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PRESENTACION

NOMBRE Y APELLIDO
Ruth Estefany Valdez Tejada Universidad Católica
de Santo Domingo

MATRICULA
Escuela de Ciencias
2018-2064 Políticas y Jurídicas

ASIGNATURA
Doctrina Social de la Iglesia I

MAESTRO
Carmenza Tangarife

FECHA
07 de agosto de 2019

TEMA
Trabajo Final Guía 3
Doctrina Social de la Iglesia (DSI)
Guía No. 3 “Las Obras de Misericordia”
Instituto Nacional de Pastoral

1. Qué tiene que suceder para que el corazón se abra a la misericordia?


(págs. 11-12)

Sintonicemonos en un mismo sentir con respecto a la misericordia. Esta


palabra se ve a lo largo de la Biblia y en particular en el Antiguo
Testamento se usan varias expresiones que entre ellas se destacan dos: el
término rahám, que indica el amor de la madre que es bondad, ternura,
paciencia, comprensión y disposición para perdonar. En su aspecto plural,
rachaim significa ‘‘entrañas’’, y está vinculado al aspecto de rechem
‘’seno materno’’. El otro concepto utilizado es hésed, que puede ser
traducido por ‘’bondad’’, ‘’amor’’ y ‘’gracia’’. Ya en la lengua latina está
vinculado con tener un corazón solidario con aquellos que tienen
necesidad.

Cuando hablamos de tener misericordia es muy fácil aplicarlo en un


contexto donde estemos cómodos es decir en nuestro círculo familiar y de
amigos ya que no se puede ser misericordioso con todas las personas que
uno no conoce ó por simplemente me siento bien tratando con
misericordia dentro de mi contexto. Si alguien de mi circulo necesita de
algo de mi sabemos y confiamos que aquella lo estimará y dará su valor.
Al fin, es amigo/a mio. Pero el Señor nos ha mandado a amar nuestro
prójimo y la misericordia no debe quedarse corta en este punto. Para
cumplir el mandato que se nos ha entregado, de ser testigo de la bondad y
su amor, tenemos que mirar ante la misma esencia del amor que es
nuestro Padre. El ejemplo vibrante de misericordia del Dios Padre a lo
largo de la Biblia debe cautivar nuestros sentidos y a la vez es el incentivo
principal para reproducir esa misericordia hacia mi prójimo. Si vivo en la
constante verdad de que el me ha salvado y me ha mostrado su bondad
aun siendo yo alguien que no quería seguir sus pasos y que en absoluto no
estaba interesado en él, la réplica de su bondad será tan fácil tanto así
como copiáramos de las personas que tanto admiramos.
Vivir bajo el principio de su misericordia y reproduciéndola a otros es un
trabajo que se realiza conjunto al mismo Espíritu que Él ha puesto en
nosotros. Es bajo su guianza que uno entiende que hay personas que
realmente tienen en primer lugar una necesidad tan grande del Señor y
que por otro lado necesidad de lo suficiente para vivir y subsistir. Es el
Espíritu Santo que debe abrir nuestros corazones cada vez más para mirar
a las personas bajo el lente del amor infinito del Padre y es el mismo que
nos impulsa a materializarlo.

2. Cómo podemos discernir donde termina la dignidad en nuestro vestir


y dónde comienza la vanidad? (págs. 36-38)

Al momento de hablar de vestimenta y cuando empieza la vanidad


entendamos vanidad como arrogancia, presunción ó envanecimiento
según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE). Tener
interés por vestir bien no es una indicación del punto malo. Tenemos
creencias de que hay que vestir bien de acuerdo a nuestros gustos y
preferencias y si tenemos las oportunidades para hacerlo pues perfecto.
Ahora hay que tener cuidado por las motivaciones por la cual nos
vestimos porque es allí donde comienza la vanidad. Cuando comenzamos
a considerarnos más del concepto que tenemos que tener nosotros, con
respecto a este tema y a muchos, estamos dando lugar a la vanidad. Es
más interesante cuando entendemos que la vanidad a la que se refiere la
Biblia en muchos casos está asociada al hecho que tengamos ídolos y su
respectiva adoración y esto no está muy alejado de la verdad que vivimos.
Al considerar que la ‘’belleza’’ ó el ‘’prestigio’’ está determinado por la
ropa cara que la persona posea se está tirando al suelo la belleza y sobre
todo el valor que tienen las personas por el simple hecho de que son seres
creados a la imagen y semejanza de su creador. Se está adorando a un dios
que nos dice que la ropa que porto ó que debo portar me da valor y
dignidad. Nuestro valor se encuentra única y exclusivamente en Dios
quién nos ha creado conforme a su imagen y es por esto último que
nuestro valor trasciende más allá de lo que podamos imaginar.

3. Nombra nuevas formas de cautiverio en nuestra sociedad dominicana


(págs. 46-48)

La principal forma de cautiverio que se presenta en el texto leído es la que


está vinculada con la cárcel. No obstante, existen otras formas de
cautiverio que están presentes en muchas personas el día de hoy. El
cautiverio de la riqueza y su afán por conseguirla hace que personas
literalmente se priven del derecho de vivir y hasta dejar vivir a los otros.
Mientras mostremos un interés muy particular por conseguir riquezas el
propio deseo nos va cohibiendo de vivir el presente y detenernos a darnos
cuenta cuánto el Señor nos ha bendecido con lo que tenemos en riqueza
familiar, riqueza cultural, y hasta en riqueza económica. Con este afán
puede que hasta hagamos más difícil la existencia de otras personas
puesto que debemos tener un ‘’enfoque’’ a las cosas que queremos no
importando los costos que asumamos que se pueden traducir en costos
humanos. El cautiverio de los trabajos que se realizan se relaciona en esta
última cautividad ya que a costa de preservar el futuro sacrificamos
libertad presente. Por otro lado, la cautividad de la esperanza al
considerar el rumbo del país, los hechos que están sucediendo y que
nublan un progreso colectivo. Existen muchas personas que han perdido
la fe en la República Dominicana tanto el aspecto político dígase por los
casos de corrupción y demás y el propiamente social ya que aquí no se
nos asegura una vida digna.

