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l 17 de Agosto se recuerda al General San Martín y su obra libertadora, que consolida los

procesos de emancipación iniciados en el sur del continente. Su labor se enmarca en un


proyecto americano de liberación de la “Patria Grande”, entendiendo la necesidad de actuar
como bloque y no aisladamente frente al dominio español. Sueño compartido por otros, como
O´Higgins y Bolívar. Idea tras la que se movilizó al Ejército de los Andes en las guerras de
Independencia. En el frente interno también se viviría un extenso tiempo de guerras,
encarnando las distintas posturas e intereses frente a la Revolución de Mayo, ocurrida en
Buenos Aires en mayo de 1810.

Esta nueva conmemoración de la fecha abre una vez más la posibilidad de pensar en los
sentidos que asume este proyecto sanmartiniano hoy, desde nuestra actualidad argentina y
latinoamericana.

DE HOMBRES A HÉROES

Cuando llegó a Mendoza, San Martín encontró una provincia sin defensas y con escaso
presupuesto. Frente a este nuevo escenario creó un pequeño Estado en Cuyo. Toda la
población debía entregar sus riquezas, sus horas de trabajo y sus hombres para la lucha que se
avecinaba. Una de sus primeras medidas fue recortar el presupuesto de todas las áreas,
excepto la de educación y establecer distintos impuestos según los bienes de cada persona.
Como gobernador impuso la vacuna antivariólica, fundó una biblioteca pública y el primer
colegio secundario, fomentó la industria y embelleció la ciudad.

Como estratega, instaló su campamento militar en El Plumerillo, a ocho kilómetros de la


capital. San Martín apenas contaba con 30 soldados y 900 milicianos; para formar el Ejército de
los Andes ordenó el reclutamiento de todos los varones cuyanos entre 14 y 45 años, así logró
alistar a 3778 soldados, 1392 auxiliares que estaban bajo el mando de tres generales, 28 jefes y
207 oficiales. Los esclavos, que prefirieron luchar antes de seguir sometidos, se constituyeron
en el elemento central de la infantería. Aproximadamente el 40 por ciento del ejército estuvo
constituido por los batallones de libertos. La mitad de ellos fueron reclutados en Cuyo por San
Martín, que se los compró a los hacendados y a las órdenes religiosas, que eran los grandes
esclavistas de la época, y la otra mitad la remitieron desde Buenos Aires. La tropa además
estaba integrada por soldados del Ejército del Norte, del Litoral y del Regimiento de
Granaderos a caballo, también había chilenos y hasta un grupo de voluntarios ingleses.

En El Plumerillo, la instrucción militar consistía en ejercicios individuales (manejo de las armas,


por ejemplo) y tácticas grupales (marcha, despliegue en la batalla). El entrenamiento duraba
ocho horas, cuando terminaba los hombres debían preparar sus armas, monturas y arreglar su
ropa. Pero un ejército además necesita armamento y para fabricarlo se precisaban toneladas
de hierro. Los cuyanos donaron caños, rejas, cadenas y hasta ollas, también se fundieron las
campanas de la mayoría de las iglesias. Con la ayuda de fray Luis Beltrán, San Martín creó la
fábrica de pólvora, la armería, el batán para la fabricación de ropa y hasta una veterinaria para
atender a los animales que irían al cruce.

Para transportar los pertrechos, la pólvora se fraccionaba en barriles de 100 kilos y la harina en
sacos de 105 kilos, pero como las mulas podían llevar un peso de 60 kilos hubo que construir
cajones de madera y cuero para distribuir la carga. Los 22 cañones se transportaban atados
sobre el lomo de las mulas y las ruedas, a los costados.

El 24 de enero de 1817 San Martín partió hacia el macizo andino. El cruce se hizo por seis
pasos diferentes, el Libertador condujo el grueso de la tropa por la ruta de Los Patos y
franqueó alturas de 5000 metros; como sus soldados lo hizo montado en una mula, el mejor
animal para andar en la montaña. Además, aquejado por una úlcera, en ciertos tramos fue
transportado en camilla. De los animales que partieron, sobrevivieron poco menos que la
mitad. La tropa soportó el clima cordillerano con temperaturas que durante el día alcanzaban
los 30° y a la noche descendían hasta -20°. Como en la alta montaña no había leña se
transportaron algunas cargas de ramas, para entrar en calor se quemaba bosta y de noche no
se encendían fogatas para no alertar al enemigo. El alimento básico era el guiso “valdiviano”
con charqui (carne seca), grasa, sal, ají y cebolla cruda, y se les entregaba un poco de vino y
aguardiente para apaciguar el cansancio y el frío

TIEMPO DE VALIENTES

El 10 de febrero, el Ejército de los Andes pisó tierra chilena, dos días después y sin tener
tiempo para descansar, vencieron a los realistas en la batalla de Chacabuco. La operación fue
descomunal y la clave del triunfo fue que San Martín era totalmente consciente de que debía
lograr la unión de sus soldados para asegurar el éxito de su empresa. Por eso, el Cruce de los
Andes se encuentra al nivel de las máximas hazañas de la historia no solo argentina sino
también universal.

