trabajos ante- Partiendo de un programa de alta comple- Si bien la propuesta con la que en 1988
riores, se proponía una estricta modulación pa- jidad que incluye tres salas de espectáculos, en Germani y Rubio se adjudicaron, junto a Evo-
ra resolver las tipologías de vivienda en bloque el Teatro Argentino puede observarse un sis- he Germani y Horacio Morano, el concurso
y torre. En la articulación de ambas tipologías, tema compositivo de rígidas pautas geométri- para la Escuela Superior Universitaria “Fray
un sistema de calles aéreas proyectadas cada 5 cas y fuerte racionalidad (v. Teatro). Su aporte in- Mamerto Esquiú” de Catamarca refleja la per-

134 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


w Teatro Argentino de La Plata bar bar

u ACCESO PRINCIPAL AL NUEVO TEATRO ARGENTINO DE LA PLATA, BAJO UNA GRAN CUBIERTA METÁLICA. ESTÁ UBICADO SOBRE EL EJE INSTITUCIONAL QUE CORRE ENTRE LAS AVENIDAS 51 Y 53.

u ABAJO, LA FUERTE u LA SALA DE CONCIERTOS

PRESENCIA VOLUMÉTRICA LÍRICOS EN PLENO


DEL NUEVO TEATRO EN FUNCIONAMIENTO Y DOS
UNA ZONA MUY TRANSITA- VISTAS PARCIALES DE LA
DA DE LA CIUDAD. ENVOLVENTE DE HORMIGÓN.

u LA PLANTA: EL EDIFICIO

OCUPA TODA UNA MANZANA.


ESTÁ COMPUESTA POR DOS
BLOQUES ORTOGONALES
QUE EN LA ÚLTIMA PLANTA,
CON LA CUBIERTA, RECONS-
TITUYEN UN OCTÓGONO.

uSU GEOMETRÍA RECUERDA

EL TRAZADO DE LA CIUDAD Y
SUS DIAGONALES.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 135


vivencia de indagaciones proyectuales que es- les: Sbarra, liderando el equipo que a fines humanos más significativos era de origen cen-
taban presentes en la gestación del estudio de 2000 obtuvo el cuarto lugar en el certamen troeuropeo y provenía del sur de Chile. Carlos
(preeminencia de la idea de partido, funcio- convocado para la reconstrucción de Sarajevo; Wiederhold, primer poblador de la zona que
nes subsumidas en formas geométricas pu- y Bares —en sociedad con sus hijos Federico hoy ocupa Bariloche y propietario de un al-
ras de superficie lisa y fuerte impacto visual, y Nicolás, y Schnack, Etcheberry y García Zú- macén de ramos generales abierto en 1895, fue
uso de la simetría para su repetición sistemá- ñiga— alcanzando el segundo lugar en el even- parte de este grupo. La relación con Chile te-
tica), el ya característico achaflanado de los án- to organizado en 2001 por la Duxton Plain Pu- nía gran importancia para la vida económica
gulos es utilizado ahora para delimitar los va- blic Housing de Singapur para la construcción de la región, ya que tanto la explotación fo-
cíos interiores que deja la volumetría al de viviendas colectivas de alta densidad. G. V. restal como la cría de vacunos y ovinos tení-
consolidar el perímetro de la manzana. Del an como mercado al país transandino. Esta si-
mismo modo, la temática de la vivienda —in- Bibliografía: Revista summa n°203, agosto de 1984. tuación se vería afectada en 1911 por una serie
dividual y agrupada— permitió a esta vertiente de trabas aduaneras impuestas por los gobier-
incorporar elementos que redefinían su asce- nos de Chile y la Argentina, y luego por la ins-
tismo moderno, a partir de la recuperación de BARILOCHE, SAN CARLOS DE. Ciudad situa- talación de una aduana en 1920.
la caja muraria o de la exhibición con una vo- da a orillas del lago Nahuel Huapi, en la zo- En 1902 se creó por decreto presidencial
luntad expresiva del ladrillo descubierto. En na andina de la Provincia de Río Negro, a la colonia agrícola-ganadera del Nahuel Hua-
esta clave se encuentran trabajos como la to- 1659 km de Buenos Aires. Fundada en 1906 pi, y con ella quedó fundado el pueblo ubica-
rre de calle 3 y 47 —realizada por Bares, Ger- como parte de un proyecto de colonización, do en el paraje denominado San Carlos. En
mani, Rubio, Ucar—, donde al característico Bariloche se convirtió a partir de la década de 1906 se procedió al trazado de la colonia y del
achaflanado, utilizado aquí para resolver en 1930 en un centro turístico de renombre in- pueblo a partir de una misma geometría cua-
forma espejada los balcones de las dos uni- ternacional. Actualmente tiene, de acuerdo dricular. El trazado consistía en un rectán-
dades por piso que la conforman, se suma el con el censo de 2001, una población de gulo de alrededor de 80 manzanas, cuyo lado
tratamiento de la fachada exterior como una 89.475 habitantes. más largo corría paralelo a la costa del Nahuel
piel de ladrillo visto que oculta y deja ver la es- Huapi. Esta cuadrícula, trazada por el inge-
tructura de hormigón armado. Esta poética La zona del lago Nahuel Huapi era parte de niero Eliseo Schieroni, quedó impuesta sobre
fue utilizada también para resolver viviendas una extensa región habitada principalmente un área que se elevaba 70 m desde el lago. Da-
unifamiliares en City Bell, realizadas por Ucar por tribus mapuches, cuyo dominio del terri- do lo empinado de dicho terreno, la apertura
—calle 28 entre 9 y 10— y Sbarra, en socie- torio llegó a su fin con la realización de la Cam- de algunas de las calles ascendentes resultó
dad con Ramírez Gronda y Walter Cattáneo paña al Desierto. Precisamente a orillas del impracticable.
—calle 10 entre 17 y 19—, y la casa Pinto, cons- Nahuel Huapi, el Coronel Villegas dio por ter- Durante las primeras décadas, la edificación
truida por Bares —calle 17 entre 506 y 507— minada, en 1881, esta campaña militar. se concentró cerca de la costa del lago. La ar-
, de cubiertas con pendiente y plantas cerca- Los primeros asentamientos permanentes quitectura de este período reflejaba el origen de
nas a las experiencias tipológicas de Tony Díaz en la región del lago se producen en forma in- la mayoría de los habitantes ya que, tanto en
(v.). En la misma sintonía se hallan también mediatamente posterior. Uno de los grupos sus aspectos formales como tipológicos, estos
las cabañas y departamentos para una empresa
de tiempo compartido realizadas por Bares,
Germani y Rubio en San Martín de los Andes
y Punta del Este.
Por su parte García, autor de una serie de
pequeños conjuntos de vivienda que evitan ex-
presiones lingüísticas ajenas al Racionalismo,
desplegó una intensa actividad política en la
Universidad Nacional de La Plata. Presidió la
Comisión de Planeamiento e impulsó en 1996
la realización de un edificio para albergar dis-
tintas facultades (una torre octogonal que ha-
bría de erigirse en el centro de la manzana de
Diagonal 78, y calles 9, 10 y 61).
Todos los integrantes del grupo, excepto
Ucar y Germani, se desempeñan como pro-
fesores de la Facultad de Arquitectura y Ur-
banismo de La Plata. En ella, García fue de-
cano entre 1989 y 1995, y desde ese año hasta
2001 ocupó ese cargo Sbarra.
Entre los trabajos recientes de los distintos
integrantes del estudio, se destaca la exitosa
participación en dos concursos internaciona- uPIEDRA, MADERA Y PIZARRA EN EL CENTRO CÍVICO DE LA CIUDAD DE BARILOCHE, CON SU CARACTERÍSTICO RELOJ.

136 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bar bar
primeros edificios reconocían en la arquitec- el Centro Cívico y la Administración del Par- cer soberanía y consolidar un área fronteriza,
tura del sur de Chile un claro referente. Se tra- que Nacional, proyectado por el arquitecto Er- objetivos que figuraban entre los más impor-
taba de volúmenes simples e integralmente nesto de Estrada (v.), que ha sido declarado mo- tantes a atender por la dirección de Parques
construidos en madera, especialmente de ci- numento histórico nacional. Otro de los Nacionales y que continuaban la tarea de “ci-
prés y de alerce. El revestimiento de los para- proyectistas más destacados en la realización vilizar” el desierto.
mentos verticales podía ser de listones hori- de estas obras fue el arquitecto Alejandro Bus- En las décadas posteriores, la oferta turís-
zontales (tipo balloon frame) o de tejuelas (tipo tillo (v.), autor del hotel Llao-Llao, construido tica de la ciudad fue en aumento, especialmente
shingle). Las tejuelas fueron reemplazadas pos- originalmente en madera y reconstruido con luego de haber pavimentado la ruta a Buenos
teriormente por chapa acanalada. Al cuerpo estructura de hormigón armado y mamposte- Aires en 1968. La existencia de mayor infra-
principal del edificio se agregaban balcones y ría al incendiarse el primero en 1939. Del mis- estructura turística se tradujo en un aumento
galerías que, junto con las frecuentes lucar- mo autor es la catedral gótica construida en un de la oferta laboral y por ende de la población.
nas y miradores de la cubierta, enriquecían for- área parquizada junto al lago. Sin embargo, a diferencia del período anterior,
malmente las fachadas. De uno, dos o tres pi- La construcción de estos edificios fue par- la obra pública fue casi inexistente.
sos, la mayoría de los edificios tenían planta te de una estudiada planificación urbana y re- A grandes rasgos se mantuvieron los mo-
rectangular. Existen evidencias de que estas ca- gional, pensada para todo el territorio del par- delos formales, aunque se los adaptó a nuevas
sas eran transportables, para lo que se utiliza- que, incluyendo la formación de otros centros tecnologías. Esta situación se mantuvo hasta
ban rollizos de madera. Por lo general, los edi- urbanos como Villa La Angostura, Villa Llao- la década de 1950. Posteriormente se dio paso
ficios se construían alejados tanto de la línea a una arquitectura que dejó de lado sus rela-
municipal como de los demás límites del lote. ciones con el contexto. El edificio Bariloche
En 1929 fue creado el municipio y en 1934, Center es un exponente significativo de este
con la creación del Parque Nacional Nahuel período, cuando hacen aparición las media-
Huapi y la llegada del ferrocarril, se produce neras de varios pisos de altura, plantas bajas
un punto de inflexión en la historia de Bari- libres, superficies semicubiertas, techos pla-
loche (v. Área Protegida). Con el objetivo de con- nos, etc., que devalúan ambiental y paisajísti-
vertir al pueblo agropastoril en un centro tu- camente a la ciudad. Esta situación se vio agra-
rístico de prestigio, la dirección de Parques vada por reglamentaciones edilicias que,
Nacionales encara importantes obras de in- tomando como ejemplo el Código de Edifica-
fraestructura y servicios. Coincidente con la ción de la Ciudad de Buenos Aires, prohibie-
gestión de Ezequiel Bustillo al frente del or- ron el uso de la madera y recomendaron la de-
ganismo, este período se extiende hasta 1944 molición de los viejos edificios construidos con
y deja como resultado una transformación to- ese material.
tal de la ciudad y de su entorno. u PLANO ACTUAL DE BARILOCHE, FRENTE AL NAHUEL HUAPI. Entre 1970 y 1980 se produce un crecimiento
Se crea una nueva imagen de Bariloche, explosivo en el que la población de Bariloche
más próxima a los estilos asociados interna- Llao y Villa Traful. A partir de este plan lleva- pasa de 26.000 a 60.000 habitantes, llegan-
cionalmente con el turismo de montaña y me- do a cabo por de Estrada, se ensanchó la plan- do en 1991 a la cifra de 81.000. En terrenos más
nos relacionada con la realidad técnico-cons- ta urbana de Bariloche en dirección oeste y sur. elevados al sur de la ciudad, y tomando como
tructiva de la zona. Este es el caso del Se construyó también la avenida costanera, je- eje de crecimiento la ruta hacia El Bolsón, los
denominado “estilo alpino”, que por sus pa- rarquizando los ejes circulatorios E-O, por su sectores más desprotegidos forman hoy villas
redes terminadas en piedra o revoque, por la vinculación con el ferrocarril, y la ruta a Bue- de emergencia en donde la madera y la chapa
escasa pendiente de sus techos y por las re- nos Aires hacia el oriente, y con el camino al vuelve a imponerse como material de cons-
ducidas dimensiones de sus ventanas, con- Llao-Lao hacia el occidente. Para resolver los trucción. Hacia el oeste, siguiendo la costa del
trastó con el tipo de arquitectura construida problemas de tránsito ocasionados por la ex- lago en dirección al Llao-Llao, comenzaron a es-
hasta entonces en la región. cesiva pendiente de algunas calles, se diseña- tablecerse sectores medios y altos en un suburbio
Se impuso la construcción de paredes de ron diagonales y se construyeron escaleras pe- extendido a lo largo de varios km de laderas fo-
mampostería y el uso de hormigón para la es- atonales parquizadas. Por último, y con el fin restadas. Dado que esta área es parte del itine-
tructura resistente. En los techos, las tejuelas de ejercer un control sobre la arquitectura do- rario turístico conocido como “circuito chico”,
fueron reemplazadas por pizarra o por tejas ce- méstica, la dirección del parque puso en vi- su desarrollo urbano ha sido promovido por la
rámicas. La madera, relegada a determinados gencia en 1935 un reglamento de construccio- instalación de infraestructura hotelera y otros
sectores, como pisos altos, balcones y elementos nes especialmente cuidadoso en cuanto al uso emprendimientos turísticos.
decorativos, cumplía la función de dar al edi- de los materiales. Con la introducción de códigos de planea-
ficio una imagen rústica. La labor del equipo conducido por de Es- miento y edificación, y de una ordenanza de
La obra pública de este período cobra pe- trada (v.) llegó hasta la definición del equipa- preservación de edificios de valor histórico, se
so tanto por las modificaciones introducidas miento urbano. Con inusual densidad para la han comenzado a revalorizar tanto el paisaje
como por la escala de los emprendimientos. Patagonia de los años treinta, accesibilidad, urbano como los primeros edificios de made-
Se trata de grandes edificios como escuelas u urbanización y Pintoresquismo se superpu- ra que todavía están en pie. F. W.
hospitales o, a menudo, de verdaderos con- sieron, no solo con la idea de crear una zona
juntos arquitectónicos, como el formado por turística, sino también con el propósito de ejer- Bibliografía: “Breve historia urbanística de Barilo-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 137


che”. En: Revista DANA, n.°14, 1982; S. Berjman y R. para empresas o residentes británicos y al- BAUDIZZONE, ERBIN, LESTARD, VARAS.
Gutiérrez. “El patrimonio arquitectónico de Par- gunas casas o villas veraniegas para la cla- (BELV). (BAUDIZZONE, Miguel: Buenos Aires
ques Nacionales”. En: Revista de la SCA, n.°135, 1985; se alta argentina. 1943; ERBIN, Jorge. Buenos Aires, 1937 -
L. Lolich. “Inventario del Patrimonio urbano y ar- Íd. 1996; LESTARD, Jorge. Tucumán, 1942;
quitectónico de S.C. de Bariloche”. En: Revista DA- Graduado en la Royal Academy de Londres, VARAS, Alberto (v.). Buenos Aires, 1943). Es-
NA, n.°25, 1988; L. Lolich. “San Carlos de Bariloche: llegó al país en 1895 y revalidó su título en Bue- tudio de arquitectura. Durante la primera eta-
una ciudad de pioneros”. En: summa n.°245-246, 1988; nos Aires en 1905. A partir de allí trabaja en pa también formaron parte del estudio TRAI-
Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y asociación con B. Collcutt. Realizó diversos edi- NE, Eithel (v.).(1968-1972) y DÍAZ, Antonio,
Lugares Históricos. Monumentos históricos de la ficios religiosos para la comunidad protestan- (v.) (1971-1977). Desde 1990 Jorge ERBIN
República Argentina. Bs. As., 1998; C. Vapnarsky, Co- te. Entre ellos las iglesias anglicanas de Todos realizó sus trabajos individualmente.
misión de Preservación del Patrimonio Histórico, los Santos en Quilmes (1892), San Salvador de
Arquitectónico y Urbano, Municipalidad de San Belgrano (1896) y la de Temperley. En estas En el mundo de las nuevas tecnologías, de
Carlos de Bariloche. Patrimonio Arquitectónico y obras apeló al Neogótico y al Neorrománico, los cambios programáticos, de la redefinición
Urbano de San Carlos de Bariloche. Bariloche, 1995. utilizados en clave pintoresquista. A estas re- radical de la arquitectura que plantean las
alizaciones debe agregarse el Prince George’s abiertas experiencias de los años sesenta, el
Hall en Buenos Aires y el colegio Baker Me- estudio BELV emerge como uno de los equi-
BARRIOS, JULIO A. s/d. Ingeniero. Su obra es morial en Lomas de Zamora. Para la elite lo- pos profesionales más representativos del
la más vasta entre la producción profesional cal realizó residencias urbanas, como las de nuevo clima de ideas.
platense de las décadas del treinta y del cua- Balcarce, Anchorena, Salas, Leloir, de Bary, Zu-
renta. berbüller, en la Capital; y la de Fresco Abott en El modo de operar de este grupo, similar al
Temperley (Prov. de Buenos Aires). de otra serie de estudios de la generación de
La heterogeneidad lingüística con que abor- En Mar del Plata construyó una obra im- los sesenta, combina la experimentación for-
da una gran diversidad de temas arquitectóni- portante: la residencia Chapadmalal de Martí- mal, desarrollada mediante una constante
cos induce a asociar su actitud a la de los ecléc- nez de Hoz (1905), los chalés de las familias participación en concursos, con encargos pro-
ticos de la generación anterior. Según este Udaondo en Sarmiento y Colón (1914), D. Ur- fesionales que intentan innovar dentro de las
esquema, su adscripción a la Arquitectura Mo- quiza en Arenales y Tucumán (1908); A. Le- necesidades del mercado inmobiliario.
derna no supera la manipulación de ciertos re- loir, Viamonte y Moreno, etc. Asociado pos-
cursos expresivos, tales como fachadas blan- teriormente con el arquitecto B. Collcutt Su obra puede clasificarse en tres etapas bien
cas y despojadas, incorporación de volúmenes continuó su producción con los chalés de R. diferenciadas.
cilíndricos o superficies curvas, ventanas cir- Ocampo, en Bolívar y Mendoza (1914-19); F.
culares y otros elementos afines a la estética Green, en Entre Ríos y Colón. Buena parte La primera, que podría ubicarse entre los
náutica. Su estudio desarrolla en forma para- de su obra fue demolida por efecto del creci- años 1966 y 1977, presenta una serie de pro-
lela obras “en estilo”, como la sede del Jockey miento especulativo operado sobre el centro yectos caracterizados por combinar en su re-
Club de la Provincia de Buenos Aires, en la ciu- de Mar Del Plata. Regresó definitivamente a solución la arquitectura de sistemas (v.), las
dad de La Plata, o recurre al Pintoresquismo Inglaterra en 1925. metodologías del diseño y las tendencias tec-
californiano, como la Iglesia Stella Maris, de nológicas de la llamada Arquitectura Pop, lo
Punta Lara. Bibliografía: R. Cova y A. Gomez Crespo. Arquitectu- que da por resultado un conjunto de obras de
La firma Julio A. Barrios es la más habitual ra pintoresquista en Mar el Plata. Resistencia, s/e, carácter experimental, cuyo objetivo ultimo
entre los encargos de la clase media profesio- 1977. es hacer inteligible y transmisible la tarea del
nal para resolver su propia necesidad de vi- diseño.
vienda / lugar de trabajo (consultorio o estu- Una segunda etapa en la cual, bajo la in-
dio), de grupos vinculados a la especulación BATEMAN, JOHN FREDERIK. (v. LA TROBE BA- fluencia de la crisis de la Arquitectura Moder-
inmobiliaria para construir casas de renta (v.) TEMAN, J. F.) na y la particular evolución de la cultura ar-
y, posteriormente, edificios con régimen de quitectónica local, el estudio abandona
propiedad horizontal (v.), y de instituciones in- —aunque no totalmente— la experimentación
termedias (el citado Jockey, el Club Estudian- BATLLE, RAYMUNDO. s/d (España), 1831 - Bue- anterior e incorpora valores tales como la au-
tes de La Plata o “La Protectora”) para enca- nos Aires, 1905. Arquitecto e ingeniero. tonomía disciplinar y el uso conceptual de la
rar sus instalaciones sociodeportivas. F. G. tipología. Esta radical transformación deter-
Obtuvo el título de arquitecto de acuerdo mina la aparición en sus obras de nuevos pro-
con una resolución dictada por la UBA en 1877 blemas como la valencia estética o histórica del
BASSET SMITH, W. B. s/d (Inglaterra). Arqui- para revalidar títulos extranjeros. Para ello tu- entorno, las particularidades locales, el traba-
tecto. Activo en las primeras décadas del si- vo que presentar una tesis cuyo tema fue: ha- jo con formas a priori, etc.
glo en Buenos Aires y Mar del Plata. Su tra- bitaciones para obreros. Actuó también co- La tercera etapa, en cambio, se caracteriza
bajo puede encuadrarse dentro de la tradición mo proyectista de edificios educativos, entre por un retorno hacia las posiciones iniciales,
pintoresca de raíz inglesa, en la que apare- los que se destaca el San José de Balcarce lo que implica una reafirmación de la tradición
cen elementos que van desde el Neogótico al (1880). En 1883 construyó 6 escuelas para el moderna, el uso de la alta tecnología y proce-
Arts & Crafts. Su obra se divide en encargos gobierno nacional a partir de un proyecto tipo. dimientos proyectuales que tienden a la abs-

138 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bar bau
tracción y son característicos del proceso de in- colaboradores—, esta relación se hace más ex-
ternacionalización de la arquitectura que ca- plícita, sobre todo con la figura de J. Stirling.
racterizó los años noventa. Otras realizaciones del grupo, como la ed-
itorial González Porto en Av. de Mayo 852
PRIMERA ETAPA. (1968), muestran en cambio la idea de ruptu-
El origen de las preocupaciones teóricas ini- ra y de incorporación de una nueva imagen de-
ciales del estudio, creado en 1965, está en la rivada de la retórica tecnológica de las van-
apertura de la nueva generación, de la cual for- guardias internacionales.
man parte sus integrantes, frente a las ten- Mas allá de la experiencia de Avellaneda, en
dencias estilísticas preestablecidas que im- los primeros años de existencia de BELV la ar-
pregnan la arquitectura de los cincuenta. Contra quitectura universitaria ocupa un rol prepon-
el Corbusianismo o el Wrightianismo que pre- derante. El proyecto para el nuevo edificio de la
dominaban en las respuestas formales y con- Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP (1968),
ceptuales de la generación anterior, la propuesta realizado por encargo en el marco de una polí- u LABORATORIOS INIFTA: CORTE VISTA CON CLARA IMAGEN

de BELV es un Antiestilismo que, poco a po- tica que planeaba una radical transformación TECNOLÓGICA. OBRA DEL ESTUDIO BELV.
co, se transformará en el sello de un producto del parque edilicio de esa universidad para adap-
que no se ve obligado a responder programá- tarlo a la enseñanza masiva, es un punto de par-
ticamente a las leyes tradicionales de la com- tida de su producción posterior.
posición del Modernismo. Lo que aparece aquí como elemento fun-
Sin embargo, esta voluntad de ruptura es- damental es la preocupación por la inteligibi-
tilística, según parecen enunciar los autores, lidad de la experiencia del diseño. Precisamente
no resulta tan neutra y muestra ya en los ini- frente a la ya evidente crisis de la Arquitectu-
cios influencias concretas. Algunos de los pri- ra Moderna existe la voluntad de formular una
meros trabajos del grupo, como la Municipa- teoría de la proyectación que explique el cam-
lidad de Adrogué (1965) o el conjunto bio que se está produciendo y se transforme
habitacional de Río Gallegos en la Provincia de en manifestación didáctica de los caminos po-
Santa Cruz (1966), denotan una clara relación sibles a seguir. Esta voluntad de clasificación,
con la arquitectura del nuevo Brutalismo in- surgida originalmente en diversas vertientes
glés (v.) de los años cincuenta y sesenta. A par- del campo internacional, es compartida y ex- u DETALLE CONSTRUCTIVO DEL LABORATORIO INIFTA. LAS

tir del edificio de la Facultad Regional Avella- perimentada por BELV mediante una serie de INSTALACIONES SE USARON COMO RECURSO EXPRESIVO.
neda de la UTN (1966), el primero de desarrollos originales.
importancia construido por el estudio —en re- En ese sentido, el ejemplo de la Facultad de
alidad proyectado por J. Erbin con un grupo de Ciencias Exactas es significativo. Las variables
técnicas y sociales del programa son analiza-
das y desmenuzadas hasta organizar una serie
de elementos tipo: nave-torre-cinta, los cua-
les son adosados a una estructura circulato-
ria conformada por núcleos de servicios, ha-
lles y corredores. Un partido lineal, que ocupa
el centro del terreno y genera una larga tira de
edificios, estructura un conjunto donde las par-
tes encuentran su ubicación de acuerdo con
una lógica predeterminada.
Del mismo modo, aunque no de manera
tan compleja, se organiza la Universidad de
Río Cuarto (1974). Aun aprovechando estruc-
turas existentes, la organización circulatoria y
el uso de tipologías diferenciadas actúan co-
mo elementos ordenadores. En esta serie de
planteos abiertos es claro el impacto que la
Universidad Libre de Berlín (1963) de Candi-
llis, Josic y Woods, así como los programas de
nuevas universidades inglesas y alemanas, han
tenido sobre la generación del sesenta. Pero
estas obras no son solo continentes formales
sino soluciones técnicas propuestas para la
u EDIFICIO DEL BANCO RÍO (BELV), EN CAPITAL FEDERAL. universidad en crisis. Crisis académica, for- u CASA VARAS, EN INGENIERO MASCHWITZ, PCIA. DE BS. AS.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 139


mativa y de objetivos que solo puede resolverse pero a la vez que sirva para diferenciar las dis- rie de ejercicios morfológicos, autónomos de
—entienden los autores— en la medida en que tintas funciones que organizan la composición. toda relación con la tradición histórica, aun de
las relaciones de las estructuras educaciona- De allí que el esfuerzo esté puesto en confi- la mayor parte de las experiencias modernis-
les universitarias se democraticen. El modelo gurar cada parte funcional, con elementos le- tas sobre el tema.
propuesto es el funcionamiento en horizontal gibles y pertenecientes claramente al sistema Hay un avance o retroceso, según quiera
dentro de un ámbito participativo donde la ar- programático de referencia. Objetivo que se ve verse, desde el inicial formalismo que apun-
quitectura cumple un rol preponderante a par- reforzado por la apelación constante a la ma- tábamos en el edificio de Ciencias Exactas de
tir de sus cualidades de flexibilidad, cambio crográfica y los colores contrastantes, un pro- la UNLP, hacia esta arquitectura desagregada
y crecimiento. cedimiento propio de la cultura pop. Este re- que caracteriza a los concursos de hospitales
Pero no se trata solo de elaborar un siste- curso se evidencia perfectamente en edificios como el Nacional de Pediatría, Catamarca y La
ma de nuevas relaciones a través de la arqui- como la papelera Koch Polito, la Editorial Grá- Rioja o Almirante Brown. Objetos asimilables
tectura, sino de manifestarlas, de darle un ca- fica Antártida Argentina, el Sanatorio Garay a un organigrama funcional que se pretende
rácter, un modo de participación que debe en Santa Fe, el Mercado y Garaje en Bahía Blan- materializar casi sin pasar por la mediación de
exaltarse en las formas para ayudar a que la ins- ca, todos proyectados en 1968. la arquitectura, entendida esta en su sentido
titución cumpla sus objetivos transformado- Los ejemplos universitarios de La Plata y tradicional. Aquí la combinación de tipologí-
res, se inserte en la realidad regional contra- Avellaneda, generados sobre la base de tramas as, al modo de piezas de catálogo, se ha redu-
riando a la clásica idea aislacionista del campus. circulatorias y tipologías funcionales que se cido a la configuración de una malla estructu-
Sin embargo, si nos alejamos de las con- van entrelazando en un tejido abierto e inde- ral cuya utilización como lleno o vacío debe dar
cepciones teóricas y de las elaboraciones pro- terminado que debería cambiar de acuerdo una respuesta a las necesidades cambiantes
gramáticas, en estas como en otras obras, la del programa.
utilización de partes no parece ser tan neutral Esta progresiva desagregación, producida
como se deduce de los discursos de los auto- en la medida que se avanza desde el punto de
res. Aun desde la aparente imparcialidad de la vista metodológico, esta rarefacción de los edi-
configuración funcional, pueden encontrarse ficios del estudio con respecto al medio urba-
fuentes precisas. En muchos de los casos la in- no, quieren ser salvadas mediante los espacios
fluencia formal deriva de Stirling, pero a di- intermedios de relación que invitan a produ-
ferencia de la poética del arquitecto británico, cir, en términos de uso, lo que la morfología
que combina fragmentos extraídos del reper- está negando. En efecto, este tipo de obras, que
torio de las vanguardias de y la “tradición fun- están planteadas como “singularidad”, son tam-
cional”, la utilización de partes aparece en la bién un llamado de atención, una respuesta
producción del estudio como cargada de di- posible frente a las características de la ciudad
versos significados. En ese sentido, un caso tradicional, de allí que solo puedan ser reali-
que resulta emblemático de un modo particu- zadas en espacios abiertos y conectarse con
lar de citar las fuentes, es el Instituto de In- el medio urbano a partir de su transparencia y
vestigaciones Científicas de la Facultad de Cien- u PROYECTO PARA LA FACULTAD DE CS. EXACTAS, LA PLATA. su receptividad funcional.
cias Exactas de la UNLP (1968). Si bien este De esta primera etapa puede extraerse un
ejemplo encuentra una similitud formal bas- con la realidad misma, son los antecedentes método que está claramente explicitado en la
tante aproximada con la Facultad de Ingenie- más directos de la producción hospitalaria del producción de BELV: dentro de la línea siste-
ría de la Universidad de Leicester (1959-1963) grupo. Sin embargo, en este nuevo renglón la mática el programa debe contener un modelo
de Stirling y Gowan, no puede ser explicado tensión entre forma experimental y referen- de ordenación, que previamente debe ser des-
con sus mismos parámetros de composición. cia formal a cierta arquitectura reconocible va plegado y analizado hasta encontrar una lógi-
En efecto, el edificio sólo es legible a partir del desapareciendo. Sobre todo a partir de la se- ca de semejanzas y jerarquías. Posteriormen-
discurso propio de la teoría de sistemas que in- rie de concursos nacionales que dan al tema, te, el recurso resultante debe ser validado por
volucra también a todo el complejo no cons- en el ámbito local, una intensidad inusitada. una organización espacial que, mediante códi-
truido que ya analizamos. Curiosamente, esta La experiencia de E. Traine, un especialista en gos legibles al público, materialice una volu-
metodología de sistemas que se proclama neu- arquitectura hospitalaria, combinada con la metría expresiva de la dinámica del programa.
tra no puede finalmente escapar a la atadura teoría elaborada por el grupo, sirve para ge- El edificio paradigmático del estudio du-
de una forma preconcebida, llega detrás de ella nerar una serie de hospitales horizontales que rante esta etapa, contemporáneo de los dife-
para justificar una decisión formal a priori. La aunque solo encuentran realización en el de rentes hospitales, es sin duda alguna el pro-
tensión entre una morfología previa y el re- Brandsen (1971), siguen una línea de evolu- yecto presentado al Concurso Nacional para el
sultado de una combinatoria que pretende cons- ción que va desde los de Matanza, Moreno y Auditorio de la Ciudad de Buenos Aires, que
tituirse como un mecanismo neutral envuel- Florencio Varela (1969), Central de Rosario recibió el primer premio en 1971. En su reso-
ve a buena parte de la primera etapa de (1970) al Nacional de Pediatría, Alvear, Cata- lución confluyen todos los problemas que he-
realizaciones del estudio. marca y la Rioja, Almirante Brown (1971) y, mos analizado, y una secuencia metodológica
En todos los casos también aparece la pre- finalmente, el Centro Médico de la Comuni- que puede leerse con claridad: división por áre-
ocupación por generar un “carácter” que ex- dad en San Juan (1975). as funcionales del programa, organización de
prese retóricamente a las nuevas tecnologías, Los resultados no pueden ser sino una se- una trama circulatoria, adecuación de las ti-

140 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


w Proyecto Retiro bau bau

uREDISEÑO DE TERMINALES Y REESTRUCTURACIÓN DE ZONA.

u AL FONDO, BASAMENTO Y TORRES

u PROPUESTA PARA EL ÁREA DE RETIRO: VISTA GENERAL DEL PROYECTO DESDE EL NORTE. AL FONDO, ZONA DE ESTACIONES.

u EL PROYECTO OBTUVO EL

1° PREMIO EN 1996.
FUERON SUS AUTORES BAU-
DIZZONE, LESTARD Y VARAS.
COMO CONSULTORES
ACTUARON: MACHADO AND
SILVETTI ASSOCIATES. Y
u ÁREAS VERDES EN TORNO DE LA FAC. DE DERECHO Y ATC.
COMO ASOCIADO, EL ESTU-
DIO BECKER - FERRARI.

u ARRIBA: VISTAS PARCIA-

LES DESDE LA PLAZA DE


LOS INGLESES Y DESDE EL
ANTIGUO PAREDÓN. HACIA
LA IZQ., DIVERSAS VISTAS
DEL ÁREA DE TRANSFEREN-
CIA. ABAJO: ESTACIÓN
RETIRO VISTA DESDE LA
PLAZA DE LOS INGLESES.
u NUEVO TEJIDO URBANO QUE PROLONGA PALERMO CHICO.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 141


un alto grado de definición técnica de difícil
materialización en el medio local durante esa
época. Prueba de ello es el único fragmento
construido del proyecto de Ciencias Exactas de
la UNLP, cuyo mantenimiento y utilización ha
generado constantemente conflictos por el ca-
rácter experimental de las resoluciones, in-
compatibles con el bajo nivel de mantenimiento
y control constructivo de los edificios públicos.
Pero no solo los resultados poco halagüeños
de esta actividad experimental ponen en crisis
esta modalidad. Un clima diferente, en rela-
ción con el optimismo de los sesenta, se per-
cibe a partir de 1971, y este hecho histórico que
involucra a la cultura arquitectónica en su con-
junto también puede leerse en la producción
del grupo. En efecto, al mismo tiempo que la
revista summa (v.) celebra con sus números mo-
nográficos la producción rica e intensa de los
u MAQUETA DE LA REMODELACIÓN DE UN DOCK EN PUERTO MADERO, BUENOS AIRES. noveles estudios surgidos en los sesenta, los
jóvenes profesionales presentan su labor en un
pologías a dicha trama (v. Auditorio). son directamente cuestionados por vastos sec- momento de desconcierto en el cual es posible
El resultado —tal vez uno de los ejemplos tores culturales y políticos. leer el estado deliberativo y las dudas frente
más significativos de la arquitectura contem- Dentro de este contexto, el estudio se pro- al material producido que se está publicando.
poránea argentina— lleva al límite la idea de pone construir, además, una arquitectura ex- En el número 43 de la revista, dedicado ente-
edificio como conjunto armónico de partes, ya perimental que salde la diferencia entre la te- ramente al grupo, hay un reconocimiento au-
que la obra se disgrega en una serie de seg- oría y la práctica de Modernidad en el ámbito tocrítico de la diferencia entre la realidad com-
mentos que parecen responder al criterio de local, una arquitectura de prueba y error des- pleja que se perfilaba para los años setenta y
plug-in, derivado de la vanguardia británica de de el punto de vista constructivo, con los lí- los planteos proyectuales del estudio realiza-
los sesenta. mites y riesgos que esto supone. La propuesta dos hasta la fecha. Puede verse así cómo al-
Lo que se mostraba contenido en el Centro de universidad abierta, por ejemplo, implica gunos de los escritos presentados por BELV en
Cultural de Mendoza (1970), dentro de un pro- esa oportunidad implican un abandono de la
grama de mayor compromiso urbano, aparece posición inicial, en la cual la adopción de nue-
aquí desplegado como un organismo animal al vas tecnologías se creía al alcance de la mano,
cual se le ha retirado la piel dejando huesos, ór- utilizadas como recurso dinamizador e incen-
ganos y arterias al descubierto. La experimen- tivo de un estado de desarrollo posible.
tación parece en este caso desarrollada al lími- Una renuncia a lo hecho, una llamada ha-
te de la disolución de la forma, tal vez justificada cia el partipacionismo; una nueva disolución
por el conjunto de cúpulas que permiten una de la disciplina, esta vez en función de una in-
lectura dinámica del contenido final de la obra. determinación del diseño; la desaparición de
Si bien podemos encontrar en el planteo cier- la figura del arquitecto como dador de formas
tas referencias a la filarmónica de Berlín de y su inserción en un proceso de cambio social
H. Scharoun, o a las visiones utópicas del gru- en el cual se colocan todas las expectativas son
po Archigram, no puede negarse que el edifi- los rasgos que parecen emerger de estos es-
cio es coherente con la metodología propuesta critos. Sin embargo, los resultados de la ex-
por el grupo y que existe en su configuración periencia política harán que aquello que es sen-
una voluntad de materialización ausente en otros tido genuinamente como necesidad de cambio
proyectos que, en el ámbito internacional, plan- en la poética del estudio entre el 1971 y 1976,
teaban con la misma radicalidad una transfor- no pueda percibirse en las realizaciones de es-
mación técnica y proyectual. ta época, en la cual, más allá de una mayor ma-
En ese proyecto queda bien demostrada la duración proyectual, no se registran cambios
idea de adecuación del Modernismo tecnoló- trascendentales.
gico a las condiciones locales. Una adecuación
de por sí difícil y problemática, sobre todo por- SEGUNDA ETAPA.
que, pasada la euforia desarrollista de los se- La primera manifestación pública de que
senta, la importación técnica, el uso de mo- u DEPARTAMENTOS SOBRE AVENIDA CHENAUT, EN EL BA- el grupo había entrado en una etapa diferen-
dismos provenientes de los países centrales, RRIO LAS CAÑITAS, DE LA CAPITAL FEDERAL. te del tecnologismo de los sesenta o del frus-

142 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bau bau
trado participacionismo de mediados de los se- nera esporádica hasta ese momento. dos tipos de textura en la fachada. También en
tenta, la constituye la publicación de una serie Otra vez el problema es abordado desde la Tucumán 1470 (1977), que si bien muestra una
de nuevos proyectos en 1979. La sucesión de teoría de los tipos, que intenta generar un es- morfología típica de courtain wall, es resulta-
fachadas, cercanas a las experiencias de la nue- quema de planta general para todos los plan- do en planta de la combinación abstracta en-
va vanguardia internacional, habla de la recu- teos particulares, construido de acuerdo con el tre un cuadrado y un círculo.
peración de la autonomía disciplinar frente consenso y con la evolución de dichos progra- Esta cuestión se reproduce incluso en los
al desconcierto arquitectónico de un presente mas en el universo local. Sin embargo, ahora edificios de departamentos, desde el más es-
en el cual las alternativas optimistas de los se- se busca una solución particular y pragmática trictamente sistémico de Zapiola 2191 (1968),
senta ya habían desaparecido. Solo la pers- en la morfología exterior. pasando por los que expresan un carácter de-
pectiva profesionalista se veía como variable Allí aparece claramente —y con absoluta cididamente tecnológico, como Coronel Díaz
posible en los tiempos de la dictadura. Para es- radicalidad— el abandono de la teoría de la ar- 2521 (1970), French 3680 (1970), Berutti 3180
ta época los trabajos realizados muestran la in- ticulación de partes diferenciadas de acuerdo (1973), Agüero 2008 (1975), a aquellos de na-
fluencia de las motivaciones proyectuales de con una idea “funcional” de la tipología. Se turaleza más autónoma. Aunque en este ca-
T. Díaz (v.), que luego se acentuarían más cla- cristaliza, en cambio, la opción por una auto- so el tema de la vivienda contenga una serie
ramente en su obra individual. nomía que se desentiende de la tradición sis- de limitaciones más estrictas que las experi-
En este difícil clima de la segunda mitad de témica del estudio y ensaya respuestas cuya mentaciones propias de la arquitectura tercia-
los años setenta, el corte con la etapa anterior justificación está más en relación con experi- ria, la apuesta hacia la autonomía formal es
resulta demasiado abrupto. Entre la produc- mentaciones formales autárquicas, como lo de- fuerte en ejemplos no construidos, como las
ción primera y la que caracteriza la segunda muestran claramente los ejemplos de Coronel viviendas de Belgrano (1979), los departa-
etapa no existe debate explícito. Las cuentas Díaz 2521 o Berutti 3180. Soluciones muy di- mentos en calle Ocampo (1980) y las cuatro
con la arquitectura sistemática y el tecnolo- ferentes de la planteada algunos años antes en torres gemelas en los terrenos del Colegio del
gismo de los años sesenta no quedan saldados. ocasión del concurso para el edificio de Aero- Salvador (1979). Otros trabajos de la época ofre-
Sin solución de continuidad las experiencias líneas Argentinas en Catalinas Norte (1975), cen un grado mayor de adaptabilidad a los mo-
se acumulan y el espectro temático que ca- donde la estructura de piel y huesos, de servi- dos tradicionales de ocupación del suelo: Ca-
racterizaba a un estudio surgido en el clima de cios y servido, caracterizan el conjunto. bello esquina Salguero (1978), Juncal 3152
optimismo sesentista queda temporalmente Esta evolución también puede seguirse cla- (1978) y Suipacha 1238 (1976).
opacado. Lo reemplaza una arquitectura cada ramente desde Rojas y Alem (1975) o la torre La idea de autonomía formal se presenta
vez más ligada al Neorracionalismo europeo. Río, en Alem y Viamonte (1978), donde toda- con mucha más claridad en las viviendas in-
El inicio de esta segunda etapa coincide con vía encontramos la resolución formal basada dividuales realizadas durante el período. Des-
el fin de la era de los grandes concursos de los en la expresión de las diferenciaciones fun- de las experiencias más libremente planteadas
sesenta y el volcamiento del estudio hacia la cionales, hasta los ejemplos mas decididamente dentro del código inicial del estudio, como las
propiedad horizontal y la arquitectura tercia- autónomos como la Torre 25 de Mayo que com- casas Lande y Bernardi (1974), se pasa a ejem-
ria, temas que habían sido transitados de ma- bina, sin una necesidad funcional aparente, plos filiados con poéticas más o menos co-

u CENTRO DE CONGRESOS Y EXPOSICIONES EN MENDOZA, CON PLANTA CIRCULAR. ES UNA DE LAS ÚLTIMAS OBRAS DEL ESTUDIO BELV.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 143


yunturales como las casas del country para Dock en Puerto Madero (1993), los edificios de monográfico dedicado al estudio BELV, noviembre
Pennsylvania, (1976), emparentadas con la ar- propiedad horizontal de Riobamba y Corrien- de 1971; Baudizzone, Erbin, Lestard, Varas. Arqui-
quitectura de los Five Architects, o el mismo tes, Chenaut y Báez en Buenos Aires, y más tectura 1965-1980, 1981; Ídem. “Una aproximación
programa ampliado en Punta del Este (1980), aún el primer premio del Concurso para reur- sistemática al diseño”. En: summa, N.°85, 1975; Ídem.
que admite ciertas referencias al Neorracio- banizar Retiro de 1996 (con Machado & Sil- “La obra reciente del estudio BELV”. En: summa
nalismo europeo. vetti como consultores y Ferrari - Becker como n.°257-258.
Fuera de este modismo, debemos colocar la asociados) o el auditorio del Centro de Con-
singular experiencia de la casa Varas en Inge- gresos y Exposiciones de Mendoza, proyectos
niero Maschwitz, Prov. de Buenos Aires (1978), en los cuales vuelven a aparecer algunas de las BAÜERELE, JOSÉ. s/d (Alemania). Aquitecto.
obra que se plantea como un ejercicio de sín- constantes teóricas iniciales del grupo en un
tesis y reflexión sobre el tema, y que posee una lenguaje inconfundiblemente moderno. Llegó a la Argentina en 1889 y trabajó en
singularidad tal que remite a la riqueza de va- la construcción de la Municipalidad de La Pla-
lencias de la etapa anterior. Lo mismo puede HISTORIA CRÍTICA. ta. Posteriormente, instaló su estudio en Tal-
ser dicho con respecto a la serie de conjuntos Quien primero llama la atención acerca de cahuano 1157, Buenos Aires. En 1904 se tras-
FONAVI en Santa Fe y Neuquén, difícilmente la singularidad de la producción de BELV es F. ladó a Bahía Blanca, donde realizó, entre otras
deslindables de la producción personal de T. Dí- Bullrich en Arquitectura latinoamericana (1968). obras, la casa Ducós y el Teatro Colón de esa
az (v.), donde la búsqueda rigurosa de una es- Posteriormente, el mismo Bullrich, en un ar- ciudad.
tructura tipológica que aúne la resolución de la tículo publicado en summa “Arquitectura Ar-
vivienda masiva con la estructura espacial de la gentina 1960-1970”, amplia su juicio al se- Bibliografía: G. Viñuales. Patrimonio urbano y ar-
ciudad llega a sus niveles más altos. ñalar el desprejuicio de los jóvenes arquitectos quitectónico de Bahía Blanca. Bahía Blanca, 1989.
A partir del restablecimiento de la demo- en su intento pop de romper con el Modernis-
cracia es destacable la actuación de los inte- mo más tradicional promoviendo la arquitec-
grantes de BELV en la enseñanza universita- tura de sistemas. La misma revista dedica el BAYÓN, DAMIÁN. Buenos Aires, 1915 - París,
ria y en especial en los problemas referentes N.° 43 (noviembre de 1971) a la labor de BELV, 1995. Crítico e historiador del arte y la ar-
al proyecto y la gestión urbana. Prueba direc- inaugurando con este la serie de números mo- quitectura.
ta de ello es su participación en el concurso 20 nográficos dedicados a presentar proyectos y
20 ideas para Buenos Aires (1987) y la publi- realizaciones de los nuevos estudios locales. Estudió en la École des Hautes Études de
cación de un libro sobre el tema, etapa en la Con posterioridad a esa fecha, existe sobre el París y fue discípulo de P. Francastel. Tuvo des-
cual se destaca la gestión de Alberto Varas. Du- estudio amplia información de sus proyec- tacada actuación como crítico, curador de ex-
rante esa década, los trabajos del estudio to- tos, además de un libro publicado por los pro- posiciones e investigador en América y Euro-
man un nuevo giro, esta vez hacia el Contex- pios autores con sus obras hasta 1980. Sin em- pa. Fue profesor de Historia del Arte en las
tualismo que inunda la problemática teórica bargo, no se ha realizado todavía un trabajo universidades de Buenos Aires, París, Texas y
del momento. Sin abandonar su preocupación monográfico que intente interpretar su vasta Stranford. Se especializó en arte del Renaci-
por la cuestión tipológica, las obras construi- producción. De los artículos publicados, es im- miento y el Barroco en España y América La-
das tratan de realizar una autocrítica de las po- portante hacer notar la introducción que Ma- tina. Entre sus numerosas obras se destaca: So-
siciones iniciales. En esa sintonía pueden le- rina Waisman (v.) realiza en el libro editado por ciedad y arquitectura colonial sudamericana
erse realizaciones como: el barrio SIDERCA el estudio. La interpretación sobre su produc- (1974).
en Campana, Prov. de Buenos Aires (1988), el ción destaca la permanencia de la noción de ti-
hospital de Usuahia (1982-86), cuyo porme- pología en las diferentes etapas de actuación.
norizado estudio de los modos de construcción Si en un primer momento se verifica un uso BEARE, PEDRO s/d (Inglaterra). Ingeniero. Ac-
locales y de las características climáticas re- funcional del término, en la segunda este se tuó en Buenos Aires durante la decada de
gionales establece una radical crítica a los hos- vuelve conceptual. Efectivamente, según Wais- 1860. Fue autor del primer catastro de Bue-
pitales sistémicos de los años setenta; o final- man, la segunda etapa ofrece la posibilidad de nos Aires (v.). Encargado por la Municipalidad
mente la casa en Colón, Entre Ríos (1982), agregar al discurso tipológico una respuesta (1860), el catastro consta de 14 volúmenes
en la cual la barranca que permite una visual urbana adecuada a los requerimientos de la in folio en los que se registra la estructura
panorámica sobre el río Uruguay es lo que ter- ciudad y la memoria. Se intenta incorporar va- urbana casa por casa, en láminas acuarela-
mina por estructurar el planteo. lores históricos preexistentes para que actú- das y dibujadas minuciosamente. Este traba-
en como factor de control de la invención. De jo, ejecutado en el mismo momento en que
TERCERA ETAPA. todos modos, la manera analítica de abordaje el Departamento Topográfico realizaba los di-
Las obras del estudio en los años noventa, al tema de diseño no desaparece y convive con bujos preparatorios para la confección del pla-
desdoblado otra vez a partir del retiro de Jorge los nuevos problemas. Una interpretación pos- no de la Capital y sus suburbios que fue edi-
Erbin, aparecen comprometidas con las nue- terior de Waisman intenta caracterizar la pro- tado en 1867, plantea una superposición de
vas tendencias lejanas ya del marco contex- ducción de BELV en los términos del Contex- funciones de gestión urbana entre la provin-
tualista de la década pasada. Este nuevo rea- tualismo de los ochenta. F. A. cia y el municipio. El catastro fue criticado por
comodamiento recupera algunas modalidades la Sociedad Científica Argentina debido al ca-
que ya hemos señalado al caracterizar la pri- Bibliografía: F. Bullrich. “Arquitectura Argentina rácter casi artístico del sistema de represen-
mera etapa. El Shopping Neuquén (1994), el 1960-1970”. En: summa, N.°19.; summa, N.°43, número tación adoptado.

144 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bau bei
Durante esos mismos años Beare intervi-
no en el proyecto y ejecución del monumen-
to funerario a Guillermo Brown: una colum-
na corintia sobre pedestal con fuste sin estrías
realizada en hierro colado, que fue ubicada en
el cementerio de la Recoleta. También le fue
encargado levantar sobre el Riachuelo un puen-
te de hierro fabricado en Inglaterra. Se cree
que con posterioridad a la finalización de es-
ta obra, Beare se radicó en el Uruguay.

Bibliografía: A. L. Ribera. “La escultura, 1890- 1930”.


En: Academia Nacional de Bellas Artes. Historia ge-
neral del arte en la Argentina. Bs. As., 1988.

BEITÍA, PABLO. Buenos Aires,


1953. Arquitecto. Uno de los
más importantes proyectistas
de la generación reciente de ar-
quitectos argentinos. Su obra,
realizada en Buenos Aires, se
destaca por su fuerte personalismo y las refe-
rencias a múltiples tradiciones que dan por re-
sultado un perfil profesional poco frecuente-
mente explorado en nuestro país.

Graduado en la FADU-UBA en 1978, ha si-


do docente en las universidades de Buenos Ai-
res Belgrano y del Salvador. Ha dictado con-
ferencias en diversas casas de estudio locales
y extranjeras. Su obra más importante es el
Museo Xul Solar. Se trata de la remodelación
de un conjunto de viviendas, una de las cuales
fue residencia del pintor, en la que, a partir de
un reciclaje que solo deja en pie la fachada ori-
ginal y la vivienda citada, plantea una labe-
ríntica construcción espacial que vuelve a po-
ner en circulación las ideas espaciales de las
vanguardias históricas. La obra permite reco-
rridos alternativos en un espacio matizado por
colores, texturas y superposiciones que parece
prolongar el contenido de la pintura de artis- u IMAGEN DEL LUCERNARIO DEL MUSEO XUL SOLAR, DE PABLO BEITÍA. UN ENTRAMADO DE VIGAS CON PAÑOS DE VIDRIO.

ta, generando un modelo que está casi por fue-


ra de los límites de la arquitectura de museos u FACHADA DEL EDIFICIO
(v.). El trabajo es, por otra parte, una rara con- TRADICIONAL, SOBRE LA
junción de influencias que van del trabajo to- QUE PUEDE VERSE LA IN-
talizador del espacio interior del Banco de Lon- TERVENCIÓN REALIZADA SIN
dres de Testa a los juegos espaciales de la MODIFICAR LA CÁSCARA.
arquitectura de P. Eisenmann. INTERIORMENTE, PABLO
Otra realización importante en la produc- BEITÍA TRABAJÓ EL MUSEO
ción de Beitía es la casa de departamentos de XUL SOLAR DE FORMA
Serrano 2378, también en Buenos Aires, cons- LABERÍNTICA Y LÚDICA,
truida con el mismo fervor artesanal que el mu- CON HORMIGÓN Y LUZ.
seo. El edificio en este caso intenta adecuarse
al sistema morfológico de la manzana tradi-
cional y trata de completar el espacio median-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 145


te un complejo juego donde se entremezclan proyectos para la educación superior. Su actuación en nuestro país se inició ha-
lógicas modernas y de la tradición. La sucesión Uno de ellos fue el Teatro Griego, cuya re- cia finales de los años setenta, luego de una es-
de espacios regulares de la casa clásica persis- alización impulsó la UNLP en 1923 dentro del tadía de tres años en el Uruguay, donde se ra-
te, pero a los efectos de ser exasperada, tras- Paseo del Bosque, como parte de un ambicio- dicó una vez finalizados sus estudios, a efectos
pasada por una compleja y detallada filigrana so programa dirigido a educar el gusto de las de dirigir una explotación minera, que poste-
que desdibuja los compartimientos y los ten- masas a través de un edificio que debía repro- riormente no llegó a realizarse.
siona hacia una unidad mayor. La casa resul- ducir el espíritu de la tragedia esquiliana, to- Si bien por su formación ha sido vincula-
tante no se constituye como un placido remanso mando como modelo el Teatro de Dionisios, do al cuerpo de profesionales franceses que
de la privacidad, sino que parece contener en donde aquel género era representado. desde 1870 en adelante emigra a nuestro país,
su interior todas las complejidades que la ciu- Otro encargo surgió en 1926 cuando, tras constituyendo hacia finales del siglo XIX el pri-
dad histórica ha construido a lo largo del tiem- crear lo que fue la primera Escuela Superior mer momento de expresión de las tipologías y
po. Otras obras destacables de los últimos años de Bellas Artes del país, la UNLP promovió los sistemas compositivos del Clasicismo fran-
son: el Centro de Interpretación y Pabellón de la realización de un edificio que albergara to- cés en la Argentina, no deja de ser el suyo un
Exposiciones en el Delta del Paraná, para la das sus actividades. Para caracterizar este pro- caso atípico. Contrariamente a los arquitec-
Fundación Pan Club; la casa en la calle Bor- grama, Belgrano Blanco recurrió a motivos es- tos franceses que se vinculan activamente con
ges, Buenos Aires; el proyecto de urbanización téticos del Renacimiento español, que dieron el Estado argentino en el marco del ejercicio
La Choza, Prov. de Buenos Aires, y la Exposi- forma a una singular propuesta de Arquitec- liberal de la profesión, desarrolló B. su carre-
ción Justa, Libre y Soberana, Museo Histórico tura Neocolonial (v.) que finalmente no llegó a ra profesional principalmente dentro de dis-
“Quinta 17 de Octubre”. ser realizada. tintas reparticiones públicas.
Beitía es a nivel local uno de los únicos ar- Además de estos proyectos, Belgrano Blan- En 1880 tuvo lugar su ingreso al Departa-
quitectos que escapa al denominador común co es autor de la Escuela Normal San Martín mento de Ingenieros como dibujante proyec-
de la “arquitectura de partido”, de “las ideas de Santa Fe, construida para el Consejo Na- tista. En 1881 fue nombrado secretario del Con-
fuerza” que han caracterizado el desarrollo de cional de Educación en 1936. Aunque de ma- sejo de Obras Públicas y posteriormente se
la disciplina en la Argentina durante buena nera mucho menos explícita que en la Escue- desempeñó como jefe de la Sala de Dibujo, In-
parte del siglo XX. Su obra escasa y solitaria la Superior de Bellas Artes, Belgrano Blanco geniero de Primera Clase, Ingeniero de Se-
parece alejarse de la lógica de los grandes es- volvió a recurrir al Neocolonial, pero ahora so- gunda Clase y otros cargos. En 1894 fue nom-
tudios y los emprendimientos empresariales breimprimendo a la composición clásica de brado Inspector General de Arquitectura, cargo
que jalonaron la década de los noventa. F. A. aquella propuesta, un máximo aprovecha- en el que continuó desempeñándose al crear-
miento del terreno que dota de mayor funcio- se el MOP de la Nación en sustitución del De-
Bibliografía: A. Irigoyen. “Un sincretismo apasiona- nalidad a sus plantas. partamento de Ingenieros. Entre los proyec-
do. Museo Xul Solar, Bs. As.”. En: Revista A&V, julio- Belgrano Blanco también incursionó en tos que se sabe fueron realizados por Belgrano
agosto de 1994; J. F. Liernur: Arquitectura en la Ar- el urbanismo, desarrollando una actividad para ese Ministerio en la Capital Federal pue-
gentina del siglo XX. La construcción de la que se vincula particularmente con Mendo- den mencionarse: anteproyecto para la am-
Modernidad, Bs. As.: FNA, 2001. za, ciudad en la que, tras imponerse junto a pliación y terminación de la Casa de Gobier-
Fermín Bereterbide (v.), Mauricio Cravotto y no (1897), Cárcel Correccional de Menores,
Juan Scasso en 1941 en el concurso para con- Estación Central de Ferrocarriles y Pasajeros
BELGRANO BLANCO, ALBERTO. s/d. Arquitecto, feccionar el Plan Regulador, Reformador y de para la Capital Federal y un Monumento a la
urbanista. Actuó en la Dirección General de Ar- Extensión, realizó en 1948 los edificios pú- Emancipación Nacional.
quitectura del Ministerio de Obras Públicas blicos del Centro de Gobierno Provincial (v. Se desempeñó asimismo como arquitecto
de la Nación, proyectando en las décadas del Mendoza). En Buenos Aires fue autor del edifi- proyectista del Consejo Nacional de Educación.
veinte y del treinta obras encuadradas dentro cio del Ministerio de Obras Públicas sobre la De los trabajos realizados para este organismo
de la arquitectura educacional. También rea- Av. 9 de Julio. G. V. cabe señalar las escuelas de las calles Arenales
lizó importantes propuestas urbanas para la 2433 y Cuyo 2673 (actual calle Sarmiento, Bue-
ciudad de Mendoza. Bibliografía: G. Vallejo. “La belleza en la universidad. nos Aires), además de otros edificios escolares
Arielismo y reforma en la década del ´20”. En: Block, levantados en el interior del país.
Estudió en la Escuela de Arquitectura de n.°1, 1997. En 1886 fue nombrado profesor sustituto
Buenos Aires, donde obtuvo el primer premio en la cátedra de Arquitectura de la Facultad de
en dos concursos de estudiantes realizados en Ingeniería. Posteriormente, en 1892, pasó a
1922. En 1923 fue director de la Revista de Ar- BELGRANO, JOAQUÍN. Buenos Aires, 1853 - ocupar la titularidad de la misma hasta el mo-
quitectura (v.). Más tarde pasó a desempeñar- París, 1901. Arquitecto. Realizó sus estudios mento de su fallecimiento. Asimismo, fue so-
se como proyectista en la Dirección General de arquitectura en la Escuela de Bellas Artes cio fundador de la primera SCA de Buenos Ai-
de Arquitectura. En la década del veinte, los de París, donde cursó durante tres años a me- res (v.), junto con Juan A. Buschiazzo (v.),
encargos de la Universidad Nacional de La Pla- diados de la década de 1870. Fue uno de los Ernesto Bunge (v.) y otros profesionales.
ta a dicha Dirección, supervisados por Sebas- primeros profesionales de la arquitectura ar- Pocos son los datos con que se cuenta res-
tián Ghigliazza (v.), convirtieron a Belgrano gentina formado dentro del ámbito de la aca- pecto de su vasta producción particular. Tuvo
Blanco en el responsable de una suerte de sec- demia parisina. Su actividad se desarrolló prin- a su cargo la construcción y el proyecto de la
ción ocupada en la realización de importantes cipalmente en de la gestión pública. Iglesia de Santa Lucía, en Barracas, y la remo-

146 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bei ben
delación de la fachada del templo de San Juan, mer Código de Construcción de la ciudad de Graduados en la FADU-UBA entre 1964 y
en las calles Alsina y Piedras. Le fue conferido La Plata (1930). Durante su actuación en la Di- 1971, han realizado una importante cantidad
también el proyecto y posterior ejecución del rección Provincial de Vialidad proyectó -entre de obras, especialmente dentro de la denomi-
primer edificio del Banco Español, situado en otras obras- el Viaducto de Sarandí. En la dé- nada arquitectura corporativa. Asimismo han
Reconquista 819. El resto de su obra arquitec- cada del cincuenta viajó becado a Europa, don- proyectado y construido una amplia cantidad
tónica comprendió principalmente viviendas de tuvo contacto con Freyssinet. de edificios para la vivienda individual y co-
particulares, entre las que pueden citarse la ca- Se retiró de la práctica activa de la profesión lectiva, barrios cerrados, countries y clubes de
sa de Juan Blaquier (Suipacha 362), del inge- a principios de la década del ochenta. F. G. campo, equipamiento y edificios industriales.
niero Guillermo White (Libertad 925), de J. Cu- Han realizado también proyectos de diseño ur-
llen (Bartolomé Mitre 1262), de José Belgrano bano y conjuntos de escala intermedia. Su ar-
(Alsina 1123), de Rodríguez Larreta (Charcas BENADON, BERDICHEVSKY Y CHERNY. (BE- quitectura se caracteriza por el uso de moder-
y Paraguay) y también varias residencias de NADON, Ricardo Sule: Yugoslavia, 1940; BER- nas tecnologías y la generación de una imagen
campo en la zona de San Fernando. DICHEVSKY, Carlos Alberto: Buenos Aires, de eficiencia funcional y eficacia simbólica. En-
Murió en París en 1901, estando aún en 1940; CHERNY, Rubén: Buenos Aires, 1944). tre sus obras más importantes dentro de la ar-
funciones como Inspector General de Arqui- Estudio de arquitectura de amplia trayectoria quitectura corporativa, desarrolladas funda-
tectura del Ministerio de Obras Públicas. A. C. en las últimas décadas del siglo XX. mentalmente durante la década pasada, se
encuentran: el edificio sede de la Compañía de
Petróleo CAPSA CAPEX en Vicente López,
BELVEDERE, FRANCISCO. La Plata, 1906 - Prov. de Buenos Aires (asociados con el arq.
s/d. Ingeniero. Arquitecto por vocación, es el Robinsohn); la red de sucursales del Banco
más destacado entre los ingenieros platen- Itaú, la sede de la compañía Sudamericana de
ses que durante las décadas del treinta y del Aguas en Pilar, Prov. de Buenos Aires, los edi-
cuarenta difundieron el “estilo moderno” a ficios Organon Argentina y Compaq Latin Amé-
partir de numerosas obras. rica. Otras obras del estudio que pueden citarse
son: la sistematización del área cultural y re-
Su formación como maestro mayor de obras creativa Recoleta - Ital Park en Buenos Aires,
y su posterior ingreso en la Facultad de Inge- una serie de barrios privados en Parque Leloir,
niería constituyen una alternativa ante la ine- Maschwitz, Pilar y el acceso oeste a la Capital
xistencia de la carrera de arquitectura en la uni- Federal, así como edificios comerciales como
versidad local. el bar Odeón y edificios de vivienda: Ciudad de
Siendo estudiante trabaja como colabora- la Paz 2744; Guatemala 4590, Tres de Febre-
dor en el estudio del ingeniero Urrutia (v.), quien ro 4210, todos en Buenos Aires. Realizaron
acreditaba una vasta labor profesional en la ciu- asociados con los arquitectos Pfeifer & Zurdo,
dad. Su ingreso en la Municipalidad de La Pla- Fernández, Otero, Huberman, Schmanis y Tris-
ta, en fecha anterior a su graduación (1933), kier el reciclaje del antiguo edificio de la com-
contribuyó a su formación en el diseño y cál- pañía Ítalo Argentina de Electricidad en la ca-
culo del hormigón armado y en el proyecto de lle Montevideo (Buenos Aires), convertido en
arquitectura, al cual se volcaría con mayor én- Museo del Holocausto.
fasis en su trabajo profesional.
Realizó más de 600 proyectos y obras, de-
sarollando diversos temas en las provincias de u PATIO INTERIOR DE LA COMPAÑÍA CAPSA-CAPEX, EN VI- BENOIT PEDRO. Buenos Aires, 1836 - Mar del
Salta, Jujuy y Buenos Aires, aunque el grue- CENTE LÓPEZ, PROVINCIA DE BUENOS AIRES. Plata, 1897. Agrimensor e ingeniero. Hijo
so de su producción está constituido por vi- de Pierre Benoit (v.), autor y gestor de innu-
viendas construidas en la ciudad de La Plata. merable cantidad de proyectos y realizacio-
Sus obras se caracterizan por una clara orga- nes dentro de la administración pública de la
nización funcional, una elaborada articulación Prov. de Buenos Aires. Se destaca por su la-
volumétrica -sobre base de cilindros y pris- bor de organizador y ejecutor de las obras de
mas- y una obsesiva preocupación por los de- la ciudad de La Plata (v.)
talles técnicos.
La casa para la familia Lombardi y la casa y En 1850, a los catorce años de edad, ingre-
consultorio del Dr. Morganti son los ejemplos só como meritorio en el Departamento Topo-
más acabados de una concepción de lo mo- gráfico. (v.) Su formación fue producto de la
derno, que va más allá de la opción lingüística práctica en dicho Departamento y de las ense-
que, sobre patrones organizativos tradiciona- ñanzas de su padre. Las tareas que realizó ini-
les, imprimían por entonces constructores, in- cialmente estuvieron relacionadas con la to-
genieros y arquitectos. pografía: deslinde y trazado de calles y, sobre
Belvedere participó en la redacción del pri- todo, la confección del primer Registro Gráfi-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 147


co de la Capital en colaboración con G. Kuhr tamento de Ingenieros (1883), Ministerio de
(v.), I. Casagemas y A. Malaver. Posteriormen- Hacienda (1883), Departamento de Policía Cár-
te trabajó en la repartición de tierras, en la re- cel y Bomberos (1883), Observatorio Astronó-
gularización de pueblos existentes y en el tra- mico (1884), Cementerio (1884), Colegio Pro-
zado de otros nuevos, dentro de los límites vincial (1884), Hospital “Melchor Romero”
de la Provincia. (1883), el arco de entrada al Paseo del Bosque
Sus obras de arquitectura, muchas veces (1884). Las realizaciones arquitectónicas de Be-
realizadas en asociación con distintos miem- noit se mueven dentro del más puro Histori-
bros del Departamento, son numerosas. Entre cismo. Cada uno de sus edificios está caracte-
las principales pueden citarse: las iglesias de rizado con el estilo más acorde en relación a la
diversas localidades del interior bonaerense: función que desempeñan. Así el Gótico en sus
Santa Catalina, San Justo, Merlo, Moreno, En- diferentes variantes para la Catedral de La Pla-
senada, San Vicente, Juárez, Mar del Plata, Ne- ta o la Iglesia San Ponciano, el Dórico arcaico
cochea, Coronel Vidal, Tapalqué, General Al- para el pórtico del Cementerio, el Neorrenaci-
vear y, en Buenos Aires, San Telmo, Barracas miento italiano para el Departamento de In-
al Norte y San José de Flores; las escuelas pú- genieros y el Departamento de Policía, etc. (v.
blicas de Merlo, Santa Catalina, Moreno, To- Eclecticismo). Su manejo del lenguaje arquitec-
losa, San Justo, Magdalena, Ranchos, Marcos tónico es producto de su formación pragmáti-
Paz, San Isidro, etc.; una importante cantidad ca, y sus resultados dispares pueden conside-
rarse como derivados de su modalidad de
trabajo en equipo con el resto de los integran-
tes del Departamento de Ingenieros. F. A. u PLANTA DE UN PROYECTO DE TEATRO PARA MONTEVIDEO.

