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Hábitos alimenticios y su relación con el desarrollo del Alzheimer

AUTORES: ANDREA FLOREZ, ANA GARCÍA, VICTORIA ESGUERRA,


GUSTAVO GÓMEZ

TRABAJO FINAL DE CONOCIMIENTO

Tutora: Katty Karolay Alzamora


Lugar y fecha de entrega: Barranquilla, 15 de noviembre 2018
Segundo semestre 2018
Universidad del Norte
Contenido

1. Resumen
2. Justificación.
2.1. Pregunta problema
3. Objetivos generales y específicos
4. Definición de variables:
4.1. Enfermedad neurodegenerativa Alzheimer
4.2. Hábitos alimenticios y nutrición
4.3. Relación hábitos alimenticios y Alzheimer
5. Marco teórico
5.1. Enfermedad Alzheimer, características y etapas.
5.2. Nutrientes relacionados con la prevención del deterioro de la función
cognitiva.
5.3. Nutrientes relacionados con la prevención del deterioro de la función
cognitiva.
5.4. Comparación entre países y estrategias nutricionales
6. Método
6.1. Tipo de investigación y diseño correspondiente
6.2. Sujetos, característica de la población, muestra.
6.3. Técnica(s) e Instrumento(s) de recolección de información.
6.4. Procedimiento
1. Resumen:
La investigación es acerca de las causas del Alzheimer , no relacionadas con la genética
humana muestra una conexión entre los hábitos alimenticios y el desarrollo del deterioro
cognitivo. Se analizó al Alzheimer como enfermedad neurodegenerativa, desde un contexto
ligado a la alimentación humana, y como el desarrollo de esta a través del tiempo se ha
transformado en un factor de riesgo para las personas, aquellas que no conocen realmente lo
que ingieren. Se comprendió la cuestión desde lo macro, haciendo un análisis acerca de la
frecuencia del Alzheimer en países en los cuales la población llevaba a cabo, por cultura o
contexto, un tipo de dieta característico, como por ejemplo, la dieta occidental. También se
investigaron las causas desde lo micro, comprendiendo como distintas biomoléculas
(proteínas, lípidos y carbohidratos) y su ausencia o excesividad en el consumo diario llevan a
cabo reacciones en el sistema nervioso que incrementen o disminuyan el deterioro cognitivo,
y con esto, un inicio para el desarrollo del Alzheimer.