*Cruzar Los Andes: todo un preparativo

El general San Martín creía que no era posible asegurar la independencia argentina mientras
existieran, en

América, tierras ocupadas por los realistas. Chile era una de esas tierras, pero para llegar hasta
allí debía

enfrentar un gran desafío: cruzar la imponente Cordillera de los Andes.

San Martín preparó junto a sus hombres, en el campamento de El Plumerillo, todo lo necesario
para la gran

travesía: fabricaron armas y cañones, reunieron mulas, caballos y vacas, juntaron ponchos de
abrigo,

remedios y hasta un puente de cuerdas para cruzar a través de los precipicios. Además,
acopiaron charqui
(una carne salada y seca que se comía disuelta en agua hirviendo), cebollas, ajo, galletas y vino.
El pueblo de

Cuyo ayudó en todo lo que pudo: algunas mujeres mendocinas, encabezadas por remedios de
Escalada, la

esposa de San Martín, participaron de los preparativos cosiendo uniformes para los soldados y
bordando la

bandera que los acompañaría durante el viaje.

San Martín necesitaba un ejército numeroso para vencer el enemigo una vez que estuviera en
Chile. Para

engrosar sus tropas, que ya contaba con oficiales chilenos aliados y con los Granaderos a
Caballo, incorporó

mássoldados, gauchos baqueanos que los guiaran por los senderos de la cordillera y arrieros
que condujeran

las mulas, los caballos y las vacas que los acompañarían. También sumó al ejército esclavos
negros de

Mendoza, Sn Luis y Sn Juan, con la promesa de que, una vez terminada la guerra, serían
hombres libres. San

Martín entrenó a su ejército y preparó la expedición durante dos años antes de partir rumbo a
la cordillera.

Hasta entonces, los pedregosos senderos de los Andes solo habían sido transitados por
arrieros o por milicias

aisladas, pero nunca por un ejército. Cuando todo estuvo listo, en aquellos días de enero de
1817, el general

y sus más de 5000 hombres emprendieron el difícil cruce rumbo a Chile

EL CAMPAMENTO DEL PLUMERILLO

Al realizar los preparativos del ejército, el general San Martín resolvió evitar el contacto de su
gente

con la ciudad, y para ello pensó trasladar los regimientos que se encontraban en los cuarteles
de La

Cañada, San Agustín y Santo Domingo a campos situados en los alrededores de Mendoza, pero
los

que consideró apropiados quedaban muy retirados y a él le convenía uno más cercano, que le

permitiera atender simultáneamente la preparación de su ejército y los asuntos de gobierno.


Por esto aceptó los terrenos que se le cedió en calidad de préstamo, a cinco kilómetros

aproximadamente de la ciudad y a la derecha del camino a San Juan, en el paraje de El


Plumerillo,

designación popular con que se conocía esa región por la abundancia de una planta parecida a
un

plumero.

El ingeniero Álvarez Condarco fue el encargado de

diseñar el campamento en ese lugar. El cual se

componía de cuarteles, construidos con adobe y

orientados hacia el este, tenían en el centro una

gran plaza en donde la tropa practicaba los

ejercicios doctrinales. Detrás de estos cuarteles se

encontraban los alojamientos destinados a jefes y

oficiales, también las cocinas y demás

dependencias. A la derecha de los mismos,

recibieron su alojamiento los escuadrones de

Granaderos a Caballo. Al costado de la plaza se

levantaba un grueso paredón de adobes de doble

fila, de cien metros de largo, destinado al tiro al blanco.

Se concentraron en el campamento más cinco mil hombres que componían el Ejército de los
Andes,

para que una vez concluidos los preparativos, se pudiera dar inicio a la partida hacia Chile
*San Martín encontró una solución práctica para alimentar a sus soldados: una comida popular
típica

llamada “charquicán”, un alimento basado en carne secada al sol, tostada y molida (charqui),

condimentada con grasa y ají picante. Era un alimento fácil de transportar prensado y se
preparaba

agregándole agua caliente y harina de maíz” También se les podrá relatar que: “El agua fue

transportada en cuernos de vaca utilizados como recipientes individuales para cada soldado”.

Escribir con ayuda del docente, cada uno de los pasos que permiten realizar dicho alimento.

• Identificar: ingredientes y ventajas de su

preparación por lo que fue utilizado como

alimento de base en el ejército, durante elcruce de los Andes.


Efeméride: 17 de agosto “San Martin”

Docente: Sasiain, María Laura

Sala: verde

Año:2019

Eje temático: Campamento “El plumerillo”.

