Está en la página 1de 20

Destacan vigencia del pensamiento de Sandino

La Paz. Prensa Latina | 15 de Mayo de 2019 a las 10:07

La vigencia actualmente del pensamiento del patriota nicaragüense Augusto C Sandino


fue destacada durante un encuentro por la paz y la solidaridad de los pueblos, realizado
en la Casa del Alba Cultural de Bolivia.

A propósito de conmemorarse el 124 aniversario del natalicio de Sandino el 18 de


mayo, las misiones diplomáticas de Managua, Venezuela, Cuba, El Salvador, el
Gobierno boliviano y movimientos de solidaridad rindieron anoche un emotivo
homenaje al inspirador del movimiento sandinista.

Vicente Pacocillo, secretario ejecutivo de la Confederación de Trabajadores Fabriles de


Bolivia, recordó cómo antes de la llegada a la presidencia de Evo Morales en 2006, los
trabajadores exigían el pago de sus salarios y el respeto a los derechos laborales
mediante huelgas.

Pacocillo calificó de histórico el poder dialogar con el mandatario boliviano para


exponer las necesidades de la clase obrera, mientras reafirmaba el respaldo de esa
organización al proceso de cambio y el llamado a la unidad para defender los logros
económicos, políticos y sociales de los últimos 13 años en el país suramericano.

Por su parte, Adrián Quelca, director de la Escuela Superior de Formación de Maestros


'Simón Bolívar', destacó por medio de frases de Sandino la vigencia de su pensamiento
en la situación actual que viven países como Cuba, Venezuela y Nicaragua, víctimas del
injerencismo de Estados Unidos, y la necesidad de fortalecerse ideológicamente para no
ceder ante las presiones externas.
Asimismo, la embajadora de Venezuela aquí, Crisbeylee González, resaltó las
maniobras aplicadas por Washington contra la nación bolivariana, país donde se define,
a su juicio, la estabilidad de la región, de ahí la importancia de desarrollar encuentros
como este para implementar acciones en defensa de la soberanía y autodeterminación de
los pueblos.

En representación del Gobierno de Bolivia, la diputada Sonia Brito ratificó el apoyo y


solidaridad incondicional con Nicaragua.

Elías Chévez, embajador de Nicaragua en Bolivia, agradeció la masiva participación en


el evento que rindió homenaje a Sandino, 'un líder revolucionario, antimperialista y que
no negoció el honor ni los principios de su país', afirmó.

Chévez recordó el plan golpista del 18 de abril, que calificó de una conspiración del
Gobierno estadounidense contra Managua, cuando grupos políticos internos y externos
junto a elementos del crimen organizado, perpetraron crímenes atroces que
interrumpieron la paz y la seguridad de las familias, de acuerdo con denuncias.

Denunció el daño que ocasionan al pueblo las sanciones económicas impuestas por
Estados Unidos, respaldadas por la oposición nicaragüense, en un intento por doblegarlo
ante la impotencia de lograr sus objetivos por la vía de las elecciones.

'Nicaragua dijo Daniel (Ortega) es de todos y aquí nos quedamos', concluyó.

Augusto C. Sandino
14 Mayo 2019
Por Jorge Nathan

"El hombre que de su patria no exige más que un palmo de tierra para su sepultura,
merece ser oído, y no sólo ser oído, sino también ser creído".

Augusto C. Sandino

"Hablad en las plazas,


en las universidades,
en todas partes,
de ese general de América,
que se llamó Augusto César Sandino.

Usadlo contra el panamericanismo


del silencio y que resuenen nuevas voces
de juventudes alertas en las atalayas,
pues la lucha de Sandino continúa".

Miguel Angel Asturias, Nobel de Literatura 1967, Guatemala

Augusto César Sandino, prócer de la lucha antiimperialista, es una figura que marca
camino; en su Nicaragua natal, sin dudas. Pero además en todo el continente americano.
Evocarlo es evocar la lucha contra la dominación imperial, contra la hegemonía de la
potencia del Norte; su lucha, como la de Bolívar, como la del Che Guevara, es un
llamado a la unidad regional y en defensa de la soberanía de nuestros pueblos
latinoamericanos, históricamente pisoteados por el imperio.

Sandino, llamado "General de Hombres Libres" por el escritor francés Henry Barbusse,
logró reunir a campesinos, artesanos y profesionales urbanos en la formación del
Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, al que la poeta chilena Gabriela Mistral
denominara simpáticamente "pequeño ejército loco". Ese "ejército loco", pequeño
ejército de "gigantes" dadas las convicciones que lo motivaban, combatió con fiereza
durante seis largos años contra las tropas estadounidenses de ocupación, las que
finalmente decidieron dejar Nicaragua al no poder controlar el movimiento guerrillero.

La gesta de Sandino –modesto campesino autodidacta que nunca tuvo formación militar
profesional– es un legado para quienes hoy siguen pensando que "otro mundo es
posible": por más grande que sea la maquinaria militar del opresor, por más enorme y
aterrorizante que resulte el poder del invasor, si se tienen claros los principios de
soberanía y dignidad nacional, nada detiene a un pueblo en su lucha. La lucha de
Sandino y del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua entre 1920 y
1930 en las montañas del norte del país –el primer Vietnam que sufriera el imperio
estadounidense en el siglo XX– fue la que, 40 años después, inspiraría a un grupo de
jóvenes idealistas para crear el Frente Sandinista de Liberación Nacional –FSLN–.

Este movimiento, inspirado en la resistencia ofrecida por Augusto César Sandino a la


invasión estadounidense, y nutrido igualmente en la teoría marxista, fue el que en el año
1979, armas en la mano y con el apoyo mayoritario de la población, depusiera al
dictador Anastasio Somoza Debayle, último exponente de esta familia de dictadores,
para dar lugar a la segunda revolución socialista del continente, luego de la cubana. En
ese sentido, la figura de Sandino ha sido, y continúa siendo, fuente de inspiración en la
lucha por un mundo mejor, libre de injusticias y basado en la equidad.

