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A pesar de que Wells no describió en dicha ocasión lo que él entendía como "clases
superiores", su significado se aclaró el 11 de enero de 1889, cuando se dirigió de
nuevo a la Sociedad de Debate con el tema del socialismo. Wells empezó esta segunda
intervención declarando que la abolición de la "herencia y la propiedad" fue "el único
objetivo de la nueva y progresista órden de los Socialistas". Entonces anunció que
"El marxismo socialista ... es algo nuevo basado en el Darvinismo, y por eso algo
totalmente diferente" del socialismo utópico de principios del siglo XIX ("Mr H. G.
Wells on Socialism" 153). Al definir lo que él pensaba que el marxismo representaba,
se salió fuera y se volvió contra el Fabianismo, y mientras el "socialismo científico
aspira a la igualdad de las oportunidades ... el acientífico socialismo fabiano aspira a
la igualdad de las condiciones" (Mr H. G. Wells on Socialism, 153; vista restringida
en inglés aquí).
Después de 1899, los intereses políticos de Wells hibernaron durante algunos años
mientras él se labró una carrera para si como educador y escritor. En julio de 1887,
tras su salida de la Escuela Normal, tomó posesión del cargo de maestro de escuela
en la Holt Academy, al norte de Gales, pero después de un mes fue obligado a
renunciar tras un accidente futbolístico de importancia en el que sufrió un fuerte
golpe en el riñón. Durante de una larga covalescencia en la que ganó un ingreso
ocasional dibujando diagramas biológicos y geológicos para el Instituto Birkbeck,
Wells volvió a la docencia. Fue profesor asistente en Henley House School, Kilburn,
en mayo de 1899. Al año siguiente, completó su licenciatura en Ciencias por
correspondencia en la Universidad de Londres e inmediatamente fue profesor
particular y enseñaba a estudiantes para la licenciatura de ciencias de la misma
Universidad de Londres.
Wells permaneció en la University Tutorial College hasta mayo de 1893 cuando una
posterior caída en su salud le obligó a abandonar la enseñanza. Fue en aquella época
cuando obtenía un ingreso regular, pero no lo suficiente como para mantenerse a él
mismo y a su esposa Isabel Mary Wells (1865-1931), con quién se había casado en
octubre de 1891. Sin embargo, su alejamiento de las aulas de enseñanza le permitió
concentrarse en la escritura, y desde 1894 se convirtió en un prolífico escritor de
historias cortas y un "contribuyente" líder de la Pall Mall Gazette y su publicación
hermana, el Pall Mall Budget. Durante los años siguientes Wells obtuvo ingresos
regulares procedentes del periodismo, convirtiéndose en crítico teatral para la Pall
Mall Gazette y un crítico literario para la Saturday Review. Con un ingreso regular y
suficiente, Wells se centró en obras más largas e hizo su irrupción como novelista en
1895 cuando publicó La máquina del Tiempo con gran éxito de crítica.
Desde 1902, Wells publicó una serie de trabajos sociológicos que trataban sobre las
relaciones internacionales, clases sociales, educación y la reproducción. Estos eran
"Predicciones de la Reacción del Progreso Científico y Mecánico en la Vida y
Pensamiento Humanos" [Anticipations of the Reaction of Mechanical and Scientific
Progress upon Human Life and Thought (1903) para descargarlo o leerlo online en
inglés, y un resumen en inglés], Mankind in the Making (1903) y Una Utopía
Moderna [A Modern Utopia (1905); para leerlo en inglés, un resumen en inglés en
Wikipedia]. Los primeros intentos de Wells de especulaciones futurológicas fueron
en sus "Predicciones". Wells predice la aparición de bloques de poder
transnacionales, una "Europa Federal" que se transformaría hacia una "Nueva
República que dominaría el mundo". Wells también predijo la eliminación de "los
ricos pasivos" y de los "campesinos y trabajadores analfabetos" a través del
crecimiento de una nueva clase tecnocrática de "mecánicos e ingenieros". En su
deseo de eliminar los tipos ineficientes a la sociedad, Wells extremó al máximo su
celo eugenésico y elogió a "la nación que más educa, esteriliza o exporta a su Gente
del Abismo" (Predicciones 212). Aunque sus ideas eugenésicas persistieron hasta la
décadas de los 30 y los 40, "H. G. Wells's Eugenic Thinking of the 1930s and 1940s",
Wells inmediatamente atemperó sus aspectos más duros de ellas. Lo hizo
escribiendo Mankind in the Making (1903), ridiculizando el programa eugénico
de Francis Galton en favor de las políticas educativas y presentando un Estado
Mundial altamente regulado en Una Utopía Moderna (1905), donde las opciones
eugenésicas se ofrecen a las parejas considerando el matrimonio pero sin recurrir a
la coacción (Partington, "The Death of the Static: H. G. Wells and the Kinetic
Utopia"). En un debate sobre eugenesia patrocinado por la Sociological Society en
1904, Wells respondió a las propuestas de Galton para la promoción entre "jueces,
obispos y otras personas eminentes" (Wells, "Eugenics: Its Definition, Scope and
Aims" 10) considerándolas ridículas. Wells afirmó que "es en la esterilización de los
fallidos y no en la selección de de los mejores que existe la posibilidad de mejora de
los valores humanos(Partington, "The Death of the Static: H. G. Wells and the
Kinetic Utopia" 11)". Sin embargo, Wells sintió que la definición biológica de "fallido"
era inadecuada en aquel momento (Mankind 40). En Mankind in the Making, Wells
mostró la educación como el mejor método para mejorar la calidad de la raza
humana, aunque también favoreció el pago del Estado a la madres en Una Utopía
Moderna, como veremos más adelante. El pensamiento eugenésico de Wells, en vez
de apoyar la superviviencia del más apto, estaba más en la línea de apoyar a cuanta
más gente mejor para ayudarles a sobrevivir.
Con las técnicas médicas modernas, dos países han adoptado medidas eugenésicas
pre natales. Chipre ha reducido el porcentaje de niños nacidos con talasemia de 1
cada 158 a prácticamente cero. En Israel se puede aplicar a la embarazada una
prueba de la enfermedad Tay-Sachs, y si resulta positiva, se puede realizar el aborto.
Esta política de formar bloques antagónicos fue lo que llevó a la Primera Guerra
Mundial. Russell y Wells se oponían a que Gran Gretaña entrara a formar parte de
uno de esos dos bloques antagónicos.
Wells también se opuso al Empire Free Trade Crusade al asegurar que "El Imperio
Británico ... debería ser el precursor de un estado mundial o nada"(Experiment 652).
NOTA: el Empire Free Trade Crusade fue un partido político que proponía un bloque
de libre intercambio comercial entre los países que componían el Imperio Británico.
De alguna manera y durante algunos años, esta aspiración de este partido político se
materializaría en 1931 con una mayor integración económica de los países que
integraban la Commonwealth, ya que estos países se aplicaban entre si tarifas
arancelarias menores que las que aplicaban a países externos.
En el plazo de un año, según Wells cree, la sociedad puede reunir 10.000 miembros
si aumenta su junta directiva, facilita el acceso a los nuevos miembros, insta a los
miembros más jóvenes y entusiastas a volverse más involucrados e incrementa el
número de publicaciones. Como modelo de esta última sugerencia, Wells regaló a la
Sociedad Fabiana su Misery of Boots, su único panfleto fabiano, que se convirtió en
un éxito editorial, fue traducido a varios idiomas, y fue continuamente impreso hasta
los años 20. "Encontrarás socialistas por todas partes ... que te asegurarán que
algunos pequeños y extraños trabajos sobre el suministro de gas y agua municipal es
Socialismo, y una mediación entre Conservadores y Liberales el camino hacia el
milenio. ¡Es lo mismo que llamar a un chorro de gas en el vestíbulo de una casa, la
gloria de Dios en el cielo! [Faults of the Fabian 13]).