Bibliografía: H. Pando. “Los Benoit: dos generaciones pecialización más precisa del espacio privado,
de arquitectos”. En: Anales del IAA, N.° 18, 1965; A. en concordancia con la introducción de las pri-
S. J. De Paula. La ciudad de La Plata, sus tierras y su meras nociones de confort moderno.
arquitectura. Buenos Aires, Ed. del Banco de la Prov. Como dato biográfico complementario, ca-
de Buenos Aires 1987. be acotar que algunos historiadores han sos-
tenido la curiosa hipótesis de que Benoit fue
un miembro de la familia real de Francia e in-
BENOIT, PIERRE. Calais (Francia), 1794 - Bue- cluso el mismo “delfín” salvado, mediante un
nos Aires, 1852. Marino, ingeniero. Exponente cambio de identidad, de los trágicos sucesos
de la generación neoclásica. Padre del inge- posteriores a la Revolución de 1789. F.A.
u ANTIGUO MERCADO DEL CENTRO (P. BENOIT). niero Pedro Benoit (v.)
Bibliografía: H. Pando. “Los Benoit, dos generaciones
de edificios públicos como la Facultad de De- Llegado al Río de la Plata en 1818, fue nom- de arquitectos”. En: Anales IAA, n.°18, 1965; M. Bus-
recho de la UBA —hoy Museo Etnográfico—, brado en 1823 por Rivadavia arquitecto cons- chiazzo. “La casa del general Pacheco”. En: Anales
las municipalidades de San Isidro y Cañuelas, tructor de planos en el Departamento de In- del IAA. N.°20, 1967. AAVV. Carlo Zucchi ingenie-
y otras en Bahía Blanca, Magdalena, Alvear, genieros Arquitectos. Colaborador de Catelín ro y arquitecto. catálogo de la muestra realizada
Arenales, Tapalqué, etc.; el Hospital de Hom- (v.), se supone que fue coautor de algunas de en el MNBA. Ed. Archivo di Stato. Reggio Emilia,
bres de Buenos Aires, el Lazareto de Ensena- las obras firmadas por este; se cree, sobre to- 1996.
da. También en Buenos Aires: la remodelación do, que intervino en el diseño del pórtico de la
del Cabildo, el Mercado del Centro, Mercado catedral de Buenos Aires Con posterioridad a
Marítimo y Matadero (v.), cementerios como el la disolución de dicha repartición, fue nom- BERETERBIDE, FERMÍN H. Buenos Aires, 1899-
de la Chacarita (estudio y mensuras), Morón, brado por Dorrego director de Dibujo del De- 1979. Arquitecto. Su obra constituyó una im-
Merlo, San Justo y Ensenada. partamento Topográfico. Después de la caída portante renovación en la reflexión sobre ar-
La obra más importante de Benoit es sin de Rosas, ocupó el cargo de arquitecto civil y quitectura, vivienda masiva y ciudad, entre
duda la gestión y construcción de la ciudad de fue miembro del Consejo de Obras Públicas. 1920 y fines de la década del cuarenta. Fue
La Plata, que tiene que ver no solo con la elec- Como proyectos enteramente suyos, se cono- también un activo colaborador, agudo crítico
ción y realización del plano definitivo, proba- cen un teatro diseñado pero no realizado para y polemista en las revistas de arquitectura del
blemente derivado de un anteproyecto del ar- Montevideo (1834), el mausoleo para la fami- momento. Sus aportes a la arquitectura y el
quitecto Juan Martín Burgos (v.), sino de la lia de Rosas (circa 1838) y un pabellón efíme- urbanismo en la Argentina no siempre fue-
realización de buena parte del equipamiento ro para la Plaza de Mayo. También la casa del ron valorados por la historiografía. Entre los
de la ciudad, de diversos edificios públicos y general Pacheco en Buenos Aires (1847), uno años cincuenta y los setenta, su figura quedó
servicios, además de parques, plazas etc. En- de los pocos ejemplos documentados de las prácticamente ignorada: recién a principios de
tre ellos: la catedral (1884-1932) y la Iglesia modificaciones tipológicas operadas en la pri- los años ochenta la crítica comenzó a reva-
de San Ponciano (1883), el edificio del Depar- mera parte del siglo XIX, tendientes a una es- lorizar su obra de los años veinte.

148 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ben ber
Un dato fundamental de su desarrollo profe- cipios de siglo. Obras muy difundidas (trata- 16.500 habitantes), planteado sobre terrenos
sional lo constituyó su preocupación por la dos de vivienda popular y revistas extranjeras municipales, en relación con la iniciativa mu-
gestión de la vivienda y la gestión urbana: la como Le case popolari o nacionales como El Ar- nicipal de crear una zona industrial en el Ria-
mayor parte de su producción hasta los años quitecto (v.) en el medio local, como las del Ins- chuelo y el Parque del Sur en el área. Por la ex-
cincuenta se encontró vinculada a la órbita tituto de Casas Populares y Económicas de Mi- tensión del predio (70 ha) y su localización
del Estado, sobre todo de la Municipalidad y lán y Bérgamo, circa 1906) constituyeron urbana, Bereterbide proponía en este caso un
al Concejo Deliberante de Buenos Aires. Sus modelos de referencia muy precisos para sus conjunto mixto, de viviendas individuales y co-
propuestas no se limitaron a la proyección, obras, tanto en cuanto a tipologías como a len- lectivas. Con respecto a la primera, destacaba
sino que incursionaron sobre los correlatos guaje arquitectónico. dos elementos: la necesidad de implementar
sociales y económicos de la arquitectura y del En el artículo “El problema de la vivienda nuevas formas de loteos, frente al amanzana-
desarrollo urbano. en Buenos Aires” (Boletín del Concejo Deli- miento tradicional de la periferia (“sistema vi-
berante, 1939) resumía sus ideas con respec- cioso reñido con todas las reglas del urbanis-
VIVIENDA POPULAR O MASIVA. to a la vivienda y abogaba por la intervención mo”) y la experimentación sobre “viviendas
Bereterbide egresó de la Escuela de Arqui- del Estado en la materia. Exponía también su mínimas”. Estos son dos temas nuevos dentro
tectura de la UBA en 1918. Muy poco después proyecto de casa colectiva en Parque Patricios, de su producción, que se desarrollaban a par-
(1920) obtuvo su primer éxito profesional al que consideraba el ejemplo más desarrollado tir de la aceptación de la vivienda individual en
ganar el primer premio del concurso para una de su producción hasta el momento, porque tanto realidad urbana y social, más allá de su
casa colectiva en Flores, organizado por la incluía una amplia gama de servicios comu- mayor interés por las formas del habitar colec-
Unión Popular Católica Argentina (v. Vivien- nes: sala de espectáculos, comercios, baños pú- tivo. En cuanto a los loteos, proponía un siste-
da colectiva; Interés social, vivienda de). También blicos, lavaderos, jardín de infantes, asistencia ma enfitéutico sobre tierras comunales, donde
desarrolló la misma tipología de basamento médica y biblioteca. Aunque sus propuestas el adquirente obtenía la propiedad de la edifi-
perimetral y pabellones en tres concursos mu- no eran “utópicas” en el sentido más extendi- cación, pero solamente la posesión del lote, aba-
nicipales en los que resultó ganador en 1925, do del término, ya que se integraban morfoló- ratando la vivienda popular. Con esta propues-
organizados por la Municipalidad de Buenos gicamente a la ciudad existente, contenían una ta retomaba ideas sobre el uso del suelo urbano,
Aires: los conjuntos Los Andes, Flores y Pa- fuerte carga de utopía social. En efecto, solo originadas en la teoría de la ciudad jardín (v.).
lermo. Solo el primero fue construido y ante podían ser construidas por el Estado, en tanto Con respecto a las viviendas, las colectivas se
un cambio de terrenos proyectó otro conjunto los altos costos de equipamiento y los igual- disponían en torres y pabellones de departa-
frente a Parque Patricios. En este último se ob- mente altos porcentajes de superficie libre de mentos, ubicadas en el centro del conjunto, y
serva una ruptura del basamento perimetral sus construcciones distaban en mucho de los las individuales se agrupaban en conjuntos
que era continuo en los casos anteriores, ya valores corrientes del mercado inmobiliario. de 20 “casas mínimas”, con ambientes trans-
que el conjunto se componía de pabellones En el mismo artículo presentaba un pro- formables y muebles levadizos. Estos temas in-
exentos, con orientaciones diversas siguiendo yecto posterior, que marca algunas diferencias dican la observación de fuentes norteamerica-
la línea municipal, con la excepción de un sec- con su producción de los años veinte: un barrio nas, cuestión que reaparece también en otras
tor abierto al parque. Se evidencia también aquí jardín en el bañado de Flores (4.200 viviendas, obras posteriores.
un cambio en la arquitectura de sus obras, ya
que desaparecen el ladrillo a la vista que apli-
caba anteriormente en los basamentos y las cu-
biertas inclinadas de teja. También utilizó es-
te lenguaje en el laboratorio Pasteur (1927).
Hacia los años treinta su arquitectura fue eli-
minando colores y texturas, buscando una ima-
gen más moderna. Sin embargo, la moderni-
dad de la obra de Bereterbide no era radical, ya
que mantenía ciertos elementos caracteriza-
dores de la construcción tradicional, como la
simetría (claramente en el laboratorio Pasteur)
o las proporciones de los aventanamientos (co-
mo puede observarse en sus obras de vivien-
da individual de los años treinta). La moder-
nidad de su obra parecía consistir en una
depuración de las formas y reglas del sistema
clásico antes que de una ruptura con él.
Con respecto a las tipologías de vivienda,
fue un partidario de la casa colectiva, a cuyo
desarrollo realizó aportes de verdadero interés.
Sus propuestas no eran creaciones originales,
ya que se basaban en modelos italianos de prin- u PROPUESTA DE REORDENAMIENTO PARA LA AVENIDA 9 DE JULIO DE BUENOS AIRES (F. BERETERBIDE).

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 149


El tema de los loteos y el amanzanamien- los distintos cuerpos del edificio y en la com- de un conjunto monumental constituido por
to, una articulación de sus preocupaciones posición de las células de vivienda, que regis- plazas y edificios públicos. Su proyecto guar-
sobre la vivienda y sobre los tejidos urbanos, tran similitudes con respecto a proyectos an- daba semejanzas, tanto formales como de con-
es retomado en el artículo “Un nuevo crite- teriores. cepción del proyecto, con la tradición nortea-
rio en el amanzanamiento de tierras urbanas” Finalmente, el edificio de viviendas de la mericana de la City Beautiful (v. Parques públicos
(Revista de Arquitectura, 1940), donde refería calle Güemes 4426 (construcción privada), re- y Centro Cívico), como el proyecto de Eliel Saari-
su experiencia en la materia como miembro tomaba sus experimentaciones sobre superfi- nen para el Lake Front de Chicago (1923). So-
de la Oficina Técnica Asesora de las comi- cies libres y ocupadas en los lotes destinados bre la concepción de la City Beautiful, Bere-
siones de Obras Públicas y de Tránsito del a vivienda, recostando la construcción en al- terbide no se limitaba a la resolución de un
Concejo Deliberante porteño. Las políticas tura sobre dos medianeras y abriendo un am- problema de tránsito, sino que abordaba el pro-
que guiaban a esta Oficina en la subdivisión plio patio hacia la calle. Sus reflexiones sobre blema mayor de la concentración de activida-
de manzanas del trazado oficial de la ciudad vivienda popular fueron volcadas en diversos des terciarias en la gran ciudad. Este proyec-
consistían en: dimensionamiento de las ca- artículos aparecidos en Nuestra Arquitectura, to no fue ejecutado, ya que la apertura de la
lles según su uso; orientación más conve- Revista de Arquitectura y Revista del CACYA (v.) avenida se realizó sobre la base de diseños de
niente de calles y lotes; formación de plazo- y, finalmente, en su libro La vivienda popular C. Della Paolera (v.).
letas en los centros de la composición y (1959), donde abordaba tanto la arquitectura Junto con Acosta volvió sobre el tema en
distribución abundante y racional del arbo- habitacional como sus formas de gestión y fi- 1940 con el objeto de criticar las obras en cur-
lado (barrios jardines). nanciamiento. so de apertura de la Av. 9 de Julio. Frente al
En 1941 retomó sus reflexiones sobre la vi- proyecto en ejecución (140 m de ancho, 6 cal-
vienda colectiva, aunque los resultados for- CIUDAD Y URBANISMO. zadas, separadas por fajas arboladas y estacio-
males distaron de relacionarse con sus pro- En 1932 realizó un proyecto para la aper- namientos subterráneos), Bereterbide y Acos-
yectos anteriores. Junto a Acosta (v.) A. Felici y tura de la Av. Norte-Sur (luego llamada 9 de ta argumentaban que el problema central del
J. C. Ruiz, ganó el concurso organizado por la Julio). Para solucionar el problema del tránsi- tránsito urbano consistía en la velocidad más
cooperativa “El Hogar Obrero” (v.) para su ca- to, proponía la creación de una vía central ba- que en la capacidad de las arterias (una idea
sa colectiva de la Av. Rivadavia y A. Giménez. jo nivel (tránsito rápido, sin cruces) y de dos que ya había planteado en su proyecto ante-
El proyecto original guarda más relación con calzadas a nivel laterales. A su vez, la oportu- rior) y que la primera se lograría suprimiendo
la obra anterior de Acosta que con la de Bere- nidad de apertura de la avenida debía aprove- los cruces antes que aumentando la cantidad
terbide. Sin embargo, el proyecto definitivo — charse para la construcción de los centros cí- de calzadas. Consideraban que el urbanismo
inaugurado en 1955— registra claros elemen- vicos nacional y municipal de la ciudad. Así, de Della Paolera era “paisajístico” y que con-
tos que pueden considerarse de su autoría. Ellos en el área delimitada por la Av. Belgrano, B. fundía el problema, al tratar de resolver una
se observan en la diferenciación de alturas de Mitre, Tacuarí y Salta, proponía la localización moderna vía de tránsito en términos de “pa-
seo arbolado”. Por lo tanto proponían ensan-
char las calzadas y veredas existentes, reser-
vando la zona intermedia para parque sin
fraccionamientos (aproximadamente 90 m)
y construir posteriormente una autovía eleva-
da, sin cruces. Con respecto al financiamien-
to de la obra, insistían en que ella debía ser pa-
gada a través de la recuperación del poder
público, del aumento del valor del suelo que
produciría y sugerían diversas formas de lo-
grarlo desde el punto de vista práctico, de acuer-
do con la experiencia internacional en la ma-
teria. Las críticas eran agudas y, como en otros
casos de asociación entre Bereterbide y Acos-
ta, parece unirse en este caso la claridad teóri-
ca de Acosta con el conocimiento de Bereter-
bide sobre gestión y reforma urbana.
En la década del treinta (circa 1934) publi-
có, junto a Ernesto Vautier (v.), el folleto “Qué
es el urbanismo”, editado por el Concejo De-
liberante. Se trataba de una obra de difusión
donde se enfatizaba la necesidad de la planifi-
cación urbana frente al desorden de las es-
tructuras espontáneas de la ciudad, ilustrado
con ejemplos internacionales y locales, entre
u PROYECTO PARA EL REORDENAMIENTO DEL ÁREA CENTRAL DE BUENOS AIRES, CON LAS DOS DIAGONALES, DE F. BERETERBIDE. los cuales los autores incluían sus propias pro-

150 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bac bec
puestas. Las directivas generales del urbanis- bano resultante, proponiendo en este caso un
mo eran las siguientes: 1) Zonificación y cen- aumento de altura que liberara suelo urbano
tros; 2) Comunicaciones; 3) Espacios libres. como espacio verde.
Los términos en que planteaban su concepción En la primera mitad de la década del cua-
del urbanismo eran los corrientes en el deba- renta realizó proyectos para dos ciudades del
te local, como puede observarse en las pro- interior, que planteaban problemas distintos
puestas de la agrupación “Los Amigos de la de la realidad metropolitana que había abor-
Ciudad” (de la cual Bereterbide era miembro) dado en su obra anterior: el Plan Regulador de
o en las discusiones del Primer Congreso Ar- Mendoza (1942) y la reconstrucción de San
gentino de Urbanismo (1935) (v. Urbanismo). Juan (1944).
La obra culminaba con un esbozo de Plan Con respecto a San Juan, como represen-
Regulador Regional para Buenos Aires, don- tante de la Municipalidad de Buenos Aires for-
de se plantea la necesidad de considerar la to- mó parte de una comisión con sede en el De-
talidad del Gran Buenos Aires (y no solo la ciu- partamento de Reconstrucción de San Juan del
dad, pasando del plan urbano al plan regional), Ministerio de Obras Públicas de la Nación, com-
diferenciando dentro de su superficie la zona puesta también por E. Vautier, C. Muzio y H.
ya loteada que debía remodelarse y los espa- Lima, cuyo objeto era formular un plan para re-
cios no construidos, que debían mantener tal construir la ciudad, devastada por el terremoto
característica para destinarse a usos agrícolas, de enero de 1944.
evitando la extensión de la urbanización, con Esta comisión se expidió por el traslado de
la sola excepción de núcleos satélites planifi- la capital provincial a un nuevo emplazamien-
cados, residenciales o industriales. Los medios to, creando una ciudad nueva, hecho que cier-
considerados para llevar a cabo esta propues- tos sectores sanjuaninos consideraron lesivo de
ta, entre los que enumeraban instrumentos ju- sus intereses y rechazaron de plano (v. San Juan).
rídicos y técnicos, eran los siguientes: autono- Bereterbide inició una extensa y dura polémi-
mía de las municipalidades, leyes y reglamentos ca en las revistas de arquitectura sobre las ca-
limitativos del derecho de la propiedad priva- racterísticas poco transformadoras del proyec-
da, reforma del sistema impositivo (impues- to apoyado por estos, y su ligazón con los
to al suelo libre de mejoras y contribución al intereses inmobiliarios de los propietarios de
mayor valor del suelo), expropiaciones racio- la vieja ciudad, defendiendo a la vez su hipó-
nales (instrumentos político-jurídicos); una ofi- tesis sobre el traslado y la necesidad de cons-
cina autónoma de estudios urbanos, coordi- truir una nueva ciudad que no se limitara a re-
nación regional de municipalidades y concursos edificar la anterior.
de proyectos urbanos (instrumentos técnicos). El rechazo de su proyecto posiblemente ha-
Con respecto a los primeros, coincidían con ya reforzado su oposición política al gobierno
las propuestas que el Partido Socialista reali- del GOU y más tarde al peronismo. En 1947,
zaba a principios de siglo, y pueden conside- un proyecto de su autoría recibió una mención
rarse representativos del reformismo progre- u EXTERIOR DEL BARRIO LOS ANDES, EN CHACARITA en el concurso de la sede de la Secretaría de
sista en el país, al cual Bereterbide adhería. (BUENOS AIRES). PLANTA DEL MISMO BARRIO. Aeronáutica, donde resultó ganador el proyecto
Con respecto a los segundos, implicaban una de Lanusse, Martín, Pieres y Devoto (v.). En la
crítica a las limitaciones con que trabajaba des- entrega de premios, Bereterbide se negó a sa-
de 1932 el Departamento del Plan Regulador, pudiera tener algunos puntos de contacto con ludar a Perón, presidente de la República, de-
bajo la dirección de C. M. Della Paolera (v.). el conjunto de ideas CIAM. saire que le valió su expulsión de las funciones
En 1935 junto a Dourge (v.), Prebisch (v.) y Entre 1937 y 1947 Bereterbide formó parte públicas que ocupaba y de la SCA (v.).
Vautier (v.), Bereterbide formó parte de un gru- de la Comisión de Estudio del Código de Edi- Aunque numerosos colegas desaprobaron
po liderado por W. Acosta para organizar un ficación, cuyo objetivo era la formulación de estas medidas, otros se sintieron agraviados
grupo CIAM (v.) (Congreso Internacional de tal cuerpo legal, que entró en vigencia en 1944. por lo que consideraban una actitud privada
Arquitectura Moderna) local, pero la iniciativa Escribió varios artículos de información y di- de Bereterbide que comprometía a la matrí-
tuvo escaso desarrollo. En el caso de Bereter- fusión sobre el tema, entre ellos “Zonificación cula, en un momento en que se consideraba
bide, se observa que sus referencias son mu- de la Ciudad” (Boletín de Concejo Deliberante, que las relaciones entre las instituciones pro-
cho más amplias que las de los CIAM y que su 1944). Allí se destacan sus esquemas de “edi- fesionales y el Estado eran favorables (creación
obra no guarda una relación directa con las re- ficios con altura sobreelevada”, una posibili- de la Facultad de Arquitectura, concursos de
flexiones radicales del urbanismo enunciado dad abierta por el Código, que permitía en cier- proyectos, aumento en la magnitud de la obra
como “racional y científico” de tal grupo. tas zonas de la ciudad elevar las alturas pública, etc.). Pasó los años de gobierno pe-
La forma en que planteaba los problemas manteniendo retiros de frente. Reflexionaba ronista aislado profesionalmente —por su opo-
del urbanismo en el folleto citado combinan aquí nuevamente sobre la relación entre las sición política fue recluido por un tiempo en
perspectivas diversas, aunque eventualmente formas de ocupación de los lotes y el tejido ur- prisión— dirigiendo la construcción del edifi-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 151


u UN DIAMANTE EN LA CIUDAD: EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS EN CALLE GÜEMES (PALERMO). UN LATERAL DE VIDRIO SE ABRE ESCALONADO HACIA LA MEDIANERA.

cio para “El Hogar Obrero”. Caído el peronis- ciones radicales) para reivindicar la relación BERMÚDEZ DE CASTRO, JOSÉ. s/d (Galicia,
mo, su figura fue reivindicada, sin embargo ya con el pasado, las preexistencias y las tradi- España), s/d - Buenos Aires, 1721). Primer
no superó su obra ni su acción realizada entre ciones del uso del espacio. En 1991, J. Molina Ingeniero militar que actuó en el territorio del
los años veinte y 1945. El aporte de su pro- y Vedia organizó una exposición sobre la obra Río de la Plata.
ducción, tanto proyectual como teórica y de de Bereterbide en la Facultad de Arquitectura,
gestión pública, quedó acotada al período de Diseño y Urbanismo de la UBA. Posterior- Llegado a Buenos Aires en 1702, como in-
introducción de la arquitectura y el urbanismo mente, en 1998, publicó un libro que plantea tegrante de la comitiva del gobernador Alonso
modernos en el país, de los cuales fue un re- un análisis global de su producción. A. B. Juan de Valdéz e Inclán, le fue encomendada
presentante genuino y activo. la construcción del fuerte, tarea que comen-
Su obra permaneció prácticamente en el ol- Bibliografía: J. Molina y Vedia. “Realidad y utopía en zó ese mismo año. En 1708 realizó un plano
vido hasta principios de los años ochenta. Juan la Arquitectura Moderna Argentina. El caso del
Molina y Vedia y Antonio Díaz (v.) fueron dos conjunto Los Andes del arquitecto Fermín Bere-
de los críticos que se aproximaron a ella, fun- terbide”. En: Dos Puntos, septiembre de 1982; A. Iba-
damentalmente al conjunto Los Andes. Se rei- ñez y G. Igrio. “Algo más sobre Fermín Bereterbi-
vindicaba en Bereterbide una figura moderni- de”. Revista de Arquitectura. N.°138, 1987; A. Ballent,
zadora pero no radical, que trabajaba en una J. F. Liernur y G. Silvestri. “Realidad y utopía en la
tensión sutil entre aceptación y transformación crítica de la Arquitectura Moderna”. En: Revista de
con el trazado urbano preexistente: el damero. Arquitectura. N.°139, Bs. As.: SCA, 1987; A. Ballent.
Esta lectura se producía en el contexto del “Acosta en la ciudad: del City Block a Figueroa Al-
debate de fines de los años setenta en la Ar- corta. El edificio para la cooperativa El Hogar Obre-
gentina, momento en que se discutía la caída ro”. En: AA.VV. Wladimiro Acosta. 1900-1967. Bs. As.:
de los valores de la arquitectura y el urbanis- FADU-UBA, 1987; J. Molina y Vedia. Fermín Bere-
mo modernos (entendidos como transforma- terbide. Bs. As., 1998. u PLANO DE BS. AS. SEGÚN BERMÚDEZ DE CASTRO.

152 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


ber bev
de la ciudad con el objeto de marcar los prin- ordenamiento de la nomenclatura urbana y la Bibliografía: J. de Mesa y T. Gisbert. “Felipe Bertrés,
cipales puntos a fortificar. Entre 1714-1715 fue numeración domiciliaria, además de elevar un arquitecto neoclásico en Bolivia”. En: Anales
gobernador interino. al gobierno iniciativas para el trazado de ave- del IAA, n.°21; M. H. Martín, A. S. J. De Paula y R. Gu-
nidas y la ampliación de la ciudad que reci- tiérrez. Los ingenieros militares y sus precurso-
bieron la aprobación de Bernardino Rivadavia. res en el desarrollo argentino (hasta 1930). Bs. As.:
BERRETTA, HORACIO. Tandil, 1926. Arqui- En 1823 Bertrés fue designado inspector de Fabricaciones Militares, 1976.
tecto, especialista en vivienda. Creador del obras y contador del Departamento de Policía.
Centro Experimental de la Vivienda Económi- Aun teniendo en cuenta la importancia de las
ca (CEVE). propuestas presentadas entonces y su coloca- BEVANS, JAMES (trad. Santiago). Londres, 1777
ción en la Administración, Bertrés no consi- - Buenos Aires, 1832. Ingeniero. Jefe del De-
Luego de su graduación, realizó cursos de guió tener una actuación relevante dentro de partamento de Ingenieros Hidráulicos (v.), a
posgrado en Planeamiento en Francia. Poste- la estructura técnica del Estado, que estaba en instancias de Bernardino Rivadavia proyectó
riormente inició una amplia actividad docen- manos de otros profesionales. Probablemente tres alternativas para el puerto de Buenos Ai-
te como profesor en las universidades de Bue- por esta causa regresó en 1826 a Tucumán, res, un programa para el canal San Fernan-
nos Aires, La Plata y la Católica de Córdoba. ciudad en la que se radicó hasta 1834. En ese do y varias instalaciones de infraestructura
Fue uno de los fundadores del Movimento de año emigró a Bolivia, donde cumplió para el para la ciudad.
las Casas Blancas (v.) gobierno comisiones de importancia, tales co-
Organizador y director del CEVE(v.), desde mo los proyectos de la catedral y el Arco Triun- Se sabe que Bevans se educó en una escuela
1967, y director del AVE (Asociación de la Vi- fal de la Alameda de La Paz o la Catedral de cuáquera, de acuerdo con la confesión fami-
vienda Económica), ha realizado una amplia ta- Santa Cruz de la Sierra, todas obras de neto liar, pero se ignora qué tipo de estudios reali-
rea de investigación en el campo de la vivienda perfil neoclásico. También ejecutó allí una se- zó para oficiar de “agrimensor e ingeniero ci-
popular, la autoconstrucción y la prefabricación. rie importante de construcciones militares, vil”, según se presentaba en Londres. No
además del primer plano topográfico del área. existían entonces escuelas formales en Ingla-
Bibliografía: Revista Summa. N.°231, noviembre de 1986. En 1844 regresó a Tucumán, donde reali- terra; recién en 1818 se funda la Asociación de
zó relevantes estudios astronómicos y geográ- Ingenieros Civiles, a la que Bevans podría ha-
ficos. Entre sus últimas tareas se cuenta su par- ber pertenecido, pero la primera escuela uni-
BERTOTTI, LUIS. s/d. Arquitecto. Activo en San ticipación en diversas comisiones y la ejecución versitaria data de 1838. Bevans destacaba la re-
Juan en las últimas décadas del siglo XIX. de un plano del ejido de la ciudad norteña. F. A. alización en su patria de proyectos de edificios

Proyectó y construyó obras relevantes en la


ciudad de San Juan, entre ellas la Casa de Go-
bierno provincial (1881).

Bibliografía: F. Ortiz, R. Gutiérrez, A. De Paula, G. Vi-


ñuales. La arquitectura del liberalismo en la Ar-
gentina. Bs. As.: Sudamericana, 1968.

BERTRÉS, FELIPE. Lyon (Francia), circa 1785;


Salta, 1856. Ingeniero militar. Actuó princi-
palmente durante las guerras de la Indepen-
dencia y el período rivadaviano. Posterior-
mente, cumplió una destacada labor en Bolivia
y en las provincias del NOA.

Formado como ingeniero militar en su pa-


ís de origen, Bertrés llegó al Río de la Plata
en 1807 y tomó parte en las acciones militares
contra los ingleses. En 1810 se incorporó a las
filas del ejército revolucionario y tuvo relevan-
te actuación en las campañas del norte, reali-
zando tareas de arquitectura militar, entre las
cuales se destaca su participación en las obras
de La Ciudadela de Tucumán. Durante la dé-
cada de 1820 se radicó en Buenos Aires, don-
de realizó, por encargo del jefe de policía, un
plano topográfico de la ciudad, un plan para el uPLANO DE BUENOS AIRES DEL AÑO 1822. EL GRÁFICO LLEVA LA FIRMA DE FELIPE BERTRÉS.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 153


carcelarios o casas de salud mental con el sis- da proponía la formación en el bajo de la Re- Más allá de las obras portuarias, Bevans
tema panóptico. Estos datos dispersos indican sidencia de un dique comunicado por dos ca- plantea una serie de iniciativas ligadas a los
un color ideológico definido. La pertenencia a nales con el Riachuelo (desviado a partir de la problemas de comunicación territorial de tan
grupos cuáqueros en Gran Bretaña estaba li- vuelta de Rocha) y el Río de la Plata, con es- poco éxito como las anteriores, como el estu-
gada en la primera mitad del siglo XIX a pro- clusas y compuertas; la tercera, que es la que dio de factibilidad de navegación del Salado;
puestas políticas reformistas (llamados a la Bevans apoyó con más fuerza, consistía en acon- varios proyectos de puentes, caminos y pavi-
igualdad social, oposición a las políticas im- dicionar como puerto la Ensenada de Barragán, mentos urbanos; una temprana propuesta de
positivas anglicanas, lugar central de la edu- comunicándola por medio de un canal de ba- ferrocarril a la Ensenada en 1828, en relación
cación), mientras que la aprobación de sus pro- landras con Buenos Aires. La primera propuesta al proyecto portuario (el primer ferrocarril a
yectos por la Sociedad para las Mejoras de la sirvió de base para una serie de proyectos pos- vapor inglés es de 1825). Entre otras construc-
Disciplina en las Cárceles sugiere su vincula- teriores que instalaban el puerto en aguas hon- ciones previstas y tampoco realizadas, se cuen-
ción con los círculos utilitaristas benthamia- das y lo unían luego con la ciudad; la segunda, ta la cárcel por sistema panóptico (encomien-
nos, cuyos ideales de reforma moral, preser- que recrea el proyecto de Giannini de princi- da que figuraba en las bases de su contratación);
vación de la salud, vigorización de la industria pios de siglo, reaparece en la propuesta de Cogh- los almacenes de la Marina y varios monu-
y difusión de la educación se entrelazaban con lan (v.), después de la Organización Nacional; mentos conmemorativos. Se destaca el plano
los de los fellows cuáqueros. el tercer proyecto constituye un antecedente fir- de ciudad proyectado para la Beaumont As-
En 1822, Rivadavia, ministro de Martín Ro- me del puerto de La Plata. sociation in South America en 1825, para al-
dríguez, recibe la autorización de la Sala de Re- Se aprueba el segundo proyecto, pero nun- bergar colonias de inmigrantes de la compa-
presentantes para crear el Departamento de ca se realizará, en parte por la utilización de los ñía colonizadora, un sofisticado trazado que
Ingenieros Arquitectos (v.) y el Departamento resuelve en detalle la intersección de la cua-
de Ingenieros Hidráulicos (v.). El tema de la drícula con una trama en diagonal. Un pro-
construcción de un puerto para Buenos Aires yecto insólito, que recuerda la fama del inge-
era entonces central, ya que el muelle de Bo- niero de poseer un “gran genio inventor”,
neo (v.), ni siquiera finalizado, había sido des- mencionado por la casa Hullet, lo constituye
truido en un temporal reciente (v. Puertos). La le- la “máquina para caminar bajo el agua”, que
gislatura autoriza también los estudios previos el ingeniero inglés intenta patentar en 1826.
para la construcción de un puerto de ultramar, La crisis permanente en la que vivía el De-
y dos edificios carcelarios. En función de esta partamento de Ingenieros Hidráulicos lleva a
decisión, Rivadavia realiza gestiones ante la su disolución en agosto de 1829, durante el go-
banca Hullet para contratar un ingeniero hi- bierno de Viamonte. Se tiene noticias de unos
dráulico. El trámite por el que se contrató a Be- pocos encargos particulares, como la provisión
vans en junio de 1822 no queda aún claro pa- de agua en algunas estancias en la Provincia
ra los historiadores; la causa más probable de de Buenos Aires, mientras Bevans subsiste con
la elección radica en las relaciones de Bevans un magro subsidio del gobierno. Bevans mue-
con los círculos reformistas ingleses. re en Buenos Aires el 2 de abril de 1832.
Bevans llega al Plata en noviembre de aquel
año, y en diciembre el Departamento ya esta- u PROYECTO DE CIUDAD CON DIAGONALES (J. BEVANS). HISTORIA CRÍTICA:
ba organizado con un auxiliar (Carlos Rann, El balance de la obra de Bevans se ligó, en
compañero de viaje y discípulo de Bevans) y fondos crediticios para la guerra con el Brasil, los años posteriores a su muerte, a la crítica de
dos ayudantes: José María Gutiérrez y Diego pero también por las desastrosas condiciones las modalidades políticas rivadavianas. Así, por
Wilde. Entre las primeras obras que se le en- en que fue entregado el capital requerido. Sin ejemplo, una Comisión de la Sala de Repre-
comendaron (proyectos de puentes, canteras embargo, los proyectos de Bevans persisten en sentantes, en 1842, juzga de esta manera los
en el río Uruguay, un mercado en la Capital) sus líneas generales. Las razones de esta per- proyectos de puerto de Bevans: “Pero este pro-
se destacan el proyecto de aguas potables, ba- sistencia se deben, también, a la actitud pro- yecto, y los demás que Bevans concibió, siguió
sándose en el aprovechamiento de vertientes yectual: Bevans trabaja por sobre las posibili- el destino señalado a las ideas presuntuosas
o manantiales profundos y un primer ensayo dades técnicas inmediatas de la época, con la del funesto Rivadavia y de sus ominosos sec-
de iluminación a gas durante los festejos de misma confianza en el peso de las ideas que tarios que, aspirando al optimismo ideal para
Mayo, en la plaza central. imbuía a sus contemporáneos reformistas. cautivar la opinión, o de los menos precavidos,
Pero es la tarea del puerto la actividad prin- Las dificultades de encarar un verdadero o de los que desde la distancia no alcanzaban
cipal de estos años, con las facilidades apa- puerto llevan a Bevans a preparar durante 1824 a conocer el verdadero espíritu de semejante
rentes para su financiamiento que otorgaba un varios proyectos de muelle en la ciudad, que empresa, jamás pensaron en realizar ninguno
empréstito negociado para tal fin con la casa no fueron ejecutados; un proyecto de amplia- de los innumerables proyectos, con que bur-
Baring de Londres. Bevans presenta en 1823 ción del muelle de Barracas, obra que quedó laran la esperanza de los ilusos”. Pero por otro
tres alternativas para un verdadero puerto en inacabada; la propuesta de limpieza del cauce lado, los proyectos de Bevans son, junto con
Buenos Aires. La primera constaba de una dár- del Riachuelo; la empresa del canal de San Fer- los de Huergo y Madero, los más reconoci-
sena poligonal a seis cuadras de la costa, uni- nando, cuya delineación comienza en 1827, pe- dos en la larga historia de la construcción del
da a ella por un muelle de madera; la segun- ro que es paralizada por los sucesos políticos. puerto de Buenos Aires, debido en parte a la

154 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bev bid
entusiasta descripción de una de las opcio-
nes en la Revista del Plata, dirigida y escrita in-
tegralmente por su yerno, el Ing. Carlos E. Pe-
llegrini (v.). Estos proyectos inauguran la historia
oficial del puerto de Buenos Aires Sin embar-
go, pasarían varios años antes de que la figura
de Bevans fuera tratada en una biografía his-
tórica particular: La encrucijada de la Arquitec-
tura Argentina. 1822-1875. Santiago Bevans y Car-
los Pellegrini, de A. de Paula y R. Gutiérrez,
editado en 1973. En esta obra se retoma el do-
ble significado de la obra de Bevans, la de un
conjunto pionero en la ingeniería argentina, y
la de las “circunstancias deleznables”, que lo
habrían llevado al fracaso. Aunque investiga-
ciones posteriores han puesto en tela de juicio
aspectos parciales de esta interpretación que
carga sus tintas sobre el utopismo, la “intriga”
y la “falta de espíritu productor” del gobierno
ilustrado, la figura de Bevans no ha convoca-
do nuevos estudios, quedando gran parte de
su vida y obras en la oscuridad. G. S.

BIDINOST, OSVALDO IVO ANTONIO MARÍA. u ESCUELA DE COMERCIO “MANUEL BELGRANO”, EN CÓRDOBA, DE BIDINOST, CHUTE, GASSÓ, MEYER Y LAPACÓ.

Córdoba, 1926 - Buenos Aires, 2003. Arqui-


tecto. Activo en el ejercicio de la profesión y
la docencia universitaria desde mediados del
siglo XX, fue una figura emblemática de la ar-
quitectura entendida como compromiso so-
cial, como práctica ideológica transformado-
ra de la realidad.

En su currículum hay una notoria “laguna”


que toma los años 1976 a 1982. Durante ese
período estuvo detenido a disposición del Po-
der Ejecutivo Nacional, sin cargo judicial. Ob-
tenida su libertad en los primeros días de 1982, u ARRIBA: DETALLES DEL
se exilió en Italia. La privación de la libertad, BRISE-SOLEIL CONSTRUIDO
la tortura y el exilio no resentirían, sin embar- EN HORMIGÓN VISTO.
go, su capacidad como proyectista ni su pasión TIENE EN SUS PLANOS
por la docencia. De su particular visión de la INTERIORES TOQUES DE
arquitectura dan cuenta sus proyectos y obras, COLORES PRIMARIOS.
el carácter crítico de sus numerosos escritos y
una práctica docente que prolongó hasta sus
últimos días.
Osvaldo Bidinost se recibió de arquitecto u A LA IZQUIERDA:

en la FAU de la UNC en 1951. Poco después FRENTE DE LA ESCUELA Y


comenzó a trabajar con Antonio Bonet (v.), par- ACCESO PRINCIPAL. LA
ticipando en los proyectos del edificio del Ban- FACHADA ESTA DOMINADA
co Francés en Montevideo, de un barrio para POR UNA CUADRÍCULA DE
Textil Oeste en San Justo, de un conjunto de HORMIGÓN QUE SE SEPARA
viviendas en La Paloma (ROU) y especialmente DEL SUELO POR MEDIO DE
de la casa Oks. PILOTIS. ADEMÁS TIENE UN
Su participación en diversos concursos de ZÓCALO DE PIEDRA BOLA.
anteproyectos le deparó numerosos premios y LAS INSTALACIONES ESTÁN
menciones, entre los que cabe destacar el pri- A LA VISTA.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 155


mer premio del concurso nacional para la cons- de la Unidad Pedagógica Integrada (UPI), un junto con el arquitecto Benz, se adjudicaron el
trucción de la Escuela de Comercio Manuel taller vertical de proyecto arquitectónico de ca- primer premio del concurso para el Hospital
Belgrano de la ciudad de Córdoba (1960), pro- rácter experimental. Español y en 1926 obtuvieron el segundo pre-
yectada en colaboración con los arquitectos Dejó inconcluso Arquitectura y pensamien- mio en el Concurso Municipal de Antepro-
Chute, Gassó, Meyer y Lapacó —su esposa—, to cientifico, un libro que, en sus palabras, pro- yectos para la construcción de Casa Colectivas
pero cuya dirección de obra —hasta 1971— es- pone crear conocimiento sobre la arquitectu- o Económicas en el Barrio de Flores. En so-
tuvo exclusivamente a su cargo. ra a partir de su condición de objeto de la ciedad con Benz y Meyer, obtuvo el primer pre-
Junto al río Suquía, en una zona céntrica producción social. mio en el concurso para el Tiro Federal Ar-
de la ciudad, la obra desarrolla una novedosa Si bien Bidinost y Soto formaron parte de gentino por construirse en Parque Tres de
respuesta programática a partir de una supe- una generación de arquitectos que como Tes- Febrero (1922).
restructura de hormigón armado con una ela- ta (v.), Bulrrich (v.), Cazzaniga y Catalano (v.), En 1924, también en colaboración con los
borada estética afín a la retórica corbusierana entre otros, actuaron durante las décadas del mencionados, proyectó el primer edificio del
posterior a la Segunda Guerra Mundial. cincuenta y del sesenta bajo el influjo de la es- Club Pueyrredón en Mar del Plata en la es-
Las transformaciones que las convenciones tética corbusierana inaugurada por la Unité d’ quina de las calles San Martín y San Luis, lue-
pedagógicas impusieron —a lo largo de cua- habitatión de Marsella, la originalidad de los go demolido. BLV y Meyer realizaron el petit-
renta años— a la sofisticada sintaxis de cuño planteos de aquellos pasa por la intención de hôtel de la Av. Montes de Oca 284 (1922), el
surrealista, no lograron desdibujar la contun- cruzar ese lenguaje de vocación monumental lenguaje adoptado fue el Académico francés.
dencia espacial de la obra; mientras que el ini- con la premisa de producir un espacio arqui- La misma sociedad se hizo cargo del proyecto
cial acierto paisajístico fundado en la sugestión tectónico como escenario activo de la refor- para el Establecimiento Gráfico Argentino en
de la losa cisterna —ya insinuada por la pers- mulación de su uso social. F. G. Cevallos 1649 (1923). En los chalés de Cente-
pectiva de Jorge de la Vega— ha sido poten- nario 152 (1923), en cambio, los profesionales
ciado por el tiempo. prefirieron elementos del lenguaje colonial pa-
Del gran impacto que causó la obra, da BILBAO LA VIEJA, ANTONIO. Buenos Aires, ra su resolución.
cuenta su publicación en revistas especializa- 1892 – Íd., 1980. Arquitecto. Cultor del Eclec- En 1937, por encargo del Ministerio de
das no solo del país sino también de México, ticismo y el Pintoresquismo, realizó varios pro- Obras Públicas, proyecta el Barrio Parque La
Italia, Japón y Turquía. yectos de viviendas colectivas en las prime- Tablada, según un trazado derivado de la ciu-
Ya en el exilio, trabajó junto a los arquitec- ras décadas del siglo XX. dad jardín (v.). La novedad de este conjunto
tos Dell’oro, Foá y Paolo Portoghesi en pro- de casas para obreros está también en la loca-
yectos para Roma, Turín, Palermo y Lecce. Se graduó en la UBA en 1916. Realizó va- lización dentro del predio de sectores de equi-
Hasta sus últimos años, también produjo rias obras en Capital Federal y participó de nu- pamiento, y la utilización de tipologías de vi-
una gran cantidad de proyectos y diversas obras merosos concursos a lo largo de su carrera. En viendas aisladas de carácter californiano. R. P.
atravesadas por la idea de experimentación tec- el de Casas para Obreros organizado por la
nológica; clara muestra de ello son el Refugio Unión Popular Católica Argentina en 1921, ob- Bibliografía: Revista de Arquitectura, 1922-1926; Re-
cordillerano en el Cerro Negro (Prov. de Río tuvo el segundo premio con un proyecto de vi- vista El Arquitecto, 1921-1922; Anuario de Arqui-
Negro, 1968-1971), para cuyo diseño se valió viendas individuales en Barracas, para el cual tectura e Ingeniería de la República Argentina,
de un túnel de viento, la creación del sistema adoptó un lenguaje que presagia el posterior 1922-1923. Revista La Construcción en La Plata, año
de cimientos “en caja boca abajo”, desarrolla- desarrollo del Californiano. En el mismo año, 1, n.°12, 1937.
do para fundar en médanos marinos y el an-
teproyecto —seleccionado en primera vuelta
del concurso nacional— para la realización de
la central eléctrica por colectores solares (EPEC)
en Villa Carlos Paz.
Su extendida carrera docente se inició en
la UBA, donde entre 1957 y 1966 fue profesor
adjunto de los talleres a cargo de los arquitec-
tos Poyard, Ibarlucía, Borthagaray (v.) y Odilia
Suárez (v.); en 1960 accedió a la titularidad del
Taller de Arquitectura en la recién creada FAU
de la UNLP, donde a partir de 1970 trabajó jun-
to a Mario Soto (v.), amigo y compañero de mi-
litancia por quien sentía un profundo respeto.
Hacia 1972 inició una nueva experiencia —
que se prolongaría hasta los convulsionados
días de 1974— como docente del Taller Total
en la FAU de Córdoba.
Designado en 1999 profesor consulto en
La Plata, estuvo hasta su fallecimiento a cargo uBARRIO PARQUE LA TABLADA, EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES. PLANTA DESARROLLADA POR A. BILBAO LA VIEJA EN 1937.

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bid bil
BILL, MAX. Winterthur (Suiza) 1908 - Berlín, ideas fueron difundidas en el país a través de son concebidos, se construyen y funcionan
1994. Alumno de la Bauhaus de 1927 a la revista Nueva Visión (v.). de acuerdo con los condicionantes y posibi-
1929, en el período de la dirección de Gro- Pero es en el diseño industrial donde la in- lidades ambientales del lugar (clima, valores
pius (v.) y Meyer, pero influido particularmente fluencia de Bill se hizo sentir más largamen- ecológicos), sus habitantes y modos de vida.
por la orientación estético-formal antes que te. En 1949, Bill había desarrollado su con- Esto se logra mediante dos subsistemas: el
por la productivista-funcionalista, llevándola cepción de la gute Form (`buena forma´), en de conservación y uso racional de la energía,
a los terrenos más extremos. Recordado prin- oposición al styling norteamericano. No se tra- y el de los sistemas solares pasivos, incor-
cipalmente en el plano internacional por el tó en principio de un movimiento aislado, pe- porados ambos al organismo arquitectónico.
intento de restablecer la “rigurosa didáctica ro la orientación de Bill fue más sistemática Por extensión se aplican al urbanismo.
proyectual” (Argan) de la Bauhaus del se- y extrema. El abuso de la forma en el mundo
gundo período en la Hochschule für Gestal- del consumo “como factor de incremento de Como introducción al artículo se incluye
tung de Ulm, Bill contrapuso el concepto de ventas” aparece como el enemigo principal, y un breve glosario:
“arte concreto” al de “abstracto” hasta en- el tono es simultáneamente estético y ético: CONSERVACIÓN Y USO RACIONAL DE LA ENERGÍA
tonces utilizado, implicando un radical re- “Por ello, si hoy reclamamos de nuevo las for- (URE) O USO CONSCIENTE DE LA ENERGÍA.
chazo del arte como representación. El arte mas bellas, no queremos que se nos entienda Se logra mediante una adecuada compa-
concreto se orientaba, en cambio, hacia una mal: se trata siempre de formas vinculadas a cidad volumétrica y la aislación térmica en las
investigación operativa, demostrativa y di- la cualidad y a la función del objeto. Se trata de partes de la envolvente opaca y transparente
dáctica, que correría paralela, aunque con formas honestas, no de invenciones para in- del edificio: paramentos, cubiertas y contrapi-
instrumentos diversos, a la de la ciencia. crementar las ventas de productos de carác- sos, así como elementos translúcidos de bue-
ter inestable, sujeto a las modas”. La escuela na resistencia térmica (vidriados de doble o tri-
La recepción de Bill en Buenos Aires se de Ulm fue la plataforma de despegue de la lí- ple capa, evacuados, policarbonatos, cortinas
produjo en primera instancia a través de las nea New Bauhaus en Europa, y bajo la direc- antirradiantes o dobles ventanas). Asimismo
artes plásticas, en particular en el ámbito del ción de Bill (primer rector de la escuela, que se practica la reducción de las infiltraciones o
desarrollo del “arte concreto” local, cuyo flo- fundó junto con Scholl y Aicher en 1955) se renovaciones de aire mediante burleteados, de-
recimiento temprano trazó inmediatamente consolidó el estilo Ulm como continuación ex- talles constructivos que cortan los puentes tér-
líneas de influencia hacia otros campos artís- plícita del Bauhaus. micos y dobles puertas con antecámara, etc.
ticos como el de la arquitectura. Los problemas de es- Incluye también una alta eficiencia de los sis-
En 1949, Tomás Maldonado (v.), que des- ta restauración no se temas electromecánicos y del equipamiento.
de 1944, con la publicación del primero y úni- hicieron esperar: los
co número de la revista Arturo, permaneció li- ataques de los profe- SISTEMAS SOLARES PASIVOS.
gado a la vertiente de la estética científica, entró sores más jóvenes, en- Denominados así por su capacidad de al-
en conexión personal con Bill. La coincidencia tre los que se contaba canzar el confort higrotérmico y lumínico me-
de la poética de Bill con la de los artistas a los Maldonado, llevaron diante un adecuado balance entre la ganancia
que Maldonado estuvo ligado produjo como re- a Bill a dejar su cargo / protección solar y vientos. Ello se alcanza
sultado la formación del grupo de concretos ar- u PÁGINA DEL LIBRO “MAX de rector en 1956. con una correcta orientación, exposición, co-
gentinos, entre los que se cuentan Lidy Prati, BILL” DE TOMÁS MALDONADO. Aunque se alteró el lor y textura de los paramentos, aleros y otros
Alfredo Hlito, Claudio Girola y Ennio Iommi. plan de estudios ini- elementos edilicios y del entorno, vegetación
La vinculación internacional de Maldona- cial (remarcando los aspectos metodológicos caduca y perenne. Es fundamental también
do abrió la posibilidad de que estos jóvenes ar- del diseño, como luego se difundiría en los prever una adecuada inercia térmica acorde
tistas expusieran en Río primero y luego en el años sesenta, en lugar de una visión atacada con las características climáticas. Para ello
Stedlijk Museum de Amsterdam. Maldonado por los jóvenes de “formalismo estetizante”), se deberá optar por una apropiada tecnolo-
subraya, en su libro sobre Bill publicado en los los productos se orientaban a una forma en gía constructiva, dimensionamiento y especi-
años cincuenta por la editorial Infinito, las cua- la que la huella de Bill continuaba siendo cen- ficación de las partes. Se deben considerar los
lidades “científicas” del arte en contra de la tral. Particularmente conocida es la relación requerimientos (térmicos y lumínicos) de uso
“milenaria estética”: la eliminación de la pin- directa de la escuela con la firma Braun: los de los ambientes y los aportes térmicos de los
celada, es decir el trazo humano, en favor de productos de la empresa, con su estricta uni- usuarios y del equipamiento. Finalmente, el
la perfección alcanzada con las nuevas técni- dad estilística, su síntesis y su falta de aspere- usuario deberá aportar un uso consciente, ex-
cas; se opone a la “polilla existencialista” que zas, aparecen como banco de pruebas —y lí- poniendo y cerrando la envolvente de acuer-
considera como resabios románticos. En tan- mite— del concepto de gute Form. G. S. do con las condiciones exteriores.
to, siguiendo las propuestas de Bill, que esti- Algunas de las estrategias y dispositivos
ma los elementos visuales puros, la claridad más usuales de aporte de calor son la ganan-
y racionalidad de una percepción dirigida y el BIOCLIMÁTICA / BIOAMBIENTAL / SOLAR cia directa, invernaderos y muros colectores -
papel del color en la creación de un campo PASIVA / SUSTENTABLE / AMBIENTAL- acumuladores.
de fuerzas en el espacio plástico, es compren- MENTE CONSCIENTE. (ARQUITECTURA).
sible que la poética de Bill haya calado hondo Aplicados al diseño y la arquitectura, estos GANANCIA DIRECTA (GAD).
en la disciplina arquitectónica, que trabaja con adjetivos se integran en construcciones que Captación y conversión térmica de la ra-
formas carentes de referencias “reales”. Sus designan las estrategias y los edificios que diación solar incidente en todos los aventa-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 157


namientos. Con el sistema directo, el espacio nes en las arquitecturas islámicas y las chime- lectivo de autores cercano al grupo ABC (Am-
interior se convierte en captor solar, depósito neas solares (CHIS), termoconvección desde bientes Bioclimáticos), equipo de investiga-
térmico y sistema de distribución. Se eleva lugares frescos en las zonas con calmas signi- ción interdisciplinario establecido en la Es-
la temperatura del aire, se acumula calor en ficativas de viento. Deben considerarse, asi- cuela de Arquitectura de Marsella desde 1976,
los elementos constituyentes o incorporados mismo, sistemas muy antiguos como las torres con apoyo del CNRS y el PIRDES, Plan I+D
al edificio (paredes, pisos, recipientes con agua, de viento comunes en la arquitectura iraní-pa- Francés en Energía Solar.
etc.) y es transmitido por radiación, conduc- kistaní y las construcciones subterráneas o in- Antecedentes del bioclimatismo se en-
ción y por ciclos convectivos (previstos) a los cluidas en la topografía, difundidas en China y cuentran a través de la historia de la arqui-
ambientes interiores conectados. Para mejo- las regiones mediterráneas. tectura. Así griegos, romanos y otros pueblos
rar la distribución de la iluminación natural La arquitectura bioclimática está en per- de la Antigüedad orientaron correctamente
en los locales se pueden utilizar estantes de manente desarrollo. Es muy interesante la in- sus trazados urbanos. Los griegos aplicaron
luz (repisas interiores o exteriores, blancas o clusión en la envolvente transparente de pa- diversos principios en el período Helenístico,
reflejantes, integradas a las carpinterías) y/o neles de celdas fotovoltaicas, que generan mencionados por Jenofonte (430-352 a.C.). Los
lucernarios. electricidad a partir de la radiación solar sin romanos avanzaron mucho más según des-
otra parte que un equipamiento de acumula- cribió Vitruvio en Los diez libros de arquitec-
INVERNADEROS. ción y control. Esto colabora en lograr cier- tura (circa 25 a.C.). Utilizaron invernaderos y
Volúmenes transparentes habitables ado- tos niveles de autosuficiencia energética sin contemplaron en el Derecho Romano la no in-
sados al edificio, que aprovechan un efecto ra- contribuciones ambientales negativas. Exis- terferencia del acceso al sol en los poblados.
diativo producido por la selectividad de algunos ten en la actualidad en los países desarrolla- Las arquitecturas islámica y del Cercano Orien-
materiales transparentes de la envolvente. Ellos dos viviendas y edificios de gran porte con es- te adquirieron maestría en el refrescamiento
dejan pasar la radiación solar visible y retienen tas características. En nuestro país solo se ha y la iluminación natural.
la infrarroja. Se produce en consecuencia un realizado la electrificación de escuelas y otros Desde fines del siglo XVII al XIX se di-
proceso de reirradiación entre la envolvente y edificios aislados con equipos fotovoltaicos ex- fundió, y luego universalizó, la utilización
el receptor interior. La eficiencia del sistema se ternos al edificio. También son interesantes de invernaderos calefaccionados y cubiertas
mejora con superficies de colores absorbentes, los materiales aislantes transparentes que po- translúcidas con la técnica hierro-vidrio. Se
contrapisos acumuladores aislados y vidriados sibilitan la recepción solar, iluminación y vi- cubrieron y acondicionaron desde patios do-
dobles. Las partes transparentes deben prote- suales con muy buena resistencia térmica. mésticos hasta grandes luces para todos los
gerse en el período cálido con elementos exte- edificios, que demandaba el impulso de la Re-
riores o vegetación, y se debe poder ventilar con HISTORIA. volución Industrial. Paxton en Chatsworth
aberturas inferiores y superiores a efectos de El tecnicismo de forma compleja arquitec- (1834), el Palacio de Cristal en Londres (1851)
evitar el sobrecalentamiento. tura bioclimática se difundió con amplitud con y el Jardín de Invierno de París (1847) marca-
el excelente libro de Izard y Guyot, apareci- ron las pautas de una arquitectura interna-
MUROS COLECTORES ACUMULADORES (MAC). do en francés en 1979 y en castellano en 1980. cional asociada al control climático para me-
Los que constan de una parte colectora Se originó a partir de textos de Izard y un co- jorar la habitabilidad familiar y social. Algunas
compuesta por vidrio + cámara de aire + su-
perficie de color absorbente y un paramento
acumulador construido en hormigón, mam-
puestos de ladrillo o piedra, recipientes con
agua u otras sustancias especiales. El acumu-
lador entregará el calor desfasado en el lapso
conveniente para alcanzar niveles de confort.
Ello se logra por termoconvección entre las
compuertas inferiores y superiores del MAC
y el ambiente adyacente. El MAC puede com-
pletarse con aislaciones interiores fijas y ex-
teriores móviles.
Los dispositivos de refrescamiento ambiental
más conocidos son la ventilación (v.) cruzada,
apta en las regiones templadas y cálidas hú-
medas con brisas frescas y la selectiva o noc-
turna en los lugares en que la temperatura ex-
terior desciende con el ocultamiento del sol. Los
sistemas pasivos de enfriamiento están menos
desarrollados y difundidos que los de calenta-
miento en el mundo occidental. Pero ya son efi-
caces en las regiones secas los sistemas pasivos
de enfriamiento adiabático (por agua), comu- u PROTOTIPO EXPERIMENTAL DE CASA SOLAR EN LA PLATA. PROYECTO DE ROSENFELD, Y OTROS, DEL AÑO 1979.