Su vida y el contexto político en que se movió

Augusto César Sandino nació el 18 de mayo de 1895 en Niquinohomo, departamento de


Masaya, no muy lejos de la capital Managua. Su padre biológico fue el cafetalero
Gregorio Sandino, quien nunca se hizo cargo de su crianza, y su madre la campesina
Margarita Calderón.

La pobreza, privaciones y angustias que caracterizaron su infancia fueron las mismas


que en la sociedad nicaragüense, de tintes semifeudales y patriarcales, han sufrido
siempre los llamados "hijos naturales" (hijos extramaritales). Cuando eran recibidos en
la casa paterna, los hijos naturales estaban en la obligación de trabajar en los distintos
quehaceres del hogar para retribuir su propio sustento.
Desde muy niño trabajó en las duras tareas agrícolas en las plantaciones cafetaleras del
Pacífico junto a su madre. El mismo Sandino refirió a un periodista: "Abrí los ojos en la
miseria y fui creciendo en la miseria, aún sin los menesteres más esenciales para un niño
y mientras mi madre cortaba café, yo quedaba abandonado. Desde que pude andar lo
hice bajo los cafetales, ayudando a mi madre a llenar la cesta para ganar unos centavos.
Mal vestido y peor alimentado fui creciendo, o quizás fue por eso que no crecí. Cuando
no era el café era el trigo o el maíz lo que nos mandaban a recolectar, con sueldos tan
mínimos y tareas tan duras que la existencia era un dolor".

En octubre de 1909 una insurrección apoyada por Estados Unidos provoca la renuncia
del entonces presidente José Santos Zelaya. Asume el cargo José Madriz, pero en
febrero de 1910 tropas estadounidenses desembarcan en el puerto de Corinto y provocan
también su renuncia.

Luego de múltiples maniobras toma el poder Adolfo Díaz, tenedor de libros de una
empresa minera norteamericana y aliado incondicional de Washington. Estados Unidos
otorga un par de empréstitos a Nicaragua y toma, en garantía, el control de las aduanas,
el Ferrocarril Nacional, los vapores del Lago de Cocibolca y fondos no utilizados de
otro préstamo.

En julio de 1912 estalla una sublevación en contra del títere Díaz. Tropas
norteamericanas desembarcan en Corinto. Benjamín Zeledón enfrenta a los invasores y
muere en combate el 4 de octubre. A sus 17 años Sandino queda muy impresionado con
la imagen del patriota Zeledón en su resistencia contra la invasión.

Posteriormente, en 1916 trabaja como ayudante de mecánica cerca de la frontera con


Costa Rica. Viaja a Honduras en 1920 y a Guatemala en 1923, donde trabaja en las
plantaciones de la United Fruit Company. Más tarde marcha a México y trabaja para
empresas petroleras en Tampico y Cerro Azul.

En agosto de 1925 Estados Unidos retira sus tropas de Nicaragua; la ocupación había
durado 13 años. Permanecen, sin embargo, los instructores de la llamada Constabulary,
antecesora de la tristemente célebre Guardia Nacional. En octubre el general Emiliano
Chamorro da un golpe militar, el cual se niega a reconocer Washington.

En mayo de 1926 ocurre un alzamiento liberal en contra de Chamorro. Tropas


norteamericanas desembarcan en la ciudad de Bluefields. Al enterarse del inicio de la
Guerra Constitucionalista, Sandino parte rumbo a Nicaragua, donde llega el 1º de junio.

El 26 de octubre de 1926 se alza en armas con algunos trabajadores del mineral de San
Albino y se incorpora a la causa constitucionalista. El 2 de noviembre, en su primer
enfrentamiento contra las tropas conservadoras en El Jícaro, sufre su primera derrota.

El 24 de diciembre tropas de Estados Unidos desembarcan en Puerto Cabezas. Al día


siguiente Sandino consigue armas y municiones con ayuda de prostitutas del puerto. El
general José María Moncada le ordena regresarlas en una entrevista que sostienen en
Prinzapolka; pero Sandino logra conservarlas e inicia el retorno a la región de Las
Segovias, en el norte del país. En enero de 1927, tropas de Estados Unidos desembarcan
en Corinto. En febrero, Sandino se instala en El Yucapuca e inicia en San Juan de
Segovia una campaña militar victoriosa; participa en un gran número de combates. Las
tropas conservadoras son totalmente derrotadas y Moncada trata de deshacerse de él
enviándolo a Boaco.

El 18 de mayo se casa con Blanca Aráuz. En el transcurso del mes de mayo de 1927
mantiene un intercambio epistolar con Moncada sobre los términos del armisticio que
éste ha logrado con Henry Stimson, delegado del presidente Calvin Coolidge en
Nicaragua. Los militares estadounidenses ofrecieron a los jefes liberales dos opciones:
firmar un armisticio con la garantía que se convocaría nuevamente a elecciones
presidenciales, bajo la vigilancia de los marines estadounidenses, o hacer frente a las
fuerzas de ocupación que de inmediato entrarían en combate con los "rebeldes
liberales".

Moncada no dudó en aceptar la primera opción, y así lo comunicó a los jefes


estadounidenses. Todos los subordinados y las tropas bajo su mando aceptaban la
rendición. Todos, menos uno: el "general de hombres libres" Augusto César Sandino.

