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Contexto del canto a lo poeta (OA 5)

Con el fin de que los alumnos comprendan en qué contexto se manifiesta


tradicionalmente el canto a lo poeta, expresión fundamental de la poesía
popular en Chile, el profesor proyecta en el pizarrón “Pa cantar de un
improviso” de Violeta Parra. Lee con ellos el texto, aclarando los giros
populares y coloquiales utilizados en las décimas. A partir de las preguntas
planteadas a continuación, analiza el poema junto a los estudiantes, guiando
sus reflexiones y comentarios:
>> ¿Qué significa cantar improvisadamente?
>> Según el texto, ¿qué se necesita para poder “cantar de un improviso”?
>> ¿Quién es la hablante lírica? ¿Qué partes del texto te permiten identificar
cuál es su quehacer?
>> ¿Cuál es el “desafío” al que se enfrenta la hablante lírica? ¿Qué decide en
relación con este en la última estrofa?
>> En el contexto recreado en el poema, ¿a quiénes se dirige la voz?
>> ¿Qué versos, palabras o marcas textuales remiten a una situación oral y
musical?
Finalmente, el docente realiza una síntesis sobre la situación representada en
el poema, explicando que el canto a lo poeta es propio de la cultura campesina
del Valle Central del país y que consiste en composiciones en décimas, que son
recitadas o cantadas por sus cultores frente a los miembros de su comunidad.
También presenta a los estudiantes las principales temáticas abordadas en estos
textos, explicando en qué consisten el canto a lo humano y el canto a lo divino.
Biografía

Violeta Parra constituye un referente de la música popular chilena para el mundo. Su veta
artística se plasmó en numerosos matices: artista de radio, compositora y recopiladora folclórica,
artista plástica, poeta...

Amiga soy de la lluvia

porque es un arpa cantora

de alambres y de bordonas

que tuntunean con furia...

Violeta Parra

Violeta Parra constituye un referente de la música popular chilena para el mundo. Su veta
artística se plasmó en numerosos matices: artista de radio, compositora y recopiladora folclórica,
artista plástica, poeta. Su obra pudo llegar al público masivo gracias a la efectiva relación que tuvo
la artista con la industria musical, convirtiéndose así en un ejemplo de cómo la industria y el arte
pueden tener una relación armoniosa.

Hija de una familia tradicional del sur de Chile, Violeta vivió su infancia en distintas
localidades de la zona de Chillán, sector donde tuvo sus primeras experiencias artísticas.

Tempranamente se inició en el canto. Ello le permitió en forma precoz, a los 17 años, cantar
en distintos restaurantes acompañada de su hermana Hilda. Luego de su traslado a Santiago, en
aquel mismo ambiente, conoció al ferroviario Luis Cereceda, con quien contrajo matrimonio en
1938 y formó una familia. Su matrimonio terminó diez años después. La desilusión provocada por
este amor, marcó gran parte de la vida y obra de la artista.

Su existencia estuvo marcada por los constantes viajes, tanto dentro del país como hacia el
extranjero. Todas las experiencias obtenidas de este constante ir y venir, le otorgaron un notable
bagaje cultural y el conocimiento tanto de la realidad chilena, como del acontecer universal,
constituyéndose en una especie de testimonio de identidad desde Chile hacia el mundo.

Gran parte del movimiento musical chileno generado desde la década de 1950, tuvo en
Violeta Parra y su familia un punto de partida. Con estrechos lazos con el movimiento conocido
como Nueva Canción Chilena, Violeta reflejó también la evolución del canto popular a través de los
distintos espacios en que la artista tuvo que desenvolverse. Sus composiciones y recopilaciones,
además, fueron un punto de referencia para el posterior desarrollo de la música nacional,
transformándose en la principal figura de la historia de nuestro folclor.

Pero toda esa sensibilidad que plasmó en su obra, tuvo un triste desenlace en su vida. Su
intensidad hasta en las cosas más sencillas, sus fracasos amorosos y sus dificultades económicas,
generaron en ella una gran depresión que la condujo al suicidio el día 5 de febrero de 1967.

