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Dialnet EugenioTrias19422013LaFilosofiaDelLimite 4578896 PDF
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OBITUARIO
PRELUDIO
El pasado día 10 febrero, tras una lucha denodada con una larga enfer-
medad, nos dejó Eugenio Trías, uno de los grandes referentes de la filosofía
en lengua castellana. Trías inició su carrera filosófica a finales de los sesenta,
con el auge del positivismo y de la filosofía analítica, cuando se producía el na-
cimiento de una incipiente posmodernidad en medio del derrumbe de los es-
tructuralismos residuales de cierto marxismo, en plena resaca existencialista,
con toda su reivindicación de muerte, absurdidad y apocalipsis. En ese contexto
tuvo la audacia, desde sus primeros escritos, de volver la filosofía a sus oríge-
nes, a su fuente: la metafísica. Sin duda, lo que hace de Trías uno de los filóso-
fos de referencia a nivel internacional es que fue un “pensador metafísico”1.
El pensamiento de un gran filósofo se caracteriza por redefinir, a su pe-
culiar modo y manera, el suelo metafísico; por generar el descubrimiento, la
exploración y la colonización de una nueva metafísica. Así le ocurrió a Ortega
y Gasset cuando, ya avanzada su obra, encontró la intuición metafísica de su
racio-vitalismo, cuya elaboración ocupó las últimas etapas de su reflexión fi-
losófica2. No obstante, Trías caminó hacia ese suelo metafísico dando antes
un profundo rodeo, reflejando así su propio pensar, la idea de que toda exis-
tencia es exilio y éxodo3. Ese exilio en su aventura filosófica puede ser divi-
dido, siguiendo la estela de uno de los grandes pensadores que acompañaron
siempre su travesía, Kant, en tres períodos: un período precrítico, en el cual
tantea a ciegas en busca de la gran intuición del pensamiento triasiano (el ser
del límite) o, más concretamente, del “ser del límite que se recrea”; un se-
gundo, en el que se da el descubrimiento de esa gran intuición y su posterior
colonización, y que podríamos llamar “crítico”; y, finalmente, un período fi-
237
238 Fernando Pérez–Borbujo Álvarez
poner por sí misma, y al que debe dar acogida14. La elaboración de una visón
ontológico-epistemológica de la razón facultará a Trías para enfrentarse pos-
teriormente con la dimensión práctica de esa razón, tanto en la vertiente ética
[Ética y condición humana (2003)], como en la política [La política y su
sombra (2005)].
Este período crítico, que acaba con la colonización y la apropiación de
los dominios en los que podía desarrollarse el descubrimiento del ‘ser del lí-
mite’, permitió a Trías exponer su pensamiento de un modo sistemático y
acabado, recurriendo para ello a la figura, tan amada para él, de la ciudad.
Así, en su obra Ciudad sobre ciudad (2001), levanta, arquitectónicamente, su
“ciudad del límite”, articulada en cuatro barrios: dos simbólicos (el de la reli-
gión y el arte) y dos correspondientes a la razón fronteriza en su uso teórico
(epistemología) y práctico (ética y políticas fronterizas). Estos cuatro barrios
se entretejen en torno a un ser del límite originario, referido a sí mismo, que
da lugar a una topología de tres cercos (cerco del aparecer, cerco hermético y
cerco fronterizo), en la cual se juega la razón fronteriza y el necesario simbo-
lismo que la acompaña.
CODA
aún nos queda su obra, aquella para la cual vivió su autor, con entrega excep-
cional. El amor de Trías por la palabra escrita, su predilección por la escritu-
ra, se basaba en el convencimiento de que ella era el vehículo de
supervivencia de lo pensado para el futuro. Trías ha sabido forjar una escritu-
ra filosófica única, ha conseguido ensayar todo tipo de estilos y géneros nue-
vos, en los cuales ha ido “encarnando” su pensamiento por las vías más
inusitadas. Las generaciones futuras, para quienes el recuerdo de la persona
de Trías será tan sólo un nombre vacío o un busto inánime, podrán visitar aún
una obra monumental, rica y variada, llena de sugerencias y retos, verdadero
testimonio de su época y del tiempo que le tocó vivir, donde late aún ardiente
y encerrado un espíritu apasionado, esperando a ser despertado por ese ósculo
amoroso que supone todo “pensar en compañía”, siempre presente en la ver-
dadera variación recreadora, y que él mismo ejerció con su obra de un modo
ejemplar.
