Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Apuntes para Una Sociologia Del Vestir PDF
Apuntes para Una Sociologia Del Vestir PDF
UNA SOCIOLOGÍA
DEL VESTIR
Analía Faccia
Colaboración:
Laura Zambrini y Equipo*
secretaría de extensión
Arq. Norberto D´Andrea
coordinación general
dg. María Paula Salzman
Apuntes de Cátedra
Compilado por Paula Salzman
– 1a. ed.– Buenos Aires:
Universidad de Buenos Aires, 2012.
284 p.: il; 20 x 29,7 cm.
isbn: 978-950-29-1273-8
2
zambrini-sociología-diyt-fadu
Autoridades
autoridades de la fadu
Suplentes
arq, Nicolás Macario Escobari
arq. Hugo Lucas Gilardi
arq. Ileana Versace
arq. Jorge Sorhanet
claustro de estudiantes
Titulares
srta. María Luisa Lescano
srta. Daniela San Millán
srta. Maia Bernztein
srta. Luján Galiana
Suplentes
srta. Sofía Rocha
srta. Silvana Giménez García
srta. María Eva Milito
srta. Agostina Marchesini
3
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
4
zambrini-sociología-diyt-fadu
Índice
Introducción 7
1. Herramientas sociológicas 9
1.1. El origen de la sociología 11
1.2. Teoría Sociológica 11
1.2.1. El paradigma funcionalista 13
1.2.2 .La sociología del conflicto 16
1.2.3. El paradigma de la acción 16
5
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
7. Bibliografía consultada 67
6
zambrini-sociología-diyt-fadu
Introducción
7
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
8
zambrini-sociología-diyt-fadu
Capítulo 1
Las experiencias sociales de los sujetos dependen ampliamente del tipo de so-
ciedad en el que éstos nacen y desarrollan sus vidas. Si bien cada individuo toma
cotidianamente decisiones que atañen a sus vidas particulares, lo cierto es que lo
hacen en el contexto general de aquello a lo que se denomina sociedad, contexto
social que orienta y limita las acciones y decisiones humanas. Por ello, la sociología
es la disciplina que se encarga de estudiar, mediante una metodología rigurosa, sis-
temática y científica, el modo en que funciona cada sociedad, esbozando sus carac-
terísticas principales y prediciendo el tipo de decisiones y acciones a desarrollar por
los sujetos en el contexto de un determinado lugar y momento histórico (Macionis y
Plummer, 1999).
En términos de Peter Berger (1963), la sociología desarrolla una perspectiva de
análisis que consiste en ver lo general en lo particular, analizando la categoría a la que
pertenecen las personas, dado que ella motiva determinados tipos de experiencias de
vida. Por ejemplo, la posición ocupada en la escala social o el género -si se es varón o
mujer- constituyen categorías que influyen en el modo de vida de las personas.
Entonces, la adopción de una perspectiva sociológica de análisis de la realidad
implica la desnaturalización de los fenómenos sociales, el cuestionamiento de aque-
llas ideas que se dan por supuestas, para dar cuenta de las pautas y procesos so-
ciales que afectan el contenido de la vida de las personas y las diversas formas de
organización social existentes.
Figura 1: Fragmento de la historieta Mafalda, de Quino. El género como construcción social. Recuperado el
02/01/2012, de http//: www.sociologicahumanitatis.wolrdpress.com/2009/10/11/lasinquietudes-sociologicas-de-
mafalda.
9
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
Al respecto, Vincent Marqués (1983) señala que las personas realizan distintas
actividades como comer, beber o dormir; tienen la capacidad de sentir y dar placer.
Necesitan afecto y valoración por parte de los otros, al tiempo que pueden trabajar,
pensar y acumular conocimientos; pero el modo en que se realicen estas actividades
depende de las circunstancias sociales en que los sujetos hayan sido socializados.
Porque la sociedad en la que las personas viven marca, no sólo, un grado concreto de
satisfacción de las necesidades sino también una forma de sentir esas necesidades y
de canalizar los deseos.
Figura 2: Boda en Afganistan. Fotografía de Lynsey Addario para Nacional Geographic 2011.
Por su parte, Wright Mills (1959) sostiene que la sociología provee al analista social
de herramientas de análisis de la realidad que le permiten comprender la estrecha
relación entre lo individual y lo social, entre la biografía y la historia. Dicha herramien-
ta constituye una cualidad mental a la que Mills denomina imaginación sociológica,
que se traduce en una disposición del pensamiento capaz de captar el modo en que
muchos de los problemas que afectan la vida particular de los individuos tienen, en
realidad, un origen social e histórico. En otras palabras, la imaginación sociológica
permite la construcción de explicaciones de orden supra-individual o sociológico a
situaciones particulares. Por ejemplo, permite comprender el significado de las diver-
sas formas que adoptan diversas prácticas sociales tales como las bodas, funerales,
modos de vestir, entre otros, según el contexto social y cultural.
Por otro lado, el pensamiento sociológico puede también promover el cambio so-
cial, dado que cuanto más se aprende sobre el funcionamiento de las sociedades, más
herramientas tienen sus integrantes para modificar aquellos aspectos que menos les
10
zambrini-sociología-diyt-fadu
a. Permite poner en cuestión los valores, las normas, las definiciones de las cosas y
la forma de hacerlas, logrando poder evaluar qué hay de beneficioso o perjudicial,
de cierto o erróneo en esas normas o valores.
b. Permite conocer las oportunidades y obstáculos que los sujetos pueden encontrar
en el transcurso de sus vidas cotidianas; las reglas que operan en cada sociedad
y el modo en que se aplican.
c. Posibilita a los sujetos convertirse en miembros activos de la sociedad.
d. Ayuda a reconocer las diferencias que existen entre diversas sociedades, a reconocer
el sufrimiento humano y a afrontar el reto de vivir en un mundo complejo y plural.
Figura 3: Fiesta nupcial en Yemen. Fotografía: Lynsey Addario para National Geographic. Junio de 2011. Recuperado
el 02/01/2012 de http://www.nationalgeographic.com.es/2011/06/01/xxxxesposas.html
11
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
Figura 4: Fábrica de boinas de Antonio Elósegui Lizargárate en Tolosa. Máquina de seis telares con producción
de 180 boinas por día. Finales del siglo XIX (Archivo Museo S. Telmo). Recuperado el 02/01/2012 de http// http://
www.euskomedia.org/galeria/A_15030
12
zambrini-sociología-diyt-fadu
Una teoría es un enunciado que explica cómo y por qué ocurren determinados
fenómenos y hechos que se relacionan entre sí. Esta tarea, es decir, la producción de
teorías que permitan describir, explicar y predecir fenómenos de la realidad, es una
de las funciones principales de la sociología, que se realiza a partir de la adhesión del
analista social a un paradigma o concepción de la sociedad que guía la investigación y
señala los temas a estudiar, y el modo en que se ha de reflexionar sobre los mismos.
En cuanto a los principales paradigmas sociológicos, estos son: el funcionalismo, la
sociología del conflicto y la teoría de la acción.
