Novena a santa Teresita del Niño Jesús – Día 4

“Teresa es una mujer que,

acercándose al Evangelio,
SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS supo descubrir las riquezas
VIRGEN Y DOCTORA DE LA IGLESIA
escondidas con un
FIESTA1 DE OCTUBRE
sentimiento concreto, una
Celebra el 1 de octubre la Iglesia a santa Teresa hondura de asimilación en su
del Niño Jesús, como ella quiso llamarse. Nacida vida y una sabiduría que sin
en Alençon (Normandía-Francia) en el año 1873, propias del genio femenino.
entró en el Carmelo de Lisieux a los quince años
y donde murió el 30 de septiembre de 1897, a los Su universalidad le concede
24 años. un sitio importante entre las
santas mujeres que brillan por
la sabiduría evangélica…
Teresa es joven. Ha llegado a
la madurez de la santidad en
plena juventud.
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. Se muestra maestra de la vida
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. evangélica, particularmente
eficaz para iluminar los
1. Acto de contrición caminos a los jóvenes a
Nos unimos hoy a su oración: Ofrenda quienes les toca ser discípulos
Jesús, mi señor y redentor, yo me
del día activos y testigos del
arrepiento de todos los pecados que
he cometido hasta hoy, y me pesa de Dios mío, te ofrezco todas las acciones Evangelio para las nuevas
ACTOcorazón
todo DE CONTRICIÓNHappy holidays
porque con ellos he from our family
realizadas to yours!
durante el día por las generaciones…
ofendido a un Dios tan bueno. intenciones del Sagrado Corazón y Teresa es contemplativa. Da
Propongo firmemente no volver a para su gloria. Quiero santificar los testimonio y una ilustración
pecar y confío en que, por tu infinita latidos de mi corazón, mi pensamiento teológica de la hermosura de
misericordia, me has de conceder el y mis obras más sencillas uniéndolo todo la vida contemplativa, como
perdón de mis culpas, y me has de a sus méritos infinitos, y reparar mis faltas consagración total a Cristo,
llevar a la vida eterna. Amen. arrojándolas al horno ardiente de su Esposo de la Iglesia, y como
amor misericordioso.
afirmación del primado de
2. Oración Inicial Para Todos Los Días Dios mío, te pido para mí y para todos Dios sobre las cosas. Su vida es
mis seres queridos la gracia de cumplir una vida escondida que
“Padre, te bendecimos, junto con con toda perfección tu voluntad y posee una fuerza misteriosa
Jesús (Mt 11, 25), porque has aceptar por tu amor las alegrías y lo para la difusión del Evangelio
ocultado tus secretos "a los sabios y a sufrimientos de esta vida pasajera, para y que llena la Iglesia y el
los inteligentes", y los has revelado a que un día podamos reunirnos en el
mundo del buen olor de
esta "pequeña", Santa Teresita del cielo por toda la eternidad. Amén.
Cristo.
Niño Jesús, que hoy nuevamente
propones a nuestra atención y a 3. Petición Juan Pablo II
nuestra imitación. ¡Gracias por la Santa Teresita del Niño Jesús, tú
sabiduría que le concediste, que pasas tu Cielo haciendo bien
convirtiéndola en testigo singular y en la tierra, colocamos en tus
maestra de vida para toda la Iglesia! manos, la gracia que deseamos
¡Gracias por el amor que derramaste pedirte en esta novena…
en ella, y que sigue iluminando y
calentando los corazones,
para que entregues nuestras
impulsándolos hacia la santidad!” 1/ peticiones al Señor y Él nos
obtenga lo que deseamos, si ha de
1/ Homilía Del Santo Padre Juan Pablo II ser para gloria de Dios y bien de
Domingo, 19 de octubre de 1997 nuestras almas. Así sea.
Jornada mundial de las misiones.
4. DÍA 4. Su amor a Dios y al prójimo se constituye en la fortaleza, sentido y significado de su vida.
Dios es amor nos dice el apóstol
Juan (Jn 4,8). “El Dios que
Thérèse ama con todo su
corazón no es un Dios
abstracto… es el Dios hecho
hombre, el Verbo encarnado.