"¿Cómo se le ocurre morir por el pueblo?", preguntó el general Moncada en su


entrevista con Sandino. "El pueblo no agradece; lo importante es vivir bien", dijo
Moncada, tratando de convencer al dirigente guerrillero para que no se enfrentara a las
tropas de la Marina de Guerra de Estados Unidos que en esos días ocupaba militarmente
el país. Dejando a Moncada, jefe del ejército liberal y a quien los representantes del
gobierno estadounidense habían prometido hacerlo presidente de Nicaragua, Sandino se
retiró con sus tropas a la ciudad de Jinotega, y desde allí anunció por medios
telegráficos, el 12 de mayo de 1927, su decisión de combatir hasta las últimas
consecuencias contra la ocupación militar estadounidense.

El 1 de julio de 1927 emite su primer Manifiesto Político dirigido al pueblo de


Nicaragua desde su campamento en Mineral de San Albino. El 14 de julio responde a la
propuesta de rendición que le hiciera Gilbert Hatfield, capitán de los marines. El 16 del
mismo mes, después de una batalla de 15 horas, toma por unas horas el poblado de El
Ocotal. La aviación norteamericana bombardea y ametralla la localidad causando 300
muertos entre la población civil. Combate en varias ciudades y se retira hacia su
campamento de El Chipote; inicia la guerra de guerrillas.

El 2 de septiembre de 1927 se constituye el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional


de Nicaragua. El 14 de noviembre suscribe el Acuerdo sobre los Traidores a la Patria.

En diciembre, los gobiernos de Coolidge y Díaz acuerdan la transformación de la


Constabulary en Guardia Nacional.

Después de varios días de combate, el 26 de enero de 1928 los marines alcanzan


finalmente la cumbre de El Chipote y encuentran sólo muñecos hechos de hierba.

El 22 de junio de 1928 el dirigente comunista salvadoreño Farabundo Martí se


incorpora a las filas del ejército sandinista.

El 6 de noviembre de 1928, en elecciones organizadas y supervisadas por los marines,


es elegido presidente el general Moncada.
El 23 de mayo de 1929 sale de Nicaragua con rumbo a México buscando,
infructuosamente, el apoyo del presidente mexicano Emilio Portes Gil. Sus generales
prosiguen la lucha. Regresa a Nicaragua el 16 de mayo de 1930.

El 15 de febrero de 1931 suscribe su manifiesto Luz y Verdad (trascripto más abajo),


donde establece los lineamientos de su lucha antiimperialista.

Entre 1931 y 1932 los combates entre sandinistas y tropas estadounidenses alcanzaron
proporciones de guerra nacional. A excepción de la región del Pacífico más cercana a la
capital, el resto del territorio nacional se transformó en escenario de las incursiones de
los guerrilleros de Sandino. La región de Las Segovias, en el norte del país, está bajo el
absoluto control de las fuerzas sandinistas. El 2 de octubre de 1932, tropas sandinistas
ocupan el poblado San Francisco del Carnicero, en la costa norte del lago de Managua y
a tan solo unos cuantos kilómetros de la capital. Esta acción conmociona a la ciudad,
según constatan los despachos de la embajada estadounidense.

En noviembre de 1932, Juan Bautista Sacasa es electo presidente. Poco antes había
solicitado la permanencia de los marines, sin embargo, en esta ocasión Washington se
niega.

El 1 de enero de 1933 triunfa la causa sandinista al retirarse los invasores


norteamericanos de territorio nicaragüense. Sacasa asume la presidencia y el general
Anastasio Somoza García la jefatura de la Guardia Nacional. Sandino viaja a Managua
en febrero y firma un tratado de paz.

Conforme había prometido el héroe de cesar las hostilidades militares apenas saliera el
último soldado invasor de tierra nicaragüense, Sandino comienza a negociar los
términos del desarme de su tropa, hecho que se realiza oficialmente el 2 de febrero de
1933.

Pese a los abrazos de paz y las celebraciones, quedaba pendiente un punto no aclarado
para el general Sandino: el hecho que la Guardia Nacional (creada y entrenada por las
tropas estadounidenses) entraba a cumplir un papel de ejército de ocupación, que más
allá del acuerdo de paz establecido, continúa hostigando, encarcelando y asesinando a
los desarmados ex integrantes del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional.

El 20 de mayo viaja nuevamente a Managua para quejarse con Sacasa por los constantes
ataques de la Guardia Nacional en contra de su gente. Regresa el 30 de noviembre por la
misma razón sin obtener resultados.

La noche del 21 de febrero de 1934, el último de sus viajes a Managua, cuando Sandino
salía de la casa presidencial después de haber asistido a una cena con el presidente
Sacasa, el automóvil en que viajaba fue detenido por una patrulla de la Guardia
Nacional. Sandino y sus acompañantes fueron conducidos al lugar de su ejecución, unos
terrenos baldíos en las afueras de la ciudad, cercanos a la localidad de Tipitapa. Fueron
colocados frente a una zanja excavada con anterioridad y allí, a la luz de los focos de un
camión, asesinados con fugo de metralla y fusiles; sus cuerpos una vez despojados de
sus ropas y objetos personales (relojes, anillos) que se vendieron al día siguiente en
Managua, fueron lanzados a la zanja. El lugar de aquella tumba sería guardado en
adelante en Nicaragua como secreto de Estado.
Al día siguiente, tropas de la Guardia Nacional atacaron sorpresivamente los
campamentos de las cooperativas agrícolas que habían organizados los antiguos
combatientes de Sandino. Más de 300 campesinos fueron asesinados.

Dos meses más tarde, Anastasio Somoza García, el jefe de la Guardia Nacional y quien
luego fundaría una la tiranía dinástica que se mantuvo en el poder en Nicaragua por casi
50 años, asumió la autoría del asesinato de Sandino afirmando que lo había cometido
"por el bien de Nicaragua".