13
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
Más allá de los valiosos aportes de cada uno de estos pensadores, cabe destacar
el pensamiento de Emile Durkheim, dado que a partir de él la sociedad comenzó a
ser estudiada en términos estrictamente científicos, es decir, mediante una meto-
dología basada en la descripción empírica y el análisis riguroso de la sociedad, para
entenderla y entonces, explicar sus formas y funcionamientos. Según Durkheim, la
sociología es la ciencia que se encarga de estudiar los hechos sociales, es decir, los
modos de pensar, actuar y sentir de las personas que se expresan colectivamente y
que son independientes de las manifestaciones individuales. Estos fenómenos se le
imponen al individuo ejerciendo un poder imperativo y coercitivo sobre el mismo, que
se manifiesta al extremo cuando el sujeto obtiene una sanción social, pena o castigo
al resistirse a las reglas y normas que emanan del hecho social. Por ejemplo, las re-
glas inherentes a las prácticas del vestir (la moda, por ejemplo) constituyen un hecho
social pero ¿porqué?
Porque si los sujetos no respetan las reglas socialmente establecidas al momento
de vestirse y presentar su cuerpo en el espacio público, puede generarse una sanción
social que podría traducirse en actos concretos de burlas y/o discriminación o seña-
lamiento de las diferencias.
La mayoría de los hechos sociales se transmiten al individuo mediante la educa-
ción y el proceso de socialización, que se constituyen en un esfuerzo por imponer a los
niños y niñas determinados modos de ver, de sentir y de actuar a los que no habrían
llegado espontáneamente. En otras palabras, la sociedad, principalmente a través de
padres, madres, familiares, amigos, docentes, obliga a los sujetos desde pequeños a
comer y beber de determinada forma, a dormir en determinados horarios, a respetar
ciertas normas de limpieza, y con el tiempo esta imposición deja de sentirse porque
origina hábitos de costumbre, induciendo a los seres sociales a asimilar los “hechos
sociales” y a naturalizarlos (es decir, a vivirlos como actos naturales cuando en verdad
fueron creados por la sociedad en la que viven). Claros ejemplos de hechos sociales se
encuentran en el modo de organizar el espacio que habitamos (casa, espacio público,
etc.), el idioma que hablamos, las maneras de cocinar nuestros alimentos, los modos
de vestir, entre otros.
14
zambrini-sociología-diyt-fadu
Figura 7: Zona residencial en Las Vegas, EEUU. Fotografía de Yann Arthus-Bertrand para National Geographic.
Diciembre de 2010. Recuperado el 13/02/2012 de http// www.nationalgeographic.com.es/2010/12/31/zona_resi-
dencial_las_vegas_estados_unidos.html
15
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
16
zambrini-sociología-diyt-fadu
el poder explicativo de las ideas -especialmente los valores y creencias-, es decir, los
modos de pensamiento que delinean los rasgos fundamentales de las sociedades.
Dentro de esta tradición sociológica de enfoque microsocial, también está el In-
teraccionismo Simbólico, una corriente teórica desarrollada a partir de la obra del fi-
lósofo norteamericano George Herbert Mead, quien se centró en explicar cómo las
personas van construyendo su propia identidad a través de sus experiencias sociales,
es decir, de sus interacciones con otras personas. Desde esta perspectiva, una socie-
dad es producto de las interacciones cotidianas de las personas, que van dotando de
significado y sentido al mundo que les rodea.
En conclusión, si bien las estructuras sociales -como las clases sociales, las fa-
milias o las instituciones en general- son importantes, ya que las personas nacen en
sociedades que no han sido construidas ni delineadas por ellas mismas, transitando
estructuras sobre las que tienen escaso control y que influyen sobre sus modos de
vida; no debe perderse de vista que la sociedad consiste en individuos que interactúan
entre sí permanentemente, siendo el tipo de interacción establecida un factor gene-
rador de los cambios sociales. Por ello, los enfoques microsociales también permiten
comprender cómo los individuos van recreando -todo el tiempo- su identidad y la so-
ciedad en la que viven a través de infinidad de interacciones producidas en diversos
contextos. Esta perspectiva pone el acento en entender la vida social a partir de una
concepción dinámica, abierta y contingente tanto de los sujetos como de la sociedad.
17
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
18
zambrini-sociología-diyt-fadu
Capítulo 2
19
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
Como señala Joanne Entwistle (2002), la ropa y los adornos son uno de los medios
a través de los cuales los cuerpos se vuelven sociales y adquieren sentido e identidad.
Las prácticas vestimentarias preparan el cuerpo para el mundo social, tornándolo
apropiado y respetable. Incluso el cuerpo desnudo se somete a convenciones sociales
y sistemas de representación específicos que representan las modas dominantes de
cada momento histórico, de modo que el desnudo nunca está desnudo, sino ‘vestido’
por las convenciones contemporáneas del vestir y el imaginario social de la época.
Además, las prendas se vinculan con la expresión de la identidad, dado que encarnan
una actividad y se integran a las relaciones sociales. Por ello, el hecho social de vestir
el cuerpo constituye una “práctica corporal contextuada” porque permite comprender
el tipo de relación entre el cuerpo, la indumentaria y la cultura en un determinado
contexto social y momento histórico. Por lo tanto, es necesario estudiar el modo en
que las estructuras sociales influyen sobre los cuerpos a la hora de vestirlos, es decir,
las restricciones y limitaciones históricas y sociales, dado que el cuerpo vestido es
producto y expresión del contexto social.
Figura 13: Mujeres de la civilización incaica en Perú. Fotografía de Robert Clark. Abril de 2011. Recuperado el
05 de febrero de 2012, de http://www.nationalgeographic.com.es/2011/03/31/pasado_presente_civilizacion_in-
caica.html
20
zambrini-sociología-diyt-fadu
Todas las personas “visten” sus cuerpos, ya sea con indumentaria, prendas, ta-
tuajes u otras formas decorativas. Sin embargo, no deben confundirse las prácticas
vestimentarias con el fenómeno de la moda, dado que los seres humanos siempre han
tendido a cubrir su cuerpo como modo de protección. No obstante, han comenzado
a hacerlo según las reglas impuestas por la moda tardíamente, precisamente hacia
fines del siglo XIV.
Pero… ¿qué es entonces la moda? En particular, la moda es un fenómeno social
que se caracteriza por el cambio periódico de la indumentaria, y cuya finalidad es la
integración estética y social de los individuos. Si bien, los trajes usados por los pue-
blos que vivieron antes de la llegada de la era moderna tenían sus propias caracte-
rísticas, reglas y convenciones según el tipo de sociedad al que pertenecían, éstos no
cambiaban drásticamente a través del tiempo, es decir, sus vestimentas perduraban
de modo estable y no cambiaban de manera periódica. Por ejemplo, al respecto se
puede pensar en la indumentaria vestida por las civilizaciones antiguas, como los
trajes usados por la civilización griega, egipcia o romana, basados en la túnica como
prototipo vestimentario principal.