2. Justificación:
La enfermedad de Alzheimer (EA) es la principal causa de demencia a nivel global y su
prevalencia aumenta con el envejecimiento poblacional, su principal causa es la senilidad, es
decir, propio de la vejez, por lo tanto, la probabilidad de desarrollar Alzheimer aumenta de
acuerdo a nuestro envejecimiento. Sin embargo, según muchos estudios, el Alzheimer cursa
con otros numerosos factores de riesgo: entre estos, síntomas psicológicos, conductuales,
genéticos, estatus socioeconómico, estilo de vida, la dieta, entre otros más. La EA además de
afectar al individuo en sus funciones cognitivas, tiene un gran impacto en quienes los rodea;
su familia, además de su calidad de vida. No obstante, el grado de contribución de cada uno
de estos factores es controvertido, por lo tanto no se ha determinado completamente el rol de
la nutrición en la prevención de este o de otros tipos de demencia. (1)
Recientemente en el área de la salud hay un mayor interés por esta patología (aunque no
exista mucha información sobre esta). Esto se debe a las transformaciones de este siglo, a los
cambios recientes pero de gran importancia de nuestra sociedad con respecto a la edad. De
acuerdo al informe del año 2017 de las Naciones Unidas, actualmente la población mundial y
haciendo hincapié en la mayoría de los países del norte como Canadá, Mónaco o Alemania se
está experimentando un crecimiento exponencial de acuerdo al número de personas mayores,
se estima que Europa es donde albergar el mayor número de personas de edad avanzada en el
mundo, con un 25% con respecto a nivel mundial (2).
Los datos que nos brinda el informe de las Naciones Unidas indican que el 13 por ciento
de la población mundial posee 60 años o más esto es alrededor de 962 millones de personas
mayores y lo más sorprendente es que anualmente tiene una tasa de crecimiento del 3 por
ciento. En cuanto a las personas que superan los 80 años se dice que se va triplicar el número
en 30 años y multiplicar por siete dentro de siete décadas, se estima que para el año 2100
habrá 3100 millones de personas que superan los 80 años. Si buscamos estadísticas de años
venideros nos arrojan que en el año 2030 habrá 1400 millones de personas de edad avanzada
es decir 438 millones de personas más con respecto a la actual (2).
Toda esta preocupación se debe a que en unas décadas gracias al envejecimiento de este
colectivo, cada país tendrá que establecer más medidas y políticas para la protección y una
mejor atención a la salud a esta población, brindando una importancia a la prevención de
diversas enfermedades, además de realizar un mayor número de estudios e investigaciones
sobre distintas patologías en especial el Alzheimer, teniendo en cuenta que en el mundo hay
más de 46 millones de personas sufren demencia y solo en Asia hay alrededor de 22,9
millones (3), cifras que son alarmantes y que en un futuro podrían llegar a empeorar, por lo
tanto hay que realizar más indagaciones sobre esta, sobre ¿cuál sería su posible origen?,
¿cuáles pueden ser sus causas? para que de este modo el joven o el adulto pueda empezar a
prevenirla.
En este anteproyecto nosotros nos enfocaremos en estudiar el ámbito alimentario o
nutricional, ya que según estudios epidemiológicos, la dieta se ha identificado como un
posible factor importante en la etiopatogenia de la Enfermedad de Alzheimer, además
postulan que la EA es mucho más frecuente en EEUU y en Europa en comparación con países
como China, Japón o Nigeria. Se ha postulado que las diferencias en la ingesta de grasa y de
calorías podrían tener un papel importante (4).
Todas las enfermedades poseen los llamados factores de riesgo que son las probabilidades
de un individuo padezca una enfermedad dependiendo de ciertas circunstancias o situaciones,
con respecto a la EA existen los modificables y no modificables, como nuestro proyecto
abarca la alimentación, se va implicar los factores modificables que reúnen las enfermedades
como la diabetes mellitus tipo 2, y la obesidad (5).
Se ha descubierto recientemente que una persona que posee la diabetes tipo 2 y/o la
obesidad ya sea por culpa del sedentarismo, falta de actividad física y una dieta no saludable;
exceso de grasas y carbohidratos, puede padecer en un futuro la enfermedad de Alzheimer. Si
el individuo modifica su actividad física y cambia su régimen alimenticio puede evitar la EA,
ya que los hábitos en la dieta pueden llegar a tener un papel importante en la prevención de
esta. Los médicos recomiendan optar por una dieta mediterránea, la cual conlleva una mayor
proporción de vegetales, frutas, legumbres, cereales y aceite de oliva, menos cantidad de
carne rojas y grasas saturadas y un moderado consumo de pescado, huevo y vino; un equipo
de científicos de la universidad de Georgetown encontró que el vino tinto, las frambuesas, el
chocolate amargo y los arándanos posee un tipo de fenol natural que contribuye a la
reducción de la inflamación neuronal en consecuencia disminuye el deterioro cognitivo. Los
alimentos anteriormente mencionados aportan vitaminas y ácidos grasos insaturados, por lo
tanto el individuo llevará una mejor dieta resultando en una mejor calidad de vida. Esta dieta
debería poder reducir el estrés además está relacionada la protección cardiovascular gracias a
las acciones de los ácidos grasos insaturados en el endotelio vascular (4) (5).
Varios estudios llevados a cabos en relación a la dieta mediterránea arrojan datos
satisfactorios, se obtuvo que una persona con un alto apego a esta, puede presentar una
mayor longevidad, una reducción en un 10% del riesgo de eventos cardiovasculares,
menor prevalencia de enfermedades crónicas además de disminuir el riesgo de
deterioro cognitivo, sin embargo el estudio también arrojó que estos datos se van a lograr
independientemente si el individuo realiza o no una actividad física con regularidad (5).
Se ha encontrado que el tipo de comida que se ingiere tiene un gran impacto sobre la
memoria; según este estudio de la Universidad de Macquarie, las personas que llevaban una
dieta occidental (alta en grasas, azúcares y pobre en frutas y verduras), obtenían un peor
desempeño en pruebas de memoria, eran más lentos en el aprendizaje y recordaban peor (6).
Se cree que esto sucede porque este tipo de dieta dificulta la supresión o control de
recuerdos positivos relacionados con la comida, incluso cuando estamos saciados. Esto satura
el hipocampo, la estructura cerebral más directamente relacionada con la memoria, dificulta
nuestro aprendizaje y puede hacer más difícil la regulación de la ingesta de alimentos (6),
haciendo más probable el inicio de la obesidad y estar más propenso a desarrollar Alzheimer.
La alimentación es tan importante en el individuo que esta puede afectar las actividades
del cerebro, además puede tener impacto en otros aspecto del ser humano como en la calidad
del sueño, según un estudio de la universidad de Pensilvania las personas con sobrepeso
pasaban mayor tiempo en la fase REM del sueño (Movimientos Oculares Rápidos) y menos
en la fase no REM, durante la cual nuestro cuerpo descansa y se restaura (6). Es decir, las
personas con sobrepeso tienen peor calidad de sueño, y esto provocan que estén más
propensas a padecer esta enfermedad, esta idea está respaldada por un artículo publicado en
la revista JAMA Neurology la cual indica que una reducción en la calidad del sueño tiene
impacto en la deposición de placas beta-amiloide, un indicador del desarrollo de la
enfermedad de Alzheimer. Los autores del estudio destacaron que la deposición de placas
estuvo asociado a la calidad del sueño y no a los cambios en la cantidad de sueño. (7)
En la población mayor (que cada vez se incrementa más) la calidad de vida es muy
importante, no se trata sólo de vivir más años, sino de vivirlos mejor. En este sentido gozar de
unas capacidades cognitivas intactas o poco disminuidas es algo básico. Por eso es importante
que las personas mayores sigan una dieta equilibrada ya que de no hacerlo pueden acabar
padeciendo ciertas deficiencias vitamínicas que pueden afectar a la memoria y generar
también otras deficiencias cognitivas, el problema recae en que según estadísticas el 58% de
personas que padecen EA viven en países con rentas medias y bajas, como se dijo
anteriormente los ancianos son los más propensos a desarrollar esta enfermedad por lo tanto
deben de tener una dieta equilibrada ya que son los que más sufren de ciertos déficits
nutricionales, pero los ancianos por diversos motivos suelen tener más dificultades para llevar
