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Universidad El Bosque
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ISSN (Versión impresa): 0124-4620
COLOMBIA
2001
Jaime Escobar Triana
NIETZSCHE Y LA SALUD
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia, año/vol. 2,
número 4-5
Universidad El Bosque
Bogotá, Colombia
pp. 75-82
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia
Vol. 2 • Nos. 4 y 5 • 2001 • Págs. 75-82
Nietzsche y la Salud
Jaime Escobar Triana, M.D.*
E
l hombre: un ser enfermo: La medicina está estrechamente
vinculada con el conjunto de la cultura, puesto que toda
transformación en las concepciones médicas está condicio-
nada por los cambios en las ideas predominantes en cada época.
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El primer tratado: Lo dedica a encontrar el origen de “bueno y
malvado” y “bueno y malo”. Fueron los “buenos” quienes se
valoraron a sí mismos y a su actuar como buenos, o sea algo de
primer rango en contraposición a todo lo bajo, vulgar y plebeyo.
Con ese “Pathos de la distancia” crearon valores sin importarles
la utilidad; la especie superior dominadora era lo bueno; la especie
inferior era lo malo. Usa Nietzsche las etimologías para mostrar
cómo, noble, o aristócrata equivalía a bueno, y lo vulgar o plebeyo
a malo. Los poderosos, los señores, los que mandaban se llamaban
los ricos, los propietarios, los veraces o nobles. Tenían derecho a
dar nombres, y así, “bueno” no está ligado en su origen a acciones
“no egoístas” como posteriormente se impuso a la conciencia
humana hasta llegar a considerar que “moral” “no egoísta”,
“desinterés” son conceptos equivalentes que dominaron la socie-
dad como una enfermedad mental.
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amado de Dios) y han mantenido esa inversión: los miserables
son los buenos; los pobres, los impotentes, los bajos, los enfermos
son los únicos buenos, así comienza en la moral esa rebelión de
los esclavos, que resultó vencedora y ya es bimilenaria y que por
lo larga nosotros ya hemos perdido de vista.
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Los romanos eran los fuertes y los nobles; los judíos eran en cambio
el pueblo sacerdotal del resentimiento; Roma sucumbió; el Renaci-
miento fue un renacimiento del ideal clásico que sucumbió con la
reforma protestante, es decir, judea venció otra vez como también
luego con la revolución francesa.
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Esa memoria se hizo con sangre, fuego y martirios pues solo lo
que no deja de doler permanece en la memoria. El más duro pasa-
do surge en nosotros cuando nos ponemos serios: prometer,
empeñar la palabra. Así, la letra con sangre entra...
La justicia nace aquí: todo puede ser pagado; toda cosa tiene su
precio y el hombre es animal tasador en sí.
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La adaptación interna apropiada a circunstancias externas desco-
noce la voluntad de poder, esencia de la vida.
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Todo nuestro ser moderno en cuanto no es debilidad se presenta
como Hibris: toda nuestra actividad respecto a la naturaleza,
nuestra violentación de la misma con la ayuda de las máquinas...
“con nosotros hacemos experimentos que no haríamos con ningún
animal; nos sajamos el alma en carne viva: qué nos importa ya a
nosotros la “Salud” del alma”.
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la mujer enferma: cómo utiliza de bien el chantaje, el complejo de
culpa y la manipulación.
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