Thérèse ama a un Dios que es su
hermano, su amigo, su esposo, su
amado. Ante ella Dios se
muestra con ternura, bondad y
misericordia infinitas.
Son muchas las manifestaciones
de amor de Dios que
experimenta Thérèse en su vida:
El colocarla en una familia muy
creyente y practicante,
También, El, en su amor, quiso
preservar a su florecita del aliento
envenenado del mundo; y apenas
empezaba a entreabrirse su corola,
este divino Salvador la trasplantó a la
montaña del Carmelo.
Thérèse reconoce que en ella
―no había nada capaz de atraer sus
miradas divinas, y que sólo su
misericordia ha obrado todo lo bueno
que hay en ella...
También se da cuenta que sin su
ayuda habría podido caer muy
bajo ―... Lo sé muy bien: «Al que poco
se le perdona, poco ama». Pero sé
también que a mí Jesús me ha
perdonado mucho más que a Santa
María Magdalena, pues me ha
perdonado por adelantado,
impidiéndome caer… ha querido que
YO SEPA hasta qué punto él me ha
amado a mí, con un amor de admirable
prevención, para que ahora yo le ame
a él ¡con locura...! El amor de Dios es
un amor que desciende, Dios se
dirige al corazón de cada uno,
estableciendo un diálogo de
amor. “Abajándose de tal
modo, Dios muestra su infinita
grandeza. Así como el sol ilumina
a la vez a los cedros y a cada
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florecilla, como si sólo ella
existiese en la tierra, del mismo
modo se ocupa también Nuestro
Señor de cada alma
personalmente, como si no
hubiera más que ella.
Desde el despertar de su
conciencia, Thérèse por la
gracia de Dios ha establecido un
vínculo con Dios, una relación
filial y una amistad con Jesús y
vive de esta fidelidad sin
desfallecimiento: Desde la edad de
tres años no he negado nada a Dios.
Thérèse corresponde a ese
amor, en su sencillez y pequeñez,
amando a Dios sobre todas las
cosas y a su prójimo por amor a
Él. Su amor a Dios creció con ella
y fue perfeccionándose cada
día más.
Antes de entrar en el Carmelo,
expresaba, ―crecía en el amor de
Dios. Sentía en mi corazón unos
ímpetus que no conocía. A veces tenía
verdaderos transportes de amor… mi
único cielo era el amor, y sentía como
San Pablo (Rom 8, 35-39) que nada
podía apartarme del objeto divino que
me había hechizado.
Para manifestar su amor a Dios,
obraba para agradarle, trataba
de no disgustarlo, se dolía de sus
faltas, pero reconociendo su
imperfección se alegraba de ser
objeto de su amor. Cumplía
además sus preceptos y
aceptaba con resignación, con
amor y alegría las duras pruebas
y sufrimientos que Él le permitía
vivir. Oraba por la conversión de
los pecadores y especialmente
por los sacerdotes, y se postraba
ante el Santísimo no para sentir
consuelos sino para consolarlo.
Hacía incesantemente actos
fervorosos, y mortificaciones.
Preparándose para ser la prometida
de Jesús, oraba, doblegaba su
voluntad, callaba palabras de
réplica, prestaba servicios sin esperar
nada a cambio.
Ya en el Carmelo:
Hacía también grandes esfuerzos por no
disculparme, lo cual me resultaba muy
difícil, sobre todo con nuestra maestra de
novicias, a la que no quería ocultarle nada…
Me aplicaba, sobre todo, a la práctica de las
virtudes pequeñas, al no tener facilidad
para practicar las grandes. Así, por ejemplo,
me gustaba plegar las capas que dejaban
olvidadas las hermanas y prestarles todos
los pequeños servicios que
podía…mortificar mi amor propio, lo cual
me aprovechaba mucho más que las
penitencias corporales...
Amó como Jesús: Viviendo en
oración y acción de gracias,
Escuchando continuamente al
Padre; obrando en conformidad con
la voluntad de Dios; Procurando
hacer el bien; Desgastando su vida,
intercediendo por otros; obrando
misericordiosamente intercediendo
por pobres, enfermos, y pecadores;
perdonando a quien la ofendía y
buscando la compañía de las
hermanas menos queridas.
