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Dinámica estructural
en las especificaciones
de evaluación de los edificios

AVANCE

Un gran desafío para la ingeniería sísmica basada en el desempeño es el desarrollo de


métodos sencillos, pero suficientemente precisos para evaluar los edificios existentes con
el propósito de alcanzar los objetivos de desempeño seleccionados. Como se refleja en las
especificaciones y normas para la evaluación de edificios, tales como los documentos de
FEMA-273 (1997), sus sucesores FEMA 356 (2000) y ASCE 41-06 (2007) (en adelante
abreviada como ASCE 41) y ATC-40 (1996), la profesión ha dejado de lado el análisis elás-
tico tradicional de estructuras sometidas a fuerzas sísmicas reducidas, que toma en cuenta
indirectamente la respuesta inelástica, como en los códigos de construcción actuales (capí-
tulo 22); en su lugar, se considera de manera explícita el comportamiento inelástico de las
estructuras para la estimación de las demandas sísmicas en los niveles de desempeño bajos,
como la seguridad de la vida y la prevención de colapsos. En este capítulo se analizan los
aspectos seleccionados de las especificaciones mencionadas para el cálculo de las deman-
das sísmicas en vista de la teoría de la dinámica estructural presentada en los capítulos 6,
7, 13 y 20. Para estimar la demanda sísmica en el nivel de desempeño de operación, estas
especificaciones incluyen procedimientos de análisis dinámico lineal que por lo general
coinciden con los descritos en el capítulo 13 y, por lo tanto, no se estudian aquí.
En la actualidad, las especificaciones para la evaluación de edificios permiten utilizar
dos métodos de análisis no lineal con el fin de estimar las demandas sísmicas en los niveles ba-
jos de desempeño: el procedimiento estático no lineal y el procedimiento dinámico no lineal.
De acuerdo con el procedimiento estático no lineal, las demandas sísmicas se calculan me-
diante el análisis estático no lineal de una estructura sometida a fuerzas laterales que aumentan
progresivamente (conocido como el análisis pushover) con una distribución especificada de
acuerdo con la altura, por lo general invariante hasta que se alcanza un desplazamiento objeti-
vo predeterminado; se requieren análisis elásticos complementarios con criterios no rigurosos
para las estructuras con respuestas significativas de los modos superiores, pero el procedi-
miento estático no lineal sigue estando permitido en la ASCE 41. El desplazamiento objetivo
se estima a partir de la deformación de un sistema inelástico de 1GDL derivada de la curva de
 863
864 Dinámica estructural en las especificaciones de evaluación de los edificios    Capítulo 23

capacidad. Teniendo en cuenta la teoría de la dinámica estructural, los aspectos relacionados


con el procedimiento dinámico no lineal se mencionan en la sección 23.1, los que se relacio-
nan con la estimación del desplazamiento objetivo se estudian en las secciones 23.2 y 23.3, y
los aspectos relativos al análisis pushover se analizan en la sección 23.4.

23.1  PROCEDIMIENTO DINÁMICO NO LINEAL: PRÁCTICA ACTUAL

El procedimiento dinámico no lineal es en esencia equivalente al análisis de la historia de


la respuesta no lineal, que se presentó en el capítulo 20. Por lo tanto, no se comentará más
sobre el procedimiento dinámico no lineal excepto para señalar la necesidad de mejorar las
especificaciones actuales en su aplicación. Las especificaciones ASCE 41 para el procedi-
miento dinámico no lineal, que son iguales a las del Código Internacional de Construcción y
del ASCE7-05, indican que la demanda sísmica puede estimarse como (1) el máximo de las
demandas debidas a tres registros de movimiento del terreno escalados, o (2) el valor medio
de las demandas debidas a siete registros escalados; también se especifica un procedimiento
para seleccionar y escalar los registros de los movimientos del terreno.
Aquí se demuestra que estas estimaciones pueden variar mucho. Con este fin, se pre-
sentan los resultados para un edificio de 9 niveles, construido en acero, de planta simétrica
y situado en Aliso Viejo, California. Este edificio está sometido a un conjunto de 28 movi-
mientos del terreno de dos componentes, registrados a partir de sismos con una magnitud
de momento que varía desde 6.5 hasta 7.6, y a distancias que van de 7 a 28 kilómetros.
La precisión del procedimiento ASCE 7-05 para registros escalados (que es muy similar
al procedimiento ASCE 41-06) se evaluó de la siguiente manera: el valor máximo de las
distorsiones de entrepiso debidas a un conjunto de tres registros escalados y el promedio
de estas demandas debidas a un conjunto de siete registros escalados, se compararon contra
un valor de referencia, definido como el valor de la mediana (o media geométrica) de las
distorsiones de entrepiso debidas a 28 registros sin escalar.
Los resultados, mostrados en la figura 23.1.1, demuestran una variación significativa en
las distorsiones del primer entrepiso (presentadas como un porcentaje de la altura del entre-
piso) estimadas mediante tres implantaciones (cada una seleccionando diferentes conjuntos
de excitaciones entre los 28 registros) de las dos versiones del procedimiento ASCE 7-05.
(a) (b)
4 4
3.24 Valor de referencia
Distorsión máxima del

Distorsión máxima del


primer entrepiso, %

primer entrepiso, %

3 3
2.21
2 2 1.94
1.55
1.23 1.36
1 1

0 0
1 2 3 1 2 3
Conjunto número Conjunto número

Figura 23.1.1  Distorsión del primer entrepiso, componente x: (a) máximo de las demandas debidas a
tres excitaciones; (b) promedio de las demandas debidas a siete excitaciones. Las excitaciones se seleccio-
naron tres veces al azar a partir de un conjunto de 28 registros. También se muestra el valor de referencia.
Sección 23.2    Estimación del desplazamiento de techo para un sistema de 1gdl 865

En comparación con el valor de referencia, la estimación obtenida como la máxima de las


distorsiones debidas a tres registros escalados tiene un error de entre un 23 y un 101%, y la
estimación obtenida como el promedio de las distorsiones debidas a siete registros escalados
tiene un error de entre un 4 y un 21%. Obviamente, estos errores y esta variabilidad implican
que diferentes ingenieros siguiendo los mismos criterios podrían llegar a conclusiones contra-
dictorias sobre la seguridad sísmica y las necesidades de rehabilitación de un edificio existen-
te. Esta observación señala la necesidad de tener mejores criterios para seleccionar y escalar
los movimientos de terreno, un tema que desde 2005 ha desatado muchas investigaciones.