4. De cuáles cadenas queremos y necesitamos ser liberados? (págs. 46-


48)

Queremos ser libre de la presión de trabajar por un futuro que puede


tornarse incierto. Es verdad que nosotros construimos nuestro futuro por
las cosas que hacemos en el presente pero pueden darse situaciones que
uno no había planificado. Los planes cambian. En lo más dentro de
nosotros queremos tener la plena libertad de que nuestro futuro va a estar
asegurado rompiendo así las cadenas actuales y las que podrían venir en
un futuro.

Por otro lado, existen otras cadenas que nos nublan un mejor futuro para
nosotros mismos y los que vendrán luego dígase en áreas como la política,
la económica y lo social. Queremos vivir en un país donde confiemos
plenamente que los políticos están haciendo su trabajo y no están
poniendo sus intereses por sobre los nuestros. Queremos vivir en un país
donde estemos confiados para encontrar oportunidades de empleo con los
cuales podamos subsistir. Queremos vivir en un país donde no sintamos
temor al caminar por las calles por motivo a que un ladrón podría
quitarnos la vida. Necesitamos ser libres de esas cadenas que nublan
nuestro futuro y nuestras aspiraciones.
5. Elige una de las siete obras corporales y explica cómo puedes
practicarla. (págs. 17-55)

Dar de comer al hambriento

Cuando pensamos en esto no sé por qué nos situamos en países de África


ó el mismo Haití como referencias inmediatas para accionar a favor de
asegurar el alimento de muchas personas que no lo tienen. Pero dar comer
al hambriento es una acción tan práctica que de hecho puede comenzar
con las mismas personas que nos están rodeando en cualquiera de los
lugares que nos movamos. Por ejemplo el lugar donde vivimos y en
especial a los que como yo les ha tocado vivir en un barrio. Se le puede
dar parte de lo que uno come a aquellas personas que realmente están
necesitados, que no han comido nada en el día y que es incierto lo que
puedan conseguir adelante. Uno puede apartar parte de la comida que
Dios le ha dado a uno y destinarla por lo menos a una persona. Por los
valores que le han inculcado desde niña y sobre todo por la obra de Cristo
en ella, puedo mencionar a mi madre como una referencia sincera del
cumplimiento de esta obra. Ella acostumbra a preocuparse mucho por las
personas que viven alrededor de nosotros y les muestra la misericordia del
Señor con las acciones que hace. ¿Ya han comido ustedes muchachos? Es
una de las preguntas que frecuentemente se la hace a los niños y adultos
del lugar donde vivimos.
Sin olvidar de dar la comida espiritual ya que el mismo Jesús indicó que
no sólo de pan vive la humanidad. Hay una necesidad más profunda que
la relativa a comer y es la de conexión con nuestro Padre que como
cristianos estamos llamados a ser canales para satisfacerla.

6. Elige una de las siete obras espirituales y explica cómo puedes


practicarla. (págs. 58-87)

Me identifico mucho con esa obra de misericordia ya que las riquezas que
se obtienen acerca de los consejos, y su práctica, han sido de muy alto
valor. Por ello tengo una gran sensibilidad a aconsejar a aquellas personas
que me rodean. Las experiencias que uno pasa sirven de mucha ayuda
para animar, alentar, corregir o instruir a muchas personas que
probablemente estén pasando lo mismo. Puede ser hasta lo más mínimo
como el simple hecho de que alguien me abrió la puerta para entrar a un
lugar hasta las más complejas como ser sanado/a de determinada
enfermedad que gracias a Dios no me ha tocado tal. Es más interesante
ver que en esas cosas se puede apreciar un atributo del Señor y eso nos
conduce a reconocerlo inmediatamente.

Aconsejar con humildad y serenidad entendiendo que cualquier necesidad


o problema que esa persona esté pasando puede ser muy difícil y que mi
consejo no es una solución mágica que podría resolverlo de un dos por
tres. Todo toma su tiempo debajo del Sol y el hecho de que no se
responda inmediatamente al consejo no significa que no sirvió para nada.
Existen situaciones que se han construido por años consciente o
inconscientemente que requerirán así mismo años trabajarlas.

No todas las personas están aptas para dar consejos. Por esa razón es
importante ser cuidadoso al momento de elegir personas para
comunicarles nuestros problemas o necesidades porque en muchos casos
sucede que tratando de buscar remedio uno encuentra más problemas.
Hay que seguir a personas confiables, sabias y prudentes. Y en caso de no
tenerlas hay que cultivar amistades que guarden esas características.
Durante la secundaria hice muchos amigos de distintos tipos pero sólo con
uno yo desarrollé una amistad integral que hasta el sol de hoy nuestros
lazos están muy unidos. Aquella amistad fue una sincera y sabía porque
aparte de que éramos cristianos (y los somos aún) hubo en nosotros un
vehemente deseo de aprender uno del otro y entonces en ese ejercicio nos
comunicamos o aconsejamos.

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