Ofrece su vida, vive de amor y se
entrega hasta morir de amor.
Su entrega al Señor no es para
deleitarse y engolosinarse en la
intimidad con Dios: ―me he ofrecido a
Jesús, no como quien desea recibir su visita
para propio consuelo, sino, al contrario,
para complacer al que se entrega a mí.
5. Gozos ¡VIVIR DE AMOR...!
Sé que, amándote a ti, me atraigo al Padre
Y le guarda mi pobre corazón.
1. La noche del Amor, ya sin
parábolas, Jesús decía: «Si alguien
quiere amarme,
toda su vida guarde mi palabra;
y le visitaremos yo ¡y mi Padre!
Viniendo a él, por siempre le
amaremos,
¡su corazón será nuestra mansión...!
¡Queremos que él esté, lleno de paz,
en nuestro Amor...!
2. Vivir de amor quiere decir tener-
Te,
Verbo increado, de mi Dios Palabra.
Tú bien sabes, Jesús, que yo te amo
y el Amor de tu Espíritu me inflama.
Sé que, amándote a ti me atraigo al
Padre y le guarda mi pobre corazón.
¡Oh, Trinidad, ¡los Tres sois prisioneros
de mi amor...!
3. Vivir de amor vivir es de tu vida,
glorioso Rey, delicia de los santos.
Por mí vives oculto en una hostia,
¡por ti quiero esconderme en el
sagrario!
Soledad necesitan los amantes,
siempre estar corazón con corazón.
Me hace feliz tan sólo tu mirada,
¡vivo de amor...!
4. Vivir de amor, aquí sobre la tierra,
no es instalar mi tienda en el Tabor;
¡es subir con Jesús hasta el Calvario
y abrazar de su cruz la gran razón...!
En el cielo, mi vida será el gozo,
allí nunca jamás habrá dolor.
Mas quiero, entre las penas del
destierro ¡vivir de amor!
5. Vivir de amor es darse sin medida,
sin reclamar salario aquí en la tierra.
Yo doy sin llevar cuentas, ¡muy
segura de que en amor el cálculo
no entra...!
Lo he dado todo al Corazón divino,
pura ternura...; así, ligera voy
sin más carga que mi única riqueza:
vivir de amor.
6. ORACIÓN
Quien tiene a Jesús lo tiene todo.
¡Despreciando los gozos de este
mundo, de Jesús he quedado
prisionera!
Todo placer fugaz lo considero,
¡Tú eres, Señor, ¡el Bien que me
contenta…!
2. Bajo mis pies la hierba queda ajada,
¡las flores en mi mano se marchitan…!
¡Quiero correr, Jesús, por tus praderas,
Donde los pies no marcan cuando
pisan.
3. Tu amor solo es, Jesús, el que me
atare.
Mi rebaño abandono en la llanura,
En guardarlo ya no pongo cuidado
Sólo un nuevo Cordero a mi alma
gusta.
4. Jesús, tu eres mi Cordero amado.
¡Tan solo tú me bastas, Bien supremo!
¡Todo lo tengo en ti; ¡la tierra, el cielo!
¡Eres mi Flor selecta, Oh rey eterno…!
7. Oración Final
Dios y Padre nuestro, que abres
las puertas de tu reino a los
pequeños y a los humildes, haz
que sigamos confiadamente el
camino de sencillez que siguió
santa Teresa del Niño Jesús, para
que, por su intercesión, también
nosotros lleguemos a descubrir
aquella gloria que permanece
escondida a los sabios y a los
prudentes según el mundo.
Concédenos también, por tu
Espíritu Santo, quien infundió en el
corazón de Santa Teresa un
ilimitado amor a Tu divino Hijo y la
iluminó para comprender y
practicar la Ley Suprema del
Amor, encontrarte a Ti en todas
las cosas, acontecimientos y
personas. Te lo pedimos por Cristo
Nuestro Señor, Amén.
8. Frase para meditar
Ofrecerse como víctima al
Amor es ofrecerse a todas
las angustias, pues en el
amor no se vive sin dolor.
Para Teresa como para
todos los santos a partir de
Cristo, el deber
fundamental del hombre
consiste en amar a Dios y al
prójimo y con ello se logra la
santidad.
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