158 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bio bio
de esas tipologías llegaron a Buenos Aires y esos tiempos Jefe de Climatología del Servi- ca. La escuela primaria en Barrio Jardín (1946-
se difundieron en el interior hasta pueblos pe- cio Meteorológico Nacional. Trabajaron los 1947), en sociedad con Horacio Caminos (v.),
queños de la zona templada. Cubrieron patios conceptos sensación de bienestar y de bie- en S. M. de Tucumán (clima subtropical), ba-
de viviendas individuales y colectivas, tiendas, nestar climático universal, como resultado del sa su acondicionamiento interior-exterior en
edificios públicos y estaciones de ferrocarril. efecto combinado calor-humedad, en el que el juego de ganancias-protecciones solares y
También en los cascos de las estancias pata- influyen los vientos. Para los espacios habita- ventilación según los períodos anuales. La ca-
gónicas, prefabricadas de alta compacidad, bles las decisiones sobre los vanos y la circu- sa Di Lella, calle 25 de Mayo 683 (1948-1950)
protegidas de los vientos, con ambientes in- lación del aire. Como titular de un destacado y la casa Schujman, calle Santiago 751 (1950-
vernadero, paredes aisladas, puertas dobles, Taller de la Facultad de Arquitectura de Bue- 1951), también en S. M. de Tucumán, plan-
hogares centrales. Todas construcciones con nos Aires (1957), exigía como norma estudios tean el control de la luz y la ventilación, reci-
diferentes niveles de industrialización que se de la orientación y el asoleamiento. En el li- biendo únicamente la luz del norte a través de
mantienen en condiciones después de un si- bro Vivienda y clima (1984) se encuentran nu- parasoles graduables en lo alto de espacios de
glo, a pesar del bajo mantenimiento. merosas obras protobioclimáticas: se aprecia doble o triple altura. El Hospital del Niño Je-
Entre 1932 y 1940 un arquitecto de Chi- la apertura hacia las orientaciones Norte, la sús, Pasaje Hungría 750, en la misma ciudad,
cago, George F. Keck, construyó allí una do- minimización hacia el Sur, la disposición de también con Caminos, plantea hacia el norte
cena de casas solares. Para 1938 también en cocinas y baños como espacios-tapón. Buenos una gran galería-sala de espera abierta, un fres-
los EE.UU., en el MIT, comenzó dirigido por ejemplos son las casas en Villa del Parque y co espacio de sombra para el público. La Ca-
Hoyt Hottel un riguroso programa de casas los de la calle Pampa (Capital Federal), La Fal- sa Torres Posse (1956-1958) en Tafí del Valle
experimentales con calefacción solar activa, da (Córdoba), Rosario (Santa Fe), Bahía Blan- y la casa García (1964-1966), en San Javier,
las Test House 1 a 4. En 1942-1946 la empresa ambas en el interior tucumano, recurren a los
LOF Glass Co. financió auditorías energéticas materiales del lugar y techumbres aisladas con
comenzando por una casa solar de Keck. En tierra y pasto.
los años siguientes otros fabricantes de vidrios, Entre 1948 y 1953, Amancio Williams (v.)
institutos de investigación y profesionales cons- realiza los proyectos para tres hospitales en
truyeron casas solares en los EE.UU., Europa Mburucuyá, Curuzú-Cuatiá y Esquina, pro-
y Japón. Para 1956 en Francia se desarrolla el vincia de Corrientes (clima subtropical), que
protitpo MAC, obra del físico Félix Trombe y no se construyeron. Sin embargo, su diseño
del arquitecto Jacques Michel. En 1961 el ar- abre un campo de desarrollo en nuestra ar-
quitecto Emslie A. Morgan finalizó en Walla- quitectura. Basa la composición en un techa-
sey, Inglaterra, la escuela secundaria St. Ge- do alto compuesto por una malla de bóvedas
orge’s School, el primer importante sistema cáscara de planta cuadrada y columna central
pasivo de alta eficiencia en un clima desfa- hueca. Se configura un techo bastante eleva-
vorable. En 1958 Peter Van Dresser, en Santa do, que provee sombra y protección pluvial.
Fe, New Mexico, EE.UU., construyó un siste- Por debajo los distintos ámbitos se resuelven
ma sencillo por aire en una vivienda de ado- u PANEL SOLAR DEL PROTOTIPO EXPERIMENTAL DE LA PLATA. como edificios techados, con ventilación e ilu-
be. Ya entonces los libros de Aronin (1953) y minación cenital, dispuestos en una trama
los Olgyay (1957 y 1963) se difundieron entre ca (Prov. de Buenos Aires) y Punta del Este abierta. Se estudia cuidadosamente el asolea-
arquitectos e ingenieros. Los últimos son ci- (Uruguay). miento. El conjunto posibilita flexibilidad y
tados obligadamente en todo tratado que se Un caso interesante es el conjunto de vi- crecimiento funcional, creándose un micro-
ocupe de diagramas bioclimáticos, protección viendas para la Cooperativa del Hogar Obre- clima acondicionado naturalmente.
solar y temas conexos. ro (1942-1951) en Capital Federal, de Fermín Entre los años cincuenta y sesenta se ge-
En 1932 Wladimiro Acosta (v.) “inventó” el Bereterbide (v.), quien realiza el concurso con neraliza en nuestro país el cuidado de las orien-
sistema Helios, un conjunto de losa-visera (v.) Wladimiro Acosta (v.). Ambos polemizan con taciones, la búsqueda de asoleamiento y pro-
y parantes que se acompaña con buena orien- ardor por la forma más conveniente de los blo- tección solar, la ventilación cruzada. Entre las
tación, protección solar y acondicionamiento ques, su orientación e inserción urbana. primeras obras destacables se pueden men-
térmico. Lo utilizaría en sus obras entre los Otro importante precursor fue Eduardo Sa- cionar dos casas de Enrico Tedeschi (v.). Pro-
años treinta y sesenta, y lo difundiría en el pa- criste (v.). En un artículo autobiográfico de 1985, fesor en Tucumán, construye en 1950 su ca-
ís y en el exterior. En su primer libro Vivien- se revela conocedor de los climas del país, sa de veraneo en Tafí del Valle, lugar alto y
da y Ciudad (1937) muestra proyectos y dos de- de las pautas bioclimáticas de diseño y uso de fresco en verano. Con posterioridad, siendo
dicados capítulos anticipatorios a los problemas interior-exterior. Numerosos ejemplos de su docente en Mendoza, produce su propia vi-
ambientales: El clima urbano y Eliminación de producción lo verifican: La escuela rural N.° vienda (1954) en calle Clark 445, “una casa so-
los residuos volátiles de la atmósfera urbana, es- 187 (1943-1944), en Estancia La Dulce, Sui- lar” según dice Marina Waisman (v.) en Nues-
te último en colaboración con el Dr. Fernan- pacha, Prov. Buenos Aires (clima templado), tra Arquitectura.
do Rusquellas, higienista y químico. En la bús- contiene en un elegante organismo, notables Hacia fines de 1954 aparece un artículo
queda de profundizar los fundamentos aciertos como el patio-galería, los faldones fil- científico precursor: “Bosquejo bioclimático
científicos, realizó estudios con el Dr. Wal- tros luz-aire, los materiales locales, el techa- de la República Argentina”, que publica en la
ter Knoche entre 1937 y 1945, quien fue por do aislado térmicamente con ceniza volcáni- revista Meteoros Demetrio Brazol, de la Di-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 159


Koppmann y Sergio Lubavsky, quienes plan- sitario como en el profesional.
tean en la memoria “jugar adecuadamente La década siguiente sería crucial. En 1970
frente al medio en cuanto se relaciona con el se creó el Grupo de Helioenergética en el Ob-
factor climático”. Se logra el confort en to- servatorio Nacional de Física Cósmica de San
das las estaciones “sin aparatos” mediante el Miguel, Prov. de Buenos Aires. Ya existía un
“estudio prolijo” del organismo arquitectó- grupo en radiación solar. Ese mismo año se
nico. Un basamento y prisma rectangular de construye una significativa obra: la Torre Do-
tres niveles altos, cuyas fachadas Sur-Norte, rrego, Avenida Dorrego 2269, Capital Fede-
logran GAD, protección y ventilación cruza- ral, realizada por los estudios Luis T. Caffa-
da. Con similar sensibilidad se debe mencio- rini y Alfredo Joselevich (v.) Alberto Ricur (v.)
nar al Hotel de Turismo en Formosa (circa
1968) de Sergio Benítez Femenia, José L. Ba-
u LABORATORIO EXPERIMENTAL EN MENDOZA.
cigalupo, Juan M. Cáceres Monié, Alfredo L.
Guidali, Juan Kurchan (v.), Jorge O. Riopedre
rección de Investigaciones Meteorológicas e y Héctor Ugarte y el Motel en Lozano, Jujuy,
Instrucción del Servicio Meteorológico Na- de Enrique Álvarez Claros.
cional. Este artículo se basa en diez años de En 1969 Reyner Banham publicó La ar-
observaciones de 103 estaciones y presenta da- quitectura del entorno bien climatizado, que pro-
tos para 50 localidades representativas y ma- dujo impacto inmediato entre sus lectores ar-
pas de isocronas. El mismo autor había pu- gentinos, que fue más extenso con la edición
blicado otro artículo sobre “La temperatura de Buenos Aires en 1975. En ese texto Banham
biológica óptima” en el que afirma que la sen- se ocupaba de la energía como soporte fun-
sación de bienestar climático es universal. Ca- damental del ambiente y analizaba sus impli-
be mencionar que los mapas de regiones bio- cancias con la arquitectura. Al mismo tiempo
climáticas con fines agroclimáticos son muy el israelí Baruch Givoni publicaba “Man, Cli- u CASA SOLAR SOL “SS”, DE E. DI BERNARDO, EN SANTA FE.

anteriores, así el de los EE.UU. realizado por mate and Architecture” —aún no traducido—
Merrian es de 1894. , que sigue siendo un texto de referencia para para una cooperativa de vivienda. La torre, de
En 1957 se registran tres hechos significa- los estudiosos del bioclimatismo. basamento y 240 departamentos en 30 pisos
tivos. En un concurso para estudiantes sobre También en 1969 el ya citado arquitecto altos, responde en su diseño general a dos sec-
ideas para viviendas de clase media Nuestra Ar- Victor Olgyay, profesor de Princeton, trabajó tores de corona circular, colocados uno a con-
quitectura-Fulget, gana el proyecto de Juan Car- en el INTI como asesor de Asistencia Técni- tinuación de otro y de diferente radio. La plan-
los Taiano y Horacio Grosso con una propuesta ca de las Naciones Unidas. La investigación, ta posibilita un asoleamiento parejo y
de “casa chorizo” actualizada con pautas bio- en la que participaron entre otros los inge- equivalente de los ambientes principales —
climáticas. Aluden en la memoria a los olvi- nieros Israel Lotersztein (INTI) y Raúl Álva- lugares de estar y dormitorios—, estudiado se-
dados patios coloniales protegidos en invierno gún las diferentes estaciones del año. Los am-
y frescos en verano. Plantean integrar el pasa- bientes secundarios ofician de espacio-tapón
do con el presente, las necesidades, las cos- amortiguando las pérdidas térmicas.
tumbres y el clima. Ese mismo año en el lla- Un salto cualitativo se produjo a partir de
mado al Primer Congreso Argentino de la crisis del petróleo en 1973-1974. El estilo de
Planeamiento y Vivienda se incluye como pri- desarrollo petrolero comienza a ser cuestio-
mer punto del temario: Estudios climáticos re- nado y se incrementan en forma simultánea
gionales. Su influencia sobre el individuo. Co- la búsqueda de un uso más racional de la ener-
mo producto de un concurso nacional se gía y el aprovechamiento de las denominadas
presenta el Hotel de Turismo en El Dorado, energías alternativas: energía solar, eólica y
Misiones (clima cálido húmedo), de Bernardo otras fuentes no convencionales. En julio de
Sigal, Víctor Sigal, César A. Vapñarsky y Mar- 1973, la Unesco convocó a un congreso inter-
cos Winograd (v.). La composición se desarro- nacional bajo el lema “alborada de la era so-
lla alrededor de un patio central con acceso a lar”. Allí se presentó el estado de las investi-
las habitaciones a través de galerías abiertas. gaciones e iniciativas. En los EE.UU., donde
El organismo se ordena mediante seis estruc- u PROTOTIPO EXPERIMENTAL DE LA PLATA. entre 1930 y 1970 se habían realizado unos 25
turas-paraguas altas de madera, que sombre- edificios solares, se pasa en 1975 a 140 y en
an el patio central y posibilitan la ventilación rez Forn (Bouwcentrum), se difundió como 1976 a 280.
de los ámbitos cerrados. libro en 1973. Se evaluaron bioclimáticamen- Con “arquitectura solar” se engloban tanto
En la década de los sesenta aparecen al- te ocho lugares característicos de nuestro pa- los sistemas pasivos como los activos. Estos úl-
gunas obras significativas del bioclimatismo ís y se concluyó con recomendaciones sobre timos utilizan electricidad para accionar ven-
temprano. Así el Hotel de Turismo en Curu- orientación y tipologías. La obra fue un ma- tiladores y bombas como parte del funciona-
zú-Cuatiá, Corrientes (1962-63), de Ludovico nual de referencia tanto en el medio univer- miento de sistemas térmicos más complejos.

160 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bio bio
En muchos casos se incorpora o adosa el ca-
lentamiento solar (pasivo o activo) de agua pa-
ra consumo doméstico y/o calefacción. Se in-
cluyen colectores solares planos, sistemas de
acumulación de calor en agua, piedras o sus-
tancias apropiadas y sistemas auxiliares que
utilizan energía convencional, y cuyo dimen-
sionamiento indica el aporte solar al sistema.
Entre 1974 y 1976 sentarían patrones con-
ceptuales una veintena de casas solares —en-
tre ellas, ocho concebidas por el arquitecto Da-
vid Wright—, construidas en Nuevo Mexico,
EE.UU., una región árida con frío y calor in-
tensos. Son estructuras pasivas con muy alto
aporte solar, con adobe, aislación y bajo cos-
to. Un sistema compuesto por GAD, convec-
ción natural, acumulación en los muros y even-
tualmente agua, ventilación y protección solar. u REFUGIO PARA GUARDAPARQUES EN LA PROVINCIA DE SALTA. INENCO, UNIVERSIDAD NACIONAL DE SALTA, 1988.

Interacción armónica con el paisaje y la tra-


dición constructiva. MAC + aislación + iluminación natural + ca- la microrregión de Río Turbio, Provincia de San-
En 1974, existiendo grupos de investiga- lefón solar. También durante este lapso el gru- ta Cruz y el de mejoramiento de la habitabili-
ción en energía solar en diversas áreas del pa- po ha abordado el estudio de problemas so- dad en la Provincia de Buenos Aires.
ís, se crea ASADES, la Asociación Argentina lares y energéticos urbanos, climáticos, pautas A partir de 1984 se inició en la Ciudad de
de Energía Solar. En los años siguientes em- bioclimáticas para la Prov. de Mendoza y es- Buenos Aires el CIHE, FADU - UBA, dirigido
pezaron a funcionar grupos dedicados a la ar- tudios ambientales. por los arquitectos John M. Evans y Silvia Schi-
quitectura solar pasiva en Rosario, Mendo- El Instituto Nacional de Energía No Con- ller. Han desarrollado la docencia ligada al gra-
za, Salta y La Plata. En 1977 los grupos y vencional, INENCO, UNSa, de Salta, es el gru- do y posgrado e investigaciones y estudios a par-
profesionales interesados participan de un se- po de investigación solar más desarrollado del tir de un desarrollado laboratorio bioambiental,
minario en Salta, dirigido por Jacques Michel. país. Dirigen sus diversas líneas los físicos Luis que incluye heliodón, túnel de viento y cielo ar-
Es para entonces cuando el arquitecto Elio Saravia y Graciela Lesino. Las viviendas en Ca- tificial. Entre las obras construidas de este gru-
Di Bernardo realiza su casa Sol 55 en Rosario. chi (1985) apelan a invernadero con acumula- po se destaca el Albergue Estudiantil en Villa
Se implementaron diversos tipo de MAC, GAD dor + adobe aislado + calefón solar. La vivienda La Angostura, Provincia de Neuquén (1995).
y una envolvente aislada, cuyo comportamiento en Abra-Pampa (1987 ), en la Puna, tiene MAC Desde 1987 comenzó a investigar en La
fue monitoreado. Luego creará el Centro de Es- de piedras y humectador + invernadero + GAD Pampa el grupo encabezado por la arquitecta
tudios Bioambientales, FAU, UNR. Constru- + calefón solar en una zona alta y aislada sin in- Celina Filippin. Entre otras obras han cons-
yó en la región y en el Sur diversas viviendas fraestructura alguna. Todas han sido monito- truido la Escuela Solar en Algarrobo del Águi-
con GAD + aislación, GAD + colectores de ai- readas. Han experimentado asimismo sistemas la (1995) y el Gabinete de Investigación Eco-
re y refrescamiento pasivo. En los trabajos pos- pasivos de acondicionamiento para las difíciles lógica de la Universidad Nacional de La Pampa,
teriores del grupo y hasta la actualidad, abar- condiciones climáticas de algunas zonas cáli- en Santa Rosa (1995).
cará estudios climáticos, pautas bioclimáticas do-húmedas de su región. Han realizado tam- Están activos también otros grupos biocli-
para el NEA, la problemática energética urba- bién estudios climáticos y pautas bioclimáticas máticos en el país. Notoriamente el IAA, FAU,
na, ambiental y paisajística. Conjuntamente para el NOA, y docencia de posgrado. UNT, Tucumán; el CEVEQu, U. N. de Neu-
ha realizado docencia de grado y posgrado. En 1976 se formó en La Plata el Instituto de quén, y el IRPHa, FAUDI, UNSJ de San Juan.
En Mendoza, en el IADIZA, el Laborato- Arquitectura Solar, IAS - FABA, desde 1986, En el último lustro a nivel internacional y
rio de Ambiente Humano y Vivienda, luego U.I.2, IDEHAB, FAU, UNLP. En su primera latinoamericano se está difundiendo una nue-
LAHV CRICYT - Mendoza, dirigido primero etapa, con la participación principal de los ar- va concepción más amplia de lo bioclimático
por Enrico Tedeschi, realiza un prototipo ex- quitectos Elías Rosenfeld, Olga Ravella y el fí- bajo la denominación arquitectura ambiental-
perimental con diversos MAC sólidos + GAD sico Jorge L. Guerrero, realizó el proyecto de un mente consciente y, alternativamente, diseño
+ ventilación efecto chimenea + aislación + conjunto FONAVI de 30 viviendas solares, del sustentable.
banco de ensayos de calefones solares. Des- que se construyó el Prototipo Experimental de Se trata ya no solo de sistemas pasivos, si-
pués de la muerte de Tedeschi, y con la di- La Plata (1979). Luego han construido varias ca- no también del diseño ambiental y paisajísti-
rección de Carlos de Rosa y un equipo inter- sas bioclimáticas, de las que se han monitore- co con sus implicancias ecológicas; del uso de
disciplinario, se construyen varias escuelas ado la Casa Díscoli (1984) y la Casa Czajkows- materiales locales, renovables, de apropiado ci-
solares en el interior mendocino. Así, la es- ki (1997), ambas en Gonnet. Este grupo se clo de vida y cuidado con los materiales noci-
cuela rural en La Junta (1992) tiene GAD + dedicó a los estudios climáticos y energéticos vos o energointensivos; del uso racional y re-
aislación + calefón solar + iluminación natu- urbanos y regionales. Se pueden mencionar los ciclado de las aguas (potable, servida, pluvial)
ral y la de Los Parlamentos (1992) GAD + estudios de ahorro de energía para el AMBA y y otros fluidos; del logro de ciertos niveles de

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 161


autonomía energética, cuando ello es conve- senfeld. El uso de la energía solar en el hábitat del ción en 1918 y, luego de un viaje a Europa, for-
niente, integrado en un conjunto arquitectó- hombre en el mundo occidental (500 aC-1960). Bs. ma con Lacalle Alonso el estudio profesional
nico coherente. As.: CEA-UBA, 1993; IDEHAB, La Plata; M. I. Net. El en 1920. Durante los primeros años constru-
No tenemos conocimiento de que se hayan arquitecto Eduardo Sacriste. Bs. As.: Museo I. Fer- yen viviendas particulares y reciben un premio
construido obras notorias de este concepto en nández Blanco, 1995; AVERMA. Revista de la Aso- del Salón Anual de Bellas Artes, y el primer
nuestro país. Sí dan cuenta algunas obras de ciación Argentina de Energías Renovables y Ambiente premio municipal por una vivienda en Vicen-
Piano, Foster y otros arquitectos europeos y es- (ASADES), 1997-1999; Revista Nuestra Arquitectu- te López. También presentan un proyecto pa-
tadounidenses. Son notables los ejemplos re- ra, N.° 335, 381, 402, 462, 466. ra la Aldea Sanitaria, en la Tercera Conferen-
alizados en la reconversión integral de regio- cia de Profilaxis Antituberculosa, en la ciudad
nes afectadas por la reestructuración industrial de La Plata, en 1921.
europea, Programa IBA en la cuenca del Ruhr BIRABÉN / LACALLE ALONSO. (B/LA) (Jorge Las varias viviendas unifamiliares que el es-
y en el interior de Francia. Eduardo: Buenos Aires, 1895 - Íd., 1954; La- tudio construye en su primera década de tra-
Realizando un balance, puede afirmarse calle Alonso, Ernesto: Buenos Aires, 1893- bajo profesional, se publican en la revista Nues-
que la difusión de la arquitectura bioclimática Íd., 1948). Estudio de arquitectura formado tra Arquitectura (v.). Posiblemente por exigencias
y sustentable es escasa en nuestro país, como en los años iniciales de la década del treinta. de cada comitente en particular, o también la
han sido escasas a lo largo del tiempo las po- Desde sus comienzos muestran particular in- preferencia que el arquitecto Birabén tenía ha-
líticas de estímulo a la investigación, innova- clinación hacia las ideas de la Arquitectura cia la arquitectura española popular después
ción y difusión. En verdad hubo dos períodos Moderna, aunque realizan sus primeras obras de su viaje, estas obras presentan frecuente-
de excepción en este sentido. Durante los se- bajo las normativas eclécticas que predomi- mente un lenguaje neocolonial. La principal
tenta, las Secretarías de Vivienda (SVOA) y nan y conviven con las primeras prácticas del es la vivienda Dalquier (1931), en la cual estas
Ciencia y Técnica (SECYT) financiaron pro- Racionalismo en la Argentina. Algunos de sus características se hacen explícitas. También en
yectos. Otro tanto ocurrió en el período 1981- edificios racionalistas se convertirán, en es- esta línea, encontramos tres proyectos: uno en-
1988, cuando se creó la Dirección Nacional de pecial después de 1980, en referentes ca- tre medianeras y los otros en Martínez y Villa
Conservación y Nuevas Fuentes de Energía en nónicos, como los edificios de oficinas en la Devoto; y las construidas casas contiguas Ba-
el ámbito de la Secretaría de Energía que en- calle Uruguay y el de viviendas en la Av. Ju- qué (1931), en Mar del Plata.
marcó diversos programas en el Decreto N° ramento, ambos en Capital Federal. El acercamiento a la Arquitectura Moder-
2.247/85. E. R. C / J. CZ. G. S. J. na se manifiesta en proyectos para viviendas
El arquitecto Lacalle Alonso se gradúa en modestas, que comenzaban a considerarse co-
Bibliografía: D. Brazol. “La temperatura biológica óp- la Escuela de Arquitectura de la UBA en 1917, mo tema de interés arquitectónico. El edifi-
tima”. En: Meteoros, enero de 1951; J. E. Aronin. Cli- y siendo estudiante se desempeña como Se- cio proyectado para casa de renta de alquiler
mate and Architecture. New York: Reinhold, 1953; cretario de Redacción de la Revista de Arqui- módico, construido (1933) en la calle Blan-
D.Brazol. “Bosquejo bioclimático de la República Ar- tectura (v.), de la que asumió la Dirección en dengues 1951 en Buenos Aires, se resuelve con
gentina”. En: Meteoros. octubre-diciembre de 1954; 1918. Birabén se gradúa de la misma institu- un volumen austero y prismático en el cual
V. Olgyay y Aladar. Desing with climate. Princeton,
1963 e Íd. Trad. esp. Barcelona: Gili, 1998; B. Sigal B.
y otros. “Hotel de turismo en Eldorado”. En: Obra-
dor. N.° 1, 1963; G. Baruch. Man, Climate and Ar-
chitecture. s/l, Elsevier, 1969; Bouwcentrum Ar-
gentina. Orientación de viviendas y radiación solar
en la Argentina. Bs.As.: INTI, 1973; R. Banham. La ar-
quitectura del entorno bien climatizado. Bs. As.: In-
finito, 1975; E. Tedeschi. “Arquitectura energía so-
lar”. En: Summarios 2. 1976; ASADES. Actas de las
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Cambridge: MA, 1977; S.V. Szokolay. Energía solar
y edificación. Barcelona: Blume, 1978; E. Rosenfeld
y otros. “Conjuntos habitacionales son energía so-
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dou y V. Arzoumanian. Sol y Arquitectura. Barce-
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Mendoza: LAHV, IADIZA, 1980; J. Kreider - Frank
Kreith. Solar Energy Handbook. S/l, McGraw-Hill,
1981; G. Yañez. Energía solar, edificación y clima.
Madrid: MOPU, 1982; J. L. Izard y A. Guyot. Arqui-
tectura bioclimática. México: Gili, 1983; W. Acosta.
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162 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bio bir

u VENTANAS APAISADAS EN EL EDIFICIO URUGUAY, EN BUENOS AIRES, DE LOS ARQUITECTOS BIRABÉN Y LACALLE ALONSO.

aparecen, bajo la forma de pórticos, terrazas estilos clásicos, fundando sus principios (...) ladizo, de las cuales resalta un marcado valor
enmarcadas con columnas rectangulares pu- en los más legítimos derechos de la belleza”. de plano horizontal blanco; mientras otras lo-
ras y barandas de herrería horizontal. Al mis- En efecto, el proyecto pone en valor una esté- sas menores acompañan la imagen horizontal
mo tiempo, la fachada principal aún mantie- tica geométrica en los volúmenes puros, los al unir linealmente el conjunto de locales co-
ne las proporciones clásicas verticales de los planos curvos, los valores de plano y líneas, re- merciales, alternados rítmicamente con los ac-
aventanamientos. En la memoria descriptiva sueltos con innovaciones constructivas, como cesos. La planta tipo de oficinas es racional,
del proyecto se señala que el “plan de conjun- el gran voladizo de 5 m sin apoyos, que en- con un aprovechamiento sistemático del es-
to (se forma) agrupando una serie de peque- marca las vistas hacia el mar; y la línea curva pacio, iluminando ampliamente las habitacio-
ñas casas independientes, distribuidas en dos metálica denotada en todas las terminacio- nes principales de trabajo al frente, y un es-
plantas sobre un amplio jardín, garantía de nes de barandas, protecciones y escaleras he- critorio menor, o hall con acceso a sanitarios,
abundante aire y luz, factores primordiales pa- licoidales. A su vez, la organización del plano para cada dependencia, orientados hacia la ga-
ra hacer de toda casa un lugar sano y alegre”. es asimétrica, y se concentran los recursos pro- lería de circulación. El valor horizontal de la fa-
El resto de la composición corresponde al pro- yectuales en los espacios exteriores. chada principal se logra por la composición de
grama de la casa de renta (v.), ubicando locales El estudio B/LA se destaca como pionero las aberturas. Esto es un sistema de pequeñas
de alquiler comercial en la planta baja y el ac- en la nueva tipología de edificio en tira aplica- carpinterías, que producen una imagen de ban-
ceso a las viviendas en el eje central del con- do tanto a la casa de renta como al edificio de da lineal, ininterrumpida en toda la extensión
junto. Este es un antecedente en la trayectoria oficinas. Según las posibilidades de los terre- del plano. Esta tendencia es balanceada por
hacia el edificio que constituirá, en 1936, la nos, se condensa la superficie construida en el efecto vertical de cada núcleo circulatorio,
obra más representativa: el bloque de oficinas forma lineal, dejando una extensa área libre ubicado centralmente. El conjunto de decisio-
en el céntrico barrio de Tribunales. para jardines interiores o patios, hacia donde nes proyectuales, que realzan la idea del vo-
También se destaca el Balneario Privado la fachada interior del edificio orienta la gale- lumen prismático y blanco; ha convertido es-
Dr. Luis Costa Buero, en Playa Grande (Mar ría circulatoria permitiendo la ventilación cru- ta obra en uno de los referentes notables de la
del Plata-1934), demolido en 1936 para la ur- zada en las unidades. El caso del bloque de ofi- arquitectura racionalista en la Argentina.
banización del área. Considerando esta ciudad cinas “Uruguay”, situado en un terreno de Así, décadas más tarde, en la misma Nues-
escenario turístico de la época, el edificio mar- aproximadamente 60 x 14.50 m sobre la calle tra Arquitectura, el edificio es revalorado en tér-
ca un contrapunto en su entorno pintoresco al Uruguay, en el barrio de los Tribunales de Bue- minos estéticos, y se difunde como contra-
adoptar una estética náutica. La memoria des- nos Aires, se conforma de dos edificios simé- puesto “al Art- Dèco, los pintoresquismos y
criptiva indica que “las nuevas tendencias en tricos para un mismo propietario. El proyec- academicismos vigentes en la arquitectura ar-
la arquitectura señalan un camino bien defi- to se organiza a partir de un basamento donde gentina de aquel período”; esta valoración se
nido: sinceridad en la concepción y honestidad se ubican los locales comerciales y los accesos extiende a la década de los ochenta, cuando es
en los recursos constructivos. Esa nueva orien- al edificio. Estos son jerarquizados en el cen- considerado como legado cultural en la for-
tación procura independizarse de los llamados tro geométrico de la fachada por losas en vo- mación de nuevas generaciones de arquitec-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 163


tos. En ese registro debe leerse la inclusión en estos últimos en colaboración con Fauci y Ma- versos medios especializados como Nuestra Ar-
el libro de relevamientos de edificios moder- riño. También ha trabajado en el diseño de ob- quitectura, Summa, Tipográfica, Design Journal
nos “La arquitectura moderna en la Argentina jetos de iluminación, línea blanca y calefacto- (Corea), Modo (Italia), Diseño (Chile), Design
1930-1950”, elaborado por la cátedra Solsona res, transporte ferroviario y naútico. Yearbook (Inglaterra) y Experimenta (España),
de la FADU-UBA. En 1984, participó junto a Leiro (v.) y Kogan entre otros.
Obras de igual jerarquía son los edificios de la inauguración de Visiva, una experiencia A fines de 2003 presentó en el Museo Na-
de viviendas en la calle Juramento 1733 —26 que, bajo la influencia del grupo Memphis y la cional de Bellas Artes Sillopatía, obra que con-
departamentos orientados hacia el jardín in- vanguardia italiana, instaló en la Argentina la densa a través de ilustraciones de 240 piezas
terior que toma la mitad del terreno—, cons- discusión acerca del Posmodernismo en el di- de su autoría, su principal preocupación pro-
truidos en 1937; Juramento 1085 (1938) y la to- seño Industrial; constituyéndose su silla Ní- yectual: la silla.
rre en O’Higgins 2030 (1938); todos en el barrio nive como la obra emblemática del período. En referencia a esta permanente búsque-
de Belgrano de Capital Federal; el edificio Dia- En el campo de la docencia, es destacada da, podría agregarse a la ya citada Nínive, los
gonal Norte 740 junto con el Auditorio Mo- su labor en la consolidación del Departamen- diseños de la silla plana plegable (1972), cuya
zarteum; y finalmente un proyecto para el Au- to de Diseño de la Facultad de Bellas Artes de intención fue llevar al máximo el criterio de
ditorio Armonía de Mar del Plata, en la la UNLP –entre 1970 y 1993– y su trayectoria plegabilidad; de los sillones Skel, monomate-
Provincia de Buenos Aires. V. A. en la FADU-UBA, donde se ha desempeñado rial al servicio de una imagen de sofisticación
como profesor y director de la carrera de di- técnica y de Brachito (1975), encargado para
Bibliografía: S. Borghini, J. Solsona, H. Salama. 1930- seño industrial, director del Área de Proyecto exportación, con cuero vaqueta y tubo croma-
1950. Arquitectura Moderna. Bs. As.: FADU- UBA, Objetual, y director y docente de la carrera de do, que carece de vínculos mecánicos y se ar-
1987; El Arquitecto. N.° 24; Colección Revista Nues- Posgrado Diseño de Mobiliario. Es curador de ma sin herramientas; entre los mas recientes,
tra Arquitectura. 1931-36; F. Ortiz y R. Gutiérrez. la Sección de Diseño del Museo de Arte Mo- el sistema Trisillas, sillas “encimables” con las
La arquitectura en la Argentina 1930-1970. Separa- derno de Buenos Aires y fue nombrado Aca- que se propone dar respuesta a uno de los pro-
ta de la Revista Hogar y Arquitectura. N.° 103, 1970. démico de número en la Academia Nacional blemas de las sillas apilables que no pueden
de Bellas Artes. usarse cuando están apiladas; y, por último, la
Ha recibido numerosas distinciones como metafórica serie Tango, en la cual se simboli-
BLANCO, RICARDO. producto de su práctica profesional y su la- zan dos figuras femeninas —madre e hija—
bor como investigador, tanto en el ámbito na- del salón de baile. Actualmente Blanco está
Buenos Aires, 1940. Arquitec- cional como internacional, cabe destacar el Pre- trabajando sobre lo que denomina “la mala
to, diseñador industrial. Do- mio Lápiz de Plata (CAYC 1982), el premio forma”, escritos en los que intenta recuperar
cente y especialista en diseño Konex Platino en el 2002, el primer premio los valores ajenos a los cánones de belleza pro-
de mobiliario. como Director de proyecto de la FADU en la pios de la Modernidad. F. G.
Italia’s Cup –Regio Emilia–, competencia in-
Graduado en la Facultad de Arquitectura ternacional entre escuelas de diseño. Sus artí-
y Urbanismo de la UBA en 1967, ha desarro- culos y trabajos han sido publicados en di- BLANQUI, ANDRÉS [Bianchi, Giovanni Andrea].
llado una intensa carrera como diseñador in- Campione d’Italia (Como, Italia), 1675 - Cór-
dustrial, investigador y docente en diversas uni- doba, 1740. Arquitecto, coadjutor (v.) de la
versidades locales y extranjeras. Forma parte Compañía de Jesús. Actuante desde 1717
–como Mario Mariño y Roberto Nápoli– de hasta 1740 en Buenos Aires, Córdoba y sus
la tercera generación de diseñadores que jun- áreas respectivas, como proyectista y/o di-
to a Julio Colmenero, Hugo Kogan, Jacobo rector técnico de las principales obras ecle-
Glanzer y Eduardo Joselevich –quienes actua- siásticas, educativas y civiles de su época, en
ban en el medio con anterioridad– generaron las cuales aplicó una expresión arquitectóni-
y definieron la actividad de diseñador como ca influida por el Manierismo italiano tardío,
práctica profesional, desarrollando su labor en hábilmente adaptada a los recursos materia-
distintas empresas a las que se ligaban en for- les y humanos disponibles localmente.
ma directa o como proyectistas independien-
tes y, posteriormente, para el Estado. Así, tra- Giovanni Andrea Bianchi o Andrés Blanqui
bajos de Blanco fueron incorporados por firmas (como se lo conoció en el Río de la Plata) se ini-
como Stilka –que había propiciado la intro- ció profesionalmente en la Roma de comien-
ducción de criterios escandinavos en el diseño zos del siglo XVIII; entre sus primeros traba-
de mobiliario– y por el municipio porteño. De jos se menciona su anteproyecto para concluir
esta última labor profesional se distinguen di- la Catedral de San Juan de Letrán, en el cual es
versos proyectos de mobiliario y equipamien- notable la influencia de la estética de Borromi-
to, entre los cuales pueden citarse los corres- ni. En 1716 celebró en Roma su ingreso a la
pondientes a la Biblioteca Nacional, al Plan de Compañía de Jesús como hermano coadjutor
40 escuelas municipales de Buenos Aires y a (v.), y se integró a un contingente de misione-
diversos hospitales de esa ciudad, diseñados u SILLA ALUMINUM (1999), DE RICARDO BLANCO. ros jesuitas, entre quienes se contaban Juan

164 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bir bla
Bautista Prímoli (v.), arquitecto de destacada ac- Muñoz, llegando a nuestros días con múlti-
tuación profesional en Buenos Aires y las Mi- ples alteraciones; y la basílica de Nuestra Se-
siones de Guaraníes, y Juan Wolff (v.), maestro ñora de la Merced, en Reconquista y Perón,
de carpintería de obra en Buenos Aires, el NOA comenzada en 1732 y aún existente, aunque
y las Misiones de Chiriguanos. En julio de 1717 su actual ornato data de fines del siglo XIX.
arribaron al puerto de Buenos Aires y em- Entre 1728 y 1738 permaneció en Córdoba
prendieron sus trayectorias profesionales y do- a cargo de la construcción de las estancias ya
centes, sin reencontrarse, aunque intervinien- iniciadas y de otras nuevas, como San Ignacio
do de manera rotativa en las principales obras de los Ejercicios en Calamuchita, y las capillas
arquitectónicas de su tiempo. de Candonga y de la Candelaria en Cruz del
Andrés Blanqui fue destinado inicialmente Eje. Desde 1730 comenzó a secundarlo en las
a Córdoba, donde proyectó y dirigió las obras obras rurales cordobesas el hermano Fran-
de la estancia jesuítica (v.) de La Calera en Yoc- cisco Mareca, arquitecto jesuita de quien se
sina (1719-1720), cercana al cerro Malagueño, conocen pocos datos. En 1732 preparó un an-
cuyos hornos de cal abastecieron a esta y otras teproyecto para el Colegio Máximo y Convic-
importantes construcciones. Intervino también torio de Monserrat, pero las autoridades de su
en la ampliación del casco de la estancia de Ca- congregación ratificaron finalmente la traza
roya, en la construcción de San Isidro en Jesús delineada años antes por el hermano Juan
María, y del Noviciado y la Residencia de la Com- Krauss (v.), según la cual encomendaron a Blan-
pañía de Jesús en la ciudad de Córdoba. qui su construcción, concretada entre 1734 y
1737, y aún existente casi en su totalidad.
Estando en Córdoba, preparó en 1734 los
diseños para dos obras en Buenos Aires: el
proyecto para el definitivo templo y conven-
to de Santa Catalina (Viamonte y San Martín),
y la planta general para el templo de Nuestra
Señora de Belén (hoy iglesia parroquial de San
Telmo) y sus adyacentes: hacia el este la resi-
dencia o “colegio chico” del Alto de San Pedro
(después Hospital General de Hombres y hoy
casi totalmente demolido), y hacia el oeste la
Casa de Ejercicios Espirituales para Hombres
(hoy Museo Nacional Penitenciario); la direc-
u CABILDO DE BUENOS AIRES, DE A. BLANQUI Y OTROS. ción de obras de este importante conjunto je-
suítico fue ejercida por Prímoli y, finalmente,
En marzo de 1720 viajó a Buenos Aires: se por el arquitecto Antonio Masella (v.) y el co-
estima que por entonces proyectó el templo de adjutor José Schmidt (v.).
Nuestra Señora del Pilar en la residencia fran- El nombre de Andrés Blanqui se vinculó
u DIVERSAS VARIANTES DE FACHADAS DERIVA-
ciscana de la Recoleta, cuya construcción con- asimismo a la obra magna de la arquitectura
cretó el donante de esa obra, el contratista Juan hispánica en la Argentina: la catedral de Cór- DAS DEL TRATADO DE SERLIO EN LA OBRA DE

de Narbona (v.). Tras regresar a Córdoba, el ar- doba que, iniciada hacia 1683, estaba aún in- UNO DE LOS AUTORES DEL CABILDO DE BS. AS.,

quitecto Blanqui volvió en 1723 a Buenos Ai- conclusa cuatro décadas más tarde a causa de GIOVANNI ANDREA BIANCHI, CONOCIDO COMO

res como director de los trabajos del claustro dificultades técnicas, que pudieron superarse ANDRÉS BLANQUI EN EL RÍO DE LA PLATA.

del Colegio “Grande” de San Ignacio en la Man- con el aparejo mixto de piedra bola lugare-
zana de las Luces; además, en 1724 le fue en- ña, reforzada con hiladas de ladrillo y con cal.
comendada la preparación para el definitivo No es fácil determinar qué participación tuvo
Cabildo de Buenos Aires, cuyas obras se ini- Blanqui en la concreción de la caja muraria
ciaron al año siguiente, bajo su dirección. y las bóvedas del templo, pero es notoria su
Antes de su regreso a Córdoba, que habría autoría del gran pórtico catedralicio que la
de producirse en 1728, preparó Blanqui los muerte le impidió concluir, por lo cual los cam-
proyectos de varios edificios eclesiásticos de panarios y la cúpula monumental fueron cons-
Buenos Aires: el primitivo convento de Santa truidos por el cordobés Juan Bautista Pardo,
Catalina, nunca concluido, en su antiguo so- según proyecto del franciscano Vicente Mu-
lar de las actuales calles México y Bolívar; la ñoz (v.), cuyo diseño barroco contrasta con el
basílica de San Francisco, en Alsina y Defen- Clasicismo manierista de Blanqui.
sa, cuyas obras comenzaron en 1730 y fueron A principios de 1739, realizó Blanqui su
dirigidas por el lego franciscano fray Vicente postrer viaje a Buenos Aires, para supervisar

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 165


más de 200 m de largo, algunas de sus partes
fueron utilizadas como pabellón para los ac-
tos de fundación de la ciudad de La Plata. Fue
autor también de un plan para una ciudad
obrera (1887) que debía ser realizada en el Ba-
rrio Norte porteño y de un proyecto de canal
anular para rodear Buenos Aires, junto con el
i ngeniero Ebelot (v.).
Trabajó en obras de pavimentación encar-
gadas por el municipio de Buenos Aires. Co-
laboró en los Anales de la Sociedad Científica
Argentina. Como integrante del Departamento
de Ingenieros de la Nación, realizó junto con
el ingeniero Silveyra los trabajos para el tra-
zado del límite definitivo de la Capital Fede-
ral (1887–1888). F. A.

BOLSA DE COMERCIO. Asociación de carác-


ter privado entre representantes de los dis-
u EDIFICIO PARA LA EXPOSICIÓN INTERNACIONAL DE 1882, ERIGIDO EN PLAZA 11 DE SEPTIEMBRE, EN BUENOS AIRES. tintos sectores comerciales y financieros, des-
tinada a concentrar y reglamentar las
las obras de su autoría que allí estaban en mar- de una capilla monumental en el fondo del transacciones de títulos y valores. Como pro-
cha. En mayo estuvo de regreso en Córdoba claustro podría ser una alusión al modelo de grama y como tipología arquitectónica, la Bol-
donde, además de atender las obras jesuíticas, Sant’Ivo alla Sapienza, de Borromini, solo que sa de Comercio alcanza su definición más
preparó el presupuesto para terminar la cate- la diferencia de magnitudes entre el ancho del precisa en nuestro país durante las primeras
dral. En Córdoba fue también autor del tem- patio y las dimensiones de la capilla, y la falta décadas del siglo XX, cuando se construyen
plo de Santa Teresa, terminado en 1753, y de la de axialidad en la composición de conjunto, los nuevos edificios de Buenos Aires (1913)
capilla del Hospital San Roque que, tras larga restan toda claridad a este posible vínculo, al y de Rosario (1926).
paralización, se concluyó en 1798. También se punto que resulta imposible establecer si co-
le atribuye la llamada “Casa del Virrey” en la rresponde a una idea primigenia de Blanqui o Si bien existen algunos ejemplos anterio-
capital cordobesa, construida hacia 1740, año es producto de variantes ocurridas durante la res que intentaron reglar el flujo comercial,
de su deceso, que ocurrió el 25 de diciembre realización de estas obras que él no dirigió. los primeros intentos gubernamentales para
en aquella ciudad. Cabe reconocer a Andrés Blanqui el méri- el establecimiento de una Bolsa de Comer-
Una de las características distintivas de la to de ser uno de los mejores arquitectos de cio en la Argentina pueden fecharse en los ini-
obra de Blanqui en Buenos Aires y Córdoba es su tiempo en el Río de la Plata, y también ca- cios del período rivadaviano. En una comuni-
la serie de variantes sobre el tema de León Bau- be congratularse por la fortuna de la mayor par- cación de Rivadavia del 1 de agosto de 1821
tista Alberti para la fachada de San Andrés de te de su obra, que aún existe en uso activo y es al Tribunal del Consulado, se advierte a este
Mantua, presentado por Serlio en las láminas parte esencial de la memoria urbana y rural, Cuerpo acerca de la necesidad de contar con
149 y 181 del libro IV de su célebre “Tratado” de las ciudades y regiones de su emplaza- tal institución a efectos de “dar más impulso
(edición de Venecia, 1564), es decir, un pórtico miento. A. de P. y rapidez a todos los negocios del comercio”
monumental compuesto por un gran arco (o y para “reglamentar y promover la circulación
dos superpuestos, como en el Cabildo de Bue- Bibliografía: G. Furlong S. J. Arquitectos argentinos de fondos y rentas públicas”. Se declara asi-
nos Aires), enmarcado en ambos lados por pi- durante la dominación hispana. Bs. As.: Editorial mismo la intención presidencial de impul-
lastras toscanas apareadas y con nichos en los Huarpes, 1946; M. Waisman (coordinadora). Docu- sar la creación de una Bolsa Mercantil provi-
intercolumnios, que a modo de coronamiento mentos para una historia de la arquitectura ar- soria y se instala al Tribunal con el fin de
sostienen un frontis cuya variante más clásica gentina. arquitectura colonial argentina. Bs. As.: dedicarse a “la formación de un plano para la
(triángulo cerrado) se halla en la catedral de Cór- Ediciones Summa S. A., 1987. que ha de servir permanentemente, el cual de-
doba, y cuyos ejemplos más barrocamente cur- berá elevarlo al conocimiento de la superio-
vilíneos corresponden al cabildo de Buenos Ai- ridad juntamente con el presupuesto de los
res y al templo de Santa Teresa en Córdoba, BLOT, PABLO. s/d. Francés, ingeniero. Activo fondos o arbitrios que puedan adoptarse para
hallándose diversas variaciones “manieristas” en las últimas décadas del siglo XIX en Bue- su construcción”. La sanción definitiva de es-
en otras de sus obras. nos Aires. te proyecto, que contemplaba asimismo el re-
Al ser desconocido su proyecto original de conocimiento jurídico de la profesión de los
la Casa de Ejercicios Espirituales para Hom- Proyectó y ejecutó el pabellón de madera “corredores de cambio”, tuvo lugar en no-
bres, de Buenos Aires, no es posible estable- para la Exposición Internacional de 1882 en viembre del mismo año. La construcción del
cer una conjetura sólida, pero el emplazamiento Plaza Once. Una vez desarmado el edificio de edificio que debía alojar a la Bolsa Mercantil

166 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bla bol
nunca se concretó, debido al decaimiento y a años, luego de las cuales la sociedad admi- mos y de entablamento recto), enlazando am-
la inactividad generales que afectaron casi des- nistradora quedaba libre de disponer del edi- bas alas por un volumen macizo que pasa a
de sus inicios a esta institución. Su sede se ficio según sus propios intereses, sin com- ocupar el eje de simetría del edificio. Por otra
constituyó en el número 29 de la calle Cate- promiso con la Sociedad de la Bolsa. parte, se le agregó un tercer nivel que deter-
dral (San Martín), donde se alojaba asimismo En 1885 fue inaugurado el nuevo edificio minó la aparición de un ático y de un tejado
el Consulado. que, pese a las previsiones iniciales, rápida- de pizarra a la francesa, claramente discor-
Las severas limitaciones que durante el pe- mente demostró ser insuficiente para el nivel dante con los niveles inferiores. La composi-
ríodo rosista pesaron sobre los corredores de de actividad alcanzado por la Bolsa en el trans- ción general de la fachada presenta, de esta
Bolsa no impidieron su organización en una curso de los años ochenta. Tras la adquisición forma, ciertos rasgos inusuales que se hallan
sociedad semiclandestina que recibió el nom- de un lote colindante (por calle Rivadavia) se acentuados por la utilización de algunos re-
bre de Camoatí. Luego de la caída de Rosas, decidió en 1887 la ampliación de la construc- cursos que de modo más o menos preciso re-
se fundó en Buenos Aires la Sociedad de Co- ción recientemente inaugurada, y la elección miten al repertorio palladiano, tales como la
rredores en 1852, que dio lugar en 1854 a la de los profesionales nuevamente en Bus- ventana central de la parte superior o la doble
Sociedad Bolsa de Comercio, institución que chiazzo y Mariani. galería que domina las alas.
con diversas variantes en sus estatutos y en su Descripto muy someramente por Julián La ciudad de Rosario, constituida ya como
situación jurídica es la que se mantiene has- Martel en su célebre novela (La Bolsa), el edi- el segundo centro comercial del país duran-
ta hoy en día. ficio frente a Plaza de Mayo fue sin duda en te la década de 1880, fue la sede de la única
Hasta el año 1862, fecha en que se trasla- entidad bursátil con que se contó en el inte-
dó a un nuevo edificio, la organización fun- rior del país hasta el siglo XX, a excepción del
cionó en la calle San Martín. Hacia 1850, de- caso de La Plata cuya Bolsa, si bien fundada
bido al auge de la actividad bursátil y al en 1884, solo funcionó hasta 1890. La crea-
creciente número de socios que se registraron ción de la Bolsa de Rosario, que recibió en un
a partir de Pavón y de la presidencia de Mitre, principio el nombre de Centro Comercial, tu-
se decidió la construcción de una nueva sede vo lugar en 1884. A partir de 1898 la institu-
sobre la misma calle San Martín en los nú- ción pasó a denominarse Bolsa de Comercio
meros 214 al 218. El proyecto de la que puede de Rosario. Su primer local estaba situado en
considerarse como la primera edificación es- las calles Libertad y San Lorenzo.
pecíficamente ideada como Bolsa de Comer- En 1890, merced al auge bursátil de los
cio en la Argentina, fue realizado por los ar- años anteriores, se decidió el traslado de la en-
quitectos Hunt y Schroeder (v.). El rasgo más tidad a un nuevo inmueble situado en la calle
distintivo de este edificio, que lo emparenta San Lorenzo N.°361 al 371.
con una modalidad tipológica que no tendrá El ciclo expansivo de los años de 1880 to-
posteriormente otros exponentes en la Ar- có a su fin en la crisis de 1893 que, a partir de
gentina era la cubierta de hierro y cristal en la cesación de pagos del Banco de la Provin-
forma de bóveda de cañón corrido que cubría cia de Buenos Aires, terminó por afectar a la
el recinto de operaciones. Tanto por el trata- totalidad del sistema bancario y financiero. La
miento de sus frentes internos como por su caída de los precios y la desarticulación del
escala, este ámbito estaba ideado principal- mercado en general dejó a ambas bolsas por
mente como un patio cubierto, sin grandes varios años en un estado de aplastamiento.
puntos de coincidencia con los grandes halles La recomposición general de la situación
de finales de siglo. u PRIMITIVA BOLSA DE COMERCIO DE BUENOS AIRES. en las primeras décadas del siglo XX deter-
En 1882 se decidió nuevamente la mudanza minó la fundación de dos nuevas bolsas pro-
de la Bolsa de Buenos Aires a un nuevo in- su momento uno de los referentes más im- vinciales, la de Santa Fe en 1912 y la de Tu-
mueble. Como propuesta del socio Carlos portantes de la alta arquitectura de la ciudad. cumán en 1920. Asimismo, en 1906 la
Lamb, se efectuó la compra de un terreno so- Dada su escala, el proyecto del año 1887 Comisión Sindical de la Bolsa de Comercio de
bre Plaza de Mayo. Se trataba de un lote pa- no puede ser considerado simplemente como Rosario decidió convocar a un concurso de pro-
sante de 3600 varas cuadradas con frente a las una ampliación del de 1885; se trata mas bien yectos para el nuevo edificio que habría de eri-
calles Rivadavia y La Piedad (Bartolomé Mi- de un nuevo proyecto que absorbe totalmen- girse en el mismo predio que estaba ocupan-
tre). El proyecto del nuevo edificio fue encar- te al anterior. Esto se hace evidente en la re- do. El procedimiento empleado para definir la
gado a los arquitectos José Mariani y Juan A. solución de la fachada principal, que asume operación inmobiliaria y lograr los fondos pa-
Buschiazzo (v.). Se creó asimismo en ese mo- una escala y un carácter totalmente distinto ra la construcción es sin duda representativo
mento una sociedad anónima independiente de lo inicialmente ideado, haciendo difícil el de la modalidad usualmente adoptada por las
de la Cámara Sindical de la Bolsa que tuvo a reconocimiento del primer proyecto. Al cre- entidades bursátiles para dotarse de un edifi-
su cargo, en un principio, la construcción del cer toda la construcción hacia el lado izquier- cio. A partir de la definición de un programa
edificio y luego su administración. Entre la do, se decidió repetir en su fachada sobre Pla- básico de necesidades específicas de la insti-
Sociedad de la Bolsa y la Sociedad Construc- za de Mayo el motivo principal del proyecto tución, en este caso un gran Salón de Contra-
tora se estableció un contrato vinculante de 30 de 1885 (dos galerías superpuestas de tres tra- tación y salas menores donde habrían de fun-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 167


la Plata. Tanto por tratarse de una entidad ban-
caria extranjera como por el monto del prés-
tamo, se hizo necesario para los dirigentes de
la Cámara Sindical y del Directorio de la Bol-
sa constituir una sociedad anónima que se de-
nominó Sociedad Constructora de la Bolsa
de Comercio, a efectos de poder colocar en el
exterior los títulos que debía emitir como par-
te de las condiciones del préstamo.
Una de las primeras medidas de esta so-
ciedad fue convocar a un concurso por invita-
ción del proyecto a edificarse. Con el asesora-
miento del ingeniero Carlos Agote (v.) se
encomendó la confección de un anteproyecto
a tres estudios de arquitectura: el de Alejandro
Christophersen, el de Lanús y Hary (v.), y el de
Dunant (v.) y Mallet. La elección finalmente re-
cayó en Christophersen a quien, según consta
en actas de la Bolsa, se le encargó el proyecto
u CORTE DEL PRIMER EDIFICIO DE LA BOLSA DE COMERCIO DE BUENOS AIRES. definitivo. Asimismo quedó a su cargo la rea-
lización de un presupuesto global y del pliego
cionar las distintas cámaras que componían la estas instituciones alcanzan a finales del siglo de condiciones con que habría de llamarse a li-
Bolsa (Cámara Sindical, Cámara Arbitral, etc.), XIX determinan mayores exigencias, tanto en citación para la construcción del inmueble. Tal
se determinaba el número de locales para ren- lo funcional como en lo estético. Así, por ejem- licitación fue llevada a cabo finalmente en 1913,
ta que permitieran el mantenimiento del edi- plo, el primer proyecto para la Bolsa de Rosa- siendo el adjudicatario de los trabajos genera-
ficio y parte del pago de la deuda. Los fondos rio de F. Censi fue rechazado por la Cámara les la empresa Baldassare Zani.
para la compra del terreno y la posterior cons- Sindical debido a que encontraba insatisfacto- La ejecución de la obra se inició en se-
trucción se obtenían por la emisión de títulos rio el diseño de sus fachadas, por lo que se re- tiembre de 1914. El estallido de la Primera Gue-
por parte de la misma Bolsa, que eran adqui- currió a la intervención de distintos artistas del rra Mundial, si bien no incidió en el desarro-
ridos por los propios socios o que pasaban a medio local, como el pintor Orlandi que rea- llo de los trabajos, fue determinante de ciertos
cotizarse en el recinto. lizó las pinturas del atrio, para completar su rasgos que caracterizan a este edificio, noto-
Luego de algunas alternativas, el primer imagen de edificio rico y suntuoso, con algo rios sobre todo en el uso de los materiales y en
premio del concurso fue adjudicado a Felipe de teatral en sus características. el tipo de terminaciones, debido a la imposi-
Censi (v.), quien quedó asimismo a cargo de la Tanto el edificio de Mariani y Buschiazzo bilidad de importar productos y manufacturas
construcción. La finalización de la obra tuvo como el de Censi (demolido en 1980) fueron desde Europa. Cumpliendo con los plazos es-
lugar en enero de 1908. reemplazados en el transcurso del siglo XX por tablecidos, el nuevo edificio fue inaugurado en
Al igual que el edificio de Plaza de Mayo, nuevas localizaciones. diciembre de 1916.
la Bolsa rosarina refleja ya en su ordenamien- En 1911, cercano ya el vencimiento del pla- Su partido se halla pensado sobre la base
to espacial una comprensión mayor que los zo de contratación acordado entre la sociedad de la ubicación central que debía asumir ne-
ejemplos anteriores de las características y los poseedora del edificio de la Bolsa de Plaza de cesariamente el recinto de la Bolsa, garanti-
requerimientos distintivos de este tipo de pro- Mayo y la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, zando el funcionamiento general del edificio
gramas, en cierta forma a medio camino entre y debido a profundas diferencias entre las par- por medio de una neta distinción en vertical
la arquitectura pública y la privada. Esto se ob- tes, se iniciaron las gestiones para la cons- de las tres áreas que componían el programa:
serva, en primer lugar, en una definición más trucción de un nuevo inmueble. Esta última las dependencias específicas de la Bolsa (salón
precisa en términos arquitectónicos del prin- entidad adquirió en dicho año a Elisa Alvear principal, salones secundarios, vestíbulo, sa-
cipal elemento del programa: el Salón de Ope- de Bosch y Narciso Agüero un solar de apro- la de directorio, oficinas, etc.), las oficinas des-
raciones o Recinto. Concebido anteriormente ximadamente 2.000 m2 en Paseo de Julio (L. tinadas a alquiler y un sector social y comer-
como un simple local de reuniones o un gran Alem), Sarmiento y San Martín. A efectos de cial para socios y no socios, compuesto por un
vestíbulo donde se ubicaban las pizarras y las aumentar a 3.000 m2 la superficie disponible restaurante, locales de negocios, barbería, etc.
barandillas que debían separar al público de para la nueva construcción, se decidió la com- El criterio de ordenamiento adoptado re-
los corredores, pasó en los proyectos mencio- pra de un lote situado en la misma manzana, produce con bastante fidelidad el de los ejem-
nados a constituir un tema de diseño regido pero no lindero, a Luis Schneider, lote que lue- plos franceses más destacados del siglo XIX,
por ciertas pautas que serían respetadas en los go fue permutado a Mariano Ortiz Basualdo como la Bolsa de Marsella o el Palais de Com-
grandes edificios posteriores del primer tercio por un terreno colindante de aproximadamente merce de Lyon, indudablemente conocidos por
del siglo XX. 1.000 m2. Christophersen.
En segundo término, se hace evidente que Al mismo tiempo se arribó a un acuerdo de En estos ejemplos, como en el edificio de
la posición central en el orden económico que financiación con el Banco Español del Río de Christophersen, las actividades de tipo social