Su prematura desaparición, sin embargo, dio vida a una figura mítica, cuyas composiciones
continúan siendo recreadas tanto por músicos populares como doctos e inspirando las creaciones
de nuevas generaciones de artistas. La irreverencia de su discurso y su apasionada defensa de los
derechos de los sectores más postergados la han convertido en un referente para diversos
movimientos sociales y su vida ha inspirado varios libros biográficos e, incluso, una película, Violeta
se fue a los cielos (2011), de Andrés Wood.

Pa’ cantar de un improviso / Violeta Parra

Dessde “ Pa’ cantar de un improviso” hasta “que aprenda la del canario”.

Autobiografía en verso (fragmento) pa’ finalizar con gloria.

Pa’ cantar de un improviso Al hablar del estrumento

se requiere buen talento, diríjome al guitarrón,

memoria y entendimiento, con su alambre y su bordón

fuerza de gallo castizo. su sonoro es un portento.

Cual vendaval de granizos Cinc’ ordenanzas le cuento

han de florear los vocablos, tres de a cinco, dos de a tres,

se ha de asombrar hast’el diablo del clavijero a sus pies

con muchas bellas razones, l’entrasta’ura ‘legante,

como en las conversaciones cuatro diablitos cantantes

entre San Peiro y San Paulo. debe su caja tener.

También, señores oyentes, Y pa’ cantar a porfía

se necesita estrumento, habrá que ser toca’ora,

muchísimos elementos arrogante la cantora

y compañero ‘locuente; para seguir melodía,

ha de ser güen contendiente, galantizar alegría

conoce’or de l’historia; mientras dure’l contrapunto,

quisiera tener memoria formar un bello conjunto

pa’entablar un desafío, responder con gran destreza.

pero no me da el sentí’o Yo veo que mi cabeza


no es capaz par’ este asunto. miseria y padecimiento

me dan los versos qu’encuentro;

Por fin, señores amables, muy pobre está mi bolsillo

que me prestáis atención, y tengo cuatro chiquillos

me habéis hallado razón a quienes darl’ el sustento.

de hacerle quite a este sable;

mas no quiero que s’entable En ratitos que me quedan

contra mí algún comentario, entre campo y grabación,

pa’ cominillo en los diarios agarro mi guitarrón,

sobran muchos condimentos. o bien, mi cogot’e yegua;

No ha de faltarm’ el momento con ellos me siento en tregua

que aprenda la del canario. pa’ reposarme los nervios,

* ya que este mundo soberbio

Muda, triste y pensativa me ha destinado este oficio;

ayer me dejó mi hermano y malhaya el beneficio,

cuando me habló de un fulano como lo dice el proverbio.

muy famoso en poesía.

Fue grande sorpresa mía Igual que jardín de flores

cuando me dijo: Violeta, se ven los campos sembra’os,

ya que conocís la treta de versos tan delica’os

de la vers’á popular, que son perfeutos primores;

princípiame a relatar ellos cantan los dolores,

tus penurias “a lo pueta”. llenos de fe y esperanzas;

algotros piden mudanzas

Válgame Dios, Nicanor, de nuestros amargos males;

si tengo tanto trabajo, fatal entre los fatales

que ando de arriba p’abajo voy siguiendo estas andanzas.

desentierrando folklor.

No sabís cuánto dolor, Por fin, hermano sencillo,


que no comprendís mi caso; mi pensamiento nubla’o

no sabis que un solo lazo con tanta preocupación.

lacea un solo novillo.

Pica’o tengo el colmillo Recularé algunos años

de andar como el avestruz, y de lugar mudaré,

sin conseguir una luz, así les resaltaré

ni una sed de agua siquiera. sin “coilas” y sin engaños;

Mientras tanto, la bandera que se descarguen los daños

no dice ni chuz ni muz. en la pobre relatora,

* por no valerle hast’ahora

Pero, pensándolo bien, haberse amarra’o a Chile.

y haciendo juicio a mi hermano, Si el canto no le da miles,

tomé la pluma en la mano válgame Dios, la cantora.

y fui llenando el papel.