una dieta equilibrada ya que con una renta media y/o baja es difícil poseer los recursos
suficientes para los gastos(8).
La ingesta de vitamina es crucial para el buen funcionamiento del cerebro, uno de las más
importante es la vitamina C (ácido ascórbico), ya que puede tener cierta relación con los
aspectos cognitivos, ciertos estudios han mostrado que a mayor ingesta mejor desempeño. Así
mismo, la ingesta de vitamina C es mayor en adultos de más de 75 años con un desempeño
cognitivo satisfactorio. Quizás se debe a su función antioxidante y a que participa en la
producción de los neurotransmisores. En relación con la ingesta de piridoxina (vitamina B6),
ocurre lo mismo que con la vitamina C, se relaciona positivamente con el desempeño
cognitivo lo mismo que la niacina (vitamina B3) así como otras de las vitaminas del
complejo B puesto que participan en el metabolismo de los neurotransmisores (8).
En definitiva, está claro que la dieta del individuo adulto debe ser variada y adecuada a sus
requerimientos ya que si es así ayuda al correcto funcionamiento del cerebro (6).
Tampoco se debe olvidar el consumo de grasas, especialmente algunos ácidos grasos como
los omega 3 y omega 6 (especialmente el ácido araquidónico). Está claro que un déficit
puede ser perjudicial, pero respecto a los omega 3 podemos ir más allá e incluso valorar
incluso hasta una posible suplementación ya que estudios recientes han sugerido su utilidad
en la función cognitiva del cerebro y la salud mental, aunque es cierto que parece que este
efecto se da más especialmente en la infancia y juventud donde puede incrementar la
memoria (8).
Las personas adultas padecen trastornos neuropsiquiátricos y neurodegenerativos con
mayor frecuencia que otros segmentos poblacionales, los ácidos grasos poliinsaturados de
cadena larga omega-3 de origen marino han demostrado en base a ciertos estudios su utilidad
(en forma de suplementación) en la prevención y/o el retardo de la progresión de
enfermedades psiquiátricas y neurodegenerativas. Los omega 3 podrían ser de utilidad en
prevención y tratamiento de enfermedades como la demencia cognitiva, depresión, trastorno
bipolar o Alzheimer (8).
El motivo por el cual los ácidos grasos omega 3 son beneficiosos se debe a que el cerebro
es particularmente sensible al daño oxidativo, y por ello, por acumulación de este tipo de
daños, se explica (entre otros motivos) que la edad sea uno de los factores de riesgo más
importantes para el desarrollo de trastornos neurológicos degenerativos Parece que los omega
3 pueden ser eficaces porque contribuyen a prevenir el daño causado por el estrés oxidativo a
nivel cerebral (8).
Por lo tanto, si el cerebro es particularmente sensible al daño oxidativo y si el
envejecimiento es uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de
trastornos neurológicos degenerativos, podemos pensar que la ingesta de sustancias
antioxidantes que puedan paliar en parte el daño oxidativo y ralentizar el envejecimiento,
pueden servir de ayuda a la hora de prevenir o enlentecer el desarrollo de ciertas patologías
y/o del deterioro de la función cognitiva (8)
Además de nutrirse de forma adecuada hay que hacer hincapié en el control de peso (no
sólo importa el tipo de alimentos sino la cantidad consumida). Un exceso de alimentos en
principio beneficiosos puede acabar provocando un exceso de peso y no hay que olvidar que
la obesidad incrementa el riesgo de padecer resistencia a la insulina, diabetes y síndrome
metabólico (obesidad abdominal, hipertrigliceridemia, lipoproteínas de baja y alta densidad
hipertensión e hiperglucemia) por lo tanto incrementa el riesgo de padecer enfermedades
neurodegenerativas y deterioro cognitivo (8).
Como se mencionó al principio de texto la dieta mediterránea es balanceada, pero es
necesario conocer bien los alimentos y las funciones que éstos tienen en el sistema nervioso,
de ésta manera se podrá disfrutar de las comidas y preparaciones y al mismo tiempo mejorar
la agilidad mental (5) (9).
Los cereales y legumbres, sobre todo integrales contienen Vitaminas del complejo B, que
participan en importantes reacciones del sistema nervioso (9).
Las frutas y hortalizas brindan protección contra enfermedades degenerativas y protegen al
cerebro, esto se debe a su alto contenido de varios antioxidantes tales como la Vitamina C, A
(carotenos), flavonoides y poli fenoles (9).
Las verduras contienen ácido fólico que, entre otras funciones y en colaboración de la
vitamina B12, interviene en la eliminación de compuestos dañinos para la función
neurocognitiva (9).
Los lácteos son alimentos fuente de Calcio, un mineral requerido para la normal
transmisión de los impulsos nerviosos (9).
Las carnes aportan proteínas de alto valor biológico, las rojas además aportan hierro, un
mineral que ayuda a transportar el oxígeno al cerebro. El pescado, además aporta otros
nutrientes esenciales (ácidos grasos omega 3) necesarios para un adecuado desarrollo y
funcionamiento del sistema nervioso. Aspectos relacionados con las funciones cognitivas
(memoria, percepción, atención) se ven favorecidos con el consumo de éste nutriente. Los
ácidos grasos omega-3 facilitan la transmisión de mensajes en el sistema nervioso central.
También tienen efectos benéficos sobre el sistema cardiovascular, contribuyen a disminuir la
presión sanguínea y a reducir las concentraciones de colesterol y triglicéridos en plasma.
Contienen fósforo, un mineral de vital importancia en las membranas celulares (9).
Los aceites y frutos secos contienen Vitamina E, un potente antioxidante que protege a las
neuronas de los radicales libres. Son fuente de ácidos grasos esenciales (omega 3, 6 y 9)
sustancias involucradas en el correcto funcionamiento nervioso ya que ayudan a mejorar la
comunicación entre neuronas (9).
Todos estos datos apuntan a que la dieta, efectivamente, influye en nuestro estado
psicológico y subraya aún más la importancia de llevar una dieta saludable, esto es baja en
azúcares y sal, alimentos procesados, carnes rojas y alta en verduras, frutas, cereales
integrales, legumbres. No sólo nos sentiremos mejor físicamente sino también anímicamente
(6).
Como se observa los alimentos poseen una relevancia enorme cuando estamos hablando
del buen funcionamiento del cerebro, por lo cual con este anteproyecto se busca que las
personas tengan presente cuán importante es la alimentación, que se tengan en cuenta más a
las personas de edad avanzada que como se mencionó anteriormente es el 13% de la
población mundial y cada año esa cifra va en aumento(2), deberíamos buscar maneras que
estas personas lleguen con buenas condiciones a su edad avanzada sin muchos problemas de
salud ya que actualmente la ciencia se busca que sobrepasen los 60 años sin importar su
calidad de vida. Además se desea investigar cuáles son las posibles causas ligadas a la
alimentación del individuo que puede desarrollar la EA en unos años (6).
2.1. Pregunta problema de investigación
¿En qué medida los hábitos alimenticios adecuados permiten la prevención del deterioro
cognitivo en la enfermedad de Alzheimer?
3. Objetivo general y específicos
Objetivo general:
Dar a conocer la influencia de los hábitos alimenticios adecuados y los nutrientes de la
dieta en la prevención del deterioro cognitivo, causado por la enfermedad de Alzheimer.
Objetivos específicos:
· Se quiere analizar el papel de la nutrición en la prevención y evolución de las
enfermedades neurodegenerativas e identificar la utilidad de diferentes nutrientes (como
ácidos grasos omega 3, el ácido fólico, la dieta mediterránea, los antioxidantes y los
suplementos de vitaminas y minerales) y cómo estos pueden prevenir o disminuir el curso
clínico del deterioro cognitivo.
· Hacer comparación de distintos países y sus hábitos alimenticios con para luego poder
establecer estrategias nutricionales para promover una cultura alimenticia adecuada y
disminuir la desinformación.
· Se busca analizar la evidencia disponible y proponer recomendaciones prácticas sobre la
nutrición y los buenos hábitos alimenticios para reducir la aparición de la enfermedad de
demencia Alzheimer.
4. Definición de variables:
4.1. Enfermedad neurodegenerativa Alzheimer
El Alzheimer es la forma más común de demencia siendo un 60 a 80 % de los casos de
esta, causando problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Los
síntomas generalmente se desarrollan lentamente y se caracteriza por ser una enfermedad
progresiva, en la que los síntomas de demencia empeoran gradualmente con el paso de los
años, hasta que son tan graves que interfieren con las tareas cotidianas. (11)