El 23 de agosto de 1934 el Congreso decreta una amnistía para todos los crímenes
cometidos por la Guardia Nacional.

La enseñanza de Sandino

La lucha del "General de Hombres Libres" Augusto César Sandino pasó a ser parte del
legado de rebeldía del pueblo nicaragüense contra la dominación extranjera. Fue la clase
política entreguista de la época la que lo traicionó y mandó a asesinarlo; pero su gesta y
su ejemplo perduraron en la historia de Nicaragua.

A tal punto perduraron, que décadas después de su muerte, en el transcurso de los años
70, algunos jóvenes revolucionarios (entre ellos Carlos Fonseca, Tomás Borge,
Francisco Buitrago, Germán Pomares, más el coronel Santos López, único sobreviviente
del desparecido Ejército Defensor de la Soberanía Nacional) constituyen un movimiento
político armado inspirándose en aquella heroica gesta, al que llamaron justamente
Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), y que retomando aquellas banderas
históricas de antiimperialismo, continuará la lucha por un cambio social.

Este movimiento se enfrentó valientemente al último exponente de la dinastía de


dictadores Somoza –Anastasio Somoza Debayle– y a su genocida Guardia Nacional, y
con amplio apoyo popular el 19 de julio de 1979 logró su derrocamiento inaugurando la
segunda revolución socialista en el continente: la Revolución Sandinista.

Pensamientos de Carlos Fonseca sobre Sandino y la propuesta sandinista

Esta selección de pensamientos del Comandante en Jefe de la Revolución Popular


Sandinista, Carlos Fonseca, fue preparada por el Instituto de Estudio del Sandinismo en
conmemoración del Sexto Aniversario de su caída en combate, apareciendo en
noviembre de 1982 en forma de suplemento incluido en una de las ediciones del
periódico 'Barricada', Nicaragua.

I. Colonialismo Imperio y oro

Desde que Cristóbal Colón ancló en América, españoles, portugueses e ingleses


blanquearon la carne humana americana. México, el archipiélago Caribe, Centroamérica
y el sur de América, sin el Brasil, imposibilitaron que el sol iluminara, de una vez, el
imperio español. El imperio español se enriqueció con el oro americano: con el amarillo
de las minas, con el rojo y salado de la sangre y el sudor de los indios. España
transportó su religión, su idioma y su piel blanca a América. España llevó a Europa oro;
y al cementerio, la civilización y la cultura americana. América carecía de pólvora y se
defendió. España atacó. Y con pólvora.
Resistencia indígena y sangre independentista

No fue por sumisos que caciques indígenas de Nicaragua, según relata Fray Bartolomé
de Las Casas, fueron arrojados por los conquistadores españoles a la hoguera o a las
fauces de perros feroces. Rechazamos la historieta según la cual España obsequió la
independencia a Nicaragua y tenemos conciencia de la sangre que se ofrendó para forjar
la emancipación nacional.

El 15 de septiembre: relevo de una opresión por otra El 15 de septiembre de 1821,


Nicaragua, junto con los países hermanos que en conjunto se denominan Centroamérica,
rompió el secular yugo del dominio español. Este acontecimiento, que pudo haber sido
punto de partida de un proceso de verdadera independencia y no el cambio de un grillete
por otro, solamente significó el relevo por otra opresión no menos cruel y codiciosa: la
norteamericana.

Riqueza natural y puente geográfico: origen de las agresiones

Colonialistas e imperialistas se han lanzado contra los países subdesarrollados, movidos


por la rapacidad de usufructuar sus fuentes de riqueza natural. Factor importante en el
origen de las agresiones imperialistas contra Nicaragua lo constituye la situación
geográfica, debido a ser un puente entre los océanos Atlántico y Pacífico y estar en el
camino de la gran comunicación que los Estados Unidos ansiaban dominar, y
dominaron, próxima a su territorio.

Nicaragua: blanco de la rapacidad yanqui

Poco después de ser proclamada por el gobierno de Estados Unidos la llamada Doctrina
Monroe, en 1823, Nicaragua fue escogida como blanco de la rapacidad yanqui. En la
década del 30 del siglo pasado, representantes del gobierno de Washington recorrieron
Nicaragua con el propósito de obtener información para preparar los planes de
intromisión en el país.

Ciento cincuenta años de agresiones norteamericanas de todo tipo Los ciento cincuenta
años transcurridos, desde la expulsión de los colonizadores hasta hoy, son también
ciento cincuenta años de agresiones norteamericanas de todo tipo. Fácilmente puede
verse que Nicaragua se encuentra entre las primeras víctimas del poderío yanqui, que
con el correr del tiempo se convertiría en la mayor amenaza de la humanidad y en
particular de los pueblos de Asia, Africa y América Latina.

II. Imperialismo-Antiimperialismo

Cuatro siglos de agresiones extranjeras Nicaragua es un país que ha sufrido a lo largo de


más de cuatro siglos la agresión y opresión extranjeras. Nicaragua afrontó, junto con el
resto de países de América Latina, el dominio de la península ibérica. También sufrió,
en una región del territorio situado en la Costa Atlántica, la dominación británica, que se
prolongó hasta 1894.

Intervenciones sangrientas
Las intromisiones norteamericanas en Nicaragua parten, por lo menos, de la
promulgación de la insolente doctrina de Monroe (1823), se prolongan hasta las
agresiones armadas comprendidas entre 1854 y 1860, los atropellos en el resto del siglo
XIX y las sangrientas intervenciones de las primeras décadas del siglo XX.

Larga serie de agresiones

En 1848 se registra el primer tratado entre los gobiernos de Nicaragua y Estados


Unidos, lesionando los intereses de Nicaragua y en 1854 y 1855 se registran las
primeras agresiones armadas de Estados Unidos contra Nicaragua. Desde entonces hasta
hoy, se repite sin interrupción una larga serie de actos agresivos de todo orden.