23.2 ESTIMACIÓN DEL DESPLAZAMIENTO DE TECHO


PARA UN SISTEMA DE 1GDL

¿Hasta qué punto puede determinarse el desplazamiento ur del techo de un edificio con varios
niveles a partir de la deformación de un sistema de 1GDL, que es el concepto subyacente al
procedimiento estático no lineal actual? Para abordar esta pregunta se comparan los valores
de desplazamiento de techo determinados mediante dos métodos: el valor “exacto” (ur)VGDL,
determinado por medio del análisis de la historia de la respuesta no lineal del edificio de va-
rios niveles tratado como un sistema de VGDL (sección 20.1), y la estimación para el sistema
de 1GDL: (ur)1GDL = 1φr1D1 (vea la ecuación 20.7.3), donde 1 se definió en la ecuación
(20.5.3a), φr1 es el valor en el techo del primer modo φ1 y D1 es la deformación máxima del
sistema inelástico de 1GDL con su relación fuerza-deformación determinada a partir de la
curva de capacidad, una gráfica de la cortante basal contra el desplazamiento de techo, que se
obtiene mediante un análisis estático no lineal del edificio utilizando la distribución de fuerza del
primer modo: s*1 = mφ 1 (vea la ecuación 20.7.2); D1 se determina mediante un análisis de la
historia de la respuesta no lineal del sistema de 1GDL. Tenga en cuenta que este procedimien-
to es equivalente al análisis de la historia de la respuesta modal desacoplada (sección 20.6.2),
considerando sólo el primer modo de vibración, y que el (ur)1GDL resultante será idéntico al
ur1 para el primer modo en el paso 6 del resumen del análisis pushover modal (sección 20.7.3
). Se calcula la respuesta de siete de los edificios SAC a cada uno de los 20 movimientos de
terreno SAC y se determina la relación de desplazamiento: u r* 1GDL = (u r )1GDL ÷ (u r )VGDL.
La diferencia entre la mediana de esta relación de desplazamiento y la unidad indica el
sesgo en la estimación de la mediana del desplazamiento del techo para el sistema de 1GDL.

15
Intervalo:
Mediana = 1.03

0.78–1.39
Número de registros

10

0
0 0.5 1 1.5 2
(u*r)1GDL

Figura 23.2.1  Histogramas de la relación u r* 1GDL para el edificio SAC de 3 niveles en Los Ánge-
SDF
les. Se indican el intervalo de valores y el valor de la mediana de esta relación.
866 Dinámica estructural en las especificaciones de evaluación de los edificios    Capítulo 23

Boston Seattle Los Ángeles


15

Mediana = 0.944

Mediana = 1.19
Mediana = 0.86
Intervalo Intervalo Intervalo

Número de registros
0.52−1.04 0.31−2.15 0.63−1.65
10

9 niveles
0
15
Mediana = 0.721

Mediana = 0.947

Mediana = 1.19
Intervalo Intervalo Intervalo
Número de registros

0.40−0.99 0.67−1.45 0.82−1.49


10

20 niveles
0
0 1 2 0 1 2 0 1 2
(u*r)1GDL

Figura 23.2.2  Histogramas de la relación u r* 1GDL para los edificios SAC: Boston, Seattle y Los
SDF
Ángeles de 9 y 20 niveles. Se indican el intervalo de valores y el valor de la mediana de esta relación.

El sistema de 1GDL estima la mediana del desplazamiento del techo de los edificios
con varios niveles en un grado de precisión adecuado. En las figuras 23.2.1 y 23.2.2 se
muestran los histogramas de los 20 valores de la relación de desplazamiento, así como su
intervalo de valores y las medianas para cada uno de los siete edificios SAC. Si primero se
examinan los resultados para los tres edificios de Los Ángeles, el sistema de 1GDL estima
la mediana del desplazamiento del techo con precisión (con una diferencia de menos del
3% del valor “exacto”) para el edificio de 3 niveles, pero lo sobreestima en un 19% para los
edificios de 9 y 20 niveles. La mediana del desplazamiento del techo en edificios más altos
no siempre es sobreestimada por el sistema de 1GDL; por ejemplo, se subestima entre un
14 y 18% para los edificios en Boston de 9 y 20 niveles, respectivamente; y en un 5% para
los edificios en Seattle de 9 y 20 niveles. La desviación en la estimación de la mediana del
desplazamiento del techo de un sistema de 1GDL depende de las propiedades de vibración
del edificio y de la medida en que se deforma dentro el intervalo inelástico. Para los edifi-
cios de periodo corto (por ejemplo, el edificio de 3 niveles en Los Ángeles), la desviación es
pequeña debido a que su respuesta está dominada por el primer modo. Este sesgo es mayor
para los edificios de periodo largo (por ejemplo, los edificios SAC de 9 y 20 niveles), puesto
que responden de manera significativa en los modos superiores de vibración. Es necesario
desarrollar factores de corrección a fin de eliminar las desviaciones grandes en los edificios
más altos, lo que mejora la estimación del desplazamiento de sus techos.
Es posible que el sistema de 1GDL no estime el desplazamiento de techo de los edi-
ficios de varios niveles debido a excitaciones individuales hasta un grado de precisión ade-
cuado. Para el edificio de 3 niveles, esta estimación del sistema de 1GDL varía (entre los 20
movimientos del terreno) desde 78 hasta 139% del valor exacto, que es quizá una discrepan-
cia sorprendente para una estructura dominada por el primer modo. La estimación del siste-
Sección 23.2    Estimación del desplazamiento de techo para un sistema de 1gdl 867

ma de 1GDL puede ser muy pequeña (de 31 a 82% del valor exacto entre los seis edificios
más altos) o demasiado grande (de 145 a 215% del valor exacto entre los seis edificios más
altos). Los errores son en realidad peores que los indicados en la figura 23.2.2, puesto que
ésta no incluye los casos en los que el análisis de la historia de la respuesta no lineal predijo
un colapso del sistema de 1GDL en el primer modo, pero no del edificio en su conjunto.†
Esta gran discrepancia surge porque, para los movimientos de terreno individuales, el
sistema de 1GDL puede subestimar o sobrestimar en gran medida la distorsión permanente
inducida por la cedencia en la respuesta del edificio. A fin de demostrar esta afirmación, se pre-
sentan la historia de la respuesta de la contribución del primer modo determinada mediante el
análisis de la historia de la respuesta modal desacoplada (sección 20.6) y la respuesta “exacta” a
partir del análisis de la historia de la respuesta no lineal del sistema de VGDL para el edificio de
9 niveles en Los Ángeles, debidas a tres de los 20 movimientos del terreno en la figura 23.2.3.
Se verificó que la contribución del primer modo a la respuesta fuera dominante para cada una
de las tres excitaciones. En el primer caso, la respuesta máxima se produce al final de la prime-
ra gran incursión inelástica antes de que se presente la distorsión permanente inducida por la
cedencia fuera de la posición de desplazamiento cero, y la estimación del sistema de 1GDL es
muy precisa (figura 23.2.3a). En el segundo caso, la distorsión permanente en la respuesta del
primer modo es mucho menor que en la respuesta exacta del sistema de VGDL, y el método
de 1GDL subestima el desplazamiento del techo del sistema en un 37% (figura 23.2.3b). En el
tercer caso, la distorsión permanente en la respuesta del primer modo fuera de la posición de
equilibrio es mucho más grande que en la respuesta exacta del sistema de VGDL, y el método
del sistema de 1GDL sobreestima el desplazamiento del techo en un 65% (figura 23.2.3c).