El Alzheimer no es una característica normal del envejecimiento. El factor de riesgo


conocido más importante es el aumento de la edad, y la mayoría de las personas con
Alzheimer son mayores de 65 años. En la actualidad, el Alzheimer no tiene cura, pero hay
tratamientos para los síntomas disponibles. Si bien los tratamientos actuales para el
Alzheimer no pueden detener el avance de la enfermedad, pueden ralentizar por un tiempo
el empeoramiento de los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas con
Alzheimer y sus cuidadores(11)
4.2. Hábitos alimenticios y nutrición
La nutrición es la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del
organismo. Una buena nutrición se basa en una dieta suficiente y equilibrada combinada con
el ejercicio físico regular. En todo el mundo, las dietas insalubres y la falta de actividad
física están entre los principales factores de riesgo para la salud. (12)

Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus
formas, así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos.
La composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará
determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de
actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos
alimentarios. No obstante, los principios básicos de la alimentación saludable siguen siendo
los mismos.
(12)
4.3. Relación hábitos alimenticios y Alzheimer
El concepto de alimentación refiere al tipo de nutrición de una persona con base en lo
que ingiere. Los buenos hábitos alimenticios son de gran importancia al momento de
promover y mantener a lo largo de la vida una buena salud física y mental.
Los estudios epidemiológicos han demostrado una asociación clara y predominantemente
positiva entre el estado de ciertos nutrientes de la dieta y el desarrollo de la Enfermedad de
Alzheimer. (22) Como cualquier otro órgano, el cerebro se elabora a partir de sustancias
presentes en la dieta, tales como vitaminas, minerales, aminoácidos esenciales y ácidos
grasos esenciales, incluidos los ácidos grasos poliinsaturados omega-3). (23)

Distintos alimentos contienen distintos componentes moleculares; la evolución de las


plantas de cosecha por parte de la manipulación del hombre durante milenios, algo conocido
como el síndrome de la domesticación vegetal, ha mostrado cambios en las frutas, verduras,
entre otros alimentos de origen vegetal, con el fin de la obtención de una mayor cantidad de
nutrientes en una cosecha. Esto ha permitido que haya presencia excesiva de biomoléculas
que presenten beneficios a nivel del sistema nervioso.
Es por esto que, diversos estudios sugieren que la dieta puede ejercer un efecto protector
en relación con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, se describe que la enfermedad
neurodegenerativa tiene una gran incidencia con el seguimiento de la dieta occidental la
cual se caracteriza por una ingesta excesiva de azúcar, alimentos con alto índice glicémico,
el consumo en exceso de productos de origen animal (con alto contenido en grasas
saturadas) y un consumo bajo de cereales de grano completo, legumbres, oleaginosas,
semillas y otros vegetales (con alto contenido en fibra, vitaminas). (24)

De la misma manera, el cerebro se caracteriza por tener una actividad metabolica


sumamente alta y por tanto, éste es altamente vulnerable al daño oxidativo
http://www.medigraphic.com/pdfs/revsalpubnut/spn-2016/spn161e.pdf , el cual deteriora
componentes celulares, resultando en daño de la sinapsis y muerte de la célula nerviosa.
Por esto, estos alimentos tienen un papel esencial en la protección frente a fenómenos de
daño oxidativo, por lo que sus efectos son aprovechados terapéuticamente. (25)

Nibaldo Inestrosa; Estudios en el Centro de Envejecimiento y Regeneración de la


Universidad Católica (Chile): Están estudiando cuáles son los elementos de las conductas o
hábitos que influyen en los cambios cognitivos. Los hallazgos principales en las ratas
presentaron que una dieta rica en fructosa a largo plazo produce cambios cognitivos, los
cuales tienen que ver con cambios a nivel sináptico, donde se dan las interacciones entre las
neuronas. Tiene que ver con el deterioro, ahí es donde se dan los cambios en la memoria y el
aprendizaje.
Él dice que descubrieron el desarrollo de un “cambio brutal” en los aspectos cognitivos:
Los animales se veían saludables y de buen peso, pero al mismo tiempo, estaban débiles
desde el punto de vista cognitivo, aprendían lentamente, y lo que aprendían se les olvidaba
fácilmente. Desarrollaron un modelo entre el desarrollo del Alzheimer y el consumo de la
fructosa. Se comprendió como el aumento en el consumo de azúcares, representa un
aumento en el riesgo de desarrollar tipos de degeneración cerebral, los cuales llevarían al
desarrollo del Alzheimer. Nibaldo Inestrosa comenta que este modelo no solo es válido para
el azúcar, sino también para el colesterol, para el exceso de presión arterial elevada y de
riesgos cardiovasculares. Estas condicionan una facilidad para desarrollar Alzheimer, y estas
están condicionadas por los hábitos alimenticios. (26)
5. Marco teórico
La cuestión de la investigación se caracteriza por ser un tema investigado y comprendido
por muchos años por científicos e intelectuales. El fenómeno de la alimentación y su relación
con el Alzheimer se estudiarán desde un punto de vista científico, donde se lleve a cabo el
análisis de las variables de causa-efecto para determinar una relación congruente. Se afirma
entonces que existe una relación entre los hábitos alimenticios, es decir, los tipos de comida
que se ingieren, su contenido, la frecuencia de la alimentación de los mismos, entre otros
factores, y el desarrollo del deterioro cognitivo, concluyendo con la aparición del Alzheimer.
Teniendo en cuenta conocimientos previos acerca del tema, se justifica que los hábitos
alimenticios son solo uno de los tantos factores que afectan el desarrollo neuronal en el ser
humano, y que su importancia con relación a estos factores (genéticos, de origen biológico, y
distintos tipos de hábitos y estilos de vida) sigue aun sin ser comprendido por completo. Este
es un punto a demostrar en la investigación, mediante el análisis a distintas fuentes que serán
correlacionadas para hallar una conexión entre las variables, con el fin hallar o desarrollar un
concepto más exacto y justificable acerca de este tema de investigación.