Objetivo: el canal

Hay algo importante y es el control de la vía interoceánica potencial que ofrece al país.
Ese fue el motivo que llevó al poder yanqui a agredir a Nicaragua desde el siglo pasado;
en 1848, 1854 y 1855 se producen intervenciones armadas norteamericanas contra el
país. Y hasta hoy no han cesado ésas intervenciones que se han vuelto, desde que tienen
a los Somoza como cancerberos, fundamentalmente políticas.

Una pieza en el engranaje estratégico

En lo tradicional, más que la explotación económica por parte de los agresores yanquis,
ocupó lugar preferente la opresión encaminada a convertir a Nicaragua en mera pieza
del engranaje estratégico norteamericano.

Base de agresiones

Junto con el saqueo de las riquezas nacionales, el imperialismo estadounidense se ha


propuesto disponer a su antojo de la posición geográfica de Nicaragua y utilizar el país
como base de agresión contra varios pueblos de América Latina.

Los recursos naturales pertenecen al pueblo

Proclama el Frente Sandinista que las riquezas de la nación, incluidas las del subsuelo y
el potencial interoceánico, deberán revertir (sus beneficios) al mismo pueblo y no ser
botín de pandillas de explotadores nacionales e internacionales.

Una fuerza sanguinaria hija de la intervención

Nos enfrentamos a una sanguinaria fuerza armada reaccionaria como la Guardia


Nacional, que conserva intactas las prácticas de crueldad que le inculcaron sus
creadores, los infantes de marina de Estados Unidos. Bombardeos de aldeas,
degollamientos de niños, violación de mujeres, incendios de chozas con campesinos en
su interior, la mutilación como tortura, esas fueron las asignaturas que los profesores
norteamericanos de civilización impartieron a la GN en el período de la resistencia
guerrillera (1927-1932) que encabezó Augusto César Sandino.

Crímenes del imperialismo


La impotencia del invasor por aniquilar a los heroicos guerrilleros se convertía en
crueles represalias contra los pobladores indefensos. Niños de pocos años eran lanzados
al aire para que cayeran ensartados en las afiladas bayonetas de los soldados yanquis;
estas bestias tomaban de ambas piernas a niños campesinos hasta abrirlos y
descuartizarlos.

La ley del imperialismo

Según la ley del imperialismo, éste provoca las guerras y después se arroga el derecho a
cobrar las destrucciones que él mismo ha organizado.

Somos antiimperialistas

La resistencia contra la agresión y codicia yanquis nacen de lo más hondo de la historia


de nuestros pueblos.

Aspiración profunda

Estamos contra cuatro siglos y medio de agresiones extranjeras, de las cuales más de un
siglo corresponden a agresiones yanquis.

No hay que olvidar las agresiones

Las agresiones norteamericanas no solamente causan destrozos en lo material, sino que


también repercuten en el patrimonio cultural y espiritual de los pueblos. Solamente así
puede explicarse el olvido en que han caído muchas de las intervenciones de los Estados
Unidos en Nicaragua; tal olvido tiene como consecuencia una subvaloración de la
catastrófica ruina causada a nuestro pueblo.

Conjura reaccionaria

Toda una conjura reaccionaria, tramada por el imperialismo y acatada por los vende-
patria, se ha propuesto sepultar en el olvido las seculares y sangrientas agresiones
cometidas por colonialistas e imperialistas sucesivamente y sufridas por Nicaragua,
particularmente las frecuentes y brutales arremetidas yanquis, ocultando así mismo la
reiterada y heroica resistencia armada del pueblo, a la vez contra invasores y traidores.

Batalla contra el ejército del dólar

La emancipación nacional de Nicaragua se alcanzará a través de la acción armada,


sostenida por las masas populares y orientadas por los más avanzados principios
revolucionarios. Las celadas enemigas del pasado fracasarán de repetirse ahora. En el
nuevo tiempo, no sólo uno de cuantos pueblos se rebelan contra el imperialismo yanqui,
sino que todos juntos en creciente batalla unánime y encaminada a derrocar al ejército
del dólar.

Enemigo centenario
La victoria final no se produce de inmediato; el enemigo no es la camarilla reaccionaria
local, la que pudo ser derrotada mil veces con las sucesivas acciones emprendidas. Se
trata de enfrentar al enemigo de más de un siglo: el imperio del dólar.

Nuevos tiempos, nueva victoria

La frustración que siguió al período de la resistencia sandinista no ha de repetirse hoy.


Ahora los tiempos son otros. Los días actuales no son como aquéllos en que Sandino y
sus hermanos guerrilleros se batían solitarios contra el imperio yanqui. Hoy los
revolucionarios de todos los países sojuzgados se lanzan o se preparan para librar la
batalla contra el imperio del dólar.

Crujen los cimientos del imperialismo

Aunque es poco lo que queda por hacerse, se siente como nunca en la historia el crujir
de los cimientos del dominio imperialista en la América Latina, en Africa, en el mundo
entero.

III. Sandinismo

Sandino, genio del combate popular y la lucha antiimperialista

Mientras las clases explotadoras se entregaban, en general, al invasor, las masas


populares se levantaban sin cesar en defensa del honor nacional. En la cumbre de esas
rebeliones colectivas brillan con luz propia las gloriosas columnas guerrilleras de
humildes campesinos, encabezadas por el más digno hijo de Nicaragua: Augusto César
Sandino, genio del combate popular y símbolo de la resistencia tradicional del
continente contra el imperialismo yanqui.