"Faults on the Fabian" fue considerado un desafío directo a "la vieja guardia" de la
Sociedad fabiana (Shaw, Sidney Webb, Hubert Bland, and Edward Pease). Sin
embargo, en respuesta el ejecutivo estableció un comité especial para investigar las
sugerencias de Wells y para que reportara sus hallazgos. Como autor de la respuesta
de cambio, le fue permitido a Wells seleccionar el comité, y "fue compuesto por el
Reverendo Stewart Headlam, Mrs. Bernard Shaw (Charlotte Payne-Townshend),
and G. R. S. Taylor of the Executive; Dr Stanton Coit, W. A. Colegate, Dr Haden
Guest, Sydney Olivier, Mrs Pember Reeves (padre de su amante, Amber Reeves), H.
G. Wells, and Mrs Wells. Después de 8 meses, el Comité especial reportó en octubre
de 1906. Recomendó la publicación de más libros y folletos, el establecimiento de
sucursales de la sociedad por todo el país, una contribución mínima fija, una nueva
constitución y proponer candidatos "en armonía con otros partidos políticos
socialistas y laboristas" y la adopción del nombre "Partido Socialista Británico",
"British Socialist Party". El Comité también recomendó ampliar el número de
miembros del Comité Ejecutivo de la Sociedad y la creación de subcomités para
Publicaciones, Propaganda y Propósitos Generales. En respuesta a este informe de
la Comisión, el Ejecutivo también realizó su propio informe. Este último informe
apoyó el aumento del número de miembros del Ejecutivo, se mostró de acuerdo en
la abolición de ciertas restricciones para acceder a la condición de miembro y apoyó
la publicación de un periódico semanal. Los dos informes fueron enviados a los
miembros de la Sociedad, y se celebraron una serie de encuentros para discutirlos,
que se celebraron entre el 8 de marzo y el 14 de junio de 1907. En la primera de esas
reuniones, George Bernard Shaw propuso aceptar el informe del Ejecutivo, pero
Wells, en lugar de aceptar esa moción proponiendo la adopción del informe del
Comité Especial, propuso enmendar el informe del ejecutivo, llamando al Ejecutivo
para que dimitiera para celebrar elecciones a un Ejecutivo más grande. Este nuevo
Ejecutivo debía implementar el Informe del Comité Especial. Según Pease, la
enmienda planteó la siguiente cuestión: "¿La Sociedad debía ser controlada por
aquellos que la crearon o debía ser manejada por Mr. Wells?" (Faults of the Fabian
173), y "Wells fue entregado en las manos de sus más experimentados exponentes al
desafiar a la Sociedad a deshacerse de ellos y a que entrara una nueva generación
bajo su guía" (174). Se suspendió la sesión para considerar la enmienda de Wells, y
en el encuentro final, Shaw dijo a Wells que su enmienda equivalía a "una moción de
falta de confianza" en el Ejecutivo. Shaw le requirió que retirara la enmienda para
permitir que el Informe del Comité Especial fuera reconsiderado punto por punto
(Faults of the Fabian 174). Los puntos de la enmienda parecían, así vistos, poco
razonables, así que Wells se mostró de acuerdo con retirar la enmienda, y su desafío
a los líderes de la Sociedad finalizaron, aunque posteriormente Wells sirvió en el
Ejecutivo de la Fabiana.
Aunque Wells no tuvo éxito en desalojar la "vieja guardia" Fabiana, sus esfuerzos en
convertir a la Sociedad en una organización socialista más popular fructificaron en
algunos cambios positivos. Más importante, la combinación de su personalidad y la
conmoción que causó Wells en la Sociedad hizo que sus miembros se elevaran desde
alrededor de 500 en 1905 hasta 1267 en marzo de 1907 (incluyendo 90 nuevos
miembros en ese mes sólamente) (Pease 173). Este creciente números de miembros
incluso permitió el establecimiento de sucursales en todo el país, especialmente en
las Universidades. Wells incluso se las arregló para que las Bases de la Sociedad
fueran reescritas de tal modo que incluyeran "igualdad de pertenencia para hombres
y mujeres" (Faults of the Fabian 177). El Ejecutivo ampliado, elegido en abril de 1907,
tenía un mayor equilibrio, con 12 miembros de la "vieja guardia" y 8 miembros
welsianos. El mismo Wells fue cuarto en las elecciones, detrás de Sidney Webb, Pease
y Shaw. Al año siguiente, Wells fue elegido en sexto lugar y se incorporó al Ejecutivo
junto a su esposa (quién fue miembro hasta 1910). Al mismo tiempo en que Wells se
vió envuelto en la batalla por la reforma de la Sociedad Fabiana, inavertidamente se
vió envuelto en un debate sobre el matrimonio y la familia que dañó su reputación
literaria y amenazó con empañar, por asociación, el buen nombre del Fabianismo.
En 1906, Wells publicó una novela de fantasía, En los días del cometa. en el que un
mundo en una guerra internacional y al borde de un conflicto industrial es
transformado por los vapores de un cometa que se estrella contra la Tierra. De esta
transformación sale una nueva sociedad basada en la mutua cooperación y la paz
global. Dentro de este panorama general, el personaje principal, Leadford, es
también transformado. Deshecha su intención de cometer un crimen pasional con
su novia y su nuevo novio, Verral, y en lugar de ello, acuerda vivir un menage a
quatres con ellos y su nuevo amor, Anne. La conclusión de la novela causó
indignación, y "Wells se encontró a si mismo denunciado por la prensa y los púlpitos
como un abogado de la promiscuidad (Mackenzie & Mackenzie 334) y de "compartir
esposas en común" (Socialism and the Family 56-57). Los líderes fabianos,
especialmente los Webbs, por la mala publicidad que el socialismo fabiano estaba
recibiendo, condenaron en privado la moral relajada de Wells. A fin de contener la
situación y ofrecer una imagen clara de la actitud socialista con respecto al
matrimonio y la familia, Wells publicó ElSocialismo y la familia (Socialism and the
Family) en el cual "refutó la acusación de que el socialismo tiene tendencia al amor
libre y estableció completamente la actitud real del socialismo moderno con respecto
a la vida familiar" (portada de Socialismo).
Cita:Sin embargo, la formulación del socialismo es sólo una razón por la que los
socialistas deberían permanecer fuera de las limitaciones de las organizaciones de
partido. Wells también cree que un partido específicamente socialista resultaría
contraproducente a aquellos miembros de las clases medias que simpatizan con los
objetivos del socialismo, pero no quieren ir tan lejos como para etiquetarse a sí
mismos como socialistas. Esta gente no está preparada para militar en un partido
socialista; a pesar de que admiten la verdad de las proposiciones generales
socialistas, ellos todavían retienen sus viejas simpatías por su vieja clase o partido,
como los Conservadores, los Liberales, o quizás porque ellos piensan que muchas
cosas buenas se pueden hacer por los Conservadores o los Liberales (105).
Wells cree que los socialistas deben esforzarse por ganar los corazones y las mentes
de los electores indecisos y apoyar los candidatos socialistas sin importar a que
partido pertenezcan.
El artículo de Wells provocó una amplia respuesta en las páginas de New Age,
incluyendo un inmediato apoyo editorial:
Esta posición welsiana recibió apoyo de gente como Frank Brewster, Clifford Sharp o
F. B. Kirkman. La oposición al artículo de Wells también fue evidente, a pesar de que
estaba fragmentada en varias posiciones, con Cecil Chesterton, que deseaba un
partido socialista para atraer socialistas de todas las clases sociales y cooperar con el
Partido Laborista durante las elecciones y en el Parlamento, S. G. Hobson, que ve a
Wells como un "permeable" y cree que la diferencia entre él y sus antiguos
compañeros fabianos es "no sustancial, sino de terminología" (Hobson, 169), y J.
Wild, quien asegura que todos los socialistas deberían apoyar el Partido Laborista.
Cita:...la patria potestad no puede ser más un asunto privado; de que el bienestar de
los niños es un asunto de importancia universal, y debe, por tanto, ser un asunto de
interés colectivo. El Estado, que un centenar de años atrás no se ocupaba de los
niños, está ahora conviertiéndose cada vez más en su Tutor, su Gran Padrino (New
Worlds [1908] 39).
Cita:El socialista sostiene que la comunidad en su conjunto debe ser inalienable del
propietario y administrador de la tierra, de las materias primas, de los valores y los
recursos acumulados en el pasado, y la propiedad privada debe ser de caracter
rescindible, volviendo a la comunidad y sujeta al bienestar general (New Worlds
[1908] 88).