5.1 Enfermedad Alzheimer, características y etapas.


El Alzheimer actualmente se define como una enfermedad compleja patogénica, en
algunos casos hereditarios, que se caracteriza por la pérdida de neuronas y sinapsis además de
placas seniles y de una degeneración neurofibrilar. Clínicamente la EA se expresa como una
demencia de comienzo insidioso y lentamente progresivo, habitualmente se inicia con fallas
de la memoria reciente y termina con un paciente postrado en cama, totalmente dependiente.
Según estudios su duración es muy variable y depende de las características del individuo y
su entorno; se han visto pacientes que fallecen postrados antes de 4 años del inicio de la
enfermedad, y otros que sobreviven más de 12 o 15 años, aunque el promedio es de 7 a 8
años. (10)
La demencia afecta principalmente a los adultos mayores; se puede presentar en 1 o 2% de
individuos que poseen 60 años, en 3 a 5% de individuos de 70, en el 15-20% de individuos de
80 años y en un tercio o la mitad de los mayores de 85. Sin embargo es más frecuente en la
mujer que en el hombre, esto se debe a que entre los adultos mayores sobreviven más mujeres
que hombres; también podría influir la carencia de estrógenos en la mujer
postmenopáusica.(10)
Los individuos que padecen Alzheimer como consecuencia de esta, poseen diversos
trastornos anormales como lo es la depresión, ir de un lado hacia el otro, hacer ruidos
extraños, encender y apagar las luces, tirar la comida, enfadarse con facilidad escaparse de la
persona que le esté brindando cuidado ya sea un familiar o un trabajador de la salud además
de tener conductas agresivas hacia ellos llegando al punto de asfixiarlos. (11)

Los individuos también presentan delirio; un estado de inconsciencia donde se pierde


contacto con la realidad. Los delirios son altamente frecuentes en estos individuos y
constituyen una causa frecuente de institucionalización ya que usualmente esta conducta
genera temor a los familiares, a causa de que ellos se suelen mostrar más agresivos, ansiosos,
con miedo y rebeldes. El delirio trae consigo otros trastornos como el síndrome de Capgras;
donde se ve afectado la capacidad de identificar personas cercanas (11)

Se ha encontrado que muchos pacientes con AE poseen con anterioridad diversas


patologías, las más frecuentes suelen las enfermedades cardiovasculares. También influyen
otros factores como lo es la baja escolaridad, se ha demostrado que los sujetos con mayor
escolaridad se demencian menos. Esto podría deberse a que el mayor uso de las neuronas
favorece los procesos de neurogénesis y sinaptogénesis, y/o a que contaban con una mayor
dotación de neuronas desde la partida, lo que les facilita compensar su pérdida. Además, la
mayor escolaridad puede facilitar la respuesta a las pruebas psicológicas. (10)
Cuando es hereditaria, se caracteriza por ser autosómica dominante esto significa que se da
cuando el alelo alterado es dominante sobre el normal y basta una sola copia para que se
exprese la enfermedad. Hasta la fecha se ha descrito EA familiar con mutaciones en los
cromosomas 22, 14 y 1. Pero hay ciertas enfermedades que tiene como características el
desarrollo posterior del alzheimer como lo es el síndrome de Down ya que en esta se produce
un exceso de beta-amiloide y es muy frecuente que en estos pacientes aparezca antes de los
50 años la neuropatología de una EA (curiosamente, esto no suele acompañarse de un cambio
cognitivo apreciable). (10)

En la evolución de esta patología se reconoce 3 etapas. La primera se caracteriza por las


fallas de la memoria; la falla más evidente es la pérdida de memoria episódica reciente,
pueden existir trastornos del discurso: imprecisión o perseverancia en el contenido, faltas de
coherencia, se ha demostrado que hay fallas de la atención-concentración (inversión de series,
retención de cifras), memoria remota (sucesos históricos o biográficos), memoria semántica
(enumerar animales en 60 segundos), aprendizaje procedural (que habitualmente no
evaluamos) y de la capacidad ejecutiva o de juicio. (10)

En la segunda se agregan trastornos del lenguaje, apraxias y un síndrome de Gertsmann (se


trata de una alteración a causa de un daño cerebral en el cual se ve afectada la escritura, esta
es definida como la pérdida total o en ocasiones parcial de las habilidades para desarrollar el
lenguaje escrito); y en la tercera el paciente queda incapacitado, postrado en cama. Por
supuesto, los límites entre las etapas son imprecisos, pero este esquema puede ser útil para
clarificar su evolución. (10)