Todas las prácticas del vestir, incluso aquellas que se realizan según la lógica de
la moda, se caracterizan por señalar la jerarquía y el nivel de poder acumulado por los
sujetos en una determinada estructura social. Si bien, inicialmente las inclemencias
climáticas motivaron a los varones y mujeres a vestirse, más tarde el traje ha adquirido
un carácter mágico-ritual, y ha servido para indicar el lugar social ocupado. En otras
palabras, a medida que las sociedades fueron organizándose en civilizaciones más
complejas, la indumentaria dejó de lado aspectos funcionales para pasar a simbolizar
el nivel de poder acumulado de los sujetos en la sociedad, adquiriendo entonces una
evidente dimensión social (Riviere, 1994). Sin embargo, en las sociedades previas a la
modernidad aún no se hablaba de moda. Ésta, en cuanto sistema de vestir basado en
el cambio continuo, sólo se manifestó hacia fines del siglo XIV (y se consolidó en el si-
glo XVIII), cuando el desarrollo tecnológico habilitó la variación de textiles y tipologías
vestimentarias. Además, las condiciones que permitieron el desarrollo de la moda
se vincularon con la conformación del contexto de los valores del Renacimiento (en
tanto exaltación del cuerpo) y al desarrollo de las sociedades cortesanas medievales
europeas; a la expansión mundial del comercio, la consolidación de nuevas grupos
sociales, la incipiente posibilidad de movilidad social de los sujetos, el desarrollo y
crecimiento de las ciudades y la vida urbana (Entwistle, 2002). En este nuevo contexto
social, que abandonaba paulatinamente el sistema feudal e inauguraba tímidamente
el sistema capitalista, la variación de prendas era aprovechada por las elites para ma-
nifestar, mediante el cambio vestimentario, su estatus y su poder.
21
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
Figura 14: Evolución histórica del traje y la moda. Fuente: elaboración propia.
22
zambrini-sociología-diyt-fadu
23
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
Desde el inicio del siglo XIX, el traje expresó la conformación de una estructura so-
cial diferente en la que la clase burguesa logró imponer sus propias reglas del juego
y dominar el ámbito de la moda imprimiéndole valores diferentes. En esta etapa, a la
que Riviere denomina Etapa Burguesa, en un contexto de mayor productividad textil y
entonces, de necesidad de captación de nuevos mercados, la moda se transformó en
un gran negocio, por lo que la burguesía acabó con las leyes suntuarias, e instauró la
capacidad económica de los individuos como la variable determinante para el acceso
a la moda. Aunque la burguesía haya impulsado cierta democratización de la moda,
no renunció al poder distintivo de la misma. Por ello, durante este período creó una
nueva institución de moda: la Alta Costura, cuyo mayor esplendor se manifestó duran-
te la Belle Epoque, en los primeros años del siglo XX. Así, la moda burguesa se tornó
cada vez más complicada, inaccesible y elitista, por lo que reincorporó como prendas
distintivas a la crinolina y el corsé.
Por otro lado, durante esta etapa el centro de la moda femenina siguió estando
en París, pero Londres se convirtió en el nuevo epicentro de la moda masculina, dado
que los británicos se destacaron por la creación de nuevas técnicas textiles industria-
les que permitieron la diversificación de tejidos. Por ello, en sintonía con los ritmos
industriales, la burguesía instauró el cambio periódico de indumentaria mediante la
aparición de las denominadas temporadas: otoño-invierno y primavera-verano, per-
mitiéndole al negocio de la moda la comercialización de todos los tejidos producidos
por la industria textil.
Por otro lado, en este contexto se consolidó la industria de la confección y empe-
zaron a producirse las primeras prendas en serie, limitando la confección artesanal
sólo para las prendas de Alta Costura. Así, ante la expansión textil de finales del siglo
XIX, surgieron los grandes almacenes y se originó una incipiente prensa destinada a la
difusión de moda, sentando las bases para la democratización de la misma.
A mediados del siglo XIX la vestimenta incrementó la división entre los imaginarios
femeninos y masculinos. Como vimos, Occidente, en ese momento histórico, recreó
a través de la moda dos patrones en las formas de vestir que resultaron ser binarios
y excluyentes entre sí: uno para los varones y otro para las mujeres. Ambos patrones
simbolizaban valores opuestos, por un lado la ropa femenina debía denotar el sentido
de la seducción de las mujeres; y por otro lado, dicho sentido tenía que estar ausen-
te en los atuendos masculinos. Los trajes femeninos se tornaron más complejos en
cuanto a sus confecciones, las telas y los bordados utilizados. En cambio, los trajes
masculinos sufrieron el proceso inverso debido a la simplificación de los modelos
que los despojó de casi todo elemento decorativo. Como ya se dijo, esta etapa es de-
nominada “la gran renuncia del siglo XIX”, porque los valores del puritanismo de la
etapa victoriana y los cambios producidos por la revolución industrial transformaron
los comportamientos sociales y las relaciones cotidianas.
Desde el Renacimiento hasta mediados del siglo XIX, la historia de la moda evi-
dencia que tantos varones como mujeres, solían vestirse de manera extravagante y
lúdica. Hemos visto que los nobles y burgueses compitieron por el poder a través
de las ropas hasta alrededor de la década de 1830, luego los valores puritanos y los
24
zambrini-sociología-diyt-fadu
Figura 17: Pintura de Eugenio Álvarez Dumont: La Rambla Lasalle en 1912. Recuperado el 07/02/2012 de
http://www.imagenesmardelplata.com.ar/Belle%20Epoque.htm
25
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
26
zambrini-sociología-diyt-fadu
27
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
Figura 20: Viñeta de 1913 de la antigua revista Life sobre los dictados de la moda. Recuperado el 05/01/2012 de
http://modosymedidas.blogspot.com.ar/2008/06/moda-desambiguacin.html
28
zambrini-sociología-diyt-fadu
Figura 21 y 22. Diseños de Mary Quant. Año 1965. Recuperado el 03/02/2012 de http://www.fashionencyclope-
dia.com/Pi-Ro/Quant-Mary.html
Desde los años ´60 se evidencia un nuevo fenómeno en el campo de la moda: las
grandes firmas de indumentaria devienen en marcas prestigiosas al tiempo que la
Alta Costura se transforma ante la aparición de una nueva institución: el Pret à Por-
ter. De este modo, se inicia un proceso de desarticulación del sistema de la moda que
aún continúa en la actualidad. Como advierte Gilles Lipovetsky (1990), durante las
décadas de 1950 y 1960 se han desarrollado nuevos enfoques y criterios de creación
que modificaron radicalmente la estructura organizacional vertical y centralizada de
la moda. Si bien, desde mediados del siglo XIX la moda se edificó sobre la base de
la Alta Costura parisina, en tanto vanguardia del sistema de la moda y polo mundial
de imitación, a mediados del siglo XX dicha institución debió redefinir su significado
y reorganizar su estructura para adaptarse a los nuevos tiempos signados por la
consolidación de la cultura de masas y la sociedad de consumo. Por ejemplo, deci-
dió lanzar colecciones de Pret à Porter y/o establecer contratos de licencias para la
comercialización de productos como perfumes, cosméticos o artículos de marroqui-
nería, entre otros. Por ello, en la actualidad la Alta Costura sólo se remite a perpe-
tuar la tradición de lujo vistiendo apenas a muy pocas mujeres en el mundo. Frente
a la democratización del fenómeno de la moda, ha tenido que lanzar productos más
económicos destinados a las masas y entonces, sus propuestas vestimentarias de
Alta Costura se han limitado a un número reducido de la población mundial, quien
reconoce en este tipo de creaciones no sólo el carácter socialmente distintivo de las
29
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
prendas sino también sus cualidades artísticas en tanto conciben a cada pieza de
Alta Costura como una legítima obra de arte1.