168 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


w Bolsa de Comercio de Buenos Aires bol bol

u EDIFICIO DE LA BOLSA DE COMERCIO DE BUENOS AIRES, AMPLIACIÓN DE MARIO ROBERTO ÁLVAREZ. SOBRE LA PLANTA BAJA LIBRE SE TRANSPARENTA EL MOVIMIENTO DE AV. L. ALEM.

u VISTA DEL EDIFICIO DE LA u AMPLIACIÓN DE MARIO

BOLSA DE COMERCIO DE ROBERTO ÁLVAREZ, INICIA-


BUENOS AIRES, INICIADO DA EN 1970 EN UN LOTE
EN EL AÑO 1914 POR ALEDAÑO AL ANTIGUO
A. CHRISTOPHERSEN. EL EDIFICIO. LA HABILITACIÓN
ESTALLIDO DE LA PRIMERA COMPLETA DE ESTE NUEVO
GUERRA INCIDIÓ EN EL TIPO SECTOR SE REALIZÓ EN
DE MATERIALES Y LAS TER- 1984, MIENTRAS SE INAU-
MINACIONES DEL EDIFICIO, GURABA EL MERCADO
INAUGURADO EN 1916. ELECTRÓNICO DE VALORES.

u A LA IZQUIERDA, PLANTA

BAJA DE LA AMPLIACIÓN
DEL EDIFICIO PROYECTADA
POR MARIO ROBERTO ÁLVA-
REZ. TIENE AGRUPADOS
LOS SERVICIOS CONTRA LA
MEDIANERA.

u A LA DERECHA, LA

PLANTA DE LA CONSTRUC-
CIÓN ORIGINAL: UN EDIFICIO
DENTRO DE OTRO.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 169


rematado por un ático recto. El frente sobre Pa-
seo de Julio se desliga, por el contrario, de es-
te sistema, y se presenta en otra dimensión ur-
bana, más monumental y en consonancia con
el nuevo edifico de Correos situado en la ace-
ra opuesta, en construcción ya hacia 1913, con
el que se pensaba vincularlo por medio de un
puente peatonal según el proyecto original del
Ministerio de Obras Públicas.
Junto con la Bolsa de Buenos Aires, la nue-
va sede de la Bolsa de Comercio de Rosario
(1929) constituyó uno de los ejemplos más im-
portantes de la vertiente clásica de esta tipo-
logía en nuestro país. Los primeros pasos pa-
ra su construcción se iniciaron en julio de 1924
al aprobarse la adquisición de un lote de apro-
ximadamente 3000 varas cuadradas en la es-
quina de las calles Córdoba y Corrientes.
En enero de 1926 se llamó a un concurso
de anteproyectos que fue llevado a cabo en co-
laboración con la SCA de Buenos Aires. El ju-
rado estuvo conformado por los arquitectos
u AMPLIACIÓN DEL EDIFICIO DE LA BOLSA DE COMERCIO EN LA CIUDAD DE ROSARIO, DE MARIO ROBERTO ÁLVAREZ. Alejandro Christophersen, Carlos Becker y Bil-
bao La Vieja (v.), a los que se sumaron dos re-
son asimiladas, en cierta forma, con los servi- cionados. El edificio de Buenos Aires es una presentantes de la Bolsa de Comercio de Ro-
cios del edificio, destinándoseles una o dos de construcción del siglo XX, como lo demues- sario. El primer premio correspondió al
las plantas inferiores. A su vez, las dependen- tran los recursos técnicos empleados, tales co- proyecto del arquitecto Raúl Rivera (sobre el
cias y salones de la Bolsa, cuyo acceso debía que- mo la estructura integral de perfiles de hierro, que pesó una impugnación que no luego no
dar estrictamente limitado a los socios, ocupan por medio de la cual se alcanza a cubrir luces prosperó), el segundo al del estudio de Durand
las plantas principales, que se ordenan en for- de más de 18 m, o la batería de ascensores que (v.), Pibermat y Lóizaga, y el tercero al de Cal-
ma de anillo en torno del Salón Principal. En hace posible su desarrollo en altura. Estos re- vo, Jacobs y Giménez (v.).
uno de sus lados menores se coloca la pizarra cursos técnicos se ponen en juego para posi- Ya desde la confección de las bases, que es-
de cotizaciones, y se dota a todo el ámbito de bilitar la existencia de alrededor de 9.000 m2 tipulaban un ordenamiento similar al de Bue-
una galería perimetral que organiza todo el sis- de locales destinados a renta. El sector para nos Aires y propiciaban el acceso en esquina,
tema de circulaciones de este segundo sector. ellos no es más que el resultado de ajustar el resultaba evidente que el modelo propuesto a
Uno de los temas por resolver que se pre- esquema de armado de la planta principal a un los participantes era el de la obra de Chris-
sentaba al adoptar este planteo era la forma en criterio de máximo rendimiento de locales, re- tophersen, a quien las dos instituciones inter-
que había de ventilarse e iluminarse el Salón emplazando la galería perimetral del gran sa- vinientes en el concurso acordaron nombrar
Principal. En el proyecto de Dardel para el Pa- lón por un patio abierto. Sobre dicho salón y presidente del jurado. Son importantes las deu-
lais de Commerce de Lyon se optó. Dejando sus locales anexos se apilan cuatro plantas de das con el edificio de Buenos Aires que tanto
de lado la posibilidad de usar un techo de vi- locales que suman unas 280 oficinas. en lo formal como en el planteo general se po-
drio y metal, en el proyecto de Dardel para el Cada uno de los sectores se halla dotado de nen de manifiesto en el proyecto de Rivera. Sin
Palais de Commerce de Lyon se optó por cre- un acceso particular. La entrada a los salones embargo, el edificio de Rosario planteaba otro
ar en la planta baja dos estrechos patios ado- de la Bolsa, si bien es uno de los temas más tipo de problemas, referidos principalmente a
sados a los lados mayores del gran salón. importantes en el diseño de la fachada, no se una mayor complejización del programa y del
Esta misma idea, aunque más desarrolla- ubica sobre Paseo de Julio, que prácticamente funcionamiento mismo de la Bolsa, mientras
da, aparece en el proyecto de Christophersen, constituye el frente principal del edificio tanto que, por otra parte, se allanaban totalmente las
en el que la entrada de luz y aire en el salón por su escala como por su significación urba- condicionantes de tipo urbano y los requeri-
principal se efectúa a través de un angosto pa- na, sino que se halla emplazada en la ochava mientos de autofinanciamiento, reflejados en
tio en forma de anillo que rodea su techum- de San Martín y Sarmiento, formando una uni- la hipertrofia de los locales para la renta.
bre, localizado en el segundo nivel sobre la ga- dad con las fachadas que se vuelcan sobre es- Las particularidades que presentaba el pro-
lería perimetral de las plantas inferiores. tas calles. Los frentes presentan un criterio grama de Rosario radicaban fundamentalmente
Las similitudes del proyecto de Christop- de composición distinto del que se aplica so- en dos hechos. En primer lugar, su Bolsa no
hersen con estos antecedentes no van mucho bre la fachada de Paseo de Julio. Ambos res- tenía desde el año 1914 un Mercado de Títulos
más lejos que estas coincidencias de orden ti- ponden a un mismo tema compositivo que al- y Valores, ya que este había sido absorbido por
pológico, referidas al armado de la planta baja canza su momentum en la ochava: un orden el de Buenos Aires que desde entonces fue el
y al orden jerárquico de los dos sectores ya men- gigante sobre un basamento continuo de arcos único Mercado de Valores existente en el país,

170 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bol bol
y concentraba la mayoría de las operaciones de Alem está concebido principalmente en rela- Bibliografía: S/autor. “La Bolsa de Comercio de Bue-
la Bolsa de esa ciudad. Por otra parte, el Mer- ción con la torre de oficinas que se levanta so- nos Aires”. En: Revista de Arquitectura. N.º14, Bs.
cado de Rosario presentaba un mayor grado de bre dicha arteria. El desnivel de seis metros As., 1918; C. Ancell. “Evolución de los edificios de
diversidad en lo que respecta a las distintas rue- entre ambas calles permite la resolución en Bolsa”. En: Revista de Arquitectura. N.°14, Bs. As.,
das que lo componían. El grueso de las tran- medios niveles del cuerpo de servicios ente- 1918; s/autor. La Bolsa de Comercio en su Centena-
sacciones se efectuaba dentro de la Rueda de rrado, sobre el que se asienta el edificio y que rio, Bs. As., 1953; s/autor. 50.000 días de la Bolsa de
Cereales —cabe recordar que Rosario había pa- se hace accesible, de esta forma, desde ambos Comercio de Buenos Aires. Bs. As.: s/e, 1967; s/autor.
sado a ser en la década del veinte el principal frentes. Por otra parte, los espacios sirvientes Los cien años de la Bolsa de Comercio de Rosario.
puerto exportador de granos del país— y otros de cada una de las plantas se hallan ubica- 1884-1984. Rosario: 1984.
mercados relacionados con la actividad agro- dos de manera tal que permiten absorber la
pecuaria de la zona, como el del ganado y el línea oblicua del lado del terreno paralelo a ca-
del algodón. lle Corrientes, manteniendo la ortogonalidad BONEO, MARTÍN. Palma de Mallorca (España)
Además de la incorporación dentro del pro- en el diseño del resto de los locales. s/d - Buenos Aires, circa 1806. Ingeniero mi-
grama de los locales destinados a estos otros La distinción en tres sectores que guió el litar. Activo en Buenos Aires entre fines del si-
mercados, las características señaladas impli- diseño del antiguo proyecto sigue siendo re- glo XVIII y principios del XIX.
caban una concepción distinta de lo que debía conocible en el criterio de organización gene-
ser el Gran Hall de la Bolsa, en el que no se de- ral del nuevo edificio. Se acentúa, sin embar- Prestó servicios como ayudante en la de-
sarrollaba ninguna operación bursátil. La com- go, la voluntad de dotar a cada uno de ellos, marcación de límites con Portugal desde 1783
prensión de esta diferencia parece haber sido especialmente al de la Bolsa y sus anexos, y a 1784, luego regresó a España. Ese mismo año
uno de los mayores méritos del proyecto pre- al de las oficinas para renta, de formas clara- retornó a Buenos Aires, donde dirigió obras de
miado, en el que el Salón Principal, de di- mente diferenciadas. El Salón de Operaciones mejoramiento urbano: pavimentos, plaza de
mensiones correctas aunque perceptiblemen- del Mercado de Valores y sus dependencias se toros, teatro provisorio y el llamado “muelle de
te menores a las del de Buenos Aires, se resuelven en las primeras plantas del edificio Boneo” que, sin haber sido terminado, sub-
desdobla en la Rueda de Cereales. Si bien am- y ocupan toda la superficie del lote. Por enci- sistió hasta 1822. En 1790 dibujó un plano bas-
bos locales están pensados en términos espa- ma de ellos se eleva una torre de oficinas sos- tante detallado de la Capital. En 1800 lo ac-
ciales totalmente distintos, la relación entre tenida por cuatro pilares que perforan las plan- tualizó y tres años después preparó la versión
ambos se ha privilegiado en el diseño de la plan- tas inferiores y que hacen posible el armado definitiva que dedicó al virrey del Pino.
ta, tratándose de hacer su vinculación lo más en planta libre de todo este cuerpo.
directa y natural posible. Si en la ordenación vertical aún pueden ob-
Iniciada a mediados de 1926, la construc- servarse coincidencias con los modelos del si- BONET, ANTONIO.
ción del edificio, cuya dirección técnica quedó glo XIX, la mayor innovación tipológica se re-
a cargo del arquitecto Rivera, se finalizó en 1929. gistra en el diseño del recinto de operaciones. Barcelona, 1913 - Íd., 1989.
La importancia que la Rueda de Títulos ad- Los principales referentes que en el siglo XIX Arquitecto. Discípulo de José
quirió en Buenos Aires durante la década del se ofrecían para la resolución de este ámbito, Luis Sert y de Le Corbusier (v.),
veinte llevó a la creación, dentro de la misma tales como la sala de la basílica romana o la ga- Antonio Bonet fue una de las
Bolsa, del Mercado de Títulos y Cambios, que re de ferrocarril, han dado paso en el proyec- figuras centrales de la Arquitectura Moderna
comenzó a funcionar en 1929. En 1949 pasó to de Álvarez a una concepción en cierta me- argentina de los años cuarenta y cincuenta.
a designarse Mercado de Valores de Buenos dida cercana a la sala cinematográfica, cuyo Desde el momento de su arribo al país, en
Aires y a él se destinó la ampliación iniciada corte reproduce con bastante aproximación. La 1937, pasó a formar parte del grupo Austral
en 1970 en un lote aledaño al antiguo edificio. pizarra electrónica de cotizaciones que oficia (v.), creado en ese mismo año, siendo junto
El proyecto y la dirección de obra de la nue- de pantalla, la existencia de una bandeja su- con Jorge Ferrari Hardoy (v.) y Juan Kurchan
va construcción fueron asignados al estudio perior para el público, la casi ausencia de ilu- (v.) uno de sus principales protagonistas.
Mario Roberto Álvarez y Asociados (v.). Este es- minación natural y el dimensionamiento mis-
tudio registraba ya antecedentes en el tema de- mo de la sala son los puntos de contacto más Aquí, su obra se inicia con una serie de pro-
bido a que también había tenido a su cargo el evidentes entre ambos espacios. yectos ejecutados en colaboración con dis-
proyecto y la dirección de obra de la amplia- La habilitación completa de este nuevo sec- tintos miembros de Austral, como los ateliers
ción de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires tor de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires de Suipacha y Paraguay (Buenos Aires), el
(Corrientes y Bouchard), en 1960. tuvo lugar en 1984, al inaugurarse el mercado Pabellón de Austral o el sillón BKF. A partir
El proyecto para el Mercado de Valores de electrónico de valores. En lo que respecta al in- de 1942 prosigue su carrera individualmen-
Buenos Aires parte de una eficaz utilización terior del país, desde la década del sesenta se te. A finales de los años cuarenta, se estacó
de las particularidades del terreno adquirido verifica un crecimiento de las entidades bursá- su proyecto de urbanización para Punta Ba-
por la Bolsa de Comercio, adjunto al edificio tiles, tal es el caso de la Bolsa de Comercio de llena en el Uruguay. Marcada por la influen-
de Christophersen. Cada uno de los frentes Mar del Plata (1960), la de San Juan (1960) o cia lecorbusierana y una clara predisposición
del terreno se destinó a los dos sectores prin- la refundación de la de La Plata (1965). Cabe por las técnicas de creación surrealista, que
cipales que componen el proyecto: el de calle mencionar también la ampliación de la Bolsa se expresa en una constante búsqueda y
San Martín permite el acceso al gran Salón de de Comercio de Rosario, a cargo de Mario Ro- acentuación de los contrastes, su producción
Operaciones y sus dependencias, el de Av. berto Álvarez y Asoc., comenzada en 1984. A. C. de estos años alcanza su exponente más al-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 171


u SOBRIOS JUEGOS Y PLANTA MIESIANA EN EL HOTEL CONFITERIA SOLANA DEL MAR, EN PUNTA BALLENA, PUNTA DEL ESTE (1949), DE ANTONIO BONET.

to en el restaurante La Solana del Mar de gentinos Juan Kurchan y Jorge Ferrari Har- Austral, sus conocimientos, sus relaciones con
Punta Ballena. Posteriormente, su obra ex- doy. Declarada en España la Guerra Civil y a la vanguardia europea y su experiencia inter-
perimenta un paulatino alejamiento de estos partir de sus conversaciones con estos últi- nacional, le conferían una posición central
postulados, como queda de manifiesto en los mos, AB viajó en 1938 a la Argentina. Junto en el grupo. Republicano, contaba además con
distintos proyectos llevados a cabo en la ciu- con Ferrari y Kurchan, fue uno de los líderes los lazos de solidaridad que unían entre sí a los
dad de Mar del Plata durante los años cin- del Austral, grupo fundado ese mismo año, exilados (Rafael Alberti, Manuel de Falla), y a
cuenta, tales como el Terraza Palace y sus que tuvo un rol determinante en el desarrollo estos con buena parte de sus compatriotas re-
últimas obras en Buenos Aires: la casa Oks de la arquitectura argentina del siglo XX. sidentes en la Argentina y a un importante sec-
o el Pabellón Cristalplano. En 1963 regresa Desde entonces y hasta su regreso a Espa- tor de la intelectualidad local. En estos años a
a España, donde fija su residencia definitiva. ña, a comienzos de la década del sesenta, su caballo de 1940, AB podía imaginar una rela-
producción en el Río de la Plata puede dividirse ción de mutuos estímulos y enriquecimiento
Aunque obtuvo su diploma en la Escuela en dos etapas. La primera, a lo largo de los años entre técnica, política y cultura, al comienzo a
Superior de Arquitectura de Barcelona en 1936, cuarenta, en la que la racionalidad se mani- través de su participación en el grupo Austral,
Antonio Bonet (AB) había comenzado a tra- fiesta en tensión con sus distintas alternativas; y luego individualmente con su intervención
bajar con Sert y Torres Clavé en 1932. Como y la segunda, hasta su partida, en la que toda en distintos proyectos de urbanización.
estudiante asistió en 1933 al IV CIAM, lo que duda parece haber sido descartada. Se muestra en otra parte de este libro (v. Aus-
le permitió vincularse con los principales Contribuye a la comprensión de este cam- tral) la fuerte impronta de AB en las obras de
miembros del grupo, entre los que se conta- bio recordar que a su llegada a la Argentina AB Suipacha y Paraguay, las casas de Martínez, el
ban Van Eestern, Aalto, Terragni y Le Corbu- traía las fuertes influencias del Surrealismo, proyecto del Pabellón Austral en la Plaza de la
sier. Los resultados del Congreso, que se pu- no solo a través de Matta, sino también de sus República, el Plan para la ciudad de Mendo-
blicaron años más tarde con el título de La compatriotas Dalí y Miró, herederos de Anto- za y, muy especialmente, en el diseño del si-
carta de Atenas, influirían de manera decisiva nio Gaudí. Coetáneo de los otros miembros de llón BKF. Estos y los restantes emprendi-
en el pensamiento de AB. Miembro del GA- mientos de esta etapa se caracterizan por
TEPAC (Grupo de Artistas y Técnicos Catala- tratarse o bien de grandes proyectos técnico-
nes para el Progreso de la Arquitectura Con- políticos, o bien de obras pequeñas de vivien-
temporánea) desde ese año, una vez concluidos da. No es extraño que así ocurriera: bajo la
sus estudios viajó a París, donde trabajó en el influencia de Le Corbusier y el grupo más cer-
estudio de Le Corbusier, especialmente en la cano a sus ideas en el CIAM, pero también de
Maison Jaoul y en el Pabellón Central de la la tradición catalana que había unido a indus-
Exposición Internacional de Lieja. En 1937 co- triales progresistas con arquitectos de van-
laboró con Sert y Lacasa en la construcción del guardia, AB imaginaba que era posible recre-
Pabellón de la República Española de la Ex- ar esa unión en la Argentina y, mediante sus
posición Internacional de París. proyectos y planes generales, esperaba con-
En el estudio de Le Corbusier conoció al vencer o captar sectores que con diferentes for-
surrealista chileno Roberto Matta y a los ar- u PLANTA PRINCIPAL DEL HOTEL LA SOLANA DEL MAR. mas políticas parecían buscar alternativas a las

172 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bon bon
tradicionales estructuras de unión entre inte- tan elegantemente había usado en varios pro-
lectuales y elites productivas. En esta clave de- yectos del período. Así, el modernismo del
be leerse su participación en la Comisión pa- plan de Punta Ballena se redujo a un zoning
ra la Reconstrucción de San Juan (1943), en la obvio y a un cuestionamiento de la cuadrícu-
que tuvieron una fugaz actuación algunos ex la, reemplazada por un trazado curvilíneo que
miembros de Austral gracias a sus contactos mostraba el absurdo del propósito en la for-
con las autoridades provinciales. La misma ob- zada separación de circulaciones, en la que
servación puede hacerse respecto de la crea- rústicos puentecitos cruzaban las calles atra-
ción de la Organización de la Vivienda Integral vesadas por los senderos peatonales.
en la República Argentina (OVRA, 1943), orien- El restaurante La Solana del Mar (1947) que
tada a promover la construcción de un con- AB construyó en Punta Ballena constituye su
junto de viviendas en Casa Amarilla, que AB más sobresaliente creación. El trabajo propo-
compartió con Ernesto Santamarina, Marta Ez- nía un acercamiento a la naturaleza, o al me-
curra, Hilarión Hernández Larguía (v.) y Al- nos a los modelos rústicos, que contaba ade-
fredo Calcagno. más con numerosos antecedentes, uruguayos,
La urbanización de Punta Ballena no era italianos, brasileños e incluso con la obra del
ajena a estos propósitos. Consistía en una ul- Le Corbusier de Errázuriz (Chile, 1930), Ma-
terior puesta en valor de un magnífico para- dame de Mandrot o La Celle Saint Cloud (1935).
je —inicialmente solo médanos—, que pre- Consistía además en una suerte de homena-
viamente había sido consolidado como tal y je a Le Corbusier, pues recreaba el tema que el
obtenido su potencial turístico gracias a la fo- maestro descubrió por primera vez, precisa-
u VISTA LATERAL DEL u EN LA COMPOSICIÓN DE
restación de Antonio Lussich. Como en otros mente en su croquis para Montevideo, y que
EDIFICIO TERRAZA PALACE, LAS FACHADAS Y EN EL
emprendimientos de este tipo, la venta de te- aplicó luego a Argelia: una placa circulatoria
CONOCIDO COMO USO DEL COLOR, SE PUEDE
rrenos se promovía sobre la base de un Plan horizontal que parte de la cima de un montí-
“TERRAZAS”, EN MAR DEL APRECIAR CIERTO SESGO
general y la construcción de algunas obras de culo, convirtiéndose en cubierta de un edificio
PLATA, ERIGIDO ENTRE NEOPLASTICISTA.
equipamiento y otras privadas. Las grandes di- que va apareciendo poco a poco por debajo, en
1958 Y 1963.
mensiones de los terrenos (2.000 a 3.000 m2) el espacio creciente que deja la pendiente.
uABAJO, VISTA DE LA
permitían avizorar una clientela poderosa, y El mismo tema compositivo fue desarro-
RECOVA EN EL NIVEL DE LA
las construcciones proyectadas por AB seña- llado en la casa Berlingieri (1946) y, en una di-
CALLE.
laban su carácter progresista e ilustrado. Pun- mensión más modesta, en La Rinconada
ta Ballena se exhibía como un escape. Debía (1948). Pero el volumen vidriado calzado en la
ser la contracara de la masificación de Mar del pendiente y paralelo a la playa no era el úni-
Plata, que en los mismos años comenzaba su co elemento del conjunto, y solo se descubría
estallido urbano: frente a este se opondría un luego de un extenso giro de 180° en torno de
cuidadoso trazado vial; frente a los clásicos la inquietante mole de piedra de la zona de ser-
chalecitos de piedra, la “otra” rusticidad de las vicios. El adosamiento de un bloque de piedra
casas proyectadas por AB; frente al Monu- como volumen subordinado a un bloque vi-
mentalismo del Casino y del Hotel Provincial, driado longitudinal dominante es una forma
los delicados y sobrios juegos del hotel-confi- compositiva evidentemente derivada del Pa-
tería La Solana del Mar. Roberto Berlingieri, bellón Suizo de Le Corbusier en París. Pero,
Roque García, Ferreres, Rafael Alberti y el pro- con toda su importancia, las ideas del maestro
pio AB, los protagonistas de la empresa, con- francés no fueron las únicas que abonaron la
figuraban esa deseada unión de capitalismo, magnífica obra de AB. El edificio de La Sola-
técnica y cultura, que antes hemos mencio- na constituye un hito también porque en él se
nado. Punta Ballena encarnó la única realiza- manifiesta por primera vez la influencia en AB
ción de urbanismo modernista y con ello la —y en la arquitectura argentina— de otro de
paradoja de concretar las ideas que habían sur- sus más importantes modelos: la obra de Mies
gido como afirmación metropolitana en un van der Rohe. Por empezar, porque la planta
programa que era de huida de esa metrópolis. recuerda el mecanismo neoplástico típicamente
AB creó en el terreno una suerte de hamme- miesiano.
au, en el que se instaló hasta 1948, en cuyo Pero esa influencia resulta mucho más evi-
programa convivían la sencillez del conjunto dente si se observa la estrecha relación entre
obrero con la pureza de la naturaleza. Pero la el emplazamiento de La Solana y el de la casa
copresencia de la celebración paisajística con Tugendhat y, sobre todo, si se recuerda que AB
la Carta de Atenas y la vocación urbanística ingresó a la Escuela de Arquitectura en 1929,
del Manifiesto de Austral no pudo ser con- exactamente el mismo año en que se realizó la
trolada por la táctica de los opuestos que AB Exposición Internacional de Barcelona en la

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 173


que Mies construyó el decisivo Pabellón Ale-
mán. Explicada solo a partir de las ideas de
Le Corbusier, La Solana puede leerse como una
obra excelente aunque derivativa, pero su va-
lor reside en que se trata de una lograda su-
perposición de las premisas de los dos gran-
des maestros, superposición que constituye
una de las líneas principales de búsqueda del
segundo período del Modernismo, y particu-
larmente en el caso latinoamericano (AB, Nie-
meyer, Williams). En las casas Cuatrecasas
(1947) y Booth (1948) el equilibrio tiende a
romperse a favor de la pureza volumétrica y la
preferencia por la horizontal características del
maestro alemán.
Y es justamente la ruptura del equilibrio,
la desaparición de ese procedimiento surrea-
lista de contrastes, lo que caracteriza la segunda
etapa de la obra de AB en el Río de la Plata,
aproximadamente de 1950 a 1960. En estos
años su principal grupo de pertenencia ya no
es el de los comienzos. Su última acción en
vinculación con sus amigos de Austral fue su
participación en el equipo del Plan de Buenos u CASA OKS, UNA DE LAS PERFECTAS CONSTRUCCIONES UNIDIMENSIONALES DE ANTONIO BONET EN LA ARGENTINA.

Aires (1948) que encabezó Jorge Ferrari Har-


doy durante la gestión del intendente Siri. El último período de la obra de AB en la Ar- queda. Pruebas de esta última fueron además
De aquella etapa la pieza más sorprenden- gentina constituye una suerte de toma de par- las dos mejores obras de esta etapa: la casa Oks
te fue su proyecto para un monobloque en la tido por el “realismo” frente a los intentos de y el Pabellón Cristalplano. Emergentes de sus
intervención sobre el bajo Belgrano, caracteri- subversión de lo dado que habían caracteri- grillas espaciales abstractas, ambos son per-
zado por un corte de notable originalidad. zado su obra de los primeros tiempos. El per- fectas construcciones unidimensionales, di-
Ocho años después (1956) consigue orga- fil de su clientela cambió en esta dirección. En rigidos a representar si no el triunfo al menos
nizar un gran emprendimiento de reforma ur- su despacho, pero también en sus expectati- los fastos de la Razón. En ambos casos es ma-
bana, merced al apoyo brindado por el presi- vas, los “industriales iluminados” fueron re- nifiesta la opción por la técnica y una lectura
dente del BHN, Manuel Rawson Paz. emplazados por comerciantes o pequeños in- ya no problemática de la arquitectura de Mies.
Se trataba de la redacción de un Plan para dustriales crecidos al amparo de las políticas La misma “razón finalizada”, que eliminaba el
remodelar el barrio sur de la Capital Federal. de sustitución de importaciones que en la dé- problema del valor en sus edificios metropoli-
A modo de contracara del Plan Eva Perón, y re- cada de los cincuenta intensificaron sus in- tanos, obtuvo allí donde las determinaciones
tomando las viejas consignas de equilibrar el versiones en la construcción gracias a las nue- no existían —en Cristalplano especialmente—
desarrollo del barrio norte (rico) con acciones vas posibilidades abiertas por la Ley de una de sus mas perfectas celebraciones. J. F. L
estatales sobre el barrio sur (pobre), el pro- Propiedad Horizontal de 1948.
grama consistía en la construcción concentra- Paradigmático es en este sentido su regre- Bibliografía: E. Katzenstein, G. Natanson, H. Schvartz-
da de 2.000.000 de m2, la mayor parte des- so de Punta Ballena a Mar del Plata, desde don- man. Antonio Bonet, Bs. As.: Espacio Editora, 1983; F.
tinado a viviendas para una población de 75.000 de no cabía sino dirigir una mirada condes- Álvarez y J. Roig. Antonio Bonet (1913-1989). Barce-
habitantes, con alta densidad y ubicado en una cendiente hacia aquellas “utopías” de juventud. lona: Colegio de Arquitectos de Cataluña, 1996.
zona urbana. Sin embargo, no puede dejar de advertirse que
En términos de arquitectura, AB procuró en esta última etapa AB realizó un gran es-
mediar con la ciudad existente y formular un fuerzo por dejar atrás las nostalgias populistas BONSIEPE, GUI. Jahrgang (Alemania), 1934.
sistema relativamente flexible, usando tipos di- que acechaban en el Surrealismo de sus pri- Diseñador. Graduado en la Hochschule für
versos: planchones de 2 plantas (6 m), un re- meros tiempos, sumergiéndose sin proteccio- Gestaltung de Ulm, orientó su actividad hacia
diente continuo de 11 plantas (30 m), torres de nes en el universo metropolitano. Correcta- el campo del diseño industrial vinculado con
base cuadrada y placas este oeste, ambas de 35 mente diagramados y construidos, sus grandes las condiciones de producción de los países
plantas (100 m). De la ciudad preexistente se edificios de vivienda en propiedad horizontal en vías de desarrollo. Desde finales de los
conservaban algunas piezas significativas de y sus galerías comerciales resistieron apenas años sesenta se ha desempeñado como do-
especial valor histórico, pero además se man- la cruda lógica de la especulación, y su arqui- cente e investigador en diversas instituciones
tenían las viejas manzanas, integradas en una tectura perdió intensidad e interés. de Chile, Argentina y Brasil.
estructura mayor que las abarcaba, a la mane- Aun así, obras como el Terraza Palace (1958-
ra de la propuesta del Plan de Le Corbusier. 1963) son testimonio de su voluntad de bús- Realizó sus estudios entre 1955 y 1959, sien-

174 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bon bor
do un activo colaborador de la Escuela como ría y práctica del diseño industrial. Elementos pa- BORTHAGARAY, JUAN M.
miembro de sus departamentos de Diseño In- ra una manualistica crítica. Barcelona: Gili, 1977).
dustrial y Comunicación Visual. Dictó también Buenos Aires, 1928. Arqui-
cursos sobre semiótica, retórica visual y análi- tecto docente. Integrante de
sis de envases, y fue editor de la revista Ulm, BONTA, JUAN PABLO. Budapest (Hungría), la generación que sucedió a
órgano de la Escuela. En 1964 fue profesor in- 1933 – Bethesda (Maryland, EE.UU.), 1996. la de los referentes iniciales
vitado en el Carnegie Institute of Technology Arquitecto, crítico e historiador de la arqui- de la Arquitectura Moderna argentina, Bort-
de Pittsburg, USA, y dirigió un seminario de tectura. Autor de importantes trabajos sobre hagaray participó de una suerte de “segunda
análisis de productos en la Argentina, en el arquitectura colonial y moderna. etapa heroica”, integrando el núcleo funda-
Centro de Investigación de Diseño industrial dor del grupo OAM (v.), compartiendo con la
(CIDI), iniciando una fructífera relación con Nacido en Budapest, Bonta emigra a la Ar- mayoría de sus integrantes una intensa tarea
esta ciudad. Fue miembro del grupo de tra- gentina con su familia en 1938. Se recibe de docente en las universidades del Litoral y de
bajo Doctrina y Definición del ICSID (Inter- arquitecto en la Facultad de Arquitectura de la Buenos Aires, cuando, tras la caída del pero-
national Council of Societies of Industrial De- UBA en 1959, fecha desde la cual trabaja en el nismo, se inició un proceso de transforma-
sign), y vicepresidente del mismo entre 1973 y estudio Bonta y Sucari, hasta 1961; en el mis- ción de la enseñanza de la Arquitectura, sig-
1975. Desde 1968 se radicó en Santiago de Chi- mo período colabora como asesor de la presi- nado por la apertura hacia los postulados
le, donde actuó hasta la caída del gobierno de dencia de Arturo Frondizi en temas de vivien- modernos. En su prolífica actividad profesio-
Allende (1973) como experto designado por da masiva. Se destaca especialmente como nal, conviven búsquedas que dan cuenta de
la ONU en servicios de cooperación técnica, docente e investigador. Enseña en la Facul- los viajes realizados tras graduarse en Bue-
vinculado a un proyecto de la OIT para la pe- tad de Arquitectura de la UBA entre 1959 y nos Aires, que comprenden sus estudios en
queña y mediana industria. Formó allí el área 1969, año en que recibe una beca para llevar el Instituto de Diseño de Chicago, dirigido por
de diseño industrial en el Comité de Investi- a cabo investigaciones en la Portsmouth Poli- Mies van der Rohe, y en países nórdicos eu-
gaciones Tecnológicas (INTEC-CORFO). En technic School of Architecture en Inglaterra, ropeos. Pero también, su actividad refleja una
1974 arribó a Buenos Aires, como encargado bajo la dirección de Geoffrey Broadbent. mirada introspectiva que lo llevó a valorar la
de crear el sector desarrollo de productos en el La beca se extiende hasta 1971, cuando re- producción empírica local, ya sea desde las
Instituto Nacional de Tecnología Industrial gresa a la Argentina, y se reincopora a sus ta- reinterpretaciones disciplinarias que origina-
(INTI). Reside actualmente en Brasil. Es autor reas docentes. Permanece como profesor titu- ron el movimiento casablanquista, o bien in-
de diversos trabajos sobre análisis de diseño, lar hasta 1973, año en que se traslada a la Ball dagando la continuidad en el imaginario co-
problemas teóricos del diseño industrial y co- State University de Muncie, Indiana. En 1980 lectivo del chalet californiano para dar
municación visual. es designado como profesor titular en el De- respuestas a lo que llamó el argentine dre-
La obra práctica y teórica de Bonsiepe fue partment of Housing and Design de la Uni- am. Durante su medio siglo de actuación pro-
muy difundida en Buenos Aires desde fines de versity of Maryland en College Park. En 1982 fesional, en el que abordó las temáticas de la
los sesenta, en publicaciones de arquitectura es profesor titular de la School of Architectu- vivienda particular, de interés social, en pro-
y diseño como la revista Summa. Su temática re de la misma universidad. piedad horizontal y la arquitectura educacio-
(la articulación de la gute Form y la tradición me- Su aporte fundamental a la cultura arqui- nal, se desempeñó en forma individual o en
todológica de la escuela de Ulm, con los pro- tectónica lo realizó a través de la docencia y la distintos equipos de trabajo, entre ellos el que
blemas de la dependencia y de la cultura par- crítica. Fue autor de varios artículos (muchos constituyó con los arquitectos Alberto Capa-
ticular de los países del Tercer Mundo) calzó publicados en la revista Summa) y de seis li- rroz, Hugo Skornik y Miguel Valverdi y, princi-
perfectamente con el clima político-cultural de bros, entre los que se destacan “Eladio Dieste” palmente, el que resultaría más estable a lo
esos años efervescentes. Sus diseños chilenos, (Bs. As,: IAA, 1963); “Clasicismo y barroco en largo del tiempo, con los arquitectos Carlos
especialmente, muestran una gran simplicidad la arquitectura inglesa” (McGaul, 1968), “Ana- Marré y Mario Gastellu.
de construcción y funcionamiento, adaptada a tomía de interpretación en Arquitectura” (Bar-
las condiciones productivas de un país “en ví- celona: Gili, 1975). Se graduó en 1951 en una Facultad que aún
as de desarrollo”, junto con la aspiración a una En este último desarrolla su tesis de que la no había superado por completo la injerencia
forma sintética, de gran calidad, en la línea de historia de la arquitectura es en gran parte la clásica, y no obstante ello, sus inquietudes
Max Bill (v.). La atención a la cultura local nun- historia de los libros de arquitectura. En los úl- orientadas hacia un particular interés por los
ca lo llevó a folclorizar los productos. G. S. timos años de su vida, siguiendo esta línea principios corbusieranos, rápidamente lo lle-
de interpretación, publica en libro y en sopor- varon a integrar el estudio de Amancio Wi-
Bibliografía: Obras del autor: “Diseño industrial, fun- te informático los frutos de su proyecto de in- lliams (v.). A través de Williams conoció al gru-
cionalismo y tercer mundo”. En: Revista summa. Nº25, vestigación, American Architects and texts: A po de artistas concretos que conformaban entre
mayo de 1970; Design im Übergang zum Sozialismus. Computer Aider Analysis of her Literature (MIT otros, Maldonado, Hlito y Iommi, y participó
Hamburgo: 1974 (trad. esp.: Diseño industrial, ar- Press, 1996), un estudio computarizado de en 1951 de dos experiencias claves: la revista
tefacto y proyecto. Madrid: s/e, 1975); “Diseño in- más de 400 textos sobre arquitectura nortea- Nueva Visión (v.) y el grupo OAM.
dustrial, tecnología y subdesarrollo”. En: Cuader- mericana. F. R. En el reducido espacio para la inserción de
nos summa/nueva visión. abril de 1975; Teoría e nuevas ideas que presentaba la UBA, logró des-
pratica del disegno industriale. Elementi per una Bibliografía: P. Meninato. “Reportaje a Juan Pablo Bon- plegar una fugaz experiencia docente junto a
manualistica critica. Milano: 1975 (trad. esp.: Teo- ta”. En: summa 20, 1996. Alfredo Agostini, antes de continuar en 1953

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 175


u ESCUELA DELLA PENNA, EN CATALINAS SUR, BUENOS AIRES, DE BORTHAGARAY, CAPARROZ, STORNIK Y VALVERDI.

sus estudios en Chicago —impulsado por Mal- A fines de la década del cincuenta, se im- a la producción de los países escandinavos y
donado—, participando de cursos dictados por puso en el concurso convocado en la Provin- en particular a vincularse con Alvar Aalto. Pe-
Moholy Nagy bajo la supervisión de Mies van cia de Misiones para la Escuela de Ingenie- ro aun considerando las respuestas “vernácu-
der Rohe, e implementados por ex profeso- ría, recurriendo al uso de sobretecho, con las” como las más adecuadas para aplicar en
res de la famosa Bauhaus. resonancias del proyecto de Williams para los nuestro país (idea que su vinculación con el
De todas formas, y aun cuando esta expe- hospitales en Corrientes, y un llamativo reti- Empirismo nórdico contribuyó a reforzar), su
riencia lo introdujo en el mundo de la High culado de parasoles en sus fachadas, que lo arquitectura desarrolló un refinado conoci-
Tech, que nunca abandonó por completo en su acerca a las más audaces experimentaciones miento adquirido en el uso de tecnologías fun-
producción posterior, Borthagaray admitiría estructurales y tecnológicas de ese momento. cionales en búsqueda de síntesis formal, como
que llegó allí a partir del deseo de estudiar con Por esos años, también se desempeñó co- puede notarse en el proyecto que en sociedad
los “maestros”, aunque negando la extensión mo profesor en Rosario, en una tarea docen- con Mario Roberto Álvarez (v.) obtuvo el pri-
de esa categoría a Wright por considerarlo “re- te que se extendió entre 1956 y 1959, y que se mer premio en el concurso de 1963 para la re-
accionario”. Su mayor preferencia se volcaba complementó con propuestas para esa zona alización del edificio del Jockey Club.
hacia Le Corbusier, seguido por Gropius, re- La superación de esa dualidad (las tenden-
cientemente retirado de la actividad docente cias que propiciaban el silencio de una tecno-
que desarrollaba en Harvard, y solo en tercer logía reforzadora de una elementariedad com-
término por Mies van der Rohe, cuya fe ili- positiva o la expresividad recreadora de
mitada en la tecnología despertaba en él solo tradiciones artesanales) sería de aquí en ade-
una moderada atracción. lante un factor clave en el desarrollo de la ar-
Tras su retorno a la fascinación tecnocráti- quitectura de Borthagaray, que en las décadas
ca de los continuadores del International Style, del sesenta y del setenta iría otorgando ma-
Borthagaray antepuso una preocupación por yor preeminencia a las segundas por sobre las
adecuarse a las posibilidades que ofrecía la re- primeras. Si la radicalidad de la planta de la ca-
alidad argentina a través de una arquitectura sa Mazzoni (1961), realizada en Solana del Mar,
basada en el uso de modestos recursos y fuer- Punta del Este, junto a Solsona, prevalece por
tes connotaciones identitarias, como lo reco- u VISTA ESCUELA DELLA PENNA, DE BORTHAGARAY Y OTROS. sobre el Brutalismo corbusierano de la cubierta,
nocía en la Iglesia de Fátima de C. Caveri (v.), tras una moderada apelación al Empirismo
1956, y en los trabajos desarrollados por Sacriste del país, que van desde trabajos urbanísticos nórdico en el proyecto presentado junto a Ba-
(v.) y Vivanco (v.) en Tucumán. Esta perspectiva desarrollados junto a Jorge Enrique Hardoy en liero en el concurso de la Biblioteca Nacional
se volcaría a sus primeras obras, en las que apa- 1957, hasta el Complejo para la Facultad de In- (1962), la casa Ollé Pérez (1964) —aledaña a
rece la inquietud por trascender la estética ra- geniería de la Universidad Nacional del Nor- las Casas Berlinghieri de Bonet (v.) y la citada
cionalista, por ejemplo desacralizando el papel deste, tras imponerse en un concurso en 1958. Mazzoni—, de Borthagaray, Caparroz, Skor-
de la cubierta plana. Una temprana demostra- En 1959 se dirigió a Europa, interesado en nik y Valverdi, refiere al universo estético de
ción de ello es el chalet Winko en Punta del Es- indagar arquitecturas sensibles a efectos di- las Casas Blancas(v.), con el protagonismo ex-
te (1957), que realizó asociado con Baliero (v.) y ferenciales producidos por la luz natural, el uso presivo del muro por sobre la ininterrumpi-
Winograd (v.), a quienes los unía su común fi- de materiales artesanales —o técnicas cons- da fluidez de los espacios.
liación corbusierana, reflejada en esta obra en tructivas modernas capaces de admitir cierto Quizás una síntesis de las tendencias has-
la ventana corrida y los pilotis, aunque se su- tratamiento artesanal—, y su relación con el ta aquí evidenciadas, donde expresividad y tec-
mara a ello una cubierta de tejas coloniales. contexto natural. Esa serie de ideas lo orientó nología logran convivir, pueda encontrarse en

176 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bor bor
la Escuela Della Penna de Catalinas Sur, Bue- mó su estudio con Gastellu y Marré, cuya ac- dados del campo disciplinar, construyó una
nos Aires, donada por una empresa editorial tividad prolongada a lo largo del último tramo propia identidad, celebradora de lo que llama-
privada y construida en sociedad con Caparroz, del siglo XX se diversificó sumando a una ya ron el argentine dream.
Stornik y Valverdi, luego de imponerse en el tradicional participación en concursos, nume- En la aplicación de estas ideas, la diversi-
concurso organizado en 1965. Allí, las sutiles rosos encargos provenientes del sector priva- dad programática y de localización serán fac-
operaciones de alteración de un esquema claus- do. En 1967, el estudio realizó el Colegio Tar- tores claves para determinar la mayor o menor
tral enfatizan la elementariedad de dos tiras but, en Olivos, para la Asociación Judeo- fortuna alcanzada con la aplicación de esta es-
paralelas de aulas orientadas al norte, vincu- Argentina de Cultura y Educación, recurrien- tética. En tal sentido, la vivienda de interés so-
ladas por un sistema de rampas complejizadas do nuevamente al uso del ladrillo visto y a una cial, de baja densidad, un tema ampliamente
por sucesivos niveles de terrazas. Los autores volumetría escalonada. abordado desde 1971, cuando Borthagaray —
articulan la clara racionalidad del funciona- El acercamiento que progresivamente irá asociado con Manuel Acevedo— realizó el con-
miento con una nórdica voluntad expresiva, experimentando el estudio hacia una arqui- junto Altabarda en Neuquén, fue el que ad-
canalizada a través de un sofisticado sistema tectura abierta a una estética imbuida de un mitió con mayor naturalidad las cubiertas
de iluminación cenital que condiciona las ca- imaginario apoyado en signos de status y con- inclinadas y las tejas francesas, en tiras com-
racterísticas formales de la cubierta. venciones tradicionales, tuvo una clara mani- puestas por células extremadamente raciona-
Con la Escuela Della Penna, Borthagaray in- festación programática con las viviendas cons- lizadas. Algo que puede reconocerse en las pos-
troduce el debate post-CIAM, que apuntaba a truidas en Baradero por cada uno de los teriores intervenciones que Borthagaray llevó
redefinir las tradicionales estratificaciones fun- integrantes del estudio. Con el chalé de Bort- cabo con Gastellu y Marré, en los conjuntos
cionalistas, para establecer nuevas considera- hagaray (1974) dio comienzo una saga conti- habitacionales de Rufino (1974) y Presidente
ciones acerca la organización de los espacios. nuada por el de Gastellu (1975), y el de Marré Illia, Buenos Aires (1984). Más problemática
El tratamiento con materiales texturados de (1976), a través de la cual, el estudio, en su re- resultó esa estética ante la realidad metropoli-
la Escuela Della Penna y las exploraciones so- valoración de un conjunto de elementos po- tana, como lo demuestran edificios en propie-
bre la forma de proveer de luz natural por me- pularizados por una praxis empírica y margi- dad horizontal construidos en Buenos Aires
canismos no convencionales se prolongaron —Coronel Díaz y Juncal (1966-1969) y Ave-
dentro de la misma temática, cuando en 1965 nida del Libertador y República de la India
surgió el encargo de la Escuela Municipal en (1978)—, en los que la cubierta inclinada y las
Faro Norte, Mar del Plata —inaugurada en tejas marsella asumían el propósito de cualifi-
1966—, realizada por Borthagaray y Caparroz. car un programa especulativo a través de la re-
En este caso, la expresividad está dada por el creación de las mansardas francesas.
uso de ladrillo visto, madera, una cubierta in- El edificio en propiedad horizontal para la
clinada con tejas francesas y un sistema de aal- metrópolis porteña también reinstaló en Bort-
tianos escalonamientos de las aulas en la plan- hagaray la tendencia miesiana, ocluida por bús-
ta, que permite el ingreso de luz y que al quedas ancladas en miradas suburbanas o ru-
repetirse en el interior del edificio provoca va- rales, para generar adecuadas respuestas a
riaciones formales que redefinen la tradicio- través de experimentaciones tecnológicas que
nal distinción entre aula y corredor, devenido en Gelly y Obes y Copérnico (1978) incluyen
ahora en un espacio de usos múltiples. el uso de piezas hormigón premoldeado y un
Hacia 1966, tras desatarse el golpe militar, tratamiento formal de la esquina, deudor del
se vio interrumpido el inicio de varias obras The Economist de los Smithson. Dentro de es-
ganadas por concurso: el Hospital de Pediatría ta tendencia, hibridada a menudo por el uso
de Córdoba, el Hospital-Escuela de la Univer- de ladrillo visto, los mayores logros están cen-
sidad de la misma provincia —en el que había trados en el diseño de los espacios de expan-
trabajado asociado con Soto, Rivarola (v.) y Trai- sión —Grecia al 3561 (1967-1969), edificio Mi-
ne (v.)—, y la estación de ómnibus de Chasco- rabosque I y II de Avenida del Libertador y
mús. También el golpe interrumpió su acti- Buschiazzo (1967-1969), Santa Fe 1960 (1970-
vidad académica y política en la UBA, reiniciada 1975), Coronel Díaz 2257 (1977-1979).
en 1963, con la creación de un taller que aglu- A comienzos de los años ochenta, Bortha-
tinó el ala corbusierana: con Solsona (v.), Soto garay —junto a Linder y Le Pera (v.)—, creó el
(v.), Erbin (v.), Javier Sánchez Gómez (v.), Leiro Ateneo de Estudios sobre la Ciudad y la Ar-
(v.), y con su participación en el Consejo Di- quitectura. Luego de la normalización univer-
rectivo de la Facultad. sitaria iniciada en 1984, Borthagaray adquirió
Luego del golpe, Borthagaray trabajó en el un singular protagonismo en la Universidad de
estudio de Mario Roberto Álvarez (v.), encar- Buenos Aires, donde, además de reinsertarse
gándose de tareas proyectuales de la última eta- después de mucho tiempo de ausencia, se con-
pa que precedió a la inauguración del Teatro virtió en su decano. En ese período fue, ade-
General San Martín. más, presidente de la Comisión Municipal de
También en la década del sesenta, confor- u PROPIEDAD HORIZONTAL, EN AV. DEL LIBERTADOR, BS. AS. la Vivienda, consolidando con ello una activi-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 177


y trabajó en sus inicios como ingeniero jefe del
estudio Lavalle-Medici. Posteriormente se tras-
ladó a Rosario, donde trabajó en el Departa-
mento de Ingenieros de la Municipalidad.
En esa ciudad proyectó y construyó varias
residencias: 25 de Diciembre entre Córdoba
y Riobamba, y en colaboración con Ítalo Meli-
ga (v.) realizó las residencias de Giacomo y Luis
Pinasco en Córdoba y Bulevar Oroño. También
construyó, en Neorrenacimiento italiano, la re-
sidencia de Ángela Pinasco (1922-1926).

Bibliografía: L. Patetta (compilador). Architetti e in-


genieri italiani in Argentina, Uruguay e Paraguay.
Roma: Pellicani, 2002.

u DOS RACIMOS DE TORRES PROPUESTOS POR EL EQUIPO DE BORTHAGARAY PARA EL CONCURSO DE PUERTO MADERO. BOUDET, ENRIQUE. La Plata, 1905 – Íd., 1965.
Ingeniero. Obtiene en 1928 el título de in-
dad volcada hacia la gestión y la faz académica, luego con Eduardo Cajide, Alberto Farji, y Da- geniero civil en la UNLP, donde posteriormente
que prevaleció sobre su tarea estrictamente pro- niel Gombinsky, estudio cuya orientación, evi- cursó estudios de arquitectura.
fesional durante la década del ochenta. denciada en otros trabajos dentro esa temática,
Posteriormente, y luego de creada la Cor- se ve alcanzada por la impronta de la arqui- Desarrolló su actividad profesional en di-
poración Puerto Madero que esbozó el primer tectura catalana de los años ochenta y noventa cha ciudad entre los años 1928 y 1959. En un
Master Plan para ese sector de la ciudad de Bue- en ejercicios de una máxima racionalidad en primer momento presenta vinculaciones con
nos Aires, en 1990 Borthagaray, asociado con las células y volúmenes compactos, resaltado- el Art Déco y posteriormente trabaja dentro de
Gastellu y Marré, realizó el proyecto del edifi- res de la preeminencia de la caja muraria. la estética racionalista, produciendo alrededor
cio Tres Carabelas, un vasto complejo con la Desde 1992 trabaja asociado con Mederico de 400 obras, entre las que se destaca el Bal-
protagónica presencia de una torre de 85 pisos J. Faivre (v.) en la Universidad Nacional de Quil- neario Municipal de Salto. Desde los años cua-
a pocos metros de la Casa Rosada, por encargo mes (Bernal) en el reciclaje por etapas de un renta hasta 1950 actúa en la Dirección Gene-
de un empresario italiano. Con este ejercicio, vasto conjunto edilicio fabril, por etapas, en el ral de Escuelas de la Prov. de Buenos Aires y
reaparece en Borthagaray la más dura tenden- que, dentro de grandes espacios contenedores, proyecta una arquitectura institucional de Es-
cia miesiana, aunque aggiornada estéticamen- es resuelta una sistemática sucesión de aulas tado reconocible en obras de La Plata, Neco-
te para ponerse a tono con las nuevas exigen- y gabinetes de investigación, recurriendo a un chea, Chivilcoy y en prototipos de escuelas ru-
cias globalizadoras. Si bien la propuesta no fue elaborado manejo de técnicas y materiales en- rales. Perteneció a una generación de
materializada, representó una respuesta anti- fatizadores de una silenciosa elementalidad ingenieros que a partir del Racionalismo, pro-
cipatoria de las que, poco después, exhibiría en que no interfiere en la percepción de ese es- dujeron una masiva cantidad de obras en la
su trabajo premiado —en sociedad con Gaste- pacio contenedor, con sus grandes superficies ciudad de La Plata. P. S.- M. E. S.
llu, Marré, Rosellini y Doval—, en el concur- de ladrillo visto y cabriadas metálicas. Vale de-
so organizado en 1992 para la realización del cir que después de la Escuela Della Penna, nue-
definitivo Master Plan de Puerto Madero, don- vamente es la arquitectura para la educación- BOUDIER, JACOBO. S/d. Francés, ingeniero.
de a la continuidad de las arterias principales y la temática que le permite a Borthagaray Activo en Buenos Aires como técnico del Es-
a bloques espejados a los docks, en la otra mar- articular tecnología y expresividad, ahora bajo tado entre 1816 y 1819.
gen de los diques, sumaba sectores destinados la forma de una dicotomía que se desplaza tam-
a torres aisladas, que podría comprender a sus bién hacia una interacción entre lo nuevo y Llegado al Río de la Plata aproximadamente
Tres Carabelas, con los que trataba de articular lo viejo, la modernidad y la tradición. G. V. en 1816, comenzó a trabajar para el consulado
los beneficios higiénicos y ambientales de la vi- de Buenos Aires que le encomendó la direc-
lle verte corbusierana, al prolongar la ocupación Bibliografía: summa n.° 214, 1985. ción de las obras de vialidad realizadas por esa
tradicional de la manzana. El Master Plan abrió institución. En 1817 fue nombrado sargento
un largo debate que otorgó un papel central a mayor de ingenieros del ejército, pero conti-
Borthagaray en el campo urbanístico durante BOSCO, JUAN. Racconigi (Cuneo, Italia), 1852 nuó también su labor civil como director de
la década del noventa. - s/d). Arquitecto. Activo en Rosario a co- obras y docente de dibujo. En 1819, el Consu-
Entre los trabajos realizados en esos años, mienzos del s. XX. lado decidió suspender los trabajos públicos
se incluyen su abordaje de la temática del edi- que realizaba y por lo tanto cesó el sueldo de
ficio en Propiedad Horizontal —Torres Arti- Estudió en la Escuela de la Marina Militar Boudier, quien ese mismo año solicitó su re-
lleros y Pampa (1992), Torres Catalinas Sur en Génova y obtuvo el diploma de ingeniero tiro para volver a Francia.
(1992)—, en sociedad con Gastellu y Marré, y civil en Nápoles. Llegó a la Argentina en 1884 Boudier es recordado por la historiografía

178 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bor bou
a partir de un informe que el gobierno le so-
licitó acerca de la nueva fachada a construir
en el lado sur de la Plaza de Mayo, conocida
luego como Recova Nueva (1817-1832). En di-
cho informe puede constatarse por primera
vez una vocación de ruptura con la arquitec-
tura de raíz hispánica y la necesidad de un
cambio estilístico que diferenciara los nuevos
tiempos de la Revolución del período de do-
minio colonial. F. A.

Bibliografía: M. Buschiazzo. “Los orígenes del Neo-


clasicismo en Buenos Aires”. EN: Anales del IAA 19,
1966; M. H. Martín, A. S. J. De Paula, R. Gutiérrez.
Los ingenieros militares y sus precursores en el de-
sarrollo argentino (hasta 1930). Bs. As.: Fabrica-
ciones Militares, 1976.

BOURDON, ALBERT. Anseremme (Bélgica),


1881; s/d. Arquitecto. Realizó una amplia tra-
yectoria en Buenos Aires y en ciudades del
interior del país. Se destacó como especia-
lista en el proyecto y la construcción de salas
cinematográficas.

