Está en la página 1de 2

GUAYANA FRANCESA

El territorio de la Guayana fue reconocido a comienzos del siglo XVII, y la ciudad de Cayena, fundada en 1637.
La Guayana fue disputada por Holanda y Francia, pero fueron los franceses quienes establecieron finalmente una
colonización duradera. Las rivalidades franco-inglesas hicieron pasar la Guayana bajo la dependencia de
Inglaterra, que después de haberse apoderado del territorio, lo cedió finalmente a Holanda por el Tratado de Breda
en 1667. El almirante francés d'Estrée reconquistó para Francia el territorio.
En el siglo siguiente, Francia intentó desarrollar la economía de la Guayana, pero estos diferentes intentos
fracasaron en razón particularmente de las dificultades climáticas, y el relativo desarrollo económico fue posible
recurriendo a la esclavitud.
A partir de 1794, y hasta 1805, la Guayana devino un lugar de deportación para los opositores políticos de los
diferentes regímenes que se sucedieron en Francia. En 1804, el restablecimiento de la esclavitud provocó la huida
de una parte de la población negra, privando así de mano de obra a la economía guayanesa, afectada, por otra
parte, por las dificultades de Francia.
En 1809, las fuerzas portuguesas, provenientes del vecino Brasil, anexaron la Guayana, en represalia por la
invasión francesa a Portugal, dirigida por Napoléon I. Portugal mantuvo su soberanía sobre la Guayana hasta
1814, fecha de su regreso a Francia, luego de la primera abdicación de Napoléon I. Un breve período de estabilidad
llegó entonces para la colonia que, a pesar de las disputas de frontera con Brasil, tuvo un lento desarrollo
económico gracias a la esclavitud en las plantaciones agrícolas. Esta relativa prosperidad se terminó, en 1848, con
la abolición definitiva de la esclavitud.
En parte para suplir las dificultades económicas, en 1852, la Guayana fue elegida por Francia para establecer una
colonia penitenciaria, con los presidios de Saint-Laurent-du-Maroni, de Cayena y de la Isla del Diablo. No fue
sino hasta 1938 que fueron abolidas del derecho penal francés todas las penas de trabajos forzados.
En 1940, la Guayana se declaró en favor del mariscal Pétain y no se unió a las Fuerzas francesas libres sino hasta
marzo de 1943. Después de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, la colonia penitenciaria fue definitivamente
cerrada y, en 1946, la Guayana recibió el estatuto de departamento de ultramar.
La instalación, en 1968, del centro de lanzamiento de Kourou para la Agencia Espacial Europea estimuló la
economía local que se benefició también, a partir de 1983, con las repercusiones del programa Arianne.

Origen

La Guayana Francesa fue habitada originalmente por tribus de indígenas caribes y arawakos principalmente, y
también por pequeños grupos de galibi, emerillón, palikour, waiampi y wayana. En 1498, la Guayana Francesa
fue visitada por primera vez por los españoles cuando Cristóbal Colón navegó hasta la región y la llamó la "Tierra
de los Parias".
Francia colonizó el territorio en el año 1604; esta colonización se realizó cuando Luis XIV envió miles de colonos
a Guayana. Los colonos fueron seducidos para realizar esta empresa con historias de muchísimo oro y fortunas
fáciles de hacer. Pero, por el contrario, se encontraron con una tierra llena de nativos hostiles y enfermedades
tropicales. Un año y medio después, sólo unos pocos cientos sobrevivieron.
Los sobrevivientes huyeron a tres pequeñas islas que podían ser vistas desde la ribera y las llamaron las Îles du
Salut (Islas de la Salvación). Cuando los sobrevivientes de esta fallida expedición regresaron a casa, las terribles
historias que contaron de la colonia dejaron una impresión duradera en Francia.
El término "Guayana" es de origen indígena. En el dialecto warao, es decir, el de la población indigena del delta
de Orinoco, Guai significaría "nombre", "denominación", Yana es una negación. De ahí Guayana que es aún el
término italiano para designar el Macizo Guayanés. "Guayana" querría pues decir "sin nombre", "lo que no se
puede nombrar". Guayana sería pues la tierra "que no se atreve a nombrar", "la tierra consagrada", "la casa de lo
supremo". A esta divinidad estaría vinculada la leyenda de El Dorado (Leyenda indígena, superstición colona).
Paradójicamente, el término Guayana sería pues un digno nombre de este Edén, por mucho tiempo misterioso,
paraíso terrestre soñado por unos, infierno verde sufrido por otros.
La Constitución fue creada el 28 de Septiembre de 1958 basada en la constitución francesa. Se rige por el sistema
legal francés. La ley del 2 de marzo de 1982 instauró la creación de la región en una colectividad territorial en
pleno ejercicio. La Guayana francesa quedaba inscrita como una de las veintiséis regiones francesas. El
departamento se recortó en dos distritos (Cayena y Saint Laurent du Maroni), subdivididos en diecinueve cantones
y veintidós municipios.
La Guayana está dotada de un Consejo regional y de un Consejo general. Está representada a nivel nacional por
dos diputados, un senador y un Consejero Económico y Social. El estado está representado por el prefecto
establecido en Cayena y por el subprefecto de Saint Laurent du Maroni. En cuanto departamento francés, la
Guayana Francesa forma parte de la Unión Europea, de la cual constituye una región de ultramar.