Pero quien ha redefinido el papel que había tenido la Alta Costura hasta la década
de 1950 fue el Pret à Porter. Éste, a tono con los valores emanados del consumismo
y la cultura de masas, fusionó la confección industrial con la moda en la producción
de indumentaria inspirada en las últimas tendencias y accesible a la mayoría de
las personas de la sociedad. Entonces, con el Pret à Porter se impusieron estilos y
estéticas diferentes a los valores expresados por la Alta Costura. Esto es, fundamen-
talmente se exaltaron la juventud y la belleza a través de las propuestas lanzadas por
una nueva generación de diseñadores que se inspiraron en las propias ideas y en los
diversos estilos de vida que se expresaban en las calles2. De esta forma, se multi-
plicaron los focos de inspiración y la moda se democratizó: por un lado, el universo
de la moda admitió la convivencia de diversos estilos y, por el otro, la moda ya no se
expresó como un fenómeno reservado a una elite social sino que se convirtió en una
exigencia de las masas en el contexto de un nuevo tipo de sociedad caracterizada
por la cultura del consumo. No obstante, como veremos en las siguientes unida-
des temáticas, en la actualidad se evidencian cambios estructurales que influyen
en la redefinición y reorganización del sistema de la moda. La conformación de una
sociedad digital y global influye en las nuevas formas que adquiere el campo de la
producción y de consumo de indumentaria. Por un lado, las crisis económicas y so-
ciales producidas por el capitalismo global han contribuido a revalorizar el oficio de
la confección en tanto herramienta para enfrentar los efectos de las crisis. Además,
en este contexto comienza a cuestionarse la sociedad de consumo, no sólo por sus
métodos de producción nocivos para el sostenimiento y cuidado del medio ambiente,
sino también por su lógica basada en la obsolescencia programada y percibida de
los objetos que produce, a través de la cual se generan constantemente desechos
que contaminan el planeta y se emplean a trabajadores en condiciones de extrema
vulnerabilidad y precariedad. Por ello, actualmente se evidencian diversos discursos
y lógicas de producción y consumo tendientes a revertir los daños ocasionados por
la industrialización y la lógica del consumo de masas. Específicamente en el cam-
po vestimentario, la confección seriada, en sintonía con los valores de la sociedad
de consumo, paulatinamente pierde su posición hegemónica ante la emergencia y
consolidación de nuevas lógicas basadas en la sustentabilidad, en la compra cons-
ciente y el reciclaje. Entonces, en este nuevo contexto, algunos de los principios de
producción de la Alta Costura como la producción artesanal (a medida, la unicidad y
originalidad de las prendas y hechuras) se revalorizan. Así, el oficio de la confección
vuelve a instalarse con fuerza no sólo porque se erige como estrategia para enfrentar
los efectos socioeconómicos de las crisis producidas bajo la lógica del capitalismo
1. Para una profunda comprensión del significado y forma de organización de la Alta Costura en la actualidad,
se sugiere acceder al documental “Los secretos de la Alta Costura”, producido y dirigido por Margy Kinmonth
para la BBC.
2. Para profundizar sobre el modo en que las propuestas del Pret à Porter manifestaron nuevos valores sociales,
véase las propuestas durante los años 60 de creadores como Daniel Hechter, Mary Quant, Paco Rabanne o Em-
manuelle Kahn. Y durante los años 70 y 80, los diseños de creadores como Kenzo, Mugler, Montana, Gaultier
o Miyake.
30
zambrini-sociología-diyt-fadu
global y financiero, sino también porque permite producir prendas únicas, originales
y sustentables en sintonía con una nueva sociedad que rechaza la masificación de las
personas y la homogeneización de los objetos, mientras abraza la identidad personal
y cultural como valor principal. En este marco, el sistema de la moda como tal no
desaparece sino que se reorganiza en nuevos parámetros que dan sustento al actual
sistema general de la indumentaria. Es decir, conviven la producción seriada, las
marcas, el diseño de autor, la creación artesanal, los circuitos de ferias y el diseño
interactivo. Estos nuevos subsistemas están atravesados por los parámetros de sus-
tentabilidad y comercio justo, parámetros que no siempre se cumplen.
31
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
32
zambrini-sociología-diyt-fadu
Capítulo 3
3. 1. La distinción social
33
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
34
zambrini-sociología-diyt-fadu
Figura 25: Muchacha con el chocolate, de Jean Liotard. Mediados del siglo XVIII. La indumentaria muestra el
desfasaje entre las prendas de los criados y las de sus señores. Recuperado el 02 de febrero de 2012, de http://
museodelarte.blogspot.com.ar/2010/08/la-bella-chocolatera-beautiful.html.
Figura 26: El conde Robert de Montesquiou, de Giovanni Boldini, 1897. Pintura en la que se expresan los valo-
res de la burguesía. Recuperado el 02 de febrero de 2012, de http://www.foroxerbar.com/viewtopic.php?t=11178
35
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
Figura 27: Consumo en una tienda de Gucci en Beijing. Recuperado el 02/02/2012 de http://www.nytimes.
com/2009/03/14/world/asia/14gifts.html?_r=1
Por otro lado, los objetos de consumo anulan todo tipo de relación social dado que
los productos, cuando se convierten en mercancías, dejan de significar las relaciones
sociales de trabajo que los hicieron posibles porque el valor que adquieren se vincula
al prestigio que significan en un determinado contexto social, y no al tiempo y recursos
usados para realizarlos ni a la fuerza de trabajo necesaria para su producción.
Desde otra perspectiva, Pierre Bourdieu (1988) afirma que los sujetos no solo, lu-
chan por la apropiación de bienes económicos, sino también por la posesión de bienes
simbólicos, que se erigen como signos que permiten enclasar a los sujetos y distin-
guirlos socialmente.
Para dar cuenta del modo en que el consumo es funcional a la distinción social,
en primer lugar, Bourdieu recurre al concepto de habitus para dar cuenta del modo en
que, mediante la socialización, las personas van incorporando normas y valores cuyo
36
zambrini-sociología-diyt-fadu
37
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
una identidad social, acumular capitales simbólicos y reputación. Pero el acceso a los
bienes culturales es desigual no sólo por las diferencias económicas, sino también
porque los agentes activan estrategias de distinción jerarquizando los bienes cultu-
rales y limitando el acceso a los bienes culturales preferidos. Por ello, “el gusto” se
convierte no solo en factor de integración social sino también de exclusión. Es la clase
dominante quien define el “buen gusto” y lo impone para distinguirse y distanciarse de
las clases dominadas. Y cuando los símbolos culturales se difunden por los diversos
estratos sociales, los sectores dominantes los remplazan por otros nuevos.