(a) (b) (c)


200
111
100 67 •

ur1, cm

0

−100 53.1
Modo 1
−200
200
100
ur, cm

0
• •
−100 54.2 • 67.1
AHR-NL 106
−200
0 10 20 30 0 10 20 30 0 10 20 30
Tiempo, s Tiempo, s Tiempo, s

Figura 23.2.3  Historias de la respuesta de desplazamiento del techo del edificio de 9 niveles en
Los Ángeles debidas a tres movimientos de terreno y determinadas mediante dos métodos, la contri-
bución del primer modo determinado por el análisis de la historia de la respuesta modal desacoplada
y la respuesta exacta del análisis de la historia de la respuesta no lineal (AHR-NL): (a) registro 39;
(b) registro 22; (c) registro 21. Se indican los valores máximos.

†Se excluyen los datos para las excitaciones que causaron un colapso del sistema de 1GDL, lo que reduce el
número de datos a 19 para el edificio de 9 niveles en Seattle, 17 para el edificio de 9 niveles en Los Ángeles, y 14 para el
edificio de 20 niveles en Los Ángeles; los valores de las medianas para estos edificios se calcularon mediante el método
de conteo. Los valores de los datos correspondientes a los 20 movimientos de terreno se clasificaron en orden ascen-
dente y la mediana se calculó como el promedio de los valores décimo y onceavo, iniciando desde el valor más bajo.
868 Dinámica estructural en las especificaciones de evaluación de los edificios    Capítulo 23

23.3  ESTIMACIÓN DE LA DEFORMACIÓN EN SISTEMAS INELÁSTICOS DE 1GDL

Como ya se ha mencionado, en la práctica de la ingeniería actual las demandas sísmicas para los
edificios se estiman mediante el análisis paso a paso hasta un desplazamiento objetivo del techo,
el cual se determina a partir de la deformación D de un sistema inelástico de 1GDL. Los mé-
todos para determinar D se describen en las especificaciones ATC-40 y la norma ASCE 41-06.

23.3.1  Método ATC-40

El enfoque adoptado en el ATC-40 fue estimar la respuesta sísmica de los sistemas inelás-
ticos de 1GDL mediante métodos analíticos aproximados en los que el sistema no lineal se
sustituye por un sistema lineal “equivalente”. El periodo natural de vibración del sistema
lineal equivalente es más largo, y su fracción de amortiguamiento es más grande que las
propiedades correspondientes del sistema inelástico que vibra dentro de su intervalo elás-
tico lineal. Los sistemas lineales equivalentes, desarrollados en la década de 1960, fueron
de mucho interés para los investigadores en ese tiempo, cuando el análisis de los sistemas
inelásticos y la comprensión de su respuesta sísmica estaban en su etapa inicial. Desde en-
tonces, el análisis sísmico y el análisis de la respuesta de los sistemas inelásticos de 1GDL
se han convertido en temas más desarrollados, los cuales se estudiaron a profundidad en el
capítulo 7. Sin embargo, estos procedimientos no se seleccionaron en el ATC-40. En su lu-
gar, la deformación del sistema inelástico de 1GDL se estima mediante el método del espec-
tro de capacidad, una técnica que requiere analizar una secuencia de sistemas lineales equi-
valentes en forma iterativa, con los valores del periodo y la fracción de amortiguamiento
actualizados de manera sucesiva; por lo regular, el método se implementa en forma gráfica.
Desafortunadamente, el procedimiento iterativo del ATC-40 no siempre converge y,
cuando lo hace, no conduce a la deformación exacta. Debido a que en general la convergencia
implica exactitud, el usuario podría quedarse con la impresión de que la deformación calcula-
da es correcta, pero la estimación del ATC-40 se equivoca por mucho. Esto queda demostrado
en la figura 23.3.1a, donde se compara la deformación estimada por el método ATC-40 con el
valor determinado a partir de la teoría del espectro de diseño inelástico y la ecuación correc-
tamente establecida (7.12.3) usando la ecuación Ry-μ-Tn de la sección 7.11.1. Tanto los resul-
tados aproximados como los teóricos se determinaron para los sistemas que cubren un amplio
intervalo de valores de periodo y factores de ductilidad sometidos a movimientos de terreno
que se caracterizan por el espectro de diseño elástico de la figura 6.9.5. La discrepancia en
el resultado aproximado que se presenta en la figura 23.3.1b muestra que el método ATC-40
subestima la deformación entre 40 y 50% en un amplio intervalo de periodos.
Las dos fallas en el método del espectro de capacidad del ATC-40 (la falta de conver-
gencia en algunos casos y grandes errores en muchos casos) parecen haber sido rectificadas
en el ASCE 41. Éste deduce los parámetros óptimos del periodo de vibración y la fracción
de amortiguamiento para el sistema lineal equivalente, reduciendo al mínimo las diferencias
entre su respuesta y la del sistema inelástico real. Obviamente, tal método lineal equivalen-
te dará un valor cercano a la deformación correcta. Sin embargo, el beneficio de tomar la
alternativa de la linealización equivalente es cuestionable cuando la deformación inelástica
de un sistema puede determinarse con facilidad utilizando el espectro de diseño inelástico
(sección 7.12.2) o empleando las ecuaciones disponibles para la relación de deformación
inelástica, un tema que se trata en la sección 23.3.3.
Sección 23.3    Estimación de la deformación en sistemas inelásticos de 1gdl 869

(a) (b)
Regiones espectrales Regiones espectrales
Sensible a la Sensible a la Sensible al Sensible a la Sensible a la Sensible al
aceleración velocidad desplazamiento aceleración velocidad desplazamiento
500 100
200
100
50 50 µ= 2
µ= 4

Discrepancia, %
20 µ= 6
D, cm

µ= 8
10
0
5
2 Espectro inelástico
1 ATC−40 −50
0.5
0.2 µ= 4
µ= 4
0.1 −100
0.05 0.1 0.2 0.5 1 2 5 10 20 50 0.05 0.1 0.2 0.5 1 2 5 10 20 50
Tn, s Tn, s

Figura 23.3.1  Deformación del sistema de 1GDL calculada mediante el método ATC-40 y a partir
de un espectro de diseño inelástico: (a) comparación de las deformaciones; (b) discrepancia en el
método ATC-40. (Adaptada de Chopra y Goel, 2000).