Sin embargo, lejos de adoptar una postura proudhoniana, Wells abogó por una
nacionalización con compensación, así como conceder más compensaciones a los
propietarios expropiados. Así, si bien asegura que "el Estado será el único banquero
... así como el terrateniente universal" y defiende la nacionalización de los
ferrocarriles, canales, minas de carbón, "el comercio de la leche, de la bebida, de los
mataderos, tráfico local, alumbrado y suministro eléctrico en el ámbito local" y
también sugirió que los antiguos propietarios de tierras y capitanes de la industria
se beneficiarían de la seguridad del socialismo a través del cambio de estatus de
propietarios de las tierras y de las industrias a gerentes estatales (New Worlds [1908]
145, 184).
A pesar del tenor radical del socialismo wellsiano, en New Worlds for Old es
principalmente un gradualista. Habiendo sido criticado por lo fabianos por tratar de
conseguir el socialismo de una "manera insidiosa", afirma que "la expropiación debe
ser un proceso gradual, un proceso de reajuste político y económico, acompañado en
cada paso por un proceso de explicación de los motivos" (New Worlds [1908] 163).
Wells rechaza la idea de la opinión pública expresada en elecciones parlamentarias,
pero cree firmemente en la formación de lo que él denomina "la mente colectiva"
(New Worlds [1908] 283), y es en este sentido que siente que su socialismo avanza
más que el de sus predecesores. Como "necesitamos discursos libres, debates libres,
publicaciones libres tanto como un Estado enteramente socialista",
consiguientemente "la educación debe preceder al Estado socialista" (New Worlds
[1908] 208, 116). La centralidad de la educación en el compromiso político de Wells
aumentó considerablemente a medida que maduró su visión del mundo en el período
de interguerras. En New World for Old, Wells identificó su tema de la educación
como el punto que más separa a su socialismo del de "la vieja guardia" de los fabianos
y de otras variantes. Sin embargo, en las elecciones del 24 de abril de 1908, los
socialistas sondearon el apoyo de Wells al candidato liberal, Wiston Churchill y la
crítica de Wells al Partido Social Demócrata de Dan Irving y al conservador William
Joynson-Hicks, también contribuyeron al deseo de Wells de retirarse de cualquier
organización política socialista durante algunos años. El Partido Laborista no
presentó ningún candidato, y el que presentó el Partido Socialdemócrata no gustó a
nadie, así que Wells recomendó el voto para Churchill, quien ya había ganado el
mismo escaño en la misma circunscripción electoral para el Partido Liberal: "No será
fácil perdonar la imbecilidad de los socialistas locales de proponer un candidato
cuyas posibilidades eran tan ridículamente pequeñas". A pesar de que este era un
sentimiento general, de todos modos fue un golpe muy duro para los socialistas leer
en el Daily News del 21 de abril una carta abierta de Wells a los electores del noroeste
de Cambridge alentandoles a rechazar a Irving y votar a Churchill.
A pesar de que el apoyo de Wells a Churchill, el escritor fue criticado por sus antiguos
compañeros socialistas, pero a pesar de ello, no se hizo ningún intento para defender
la candidatura de Irving.
Al apoyar a candidato del Partido Liberal Winston Churchill, Wells puso en práctica
los argumentos que escribió el año anterior en su artículo "El movimiento socialista
y los partidos socialistas" "The Socialist Movement and Socialist Parties" y, como
Sturt, abogó por un socialismo pragmático, el de apoyar al candidato más
progresista, sin importar el partido al que pertenezca, al tiempo que propagaba una
"declaración franca y abierta de nuestra fe socialista". Al fracasar en las elecciones
del noroeste de Manchester [Winston Churchill perdió esas elecciones - Enlace], al
no conseguir el liderazgo de la Sociedad Fabiana, de reformar sus bases y de fracasar
en persuadir a la Sociedad de que aprobaran su Fondo para la Maternidad,
finalmente renunció a seguir en el Ejecutivo de la Sociedad Fabiana en septiembre
de 1908, y se retiró de la actividad política organizada, aunque no estaba
completamente mudo en temas políticos. Continuó abogando por su "Fondo para la
Maternidad" hasta 1914 y se declaró a favor de la representación proporcional en
1912 (An Englishman 229-234, 53). Más importante fue, sin enbargo, la publicación
de una serie de artículos bajo el título "La conflictividad laboral", en los que ofreció
un análisis de los conflictos laborales de 1911-1912.
"En 1910 la tasa de desempleo era la mayor desde 1886 y todavía estaba creciendo,
mientras que el poder de compra de la libra había caído alrededor de un cuarto desde
1895 y todavía cayendo" (An Englishman 93). Estos hechos, junto a la voluntad del
gobierno liberal de usar las tropas para romper las huelgas, llevó a la clase
trabajadora a apoyar las huelgas como un arma política, el incremento de la
influencia del sindicalismo y la rápida creación de sindicatos generales junto al uso
de huelgas por afinidad o apoyo a las primeras. La primera prueba de agitación
nacional ocurrió durante 1911 cuando la recién creado Federación de Trabajadores
del Transporte (Transport Workers' Federation) acudió en apoyo a la huelga de los
trabajadores del Puerto de Londres que rápidamente escaló en una huelga nacional
y llevó a los principales puertos del país y a su red de ferrocarriles a un punto muerto.
Pronto se sumó a la huelga la Federación de Mineros (Miners' Federation of Great
Britain) el 1 de marzo de 1912, con sus millones de afiliados, y se convirtió en la
huelga más larga jamás realizada en el Reino Unido. Debido a la inminente
paralización del país por la falta de carbón, el gobierno liberal en el cual Churchill
era ministro, aprobó rápidamente la Ley de Salarios de la Minería, que estableció un
salario mínimo para los mineros. Pensando que el espítitu de las relaciones
industriales había cambiado para siempre, Wells publicó "La conflictividad laboral",
(The Laboour Unrest, artículo que después formó parte del libro An Englishman
Looks at the World), en el periódico conservador de clase media, en un intento de
identificar a sus lectores las causas generales de las disputas industriales y sugerir
soluciones generales a los antagonismos de clase que claramente habían emergido
en los dos años previos.
Wells comienza su "El conflicto laboral" con este aviso: "Puede que estemos en la
fase inicial de una guerra de clases real e irreparable" (Publicado en el libro An
Englishman 43).
Este contraste entre las diferentes experiencias de clase, según Wells, acaba en una
"desconfianza del trabajador tan profunda que deja de creer en la ley, en el
Parlamento". Esta desconfianza "es la influencia más desmoralizadora" que ha sido
la causa que ha provocado "una huelga, que las tácticas represivas convertirán en
una huelga criminal". Si la situación continúa sin resolverse, entonces "se convertirá
en una revolución". Si aplastas la esperanza, surgirá el sabotaje y una simpatía
general por el crimen anarquista"(An Englishman Looks at the World 45-46, 55).
Para prevenir desórdenes sociales, Wells propone una serie de medidas socio
políticas para mejorar las relaciones de clase, y en última instancia, abolir la clase
trabajadora.
El primer cambio que Wells desea ver es en la relación entre la clase trabajadora y la
clase gobernante. La clase gobernante debe reconocer su responsabilidad de traer la
paz social, y este reconocimiento significa tratar a los trabajadores con una nueva
dignidad: "todos nosotros que tenemos el tiempo y la oportunidad de encarar el
problema muy enérgicamente... de establecer un nuevo método de cooperación con
aquellos que parecen definitivamente decididos a no seguir siendo los asalariados
durante mucho más tiempo" (An Englishman Looks at the World 60-61). En otras
palabras, "necesitamos un nuevo contrato social" (An Englishman Looks at the
World 50). Wells deseaba ver al gobierno y a los capitanes de la industria negociar
con las organizaciones de los trabajadores para crear
Aunque Wells había predicho conflictos bélicos en sus escritos imaginativos durante
años (veáse The War in the Air [1908] y The World Set Free [1914], por ejemplo),
cuando la Primera Guerra Mundial empezó en 1914, Wells se quedó tan sorprendido
como el resto de Europa, y dado su socialismo e internacionalismo, mucho
contemporáneos suyos quedaron sorprendidos cuando Wells se declaró en apoyó de
la guerra. Declaró que deseaba ver un final para el poder "Kaiser-Krupp"
[NOTA: Krupp fue una empresa de fabricación de armas alemana que vendió armas
a todos los gobiernos alemanes en todas las guerras en las que intervino este país
desde 1861 hasta 1945] y aseguró que "Cada espada que se levanta contra Alemania
se levanta por la paz" (War That Will End War 78, 22). De hecho, la "espada de la
paz" con la que Wells representó su posición en la guerra, en 1917 se declaró a sí
mismo como "pacifista" que quiso "hacer la paz al derrotar al hombre armado hasta
que se rinda y admita el error, se desarme y se reorganice el mundo para conseguir
la represión por la fuerza de las aventuras militares en el fututo (War and the Future
193).