La noción de habitus planteada por Bourdieu como herramienta teórica, nos re-
sulta muy útil para comprender el cuerpo vestido como resultado de las prácticas
corporales contextuadas (Bourdieu, 1998). Como vimos, para Bourdieu, la dimensión
corporal de la interacción está impregnada de un plano simbólico que se vincula a
una pertenencia social, y se origina en un aprendizaje informal cuyas reglas no es-
tructuradas orientan el sentido de la acción social. Como se dijo, estas estructuras
no estructuradas formalmente son llamadas habitus de clase o de pertenencia social
(Bourdieu, 1998). La relación entre el habitus y el cuerpo se establece a partir de la
hexis corporal, es decir, lo que el cuerpo comunica de acuerdo al lugar que ocupa en
la estructura y origen social. El análisis del vestir como práctica cultural contextuada
y corpórea habilita a pensar la relación entre los distintos espacios sociales y la expe-
riencia en el cuerpo (Bourdieu, 2004). Como se dijo, Bourdieu considera que la socie-
dad moderna está organizada sobre la base de la lógica de la distinción, donde ciertos
hábitos y prácticas sociales son considerados superiores (Bourdieu, 1998). Esta dife-
renciación se presenta como si fuese un rasgo natural. Las categorías de pensamien-
to y apreciación del mundo de los grupos dominantes son interiorizadas por las capas
medias y bajas funcionando como los parámetros legítimos para pensar y percibir la
vida social. Así, los esquemas mentales y corpóreos tienden a corresponderse con
las estructuras sociales a las que hacen referencia. De esta forma, para Bourdieu la
definición de los gustos con relación a qué es estético y qué no lo es, está signada de
manera significativa por el grupo de pertenencia y por el origen social. La moda para
el autor, es vital en esta lógica porque funciona como un instrumento de distinción
social y de clase, en la medida en que favorece la idea de un estilo de vida legítimo
marcado por el consumo y la concentración de los capitales económicos y simbólicos
traducidos en formas de habitus de clase social (Bourdieu, 1998 y 2000 a y b).
38
zambrini-sociología-diyt-fadu
Capítulo 4
Como señala Edgar Morin (1962) desde principios del siglo XX se ha consolidado
en Occidente la denominada cultura de masas, funcional a la actual sociedad de con-
sumo. Dicha cultura, que se difundió desde EEUU, y ha sido anunciada mundialmente
a través de los medios masivos de comunicación -como la TV, la radio, la prensa y el
cine, entre otros, consiste en el consumo de ideas que han devenido en mercancías
culturales. Es decir, se basa en la compra y venta en el mercado de productos cultu-
rales, como si fuesen mercancías fabriles. Para que ello sea posible, las mercancías
culturales deben ser fabricadas industrialmente y difundidas mediante técnicas de
distribución masivas, dirigidas a una masa social sin importar sus diferencias inter-
nas tales como las generadas por la pertenencia a una clase social, la edad, género o
el lugar de residencia.
39
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
dres, sumisas, etcétera) que se difunden por los principales canales de comunicación y
se erigen como los referentes a imitar por las mujeres de la masa social.
De este modo, ciertas ideas acerca de la apariencia que se debe tener, los sen-
timientos que se deben sentir o el estilo de vida que se debe llevar, son fomentadas
socialmente mediante la consolidación de una cultura en la que los productos deben
comprarse y venderse en el mercado de un modo determinado. Al respecto, para que
un producto cultural pueda ser comercializado a niveles masivos debe producirse ra-
cionalmente, es decir, debe planificarse el proceso productivo y distributivo estable-
ciéndose ciertas normas tales como la división del trabajo en la elaboración de los
productos, la estandarización e individualización de los mismos y la incorporación del
eclecticismo y el sincretismo como aspectos fundamentales para asegurar la acepta-
ción generalizada de las mercancías culturales.
Figura 31: La modelo Twiggy en la portada de la revista Vogue de 1967, quien representó los valores instau-
rados en la sociedad de consumo y la cultura de masas. Recuperado el 13/02/2012 de http// www.npg.org.uk/
whatson/event-root/twiggy-a-life
40
zambrini-sociología-diyt-fadu
41
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
Figura 32: Niñas celebran su cumpleaños en una megatienda dedicada a la muñeca estadounidense en
Shangai. Fotografía de Fritz Hoffmann para National Geographic. Marzo de 2010. Recuperado el 12/02/2012 de
http://www.nationalgeographic.com.es/2010/02/26/renacimiento_shanghai.html
42
zambrini-sociología-diyt-fadu
43
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
En este punto, cabe señalar la función y aceptación masiva que ha tenido el Jean
a nivel mundial. Dicha prenda, es paradigmática de la cultura de masas, no sólo por-
que representa la cultura norteamericana, sino también porque es estándar, y al ser
vestida por una gran cantidad de personas a nivel mundial, ha logrado homogeneizar
nuestra apariencia, convirtiéndose en una de las prendas que mejor expresa el clima
de una época signada por el consumo de moda masiva.
Por otro lado, también es pertinente pensar cómo la cultura de masas se mani-
fiesta o guía, la producción de los eventos de moda como por ejemplo, los desfiles.
En dichos productos culturales las modelos tienen medidas corporales estándar, al
tiempo que la duración de las pasadas también está organizada por las reglas esta-
blecidas por la lógica del máximo consumo.
Figura 34: Homogeneización de la estética en la cultura de masas. Recuperado el 12/02/2012 de http// www.
respondones.com
44
zambrini-sociología-diyt-fadu
se caracterizó por estar regida según los ritmos industriales. Este sistema de la moda
se organizó sobre la base de ciclos de alrededor de 18/20 años en las formas, colores
y texturas cuyos fines eran mantener la distinción social, según el acceso (o no) al
consumo (Saulquin, 1990). Los ciclos funcionaron de manera equilibrada y armónica
en la sociedad industrial porque era un sistema del vestir que respondía a una socie-
dad cuyas estructuras internas solían ser relativamente estables e integradoras. Aquí
el consumo y la masificación dictaminaban y homogeneizaban la moda. La diversidad
era ocultada en esa masificación. Sin embargo, estos ciclos que gozaban de ritmos
regulares empezaron a alterarse ocasionando la desarticulación del sistema de la
moda, por causa de las transformaciones en la sociedad industrial y disciplinaria. Los
cambios están produciendo una significativa crisis social y cultural que se plasma, a
su vez, en los modos de vestir (Saulquin, 1999 y 2010). La moda se fue reorganizando
bajo nuevos parámetros relacionados con la globalización, y las nuevas formas sutiles
de control social que redefinen los escenarios económicos, políticos, tecnológicos y
culturales a escala local y global. En la actualidad, la lógica del consumo masivo no
es la única. Ella convive con nuevas formas de percibir el mundo que se han formado
como respuesta a los efectos generados por el capitalismo global. Como veremos
más adelante, en el contexto de la globalización emergen nuevas lógicas identitarias
que también modifican la forma de pensar y percibir el cuerpo vestido, así como el
diseño de indumentaria.
