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12/08/2019

Guion de Exposición: Volverse Actor: dos vías para los movimientos sociales siglo XXI-
Geoffrey Pleyers.
SAMANTHA LOBO

Geoffrey Pleyers es investigador de FNRS y profesor de sociología en la Universidad


Católica de Lovaina, Bélgica. Es un investigador en el Colegio de Estudios Mundiales (Paris)
en donde da clases en el programa de “Movimientos sociales en la era Global”. A lo largo de
su carrera como historiador a publicado más de cien artículos en forma o dan extructura a su
libro más conocido “Alter Globalizatión. Becoming Actors in the Global Age” (Cambridge,
Polity. 2011) libro del cual se trata el presente artículo a exponer.
Sus intereses de investigación incluyen movimientos sociales, jóvenes, movimientos
alimentarios y movimientos sociales en México. El argumento que subyace en el presente
artículo es sobre como los movimientos sociales de la actualidad desarrollan culturas de
activismo en busca de un cambio social. Esto es notable en cuanto el autor argumenta como
este enfoque de cambio social se da de abajo hacia arriba, implementando cambios a escala
local y dando un lugar destacado a la experiencia, la subjetividad, la experimentación y la
escala local. El segundo enfoque que el autor abarca es el camino de la razón, el cual se basa
en la experiencia ciudadana y la regulación institucional.
Los primeros se caracterizan por buscar la creatividad en sus actos, la experiencia subjetiva,
la resistencia a la lógica impuesta por el mercado. Frente a la opresión de la sociedad
mercantil, inventan nuevas identidades, experimentan formas nuevas de vivir juntos,
igualitarias, deliberativas; se proponen el respeto mutuo, la autonomía individual, buscando
sustraerse a las lógicas utilitarias dominantes. El camino de esta subjetivación está orientado
por el deseo de actuar bajo la máxima de Gandhi: "Sé el cambio que tú quieres ver en el
mundo". Pleyers, siguiendo infinidad de manifestaciones altermundialistas, nos propone
como ejemplo privilegiado de esta corriente al movimiento zapatista y también a diversos
centros sociales en Europa y redes de jóvenes "alteractivistas" que desarrollaron una cultura
política y una forma de organizarse que está hoy en el corazón de las asambleas, acciones y
campamentos de una nueva generación global de jóvenes activistas con las revoluciones
árabes, los indignados, el movimiento Occupy, los movimientos ciudadanos del 2013 en
Brasil, Turquía y Bulgaria.
La segunda corriente, la vía de la razón, como él la llama, más que potenciar la afectividad y
una subjetivación renovada, intenta servirse de un instrumental técnico y profesional para
luchar contra la ideología neoliberal dominante y promover una ciudadanía activa en la cual
las orientaciones de la política económica no se dejen en manos de unos cuantos expertos.
En esta vía, los altermundialistas desarrollan escenarios alternativos y se proponen refutar en
su mismo plano el monopolio y la soberbia de los economistas del neoliberalismo,
alternativas destinadas a la búsqueda de alternativas socialmente justas.
“Volverse Actor: dos vías para los movimientos sociales siglo XXI” es un proyecto que tiene
una importancia histórica e historiográfica ya que va de la mano con disciplinas como la
sociología y la etnologia, además, tiene como objeto proporcionar perspectivas críticas y
empíricas sobre los movimientos sociales y las nuevas expresiones de transformaciones
sociales y culturales a través de la vida cotidiana y política a escala local y global.
El problema o planteamiento que el autor se hace es como se da ese sentido de conciencia de
actores colectivos que buscan una revolución social, de la herencia de la que abrevan, del
sentido profundo de lo que buscan estos actores sociales. Al mismo tiempo que profundiza
en la idea de que hay planteamientos, unos principios universales, recurrentes en la literatura
del alterglobalismo, existe la heterogeneidad de creencias, costumbres, razas, géneros,
corrientes intelectuales y religiosas, prácticas, concepciones del cambio, etcétera. Un
ejercicio reiterado de clarificación y análisis ha consistido en describir esa explosión, esa
multidiversidad de expresiones y actores. Otro tema más complejo que el autor abarca es la
búsqueda del sentido en cuanto emparentan esas acciones colectivas ya que esto permite
hablar de ellas como un movimiento social de alguna manera unificado.
Para finalizar es preciso hacer debate en cuanto a la cuestión de: ¿es posible que las
manifestaciones más recientes hagan parte de la matriz alterglobales?

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