Contra la intervención y las oligarquías

Durante la primera etapa de su resistencia, los patriotas encabezados por Sandino se


enfrentan a los intervencionistas norteamericanos y a los mercenarios del gobierno
conservador de Adolfo Díaz. Después de una prolongada y tenaz resistencia logran
expulsar ignominiosamente al invasor.

Un obstáculo para los planes del imperialismo

Sandino se había convertido en la cimera personalidad del país. Y su existencia


constituiría un obstáculo para la realización de los perniciosos planes preparados por los
intereses extranjeros.

Ejército de campesinos

La resistencia sandinista (1927-1934), que se convirtió en la heroica vanguardia del


pueblo, presentaba una composición casi absoluta campesina y precisamente en este
detalle está la gloria y la tragedia de aquel movimiento revolucionario. Fue una gloria
para el pueblo de Nicaragua que la clase más humilde respondiera por el mancillado
honor de la patria y al mismo tiempo fue una tragedia porque se trataba de un
campesinado sin nivel político alguno. Esto condujo a que una vez asesinado Sandino
su movimiento no pudiera tener continuidad.

Importancia de la lucha armada

El héroe nicaragüense tuvo clara conciencia del papel determinante de la lucha armada
en el logro de la definitiva independencia nacional y además se identificó con las ideas
avanzadas de reivindicación social. Se advierte en Sandino su ideario que propugna por
la transformación social y que se refleja desde el principio hasta los finales de la
resistencia.

El vil asesinato, culminación de una carrera de crímenes

El vil asesinato del héroe nicaragüense (Augusto C. Sandino) es la culminación de


veinticinco años de crímenes cometidos por los agresores yanquis y los oligarcas vende-
patria desde la recrudecida intervención imperialista de 1909. Durante un cuarto de
siglo de dolor y combate, cerca de veinticinco mil hijos de Nicaragua fecundaron el
suelo sagrado, que algún día inexorablemente verá florecer la libertad y la justicia.

Héroe nacional clandestino

Durante una prolongada fase no se recupera la fuerza popular organizada, sí, pero
Augusto César Sandino permanece como héroe nacional clandestino, no por más secreto
menos hondo en el corazón del nicaragüense oprimido.

Estudiar a Sandino, una tarea necesaria

El inagotable caudal patriótico y revolucionario de Sandino nos facilita a veces extraer


las ricas lecciones propiamente políticas que ellas contienen.

Hazaña insuperable

Estimamos que la hazaña militar de la gesta que comandó Augusto César Sandino, es
insuperable.

Continuación de la lucha sandinista

En 1958 se produce también la primera acción guerrillera en el país, encabezada por un


sobreviviente de las viejas guerrillas de Sandino: Ramón Raudales, muerto en ese
combate.

Hermano...

Hermano, llamaba Augusto César Sandino a quienes lo acompañaban empuñando el


fusil guerrillero en la resistencia contra los agresores yanquis. Hermano era la noble
palabra que según el héroe Silvio Mayorga debía emplearse a quienes militan en las
filas del Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN.

La lección de Sandino
La lucha sandinista en definitiva demostró que nuestro pueblo puede librar victoriosas
batallas contra enemigos muy poderosos materialmente.

La consigna del FSLN

Obedecemos la consigna internacional que lanzó Augusto César Sandino desde las
montañas de las Segovias.

Experiencia histórica única

La colosal gesta de los guerrilleros conducidos por Sandino representa la única


experiencia en la tradición histórica nacional del repudio frontal a las dos facciones de
la oligarquía: liberales y conservadores.

Símbolo de la lucha antiimperialista

Augusto César Sandino es el héroe guerrillero nicaragüense cuyo nombre ha pasado a


ser el símbolo de la ya secular lucha de los pueblos de América Latina contra el
imperialismo yanqui.

Valoración

Al valorar la trayectoria de Sandino deben incluirse en primer lugar sus cavilaciones


sociales y su identificación con los ideales revolucionarios más avanzados.

IV. Frente Sandinista de Liberación Nacional

Alternativa de las masas populares

Contra las clases explotadoras, contra las incesantes agresiones yanquis, el pueblo de
Nicaragua se ha alzado múltiples veces. Paralelamente, a lo largo del pasado histórico,
se han repetido las frustraciones y traiciones. Pero en esta hora de rebeldía luminosa en
que se vive en Nicaragua, los traidores serán definitivamente vencidos. En esta hora, las
masas populares de Nicaragua cuentan con su propio instrumento político y guerrillero:
el Frente Sandinista. Esta es la respuesta a la imposición de los partidos liberal y
conservador, instrumentos de la vendepatria oligarquía de Nicaragua.

Surgimiento y práctica del FSLN

El Frente Sandinista surgió abriéndose paso en medio de la tiniebla impuesta por la


clase explotadora. Inspirándose en el dolor y la miseria padecidos por los sectores
populares, quiere rescatar las más nobles tradiciones de la colectividad nicaragüense, no
limitándose a evocarlas con palabras, sino a revivirlas en la acción, aunque ello
signifique atravesar duras pruebas.

Motivaciones de lucha del FSLN

Los militantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) combatimos en


defensa del pueblo trabajador, combatimos por amor a la patria sojuzgada, combatimos
por convertir en realidad nuestros sublimes ideales, en donde lo que prevalezca sea la
justicia, el amor, la felicidad y la erradicación de actos inhumanos. En fin, donde sea
eliminada la brutal explotación del hombre por el hombre.

Tradicional rebeldía nicaragüense

El Frente Sandinista, al empuñar el arma revolucionaria, se inspira en la tradicional


rebeldía nicaragüense ocultada por los políticos sin principios morales. ¡Pensemos en
que las luchas de los últimos cien años han costado a nuestro pequeño país cien mil
víctimas! ¿Cómo negar que repetidas veces en el curso de la historia nacional ha sido
tradicional el holocausto popular por las políticas de distintos colores?