23.3.2  Método ASCE 41-06

La deformación de un sistema inelástico de 1GDL se estima mediante


2
Tn
D = C1 C2 A (23.3.1)

Se tienen dos coeficientes, C1 y C2, que multiplican la deformación del sistema lineal co-
rrespondiente (dada por la ecuación 6.7.1). El coeficiente C1 representa la relación de de-
formación inelástica, um/uo (vea la ecuación 7.2.4, la figura 7.4.4b y la Sección 23.3.3), para
los sistemas inelásticos, con ciclos de histéresis bilineales estables (es decir, sin disconti-
nuidades, degradaciones cíclicas de la rigidez o de la resistencia en el ciclo de histéresis).
El coeficiente C2 representa el aumento de la deformación del sistema inelástico debido a
las características no consideradas en C1.
Las ecuaciones y los valores numéricos para estos coeficientes especificados en ASCE
41 se basan en resultados de investigaciones y en el juicio. Sin embargo, algunos de los va-
lores numéricos no están soportados por los resultados de las investigaciones; por ejemplo,
C1 está limitado a valores mucho más pequeños que la relación de deformación inelástica
determinada a partir del análisis de la respuesta dinámica de los sistemas en la región del
espectro sensible a la aceleración (figuras 7.11.8 y 23.3.2 a 23.3.5); no obstante, el valor de
C1 = 1.0 en los periodos más largos es en teoría correcto (sección 7.11.3).
870 Dinámica estructural en las especificaciones de evaluación de los edificios    Capítulo 23

23.3.3  Métodos mejorados

Desde principios de la década de 1990 ha habido un creciente énfasis en la estimación de


las deformaciones estructurales y en el diseño basado en el desplazamiento, el cual ha sido
defendido como un enfoque más relevante y racional que el diseño sísmico tradicional
basado en la resistencia de las estructuras. Esto ha conducido a un renovado interés por la
relación entre las deformaciones máximas um y uo de los sistemas lineales correspondientes
y los inelásticos de 1GDL, respectivamente, un problema que se estudió por primera vez en
el capítulo 7 y que ha dado como resultado muchas publicaciones de investigación.
Si la relación de deformación inelástica se expresa como una función del periodo de
vibración elástica inicial Tn y del factor de ductilidad μ, puede utilizarse para determinar
la deformación inelástica de una estructura nueva o rehabilitada donde es posible estimar la
capacidad de ductilidad global, puesto que la deformación del sistema lineal correspondiente
puede conocerse con facilidad a partir del espectro de diseño elástico (ecuación 6.7.1). Si se
expresa como una función de Tn y del factor de reducción de la resistencia a la cedencia Ry,
la relación de deformación inelástica puede utilizarse para determinar la deformación de una
estructura existente con resistencia lateral conocida. La relación de deformación inelástica se
indica mediante Cμ = um/uo o CR = um/uo, donde los subíndices μ y R representan sistemas
con una capacidad de ductilidad μ conocida o una resistencia a la cedencia conocida que está
definida por el factor de reducción Ry, respectivamente; las deformaciones máximas um y uo
se determinan mediante la resolución numérica de las ecuaciones (7.3.2) y (6.2.1), respectiva-
mente. Con base en un conjunto completo de resultados, algunas de las observaciones de esta
sección son similares a, y otras son refinamientos importantes de, aquellas que se basan en
datos de respuesta limitados a un solo movimiento de terreno en el capítulo 7.
En las figuras 23.3.2a y b se presentan los valores de las medianas de Cμ y CR, respec-
tivamente, como una función de Tn para los sistemas elastoplásticos sometidos al conjunto
de 20 movimientos de terreno LMSR†; las regiones espectrales se indican en las gráficas. En
la región sensible a la aceleración, Cμ y CR ≃ 1 en Tn = Tc para μ y Ry pequeños, pero que
exceden cada vez más la unidad por periodos más cortos y μ o Ry más grandes, lo que indica
una mayor acción inelástica. Para estos sistemas de periodo corto, Cμ y CR son muy sensibles
a la resistencia de la cedencia, aumentando a medida que se reduce ésta. Para los sistemas de
periodo muy corto (Tn < Ta), incluso si su resistencia es sólo ligeramente más pequeña que la
fuerza mínima requerida para que la estructura permanezca elástica (por ejemplo, Ry = 1.5),
CR es mucho mayor que la unidad. En Tn = 0, para los sistemas elastoplásticos Cμ = μ (vea
la sección 7.11.3) y CR = , valores que son un caso especial de aquellos deducidos por los
investigadores para los sistemas bilineales. En la región sensible a la velocidad, Cμ y CR ≃ 1
y son en esencia independientes del factor de ductilidad o de la resistencia a la cedencia. En la
región sensible al desplazamiento, Cμ y CR < 1 para los sistemas con un intervalo de periodo
de Td a Tf, donde estas proporciones disminuyen a medida que se incrementa el factor de ducti-
lidad o se reduce la resistencia; sin embargo, para los sistemas con periodos más largos que Tf,
Cμ y CR ≃ 1 son independientes del factor de ductilidad y de la resistencia, y tanto Cμ como CR
= 1 para los sistemas de periodo muy largo por las razones mencionadas en la sección 7.4.2.

Aquí se mencionan siete conjuntos de movimientos de terreno lejanos a la falla, cada uno con 20 regis-
tros; estos movimientos de terreno y sus parámetros se mencionan en Chopra y Chintanapakdee (2004). El primer
grupo de conjuntos, indicado mediante LMSR, LMLR, SMSR y SMLR (por sus siglas en inglés), representan
cuatro combinaciones de gran magnitud (M = 6.6 a 6.9) o magnitud pequeña (M = 5.8 a 6.5) y distancia corta
(R = 13 a 30 km) o distancia larga (R = 30 a 60 km).
Sección 23.3    Estimación de la deformación en sistemas inelásticos de 1gdl 871

Regiones espectrales
Sensible a la Sensible a la Sensible al Sensible a la Sensible a la Sensible al
aceleración velocidad desplazamiento aceleración velocidad desplazamiento
10 100
µ = 1.5 Ry = 1.5
µ= 2 Ry = 2
5 µ= 4 Ry = 4
Cµ mediana

CR mediana
µ= 6 Ry = 6
3
10
2

1 Td Te
1
Ta Tb Tc Td Te Tf Ta Tb Tc Tf
0.5 0.5
0.02 0.1 1 10 0.02 0.1 1 10 50
Periodo Tn, s Periodo Tn, s

Figura 23.3.2  Medianas de relaciones de deformación inelástica Cμ y CR para los sistemas elasto-
plásticos sometidos al conjunto de movimientos de terreno LMSR.

(a) (b)
M y R variantes; µ = 4, α = 0% Clase de sitio variante; µ = 4, α = 0%
5
LMSR LMSR
LMLR B
3 SMSR C
Cµ mediana

SMLR D
2

0.5
0.02 0.1 1 10 0.02 0.1 1 10 50
Periodo Tn, s Periodo Tn, s

Figura 23.3.3  Comparación de Cμ para sistemas elastoplásticos con μ = 4 sometidos (a) a los con-
juntos de movimientos de terreno LMSR, LMLR, SMSR y SMLR; y (b) a las clases de sitio B, C y D.