Cita:ir una vez a cada localidad, requisar toda la comida almacenada en exceso y
todas las monedas de oro - que pueden ser devueltas después de la guerra - no sólo
a las tiendas de los minoristas especuladores, sino a las tiendas de los mayoristas que
retienen las mercancías para sostener los precios altos... Deben constituirse comités
de alimentación en cada condado para realizar informes sobre las necesidades de las
masas y realizar investigaciones en materia de acumulación, incautación y
distribución. (War That Will End War 27)
Además de abogar por una acción inmediata del gobierno para asegurar la
disponibilidad de mercancias para satisfacer las necesidades básicas, Wells
ràpidamente se dio cuenta de que la guerra era una oportunidad para reformar, e
incluso transformar, la economía capitalista británica en una socialista. "¿Se dan
cuenta los liberales que el sistema capitalista individualista está ahora desarmado?"
preguntó al observar que:
Wells sugirió que "podemos dar vuelta a nuestras necesidades actuales a una
reorganización social más duradera; con un esfuerzo mínimo ahora, podemos
ayudar a fijar los métodos y la maquinaria que en el futuro pondrán la alimentación
y la vivienda y la administración de la tierra fuera del alcance de la codicia y el
egoísmo para siempre" (War That Will End War 67-68). Dos años después del inicio
de la geuerra, Wells vio este proceso cercano. El creyó que "tras el final de la guerra
veremos el transporte marítimo, las minas de carbón y gran parte de la maquinaria
de la producción de alimentos y bebidas y la distribución no bajo la dministración de
la propiedad privada, sino bajo alguna clase de administración pública provisional"
(What is Coming? 112). Aparte de las necesidades bélicas, Wels pensó que un cambio
de mentalidad había ocurrido en Gran Bretaña, y detrás de la expansión del Estado
en los tiempos bélicos, "es una idea, una nueva idea, la idea de que la nación es un
gran sistema económico trabajando unido... La realidad es una vasta e
interdependiente fábrica que le hubiera parecido increíble a Fourier" (What is
Coming? 113). El único ingrediente de esta fórmula, al que Wells quiere añadir
derechos, es al mundo del trabajo organizado: "Si debe haber alguna conversión
ràpida de la maquinaria económica, pues las oportunidades y las necesidades de este
tiempo lo exigen, los trabajadores debe tener la confianza de aquellos que quieren
llevarla a cabo. Deben ser tranquilizados e ilustrados. Los trabajadores debe conocer
lo que se va a hacer; deben consentir y cooperar" (What is Coming? 117-118). A los
trabajadores se les debe dar seguridad a largo plazo en lugar de la incertidumbre del
fluctuante mercado laboral de preguerra. "Muy pocos empleadores privados pueden
negociar con un hombre durante toda su vida; pero la industria nacionalizada si
puede; Pueden pagar un salario atractivo y pueden dar seguridad, pueden garantizar
el ocio del hombre y su independencia (Elements of Reconstruction 65). Si dicha
coparticipación, tal como Wells abogó por ella en artículos titulados "Labour Unrest"
de 1912, fueran llevada a la práctica:
Cita:>Creo que sobre las ruinas del sistema capitalista decimonónico que esta guerra
ha destrozado surgirá, incluso desde ahora mismo, en este extraño andamiaje de
fábricas de munición nacionales y servicios públicos nacionalizados con
precipitación, el marco de un orden económico y social basado en la propiedad y los
servicios nacionales. (What is Coming? 123)
Además de una nueva política laboral y el tema imperial para después de la guerra,
Wells vio en la guerra una oportunidad para aplicar por su reforma legal de igualdad
de las mujeres con los hombres. En 1916 declaró: "Las chicas que se han enfrentado
a la muerte y a las heridas tan gallardamente en nuestras fábricas de municiones ...
han matado para siempre el pobre argumento de que las mujeres no deberían votar
porque ellas no tienen ningún valor militar" (What is Coming? 177-178). Más allá,
Wells siente que determinadas actituddes deberían cambiar para acomodarse a la
nueva autoconfianza de las mujeres después de la guerra.
Cita:No creo que la invasión por las mujeres de cientos de empleos hasta ahora
vedados a ellas sea un acuerdo temporal que será revertido después de la guerra ....
El mundo tras la guerra tendrá que adjustarse a esta extensión del empleo femenino,
y su incremento en la proporción de respeto y apoyo a las mujeres" (179-180).
A pesar del júbilo por la llegada de la paz en 1918, Wells estaba desilusionado con la
llegada de la paz, tanto en Gran Bretaña como a nivel internacional. El estado
socializado que fue realizado durante la guerra se revierte, y la economía capitalista
fue reintroducida sin otorgarle ningún papel a los trabajadores. El imperialismo
británico fue reforzado después de la guerra contra Alemania y varios territorios
otomanos cayeron bajo la "protección" británica; y la fabricas de armamentos
privadas continuaron sin obstáculos. Lo peor de todo para Wells fue que, a pesar de
su defensa de la "Liga de Naciones Libres", la eventual Liga de Naciones fue
rechazada por los Estados Unidos; y Alemania, Rusia y Turquía fueron rechazadas,
y fue en efecto una liga de Ministros de Asuntos Exteriores. (Outline of History
[1920] 2: 740). Wells escribió en 1920: "Lo que el mundo necesita no es una liga de
naciones como esta o una mera liga de pueblos, sino una liga mundial de hombres.
El mundo perece a menos que la soberanía se fusione con la nacionalidad
subordinada." (Outline of History [1920] 2: 752), y previó que la historia general del
siglo XX en adelante será, en gran parte, de una u otra manera según se enmienden
o se revoquen las disposiciones menos generosas y menos científicas del Tratado de
Paz de 1919." (Outline of History [1920] 2: 740). La desilusión de Wells con la Liga
de Naciones le llevó a renunciar a la League of Nations Union, y se pasó el resto de
su vida criticando la Liga como un mal cuerpo internacional que no liga en absoluto.
Con el fin de la guerra, los intereses de Wells en los asuntos políticos continuó, tanto
a nivel doméstico como internacional. Aunque generalmente rechazó el análisis
marxista, Wells se quedó intrigado con la Revolución Bolchevique durante la
Primera Guerra Mundial. Ël simpatizó con su republicanismo, su planificación
central, su rechazo de la diplomacia tradicional. En 1920, sin embargo, viajó a Rusia
para evaluar los logros iniciales del Régimen Bolchevique. Visitó Moscú y San
Petesburgo, y se entrevistó con un número de líderes rusos, incluyendo el
escritor Máximo Gorki, el fisiólogo Ivan Pavlov y el nuevo líder del país, Vladimir
Lenin.
En Rusia en las Sombras, Wells presenta una evaluación equilibrada de los puntos
fuertes del nuevo gobierno bolchevique y sus debilidades, pero también intenta
desengañar a sus lectores de las muchas ideas falsas sobre el régimen. Cuando Wells
considera el estado de Rusia antes de la revolución y el crecimiento del poder
bolchevique, sus puntos de vista son claros:
Cita:Se falsea la situación mundial, se establece que la gente está totalmente perdida,
para afirmar que la miseria espantosa de la Rusia de hoy es consecuencia de los
comunistas. Se falsifica la situación en todo el mundo, se establece que la gente está
totalmente perdida en sus acciones políticas para acabar afirmando que la espantosa
miseria de la Rusia de hoy es en gran medida a consecuencia del esfuerzo comunista,
que los malvados comunistas han conducido a Rusia a su difícil situación actual, y
que si se puede derrocar a los comunistas de todo el mundo y en Rusia, pronto el país
volverá a ser un país feliz de nuevo. Rusia cayó en su actual situación de miseria por
la guerra munidal y por la insuficiencia moral e intelectual de su clase social rica y
de sus gobernantes (Russia in the Shadows 66)
El comunismo, como una ideología esteril, según Wells, es incapaz de crear una
revolución, pero como un movimiento popular está bien situado para sacar provecho
de los fallos de sus rivales: "El comunismo no es un dragón que devora a los estados
ricos; es más bien el basurero de los estados podridos y fallidos. No se puede decir
que el comunismo es, o muy fuerte o se expande con mucha rapidez como una
doctrina agresiva en Europa. Y sin embargo todavía puede prevalecer en algunas
partes de Europa" (A Year of Prophesying 112).
