El Ejército de Bolivia concluyó su participación en la Misión de
Estabilización de Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) después de nueve años. Durante esta misión, más de 3.000 soldados bolivianos trabajaron arduamente para devolverle la seguridad y la estabilidad política, y para brindar ayuda humanitaria al pueblo haitiano, en cooperación con otros 20 países.
En el marco del plan de reducción del componente militar de la MINUSTAH
establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el último contingente militar de Bolivia, conformado por 205 efectivos, retornó el 15 de junio a la capital de su país “tras concluir su compromiso internacional”, señaló el Coronel Rodolfo Javier Garvizu Diaz, director de Operaciones de Paz del Ejército de Bolivia. Los efectivos llegaron al Gran Cuartel de Miraflores en La Paz después de finalizar sus actividades en la MINUSTAH el 26 de mayo.
Dicho contingente, el último de los 15 enviados a Haití durante nueve años,
estaba conformado por 185 hombres y 20 mujeres. Durante la misión de la ONU, un total de 3.108 efectivos bolivianos, incluyendo 174 mujeres, participaron en la iniciativa de pacificación en contingentes rotatorios de seis meses.
“Nos sentimos orgullosos porque hemos contribuido con nuestra presencia,
recursos humanos y nuestros medios a cumplir la misión establecida por la ONU para estabilizar este país”, expresó el General de División José Luis Begazo Ampuero, Comandante General del Ejército de Bolivia, en la ceremonia de cierre en la Base Tiwanaku en Port-au-Prince.
“Queridos hermanos, con ustedes hemos conocido la vida del cuartel. Yo
podría asegurar que Haití no podrá olvidarlos porque están en su corazón. Al irse, yo puedo asegurarles que van a regresar como invitados o turistas pero siempre como hermanos”, expresó el Ministro de Defensa de Haití Lener Renaud.
Afuera
Haití no es el único país donde soldados bolivianos han participado en
misiones internacionales. Anteriormente, el Ejército boliviano había colaborado en misiones de paz en Angola, Costa de Marfil y el Congo. Para el Ejército de Bolivia, la participación en tales misiones representa “un sentimiento de hermandad por haber contribuido a la pacificación de un hermano país. En el aspecto militar, tal participación permitió al personal desplegado en misión adquirir mayor experiencia en Operaciones de Paz”, sostuvo el Cnel. Garvizu. “La solidaridad al prójimo fue sin duda un aspecto que incidió positivamente en todos los integrantes de los diferentes contingentes”.
La participación y los valores de las Fuerzas Armadas de América Latina en
la MINUSTAH han sido claves para restablecer la paz, así como el respeto a los derechos humanos, señaló el Coronel retirado del Ejército de Chile Carlos Ojeda.
“Estamos seguros de que por la conducta demostrada, los éxitos y el trabajo
abnegado y de utilidad demostrado, nuevamente el Ejército [de Bolivia] será convocado para cumplir con ese compromiso que desde 1997 mantenemos con Naciones Unidas”, afirmó el ministro de Defensa boliviano Reymi Ferreira, según reporta el diario digital boliviano La Patria en Línea .
La participación en misiones de pacificación en el extranjero ayuda a las
fuerzas armadas a proporcionar seguridad pública en su propio país.
“La seguridad es un tema transversal en toda actividad militar para
contrarrestar las diversas amenazas actuales y emergentes que puedan afectar al normal desarrollo de las actividades dentro del territorio”, señaló el Cnel. Garvizu. “Participar en la protección del medio ambiente es otro reto del cual el Ejército de Bolivia no se encuentra al margen, así como realizar diversas tareas en beneficio de la población boliviana”.