5.2 Nutrición y alimentación saludable


La nutrición es la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del
organismo. Una buena nutrición (una dieta suficiente y equilibrada combinada con el
ejercicio físico regular) es un elemento fundamental de la buena salud. Una mala nutrición
puede reducir la inmunidad, aumentar la vulnerabilidad a las enfermedades, alterar el
desarrollo físico y mental, y reducir la productividad. (13)
Para poder hablar de una dieta suficiente y equilibrada se necesita conocer la proporción
de nutrientes esenciales, ya que al hablar de una dieta saludable no solo se habla de lo que se
ingiere sino también en la cantidad de esto. La proporción ideal de los alimentos sería:
● 50-55% de carbohidratos. No más del 10% de azúcares simples (caramelos,
gominolas, azúcar de mesa, miel, refrescos, bollos, tartas…etc.)
● 25-30% de grasas. En especial grasas monoinsaturadas (aceite de oliva, aguacate,
almendras, avellanas…) en un 20%, 5% poliinsaturadas (aceite de girasol, margarina
de maíz, nuez, salmón, sardina…) y 5-7% de grasas saturadas (jamón, embutido,
tocino, carne roja, leche entera, queso curado…).
● 10-15% de proteínas, vegetales y animales.
Además de las proporciones también se necesita aplicar otros consejos que nos brindan
los nutricionistas como:
● Comer cinco veces al día (no existen los alimentos “malos”. Sólo depende de la
frecuencia y cantidad en su consumo).
● Tomar cinco raciones de frutas y verduras cada día.
● Beber un litro y medio de agua al día.
● Desayunar siempre, lácteo, fruta y cereales.
● Evitar el exceso de sal y alimentos precocinados.
● Dejar para las ocasiones especiales la bollería industrial, la comida rápida y los
refrescos azucarados y con gas.
● Moderar el consumo de alcohol.
● Tomar varias veces a la semana legumbres, pescado azul y blanco y huevos.
● Procurar consumir cereales integrales y lácteos desnatados.
● Introducir los frutos secos en tus menús, al igual que granos y semillas.
● Consumir al menos un yogur al día.
● Comer de todo, no elimines ningún alimento.
● Preparar los alimentos al horno, o a la plancha antes que fritos y rebozados.
● Cenar de manera ligera, primando la ingesta de proteínas.
Estar bien alimentado ayuda a enfermar menos, y/o a recuperarte mejor de una
enfermedad. Además una nutrición equilibrada conseguirá tener más energía, enfrentarse
mejor a las cosas, controlar el peso y envejecer de forma saludable. (14)
Después de haber investigado los diferentes tipos de dieta y su incidencia en la salud se
pudo concluir que la dieta mediterránea es una de las que más se adaptan a los objetivos que
debe cumplir una dieta equilibrada. Está basada principalmente en el consumo de alimentos
de origen vegetal, utilizando con moderación los alimentos de origen animal. En definitiva,
recomienda aumentar el consumo de cereales, frutas, verduras, hortalizas, leguminosas,
incluir en la dieta aceite de oliva, pescado y moderar el consumo de carnes y grasas de origen
animal a través de esta.
Por esta razón se hablará con más detalle de las principales características de la dieta
mediterránea y sus beneficios:
En esta dieta se utiliza el aceite de oliva como principal grasa de adición porque es un
alimento rico en vitamina E, beta-carotenos y ácidos grasos monoinsaturados que le confieren
propiedades cardioprotectoras.
Otra característica de esta dieta es que se consumen alimentos de origen vegetal en
abundancia: frutas, verduras, legumbres, champiñones y frutos secos .Las verduras, hortalizas
y frutas son la principal fuente de vitaminas, minerales y fibra de nuestra dieta y nos aportan
al mismo tiempo, una gran cantidad de agua. Es fundamental consumir 5 raciones de fruta y
verdura a diario. Gracias a su contenido elevado en antioxidantes y fibra pueden contribuir a
prevenir, entre otras, algunas enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. El
pan y los alimentos procedentes de cereales (pasta, arroz, esencialmente sus productos
esenciales) deberían formar parte de la alimentación diaria. El consumo diario de pasta, arroz
y cereales es indispensable por su composición rica en carbohidratos. Nos aportan una parte
importante de energía necesaria para nuestras actividades diarias.
Los alimentos poco procesados, frescos y de temporada son los más adecuados: Es
importante aprovechar los productos de temporada ya que, sobre todo en el caso de las frutas
y verduras, nos permite consumirlas en su mejor momento, tanto a nivel de aportación de
nutrientes como por su aroma y sabor.
Consumir diariamente productos lácteos, principalmente yogurt y quesos:
Nutricionalmente se debe que destacar que los productos lácteos como excelentes fuentes de
proteínas de alto valor biológico, minerales (calcio, fósforo, etc) y vitaminas. El consumo de
leches fermentadas (yogur, etc.) se asocia a una serie de beneficios para la salud porque estos
productos contienen microorganismos vivos capaces de mejorar el equilibrio de la microflora
intestinal.
La carne roja se tendría que consumir con moderación y si puede estar combinada con
guisos y otras recetas y las carnes procesadas en cantidades pequeñas y como ingredientes de
bocadillos.
El consumo excesivo de grasas animales no es bueno para la salud. Por lo tanto, se
recomienda el consumo en cantidades pequeñas, preferentemente carnes magras, y formando
parte de platos a base de verduras y cereales.
Consumir pescado en abundancia y huevos con moderación .Se recomienda el consumo de
pescado azul como mínimo una o dos veces a la semana ya que sus grasas – aunque de origen
animal- tienen propiedades muy parecidas a las grasas de origen vegetal a las que se les
atribuyen propiedades protectoras frente enfermedades cardiovasculares.
Los huevos contienen proteínas de muy buena calidad, grasas y muchas vitaminas y
minerales que los convierten en un alimento muy rico. El consumo de tres o cuatro huevos a
la semana es una buena alternativa a la carne y el pescado.
La fruta fresca tendría que ser el postre habitual, los dulces y los pasteles deberían
consumirse ocasionalmente.
Las frutas son alimentos muy nutritivos que aportan color y sabor a nuestra alimentación
diaria y son también una buena alternativa a media mañana y como merienda.
El agua es la bebida por excelencia en esta dieta, el vino debe tomarse con moderación y
durante las comidas.
El agua es fundamental en nuestra dieta. El vino es un alimento tradicional en la dieta
mediterránea que puede tener efectos beneficiosos para la salud consumiéndolo con
moderación y en el contexto de una dieta equilibrada.
Realizar actividad física todos los días, ya que es tan importante como comer
adecuadamente. Mantenerse físicamente activo y realizar cada día un ejercicio físico adaptado
a nuestras capacidades es muy importante para conservar una buena salud. (15)
Ya habiendo explicado las normas o características de esta dieta, a continuación se va a
entrar en detalle de los beneficios más conocidos que brinda este estilo de vida
Ayuda Contra la obesidad: Un reciente estudio elaborado por profesionales del Instituto
Catalán de la Salud (ICS) ha demostrado que la promoción de la dieta mediterránea consigue
disminuir en 6,3 puntos la prevalencia del sobrepeso en niños de entre 3 y 7 años. Antes de
participar en el programa, el 83,7 % de los estudiantes afirmó consumir una pieza de fruta
diaria, pero esta cifra aumentó hasta el 90,6 % cuando acabó la intervención, mientras que el
consumo de frutos secos pasó de un 23,8 % a un 43,3 %.
Reduce la diabetes. Esta dieta es rica en frutas, verduras y productos de temporada. Esto
hace que sea buena para reducir la diabetes. Desde la Universitat de València (UV) responden
a que la dieta mediterránea es mucho más y engloba todo un estilo de vida. Esto es gracias a
la dieta baja en grasa que supone, junto a granos enteros, pescado y la utilización de aceite de
oliva y hierbas en lugar de mantequilla y sal para cocinar y para acompañar diversos
ingredientes.
Ayuda a prevenir ciertas enfermedades cardiovasculares
Es una dieta favorable para reducir las enfermedades de tipo cardiovascular. Según la
Fundación Dieta Mediterránea, el consumo de pescado azul, como mínimo una o dos veces a
la semana, es muy saludable ya que estos pescados tienen grasas muy parecidas a las de
origen vegetal, que protegen frente a las enfermedades del corazón.
La dieta mediterránea también es rica en verduras, hortalizas y frutas -se aconseja tomar 5
raciones de fruta y verdura a diario-. Esto aporta gran contenido de antioxidantes y fibra, dos
condicionantes que también previenen estas enfermedades.
Es buena para la memoria. Esta dieta no solamente es buena para que el organismo esté
sano, sino que la mente también se renueva y se cultiva. Muchos médicos y diversos estudios
demuestran que la dieta mediterránea mejora la función cognitiva. Al ofrecerse durante un
tiempo este tipo de dieta a un grupo de personas, se demostró que mejoraban su memoria y
también las construcciones verbales. Los alimentos que potencian la memoria y que forman
parte de la dieta mediterránea son: frutos secos, que tienen ácidos grasos poliinsaturados del
tipo omega 3 y del pescado azul que, además del omega 3, tiene muchas vitaminas y
minerales.
También están las frutas que aportan vitamina C y las verduras de hoja verde que poseen
muchos antioxidantes, buenos para el cerebro. Está claro que deberemos variar los distintos
alimentos de la dieta para no comer siempre los mismos; hay una gran riqueza de éstos por lo
que no nos aburriremos en cocinar nuevos platos.
Reduce el riesgo de sufrir fracturas óseas: En el XIV Congreso Nacional de la Asociación
Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) se llegó a esta conclusión: una mayor
adherencia a la dieta mediterránea se relaciona con un menor riesgo de fracturas de cadera. A
ello se debe el gran aporte de calcio de esta dieta, entre otras razones.( 16)