Historia General

La Guyana Francesa fue descubierta en 1500 aunque la colonización realmente comenzó en el siglo 17, cuando
la fueron explorando los franceses, españoles, británicos y holandeses. En términos formales, la Guyana Francesa
es a la vez un departamento y una región de ultramar de Francia y, consecuentemente, un territorio ultraperiférico
de la Unión Europea. Guayana Francesa es un lugar estratégico para París. La Central Espacial desde donde se
lanzan los satélites europeos y rusos justifica todos los esfuerzos, pero no hay carreteras ni transporte público. El
35% de la población está en el desempleo absoluto.
“Hay segregación, todos los jefes, todos los buenos trabajos son para los blancos”, dice Armand Actillf . Lo cierto
es que sólo hay que recorrer el país para confirmar su afirmación. Los gendarmes son blancos, los funcionarios
son blancos, los dueños de hoteles son blancos, los oficiales del ejército francés son blancos… Blanco por todos
lados cuando no representan ni el 5% de la población.

Si bien su status jurídico es idéntico al de cualquier otro departamento metropolitano de la Francia europea está,
igualmente, limitado en su autonomía y mantiene un nivel de aislamiento prácticamente total respecto de lo que
acontece en su vecindario. Situada al norte de Sudamérica, en un territorio que ocupa unos 90 mil kilómetros
cuadrados, limitada por Brasil, Surinam y sobre el Océano Atlántico, la Guayana Francesa tiene una población
aproximada de 300 mil habitantes. El territorio de Guayanas, fue colonizado por Holanda, Gran Bretaña y Francia;
las dos primeras ya se independizaron tomando el nombre de Surinam y República Cooperativa de Guyana,
formando ambas parte de UNASUR.

Aparentemente, cuando en 1946 se le otorgó a la Guyana Francesa el status de departamento, las críticas referidas
a la descolonización parecieron darse por terminadas. Los académicos de la década de 1980 ingenuamente
proyectaban una eminente independencia de la última y más pequeña de las denominadas Guyanas, pero nunca
llegó. Francia argumentaba que los aires independentistas del pueblo guayanés siempre serían apoyados, pero que
estimaba demasiado prematuro e irresponsable someter a la Guyana al abandono de la metrópoli y condenarla a
peor vida en ejercicio de su plena soberanía en tiempos tan convulsionados como los de la década de 1980.

Los resultados para el heterogéneo pueblo guayanés (mayoritariamente criollo debido a las mezclas entre
aborígenes locales, descendientes de esclavos africanos y colonos franceses) fueron catastróficos: se consolidó
una sociedad temerosa, disipada y absolutamente dependiente de la tutela metropolitana y de sus subsidios,
económicamente relegada casi exclusivamente a la explotación forestal y poseedora, como único indicador de
cierto desarrollo, del Centro Espacial de Kouru; emblema y orgullo de la República Francesa.

Por su parte, la capital Cayenne, se mantiene desconectada del resto de las capitales sudamericanas y todavía se
espera por la inauguración de un puente terrestre que conectará por vez primera a la Guyana Francesa con un
Estado sudamericano, Brasil. Pese a la proximidad geográfica, la situación de la Guyana es desconcertante
respecto al medio y al entorno en el que está inserta. Simplemente, todo es desconocido. Frente a la imposibilidad
de establecer una misión diplomática, las únicas representaciones extranjeras sudamericanas en Cayena son dos
Consulados Generales (Brasil y Surinam) y dos Consulados Honorarios (Ecuador y Perú).

La presencia francesa en la Guyana esconde en el fondo un doble rasero: mientras por un lado sostiene los
subsidios y la representación parlamentaria en París como atractivos, por el otro se asegura el ingreso de productos
europeos en el territorio guayanés a precios poco competitivos sumado a una considerable presencia militar y al
uso constante de radares de vigilancia. Y si de legitimidad democrática se trata, en 2010 se llevó a cabo un
referéndum impulsado por el entonces Presidente francés Nicolás Sarkozy concerniente a otorgar una mayor
autonomía al territorio.

Un contundente 69,8% votó por el no pero, llamativamente, sólo un 48% del padrón electoral participó.
Atendiendo a estos datos, la alta tasa de abstención podría vincularse a que gran parte de la población se siente
como ciudadanos de segunda clase aun sometidos a una gran confusión e inmadurez política, haciendo
incompatible tan estrecha relación con la antigua metrópoli con una sólida reivindicación nacional
independentista.

También podría gustarte