Wells fue muy escético sobre la posibilidad del comunismo en Europa, porque creía
que el capitalismo liberal europeo se reharía. Sin embargo, en EEUU y en los
imperios europeos, la situación podría ser muy diferente: "Hay un considerable
temor a las actividades comunistas en EEUU. Esto es en gran parte debido a una
mala conciencia, consciente de que hay una gran masa de mano de obra inmigrante
sin asimilar, muy injustamente tratada y con un nivel de educación muy bajo. Puede
haber un futuro para el comunismo allí, y probablemente habrá un gran movimiento
hacia el comunismo en los centros industriales de India, China y Japón. Pero en
Europa pienso que el comunismo ha pasado su máximo y la mente popular se está
moviendo hacia un tipo de socialismo más constructivo y esperanzador (Prophesying
244). La última esperanza de Wells para obtener el socialismo en Europa era que en
este continente naciera una democracia social de un capitalismo moribundo, que
Rusia liberalizara su rígido comunismo, y las dos esferas se encontrarían en un
terreno socialista común:
Cita:El movimiento comunista es una parte del mundo actual, es una sombra
proyectada por ciertos absurdos económicos, y una reacción a los mismos. En 25
años los proyectos de un socialismo científico se habrán convertido y absorvidos en
su mayoría por el entusiasmo juvenil y la energía de resentidos que ahora encuentra
su expresión en el comunismo. El comunismo es una fase, una experiencia amarga y
estéril en el desarrollo de la idea socialista. El socialismo es su padre y también su
heredero.(Prophesying 241)
Con su decepción, tanto por el acuerdo post bélico y por los esfuerzos bolcheviques
en Rusia, Wells volvió al activismo político institucional en 1922, en un esfuerzo para
influenciar la reconstrucción doméstica y la política internacional. En aquel año se
unió al Partido Laborista y se mostró de acuerdo para presenarse como candidato en
la Universidad de Londres, un sólido bastión conservador imposible de ganar desde
su creación en 1868. Como parte de su campaña electoral, Wells pronunció una serie
de discursos en la universidad y publicó dos documentos: una "carta electotal" a sus
electores y un folleto titulado "El mundo, sus deudas y el hombre rico" [The World,
Its Debts, and the Rich Man]. En esas publicaciones, Wells presenta las prioridades
de Gran Bretaña y especifica lo que él considera son los puntos fuertes del Partido
Laborista. En su "carta electoral", Wells condena los beneficios hechos durante la
guerra, la salvaje especulación financiera en el mercado de capitales y las empresas
de negocios improductivos. Según Wells, estos no son más que las lixiviaciones de la
riqueza nacional que no suministran productos útiles o importantes a los niveles de
empleo. Debido a sus afiliaciones de clase, Wells también condenó a los partidos
Liberal y Conservador por no legislar para restringir las ganancias escesivas y la
especulación financiera y por no iniciar reformas social-reformistas para ayudar a la
reconstrucción del país. También critica a los "viejos partidos" que mantienen,
después de la guerra, un alto gasto militar, y su uso de la Liga de Naciones como una
extensión del ministerio de asuntos exteriores, incluso cuando rechazan la inclusión
de Alemania, Rusia y Turquía como miembros, en vez de centrarse en la
reconciliación, que debería ser el foco de la política de exteriores británica.
Nota: La tasa capital levy sería un impuesto sobre el capital, en vez de sobre el
ingreso, que se pagaría una sola vez, en vez de anualmente.
El Capital Levy fue una política del Partido Laborista que supondría el pago de una
sola vez de los grandes ahorros no invertidos. El Levy sólo tendría un efecto
significativo en los ahorros superiores a las 20.000 libras esterlinas, pero se creía
que reduciría a la mitad los intereses por el pago de la deuda británica causada por
la guerra. Wells usa su pamfleto para explicar los efectos del Capital Levy. Él la llama
la política "antiresiduos" y pone el acento en el pequeño número de gente muy rica
que se vería afectada. Al mismo tiempo, destaca, retóricamente, los sectores de
inversión que se abrirían a consecuencia del alivio de la carga de la deuda por la
guerra.
Lejos de ser antagonista contra el capital, Wells asegura que "estamos listos para el
compromiso creativo. Estamos listos por una cooperación franca con toda clase de
líderes industriales y financieros que realmente están trabajando para conseguir
fines creativos y productivos" (The World, Its Debts, and the Rich Man 12).
En las encuestas, fue el que obtuvo menos intención de voto. En las elecciones
celebradas el 15 de noviembre de 1922, fue el último, detrás del candidato
conservador y tocayo, Sir Sydney Russell-Wells, y el candidato liberal.
NOTA:el hecho de que Wells leyera un libro del economista compatriota suyo John
M. Keynes muestra hasta que punto el escritor de ciencia ficción estaba en los años
20 involucrado en la política y en las ciencias sociales, seguramente impulsado por
el afán de aprender y por un cierto caracter autodidacta.
La economía británica, durante más de un siglo y desde que adquirió una ventaja en
costes de producción por la utilización mayor y mejor de la técnica productiva, en
comparación con otros países como EEUU, Francia y los distintos estados del norte
y centro de Europa, y porque disponía deun amplio sistema colonial que le
proporcionaba materias primas como algodón a precios sin competencia, se mostró
a favor del librecambio, es decir, tarifas aduaneras cero, porque esta política le
beneficiaba. Pero cuando tras la Primera Guerra Mundial su economía empezó a
perder parte de esas ventajas comparativas, se instaló en la sociedad británica el
debate proteccionismo vs. librecambio.
Desde que en 1776 Adam Smith publicara su obra más conocida La riqueza de las
naciones hasta la Primera Guerra Mundial, la única posición económica sobre el
papel del Estado en la economía era el laissez faire, laissez passer, es decir,
reservarle un papel mínimo. Durante la Primera Guerra Mundial, como hemos visto,
el estado británico se vió obligado a jugar un rol más activo en la economía, y al
terminar la guerra, volvió a su papel anterior. Pero la semilla de la intervención
estatal ya estaba sembrada. La llegada al poder del fascismo italiano de Mussolini
(30-10-1922) y del nazismo alemán de Hitler (30-01-1933) por la derecha, y las ideas
de Keynes y otros economistas por la izquierda en favor de un papel más social del
Estado en la economía, acabaron con el liberalismo económico hasta la llegada al
poder en los años 80 de Margaret Tatcher en Gran Bretaña y Ronald Reegan en
EEUU.
Aunque el resultado de las elecciones de 1923 no fue bueno, Wells pudo consolarse
pensando que fue el único candidato que creció en número de votos con respecto a
las elecciones del año anterior. El resultado de las elecciones del 5 de diciembre de
1923 fue:
Tras su segunda derrota electoral, Wells puso fin a sus ambiciones parlamentarias.