5.3 Nutrientes relacionados con la prevención del deterioro de la función cognitiva.


Posteriormente se relacionan las distintas biomoléculas de origen vegetal y su efecto en el
sistema nervioso. (17)
Ácido fólico (Vitamina B9): Se encuentran presentes en las espinacas, col, nabos y
espárragos y muchos otros vegetales. Estos muestran beneficio en la función cognitiva. Por lo
tanto, altos niveles de ácido fólico disminuyen el riesgo de la aparición del Alzheimer.
·Grasas insaturadas: Se obtienen en el procesamiento de los olivos, en el aguacate, nueces
y algunas semillas. Estos alimentos son muy comunes de la dieta mediterránea, ya
conocida por mostrar que reduce el riesgo del desarrollo del Alzheimer. Estos aumentan
los niveles del colesterol bueno. Además de eso, un componente del aceite de oliva
llamado oleocanthal ayudaría a deshacer una proteína tóxica en unión de los nervios del
cerebro.
· Antocianinas: Bayas como las frambuesas, fresas y arándanos poseen efectivos
antioxidantes y flavonoides antiinflamatorios. Esto proporciona a nivel cerebral un mejor
funcionamiento y desarrollo neuronal al interferir en las interacciones neuronales, y en las
reacciones defensivas frente a compuestos inflamatorios.
· Flavonoides: Una dieta rica de frutas y verduras confieren los flavonoides. Estos
contienen en su estructura una gran cantidad de grupos hidroxilo fenólicos, además de
tener molecularmente excelentes propiedades de quelación metales de transición. Esto les
permite tener una gran capacidad de función antioxidante. Se piensa que los antioxidantes
actúan en contra de la neurodegeneración, limitando la producción de substancias tóxicas
y reduciendo el factor de riesgo de obtener la enfermedad de Alzheimer.
5.4 Comparación entre países y estrategias nutricionales
Estudios comparativos entre diferentes poblaciones a nivel internacional, han observado
de forma profunda la relación que existe entre el patrón de la dieta y el riesgo a padecer
enfermedades crónicas.
La dieta se ha identificado como un posible factor importante en la etiopatogenia de la
Enfermedad de Alzheimer, además postulan que la EA es mucho más frecuente en EEUU y
en Europa en comparación con países como China, Japón o Nigeria. (4)

Países como los anteriormente mencionados, cuya dieta generalmente es limitada en


grasas y calorías (1.600-2.000 calorías/día) en comparación con Estados Unidos y Europa
Occidental (2.500-3.000 calorías/día), presentan una menor incidencia de EA:
aproximadamente el 50%. (18)
También en otras investigaciones como lo son el estudio Rotterdam, , basado en un
grupo de población de los Países Bajos, el consumo de betacaroteno y flavonoides y una
elevada ingesta de vitaminas se asoció con un descenso en el riesgo de EA. Asimismo, en el
Estudio Cache County se ha descrito un descenso en el riesgo de EA en consumidores de
suplementos vitamínicos y antioxidantes. ( 18)
De esta manera se ha postulado que las diferencias en la ingesta de grasa y de calorías
podrían tener un papel importante al momento de prevenir la enfermedad de Alzheimer.
Por consiguiente, se describen diferentes estrategias nutricionales que pueden modificar
el curso clínico del deterioro cognitivo, en primera instancia se menciona la dieta
mediterránea como estrategia principal, ésta trata de un consumo bajo de carnes rojas y
grasas saturadas y una alimentación rica y moderada de frutas, vegetales, legumbres,
cereales y aceite de oliva. Estos alimentos se caracterizan por ser una fuente de
antioxidantes, vitaminas y compuestos bioactivos que favorecen la prevención de la
enfermedad.
La dieta mediterránea es más que la ingesta de ciertos nutrientes y alimentos, es un estilo
de vida, se menciona el hacer ejercicio físico para mejorar el flujo sanguíneo, provocar un
aumento en la oxigenación, da una protección cardiovascular, y disminuir el estrés
oxidativo.
También dormir lo suficiente puede influir en esto, ya que investigadores han
demostrado cierta asociación entre la falta de sueño con un mayor riesgo en el desarrollo de
deterioro cognitivo leve y pérdida de memoria.(19)
Países que siguen este tipo de dieta y estilo de vida, como lo son España, Grecia,
Portugal, Francia e Italia, desde hace años existe evidencia que tienen un modelo distinto de
mortalidad y morbilidad con una mayor longevidad y calidad de vida, donde existe un
menor prevalencia de la enfermedad estudiada. (20)

6. Método
6.1. Tipo de investigación y diseño correspondiente
Esta investigación consiste en un estudio descriptivo que profundiza en un área
relacionada con el campo de la salud, mediante el análisis de estudios realizados previamente.
Tiene como propósito dar a conocer la influencia de los hábitos alimenticios adecuados y los
nutrientes de la dieta en la prevención del deterioro cognitivo, causado por la enfermedad de
Alzheimer.
Se basa en una investigación cuantitativa, específicamente de tipo descriptiva ya que se
busca analizar las características del tema a investigar, definir y formular una hipótesis,
seleccionar la técnica para la recolección de datos y las fuentes a consultar.
Cabe resaltar, que esta investigación no se limita a la recolección de datos, sino a la
predicción e identificación de las relaciones que existen entre dos o más variables, las cuales,
ya mencionadas anteriormente, la enfermedad neurodegenerativa del Alzheimer y los hábitos
alimenticios. De esta manera, se dará a conocer la relación entre las variables minuciosa y
profundamente y por último, se obtendrán resultados a fin de adquirir información
significativa que contribuyan al conocimiento. (21)
La siguiente investigación tiene como finalidad seguir un diseño descriptivo, en donde se
utiliza un método científico observando y describiendo de variables sin influir en su
comportamiento.
Es por esto que para la elaboración de este trabajo:
1. Se comenzó la búsqueda de información en el mes de septiembre del 2018 y se
tomaron dos variables, Alzheimer y los hábitos alimenticios.
2. Se identificó los sujetos o grupos a estudiar y la forma en que van a ser seleccionados y
las observaciones a efectuar sobre ellos mismos.
3. Se analizaron las características de las variables dependientes e independientes.
4. Se dio a conocer la relación que existe entre la enfermedad de Alzheimer y los hábitos
alimenticios.
5. Se analizaron las diferentes teorías que sustenten lo anterior, es por esto que se tomaron
diferentes fuentes de información, tales como revistas de asociaciones de Alzheimer, artículos
de revista de nutrición, consulta de base de datos bibliográficos como lo son Redalyc y
Scielo, sedes de páginas web con información actualizada, libros como el cerebro de pan de
David Perlmutter y videos relacionados con el tema.
6. Por último, se interpretaron los datos obtenidos, en términos claros y precisos.