Tales resultados son la base de la regla de igual deformación que se utiliza mucho (es decir,
um = uo), lo cual es razonable para los sistemas que se encuentran en las regiones del espectro
sensibles a la velocidad y al desplazamiento, pero no en la región sensible a la aceleración.
¿Cuál es la influencia de la magnitud y la distancia del sismo sobre la relación de
deformación inelástica? Para responder a esta pregunta se grafica la Cμ mediana contra Tn
en la figura 23.3.3a para los conjuntos de movimiento de terreno LMSR, LMLR, SMSR
872 Dinámica estructural en las especificaciones de evaluación de los edificios    Capítulo 23

y SMLR. Estos resultados indican que la relación de deformación inelástica es en esencia


independiente de la magnitud y de la distancia del sismo; sin embargo, esto sería diferente
para movimientos de terreno cercanos a las fallas, como se mostrará más adelante.
¿Cuál es la influencia de las condiciones del suelo en los sitios de registro sobre la
relación de deformación inelástica? Para responder a esta pregunta, en la figura. 23.3.3b
se presenta la Cμ mediana para tres conjuntos de movimientos de terreno registrados en el
sitio NEHRP de las clases B, C, y D,† todos los cuales son sitios de suelo firme. La Cμ me-
diana en comparación con las curvas Tn para las tres clases de sitio son muy similares entre
sí y lo mismo ocurre con el resultado LMSR. Así, la relación de deformación inelástica es
independiente de las condiciones locales del suelo, siempre y cuando sean sitios de suelo
firme, pero puede verse afectada por las condiciones de suelo blando, como en algunas
partes de la ciudad de México y en toda la costa de la Bahía de San Francisco.
Las relaciones de la deformación inelástica mediana Cμ (y CR) para los movimientos
de terreno cercanos a la falla se describen en la sección 6.8 y son muy diferentes a las de los
movimientos lejanos a la falla‡ (figuras 23.3.4a y 23.3.5a). Esta diferencia sistemática entre
los valores de Cμ (y CR) para los movimientos de terreno cercanos y lejanos a la falla, en es-
pecial en la región del espectro sensible a la aceleración, se debe sobre todo a las diferencias
entre las formas y valores de los Tc espectrales para los dos tipos de excitaciones (sección
6.8); recuerde que Tc es el periodo que separa las regiones espectrales sensibles a la acele-
ración y a la velocidad (figura 6.8.3). Esta afirmación se demuestra al graficar la mediana
del conjunto de los datos de movimiento de terreno individuales para Cμ (y CR) como una
función del periodo de vibración normalizado Tn /Tc (figuras 23.3.4b y 23.3.5b). Ahora las
gráficas de la relación de deformación inelástica para los movimientos de terreno alejados
de la falla y para los dos componentes (normales y paralelos a la falla) de los movimientos de
terreno cercanos a la falla se han vuelto muy similares en todas las regiones espectrales.
Las ecuaciones simplificadas para las relaciones de deformación inelástica Cμ y CR
proporcionan la estimación más directa de la deformación de un sistema inelástico de 1GDL
porque la deformación del sistema lineal correspondiente se conoce con facilidad a partir
del espectro de diseño elástico (ecuación 6.7.1). Tal ecuación para Cμ podría utilizarse a fin
de determinar la deformación de una estructura nueva o rehabilitada, donde puede estimarse
la capacidad global de ductilidad de desplazamiento. Del mismo modo, una ecuación para
CR podría utilizarse a fin de determinar la deformación de una estructura existente con la
fuerza lateral conocida. A partir de los datos presentados en esta sección, que es una parte
de un conjunto de datos mucho más grande, se han desarrollado dos ecuaciones para Cμ y
CR como funciones de Tn/Tc y μ o Ry, respectivamente. Debido a que estas ecuaciones se de-
sarrollan como una función del periodo de vibración normalizado Tn/Tc, en vez del periodo
de vibración Tn, la misma ecuación es válida para los movimientos de terreno cercanos a la
falla registrados sobre suelo o roca, así como para los movimientos de terreno lejanos a
la falla asociados con un amplio intervalo de magnitudes y distancias de los sismos registra-
dos en sitios NEHRP de las clases B, C y D (Chopra y Chintanapakdee, 2004).

El segundo grupo de tres conjuntos se categoriza mediante los sitios NEHRP en las clases B, C o D. Estos
movimientos de terreno se registraron durante sismos con magnitudes desde 6.0 hasta 7.4, a distancias que van
desde 11 hasta 118 km.
‡Los dos conjuntos de movimientos de terreno cercanos a la falla (CF), indicados mediante CF-NF y CF-
PF, son los dos componentes horizontales, normal a la falla (NF) y paralelo a la falla (PF), de 15 movimientos
de terreno registrados durante sismos con magnitudes que van desde 6.2 hasta 6.9, a distancias que van desde
0 hasta 9 km. Estos movimientos de terreno y sus parámetros se registran en Chopra y Chintanapakdee (2004).
Sección 23.3    Estimación de la deformación en sistemas inelásticos de 1gdl 873

(a) (b)
5
LMSR LMSR
CF-NF CF-NF
Cµ mediana 3 CF-PF CF-PF

0.5
0.02 0.1 1 10 0.02 0.1 1 10 50
Periodo Tn, s Tn /Tc

Figura 23.3.4  Comparación de Cμ para el conjunto de movimientos de terreno lejanos a la falla


(LMSR) y dos conjuntos cercanos la falla (CF), componentes normal a la falla (NF) y paralelo a la
falla (PF), graficados contra (a) el periodo de vibración elástica inicial Tn y (b) el periodo normaliza-
do Tn /Tc; ambas gráficas representan sistemas elastoplásticos con μ = 4.

(a) (b)
100
LMSR LMSR
CF-NF CF-NF
CF-PF CF-PF
CR mediana

10

1
0.5
0.02 0.1 1 10 0.02 0.1 1 10 50
Periodo Tn, s Tn /Tc

Figura 23.3.5  Comparación de CR para los conjuntos de movimientos de terreno lejanos a la falla
(LMSR) y los conjuntos cercanos la falla graficados contra (a) el periodo de vibración elástica inicial
Tn y (b) el periodo normalizado Tn/Tc; ambas gráficas representan sistemas elastoplásticos con Ry = 4.
874 Dinámica estructural en las especificaciones de evaluación de los edificios    Capítulo 23

Estas ecuaciones se desarrollaron para los sistemas histeréticos bilineales con rigidez
de postcedencia no negativa que descargan y recargan durante ciclos repetidos de vibración
sin deterioro de la rigidez o la resistencia. Es posible desarrollar ecuaciones similares para
otros sistemas histeréticos.