Fundamentación: El 17 de agosto se conmemora la muerte del General José de San Martín,


recordando su acción en la lucha por la liberación de los países de América: Argentina, Chile y
Perú. San Martín creía que, para conservar la libertad, que con tanto esfuerzo había logrado
Argentina, tenía que ayudar a liberar del dominio extranjero a países hermanos; fue así como
organizó un Regimiento de Granaderos a Caballo con un grupo de hombres muy diferentes y
de distintos lugares, que luego se enfrentaría en las Batallas. Con este proyecto se intentará
aproximar a los niños al hecho histórico, a través de imágenes y representaciones.

Objetivos: Que los niños logren:

-Conocer la vida, valores y legados de personajes históricos importantes de nuestra historia.

-Conocer que era el campamento El Plumerillo, que actividades se realizaban allí.

- Conocer la importancia del Regimiento de Granaderos a caballos creado por San Martín y
algunos de los elementos utilizados por ellos.

Contenidos:

- Primeras aproximaciones a algunos hechos de nuestra historia nacional y algunos aspectos de


la vida de los personajes involucrados: el cruce de los Andes y el General San Martín.

- Observación sistemática y activa de imágenes.


Actividades:

-Escuchar la historia del General José de San Martín, a través de imágenes.

- Ubicar a los chicos en el “escenario” histórico.

En primer lugar, podrá recordarse la influencia de San Martín en la declaración de la


Independencia en 1816, imprescindible para su plan. “San Martín tenía claro que era
indispensable la declaración formal y pública de la independencia: era inconcebible cruzar la
cordillera para combatir por la independencia de Chile si aún no se había declarado la
independencia de las Provincias Unidas.

Además, los primeros pasos que los patriotas habían dado en el camino de la independencia
corrían peligro si los españoles se reagrupaban y rearmaban. Esta preocupación guiaba a San
Martín en su plan de extender la emancipación en tierras americanas.

Guiar la búsqueda de información a través de preguntas.

¿Por qué San Martín necesitó organizar el ejército? ¿Quiénes formaron parte de este ejército?,

¿cómo fueron convocados? ¿Cómo se planearon las tareas en el campamento del Plumerillo?

*La preparación se realizó en el campamento del Plumerillo ¿Qué tareas se realizaban allí?
¿Cómo era la vida cotidiana en esos días en el campamento? No todos se ocupaban de lo
mismo; había que fabricar armas y pólvora, instruir a los soldados, conseguir alimentos,
vestimenta adecuada para la montaña, animales, monturas, y todo lo necesario para el
cruce,etc.

*Observar el plano del campamento, como estaba distribuido.

-Lectura de objetos:

El trabajo con objetos permitirá aproximarse a algunos aspectos de la vida cotidiana en el


campamento. Las consignas de observación harán foco en pensar quiénes usarían el objeto,
para qué, de qué material está hecho. Dado el período histórico de referencia, los objetos
serán presentados a través de imágenes.

-Cañón

¿Cómo lo transportarían por los angostos desfiladeros de la Cordillera?


Al tratarse de un objeto de gran tamaño, fue necesario diseñar un sistema para desarmarlo en

piezas y acarrearlo.

-Catre de campaña de San Martin

La vida en el campamento y el duro cruce de la Cordillera, que requirió casi un mes, supusieron
prever también elementos para el necesario descanso. El catre puede “contarnos” algo acerca
de las condiciones de vida en los Andes.

-Falucho de San Martín

¿De qué material parece estar hecho? ¿Por qué?

Este famoso sombrero (llamado falucho) era de un material charolado, lo cual lo hacía
impermeable.

-Par de Chifles:

Pertenecían al General San Martín. Son de cuero vacuno, color blanco y tienen extremidades
guarnecidas de plata; fueron usadas en la campaña de Chile y Perú (Museo Histórico Nacional).
¿Qué usos tendrían? Los chifles de los soldados, fabricados con cuernos vacunos, se usaron
también como cantimploras.

*Confeccionar entre todos una maqueta sobre el campamento.


Capilla Histórica El Plumerillo

Cerca del Campamento de El Plumerillo se encontraba la casa de la familia Segura que poseía,
dentro de su finca, un oratorio que era frecuentado por el General San Martín y sus oficiales
para el oficio religioso.

De aquella histórica capilla lamentablemente no queda nada pues fue destruida por el
terremoto de 1861. Pero pocos años después, en 1870, la señora Elisea Segura de Zapata, hizo
levantar en el mismo lugar una nueva capilla, compuesta por una nave y un entrepiso para el
coro, con muros de adobe y el techo a dos aguas, de caña y barro con cornisas de ladrillo. En el
altar están las imágenes de la Virgen del Carmen de Cuyo, del Sagrado Corazón y de San
Miguel Arcángel.

En su interior se conserva la silla donde se sentaba San Martín.

Capilla del campo El Plumerillo. antigua

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