45
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
46
zambrini-sociología-diyt-fadu
Capítulo 5
47
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
Figura 36: Taller Textil. Archivo Prensa Presidencia de la Nación. Recuperado el 12/02/2012 de http// www.oestehoy.com
Se modifican los estilos de vida y se rompen aquellas lógicas identitarias que ten-
dían a la homogeneización social y cultural. No obstante, este proceso no es conside-
rado lineal sino que, por el contrario, ha generado respuestas contestatarias, resisten-
cias y fisuras. Esto es, existe una tensión entre lo local y lo global que ha posibilitado
la emergencia de la hibridación cultural (García Canclini, 2007). El término hibridación
refiere al conjunto de procesos en que ciertas prácticas sociales que existían de ma-
nera aislada, se combinan entre sí y dan lugar al surgimiento de novedosas prácticas
culturales (García Canclini, 2002). Ante los efectos de los avances de la globalización,
subsiste como contracara un proceso de localización y particularización que refuerza
las identidades primarias, ante el debilitamiento de las secundarias (Femenías, 2007).
A su vez, se visibilizan y expresan con mayor rigor las diferencias étnicas, religiosas,
de género, entre otras. Esto es, un nuevo y contradictorio escenario caracterizado por
lo multicultural. El multiculturalismo enfatiza y habilita la enunciación de las políticas
de las diferencias y la diversidad (Jameson y Zizek, 1998). Es un escenario contradic-
torio porque, si bien propicia la expresión y la visibilidad de lo diverso, no obstante,
48
zambrini-sociología-diyt-fadu
49
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
también posee una dimensión conflictiva, dado que en su seno se generan antagonis-
mos, conflictos sociales y pobreza estructural1.
Al respecto, Zygmunt Bauman (1999) advierte que la globalización arrastra a las
economías a la producción de lo efímero y también, de lo precario. Según este analista
social, la pobreza y la exclusión social son un efecto directo del capitalismo global.
Para describir los principales conflictos generados por la economía global, en pri-
mer lugar, Bauman describe la sociedad actual, en la que la educación para el consu-
mo es la principal máxima social. Al respecto, advierte que se trata de una sociedad
en la que constantemente se dejan de lado los hábitos, y en la que se debe mantener
al consumidor siempre insatisfecho; los objetos deben consumirse rápidamente y las
personas deben desear permanentemente diversos objetos de consumo, acceder a
ellos y olvidarse de los mismos fácilmente. El deseo del consumidor es ser seducido
por el mercado permanentemente y, aunque crea que goza de libre albedrío, no pue-
de vivir de otro modo. Pero, por otro lado, Bauman señala que no todas las personas
tienen la posibilidad o los medios para acceder al consumo, porque nuestra sociedad
es una sociedad estratificada: por un lado, se encuentran los “turistas” y por el otro
lado, los “vagabundos”.
Figura 38: Mujer del valle del rio Omo, en Etiopía. Fotografía de Randy Olson para National Geographic. Agosto
de 2010. Recuperado el 02/02/2012 de http://www.nationalgeographic.com.es/2010/07/29/changing_tribes.html
1. Para una profundización de los conflictos generados en el contexto de la economía global, puede consultarse el
informe realizado por el programa de TV CQC España sobre los factores desencadenantes de la crisis económica
mundial en el año 2008.
50
zambrini-sociología-diyt-fadu
Los primeros tienen la libertad de elegir el lugar que quieren ocupar y de elegir el
contenido de sus destinos, mientras que los segundos no. Los turistas atraviesan el
espacio social sin problemas, y tienen su tiempo permanentemente ocupado, mien-
tras que los vagabundos no pueden desplazarse (y si lo hacen, no son bienvenidos), y
el tiempo que poseen es inútil, en él no pasa nada. Por lo tanto, los vagabundos viven
en un mundo global diseñado para satisfacer los deseos de los turistas. Pero para que
muy pocos puedan acceder al estatuto de turista, la globalización debe convertir cada
día muchas más personas en vagabundos. Y este es el principal efecto no dicho de la
globalización: la polarización del mundo y su población, en un contexto en el que los
vagabundos carecen de utopías alternativas o programas políticos propios, al tiempo
que la riqueza se torna en objeto de adoración universal.
Por su parte, Naomi Klein (2001) describe los cambios generados por el capita-
lismo global en las fábricas y la precarización que éstos producen en la vida de los
trabajadores. Señala que las empresas y las marcas se desprenden de las fábricas y
de sus trabajadores, dado que lo que se prioriza es el diseño y venta de marcas, y no
de productos seriados.
Figura 39: Integrante de la tribu Tjos. Papua Guinea. Fotografía de Eric Lafforgue. Recuperado el 02/02/2012
de http://www.ericlafforgue.com
51
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
do, en las que las condiciones de trabajos son nefastas, afectando la vida de miles de
trabajadores y trabajadoras. En estos sitios, los logos de las marcas no se ven, se trata
de espacios sin marcas; el acceso a las fábricas está prohibido y las personas trabajan
en condiciones de hacinamiento, y en presencia de guardias armados que suprimen
cualquier manifestación de descontento laboral. La jornada laboral es larga y en su
mayoría se emplean a mujeres jóvenes e inmigrantes, que trabajan para subcontra-
tistas por salarios que están por debajo del nivel de supervivencia. En general, en
estos sitios no hay agua corriente ni iluminación pública. Además, las organizaciones
sindicales son eliminadas y las huelgas son ilegales, siendo funcionales al miedo a la
desocupación. De este modo, Klein pone en evidencia la otra cara de la globalización,
cargada de pobreza y explotación.
Frente a esta realidad global, Castells (2001) señala la aparición de diversos movi-
mientos antiglobalización que se comunican y organizan, fundamentalmente a través
de Internet, para exigir a los estados y a los organismos internacionales una mejor dis-
tribución de la riqueza, la protección del planeta, el respeto de los derechos humanos,
el respeto de las identidades sexuales y culturales, entre otras reivindicaciones.
52
zambrini-sociología-diyt-fadu
Como señala Néstor García Canclini (1990), los procesos migratorios multidirec-
cionales impulsados por la globalización, que abarcan a todos los estratos sociales,
generan una producción cultural importante, compuesta de expresiones híbridas que
nacen de los cruces culturales, conformando una oferta simbólica heterogénea, re-
novada constantemente por la interacción entre lo local y lo global, entre lo culto y lo
popular, entre lo rural y lo urbano.
Figura 41: El artista Damien Hirst para la firma levis. 2008. Recuperado el 05/01/2012 de http//www.thefas-
hionpolice.net
53
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
54
zambrini-sociología-diyt-fadu
2. Para ilustrar, el modo en que opera en el contexto global una empresa dedicada a la producción y comer-
cialización de indumentaria, puede observarse el documental “Planeta Zara”, sobre el sistema de producción y
distribución global de la empresa multinacional dedicada a la comercialización de indumentaria de moda.