Libre de enredos de partido, Wells tomó la pluma y procedió a comentar las
actividades del gobierno de Ramsay MacDonald y el futuro de la centro izquierda. Su
primera oportunidad de evaluar las actividades del gobierno laborista vino de la
mano de la Westminster Gazette, que le había encomendado escribir una columna
semanal sobre asuntos nacionales e internacionales entre septiembre de 1923 y
septiembre de 1924. Empezó evaluando su política educativa. A pesar de que acusó
al gobierno de ser "un gabinete bastante liberal de izquierdas" y de mostrar una
"discreción conservadora", y a pesar de que se contradijo a si mismo al hacer notar
de que "la Revolución Social no tiene prisa por llegar", Wells se mostró interesado
en el Ministro de Educación C. P. Trevelyan. Wells insistió en que "el test inmediato
del Gobierno Laborista será su tratamiento de la educación nacional". (A Year of
Prophesying 121). A pesar de su acusación de conservadurismo, él todavía pensaba
que el partido estaba comprometido en formar "una sociedad muy organizada
inspirada no en la caza de beneficios sino en el espíritu de cooperativas, y trabajar y
producir mucho por el bien común". La política educativa fue, pues, el centro de los
objetivos de partido, pues Wells pensaba que "es imposible al Gobierno Laborista
realizar su ideal ... con el actual nivel de educación." "Para incrementar tal nivel",
afirmó Wells, "es necesario para la extensión de los servicios públicos en la vida
económica y el reemplazo de la lucha por el dinero en el orden económico." (A Year
of Prophesying 122). Con eso dicho, Wells pasó a ofrecer a Trevelyan un número de
sugerencias políticas. Escribió en 1924 la sugerencia de prolongar los estudios
escolares, tanto por abajo como por arriba. Afirmó que "las escuelas infantiles
públicas deben ser las guarderías de los pobres" y que "la educación debe
prolongarse, por lo menos, hasta la edad de 16" (A Year of Prophesying 123, 122). En
cuanto al contenido, Wells sugirió que la educación "debe incluir un conocimiento
general de la historia del mundo y la humanidad, elementos básicos de la ciencia
política y la económica, un poco del conocimiento de los métodos y del alcance de las
ciencias biológica y física y un conocimiento razonable y empleo de al menos una
lengua extranjera" (A Year of Prophesying 122). Finalmente, Wells instó la
potenciación de los alumnos en dirigir su propia educación. Sostuvo que los niños ya
se están diferenciando después de los doce años, y debe haber una elección de
estudios, ya que la educación de un niño es el veneno de otro niño. (A Year of
Prophesying 124).
Esos cruceros van a costar 5 millones de libras ... y van a dar empleo a unos pocos
miles de hombres. Mientras tanto, tengo entendido que ese programa educativo
Laborista para extender la educación hasta los 16 años para la próxima generación
se va a quedar sin falta de fondos.(A Year of Prophesying 141)
La ira de Wells sobre la política laborista de rearme naval fue más allá de la simple
crítica por la diversión de los fondos de las políticas sociales. Para él, la acción tendría
un fuerte impacto en las relaciones exteriores de Gran Bretaña, pues mientras él
creía que "el reconocimiento de Rusia es para bien", pensó que "los cañones de esos
cinco cruceros serán armas obsoletas antes de que puedan ser finalizados, se habrá
hecho añicos el prestigio del gobierno laborista como pacificador europeo" (A Year
of Prophesying 121, 139-140). Wells creía que la decisión laborista era cínica, una
maniobra de corta visión de futuro: "Uno no compra un arma sin un enemigo a la
vista, y estoy totalmente pedido para vislumbrar que enemigo tiene MacDonald a la
vista, a menos que consideremos como tales a los candidatos conservadores en los
distritos electorales donde la construcción naval es poderosa" (A Year of Prophesying
140). Ni siquiera ha habido un gesto hacia la nacionalización del transporte, las
minas y la producción de productos básicos... La tasa capital Levy ha sido olvidada."
(A Year of Prophesying 180).
A pesar de su decepción con el gobierno laborista, Wells continuó apoyando a los dos
partidos liberales (el Partido Liberal y el Patido Laborista) contra lo que él denominó
Baldwinismo: un Peligro para el Mundo": (The Way the World Is Going 89). Wells
pensó que la política del gobierno conservador de 1924 a 1929 estaba dirigiendo al
país a otra guerra europea: con las relaciones con Rusia rotas y con la idea instalada
en Rusia "de que Gran Bretaña es el enemigo del gobierno soviético" con "la
incapacidad de llegar a un entendimiento con los Estados Unidos sobre el tema del
desarme", y, especialmente, con el gobierno habiendo "llevado su apoyo a la
dictadura de Mussolini" (The Way the World Is Going 92, 91, 90). Para Wells, "en el
desarrollo de una amistad franco-alemana se cuelga toda la esperanza que tenemos
de un gran futuro para Europa", así que la política británica debería estar dirigida a
fomentar esa amistad" (The Way the World Is Going 90). Convencido de que "La
parálisis del liberalismo inglés lleva con ella la parálisis del progreso en todo el
mundo", a fines de 1927 Wells hace un exámen de la base de apoyo del centro-
izquierda y trata de encontrar formas de asegurar su regreso a las próximas
elecciones generales (The Way the World Is Going 83).
Aún reconociendo las diferencias en su apoyo histórico, Wells cree que la división
ideológica entre entre los Partidos Liberal y Laborista es insignificante comparada
con la que existe entre ellos y los conservadores. Reflexionando sobre el primer
gobierno de MacDonalds, por ejemplo, Wells señala: "Una vez alcanzado el poder, el
gobierno laborista se ha mostrado snob, socialmente ignorante en vez de virtuoso y
patéticamente ansioso de asegurar al mundo que no hay peligro en el 'Socialismo en
nuestro tiempo'. Son liberales con corbatas rojas". (The Way the World Is Going 84-
85). Los laboristas son liberales porque son demasiado tímidos para ser socialistas,
mientras que los liberales han aprendido de la época eduardiana de pensadores tan
capaces como Keynes que el 'laissez-faire'económico ya no es una propuesta práctica.
Por otro lado:
La única diferencia que Wells admite entre el Partido Liberal y el Laborista es que el
primero gastaría menos en las áreas sociales y los segundos gastarían menos en las
áreas militares. Así que, en conjunto, un gobierno mixto liberal- laborista "podría ser
mejor que cualquiera de las partes, y los fallos podrían compensarse." (The Way the
World Is Going 95-96).
Habida cuenta de tales afinidades ideológicas, los dos partidos de centro izquierda
podrían combinar sus fuerzas en un frente anti-conservador, y así podría extenderse
en el tiempo el poder de la centro-izquierda, mientras que la desunión llevaría a los
Conervadores al Gobierno. El examen welsiano de la situación produce dos
estrategias relacionadas la una con la otra: una, para ser ejercitada por los
partidarios de ambos partidos, y la otra para ser negociada por sus dirigentes. A nivel
de base, Wells defiende "la formación de una serie de organizaciones políticas de
base, junto a, pero independiente de los funcionarios locales de los partidos Liberal
y Laborista, que se unirían en el voto anticonservador. Estas organizaciones crearían
"un bloque de votantes que votarían en primer lugar contra el gobierno, y sólo
secundariamente para cualquier partido, bien el Liberal, bien el Laborista". Esta
táctica electoral conduciría a "un voto en cada circunscripción electoral para
cualquiera de los dos partidos políticos que obtuviese la mayor votación en contra de
los conservadores en las elecciones precedentes. independientemente de las puyas
sin sentido que se lanzaran ambos partidos el uno contra el otro. Uno votará liberal
aquí y otro laborista allí para no desperdiciar el voto." (The Way the World Is Going
87). Con la creación de un movimiento de base anti-conservador, Wells cree que los
líderes de los partidos Laborista y Liberal se verían obligados a una negociación
común para expulsar a los conservadores. Wells declara: "Como la mayoría de la
gente en Gran Bretaña. deseo una coalición de los partidos Liberal y Laborista. Esta
sencillamente sería nuestra salvación." (The Way the World Is Going 95-96).
A pesar de los llamamientos de Wells, sin embargo, las elecciones generales de 1929
trajeron un gobierno minoritario laborista bajo la dirección de MacDonald. Este se
negó a trabajar con el Partido liberal. Más aún, cuando la crisis financiera del 29 y
la Gran Depresión alcanzó Gran Bretaña dos años más tarde, MacDonald se volvió
hacia los conservadores para formar un nuevo gobierno. Actuando de esta manera,
MacDonald condenó al Partido laborista a la oposición durante casi una década y
abrió una brecha entre los pro y los anti liberales. Esa división marcó la importancia
del Partido Laborista durante más de 40 años. La auto-destrucción laborista
desilusionó a Wells, lo que le llevó a señalar en 1938 que:
Cita:El Partido Laborista ... es ... una pesada carga .... Los partidos laboristas han
fallado en convertirse en algo más que en partidos de los sindicatos y los sindicatos
no son más que organizaciones defensivas de los trabajadores bajo un sistema de
capitalismo privado. Sus tácticas son defensivas y obstructivas. Sus objetivos
naturales son la reducción de la jornada laboral, una mayor remuneración y la
defensa ante los despidos. Son incapaces de imaginar un mundo mejor. (World Brain
111)
Durante los 1930, Wells insistió más y más en la necesidad de una revolución
mundial; sin embargo, la suya debía ser una revolución en ideas y en la planificación,
más que una revolución que derrocara violentamente de los régimenes existentes.