Estudió arquitectura en la Academia Real


de Bellas Artes de Amberes, de la que egresó
en 1902. Terminó su aprendizaje proyectual
en el estudio del arquitecto Georges Hobé y
participó, como ayudante del ingeniero War-
denier, en la construcción de la estación cen-
tral de aquella ciudad.
Luego de una corta temporada en Bruselas,
emigró a Buenos Aires y comenzó su trabajo
en la capital argentina en el estudio del arqui-
tecto lombardo Luis Broggi (v.). En 1907 abrió
su propio estudio. Entre 1907 y 1955 proyec-
tó y dirigió más de un centenar de obras, en-
tre ellas varias residencias particulares, igle-
sias escuelas haras, etc.; pero su trabajo de
mayor significación fue la realización de más
de cuarenta salas de espectáculos.
Desde el Academicismo francés hasta el Art
Déco, pasando por el Neogótico de la capilla
“Stella Maris” de Mar del Plata (1912) para lle- u DIBUJO DEL FRENTE DEL PORTEÑO TEATRO ÓPERA, EDIFICADO EN LA AVENIDA CORRIENTES.

gar a cierta atracción por el Racionalismo al fi-


nal de su carrera, Bourdon proyectó en múl- pez (1920), las cinco propiedades (demolidas) nos Aires los cines Argos (1935), Regio (1938),
tiples estilos. de A. G. Salas, ubicadas respectivamente en Palace Medrano (1939), Rex Flores (1939), Sui-
Según Van Beeck, su producción puede se- Juncal 1383 (1909), Arenales 1232 (1910), Mai- pacha (1940), Pueyrredón (1932), Gran Teatro
pararse en dos períodos. El primero está ca- pú 868 (1909), Suipacha 1168 81913), Rodrí- Ópera (1935) —su obra más conocida, inau-
racterizado por el uso del Academicismo fran- guez Peña 1231 (1913). gurada en 1936 y construida en el tiempo ré-
cés y la construcción de residencias privadas El segundo período comienza en 1923 y se cord de 9 meses con todos los últimos ade-
en Buenos Aires como los petit-hôtels de las ca- relaciona con su especialización como arqui- lantos técnicos—, Cine Roca (1937), cine teatro
lles M. T de Alvear 2454 (1913), R. Peña 538 tecto de salas de espectáculos. Durante ese año Ópera en Mar del Plata (1945). En el interior
(1911) y 233 (1917), los dos chalets de Jorge Sa- realiza la reforma del teatro Liceo en Buenos del país, Bourdon construyó el cine Alberdi de
avedra en Mar del Plata (1912) y en Vicente Ló- Aires. Posteriormente ejecuta también en Bue- Salta (1933), el Estornell en San Juan (1943), el

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 179


Cine Teatro Ópera de La Plata (1935), el Cón- sión municipal, se publicaron en el folleto “El te viaja a Europa e ingresa en la Real Acade-
dor de Mendoza. También en Capital Federal nuevo plano de la ciudad de Buenos Aires” (Bs. mia de Florencia. La enseñanza academicista
proyectó el teatro Solís (demolido), el Catalu- As., 1910). Las objeciones y principales polé- se proyecta luego en el rigor de su producción
ña (1924), el teatro Astral (1927), el cine Gran micas que despertó están resumidas en la pu- gráfica y en el historicismo de sus propues-
Sur (1944) y el Palacio del Cine de Lanús. En blicación del arquitecto Jaeschke (v.), Las Ave- tas arquitectónicas.
cada una de las salas realizadas, Bourdon apli- nidas (Bs.As.: s/e, 1912). En Alemania se interesó por la Deutsche
caba las últimas novedades en el campo de la En su juventud, Bouvard había colaborado Werkbund y por otras experiencias desarro-
acústica, calefacción, ventilación y normas de con Constant-Dufeaux en la construcción de lladas en las escuelas-talleres de artes y oficios,
seguridad. la iglesia de Saint Laurent y fue inspector de las cuales ejercerían una notable influencia so-
los trabajos públicos del barrio parisiense de bre las propuestas pedagógicas que Boveri ela-
Bibliografía: G. Van Beeck. “Albert Bourdon, el ar- Belleville. Colaborador de Alphand, fue nom- boró después para su aplicación en la Argen-
quitecto de los cines”. En: Revista del Consejo pro- brado arquitecto de la Administración Central tina (“Instituto Nacional de Artes Aplicadas”,
fesional de la Arquitectura N.° 2, 1992. de Bellas Artes y Fiestas. Construyó en 6 me- en colaboración con el Dr. Raúl F. Oyhanar-
ses 56 escuelas en diferentes barrios de París, te, La Plata, 1921; “El trabajo manual en la Es-
restauró el museo Carnavalet y le fue confiada cuela Argentina”, en colaboración con el prof.
BOUVARD, JOSEPH ANTOINE. S/d., 1840 - la construcción de los palacios municipales en Florencio Loyarte, 1930; “Un gimnasio de ini-
París, 1920. Arquitecto. Visitó la Argentina las exposiciones universales de 1878 y 1889, ciación vocacional”, 1946). Como crítico de ar-
varias veces entre 1907 y 1910, especial- en tanto que en la de 1900 fue director de Par- te escribe en diversas revistas tales como Atlán-
mente contratado por el gobierno para ela- ques y Jardines. Colaboró además en la orga- tida y El Hogar.
borar distintos planes urbanos. nización de las exposiciones de Bruselas, Ams- En 1917, desempeñándose como director
terdam, Chicago, Saint Louis y Melbourne. En de Paseos y Jardines de la Municipalidad de La
En enero de 1907 el Intendente Alvear con- 1892 fue nombrado comisario general de Fies- Plata, elabora una propuesta de rediseño del
trató a Bouvard, director de Obras y Paseos de tas Oficiales en reemplazo de Alphand y cin- Parque Saavedra de esa ciudad. Sobre un te-
París, quien llegó a Buenos Aires en mayo de co años más tarde, director y administrador del rreno de ocho manzanas, plantea una suerte
ese año y permaneció 6 semanas en el país. En Servicio de Arquitectura, Paseos y Vialidad de de gran jardín botánico a partir de una elabo-
ese lapso elaboró un plano con 32 diagonales París. A él se debe el diseño de los jardines del rada planimetría barroca, donde distintos sec-
para Buenos Aires, la urbanización de la Quin- Campo de Marte. J. T. tores de la parquización hacen referencia a jar-
ta de Hale, el proyecto sobre la futura Plaza del dines paradigmáticos de la historia: “desde los
Congreso, el trazado de la Exposición del Cen- Bibliografía: J. Tartarini. “Planes de transformación aéreos babilonios hasta los lacustres aztecas”.
tenario en Palermo, el proyecto de un Hospi- de Buenos Aires entre 1907 y 1913”. En: Jornadas Durante quince años trabaja en la propuesta
tal de 2.000 camas y, en septiembre de 1909, de Homenaje a José Luis Romero. Bs. As.: Centro Cul- de Jardín Científico de Punta Lara, en la cos-
otro plano con diagonales para la ciudad de Ro- tural San Martín, 1988 (original mecanografiado). ta del Río de la Plata. El proyecto apuntaba a
sario, también a pedido de su intendente. Los capitalizar la exuberante naturaleza de la sel-
fundamentos y características del plan para va marginal, la relativa densidad histórica de
Buenos Aires, redactados junto a una comi- BOVERI, ATILIO. Rauch, 1885 - La Plata, 1949. la zona de Ensenada y su compromiso perso-
Activo en la ciudad de La Plata durante la pri- nal con las actividades artísticas. Dentro del
mera mitad del siglo. Se desempeñó como conjunto, que incluía monumentos dedicados
artista plástico, escritor, docente, crítico de a figuras locales y nacionales, y funciones de
arte y arquitecto. apoyo alojadas en construcciones con formas
tales como caparazones de gliptodonte y nidos
En la segunda década del siglo XX comienza de hornero, se destacaban la Casa de los Ar-
Boveri su actividad como escritor, pintor y ar- tistas y el edificio para Insectario, Herbario y
quitecto. Se distinguen en su formación los Laboratorios, ambos resueltos según un ele-
elementos básicos que orientarán sus futuras mentarismo geométrico no exento de refe-
búsquedas: una visión científica de la natura- rencias historicistas.
leza --común al pensamiento positivista im- Realiza además el proyecto de una Ciudad
perante--, un marcado misticismo religioso que Arqueológica para Mar del Plata (1929), pro-
recorrerá principalmente sus ensayos (“Desde yectos de casas económicas y una propuesta
la bestia al ángel”, 1929; “Transmutación de de rediseño para el Parque Belgrano de La Pla-
los cuerpos”, 1932) y su obra plástica (Piedad, ta, en la que trabajó hasta el año de su muer-
San Francisco alucinado, etc.) y el eclecticismo te. A. O - F. G.
arquitectónico, como marco de referencia de
su práctica proyectual. Bibliografía: M. C. Garat. “Atilio Boveri”. En: Univer-
En este último campo se inicia junto al ma- sidad Nueva y ámbitos culturales platenses. s/l, s/e
estro italiano Francesco Aldo Parisi, con quien 1963; J. Marquínez. “Atilio Boveri: aspectos de su
trabaja en la decoración sobre temas bíblicos obra”. En: Revista de la Universidad, La Plata N.° 26:
u CINE TEATRO ROCA, SOBRE LA AV. RIVADAVIA, EN BS. AS. de la catedral de Buenos Aires. Posteriormen- UNLP, 1979-1980

180 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bou bra

u PALACIO DE JUSTICIA DE LA CIUDAD DE ROSARIO, DE BOYD WALKER. EL VOLUMEN ESTÁ PROFUSAMENTE ARTICULADO CON COLUMNAS, PILASTRAS, VENTANAS Y CORNISAS.

BOYD WALKER, H. Huddersfield (Inglaterra), dencias en Rosario. Revalidó su título en la Hasta el año 1705 trabajó Brasanelli en la
1864 - Rosario, 1910. Arquitecto. Activo en Universidad de Buenos Aires y fue miembro, iglesia de San Borja, siendo también de su au-
la Argentina a partir de 1886, año en que lle- además, de la London Architectural Associa- toría los altares y estatuas que adornaban di-
gó al país para trabajar en el Ferrocarril Cen- tion y de la SCA de la Argentina. cho templo. También le fueron encargados el
tral Argentino.Realizó además varias obras en proyecto y la construcción de las iglesias de los
Rosario. pueblos de Concepción, Itapúa y Loreto. Su ha-
BRASANELLI, JOSÉ S. J. Milán (Italia), 1659 bilidad como pintor y tallista en madera ha que-
Estudió en la Harrogate High School y el - Argentina, 1726. Arquitecto. Perteneciente dado consignada en distintos inventarios y do-
Ratcliffe College de Leicestershire. Realizó a la Compañía de Jesús desde el año 1680, cumentos de la Orden, no habiéndose
su práctica profesional inicial en estudios de fue, en opinión de Furlong, “el primer arqui- conservado hasta la actualidad casi ninguna de
arquitectura de Liverpool. A su llegada a la Ar- tecto de verdadera valía que vivió en el Río de las piezas por él ejecutadas.
gentina se instaló en Rosario, donde realizó los la Plata”; se desempeñó además como es- Con posterioridad a estas obras, tomó par-
talleres para el ferrocarril. Tras una estancia cultor y pintor. te alternativamente en la construcción de las
de un año en Canadá, trabajando junto al ar- iglesias de los pueblos de Santa Ana, San Ja-
quitecto Dunlop, volvió al país en 1893 y per- Su arribo al Río de la Plata tuvo lugar en vier y San Ignacio Miní, aunque se desconoce
maneció hasta 1902 en Buenos Aires. 1690, aunque solo desde 1696 se tienen noti- el grado de intervención que tuvo en estas dos
En 1910 se radicó definitivamente en Ro- cias de su actividad como constructor. A par- últimas. A. C.
sario, ciudad en la que desarrolló obras de im- tir de dicho año es posible constatar su inter-
portancia como el Palacio de Justicia, la prisión vención en las principales reducciones de Bibliografía: G.Furlong. Arquitectos argentinos du-
y los Cuarteles (estos últimos junto al arqui- indios, que ya desde 1607 construía la Com- rante la dominación hispánica. Bs. As.: Huarpes,
tecto John Currie). También actuó como con- pañía en el territorio que posteriormente sería 1946.
sultor del Hotel Savoy y realizó algunas resi- designado como Provincia del Guayrá.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 181


BREYER, GASTÓN. ta casas en solo seis años. El apogeo de su bles materiales.
labor se centra en el año 1910. La Iglesia de San Agustín, donada por Mer-
Buenos Aires, 1919. Arquitec- cedes Baudrix de Unzué (1910), participa del
to egresado de la FAU-UBA, Broggi llegó a nuestro país a los once años mismo clima de mesura y cordialidad de to-
dedicado a la docencia, la in- de edad y, luego de realizar estudios privados, da la obra de Broggi. Aquí, el estilo elegido rei-
vestigación y la escenografía. obtuvo el título de Competencia en Arquitec- tera la profunda italianidad espiritual de su au-
tura en la UBA. Era, sin embargo, un arqui- tor, para quien el Gótico italiano, al combinar
Fue profesor de Diseño y Sistemas de Co- tecto netamente italiano. Construyó princi- lo cristiano con lo clásico, era un verdadero ma-
municaciones en las facultades de Arquitec- palmente en la zona que hoy denominamos nifiesto de cultura.
tura de las universidades nacionales de Bue- macrocentro de Buenos Aires, cuyo valor in- El proyecto para el Circolo Italiano (publi-
nos Aires, La Plata, Mar del Plata, Rosario y mobiliario se incrementó de tal modo que la cado en la Revista de Arquitectura en 1917) es
Tucumán. En 1956 organizó el Departamen- mayor parte de la obra de Broggi ha sido de- otra muestra de las invariantes estéticas de la
to de Visión de la Facultad de Arquitectura molida para reemplazarla por casas de depar- obra de Broggi y su posibilidad de manejar dis-
de la UBA, que renovó la enseñanza de la dis- tamentos. tintas escalas de diseño.
ciplina en una orientación neo-bauhausiana. Desplegó una rica actividad social: fue El Ambulatorio Policlínico del Hospital Ita-
En 1960 estuvo a cargo de la organización miembro y vicepresidente de la SCA, miem- liano nos muestra a un Broggi perfectamente
del Instituto de Diseño en Rosario, el primero bro de la administración del Hospital Italia- compenetrado con las exigencias funcionales
orientado hacia una versión global de la tarea. no (para el cual construyó ad honórem el Am- a que deben responder sus edificios. El es-
Entre 1959 y 1966 fue director del curso pre- bulatorio Policlínico) e integrante de la quema conceptual del Ambulatorio está de-
paratorio de la Facultad de Arquitectura de la Comisión Permanente de la Habitación, crea- terminado por el correcto ajuste a las necesi-
UBA. Dedicado a problemas teóricos y meto- da por el Museo Social Argentino (v.). Publicó dades higiénicas, psicológicas y operativas del
dológicos, ha publicado estudios sobre morfo- artículos en la Revista de Arquitectura, en el vo- centro de salud. El lenguaje expresivo pone una
logía, heurística, ámbito escénico y estética. lumen Primer Congreso de la Habitación (1920) nota de belleza al conjunto, pero elude la ten-
y en otros medios. tación predicativa y la exageración monumen-
Sus obras arquitectónicas se desarrollan en tal. Los cortili, que separan los dos cuerpos del
BROCAL. m. Construcción de mampostería o de diversos estilos, por lo que cabe considerarlo edificio, además de cumplir su función “res-
mármol que se colocaba encima de las bocas un ecléctico: Italianizante (Salta 574), Acade- piratoria”, le otorgan intencionada escala hu-
de los pozos de agua o cisternas de aljibes. micista francés (Callao 850), Neorrenacentis- mana y calidad espacial.
ta toscano (Paraguay 772), Neogótico italiano Varias son las “casas de renta” construidas
Es común darle el nombre de aljibe única- (Iglesia San Agustín) e incluso Art Nouveau por Broggi, pero quizá sea su obra cumbre, y
mente al brocal, lo cual es un error. Los más (Esmeralda 1058) Sus mayores virtudes son: una de las más tempranas (1902), el edificio
antiguos eran sencillos, de ladrillo a la vista originalidad, delicadeza, calidad estética, sen- de La Inmobiliaria, sito en Av. de Mayo, en-
con dos parantes de madera y una viga hori- sibilidad poética. Buen constructor, era, sin tre San José y Sáenz Peña; un impresionante
zontal, de donde colgaba una roldana con so- embargo, más artista que técnico y tenía una volumen, rematado en sus dos esquinas por
ga y balde. En el siglo XIX comenzaron a ha- infrecuente sutileza para percibir el carácter cúpulas de esbelto diseño, y cuya fachada prin-
cerse de hierro, llegando a complejas obras de de los paisajes urbanos y producir diseños ajus- cipal posee una rica variación de aventana-
artesanía. También desde 1820 a 1930, llega- tados a su entorno, al que le otorga valores vi- mientos, coronada por una loggia formada por
ron de Italia brocales de mármol de Carrara suales inéditos y fuertes (por ejemplo, La In- arcos que descubren una pared interior reves-
hechos de una sola pieza con diferentes dise- mobiliaria Cía de Seguros, Juncal 1707, ubicada tida con mosaicos.
ños y ornamentos. Era habitual que tuvieran en el lugar llamado Cinco Esquinas). Durante su carrera, Broggi recibió diver-
una tapa con candado para cerrarlos. D. S. La lista total de sus trabajos excede las po- sos premios municipales de fachadas y hasta
sibilidades de estas breves líneas. Limitémo- el Gran Premio de la Exposición de Turín, en
Bibliografía: V. Nadal Mora. La herrería artística en nos a señalar, en primer término, las vivien- el año 1911. G. B.
Buenos Aires. das de Adolfo G. Salas y E. Viale (Arenales y
Uruguay, 1905, demolida), de César Cobo (Sui-
pacha 860, 1906, demolida), y la ya mencio- BRUTALISMO. m. Tendencia arquitectónica de
BROGGI, LUIS. Tradate (Varese, Lombardía, Ita- nada de Paraguay 772 (1909, demolida), todas origen europeo que tuvo importante influen-
lia), 1872 - Buenos Aires, 1959. En el con- ellas bien representativas de lo mejor de la cia en nuestro país en las décadas del cin-
texto del aporte italiano a la arquitectura ar- arquitectura doméstica de Broggi, en las cua- cuenta y del sesenta del siglo XX. Su momento
gentina, Luis Broggi ocupa un lugar destacado. les la fachada se resuelve en un sobrio estilo de esplendor se produjo al inicio de los años
Su obra se concentra en las décadas de renacentista italiano, coronada, a veces, por sesenta, siendo sus manifestaciones más im-
1900, 1910 y 1920. Ejerció la profesión en una loggia con columnas toscanas apareadas, portantes el Banco de Londres (hoy Lloyd’s
forma independiente, iniciando su trayectoria y un remate en forma de alero, de carácter muy Bank) y el edificio de la Biblioteca Nacional.
con gran fortuna, al haber ganado por con- florentino.
curso el encargo de realizar el edificio para la Párrafo aparte merece la casa de Juncal Su genealogía se basó en: 1) El legado de Le
Compañía de Seguros “La Inmobiliaria”. Tra- 1207, vivienda particular de Broggi, edificio de Corbusier; 2) El “Nuevo Brutalismo”; 3) El for-
bajó intensamente, concretó más de cuaren- estupenda factura, realizado con los más no- malismo norteamericano. Su marco de inci-

182 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bre bru

u JUEGO DE SIMETRÍAS

EN EL DIBUJO DE LA
FACHADA DEL EDIFICIO
“LA INMOBILIARIA”,
EN AVENIDA DE MAYO,
BUENOS AIRES.

u DETALLE DE LA FACHADA

DE “LA INMOBILIARIA”.
Y JUEGO DE CÚPULAS EN
UNA VISTA AÉREA DE LA
ZONA DE CONGRESO.

dencia abarcó los edificios institucionales de La idea de potencia contenida en la mani- cuerpo de doctrina, tal como sucedió con las
carácter cívico-educativo; la vivienda multifa- pulación plástica del HA, en el ejercicio de ex- vanguardias históricas, sino que se constituyó
miliar y la casa unifamiliar. presar lo gravitacional constitutivo de los ob- por la evidencia de los hechos construidos, mu-
jetos arquitectónicos, así como su capacidad chos de ellos propiciados por el sistema de con-
LA SENSIBILIDAD “BRUTALISTA”. de ser trabajados en el plano de la apariencia cursos nacionales de anteproyecto. En el pla-
La designación Brutalismo en arquitectura de acuerdo con un tratamiento de superficies no de las disposiciones espaciales, maximizó
refiere a las cualidades estéticas de aquellas muy variado, han dotado a los espacios de un el rendimiento funcional de las plantas con-
obras caracterizadas por el papel expresivo de carácter en los que se acentúan los aspectos so- centrando en pocos puntos la transmisión de
la estructura portante, la materialidad de los ciales, asimilables ética y moralmente. cargas, acentuando las condiciones de divisi-
elementos de arquitectura y su infraestructu- La arquitectura brutalista pone de mani- bilidad internas y externas, y dotando de un
ra de servicios, afirmando la presencia volu- fiesto una lectura crítica de las convenciones y tratamiento escultórico a columnas, pórticos
métrica, tectonicidad y contundencia de la obra, clichés del Estilo Internacional, al enfatizar la y/o escaleras, posibilitando dobles y hasta tri-
pero despojada de toda voluntad académica de búsqueda de una dimensión poética en la que ples alturas en los sitios donde las condiciones
representación. la luz, la magnitud de los espacios y las pro- metropolitanas demandaron un salto dimen-
Poniendo en evidencia el lenguaje cons- porciones imprimen a la obra calidades dis- sional significativo.
tructivo del hormigón armado, el ladrillo vis- tantes de la pretendida objetividad maquinis- Desde la perspectiva de la morfología ur-
to, el vidrio y en menor medida el hierro, la ar- ta. La obra brutalista debe exhibir las huellas y bana, el comportamiento de los edificios es au-
quitectura brutalista adquiere un sentido donde los rastros de su proceso de construcción co- tónomo, ya que instalan su propio concepto de
lo táctil y fenoménico centraliza la experiencia mo una nueva noción ornamental. ciudad sin más mediaciones que las restric-
espacial que propone. El Brutalismo nunca se presentó como un ciones concretas del lugar de su construcción.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 183


u CORTE DEL EDIFICIO GENEALOGÍA. de consistencia y solidez que la estética bruta-
“TELÉFONOS DEL ESTADO”, El Brutalismo reconoce tres fuentes de di- lista propuso.
EN BUENOS AIRES, DEL ferente significación y trascendencia. En 1951 el edificio de Teléfonos del Esta-
ESTUDIO SÁNCHEZ ELÍA, do, en la calle Corrientes (Buenos Aires) y el
PERALTA RAMOS Y 1) El legado de Le Corbusier. Lo es en dos edificio de Correos y Telecomunicaciones, so-
AGOSTINI. aspectos: por un lado, desde el Pabellón Suizo bre calle Luro en Mar del Plata; el primero
hasta la Unidad de Habitación de Marsella, en obra de SEPRA (v.); el segundo, concebido por
u ABAJO, DETALLE DE LOS las exploraciones y reflexiones programáticas arquitectos que trabajaban en oficinas del Es-
PARASOLES DE HORMIGÓN sobre la construcción de la vivienda colectiva; tado, como Francisco Rossi y J. Malter Te-
VISTO EN EL FRENTE DEL por el otro, en obras como Ronchamp, La Tou- rrada, son las primeras obras construidas en
EDIFICIO DE “TELÉFONOS rette, el Palacio de las Asambleas y el Secre- nuestro país que podernos considerar den-
DEL ESTADO”, DE SEPRA. tariado de Chandigahr, en un arcaísmo mo- tro de la primera de las tendencias mencio-
derno que pone de manifiesto los aspectos nadas. Es preciso hacer notar que ya en 1947
simbólicos de las referencias mítico-religiosas la revista La Arquitectura de hoy (versión cas-
en una nueva dimensión monumental. tellana de L´Architecture d’ aujourd’hui) ha-
2) El Nuevo Brutalismo. Concebido en In- bía publicado una nota sobre la Unidad de Ha-
glaterra en torno de las ideas de Peter y Allison bitación de Marsella.
Smithson, el crítico Reyner Banham, el fotó-
grafo Nigel Henderson, el artista plástico E. Pa-
olozzi y, en menor medida, James Stirling y
Denys Lasdun adhirieron al cometido ético que
suponía retomar la “tradición moderna”. Este
grupo de intelectuales criticaba el aislacionis-
mo provinciano de su país y acercaba sus pre-
ocupaciones al debate sobre la metrópolis y el
estricto control artístico y técnico de los objetos
arquitectónicos. Sus obras emblemáticas fue-
ron la Escuela de Hunstanton y The Economist,
un edificio de oficinas, viviendas y banco que
inauguró una reflexión entre los contactos de
la ciudad tradicional y la concepción moderna
de los CIAM. Sus ideas sobre la estructura ur-
bana (lo barrial y las entidades organizativas de-
nominadas clusters) incidieron en lo referente
al diseño urbano, siendo puestas en obras por
la acción del Estado mediante las políticas del
London County Councill, cuya expresión con-
creta fue el conjunto de viviendas en Sheffiel.
En este sentido, gran parte de lo planteado en u EDIFICIO DE TELÉFONOS EN MAR DEL PLATA.

términos de conjuntos habitacionales en Ar-


gentina durante la década del sesenta fue mo- Otras realizaciones locales de interés fue-
delizado por dicho referentes. ron el edificio de Correos y Telecomunica-
3) El Formalismo norteamericano. Aunque ciones para Corrientes y Santa Fe, 1953-1954,
de menor incidencia en las actitudes brutalis- de José Spencer (v.), tanto como el anterior de
tas locales, la hegemonía de lo morfológico y la los arquitectos Bianchi y Vidal para Mendo-
expresión de las arquitecturas de Saarinen, Paul za, de 1951.
Rudolph y luego Louis Khan, brindarían la po- En 1954, la oficina SEPRA (v.) iniciaba el
sibilidad de proyectar con otro soporte figura- proyecto para el Palacio Municipal de Córdo-
tivo. Primero Catalano (v.) y Caminos (v.) reco- ba, concluido en 1958. La intervención se ca-
rren este camino, que luego adopta en el inicio racterizó por la sobriedad y el equilibrio de los
de la carrera profesional M. Á. Roca (v.). dos volúmenes, en los que se diferenciaron las
funciones administrativas y ejecutivas. La pro-
EL BRUTALISMO EN EDIFICIOS INSTITUCIONALES. puesta, inicialmente resistida por su raciona-
Los edificios de las instituciones represen- lidad moderna frente a la ciudad histórica, re-
tativas de los procesos de consolidación de la significaba el lugar dándole otro sentido.
modernidad administrativa y tecnológica fue- Si el trabajo de SEPRA en Córdoba ensa-
ron particularmente permeables a la imagen yaba como posibilidad una noción de monu-

184 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bru bru
mentalidad moderna, esto fue posible por la cero y el sexto nivel se reorganizan los criterios
capacidad de los arquitectos de resolver en tér- de composición de un concepto de fachada que
minos de lenguaje aquellos aportes que a a par- ha sido desmenuzado y que se expresa a tra-
tir de la ingeniería estructural o la resistencia vés de las tres vigas cantilever sobre las que se
de materiales potenciaron la certeza de que se posan los últimos tres pisos. La noción de uni-
podían enfrentar los desafíos del desarrollo sin dad, y la relación de las partes con la totalidad,
nostalgias regresivas. rehúyen la síntesis formal buscada en otras ex-
La perspectiva brutalista en los centros cí- periencias; lo que se pone en relieve es el pro-
vicos (v.) o edificios gubernamentales se afir- cedimiento por medio del cual las partes de-
mó como una opción proyectual legítima, lue- finen el todo a partir de la singularidad y no de
go adoptada en los colegios y sedes bancarias. su subordinación a una idea o a un concepto
Entre los primeros destacamos el primer pre- genérico del que serían subsidiarios.
mio del concurso nacional de anteproyectos En Clorindo Testa (v.), la sensibilidad “bru-
para Sta. Rosa en La Pampa, 1954, trabajo de talista” se despliega manifestándose con ras-
A. Gaido, B. Davinovic, F. Rossi y Clorindo Tes- u LA BIBLIOTECA NACIONAL, DE CLORINDO TESTA Y OTROS. gos de mayor artisticidad que en otros profe-
ta (v.); en tanto que las oficinas provisionales sionales contemporáneos a su trayectoria. Sitúa
de gobierno en Misiones de R. Rivarola y M. Otro caso notable de exacerbación de tales su proceder en un campo de búsqueda en el
Soto (v.), de 1963, representaron el otro ejem- criterios se da en el Centro Kaiser. Aquí el pro- que se funden sus estudios pictóricos, escul-
plo claro en este grupo programático. En el te- tagonismo expresivo que tiene el sistema es- tóricos y arquitectónicos en un proceso de sín-
rreno de la edificación escolar, pueden desta- tructural es máximo: el edificio aparece seg- tesis. Su tendencia a manipular los materiales
carse: la Escuela Alem, en la Provincia de mentado en corte disolviendo la tradicional y los lenguajes, inicialmente de referenciali-
Misiones, concluida en 1963, de R. Rivarola, y tripartición (basamento, fuste y remate) en una dad corbusierana, ha ido variando conforme a
M. Soto (v.), y la Escuela de Comercio de la Uni- serie de capas sucesivas en las que se particu- las modificaciones del campo cultural en el pla-
versidad Nacional, en Córdoba, proyecto del lariza cada nivel con diferentes criterios de de- no local e internacional.
equipo 0. Bidinost (v.), J. Chute, J. Gassó, M. limitación. En contacto con el nivel de acceso, Así, en la producción de trabajos desarro-
Lapacó y M. Meyer, de 1960. la propuesta se resuelve con volumetrías ce- llados entre 1955, con el primer premio del
Una mención especial requieren algunos rradas de hormigón perforadas por aventa- Centro Cívico de Santa Rosa, junto a Davi-
trabajos de SEPRA: el segundo proyecto para mientos circulares de gran escala, saturando novic, Gaido y Rossi, asociados para proyecto
el edificio del diario La Nación (1959), la sede de masa construida la planta baja. En el ter- y dirección técnica, hasta la sucursal de Ro-
central del Banco de Londres y América del
Sud (1961), la planta industrial Parke Davis
(1961), el edificio para el diario La Razón (1962)
todos ellos en Buenos Aires También el Ban-
co de Londres y América del Sud, Sucursal San-
ta Fe (1962), el Banco Comercial del Norte
en Tucumán (1963) y el proyecto para el cen-
tro Kaiser (1965) en Buenos Aires En el te-
rreno doméstico se podría incluir en esta serie
la casa Rocha Blaquier (1963) en Punta del Es-
te, Uruguay.
Se advierte en estos trabajos la tendencia a
poner de relieve el papel expresivo de la es-
tructura, exaltando su potencialidad para libe-
rar las plantas y colgar entrepisos, o enfatizando
las vigas de borde para generar líneas hori-
zontales dominantes. No cabe duda de que
es el Banco de Londres el que concentra sobre
sí una complejidad de lecturas que lo posi-
ciona como una de las obras más importantes
de la arquitectura contemporánea argentina.
Es interesante revisar las traducciones que aun
dentro del propio estudio se plasmaron de tan
singular e irrepetible obra. En la sucursal San-
ta Fe del BLAS y en el Banco Comercial del
Norte es evidente este referente en la repro-
ducción de esa sensibilidad, aunque en con-
textos y escalas diferentes. u EL PÓRTICO DE ACCESO Y LA PIEL DE HORMIGÓN DEL EDIFICIO DEL EX BANCO DE LONDRES, DE CLORINDO TESTA Y SEPRA.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 185


sario del Edificio Olivetti Argentina, de 1977, entre la expresión ciclópea de los modos de vin- ca hacia los signos de una tradición maquinista
junto a M. Cesari, H. Lacarra y M. L. Net, se culación vertical y las fachadas vidriadas en di- exhibida hasta en sus mínimos elementos de
planteó un proceso de trabajo en el que fue ferentes versiones de cerramientos. articulación, exaltando las potencialidades de
posible observar desde la potencia expresiva Otras oficinas de arquitectura muy activas la relación entre diseño industrial y la arqui-
del Monumento a Battle y Ordóñez, al ya re- en la década, tuvieron expresiones cercanas a tectura. En esta dirección encontramos traba-
ferido Banco de Londres junto a SEPRA, pe- la sensibilidad “brutalista”. La firma Manteo- jos como los de Baudizzone, Díaz, Erbin, Les-
ro sobre todo a la Biblioteca Nacional (1962) la, Sánchez Gómez, Santos, Solsona, Viñoly tard, Varas (v.) y Casiraghi, Cassina y Frangella
con A. Cazzaniga de Bullrich y F. Bullrich (v.), (v.) realizó las obras del Banco de la Ciudad (v.), aunque ya de menor envergadura concep-
una exaltación de lo morfológico en términos de Buenos Aires (1969) en la calle Florida con tual y expresiva.
dimensionales, cercano tanto a las propues- criterios de manifestar los aspectos construc-
tas de Cumbernauld como a los de los meta- tivos en su desnudez, resaltando así la espa- EL BRUTALISMO EN LOS CONJUNTOS
bolistas japoneses. cialidad y liberando a los muros del carácter HABITACIONALES
Estas actitudes se han atenuado hasta casi delimitativo respecto de la calle. En el contexto de la arquitectura entendi-
desaparecer, como en el Banco Holandés Uni- En esta serie, en la que se incluía la sucur- da como servicio social, la sensibilidad “bru-
do (1976), con M. A. Cesari y M. Net. En esta sal Retiro (1970), la de Patricios (1969) y la de talista” se hizo presente en una serie de tra-
línea encontramos el Campus de la Fundación Flores (197l), se profundiza el procedimiento bajos de diferentes estudios. El marco de la
Bariloche (1964) con el matrimonio Bullrich, de otorgar un valor estético a los muros me- vivienda masiva exigía sobriedad expresiva,
la mención del concurso nacional de antepro- diante los usos intensivos del ladrillo de vidrio, automantenimiento y bajos costos, agregán-
yecto para la Cámara de Diputados (1966) con en contraste con los elementos de hormigón dosele a ello una sistematización en el rendi-
SEPRA; el segundo premio de la Unión In- en los núcleos verticales, vigas y columnas. Es- miento de los aspectos estructurales e infra-
dustrial Argentina (1968) con SEPRA; la men- tos trabajos, con referencia explícita a La Mai- estructurales.
ción del Edificio para Cancillería (1972) con H. son du Verre de Pierre Chareau, a la Escuela En un sentido organizativo, propuestas en
Lacarra; el tercer premio para el Auditorio de de Hunstanton de los Smithsons o las reali- las que se han podido identificar aquellas pre-
la Ciudad de Buenos Aires (1972) junto a H. zaciones de Mies Van der Rhoe en el MIT, se misas estéticas aspiraron a generar sistemas
Lacarra y el primer premio del Edificio de Ae- confrontaban con las presencias ciclópeas de de relaciones diferenciadas con los espacios
rolíneas Argentinas (1974) con H. Lacarra y F. SEPRA, Soto y Rivarola o Clorindo Testa. públicos de la ciudad concreta. La consisten-
Rossi. En esta serie se acentúan los contrastes Esta opción marcó una disposición cróni- cia formal de las intervenciones supone una

u LADRILLOS DE VIDRIO Y PERFILES METÁLICOS EN EL BANCO MUNICIPAL DE BUENOS AIRES, UBICADO EN PLENA “CITY” PORTEÑA, DEL ESTUDIO MSSGSV.

186 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bru bru
noción de ciudad alternativa a las del zoning
y a la manzana de la tradición hispánica. Las
estructuras de orden en tramas o racimos de
tiras, torres o edificios laminares constituye-
ron un paisaje urbano en los que la magni-
tud y el efecto de masa, contrastaba en alturas,
densidades y configuración con el contexto. Al-
gunos ejemplos son el conjunto de viviendas
Rioja (1969, de Solsona & Co., y el conjunto
habitacional Lugano I y II (1973), de la Comi-
sión Municipal de la Vivienda, municipio de
la Ciudad de Buenos Aires.
La fuerte influencia de las intervenciones
del Greater London Council en Gran Bretaña
era obvia. El Estado de Bienestar dotaba de una
imagen de repetición y contundencia y temas
dominados por la optimización de los están-
dares de uso, construcción y recepción. La me-
galomanía y la opulencia de ciertos edificios
institucionales, adoptó esta arquitectura para
su configuración general.
Casas encaladas. La vivienda unifamiliar
fue especialmente receptora de la lección ex-
presiva de Ronchamps (Le Corbusier) y las ca-
sas Jaoul. Una nueva condición en la histori-
cidad de la construcción de modelos ya se había
desplegado en el último L.C. y con las ideas del
Team X, sobre todo con Aldo Van Eyck.
El privilegiar los aspectos particulares de
la percepción y sensibilidad en los lugares
de los sectores medios implicó una mirada
menos determinada por el imperativo del pa-
radigma maquinista y concentrada en los as-
pectos vivenciales y emotivos, donde lo exis-
tencial fenomenológico ocuparía el centro
de las consideraciones.
Las puertas de la historia se reabrían para
revisar el pasado de la tradición hispanoame-
ricana y también la recurrencia a las arqui-
tecturas vernáculas (sin arquitectos).
Una vez más, la hibridizada cultura arqui-
tectónica local tradujo a la manera del “crisol
de razas” una diversidad de referencias ca-
racterísticas. Coexistieron interpretaciones co-
mo las de Clorindo Testa en la casa Michel
(1967), la casa en Vicente López (1971) o la
Di Tella en Belgrano, junto a las casas en San-
ta Teresita o la vivienda Obrera (1964) de
MSGSS; así corno la casa Wright (1964) de
Mario Goldman, Horacio Ramos y Jorge Er-
bin, o la Casa Rocha Blaquier (1963) en Pun-
ta del Este, de la firma SEPRA. Aunque sin du-
da estas manifestaciones fueron deudoras, entre
otras ya mencionadas, de la incidencia de los
trabajos de Claudio Caveri (v.), Eduardo Ellis
(v.), los escritos de Rafael Iglesia (v.) y su parti-
cipación en el grupo Onda (v. Casas blancas). J. M u HORMIGÓN Y LADRILLO EN EL CONJUNTO HABITACIONAL “RIOJA”, EN BUENOS AIRES, DEL ESTUDIO MSSGSV.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 187


BUENOS AIRES. Es la metrópolis más impor- cios oscilantes: unas veces se la ha conside- miento y terminó sitiada e incendiada.
tante de la República Argentina y una de las rado el polo modernizador y civilizador de la Sin embargo, la región del Río de la Plata
más grandes de Latinoamérica, con una ex- Argentina, la “Atenas del Plata”, tal como era volvería a cobrar importancia. El desarrollo de
tensión urbanizada de aproximadamente 4000 frecuente denominarla en los momentos de Asunción –fundada en 1537–, junto con las ne-
km2 y una población que supera los 12 millo- auge modernizador en el siglo XIX; otras ve- cesidades de las ciudades interiores que se ve-
nes de habitantes (de acuerdo con el censo ces fue vista como un organismo enfermo, nían fundando en el actual territorio argenti-
de 2001). Cuando se habla de Buenos Aires que logró su progreso a expensas del atraso no por excursiones provenientes de Perú y
en términos urbanos, debe considerarse el de las provincias, la “cabeza de Goliat”, de Chile, generaron una nueva demanda: abrir
conjunto metropolitano, aunque muchas de acuerdo con la figura propuesta en 1940 por las “puertas de la tierra”, favoreciendo la co-
sus circunstancias históricas han sido deter- el escritor Ezequiel Martínez Estrada. municación con España a través de una salida
minadas por su división jurisdiccional en dos al mar. Asimismo, los animales abandonados
sectores diferentes: el núcleo, la ciudad capi- 1. EL PERÍODO COLONIAL: SIGLOS XVI A XVIII. por los españoles se habían reproducido en
tal del país (llamada desde 1994 Ciudad Au- la llanura, formando un ganado cimarrón que
tónoma de Buenos Aires), de 200 km2 y Las dos fundaciones. La ciudad de Buenos Ai- podía ser explotado. Se le encargó a Juan de
2.776.000 habitantes, y la serie de coronas res fue fundada como parte de la expansión eu- Garay, que en 1573 había fundado Santa Fe (v.),
urbanas y suburbanas, producto de la expan- ropea sobre América, en el extremo de una red la tarea de fundar esta ciudad-puerto. Lo hizo
sión tentacular de la ciudad a lo largo del si- urbana colonial que tenía su centro en el inte- en 1580, una legua al norte del sitio aproxi-
glo XX, dependientes política y administrativa- rior del continente (Lima y Cuzco). La Corona mado del primer intento, sobre la barranca de
mente de otro estado, la Provincia de Buenos castellana había encomendado en 1534 a Pe- frente al río. La llamó ciudad “de la Trinidad”,
Aires; el conglomerado urbano se extiende ac- dro de Mendoza la conquista y población del dejando el nombre “Santa María de los Bue-
tualmente a través de 33 partidos provincia- territorio al sur de la gobernación de Almagro nos Ayres” para el puerto.
les, llegando en sus extremos a Escobar y Pi- La segunda fundación cumplió en térmi-
lar al Norte, Gral. Rodríguez al Oeste y Esteban nos generales con las Leyes de Indias (v.) de
Echeverría al Sur, uniéndose en el SE con el 1573, compendio y sistematización de norma-
Gran La Plata (formado por la ciudad de La tivas parciales y experiencias anteriores: el pla-
Plata, capital de la Provincia, Berisso y Ense- no de repartición de solares muestra un rec-
nada). La metrópolis está recostada sobre la tángulo amanzanado de 144 manzanas de 140
margen derecha del Río de la Plata, en un fren- varas de lado separadas por calles de 11 varas
te de casi 100 km de extremo a extremo, a de ancho; el lado mayor de 16 manzanas apo-
25 m sobre el nivel del mar, en la frontera flu- yaba sobre la barranca frente al río (en direc-
vial de la llanura pampeana. Se encuentra so- ción norte-sur) y el lado menor de 9 manza-
bre una meseta, limitada por una barranca de nas se internaba hacia el oeste; se designó como
escasa dimensión vertical que se continúa en Plaza Mayor la manzana central sobre la ba-
300 km desde la boca del río Carcarañá, u EL FUERTE Y LA CUADRÍCULA DE BUENOS AIRES, EN 1708. rranca, disponiendo alrededor los principales
afluente del río Paraná, hasta el Riachuelo- edificios: cabildo, iglesia, casa del gobernador.
Matanzas, afluente del Plata; otros dos sis- (Nueva Toledo), para iniciar una empresa co- La zona próxima a la plaza se destinó a la edi-
temas hídricos forman parte del área metro- lonizadora que permitiera encontrar las fuen- ficación, a razón de un cuarto de manzana por
politana: los de los ríos Luján y Reconquista, tes de metales preciosos y poner fin a la avan- poblador; el resto de las manzanas, a razón de
también con drenaje en el Plata. zada portuguesa sobre la cuenca del Plata. En una por poblador, se destinó a los servicios de
ese marco, Pedro de Mendoza estableció en cada uno (habitación de los indios, zona de tra-
La ciudad fue fundada por Pedro de Mendo- 1536 la población de Santa María del Buen Ay- bajo, etc.). El damero estaba rodeado por el eji-
za en 1536, pero esa población fue rápida- re en un lugar que no ha podido precisarse, do, las tierras de provecho común, rodeadas
mente destruida; la refundó en 1580 Juan de aunque se presume localizado en las cercaní- a su vez de tierras para el cultivo y la cría de ga-
Garay. Su desarrollo metropolitano explosivo as del Riachuelo, sobre la barranca, en las in- nado, entregadas en franjas de 350 a 500 va-
se produjo a partir de las últimas décadas del mediaciones del actual Parque Lezama, o en ras de frente por 1 legua de fondo en usufruc-
siglo XIX, desde los 180.000 habitantes que el Bajo. to privado a los pobladores. Fuera de ese radio,
en 1869 poblaban una superficie aproxima- La primera Buenos Aires era un estableci- las franjas de tierra entregadas fueron mayo-
da de 20 km2, hasta las dimensiones actua- miento precario, de aproximadamente una ha, res, dando origen al trazado de las futuras es-
les, manteniendo el ritmo de crecimiento po- rodeado por un muro de tierra de escasa soli- tancias ganaderas.
blacional elevado, en relación con el resto del dez. La región carecía de poblaciones indíge-
país, hasta 1970. El desequilibrio de la ciu- nas estables y esa ausencia es considerada una Una ciudad comercial en un extremo del mun-
dad con el resto del territorio metropolitano y de las razones del fracaso de la primera po- do colonial. Durante un largo período Buenos
con el resto del país, debido a la concentra- blación, aunque también debe tenerse en cuen- Aires fue apenas la puerta trasera de una ru-
ción histórica de las funciones gubernamen- ta la política agresiva de los españoles frente a ta comercial lejana. Todas las posibilidades de
tales, el poder económico y las manifesta- los indios nómades que recorrían la región desarrollo de la ciudad radicaban en el co-
ciones culturales en la reducida superficie de (querandíes). De modo que la población no pu- mercio, pero tal actividad no podía sino ser
la ciudad de Buenos Aires, ha producido jui- do resolver los problemas básicos de abasteci- marginal, ya que la ruta de la riqueza minera

188 Nuevo Diccionario de Arquitectura


bue bue
establecida por la Corona se dirigía a Lima y el del Paraguay, tejas y ladrillos de horno. 1803 se construiría la Recova.
monopolio español impedía que otros puertos Los dos núcleos en torno de los cuales se La característica de todo este período es la
buscaran salidas comerciales autónomas. organizaba la vida urbana fueron el puerto, ubi- pobreza y la precariedad, lo que explica la au-
En 1617 se dividió la extensa Región del Río cado en el Riachuelo, y la Plaza Mayor. En el sencia de un plan mínimo de obras públicas.
de la Plata, formándose dos provincias, del Pa- centro de la ciudad, la zona de mayor desarro- En 1605 se contabilizan 625 habitantes; en
raguay y del Río de la Plata, cuyas capitales fue- llo inicial fue al sur de la plaza, con la concen- 1622 cerca de 1.000; más de un siglo después,
ron Asunción y Buenos Aires, respectivamen- tración de edificios religiosos y gubernamen- en 1744, esa población se multiplicaba por
te. Como sede de gobernación, el rol de Buenos tales; allí se instalan las principales iglesias, diez; y en 1776, los habitantes llegan a casi
Aires en el esquema imperial era proteger la San Francisco, Santo Domingo y la Compañía 25.000. La vida política municipal se centra-
retaguardia del sistema de comercialización de Jesús (v. Colonial, Arquitectura). Al oeste de la Pla- ba en el Cabildo, que se componía de dos al-
español, aunque tenía vedado el comercio de za se construyó en 1607 un edificio que de- caldes, seis regidores y una serie de funcio-
ultramar. Sin embargo, la marginalidad de los bía servir de cabildo y cárcel; su precariedad narios designados por la Corona o el
circuitos principales del comercio español y el hizo que a lo largo del siglo XVII se sucedie- gobernador, todos ellos elegidos anualmente
hecho de que la ruta atlántica era más corta, le ran nuevas construcciones, siendo el edificio entre los vecinos españoles o criollos.
permitieron irse convirtiendo en el centro de definitivo de 1725. Al norte de la Plaza se ins-
un funcionamiento económico regional ba- taló en 1603 la iglesia que en 1620 se elevaría Capital del Virreinato del Río de la Plata: la trans-
sado en el contrabando. a Catedral, cuando se creó el Obispado de Bue- formación borbónica. La estrategia política que
El desarrollo residencial de la ciudad se rea- nos Aires; desde esa fecha sufrió una cantidad inauguran los Borbones durante la segunda
lizó hacia el oeste del plano de Garay, en tor- de reconstrucciones hasta el edificio actual, mitad del siglo XVIII en relación con sus po-
no del eje central de la actual calle Rivadavia, construido en 1791 con una fachada clasicista sesiones americanas incluye una reorganiza-
ya que hacia el sur y hacia el norte estaba li- de 1822. Al este de la Plaza, donde hoy se en- ción administrativa, militar y comercial. Con-
mitado por los pequeños arroyos llamados “ter- cuentra la casa de gobierno, desde fines del si- solidar la autoridad del monarca, frenar el
ceros” y por los vastos terrenos de inundación glo XVI se sucedieron una serie de construc- avance extranjero en la zona y controlar el con-
del Riachuelo al sur y los esteros de la costa ciones transitorias que debían cumplir la trabando fueron los objetivos de la creación de
al norte. Las construcciones privadas iban sur- función de fuerte. La Plaza Mayor (v.) misma, una nueva entidad política, el Virreinato del
giendo en forma desordenada y con materia- a pesar de ser el centro de la vida urbana, fue Río de la Plata, en 1776; Buenos Aires, por su
les pobres; lentamente se generalizó el uso del durante el siglo XVII y buena parte del XVIII ubicación geográfica en las puertas de la cuen-
adobe y comenzaron a introducirse maderas apenas un “hueco” en la edificación; recién en ca, se convirtió en su capital natural. La jerar-

u PANÓRAMICA DE BUENOS AIRES, DESDE UNA DE SUS PUERTAS DE ACCESO. LA AVENIDA 9 DE JULIO UNE EL NORTE Y EL SUR DE LA CIUDAD. EN EL CENTRO, EL MÍTICO OBELISCO.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 189


neró en los núcleos dirigentes de la ciudad es-
ta novedosa situación se demostró –una vez
terminada la coyuntura bélica– infundado, sir-
vió para generar un nuevo imaginario sobre
Buenos Aires: una ciudad capaz de ocupar de
manera rápida un rol decididamente central.
La intensidad de la vida urbana que se reveló
a partir de 1806, con la militarización colecti-
va y la victoria frente a las expediciones mili-
tares británicas, ayudó a construir una di-
mensión complementaria: el mito de un
“destino rector” que apuntalaba la idea de un
futuro de grandeza para la ciudad y el territo-
rio a ella subordinado.

2. LA CIUDAD INDEPENDIENTE: PROYECTOS


Y REALIDADES, 1810-1852.

La ciudad regular: ciudad y política en el perío-


do rivadaviano. Durante la primera década re-
u PLANO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, REALIZADO EN ENERO DE 1783. volucionaria aparecen indicios de que aque-
lla voluntad transformadora, forjada en la
quización de la ciudad, asiento ahora de fun- mente no previstas en el trazado, que obede- última etapa de la administración borbónica,
cionarios, burocracia y tropas modifican y am- cen a donaciones realizadas por particulares comenzaba a encarnarse. Una serie de decre-
plían su estructura. El plano de 1782 da cuen- que pretenden valorizar los terrenos aledaños tos del Ejecutivo esbozaron la necesidad de for-
ta de esta transformación: la ciudad posee de su propiedad y buscan crear nuevos secto- mar un catastro urbano y territorial, fomentar
25.000 habitantes y las manzanas totalmen- res de mercado para los barrios que surgen en la inmigración, aplicar la estadística y otras me-
te construidas son 140. Su consolidación es la periferia. La presión especulativa de una eli- didas que transparentaban una disposición fa-
más notoria hacia el sur de la plaza central, te comercial que empieza a encontrar en la po- vorable hacia el desarrollo de la ciudad y del te-
donde se concentra la nueva elite virreinal. sesión de la tierra urbana un modo de diver- rritorio adyacente. Sin embargo, es necesario
La reorganización administrativa incluye sificar su riqueza también se ejerce sobre el aguardar la experiencia de gobierno provincial
una reestructuración urbana, basada en las me- suburbio que, durante el siglo XVIII, pierde de Buenos Aires (1821-1825), así como la bre-
didas que Carlos III había implementado en su carácter de tierra pública o ejido (v.) y, con ve presidencia de Bernardino Rivadavia (1826-
la capital peninsular, recreando ciertas inno- autorización del Cabildo, es vendido a parti- 1827), para que se puedan poner en práctica
vaciones ya establecidas en los tratados de po- culares influyentes. una serie de disposiciones concretas tendien-
licía de la primera mitad del siglo XVIII: sis- A fines del siglo XVIII, el conflicto bélico tes a la transformación urbana. Dicha trans-
tematización del alumbrado público, que afectaba a España impuso el aislamiento formación se ligaba a la modificación del sis-
pavimentación de las calles centrales, regula- de la metrópolis con sus posesiones america- tema político y al rol que la ciudad debía poseer
ción del tránsito, erradicación hacia las afue- nas y obligó a una serie de medidas que libe- dentro de la organización del nuevo Estado pos-
ras de la ciudad de las actividades considera- raron de hecho el tráfico marítimo, otorgando revolucionario, en un momento en que su si-
das “malsanas”, como los mataderos, las a la ciudad porteña un papel de centro de in- tuación de capital, adquirida durante el Vi-
fábricas de velas, los cementerios, etc. Pero es- tercambio. Si bien el optimismo inicial que ge- rreinato, era abiertamente cuestionada por el
ta normativa virreinal encontrará dificultades resto de las provincias.
importantes para ser implementada, sobre to- Dos ideas centrales guiaron la gestión de
do por la resistencia de los vecinos. la ciudad durante ese período. En primer tér-
La renovación urbana incluye la construc- mino, la noción de que organizando regular-
ción de algunos edificios como el Consulado, mente el espacio físico es posible ordenar el
el Mercado de la Recova, así como la organi- funcionamiento de las instituciones y, con ello,
zación incipiente de un espacio público que in- transformar el comportamiento social, modi-
cluye el Paseo de la Alameda (v.) y los edificios ficando radicalmente la estructura política he-
del Teatro y la Catedral, que se inician enton- redada. En segundo término, la creencia en
ces. Pero si el impulso hacia la reorganización que esta nueva forma física debe servir para
urbana desde el Estado no resulta tan exitoso consolidar y ampliar la estructura material de
en el mediano plazo, nuevos factores aparecen Buenos Aires hasta transformarla en una “gran
en la dinámica del crecimiento urbano. En las ciudad”, capaz de encarnar un proyecto polí-
afueras de la ciudad se crean plazas, como la tico que colonizara la totalidad del territorio.
nueva de Amarita o la de Monserrat, original- u RECOVA PORTEÑA, ACUARELA DE PELLEGRINI. Sobre este par de ideas parece descansar el

190 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bue bue
programa subyacente de organización urba- en el área de San Telmo –que se unifica en es-
na e institucional presente en el discurso de te período con el resto de la ciudad–; y hacia
los llamados rivadavianos: la “Atenas del Pla- el norte, siguiendo algunas arterias centrales
ta” debía ofrecer a las demás provincias el como Suipacha y Florida. Los nuevos barrios
ejemplo de un orden regular en la organiza- supusieron la creación de un hábitat caracte-
ción tanto física como política. rístico, marcado por la presencia de una nueva
Desde fines de 1821 puede observarse una tipología habitacional, la casa chorizo (v.), que
acción constante dedicada a ampliar y especia- los diferenció abiertamente del área central.
lizar los mecanismos de gestión de la ciudad: Los nuevos edificios públicos fueron pocos,
se crea el Departamento de Ingenieros Arqui- ya que la política adoptada consistió en la reu-
tectos (v.), el Departamento de Ingenieros Hi- tilización de edificios representativos del po-
dráulicos (v.) y el Departamento Topográfico (v.); der español (como el Fuerte, el Cabildo, o el
se transforma el cuerpo de policía, incorporando Consulado); entre las nuevas construcciones
funciones de policía sanitaria y edilicia. No se- se destacan dos que marcan, además, las res-
rían ya los miembros de la elite letrada los res- u PROYECTO DE ORNAMENTACIÓN DE LA PLAZA DE MAYO. pectivas actitudes políticas: el pórtico de la Ca-
ponsables absolutos de la gestión de la ciudad; tedral y la Sala de Representantes.
un grupo de técnicos extranjeros, relacionados trucción de un puerto (v.). Con ese propósito se En el convulsionado período de las guerras
en su mayoría con la École Polythecnique fran- había creado el Departamento de Ingenieros civiles de 1820, la elite porteña había asumido
cesa, eran ahora los encargados de llevar a ca- Hidráulicos y contratado a James Bevans (v.) una actitud cautelosa, reorganizando las insti-
bo esta política. El discurso específico propio en Londres. Los proyectos no pasaron de sim- tuciones urbanas desde una jurisdicción pro-
de este tipo de saberes comienza a constituir ples esquemas, aunque fijaron alternativas téc- vincial y renunciando a su rol interregional.
lentamente un campo autónomo a la vez que nicas que serviría de base a la resolución del Hacia 1826, en cambio, muchos creyeron que
logra amplias coincidencias con los grupos di- problema en la segunda mitad del siglo XIX. había llegado el momento de reinsertar la “Ate-
rigentes, algo que no será fácil encontrar en el Otra serie de disposiciones complementa- nas del Plata” como núcleo fundante de un or-
futuro de la gestión urbana. rias a la regularización de la trama buscaba con- den político distinto. En el inédito contexto
Esta nueva instancia tomó la forma de un trolar y organizar los usos y los flujos en los es- abierto por el reconocimiento británico y por
esquema general de intervención, cuya primera pacios públicos o privados desde el punto de la iniciativa de reorganización del Congreso
operación fue la confección, en 1822, de un vista de criterios higiénicos. Así nació el prin- Constituyente, pareció posible relanzar el pro-
plano topográfico -ejecutado por el ingeniero cipio de zonificación que creó un bulevar de cir- yecto de Buenos Aires como capital nacional.
Felipe Bertrés- (v.), con el objeto tanto de re- cunvalación (Callao-Entre Ríos) para separar la La radical medida implicaba subordinar a
presentar la realidad existente como de fijar los parte central de la ciudad y generar un anillo la ciudad-capital un territorio federal que iba
lineamientos de organización del territorio ur- de áreas de servicios en los suburbios; se for- desde Las Conchas (Tigre) hasta el puente de
bano. Así se definió un recinto urbano forma- mó una serie de plazas que comenzaron a fun- Márquez, y desde este, tirando una línea pa-
do por las calles Entre Ríos-Callao al oeste, Pa- cionar como mercados de concentración y se ralela al Río de La Plata, hasta el de Santiago
tagones (Caseros) al sur y Santa Cruz (Arenales) planteó una subdivisión clara entre las dife- (Ensenada). Un nuevo territorio federal, que
al norte, incorporando una amplia zona su- rentes vías de comunicación que llevaría a de- incorporaba todos los puertos de la región,
burbana al sector central de la ciudad, como finir las avenidas (San Juan, Independencia, Ri- acompañado por la división del resto de la Pro-
medida preparatoria para el rápido crecimien- vadavia, Corrientes, Córdoba, Santa Fe), las vincia de Buenos Aires en dos flamantes dis-
to poblacional y edilicio que se esperaba. Esta cuales constituyen, hasta hoy, las arterias prin- tritos: las provincias del Salado y del Paraná,
acción se acompañó de una serie de disposi- cipales de penetración desde el río hacia el oes- con capitales en Chascomús y San Nicolás, res-
ciones de control y restricción de la edificación, te. A esta reorganización viaria debe sumárse- pectivamente. Este primer triunfo del proyec-
marcadas por la preocupación de regularizar le una serie de acciones que intentaban to de capitalización fue más que efímero, y cul-
todo el espacio de injerencia estatal, en facha- sistematizar y clasificar toda la ciudad, colo- minó con la caída de Rivadavia en 1827.
das y calles, incluyendo la realización de ocha- cando aquello que se consideraba “de utilidad”
vas, la pavimentación del sector central y el con- en el centro y enviando lo inarmónico a los már- Una ciudad federal y europeizada: de una mo-
trol de los abusos de los particulares. genes. dernización urbana basada en el Estado a otra
Pero esa política de renovación tuvo lími- Esta dinámica normativa planteada desde basada en la sociedad. Los radicales cambios
tes y fracasos: uno de los más resonantes fue los organismos del Estado tuvo su correlato en políticos que se sucedieron desde finales de la
el intento de trasladar los principios de regu- el crecimiento de la planta urbana, que llegó a década de 1820 no implicaron el final inme-
laridad al área suburbana, lugar de residen- incorporar a la trama alrededor de 1881 nuevas diato del protagonismo de las iniciativas de
cia popular, mediante la realización de un pla- manzanas totalmente edificadas entre 1800 y transformación urbana. Aun perdido el rol de
no de alineación elaborado entre 1824 y 1825 1820, crecimiento análogo al de la población centro nacional para Buenos Aires, aun re-
por el arquitecto de la ciudad, José María Ro- que, según el censo practicado por Ventura Ar- emplazada la elite revolucionaria por un nue-
mero (v.), resistido con éxito por los intereses zac en 1822, se había elevado a 55.416 habitan- vo grupo de poder, representante directo de los
particulares afectados. Otra iniciativa no con- tes, duplicando la del Censo General de 1778. intereses terratenientes, la idea de dotar a la
cretada consistió en un proyecto trascendental La dirección del crecimiento se orienta hacia el ciudad de un conjunto de programas institu-
para la reorganización de la ciudad: la cons- oeste, en el sector de Monserrat; hacia el sur, cionales se reiteró y multiplicó durante la dé-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 191


u COSTA DE BUENOS AIRES (CIRCA 1870). AL FRENTE, LA ADUANA VIEJA Y EL VIADUCTO DE FERROCARRIL A ENSENADA.

cada de 1830, marcada por la figura de Juan plicación de la población entre 1810 y 1852: en Los motores económicos de la ciudad se
Manuel de Rosas. 1822 había 55.416 habitantes; en 1836, 62.000; ampliaban y diversificaban: ya no se limitaban
Por ejemplo, los proyectos edilicios y ur- y en 1852, 85.000. El aflojamiento de la ten- a la exportación de cuero y carne salada, sino
banos realizados entre los años 1828 y 1837, sión estatal parece haber liberado una diná- que se expandían el comercio y otras nuevas
existentes en el Archivo Zucchi (v.), documen- mica de crecimiento urbano directamente vin- industrias al compás del desarrollo del nego-
tan detalladamente amplias coincidencias con culada a la expansión de la ganadería de la cio de exportación de lana. Estas transforma-
las realizaciones del período precedente. Lo provincia de Buenos Aires, con el previsible ciones se fueron manifestando a nivel urbano
que se eclipsó en el ideario urbano de los gru- enriquecimiento de los sectores productores y en la construcción de un mapa social distinto,
pos dirigentes fue la hipótesis ilustrada que de los comerciantes, que se volcaba sobre la ya no promovido desde la voluntad estatal, si-
apostaba a una correspondencia directa entre ciudad provocando un amplio desarrollo de la no desde las instituciones de la sociedad civil
cambios físicos y modificaciones en el com- edilicia privada. El registro de delineaciones o que mostraba un incipiente proceso de espa-
portamiento político de la sociedad. Este eclip- permisos de construcción muestra la amplia- cialización dentro de la ciudad: las asociacio-
se se acompañó de una serie de cambios en la ción de la mancha urbana, sobre todo hacia el nes socio-culturales se concentraron en el sur,
estructura burocrática: entre 1828 y 1829 de- cerca de la Universidad, donde surgieron tam-
saparecieron el Departamento de Ingenieros bién las imprentas y librerías; las asociaciones
Arquitectos y el de Ingenieros Hidráulicos y socio-económicas, en el norte, donde residía
quedó como único árbitro técnico el Departa- buena parte de los artesanos y comerciantes
mento Topográfico (v.), que inauguró una lar- de origen extranjero. En este proceso se evi-
ga tradición de pragmatismo científico, cuyas denciaba también una diferenciación interna
consecuencias fueron fundamentales para el en los ámbitos de la elite, y entre estos y los de
desarrollo posterior de la teoría y la praxis ur- la plebe, no ajena a la creciente europeización
bana en la Argentina. de un sector importante de la elite en contraste
Podría decirse que en las décadas de 1830 con la continuidad del criollismo en los sec-
y 1840 se produce un relajamiento general de tores populares.
la tensión estatal sobre el territorio urbano, se- El Caserón de Rosas en Palermo, como
ñalado paradigmáticamente por el hecho de tipo moderno de residencia suburbana,
que, por primera vez en su historia, el gober- u ANTIGUO TEATRO ÓPERA. impactó en los hábitos de la elite, aunque
nador de la provincia fijó su residencia fuera cabe destacar que este tipo de residencia se
de la Capital: a partir de la segunda mitad de oeste, sobre el eje de la Av. Rivadavia. Como impuso solamente como quinta de recreo; así
la década de 1830, Rosas realizó el saneamiento advirtió perplejo Domingo Faustino Sarmien- creció el suburbio de Flores desde la década
de la zona de Palermo, al norte de la ciudad. to en los años de 1850, la tiranía, la violencia de 1830 y se formaron los suburbios de Bel-
Allí acondicionó instalaciones productivas, or- política y el caos posterior no habían supues- grano y Adrogué desde los años cincuenta. Es
ganizó un gran parque y construyó su Case- to una paralización de la ciudad, cuya pujanza importante advertir que en Buenos Aires no
rón, una de las obras arquitectónicamente más era el correlato de una gran prosperidad eco- se llegaría a la típica estratificación rígida del
significativas del período, que desplazó el cen- nómica y social. Durante el gobierno de Rosas, resto de las ciudades latinoamericanas; y en
tro político y social de la vida de Buenos Aires. entonces, se hizo manifiesta una autonomía esto tuvo una gran influencia la permanente
Pero esta nueva relación del poder político entre la esfera de la política y la de la sociedad, revalorización del centro de la ciudad, como
con la ciudad no tuvo como correlato el estan- que marcaría una tensión permanente en la vi- vértice indiscutido del conjunto de la vida
camiento urbano: los censos muestran una du- da futura de Buenos Aires. social y urbana.