Departamento de Humanidades
Universidad Pompeu Fabra
Ramon Trias Fargas, 25-27
08005 Barcelona
E-mail: fernando.perez@upf.edu
NOTAS
1
Julia Manzano, Metafísica “perennis”: Eugenio Trías. Nuevos escenarios pa-
ra la metafísica, Universidad Autónoma de Barcelona, 1993.
2
J. Ortega y Gasset, Obras completas, tomo X, Taurus, Madrid, 2009, pp. 49-
124; 185-202; 477-560.
3
Así lo formuló de un modo claro en La razón fronteriza (1999), en los capítu-
los iniciales, en los que nos habla del dato original del comienzo, donde la ‘existencia’
es definida como exilio y éxodo. Resulta curioso que no se haya llamado la atención
sobre la coincidencia de este rasgo del pensar triasiano con otros pensadores contem-
poráneos, la mayoría de origen judío, que han insistido en esta condición de exilio del
pensamiento. Pensamos, más concretamente, en los pensadores de la Shoah (Levinás,
Derrida, etc.).
4
A mi parecer, dicho ‘inicio’ de la obra de Trías, como todo ‘inicio’, esconde
una dimensión anterior que hace que esa inauguratio pueda tener lugar. Las grandes
referencias que pueden explicar ese inicio, ese interés en la idea de límite, son dos: la
primera, su tesis de licenciatura sobre Platón, que le puso en contacto con los movi-
mientos sincréticos de los primeros siglos, incluidos gnosticismo, neoplatonismo y
plotinismo. La segunda, mucho más oscura y de difícil datación y documentación, tie-
ne que ver con la impronta en Eugenio Trías del magisterio del profesor Leonardo Polo
en sus primeros años de aprendizaje en la Universidad de Navarra. En sus memorias
Trías afirma: “Yo sólo he tenido un verdadero maestro. Con él estuve únicamente un
año y apenas tuve un contacto personal. Seguí un curso de Historia de Filosofía en
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Pamplona que me marcó para siempre, y asistía a todas las charlas y conversaciones
en las que ese hombre singular participaba. …. Por cierto, se llamaba Polo, Leonardo
Polo.” [El árbol de la vida, Destino, Barcelona, 2003, p. 219]. Como él mismo advier-
te, puede que ese recuerdo no sea más que la rememoración de un joven Trías en su
acercamiento a su vocación filosófica, y no pasaría de lo meramente anecdótico si no
fuera porque en esos años Leonardo Polo estaba exponiendo el corazón de su propues-
ta filosófica basada en un extraño ideal-realismo que quería corregir el tomismo clási-
co mediante un acceso al ser por vía epistemológica, o sea, en la línea del viejo
Schelling, por el intento de acceder desde un límite trascendental al ser en sentido onto-
lógico. Aunque sus posiciones son, en muchos aspectos, realmente opuestas a las de
Trías, queda pendiente un estudio en profundidad que analice las verdaderas implica-
ciones de aquellas reflexiones en torno al límite mental de la filosofía poliana en la
obra de Trías. El profesor Polo falleció un día antes que E. Trías a la edad de 87 años
[L. Polo, El acceso al ser, 3 vols., EUNSA, Navarra, 2004].
5
Recientes estudios de la obra de E. Trías han puesto de manifiesto la impor-
tancia de la dimensión pasional en esta primera fase de su obra: véanse, Crescenciano
Grave Tirado, La existencia y sus sombras. Teoría de las pasiones del logos, Edicio-
nes sin nombre, México, 2012; D. Los Santos, El sujeto pasional como punto de par-
tida de la reflexión filosófica en la filosofía del límite de Eugenio Trías, País Vasco,
2013; María del Pilar Gómez Gómez, Ontología de la pasión, UNAM, México, 1982.
6
Ya en nuestro estudio sobre la obra de Eugenio Trías pusimos de manifiesto el
papel de lo matricial, escondido ya en el inicio de su obra, en referencia a la base pa-
sional del sujeto fronterizo [F. Pérez-Borbujo, La otra orilla de la belleza, Herder,
Barcelona, 2005, pp.53-74].