Wells ya había identificado a la Unión Soviética como el punto crucial, aunque con
fallos, durante su encuentro con Lenin en 1920, y continuó con su apoyo a Rusia
durante la década de los 30, con algunas salvedades. En aquella década, sin embargo,
Wells vió surgir el New Deal en los EEUU, la aparición de la planificación estatal,
tanto en la Unión Soviética, como en los EEUU, el resurgimiento de Rusia trás los
desastres de la guerra civil, lo que le ofreció un atisbo de esperanza de que el mundo
se encaminaba en la dirección de su deseada revolución mundial. Durante todo el
período de entreguerras, Wells se mantuvo al tanto de la evolución de la Unión
Soviética y continuó promocionando unas relaciones amistosas con ella. En un
ensayo de 1927 reiteró, por ejemplo, que "el gobierno de Rusia es el único gobierno
posible allí y ahora" y "la única esperanza de salvar las vastas áreas y recursos, tanto
de la Rusia europea como de la asiática para la civilización reside en tomar el
compromiso con ese gobierno y cooperar con su desarrollo" (The Way the World is
Going 108). Al año siguiente, Wells comentó que "Stalin es evidentemente un
comunista obcecado e intransigente dispuesto a detener cualquier cualquier
movimiento hacia, bien el capitalismo, bien el cristianismo", al tiempo que expresó
su disgusto por la expulsión, dispuesta por Stalin, "el más capacitado salvador de la
República Soviética, Trotsky" (Outline of History [1930] 1125). A pesar de su
preocupación por el desplazamiento de Stalin hacia un gobierno cada vez más
personalista, Wells fue un entusiasmado defensor del Plan Quinquenal, explicando
que:
El entusiasmo de Wells por el Plan Quiquenal, sin embargo, fue atemperado por dos
temores. En primer lugar, se temía que Rusia podría estar avanzando con demasiada
rapidez, ya que "con las intituciones políticas provisionales, sin siquiera el esqueleto
de una administración pública eficiente, sin libertad de crítica, con la utilización de
los métodos terroristas más sangrientos y crueles, Rusia ha intentado crear una
organización económica de más de cien millones de personas" (The Work, Wealth
and Happiness of Manhind 505-506). Segundo, para que Rusia tenga éxito, Wells
insistió en que las reformas socio-políticas han de ser introducidas a la par que las
económicas: "Se requiere una amplia educación, una atmósfera libre, intelectual, y
toda una clase social, no sólo de técnicos, sino también de hombres capaces con ideas
comunes y un sentido común de la responsabilidad. Un autócrata con un ego
exagerado, con un partido disciplinado hasta la muerte, una oficina de prensa y una
policía secreta no son sustitutos de lo anterior." (After Democracy 188).
Esta falta de libertad intelectual continuó dejando perplejo a Wells duranta la década
de los 30 y la Segunda Guerra Mundial. Wells consideró que, bajo Stalin, "El país
está todavía viviendo bajo el impulso mental de Lenin y el socialismo democrático
del siglo XIX" (The Fate of Homo Sapiens 263), y que es la inercia de las doctrinas
de Lenin lo que ha llevado al país a través de los esfuerzos supremos del Plan
Quinquenal" (The New America 18). Al tiempo que expresaba el gusto personal por
Stalin, Wells afirmo que:
Cita:Me han desilusionado principalmente las películas tontas de propaganda
electoral, como por ejemplo, Lenin en Octubre. Allí Trotsky es menospreciado y
Stalin es el héroe sabio de la historia. Stalin se plantó encima de Lenin. Modesta pero
firmemente, Stalin señala los puntos estratégicos en el mapa y señala que hacer. Al
parecer, Stalin está tratando de distorsionar la historia entera de la revolución para
su glorificación personal. (The Fate of Homo Sapiens 263)
En 1935, Wells pensó que "En ningún sentido se puede decir que Rusia es ahora un
país revolucionario: se ha convertido en una país dogmático" (The New America 18),
y en 1941, con el prestigio de Stalin en su cima a causa de su intervención en la
Segunda Guerra Mundial, Wells escribió: "Me temo que Stalin ha desempeñado su
papel en el mundo" (Guide to the New Worm 131). A pesar de estas preocupaciones,
Wells continuó viendo a Rusia como un modelo global". Sostuvo que: "Hacia el final
de su gobierno, buscó con tanta pasión, a toda prisa, con amargura y con torpeza,
que el orden económico mundial se desplaze despacio pero seguro" y que "defiende
la bandera desgarrada de la colectividad y el mundo sigue siendo algo espléndido y
lleno de esperanza" (The Work, Wealth and Happiness of Mankind 505-506, 507).
Cita:A mi me parece que está teniendo lugar en los EEUU una profunda
reorganización, la creación de una economía planificada socialista. Usted y Roosvelt,
empiezan desde diferentes puntos de partida. ¿Pero no hay ninguna relación en
ideas, un parentesco en ideas y necesidades entre Washington y Moscú? (Stalin and
Wells 4).
NOTA:La Air Raid Precautions (ARP) fue una organización británica creada en 1924
para proteger a los civiles durante los bombardeos aéreos de ciudades. Las
actividades de esta organización se incrementaron notablemente tras el bombardeo
de Guernica de 1937 y, especialmente, desde pricipios de 1939, cuando el fantasma
de la próxima Gran Guerra se avecinaba. Era responsable del reparto de máscaras
antigás, de los refugios antiaéreos, de dar la alarma, del mantenimiento del apagón
de luz durante los bombardeos y del rescate de las personas atrapadas en los edificios
destruidos.
En The Fate of Homo Sapiens (EL destino del Homo Sapiens) Wells empezó su
defensa de la democracia en términos liberales y convencionales al declarar que "la
democracia significa la subordinación del Estado a los fines y el bienestar común", y
que "una comunidad moderna democrática frustraría su propia declaración de
objetivos sin un marco legal completo y detallado impuesto por un poder judicial y
una policía actuando estrictamente en virtud de la ley" (The Fate of Homo Sapiens
56, 58). También afirma que "el consentimiento de los gobernados en una
democracia... debe ser un consentimiento contínuo. Este consentimiento debe ser
sujeto de una continua revisión y renovación" (The Fate of Homo Sapiens 59, 64).
Sin embargo, a esta postura liberal-internacionalista Wells añadió dos aspectos más
radicales a su definición de democracia. Primero, afirmó que "la democracia es
socialismo. Wells encara todo abuso de la propiedad; en segundo lugar, sostiene que
"la libertad y la igualdad están incompletas sin el libre acceso al conocimiento y el
debate libre y abierto. (The Fate of Homo Sapiens 64, 66, 67). Aunque sus " Derechos
Humanos Universales" no aparecerán hasta un mes más tarde después de la
publicación de El Destino del Homo sapiens (con la declaración de guerra contra
Alemania ocurriendo en el intervalo), es evidente que incluso en tiempos de paz, los
derechos humanos preocupan y ocupan el pensamiento de H. G. Wells.