192 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bue bue
3. LA PRODUCCIÓN DE LA CENTRALIDAD, 1852-1880 (dos y hasta tres pisos), posibilitada por la di- servicios de tranvías a caballo, que conforma-
fusión del hierro como material estructural. ron una densa red cuyas terminales llegaban
La díficil definición del estatus político de la ciu- Pero en las décadas de 1850 y 1860 tal vez en 1873 a los “pueblos” de Barracas, Flores y
dad en la Nación. En los años que median en- sea más importante el gran despliegue cons- Belgrano, y que en 1880 alcanzaba los 160 km
tre la batalla de Caseros y 1880, ese período de tructivo del poder público, luego de décadas de de vías, casi sin dejar calle del centro sin atra-
conflictiva construcción de un Estado y de un escasa actividad, con el fin de adecuar las ins- vesar. Y en 1857 comenzó el tendido de la red
estatuto unificado para todas las provincias, la talaciones de la ciudad a su nuevo carácter de ferroviaria, aunque su gran impulso se dio des-
“cuestión Capital” fue uno de los grandes pro- capital. Se remodeló el viejo fuerte para con- de 1870. Ambos medios de transporte favore-
blemas a resolver. La Constitución de 1853 es- vertirlo en sede de gobierno, y se emprendió cieron en términos hasta entonces impensa-
tableció como Capital de la Nación a la Ciudad la construcción del Congreso Nacional (en Bal- dos la expansión de la ciudad en el territorio,
de Buenos Aires, en los mismos términos de carce y Victoria, por Jonás Larguía (v.), se tra- pero siempre ratificando las tendencias ya men-
la frustrada propuesta de federalización riva- zaron planes sistemáticos de adoquinado y cionadas, es decir, manteniendo el foco en el
daviana. Esta decisión fue resistida por la Pro- se extendió la iluminación a gas, al tiempo que centro de la ciudad, consolidando la estructu-
vincia de Buenos Aires, que no participaba en 1853 comenzaban los primeros ensayos de ra urbana radioconcéntrica ya existente, po-
de la Convención Constituyente, lo cual desa- energía eléctrica para la vía pública. Carlos Pe- tenciada ahora en escala metropolitana. Así se
tó un conflicto que recién encontraría una so- llegrini (v.) construyó el Teatro Colón, también fueron formando cadenas de “caseríos y pue-
lución en 1861, cuando el triunfo militar de la en las inmediaciones de la Plaza de Mayo. En blos”, más allá de los de Belgrano, Flores y Ba-
provincia sobre la Confederación sentó las ba- 1855, continuando el eje de la plaza sobre el río, rracas: sobre el ferrocarril del Norte, Núñez,
ses para un acuerdo en los términos puestos se inició la construcción de la Aduana semi- Olivos, Martínez, San Isidro, San Fernando,
por Buenos Aires. Así, en 1862 se estableció circular, de Eduardo Taylor (v.), junto con el te- Tigre y Las Conchas; sobre el ferrocarril del
que las autoridades nacionales tendrían su se- atro, uno de los edificios más importantes del Oeste, Ramos Mejía, Morón, Merlo; sobre el
de en la ciudad de Buenos Aires, aunque sin período. En 1858, con el Colegio Modelo de Ca- ferrocarril a Rosario (al noroeste), San Martín;
jurisdicción sobre ella (la fórmula fue “gobierno tedral al Norte, comenzó la construcción de sobre el ferroccarril del Sud, Bandfield, Lomas
huésped”). Ese constituyó el marco institucio- edificios escolares. de Zamora, Temperley y Adrogué; sobre el fe-
nal para las presidencias de Bartolomé Mitre Una de las transformaciones fundamenta- rrocarril de Ensenada (al sudeste), Quilmes.
(1862-1868), Sarmiento (1868-1874) y Nicolás les se produjo en el sistema de transporte. A Las estaciones terminales buscaron en prin-
Avellaneda (1874-1880). partir de 1862 comenzaron las concesiones de cipio una conexión directa con el centro de la
Tal escenario de indisputable centralidad
porteña se construyó con el apoyo básico del
desarrollo económico y social de la ciudad, e
impuso un predominio que se sustentaba na-
turalmente en aceitadas redes comerciales de
tradición colonial, pero al que los roles políti-
co-administrativos que asumió en la nueva si-
tuación terminaron de reforzar, volviéndolo
monolítico.

Las transformaciones en la ciudad y sus insti-


tuciones. En este período comenzó el proce-
so de transformación urbana que iría a sen-
tar las direcciones principales de la posterior
expansión metropolitana, y comenzó también
el tipo de organización institucional que fijó
algunos de los marcos del gobierno de la ciu-
dad en el futuro. Al promediar el período la
ciudad tenía 180000 habitantes (de acuerdo
con el censo de 1869); la inmigración de ul-
tramar, que en todo el siglo había tenido una
presencia relativa importante, comienza el ci-
clo de ascenso explosivo (desde 1870, más del
50% de la población de la ciudad es extranje-
ra). El crecimiento de la edilicia privada seguía
un ritmo acelerado, notable en la extensión de
la ciudad (a comienzos de la década de 1860
la edificación llegaba a las inmediaciones de la
plaza Miserere) y en la densificación del cen-
tro tradicional por la construcción en altura u PLANO TOPOGRÁFICO DE BUENOS AIRES Y ALREDEDORES, DE ADOLFO SOURDEAUX.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 193


ciudad y el puerto (la Estación del Parque, pri- definitiva de acuerdo con el plan presentado
mera terminal del ferrocarril Oeste, se cons- en 1869 por otro ingeniero inglés, John La Tro-
truye donde se levanta actualmente el Teatro be Bateman (v.). Hacia 1880, un cuarto de la
Colón, y la Estación Central, punto de llegada población de la ciudad ya recibía agua corriente,
y articulación de los ferrocarriles Norte y Sur, aunque los trabajos completos de este plan ter-
en la bajada del Fuerte), pero más adelante minarían en 1905 para todo el “radio viejo” de
se instalarán en los puntos de llegada tradi- la ciudad, ya entonces extendida mucho más
cionales de las carretas, las plazas mercado de allá de él.
Retiro, Miserere y Constitución, conformando En 1871 se decidió la mudanza a Ensenada
las tres cabeceras en los límites de la ciudad de los saladeros que estaban sobre el Riachuelo
consolidada hasta entonces. y en 1872 el Matadero del Sur se mudó de su
Las epidemias de cólera en 1867 y de fie- localización tradicional, en la actual plaza Es-
bre amarilla en 1871, que produjeron más de paña (cerca de Constitución), al sitio del actual
30.000 muertes (casi el 20% de la población), u FACHADA POSTERIOR Y LATERAL DEL TEATRO COLÓN. Parque Patricios (realizado en 1902 cuando el
rearticularon los temas de la reforma urbana matadero fue trasladado definitivamente a Li-
desde la particular óptica de la higiene, central nes circunscriptas al espacio público (como el niers). Y en 1872 se aprobó el primer regla-
en la urbanística moderna (v. Higienismo). Como plano de Romero, de 1825), registra con detalle mento de edificación, que fijaba límites a las
se vio, hacía tiempo que los ideales higiénicos la disposición de las construcciones privadas, el alturas de los edificios con el fin de garantizar
presidían las propuestas de transformación ur- balance de los espacios abiertos y cubiertos, el un buen asoleamiento (las alturas no podían
bana, pero hacia 1860 ya estructuran un dis- nombre de sus propietarios, datos estadísticos superar el ancho de las calles).
positivo completo y coherente de representa- sobre habitantes o habitaciones y tipos de ma- Como las epidemias afectaron principal-
ción de las necesidades del espacio público teriales utilizados. mente las parroquias tradicionales más conso-
urbano: sistemas cloacales y de provisión de En términos de las grandes reformas ur- lidadas y densas, las de Catedral al Sur, San Tel-
agua, adoquinados y desagües; diseño de par- banas, las epidemias hicieron de disparador mo y Monserrat, la tendencia ya evidenciada de
ques y arbolados como “pulmones” de la ciu- y llevaron a nuevas propuestas y a la rápida con- un sector de las clases altas a desplazarse al nor-
dad congestionada; reglamentos industriales, creción de algunas aplazadas. El primer pro- te de la Plaza de Mayo se incrementó en la dé-
reglamentos edilicios, etc. Además, se trata de yecto de aguas y cloacas para la ciudad había cada de 1870, comenzando el desarrollo soste-
una ambición de control que llegaba ahora has- sido planteado por el ingeniero inglés John nido de las parroquias del Socorro y del Pilar.
ta el espacio privado, como se ve en el plano re- Coghlan (v.) en 1858, y en 1868 comenzó a cons- Desde el punto de vista de la organización
alizado por Pedro Beare (v.) entre 1860 y 1872 truirse en el área céntrica. Pero solo en 1873, a institucional, en 1852 se formó el gobierno mu-
que, en contraste con las anteriores delineacio- partir de las epidemias, comenzó la instalación nicipal, estableciendo una corporación muni-
cipal con un presidente y 21 municipales nom-
brados por el gobierno provincial, y en 1854 se
decidió la elección de los municipales y de un
vicepresidente por los vecinos de las 11 parro-
quias de la ciudad; como presidente “nato” ac-
tuaba el ministro de gobierno de la Provincia
de Buenos Aires. Así quedaron establecidas las
bases del sistema de doble poder que caracte-
rizararía a la ciudad de Buenos Aires durante
un siglo y medio más (hasta el régimen de au-
tonomía decidido en la reforma constitucional
de 1994): un poder deliberante representante
de los vecinos, con escaso poder efectivo, y un
poder ejecutivo delegado del gobernador pro-
vincial hasta 1880, momento de la federaliza-
ción, y del presidente de la Nación, a partir
de tal momento.
Los temas del régimen municipal eran cen-
trales en el debate constitucional, por el rol que
en la teoría liberal asumía el municipio como
orden básico del sistema político. Sin embar-
go, se terminó imponiendo una concepción di-
ferente, que distinguía entre un ámbito espe-
cíficamente político, el de los estados provincial
y nacional, donde la participación ciudadana
u EDIFICIO DEL CONGRESO NACIONAL, FACHADA LATERAL, SOBRE LA AVENIDA RIVADAVIA. debía ser universal, y un ámbito de carácter ad-

194 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bue bue
ministrativo, el del estado municipal, donde
debían actuar vecinos calificados de acuerdo
con la propiedad y la renta, reponiendo para la
ciudad una visión tradicional que tendría lar-
ga vida y que la define como el universo de los
intereses económicos, cuya gestión debe con-
fiarse a los directos interesados, los propieta-
rios, encargados de una “buena administra-
ción” sin injerencia de la “política”.

Parque y ciudadanía: el espacio público como


creador de la “ciudad nueva”. Sarmiento fue
uno de los defensores más radicales de la con-
cepción opuesta de ciudad como espacio pú-
blico ciudadano; con ese objetivo promovió la
formación del Parque de Palermo, primer par-
que público de Buenos Aires. En sus primeras
formulaciones desde el exilio, Sarmiento se re-
fería a un artefacto más complejo que el par-
que, con componentes educativos, sociales y
productivos: la Quinta Normal, con el modelo
de la creada en Santiago de Chile. Con ella, Sar-
miento buscaba un campo de ensayo para la
creación de una nueva sociedad: un centro edu-
cativo y productivo, de experimentación y ex-
posición didáctica de las últimas tecnologías y
los avances económicos y sociales, capaz de
irradiar en cada rincón del nuevo país las ba- u IMAGEN DE LOS TÍPICOS PASEOS DE FIN DE SEMANA POR LOS PARQUES DE PALERMO.

ses de la modernidad. La Quinta Normal Cen-


tral debía estar en los alrededores de Buenos maba Quinta Normal sino Parque Central, se- de organización nacional y, junto con los avan-
Aires, y tal es el origen del Parque de Palermo, ñalando el impacto en Sarmiento de las bata- ces militares sobre el indio en 1879, posibilitó
ya que después de Caseros Sarmiento lo pro- llas reformistas por realizar el Central Park en la consolidación de un Estado nacional y de un
pone como relevo “civilizador” de las tierras de Nueva York, pero también el abandono de aque- territorio unificado bajo su dominio. La am-
Rosas. Apenas asumió como presidente, lan- lla idea inicial de promover una nueva orga- pliación de tierras cultivables que permitió la
zó su construcción con un vasto programa: es- nización territorial del país con la Quinta Nor- derrota indígena, consolidó a su vez la inser-
tablos, viveros, invernaderos, instalaciones pa- mal como base de operaciones. ción de la Argentina en el mercado mundial, a
ra exposiciones agrícolas e industriales, De todas formas, el parque no fue un ob- través del lazo comercial privilegiado con In-
observatorios astronómicos, jardín zoológico, jetivo menor, ya que lo imaginaba “central”, glaterra, y alentó la expansión del fenómeno in-
prados para pastoreo, tambos e instalaciones no por su ubicación geográfica presente (ale- migratorio. En 1887 la población de la ciudad
experimentales para la innovación tecnológi- jado de la ciudad, que no llegaba más al nor- era de 433.000 habitantes y en 1916 superaba
ca en establecimientos rurales. Ya no se lla- te de Callao), sino porque la emergencia de una el millón y medio; durante todo ese período
nueva sociedad implicaba para Sarmiento la se mantuvo el 50% de población extranjera,
formación de una “ciudad nueva”, a la que el que ya se había registrado en el censo de 1869.
parque, como espacio público, haría de centro Como consecuencia de la federalización de
y modelo. Los principios civilizadores, demo- la ciudad, se decidió la construcción de una
cratizadores e higiénicos con que Sarmiento nueva capital para la Provincia de Buenos Ai-
invistió a Palermo derivaban de un esquema res, la ciudad de La Plata (v.). La Buenos Aires
productivista de país y de un modelo descen- capital emergió como la cabeza del nuevo or-
tralizado de ciudad que no se realizaron, pe- den y su condensación simbólica: a la ciudad
ro que dejaron su impronta en el imaginario le cupo encarnar la propia imagen del progre-
del parque público en Buenos Aires durante so, objetivo implícito en el lema “Paz y Ad-
las décadas siguientes. ministración”, con el que el gobierno del ge-
neral Julio A. Roca (1880-1886) iniciaba la
4. LA CAPITAL DE LA “ARGENTINA MODERNA”, construcción del nuevo Estado.
1880-1916.
La capitalización de la ciudad en 1880 re- La modernización de la estructura urbana
u PALACIO DE AGUAS ARGENTINAS, EN AV. CÓRDOBA. solvió la prolongada crisis política del proyecto tradicional. La ciudad fue el epicentro del im-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 195


obsoleto: ya en 1898, se hizo evidente la nece-
sidad de una reforma y ampliación; en 1911 se
aprobó la realización del Puerto Nuevo, en el
extremo norte del Puerto Madero, y del Dock
Sud en el extremo opuesto.
El ingente ingreso de capitales que genera-
ban las obras públicas se tradujo también en un
incremento del movimiento económico priva-
do sobre la ciudad. Entre 1880 y el Centenario
se definió el paisaje urbano de la ciudad bur-
guesa, en tanto se consolidaron varios sectores
residenciales y el desenvolvimiento de un sis-
tema de especulación de la tierra que iba a mar-
car el tipo de expansión urbana futura. Hacia el
oeste y suroeste (Balvanera, San Cristóbal) se
produjo la expansión de los sectores medios,
densificando las manzanas con frentes conti-
nuos de viviendas de una y dos plantas, que
u LA AVENIDA DE MAYO CON SU BULEVAR CON FAROLAS (1810). AL FONDO, EL CONGRESO DE LA NACIÓN. en los flancos de las avenidas principales po-
dían llegar hasta las tres y cuatro plantas. Por
pulso modernizador del país que llevó adelante cabría decir de la infraestructura de servicios: su parte, el desarrollo de la residencia aristo-
el gobierno de Roca, quien derivó buena par- se incrementaron las obras sanitarias, llegan- crática, que tomó como inspiración los mode-
te de las abundantes rentas portuarias y de los do a cubrir hacia 1915 toda la ciudad consoli- los clásicos franceses, se produjo en la zona nor-
capitales ingresados por la emisión de títulos dada; se expandieron la pavimentación y la ilu- te aledaña al centro; más que la realización de
hacia la producción de obras de infraestruc- minación, cuya modalidad eléctrica comenzó obras singulares, conviene notar la conforma-
tura, edificios donde alojar la nueva burocra- a instalarse desde finales de siglo. ción de algunos ámbitos urbanos que pasaron
cia y escuelas y hospitales para una población El puerto fue la obra de infraestructura em- a ser característicos del período del Centenario,
creciente, obras que debían asumir, además, blemática del período, por su significado en marcando el paisaje de la “ciudad elegante” por
el carácter simbólico de representación del la economía y la cultura de Buenos Aires. En muchas décadas: la plaza Carlos Pellegrini, la
nuevo poder estatal. 1882 se otorgó la obra al empresario Eduardo plaza San Martín, la Av. Alvear hacia Recoleta,
En 1880 comenzó un ciclo de construcción Madero, de acuerdo con un proyecto de diques o el sector norte de la calle Florida.
pública que se vio definido en sus lineamien- paralelos al frente de la ciudad, proyectado por La contracara de este proceso de consoli-
tos principales hacia 1910, cuando se conme- Hawkshaw (v.), Son & Hayter, de Londres. La dación de los barrios adyacentes al centro y de
moró el Centenario de la Revolución de Mayo. decisión, que terminó de ratificarse recién en los ámbitos urbanos de gran calidad arqui-
Entre 1882 y 1885, el conjunto de edificios in- 1886, fue conflictiva y abarcó mucho más que tectónica y ambiental del centro-norte fue la
conexos con los que se había ido reemplazan- un problema técnico. Desde 1875, el ingenie- precariedad de la situación habitacional de la
do el viejo fuerte, se convirtió en la Casa de Go- ro Luis Huergo (v.), en respuesta a un encar- gran mayoría de los inmigrantes. La ciudad ca-
bierno a través de un arco monumental (F. go del gobierno de la Provincia de Buenos Ai- recía de equipamiento residencial para esa ma-
Tamburini) (v.); hacia fines de siglo comenzó res, venía realizando obras de canalización en sa de recién llegados, quienes, luego de la es-
la construcción del Congreso de la Nación (v. el Riachuelo para convertir a La Boca en el cala de unos días en el Hotel de Inmigrantes,
Meano), que terminó en 1906 como remate de principal puerto de la ciudad; su propuesta debían fijar su residencia definitiva. Para ellos
la Av. de Mayo, produciendo el principal co- ofrecía ventajas técnicas y económicas que hi- se montó una verdadera industria: el conven-
rredor cívico y ratificando el eje de desarrollo cieron que la idea de un puerto al sur pare- tillo (v.). Era un tipo de alojamiento de alquiler
este-oeste y el núcleo tradicional de la ciudad; ciera imponerse. Pero la federalización de la por cuarto, de larga tradición, que comienza a
dos años antes se había terminado el Palacio ciudad replanteó el problema, ya que un puer- incrementarse en la década de 1850, a partir
de Tribunales (N. Maillart) (v.) y dos años des- to en el Riachuelo implicaba compartirlo con de la subdivisión especulativa de viejas caso-
pués el nuevo Teatro Colón (Tamburini y Me- la zona industrial más próspera de la Provin- nas deterioradas al sur de la plaza de Mayo y
ano), alrededor de la plaza Lavalle; el Palacio cia de Buenos Aires. que desde la década de 1870 comenzó a cons-
de Correos (Maillart) se realizó entre 1906 y Hay muchas razones para explicar la deci- truirse ad hoc, de forma excesivamente preca-
1910 en el Bajo; el edificio de Aguas Corrien- sión a favor de la propuesta de Madero; entre ria, en madera y chapa (en 1880, de 2.000 con-
tes y las escuelas Petronila Rodríguez y Carlos ellas es fácil notar que era más afín a la auto- ventillos, 300 se habían construido ad hoc).
Pellegrini, en el extremo norte de la ciudad. rrepresentación de la capital y a las ideas acer- Podía llegar a albergar entre 5 y 12 personas
Desde el punto de vista del transporte, se ca del rol que en ella debía asumir el puerto. En por cuarto y cada cuarto se alquilaba a precios
ampliaron los trazados consolidando la traza efecto, el proyecto Madero ofrecía un frente de- que representaban entre el 15% y el 30% del
radiocéntrica delineada en la década anterior, finitivo a una ciudad que estaba buscando em- jornal de un obrero, según el período.
ratificando el proceso de densificación del cen- peñosamente su forma. Técnicamente, sin em- De 1880 a 1910, entre el 15% y el 30% de la
tro y los ejes de suburbanización. Lo mismo bargo, el puerto se demostró rápidamente población de Buenos Aires vivía en conventi-

196 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bue bue
llos. Por otra parte, los sectores populares que tro y revalorización de la estructura simétrica risinos promovidos por Haussmann, figura
no vivían en conventillos no estaban mucho tradicional de la ciudad, fortaleciendo el eje es- con la que siempre se identificó a Alvear, que
mejor, ya que ocupaban pequeñísimas casas te-oeste con obras de ensanche y embelleci- abrían vías de comunicación entre la abiga-
de pensión, generalmente compartidas entre miento (unión de las dos plazas centrales pa- rrada masividad de la París tradicional conec-
varias familias. Recién hacia 1904, con el aba- ra formar la Plaza de Mayo; propuesta de la tando puntos neurálgicos para el funciona-
ratamiento del boleto de tranvía y la generali- Avenida de Mayo como “bulevar central”, miento de la ciudad en su sentido capitalista
zación de la venta en cuotas de lotes en los nue- abriendo el centro hacia la Av. Callao); regula- de aparato productivo, la Avenida de Mayo se
vos barrios suburbanos, comenzó un paulatino rización del límite de la ciudad, para organizar limitó a reforzar la ortogonalidad existente pa-
proceso de desplazamiento de población que, la administración y la percepción de las rentas ra brindarle una salida a la Plaza de Mayo ha-
en un par de décadas, modificaría las pautas y para ordenar la figura urbana, ratificando el cia lo que entonces funcionaba como límite de
del alojamiento popular. tradicional esquema concéntrico (propuesta de la ciudad consolidada, las avenidas Entre Ríos-
bulevar de circunvalación al oeste del límite Callao. Ni siquiera el eje cívico-monumental
Torcuato de Alvear: primer intendente de Bue- del municipio, a la altura aproximada del ac- que luego se constituyó estaba formulado en
nos Aires, 1880-1887. En 1882 se sancionó la tual Parque Centenario); formación de una cin- los planes originales, ya que la decisión de ins-
Ley Orgánica de la Municipalidad que dio la tura higiénica que rodease la ciudad con gran- talar el Congreso de la Nación como remate de
nueva estructura institucional, cristalizando en des reservas de verde cultivado donde instalar la Avenida fue posterior a su realización. Sin
dos ramas de gobierno el sistema de doble po- los servicios “insalubres” (propuesta de un par- embargo, en los conflictos por su realización,
der ya establecido: el Concejo Deliberante, ele- que público en cada punto cardinal: al norte, el reclamo por una más amplia ley de expro-
gido directamente por los vecinos, y el Depar- el parque de la Recoleta; al oeste, el Gran Par- piaciones y las protestas contra la burguesía
tamento Ejecutivo, a cargo de un intendente que Agronómico; al sur, el Parque de la Con- porteña que se oponía, Alvear se convirtió en
elegido por el Presidente de la Nación con acuer- valescencia. el fundador de la figura de intendente refor-
do del Senado. Torcuato de Alvear, que desde mista, ya que el conflicto de las expropiaciones
1880 se desempeñaba como presidente del Con- pone en escena la capacidad de la clase diri-
cejo Municipal, fue designado primer inten- gente por imponer un orden que, en la ciudad
dente de la Capital Federal, cargo que se man- moderna, va asociado a una creciente capaci-
tuvo hasta el final de la presidencia de Roca. dad de intervención sobre la propiedad priva-
El suceso de la intendencia de Alvear tiene da en nombre del “bien público”.
varias facetas. Una es administrativa, ya que
en muy breve lapso dio forma y puso en fun- El Centenario: las contradicciones de
cionamiento la maquinaria burocrática de la la “ciudad burguesa”.
gestión urbana (Oficina de Estadística, Ofici- La celebración del Centenario intenta fijar
na de Obras Públicas, Oficina Química, etc.), en Buenos Aires la imagen paradigmática del
dando lugar a una nueva burocracia técnica u ESCENA EN EL PATIO CENTRAL DE UN CONVENTILLO. progreso que se había alcanzado en los trein-
que iría desarrollando una ideología profe- ta años precedentes; pero, consecuentemente,
sional municipalista de fundamental impor- Aun instalado dentro de ese imaginario téc- también fija en la ciudad las críticas a ese mis-
tancia para comprender buena parte de las nico convencional, Alvear obtuvo logros que mo proceso que, al menos desde la crisis de
transformaciones de la ciudad en las décadas justifican su lugar fundacional en la historia 1890, venían sucediéndose sin pausa, crean-
siguientes. Para esa tarea contó con el apoyo municipal. Por una parte, la ejecutividad, aso- do hacia la primera década de siglo un con-
de figuras emblemáticas de la llamada Gene- ciada a un gran impacto público: realizó en po- senso “regeneracionista” en las elites cultu-
ración del ochenta: José María Ramos Mejía co tiempo obras que afectaron de modo deci- rales y políticas. Las críticas al materialismo,
creó en 1883 la Asistencia Pública y Guillermo sivo el centro de la ciudad, como la demolición la mercantilización y el cosmopolitismo de la
Rawson asesoró a Alvear en la creación del Re- de la Recova –símbolo por excelencia de la ciu- sociedad argentina, que se hacen habituales en
gistro Civil en 1884. dad criolla– y la consiguiente unión de las pla- la primera década del siglo, encuentran en la
La segunda faceta del suceso de Alvear es zas, instalando un dispositivo de escala mo- Buenos Aires metropolitana el mejor blanco y
específicamente urbana, aun cuando no haya numental en el propio corazón urbano, que se apuestan a una transformación de la ciudad
propuesto grandes innovaciones respecto del completó más tarde con la apertura de la Ave- que la sume para la tarea nacionalizadora.
estado del pensamiento sobre la ciudad: la ges- nida de Mayo. Por otra parte, consiguió ins- En uno de los libros más conocidos de es-
tión que puso en práctica el secretario de Obras talar con algunas pocas obras y propuestas la ta tendencia, La restauración nacionalista (1909),
Públicas, Juan Buschiazzo (v.), puede verse co- idea de un plan orgánico de reforma de la ciu- Ricardo Rojas, siguiendo los ejemplos de las
mo el corolario de la tradición ingenieril re- dad, que luego solo cabría completar. De mo- ciudades europeas durante el siglo XIX, ape-
gularizadora que se remonta al período riva- do que el suceso de Alvear se explica en una laba a una “la pedagogía de las estatuas”, asig-
daviano. El proyecto urbano de Alvear se dimensión fundamentalmente simbólica: su nándole a la construcción monumental el co-
resume en la ratificación del modelo de “ciu- capacidad de reformar la imagen de la ciudad metido de la conmemoración patriótica. En
dad regular y concentrada” a través de una se- y la del rol de la gestión. Buenos Aires, el interés por los monumentos
rie de operaciones ya planteadas en diferentes La Avenida de Mayo, una de las acciones se manifestaba desde 1880, como reacción de
propuestas y que pueden sintetizarse en tres emblemáticas de Alvear, muestra los límites la elite frente al aumento de las celebraciones
grandes lineamientos: recualificación del cen- de la reforma: a diferencia de los bulevares pa- de las colectividades extranjeras. Pero a partir

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 197


de comienzos de siglo, con el estímulo del Cen- greso, constituyendo el eje cívico-monumen- que muy pocos advirtieron entonces, pero que
tenario, comienza una verdadera “estatuoma- tal unitario más representativo de la ciudad. constituiría, a partir de la década siguiente, el
nía”: se convoca a un concurso internacional También en 1913 se abrió al público la prime- nuevo “centro” de interés, en términos urba-
de gran repercusión para el monumento a Ma- ra línea de subterráneos (v.) de Buenos Aires, nos, sociales, politicos y culturales.
yo; se disponen las donaciones monumenta- que recorría desde la Plaza de Mayo hasta Pri-
les de las colectividades extranjeras; se encar- mera Junta, en el centro geográfico del mu- 5. EL PRIMER CICLO DE EXPANSIÓN
gan nuevas estatuas y se reforman muchas de nicipio. Fue un emprendimiento de la empresa METROPOLITANA, 1887-1936.
las existentes. Anglo Argentina de Tranvías, que monopoli-
Pero esa misma dinámica historicista del zaba prácticamente el transporte sobre rieles La grilla y el parque: la definición de un table-
Centenario contribuyó con las principales ten- en la ciudad, como parte de un contrato de con- ro público para la expansión metropolitana. La
dencias modernizadoras que venían manifes- cesión con la Municipalidad, por el cual debía focalización del proceso de expansión urbana
tándose en la ciudad, como se ve en las dispo- completar tres líneas subterráneas. Primera lí- ofrece una perspectiva diferente de la que sur-
siciones urbanas para la celebración. Se organizó nea de subterráneo de Latinoamérica y sépti- ge de los procesos de consolidación y moder-
una gran Exposición para mostrar al mundo el ma del mundo, como la empresa no cumplió nización del centro histórico de la ciudad, y exi-
progreso nacional, para lo cual se convocó al la exigencia de las otras dos líneas, por varias ge remontarse al momento de ampliación del
paisajista francés Joseph Bouvard (v.), quien re- décadas fue un ramal solitario que reforzaba distrito municipal, que se produce en 1887,
alizó un “plan de mejoras” para toda la ciudad, la tendencia existente de expansión central de cuando la Provincia de Buenos Aires cedió al
ocupándose personalmente de la urbanización la ciudad en la dirección oeste. gobierno nacional los municipios de Flores y
de la Quinta de Hale, el diseño del Hospital Al- Belgrano. La cesión aumentó la jurisdicción
vear y la Exposición Industrial del Centena- municipal tres veces y media su tamaño, de
rio, realizaciones que ratificaban la expansión 4.000 a 18.000 ha. Frente a los 433000 ha-
norte, la preferida de la “ciudad burguesa”. To- bitantes de la ciudad, solo 25000 poblaban los
das las exposiciones del Centenario se instala- territorios anexados: si en 1887 Buenos Aires
ron entre Plaza San Martín y Palermo, la mis- se convirtió en una de las jurisdicciones mu-
ma zona donde se colocaron los principales nicipales más extensas del mundo, fue gracias
monumentos inaugurados por el gobierno. La a que incorporó al recinto municipal una enor-
Avenida de Mayo fue también un atractivo prin- me cantidad de territorio rural casi desierto.
cipal para los actos públicos y las marchas cí- En 1888 los ingenieros Pablo Blot (v.) y Luis Sil-
vicas y militares, pero ya no como eje de si- veyra, representando a los gobiernos nacional
metría de una ciudad homogénea, sino como y provincial, respectivamente, trazan el lími-
el borde sur de un espacio público que ahora te definitivo hasta el día de hoy de la ciudad ca-
se extendía definitivamente hacia el norte. pital, el bulevar de circunvalación de 100 m de
Sin embargo, la tendencia de desplaza- u PLAZA DE LOS DOS CONGRESOS. ancho cuya construcción será recién comen-
miento al norte fue sistemáticamente denun- zada a finales de la década de 1930 con el nom-
ciada y combatida en los proyectos del muni- Ciudad equilibrada en torno de su eje o ciu- bre de Avenida General Paz.
cipio (disponiendo una serie de monumentos dad complementaria entre un norte aristocrá- El ferrocarril ya había iniciado cierto tipo
en la zona sur). El pensamiento municipal va tico y un sur industrial; diagonales; centros mo- de suburbanización, incluso fuera de los lími-
a sostener siempre una visión ideal equilibra- numentales; reglamentos: todo el debate político tes ahora ampliados. Pero, a partir de 1887 la
da de la ciudad en torno de su eje, como se y urbanístico sobre Buenos Aires siguió du- incorporación masiva de tierra extraurbana a
ve en el hecho de que el principal aconteci- rante la década de 1910, en sus tramos funda- la jurisdicción municipal coloca el problema
miento urbanístico del Centenario fue la pla- mentales, circunscripto a la modernización de de la expansión en un plano completamente
za del Congreso. Con su gran dimensión lon- la planta histórica de la ciudad, aunque la ex- diferente: era el mercado urbano de la Capital
gitudinal, la plaza resolvió de modo magistral pansión social y urbana estaba comenzando a lo que se expandía tres veces y media, con el
el remate de la Avenida de Mayo en el Con- producir un escenario completamente diferente, consiguiente incentivo a los desarrollos in-

u LA LÍNEA A, BAJO LA TRAZA DE LA AVENIDA DE MAYO Y DE LA AVENIDA RIVADAVIA, FUE EL PRIMER RAMAL DE SUBTERRÁNEOS. UNIÓ EL CENTRO CON LOS BARRIOS DE LA ZONA OESTE.

198 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bue bue
fraestructura, sin planos públicos de mensu-
ra? Estas son las preguntas que organizan to-
do el universo de problemas de los años pos-
teriores a la anexión, mostrando que la
expansión ha dejado de ser un fenómeno me-
cánico producido por el desarrollo de las vías
de comunicación y la consiguiente apertura de
nuevos mercados inmobiliarios, y se ha con-
vertido en un problema del poder público.
Las fuentes municipales registran una ten-
sión insoluble entre las demandas de los pro-
pietarios por obtener permisos de subdivisión
y urbanización de sus tierras, y la negativa a u EVOLUCIÓN DE LA MAN- u EL CRECIMIENTO DE LA

otorgarlos manifestada por la Comisión de CHA URBANA DEL ÁREA CIUDAD SE DIO HACIA
u PLANO DEL DEPARTAMENTO DE INGENIEROS (1888). Obras Públicas, en razón de la ausencia de un METROPOLITANA BONAE- EL NORTE Y EL OESTE
plano público que marcase los lineamientos RENSE. EN LOS SUCESIVOS PRINCIPALMENTE, SIGUIEN-
mobiliarios. Aunque ese no era el objetivo de que esas urbanizaciones deberían seguir, aun- PLANOS, EL REGISTRO TO- DO LAS GRANDES VÍAS
los funcionarios municipales, cuyo pensa- que algunos emprendimientos inmobiliarios MADO EN LOS AÑOS 1918, DE TRANSPORTE: LAS
miento muestra una fuerte continuidad con mayores llegaron a realizarse, como Villa De- 1943, 1964 Y 2000, RUTAS, EL FERROCARRIL Y
las líneas maestras del pensamiento topográ- voto o Villa Ortúzar. RESPECTIVAMENTE. LAS AUTOPISTAS.
fico del siglo XIX, acentuando la necesidad del Finalmente, en 1895 se formó una comisión
control y la contención del organismo urbano. municipal para que realizara el primer plano
Tal era el rol asignado a los “Bulevares de cir- público para todo el nuevo territorio de la Ca-
cunvalación”, siempre asociados a anillos de pital Federal, presidida por el ingeniero Carlos
tierra extraurbana libre para la radicación de María Morales (v.), secretario de Obras Públi-
los establecimientos “insalubres”, necesarios cas. El plano se realizó bajo los principios guí-
para la ciudad moderna. Y el propio trazado as de la tradición ingenieril: regularidad, con-
del Bulevar de Circunvalación de Blot y Silveyra tinuidad, homogeneidad, formando una grilla
da cuenta de ello: es notorio que no respeta pública de manzanas que cuadriculó el territo-
la forma de los municipios anexados, sino que rio, al estilo de los “planos de extensión” que se
busca formar un borde continuo y regular, en realizaban en muchas ciudades europeas. Se fi-
función de una voluntad de forma que hace nalizó en 1898, aunque se publicó seis años
pendant con la definición del frente de la ciu- después, en 1904, y definió la forma de la ciu-
dad producida por el Puerto Madero. dad que se materializaría en las siguientes cua-
Se trata de una proyección, a mayor dis- tro décadas, ya que toda operación inmobilia-
tancia, de los sucesivos Bulevares de circun- ria debió supeditarse a este plano público de
valación que se fueron proyectando desde el calles. Y esto es muy importante porque en 1904
de Entre Ríos-Callao, durante el gobierno ri- comenzó el proceso masivo de suburbaniza-
vadaviano, mostrando otra característica de ción, gracias a la acción combinada de la elec-
la tradición urbana de Buenos Aires: en to- trificación de la red tranviaria (con la consi-
dos los casos, el gesto público fue el de incor- guiente baja de los boletos) y de los loteos en
porar al distrito municipal una mayor cantidad cuotas de terrenos en los nuevos suburbios.
de tierras de las necesarias para el crecimien- Buena parte de la historiografía sobre Bue-
to de la ciudad existente. Una tradición inver- nos Aires ha visto exclusivamente en ese pro-
sa a lo que era más habitual en otras ciuda- ceso combinado del mercado las razones de la
des latinoamericanas, donde el “bulevar de expansión suburbana, pero el hecho de que la
circunvalación” no funciona como anillo in- misma se realizó de acuerdo con la guía pú-
clusivo, sino como marca de diferenciación en- blica de un plano de calles de pretensiones ho-
tre la “ciudad decente” y el suburbio marginal. mogeneizadoras ofrece una nueva visión para
Pero, al margen de los objetivos originales entender el rol del Estado en la formación de
de la ampliación, su tamaño enfrentó al fun- la ciudad: el plano se realizó como una pro-
cionarato municipal con el tema negado por mesa de equidad, como la garantía pública
todos los modelos de “ciudad regular”: la ex- de que todas las operaciones privadas que pu-
pansión. Una vez ampliado el mercado de ese dieran llevarse a cabo en el vasto territorio va-
modo, ¿cómo debía gestionarse la expansión? cío serían reconducidas a formar parte de una
¿Cómo debían ocuparse esas tierras que se in- ciudad integrada.
corporaban despobladas, sin trazados, sin in- Simultáneamente a la confección del plano

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 199


junto de la nueva figura urbana. El plano Bou-
vard toma como base el plano de 1898-1904 y
propone su ajuste minucioso de acuerdo con
la realidad de la primera ocupación suburba-
na realizada hasta entonces, operando sobre
ella con reformas puntuales.
La preocupación por la expansión de la ciu-
dad también aparece en las propuestas de Be-
nito Carrasco (v.), ingeniero agrónomo dedica-
do a los temas urbanos, director de Parques y
Paseos de la Municipalidad entre 1914 y 1918.
En 1908 planteó que “la ciudad del porvenir”,
era la que debía desarrollarse fuera del radio
comprendido por Callao y Entre Ríos. Propu-
so abandonar los intentos de reforma céntrica
y aceptar la nueva figura urbana resultante
de la anexión de 1887, produciendo una trans-
formación radical de la centralidad: fue el pri-
mero en proponer la ocupación del “verdade-
ro” centro de la ciudad, desplazando los edificios
del gobierno de la ciudad desde la Plaza de Ma-
yo, el viejo centro ahora descentrado, hacia el
u UNO DE LOS PLANOS DEL PLAN NOEL, CON EL DESARROLLO DE LAS DIAGONALES NORTE Y SUR. nuevo centro del municipio (aproximadamente
en el Parque Centenario), demostrando que la
se realizaron o propusieron algunos parques tivos, auditorios, los primeros conjuntos de vi- expansión suponía una completa recomposi-
públicos, con la ambición de formar una cin- vienda pública, hospitales, escuelas, etc. Así, ción simbólica de la ciudad tradicional.
tura verde que partía desde Palermo al norte: la cuadrícula y los parques constituyeron el so- Comenzó así una serie de propuestas que
Parque Centenario, Parque Rancagua, Parque porte más general para la transformación cua- se hacían cargo, desde una perspectiva refor-
Lezica, Parque Chacabuco, Parque del Sur, Par- litativa de la expansión urbana en un espacio mista, de que la expansión estaba dando res-
que Patricios, Parque Rivadavia. Es la mayor público metropolitano que formaría en cuatro puesta a las necesidades habitacionales y de
parte de los parques realizados en la Capital, y décadas una nueva ciudad. ciudadanía de los nuevos sectores populares,
su planteo muestra que el poder público no ima- y de que las intervenciones públicas debían dar
ginaba todavía a la ciudad ocupando la totalidad La expansión en los debates urbanísticos: de forma a esa opción. Esta es la marca del de-
del nuevo trazado: su objetivo explícito era la Bouvard al Plan de 1925. El fenómeno de la ex- bate en los años veinte, donde se destaca el Pro-
anhelada cintura verde que debía rodear hi- pansión no fue incorporado al debate urba- yecto orgánico de urbanización del Municipio,
giénicamente la ciudad consolidada, conteniendo nístico de las primeras décadas del siglo, pese publicado en 1925 por la Comisión de Estéti-
el proceso de expansión. Un objetivo contra- a que desde 1904 se intensificó sin pausa: de ca Edilicia formada en 1923 por Carlos Noel,
dictorio con los efectos del plano de 1898-1904, 1904 a 1909, la población de la ciudad pasó de intendente nombrado por el presidente radi-
pero que demuestra justamente que el plano se 950.891 habitantes a 1.231.698, y el 90% de cal Marcelo T. de Alvear.
consideró un instrumento imperfecto de con- esos casi 300.000 habitantes nuevos se insta- Aunque el Proyecto orgánico da cabida a pro-
trol de la expansión, más que su incentivo. ló en el área recién anexada de la ciudad. El de- puestas realizadas en las décadas anteriores, su
De hecho, estos dos instrumentos de la in- bate técnico tardó en aceptar que esa expan- novedad es el peso que le dio al suburbio co-
tervención pública finisecular, la cuadrícula y sión estaba formando una nueva ciudad: todas mo clave para una comprensión conjunta del
el parque terminaron funcionando en una di- las polémicas siguieron concentradas en re-
rección similar. Ya que los parques se convir- solver los problemas de los sectores tradicio-
tieron en espacios públicos cualificadores de nales de la ciudad, en continuidad con las pro-
la cuadrícula en el proceso de su expansión, no blemáticas del siglo XIX. Esta posición se
solo por su rol político-ideológico o higiéni- observa en quienes ofrecen alternativas a las
co, sino porque se constituyeron en los ámbi- diagonales trazadas para la zona céntrica en el
tos que concentraron las principales interven- plano de mejoras de Joseph Bouvard (1907-
ciones públicas en la indiferenciación del 1909) (v.), como Enrique Chanourdie (v.) y Vik-
amanzanamiento. En efecto, funcionaron co- tor Jaeschké (v.), dos de los principales anima-
mo organizadores institucionales del subur- dores de los debates urbanísticos en la primera
bio, concentrando y atrayendo, como en una década. Pero ese debate focalizado en las dia-
reedición del programa sarmientino, iniciati- gonales céntricas no pudo advertir que el pla-
vas públicas estatales y de la sociedad civil: no de mejoras de Bouvard iba mucho más allá, u PARQUE SAAVEDRA, DELIMITADO EN EL PLANO DEL DEPAR-

viveros, comedores infantiles, centros depor- realizando una propuesta integral para el con- TAMENTO DE OBRAS PÚBLICAS DE LA MUNICIPALIDAD (1916).

200 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bue bue
dispositivo metropolitano, motivo por el cual re- dos décadas anteriores adquirió visibillidad en diciones resultó uno de los detonadores para
cibió fuertes críticas de los sectores de la pro- los años veinte, y el barrio suburbano se con- la conversión de los primeros vecindarios de-
fesión urbanística que mantenían, todavía, los virtió en el centro de la vida social, política y sagregados en un espacio público de nuevo ti-
ideales de la ciudad concentrada. El Proyecto or- cultural de Buenos Aires. po, el “barrio”, ya que los nuevos vecinos de-
gánico resuelve el conjunto de la nueva figura La formación de los barrios suburbanos en bieron organizarse para reclamar por mejoras
urbana como una unidad metropolitana, inte- los primeros veinte años del siglo puede ser urgentes y para ello formaron instituciones de
grada por la cuadrícula pública y articulada por considerada como una verdadera aventura de fuerte capacidad identificatoria con el territo-
la combinación de un sistema continuo de ave- frontera. Los sectores populares encontraron rio: la Sociedad de Fomento, que a partir de
nidas con un sistema continuo de parques. En en la financiación que ofrecían las fórmulas sus reclamos al Estado fue convirtiéndose en
esta presencia del verde público no fue secun- más descarnadas de la especulación inmobi- una institución inclusiva y productora de ciu-
daria la participación del paisajista francés Jean liaria (lotes sin la mínima infraestructura) la dadanía; y el Club Social y Deportivo que, ade-
Claude Nicolas Forestier (v.). Pero, de manera solución al “problema de la vivienda”, proble- más de aportar al enriquecimiento de esa nue-
más general, podría decirse que la más desta- ma que en el debate público se agitaba como va sociabilidad democrática con sus bibliotecas
cada inspiración del Proyecto orgánico son los un fantasma desde una perspectiva higienis- populares y sus bailes, creó el equipo de fút-
modelos de la City Beautiful, que contó con im- ta, pero al que desde el poder público no se le bol, institución barrial fundamental. Junto con
portantes desarrollos en Estados Unidos e ins- daba respuestas efectivas (v. Vivienda de interés so- ese rol de espacio público político, el barrio
piró proyectos de ciudades nuevas en territorios cial). Como señalaba en 1910 el ingeniero Do- cumplió así el rol de coagulador de identida-
imperiales, como Nueva Dehli o Canberra. mingo Selva (v.), el mercado de tierras ya esta- des comunitarias, clave en sentido social y cul-
El Proyecto orgánico dejó claro que la polé- tural para la formación de la clase media por-
mica concentración / expansión se combina- teña. Esto no se ve solo en el caso del fútbol,
ba con las posiciones en el campo ideológico- sino en otras formas de la cultura que van a
político del conservadurismo y el reformismo, marcar la centralidad del suburbio en esos años
respectivamente. Una oposición que también como el tango, la literatura y las experiencias
puede leerse en las propuestas que, con muy de la vanguardia artística. Podría decirse que
poco tiempo de diferencia, plantearon dos vi- todas las marcas culturales de la Buenos Aires
sitantes ilustres, Le Corbusier (v.) en 1929 y moderna surgen de este proceso de integra-
Werner Hegemann (v.) en 1931. El primero bus- ción de los barrios a la ciudad, en el marco de
có sintonizar la ambición restauradora de la la expansión metropolitana.
elite local, para lo cual propuso recuperar el
equilibrio perdido de la ciudad por su descen- La modernización reactiva.
tralización, pero no desplazando el centro ha- Durante la década de 1930, la tradición re-
cia los nuevos suburbios, sino creando una formista del poder público se vio interrumpi-
nueva ciudad sobre el río (la cité des affaires, pla- da por una nueva modalidad de moderniza-
taforma de rascacielos frente al puerto) que ra- ción. Ese fue el resultado de la política del
tificara los modelos de la ciudad concentrada u TRANVÍA DEL CENTRO AL SUBURBIO. gobierno de Mariano de Vedia y Mitre, que pro-
a la manera de la tradición francesa. El segundo dujo una enorme transformación en la ima-
se vinculó con el reformismo político (el Par- ba realizando la tarea fundamental que el gen de la ciudad, al tiempo que interrumpió la
tido Socialista) y con las posiciones de los téc- reformismo técnico le atribuía a la vivienda po- larga tradición de interés público por incorpo-
nicos favorables a la expansión metropolitana, pular: convertir al obrero en propietario. Las rar a una gestión centralizada las nuevas ex-
como Carlos María della Paolera (v.), y si bien condiciones en que ese proceso se realizaba pansiones urbanas, que ya se desplegaban por
no dejó un “proyecto” para Buenos Aires, to- eran de extrema precariedad, pero, en todo ca- fuera de los límites de la Capital. De Vedia y
das sus recomendaciones apuntaron a un con- so, proponía Selva, allí podía actuar el Estado Mitre fue nombrado intendente por el presi-
trol de la expansión que capitalizara sus me- para completarlo con la infraestructura nece- dente Agustín P. Justo en 1932, y representó
jores resultados (la extensión de la vivienda con saria. Frente a ese tipo de expansión, que era en la ciudad el espíritu de la Concordancia: una
jardín sobre el tablero público de la cuadrícu- al mismo tiempo una solución objetiva para la actualización de los criterios de las políticas
la), organizando su proyección regional. radicación de los sectores populares y un ne- económicas y sociales, que en algunos rubros
gocio para los llamados “terratenientes de ba- adquirió el carácter de un notable proceso de
Barrio y suburbio en la década del reformis- ñados”, todo el reformismo urbano va a te- modernización para adecuar el país a la nue-
mo,1920-1930. Paralelamente al debate urba- ner una actitud oscilante, de atención a las va realidad del mercado mundial post-1930, en
nístico, en los años de 1920, el nuevo subur- necesidades planteadas por los nuevos habi- el marco del fraude electoral y el intento de res-
bio pasó a ocupar el centro de las atenciones tantes y de denuncia del proceso que ponía esos tauración del poder de las clases tradicionales.
políticas y culturales, por lo cual el interés del terrenos en el mercado; una actitud ambigua Buenos Aires fue una cara principal de los
Proyecto orgánico por la nueva figura urbana que no va a lograr traducirse en planes públi- aspectos modernizadores de ese modelo, en
debe verse como una manifestación más de cos explícitos de definición de los marcos de la parte gracias a De Vedia, que realizó una in-
esa nueva colocación. El proceso silencioso de expansión, por fuera del tablero público más tendencia casi tan larga como la de Torcuato
“ocupación hormiga” de la cuadrícula que los general instalado desde 1898 a 1904. de Alvear, figura con la cual fue comparado y
sectores populares venían desarrollando en las De todos modos, la precariedad de las con- a la cual apeló para insertar sus propias pro-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 201


puestas en un linaje prestigioso. De tal modo, sión que eliminó la tensión reformista que ha- habitantes en 1938 a 1.700.000 en 1947 y ca-
en 1936 Buenos Aires podía celebrar el cuarto bía caracterizado hasta entonces las propues- si 5.500.000 en 1970, quedando configurada
centenario de su primera fundación con el apo- tas de la gestión pública, ignorando las apre- una mancha en estrella con extremos en Tigre
geo de una modernización que definió su per- ciaciones del debate técnico sobre la cualidad y Pilar, Gral. Rodríguez, Marcos Paz y Gonzá-
fil urbano, social y cultural por varias décadas. regional de la ciudad metropolitana y sobre lez Catán, Ezeiza, Alejandro Korn y Berazate-
En esos años se completó la estructura de la necesidad de articular una gestión global que gui. Por otra parte, detrás de la intensa políti-
calles del conjunto del territorio federal con la garantizara la expansión al conurbano de los ca urbana desarrollada en la ciudad capital,
infraestructura de servicios correspondiente, y logros obtenidos en la ciudad capital. anidaba un conflicto que interiorizaría en la
se consolidaron los barrios de toda la primera metrópolis el conflicto más general de la Na-
expansión metropolitana, lo que produjo un 6. EL SEGUNDO CICLO DE EXPANSIÓN METROPOLI- ción entre la ciudad “europea” y el interior pro-
fuerte apoyo del movimiento fomentista, que TANA: EL “GRAN BUENOS AIRES”, 1930-1970. vinciano: el contraste entre la consolidación de
hasta poco tiempo antes solía tener posiciones la ciudad tradicional y el crecimiento desorde-
más próximas al socialismo y el radicalismo. La cabeza de Goliat. En 1940, Ezequiel Marti- nado y descualificado del Gran Buenos Aires,
Asimismo, en muy poco tiempo se realizó el nez Estrada difundió esta imagen que conju- con la afluencia de las migraciones internas.
ensanche de las avenidas transversales desde gaba hipertrofia y escisión para tematizar el Un conflicto que no tardaría en expresarse po-
Callao hasta el río, se finalizaron las diagona- desequilibrio entre la metrópolis y el territorio líticamente: el peronismo, nueva fuerza sur-
les Norte y Sur, se dio inicio a la Avenida 9 de nacional. Un desequilibrio que no se restrin- gida entre 1943 y 1945, daría expresión políti-
Julio, y en el encuentro de ésta con la Avenida ca a la población popular urbana y suburbana.
Corrientes recién ensanchada y la Diagonal Nor- Como se observó en el primer ciclo de ex-
te se levantó el Obelisco (v. Prebisch, A.) se finali- pansión de Buenos Aires, en este segundo tam-
zó la Avenida Costanera, se completó la red de poco se había operado un mero proceso de su-
subterráneos, se rectificó el Riachuelo y se re- burbanización, sino que se producía una nueva
emplazaron todos sus puentes tradicionales con realidad urbana y social a la cual no se termi-
estructuras modernas, se entubó el arroyo Mal- nó de responder en términos de integración
donado y se trazó y comenzó la construcción urbana, aspecto central de la integración so-
de la Avenida General Paz como circunvalación. cial. Incluso durante el peronismo, con su fuer-
La iniciativa privada también tomó parte te impulso a la integración social y política de
en esta transformación: durante los años trein- los sectores populares, la realidad del conglo-
ta se construyó la masa de edificios de renta merado bonaerense no logró los avances que
en altura (v. Casa de renta) que todavía hoy ca- caracterizaron el proceso de integración urba-
racteriza sectores completos de la zona cen- na de la Capital. Esta segunda expansión se vio
tral de la ciudad. Estos edificios generalizaron favorecida por la puesta en marcha de créditos
un perfil modernista de rascacielos blancos para la vivienda individual, que mantienen el
(rubro en el que se obtuvo en 1935 uno de los carácter autogestionario de la expansión; la in-
records que sostenía el orgullo porteño: el Ka- tegración urbana y social que observamos en
vanagh, el rascacielos “más alto de Latinoa- u EL OBELISCO EN CONSTRUCCIÓN EN EL AÑO 1936. los años veinte se reprodujo con menor in-
mérica”) y una renovación radical de los há- tensidad en los centros secundarios del su-
bitos domésticos basada en la modernización gía a aspectos urbanos y demográficos (Bue- burbio –donde también se activan institucio-
tecnológica del habitar: fueron el símbolo ele- nos Aires ya tenía casi el 30% de la población nes vecinales dinámicas– y con menor
gante de una “concepción de vida moderna”, total del país), sino que abarcaba los desarro- intensidad aún en la densificación intersticial,
que influyó fuertemente en los sectores me- llos económicos, sociales y culturales. La ima- que no cesará desde los años cincuenta. El co-
dios y altos, concentrando la atención de las gen interpretaba la posición que Buenos Aires lectivo tuvo el rol que le había tocado al tran-
principales prácticas arquitectónicas. había alcanzado en relación con el país, pero vía y al ferrocarril en la primera expansión (tam-
Desde el punto de vista de la dimensión al mismo tiempo comenzaba a hacerse evi- bién con bajas tarifas que permitieron
metropolitana, sin embargo, esta moderniza- dente que dentro del proceso expansivo de la independizar la radicación del trabajo), y hu-
ción generalizada de la Capital ya no tendría metrópolis se había producido una fuerte par- bo grandes loteos equivalentes, varios kilóme-
su correlato institucional en los nuevos su- tición interna; la cabeza de Goliat distaba de tros más allá, de los remates populares de prin-
burbios extra-capitalinos, dificultando la pos- mostrar una modernización homogénea. Por cipios de siglo. Pero cada vez menos el Estado
terior integración. Aunque quiso presentarse un lado, mientras la ciudad capital se moder- completó aquel ciclo con infraestructura o cua-
como el completamiento de un proyecto de lar- nizaba en clave autocelebratoria, su población lificación de los espacios públicos y las insti-
ga data, la gestión de De Vedia significó la in- llegaba casi hasta su máximo histórico tuciones. Sin políticas que consideraran la me-
versión del sentido histórico que había teni- (2.500.000 de habitantes en 1938), mientras trópolis en su conjunto; fragmentada esta en
do la expansión urbana en todo su ciclo que el crecimiento de la metrópolis, de allí cantidad de municipios generalmente pobres;
moderno, planteando un novedoso repliegue en adelante se produciría exclusivamente en fragmentados los servicios urbanos en canti-
de la ciudad capital sobre sí misma, que des- el territorio exterior a su jurisdicción: los bra- dad de empresas nacionales, provinciales y mu-
conoció el proceso de formación de los radios zos metropolitanos que penetran en la pro- nicipales, descoordinadas y sobrepuestas: el
metropolitanos. Fue una operación de exclu- vincia de Buenos Aires crecían de 1 millón de Gran Buenos Aires creció desmintiendo bue-

202 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bue bue
na parte de los procesos exitosos en la Capital, políticas oficiales comenzaron a alentar a me-
sobre todo, una gran heterogeneidad social y diados de la década y que el peronismo po- Le Corbusier
urbana contrastan con la extensión y consoli- tenció. Más allá de los cambios demográficos
dación de la clase media porteña. Un ejem- que generaría este nuevo proceso, la forma ur-
plo clamoroso es el de las condiciones sanita- bana también sentiría su impacto: se consoli-
rias: todavía a comienzos del siglo XXI solo un dó la localización tradicional de la industria en
50% de la población metropolitana posee ac- la ciudad de Buenos Aires y en los partidos del
ceso a la red pública de agua y cloacas; pero, área metropolitana ubicados al sur de la ciu-
por añadidura, mientras el conjunto de la Ciu- dad –Avellaneda–, pero también comenzaron
dad Autónoma y los distritos de la primera co- a registrarse nuevas localizaciones en los par-
rona suburbana están cubiertos en un 100%, tidos del Oeste y Norte ante el estímulo re-
un distrito de la tercera corona como Floren- presentado por la construcción de la Avenida
cio Varela está cubierto solo en un 10%. General Paz. De esta manera fue adquirien-
Además de esta partición metropolitana, en do forma el llamado cinturón industrial del
el plano del gobierno de la Capital se profun- Gran Buenos Aires, que a partir de 1960 se ex-
dizó un problema tradicional de la gestión de tendería sobre la traza del Acceso Norte, com-
la ciudad: la dependencia del gobierno nacio- pletando la configuración industrial del área.
nal. Durante gran parte del período, la ciudad Ya se mencionó que el medio de transpor-
careció de todo órgano de representación de los te que protagonizó este segundo ciclo de ex-
vecinos, tanto por conflictos políticos entre la pansión fue el “colectivo”. Su desarrollo co-
ciudad y la nación (como en la década de 1940, mienza alrededor de los críticos años veinte,
cuando el presidente Ramón S. Castillo disuelve en el marco de la crisis tarifaria y los conflic-
el Concejo Deliberante y luego Perón deriva el tos con las empresas inglesas de transporte;
rol legislativo de la ciudad al Congreso Nacio- empieza como una reorganización cooperati-
nal), como por la anulación de las instituciones va de propietarios de taxis, que unificaban ta-
democráticas producida por golpes militares. rifas y recorridos, derivando luego en la for-
mación de empresas de capital nacional con
El peronismo y la visibilidad del Gran Buenos flotas de carrozados que ampliaban su capaci-
Aires. El segundo ciclo de expansión se inició dad. Ya en 1934, el 30% de los pasajeros de la
a mediados de la década de 1930, incremen- ciudad viajaba en colectivo, en un proceso que
tando su intensidad a partir de 1946 y ate- creció exponencialmente, debido a la gran fle-
nuándola recién a partir de 1970. Es una ex- xibilidad del vehículo a motor para acceder a
pansión que ya no se apoyaría en la inmigración las zonas intersticiales de los grandes ejes fe-
externa, sino que fue el resultado de despla- rroviarios en los nuevos suburbios metropo-
zamientos internos de población: el peso rela- litanos, logrando una capilaridad que contri-
tivo de los provincianos en la población de Bue- buyó a la conexión entre la Capital y el área
nos Aires aumentó desde un 16% en 1936 al metropolitana. Desde mediados de los años de
37% diez años después; en 1960, los “provin- 1930, la obra pública, sobre todo la de la Di-
cianos” constituían el 90% de la población tra- rección Nacional de Vialidad, mejoró la infra-
bajadora masculina y el 58% de la femenina. estructura vial del área, hecho que también es-
Hay que considerar, además, que al concen- timuló la expansión del colectivo. La conexión
trarse en los nuevos suburbios del área me- de la Capital con el sur del Gran Buenos Aires
tropolitana, el efecto de estas nuevas migra- se vio facilitada por la construcción de nuevos
ciones en el cambio poblacional se potenciaba. puentes en el Riachuelo y, hacia finales de la
Pese a que existen dudas sobre su proceden- década, comienza la construcción de los dos
cia precisa, se considera que las primeras ca- grandes conectores Norte-Sur a escala metro-
madas provinieron de las regiones agrícolas politana, la Avenida General Paz y el Camino u ARRIBA, BOCETOS DE u LA CIUDAD SE EXTIENDE

más modernas (en especial de la Provincia de de Cintura, desde San Isidro hasta Quilmes LE CORBUSIER PARA UN HASTA EL RÍO CON UNA
Buenos Aires) por las dificultades económicas (aunque los últimos tramos quedaron poster- NUEVO PLAN DIRECTOR PA- GRAN EXPLANADA RESER-
registradas en la producción agroexportadora gados por décadas). RA BUENOS AIRES (1937). VADA PARA EL CENTRO
con posteriordad a la crisis de 1930. De la misma forma en que se había opera- EL PLAN DE LA CIUDAD DE NEGOCIOS. ALLÍ, CINCO
En tal momento, la crisis del campo operó do el origen de los barrios porteños a princi- FRENTE AL RÍO, DE BONET, TORRES GENERAN LA
como un trasfondo sobre el cual se recortaba pios del siglo XX, el proceso de expansión me- FUE EN 1949 UNA CONTI- NUEVA POSTAL DE BUENOS
un poderoso atractivo de población radicado tropolitana se inició en los años treinta de NUACIÓN DE AQUELLA AIRES VISTA DESDE LA
en Buenos Aires y en su área metropolitana: el manera silenciosa. Aunque los técnicos no de- PROPUESTA . COSTA.
crecimiento de las actividades industriales, ba- jaban de registrarlo (y de reclamar una orga-
sado en la sustitución de importaciones que las nización metropolitana acorde), para gran par-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 203


no verde, con espacios de esparcimiento, ser-
vicios sociales y viviendas en la cuenca del río
Matanza. Se proponía crear una reserva verde
a escala metropolitana, forestando y equipan-
do con instalaciones deportivas y recreativas lo
que se conoce como los bosques de Ezeiza, vin-
culados con la ciudad a través de autopistas ur-
banas y suburbanas que unían el aeropuerto
con el centro. Por todo ello, Ezeiza debe pen-
sarse como una operación de inversión del mo-
do tradicional de pensar la ciudad a favor del
Gran Buenos Aires: la creación de un nuevo
frente en el rincón más alejado y paupérrimo,
trasladando la puerta de la metrópolis desde el
río a la pampa (v. Aeropuerto).
Otra acción fundamental para la consoli-
dación y el desarrollo del Gran Buenos Aires
fue su reconocimiento institucional como área
de planeamiento por el gobierno de la pro-
vincia de Buenos Aires, en 1948, a partir del
asesoramiento y la prédica de José M. F. Pas-
tor (v.) frente al gobierno provincial. Ya el cen-
so de 1947 había planteado la misma jurisdic-
ción como unidad de análisis, cumpliendo un
reclamo que demógrafos como Romualdo Ar-
dissone realizaban desde la década anterior.