7
El diálogo de Trías con el psicoanálisis ha sido muy largo y fecundo. De un
modo particular, con la obra de Freud, pero también con Lacan. Un botón de muestra
lo tenemos en el diálogo que mantuvo con Jorge Alemán y Sergio Larreta, en su se-
minario de Madrid, y que se plasmó en una pequeña obra: J. Alemán/S. Larreta, Filo-
sofía del límite e inconsciente. Conversación con E. Trías, Síntesis, Madrid, 2004.
8
F. Pérez-Borbujo, op. cit., pp. 33-52; F. Pérez-Borbujo, Veredas del espíritu.
De Hume a Freud, Herder, Barcelona, 2007, pp. 9-22.
9
El último pensamiento de Trías, a partir de su libro La edad del espíritu, ha si-
do clasificado despectivamente como ‘gnóstico’. Dicha percepción es adecuada, si no
se olvida la importancia de la gnosis en las primeras centurias de la era cristiana, don-
de el concepto de límite (horós) adquiere todo su sentido productivo y creador, meta-
físico. Los futuros investigadores de la obra triasiana tendrán la difícil tarea de
investigar las relaciones de la filosofía del límite con el pensamiento gnóstico, presen-
tes ya desde el inicio, en una fase anterior a la aparición de su obra La filosofía y su
sombra, como ponen de manifiesto diversos artículos de su autor, y que servirán para
matizar el papel del estructuralismo francés como supuesta cuna de su pensamiento.
10
Así lo explica el propio autor en una entrevista publicada en un volumen con-
junto sobre su obra [A. Sánchez Pascual/J. A. Rodríguez Tous, El límite, el símbolo y
las sombras. Conversaciones con E. Trías, Destino, Barcelona, 2003, pp. 42-43].
11
Patxi Lanceros ha reivindicado la importancia de esta obra en el marco de la
gestación y la fundación de la filosofía del límite. Véase P. Lanceros, “La aventura del
emisario. Del principio de la experiencia al principio de la ciencia”, en A. Sánchez
Eugenio Trías (1942-2013). La filosofía del límite 245
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ficas deben incluirse dentro del texto escribiendo en- number(s): “[Williams (1978), pp. 123-34].” Notes
tre corchetes, a continuación de la cita, el apellido should appear at the end of the article, preceded by
del autor, seguido de la fecha de publicación de la the heading “Notes.” Next, there should appear
obra encerrada entre paréntesis, y el número de la(s) an alphabetically-ordered list of the references
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(1978), pp. 123-34]». En todo caso, las notas debe- heading “References.” For articles in a journal, the
rán aparecer al final del texto del artículo, precedidas model is as follows: “Putnam, H. (1973), ‘Meaning
del encabezamiento «Notas». A continuación, y and Reference’, Journal of Philosophy, vol. lxx, pp.
precedidas del encabezamiento «Referencias bi- 699-711.” In a volume of collected articles, the
bliográficas» se enumerarán, por orden alfabé- model is as follows: “Burge, T. (1986), ‘Cartesian
tico, las obras citadas en el cuerpo del artículo. En Error and the Objectivity of Perception’, in Pettit,
el caso de artículos de revista se seguirá el modelo: P. and McDowell, J. (eds.), Subject, Thought and
«Putnam, H. (1973), ‘Meaning and Reference’, Jo- Context, Oxford, Clarendon Press, pp. 117-36.” For
urnal of Philosophy, vol. lxx, pp. 699-711». En el books, the model is as follows: “Ryle, G. (1949),
caso de artículos recogidos en un volumen colecti- The Concept of Mind, New York, Barnes and Noble.”
vo el modelo será: «Burge, T. (1986), ‘Cartesian
Error and the Objectivity of Perception’, en Petit, P. teorema is a peer-reviewed journal. The review
and McDowell, J. (eds.), Subject, Thought, and Con- process takes a maximum of six months. All
text, Oxford, Clarendon Press, pp. 117-36». En contributions should be submitted to: Dr. A.
el caso de libros se seguirá el modelo: «Ryle, G. García-Rodríguez. E-Mail: agarcia@um.es
(1949), The Concept of Mind, Nueva York, Barnes
and Noble».
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The Language of Publication of “Analytic” Philosophy
DIANA I. PÉREZ
The Will to Communicate
MARCO RUFFINO
Some Remarks about Gonzalo Rodriguez-Pereyra’s Advice
on the Language of Philosophy
GUILLERMO HURTADO
Filosofía analítica en lengua vernácula
Notas bibliográficas
ALBERTO MORETTI, Interpretar y referir: ejercicios de análisis filosófico
[Eleonora Orlando]