23.4  PROCEDIMIENTOS ESTÁTICOS NO LINEALES

23.4.1  Procedimientos ASCE 41 y FEMA 356

El procedimiento estático no lineal en ASCE 41 y FEMA 356 requiere el desarrollo de una


curva de capacidad, que es una gráfica de la cortante basal contra el desplazamiento de techo,
mediante el análisis estático no lineal de la estructura sometida primero a las cargas de grave-
dad, seguidas por fuerzas laterales monotónicamente crecientes con una distribución especifi-
cada que sea invariante con la altura. De acuerdo con FEMA 356 deben considerarse al menos
dos distribuciones de fuerza. La primera debe seleccionarse entre las siguientes: distribución
del primer modo, distribución de la fuerza lateral equivalente y distribución correspondiente a
la regla de combinación modal de la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados (SRSS, por sus
siglas en inglés). La segunda distribución es la distribución “uniforme” o bien una distribución
adaptable; para esta última opción pueden mencionarse varias alternativas, que varían con el
cambio de la configuración deformada de la estructura cuando ésta cede. Las otras cuatro
distribuciones de fuerza mencionadas con anterioridad se definen como sigue:
1. Distribución del primer modo: s j* = m j φ j1, donde mj es la masa y φj1 es el valor de la
forma modal en el nivel j.
2. Distribución de la fuerza de lateral equivalente: s j* = m j h kj, donde hj y k son como se
definen en la sección 22.1.
3. Distribución del análisis del espectro de respuesta: s* está definida por las fuerzas
laterales calculadas con un procedimiento inverso a partir de (como la diferencia de)
las cortantes de entrepiso que se determinan mediante el análisis del espectro de la
respuesta para la estructura, la cual se supone elástica lineal (sección 13.8).
4. Distribución uniforme: s j* = m j ..
Cada una de estas distribuciones de fuerza empuja al edificio en la misma dirección en toda su
altura, como se demuestra en la figura 23.4.1 para el edificio SAC de 9 niveles en Los Ánge-
les. Después, sólo se ha mantenido en el ASCE 41 la distribución de fuerza del primer modo.
Si los modos de vibración superiores contribuyen de manera significativa, tal como se
define en FEMA 356 y ASCE 41, a la respuesta elástica de la estructura, el procedimiento es-
tático no lineal debe complementarse con el procedimiento del análisis dinámico lineal, y las
demandas sísmicas calculadas mediante los dos procedimientos se evalúan en relación con sus
respectivos criterios de aceptación. Los edificios SAC de 9 y 20 niveles caen en esta categoría.
El potencial y las limitaciones de las distribuciones de fuerza del FEMA 356 y el ASCE
41 se demuestran en las figuras 23.4.2 a 23.4.4, donde las estimaciones resultantes de la dis-
torsión mediana de entrepiso y las demandas de rotación de articulación plástica impuestas
a siete de los edificios SAC por el conjunto de 20 movimientos de terreno SAC se comparan
con el valor de la mediana “exacto” determinado mediante el análisis de la historia de la res-
puesta no lineal. El análisis del desplazamiento objetivo para FEMA 356 y ASCE 41 no se
determinó usando la ecuación (23.3.1), sino que se calculó con precisión para garantizar una
comparación significativa de los dos conjuntos de resultados. Las distribuciones de fuerza la-
Sección 23.4    Procedimientos estáticos no lineales 875

(a) (b) (c) (d)


0.195 0.281 0.367 0.119
0.167 0.21 0.177 0.11
0.149 0.165 0.0654 0.11
0.131 0.126 0.042 0.11
0.112 0.0913 0.0446 0.11
0.0923 0.062 0.0466 0.11 Figura 23.4.1  Distribuciones de fuerza
del FEMA 356 para el edificio de 9 niveles
0.0714 0.0381 0.0702 0.11 en Los Ángeles: (a) primer modo; (b) fuer-
0.051 0.0197 0.0981 0.11 za lateral equivalente (FLE); (c) análisis del
espectro de respuesta (AER); (d) uniforme.
0.0311 0.00719 0.0896 0.112 El ASCE 41 sólo especifica la distribución
de fuerza del primer modo.
(a) (b)
3
AHR no lineal
FEMA
2 Primer modo
FLE
Nivel

AER
Uniforme
1

G
0 1 2 3 4 5 0 0.02 0.04 0.06
Distorsión de entrepiso AHR-NL o FEMA, % Rotación plástica de la viga, rad

Figura 23.4.2  Demandas sísmicas medianas para el edificio de 3 niveles en Los Ángeles, determinadas me-
diante el análisis de la historia de la respuesta no lineal y cuatro distribuciones de fuerza de FEMA 356, que
incluyen la distribución de fuerza ASCE 41: primer modo, fuerza lateral equivalente (FLE), análisis del espectro
de respuesta (AER) y uniforme: (a) distorsión de entrepiso; (b) rotaciones plásticas.

teral de FEMA 356 y ASCE 41 proporcionan una estimación aceptable de las distorsiones de
entrepiso del edificio de 3 niveles (figura 23.4.2a). Sin embargo, de manera consistente con
los resultados anteriores (figuras 19.4.3 y 19.7.1) para los edificios elásticos, la distribución
de fuerzas del primer modo subestima en gran medida las distorsiones por entrepiso, sobre
todo en los entrepisos superiores de los edificios de 9 y 20 niveles, con lo que se muestra que
las contribuciones de los modos superiores son muy significativas en las demandas sísmicas
para los entrepisos superiores (figura 23.4.3). Aunque las distribuciones de fuerza del método
de la fuerza lateral equivalente y el análisis del espectro de respuesta tienen la intención de re-
presentar las respuestas de los modos superiores, no proporcionan estimaciones satisfactorias
de las demandas sísmicas para los edificios que permanecen elásticos (edificios de Boston),
para los edificios que se deforman poco en el intervalo inelástico (edificios de Seattle) o para
los edificios que se defor­man mucho en el intervalo inelástico (edificios de Los Ángeles).
La distribución de fuerza “uniforme” parece innecesaria, puesto que subestima mucho las
distorsiones en los entrepisos superiores y las sobreestima demasiado en los entrepisos in-
feriores (figura 23.4.3). Como el FEMA 356 requiere que las demandas sísmicas se estimen
como el mayor de los resultados de por lo menos dos distribuciones de fuerza lateral, resulta
876 Dinámica estructural en las especificaciones de evaluación de los edificios    Capítulo 23

Boston Seattle Los Ángeles


9

6 AHR no lineal

Nivel
FEMA
Primer modo
FLE
3 AER
Uniforme
9 niveles
G
0 0.5 1 1.5 2 0 1 2 3 4 5 0 2 4 6 8
20
16
12
Nivel

8
4
20 niveles
G
0 0.5 1 1.5 2 0 1 2 3 4 5 0 1 2 3 4 5 6
Distorsión de entrepiso AHR-NL o FEMA, %

Figura 23.4.3  Distorsiones medianas de entrepiso de los edificios de 9 y 20 niveles, determinadas


mediante el análisis de la historia de la respuesta (AHR) no lineal y cuatro distribuciones de fuerza de
FEMA 356, que incluyen la distribución de fuerza ASCE 41: primer modo, fuerza lateral equivalente
(FLE), análisis del espectro de respuesta (AER) y uniforme.