Políticas de ampliación de los beneficios de la


urbanización. Dentro de este contexto, las po-
líticas del peronismo orientaron un doble pro-
ceso de ampliación social de la apropiación de
los beneficios de la urbanización: por un lado,
estimularon la expansión del área metropoli-
tana y por otro, el consumo popular del cen-
tro tradicional de la ciudad. En el primer caso,
u PLANO DEL AEROPUERTO DE EZEIZA CON EL TRAZADO DE SUS PISTAS. HACIA ARRIBA, EL GRÁFICO INCLUYE AL BARRIO EVITA. el transporte ocupó un lugar destacado, al am-
pliarse y abaratarse mediante tarifas subsidia-
te de la sociedad porteña, en cambio, el Gran el contexto político de la época, pero también das. El transporte automotor colectivo se ex-
Buenos Aires se hizo visible el 17 de octubre es necesario subrayar que la historia y la for- pandió y, aunque los ferrocarriles nacionalizados
de 1945 en forma de un sorpresivo avance po- ma urbana de Buenos Aires funcionaron una entraban en un lento proceso de deterioro, an-
lítico popular sobre la ciudad “decente”. El mi- vez más como metáforas de los conflictos de tes de hacerlo cumplirían también un rol cen-
to de origen del peronismo se montó sobre la sociedad argentina. tral en la intensificación de la expansión. En
imágenes que oponían dos realidades urbanas Sea cual fuera su origen y sustento, estas cuanto a la infraestructura vial, se inició un nue-
y sociales irreconciliables: el “17 de Octubre” representaciones operaron y sostuvieron polí- vo ciclo de desarrollo: el de los accesos radiales
fue narrado como una suerte de “toma de la ticas del peronismo en el poder. El gobierno a la ciudad, comenzados con el trazado de la au-
ciudad”, ejecutada por un fenómeno social ges- consideraba tener una “deuda” política con el topista Ricchieri en relación al nuevo aeropuerto.
tado “extramuros”. Es necesario destacar que Gran Buenos Aires, que trataría de reparar a Los planes de la Dirección Nacional de Viali-
estas son las representaciones que quedaron través de políticas públicas, pero también a tra- dad ya contemplaban los proyectos de acceso
consolidadas en el imaginario político, que al- vés del discurso político, exigiendo la consi- Norte y Sur, y la ejecución de autopistas urba-
gunos datos de otra procedencia sugieren ma- deración en términos sociales de este sector nas, obras que se materializarían recién en las
tizar. Por ejemplo, en las elecciones de febre- postergado de la metrópolis. En este sentido, décadas del sesenta y setenta respectivamente.
ro de 1946, la fórmula Perón - Quijano obtuvo una de las acciones urbanas de mayor valor Otro sector de gobierno que se activó a par-
en la Capital el 53% de los sufragios, cifra que simbólico fue la localización del aeropuerto tir del peronismo fue el de las políticas de vi-
se elevó al 55% en las elecciones de 1951. Estos metropolitano en Ezeiza, proyectada por el Mi- vienda, que entonces incluyeron la construc-
valores cuestionan la imagen de Buenos Aires nisterio de Obras Públicas (MOP, 1944-1955) ción de unidades por parte del Estado, la
como una ciudad dominada por la oposición: como una operación territorial de gran escala, financiación a través de créditos o la demo-
para entenderla es imprescindible ubicarse en que incluía la creación de un paisaje suburba- cratización de 0la propiedad inmueble, a tra-

204 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bue bue
vés de la Ley de Propiedad Horizontal N° ciales de Buenos Aires durante todo el proce-
13512/48 (v. Propiedad horizontal), creando o am- so de expansión.
pliando la acción de reparticiones estatales co- La Ley de Propiedad Horizontal también
mo el Banco Hipotecario Nacional (BHN) (v.), constituyó un estímulo a la ampliación del nú-
del Ministerio de Obras Públicas (MOP) (v.) y mero de propietarios. Esta ley fue pensada asi-
de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos mismo por el peronismo como un estímulo
Aires (MCBA) (v., Interés social, vivienda de). para la construcción privada; sin embargo, por
Dentro de la ciudad capital, los nuevos con- diversas razones políticas y económicas, la res-
juntos construidos por el Estado ocuparon lo- puesta del mercado fue más cauta de lo espe-
calizaciones de borde, apropiándose de esca- rado. Recién en la década de 1960, con el apo-
sos sectores libres de cierta magnitud dentro u VISTA DEL VIEJO AEROPUERTO DE EZEIZA. yo del crédito oficial, la propiedad horizontal
de una trama urbana consolidada. Muchos de densificó amplios sectores de la ciudad capital
ellos, dentro y fuera de la Capital, buscaron vin- en los años posteriores al peronismo, como Vi- y los principales subcentros metropolitanos,
cularse a las nuevas vías de comunicación que lla Lugano, Villa Soldati o Piedrabuena. dando base material a la expansión de la ma-
transformaban el suroeste del área, como Ciu- Sin embargo, mayor peso cuantitativo que trícula profesional de los arquitectos.
dad Evita, integrada a la operación territorial la acción directa (v.) adquirió la financiación El peronismo produjo una serie de acciones
del aeropuerto de Ezeiza, o el barrio 17 de Oc- de viviendas, a través de créditos a bajo inte- (construcción de equipamiento, infraestruc-
tubre (hoy General Paz ), del BHN, ubicado so- rés (v. Banco Hipotecario). Estas operatorias logra- tura, etc.) para favorecer la expansión a toda la
bre la avenida General Paz y la autopista Ric- ron incrementar en gran forma el número de metrópolis de un consumo popular de la ciu-
chieri. En la capital, los conjuntos 17 de Octubre propietarios de vivienda: en la Capital se pasó dad tradicional, sobre todo del centro, que man-
(Barrio Graffa) o Los Perales fueron obras de de un 17,6% de propietarios en 1947 al 45,6% tenía el atractivo del cual había gozado a lo lar-
la MCBA que responden a las pautas de loca- en 1960; en el Gran Buenos Aires, del 43,3% go de su historia. El “derecho a la ciudad”,
lización indicadas, como también el barrio Juan al 67,2 %, siendo este uno de los principales aunque no se expresaba de esta manera preci-
D. Perón (hoy Saavedra) y la mayor parte de indicadores del proceso de movilidad ascen- sa, intentaba operar como una propuesta re-
los conjuntos de vivienda que se construirían dente que caracterizaría los indicadores so- distributiva de los beneficios de la ciudad, que

u CONJUNTO HABITACIONAL DE ALTA DENSIDAD, EN VILLA LUGANO, BUENOS AIRES.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 205


ahora podría ser disfrutada por todos. En rea- to el punto crítico del “continuo rural-urbano”
lidad, el peronismo incorporaba nuevos secto- para la teoría del desarrollo, como el corazón
res sociales en un proceso de ampliación del de una “cultura de la pobreza” para la teoría de
consumo urbano que venía de las décadas an- la dependencia. Oscilaciones que aparecerán
teriores, retomando y redirigiendo un impulso también en la arquitectura entre las políticas
interrumpido por la modernización reactiva de de “erradicación” en los grandes planes de vi-
los años de 1930, pero que ya no se detendría vienda (v. PEVE) y las políticas de “participación”
en todo este ciclo expansivo, más allá del signo en iniciativas como Villa 7.
ideológico de los diferentes gobiernos.
De hecho, la visibilidad de un tópico fun- Planificación urbana y región metropolita-
damental en la tematización de la desigualdad na: del peronismo al desarrollismo. La idea
social y urbana, la “villa miseria”, pudo darse de planificación urbana, una clave decisiva en
recién con la caída del peronismo. Aunque ma- la creciente participación estatal en la actividad
nifestaciones tempranas de asentamientos pre- económica y en la vida social durante buena
carios se remontan a finales del siglo XIX (el uZONIFICACIÓN DE LA CAP. FED. EN EL PLANO DE 1958. parte del siglo XX en todo el mundo, se des-
“Barrio de las Latas”, vecino a la Quema de Ba- plegó en Buenos Aires en el marco de este se-
suras), y algo muy parecido a la “villa miseria” De modo casi simultáneo, el tema apare- gundo ciclo de expansión metropolitana (v. Plan).
aparece como producto de la crisis de 1930 cer- ce en el pensamiento social y arquitectónico Más allá de los cambios en los lenguajes téc-
ca de Puerto Nuevo (“Villa Desocupación”), (Gino Germani realiza en 1957 en la Isla Ma- nicos y en los estilos de conocimiento, hay una
su desarrollo se produjo en los años cuarenta ciel el primer estudio sociológico de migran- serie de problemáticas que atraviesan la ex-
y cincuenta como producto de las nuevas mi- tes, al tiempo que Wladimiro Acosta (v.) pro- pansión y permiten identificarla como un ci-
graciones. El gobierno de la llamada Revolu- pone allí sus conjuntos de vivienda social), y clo unitario en la formación de una “ideología
ción Libertadora le dio reconocimiento ofi- en la cultura (Bernardo Verbitsky escribe tam- de la planificación” en Buenos Aires hasta los
cial al fenómeno, cuando en 1955 la Comsión bién en 1957 Villa miseria también es América), años setenta: la cuestión de los desequilibrios
Nacional de la Vivienda produjo el primer cen- quedando desde entonces como un núcleo prin- regionales, la falta de integración nacional, la
so específico (v. Plan de emergencia): 33920 perso- cipal de las preocupaciones del pensamiento articulación entre ciudad y territorio metropo-
nas en la Capital y 78430 en los partidos del urbano. Símbolo de la segregación social y ur- litano, la estructura interna desigual de la ciu-
Gran Buenos Aires vivían en villas. bana, tendrá abordajes contrastantes: será tan- dad. Ideas que, encarnadas en planes urbanos
y regionales, tuvieron un correlato difícil y com-
plejo con las transformaciones reales de la es-
tructura urbana y social de Buenos Aires, por
la imposibilidad de coordinar la gestión en to-
do el territorio metropolitano, la precariedad
institucional de las instancias de planificación,
los vuelcos drásticos y la ausencia de siste-
maticidad en las políticas estatales. De modo
que el análisis de los planes y el pensamiento
planificador debe tomar en cuenta siempre su
realización fragmentaria y a larguísimo plazo,
por ello mismo muchas veces contradictoria
con los objetivos propuestos.
Durante los años treinta, la principal figu-
ra en la conformación de las bases disciplina-
rias del debate planificador, Carlos María de-
lla Paolera (v.), fue también protagonista en la
gestión del intendente De Vedia como direc-
tor de la Oficina del Plan de Urbanización. Sin
embargo, independientemente de su rol en al-
gunas de las transformaciones puntuales de la
época, como el trazado de la Avenida 9 de Ju-
lio, la gestión municipal contradijo los objeti-
vos básicos con que Della Paolera buscaba apli-
car el “urbanismo científico” en Buenos Aires,
como la institucionalización de su Oficina en
el esquema de gobierno, la sujeción de la po-
lítica urbana a un plan integral de reformas o,
uLAS IDEAS BÁSICAS DEL PLAN REGULADOR DE BUENOS AIRES DE 1958. especialmente, la incorporación de los nuevos

206 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bue bue
suburbios que se habían formado más allá de separados de ella no solo en términos admi- río, la configuración de grandes conjuntos de
la General Paz a una política metropolitana y nistrativos, sino también sociales y simbólicos. actividades administrativas y de equipamien-
regional, como proponía desde los años vein- La tercera iniciativa es la organización del tos, y la estructuración de una red principal de
te. Y es que el conjunto del debate reformista Estudio del Plan de Buenos Aires (EPBA), for- circulación vial que canalizara los accesos re-
de los años veinte se reconfigura en los años mado dentro de la MCBA del primer inten- gionales hasta el área central de la ciudad; y
treinta en un pragmatismo técnico que reem- dente peronista, Emilio Siri, en 1947. El EPBA fue el semillero institucional de las principa-
plaza las visiones globales por una ambición se organizó sobre la base del Plan Director que les figuras que regirían la acción urbanística
de intervenciones puntuales especializadas, co- en 1937-1938 había realizado en París Le Cor- en las décadas siguientes, como Eduardo Sa-
mo se ve por antonomasia en el Primer Con- busier (a partir de los bocetos de su visita a Bue- rrilh y Odilia Suárez (v.).
greso Argentino de Urbanismo, organizado nos Aires de 1929), junto a Juan Kurchan (v.) Luego de la disolución del EPBA, Juan Kur-
por la Asociación Los Amigos de la Ciudad en y Jorge Ferrari Hardoy (v.). A pesar de su corta chan formó en la MCBA la Dirección de Ur-
Buenos Aires en 1935, con representantes de duración (se disolvió en 1949, con la remoción banismo (1952-1957), manteniendo una ofici-
las oficinas técnicas de todo el país. de Siri); a pesar de la escasa posibilidad de al- na administrativa que reunía a buena parte del
Durante los años de gobierno peronista, gunas de las medidas que proponía (como la plantel técnico del EPBA. Y de este modo, con-
acicateado por el gran impulso dado a la idea reconcentración de la ciudad, reestructurando tradiciendo las rupturas más generales que po-
de planificación desde la política (los planes el tejido urbano a través de áreas residenciales drían preverse entre el período peronista y el
quinquenales como marca de su gestión), se de alta densidad hasta un límite fijado a la al- siguiente, en el campo de las ideas urbanísti-
producen tres iniciativas muy importantes. Las tura de la actual avenida Scalabrini Ortiz, man- cas se produjo una notable continuidad. De he-
dos primeras ya fueron mencionadas: Ezei- teniendo núcleos satélites en Flores y Belgra- cho, el plan emblemático del desarrollismo, el
za, que, aun sin ser un plan urbano en senti- no); y a pesar, especialmente, de su incapacidad Plan Director para Capital Federal (con linea-
do estricto, debe verse como una operación de de incorporar a sus propuestas la dimensión mientos estructurales para el Área Metropo-
planificación territorial a gran escala, de efec- del Gran Buenos Aires; a pesar de todo ello, el litana y su Región), fue realizado en gran me-
tos multiplicadores en la conformación con- trabajo del EPBA tuvo resultados de larga du- dida por los jóvenes formados en el EPBA y la
temporánea de la región metropolitana; y la ración en la historia de Buenos Aires. Reali- Dirección de Urbanismo, entre quienes se mez-
institucionalización del Gran Buenos Aires. zó un análisis de la conformación histórica de claban urbanistas y arquitectos de los nuevos
Este es uno de los mejores ejemplos de la re- la metrópolis (publicado en 1956 en una edi- grupos de vanguardia como OAM, estable-
lación desajustada entre ideas urbanísticas y ción especial de la Revista de Arquitectura (v.): ciendo el relevo generacional del grupo Aus-
realidad político-institucional y urbana en nues- “Evolución del Gran Buenos Aires en el tiem- tral (v. Moderna, Arquitectura).
tro medio, ya que si en los objetivos origina- po y en el espacio”) que sistematizó los prin- La elaboración del Plan Director se inició
rios de José M. F. Pastor la conformación pro- cipales argumentos con que se pensarían los en 1957 y culminó con la aprobación del Plan
vincial del Gran Buenos Aires debía ser un problemas y las necesidades urbanas durante en 1962. Aquí entraron ya francamente las ide-
primer paso para la coordinación regional de mucho tiempo más; propuso algunos objeti- as descentralizadoras y regionales anglosajo-
toda la metrópolis, en la realidad se cristalizó vos específicos que se convertirían en porta- nas, presentes en el medio local desde los años
para siempre en su forma inicial: reuniendo estandartes de la modernización del pensa- cuarenta, a través de la prédica de Pastor en la
los distritos provinciales “externos” a la ciudad, miento urbanístico, como el avance sobre el Revista de Arquitectura. En el Plan Director, la

u MAQUETA DE DETALLE Y DE CONJUNTO DEL PLAN PARA EL BARRIO SUR DEL AÑO 1957, REALIZADO POR EL EQUIPO DE ANTONIO BONET.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 207


idea de descentralización anular (capital / mu- rminal de ómnibus, el Parque Almirante Brown,
nicipio / región) fue tomada del Plan de Lon- los conjuntos habitacionales de Lugano y Sol-
dres, aunque para los urbanistas locales no dati; algunas iniciativas reglamentarias de lar-
constituía un problema la cantidad de habi- go y controvertido destino, como el Código de
tantes en el área central (obsesión de los in- Planeamiento; la consolidación a nivel del go-
gleses que dio lugar a las New Towns), sino la bierno municipal de una oficina de planifica-
buena distribución de usos y actividades en la ción (entre 1965 y 1971, la Dirección General
planta física. Sus principales propuestas abar- del Plan Regulador y, desde 1971, el Consejo de
caron tres escalas. La escala regional: contener Planificación Urbana). Especialmente, confor-
la masificación continua promoviendo un pro- mó un tipo de compromiso entre urbanismo y
ceso de micro descentralización regional, ex- arquitectura que va a continuar hasta el final
pandiendo núcleos existentes en un radio de del ciclo expansivo: el plan urbano realiza una
100 km: Pilar, Mercedes, Zárate, Campana, matriz abstracta que es, en sí misma, “progre-
Cañuelas, etc. La escala metropolitana: sanear sista” (y esta convicción les va a permitir a los
el área con obras hidráulicas en el Reconquis- arquitectos-urbanistas mantener diferentes gra- u PLAN DE LAS AUTOPISTAS.

ta y el Matanza, impedir loteos en áreas bajas, dos de participación en gobiernos autoritarios


expandir infraestructura, reorganizar de mo- sin traicionar su autorrepresentación), y den- denberg (v. Staff), mostrando apenas uno de los
do unitario el área costera desde el Tigre a La tro de esa matriz abstracta, la arquitectura (ide- puntos de contacto que se multiplicarían en-
Plata, organizar un sistema de accesos tan- almente a través de concursos públicos, motor tre las ciencias sociales y la arquitectura y el ur-
genciales al área central, simplificar la red fe- del gran boom de la profesión en los años se- banismo, aunque con conflictos y desencuen-
rroviaria, institucionalizar mecanismos per- senta) se ocupa de los edificios singulares en tros permanentes. Esto se ve muy claramente
manentes de gestión del Área Metropolitana. los que se juega la representación pública y pri- en uno de los planes urbanos en los que se lle-
La escala urbana, des-saturar y des-terciarizar vada de la modernización. vó más a fondo la idea de planificación “inter-
el Barrio Norte, recuperar el equilibrio entre La gran innovación de la segunda mitad de disciplinaria” (uno de los más firmes mitos del
Norte y Sur (esa larguísima ambición en el pen- la década de 1950 es el ingreso pleno de las período), el Plan de Renovación de la zona Sur
samiento urbano y la gestión pública en Bue- ciencias sociales a los temas de la planificación de la Ciudad de Buenos Aires, de 1970-1971,
nos Aires), realizar un relleno sobre el río pa- urbana, iniciando una fecunda etapa del pen- dirigido por Juan Kurchan como desarrollo
ra un gran parque metropolitano, etc. samiento social sobre Buenos Aires bajo el aus- puntual de los lineamientos genéricos del Plan
El Plan fue el primero en recibir una apro- picio de la teoría de la modernización. Junto al Director. En el trabajo analítico participaron
bación legislativa, aunque su realización fue inaugural trabajo de Gino Germani en la Isla muchas figuras de una nueva camada de pla-
episódica y más que parcial. A pesar de eso, de- Maciel se llevó a cabo la primera encuesta de nificadores (con origen tanto en la arquitectu-
jó algunos emprendimientos centrales en la Capital y Gran Buenos Aires, dirigida por Ger- ra como en las ciencias sociales), que aplica-
imagen de la ciudad de los años sesenta y se- mani y coordinada por uno de los miembros ron los conceptos y las metodologías más
tenta, como Catalinas Norte y Catalinas Sur, la de la Oficina del Plan Regulador, Jorge Gol- sofisticadas para el diagnóstico y la programa-
ción urbana. Pero el proyecto urbano lo re-
solvieron finalmente arquitectos formados en
la tradición del diseño, ratificando que aquel
primer compromiso entre arquitectura y ur-
banismo resultaba más efectivo que la ambi-
ción científica de la nueva planificación.

7. EL FIN DE LA EXPANSIÓN: 1970-2001


Entre 1970 y 2001 el Área Metropolitana
pasó de más de ocho millones de habitantes a
más de doce millones, ampliándose la ocupa-
ción territorial no tanto por la prolongación de
los brazos existentes como por la cobertura
de los espacios intersticiales, llegándose a di-
luir la forma en estrella. Pese a este crecimiento,
desde un punto de vista cualitativo, puede de-
cirse que el proceso de expansión se detuvo.
Porque con el término “expansión” se hace re-
ferencia aquí a una dinámica urbana, social y
política, característica de las ciudades occiden-
tales desde mediados del siglo XIX, sucedánea
de la formación del Estado de Bienestar, que
u PROYECTO DE ENSANCHE DEL ÁREA CENTRAL DE BUENOS AIRES, DEL EQUIPO LIDERADO POR MARIO R. ÁLVAREZ. define las hipótesis fundacionales del progre-

208 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bue bue
sismo urbano y las bases materiales e ideoló- cia de Buenos Aires; y en 1994 la reforma cons- Codigo de Planeamiento Urbano aprobado en
gicas de la planificación. Esa expansión se ma- titucional le dio autonomía a la ciudad capital, 1977, producto de un proyecto realizado entre
nifestó en una triple tensión, hacia afuera en de modo que en 1996 se nombraron las pri- 1971 y 1973, que había respondido a los linea-
el territorio, hacia adentro en la sociedad y ha- meras autoridades por elección directa de la mientos generales del Plan Director de 1958-
cia adelante en el tiempo: la expansión urbana, ciudadanía (Jefe de Gobierno y Legislatura). 1962: la realización de autopistas de acceso a
la integración social y la idea de proyecto. Ha- Sin embargo, estas transformaciones no han la Capital, la construcción de 60 escuelas, la re-
cia finales de los años sesenta y comienzos de favorecido aún dos objetivos básicos para la alización de espacios verdes de escala metro-
los setenta, ese ciclo expansivo entró en crisis confección de políticas metropolitanas: la for- politana, como el “Ensanche del área central”
en todo el mundo, como resultado de una se- mación de una dirigencia política y social lo- (creación de una zona de relleno de 400 ha en
rie de procesos: deslocalización industrial, des- cal que traduzca políticamente los problemas el frente de la ciudad, desactivando el Puerto
membramiento de los centros terciarios, flujos urbanos y la construcción de los instrumentos Madero, para expansión de la zona terciaria y
inversos entre la ciudad y el campo, con el efec- para la coordinación regional. parque metropolitano, que comenzó a reali-
to de una urbanización difusa y la proliferación zarse con los escombros de las demoliciones
de “periferias internas”, vacíos en tejidos com- 1976-1983: modernización y autoritarismo. Has- de las autopistas, configurando la actual Re-
pactos, viejas áreas industriales abandonadas, ta el golpe militar de 1976 los lineamientos del serva Ecológica, el Cinturón Ecológico” (que co-
sectores completos de residencia que entraran desarrollo urbano y de las políticas urbanas con- ordinaba la Ciudad y la Provincia de Buenos
en decadencia frente a localizaciones de punta tinuaban la inercia de la expansión, radicali- Aires para el desarrollo de una franja foresta-
(tecnológica y social), obsolescencia de las in- zados sus aspectos más distribucionistas en da de uso público de cerca de 30.000 ha me-
fraestructuras globales, etc. el marco de la descomposición de los gobier- diante el relleno sanitario, dando respuesta al
En Buenos Aires, los primeros síntomas de problema de los residuos en el área metropoli-
conclusión del ciclo expansivo también apare- tana), o la costa del río, que desde La Plata has-
cen en los años setenta: el fin del aporte mi- ta el Tigre era afectada como reserva boscosa,
gratorio (hacia finales de los años de 1960 el en relación con la autopista Buenos Aires - La
60% de los migrantes nacionales llegaba a Bue- Plata. Asimismo, en la Provincia de Buenos Ai-
nos Aires, en los años de 1970 sólo lo hacía el res se aplicó en 1977 la Ley N.° 8912 de uso del
30%, y en los años de 1980 el saldo migratorio suelo, que también se proponía originariamente
fue negativo) y el consecuente decrecimiento objetivos tradicionales de la planificación mo-
relativo de la población (por primera vez en el dernizadora, como la prohibición de la urba-
siglo Buenos Aires comienza a tener una tasa nización en zonas inundables o la reestructu-
de crecimiento inferior a la del resto urbano na- ración del tejido urbano disperso; aunque el
cional) y el doble proceso de reestructuración y contexto autoritario y de ausencia de medidas
deslocalización industrial que, sobre todo en la de promoción para los sectores populares se
zona sur-suroeste de la ciudad y en grandes zo- u LAS TORRES DE CATALINAS NORTE. tradujo en el fin de los loteos económicos, cla-
nas del Gran Buenos Aires generó situaciones ve principal del ciclo expansivo, y la multipli-
sociales y territoriales de fragmentación y va- nos de la Revolución Argentina (1966-1973), cación de asentamientos ilegales en peores con-
ciamiento. Aunque va a ser en la década del no- que habían sido por su parte claros promoto- diciones que las que se buscaba evitar.
venta, en el marco de un nuevo proceso de mo- res de la planificación desarrollista, y del as- A pesar de las coincidencias globales entre
dernización, cuando el fin de la expansión censo del efímero gobierno peronista (1973- los proyectos del gobierno militar y las previ-
produzca una configuración urbana radical- 1976). A partir del golpe de Estado, algunas siones de los urbanistas modernizadores –mu-
mente novedosa, con la promoción de enclaves políticas económicas y sociales de la dictadura, chos de los cuales fueron contratados para al-
urbanos privados frente a la tradicional inclu- en cambio, se insertan claramente en el marco gunas de las intervenciones–, el Código supuso
sividad homogeneizante de la grilla pública, posexpansivo: las políticas cambiarias que de- dos innovaciones de gran impacto en la ciudad
la generalización de sistemas de dispersión te- salentaron la producción industrial, la expul- que generaron duras críticas: la duplicación de
rritorial que por primera vez en la historia de sión brutal de población carenciada de la ciu- la cantidad de autopistas propuestas por el Plan
Buenos Aires suponen una amenaza cierta pa- dad a sus provincias de origen. Sin embargo, de 1962 y los “premios” (mayor altura y volu-
ra la pervivencia de las cualidades de su centro, debe notarse que los lineamientos principales men edificable) que se ofrecían a los edificios
la multiplicación de la oferta de servicios pri- del gobierno militar en la ciudad tendieron a que se proyectaran con perímetro libre (dan-
vados para sectores de renta media-alta, fren- ocultar las consecuencias de ese proceso y a do lugar a las torres que modificaron en muy
te a la notoria decadencia de las redes públicas asordinar una representación acabada de su ca- breve tiempo zonas completas de la ciudad, co-
universales. rácter: la dictadura ofició de respirador artifi- mo el barrio de Belgrano). Las autopistas, en
Desde el punto de vista político institucio- cial para muchas de las convicciones del ciclo particular, se convirtieron en un símbolo de
nal, este fin de ciclo reconoce tres etapas muy “progresista”, en tanto sus políticas urbanas las políticas urbanas dictatoriales, ya que las
diferentes, que organizan la periodización. A pueden interpretarse como el último ramalazo demoliciones masivas se enlazaron con un te-
su vez, debe mencionarse una serie de cam- de la tradición modernizadora-planificadora. ma novedoso que se convertiría en tópico en
bios jurisdiccionales importantes ocurridos en Esto se ve con claridad en el hecho de que la sociedad porteña: la destrucción del patri-
la última década. Entre 1993 y 1994 se divi- las múltiples iniciativas del intendente, briga- monio histórico en tanto testimonio de la vida
dieron y crearon varios partidos en la Provin- dier Osvaldo Cacciatore, se encuadraban en un de los sectores populares y de la identidad cul-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 209


ta movilización se daba en un nuevo marco eco-
nómico y simbólico de empobrecimiento de la
sociedad y de crisis aguda de la ciudad, por la
enorme deuda dejada por las obras de la dic-
tadura y el colapso de una infraestructura que
no había sido actualizada en décadas, con el re-
sultado de inundaciones frecuentes, cortes de
energía, contaminación de la cuenca hídrica,
colapso funcional de la red ferroviaria. La aper-
tura política de la ciudad no tuvo impacto en la
crisis urbana; lo que se produjo fue una impasse
en la que crisis urbana y crisis económica se
complementaron: la ciudad parecía funcionar
porque la economía no lo hacía.
En el campo de las ideas urbanas también
se produjo una impasse, en la que convivie-
ron las ideas ortodoxas de la planificación tra-
dicional (que presidieron la última utopía po-
lítica-urbana del siglo: el proyecto de traslado
u LA EXPLOSIÓN DE BARRIOS CERRADOS Y COUNTRIES EN EL CONURBANO. FUENTE: SUPLEMENTO COUNTRIES DE CLARÍN. de la Capital Federal a Viedma, sancionado por
una ley del Congreso, de 1986), las hipótesis
tural de la ciudad. Un tema que se desarrolla- dios audiovisuales, cuyo centro indudable fue de la sociología crítica y la introducción de la
ba también al calor de una módica gentrifica- la construcción de ATC en 1978 última corriente del pensamiento urbano in-
ción de dos barrios tradicionales, San Telmo, ternacional, la de la “ciudad por partes”, con
protegido por una ordenanza especial, y Pa- 1984-1989: Democracia y crisis. La llegada de ejemplo en la experiencia de Madrid y Barce-
lermo Viejo, donde comenzaba la puesta en va- la democracia supuso, en primer lugar, una re- lona, cuyos protagonistas comenzaron una lar-
lor de las viejas casas populares de comienzos cuperación del espacio público frente a la asep- ga relación con Buenos Aires.
de siglo, en una mezcla de reivindicación cul- sia dictatorial: la ciudad fue protagonista cla- En esta última vertiente se produjo una de
tural, renovación del pensamiento arquitec- ra, desde finales de la dictadura y en los las propuestas de mayor impacto en el período:
tónico en los términos de la llamada “Posmo- primeros tiempos de la presidencia de Raúl Al- la convocatoria “Ideas urbano-arquitectónicas pa-
dernidad” y desarrollo de un nuevo nicho fonsín, de la creciente participación ciudada- ra Buenos Aires” en 1986, conocida como las
profesional e inmobiliario. Indudablemente, na que articuló la movilización cívica (con el “20 ideas”: se seleccionaron una serie de “vací-
estos temas lograron reemplazar en la arqui- protagonismo muy central de los movimien- os urbanos” para realizar intervenciones signi-
tectura la fuerza que hasta el golpe de 1976 ha- tos de derechos humanos) con la fiesta cultu- ficativas en términos arquitectóncos –con lo que
bía tenido la vivienda masiva en la conforma- ral. De este modo, Buenos Aires asumía la ima- se recuperaba el papel de los arquitectos en el di-
ción de la ideología modernizadora. gen exactamente opuesta de la ciudad blanca, seño urbano–, postulando que desde ellas se irra-
El enorme volumen de obras coloca a Cac- funcional y limpia de Cacciatore: una ciudad diarían recualificaciones urbanas más generales.
ciatore en la saga de los intendentes fáusticos; colorida, desprejuiciada y vital que se oponía Así, se rechazaba el dominio de la planificación,
su obsesión era presentar una ciudad limpia también al acartonado profesionalismo mo- cuantitativa y metodologista, para recuperar la
(rubro en el que cabía desde el cinturón eco- derno que durante la dictadura había cons- pequeña escala de intervención cualitativa, re-
lógico hasta la política terrorista de “limpieza” truido bancos, sedes empresarias o había pro- valorizar la trama tradicional de la ciudad, con
de las villas miseria) y en orden, tema este que yectado planes urbanos abstractos. No es sus tipologías y monumentos relacionados con
la dictadura supo captar como demanda social, extraño que el Centro Cultural Recoleta (Be- su identidad, proponer nuevos mecanismos de
enmascarando la violencia de sus operaciones del, Benedit y Testa) (v.), a pesar de haber si- participación y decisión, flexibles en su aplica-
represivas y la existencia de sus campos de con- do realizado durante la dictadura, haya sim- ción, y darles un papel destacado a las iniciativas
centración. En ese sentido, el punto sin duda bolizado en su lenguaje festivo el aire de los privadas frente al estatalismo de la planificación
más siniestro de contacto entre dictadura y cul- tiempos, convertido en núcleo de la nueva cul- tradicional. Ninguna de las propuestas concur-
tura arquitectónica en Buenos Aires lo repre- tura democrática desde las primeras “bienales sadas se realizó, pero tuvieron impacto en la dis-
sentó el Mundial de Fútbol de 1978, evento ele- de arte joven”. En un sentido análogo, el go- ciplina arquitectónica y, especialmente, comen-
gido por las autoridades para mostrarle al bierno municipal desarrolló redes de partici- zaron a legitimar en sectores crecientes de la
mundo que Buenos Aires era una ciudad pu- pación barrial a través de consejos vecinales y sociedad nociones sobre la gestión urbana que
jante, volcada en paz hacia el futuro. Los pre- centros culturales. mostrarían más adelante toda su potencia: la pro-
parativos para el Mundial habían comenzado En términos de los movimientos sociales yectación por fragmentos, el nuevo papel de los
antes de la dictadura, pero esta capitalizó to- urbanos, esta efervescencia en el espacio pú- arquitectos, el rol indiscutido del mercado en la
das sus posibilidades comunicativas a través blico recuperaba las posiciones perdidas du- decisión de las prioridades de la gestión.
de obras (estadios, hoteles, infraestructura) y, rante la dictadura, con las tomas de casas y la Pero la principal novedad en el panorama
especialmente, de la actualización de los me- reocupación de las villas miseria. Pero toda es- recesivo de la ciudad de los años ochenta fue

210 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bue bue
la introducción de una tipología que articuló, agudo trauma social que supuso la hiperin- una concepción renovadora de la urbanística
en una escala todavía micro, aspectos de esas flación de 1989 y 1990 como punto termi- desde la perspectiva del espacio público, sino
nuevas nociones con el paisaje de fragmenta- nal de la larga agonía del ciclo expansivo. Des- como recurso para la puesta en el mercado de
ción generado por la crisis social y urbana: el de la perspectiva de su impacto en la ciudad, aquellos sectores de la ciudad que suponen
shopping center (v.). Aunque rápidamente se debe señalarse fundamentalmente la privati- ventajas diferenciales para el desarrollo de los
mostró como una respuesta estructural a la zación de las prestaciones de servicios públi- negocios privados: el consenso de la ciudad de
nueva configuración urbana posexpansiva, pa- cos (agua, gas y energía eléctrica), como par- los negocios. La inauguración emblemática de
ra la implantación inicial del shopping medió te de la desregulación y apertura de la actividad esta política fue la recuperación del antiguo
la habilidad comercial y comunicativa de Juan económica, que en rubros como el transpor- Puerto Madero, propuesta de larga data en el
Carlos López (v.), que le dio al shopping argen- te supuso la aparición de una multiplicación pensamiento planificador de Buenos Aires, po-
tino su peculiaridad. López inventó pequeñas de ofertas privadas como alternativa al colap- sibilitada ahora por un gran acierto de gestión:
utopías de ciudad limpia y segura, contrastantes so del servicio público masivo, favoreciendo la la formación de una Corporación en 1990 que
con la decadencia urbana. A diferencia del shop- segmentación social. ponía bajo su órbita todas las jurisdicciones
ping originario, que en su versión norteame- En ese marco, de privatizaciones fulmi- que se superponían en el Puerto. Se reciclaron
ricana crea simulacros de ciudad en áreas don- nantes y absoluta falta de control en la relación los viejos galpones, convertidos en oficinas y
de no existe la densidad comercial, cultural y público-privado, el gobierno municipal de Car- restaurantes, y se realizó un concurso de pro-
ciudadana de los centros tradicionales, el shop- los Grosso ha quedado identificado casi ex- yectos para toda la zona, que combinaba ser-
ping en Buenos Aires se instaló en el mismo clusivamente con la corrupción. Sin embargo, vicios terciarios, vivienda y parques. El Puerto
corazón urbano, como reemplazo de su anti- en su corta gestión produjo una serie de trans- se convirtió rápidamente en una “postal” de la
gua vitalidad. Así, el shopping se mostró co- formaciones que han seguido caracterizando modernización de Buenos Aires, con gran éxi-
mo la avanzada de una ciudad que ya no su- la nueva configuración urbana, más allá de los to en la opinión pública. Pero en términos ur-
pone la expansión y la homogeneización, sino cambios políticos posteriores, especialmente banos, contradijo las mejores intenciones de
que trabaja sobre el contraste y la fragmenta- porque logró articular un sólido consenso en- sus proyectistas, ya que no ha mostrado efec-
ción, ofreciendo el orden y la seguridad que en tre la política municipal y las asociaciones pro- tos de derrame hacia las zonas más degrada-
la ciudad posexpansiva se demandan como va- fesionales de arquitectos (SCA), consenso al das del entorno, convirtiéndose en una isla
lor escaso en el espacio público. que en la segunda mitad de la década, ya con atractiva para los negocios y los turistas, un pa-
En la misma dirección, y adelantando tam- un gobierno radical en la ciudad, se sumaría tio de comidas para sectores de altos recursos.
bién modificaciones de gran radicalidad, co- activamente la Facultad de Arquitectura de la En este sentido, el Puerto fue el inicio de
menzó en esos años un proceso de “micropri- UBA. Ese consenso se basó en la aplicación de una modalidad de intervención mucho más
vatización” en los barrios residenciales del Gran la política del fragmento urbano ya no como abarcativa en los noventa: la participación de
Buenos Aires: la generalización de garitas de
vigilancia privada en las esquinas, estableciendo
nuevas barreras que buscaron privatizar el es-
pacio público, afectando por primera vez en la
historia de Buenos Aires la principal pieza de
resistencia urbana a la segregación, la trama
amanzanada.

1990-2001: Modernización y exclusión. En la


década del ochenta, el shopping se compor-
tó como la avanzada de un círculo de facto-
res que se potenciaban mutuamente: inver-
siones privadas cada vez más concentradas,
deserción del estado (tanto por imposibili-
dad de activar politicas como de ejercer con-
troles) y fragmentación social y urbana. El
éxito del nuevo ciclo de modernización que
se impuso en la década del noventa radicó
en su capacidad de sintonizar esas transfor-
maciones de la ciudad y la sociedad, usán-
dolas como base para la conformación de un
nuevo sistema urbano.
Las nuevas políticas surgieron en el mar-
co posibilitado por las leyes de Emergencia
Económica y Reforma del Estado aplicadas por
el gobierno de Carlos Menem (1989-1998),
y buena parte de su impulso se explica en el u EL NUEVO MODELO URBANO: AUTOPISTA-BARRIO CERRADO-SHOPPING.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 211


uTORRES DE VIVIENDA EL FARO, DEL ESTUDIO DUJOVNE-HIRSCH. ESTÁN EN CONSTRUCCIÓN EN COSTANERA SUR, SOBRE EL ÁREA ESTE DE PUERTO MADERO.

importantes capitales privados en iniciativas etc., rodeando la última cintura metropolita- terior (los últimos cordones metropolitanos,
que afectan sectores urbanos de escala terri- na. No se trata simplemente de un proceso de casi sin infraestructura) instaló sus grandes
torial. El Proyecto Retiro, el Abasto, la zona del descentralización urbana, ya de por sí nove- emprendimientos territoriales y los conectó
ex Albergue Warnes, el Tren de la Costa, la me- doso en Buenos Aires, sino de un cambio ra- mediante autopistas con los enclaves del equi-
tamorfosis del Tigre y de Hudson, vinculada dical en la sensibilidad social que ha encon- pamiento financiero, comercial y turístico del
con la radical transformación de los accesos a trado nuevos modelos urbano/territoriales: el centro “globalizado”. Lo que en el sistema ur-
la ciudad y la red de autopistas, del mismo mo- modelo autopista/automóvil/barrio cerrado/ bano anterior era una falla, aquella periferia
do que la proliferación de barrios cerrados de- shopping mall, típico de la modernización ur- descualificada librada a su suerte, se convirtió
trás del último cinturón metropolitano. Se tra- bana de otras ciudades latinoamericanas, con- en el nuevo núcleo de sentido. De hecho, es-
ta de un tipo de inversiones con tendencia a la jugado en una serie cultural más vasta: vida en te nuevo sistema urbano disolvió la vieja e in-
concentración que se traduce en la producción la naturaleza / nueva domesticidad / nuevos famante frontera entre la Capital y el Gran Bue-
de enclaves aislados con la misma lógica del ambientes laborales / plena privatización de nos Aires, porque su nueva red urbana supuso
shopping, potenciando la crisis del espacio pú- los circuitos de sociabilidad / consumos sofis- una nueva frontera móvil, que define un cir-
blico y produciendo el cañamazo de un nuevo ticados de equipamiento y tecnología. cuito ensamblado de autovías y enclaves.
sistema urbano. La ciudad de la expansión se había produ- Debe decirse que el nuevo sistema urbano
El boom de la nueva suburbanización “pri- cido históricamente del centro a la periferia, nunca llegó a funcionar plenamente como tal.
vada” es el caso más llamativo: hacia el 2000 mostrando a medida que se alejaba sus pús- Por una parte, porque coexiste en tensión y
ya había 300 km2 (una vez y media la super- tulas, sus omisiones, sus inequidades. La ciu- conflicto con las lógicas del sistema urbano an-
ficie de la Capital) de barrios cerrados, pueblos dad posexpansiva, en cambio, se propaga en terior: es posible encontrar todavía una masa
privados, country clubs y clubes de chacras pa- sentido inverso: desde la periferia hacia el cen- urbana construida a lo largo del siglo XX con
ra residencia permanente, barrios náuticos, tro. En los puntos más débiles del sistema an- los parámetros homogeneizantes de lo públi-

212 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bue bun
co que ofrece resistencia material e, incluso, Aires (1940-1990). Bs. As.: Serie Difusión 3, FADU / tinoamericana (1970). Además es autor de ar-
en zonas muy extensas del área central y en los UBA, 1993; Anahí Balent, Las huellas de la política. tículos publicados en compilaciones, en revis-
centros tradicionales del suburbio, todavía de- Arquitectura, vivienda y ciudad durante el pero- tas (Architectural Review, summa, Nuestra Ar-
ja ver sus logros en términos de calidad am- nismo. Tesis doctoral Filosofía y Letras, UBA, 1998; quitectura, etc.) y diarios (La Nación). Los
biental y urbana. Por otra parte, porque las in- Adrián Gorelik. La grilla y el parque. Espacio pú- escritos e ideas de FJB son de una destacable
versiones rápidamente encontraron su techo, blico y cultura uirbana en Buenos Aires. 1887-1936. agudeza y consistencia conceptual, y han go-
de modo que algunas “ciudades privadas” pro- Bs. As.: Editorial de la Universidad Nacional de Quil- zado de una excepcional difusión, habiendo
yectadas durante el boom para la periferia que- mes, 1998; H. Caride. La idea de conurbano bonae- modelado las formas en que varias generacio-
daron apenas deslindadas en los planos de las rense. 1925-1947. San Miguel: Colección Investiga- nes de arquitectos del país y del exterior han
inmobiliarias; el shopping lineal del Tren de la ción, Documento de Trabajo N° 14, Instituto del considerado y evaluado la producción moder-
Costa se demostró sobredimensionado (16 km Conurbano, Universidad Nacional de General Sar- na en la Argentina y en la región.
de ferrocarril solo para comprar y mirar a los miento, 1999; F. Aliata. La ciudad regular. Arqui-
que compraban, en un país que cerraba sus ra- tectura, programas e instituciones en el Buenos Ai-
males de ferrocarril productivos); y zonas com- res posrevolucionario (1821- 1835). Tesis doctoral BUNGE, ERNESTO FEDERICO. Buenos Aires,
pletas del centro tradicional donde se iniciaron Filosofía y Letras, UBA, 2000. J. L.Romero y L. A. Ro- 1839 – Íd., 1902. Arquitecto. Fundador y pri-
grandes emprendimientos –enclaves repli- mero (comps.). Buenos Aires, historia de cuatro mer titular de la SCA. Su obra, que se desa-
cantes del único exitoso, Puerto Madero– pa- siglos. Segunda edición ampliada y actualizada. Bs. rrolló predominantemente en la ciudad de
decieron una especie de gentrificación efíme- As; Altamira, 2000; C. A. Vapñarsky, La aglomera- Buenos Aires, abordó numerosos proyectos
ra y trunca. El mejor ejemplo es el barrio del ción Gran Buenos Aires. Expansión espacial y cre- residenciales, y una significativa y variada se-
Abasto, el viejo mercado convertido en shop- cimiento demográfico entre 1869 y 1991, Bs. As; Eu- rie de edificios públicos.
ping como parte de una ambiciosa operación deba, 2000.G. Silvestri. El color del río. El paisaje
del grupo Soros, que quedó abandonado por industrial del Riachuelo. Bs As; Ed. UN de Q, 2004. Integrante de la primera generación crio-
la mitad, como una mezcla caótica de “torres lla de una caracterizada familia de raigambre
country” y conventillos, hoteles internaciona- renana, de adolescente Ernesto Bunge viaja en
les y bailantas, shopping y quioscos polirrubro. BULLRICH, FRANCISCO JORGE. Buenos Ai- 1854 a Alemania donde estudia primero en la
Ese ya es el paisaje urbano de la crisis del res, 1929. Arquitecto, historiador, pintor, di- Real Escuela de Artes de Krefeld (Düsseldorf)
2001, que ha disparado los niveles de margi- plomático. y luego cursa arquitectura en la Real Academia
nalidad a límites desconocidos en esta ciudad. de Berlín, bajo la guía de Martin Gropius (tío
De acuerdo con el INDEC, la población que Obtuvo el título Arquitecto en la Universi- de Walter Gropius), con quien hace en 1867
vive por debajo de la línea de pobreza pasó del dad de Buenos Aires en 1952 y cursó estudios sus primeras armas en la construcción de un
30% en 1991 (entre el 12% de Capital y el 40% de posgrado en la Hochschule für Gestaltung hospicio en Neustadt Eberswalde.
de la última corona suburbana) al 52% en 2003 de Ulm, Alemania. Fue Profesor Titular (con- En Buenos Aires, nuevamente a partir de
(entre el 22% de Capital y el 71% de la última cursado) en la Escuela de Arquitectura y Pla- 1868, establece su estudio en Corrientes 90
corona, uno de los índices más altos de todo neamiento de la Universidad Nacional del Li- e inicia una intensa trayectoria profesional que
el país). Solo en la Capital la población de “vi- toral, de la que fue además su director solamente menguaría hacia fines de la década
llas miseria” pasó de 50.000 habitantes en (1957-1958). Miembro del Consejo Directivo de los ochenta.
1991 a más del doble en 2001, y desde en- de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de Ejecuta varias decenas de obras residen-
tonces no cesa de crecer. La crisis ha ilumi- la UBA (1960) y miembro del Consejo Supe- ciales en los barrios céntricos, para diversas y
nado las relaciones entre las políticas públi- rior de la misma Universidad (1962). Actuó connotadas familias de la ciudad (Cobo, Leloir,
cas, los modelos urbanos y los contextos de como profesor visitante en el Departameno de Bunge de Pacheco, Leloir, Pereyra Iraola, Gue-
violencia y exclusión, en una situación típica Arquitectura de la Universidad de Yale (New rrero, Thompson de Lezica, Quesada, etc.), al-
de metrópolis latinoamericana, un espejo en Haven) y fue becario de la John Simon Gug- gunas quintas como la suya propia en Belgra-
el que Buenos Aires nunca quiso reconocer- genheim Foundation (1975). Fue uno de los no, la de Basilio Salas en el Tigre, y la de
se. H. P / A. G / A. B. / F. A. / G. S. participantes de la Organización para la Ar- Francisco Chas en Juramento y Obligado (pos-
quitectura Moderna (OAM). Ha sido miembro teriormente reformada en estilo colonial: se
Bibliografía: Ch. Sargent. The Spatial Evolution of del Directorio del Fondo Nacional de las Artes trata del actual Museo Larreta). Esta produc-
Greater Buenos Aires, Argentina. 1870-1930. Tem- y Embajador de la República en Atenas. Como ción residencial, en gran medida demolida o
pe: Arizona State University, 1974; J. Scobie. Buenos arquitecto es coautor de la Biblioteca Nacional muy transformada, abarca diversas tipologías
Aires del centro a los barrios. 1870-1910. Bs. As.; So- (1962), del anteproyecto ganador del concur- arquitectónicas, incluyendo algunos edificios
lar, 1977; H. Pando. Historia urbana de Buenos Ai- so nacional para la Embajada Argentina en Bra- de su propiedad destinados a renta. Todos ellos
res. Bs. As.: CEADIG, FADU-UBA, 1990; M. Gutman silia y de numerosas obras privadas. se encuadran en una aproximación moderada
y J. E. Hardoy. Buenos Aires. Historia urbana del FJB es uno de los mas destacados observa- de matriz académica, matizada con elementos
área metropolitana. Madrid: MAPFRE, 1992; J. F. dores e historiadores de la arquitectura mo- clásicos y neorrenacentistas.
Liernur y G. Silvestri. El umbal de la metrópolis. derna en nuestro país (v. Historiografía), siendo Dentro del campo de los encargos privados,
Transformaciones técnicas y cultura en la moder- sus principales trabajos Arquitectura Argenti- merece destacarse su capilla de Santa Felicitas,
nización de Buenos Aires (1870-1930). Bs. As.: Suda- na Contemporánea (1963), New Trends in Latin dentro de la Quinta Guerrero en Barracas. Su
mericana, 1993; H. Torres. El mapa social de Buenos American Architecture (1969) y Arquitectura La- fachada, por otra parte revestida en recargado

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 213


Facultad de Ingeniería de la UBA (1875). Asi- Aires), 1893 – Íd., 1961. Arquitecto. Activo
mismo desempeña un papel de primera fila en Buenos Aires en la primera mitad del siglo
en la constitución de la SCA (1886) que presi- XX, autor del plano fundacional de Pinamar,
dirá hasta 1888. en la costa bonaerense.
Políglota, agnóstico, amante de la natura-
leza, luego del fallecimiento de su esposa Ca- Luego de iniciar sus estudios superiores en
talina Chas Salas, en 1887, Ernesto Bunge cae la Escuela de Arquitectura de la UBA, se tras-
enfermo y tiende a alejarse de la práctica pro- ladó a Alemania, becado por el gobierno ar-
fesional y de sus instituciones, hasta su falle- gentino y estudió en el Instituto Politécnico de
cimiento, en 1902. Por tanto, brilla por su au- Munich, donde se graduó en 1915 de ingenie-
sencia, de otra manera imprevisible, en los ro y arquitecto. De regreso en el país, revali-
nuevos y ambiciosos emprendimientos con los dó su título y se dedicó al ejercicio de la pro-
cuales concluye aquel siglo. fesión y la docencia. Dictó la cátedra de Historia
Tal como sucede con tantos otros arqui- del Arte en la Academia Nacional de Bellas Ar-
tectos de la época, nacionales o extranjeros pe- tes desde 1917 a 1929, asimismo en la Facul-
ro formados en ultramar, la obra de Ernesto tad de Filosofía y Letras. Obtuvo importantes
Bunge es poco inteligible sin una visión de su distinciones en concursos: el primer premio
ambiente académico de origen. La atmósfera de la Cárcel de Coronda, Santa Fe; segundo
de la arquitectura prusiana en que suceden premio en el Museo Nacional de Bellas Ar-
sus estudios se halla en general bajo la pode- tes; primero y segundo en el concurso de fa-
rosa influencia de la obra de Carl Friedrich chadas para el edificio del Banco Francés del
Schinkel (desaparecido en 1841). Allí se com- Río de la Plata, la más notoria de sus obras
binan los antiguos impulsos neoclásicos y mo- construidas; en 1927 obtuvo el primer premio
uIGLESIA DE SANTA FELICITAS, DE J. BUNGE, BUENOS AIRES. numentales con nuevas preocupaciones hi- de la Municipalidad de Buenos Aires por su
gienistas, tecnológicas y utilitarias, muy edificio del Paseo Colón al 800.
rundbogenstil, adquiere, por su sorprendente es- aplicables a edificios y equipamientos públi- Más allá de estas realizaciones tuvo una in-
cala, acentos calificables como barrocos. cos; asimismo se comprueba una creciente y tensa actividad profesional, proyectó y cons-
Más significativa es su actividad en torno romántica atención a las tradiciones medie- truyó más de 300 obras. Su edificio más famoso
de la infraestructura y los equipamientos ur- vales, especialmente con vistas a su inserción es, sin duda, la fabrica textil La Algodonera, uno
banos. Elabora un proyecto general de sanea- en la arquitectura doméstica y templaria. El de los primeros ejemplos de arquitectura mo-
miento para la ciudad de Buenos Aires (1870). estado de la disciplina en la época formativa derna industrial realizado en la Argentina. En
Y al margen de algunos proyectos no concre- de Bunge se puede sintetizar en torno de la 1928 fue exonerado de la SCA por cuestionar
tados (Departamento de Policía, UBA en la escuela del rundbogenstil (propiamente “es- la adjudicación del primer premio del concur-
manzana del Parque, Casa de Expósitos), su tilo de arcos de medio punto”, revelando la so del Museo Nacional de Bellas Artes a un ar-
obra pública se enfoca en hospitales (Alemán, matriz neorrománica de esta categoría). Con quitecto extranjero. En 1939 emprendió la ur-
de Niños), iglesias (Las Flores), asilos (Norte, estas herramientas, más o menos mediatiza- banización y fijación de médanos para el
Sud y Este), cárceles (Dolores, San Nicolás) y das por los contextos locales, la producción de balneario de Pinamar, utilizando un trazado de
escuelas (San Fernando y Belgrano). Ernesto Bunge se desarrolla sin mayores re- carácter paisajístico absolutamente novedoso
En este terreno de la obra pública, es par- lieves en su edilicia residencial. Por cuerda se- dentro de los emprendimientos de tipo turísti-
ticularmente notable su Escuela Normal de parada, se advierten sus mayores pretensio- co de la costa atlántica bonaerense. Instaló en
Maestras (entre las calles Córdoba, Riobamba, nes y logros, de carácter artístico en la obra 1939, con León Fourvel Rigolleau, la primera
Ayacucho y Paraguay), de partido rectangular religiosa, y de acento tecnológico y utilitario planta que existió en el país de tubos de vidrio
que un eje principal ceremonial divide en dos en sus encomiendas de equipamiento urba-
patios, todo ello resuelto exteriormente con ras- no. R. M / M. A. S.
gos medievalistas muy estilizados (contra-
fuertes, pináculos y motivos ojivales). Su Pe- Bibliografía: V. Cútolo. Nuevo diccionario biográfi-
nitenciaría Nacional (con J. M. Burgos, P. co argentino. Bs. As.: Elche, 1968; A. De Paula - R.
Benoit y V. Balbín, iniciada en 1870 entre las Gutiérrez - G. Viñuales. Influencia alemana en la
calles Las Heras, Salguero, Coronel Díaz y Jun- arquitectura argentina. Resistencia: UNNE, 1981;
cal, demolida en la década de los sesenta) si- E. J. Cárdenas C. M. Payá. La familia de Octavio Bun-
gue un plan panóptico de cinco pabellones so- ge. Bs. As.: Sudamericana, 1995; G. Novoa. “Los ale-
bre una matriz semicircular, con paredón manes: realizaciones, asimilaciones, aportes”. En:
perimetral y pabellón almenado de acceso so- AA.VV. Arquitectos europeos y Buenos Aires 1860-
bre la Avenida Las Heras. 1940. Bs. As.: TIAU, 1996.
Es el primer arquitecto con diploma de la
Universidad de Buenos Aires, por reválida de
1878. Proyecta los planes de estudio y funda la BUNGE, JORGE. San Isidro (Prov. de Buenos u EDIFICIO LA ALGODONERA, DE JORGE BUNGE.

