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Los Misterios Del Rosario: Federico Delclaux
Los Misterios Del Rosario: Federico Delclaux
Federico Delclaux
de la Pontificia Academia Mariana Internacional
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Josemaría Escrivá de Balaguer and Opus Dei Virtual Library
de la vida de Cristo es una característica que cho íntimamente personal, ya que, como dice
encierra gran profundidad teológica: el Verbo el Apóstol, somos familia de Dios y muchos co-
se hace carne y vive treinta años en un am- nocemos lo que es un gran dolor familiar
biente de hogar con José y María, siendo mo- —quedando, a pesar del tiempo, una herida
delo de esos hogares —dice Monseñor Escrivá tan increíblemente viva—; del mismo modo
de Balaguer— en los que se refleja la luz de podemos considerar la Pasión de Jesús, pues,
Cristo, y que son, por eso, luminosos y alegres, como dice fray Luis de Granada, el Señor para
en los que la armonía que reina entre los pa- mí viene, para mi nace, para mí trabaja, para
dres se transmite a los hijos, a la familia entera mí ora, para mí vive, para mí muere, para mí
y a los ambientes todos que la acompañan. Así, resucita y sube al cielo'.
en cada familia auténticamente cristiana, se Por eso, al recorrer esta galería en donde se
reproduce de algún modo el misterio de la encuentran representadas las escenas de los
Iglesia, escogida por Dios y enviada como guía Misterios Dolorosos del Santo Rosario y con-
del mundo'. templar mejor el sufrir de Jesús, se comprende
mejor que el dolor es manifestación del Amor
divino y compatible con la paz.
Misterios Dolorosos La luz del día entra nítida por los ventanales
de alabrastro y convierte en rojiza la que dan
La Pasión de Cristo es un hondo misterio de cinco faroles de hierro forjado. En este lugar
caridad, que guarda tras cada uno de sus pasos sereno es fácil considerar que todo el sufrir de
la luz de la Resurrección. Por eso no se trata de Cristo es por cada uno de nosotros — ¡ por
un hecho amargo, sino de un misterio de dolor mí!— y que hay que padecer con Él, para ser
profundísimo, pero compatible con la paz de con El glorificados'; se reza el Rosario contem-
Dios, porque Dios es Amor. plando los olivos plateados por la luz nocturna
Junto con la riqueza redentora de la Pasión, y la honda pesadumbre de Jesús orando, mien-
también este gran misterio puede ser conside-
rado como un drama de familia, como un he-
Vida de Jesucristo, Rialp, 2.' ed., Madrid, 1975,
p. 144.
' Es Cristo que pasa, Rialp, 13 ed., Madrid, 1976, n. 30. Rom 8, 17.
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