Forja de la libertad

El FSLN es un destacamento revolucionario que forja la libertad de Nicaragua


martirizada. El combate que durante más de diez años consecutivos ha emprendido el
Frente Sandinista, desafiando en la clandestinidad el más despiadado terror, se propone
la creación de una nueva Nicaragua, en la que la justicia y la libertad alcancen pleno
florecimiento.

Un lugar (para todos) en las filas del FSLN

Sean cuales sean las diferencias entre los nicaragüenses, cada uno tiene lugar en las filas
del Frente Sandinista. Tal característica es compatible con la posición de vanguardia del
sector que se identifica con la clase obrera y la clase campesina, y que se guía en la
acción con la filosofía del socialismo científico.

Estrategia del FSLN

En Nicaragua existe una línea correcta: la línea de la toma del poder por la lucha
guerrillera con la participación de todo el pueblo de Nicaragua. En lo fundamental, el
FSLN representa esa línea.

Radical transformación social y nacional

El Frente Sandinista, a la cabeza de las masas populares de Nicaragua, se sacrifica, no


por alcanzar una mezquina migaja para el pueblo, sino por lograr una radical
transformación social y nacional.

Decisión y firmeza del FSLN

El Frente Sandinista de Liberación Nacional comprende todo lo duro que es el camino


guerrillero, pero no está dispuesto a retroceder.

Consolidación de la autoridad moral del FSLN ante el pueblo

Otro de los progresos realizados se refiere a la consolidación de la autoridad moral del


Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ante el pueblo nicaragüense, ante los
sectores más honestos de la juventud. Con nuestra decisión hemos confirmado una vez
más que somos la fuerza política que tiene mayor ansia por la transformación de
Nicaragua, por el establecimiento de un régimen revolucionario.
Convicción de los combatientes del FSLN

La lucha armada en Nicaragua adquiere inusitados sacrificios que solamente se pueden


soportar siendo dueños los combatientes de una alta moral, nacida del profundo interés
del derrocamiento de la tiranía, la transformación de la miserable y horrorosa vida que
flagela a nuestros amados compatriotas.

Luchadores del proletariado: garantía de la vanguardia

Los combates que encabeza el Frente Sandinista han echado raíces en lo más oprimido y
puro de su pueblo. Tiene, además, la garantía de llevar como vanguardia a los
luchadores del proletariado.

Patria Libre o Morir

Nuestra decisión de hacer efectivo nuestro inmortal lema de PATRIA LIBRE O


MORIR no es una simple promesa. Este es el legado que nos dejara escrito el
guerrillero histórico desde las montañas del norte nicaragüense en 1931, llamando a la
unidad revolucionaria contra el imperialismo y a la lucha por un mundo de equidad y
justicia para todas y todos, el Manifiesto "Luz y Verdad".

Manifiesto Luz y Verdad

Manifiesto a los miembros de nuestro Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de


Nicaragua

Impulsión divina es la que anima y protege a nuestro Ejército, desde su principio, y así
lo será hasta su fin. Ese mismo impulso pide en Justicia de que todos nuestros
hermanos miembros de este Ejército principien a conocer en su propia Luz y Verdad,
de las leyes que rigen el Universo.

Pues bien hermanos:

Todos vosotros presentís una fuerza superior a sí mismos y a todas las otras fuerzas del
Universo. Esa fuerza invisible tiene muchos nombres, pero nosotros lo hemos conocido
con el nombre de Dios.

Seguramente de que entre vosotros hay muchos quienes han querido encontrar la
oportunidad de quien les explique esas cosas tan hermosas.

Pues bien hermanos:

Lo que existió en el Universo, antes de las cosas que se pueden ver o tocar, fue el éter
como sustancia única y primera de la Naturaleza (materia). Pero antes del éter, que
todo lo que llena en el Universo, existió una gran voluntad; es decir, un gran deseo de
Ser lo que no era, y que nosotros lo hemos conocido con el nombre de Amor.

Por lo explicado se deja ver que el principio de todas las cosas es el Amor: o sea Dios.
También se le puede llamar Padre Creador del Universo. La única hija del Amor es la
Justicia Divina. La injusticia no tiene ninguna razón de existir en el Universo, y su
nacimiento fue de la envidia y antagonismo de los hombres, antes de haber
comprendido su espíritu. Pero la incomprensión de los hombres solamente es un
tránsito de la vida universal; y cuando la mayoría de la humanidad conozcan de que
viven por el Espíritu, se acabará para siempre la injusticia y solamente podrá reinar la
Justicia Divina: única hija del Amor.

Pues bien hermanos:

Muchas veces habréis oído hablar de un Juicio Final del mundo. Por Juicio Final del
mundo se debe comprender la destrucción de la injusticia sobre la tierra y reinar el
Espíritu de Luz y Verdad, o sea el Amor. También habréis oído decir que en este siglo
veinte, o sea en el Siglo de las Luces, es la época de que estaba profetizado el Juicio
Final del Mundo.

Pues bien hermanos:

El siglo en cuestión se compone de cien años y ya vamos corriendo sobre los primeros
treinta y uno; lo que quiere decir que esa hecatombe anunciada deberá de quedar
definida en estos últimos 69 años que faltan. No es cierto que San Vicente tenga que
venir a tocar trompeta, ni es cierto de que la tierra vaya a estallar y que después se
hundiría; No. Lo que ocurrirá es lo siguiente: Que los pueblos oprimidos romperán las
cadenas de la humillación, con que nos han querido tener postergados los imperialistas
de la tierra.

Las trompetas que se oirán van a ser los clarines de guerra, entonando los himnos de la
libertad de los pueblos oprimidos contra la injusticia de los opresores. La única que
quedará hundida para siempre es la injusticia; y quedará el reino de la Perfección, el
Amor; con su hija predilecta la Justicia Divina.