55
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
http:// wgsn.com
http://thesartorialist.com
http://advancedstyle.blogspot.com
http://street-fashion.net
http://onthecornerstreetstyle.blogspot.com
http://paulhillier.tumblr.com/
http://www.austinstylewatch.com/
http://www.fashionstreetbarcelona.blogspot.com/
http://picturingfashion.blogspot.com/
http://www.chaos-mag.com/
http://www.coolhuntermx.com/
http://thelocals.dk/
http://dtripazcorazon.blogspot.com/
http://fabipio.wordpress.com/
http://facehunter.blogspot.com/
http://fashionberlin.blogspot.com/
http://www.thefashionseen.com/
http://galadarling.com/
http://www.gdlstreets.com/
http://www.hel-looks.com/
http://www.histyley.com/
http://israblog.nana10.co.il/tblogread.asp?blog=387973
http://istanbulfashionaddict.blogspot.com/
http://www.japanesestreets.com/
http://lookbook.nu/
http://www.lostlogodesign.com/
http://www.runawayrunway.com/
http://stilinberlin.blogspot.com/
http://streetclash.blogspot.com/
http://thestreetaholic.blogspot.com/
http://www.streetstylebystela.blogspot.com/
http://www.styleandthecity.com/street-style-paris-fashion-week/
http://styledefinednyc.com/street-style
http://stylescout.blogspot.com/
http://sydney-spy.blogspot.com/
http://www.thecoolhunter.net/fashion/STREET-STYLE/
http://www.thegoldendiamonds.com/
http://www.whatsyourpersona.com/
56
zambrini-sociología-diyt-fadu
Como se señaló en las primeras páginas de estos apuntes, el cuerpo vestido siem-
pre fue un indicador del lugar social, de la identidad y de los valores amados por una
sociedad en un determinado lugar y momento histórico.
Hemos visto que durante las etapas de la moda aristocrática y burguesa, el vestido
tenía la función primordial de informar la clase social de pertenencia mediante pren-
das lujosas e inaccesibles a los sectores sociales menos pudientes. Pero, luego de la
primera guerra mundial, con la conformación de la sociedad de consumo, la cultura de
masas y los nuevos valores democráticos que se instalaron de la mano de la juventud
como nuevo actor social, la indumentaria pasó a tener otro significado: demostrar que
se puede tener estilo, belleza y juventud aún sin dinero en una sociedad en la que la
moda ha logrado democratizarse.
A medida que pasa el tiempo y se van produciendo cambios estructurales, es de
esperarse que también lo haga el vestido para dar expresión a los nuevos valores que
se van gestando y consolidando en el seno de las sociedades. Por ello, en el actual con-
texto de la globalización se evidencian cambios en el sistema general de producción y
consumo de indumentaria que anuncian su reorganización bajo nuevos ejes.
Por un lado, frente a las nuevas características del mundo actual, comienza a des-
articularse la sociedad de consumo y la cultura de masas al tiempo que se desintegra
la sociedad industrial para dar lugar a una sociedad cibernética basada en la tecnolo-
gía digital. En este contexto, en el que además asoman diversas identidades culturales
que exigen ver representados sus valores, la moda no desaparece pero debe tener en
cuenta una demanda cada vez más diversificada que ya no quiere perderse en la masa,
sino comenzar a vestirse según su identidad individual. Entonces, se revaloriza el di-
seño, es decir, el planeamiento de indumentaria y accesorios capaces de solucionar
una necesidad social respetando la identidad del usuario. Por ello, no sólo el mercado
comienza a hacerles un lugar cada vez más importante a los diseñadores y a los artis-
tas, sino que también las empresas de producción de indumentaria seriada empiezan
a considerarlos dentro de su plantel de trabajadores para dar una impronta estética,
ligada al diseño, a sus productos y adaptarlos a las actuales necesidades sociales.
Figura 44: Remera de bambú con dibujos cromáticos que cambian de color al compás de la temperatura del
cuerpo y el brillo del sol. Tejido antimicrobiano, antibacteriano, antialérgico, desodorante, con bloqueo UV, alta
respirabilidad y secado rápido. Recuperado el 18/01/2012 de http// www.Indarradtx.com
57
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
58
zambrini-sociología-diyt-fadu
Capítulo 6
Figura 45: Campera con Touchpad: teclado de textil inteligente que permite controlar la música del iPod desde
la manga. Además, la campera tiene un baño impermeabilizante y un chaleco desmontable con aislamiento
térmico. Recuperado el 18/01/2012 de http// www.Indarradtx.com
59
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
Figura 46: Campera con panel solar que convierte la luz del sol en electricidad y la baja a una batería/estabili-
zador con 8 salidas alternativas para cargar celulares, iPods, MP3/4, PDAs, cámaras digitales, pilas recarga-
bles, de todo. Recuperado el 18/01/2012 de http// www.Indarradtx.com
60
zambrini-sociología-diyt-fadu
Por lo tanto, la función o rol principal del diseñador consiste en tener en cuenta
que para crear un producto de calidad tiene que dotarlo de una reconocible y concreta
identidad. En otras palabras, los usuarios deben poder hacerse una imagen mental
del objeto, conociendo qué es y cómo funciona. Por ello, el diseñador debe trabajar
los aspectos comunicacionales del producto, trabajar específicamente sobre el diseño
de la interfase utilizando un lenguaje y herramientas comprensibles que sean capaces
de informarle al usuario el modo en que puede acceder a las prestaciones de un ob-
jeto interactivo. Es decir, a través del diseño se debe insertar al objeto interactivo en
el imaginario social. Porque si bien la tecnología puede brindar excelentes soportes
para ideas innovadoras, éstas siempre encontrarán como límite a la cultura y la so-
ciedad, que puede asimilar o rechazar un objeto demasiado innovador. En eso radica
la importancia de un buen diseño, es decir, ser un puente entre el objeto y lo social
en términos de comunicación.
61
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
Figura 47: Bolsos confeccionados en aguayo. Figura 48: Diseños de Marcelo Senra.
Colección Otoño - Invierno 2011. Huija. Recu- Colección primavera – verano
perado el 15/01/2012 http://www.bligoo.com/ 2009/2010. Bafweek 2009. Buenos Aires.
explore/article/1590431/Huija-invierno-2011- Recuperado el 15/01/2012 de http//
calzado-accesorios-y-prendas-ludicas.html www.e-moda.ne
62
zambrini-sociología-diyt-fadu
3. Para profundizar el tema, se sugiere ver el documental “Comprar, tirar, comprar. La historia secreta de la
obsolescencia programada”. Disponible en http: www.rtve.es/noticias/20110104/productos-consumo-duran-
cada-vez-menos/392498.shtml
63
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
Figura 51: Tramando, para la firma Sr. Amor. 2010. Recuperado el 05/02/2012 de http//www.civilizate.com
64
zambrini-sociología-diyt-fadu
Figura 52: Pablo Ramirez, para Sr. Amor, 2010. Recuperado el 05/02/2012 de http// www.civilizate.com
65
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
66
zambrini-sociología-diyt-fadu
7. Bibliografía consultada
Baudrillard, Jean (1969): “El sistema de los objetos”. México: Siglo XXI.
Bauman, Zygmunt (1999): “Turistas y vagabundos”, en La globalización. Consecuencias
humanas. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Bauman, Zygmunt (2003) “Modernidad Líquida”. Buenos Aires. Fondo de Cultura
Económica.
Berger, Peter (1963). “Invitación a la sociología”. Mexico: Limusa Wiley.
Bourdieu, Pierre (1988): “La distinción. Criterios y bases sociales del gusto”. España:
Taurus.
Bourdieu, Pierre (2000a): La dominación masculina. Barcelona. Anagrama.