La propuesta de Wells por una nueva carta de derechos humanos recibió el apoyo
inmediato y continuo de gente procedentes de todo el mundo, y también sugerencias
para revisarlas. El Daily Heral publicó el documento inicial de Wells sobre los
Derechos Humanos, y abrió sus páginas a un debate público general. Se estableció
un comité, formado por 10 personas para refinar el documento a la luz de la opinión
pública internacional (Correspondence 42 a 44). Entre 1939 y 1944, Wells
reimprimió su documento sobre los derechos en nueve de sus libros y panfletos y
aparecieron traducidos a docenas de idiomas en periódicos de todo el mundo. Una
distribución en alemán fue distribuida por la Royal Air Force durante la ocupación
europea durante sus raids aéreos. Aunque los "Derechos Humanos Universales" fue,
de acuerdo con Geoffrey Robertson (Correspondence 20-23) y Francesca Klug
(Correspondence 89-91), un documento histórico puntual, gran parte de su
contenido hace hincapié en derechos que ya existían antes en otros documentos,
como la English Magna Carta (1215), el American Bill of Rights (1789) y
la Declaración Francesa de Derechos del Hombre (1789) (The New World Order
138). Así, el documento de Wells afirmó el documento a la vida, a la propiedad
privada, a la libertad personal, a la libertad de movimiento, de pensamiento, de
debate y de culto. En consonancia con estos sentimientos contemporáneos, también
se incluyó la protección a los menores de edad.
El documento de Wells sobre los derechos fue una ampliación a nivel universal de
los principios liberales que habían entrado en el pensamiento occidental durante
la Ilustración. Sin embargo, mediante el examen cuidadoso de la redacción del
documento, también está claro que Wells no sólo busca la libertad individual, sino
también la introducción de regulaciones económicas y sociales y el respeto por los
derechos de un organismo internacional que transformaría el mundo en una
confederación de estados colectivistas supervisados por una autoridad mundial.
Entrando al nivel concreto de la regulación de estos derechos, Wells afirma en la
claúsula cuarta "El derecho a ganar dinero" que: "la compra, tenencia y venta de
bienes y servicios sin un servicio a la comunidad no es legal, es especulación",
mientras que en la claúsula tercera "Derechos y Libertades" afirma que "nadie será
forzado a trabajar, pero la comunidad debe encontrarle un trabajo apropiado cuando
lo pida. Este es su derecho. En la claúsula siete, "El Derecho al Conocimiento"
afirma: "El Hombre tiene el derecho a la enseñanza, la información y a obtener las
noticias necesarias para hacer el uso efectivo de estos derechos" (The New World
Order 42 a 44, 46 y 47). Estas tres claúsulas demuestran que la visión de Wells
sobre sus derechos humanos trata de introducir una mayor ética en el capitalismo y
en insistir en las responsabilidades del Estado en proporcionar trabajo y una
educación significativa para todos los ciudadnos. Wells va un poco más lejos al
afirmar al final de su documento que los Derechos Universales del Hombre "son
propios de su naturaleza y no pueden ser cambiados" y que "los gobernantes, rajás,
gobiernos y directores no son más que servidores de estos derechos" y que "están
obligados por la presente ley" (The New World Order 47, 48). Al colocar a estos
derechos por encima de los gobiernos y al universalizarlos, Wells trata de
responzabilizar legalmente a los gobiernos de sus acciones, y por lo tanto, de crear
un marco en él que las relaciones internacionales puedan operar sin acudir al recurso
de las guerras mundiales. Los conflictos entre países se pueden resolver mediante
acciones legales preventivas, al tiempo que se toman medidas de fuerza armada para
respaldarlas, el enjuiciamiento de los líderes nacionales por un tribunal
internacional o las guerras localizadas por una agencia internacional.
Cita:la exitosa organización del más universal y penetrante colectivismo que ahora
se nos impone a todos, se verá frustrado en su aspecto más importante a menos que
su organización sea acompañada por una nueva Declaración de los Derechos del
Hombre, que debe, por la creciente complejidad de la estructura social, ser más
generosa, detallada y explícita que ninguna de sus predecesoras. Esta Declaración
debe convertirse en la ley fundamental común a todas las comunidades y
colectividades unidas bajo la Paz Mundial (The New World Order 138)
Wells no preveía la creación de un parlamento mundial, sino que cree que muchas
de las tareas expuestas correspondientes a una federación mundial debían ser
realizadas por agencias funcionales a través de "un sistema mundial de autoridades
federales de cooperación con las facultades delegadas por los gobiernos actuales"
(Phoenix 181-182). Entre estas autoridades se incluye "una comisión de desarme,
una comisión de reparaciones, una comisión internacional para el
reasentamientode las poblaciones desplazadas, una de transporte, otra para la
restauración de la producción, del comercio y el dinero y otra sobre sanidad,
educación e información (The Common Sense of War and Peace 58, 94). De hecho,
en el mundo postbélico, la comisión de educación será crucial, ya que "la
reconstrucción del mundo implica nada menos que la reducación de todo el
mundo" (Phoenix 75).
Fuente:El último libro de Wells, Mind At The End of Its Tether (1945) [La mente al
límite] expresó el pesimismo del escritor de ciencia ficción acerca de las
perspectivas de futuro de la humanidad, después de haber sido testigo de dos
guerras mundiales y el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y
Nagasaki. En la opinión de Wells:
Cita:El Homo Sapiens, en su forma actual, está agotado. Las estrellas, en su curso,
se han vuelto contra él, y él tiene que dejar sitio a algún otro animal mejor
adapatado para enfrentar el destino que se cierra más rápidamente sobre la
humanidad... La pantalla del cine nos mira a la cara... Nuestros amores, nuestros
odios, nuestras guerras y batallas no son más que danzas fantasmagóricas ocultos
por una tela, tan insustanciales como un sueño... No hay ninguna vía de escape en
el callejón sin salida. Es la oscura Edad Media que vuelve otra vez.
Desde 1945, otros pensadores importantes han repetido las ideas de Wells, e
incluso han superado su pesimismo. H. G. Wells representó la tradición que
empezó con la Ilustración de la creencia de que la ciencia demolería la superstición
(incluso la religión tradicional) y solucionaría todos los problemas de la
humanidad, y finalmente traería para siempre "el Reino de los Cielos en la Tierra".
Sin embargo, algo salió muy mal con este sueño. La Ciencia y el pensamiento
racional demostraron que no son omnipotentes. Algo faltaba en esta ecuación.
En primer lugar, Wells fue responsable de ampliar el socialismo en áreas más allá
de las cuestiones económicas, como la liberación de la mujer y la reforma
educativa, y de hacer de ello una ideología global. Como William J. Hyde observó
una década después de la muerte de Wells: "Desde su programa inicial y confuso
para la Sociedad Fabiana hasta su último trabajo, su vida fue una larga promoción
de la idea socialista. Margaret Cole dijo de él justo dos años después de su muerte:
"La vida de H. G. isnpiró a miles de jovenes y les inoculó con la fe de que la libertad
con la democracia y el socialismo pueden ser realizados en nuestro tiempo.... Él fue
la levadura, la levadura humana, que previno, y todavía previene, nuestro
movimiento de convertirse en una organización sin alma.
A pesar de los numerosos cambios que han ocurrido desde la muerte de Wells,
estos tres temas- el socialismo cotidiano, la protección de los derechos humanos y
el movimiento por una mayor integración transnacional- siguen siendo
importantes en su forma moderna, y el papel de Wells en la colocación de estos
temas en la agenda internacional de una importancia duradera, The Ultimate
Revolution (1933). Perhaps Wells himself, in his "auto-obituary" published in 1943,
most accurately gauged his own significance when he called himself "a reef-
building coral polyp," and stated that "Scarcely anything remains of him now, and
yet, without him and his like, the reef of common ideas on which our civilisation
stands today could never have arisen" ("My Auto-Obituary" 119).
Works Cited
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dq=Wells+%22War+That+Will+End+War%22&source=bl&ots=AWwRrxUUrg&si
g=LdsFSU7OrJAUPjndw41J7LhXctU&hl=es&ei=sH6-
SurhL4_g8Qa62PikAQ&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=5#v=onepage
&q=Wells%20%22War%20That%20Will%20End%20War%22&f=false
Enlace.
"Speaking to the Residencia des Estudiantes in Madrid in May 1932, Wells began
his address with a few personal remarks about the impact of thje World War First:
"I am one of those who were violently roused by the Great War. I feel that i have
been coming awake and finding out things even ever since tremendous shock of
August 1914. I had what I may call a sense of change before,but my sense of change
was enormously quickened by that iluminating catastrophe and its desolating
consequences. And it turned to me away from imaginative literature into a new
direction.""
*****
http://www.readprint.com/author-88/H-G-Wells-books
Publicado por devorador de literatura en 14:08
Etiquetas: Herbert George Wells, política