Cábenos la honra hermanos: de que hemos sido en Nicaragua los escogidos por la
Justicia Divina, a principiar el juicio de la injusticia sobre la tierra. No temáis mis
queridos hermanos; y estad seguros, muy seguros y bien seguros de que muy luego
tendremos nuestro triunfo definitivo en Nicaragua, con lo que quedará prendida la
mecha de la "Explosión Proletaria" contra los imperialistas de la tierra. Sinceramente,
vuestro hermano.

Cuartel General del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua

El Chipotón, Las Segovias, Nicaragua, Centro América

15 de febrero de 1931

Patria y Libertad

A. C. Sandino

La sagaz advertencia de Sandino


14 Mayo 2019
Por Atilio Borón (*)

En este nuevo aniversario del nacimiento de Augusto César Sandino (18 de Mayo de
1895) comparto la carta que el gran patriota nuestroamericano le enviara a Froylán
Turcios, poeta, ensayista y diplomático hondureño, director de la Revista Ariel, y
permanente colaborador del "general de hombres libres" en su campaña contra la
ocupación norteamericana de Nicaragua.

La carta caracteriza con exactitud la actitud de Washington hacia nuestros países,


atizando la hoguera de las disputas territoriales y fomentando la discordia y la desunión
para, de ese modo, caer indefensos ante la arremetida imperial.

Lo denunciaba Sandino en 1928 y su juicio sigue siendo tan válido hoy como lo fuera
ayer cuando se comprueban las maniobras estadounidenses para sabotear a la
UNASUR, la CELAC y para exacerbar la rivalidad entre nuestros pueblos.

La figura de este gran revolucionario y eximio jefe militar asesinado por el dictador
Anastasio Somoza en 1934 había quedado relegada a la memoria oral del pueblo
nicaragüense. Le debemos al periodista y ensayista argentino Gregorio Selser el enorme
mérito de haber rescatado su ejemplo y proyectado su figura a toda América Latina y el
Caribe cuando en 1955 publicó en Buenos Aires su: Sandino, General de Hombres
Libres, precipitando a partir de ese momento la revalorización del legado
antiimperialista del líder nicaragüense y la fecundidad de su estrategia militar,
exitosamente puesta en práctica años después por el Frente Sandinista de Liberación
Nacional.
La carta dice así:

El Chipotón, 10 de Junio de 1928.

Grande estimado maestro y amigo:

Con profunda sorpresa leí en Ariel del 1° de Mayo último, sus palabras editoriales,
relativas al peligro en que se halla la integridad territorial de Honduras, en lo que
respecta a la cuestión de límites con Guatemala. Tanto sus palabras, como las que
reproduce del editorial de El Cronista de esa ciudad, hicieron que sintiera por un
momento helada mi sangre. Pronto comprendí que personajes de la política
imperialista yanqui, son los atizadores de esta hoguera centroamericana.

En estos instantes me preocupan más las graves dificultades entre ustedes, los
dirigentes de Centro América, o sea la Patria Grande, que la causa que yo mismo estoy
defendiendo con mis pocos centenares de bravos; porque me convenzo que con nuestra
firmeza de ánimo y el terror que hemos logrado sembrar en el corazón de los piratas,
nuestro final será evidente, mientras tanto que ustedes están rodeados de patricidas que
siempre andan al olfato de las causas grandes, para dejar en ellas la semilla de la
traición.

En nombre de Nicaragua, de Honduras, de Guatemala y en nombre de Dios, querido


amigo mío, yo le suplico a usted y a todos los hombres de entendimiento y claro
patriotismo de América Central, traten de evitar por todos los medios posibles, el
acaloramiento de ánimos y la ruptura de nosotros mismos. Ustedes están en la
obligación de hacer comprender al pueblo de América Latina, que entre nosotros no
deben existir fronteras y que todos estamos en el deber preciso de preocuparnos por la
suerte de cada uno de los pueblos de la América Hispana, porque todos estamos
corriendo la misma suerte ante la política colonizadora y absorbente de los
imperialistas yanquis. Las bestias rubias están colocadas en uno de los extremos de la
América Latina y desde allí observan ávidas nuestros movimientos políticos y
económicos: ellos conocen nuestra ligereza de carácter y procuran mantener latente
entre uno y otro país nuestros graves problemas sin resolver. Por ejemplo, la cuestión
de límites entre Guatemala y Honduras, entre Honduras y Nicaragua: el asunto
canalero entre Nicaragua y Costa Rica, la cuestión del Golfo de Fonseca entre El
Salvador, Honduras y Nicaragua; la cuestión de Tacna y Arica entre Perú y Chile. Y
así por el estilo, hay un encadenamiento de importantes asuntos en resolución entre
nosotros. Los yanquis nos tienen bien estudiados y se aprovechan de nuestro estado de
cultura y de la ligereza de nuestros caracteres para hacemos peligrar siempre que a los
intereses de ellos conviene.

Tomando como se debe, por lema las frases anteriores, los yankees sólo pueden venir a
nuestra América Latina como huéspedes; pero nunca como amos y señores, como
pretenden hacerlo. No será extraño que a mí y a mi Ejército se nos encuentre en
cualquier país de la América Latina donde el invasor asesino fije sus plantas en actitud
de conquista.

Sandino es indohispano y no tiene fronteras en la América Latina. Sin más que


recomendarle por ahora, querido maestro, le envío mi corazón, con el cual le hablo en
esta carta.
Patria y libertad.

Augusto C. Sandino

(*) Politólogo argentino. Publicado originalmente el 18 de mayo de 2015, en Cuba


Debate.

También podría gustarte