Seattle Los Ángeles


9
AHR no lineal
FEMA
6 Primer modo
FLE
Nivel

AER
3 Uniforme

9 niveles
G
0 0.02 0.04 0.06 0 0.02 0.04 0.06
20
16
12
Nivel

8
4
20 niveles
G
0 0.02 0.04 0.06 0 0.02 0.04 0.06
Rotación plástica de la viga, rad

Figura 23.4.4  Rotaciones plásticas medianas en las vigas interiores de los edificios de 9 y 20 niveles determinadas
mediante el análisis de la historia de la respuesta (AHR) no lineal y cuatro distribuciones de fuerza FEMA 356, que in-
cluyen la distribución de fuerza ASCE 41: primer modo, fuerza lateral equivalente (FLE), análisis del espectro de res-
puesta (AER) y uniforme. Los edificios de Boston se excluyeron debido a que éstos se mantienen en esencia elásticos.
Sección 23.4    Procedimientos estáticos no lineales 877

útil examinar el límite superior de los resultados para las cuatro distribuciones de fuerza
consideradas. Este límite superior también subestima de manera significativa las distorsiones
en los entrepisos superiores de los edificios más altos pero las sobrestima en los entrepisos
inferiores (figura 23.4.3).
El potencial y la limitación de las distribuciones de fuerza lateral FEMA 356 y ASCE
41 en la estimación de rotaciones de articulación plásticas también están descritos por las
observaciones anteriores a partir de los resultados de las distorsiones de entrepiso. Estas
distribuciones de fuerza lateral proporcionan una estimación aceptable de las rotaciones de
articulación plástica para los edificios de 3 niveles (figura 23.4.2b), pero no identifican o
subestiman de manera significativa las rotaciones de articulación plásticas en las vigas de
los niveles superiores de los edificios de 9 y 20 niveles (figura 23.4.4). En la literatura exis-
ten muchos estudios del análisis pushover, así como de su potencial y limitaciones.

23.4.2  Procedimientos estáticos lineales mejorados

A partir del análisis anterior resulta claro que la demanda sísmica estimada mediante el pro-
cedimiento estático no lineal utilizando la distribución de fuerza del primer modo en el ASCE
41 (u otras en el FEMA 356) debe mejorarse. Un enfoque para reducir la discrepancia en este
procedimiento no lineal aproximado en relación con el análisis de la historia de la respuesta
consiste en incluir las contribuciones de los modos superiores de vibración a las demandas
sísmicas. Recuerde que cuando se incluyeron las respuestas de los modos superiores en el
procedimiento del análisis del espectro de la respuesta, se obtuvieron mejores resultados para
los sistemas elástico lineales (figura 19.7.1). Aunque la teoría del análisis modal no es estric-
tamente válida para los sistemas inelásticos, ya se ha demostrado que los modos naturales de
vibración del sistema lineal correspondiente se acoplan sólo de manera débil en la respuesta
de los sistemas inelásticos (figura 20.6.1), una propiedad que permite el desarrollo de un pro-
cedimiento de análisis pushover modal para los sistemas inelásticos (sección 20.8).
El procedimiento de análisis pushover modal estima las demandas sísmicas mucho me-
jor de lo que lo hacen las distribuciones de fuerza FEMA 356 o ASCE 41 para los edificios
SAC de 9 y 20 niveles (figuras 23.4.5 a 23.4.8). Para cada edificio, los resultados se organizan
en dos partes. En la parte superior, las estimaciones de las demandas sísmicas medianas (más
de 20 movimientos de terreno SAC) de FEMA 356 (y ASCE 41) se comparan con el valor de
la mediana “exacto” determinado por el análisis de la historia de la respuesta no lineal, todo
tomado de la figura 23.4.3. En la parte inferior, la estimación del análisis pushover modal de
las demandas sísmicas medianas (incluyendo todos los modos significativos) se compara con
el valor exacto, ambos tomados de la figura 20.8.4. Resulta evidente al comparar las dos par-
tes de la figura para cada edificio, que el análisis pushover modal proporciona resultados muy
superiores para todo el intervalo de edificios: desde los edificios de Boston que permanecen
elásticos, pasando por los edificios de Seattle que se deforman poco en el intervalo inelás-
tico, y hasta los edificios de Los Ángeles que se deforman mucho en el intervalo inelástico.
El análisis pushover modal proporciona estimaciones muy mejoradas de las distorsiones de
entrepiso en los entrepisos superiores, donde los efectos de los modos superiores son muy
significativos (figuras 23.4.5 y 23.4.6). En contraste con las distribuciones de fuerza FEMA
356 y ASCE 41, el análisis pushover modal es capaz de identificar las articulaciones plásticas
en los entrepisos superiores y proporcionar buenas estimaciones de las rotaciones de articula-
ción plásticas a lo largo de toda la altura del edificio (figuras 23.4.7 y 23.4.8).
878 Dinámica estructural en las especificaciones de evaluación de los edificios    Capítulo 23

Boston Seattle Los Ángeles


9

6 AHR no lineal
FEMA
Nivel Primer modo
3 FLE
AER
Uniforme

G
0 0.5 1 1.5 2 0 1 2 3 4 5 0 2 4 6 8
9

6
AHR no lineal
Nivel

APM
3

G
0 0.5 1 1.5 2 0 1 2 3 4 5 0 2 4 6 8
Distorsión de entrepiso  ,  ,o  ,%
AHR-NL APM FEMA

Figura 23.4.5  Distorsiones medianas de entrepiso del edificio de 9 niveles, determinadas mediante tres pro-
cedimientos: (1) el análisis de la historia de la respuesta (AHR) no lineal (2) cuatro distribuciones de fuerza de
FEMA 356, que incluyen la distribución de fuerza ASCE 41 (cuadros superiores), y (3) el análisis pushover
modal (APM) (cuadros inferiores).