Luego vine a comprender Primero, pido licencia

que la escritura da calma pa’ “transportar” la guitarra;

a los tormentos del alma, después, digo que fue Parra

y en la mía que hay sobrantes; quien me donó l’existencia.

hoy cantaré lo bastante Si me falta l’elocuencia

pa’ dar el grito de alarma. para tejer el relato,

me pongo a pensar un rato

Empezaré del comienzo afirmando el “tuntuneo”,

sin perder ningún detalle, a ver si así deletreo

espero que no me falle con claridez mi relato.

lo que contarles yo pienso;

a lo mejor no convenzo Tenga calma la compaña

con mi pobr’ inspiración ya viene la despedí’a;

escas’ ando de razón, la poca sabiduría

mi seso está ‘polilla’o, mis ocurrencias empaña.


Siempre la suerte m’engaña En la ciudad de Chillán

por mucha ilusión que tenga; vivía en un caserón,

que la fuerza me sostenga dueño de una población

si el sacrificio es en vano, de gran popularidad.

y no me condene, hermano: Pa’ mayor autoridad

no hay mal que por bien no venga. manda sus hijo’ a l’escuela,

* y a petición de mi abuela

Aquí presento a mi abuelo, les enseña a solfear

señores, démen permiso, par’ un’ orquesta formar

él no era un ñato petizo, de arpa, violín y vihuela.

muy pronto van a saberlo;

en esos tiempos del duelo El día de San José,

versa’o fue en lo de leyes, nombre del dueño de casa,

hablaba lengua de reyes, s’hizo una fiesta grandaza

usó corbata de rosa, según lo supe después.

batelera elegantosa Había muerto una res,

y en su mesa pejerreyes. llegan noventa visitas

con flores y tarjetitas,

José Calixto su nombre, besan y abrazan al santo,

fue bastante respeta’o, lo avisan con harto canto,

amistoso y muy letra’o, valse, mazurca y cuadrilla.

su talento les asombre;

más le aumente su renombre Las damas con abanico,

al decir muy en breve, de fraque los caballeros,

no más entre marte’ y jueves perfumosos y altaneros,

procura mostrar su honor, como son siempre los ricos,

defendiendo el tricolor saltaban como unos quicos

el año setentainueve. cuando bajaron del coche

y armaron tremendo boche


los chiquillos copuchentos, gemelo de Juan Bautista;

hormigueando to’os mugrientos azules sus pupilitas,

entremedio ‘e los fantoches. dorada su cabellera,

* montado en su yegua overa

Mi abuelo por parte ‘e maire no hay niña que no lo mire,

era inquilino mayor, ni vieja que no suspire

capataz y cuidador por detrasito ‘e mi abuela.

poco menos que del aire;

el rico con su donaire, Cuenta mi madre afligida

lo tenía de obliga’o que mi abuelito Ricardo,

caballerizo monta’o, era un hermoso leopardo

de viñatero y rondín, pa’ batallar por la vida;

podador en el jardín fuera de noche o de día

y hortalicero forza’o. de aquí para allá galopa;

…………………………*

Todo esto, señores míos, en los inviernos terribles,

por un cuartito de tierra y en los veranos temibles

y una galleta más perra sudaba como as de copa.

que llevaba a sus críos;

algunos reales, ¡Dios mío!, Mi abuela a cargo ‘e la casa,

pa´alimentar quince humanos, amamantando sus críos,

sin mencionar los hermanos llevando el agua del río

que se apegaban al pial; pa’ preparar buena masa,

Don Ricardo Sandoval criando pollos de raza,

cristiano entre los cristianos. sacando miel en enero,

limpiando trigo en febrero

Al verlo a primera vista para venderlo en abril;

parece mi lindo abuelo y en mayo, ¡qué perejil

algún arcángel del cielo cosecha junto al estero!


Arpilleras

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