214 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bun bus
neutro, automática, para la fabricación de am- templan la influencia, en el proyecto de Burgos Recién egresado de la Facultad de Ciencias
pollas. En un volumen prologado por José Le- para la ciudad de La Plata, de dos anteproyec- Exactas de la UBA (1937), realiza un viaje a Eu-
ón Pagano reunió sus trabajos arquitectónicos tos inspirados en los esquemas propuestos por ropa y al regresar inicia su actividad como ar-
más importantes. la tratadística clásica (Vasari y Scamozzi), pero quitecto. Monta una empresa constructora en
también del esquema barroco radial de la ciu- la ciudad de Santa Fe.
Bibliografía: AA.VV. SCA. 100 años de compromiso con dad alemana de Karlsruhe (1715). El plano con- Sus proyectos más interesantes en este pri-
el país. Bs. As.: Ed. SCA, 1993; D. Abad de Santillán. feccionado por Burgos (existente en el Archivo mer período están marcados por una intención
Enciclopedia argentina. Bs. As., 1957. Histórico de la Provincia) surge aparentemen- racionalista, que se manifiesta en varias vi-
te de la yuxtaposición de dichos anteproyectos viendas importantes y en la tribuna oficial del
con su propuesta de planta cuadricular con dia- Hipódromo Las Flores y el Jockey Club, in-
BURGOS, JUAN MARTÍN. Buenos Aires, 1846 gonales. En su presentación al gobierno, fue tención que hacia 1942 declina en las reformas
- s/d). Ingeniero, arquitecto. Formado en la acompañado de un extenso estudio teórico ex- del Club del Orden y en el Jockey Club.
Academia de San Luca en Roma y en varias presivo de los puntos de vista técnicos del au- Como empresario construyó obras de im-
ciudades europeas y de los EE.UU., fue titu- tor con respecto al sitio, la orientación y traza portancia en Santa Fe (Pileta del Jockey Club,
lar del Curso de Arquitectura de la Facultad de sus calles, según principios higiénicos, cri- Iglesia de Nuestra Señora del Huerto, Museo
de Ciencias Exactas de la UBA. Autor de artí- terios sobre el embellecimiento urbano, loteo, Etnográfico), así como trabajos de envergadu-
culos especializados, tuvo destacada parti- centralización de los edificios públicos, que lue- ra en Entre Ríos, Misiones y las provincias pa-
cipación en la confección del plano para la go fue publicado en el folleto, “La nueva capi- tagónicas. Su importancia radica sobre todo en
ciudad de La Plata y construyó varias obras tal de la Provincia”, 1882 (v. La Plata). la producción intelectual, motivada por su in-
públicas y privadas en nuestro país. Munido de concepciones puristas acerca terés por los estudios históricos y arqueológi-
del uso del revival, provenientes de su paso por cos americanistas. Su primer libro, Arquitec-
Nacido en Buenos Aires, era hijo de un im- la Academia de San Luca en Roma, se convir- tura de la Colonia en el Litoral, editado en 1941,
portante farmacéutico, Francisco Solano Bur- tió en un duro crítico del estilo dominante des- ofrece un panorama de la historia urbana de
gos, fundador de la Facultad de Farmacia de la de hacía treinta años, en las principales ciu- Santa Fe, de su arquitectura pública y privada,
Universidad de Buenos Aires. Juan Martín, dades argentinas: el Neorrenacimiento italiano y de otras edificaciones coloniales subsisten-
luego de realizar los estudios preparatorios en (v.). Estas ideas fueron vertidas en su polémica tes en la región. También realizó viajes de es-
la UBA, viajó a Italia donde estudió ingeniería conferencia, “La arquitectura en Buenos Ai- tudio a Bolivia, Perú y la Provincia de Misio-
y arquitectura en la Universidad y en la Aca- res”, dictada en la Sociedad Científica Argen- nes, motivando este último su segunda
demia de San Luca en Roma. Recibido con pre- tina, en cuyos anales fueron publicados, ade- publicación: La arquitectura de las misiones je-
mios en los concursos académicos de 1869- más, la mayoría de sus artículos. Autor de una suíticas guaraníes en 1955. Una intensa activi-
1870 (proyecto de un gran teatro municipal), importante cantidad de obras públicas y pri- dad cultural lo ligó a diversas instituciones: fue
inició una gira por varias ciudades europeas: vadas en distintos puntos del país, como los miembro de número de la Junta Provincial de
París, Londres, Bruselas, Turín, Venecia, Ná- mataderos de Buenos Aires, el Palacio Muni- Estudios Históricos, del Instituto de Investi-
poles, Barcelona, Madrid, Lisboa, Gibraltar, en- cipal de Azul, el haras y la escuela de Agro- gaciones Arqueológicas e Historia del Institu-
tre otras, tomando apuntes y realizando cur- nomía de Santa Catalina en 1882 (hoy sede de to Social de la Universidad Nacional del Lito-
sos de ornamentación, higiene pública, la Universidad Nacional de Lomas de Zamo- ral, y de la Asociación de Amigos de Santa Fe
sistemas de mataderos urbanos y sobre la dis- ra), la reconstrucción del templo de San Nico- la Vieja. L. M.
posición de los puertos comerciales de Mar- lás de los Arroyos y varias residencias, regresó
sella, Le Havre y Amsterdam. Posteriormen- a Europa en 1893. C. S.
te, viajó a los Estados Unidos al tiempo que se BUSCHIAZZO, JUAN ANTONIO. Pontivera (Pia-
construían los puentes de Pensacola y Bruns- Bibliografía: V. Cútolo. Nuevo diccionario biográfi- monte, Italia), 1846 - Buenos Aires, 1917.
wich, los mataderos públicos de San Luis, Chi- co argentino. 1750-1930. Bs. As.: Ed. Elche, 1968; A. Arquitecto. Por el tamaño de su obra y su ac-
cago y de otras ciudades del norte. Regresó a S. J. De Paula. La Ciudad de La Plata, sus tierras y su tuación institucional, Buschiazzo es uno de
Buenos Aires en 1872, luego de rechazar un arquitectura. Ed. del Banco de la Prov. de Bs. As.; C. los profesionales académicos más significa-
cargo en la dirección de las obras del edificio Shmidt. “El Neorrenacimiento italiano en la Ar- tivos entre los que actuaron en el período que
de Correos y Telégrafos de Nueva York. En gentina, un acuerdo estilístico tácito. 1853-1886”. va de 1870 a 1914 en Buenos Aires.
1878 revalidó sus títulos de ingeniero y arqui- En: Revista Metamorphosis N.° 25/26. Roma: 1995.
tecto en la Universidad de Buenos Aires, sien- Llegado al país a los 4 años, recibió su títu-
do titular del Curso de Arquitectura, en la Fa- lo en 1878; era el segundo otorgado en Buenos
cultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, BUSANICHE, HERNÁN. Santa Fe, 1914 - íd, Aires después del de Ernesto Bunge (v.) Hijo de
donde sucedió a Emilio Rosetti (v.). 1957. Arquitecto. Su labor profesional abar- “un maestro mayor albañil”, sus primeros tra-
Contratado por el Gobierno de la Provincia có el proyecto arquitectónico, la actividad em- bajos se hicieron en el estudio de Nicolás y Jo-
de Buenos Aires para realizar los planos de la presaria e institucional, además de una fe- sé Canale (v.), arquitectos importantes de la épo-
nueva penitenciaría, desempeñó otras tareas cunda tarea intelectual de investigación y ca. A partir de 1865 colaboró con ellos en la
oficiales siendo la más destacada la realización estudio de la historia de la arquitectura, que construcción de la Iglesia de la Inmaculada
del proyecto para la capital de la provincia. Las quedo documentada en diversas publicacio- de Belgrano, la que luego terminaría por sus
últimas investigaciones (De Paula, 1987) con- nes temáticas. propios medios. De allí en más comenzó su am-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 215


plia labor profesional que implica múltiples y interno y la Ley de Adoquinados; hizo varios in-
variadas actividades. En efecto, la obra de Bus- formes técnicos, en especial el de los teatros y
chiazzo es enorme a tal grado que no existe aún el de seguridad. También trabajó en otras ins-
una lista completa de ella, ya que además de su tituciones culturales y religiosas, como el Con-
práctica liberal de la profesión, trabajó en ins- sejo Escolar, la Comisión del Templo de Bel-
tituciones del Estado, organismos técnicos, po- grano y su Cementerio; fundó la Sociedad
líticos y culturales, para los cuales hizo pro- Italiana de Socorros Mutuos y fue Concejal de
yectos, ampliaciones y remodelaciones, realizó la ciudad; en 1882 hizo varios proyectos a esca-
planos de reconocimiento de ciertos edificios e la urbana, como las avenidas Norte-Sur y la de
informes de todo tipo; por ello se le han atri- Circunvalación, que con los años se transfor-
buido edificios sin absoluta seguridad. Fue, por marían en las avenidas 9 de Julio y General Paz.
otra parte, el arquitecto predilecto de la inten- Fue socio fundador de la SCA (v.) y su pre-
dencia de Torcuato de Alvearevar. Por su in- sidente entre 1888 y 1891; tras ser reorganiza-
serción social, sus obras y los comitentes Bus- da la Sociedad en 1901, fue nuevamente pre-
chiazzo es considerado el arquitecto más u EDIFICIO DE LA MUNICIPALIDAD DE BUENOS AIRES. sidente hasta 1902. Cabe destacar también en
representativo de la generación del ochenta. En- su carrera la concepción de varios proyectos de
tre sus realizaciones se cuentan los cemente- yo, hecha junto con José Mariani, las casas pa- tipo ingenieril, ya que siempre le preocupó el
rios de la Chacarita, Belgrano y Recoleta; en es- ra obreros de Las Heras y Pueyrredón y de Güe- problema de los servicios urbanos: existen mu-
te último el pórtico de entrada de la capilla del mes y Oro, el edificio para el diario La Nación chos escritos suyos sobre sistemas de desagües,
Asilo de ancianos anexo; también hizo la re- (San Martín 350), el Departamento Central de cloacas, letrinas, pozos de desagote, uso de ba-
modelación de Plaza Francia en estilo grutes- Policía, hecho con Francisco Tamburini (v.) en sura y cloacas para mejorar las tierras y diver-
co, como complemento de estas obras. Cons- 1884, la Escuela Superior de Varones en Are- sos aparatos para los edificios públicos.
truyó y modificó varios hospitales en Buenos nales 1160, la escuela Centenario de Paraná Una lista de las viviendas de tipo unifami-
Aires: el actual Ramos Mejía, las obras inicia- hoy Museo (1906), la Escuela Graduada de Ni- liar construidas, que van desde grandes pala-
les del Muñiz (1882), el Borda (1885), el Ita- ñas de Gualeguaychú y su hospital cercano
liano (1896), el Rawson (1885) y el Durand (1906 y 1913), los edificios para renta de Ro-
(1909); proyectó parte del hospital Rivadavia y dríguez Peña 166 y Callao 573, el Cementerio
asesoró en su construcción. En Paraná cons- de Gualeguaychú y varias obras para las Her-
truyó el Hospital San Martín (1908); también manas de Dolores en Belgrano. Para ellas cons-
hizo los de General Rodríguez (1913) y Mar del truyó el Asilo del Perpetuo Socorro en Olazá-
Plata (1913); terminó en Buenos Aires la Igle- bal y Vidal, y el Hogar para Niños, situado en
sia de La Piedad y la del Carmen; construyó Monroe y Obligado; para las Hermanas de los
también la de Lincoln y amplió la de Adrogué. Desamparados proyectó un edificio en Flores
Para el Patronato de la Infancia hizo en la ca- e hizo dos asilos en Devoto (1899 y 1904).
pital varias obras, entre ellas la Escuela de Ar- Otro de los aspectos destacables de la obra
tes y Oficios, el Asilo de Expósitos y su hospi- de Buschiazzo en su actuación como urbanis-
tal, en la calle Balcarce 1119 (1897-1903). ta: llevó a cabo la delimitación de tres grandes u PATIO DEL DEPARTAMENTO CENTRAL DE POLICÍA.

Levantó dos mercados modelo, en San Tel- barrios, en los que proyectó edificios públicos,
mo y en Salguero y Güemes; el Banco de la pocos de los cuales fueron luego construidos, cios a petits-hôtels, da cuenta de su éxito pro-
Provincia e Hipotecario provincial en La Pla- ya que se trataba de meros fraccionamientos fesional y del grupo de comitentes a los que
ta, el Banco Hipotecario y el de Italia y el Río especulativos. El primero fue Saavedra (1873), estaba ligado: Alvear (San Fernando), Ocam-
de la Plata, estos últimos en la City porteña. A que incluía 304 manzanas, y en el cual fue im- po (Av. Alvear), Unzué Alvear (Callao y Las He-
esta extensa lista podemos agregar obras co- portante la obra de saneamiento y renivelación ras), Palacio Devoto (Reconquista), Martín y
mo la Bolsa de Comercio (v.), en Plaza de Ma- del terreno. Luego hizo Villa Alvear (1888), hoy Herrera (Victoria), Ducasson (Piedad), Ocam-
en Palermo, de 110 manzanas; más tarde lle- po (Sarmiento y Uruguay), Caride (Cabildo en-
vó a cabo su trabajo más importante, que lue- tre Pampa y Sucre), Amadeo y Giusti (Rivada-
go fue Villa Devoto (1899), donde el trazado via y Callao), Olguer (Plaza de Mayo), Corti
sobre la base de una plaza central y diagona- (Paseo de Julio; 25 de Mayo y Tucumán), Sau-
les marcó un momento interesante, ya que ze (San Martín), Viale (Pellegrini y Juncal),
rompió con la cuadrícula rígida tradicional. Llambí (Cerrito y Juncal), Saguier (Moreno),
En cuanto a su adscripción a organismos pú- Nóbrega-Avellaneda (Arenales), Mendoza (Ca-
blicos, se destaca su gestión para Torcuato de llao y Las Heras), Buschiazzo (Callao), Toledo
Alvear y para el municipio de Belgrano. Para el (Callao), Bernasconi (Av. de Mayo), Berrene-
primero trabajó entre 1880 y 1887 en la Ofici- chea (Callao), Legarreta y Correa Morales, to-
na de Ingenieros. Allí firmó 55 proyectos, le- das ellas en Buenos Aires.
vantamientos, reconocimientos de edificios, re- La obra de Buschiazzo es quizás única en
u PÓRTICO DE ACCESO AL CEMENTERIO DE LA RECOLETA. dactó un reglamento para el funcionamiento el país, no solo por la cantidad excepcional de

216 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


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sus edificios hechos o proyectados, sino por la Se inició en estas actividades como docen- mentos Históricos, creada en 1939, como ar-
envergadura que ellos suponen. Esto le signi- te secundario, tarea que continuó realizando quitecto restaurador. Además escribió gran can-
ficó no solo ser el arquitecto más conocido de durante buena parte de su vida. En 1928 in- tidad de artículos en el Boletín de dicha insti-
la época, sino el más prestigioso. La gestión gresó en la Dirección General de Obras Públi- tución, donde describía los edificios históricos
junto a Alvear, con quien compartió sus ideas cas, a la vez que realizaba trabajos para el Mi- del país. Restauró en esos años el Cabildo de
acerca de lo que significaba la renovación ur- nisterio de Obras Públicas de la Provincia. En Buenos Aires, la Casa de Tucumán, el Cabildo
bana fue polémica; la demolición de la Reco- sus primeros años de labor profesional tam- de Salta, el Convento de San Francisco en San-
va, el Cabildo, el edificio de la Municipalidad, bién construyó cinco casas particulares en Adro- ta Fe, la Misión jesuítica de San Ignacio; en Cór-
el proyecto de demoler la Pirámide de Mayo, gué, dos edificios comerciales en la misma zo- doba, la Capilla de Mercadillo y la Posta de Sin-
la apertura de la Avenida de Mayo, fueron to- na y la iglesia de Cristo Crucificado en el sacaste; en Tucumán, la Capilla de Chichigasta,
dos muy combatidos por importantes sectores Cementerio de La Plata. Para el ministerio re- la Reducción de Lules y la Capilla de San Ig-
de la población, no solo por su significado si- alizó: el cuartel de Gendarmería Montada de nacio en Graneros; en San Juan, la Casa de Sar-
no también por lo inconsulto de las decisiones. Avellaneda, el cuartel de Bomberos Volunta- miento y el Convento de Santo Domingo, la Ca-
De esta manera, Buschiazzo aparece como el rios de Ensenada, el Instituto Bacteriológico pilla de Purmamarca en Jujuy y la casa donde
representante más significativo de esa gene- Melchor Romero y el Mercado Municipal de murió Sarmiento en Paraguay; la Quinta de
ración del ochenta que transformó profunda- Ensenada. Para la Dirección de Obras Públicas Pueyrredón en San Isidro, el Palacio San José
mente la ciudad en pocos años con obras que, construyó: la Escuela de Artes y Oficios de Juá- en Concepción del Uruguay, la Capilla del Se-
por lo menos en la arquitectura estatal, aún rez, la Subprefectura de La Paz (Entre Ríos), ñor de los Milagros en Catamarca y la Estan-
continúan en uso. D.S. hizo reformas a la Escuela Normal de Guale- zuela de los Echagüe en Santa Fe. La modifi-
guaychú y al Hospital del Milagro en Salta; tam- cación de la legislación sobre la intervención de
bién allí realizó el basamento del monumento la Comisión en la restauración de edificios lo
BUSCHIAZZO, JUAN CARLOS. Buenos Aires, Güemes con su obra de paisajista. Como con- alejó definitivamente del tema. En el orden in-
1879 - Íd., 1937. Arquitecto. Actuó en Bue- tratista proyectó y ejecutó el anexo de los talle- ternacional restauró en 1939 la Casa de la Mo-
nos Aires en las primeras décadas del siglo XX. res del Industrial Otto neda de Potosí y las fortificaciones de San Juan
Krause, los talleres y ga- de Puerto Rico.
Hijo de Juan Antonio, su obra en general raje de la Policía Fede- En 1946 Buschiazzo fundó el Instituto de
no ha sido estudiada debido a que normalmente ral, la ampliación del Arte Americano, donde inició una serie perió-
se la ha confundido con la de su padre, con Departamento de Poli- dica llamada Anales que se continuó hasta su
quien colaboró. En algunos casos es difícil sa- cía Central y el Cuartel muerte; en esos años se editaron 53 volúmenes
ber hasta qué grado hubo mayor o menor par- de la Policía Montada, entre libros y revistas, todos escritos total o par-
ticipación de uno u otro. Sin embargo, existen todo esto entre 1928 y cialmente por él o compilados bajo su directa
algunas obras en las que tuvo un papel desta- 1931. En 1933 ingresó supervisión. Paralelamente, a partir de su Bi-
cado: las modificaciones y ampliaciones del en la Facultad de Cien- bliografía de arte colonial argentino de 1947, pu-
Asilo de Ancianos de la Recoleta (1910-1930), cias Exactas, Físicas y blicó nuevos volúmenes en la Academia, ade-
la construcción del Asilo de Tuberculosos V. Naturales para enseñar u REVISTA ANALES N.° 1 más de 105 artículos diversos en todo el mundo;
López y Planes en General Rodríguez (1910- Historia de la Arqui- participó de congresos y reuniones internacio-
1916), los departamentos de renta de la calle tectura, y en 1934 comenzó a publicar sus es- nales; ingresó en la Academia Nacional de la
Córdoba esquina Corrientes, en Rosario, y el tudios sobre arquitectura de América Latina Historia y en la de Bellas Artes. En sus últimos
proyecto publicado como libro de una Cárcel y de los EE.UU. años incluyó en su temática la del siglo XIX por-
Celular de Encausados para Buenos Aires. Hasta 1940 escribió una serie de artículos teño, publicando un libro sobre El Art Nouve-
En la SCA tuvo una labor continuada: fue que, con un afán de divulgación, fueron mos- au en Buenos Aires, y colaboró en otros libros
vicepresidente y ocupó muchos cargos directi- trando sistemáticamente la arquitectura de Bue- sobre la ciudad en ese siglo; impulsó además
vos y administrativos; fue por muchos años bi- nos Aires, del interior del país y de muchas ciu- diversos proyectos de investigación.
bliotecario y donó a esa institución la biblio- dades del Continente. Para 1940 publicó su La obra de Buschiazzo se caracterizó no so-
teca de su padre. Participó en la organización primer libro, Arquitectura colonial en Hispano- lo por el monto de su producción y la aper-
de eventos y exposiciones, y formó parte como américa, y en los años siguientes continuó con tura de trabajos a otros investigadores en el
jurado de un sinnúmero de concursos. D. S. cinco tomos editados por la Academia Nacio- Instituto, sino por el apoyo a un método en
nal de Bellas Artes sobre iglesias de Buenos particular, caracterizado por el rigor docu-
Aires y Córdoba. Continuó esto con algunas mental, la descripción minuciosa y la restau-
BUSCHIAZZO, otras obras de alta erudición documental que ración y preservación arquitectónica. Fue par-
MARIO JOSÉ. cierran el período inicial de Buschiazzo con su te, junto con Furlong, (v.) Outes, Torre Revello
Estudios de arquitectura colonial en Hispanoa- (v.) y otros de una generación que se enfren-
Bs. As., 1902 - Íd., 1970. Ar- mérica en 1944. Entre 1935 y 1947, publicó ade- tó a otra corriente de pensamiento histórico,
quitecto dedicado a la restau- más de lo dicho, 50 artículos en periódicos na- la representada por Martín Noel (v.) y Ángel
ración de edificios históricos y, cionales y revistas del exterior. Guido (v.), y formó una escuela de investiga-
desde 1947, a la historia de la arquitectura Durante estos años, Buschiazzo ingresó en ción que aún continúa vigente (v. Historiografía
de América Latina y de la Argentina. la Comisión Nacional de Museos y Monu- arquitectónica). D. S.

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 217


BUSTILL0, ALEJANDRO. Buenos Aires, 1889 - posición ante la historia y la filosofía, desva- Eduardo Le Monnier (v.) y, ya en los tramos fi-
Íd., 1982. Arquitecto. Uno de los últimos re- lorizando los últimos dos siglos y atacando nales de la carrera, de René Karman (v.), un en-
presentantes del Eclecticismo (v.), con una cla- al positivismo y al materialismo dialéctico, y tusiasta difusor del Neoclasicismo francés.
ra opción por el estilo clásico griego y lo que criticó duramente los postulados de la Arqui- Tras una interrupción de sus estudios pa-
entendía como su derivación más fiel —la ar- tectura Moderna funcionalista a la que consi- ra dedicarse a la pintura, se graduó en 1914.
quitectura francesa prerrevolucionaria, consi- deraba una aberración vacía de contenido. Dos años antes había ganado el Primer Pre-
derándola la más apropiada para el diseño mio del Salón Nacional de Pintura del Museo
moderno en las metrópolis. Tanto desde es- Alejandro Bustillo (AB) era hijo de María de Bellas Artes con su Autorretrato, obra con
critos teóricos como con la realización de pro- Luisa Madero y del doctor José María Busti- la que obtendría Medalla de Oro en la Expo-
yectos y obras monumentales, todas del ám- llo, familia de estrato social alto y de largo arrai- sición Internacional de Pintura de San Fran-
bito oficial, propuso un “estilo clásico nacional”. go en América. cisco, EE.UU., en 1934. También le fue otor-
Esta serie de obras, así como las correspon- Importantes períodos de su infancia y ju- gado el Primer Premio de Escultura en el Salón
dientes a la edilicia residencial de la elite (sus ventud transcurren en estancias pampeanas, Nacional de 1932, con el bronce El pecado ori-
principales clientes), denotan una fuerte ten- donde se entusiasma con la práctica construc- ginal. En 1937 es nombrado académico de Be-
dencia a la simplificación de los códigos es- tiva. Reafirmó esta vocación cursando estudios llas Artes. Pero su actividad principal la desa-
téticos del Clasicismo, dando cuenta de una secundarios en el Instituto Politécnico Supe- rrollará en arquitectura, dedicando sus primeros
poética personal. Coherente con algunas de rior, la escuela industrial que acababa de fun- años de graduado a proyectos de estancias, gal-
sus posiciones teóricas sobre la armonía y dar el Ingeniero Otto Krause (v.). Ingresó lue- pones y otras obras de infraestructura agro-ga-
adaptación al medio, sin alejarse de los esti- go en la Escuela de Arquitectura, que por nadera en la pampa húmeda, en la que fijó
los históricos, desarrolló una extensa obra en entonces dependía de la Facultad de Ciencias su residencia.
Parques Nacionales, áreas balnearias y de Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad De aquellos años son los proyectos de casa
descanso. Desde el periodismo especializado Nacional de Buenos Aires; escuela de clara de campo en Estación Pila (1916) y la estancia
y algunos libros de ensayo, defendió la esté- orientación academicista donde fue alumno de “La Primavera”, para su familia (1918). Regre-
tica clásica y sus leyes, augurando un pron- Alejandro Christophersen (v.) y de Pablo Hary sa a Buenos Aires para partir casi de inmedia-
to retorno a los estilos tradicionales, fijó su (v. Lanus y Hary); en Teoría de la Arquitectura de to hacia París, en 1921. Con la larga estadía en

u DETALLE DE LA FACHADA DEL BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA, DE ALEJANDRO BUSTILLO.

218 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


bus bus
Francia (2 años) cumplía a la vez con el ritual Av. Santa Fe l752, Buenos Aires (1926) y en tal de la composición clásica y sus elementos
de la clase alta argentina, y anudaba contactos Court Albert I 24, París (1927); para Carlos A significativos, el creciente ensanche de las aber-
con sus futuros comitentes: estancieros, di- Tornquist también en París (1928) y para Er- turas, el uso más frecuente de la ventana apai-
plomáticos y políticos de la Argentina liberal. nesto Lix-Klett, en Av. Leandro Alem y Ro- sada y la desaparición gradual del frontispicio.
Uno de aquellos personajes, el banquero Car- dríguez Peña. Esta actitud fue coherente con una constante
los Alfredo Tornquist, le encargó su residen- En esta modalidad resuelve algunos edifi- de su pensamiento que a la vez que se afirmaba
cia en el barrio de Palermo Chico (desde 1932, cios comerciales en Buenos Aires como el Ban- en los valores clásicos (belleza, verdad), re-
Embajada de Bélgica), que formaría parte de co Tornquist, propiedad de Ernesto Tornquist chazaba, en una encrucijada ambigua, tanto
la serie de hótels particulier que, entre 1924 y y Cía. Ltda., en Bartolomé Mitre 553 (1925) y el los excesos eclecticistas como la Modernidad
1930, construiría en Bruselas, París y Buenos Hotel Continental, para la compañía de segu- abstracta. A los primeros les reclamaba “ha-
Aires. Respondía esta tipología a patrones ur- ros homónima, un edificio exento en la man- bernos inundado, desde el siglo XVIII, de me-
banos resultantes de la adaptación de resi- zana triangular limitada por Av. Roque Sáenz diocridades insoportables”, mientras que so-
dencias nobiliarias rurales en la Francia de los Peña y Perón (1927); ambos con afán monu- bre la Arquitectura Moderna opinaba que “nada
Luises, con plantas de disposición protocolar mental. Aunque algo menos espectacular, ca- hay de más limitado y pobre contenido estéti-
y recorridos ceremoniales a partir de un gran be incluir en esta serie al Edificio Otis, de la co”, calificando a ambos modos como “pro-
acceso y una escalera de honor que conducía Otis Elevator Co. en Av. Figueroa Alcorta 3415 ductos fugaces del intelectualismo (aguda en-
a un gran salón de recepciones; por sobre es- (1929, hoy demolido). No obstante, la arqui- fermedad moderna)”.
ta planta principal, que incluía comedores y sa- tectura de AB iba optando por una versión sim- El retorno a las esencias del Clasicismo co-
las de estar, se disponía el nivel de dormito- mo tabla de salvación ante el embate de histo-
rios, y se remataba con un ático en mansarda ricismos varios no era la primera vez que se
destinado al servicio. daba en la historia de la arquitectura; y en es-
De este período datan también algunas ca- te caso particular operó como un mecanismo
sas de renta (v.), caracterizadas todas por re- identificatorio y excluyente de la élite tradicio-
ferencias historicistas, adaptando al tipo de la nal que —en su edilicia privada—, refugiada
casa colectiva en altura los cánones del siste- en la sobriedad del último renacimiento fran-
ma compositivo beaux-arts, dividiendo la fa- cés, tomaba distancia de los inmigrantes nue-
chada en un basamento pesado que podía to- vos ricos que gustaban más de lo macarrónico
mar planta baja y primer piso, un cuerpo y espectacular. Si el hotel particular de Alber-
principal de varios niveles con pequeñas va- to Ramos Mejía en Seguí 1963, Buenos Aires
riantes de ornato en aventanamientos y, ge- (1930, hoy demolido) aparece como gozne en-
neralmente, algunos órdenes monumentales tre dos momentos, las casas Fioravanti y Gó-
rematados en una cornisa sobre la cual se dis- mez documentan el nacimiento de un auste-
ponía un simple o doble ático con mansarda rismo radical. La casa de Ramos Mejía, de
(v.). Era el modelo que en París dominaba áre- indudable inspiración francesa, impacta no so-
as enteras del casco urbano con el nombre u CASA DE VICTORIA OCAMPO, BS. AS, DE A. BUSTILLO. lo por su reducción a lo mínimo y esencial del
de immeuble á rapport. Tanto en unas como en estilo, sino por la esgrima plástica demostra-
otras, si bien se vislumbra una cierta severi- plificada del Neoclasicismo, que sería bauti- da en su fachada, resuelta con un plano neu-
dad clasicista y un manejo medido del “plan zada por algunos como estilo francés moderno; tro a partir de un doble cuadrado de 9 x 18 m
de masas”, se observa un gusto por los acen- manera que practicaron, aunque no en for- con aberturas estandardizadas, rematando en
tos decorativos y la proliferación de los deta- ma consecuente, diseñadores como Acevedo, una mansarda elemental; todo en un juego de
lles propios del repertorio clásico (pilastras aca- Becú y Moreno (v.), Carlos Vilar (v.), Arturo Du- proporciones equilibradas y serenas (según
naladas, balaustres, capiteles compuestos, bourg (v.) o Alberto Prebisch (v.) (v. Academiscis- AB: “...alisé el frente al máximo posible [...]
almohadillados y bajorrelieves). mo). Se estaba perfilando en aquellos años esa es el sumo de la simplicidad...”).
De este primer ciclo de residencias urba- síntesis bustillana que abrevaba tanto del com- En cambio, las casas del escultor José Fio-
nas, se destacan como las más significativas promiso académico —en la línea de la senci- ravanti en Acoyte 74l (1931) y de Manuel Gó-
las casas particulares del Dr. H. Etchepare- llez que venía proclamando el último Chris- mez en Olazábal 4779 (1931), ambas en barrios
borda en Av. Quintana y Montevideo (1924), tophersen— como de los “requerimientos de clase media de Buenos Aires, constituyen
de Enrique Duhau en Alvear 1750 (1924), de telúricos” (así los llamaba AB) en clave pam- manifiestos de la arquitectura doméstica bus-
Federico Martínez de Hoz en Talcahuano 1234 peana, aprendida en las estancias bonaeren- tillana, simples y austeras, en un grado que no
(1925), las propias de AB, para residencia y es- ses; lo que en el plano teórico expresaría como se observaría tanto en otras obras de esta nue-
tudio, en Posadas 1043/49 y 1053/59 (1926, Funcionalismo Estético ejemplificado en el va serie destinada en su mayoría a la aristo-
hoy demolidas), de Alberto del Solar Dorrego Partenón de Atenas: un rancho monumental cracia criolla del Barrio Norte. En estas expre-
en Av. del Libertador 2628 (1928, hoy Emba- y exquisito. Esto fue más notorio en la arqui- siones de Clasicismo bonaerense con fuerte
jada del Perú) y la ya citada de Tornquist en tectura urbana doméstica de AB, donde se con- influencia de la Arquitectura Moderna —so-
Aguado y Rufino de Elizalde (1928/1929); to- densan las ideas salientes que dieron identi- bre todo de la corriente déco— cabe destacar
das ellas en Buenos Aires. Y entre las casas de dad a su obra a partir del abandono progresivo su purismo blanco, volumetría simple, falta ca-
renta, las que hizo para Juana G. de Devoto en del ornato murario, la reducción a lo elemen- si total de ornamento, abandono de la gran-

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 219


u FUERON CARACTERÍSTICAS DE ALEJANDRO BUSTILLO LAS CASAS DE CAMPO. IMAGEN DE “LA AZUCENA”, CONSTRUCCIÓN NEOCOLONIAL, EN TANDIL, PROVINCIA DE BUENOS AIRES.

dilocuencia, predominio de lo horizontal, aven- sido descartado y, sobre las mismas bases, en- mínimo relieve integrando un fuste de altura
tanamientos cuadrados o apaisados, mobilia- comendado a AB (debido a “su profesionalis- equivalente a la del ático y del basamento) con
rio metálico tubular (de Joselevich Hnos. y Cía.) mo y sentido de belleza y orden”) para el te- la serenidad de una fachada imperceptible-
y —sobre todo en la casa Gómez— un trata- rreno de Grand Bourg. Desde el comienzo mente ondulada sobre la que se delinean geo-
miento de los frentes internos donde lo clási- sostienen una relación tensa, pero entre desa- metrías elementales; la del Dr. García Merou
co se trocó en neutralidad estilística. cuerdos y disuasiones, AB diseña la casa, que en Vicente López 1860, con un frente blanco
Un giro similar, en la serie de los edificios no es de aérea libre, sino sólida y contenida, y liso, en el cual persiste la aislada marca clá-
comerciales, testimoniaría el Edificio Volta, pa- dejando de lado las doble alturas y fenêtre en sica de un discreto “balcón de apariciones”,
ra la Compañía Hispano Argentina de Electri- longueur del primer proyecto de LC, con una cornisón y esquiva mansarda recedida; y sus
cidad, en Av. Roque Sáenz Peña y Esmeral- planta aún beaux arts, todo en una forzada ahis- tres obras más puristas, la de Ramona A. de
da, Buenos Aires (1930), donde pórticos, frontis toricidad, convencido de que estaba realizan- Ocampo en Posadas y Schiaffino (1931), la de
y órdenes monumentales se disuelven en ge- do una obra menor. Juana G. de Devoto en Av. del Libertador 282
ometrías simples de evidente filiación déco aun- (1935) y la de José Manuel Jorge en Francisco
que con el sello de la gravedad formal de AB, de Vittoria y Guido (1933), todas resueltas con
quien lo calificaría como “el más moderno de un solo tipo de ventana, con un ordenamien-
la Diagonal”. to clásico apenas sugerido por medio de re-
Es obligatorio referirse a la casa que AB pro- saltes interiores luminosos y despojados de
yectó para Victoria Ocampo (VO) en Rufino de decoración, y, en especial, la última de ellas,
Elizalde y Mariscal Ramón Castilla, un el en- de una neutralidad cercana al vanguardismo
clave de Grand Bourg, Buenos Aires (1928), moderno.
por constituirse en nudo de conflicto y polé- Más allá de la arquitectura doméstica, qui-
mica en el ámbito profesional y en algunos cir- zás sean los encargos oficiales que se suce-
cuitos culturales, llegándosela a considerar la dieron durante toda la década, a partir del gol-
primera casa moderna de la Argentina. La ca- u HOTEL LLAO-LLAO, FRENTE AL NAHUEL HUAPI.
pe de Estado del 6 de setiembre de 1930, los
sa, un juego de cubos y prismas desnudos y que permitieron la puesta en práctica de las
blancos, perforados con aberturas dispuestas Como obras salientes del ciclo “minima- ideas fundamentales de AB en lo referente a
libremente en función de cada habitación y no lista” cabe citar, entre las casas de renta, la de una Arquitectura Monumental argentina.
de la composición externa, no participa de la Sarah W. de Marsengo en Florida y Marcelo T. Su primera oportunidad la tuvo en la re-
nueva síntesis bustillana que comentamos. Se de Alvear (1931), todavía de transición, donde modelación de la ex-Casa de Bombas Recole-
concretó como tramo final de un trámite ini- se tensan al máximo una complejidad com- ta para destinarla a Museo Nacional de Bellas
ciado en agosto de 1927, cuando a partir de positiva casi manierista (nueve niveles de di- Artes, en Av. del Libertador 1473, Buenos Ai-
unos croquis propios, VO le había encargado versa altura, un juego equívoco de triple ático, res. En marzo de 1921, siendo presidente Al-
el proyecto a Le Corbusier (v.) para un terreno una alternancia muy dinámica de fajas, corni- vear y dirigiendo la Comisión Nacional de Be-
de la calle Salguero; proyecto que luego había sas y balcones corridos, y órdenes colosales de llas Artes Martín Noel (v.), se había llamado a

220 Diccionario de Arquitectura en la Argentina


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concurso para un nuevo museo dentro del pro- que mira sesgadamente hacia la Casa Rosada, de las obras de urbanización (piletas cubier-
yectado Parque del Retiro sobre la barranca de ubicó el inmenso pórtico tetrástilo rematado tas, vestidores, etc.). Se trata de dos edificios
la Plaza San Martín. El primer premio se les por un frontis en el que incluyó un escudo na- iguales, colosales y regulares, que acompa-
otorgó a los arquitectos C. A. Herrera MacLe- cional. Y si bien no se animó a reemplazar las ñan la amplia curvatura de la costa, separa-
an y Rafael Quartino Herrera, el segundo a hojas de acanto y las volutas de los capiteles dos por una plaza seca central y unidos por
Bunge y Roca, y el tercero a Ángel Guido (v.). por espigas de trigo y cabezas vacunas, reco- una amplísima explanada peatonal sobreele-
Con la decisión de su traslado provisorio a la noció estar tentado de acentuar el éntasis dó- vada, frontal al mar. En la obra coexisten lo
ex-Casa de Bombas se propuso que el recicla- rico, en analogía con el palo borracho, así co- áulico y lo pintoresco, dando cuenta de la ten-
je lo realizaran los ganadores, pero tras el de- mo de proponer al directorio del banco reformar sión entre arquitectura oficial y programa de
rrocamiento de Yrigoyen y la renuncia de No- las cinco fachadas a la manera del Partenón: tiempo libre. Si por una parte es innegable la
los frentes recostados un poco hacia adentro, estructura clásica de un orden aporticado con
las líneas verticales inclinadas levemente, las piano nobile y ático en mansarda, y de un ti-
horizontales y las rectas, encurvadas. El trata- po de abertura y entrepaño multiplicado ob-
miento del bloque demuestra un excelente ma- sesivamente en todo el perímetro, confor-
nejo de la escala urbana, recediendo los fren- mando una severa envolvente arquitectónica
tes en las calles estrechas. En el interior, el inspirada expresamente en la Place Vendô-
ámbito principal es el salón operativo octogo- me; es también clara la intención de adap-
nal de 36 m de altura y una cúpula vidriada de tarse a un ambiente balneario y al fuerte con-
50 m de diámetro (v. Banco). texto de la ciudad pintoresca. Al respecto decía
En un momento en que la renovación ar- AB “De lo pintoresco a lo clásico formal, de-
quitectónica predominaba tanto en el ámbito be agregarse la alegría del color discreto y ar-
u BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA, CASA CENTRAL. profesional como popular, esta obra “central” moniosamente combinado. Por eso la mag-
operó como edificio-manifiesto ante esa “turba nífica cuarcita blanca dorada de Mar del Plata
el a los pocos meses, la Revolución nombró a incontable que machacaba sobre lo nuevo” (AB). junto al rosa anaranjado de los ladrillos pren-
AB para esa tarea en noviembre de 1931. Lo En esta serie de las Grandes Obras se des- sados, el gris azulado de las pizarras, el ver-
más relevante de esta obra (inaugurada en ma- tacan las que realiza en Mar del Plata duran- de mar de las cortinas de enrollar y el blanco
yo de 1933) es la diafanidad, amplitud y neu- te la intendencia de José Camusso y la gober- de las carpinterías de madera, hace de esa
tralidad de sus alas, el ascetismo de su caja cie- nación provincial de Manuel Fresco. Con el enorme masa de mampostería algo ligero,
ga en medio del parque (previa eliminación de apoyo de su hermano José María, Ministro suave y agradable en justa armonía con la
las chimeneas, almohadillados, pilastras y ba- de Obras Públicas, obtiene la encomienda de grandeza del mar, pintoresca del mar, del cie-
jorrelieves), y el rediseño del pórtico, de im- la nueva municipalidad y la urbanización de la lo y de la costa”.
presionante escala (v. Museo). Tras este ensayo Playa Bristol. La primera —que reemplazaba Si bien los interiores fueron diseñados con
de representación oficial, durante 1935 proyecta en su mismo sitio al edificio eclecticista que una lógica compleja, relacionada más con la
la residencia del gobernador de Misiones jun- había construido Francisco Beltrami en 1888— multifuncionalidad del programa que con lo
to con diversos edificios y parques públicos en fue proyectada en 1937 e inaugurada en no- que denotan las fachadas (en la línea del block
esa provincia, incluido el vallado de las ruinas viembre de 1938.
de San Ignacio, la Intendencia del Parque Na- Aquí AB abandona el Clasicismo francés y
cional y la reforma del hotel Cataratas. Culti- opta, como referente por la sede municipal del
vando esta línea de arquitectura heroica de Es- Palazzo Vecchio. El producto es un prisma des-
tado, y en coincidencia con sus ideas de nudo de piedra del lugar, con una torre-reloj
intervencionismo estatal en materia estética y encastrada, semiexenta, de 40 m de altura y
edilicia, construye el Banco de la Nación Ar- un “balcón de apariciones” al que se accede
gentina sobre la Plaza de Mayo entre 1940 y desde una loggia monumental.
1944, año en que, inaugurado parcialmente, El segundo encargo, quizás la obra más
se paralizan las obras, que se reanudaron en- trascendente de AB, llegó tras la anulación de
tre 1940 y l955, tras una investigación orde- un concurso nacional para el conjunto del Ca-
nada por el gobierno de Juan D. Perón. Había sino que en 1928 habían ganado Andrés Kal-
sido encargado a instancias de su hermano Ho- nay (v.) y Guillermo V. Meincke. Estas obras u COMPLEJO HOTEL PROVINCIAL, CASINO DE MAR DEL PLATA.
racio, y Jorge Santamarina (uno de sus direc- demandarían diez años y también se implan-
tivos), le había pedido un “monumento eter- tarían previa demolición de otras existentes: multiuso, dando cuenta de una propuesta ti-
no”. Y el resultado fue una masa colosal de 40 el Paseo General Paz y la Rambla Bristol, un pológica netamente moderna, se conserva to-
m de altura sobre una manzana completa, en- edificio-promenade de 400 m de largo pro- da la fuerza clásica en los locales principales
tre la plaza histórica y la City, en el sitio de su yectado por los arquitectos Juan Jamin y Car- de cada edificio. La secuencia acceso princi-
antigua sede; de composición y proporciones los Agote (v.) (1911-1913). A fines de 1939 se pal-hall-sala de juego tiene una fuerza dra-
que “fijan el punto de partida del estilo Clási- inaugura el Casino y la primera parte de la mática donde lo neoclásico se potencia por
co Nacional Argentino” (AB. diario La Razón. rambla, en diciembre de 1941, la rambla com- la escala titánica y la extrema pureza del len-
Bs. As.,: 04.07.1944). En la ochava de 60 m, pleta y en 1946 el Hotel Provincial y el resto guaje. (v. Monumentalismo). Esta suma de carac-

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terísticas concurre una vez más a la construc- dactó una normativa para aprobación de pla- lista”: la Intendencia y el edificio Movilidad,
ción de una arquitectura que se reclama como nos en orden de obtener “un definido estilo re- ambos prismas puros rematados con cubierta
propia, que el mismo AB no entiende como gional”. En este afán contextualista, se privile- a dos aguas, ventanas seriadas casi continuas
neoclásica sino como adaptación de las nor- giaron técnicas artesanales, dejando de lado y una envolvente de material único.
mas clásicas a nuestra particularidad: “(los edi- algunos avances sobre sistematización de com- De cita obligada por su importancia es la
ficios de Mar del Plata) son una estilización de ponentes ensayados por los propios pione- residencia El Messidor (proy. 1942, construi-
lo francés, pero con un carácter de austeridad, ros, en especial por Primo Capraro, primer ar- da en 1948), definida por AB como un manoir
de serenidad del conjunto que me parece pro- quitecto y constructor del Nahuel Huapi. De e inspirada en un castillo del sur de Francia.
fundamente argentino”. tal modo, fueron comunes los proyectos de AB Fue en el ámbito rural de la pampa húme-
La obra ha producido un impacto urbano en sistema block haus, a veces simulado, como da donde AB desarrolló gran parte de su obra;
innegable por su implantación estratégica, su en los casos de la hostería Isla Victoria (1945) nos referimos a la serie de las casas de campo.
masa contundente, su ritmo extenso sobre el y las capillas La Asunción (Villa La Angostura, Las premisas de diseño continuaron siendo las
frente marítimo (v.), de ineludible reconoci- 1936), San Eduardo (Llao-Llao, 1931) y de Villa de diferenciar la arquitectura urbana metro-
miento a distancia, todo lo cual la transformó Catedral (c. 1940), todas ellas con el lenguaje politana de las regionales. Pero especialmen-
en un landmark, un referente obligado de lo- formal de las iglesias chilotas. Con esta mis- te en la pampeana, donde predomina la par-
cales y turistas, alentando una normativa mu- ma técnica constructiva desarrolló un proto- quedad, tuvo un gran compromiso con los
nicipal, a partir de los cincuenta, para los edi- tipo de vivienda para guardaparque (1938), requerimientos locales.
ficios del área Casino, que determina ajustarse de reproducción numerosa. Desde el inicio de su carrera, como ya ha-
en línea general a la estética bustillana (recova En mampostería rústica de piedra, por su bíamos apuntado, se sintió fascinado por el
de arcos rebajados, altura tipo, muros de ladrillo parte, realizó la Catedral Nuestra Señora de ambiente de la llanura, donde se instaló du-
y piedra, mansarda simplificadas, etc.). Nahuel Huapi (l946), en estilo gotizante, y dos rante seis años, después de su graduación. En
Completan la serie da las grandes obras edificios que retoman su vertiente “minima- aquel lapso realizó diversas obras, entre las que
oficiales las que realiza en el Parque Nacional se destacan las ya citadas Estancia La Prima-
Nahuel Huapi durante la dirección de su her- vera y la casa de campo para Santiago Roca, en
mano Exequiel, entre 1934 y 1944, destacán- Estación Pila, la primera documentada en su
dose especialmente el Hotel Llao-Llao. La obra, archivo, mezcla de villa romana y neocolonial.
ganada por concurso en 1936 e inaugurada en Recién en 1927 —con la construcción de La
l938, se incendió un año después y la recons- Azucena— retomará su obra pampeana, ca-
truyó en 1940 respetando el proyecto original, racterizada por cierta oscilación entre el Pin-
pero sustituyendo la madera por mamposte- toresquismo y la arquitectura tradicional de la
ría de piedra y hormigón armado. En este dis- región, con referencias al Clasicismo culto y a
tanciamiento del clasicismo conviven sin em- las tipologías rurales bonaerenses (el galpón,
bargo el compromiso académico con “la el rancho).
pertenencia a un lugar determinado, a un pai- Cabe citar, entre las obras de esta segun-
saje, a su cielo, a su sustancia”, según la par- da etapa, algunas casas de campo, como las del
ticular visión de AB, quien opta por un in- Dr. Espinosa, en Moreno; de Mario Tezanos
menso chalet normando de techo quebrado Pinto, en Ranelagh; La Dulce (construcción au-
con fuerte pendiente, en clave pintoresquista, xiliar), de Juana G. de Devoto, en Estación Arro-
pero compositivamente simétrico, de planta yo Dulce (1921); El Boquerón, de Enrique de
en “H” y con cuerpo central elevado sobre Anchorena, en Mar del Plata (1930); de su her-
Court d’entrée; ubicado sobre una loma entre mano José María, en Cañuelas (1931, cons-
lagos y con un cerro al fondo, logrando una u EDIFICIO VOLTA, EN AVENIDA ROQUE SÁENZ PEÑA Y trucción auxiliar); de Castelpoggi Hnos., en Pi-
admirable integración geométrica y orgánica ESMERALDA, BUENOS AIRES, DE ALEJANDRO BUSTILLO. lar ( 1932); de Delia Z. de Cané, en San Miguel
con la naturaleza. (1933); del propio Gobernador de la Prov. de
Con características similares se realizó una Buenos Aires, Dr. Manuel Fresco, en Haedo
obra sistemática en todo el Parque, abarcando (1939); de Eloísa Juárez Celman, en Capitán
distintas escalas de diseño, a cargo de una trí- Sarmiento (1940); de Jeannette Devoto, en Es-
ada: Ernesto de Estrada, 1909 (v.), AB y Miguel tación Fernández (1953) y del Conde Guazzo-
Ángel Cesari, 1911); donde el primero se ocu- ne de Passalacqua, en Olavarría (1954). Pero
pó de urbanizaciones (Centro Cívico y ensan- será en otras cuatro, donde AB despliega en
che oeste de Bariloche, planeamiento de las Vi- forma notoria los atributos del carácter pam-
llas Catedral, Llao-Llao y La Angostura, parques peano (lo despojado, lo austero, lo esencial,
varios, etc.), AB de numerosos proyectos de lo pragmático, lo lineal, lo plano y lo estereo-
edificios y Cesari del desarrollo de éstos últi- métrico simple), expresado en la arquitectura
mos como colaborador (v. Áreas protegidas). habitacional a través de su estrecha relación
El equipo técnico de Parque Nacionales, di- con el suelo, con su entorno inmediato y con
rigido por AB, diseñó sus arquitecturas y re- la vastedad del paisaje. AB, sensible a estas con-

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diciones, encara el diseño de estas casas con
una suerte de humildad de estilo. Nos referi-
mos a La Azucena, para Leonor Uriburu de An-
chorena, en Tandil (1927), de ascéticos muros
blancos con cierto aire neocolonial; La Casca-
da, para Julio Perkins en Curumalán (1929),
una compacta y maciza disposición de figuras
cúbicas; Los Plátanos, su propia casa de cam-
po en Estación Plátanos (1931), en la que apro-
vecha algunos ranchos existentes conforman-
do un conjunto donde uno de los edificios es
estudio de arquitectura / pintura / escultura,
otro biblioteca y otro la casa propiamente di-
cha; y —en una tercera etapa pampeana, tras
un largo interregno comenzado en los años
cincuenta, cuando su trabajo mermó notoria-
mente— La Serena, para María Elisa Mitre de
Larreta, en Los Cardales (1977), significativa-
mente su última obra (en la que cierra el ciclo
iniciado en Estación Pila) que marca un retor-
no al Minimalismo de Los Plátanos.
En lo que se refiere al ámbito profesional,
AB fue una figura muy cuestionada, tanto por
su actitud antimoderna —lo que se hace más
conflictivo a partir de los años cincuenta— co-
mo por su automarginación del sistema aran- u NUNCIATURA APOSTÓLICA, EN LA AVENIDA ALVEAR, DE ALEJANDRO BUSTILLO.

celario y el recurso nepotista en la obtención


de los encargos, reñido con las normas éticas el suplemento dominical de La Nación, Bs. As., talada “con preferencia en las grandes ciuda-
de la matrícula. Sus alegatos contra la Arqui- entre 1950 y 1955, que luego incluyó como des cosmopolitas”.
tectura Moderna se dirigían frecuentemente a apéndice en el primer libro citado). En La be- En Buscando el camino se debate entre la
los propios colegas, considerándolos oscuros, lleza primero sienta las bases de lo que deno- justificación del Clasicismo y la construcción
inauténticos y desertores “de las filas raleadas mina la “ley de la creación” en tanto funda- de un estilo propio. Defiende el estilo clásico
de los artistas para enrolarse en las de los fa- mento del proceso creador en la arquitectura inspirado en el “ejemplo insuperado” del Par-
bricantes de casas en serie”. clásica, al cual concibe en tres etapas: “co- tenón que, como “fruto perfecto del espíritu
Los censuraba por su actitud mercante, juz- mienza con el impulso de la Belleza (inspira- humano” maduró propalándose por las colo-
gando innoble el agremiarse “cual modestos ción), se estructura luego en la Verdad (con- nias griegas, luego por Roma, de donde viajó
jornaleros o comerciantes, instituyendo su Con- cepción de formas estrictamente matemáticas), hacia España y otros países europeos, y, por úl-
sejo Profesional, arrogándose facultades le- y se acomoda a un fin, configurado por el Bien timo, hacia las Américas. Considera que la
gislativas y judiciales, y dándose para ello su (moral, técnica, utilidad, etc.)”. adaptación al sitio se logra por el camino de la
propio código de ‘ética profesional’, que sue- En una crítica implícita a la Arquitectura tradición argentina y de la lección de Fidias.
len aplicar con rigor de inquisidores”. Desde Moderna discute “la actitud intelectualista” de Creía ver en esta actitud una gran diferencia
la seguridad de una herencia patricia y fuertes Friedrich Hegel, Bernard Hosanquet, José Or- con el “Funcionalismo abstracto, que deter-
lazos con el poder, protestaba contra el hono- tega y Gasset y Paul Valéry, a la vez que explica mina siempre la misma arquitectura para los
rario de aplicación obligatoria, propiciaba el su opción por la arquitectura francesa prerre- cuatro puntos cardinales adoleciendo de falta
ejercicio libre de la “noble arquitectura”, opi- volucionaria, último derivado genuino del es- de espíritu nacional y de personalidad, dos esen-
naba que “hacer arte desinteresadamente se píritu clásico antes de que se “precipitara el cias básicas del arte, confundiendo cosmopo-
considera hoy inmoral”. Su producción teóri- positivismo”. Critica también a la Arquitectu- litismo con universalidad”. Concluye que “ra-
ca fue tardía y se condensó en dos libros: “La ra Moderna por limitada, pobre de contenido za, clima y momento histórico son los factores
belleza primero. Hipótesis metafísica”, 1957, estético, sin calor humano, y por obedecer a determinantes del estilo”.
y “Buscando el camino”, l965. Además pu- “un capricho intelectual con raíces en la abs- En esta misma obra, AB desarrolla la idea
blicó diversos artículos periodísticos, siendo tracción estéril”. Supone un nexo fuerte entre de Funcionalismo estético, entendiendo que
los más interesantes: “Caracteres permanen- la Grecia clásica y nuestro país “constituido debe prevalecer sobre los funcionalismos utili-
tes y actuales de la arquitectura grecolatina. Su y poblado por razas preponderantemente me- tario y constructivo; y dedica amplio espacio a
aplicación a nuestro medio”, “El artista, la for- diterráneas, de origen íbero-greco-latino”, pro- discusiones estéticas en torno del Arte Abstracto
ma y el medio. Grandeza de lo pequeño”, “La piciando una “arquitectura monumental ar- y la Arquitectura Moderna, con la cual, por mo-
dualidad del arte” y “Estética confusa” (ensa- gentina de tipo netamente helénico”, enriquecida mentos, parece reconciliarse reconociéndole
yo publicado en forma de cuatro artículos en por modificaciones en función del sitio e ins- cierto valor filosófico y didáctico, al exhibir al

Diccionario de Arquitectura en la Argentina 223


desnudo constituyentes de la belleza como el Otero. “Ocampo, Bustillo, Le Corbusier, Mendel- departamentos”, realizada para Méndez Gonçal-
ritmo, el color, la calidad de materia, etc. sohn, Gropius, Prebisch”. En: Número monográfi- ves (Callao entre Santa Fe y Charcas), y nu-
Las referencias o reflexiones sobre la obra co revista Casas. N.° 25, Bs. As., marzo de 1992; J. Ra- merosas residencias y casas de renta. En La
de AB han estado prácticamente ausentes de mos. “Alejandro Bustillo”. En: Cuadernos del IAA, Plata fue nombrado miembro del jurado para
la historiografía arquitectónica, a excepción de n.° 9, 1998. J. R. el Concurso Internacional de Edificios Públi-
un opúsculo algo apologético de Leopoldo Ma- cos, aunque al poco tiempo renunció a su car-
rechal, de 1944, que consideraba su obra co- go (1881). En esta ciudad realizó el Palacio de
mo revolucionaria en tanto restituía la armo- BUTTNER, ADOLFO. S/d (Alemania), 1849 - Justicia y Cárcel (1883), construido por los em-
nía entre lo útil y lo bello. A fines de los setenta Buenos Aires, 1912. Ingeniero. Uno de los presarios Fiorini y Ferrandi. Este edificio, ac-
y comienzos de los ochenta, al calor de la revi- primeros profesionales de la construcción gra- tual sede de Tribunales, posee estilo Neorre-
sión clasicista del Postmodernismo y de una duados en la Argentina; su producción más nacimiento, con acento germano en la
crítica severa a los prejuicios del Movimiento importante forma parte significativa de la de- composición de los volúmenes, patio central y
Moderno, se revaloriza parte de su producción, nominada Arquitectura Ecléctica de fines del cuerpos esquineros exentos. Como en otros
tanto desde los seminarios sobre arquitectura siglo XIX. edificios de la época, se combinan elementos
argentina de los años treinta, organizados por ornamentales neorrenacentistas con empina-
La Escuelita, como desde la revista Dos Puntos Cursó estudios en la Facultad de Ciencias das mansardas (v.) y otros detalles afrancesa-
o desde la misma práctica con citas delibera- Exactas de la Universidad de Buenos Aires, dos. No obstante, la austeridad y sobriedad de
das (caso del Balneario Pinamar Golf Club, donde ingresó en 1865 y de donde egresó en Buttner denotan su formación germana y re-
Tony Díaz, 1982). El evento más relevante en 1870, con una tesis sobre ingeniería ferrovia- lacionan su Eclecticismo con el de otros ar-
el rescate de su obra lo constituyó la Exposición ria. Fue uno de los primeros ingenieros civi- quitectos argentinos formados en ese país. Den-
del Museo Nacional de Bellas Artes, en 1988, les graduados en el país (diploma n° 2). En 1871 tro de esta corriente, en su versión romántica
realizada por Martha Levisman, depositaria de se trasladó a Alemania, de donde egresa con el realizó obras como el castillo de Rafael Obli-
su archivo y estudiosa de su carrera. Entre los título de arquitecto. Esta circunstancia incidi- gado sobre el río Paraná, una serie de pinto-
juicios historiográficos más consistentes apun- rá en su producción ecléctica, nutrida en los rescos chalets en Ramos Mejía y la cárcel de
tamos los de Ernesto Katzenstein, quien desa- cánones formales y de composición, divulga- Mercedes, de neta influencia “medievalista”.
rrolla su tesis sobre la progresiva neutralidad dos por la École, pero inspirada en modelos de En sociedad con Otto von Armin (v.) proyectó
en la arquitectura doméstica urbana de AB, y innegable carácter germánico. Fue vocal del una importante iglesia en Chacabuco (1879).
los de Roberto Fernández, quien analiza su Departamento de Ingenieros de la Prov. de Fue miembro fundador de la SCA (1886) e in-
obra a la luz del dualismo Clasicismo / Mo- Buenos Aires (1875) y miembro de la Acade- geniero del Banco de la Nación Argentina y del
dernidad, y del auge monumentalista en el de- mia de la Facultad de Matemáticas. Realizó Banco Popular Argentino. J. T.
bate cultural de los tardíos treinta. la Casa Central del Banco Popular Argentino
(1898: Bartolomé Mitre y 25 de Mayo), la Ca- Bibliografía: J. Tartarini. La acción profesional en la
Bibliografía: Colección de la Revista Nuestra Arqui- sa Drabble (Av. de Mayo y Chacabuco), la Ca- Fundación de La Plata. La Plata, 1982; A. de Paula,
tectura 1930–1938; L. Marechal. Bustillo arquitec- sa Ruggero Bossi (Sarmiento entre Uruguay y R. Gutiérrez, G. Viñuales. Influencia alemana en la
to. Bs. As.: Peuser, 1944; A. Bustillo. La belleza pri- Paraná), la conocida como “primera casa de arquitectura argentina. Resistencia, 1981.
mero. Hipótesis metafísica. Bs. As.: G. Kraft, 195T; A.
Bustillo. Buscando el camino. Bs. As., 1965; E. Bus-
tillo. El despertar de Bariloche: una estrategia pa- BUTTY, ENRIQUE. Buenos Aires, 1877 - Íd.,
tagónica. 2ª ed. Bs. As.: Casa Pardo, 1971; R. Cova y 1973. Ingeniero Civil.
otros. “Rambla y casino” de Mar del Plata: Alejan-
dro Bustillo”. A/ambiente N.° 19, La Plata, abril 1980; Se graduó de ingeniero civil en la UBA en
E. Sacriste y R. Fernández. “Alejandro Bustillo: 70 1911. Inició una larga carrera como docente,
años de arquitectura”, Dos Puntos, n.° 5, Bs. As., ma- publicista y escritor especializado, con impor-
yo-junio 1982; M. Martín y otros. “Homenaje. Ale- tantes contribuciones al cálculo estructural. En
jandro Bustillo. 1889-1982”, Revista summa. N° 185. los períodos 1927-1930 y 1932-1936 fue deca-
marzo de 1983; S. Berjman y R. Gutiérrez. Patrimo- no de la Facultad de Ciencias Exactas de Bue-
nio cultural y patrimonio natural: la arquitectu- nos Aires, y en 1930 fue nombrado rector de
ra en los Parques Nacionales Nahuel Huapi e Igua- la Universidad. En 1938 fue designado presi-
zú (hasta 1950). Bs. As.: Ed. del Instituto Argentino dente de Obras Sanitarias de la Nación, cargo
de Investigaciones de Historia de la Arquitectura que desempeñó hasta 1943, cuando pasó a ocu-
y del Urbanismo, 1988; E. Katzenstein. “Bustillo: del par la presidencia de YPF. Vuelve a la función
estilo a la neutralidad”, catalogo de la exposición pública en 1961 como presidente de SEGBA
“Alejandro Bustillo. Arquitecto 1889-1982” (M. Le- (Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires),
visman, realizadora). Bs. As.: MNBA, 1988; R. Fer- retirándose en 1966.
nández. “Las ramblas nuevas: espacios y metáforas
de Mar del Plata” s/d; R. Cova y otros. Las viejas ram- Bibliografía: A.P Luchini. Historia de la Ingeniería
blas. Bs. As.: Fundación Banco de Boston, 1990; J. u EDIFICIO DE RENTA EN AVENIDA DE MAYO, DE A. BUTTNER. Argentina. Bs. As.: CAI, 1980.

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