Boston Seattle Los Ángeles


20
16
AHR no lineal
12 FEMA
Nivel

Primer modo
8 FLE
AER
4 Uniforme

G
0 0.5 1 1.5 2 0 1 2 3 4 5 0 1 2 3 4 5 6
20
Boston
16
12 AHR no lineal
Nivel

APM
8
4

G
0 0.5 1 1.5 2 0 1 2 3 4 5 0 1 2 3 4 5 6
Distorsión de entrepiso RHA−NL, APM, o FEMA, %

Figura 23.4.6  Distorsiones medianas de entrepiso del edificio de 20 niveles, determinadas mediante tres pro-
cedimientos: (1) el análisis de la historia de la respuesta (AHR) no lineal, (2) cuatro distribuciones de fuerza
de FEMA 356, que incluyen la distribución de fuerza ASCE 41 (cuadros superiores), y (3) el análisis pushover
modal (APM) (cuadros inferiores).
Sección 23.4    Procedimientos estáticos no lineales 879

Seattle Los Ángeles


9
AHR no lineal
6 FEMA
Primer modo

Nivel
FLE
3 AER
Uniforme

G
0 0.02 0.04 0.06 0 0.02 0.04 0.06
9

6
AHR no lineal
Nivel

APM
3

G
0 0.02 0.04 0.06 0 0.02 0.04 0.06
Rotación plástica de la viga, rad

Figura 23.4.7  Rotaciones plásticas medianas en las vigas interiores de edificios de 9 niveles, determinadas
mediante tres procedimientos: (1) el análisis de la historia de la respuesta (AHR) no lineal, (2) cuatro distribucio-
nes de fuerza FEMA 356, que incluyen la distribución de fuerza ASCE 41 (cuadros superiores), y (3) el análisis
pushover modal (APM) (cuadros inferiores). El edificio de Boston se excluye por mantenerse en esencia elástico.

Seattle Los Ángeles


20

16
AHR no lineal
12 FEMA
Nivel

Primer modo
8 FLE
AER
4 Uniforme

G
0 0.02 0.04 0.06 0 0.02 0.04 0.06
20

16

12 AHR no lineal
Nivel

APM
8

4
G
0 0.02 0.04 0.06 0 0.02 0.04 0.06
Rotación plástica de la viga, rad

Figura 23.4.8  Rotaciones plásticas medianas en las vigas interiores de edificios de 20 niveles, determinadas
mediante tres procedimientos: (1) el análisis de la historia de la respuesta (AHR) no lineal, (2) cuatro distribucio-
nes de fuerza FEMA 356, que incluyen la distribución de fuerza ASCE 41 (cuadros superiores), y (3) el análisis
pushover modal (APM) (cuadros inferiores). El edificio de Boston se excluye por mantenerse en esencia elástico.
880 Dinámica estructural en las especificaciones de evaluación de los edificios    Capítulo 23

A partir de la teoría de la dinámica estructural, el análisis pushover modal logra esti-


maciones superiores de las demandas sísmicas, manteniendo la simplicidad conceptual y el
atractivo en el cálculo de los procedimientos estáticos no lineales, que en la actualidad son el
estándar de la práctica de la ingeniería estructural (por ejemplo, en el procedimiento ASCE 41).
Debido a que los análisis pushover de los modos superiores son similares a los análisis pusho-
ver del primer modo incluidos en ASCE 41, el análisis pushover modal no es conceptualmente
más difícil que los procedimientos estándar. Ya que los análisis pushover para las primeras (dos
o tres) distribuciones de fuerza modal son por lo regular suficientes en el análisis pushover
modal, éste implica un esfuerzo de cálculo que es sólo un poco mayor al requerido en el pro-
cedimiento de ASCE 41, el cual necesita un análisis pushover para una distribución de fuerza.
Aunque el análisis pushover modal es suficientemente preciso como para ser útil en la
evaluación sísmica de muchos edificios para muchos movimientos de terreno (y es bastante
más preciso que los procedimientos del FEMA 356 o el ASCE 41) puede ser poco preciso para
los edificios sometidos a movimientos de terreno muy intensos que deforman la estructura en
gran medida dentro de la región de rigidez de postcedencia negativa, con deterioro significativo
de la resistencia estructural; por ejemplo, los edificios SAC de 9 y 20 niveles en Los Ángeles
sometidos a un conjunto de movimientos de terreno SAC muy intensos (2% de probabilidad de
excedencia en 50 años o periodo de retorno de 2,475 años), que incluye varios movimientos
de terreno cercanos a la falla. Para tales casos, los procedimientos estáticos no lineales o pus-
hover deben omitirse y emplearse el análisis de la historia de la respuesta no lineal.

23.5  OBSERVACIONES FINALES

La profesión ha recorrido un largo camino en la estimación de las demandas sísmicas de los


edificios, abandonando los métodos basados en el análisis elástico tradicional de estructuras
para las fuerzas reducidas de los códigos; en su lugar ha desarrollado procedimientos que
consideran en forma explícita el comportamiento inelástico de la estructura. Sin embargo,
estos métodos más recientes, que ahora representan la práctica estándar en la ingeniería
estructural para evaluar los edificios existentes, no estiman las demandas sísmicas con pre-
cisión, como se demostró en este capítulo.
Las demandas sísmicas que se calculan mediante los procedimientos de análisis no li-
neal pueden depender en gran medida de los supuestos adoptados al generar un modelo inelás-
tico del edificio, como se demostró en el capítulo 20, y del software utilizado en la implanta-
ción del cálculo. Esta variabilidad implica que es necesario establecer los requisitos para
el modelado inelástico válido para grandes deformaciones estructurales y que deben desarro-
llarse programas de cómputo completos. Con estos desarrollos, los procedimientos de análisis
no lineal proporcionarían estimaciones más realistas y confiables de las demandas sísmicas.
Un enfoque riguroso requeriría un análisis de la historia de la respuesta no lineal de
una idealización tridimensional realista del edificio, sometida a un conjunto de movimien-
tos del terreno con componentes múltiples que sean compatibles con el espectro de diseño
sísmico específico para el sitio. Sin embargo, estos requisitos pueden ser poco razonables
para todos los edificios (sin importar cuán simples sean) y para todas las oficinas de ingenie-
ría estructural (sin importar lo pequeñas que sean). Por lo tanto, los procedimientos de aná-
lisis estático no lineal (o pushover) pueden seguir utilizándose en la práctica de la ingeniería
estructural; éstos son atractivos porque son más sencillos y pueden trabajar directamente
con el espectro de diseño sísmico. Tales métodos aproximados deben basarse en la teoría de
la dinámica estructural y en sus supuestos subyacentes, así como en su intervalo de aplica-
Capítulo 23    Lecturas adicionales 881

bilidad identificado. El análisis de la historia de la respuesta no lineal puede emplearse en


la evaluación final de aquellas combinaciones de edificios y movimientos de terreno donde
un procedimiento aproximado comience a perder su precisión.
La modelación inelástica de edificios, los procedimientos del análisis de la respuesta no
lineal y el software comercial, deben ser suficientemente completos como para que los inge-
nieros estructurales puedan predecir con confianza el daño a un edificio durante los eventos
sísmicos futuros. Lo anterior requiere dejar de lado los códigos de diseño de edificios y las espe-
cificaciones de evaluación actuales, para enfocarse en los métodos capaces de predecir en forma
realista el desempeño estructural (porque en palabras de Nathan M. Newmark y Emilio Rosen-
blueth, “los efectos de los sismos en las estructuras exponen de manera sistemática los errores
cometidos en el análisis, el diseño y la construcción; incluso los errores más insignificantes”.

LE CTURAS ADI CI O NAL E S

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