Bourdieu, Pierre (2000b): Cuestiones de sociología. Madrid. ITSMO.
Bourdieu, Pierre (2004): El baile de los solteros. Barcelona. Anagrama
Castells, Manuel (24 de julio de 2001): “Globalización y antiglobalización”, en El País, en
http://elpais.com/diario/2001/07/24/opinion/995925606_850215.html
Deleuze, Gilles (1990) “Postdata sobre las sociedades de control” en Conversaciones
(1972-1990) en www.philosophia.cl / Escuela de filosofia Universidad ARCIS.
Durkheim, Emile (1971): “Las reglas del método sociológico”. Buenos Aires: Shapire.
Entwistle, Jean (2002): “Dirigirse al cuerpo”, en El cuerpo y la moda. Barcelona, Paidós.
Ferraro, Ricardo (1999): “La marcha de los locos. Entre las nuevas tareas, los nuevos
empleos y las nuevas empresas”. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Foucault, Michel (1989): Vigilar y Castigar. Buenos Aires. Siglo XXI.
Foucault, Michel (2003): Historia de la sexualidad. Vol. I: La voluntad del saber. Buenos
Aires: Siglo XXI Editores
García Canclini, Néstor (1990): “Culturas híbridas. Poderes oblicuos”. México: Grijalbo.
García Canclini, Néstor (2002): “La sociología de la cultura de Pierre Bourdieu”, en
Sociología y cultura. México: Grijalbo
Instituto Nacional de Tecnología Industrial: “Acabados microencapsulados”. Disponible
en http://www.inti.gob.ar/textiles/microencapsulado.htm, recuperado el 20 de
febrero de 2012.
Jameson Fredic y Zizek Slavoj (1998): Estudios culturales. Reflexiones sobre el
multiculturalismo. Buenos Aires: Paidós.
Klein, Naomi (2001): “No logo”, Barcelona: Paidós.
Laver, James (2005): “Breve historia del traje y la moda”. Madrid: Cátedra
Lipovetsky, Gilles (1990): “La moda abierta”, en El imperio de lo efímero. Barcelona:
Anagrama.
67
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
Leonard, Annie (2007): “La Historia de las Cosas”. Video Documental realizado por
Tides Foundation. Funders workgroup for sustainable production and consuption and
free range studios. En http: www.youtube.com/watch?v=ykfp1WvVqAY
Macionis, John y Plummer, Ken (1999): ”Las bases de la sociología”, en Sociología,
Madrid, Prentice Hall.
Manzini, Ezio (1996): “Lo interactivo”. Barcelona: Ediciones Experimenta.
Marqués, Vincent (1983): “Uno, casi todo podría ser de otra manera”, en No es natural.
Para una sociología de la vida cotidiana. México: Fondo de Cultura Económica.
Martínez Barreiro, Ana (1998): “Moda y estratificación social: de las teorías clásicas a las
teorías contemporáneas”, en La moda en las sociedades modernas, España: Tecnos.
Mills, Wrights (1987): “La promesa”, en La imaginación sociológica, México: Fondo de
Cultura Económica.
Morin, Edgar (1962): “Un tercer problema”, en El espíritu del tiempo, Madrid: Taurus.
Morin, Edgar (2001): “La era planetaria”, en Los siete saberes necesarios para la
educación del futuro, Barcelona: Paidós.
Ortiz, Renato (2002): “Globalización/mundialización” en Altamirano (2002) Términos
críticos de sociología de la cultura. Buenos Aires: Paidós.
Riviere, Margarita (1994): “Las etapas de la moda”, en Moda, ¿comunicación o
incomunicación?, Barcelona: Paidós.
Sennet, Richard (1998) “La corrosión del carácter”. Barcelona: Anagrama.
Saulquin, Susana (2010): “La muerte de la moda, el día después”, Buenos Aires: Paidós.
Saulquin, Susana (2006): “Historia de la moda en Argentina. Del miriñaque al diseño de
autor”. Buenos Aires: Emecé.
Zambrini, Laura (2010): “Modos de vestir e identidades de género. Reflexiones sobre las
marcas culturales en el cuerpo”, Santiago de Chile: Revista de Género Nomadías.
68
zambrini-sociología-diyt-fadu
B) ¿Qué hechos o situaciones de esas imágenes aparecen naturalizados ante nuestros ojos?
69
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
Trabajo Práctico N° 3
A) Lea el siguiente fragmento del libro El vestidito negro (MacDonell Smith, Nancy, El
vestidito negro y otros clásicos de la moda. Buenos Aires: Emecé, 2004):
Trabajo Práctico N° 4
Trabajo Práctico N° 5
Identifique y fotografíe en el espacio urbano productos de moda y/o diseño que expresen el
concepto de hibridación cultural. Justifique su elección. (Mínimo 3 imágenes).
70
zambrini-sociología-diyt-fadu
Trabajo Práctico N° 6
Página 12.
Sociedad | Lunes, 14 de noviembre de 2011
La biometría es algo más que un scanner de huellas y una cámara digital. “Por ejem-
plo, se usa en el centro en el cual el gobierno porteño monitorea con cámaras de seguridad
instaladas en la calle lo que pasa en la ciudad”, explica Clara Algranati, investigadora del
Instituto Gino Germani e integrante de la cátedra Saber, poder y gubernamentalidad, que
Susana Murillo, también presente en la charla, dirige en Sociología de la UBA.
–Quiere decir que esas cámaras no sólo registran acciones sino también identidades.
–Sí. Cuando entran en las computadoras esos registros, al procesar la informa-
ción, se pueden armar patrones biométricos. La biometría es un asunto complejo.
Esta iniciativa del Sistema Federal de Identificación Biométrica es interesante, pero
la cuestión es ver cuál es el sentido social de su uso. Digamos que estas tecnologías
vienen promovidas, originalmente, por empresas y multinacionales. Su desarrollo se
vinculó a mecanismos financieros, como bancos, para prevenir delitos informáticos y
mejorar la seguridad en las finanzas. Estas tecnologías, entonces, vienen del mundo
privado. Por eso creo que el quid de la cuestión es ver qué autonomía puede cobrar el
uso de la biometría. Va a depender de la capacidad que haya socialmente para resig-
nificar la tecnología que está preparada para una función de control en las empresas
–señala Algranati.
71
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
–¿Qué más podría pensarse respecto del uso social que los Estados propician de
esta información?
–Desde ya que son todas técnicas de control social, pero la diferencia puede estar
en quién gestiona todo este conocimiento sobre las personas. Por dónde circula, quié-
nes lo producen, en qué estrategia se inserta. También pensar qué sujetos son aque-
llos para quienes está destinado específicamente este sistema. Si bien el sistema de
identificación de huellas tiene carácter universal, para toda la población, el de biome-
tría ha servido mucho para estigmatizar a grupos de personas –sostiene Algranati.
Trabajo Práctico N° 7
B) Escriba un cuento dónde se vean reflejados los valores de: interactividad, funcionalidad,
sustentabilidad e identidad.
72
zambrini-sociología-diyt-fadu
Anotaciones
73
Apuntes de cátedra: “apuntes para una sociología del vestir”
74
zambrini-sociología-diyt-fadu
Apuntes de cátedra
75