6.2. Sujetos, característica de la población, muestra.


El muestreo utilizado para la presente investigación es el no probabilístico. Según (Otzen
& Manterola, s.f.) en este muestreo la selección de los sujetos a estudio dependerá de ciertas
características, criterios, los cuales él (los) investigador (es) considere (n) en ese momento
más apropiados para llevar a cabo su investigación. Por esta razón, se tomaron datos a partir
de una población específica que tenga como criterios, que sean personas mayores, ancianos,
ya que la prevalencia de la enfermedad neurodegenerativa aumenta con la senilidad, es decir
el envejecimiento, y que estas personas tengan consigo la enfermedad de Alzheimer para así,
llevar a cabo nuestro propósito de investigación.
6.3. Técnica(s) e Instrumento(s) de recolección de información.
Tema o Idea Central Titulo Tipo de Texto Enlace de Busqueda

http://www.un.org/es/sections/issues-
Envejecimiento Informe estadistico
depth/ageing/index.html

El Alzheimer en cifras. Informes y https://www.ortoweb.com/podcast/19-el-alzheimer-


Informe estadistico
estadísticas en-cifras-informes-y-estadisticas/
El Alzheimer, caracteristicas https://blogs.funiber.org/gerontologia/2013/04/22/
del desarrollo Calidad del sueño influye en el
Blog calidad-del-sueno-influye-en-el-desarrollo-del-
desarrollo del Alzheimer
alzheimer
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S0717-
Alzheimer’s disease Articulo cientifico
92272003041200003&script=sci_arttext&tlng=en
https://www.alz.org/alzheimer-demencia/que-es-la-
¿Qué es el Alzheimer? Blog
enfermedad-de-alzheimer?lang=es-MX

http://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-
Enfermedad de Alzheimer. La
Articulo cientifico profesional-3-articulo-enfermedad-alzheimer-la-
nutrición como factor protector
nutricion-como-13120600

Papel de la nutrición en la
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=3092267540
prevención y evolución de las Articulo cientifico
03
enfermedades neurodegenerativas
Influencia a nivel molecular
La Nutrición influye, y mucho, en el http://ramondecangas.com/la-nutricion-influye-y-
(nutrientes y biomoleculas) Blog
cerebro mucho-en-el-cerebro/
en el sistema nervioso
Los flavonoides: propiedades y http://www.nutricionhospitalaria.com/pdf/3338.pd
Articulo cientifico
acciones antioxidantes f
Moving forward with nutrition in https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/j.
Articulo cientifico
Alzheimer’s disease 1468-1331.2009.02738.x

Effects of nutrients (in food) on the


structure and function of the Articulo cientifico https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17066209
nervous system

Dieta mediterránea y sus efectos


benéficos en la prevención de la Articulo cientifico https://scielo.conicyt.cl/pdf/rmc/v145n4/art10.pdf
enfermedad de Alzheimer
Cómo le afecta al cerebro lo que
https://blog.cognifit.com/es/lo-que-comemos-
comemos. 7 motivos para mejorar Blog
afecta-al-cerebro-alimentos-influyen-cerebro/
tu alimentación
¿Cómo influyen los alimentos en el https://www.clarin.com/salud/alimentos-
correcto funcionamiento del Blog funcionamiento-cerebro-
cerebro? alimentacion_0_SJh9OhFP7x.html
Nutrición Blog https://www.who.int/topics/nutrition/es/
¿Cómo debe ser una dieta https://www.axahealthkeeper.com/blog/recuerdas-
equilibrada? como-debe-ser-una-dieta-equilibrada/
https://dietamediterranea.com/nutricion-saludable-
¿QUÉ ES LA DIETA MEDITERRÁNEA Blog
ejercicio-fisico/
https://www.miarevista.es/salud/articulo/los-5-
Los 5 beneficios de la dieta
Dietas y hábitos Blog beneficios-de-la-dieta-mediterranea-
mediterránea
alimenticios como factores 181479370571
protectores o de riesgo Prevención de la Enfermedad de
https://www.brightfocus.org/sites/default/files/spa
Alzheimer: Nutrición y Estilo de Investigación
nish-alzheimers-nutritional-info-final_0.pdf
Vida Saludable
https://www.ucm.es/nutricioncarbajal/informacion-
La Nutrición en la red Articulo cientifico
nutricional
Western diet consumption and
cognitive impairment: links to
Articulo cientifico https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21167850
hippocampal dysfunction and
obesity.
FACTORES DIETÉTICOS Y
http://www.medigraphic.com/pdfs/revsalpubnut/sp
NUTRICIONALES EN LA PREVENCIÓN Articulo cientifico
n-2016/spn161e.pdf
DE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER.

La relación que tienen nuestros https://www.duna.cl/programa/aire-


hábitos alimentarios con el Entrevista de radio fresco/2018/09/10/la-relacion-que-tienen-nuestros-
Alzheimer. habitos-alimentarios-con-el-alzheimer/
Presentación de https://es.scribd.com/doc/47429622/INVESTIGACIO
Investigación descriptiva INVESTIGACIÓN DESCRIPTIVA
Scribd N-DESCRIPTIVA
6.4. Procedimiento
La presente investigación se desarrolló en dos etapas, en la primera se realizó un esquema
de la investigación, se organizaron los objetivos de la investigación e igualmente la
justificación. Posteriormente en la segunda etapa se llevó a cabo la definición de variables y
el marco teórico para esto se eligió la bibliografía teniendo en cuenta ciertas pautas y
características como los es la fuente; si es una revista o blog universitario, un trabajo de
investigación o una página web con información viable. De esta manera se definió las
categorías principales, subcategorías y las dimensiones de cada una.

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que-tienen-nuestros-habitos-alimentarios-con-el-alzheimer/

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